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EDUCACIÓN Y TIC

UNIDAD 2
“La construcción de nuevas subjetividades”

Dossier bibliográfico

Equipo docente:
Lic. Vanesa Giordano (Profesora)
Lic. Eliana Parente (Tutora comisión 1 “A”)
Lic. Sofía Quiroga (Tutora comisión 1 “B”)
Lic. Rocío Durán (Tutora comisión 2 “A”)
Lic. Julieta Ratto (Tutora comisión 2 “B”)

2do cuatrimestre 2022


Contenidos de la Unidad 2:
La construcción de nuevas subjetividades. Transformaciones en los modos de ser y
estar en el mundo ante los diversos estímulos de la sociedad actual. El ecosistema
digital contemporáneo: de lo analógico a lo digital, las TIC y las nuevas alfabetizaciones.
Convergencia digital y redes sociales.

Índice:

1. Albornoz, M. B. (2008) “Cibercultura y las nuevas nociones de


privacidad” Revista Nómada. Nro. 28. Universidad central-Colombia …….. 3

2. VIDEO: Paula Sibilia (2011) «La transformación de la Intimitat» …….. 4

3. Serres, M. (2012) “Pulgarcita” …….. 4

4. Serres, M. «Michel Serres habla sobre Pulgarcita» …….. 6

5. Diplomatura Educar en la Cultura Digital- Módulo 2 …….. 6

6. Diplomatura Educar en la Cultura Digital- Módulo 4 …….. 10

7. Área Moreira - La alfabetización digital y la formación de la


ciudadanía del siglo XXI (2015) …….. 11

8. Gardner, Howard “La generación APP” …….. 15

9. Cobo, C. (2019) “Acepto las condiciones: usos y abusos de las


tecnologías digitales” …….. 20

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Albornoz, M. B. “Cibercultura y las nuevas nociones de
privacidad” Revista Nómada NRO. 28. Abril 2008. Universidad
Central Colombia.

“Mientras fuera de la red somos cada vez más celosos de nuestra privacidad y
reclamamos nuestros derechos ante las nuevas políticas globales de prevención del
terrorismo, en los mundos virtuales vamos perdiendo la capacidad de distinguir entre
lo público y lo privado que tanto valoramos fuera de ellos”. (p. 44)

“La cibercultura, entendida como el conjunto de sistemas sociotécnico-culturales que


tienen lugar en el ciberespacio (Lévy, 2007: XV), empieza a transformar los imaginarios y
los discursos de los cibernautas a través de saltos e interacciones constantes entre la
interfaz y el mundo real.” (p.45)

“Internet, más que una tecnología de comunicación, va constituyéndose en la


tecnología de representación por excelencia del nuevo siglo. La inicial construcción
ficcional del yo, que caminaba de la mano con el anonimato, está siendo sustituida allí
por la reconstrucción y el reconocimiento del sujeto en sus prácticas virtuales”. (p.45)

“No caer en la tentación de considerar lo virtual y lo real como categorías opuestas”.


(p.45)

“Por lo mismo, no se puede separar el mundo material –y aún menos su parte artificial–
de las ideas a través de las que los objetos técnicos son concebidos y utilizados, ni de los
humanos que los inventan, los producen y se sirven de ellos” (Lévy, 2007: 6). Por tanto, la
línea que divide los mundos reales de las realidades virtuales tiende a difuminarse con
los avances de las capacidades de simulación que nos ofrece la tecnología y su
respectiva apropiación por parte de los sujetos, provocando nuevos imaginarios y
ofreciendo espacios a nuevas experiencias que no serían posibles sin los adelantos
tecnológicos”. (p. 46)

“Por una parte, la simulación implica el aislamiento físico y la intensa interacción con
otras personas (o artefactos, tal es el caso de los avatares de inteligencia artificial), y por
otra, la vida en la pantalla no tiene referentes físicos simples, es decir, en el simulacro se
trabaja con copias de cosas que ya no tienen originales en el mundo real. Estas
transformaciones funcionan como un anillo de Moebius donde los imaginarios sobre lo
real y lo virtual se intercambian constantemente. Los juegos de simulación van
configurando de este modo, mundos paralelos donde el anonimato, la privacidad, la
credibilidad, la confianza tienen versiones diferentes a las del mundo fuera de la Red.”
(p.46)

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“Goffman denomina juego de información al ciclo potencialmente infinito de
ocultaciones, descubrimientos, falsas revelaciones y redescubrimientos a través de los
cuales dedicamos inmensos esfuerzos a producir y sofisticar la imagen que queremos
dar a los demás sin que ellos sepan lo mucho que nos requiere (Goffman, 1959). En
Internet el juego de información es más flexible por la opacidad del medio y por la
posibilidad de cambiar de interfaz si el juego no va bien. Los chats y foros ofrecieron las
primeras ventanas de experimentación en los inicios de la Red. Actualmente, con el
desarrollo de la web 2.0, los nuevos MUD como Second Life se han han convertido en
los referentes de los juegos de rol y, por ende, del anonimato en el ciberespacio.” (p. 47)

“La naturalización de la sobreexposición de los usuarios en la Red merece ser estudiada,


incluso en los mundos virtuales de juegos de rol, pues en ninguno de los casos parecen
importar demasiado los riesgos que se corren al entregar datos personales. Incluso no
se han presentado demandas colectivas por invasión a la privacidad en el caso de
Second Life, ni siquiera luego de que se hizo pública la falla en el sistema de seguridad
con la consecuente exposición de los datos personales en línea.” (p.49)

“Es nuestra intención transformar lo familiar en extraño, romper la dicotomía


sujeto-tecnología y trabajar la ambivalencia realidad/virtualidad como producto
humano (Bauman, 1990). No podemos continuar alimentando las visiones esencialistas
de la tecnología y su autonomía de lo social y lo cultural (Feenberg, 1999), pues ello sólo
conlleva a dejar fuera de nuestro alcance y conocimiento importantes dimensiones de
nuestra existencia.” (p.50)

VIDEO: Sibila, P. “La transformación de la intimidad en la


conferencia -de la introspección a la hiperconexión, en el centro
de cultura contemporánea de Barcelona” Diponibles en:
https://www.youtube.com/watch?v=IENAddNN1WI ( julio 2011)

Serrés, M. “Pulgarcita” (2012)

“Estos niños viven, pues, en lo virtual. Las ciencias cognitivas muestran que el uso de la
Red, la lectura o la escritura de mensajes con los pulgares, la consulta de Wikipedia o
Facebook no estimulan las mismas neuronas ni las mismas zonas corticales que el uso
del libro, de la tiza o del cuaderno. Pueden manipular varias informaciones a la vez. No
conocen ni integran, ni sintetizan como nosotros, sus ascendientes. Ya no tienen la
misma cabeza.” (p. 21)

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“Así, del mismo modo que la pedagogía fue inventada por los griegos (paideia}, en el
momento de la invención y la propagación de la escritura, se transformó luego con el
surgimiento de la imprenta, durante el Renacimiento, y así también, hoy la pedagogía
cambia por completo con las nuevas tecnologías, cuyas novedades son sólo una
variable cualquiera dentro de la decena o la veintena que ya cité o podría enumerar.” (p.
29)

“De nuestra cabeza huesuda y neuronal, salió nuestra cabeza inteligente. Entre
nuestras manos, la caja-computadora contiene y hace funcionar, en efecto, lo que en
épocas remotas llamábamos nuestras "facultades": una memoria, mil veces más
poderosa que la nuestra; una imaginación equipada con millones de íconos·, también
una razón, puesto que tantos programas pueden resolver cientos de problemas que no
habríamos resuelto solos. Nuestra cabeza está arrojada ante nosotros, en esa caja
cognitiva objetivada.” (p. 38)

“¿Por qué a Pulgarcita le interesa cada vez menos lo que dice el portavoz? Porque,
frente a la oferta creciente de saber en capas inmensas, accesible siempre y en todas
partes, una oferta puntual y singular se vuelve absurda. La pregunta se planteaba con
crudeza cuando hacía falta desplazarse para descubrir un saber escaso y secreto. Ahora
accesible, sobreabunda, cercano, inclusive en volúmenes pequeños que Pulgarcita lleva
en su bolsillo, bajo el pañuelo. La ola del acceso a los saberes sube tan alto como la de la
charla.” (p. 49)

“Novedad. La facilidad del acceso le da a Pulgarcita, como a todo el mundo, unos


bolsillos llenos de saber, bajo los pañuelos. Los cuerpos pueden salir de la Caverna,
donde la atención, el silencio y la curvatura de las espaldas los ataban a las sillas como
con cadenas. Si se los obliga a retomar las viejas costumbres, ya no se van a quedar en
sus asientos. Barullo, dicen.” (p. 51)

“Cuando Pulgarcita usa la computadora o el celular, ambos le exigen el cuerpo de una


conductora en tensión de actividad, no el de un pasajero en una pasividad de
relajación: demanda y no oferta. Ella inclina la espalda y no pone el vientre en alto. Lleve
a esta personita a una sala de clase: acostumbrada a conducir, su cuerpo no soportará
durante mucho tiempo el asiento del pasajero pasivo; se activa entonces, privada de
máquina de conducir. Barullo. Ponga una computadora entre sus manos, volverá a
encontrar la gestualidad del cuerpo-piloto.” (p. 59)

“Ese cambio radical afecta también a los sexos, puesto que las últimas décadas vieron
la victoria de las mujeres, más trabajadoras y serias en la escuela, en el hospital, en la
empresa... que los machos dominantes, arrogantes y debiluchos. Por esa razón también
este libro se intitula Pulgarcita” (p. 81)

5
Afecta también a las culturas, porque la Red favorece la multiplicidad de expresiones y,
pronto, la traducción automática, mientras que apenas salimos de una era en la que la
dominación gigante de una sola lengua había unificado dichos y pensamientos en la
mediocridad, esterilizando la innovación. En suma, afecta a todas las concentraciones,
incluso las productivas e industriales, incluso las lingüísticas, incluso las culturales, para
favorecer distribuciones amplias, múltiples y singulares.” (p. 81/82)

“Entiéndase por Pulgarcita un nombre de código para tal estudiante, este paciente,
este obrero, este campesino, este elector, este transeúnte, este ciudadano... anónimo,
por cierto, pero individuado. No es tanto un elector que cuenta como uno en los
sondeos, ni un telespectador que cuenta como uno en la medición del rating, no es
tanto una cantidad como una cualidad, una existencia. Como en otros tiempos el
soldado desconocido, cuyo cuerpo yace de verdad aquí y que el análisis de su ADN
individualizaría, aquel anónimo es el héroe de nuestro tiempo. Pulgarcito codifica ese
anonimato. (p. 88)

“Lo objetivo, lo colectivo, lo tecnológico, lo organizacional... se someten más, hoy en día,


a ese cognitivo algorítmico o procedimental que a las abstracciones declarativas que,
alimentada por las ciencias y las letras, consagra la filosofía desde hace más de dos
milenarios. Si, por ser sólo analítica, no ve cómo se instaura hoy ese cognitivo, entonces
no acierta en el pensamiento, no sólo en sus medios, sino en sus objetos, incluso en su
sujeto. Se le escapa nuestro tiempo.” (p. 90)

VIDEO: Serrés, M. “Habla sobre Pulgarcita” Disponible en:


https://www.youtube.com/watch?v=4-LHiGq8QLI

Andrea Urbas - Eleonora Fernández (Chicos.net)


Curso Universitario: Diplomatura Educar en la Cultura Digital:
Módulo 2 “Niños, niñas y adolescentes en entornos digitales”
Instituto de Extensión -Universidad Nacional de Villa María

¿Qué hacen niñas, niños y adolescentes cuando usan TIC?

“Las nuevas tecnologías han generado nuevas modalidades de interacción entre las
personas, e indudablemente, afectan los modos de vincularse de los niños, niñas y
adolescentes, cómo estudian, cómo se entretienen, cómo sostienen lazos de amistad o
amplían sus redes sociales. De este modo construyen su cotidianidad y también sus

6
identidades. Necesitamos comprender que los y las jóvenes de nuestros días viven en
un paradigma cultural absolutamente distinto al de sus padres y madres y que las
tecnologías contribuyen a la composición de ese nuevo mundo de experiencia”. (p. 3)

“Los principales usos pueden agruparse en al menos cuatro actividades: el


entretenimiento; la socialización, la comunicación y los vínculos con los demás; la
expresión y la construcción de la propia identidad; la búsqueda de información, tanto
por interés propio o para resolver tareas escolares”. (p.3)

“La aparición de nuevas aplicaciones y redes sociales es continua. Éstas se actualizan a


las lógicas de uso que van requiriendo los y las adolescentes, ampliándoles las variables
de creación de su identidad digital, y brindándoles un espacio propio de expresión y
comunicación.” (p.4)

Podemos tomar como ejemplos de esto tik tok, instagram, youtube, whatsapp,
facebook y las distintas apps por las que jóvenes y adolescentes migran para “escapar
de la mirada adulta”.

“En las últimas décadas, se ha puesto de relieve el papel de las TIC en la estructuración
de la identidad, la integración social y las representaciones acerca del mundo, así como
el lugar relevante que alcanzaron en el proceso de socialización de las nuevas
generaciones, ofreciendo –juntamente con otros agentes socializadores– estructuras de
pensamiento, interacción y acción.” (p. 5)

“La investigación “Impacto de la Tecnología en niñas y niños de América Latina” (2015)


realizada por Chicos.net, Disney y Fibertel, en México, Argentina y Brasil, confirmó que
las familias suelen caer en distintos prejuicios con respecto al uso de las tecnologías por
parte de sus hijos e hijas. Algunos de estos prejuicios se relacionan con el temor a la
“pérdida” del tiempo, el aislamiento, la imitación de comportamientos violentos de los
videojuegos o el “no jugar” usando la imaginación.” (p. 7)

“En los resultados la investigación, se comprobó que:

❏ En primer lugar, el uso “compulsivo” no es exclusivo de las pantallas, sino de todas las
tramas atrapantes en la niñez (un juego, un cuento, etc.).
❏ En segundo lugar, y en relación al aislamiento, el uso de las tecnologías puede
permitir nuevas formas y ecosistemas donde generar vínculos sociales sin por eso
sustituir al juego físico y el intercambio cara a cara.
❏ Por último, los niños y niñas no parecen confundir juego virtual con realidad: al
momento, no existe evidencia científica concluyente que señale a los contenidos de los
videojuegos como causantes de respuestas violentas. (Chicos.net, 2015. 20).” (p.8)

7
“Tal como describe Scolari en el artículo “Lo aprendí en un tutorial”, el mapa describe
44 competencias principales (por ejemplo ‘crear y modificar un contenido fotográfico’)
y 190 específicas (por ejemplo ‘hacer un collage fotográfico’). La variedad de
conocimientos que tienen los jóvenes sobre los medios es muy amplia. La parte más
destacada es la que se corresponde con los procesos de producción, desde escritura
hasta audiovisual, pasando por la creación y distribución de audio, fotos o dibujos”. (p.
10)

La construcción de la identidad adolescente mediada por las redes

Roxana Morduchowicz, autora de “Los adolescentes del siglo XXI: los consumos
culturales en un mundo de pantallas”: “Los chicos viven una experiencia cultural
distinta: nuevas maneras de ver y de escuchar. Nuevas formas de leer y de escribir.
Nuevos usos del lenguaje y nuevos modos de comunicarse. Nuevas formas de aprender
y de conocer. Nuevas maneras de relacionarse con el otro y de construir su propia
identidad” 1 (p. 11)

Nuevas subjetividades: nuevos desafíos

“Por primera vez en la historia de la humanidad, las niñas, niños y adolescentes poseen
habilidades y un manejo intuitivo de herramientas que, a quienes son adultos/as
responsables les resultan ajenas y hasta amenazantes.” (p. 12)

“Es una realidad que las personas adultas ya no concentran el conocimiento y la


información como en otros tiempos, incluso muchas veces deben ellas consultar a los
chicos y las chicas sobre cuestiones tecnológicas. En este sentido, el paradigma
tradicional de transferencia de conocimiento que ha sido elaborado desde enfoques
adulto-céntricos, simplemente no da respuestas a las condiciones y dinámicas de este
nuevo contexto. Sin embargo, no se trata de pensar que quienes son más jóvenes todo
lo saben en el ámbito digital. Las diferencias intergeneracionales en el uso de las TIC
también se evidencian en forma inversa: por ejemplo cuando los niños y las niñas no
saben jerarquizar información encontrada para hacer la tarea, o en la falta de
conocimiento de pautas de cuidado necesarias para hacer un uso seguro y responsable
de las TIC. Esta condición de inflexión presenta desafíos a la vez que conlleva un
potencial enorme para el desarrollo de procesos de intercambio de mutuo beneficio
para las generaciones.” (p. 12)

“Esta coyuntura que se conoce como brecha digital generacional, demanda una
reconfiguración de las estrategias de acompañamiento, a pensar nuevos modelos de
autoridad, de educar y aprender y a redefinir algunos roles en relaciones más
descentralizadas y horizontales.” (p. 12)
1
Nota periodística “Usar internet para todo”, de Roxana Morduchowicz, Página/12, disponible en:
https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-246432-2014-05-17.html

8
¿Nativos/as e inmigrantes digitales?

“Estos términos fueron muy utilizados para definir el vínculo de los chicos y las chicas y
las personas adultas con las TIC, pero luego de casi 20 años, se ha comprendido que esa
forma dicotómica de pensar es perjudicial para quienes se encuentra involucrados/as.
El término “nativo” implica un saber intuitivo y completo por parte de niños, niñas y
adolescentes, independiente de la necesidad de acompañamiento, lo cual es
equivocado. La relación con los medios digitales, más allá de las habilidades de uso,
debe implicar una alfabetización digital, es decir un acompañamiento adulto que
permita construir un pensamiento crítico para el uso de las mismas.” (p. 13)

“Más tarde, en 2009, el mismo Prensky reformuló su teoría, incorporando el concepto


de “sabiduría digital” y superando la brecha causada por las definiciones anteriores.
Muchos/as inmigrantes digitales exhiben hoy la llamada sabiduría digital: gracias a la
tecnología, cuentan con información al instante, inmediata, de toda la historia
registrada, pero la forma en que utilizan estos recursos, la forma en que los filtran,
dependen de sí mismos. En este sentido, “la tecnología es y será un medio de ayuda
muy importante en la formación de nuestra sabiduría, [para] así poder tomar decisiones
y juicios más acertados” (Prensky, 2009). Sabio o sabia digital será quien sepa combinar
sus propias capacidades y habilidades con las potencialidades técnicas que ofrecen las
nuevas herramientas, con independencia de su edad, del momento de su nacimiento, o
si se considera nativo digital o inmigrante digital. (p. 14)

Desde el punto de vista educativo, este fenómeno está resultando de difícil gestión; la
propia lentitud del sistema se choca con la vertiginosidad de los cambios, y docentes y
familias se mueven entre la admiración por las posibilidades que las nuevas tecnologías
ofrecen y el temor por los peligros que pueden acarrear. Es una realidad que el sistema
educativo aún no ha encontrado la manera de encajar un uso productivo de estos
dispositivos móviles en el aula, y en el transcurso cotidiano de las escuelas estos
dispositivos son, a día de hoy, más un elemento de disrupción que un aporte
significativo al aprendizaje. (p. 14)

“En la mayoría de los casos, siendo que los niños, niñas y adolescentes actuales
nacieron entre las nuevas tecnologías, las viven como “naturales”, se expresan a través
de éstas, constituyen espacios sociales y desarrollan prácticas que, sobre todo, se
emparentan con el entretenimiento y la interacción.” (p. 15)

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Andrea Urbas - Eleonora Fernández (Chicos.net)
Curso Universitario: Diplomatura Educar en la Cultura Digital:
Módulo 4 “Niños, niñas y adolescentes en entornos digitales”
Instituto de Extensión -Universidad Nacional de Villa María

Introducción
“Como hemos visto, las tecnologías generan nuevas formas de construcción de las
subjetividades, que modifican la clásica dicotomía de lo privado y lo público. Hoy más
que nunca, entendemos que, es importante que las instituciones educativas se
actualicen a estas nuevas formas de ser y de vivir, abriéndole la puerta a los nuevos
dispositivos y plataformas virtuales que, de todas formas, traspasan sus paredes. Las
nuevas lógicas que traen asociados los nuevos medios (la velocidad de la circulación y
el fácil acceso a la información, entre otras) resignifican el espacio aula-bancos-pizarrón.
En lugar de ver esto como un peligro, un obstáculo, debemos tomarlo como una gran
oportunidad y, desde el lugar del docente, ayudar a que el exceso de información que
nos ofrecen las tecnologías pueda ser seleccionado y reflexionado por los/las
estudiantes de forma tal que se vuelva un conocimiento tangible. Es importante
comprender que las fuentes de conocimiento ya no son únicas, sino que éste entra por
todas partes.” (p. 3)

El rol de la escuela en la cultura digital


“Como miembros de una cultura de la conectividad, ya no podemos pensar en una
oposición entre dos mundos, en donde uno es real y el otro virtual. Se han fusionado
completamente, según la experta en medios y sociedad digital José Van Dijck, quien
asegura lo que ya estamos percibiendo en nuestra vida cotidiana: “todo tipo de
comunicación está mediada por los dispositivos que usamos (...) toda nuestra vida está
online”. (p. 4)

“Las TIC, aportan una sobreabundancia de información: el rol docente deja de ser el de
la “transmisión pura de información” para convertirse en un traductor: “la persona que
te guía y diseña situaciones y actividades que permitan entender la complejidad del
mundo”, según el experto en nuevas tecnologías aplicadas a la educación Jordi Adell.

La tarea docente, afirma, está en proceso de cambio: en tanto guías y traductores,


deben ayudar a las personas jóvenes a construir un criterio de selección frente al exceso
de información que circula por sus manos a toda hora. A su vez, es importante que los y
las educadores/as “cedan a los alumnos un papel más activo en la construcción de
conocimiento”. Las TIC “rompen las paredes de la escuela y la hacen más transparente y
comunicativa hacia la sociedad. Permiten no dar una única visión de las cosas”. (p. 4)

10
“El espectador contemporáneo no sería exactamente un receptor -aquel que
decodifica, critica o se deja alienar-, sino un usuario que surfea sin pausa entre el caos
de la información. Alguien que, por tanto, debe producir activamente las operaciones
necesarias para fijar y dar sentido a ese fluido, apropiándoselo para transformarlo en
experiencia” (Sibilia, 2012: 85). (P. 7)

Área Moreira, Manuel - La alfabetización digital y la formación


de la ciudadanía del siglo XXI2 (2015)

Resumen
“La alfabetización es un concepto y una práctica social que varía en función del
contexto cultural y tecnológico específicos de cada periodo histórico. Por ello, desde
hace, al menos, dos décadas distintos expertos, colectivos, asociaciones y especialistas
educativos reclaman la necesidad de que se incorporen nuevas alfabetizaciones al
sistema educativo”. (p. 1)

La alfabetización es una práctica sociocultural de formación de la


ciudadanía

“El alfabetismo, en consecuencia, hemos de entenderlo como un concepto dinámico,


dialéctico y dependiente de los cambios que se producen tanto en los soportes físicos
de la información como en los significados y procesos de socialización cultural
hegemónicos en cada etapa histórica.” (p. 2)

“Hoy en día, al final de la primera década del siglo XXI, un sujeto culto -es decir,
alfabetizado en las nuevas formas culturales-, además de leer y escribir textos impresos,
es también capaz de interaccionar con un sistema de menús u opciones mediante un
teclado, un ratón o un pantalla táctil, es ser capaz de navegar a través de documentos
hipertextuales sin perderse, conoce los mecanismos y procedimientos para grabar
imágenes, procesarlas y difundirlas en un sitio web, tiene las destrezas para buscar y
encontrar en la Red aquel dato que uno necesita, sabe discriminar y otorgar significado
a las numerosas informaciones que llegan diariamente por múltiples medios, es capaz
de escribir un documento y enviarlo por correo electrónico o por SMS, participa en un
foro expresando su opinión, sabe subir fotos, vídeos o presentaciones para compartirlos
con otras personas en una red social, etc.” (p. 2)

2
Este resumen se toma del artículo de revisión del trabajo originalmente publicado con el título de ―La
multialfabetización y la construcción de la ciudadanía del siglo XXI‖. En Bautista A. y Velasco, H. (Coord), Antropología
audiovisual, medios e investigación en educación. Trotta, Madrid, 2011. Agradecemos al autor por permitir su
publicación en este número de la revista Integra Educativa.

11
“Este planteamiento de la alfabetización es deudor de las ideas expresadas por Paulo
Freire en el sentido de que la alfabetización no sólo es un problema técnico de
adquisición de la mecánica codificadora de los símbolos de la lectoescritura, sino un
aprendizaje profundo y global que ayuda al sujeto a emanciparse, a reconocer la
realidad que le circunda y en consecuencia, a reflexionar sobre la misma y actuar en
consecuencia con su pensamiento.
La alfabetización, desde esta perspectiva, debe representar la adquisición de los
recursos intelectuales necesarios para interactuar tanto con la cultura existente como
para recrearla de un modo crítico y emancipador y, en consecuencia, como un derecho
y una necesidad de los ciudadanos de la sociedad informacional.” (p. 3)

Las nuevas y múltiples alfabetizaciones

“La cultura del siglo XXI es multimodal (Bautista, 2007), es decir, se expresa, produce y
distribuye a través de múltiples tipos de soportes (papel, pantalla), mediante diversas
tecnologías (libros, televisión, computadoras, móviles, Internet, DVD, ...) y empleando
distintos formatos y lenguajes representacionales (texto escrito, gráficos, lenguaje
audiovisual, hipertextos, etc.)”. (p. 3)

Las divide en las siguientes cinco:


Alfabetización audiovisual: formar para que sean capaces de analizar y producir textos
audiovisuales. Ser consumidores críticos de los productos de reproducción masiva.
Alfabetización tecnológica o digital: capacidad del uso de la informática en sus distintas
variantes tecnológicas.
Alfabetización informacional: desarrollar las competencias y habilidades para saber
buscar información, surge de los ambientes bibliotecarios.
Multialfabetización: cualificarse al alumnado ante los múltiples medios y lenguajes de
la cultura del tiempo actual con un planteamiento integrado de los distintos
alfabetismos.

“La alfabetización debe ser un aprendizaje múltiple, global e integrado de las distintas
formas y lenguajes de representación y de comunicación -textuales, sonoras, icónicas,
audiovisuales, hipertextuales, tridimensionales-mediante el uso de las diferentes
tecnologías -sean impresas, digitales, o audiovisuales en distintos contextos y
situaciones de interacción social.” (p. 4)

Un sujeto culto del siglo XXI debe estar multialfabetizado

“Este concepto de nuevos alfabetismos o multialfabetización focaliza su atención en la


adquisición y dominio de destrezas centradas en el uso personal, social y cultural de

12
múltiples herramientas y lenguajes de representación como práctica social, y no
solamente, en las habilidades instrumentales de utilización de las distintas tecnologías.
La multialfabetización supone asumir que existen dos multidimensiones de la
alfabetización: la multilingüística y la multimodal.” (p. 4)

Las dimensiones o ámbitos de la multialfabetización


“La alfabetización de los ciudadanos, tanto jóvenes como adultos del siglo XXI, requiere
no sólo desarrollar los conocimientos y habilidades tanto instrumentales como
cognitivas en relación con la información vehiculada a través de nuevas tecnologías
(manejar el software, buscar información, enviar y recibir mensajes electrónicos, utilizar
los distintos servicios del WWW, etc.), sino también requerirá plantear y desarrollar
valores y actitudes de naturaleza social y política con relación a las tecnologías. En
consecuencia, un modelo educativo integral para la alfabetización en el uso de las
nuevas tecnologías requiere el desarrollo de cuatro ámbitos o dimensiones formativas”
(p. 5)

“Dimensión instrumental: relativa al dominio técnico de cada tecnología (conocimiento


práctico del hardware y del software que emplea cada medio).
Dimensión cognitiva: relativa a la adquisición de los conocimientos y habilidades
específicos que permitan buscar, seleccionar, analizar, comprender y recrear la enorme
cantidad de información a la que se accede a través de las nuevas tecnologías. Es decir,
aprender a utilizar de forma inteligente la información.
Dimensión comunicativa: relativa al desarrollo de un conjunto de actitudes positivas
hacia la comunicación e interacción personal con otros sujetos a través de las
tecnologías.
Dimensión axiológica: Adquirir y desarrollar valores éticos, democráticos y críticos hacia
la tecnología, así como la toma de conciencia de que las tecnologías de la información y
comunicación no son asépticas ni neutrales desde un punto de vista social, sino que las
mismas inciden significativamente en el entorno cultural y político de nuestra sociedad.
Dimensión emocional: relativa al conjunto de afectos, sentimientos y pulsiones
emocionales provocadas por la experiencia en los entornos digitales. Éstas tienen lugar
bien con las acciones desarrolladas en escenarios virtuales, como pueden ser los
videojuegos, o bien con la comunicación interpersonal en redes sociales. La
alfabetización de esta dimensión tiene que ver con el aprendizaje del control de
emociones negativas, con el desarrollo de la empatía y con la construcción de una
identidad digital caracterizada por el equilibrio afectivo-personal en el uso de las TIC.
(p- 4/5)

El alumnado del siglo XXI: más atento a las pantallas que a los libros
“El proceso de socialización cultural que está experimentando el actual alumnado del
sistema educativo es radicalmente distinto del que vivió nuestra generación varias
décadas atrás. Los que ahora somos adultos, llegábamos a la escuela con experiencias
muy limitadas desde un punto de vista tecnológico (únicamente conocíamos el cine, la

13
radio y la televisión en blanco y negro), pero sobre todo apenas teníamos información
ajena o lejana a nuestro pueblo o barrio. Los niños y jóvenes de este siglo XXI, por el
contrario, desarrollan en los ámbitos extraescolares muchas y variadas experiencias
multimediáticas (con ordenadores, videojuegos, televisión, videos) y sobre todo están
inundados (por no decir empachados) de información muy diversa sobre todo tipo de
acontecimientos, noticias o ideas.” (p. 8)

“(...)Para la infancia y juventud del tiempo actual las tecnologías de la información y


comunicación no sólo se han convertido en objetos normales de su paisaje vital y
experiencia cotidiana, sino también en señas de identidad generacional que los
distingue del mundo de los adultos. En este sentido pudiéramos decir que los niños y
jóvenes nacidos en la última década del siglo XX son la primera generación nacida y
socializada bajo las formas culturales idiosincrásicas surgidas por la omnipresencia de
las tecnologías digitales.” (p. 8)

La escuela desconcertada: redefinir el sentido y prácticas de la


alfabetización en las aulas

“Grosso modo, los procesos de enseñanza a desarrollar en el aula destinados a la


multialfabetización del alumnado requieren la puesta en práctica de tareas y
actividades formativas en tres grandes ámbitos o dimensiones competenciales del
aprendizaje: (p. 10)

COMPETENCIAS PARA LA ADQUISICIÓN Y COMPRESIÓN DE INFORMACIÓN (buscar


información, documentarse, analizarla y extraer)
COMPETENCIAS PARA LA EXPRESIÓN Y COMUNICACIÓN DE INFORMACIÓN (elaborar
pags web, blogs, presentaciones multimedia, videoclips...)
COMPETENCIAS PARA LA INTERACCIÓN SOCIAL (trabajo colaborativo entre clases y
centros, foros de debate, correo electrónico)

La multialfabetización es una condición necesaria para la construcción


democrática de la ciudadanía

“Es un hecho constatable que el acceso a la tecnología cada vez es más popular
pudiendo calificarse ya como un fenómeno de masas. Los datos estadísticos de los
últimos años atestiguan un notable incremento en la disponibilidad de la telefonía
móvil, en el acceso a las computadoras e Internet o en los servicios de televisión digital
tanto en menores como adultos. Pero una cosa es la utilización de las
tecnologías/máquinas y otra bien distinta es un uso inteligente y culto de la
información y comunicación a través de las mismas.” (p. 11)

14
“La alfabetización, desde esta perspectiva, debe representar la adquisición de las
competencias intelectuales necesarias para interactuar tanto con la cultura existente
como para recrearla de un modo crítico y emancipador y, en consecuencia, como un
derecho y una necesidad de los ciudadanos de la sociedad informacional. Por todo ello,
la escuela debiera ofrecer la igualdad de oportunidades en el acceso a los recursos
tecnológicos y sobre todo en la capacitación para el uso inteligente y culto de la
información y del saber. La multialfabetización de toda la ciudadanía es una condición
necesaria para un desarrollo social armonioso y democrático de la sociedad del siglo
XXI.” (p. 11)

GARDNER, Howard “La generación app” Capítulo X: Las


aplicaciones y la intimidad)

Capítulo 5: LAS APLICACIONES Y LA INTIMIDAD


“¿De qué manera ha afectado la conectividad sin precedentes que ofrecen las nuevas
tecnologías de la comunicación a nuestros vínculos profundos y a largo plazo con otras
personas? Nuestra investigación sugiere que el valor de esta conectividad es indudable:
facilita que amigos y familiares mantengan el contacto a pesar de la distancia
geográfica, permite que jóvenes con intereses similares se encuentren y se relacionen, y
consigue que a algunos jóvenes les resulte más fácil comunicar lo que sienten.1 Sin
embargo, es muy posible que la comunicación mediada por la tecnología tenga un
lado oscuro, tal y como veremos cuando reflexionemos sobre las consecuencias
negativas de mantener relaciones sin contacto físico, constantes y simultáneas, y
únicamente con quienes refuerzan nuestra propia visión del mundo. En última
instancia, concluimos que la calidad de nuestras relaciones en la era de las aplicaciones
dependerá de si las utilizamos para evitar la incomodidad inherente a las relaciones
interpersonales o como puntos de entrada, en ocasiones arriesgados, desde donde
empezar a forjar interacciones prolongadas y significativas.” (p. 56)

HABLAR CON LA TECNOLOGÍA


“Es posible que los cambios más notables sean la constancia y la inmediatez de la
comunicación mediada por la tecnología móvil.” (p. 56)

“La mentalidad de las aplicaciones sustenta la creencia de que las personas, al igual
que la información, los productos y los servicios, están siempre disponibles. Los
académicos del campo de la telefonía móvil han bautizado a esta planificación de
última hora como «microcoordinación», no sin observar, además, que puede
transformarse en hipercoordinación» cuando los adolescentes empiezan a sentirse
aislados de sus círculos sociales cuando no tienen acceso a sus dispositivos móviles
durante un tiempo3.” (p. 57)

3
Heffernan, Virginia, «The Death of the Open Web», en New York Times, 23 de mayo de 2010.

15
“La accesibilidad no es el único aspecto novedoso y digno de mención asociado a las
tecnologías de la comunicación actuales. Las redes sociales han transformado muchas
interacciones sociales en algo mucho más público de lo que hubieran sido en la era
predigital.” (p. 58)

“En la actualidad, las interacciones sociales parecen compartir varias características con
las aplicaciones. De hecho estas existen para maximizar la comodidad, la velocidad y la
eficiencia. Cuando queremos algo, lo tenemos ahí, para nuestro uso inmediato. Cuando
hemos acabado, cerramos la aplicación (aunque debemos acordarnos de desactivar las
notificaciones, para que no nos avisen de que hay contenidos nuevos cuando no lo
deseamos). Si nos cansamos de una aplicación, la eliminamos. Las aplicaciones se
encuentran bajo nuestro control (aunque nuestra creciente dependencia de las
mismas plantea el riesgo de que podamos acabar controlados por ellas); están
disponibles a cualquier hora, y, aparentemente, no entrañan riesgo alguno. Podríamos
decir algo muy parecido del modo en que la juventud actual se comunica a través de
las tecnologías de la comunicación digital. (p. 59)

¿DIFERENTE? SIN DUDA; ¿MEJOR? ESO NO ESTÁ TAN CLARO


“Resulta evidente que las interacciones sociales de los jóvenes son muy distintas ahora
de como eran hace veinte años. Lo que ya no resulta tan evidente es si este cambio en
la forma de relacionarse ha modificado también la calidad de las relaciones que se
establecen. ¿Las redes sociales de la juventud actual son más grandes o más pequeñas,
más profundas o más superficiales que las de la juventud predigital? ¿Las relaciones
interpersonales son más o menos auténticas, ofrecen más o menos apoyo, son más o
menos satisfactorias?” ( p. 58)

SIEMPRE CONECTADOS, PERO NO SIEMPRE EN CONEXIÓN


“La relación entre el aislamiento social y los medios de comunicación social no es
evidente. De hecho, parece ilógica. ¿Cómo es posible que una tecnología diseñada para
conectar a las personas haga que se sientan menos conectadas.(...)” (P. 60)

“Sherry Turkle ofrece otra explicación. Aunque las aplicaciones nos permiten llevar a
cabo multitud de operaciones, es muy posible que no sean adecuadas como soporte
de la conexión profunda que sustenta y alimenta las relaciones personales. Por
necesidad, los mensajes de 140 caracteres (el máximo en Twitter) deben carecer de lo
básico (muchas aplicaciones racionalizan sus contenidos en aras de la eficiencia y la
velocidad). Ciertamente, podemos redactar mensajes breves llenos de ironía y de
matices insinuados (ese es precisamente el eterno atractivo del haiku), pero así es
prácticamente imposible comunicar emociones complejas o responder a las de nuestro
interlocutor.” (p. 61)

“Una de las cualidades fundamentales de las relaciones profundas es el grado de


vulnerabilidad que se exige a quienes participan en ellas. Comunicar directamente a
otra persona lo que uno siente o piensa es incómodo. Sin embargo, asumir ese riesgo
emocional es, precisamente, lo que nos acerca a los demás. Compartimos la
preocupación que sienten tanto académicos como ciudadanos corrientes por el hecho
de que la comunicación a través de una pantalla elimine, en gran medida, la necesidad
de asumir riesgos emocionales en nuestras relaciones.17 Al fin y al cabo, es mucho más
fácil pensar en lo que queremos decir, decirlo desde la distancia y, por lo tanto, evitar el

16
malestar que pudiéramos sentir al tener que enfrentarnos a la reacción sin filtrar y en
ocasiones inesperada del otro. (Por cierto, las aplicaciones constituyen el filtro definitivo,
lo que quizá no sea en absoluto casual.)” (p. 61/62)

“Es posible que exista otro mecanismo por el que las nuevas tecnologías de la
comunicación eliminan la vulnerabilidad de nuestras relaciones interpersonales y nos
alejan cada vez más. (...) Al envolver de sarcasmo su conducta y sus interacciones, los
jóvenes se distancian tanto de su propia conducta como de los demás. Según
Wampole, Internet apoya (e incluso fomenta) este giro irónico. (...) Los jóvenes lo
convierten todo en un chiste, por lo que no presentan ninguna faceta vulnerable y
evitan asumir el menor riesgo. Sin embargo, la vulnerabilidad es indispensable si
queremos conectar con los demás de manera honesta y significativa.” (p. 62)

“Los jóvenes lo convierten todo en un chiste, por lo que no presentan ninguna faceta
vulnerable y evitan asumir el menor riesgo. Sin embargo, la vulnerabilidad es
indispensable si queremos conectar con los demás de manera honesta y significativa.”
(p. 63)

“Al parecer, los jóvenes autores actuales son conscientes del potencial de interrupción
que tienen las nuevas tecnologías de comunicación que han invadido sus vidas.” (p. 63)

DEL AISLAMIENTO A LA INTIMIDAD


“La investigación indica que, en general, los jóvenes no se valen de las comunicaciones
en línea para sustituir la comunicación cara a cara, sino más bien para ampliarla. Por lo
tanto, los medios digitales estarían asociados a un efecto estimulante, por el que el
aumento de las oportunidades para comunicarse con los amigos se traduce en una
mayor sensación de intimidad.” (p. 64)

“Nuestra propia investigación sobre la experiencia de estudiantes de secundaria y la


percepción que tienen de la comunicación en línea con sus iguales detectó beneficios
similares.25 Concluimos que las comunicaciones en línea pueden reforzar la sensación
de pertenencia a un grupo y facilitar la apertura emocional, dos mecanismos
importantes que permiten forjar vínculos fuertes durante la adolescencia. Los medios
digitales pueden ser especialmente beneficiosos para jóvenes que se enfrentan al
ostracismo en su vida real, porque pueden ayudarlos a encontrar o a forjar la sensación
de pertenencia a una comunidad en línea acogedora.26

Por otro lado, aunque la sensación de pertenencia es preferible a la de aislamiento, no


equivale necesariamente a consecuencias positivas (es posible pertenecer a «grupos de
odio», como ha sucedido con los autores de algunas matanzas indiscriminadas). La
relación tampoco es necesariamente íntima, sino que quizá podría describirse como
una relación transaccional, más que afectuosa o, mucho menos, transformacional.” (p.
64)

“En última instancia, que los medios digitales promuevan el aislamiento o la conexión
de los jóvenes dependerá de su propia orientación hacia estos medios: ¿tienen una
actitud capacitadora o dependiente? y ¿utilizan las aplicaciones para intensificar las
relaciones cara a cara o para sustituirlas?” (p. 64)

17
A LA EMPATÍA LE GUSTA (Y NECESITA) LA COMPAÑÍA
“El aislamiento es un problema que se sufre a escala individual, pero que puede tener
importantes repercusiones sociales, porque deteriora la empatía y diluye las actitudes
prosociales.” (p. 65)

“El descenso de la empatía y el aumento de los delitos «de odio» parecen contradecir la
afirmación que hacíamos en el capítulo anterior acerca de la mayor tolerancia a la
diversidad que presenta la juventud actual. En cuanto a los delitos de odio, es
importante subrayar que la mayoría de los jóvenes no incurre en este tipo de actos. El
aumento de tales delitos implica a una proporción relativamente reducida de personas
que quizá se han visto desproporcionadamente afectadas por el descenso generalizado
de los grados de empatía. En cuanto a la aparente contradicción entre la mayor
aceptación de la diferencia y el descenso de la empatía, vale la pena señalar que
aceptar la diferencia en los demás no es lo mismo que ponerse en su lugar. Por otro
lado, recordemos que una de las participantes en nuestros grupos de trabajo señaló
que había observado cierta superficialidad en la relación de los jóvenes con personas,
costumbres y culturas distintas a las propias. En otras palabras, la aceptación no parece
venir acompañada de una mayor comprensión. Tampoco es habitual que, si pueden
elegir, los jóvenes pasen voluntariamente algo de su tiempo con personas de grupos
étnicos o raciales distintos al suyo. La separación entre grupos parece gozar de muy
buena salud en muchos institutos y facultades.” (p. 65)

El efecto embrutecedor de los medios digitales (y predigitales)


“En el estudio de Míchigan, la mayor caída en la puntuación de empatía obtenida por
los estudiantes se dio después del año 2000. Resulta difícil no enmarcar la tendencia en
la explosión de redes sociales que tuvo lugar durante ese mismo periodo. ¿Acaso ver el
mundo a través de aplicaciones puede llegar a mermar nuestra capacidad de ver el
mundo a través de los ojos de otro?” (p. 66)

“Para explorar esta cuestión vamos a tomar como punto de partida una encuesta
efectuada por Associated Press-MTV en 2011 y que sugiere que el discurso digital puede
tener un efecto embrutecedor sobre el modo en que se relacionan las personas.29 En
dicha encuesta, el 71 % de los participantes de entre 14 y 24 años dijo que el uso de
lenguaje racista y sexista es mucho más probable cuando se está en línea que en una
conversación cara a cara.” (p. 66)

“Aunque este tipo de ciberacoso es algo más común entre chicas, los chicos tampoco
se libran de los efectos embrutecedores de los medios digitales. El acoso sexual es muy
habitual en determinadas comunidades de juego virtual, donde las mujeres son
tratadas con calificativos despreciativos, reciben ofertas de dinero virtual a cambio de
sexo en línea y, por supuesto, son acosadas, tanto cuando están en línea como cuando
no. En un ejemplo atroz, un jugador respondió a los esfuerzos de una mujer por
combatir el acoso sexual en los juegos en línea creando su propio juego, en el que los

18
jugadores agreden a la imagen virtual de la mujer y añaden hematoma tras hematoma
hasta que toda la pantalla se vuelve roja4.” (p. 67)

“Los académicos han sugerido que existe una clara relación entre el consumo juvenil de
pornografía en Internet y la aparición de la cultura de «rollos esporádicos» que ha
surgido durante los últimos quince años entre los estudiantes de instituto y de
universidad5. Una de las educadoras entrevistadas nos dijo que los adolescentes con
quienes trabaja ahora consideran que el sexo oral es «menos íntimo que besar». En un
estudio, los investigadores descubrieron que los estudiantes universitarios son
reticentes al compromiso y prefieren entrar en un ciclo de relaciones casuales basadas
en el sexo en lugar de en el romance6. (Las aplicaciones de citas han facilitado mucho
este proceso.) Los autores del estudio sugieren que no es que a los jóvenes de hoy no
les interese el romance: sí que les interesa. Sin embargo, el miedo a quedar vulnerables
ante el otro es superior al deseo de conexión emocional. Consideran que una serie de
«rollos» aislados son mucho más seguros que el apego emocional sostenido hacia otra
persona. En la misma línea, y si recuperamos el concepto de «generación del “me da
igual” », un terapeuta observó: «El objetivo es no sentir nada [...]. En un mundo
sobrestimulado, parece que disociarse y no sentir nada es “guay”. Es como si ese fuera
el objetivo de la relación sexual: poder alejarse y decir: “No ha sido para tanto. Me siento
fuerte”». A Howard le divirtió (o quizá le desconcertó) saber que muchos jóvenes
empiezan enrollándose y luego consultan el perfil de Facebook relevante para decidir si
quieren volver a ver a su pareja sexual «a la luz del día». (p. 67)

"Para explicar sus hallazgos, los autores del estudio sugieren que el teléfono móvil
intensifica la sensación de estar conectado socialmente, por lo que la necesidad de
buscar relaciones sociales en otros lugares se reduce. Las implicaciones de esta
influencia son muy profundas. Piense en las personas con quienes se comunica más
por teléfono móvil: lo más probable es que la lista esté copada por familiares y amigos.
Es muy posible que el uso del teléfono móvil reduzca nuestra inclinación a buscar
conexiones sociales más allá de nuestro círculo íntimo. (p. 68)

RECAPITULEMOS

“La combinación de las dos facetas que hemos estudiado hasta ahora nos proporciona
una imagen de la conciencia prevalente entre los miembros de la Generación App. Si
hablamos de identidad, cabe destacar que muchos miembros de esta generación se

4
O’Leary, Amy, «In Virtual Play, Sex Harassment Is All Too Real», en New York Times, 1 de agosto de 2012.
5
Heldman, Caroline y Lisa Wade, «Hook-Up Culture: Setting a New Research Agenda», en Sexual Research and Social
Policy, 7, 2010, págs. 323-333; Freitas, Donna, The End of Sex: How Hookup Culture Is Leaving a Generation Unhappy,
Sexually Unfulfilled, and Confused about Intimacy, Nueva York, Basic Books, 2013; García, J. R. y C. Reiber, «HookUp
Behavior: A Biopsychosocial Perspective», en Journal of Social, Evolutionary, and Cultural Psychology, 2, 2008, págs.
49-65; Fugère, Madeline Al y otros, «Sexual Attitudes and Double Standards: A Literature review Focusing on
Participant Gender and Ethnic Background», en Sexuality and Culture, 12, 2008, págs. 169-182.
6
Levine, Arthur y Diane R. Dean, Generation on a Tightrope: A Portrait of Today’s College Student, Nueva York, John
Wiley and Sons, 2012.

19
sienten presionados a seguir un camino valorado por la sociedad (dependiente del otro)
y que les promete la vida y la carrera profesional que se merecen app dependiente). Si
hablamos de intimidad, entonces se trata de que estos jóvenes usan con facilidad y
habilidad sistemas de conexión que están disponibles al instante, pero que llevan
asociada la renuncia a buscar relaciones más arriesgadas, aunque potencialmente más
significativas, con los demás. Solo los jóvenes capaces de resistirse a la trampa narcisista
y al atractivo de las aplicaciones del momento tienen probabilidades de desarrollar
tanto una identidad significativa como relaciones íntimas con los demás. Ahora que
hemos explorado la identidad de los jóvenes y cómo se relacionan con los demás,
pasaremos a ocuparnos de los mundos imaginarios que crean y de cómo pueden estos
estar modelados por las herramientas digitales disponibles.” (p. 69)

Cobo, C. (2019) “Acepto las condiciones: usos y abusos de las


tecnologías digitales” Fundación Santillana, Madrid. Licencia
CC. Este libro se puede descargar en:
www.aceptolascondiciones.com

El organismo es un algoritmo
“En el invierno de 2018 organizamos un encuentro de científicos interesados en
investigar los impactos de las tecnologías en la sociedad actual. La reunión fue en
Punta del Este, Uruguay, y participaron especialistas de una docena de países. Uno de
nuestros invitados era George Siemens, quien por complicaciones de agenda no pudo
sumarse personalmente, pero dio la charla de manera remota. Aunque muchos
imaginaban que hablaría sobre algunos de sus trabajos vinculados al conectivismo,
analíticas de aprendizaje o cursos masivos en línea, su charla giró en torno a la relación
entre inteligencia humana y artificial. Exploró los costes de dejar de utilizar la
inteligencia artificial simplemente como un recurso complementario para convertirla
ahora en una herramienta capaz de pensar con nosotros. Nuestra cognición ya no solo
se distribuye a través de las redes sociales, sino también a través de herramientas
tecnológicas y sistemas de inteligencia artificial. Este fenómeno analizado en gran
escala abriría camino a una suerte de cognición sociotécnica distribuida, agregó.” (p. 82)

“Durante su presentación utilizó una metáfora que llamó mi atención. Siemens indicó
que vivimos bajo una capa o piel global de datos (global data skin) y que esta articula
una parte importante de las transformaciones sociales y tecnológicas que hoy están
ocurriendo. Esta capa no solo está presente en todo orden de cosas, sino que además
incide en la manera en que nosotros observamos la realidad. Esta mirada en alguna
medida dialoga con la idea de la «datificación» de la sociedad que contiene el concepto

20
de dataísmo popularizado por Harari. El dataísmo7 puede entenderse como un enfoque
filosófico o ideología que concibe a la especie humana como un único sistema de
procesamiento de datos. Bajo esta mirada uno de los objetivos sería lograr maximizar el
flujo de datos mediante la conexión de muchos o todos los medios. Este enfoque
sugiere que las personas somos información porque producimos, registramos,
compartimos y consumimos información todo el tiempo.” (p. 82)

“El dataísmo transforma todo en un formato de datos. El paradigma basado en datos


constituye el núcleo de los procesos y las prácticas del siglo XXI. La vida ahora se
transforma en datos cuantificables y bajo esta perspectiva se legitima como medio
para acceder, comprender y controlar el comportamiento de las personas8. El dataísmo
plantea que si se cuenta con suficientes datos biométricos y poder de cómputo se
podría entender a los humanos mucho mejor de lo que lo hacemos hoy. Una vez que
los sistemas de Big Data me conozcan mejor que yo, la autoridad cambiará de los
humanos a los algoritmos. Entonces, eventualmente las personas podrían ceder a los
algoritmos la autoridad para tomar las decisiones más importantes en sus vidas.” (p. 84)

“Este concepto que transita entre la sátira y, a la vez, el fervor, dependiendo a quién se
le consulte, ofrece el discurso perfecto para quienes comercializan nuestros datos.” (p.
84)

“También existe el contrapeso de los datoescépticos. Este sector advierte sobre las
limitaciones y vicios que encontramos en la era de los datos masivos, y no sólo en
relación con los abusos a la privacidad. Vivimos en una realidad compleja, pero al hacer
una consulta a un algoritmo no hay magia, sino una abstracción o reinterpretación de
la información sobre la base de los datos disponibles. Ese proceso de reinterpretación
es susceptible de innumerables omisiones, sesgos, supuestos, errores, etc., aunque es
cierto que la capacidad de procesamiento de información de estas herramientas puede
ser gigantesca (ver Big Data). Pero no hay que perder de vista que la interpretación de
estos volúmenes masivos de datos es también el resultado de una forma de entender o
de ver la realidad, un conjunto de pasos lógicos que buscan resolver un problema, y
para ello es necesario priorizar ciertos valores o variables sobre otros. ¿Existe riesgo de
utilizar algoritmos a gran escala e incorporar errores u omisiones que discriminen
injustamente a los perfiles más vulnerables? (p. 85)

“ (...)Esto no es a priori negativo ni positivo, pero no está libre de consecuencias. Es una


forma de entender la realidad, el problema está cuando desconocemos que los
algoritmos ofrecen una economía de la abstracción que simplifica (o manipula) la
realidad con la que interactuamos. Los algoritmos filtran la realidad, ignoran la
especificidad de los contextos, valoran algunos datos sobre otros y nos muestran una
realidad intervenida que destaca algunos servicios, ideas o verdades sobre otros. Es
decir, consumimos una versión «photoshopeada» e «instagrameada» (que pasa por el
editor de imágenes) de la verdad pensando que es la propia realidad. Los conflictos se

7
Yuval Noah Harari, Homo Deus: A Brief History of Tomorrow (UK: Vintage Penguin Random House, 2017).
8
Mirko Tobias Schäfer y Karin van Es, eds., The Datafied Society. Studying culture through data (Amsterdam University
Press, 2017), http://www.oapen.org/search?identifier=624771.

21
producen cuando creemos que la información que entrega un conjunto de algoritmos
(por ejemplo: el resultado de búsqueda, una ruta en un mapa o la popularidad de
alguien en línea) es la realidad en sí. Entonces es cuando se genera una relación de
asimetría, de poder o de dependencia entre quien crea o administra la plataforma y
quien consume los servicios de información ofrecidos. (p.85)

“Los algoritmos pueden entenderse como sistemas simbólicos que operan en la


intersección entre cognición y realidad, por lo tanto, son agentes intermediarios que
permiten filtrar o manipular una realidad en particular. A medida que los algoritmos
tienen más relevancia en la vida social, se convierten en máquinas culturales que
operan en la intersección entre código y cultura. Hoy se han ido transformando en

herramientas para pensar, interpretar e interactuar con la realidad. Dado que no es


necesario saber construir un algoritmo complejo para poder utilizarlo, las personas los
utilizan en todo momento sin ser conscientes de ello. El riesgo está en que mientras
más ubicuos son los algoritmos como dispositivos culturales, más pareciéramos confiar
en sus capacidades9.

“Las decisiones tomadas por algoritmos limitan la neutralidad. Los algoritmos, pero
también los términos y condiciones de las compañías que los crean, filtran la
información que millones de personas alrededor del mundo leen y comparten
diariamente10. Si ignoramos el sesgo intrínseco de estas herramientas, entonces
tenemos problemas cuando buscamos información en Google. Si obviamos los
intereses comerciales latentes al utilizar las redes sociales, desconocemos la
manipulación que estas traen consigo. Si olvidamos que las noticias que circulan por
internet pueden responder a ciertos intereses comerciales y/o políticos, entonces
adquirimos una posición de vulnerabilidad. Si desconocemos las debilidades de
wikipedia o YouTube, podemos dar por verdad algo que no necesariamente lo es. Si
desconocemos que la internet con la que interactuamos es simplemente una versión a
medida o ajustada a nuestros perfiles, entonces estamos «eligiendo no elegir».
Parafraseando a Marshall McLuhan, hoy el filtro es el mensaje. La capacidad de
discriminar, ponderar, contrastar y contextualizar la información juega un papel crítico
cada vez que utilizamos internet o nos relacionamos con otros a través de una
tecnología digital.” (p. 86)

A nivel social e individual ¿Cómo salir del ascensor?


“En los años 60, Solomon Asch4, un reconocido psicólogo social, realizó un experimento
que consistía en ubicar a varios actores profesionales dentro de un ascensor y a un
individuo (el sujeto estudiado), que no sabía que era parte de un experimento, ni que el
ascensor estaba siendo grabado. Durante el experimento todos los actores,

9
Ed Finn, «What Algorithms Want», The MIT Press, 2017, https://mitpress.mit.edu/books/what-algorithms-want.
10
Gloria J. Guerrero Martínez (2017). ¿Cómo la «colonización de mercado» de internet volvió a los ciudadanos solo en
consumidores? Comercialización del espacio en línea. En Guilherme Alves, Adela Goberna, Sara Fratti et al. (org.).
Análisis de una Juventud Conectada: Gobernanza de Internet. Youth Observatory.
https://digital.fundacionceibal.edu.uy/jspui/bitstream/123456789/250/1/JuventudConectada.pdf.

22
confabulados, cambiaban de posición al mismo tiempo mirando en dirección opuesta
a la puerta, y el individuo, aunque extrañado por la situación, terminaba por girarse
también para sumarse al grupo. Este famoso experimento buscaba demostrar cómo en
el grupo se diluye la individualidad y cómo las personas buscan conformarse con la
norma. Asch demostró cómo una persona puede llegar a perder su individualidad para
no quedar mal socialmente.

Siguiendo esta metáfora de la psicología social, hoy el desafío está en ser capaz de «salir
del ascensor». La mejor manera de tener pensamiento independiente es poder alejarse
de lo que dice la multitud. Para ello es fundamental contar con una ciudadanía
proactiva que «elija elegir», que cuente con herramientas para pensar y actuar
críticamente. Para «salir del ascensor» hay que aprender a cuestionar todo, aunque a
veces nos lleve a rincones incómodos. ¿Por qué cedemos tantos privilegios a las
empresas de servicios digitales para que tengan el control de nuestra vida privada?

¿Cómo «salir del ascensor»? Resulta fundamental desarrollar un conjunto de


habilidades y nuevos alfabetismos de información, de uso de datos y de medios de
comunicación que nos permitan navegar en contextos complejos e híbridos que
parecieran rendir tributo al «dataísmo», que aquí entendemos como «alfabetismo
digital crítico», es decir, el conjunto de habilidades necesarias para comprender crítica y
ampliamente los medios digitales y sus implicaciones sociales, económicas y políticas.
Para desarrollar esta mirada es necesario seguir avanzando con la ciudadanía hacia
habilidades digitales más complejas que escapen de fórmulas mágicas o
inmediatistas.” (p. 96)

“Si bien la tecnología puede ayudar tanto en el trabajo cotidiano como en las
actividades sociales, las personas no deben perder de vista la importancia de las
conexiones humanas como un fin en sí mismo. Hoy se observa un creciente consenso
sobre la relevancia de abordar y promover el desarrollo de un amplio espectro de
competencias a través de las diferentes formas y espacios de educación y capacitación.
Esto incluye tanto habilidades cognitivas de orden superior como otras de tipo
socioemocionales como, por ejemplo, la empatía, el trabajo en equipo, la colaboración,
la resolución de problemas, la autorregulación, el pensamiento crítico y la capacidad de
establecer conexiones entre diferentes formas de acceder y crear conocimiento.
Desarrollar capacidades tecnológicas, instrumentales y cognitivas no debe plantearse
sin tener en cuenta el componente social aquí descrito. En esta era de la
hipercomplejidad, la falsa simplicidad y el reduccionismo parecen el mejor atajo. Sin
embargo, es fundamental estimular nuevas formas de pensar y de actuar. Estas
capacidades no solo juegan un papel crítico para distinguir hoy en día entre las
diferentes expresiones de la brecha digital, sino que también son una forma de
contrapoder que contribuye a actuar frente a las asimetrías existentes. Para
comprender que la tecnología no es neutra es clave adoptar una perspectiva más
holística y transdisciplinar. Esta apertura es necesaria no solo para analizar la realidad
desde su complejidad, sino principalmente para poder intervenir sobre ella.” (p. 97)

“Entre otras cosas, es fundamental para generar las condiciones que permitan a más
personas tener opciones para desarrollar un conjunto de conocimientos y habilidades

23
cognitivas como, por ejemplo, el alfabetismo digital crítico, el pensamiento
computacional, el alfabetismo de datos o el alfabetismo de redes. Ello implicaría que las
instituciones de educación formal sean capaces de dejar atrás el divorcio disciplinar y el
pensamiento departamental que desagrega, desconecta y desvincula a las disciplinas
entre sí, para poder avanzar hacia formas más complejas de entender la realidad. Por
ejemplo, dejar de desvincular a las humanidades y las disciplinas llamadas STEM
(acrónimo en inglés que hace referencia a Ciencia, Tecnología, Ingeniería y
Matemáticas). La resolución de los problemas del mundo cambiante y complejo
requiere un tipo de pensamiento mucho más sofisticado, pero también más cercano a
la realidad. Comprender las implicaciones sociales de la tecnología es crítico para
entender las asimetrías y concentraciones de poder que hoy existen.” (p.98)

“Mecanismos institucionales y alternativos, tanto normados como sociales, son


necesarios para dar espacio a nuevas formas de pensar la era actual. Distintos espacios
tanto para el aprendizaje formal como informal pueden transformarse en una
oportunidad para contribuir a que las personas sean más conscientes de cuáles son
nuestros filtros y sesgos para interpretar la realidad. Es necesario comprender que las
diversas formas de manipulación y de poder pueden ser aparentemente invisibles en
los espacios digitales. Internet se parece a una fábrica de datos y a veces actuamos
como consumidores adoctrinados que nos ceñimos a las reglas que imponen unos
pocos pero influyentes intermediarios digitales. Por supuesto, solo porque sabes que
estás siendo manipulado no significa que puedas resistirte o liberarte de ello. Por eso
no basta con destacar la importancia de formar nuevas capacidades en la ciudadanía,
sino que también se necesita formar agentes de cambio capaces de intervenir en la
realidad que nos rodea. El pensamiento crítico debe alentar a las personas a participar
de manera reflexiva y deliberada sin que ello impida explorar las ambigüedades de la
realidad en la que vivimos. El papel de la educación es crítico para formar agentes de
cambio, y ello guarda relación con estimular nuevas formas de autorregular nuestras
capacidades cognitivas, nuestras habilidades, así como nuestros comportamientos. Las
instituciones que promueven el aprendizaje tendrían que poder responder a esta
simple pregunta: ¿cómo ayudar a los individuos a aprender por su cuenta y a pensar
críticamente frente a estos desafíos? Ello implica dar más brújulas para la exploración
en vez de tantos mapas. Esto implica aprender a autorregular y a autoadministrar los
procesos de aprendizaje independientemente del contexto en que ocurren.” (100)

24

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