Está en la página 1de 24

UNIVERSIDAD DE AQUINO BOLIVIA

ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA

Proyecto de investigación

Pericarditis

EJECUTORES:
- Gheral Maximo Vega Centeno Bezaño

DOCENTE MENTOR:
-

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:

Cochabamba, 2022

1
Tabla de contenidos

I. TÍTULO.........................................................................................................................3

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA......................................................................3

2.1. Descripción del problema.......................................................................................3

2.2. Formulación del problema......................................................................................3

2.2.1. Problema general:.........................................................................................3

2.2.2. Problemas específicos:..................................................................................3

2.3. Justificación de la investigación.............................................................................3

2.4. Objetivos de la investigación..................................................................................3

2.4.1. Objetivo general:...........................................................................................3

2.4.2. Objetivos específicos:...................................................................................3

III. MARCO TEORICO......................................................................................................3

IV. SISTEMA DE VARIABLES E HIPÓTESIS..............................................................12

4.1. Definición operacional de variables.....................................................................12

4.1.1. Definición de variables...............................................................................12

4.1.2. Operacionalización de variables.................................................................12

4.2. Hipótesis de la investigación................................................................................12

4.2.1. Hipótesis general:........................................................................................12

4.2.2. Hipótesis específicas:..................................................................................12

V. METODOLOGÍA........................................................................................................12

4.1. Tipo y nivel de investigación...............................................................................12

2
4.2. Diseño de investigación........................................................................................13

4.3. Población y muestra.............................................................................................13

4.4. Técnicas e instrumentos.......................................................................................13

4.5. Tratamiento de datos............................................................................................13

VI. CRONOGRAMA........................................................................................................13

VII. PRESUPUESTO..........................................................................................................13

VIII. REFERENCIAS..........................................................................................................14

IX. ANEXOS:....................................................................................................................15

3
I. TÍTULO

Pericarditis

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

2.1 Descripción del problema

La pericarditis es un trastorno común que tiene múltiples causas y se presenta en varios

entornos de atención primaria y secundaria. Las nuevas técnicas de diagnóstico han mejorado

la toma de muestras y el análisis del líquido pericárdico y permiten una caracterización

completa de la causa. A pesar de este avance, la pericarditis suele ser idiopática y la

radioterapia, la cirugía cardiaca y los procedimientos percutáneos se han convertido en causas

importantes. La pericarditis suele ser autolimitada y los agentes antiinflamatorios no

esteroideos siguen siendo el tratamiento de primera línea para los casos no complicados. El

uso integrado de nuevos métodos de imagen facilita la detección y el tratamiento precisos de

complicaciones como el derrame o la constricción pericárdicos. La diferenciación de la

pericarditis constrictiva de la miocardiopatía restrictiva sigue siendo un desafío clínico, pero

se facilita con el doppler tisular y la ecocardiografía en modo M en color. La mayoría de los

derrames pericárdicos se pueden tratar de forma segura con un abordaje percutáneo guiado

por eco. La pericardiectomía sigue siendo el tratamiento definitivo para la pericarditis

constrictiva y proporciona alivio sintomático en la mayoría de los casos. En el futuro, el

espacio pericárdico podría convertirse en un conducto para tratamientos dirigidos al

pericardio y al miocardio.

2.2 Formulación del problema

2.2.1 Problema general:

¿Qué es la pericarditis?

4
2.2.2 Problemas específicos:

 ¿Cuáles son los tipos de pericarditis?

 ¿Cómo diagnosticar la pericarditis?

 ¿Qué virus causan pericarditis?

2.3 Justificación de la investigación

2.4 Objetivos de la investigación

2.4.1 Objetivo general:

Determinar que es la pericarditis

2.4.2Objetivos específicos:

 Mostar los tipos de pericarditis.

 Reconocer como se diagnostica la pericarditis.

 Identificar los virus que causan pericarditis.

III. MARCO TEORICO

La pericarditis es la inflamación del pericardio, a menudo con acumulación de líquido. La

pericarditis puede deberse a numerosos trastornos (p. ej., infección, infarto de miocardio,

traumatismos, tumores, trastornos metabólicos), pero a menudo es idiopática. Los síntomas

incluyen dolor o rigidez torácica, que a menudo empeoran con la respiración profunda. El

gasto cardíaco puede reducirse en gran medida si se desarrolla taponamiento cardíaco o

5
pericarditis constrictiva. El diagnóstico se basa en los síntomas, el hallazgo de un roce, los

cambios electrocardiográficos y los signos de acumulación de líquido pericárdico en la

radiografía de tórax o el ecocardiograma. Para determinar la causa, se requiere una

evaluación más profunda. El tratamiento depende de la causa, pero las medidas terapéuticas

generales incluyen administración de analgésicos, antiinflamatorios, colchicina, y rara vez

cirugía.

Anatomía en la pericarditis

El pericardio tiene 2 capas. El pericardio visceral está compuesto por 1 sola capa de células

mesoteliales adheridas al miocardio, que se repliega (rebate) sobre sí misma en el origen de

los grandes vasos y se une con una capa dura y fibrosa que envuelve al corazón (pericardio

parietal). La cavidad que queda entre estas 2 capas contiene una pequeña cantidad de líquido

(< 25 a 50 ml), compuesto sobre todo por ultrafiltrado del plasma. El pericardio limita la

distensión de las cámaras cardíacas y aumenta la eficiencia del corazón.

El pericardio recibe una inervación rica de aferentes simpáticos y somáticos. Los

mecanorreceptores sensibles al estiramiento registran los cambios de volumen y tensión del

corazón y pueden ser responsables de transmitir el dolor pericárdico. Los nervios frénicos

están inmersos en el pericardio parietal y son vulnerables las lesiones durante una operación

sobre el pericardio.

Presentación clínica

El cuadro típico se presenta con dolor torácico, que puede ser pleurítico u opresivo, que

puede aumentar con la inspiración. El dolor puede atenuarse al sentarse hacia adelante. A la

auscultación cardiaca se pueden escuchar frotes pericárdicos. Al ECG existen cambios

6
típicos, con supradesnivel difuso del segmento ST. Es importante saber diferenciar un ECG

de una pericarditis respecto a un IAM, considerando que el cuadro clínico en muchas

ocasiones puede ser indistinguible.

Fisiopatología

La pericarditis puede ser

 Aguda

 Subaguda

 Crónica

La pericarditis aguda aparece rápidamente, promueve inflamación de la cavidad pericárdica y

a menudo derrame pericárdico. La inflamación se puede extender al miocardio epicárdico

(miopericarditis). Los efectos hemodinámicos adversos y los trastornos del ritmo son

inusuales, aunque en ciertos casos se produce un taponamiento cardíaco.

La enfermedad aguda puede resolverse por completo, resolverse y reaparecer (hasta el 30%

de los casos agudos) o volverse subaguda o crónica. Estas formas se desarrollan más

lentamente; su característica destacada es el derrame.

La pericarditis subaguda se produce semanas a meses después de un evento desencadenante.

La pericarditis crónica se define como la pericarditis que persiste > 6 meses.

El derrame pericárdico es la acumulación de líquido en el pericardio. El líquido puede ser

seroso (en ocasiones con haces de fibrina), serohemático, hemático, purulento o quiloso.

7
El taponamiento cardíaco se produce cuando un gran derrame pericárdico compromete el

llenado cardíaco y reduce el gasto cardíaco, lo que puede a su vez provocar shock y muerte

del paciente. Si el líquido (en general sangre) se acumula rápidamente, incluso un pequeño

volumen (p. ej., 150 mL) puede causar taponamiento porque el pericardio no puede estirarse

a una velocidad suficiente para adaptarse. La acumulación lenta de hasta 1.500 mL de líquido

puede no producir un taponamiento. El derrame tabicado puede causar un taponamiento

localizado en el lado derecho o izquierdo del corazón.

A veces, la pericarditis causa un engrosamiento y un endurecimiento significativo del

pericardio (pericarditis constrictiva).

La pericarditis constrictiva, que ahora es menos común que en el pasado, se debe a un

marcado engrosamiento inflamatorio y fibrótico del pericardio. A veces, las capas visceral y

parietal se adhieren entre sí o al miocardio. A menudo, el tejido fibroso contiene depósitos de

calcio. El pericardio engrosado y endurecido compromete notablemente el llenado ventricular

y disminuye el volumen sistólico y el gasto cardíaco. En general, no se acumula una cantidad

significativa de líquido pericárdico. Los trastornos del ritmo son habituales. Las presiones

diastólicas en las aurículas, los ventrículos y los lechos venosos se equiparan. El paciente

presenta congestión venosa, lo que promueve un considerable transudado de líquido desde los

capilares sistémicos, con edema en las porciones declive del cuerpo y, más adelante, ascitis.

La elevación crónica de la presión venosa sistémica y la presión venosa hepática puede

conducir a la fibrosis del hígado, llamada cirrosis cardiaca, en cuyo caso, los pacientes

pueden presentarse inicialmente para la evaluación de la cirrosis. La constricción de la

aurícula izquierda, el ventrículo izquierdo o ambos puede aumentar la presión en la vena

pulmonar. Ocasionalmente se produce derrame pleural.

Hay varias variantes de la pericarditis constrictiva:

8
Pericarditis constrictiva crónica, que suele requerir pericardiectomía como tratamiento

definitivo

Pericarditis constrictiva subaguda (etapa temprana), que se desarrolla semanas a meses

después de una lesión desencadenante y es tratada inicialmente con terapia médica

La pericarditis constrictiva transitoria (típicamente subaguda) es la que se resuelve

espontáneamente o tras la terapia médica

Pericarditis con derrame-constrictiva caracterizada por constricción pericárdica que involucra

el pericardio visceral con derrame pericárdico significativo que a veces requiere tratamiento

para taponamiento cardíaco

Diagnostico

 Electrocardiografía (ECG) y radiografía de tórax

 Ecocardiografía

 Pruebas para identificar la causa (p. ej., aspiración del líquido pericárdico, biopsia

pericárdica)

Se debe solicitar ECG y radiografía de tórax. La ecocardiografía se hace para verificar si hay

derrame (en particular derrame tabicado con taponamiento localizado, que debido a sus

manifestaciones atípicas puede no sospecharse, y que puede ser sugerido por hallazgos

indirectos tales como la compresión de las cámaras y las variaciones respiratorias

características), anomalías del llenado cardíaco, y movimientos anormales de la pared

característicos del compromiso miocárdico. Los análisis de sangre pueden detectar

leucocitosis y eritrosedimentación acelerada, pero estos hallazgos son inespecíficos.

Pericarditis aguda

9
El diagnóstico se basa en la identificación de los siguientes hallazgos clínicos y trastornos

electrocardiográficos, que no siempre están presentes en todos los casos.

 Dolor torácico característico

 Roce pericárdico

 Anomalías en el ECG

 Derrame pericárdico

También pueden requerirse ECG seriados para mostrar las alteraciones. En la pericarditis

aguda, el ECG puede mostrar anomalías limitadas a los segmentos ST y PR y la onda T, en

general en la mayoría de las derivaciones. (Los cambios en el ECG en aVR por lo general

ocurren en el sentido contrario de las otras derivaciones). A diferencia de lo observado en el

infarto de miocardio, la pericarditis aguda no produce infradesnivel recíproco del segmento

ST (excepto en las derivaciones aVR y V1) y no se observan ondas Q patológicas. Los

cambios en el ECG en la pericarditis puede ocurrir en 4 etapas, aunque no todas las etapas

están presentes en todos los casos.

 Etapa 1: los segmentos ST presentan una elevación cóncava hacia arriba; los

segmentos de PR pueden estar deprimidos (véase figura Pericarditis aguda: ECG del

estadio 1).

 Etapa 2: los segmentos ST vuelven a su nivel; las ondas T se aplanan.

 Estadio 3: las ondas T se invierten en todo el ECG; la inversión de la onda T se

produce una vez que el segmento ST regresa a la línea de base, lo que diferencia este

cuadro del patrón de la isquemia aguda o del infarto agudo de miocardio.

 Estadio 4: los cambios en la onda T se resuelven.

10
En la pericarditis aguda la ecocardiografía muestra típicamente un derrame, lo que ayuda a

confirmar el diagnóstico, excepto en pacientes con pericarditis agudas puramente fibrinosas

en quienes la ecocardiografía suele ser normal. Los hallazgos que indican el compromiso

miocárdico incluyen una disfunción ventricular izquierda reciente, focal o difusa.

La RM puede detectar la presencia, la gravedad y la agudeza de la inflamación pericárdica,

pero en general no es necesaria para diagnosticar la pericarditis aguda.

Dado que el dolor de la pericarditis puede simular el del infarto agudo de miocardio o el

infarto pulmonar, pueden ser necesarias otras pruebas (p. ej., medición de los marcadores

cardíacos séricos, gammagrafía pulmonar) cuando los hallazgos en la anamnesis y el ECG no

son típicos de la pericarditis. La concentración de troponina suele estar aumentada en la

pericarditis aguda secundaria a inflamación epicárdica, de manera que no permite distinguir

entre pericarditis, infarto agudo y embolia pulmonar. Los niveles de troponina muy altos

pueden indicar miopericarditis. La concentración de creatina cinasa (CK-MB, creatine kinase

muscle band isoenzyme), que es menos sensible que el nivel de troponina, suele ser normal

en la pericarditis aguda, excepto en presencia de miocarditis concomitante.

Los síndromes pospericardiotomía y posinfarto de miocardio pueden ser difíciles de

identificar y deben diferenciarse del infarto de miocardio reciente, la embolia pulmonar y la

infección pericárdica posoperatoria. El dolor, el roce y la fiebre que aparecen entre 2 semanas

y varios meses después de la operación y responden rápidamente a la aspirina, medicamentos

antiinflamatorios no esteroideos, colchicina o corticosteroides contribuyen a establecer el

diagnóstico.

Derrame pericárdico

11
El diagnóstico se sospecha en función de los hallazgos en la evaluación clínica, pero a

menudo sólo se considera después de observar la silueta cardíaca agrandada en la radiografía

de tórax. En el ECG, el voltaje del complejo QRS suele disminuir y el ritmo sinusal está

preservado en alrededor del 90% de los pacientes. En pacientes con derrames grandes

crónicos, el ECG puede mostrar alternancia eléctrica (es decir, que la amplitud de las ondas

P, QRS o T aumenta y disminuye en latidos alternados). La alternancia eléctrica se asocia con

variaciones en la posición del corazón (corazón que se balancea).

La ecocardiografía calcula el volumen de líquido pericárdico; identifica el taponamiento

cardíaco, la miocarditis aguda y/o la insuficiencia cardíaca; y puede sugerir la causa de la

pericarditis.

Aunque la TC puede detectar un derrame pericárdico (a menudo incidentalmente en una

prueba realizada para otras enfermedades), puede sobreestimar su tamaño y no es una prueba

de primera línea para evaluar un posible derrame pericárdico.

Los pacientes con ECG normal, derrame pequeño (< 50 mL) y ausencia de signos

sospechosos en la anamnesis y el examen físico pueden controlarse con exámenes y

ecocardiogramas seriados. Otros pacientes deben someterse a otras pruebas para determinar

la etiología.

Pericarditis constrictiva

El diagnóstico puede sospecharse por el examen clínico, el ECG, la radiografía de tórax y la

ecocardiografía Doppler, pero a menudo deben solicitarse cateterismo cardíaco y tomografía

computarizada (TC) (o resonancia magnética). A veces se requiere una biopsia cardíaca

derecha para excluir una miocardiopatía restrictiva.

12
Los cambios en el ECG son inespecíficos. El voltaje del complejo QRS suele ser bajo. Las

ondas T en general son anormales pero inespecíficas. Alrededor de una tercera parte de los

pacientes experimenta fibrilación auricular, pero el aleteo auricular es menos frecuente.

Con frecuencia, la radiografía de tórax lateral muestra mejor la calcificación pericárdica, pero

el hallazgo también es inespecífico.

La ecocardiografía también es inespecífica. Cuando las presiones de llenado de los

ventrículos derecho e izquierdo aumentan en forma equivalente, la ecocardiografía Doppler

ayuda a distinguir entre la pericarditis constrictiva y la miocardiopatía restrictiva.

 Durante la inspiración, la velocidad del flujo diastólico mitral disminuye > 25% en la

pericarditis constrictiva, pero < 15% en la miocardiopatía restrictiva.

 En la pericarditis constrictiva, la velocidad del flujo tricuspídeo inspiratorio aumenta

más que en condiciones normales, pero esto no sucede en la miocardiopatía

restrictiva.

La determinación de las velocidades del flujo en el anillo mitral puede ser útil cuando la

presión excesiva en la aurícula izquierda disminuye la variación respiratoria de las

velocidades transvalvulares. Las velocidades anulares mitrales (especialmente en la ubicación

septal) aumentan en la pericarditis constrictiva; disminuyen en la miocardiopatía restrictiva.

La presencia de un rebote septal (desplazamiento del tabique interventricular hacia el

ventrículo izquierdo durante la inspiración y contra el ventrículo izquierdo durante la

espiración) e inversión del flujo diastólico en la vena hepática durante la espiración (que

ocurre como consecuencia de un menor llenado del ventrículo derecho) también puede ser

visible en la pericarditis constrictiva.

13
La desviación del tabique ventricular relacionada con la respiración, la velocidad anular

medial preservada o aumentada y las inversiones diastólicas espiratorias de la vena hepática

se conocen en forma colectiva como criterios de Mayo, pero cada factor se asocia

independientemente con pericarditis constrictiva (1).

Se efectúa cateterismo cardiaco, derecho e izquierdo solo si los hallazgos clínicos y

ecocardiográficos sugieren pericarditis constrictiva. El cateterismo cardíaco ayuda a

confirmar y cuantificar la hemodinámica anormal que define la pericarditis constrictiva:

 La presión media de oclusión en la arteria pulmonar (presión capilar pulmonar de

enclavamiento), la presión diastólica en la arteria pulmonar, la presión de fin de

diástole del ventrículo derecho y la presión media de la aurícula derecha son bastante

similares y todas oscilan entre 10 y 30 mmHg.

 La arteria pulmonar y las presiones sistólicas del ventrículo derecho son normales o

están algo aumentadas, de manera que las presiones del pulso son bajas.

 En la curva de presión de la aurícula, los descensos de x e y se acentúan en forma

típica.

 En la curva de presión ventricular, descenso diastólico que coincide con el llenado

ventricular rápido.

 Durante la inspiración máxima, la presión en el ventrículo derecho aumenta cuando la

presión del ventrículo izquierdo es más baja (a veces denominado imagen especular

discordante, lo que sugiere una mayor interdependencia ventricular).

 Dado que el llenado ventricular está restringido, el registro de la presión ventricular

revela una depresión súbita seguida por una meseta (semejante al signo de la raíz

cuadrada) durante la protodiástole.

14
La medición de estos cambios requiere el cateterismo cardíaco derecho e izquierdo

simultáneo, utilizando transductores separados. Estos cambios hemodinámicos casi siempre

se asocian con pericarditis constrictiva significativa, pero pueden estar enmascarados durante

una hipovolemia.

En la miocardiopatía restrictiva, a menudo se ve una presión sistólica ventricular derecha >

50 mmHg, pero estos valores son menos frecuentes en la pericarditis constrictiva. La

equivalencia de la presión de oclusión de la arteria pulmonar con la presión media de la

aurícula derecha asociada con un descenso protodiástolico en la curva de presión ventricular

con ondas x e y grandes en la curva de la aurícula derecha puede indicar cualquiera de los dos

trastornos.

La TC o la resonancia magnética (RM) pueden hallar un engrosamiento pericárdico > 5 mm.

 Engrosamiento pericárdico > 5 mm con cambios hemodinámicos típicos (evaluados

por ecocardiografía y cateterismo) puede confirmar la pericarditis constrictiva. In

 En ausencia de engrosamiento pericárdico o de líquido, el diagnóstico de

miocardiopatía restrictiva es más probable pero no es posible confirmarlo.

 Un espesor pericárdico normal no excluye una pericarditis constrictiva.

El aumento de la señal de recuperación de la inversión de TI corta ponderada en T2 (RTI) y

el realce tardío del gadolinio en la RM cardíaca pueden documentar la inflamación activa y la

resolución de la constricción en respuesta a la terapia antiinflamatoria, mientras que su

ausencia sugiere una pericarditis constrictiva crónica que es poco probable que responda al

tratamiento médico. El grado de realce tardío del pericardio con gadolinio puede ser

especialmente útil para identificar a los pacientes en los cuales la constricción se revertirá o

se resolverá.

15
Taponamiento cardíaco

El bajo voltaje y la alternancia eléctrica en el ECG sugieren un taponamiento cardíaco, pero

estos hallazgos carecen de sensibilidad y especificidad. Cuando se sospecha un taponamiento,

debe solicitarse una ecocardiografía, ya que incluso un pequeño retraso puede amenazar la

vida del paciente. Luego, debe realizarse una pericardiocentesis de inmediato para confirmar

el diagnóstico e implementar el tratamiento. En el ecocardiograma, la variación respiratoria

del flujo transvalvular y el venoso y la compresión o el colapso de las cámaras cardíacas

derechas en presencia de derrame pericárdico avalan el diagnóstico.

Si se sospecha un taponamiento, puede usarse un cateterismo cardíaco derecho (con catéter

de Swan-Ganz). En el taponamiento cardíaco:

 No se identifica una muesca protodiastólica en el registro de presión ventricular.

 Las presiones diastólicas están elevadas (aproximadamente 10 a 30 mmHg) y son

iguales en todas las cámaras cardíacas y en la arteria pulmonar.

 En la curva de presión auricular, el descenso x se preserva y el descenso y se pierde.

En cambio, en los estados congestivos graves secundarios a miocardiopatía dilatada, la

presión de oclusión de la arteria pulmonar o la presión diastólica del ventrículo izquierdo

suelen superar la presión media de la aurícula derecha y la presión diastólica del ventrículo

derecho en ≥ 4 mmHg.

Diagnóstico de la causa

Una vez diagnosticada la pericarditis, deben solicitarse pruebas para establecer la etiología y

los efectos sobre la función cardíaca. En un adulto joven previamente sano que consulta

debido a una infección viral con pericarditis aguda, no suele ser necesaria una evaluación

16
extensa. La distinción de la pericarditis idiopática suele ser difícil, costosa y en general posee

escasa utilidad en la práctica.

En otros casos puede ser necesaria una biopsia de tejido pericárdico o una aspiración de

líquido pericárdico para confirmar el diagnóstico. La tinción ácido-resistente y los cultivos de

líquido pericárdico son esenciales si se considera la posibilidad de tuberculosis (la pericarditis

tuberculosa puede ser agresiva y empeorar rápidamente con el tratamiento con

corticosteroides). Las muestras deben examinarse en busca de células malignas. No obstante,

en general no se considera necesario drenar todo un derrame pericárdico recientemente

identificado para confirmar el diagnóstico. El derrame persistente (que suele durar > 3 meses)

o progresivo, en particular cuando la etiología es incierta, también justifica la indicación de

una pericardiocentesis.

La selección entre la pericardiocentesis con aguja y el drenaje quirúrgico depende de los

recursos institucionales y de la experiencia del médico, la etiología del derrame, la necesidad

de obtener muestras de tejido para el diagnóstico y el pronóstico del paciente. La

pericardiocentesis con aguja suele considerarse la mejor opción cuando se conoce la etiología

o cuando el diagnóstico de taponamiento es dudoso. El drenaje quirúrgico se prefiere si se

confirma un taponamiento de etiología incierta.

Las pruebas de laboratorio que se realizan en el líquido pericárdico suelen ofrecer resultados

inespecíficos, excepto el cultivo y la citología. No obstante, a menudo es posible establecer

diagnósticos específicos con análisis visuales, citológicos e inmunitarios más modernos del

líquido obtenido por biopsia bajo guía pericardioscópica.

17
El cateterismo cardíaco puede ser útil para evaluar la pericarditis e identificar la causa del

deterioro de la función cardíaca.

La TC o la RM pueden contribuir a la identificación de metástasis, aunque en general la

ecocardiografía es suficiente.

Otras pruebas abarcan hemograma completo, medición de reactantes de fase aguda, panel

químico convencional, cultivos, pruebas autoinmunitarias y, cuando se considere apropiado,

pruebas para detectar HIV, fijación de complemento para histoplasmosis (en áreas

endémicas), y pruebas de anticuerpos para el virus coxsackie, el de la gripe, echovirus y

estreptococos. Las pruebas de anticuerpos anti-DNA y anti-RNA pueden ofrecer resultados

orientadores. Se hace una prueba cutánea de PPD (purified protein derivative), pero puede

dar resultados falsos negativos; la pericarditis tuberculosa se puede descartar únicamente por

cultivo de líquido pericárdico para bacilos ácido-alcohol resistentes.

Tratamiento

 Varía según la causa

 Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, colchicina, y, con escasa frecuencia,

corticosteroides para el dolor y la inflamación.

 Pericardiocentesis para el taponamiento y los derrames grandes

 En ocasiones, fármacos por vía intrapericárdica (p. ej., triamcinolona)

 La pericarditis constrictiva a veces requiere resección pericárdica, en particular

cuando es sintomática

 Tratamiento de la causa subyacente (p. ej., cáncer)

Se requiere la hospitalización para algunos pacientes con un episodio inicial de pericarditis

aguda, particularmente aquellos con derrames moderados o grandes o con características de

18
alto riesgo, tales como la temperatura elevada, la presentación subaguda, inmunosupresión,

traumatismo reciente, terapia anticoagulante oral, falta de respuesta a un curso inicial de

aspirina o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, y miopericarditis. Se necesita

hospitalización para determinar la etiología y para evaluar el desarrollo de taponamiento

cardiaco. En los pacientes que no están hospitalizados es importante un seguimiento estricto y

precoz. Deben suspenderse los fármacos que pueden causar el cuadro (p. ej., anticoagulantes,

procainamida, fenitoína). En presencia de taponamiento cardíaco, es preciso llevar a cabo una

pericardiocentesis inmediata (véase figura Pericardiocentesis); la extracción de incluso un

pequeño volumen de líquido puede salvar la vida del paciente.

IV. SISTEMA DE VARIABLES E HIPÓTESIS

IV.1. Definición operacional de variables

IV.1.1. Definición de variables

IV.1.2. Operacionalización de variables

Tabla 1: Matriz de operacionalización de variables

VARIABLES DIMENSIONES INDICADORES


- -
Variable 1: - -
- -
- -
- -
Variable 2: - -
- -
- -

IV.2. Hipótesis de la investigación

IV.2.1. Hipótesis general:

19
IV.2.2. Hipótesis específicas:
-
-
-

V. METODOLOGÍA

4.1. Tipo y nivel de investigación

4.2. Diseño de investigación

4.3. Población y muestra

4.4. Técnicas e instrumentos

4.5. Tratamiento de datos

VI. CRONOGRAMA

VII.PRESUPUESTO

20
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 https://www.msdmanuals.com/es-pe/professional/trastornos-cardiovasculares/

miocarditis-y-pericarditis/pericarditis

 https://medicina.uc.cl/wp-content/uploads/2017/07/

Pericarditis_L_Vergara_03_2011.pdf

21
IX. ANEXOS:
Matriz de consistencia

Título: ……………………………………………………………………………………………………………………................................

PROBLEMAS OBJETIVOS HIPÓTESIS VARIABLES METODOLOGÍA

Problema general: Objetivo general: Hipótesis general: Variable 1: Tipo y nivel:

Problemas específicos: Objetivos específicos: Hipótesis específicas: Diseño:

Población y muestra:

Técnicas e instrumentos:

22
23
24

También podría gustarte