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UNIDAD 2
“La construcción de nuevas subjetividades”
Dossier bibliográfico
Equipo docente:
Lic. Vanesa Giordano (Profesora)
Lic. Eliana Parente (Tutora comisión 1 “A”)
Lic. Sofía Quiroga (Tutora comisión 1 “B”)
Lic. Rocío Durán (Tutora comisión 2 “A”)
Lic. Julieta Ratto (Tutora comisión 2 “B”)
Índice:
2
Albornoz, M. B. “Cibercultura y las nuevas nociones de
privacidad” Revista Nómada NRO. 28. Abril 2008. Universidad
Central Colombia.
“Mientras fuera de la red somos cada vez más celosos de nuestra privacidad y
reclamamos nuestros derechos ante las nuevas políticas globales de prevención del
terrorismo, en los mundos virtuales vamos perdiendo la capacidad de distinguir entre
lo público y lo privado que tanto valoramos fuera de ellos”. (p. 44)
“Por lo mismo, no se puede separar el mundo material –y aún menos su parte artificial–
de las ideas a través de las que los objetos técnicos son concebidos y utilizados, ni de los
humanos que los inventan, los producen y se sirven de ellos” (Lévy, 2007: 6). Por tanto, la
línea que divide los mundos reales de las realidades virtuales tiende a difuminarse con
los avances de las capacidades de simulación que nos ofrece la tecnología y su
respectiva apropiación por parte de los sujetos, provocando nuevos imaginarios y
ofreciendo espacios a nuevas experiencias que no serían posibles sin los adelantos
tecnológicos”. (p. 46)
“Por una parte, la simulación implica el aislamiento físico y la intensa interacción con
otras personas (o artefactos, tal es el caso de los avatares de inteligencia artificial), y por
otra, la vida en la pantalla no tiene referentes físicos simples, es decir, en el simulacro se
trabaja con copias de cosas que ya no tienen originales en el mundo real. Estas
transformaciones funcionan como un anillo de Moebius donde los imaginarios sobre lo
real y lo virtual se intercambian constantemente. Los juegos de simulación van
configurando de este modo, mundos paralelos donde el anonimato, la privacidad, la
credibilidad, la confianza tienen versiones diferentes a las del mundo fuera de la Red.”
(p.46)
3
“Goffman denomina juego de información al ciclo potencialmente infinito de
ocultaciones, descubrimientos, falsas revelaciones y redescubrimientos a través de los
cuales dedicamos inmensos esfuerzos a producir y sofisticar la imagen que queremos
dar a los demás sin que ellos sepan lo mucho que nos requiere (Goffman, 1959). En
Internet el juego de información es más flexible por la opacidad del medio y por la
posibilidad de cambiar de interfaz si el juego no va bien. Los chats y foros ofrecieron las
primeras ventanas de experimentación en los inicios de la Red. Actualmente, con el
desarrollo de la web 2.0, los nuevos MUD como Second Life se han han convertido en
los referentes de los juegos de rol y, por ende, del anonimato en el ciberespacio.” (p. 47)
“Estos niños viven, pues, en lo virtual. Las ciencias cognitivas muestran que el uso de la
Red, la lectura o la escritura de mensajes con los pulgares, la consulta de Wikipedia o
Facebook no estimulan las mismas neuronas ni las mismas zonas corticales que el uso
del libro, de la tiza o del cuaderno. Pueden manipular varias informaciones a la vez. No
conocen ni integran, ni sintetizan como nosotros, sus ascendientes. Ya no tienen la
misma cabeza.” (p. 21)
4
“Así, del mismo modo que la pedagogía fue inventada por los griegos (paideia}, en el
momento de la invención y la propagación de la escritura, se transformó luego con el
surgimiento de la imprenta, durante el Renacimiento, y así también, hoy la pedagogía
cambia por completo con las nuevas tecnologías, cuyas novedades son sólo una
variable cualquiera dentro de la decena o la veintena que ya cité o podría enumerar.” (p.
29)
“De nuestra cabeza huesuda y neuronal, salió nuestra cabeza inteligente. Entre
nuestras manos, la caja-computadora contiene y hace funcionar, en efecto, lo que en
épocas remotas llamábamos nuestras "facultades": una memoria, mil veces más
poderosa que la nuestra; una imaginación equipada con millones de íconos·, también
una razón, puesto que tantos programas pueden resolver cientos de problemas que no
habríamos resuelto solos. Nuestra cabeza está arrojada ante nosotros, en esa caja
cognitiva objetivada.” (p. 38)
“¿Por qué a Pulgarcita le interesa cada vez menos lo que dice el portavoz? Porque,
frente a la oferta creciente de saber en capas inmensas, accesible siempre y en todas
partes, una oferta puntual y singular se vuelve absurda. La pregunta se planteaba con
crudeza cuando hacía falta desplazarse para descubrir un saber escaso y secreto. Ahora
accesible, sobreabunda, cercano, inclusive en volúmenes pequeños que Pulgarcita lleva
en su bolsillo, bajo el pañuelo. La ola del acceso a los saberes sube tan alto como la de la
charla.” (p. 49)
“Ese cambio radical afecta también a los sexos, puesto que las últimas décadas vieron
la victoria de las mujeres, más trabajadoras y serias en la escuela, en el hospital, en la
empresa... que los machos dominantes, arrogantes y debiluchos. Por esa razón también
este libro se intitula Pulgarcita” (p. 81)
5
Afecta también a las culturas, porque la Red favorece la multiplicidad de expresiones y,
pronto, la traducción automática, mientras que apenas salimos de una era en la que la
dominación gigante de una sola lengua había unificado dichos y pensamientos en la
mediocridad, esterilizando la innovación. En suma, afecta a todas las concentraciones,
incluso las productivas e industriales, incluso las lingüísticas, incluso las culturales, para
favorecer distribuciones amplias, múltiples y singulares.” (p. 81/82)
“Entiéndase por Pulgarcita un nombre de código para tal estudiante, este paciente,
este obrero, este campesino, este elector, este transeúnte, este ciudadano... anónimo,
por cierto, pero individuado. No es tanto un elector que cuenta como uno en los
sondeos, ni un telespectador que cuenta como uno en la medición del rating, no es
tanto una cantidad como una cualidad, una existencia. Como en otros tiempos el
soldado desconocido, cuyo cuerpo yace de verdad aquí y que el análisis de su ADN
individualizaría, aquel anónimo es el héroe de nuestro tiempo. Pulgarcito codifica ese
anonimato. (p. 88)
“Las nuevas tecnologías han generado nuevas modalidades de interacción entre las
personas, e indudablemente, afectan los modos de vincularse de los niños, niñas y
adolescentes, cómo estudian, cómo se entretienen, cómo sostienen lazos de amistad o
amplían sus redes sociales. De este modo construyen su cotidianidad y también sus
6
identidades. Necesitamos comprender que los y las jóvenes de nuestros días viven en
un paradigma cultural absolutamente distinto al de sus padres y madres y que las
tecnologías contribuyen a la composición de ese nuevo mundo de experiencia”. (p. 3)
Podemos tomar como ejemplos de esto tik tok, instagram, youtube, whatsapp,
facebook y las distintas apps por las que jóvenes y adolescentes migran para “escapar
de la mirada adulta”.
“En las últimas décadas, se ha puesto de relieve el papel de las TIC en la estructuración
de la identidad, la integración social y las representaciones acerca del mundo, así como
el lugar relevante que alcanzaron en el proceso de socialización de las nuevas
generaciones, ofreciendo –juntamente con otros agentes socializadores– estructuras de
pensamiento, interacción y acción.” (p. 5)
❏ En primer lugar, el uso “compulsivo” no es exclusivo de las pantallas, sino de todas las
tramas atrapantes en la niñez (un juego, un cuento, etc.).
❏ En segundo lugar, y en relación al aislamiento, el uso de las tecnologías puede
permitir nuevas formas y ecosistemas donde generar vínculos sociales sin por eso
sustituir al juego físico y el intercambio cara a cara.
❏ Por último, los niños y niñas no parecen confundir juego virtual con realidad: al
momento, no existe evidencia científica concluyente que señale a los contenidos de los
videojuegos como causantes de respuestas violentas. (Chicos.net, 2015. 20).” (p.8)
7
“Tal como describe Scolari en el artículo “Lo aprendí en un tutorial”, el mapa describe
44 competencias principales (por ejemplo ‘crear y modificar un contenido fotográfico’)
y 190 específicas (por ejemplo ‘hacer un collage fotográfico’). La variedad de
conocimientos que tienen los jóvenes sobre los medios es muy amplia. La parte más
destacada es la que se corresponde con los procesos de producción, desde escritura
hasta audiovisual, pasando por la creación y distribución de audio, fotos o dibujos”. (p.
10)
Roxana Morduchowicz, autora de “Los adolescentes del siglo XXI: los consumos
culturales en un mundo de pantallas”: “Los chicos viven una experiencia cultural
distinta: nuevas maneras de ver y de escuchar. Nuevas formas de leer y de escribir.
Nuevos usos del lenguaje y nuevos modos de comunicarse. Nuevas formas de aprender
y de conocer. Nuevas maneras de relacionarse con el otro y de construir su propia
identidad” 1 (p. 11)
“Por primera vez en la historia de la humanidad, las niñas, niños y adolescentes poseen
habilidades y un manejo intuitivo de herramientas que, a quienes son adultos/as
responsables les resultan ajenas y hasta amenazantes.” (p. 12)
“Esta coyuntura que se conoce como brecha digital generacional, demanda una
reconfiguración de las estrategias de acompañamiento, a pensar nuevos modelos de
autoridad, de educar y aprender y a redefinir algunos roles en relaciones más
descentralizadas y horizontales.” (p. 12)
1
Nota periodística “Usar internet para todo”, de Roxana Morduchowicz, Página/12, disponible en:
https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-246432-2014-05-17.html
8
¿Nativos/as e inmigrantes digitales?
“Estos términos fueron muy utilizados para definir el vínculo de los chicos y las chicas y
las personas adultas con las TIC, pero luego de casi 20 años, se ha comprendido que esa
forma dicotómica de pensar es perjudicial para quienes se encuentra involucrados/as.
El término “nativo” implica un saber intuitivo y completo por parte de niños, niñas y
adolescentes, independiente de la necesidad de acompañamiento, lo cual es
equivocado. La relación con los medios digitales, más allá de las habilidades de uso,
debe implicar una alfabetización digital, es decir un acompañamiento adulto que
permita construir un pensamiento crítico para el uso de las mismas.” (p. 13)
Desde el punto de vista educativo, este fenómeno está resultando de difícil gestión; la
propia lentitud del sistema se choca con la vertiginosidad de los cambios, y docentes y
familias se mueven entre la admiración por las posibilidades que las nuevas tecnologías
ofrecen y el temor por los peligros que pueden acarrear. Es una realidad que el sistema
educativo aún no ha encontrado la manera de encajar un uso productivo de estos
dispositivos móviles en el aula, y en el transcurso cotidiano de las escuelas estos
dispositivos son, a día de hoy, más un elemento de disrupción que un aporte
significativo al aprendizaje. (p. 14)
“En la mayoría de los casos, siendo que los niños, niñas y adolescentes actuales
nacieron entre las nuevas tecnologías, las viven como “naturales”, se expresan a través
de éstas, constituyen espacios sociales y desarrollan prácticas que, sobre todo, se
emparentan con el entretenimiento y la interacción.” (p. 15)
9
Andrea Urbas - Eleonora Fernández (Chicos.net)
Curso Universitario: Diplomatura Educar en la Cultura Digital:
Módulo 4 “Niños, niñas y adolescentes en entornos digitales”
Instituto de Extensión -Universidad Nacional de Villa María
Introducción
“Como hemos visto, las tecnologías generan nuevas formas de construcción de las
subjetividades, que modifican la clásica dicotomía de lo privado y lo público. Hoy más
que nunca, entendemos que, es importante que las instituciones educativas se
actualicen a estas nuevas formas de ser y de vivir, abriéndole la puerta a los nuevos
dispositivos y plataformas virtuales que, de todas formas, traspasan sus paredes. Las
nuevas lógicas que traen asociados los nuevos medios (la velocidad de la circulación y
el fácil acceso a la información, entre otras) resignifican el espacio aula-bancos-pizarrón.
En lugar de ver esto como un peligro, un obstáculo, debemos tomarlo como una gran
oportunidad y, desde el lugar del docente, ayudar a que el exceso de información que
nos ofrecen las tecnologías pueda ser seleccionado y reflexionado por los/las
estudiantes de forma tal que se vuelva un conocimiento tangible. Es importante
comprender que las fuentes de conocimiento ya no son únicas, sino que éste entra por
todas partes.” (p. 3)
“Las TIC, aportan una sobreabundancia de información: el rol docente deja de ser el de
la “transmisión pura de información” para convertirse en un traductor: “la persona que
te guía y diseña situaciones y actividades que permitan entender la complejidad del
mundo”, según el experto en nuevas tecnologías aplicadas a la educación Jordi Adell.
10
“El espectador contemporáneo no sería exactamente un receptor -aquel que
decodifica, critica o se deja alienar-, sino un usuario que surfea sin pausa entre el caos
de la información. Alguien que, por tanto, debe producir activamente las operaciones
necesarias para fijar y dar sentido a ese fluido, apropiándoselo para transformarlo en
experiencia” (Sibilia, 2012: 85). (P. 7)
Resumen
“La alfabetización es un concepto y una práctica social que varía en función del
contexto cultural y tecnológico específicos de cada periodo histórico. Por ello, desde
hace, al menos, dos décadas distintos expertos, colectivos, asociaciones y especialistas
educativos reclaman la necesidad de que se incorporen nuevas alfabetizaciones al
sistema educativo”. (p. 1)
“Hoy en día, al final de la primera década del siglo XXI, un sujeto culto -es decir,
alfabetizado en las nuevas formas culturales-, además de leer y escribir textos impresos,
es también capaz de interaccionar con un sistema de menús u opciones mediante un
teclado, un ratón o un pantalla táctil, es ser capaz de navegar a través de documentos
hipertextuales sin perderse, conoce los mecanismos y procedimientos para grabar
imágenes, procesarlas y difundirlas en un sitio web, tiene las destrezas para buscar y
encontrar en la Red aquel dato que uno necesita, sabe discriminar y otorgar significado
a las numerosas informaciones que llegan diariamente por múltiples medios, es capaz
de escribir un documento y enviarlo por correo electrónico o por SMS, participa en un
foro expresando su opinión, sabe subir fotos, vídeos o presentaciones para compartirlos
con otras personas en una red social, etc.” (p. 2)
2
Este resumen se toma del artículo de revisión del trabajo originalmente publicado con el título de ―La
multialfabetización y la construcción de la ciudadanía del siglo XXI‖. En Bautista A. y Velasco, H. (Coord), Antropología
audiovisual, medios e investigación en educación. Trotta, Madrid, 2011. Agradecemos al autor por permitir su
publicación en este número de la revista Integra Educativa.
11
“Este planteamiento de la alfabetización es deudor de las ideas expresadas por Paulo
Freire en el sentido de que la alfabetización no sólo es un problema técnico de
adquisición de la mecánica codificadora de los símbolos de la lectoescritura, sino un
aprendizaje profundo y global que ayuda al sujeto a emanciparse, a reconocer la
realidad que le circunda y en consecuencia, a reflexionar sobre la misma y actuar en
consecuencia con su pensamiento.
La alfabetización, desde esta perspectiva, debe representar la adquisición de los
recursos intelectuales necesarios para interactuar tanto con la cultura existente como
para recrearla de un modo crítico y emancipador y, en consecuencia, como un derecho
y una necesidad de los ciudadanos de la sociedad informacional.” (p. 3)
“La cultura del siglo XXI es multimodal (Bautista, 2007), es decir, se expresa, produce y
distribuye a través de múltiples tipos de soportes (papel, pantalla), mediante diversas
tecnologías (libros, televisión, computadoras, móviles, Internet, DVD, ...) y empleando
distintos formatos y lenguajes representacionales (texto escrito, gráficos, lenguaje
audiovisual, hipertextos, etc.)”. (p. 3)
“La alfabetización debe ser un aprendizaje múltiple, global e integrado de las distintas
formas y lenguajes de representación y de comunicación -textuales, sonoras, icónicas,
audiovisuales, hipertextuales, tridimensionales-mediante el uso de las diferentes
tecnologías -sean impresas, digitales, o audiovisuales en distintos contextos y
situaciones de interacción social.” (p. 4)
12
múltiples herramientas y lenguajes de representación como práctica social, y no
solamente, en las habilidades instrumentales de utilización de las distintas tecnologías.
La multialfabetización supone asumir que existen dos multidimensiones de la
alfabetización: la multilingüística y la multimodal.” (p. 4)
El alumnado del siglo XXI: más atento a las pantallas que a los libros
“El proceso de socialización cultural que está experimentando el actual alumnado del
sistema educativo es radicalmente distinto del que vivió nuestra generación varias
décadas atrás. Los que ahora somos adultos, llegábamos a la escuela con experiencias
muy limitadas desde un punto de vista tecnológico (únicamente conocíamos el cine, la
13
radio y la televisión en blanco y negro), pero sobre todo apenas teníamos información
ajena o lejana a nuestro pueblo o barrio. Los niños y jóvenes de este siglo XXI, por el
contrario, desarrollan en los ámbitos extraescolares muchas y variadas experiencias
multimediáticas (con ordenadores, videojuegos, televisión, videos) y sobre todo están
inundados (por no decir empachados) de información muy diversa sobre todo tipo de
acontecimientos, noticias o ideas.” (p. 8)
“Es un hecho constatable que el acceso a la tecnología cada vez es más popular
pudiendo calificarse ya como un fenómeno de masas. Los datos estadísticos de los
últimos años atestiguan un notable incremento en la disponibilidad de la telefonía
móvil, en el acceso a las computadoras e Internet o en los servicios de televisión digital
tanto en menores como adultos. Pero una cosa es la utilización de las
tecnologías/máquinas y otra bien distinta es un uso inteligente y culto de la
información y comunicación a través de las mismas.” (p. 11)
14
“La alfabetización, desde esta perspectiva, debe representar la adquisición de las
competencias intelectuales necesarias para interactuar tanto con la cultura existente
como para recrearla de un modo crítico y emancipador y, en consecuencia, como un
derecho y una necesidad de los ciudadanos de la sociedad informacional. Por todo ello,
la escuela debiera ofrecer la igualdad de oportunidades en el acceso a los recursos
tecnológicos y sobre todo en la capacitación para el uso inteligente y culto de la
información y del saber. La multialfabetización de toda la ciudadanía es una condición
necesaria para un desarrollo social armonioso y democrático de la sociedad del siglo
XXI.” (p. 11)
“La mentalidad de las aplicaciones sustenta la creencia de que las personas, al igual
que la información, los productos y los servicios, están siempre disponibles. Los
académicos del campo de la telefonía móvil han bautizado a esta planificación de
última hora como «microcoordinación», no sin observar, además, que puede
transformarse en hipercoordinación» cuando los adolescentes empiezan a sentirse
aislados de sus círculos sociales cuando no tienen acceso a sus dispositivos móviles
durante un tiempo3.” (p. 57)
3
Heffernan, Virginia, «The Death of the Open Web», en New York Times, 23 de mayo de 2010.
15
“La accesibilidad no es el único aspecto novedoso y digno de mención asociado a las
tecnologías de la comunicación actuales. Las redes sociales han transformado muchas
interacciones sociales en algo mucho más público de lo que hubieran sido en la era
predigital.” (p. 58)
“En la actualidad, las interacciones sociales parecen compartir varias características con
las aplicaciones. De hecho estas existen para maximizar la comodidad, la velocidad y la
eficiencia. Cuando queremos algo, lo tenemos ahí, para nuestro uso inmediato. Cuando
hemos acabado, cerramos la aplicación (aunque debemos acordarnos de desactivar las
notificaciones, para que no nos avisen de que hay contenidos nuevos cuando no lo
deseamos). Si nos cansamos de una aplicación, la eliminamos. Las aplicaciones se
encuentran bajo nuestro control (aunque nuestra creciente dependencia de las
mismas plantea el riesgo de que podamos acabar controlados por ellas); están
disponibles a cualquier hora, y, aparentemente, no entrañan riesgo alguno. Podríamos
decir algo muy parecido del modo en que la juventud actual se comunica a través de
las tecnologías de la comunicación digital. (p. 59)
“Sherry Turkle ofrece otra explicación. Aunque las aplicaciones nos permiten llevar a
cabo multitud de operaciones, es muy posible que no sean adecuadas como soporte
de la conexión profunda que sustenta y alimenta las relaciones personales. Por
necesidad, los mensajes de 140 caracteres (el máximo en Twitter) deben carecer de lo
básico (muchas aplicaciones racionalizan sus contenidos en aras de la eficiencia y la
velocidad). Ciertamente, podemos redactar mensajes breves llenos de ironía y de
matices insinuados (ese es precisamente el eterno atractivo del haiku), pero así es
prácticamente imposible comunicar emociones complejas o responder a las de nuestro
interlocutor.” (p. 61)
16
malestar que pudiéramos sentir al tener que enfrentarnos a la reacción sin filtrar y en
ocasiones inesperada del otro. (Por cierto, las aplicaciones constituyen el filtro definitivo,
lo que quizá no sea en absoluto casual.)” (p. 61/62)
“Es posible que exista otro mecanismo por el que las nuevas tecnologías de la
comunicación eliminan la vulnerabilidad de nuestras relaciones interpersonales y nos
alejan cada vez más. (...) Al envolver de sarcasmo su conducta y sus interacciones, los
jóvenes se distancian tanto de su propia conducta como de los demás. Según
Wampole, Internet apoya (e incluso fomenta) este giro irónico. (...) Los jóvenes lo
convierten todo en un chiste, por lo que no presentan ninguna faceta vulnerable y
evitan asumir el menor riesgo. Sin embargo, la vulnerabilidad es indispensable si
queremos conectar con los demás de manera honesta y significativa.” (p. 62)
“Los jóvenes lo convierten todo en un chiste, por lo que no presentan ninguna faceta
vulnerable y evitan asumir el menor riesgo. Sin embargo, la vulnerabilidad es
indispensable si queremos conectar con los demás de manera honesta y significativa.”
(p. 63)
“Al parecer, los jóvenes autores actuales son conscientes del potencial de interrupción
que tienen las nuevas tecnologías de comunicación que han invadido sus vidas.” (p. 63)
“En última instancia, que los medios digitales promuevan el aislamiento o la conexión
de los jóvenes dependerá de su propia orientación hacia estos medios: ¿tienen una
actitud capacitadora o dependiente? y ¿utilizan las aplicaciones para intensificar las
relaciones cara a cara o para sustituirlas?” (p. 64)
17
A LA EMPATÍA LE GUSTA (Y NECESITA) LA COMPAÑÍA
“El aislamiento es un problema que se sufre a escala individual, pero que puede tener
importantes repercusiones sociales, porque deteriora la empatía y diluye las actitudes
prosociales.” (p. 65)
“El descenso de la empatía y el aumento de los delitos «de odio» parecen contradecir la
afirmación que hacíamos en el capítulo anterior acerca de la mayor tolerancia a la
diversidad que presenta la juventud actual. En cuanto a los delitos de odio, es
importante subrayar que la mayoría de los jóvenes no incurre en este tipo de actos. El
aumento de tales delitos implica a una proporción relativamente reducida de personas
que quizá se han visto desproporcionadamente afectadas por el descenso generalizado
de los grados de empatía. En cuanto a la aparente contradicción entre la mayor
aceptación de la diferencia y el descenso de la empatía, vale la pena señalar que
aceptar la diferencia en los demás no es lo mismo que ponerse en su lugar. Por otro
lado, recordemos que una de las participantes en nuestros grupos de trabajo señaló
que había observado cierta superficialidad en la relación de los jóvenes con personas,
costumbres y culturas distintas a las propias. En otras palabras, la aceptación no parece
venir acompañada de una mayor comprensión. Tampoco es habitual que, si pueden
elegir, los jóvenes pasen voluntariamente algo de su tiempo con personas de grupos
étnicos o raciales distintos al suyo. La separación entre grupos parece gozar de muy
buena salud en muchos institutos y facultades.” (p. 65)
“Para explorar esta cuestión vamos a tomar como punto de partida una encuesta
efectuada por Associated Press-MTV en 2011 y que sugiere que el discurso digital puede
tener un efecto embrutecedor sobre el modo en que se relacionan las personas.29 En
dicha encuesta, el 71 % de los participantes de entre 14 y 24 años dijo que el uso de
lenguaje racista y sexista es mucho más probable cuando se está en línea que en una
conversación cara a cara.” (p. 66)
“Aunque este tipo de ciberacoso es algo más común entre chicas, los chicos tampoco
se libran de los efectos embrutecedores de los medios digitales. El acoso sexual es muy
habitual en determinadas comunidades de juego virtual, donde las mujeres son
tratadas con calificativos despreciativos, reciben ofertas de dinero virtual a cambio de
sexo en línea y, por supuesto, son acosadas, tanto cuando están en línea como cuando
no. En un ejemplo atroz, un jugador respondió a los esfuerzos de una mujer por
combatir el acoso sexual en los juegos en línea creando su propio juego, en el que los
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jugadores agreden a la imagen virtual de la mujer y añaden hematoma tras hematoma
hasta que toda la pantalla se vuelve roja4.” (p. 67)
“Los académicos han sugerido que existe una clara relación entre el consumo juvenil de
pornografía en Internet y la aparición de la cultura de «rollos esporádicos» que ha
surgido durante los últimos quince años entre los estudiantes de instituto y de
universidad5. Una de las educadoras entrevistadas nos dijo que los adolescentes con
quienes trabaja ahora consideran que el sexo oral es «menos íntimo que besar». En un
estudio, los investigadores descubrieron que los estudiantes universitarios son
reticentes al compromiso y prefieren entrar en un ciclo de relaciones casuales basadas
en el sexo en lugar de en el romance6. (Las aplicaciones de citas han facilitado mucho
este proceso.) Los autores del estudio sugieren que no es que a los jóvenes de hoy no
les interese el romance: sí que les interesa. Sin embargo, el miedo a quedar vulnerables
ante el otro es superior al deseo de conexión emocional. Consideran que una serie de
«rollos» aislados son mucho más seguros que el apego emocional sostenido hacia otra
persona. En la misma línea, y si recuperamos el concepto de «generación del “me da
igual” », un terapeuta observó: «El objetivo es no sentir nada [...]. En un mundo
sobrestimulado, parece que disociarse y no sentir nada es “guay”. Es como si ese fuera
el objetivo de la relación sexual: poder alejarse y decir: “No ha sido para tanto. Me siento
fuerte”». A Howard le divirtió (o quizá le desconcertó) saber que muchos jóvenes
empiezan enrollándose y luego consultan el perfil de Facebook relevante para decidir si
quieren volver a ver a su pareja sexual «a la luz del día». (p. 67)
"Para explicar sus hallazgos, los autores del estudio sugieren que el teléfono móvil
intensifica la sensación de estar conectado socialmente, por lo que la necesidad de
buscar relaciones sociales en otros lugares se reduce. Las implicaciones de esta
influencia son muy profundas. Piense en las personas con quienes se comunica más
por teléfono móvil: lo más probable es que la lista esté copada por familiares y amigos.
Es muy posible que el uso del teléfono móvil reduzca nuestra inclinación a buscar
conexiones sociales más allá de nuestro círculo íntimo. (p. 68)
RECAPITULEMOS
“La combinación de las dos facetas que hemos estudiado hasta ahora nos proporciona
una imagen de la conciencia prevalente entre los miembros de la Generación App. Si
hablamos de identidad, cabe destacar que muchos miembros de esta generación se
4
O’Leary, Amy, «In Virtual Play, Sex Harassment Is All Too Real», en New York Times, 1 de agosto de 2012.
5
Heldman, Caroline y Lisa Wade, «Hook-Up Culture: Setting a New Research Agenda», en Sexual Research and Social
Policy, 7, 2010, págs. 323-333; Freitas, Donna, The End of Sex: How Hookup Culture Is Leaving a Generation Unhappy,
Sexually Unfulfilled, and Confused about Intimacy, Nueva York, Basic Books, 2013; García, J. R. y C. Reiber, «HookUp
Behavior: A Biopsychosocial Perspective», en Journal of Social, Evolutionary, and Cultural Psychology, 2, 2008, págs.
49-65; Fugère, Madeline Al y otros, «Sexual Attitudes and Double Standards: A Literature review Focusing on
Participant Gender and Ethnic Background», en Sexuality and Culture, 12, 2008, págs. 169-182.
6
Levine, Arthur y Diane R. Dean, Generation on a Tightrope: A Portrait of Today’s College Student, Nueva York, John
Wiley and Sons, 2012.
19
sienten presionados a seguir un camino valorado por la sociedad (dependiente del otro)
y que les promete la vida y la carrera profesional que se merecen app dependiente). Si
hablamos de intimidad, entonces se trata de que estos jóvenes usan con facilidad y
habilidad sistemas de conexión que están disponibles al instante, pero que llevan
asociada la renuncia a buscar relaciones más arriesgadas, aunque potencialmente más
significativas, con los demás. Solo los jóvenes capaces de resistirse a la trampa narcisista
y al atractivo de las aplicaciones del momento tienen probabilidades de desarrollar
tanto una identidad significativa como relaciones íntimas con los demás. Ahora que
hemos explorado la identidad de los jóvenes y cómo se relacionan con los demás,
pasaremos a ocuparnos de los mundos imaginarios que crean y de cómo pueden estos
estar modelados por las herramientas digitales disponibles.” (p. 69)
El organismo es un algoritmo
“En el invierno de 2018 organizamos un encuentro de científicos interesados en
investigar los impactos de las tecnologías en la sociedad actual. La reunión fue en
Punta del Este, Uruguay, y participaron especialistas de una docena de países. Uno de
nuestros invitados era George Siemens, quien por complicaciones de agenda no pudo
sumarse personalmente, pero dio la charla de manera remota. Aunque muchos
imaginaban que hablaría sobre algunos de sus trabajos vinculados al conectivismo,
analíticas de aprendizaje o cursos masivos en línea, su charla giró en torno a la relación
entre inteligencia humana y artificial. Exploró los costes de dejar de utilizar la
inteligencia artificial simplemente como un recurso complementario para convertirla
ahora en una herramienta capaz de pensar con nosotros. Nuestra cognición ya no solo
se distribuye a través de las redes sociales, sino también a través de herramientas
tecnológicas y sistemas de inteligencia artificial. Este fenómeno analizado en gran
escala abriría camino a una suerte de cognición sociotécnica distribuida, agregó.” (p. 82)
“Durante su presentación utilizó una metáfora que llamó mi atención. Siemens indicó
que vivimos bajo una capa o piel global de datos (global data skin) y que esta articula
una parte importante de las transformaciones sociales y tecnológicas que hoy están
ocurriendo. Esta capa no solo está presente en todo orden de cosas, sino que además
incide en la manera en que nosotros observamos la realidad. Esta mirada en alguna
medida dialoga con la idea de la «datificación» de la sociedad que contiene el concepto
20
de dataísmo popularizado por Harari. El dataísmo7 puede entenderse como un enfoque
filosófico o ideología que concibe a la especie humana como un único sistema de
procesamiento de datos. Bajo esta mirada uno de los objetivos sería lograr maximizar el
flujo de datos mediante la conexión de muchos o todos los medios. Este enfoque
sugiere que las personas somos información porque producimos, registramos,
compartimos y consumimos información todo el tiempo.” (p. 82)
“Este concepto que transita entre la sátira y, a la vez, el fervor, dependiendo a quién se
le consulte, ofrece el discurso perfecto para quienes comercializan nuestros datos.” (p.
84)
“También existe el contrapeso de los datoescépticos. Este sector advierte sobre las
limitaciones y vicios que encontramos en la era de los datos masivos, y no sólo en
relación con los abusos a la privacidad. Vivimos en una realidad compleja, pero al hacer
una consulta a un algoritmo no hay magia, sino una abstracción o reinterpretación de
la información sobre la base de los datos disponibles. Ese proceso de reinterpretación
es susceptible de innumerables omisiones, sesgos, supuestos, errores, etc., aunque es
cierto que la capacidad de procesamiento de información de estas herramientas puede
ser gigantesca (ver Big Data). Pero no hay que perder de vista que la interpretación de
estos volúmenes masivos de datos es también el resultado de una forma de entender o
de ver la realidad, un conjunto de pasos lógicos que buscan resolver un problema, y
para ello es necesario priorizar ciertos valores o variables sobre otros. ¿Existe riesgo de
utilizar algoritmos a gran escala e incorporar errores u omisiones que discriminen
injustamente a los perfiles más vulnerables? (p. 85)
7
Yuval Noah Harari, Homo Deus: A Brief History of Tomorrow (UK: Vintage Penguin Random House, 2017).
8
Mirko Tobias Schäfer y Karin van Es, eds., The Datafied Society. Studying culture through data (Amsterdam University
Press, 2017), http://www.oapen.org/search?identifier=624771.
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producen cuando creemos que la información que entrega un conjunto de algoritmos
(por ejemplo: el resultado de búsqueda, una ruta en un mapa o la popularidad de
alguien en línea) es la realidad en sí. Entonces es cuando se genera una relación de
asimetría, de poder o de dependencia entre quien crea o administra la plataforma y
quien consume los servicios de información ofrecidos. (p.85)
“Las decisiones tomadas por algoritmos limitan la neutralidad. Los algoritmos, pero
también los términos y condiciones de las compañías que los crean, filtran la
información que millones de personas alrededor del mundo leen y comparten
diariamente10. Si ignoramos el sesgo intrínseco de estas herramientas, entonces
tenemos problemas cuando buscamos información en Google. Si obviamos los
intereses comerciales latentes al utilizar las redes sociales, desconocemos la
manipulación que estas traen consigo. Si olvidamos que las noticias que circulan por
internet pueden responder a ciertos intereses comerciales y/o políticos, entonces
adquirimos una posición de vulnerabilidad. Si desconocemos las debilidades de
wikipedia o YouTube, podemos dar por verdad algo que no necesariamente lo es. Si
desconocemos que la internet con la que interactuamos es simplemente una versión a
medida o ajustada a nuestros perfiles, entonces estamos «eligiendo no elegir».
Parafraseando a Marshall McLuhan, hoy el filtro es el mensaje. La capacidad de
discriminar, ponderar, contrastar y contextualizar la información juega un papel crítico
cada vez que utilizamos internet o nos relacionamos con otros a través de una
tecnología digital.” (p. 86)
9
Ed Finn, «What Algorithms Want», The MIT Press, 2017, https://mitpress.mit.edu/books/what-algorithms-want.
10
Gloria J. Guerrero Martínez (2017). ¿Cómo la «colonización de mercado» de internet volvió a los ciudadanos solo en
consumidores? Comercialización del espacio en línea. En Guilherme Alves, Adela Goberna, Sara Fratti et al. (org.).
Análisis de una Juventud Conectada: Gobernanza de Internet. Youth Observatory.
https://digital.fundacionceibal.edu.uy/jspui/bitstream/123456789/250/1/JuventudConectada.pdf.
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confabulados, cambiaban de posición al mismo tiempo mirando en dirección opuesta
a la puerta, y el individuo, aunque extrañado por la situación, terminaba por girarse
también para sumarse al grupo. Este famoso experimento buscaba demostrar cómo en
el grupo se diluye la individualidad y cómo las personas buscan conformarse con la
norma. Asch demostró cómo una persona puede llegar a perder su individualidad para
no quedar mal socialmente.
Siguiendo esta metáfora de la psicología social, hoy el desafío está en ser capaz de «salir
del ascensor». La mejor manera de tener pensamiento independiente es poder alejarse
de lo que dice la multitud. Para ello es fundamental contar con una ciudadanía
proactiva que «elija elegir», que cuente con herramientas para pensar y actuar
críticamente. Para «salir del ascensor» hay que aprender a cuestionar todo, aunque a
veces nos lleve a rincones incómodos. ¿Por qué cedemos tantos privilegios a las
empresas de servicios digitales para que tengan el control de nuestra vida privada?
“Si bien la tecnología puede ayudar tanto en el trabajo cotidiano como en las
actividades sociales, las personas no deben perder de vista la importancia de las
conexiones humanas como un fin en sí mismo. Hoy se observa un creciente consenso
sobre la relevancia de abordar y promover el desarrollo de un amplio espectro de
competencias a través de las diferentes formas y espacios de educación y capacitación.
Esto incluye tanto habilidades cognitivas de orden superior como otras de tipo
socioemocionales como, por ejemplo, la empatía, el trabajo en equipo, la colaboración,
la resolución de problemas, la autorregulación, el pensamiento crítico y la capacidad de
establecer conexiones entre diferentes formas de acceder y crear conocimiento.
Desarrollar capacidades tecnológicas, instrumentales y cognitivas no debe plantearse
sin tener en cuenta el componente social aquí descrito. En esta era de la
hipercomplejidad, la falsa simplicidad y el reduccionismo parecen el mejor atajo. Sin
embargo, es fundamental estimular nuevas formas de pensar y de actuar. Estas
capacidades no solo juegan un papel crítico para distinguir hoy en día entre las
diferentes expresiones de la brecha digital, sino que también son una forma de
contrapoder que contribuye a actuar frente a las asimetrías existentes. Para
comprender que la tecnología no es neutra es clave adoptar una perspectiva más
holística y transdisciplinar. Esta apertura es necesaria no solo para analizar la realidad
desde su complejidad, sino principalmente para poder intervenir sobre ella.” (p. 97)
“Entre otras cosas, es fundamental para generar las condiciones que permitan a más
personas tener opciones para desarrollar un conjunto de conocimientos y habilidades
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cognitivas como, por ejemplo, el alfabetismo digital crítico, el pensamiento
computacional, el alfabetismo de datos o el alfabetismo de redes. Ello implicaría que las
instituciones de educación formal sean capaces de dejar atrás el divorcio disciplinar y el
pensamiento departamental que desagrega, desconecta y desvincula a las disciplinas
entre sí, para poder avanzar hacia formas más complejas de entender la realidad. Por
ejemplo, dejar de desvincular a las humanidades y las disciplinas llamadas STEM
(acrónimo en inglés que hace referencia a Ciencia, Tecnología, Ingeniería y
Matemáticas). La resolución de los problemas del mundo cambiante y complejo
requiere un tipo de pensamiento mucho más sofisticado, pero también más cercano a
la realidad. Comprender las implicaciones sociales de la tecnología es crítico para
entender las asimetrías y concentraciones de poder que hoy existen.” (p.98)
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