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INTERPONE RECURSO DE APELACIÓN – SE ELEVE A LA JUSTICIA

EN LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y TRIBUTARIO DE LA


CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor

Perón 3175 P.B

Ciudad Autónoma de Buenos Aires


S ______ / _______D

Señor Director:

IGNACIO ESTEBAN TIMOTEO MERONI, abogado, D.N.I. 26.158.252,


inscripto al Tomo 74, Folio 881 del Colegio Público de Abogados de la Capital
Federal en mi carácter de apoderado de LG ELECTRONICS ARGENTINA S.A.,
con domicilio real en Carlos M. Della Paolera N° 265, Piso 26, Torre Boston, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y constituyendo domicilio en la calle Lavalle
166, Piso 5to B de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en relación con el
Expediente Administrativo N° DGDyPC-988/2022 “VIDELA, Santiago C/ LG

ELECTRONICS ARGENTINA S.A. y otros” me presento ante Ud. y


respetuosamente digo:

1. PERSONERÍA

Conforme surge de la copia simple del poder que acompaño al presente resulto
apoderado de LG ELECTRONICS ARGENTINA S.A., con domicilio en el lugar
consignado en el encabezado, encontrándome facultado para interponer el presente
recurso.

1
2. OBJETO

Que siguiendo expresas instrucciones de mi mandante, vengo en legal tiempo y


forma a interponer recurso de apelación en los términos del artículo 11 de la Ley
N° 757 contra la Disposición DI-2022-5932-GCABA-DGDYPC que fuese dictada
por la Dirección General de Defensa y Protección del Consumidor en fecha 20 de
septiembre de 2022 y que nos fuera notificada ese mismo día por la cual se le
aplica a mi mandante “…Sancionar a LG ELECTRONICS ARGENTINA S.A., CUIT
30-70728048-0, con multa de PESOS CIENTO VEINTICINCO MIL ($ 125.000.-),
por haber incurrido en infracción al artículo 11 de la Ley 24.240.”. Asimismo, se
impuso “Ordenar el resarcimiento previsto en el artículo 40 bis de la Ley 24.240
a favor del Sr. Santiago Jorge Videla, DNI 11.773.164, y a cargo de Frávega
S.A.C.I. e I. y LG Electronics Argentina S.A., de forma solidaria, por la suma de
PESOS CIENTO OCHENTA Y DOS MIL NOVECIENTOS DIECISIETE CON
29/100 ($ 182.917,29.).” y “…a la publicación de los artículos 1o y 2o de la
presente Disposición, conforme lo dispuesto por el artículo 21 de la Ley 757 -texto
consolidado-, en el cuerpo principal del diario Ambito Financiero, debiendo ser la
tipografía utilizada igual o superior a 1,8 milímetros de altura. Asimismo, deberán
acreditar dicha publicación en este expediente en el plazo de treinta (30) días a
contar de la notificación de la presente. La publicación deberá incluir al final la
leyenda “Dirección General Defensa y Protección del Consumidor, Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires”.

Contra dicha Disposición venimos a interponer el presente recurso, rechazando la


supuesta infracción endilgada a mi mandante y solicitando se deje sin efecto las
sanciones impuestas, condenándose en costas a la Dirección General de Defensa y
Protección del Consumidor.

3. SE ELEVE A LA JUSTICIA EN LO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO Y TRIBUTARIO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA
DE BUENOS AIRES.

2
Que, conforme lo dispone el art. 11 de la Ley 757, solicito al Señor Director que se
eleven estas actuaciones a la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, quien es el Tribunal
competente para entender en la apelación interpuesta, la cual se sustenta en los
agravios que se expresan en la pieza adjunta a este escrito.

4. PETITORIO

Por todo lo expuesto al Sr. Director, solicito:


(i) Tenga por interpuesto en tiempo y forma el recurso de apelación contra
la Disposición de fecha 20 de septiembre de 2022.
(ii) Se remitan estas actuaciones a la Excma. Cámara de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires para que, atendiendo a los agravios expresados en la pieza adjunta,
resuelva el recurso de apelación y deje sin efecto la Disposición que aquí se
recurre.

Sin otro particular, saludamos a Ud. con nuestra más distinguida consideración.-

3
4
PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 11 LEY 757 -
EXPRESA AGRAVIOS - FORMULA RESERVA DEL CASO FEDERAL -
AUTORIZA.

Excma. Cámara de Apelaciones


en lo Contencioso Administrativo y Tributario
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

IGNACIO ESTEBAN TIMOTEO MERONI, abogado, D.N.I. 26.158.252,


inscripto al Tomo 74, Folio 881 del Colegio Público de Abogados de la Capital
Federal en mi carácter de apoderado de LG ELECTRONICS ARGENTINA S.A.,
con domicilio real en Carlos M. Della Paolera N° 265, Piso 26, Torre Boston, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y constituyendo domicilio en la calle Lavalle
166, Piso 5to B de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en relación con el
Expediente Administrativo N° Expediente N° DGDyPC-988/2022 “VIDELA,

Santiago C/ LG ELECTRONICS ARGENTINA S.A. y otros” me presento


ante V.E. y respetuosamente digo:

1. OBJETO

Que siguiendo expresas instrucciones de mi mandante, vengo en legal tiempo y


forma a expresar los agravios en los que fundo el recurso de apelación interpuesto
contra la Disposición DI-2022-5932-GCABA-DGDYPC, dictada por la Dirección
General de Defensa y Protección del Consumidor de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires el día 20 de septiembre de 2022 y notificada a mi parte ese mismo
día:

5
- Aplicar a mi mandante una multa de PESOS CIENTO VEINTICINCO MIL
($125.000.), por haber incurrido con su conducta en supuesta infracción al
artículo 11 de la Ley 24.240.
- Condenar a un resarcimiento en concepto de daño directo a cargo de Frávega
S.A.C.I. e I. y LG Electronics Argentina S.A., de forma solidaria, por la
suma de PESOS CIENTO OCHENTA Y DOS MIL NOVECIENTOS
DIECISIETE CON 29/100 ($ 182.917,29.) en favor del Sr. Videla.
- Proceder a la publicación de los artículos 1 y 2 de la parte dispositiva de la
Disposición, conforme lo dispuesto por el artículo 21 de la Ley 757 –según
texto consolidado-, en el cuerpo principal del diario CLARIN, debiendo ser
la tipografía utilizada igual o superior a 1,8 milímetros de altura, Asimismo,
deberá acreditar dicha publicación en este expediente en el plazo de (30)
días a contar de la notificación de la presente. La publicación deberá incluir
al final la leyenda “Dirección General Defensa y Protección del
Consumidor, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.
- En caso de no proceder a la publicación en el plazo de 30 días hábiles
administrativos contados desde la notificación de la Disposición,
incrementar las multas impuestas.

Solicito desde ya a V.E. que, en mérito a los fundamentos de hecho y de derecho


que se expondrán a continuación, se la revoque, eximiendo a mi mandante de la
obligación de abonar la multa y la “reparación” por presunto daño directo impuesta
así como también de llevar a cabo la publicación ordenada.

2. INCONSTITUCIONALIDAD DE LA EXIGENCIA DEL PAGO


PREVIO DE UNA MULTA PARA HABILITAR LA INSTANCIA
JUDICIAL

La Disposición menciona que “Se deja constancia que el presente acto agota la
instancia administrativa”; precediendo únicamente el Recurso previsto en el
artículo 11 de la Ley 757.

6
Por su parte, el artículo 11 de la Ley 757 establece: “Concluidas las diligencias
sumariales, la autoridad de aplicación dictará sin más trámite la resolución
definitiva dentro del plazo de treinta (30) días hábiles. Toda resolución
sancionatoria dictada por la Autoridad de Aplicación puede ser recurrida por vía
de recurso de apelación ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso,
Administrativo y Tributario. El recurso debe interponerse y fundarse ante la
autoridad de aplicación dentro de los diez (10) días hábiles de notificada la
resolución. El recurso de apelación es concedido en relación y con efecto
devolutivo. La Autoridad de Aplicación podrá requerir la intervención de la
Procuración General en cualquier caso que estime conveniente elevándole
directamente las actuaciones.” (la negrita me pertenece)

Corresponde al Juez interviniente expedirse, aún de oficio, en esta oportunidad


procesal, respecto de la validez constitucional de conceder el recurso de apelación
con efecto devolutivo y la consecuente exigencia de pago previo de la multa
aplicada, prevista en la redacción vigente de los artículos mencionados. Ello pues,
en el marco del presente proceso, el juez debe efectuar el examen de admisibilidad
correspondiente.

El control constitucional constituye no sólo una competencia puesta en cabeza del


poder judicial sino también, un deber impuesto a los jueces que lo conforman, aun
en los supuestos en que no hubiera sido peticionado por las partes.

En relación a la regla solve et repete, se ha afirmado que la misma implica –en su


formulación típica– que “la impugnación de cualquier acto administrativo que
implique liquidación de un crédito a favor del Estado solo es posible si el particular
se aviene previamente a realizar el pago que se discute”1 .

1
Julio C. Durand, “El Pago Previo (solve et repete)”, Tratado de Derecho Procesal Administrativo,
Director: Juan Carlos Cassagne, T. I, La Ley, Buenos Aires, p. 769.

7
Un precedente jurisprudencial importante, al que adhiero en forma total, es el que
surge de un pronunciamiento de la Sala IV de la Cámara Federal de la Seguridad
Social, quien ha establecido que es “...necesario procurar un nuevo estudio de la
jurisprudencia de la Corte Suprema según la cual la exigencia del previo pago de
la multa impuesta administrativamente para poder recurrir a los estrados
judiciales no es violatoria del art. 8°, inc. 1°, de la Convención Americana de
Derechos Humanos, en tanto el apelante no alegue que es imposible debido al
excesivo monto del depósito, interponer el recurso de apelación previsto en la
legislación cuestionada, de tal forma de impedir real y efectivamente el ejercicio
de su derecho”2.

El Tribunal posteriormente sostiene que la exigencia del pago previo lesiona el


principio de inocencia, pues para sus integrantes: “...la prohibición de ser penado
sin haber mediado juicio previo ante los jueces designados previstos en el art. 18
de la Constitución Nacional y en los distintos tratados constitucionalizados supone
que cualquier imputación penal que pueda hacerse contra una persona supone
impedir que, a través de procedimientos no judiciales un particular – cuya
culpabilidad no haya sido probada ante el juez natural de la Constitución – debe
cumplir una pena (“penado”) satisfaciendo anticipadamente y sin declaración con
fuerza de ley de la existencia misma de la infracción que se le imputa. La
circunstancia de que obtenida una sentencia total o parcialmente contraria a lo
resuelto en el pronunciamiento administrativo, la necesaria devolución de la multa
reclamada no constituye una reparación del daño inferido, por cuanto el perjuicio
que se verificado lo es más que al patrimonio de la persona, a su honorabilidad y,
fundamental, al sistema de libertades que acoge nuestra Constitución” (la negrita
nos corresponde).

2
Causa “Frimca S.A.”, sentencia del 28/12/98. En el mismo sentido puede verse la causa “Pesquera
Puerta Marina S.A.”, del 20/11/01, PET n° 255 del 27/6/02, pág. 14, donde el Dr. Fernández, en un
voto en minoría, señala que: “El principio solve et repete se exhibe como un derecho injusto, se
vulnera el principio de razonabilidad de la ley (art. 28 CN) al no existir adecuación entre el medio
empleado por la norma y la finalidad que se persigue”.

8
No cabe duda alguna respecto de que el principio del solve et repete es
inconstitucional, cuestión que deviene particularmente manifiesta cuando ese
criterio se utiliza en materia de multas administrativas, pues en definitiva son
sanciones pecuniarias que no tienen diferencias ontológicas con los delitos, por lo
cual, como a éstos, le son aplicables los principios constitucionales del derecho
penal.

Las sanciones de multa, como las que aquí se cuestionan, tienen innegable
naturaleza punitiva, por lo que resultan aplicables a ellas las normas generales del
derecho penal, toda vez que trascienden la órbita de tutela del derecho del
consumidor. Y, en este marco, si bien se le ha reconocido a la Administración la
posibilidad de aplicar sanciones cuando la ley lo autorice, las decisiones pertinentes
siempre deberán estar sujetas a control judicial suficiente.

Como consecuencia de ello el estado o presunción de inocencia y el derecho a la


defensa en juicio deben prevalecer, por lo cual no puede pretenderse que para que
se admita la revisión del decisorio que aplica la multa se ingrese el monto de la
misma o, dicho de otro modo, cualquier norma que exija el solve et repete de una
multa como condición de admisibilidad de un recurso de apelación debe ser
reputada inconstitucional por violatoria de aquellos derechos constitucionales.

Si bien es cierto que la Corte Suprema de Justicia de la Nación y gran parte de la


jurisprudencia ha sostenido a través del tiempo y en reiterados fallos que el requisito
solvet et repete no perjudica ni menoscaba el derecho de defensa, ni hay violación
al mismo, ni al principio de igualdad y a la garantía de inviolabilidad de la
propiedad, consagrados por normas de la Constitución Nacional, todos ellos se han
referido a los casos de evasión o pago atrasado de impuestos determinado por
las leyes y que hacen a la reserva de los fondos que el Estado espera recaudar para
hacer frente a los gastos programados, por lo cual, el "no pago" en término de esos
recursos por el ciudadano perjudican a la población en general.

9
Así también, la Corte Suprema ha considerado, reiteradamente, que la exigencia de
depósitos dinerarios previstos como requisitos de viabilidad de los recursos de
apelación no es contraria, como principio, a los derechos de igualdad y de defensa
en juicio3. No obstante, tal regla ha sido aplicada por ese Tribunal ante supuestos
de excepción que involucraren situaciones patrimoniales concretas de los
obligados, a fin de evitar que ese pago previo se traduzca en un real menoscabo de
los derechos antes referidos.4

No obstante ello corresponde cuestionarnos si el razonamiento mencionado podría


ser transpolado sin más al caso en que la regla del solve et repete es aplicada en
materia de sanción de multas impuestas por la Administración Pública en ejercicio
de su potestad sancionadora o bien, si se requiere cierta prudencia al tiempo de
utilizarla en ese sentido.

En ese orden la Corte Suprema de Justicia ha expresado que “La salvaguarda del
patrimonio nacional no puede apuntar a la consideración de las multas como
fuente de recursos fiscales (si bien accesoriamente lo son)”, y agregó que: “Aún
cuando es exacto que de la solución del presente caso pueden depender ingresos
para el fisco, ello no justifica apartarse de los principios básicos que en materia
penal establece la Constitución Nacional”5, esto último teniendo en cuenta que en
materia de sanciones por parte de la Administración Pública se aplicaría a nuestro
entender los principios del derecho penal.

En la misma línea cierta doctrina ha expresado que no corresponde fundar el previo


pago de la multa en la existencia de un interés de tipo fiscal materializado en la
rápida y efectiva percepción monetaria, habida cuenta de que en un Estado de
derecho aquello que debe prevalecer es el valor justicia y, en consecuencia, una

3
Fallos 155:96; 261:101; 278:188; 280:314; 287:101; 307:1753, entre otros.
4
Fallos 285:302; 319:3415; 322:337 y 1284; 323:3012; 328:2938, entre otros.
5
C.S.J.N, “Guillermo Miras C.I.F c/ Administración Nacional de Aduanas”, Fallos 287:76 (1973),
considerando 9.

10
sanción pecuniaria no puede ser impuesta sin la posibilidad de ejercitar el efectivo
control judicial.6

A mayor abundamiento, la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires en


un reciente fallo ha dicho: “…la finalidad del denominado solve et repete es la de
preservar el normal desenvolvimiento de las finanzas públicas, poniéndolas a
cubierto de argucias procesales o expedientes dilatorios (doct. causas B. 55.283,
"Pertenecer S.A.", res. del 14-XII-1993; B. 55.927, "American Express Argentina
S.A.", res. del 6-VI-1995, entre otras), razón que no puede predicarse respecto de
las multas aplicadas como resultado de un procedimiento de infracción, toda vez
que no cabe sostener válidamente que aquéllas integren los recursos normales del
sistema” (conf. causas B. 49.540, "Ancev S.A.", sent. del 9-V-1989; B. 53.829, res.
del 3-XII-1991).7

Siguiendo los mismos argumentos, debe tenerse en consideración que la


jurisprudencia de nuestra Corte se ha referido siempre con relación al pago de
impuestos (y sus sanciones o multas por no pago o evasión) que hacen a las finanzas
programables y normales del fisco, con los que debe contar a fin de llevar adelante
la administración anual, evitando la dilación que harían los obligados al pago con
extensos procesos administrativos y judiciales que, a través de los años, mermarían
las arcas fiscales en perjuicio de los ciudadanos.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que estamos hablando de "sanciones de multas
por infracciones" que no pueden ser consideradas como las recaudaciones normales
del fisco a fin de llevar a cabo sus obligaciones anuales, sino de infracciones
imprevisibles que pueden o no generar multas y que no pueden ser consideradas
iguales como obligaciones tributarias de dar sumas de dinero con los que el fisco
cuenta.

6
Cfr. Lavié Pico, op. cit, p. 294.
7
SCBA. Causa I. 3361, "Herrera Aníbal R. contra Provincia de Buenos Aires. Inconstitucionalidad
del art. 42 ley 11.477.

11
Por su parte, la Declaración Universal de Derechos Humanos dispone en el art. 8
que: “Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales
nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley”…; a su vez, el art. 10,
establece que: “Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a
ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial,
para la determinación de sus derechos y obligaciones…”, y el art. 17, prescribe
que: “…toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente
[…] Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad”.

Además la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (llamada Pacto de


San José de Costa Rica), establece en el art. 8, inc. 1, que: “Toda persona tiene
derecho a ser oída públicamente con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley […] para la determinación de sus derechos
y obligaciones de orden civil, laboral, f iscal o de cualquier otro carácter”, y a su
vez el art. 25 prescribe que: “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y
rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por
la Constitución, la ley o la presente Convención…”.

Por último, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Adla, XLVI-B,


1107), dispone en el art. 14, que: “Todas las personas son iguales ante los
tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída
públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus
derechos u obligaciones de carácter civil”.

12
En los textos analizados, se advierte, de manera concreta, que los tratados
propugnan por el derecho a un libre acceso a la función jurisdiccional y que una
interpretación o consideración contraria o restrictiva implicaría vulnerar la
Constitución en si misma, en la medida que las normas antes citadas no solo
integran la Carta Magna sino que además cuentan con una jerarquía superior a las
leyes.

En sentido similar, se ha señalado que “con la consolidación del Estado de Derecho


resulta hoy inimaginable, que frente a dos partes en pugna, una jurídicamente
fuerte y poderosa –el Estado–, y otra a menudo débil y desvalida en garantías –el
contribuyente-, pueda negarse el acceso a los estrados judiciales con la excusa de
la falta de pago del tributo” 8.

En el orden de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no puede prescindirse de las


directivas que establece la Constitución local en lo relativo a las garantías de
igualdad (art.11), y de defensa y al principio de tutela judicial efectiva (art. 12) en
tanto refuerzan la solución contraria a la validez constitucional de regla solve et
repete.

Por ello, aun cuando lo que se discuta en autos es la validez de una sanción de multa
aplicada por presunta infracción a las normas que tutelan los derechos del
consumidor (cfr. art. 42 CN), aplicar el recurso de apelación con efecto devolutivo
importa una lesión al principio de inocencia, a la tutela judicial efectiva, al acceso
irrestricto a la justicia y al derecho de defensa en juicio reflejados en las
normas supra citadas.

A su vez, no debe perderse de vista que el requisito del "pago previo" encuentra su
punto de apoyo de validez constitucional en la preservación del normal

8
José Osvaldo Casas, “El Tribunal Fiscal de la Nacion Argentina y el principio de solve et repete”,
en Tribunal Fiscal de la Nación – 40 años, Asociacion Argentina de Estudios Fiscales, Buenos
Aires, 2000, ps. 335 y ss.

13
desenvolvimiento de las finanzas públicas, poniéndolas a cubierto de argucias
procesales o expedientes dilatorios, evitando la afectación al interés público que
aquellos suponen al perturbar la pronta percepción de la renta pública.

Pero, en el presente, la penalidad aplicada dista de encuadrar en la categoría de


tributo, ni puede, so pena de incurrir quien lo aplica en desvío de poder, tener fines
primordialmente recaudatorios; sino que constituye una sanción de innegable
naturaleza punitiva, que la autoridad de aplicación local impone al verificar
incumplimientos a lo dispuesto en la ley 24.240 por parte de los sujetos obligados
a ello.

A mayor abundamiento y sobre estas premisas el legislador de la ley 12.008 y del


Código Fiscal -ambos en sus sucesivas reformas-, ha dejado fuera de la exigencia
del pago previo, justamente, a las sanciones pecuniarias (ver art. 19 CCA y art. 119
CF).

Concluimos que el recaudo de admisibilidad que nos ocupa resulta inconstitucional.


Ello, en la medida que, tratándose la multa por infracción a la ley 24.240 de una
sanción de naturaleza penal, ajena a lo tributario, no puede exigirse válidamente al
impugnante su cumplimiento.

Así lo ha reconocido la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires en el


precedente recaído en la causa I. 3361, "Herrera Aníbal R. contra Provincia de
Buenos Aires s. Inconstitucionalidad del art. 42 Ley 11.477", del 19/12/12. En
similar sentido, además, se han pronunciado las Excmas. Cámaras de Apelación en
lo Contencioso Administrativo de La Plata y Mar del Plata, respectivamente, en las
causas "Galia S.A." (Expte. Nº -32577) del 9/6/15 y Telecom (C-6194) del
10/12/15.

Por lo tanto, exigir el pago previo de las sanciones administrativas, como condición
habilitante de la instancia jurisdiccional, implica vulnerar las garantías del debido

14
proceso antes señaladas, pues el fin perseguido por las normas locales que regulan
el “solve et repete” (asegurar la regularidad del giro fiscal) no encuentra un medio
adecuado en este tipo de restricción al acceso a la justicia.

En virtud de ello, solicitamos a V.E. declare la inconstitucionalidad del art. 11 de


la Ley 757 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y admita el presente recurso
de apelación.

3. BREVE RELATO DE LOS HECHOS

A continuación realizaremos un sucinto relato de los hechos que originaron el


presente reclamo, circunscribiéndonos a los hechos que fueron de conocimiento de
mi mandante y que hacen a su defensa.

Mi mandante es una sociedad que se dedica a la importación y comercialización de


una amplia gama de productos electrodomésticos, instalada en el país como
empresa comercial desde el año 2000. A través del tiempo, LG ha demostrado ser
"más que un líder digital" ya que ha intensificado su acercamiento a los
consumidores a través de productos innovadores que combinan diseño con estilo,
tecnología inteligente y la más alta calidad.

En el ejercicio de su actividad habitual, LG comercializa entre otros productos,


varios electrodomésticos, incluyendo aires acondicionados.

Estas actuaciones se vinculan con un Aire Acondicionado LG Modelo 4536F


5275W S4-W18KL3AA que habría sido adquirido con fecha 7 de febrero de 2021
en el comercio vendedor Frávega.

En el mes de febrero de 2022 mi mandante fue notificado de una audiencia


conciliatoria a celebrarse el día 4 de marzo de 2022 en relación al presente reclamo.

15
Según el Sr. Videla, el Aire Acondicionado habría presentado fallas desde el
momento en el cual habría sido instalado, por lo cual tomo contacto en el mes de
junio del 2021 con el área de asistencia de nuestro mandante a efectos de solicitar
una visita técnica. El servicio de asistencia envió al Service Oficial de LG, Ariel
Catriel Moynard.

Conforme surge de la Orden de servicio que se adjunta como prueba al presente, en


fecha 11 de junio de ese mismo año se procedió a realizar la revisión de la unidad
por parte del service autorizado Catriel, el cual determinó que el equipo objeto del
reclamo se encontraba excluido de garantía ya que poseía la válvula barrida debido
a una mala manipulación del producto al momento de la instalación por parte del
instalador, el cual era un técnico no autorizado por LG. Por lo que procedió a
presupuestar el arreglo, ya que al encontrarse excluido de garantía, corresponde que
la reparación sea a cargo del cliente. Nótese que la causal de exclusión no es la sola
intervención de terceros, como mal interpreta la Dirección de Defensa del
Consumidor en su resolución, sino que es la “Instalación del Producto sin
respetar las especificaciones técnicas informadas en el MANUAL DE
INSTALACIÓN”, lo que surge del certificado de garantía del equipo.

Atento a que el daño ocasionado al producto fue responsabilidad del instalador, el


cliente optó por reclamar al instalador, profesional ajeno a mi mandante, la
reparación del producto. Para ello, el Sr. Videla soicitó al técnico Catriel la
provisión de la unidad evaporadora, la cual fue provista por el servicio técnico sin
cargo, sin haber tomado intervención en la posterior reparación realizada por el
técnico. Negamos lo manifestado por los denunciantes que el servicio técnico
Catriel intentó la reparación del equipo: el servicio técnico se limitó a proveer la
unidad evaporador, la que va inserta en la unidad interior, pero no intentó la
reparación del equipo, trabajo que fue realizado por el instalador.

16
Por otro lado, el servicio técnico Catriel informó a nuestro mandante que no se le
cobró la suma que mencionan los denunciantes en su descargo, y ello resulta
evidente ya que no acompaña constancia alguna de haber abonado dicha suma.

Luego de varios intentos de reparación infructuosos por parte del instalador que
dañó el equipo, el cliente se contactó nuevamente con el service, y le solicitó la
reparación del producto, a lo que se le respondió que el equipo se encontraba fuera
de garantía, y que por ende correspondía que abonase la reparación del producto.
El denunciante se negó a aceptar el presupuesto de arreglo e inició la presente
denuncia.

Debe tenerse en cuenta que no existe ninguna constancia documental que respalde
los dichos de los denunciantes. La Orden de Servicio emitida por el service Catriel
menciona que la válvula está barrida y que el equipo se encuentra fuera de garantía.
En ningún lugar menciona que se intenta la reparación del equipo.

En la audiencia conciliatoria de fecha 4 de marzo de 2022, el representante legal de


la firma, siguiendo las instrucciones de mi mandante que tienen como finalidad la
satisfacción del reclamo del denunciante, tomo vista del reclamo y copia de toda la
documental y ofreció una nueva revisión de la unidad a cargo de un service oficial
a los fines de constatar efectivamente la falla del producto. A tales efectos, se fijó
un cuarto intermedio para el día 5 de abril del corriente.

Con fecha 29 de marzo del corriente se procedió a realizar una nueva revisión de la
unidad por un service distinto al anterior (se adjunta como prueba al presente la
Orden de Servicio) en la cual se determinó que efectivamente el producto sufrió
una defectuosa manipulación ocasionada por un tercero ajeno a la red de service
oficiales al momento de colocar la unidad objeto del presente reclamo, lo que
ocasionó la falla y las sucesivas reparaciones intentadas por el instalador dañaron
el equipo, produciendo la falta de presión de gas refrigerante. Como consecuencia

17
de ello, y atento la confirmación de la exclusión de garantía, se procedió a
presupuestar la reparación del producto.

Para la segunda audiencia conciliatoria, la dirección menciona haber informado el


cambio de fecha por pedido del requirente, lo cual conforme surge del descargo
presentado ante dicho organismo en fecha 20 de abril del corriente, no se nos
notificó correctamente del mismo y nos presentamos en la fecha pactada en primera
instancia, la cual nunca se celebró porque ni el actor ni el representante de la
Dirección se presentaron a la misma.

De todas formas, se le comunicó el ofrecimiento al denunciante de reparación con


cargo, transmitiéndosele el presupuesto, el que volvió a rechazar, por lo que la
instancia conciliatoria se cerró sin acuerdo.

Con posterioridad a ello y en fecha 27 de abril del corriente mi mandante recibió


una intimación por parte de la Dirección donde se realizaba un pedido generalizado
de información, el cual fue contestado mediante descargo presentado en fecha 4 de
mayo (que se adjunta como prueba al presente) del corriente, donde se reiteraron
todas las cuestiones planteadas anteriormente y se adjuntó la documentación
respaldatoria.

Con posterioridad, la Dirección dictó la Providencia PV-2022-21421757-DGDYPC


por la cual se imputó a mi mandante el supuesto incumplimiento del art. 11 de la
Ley de Defensa del Consumidor. Dicha imputación fue contestada por descargo en
el cual ofrecimos las siguientes medidas de prueba:

i. Prueba Documental:

- Orden de Servicio de fecha 11 de junio de 2021;


- Orden de servicio de fecha 29 de marzo de 2022;
- Descargo presentado en vuestras dependencias en fecha 20 de abril del corriente;

18
- Descargo presentado en vuestras dependencias en fecha 4 de mayo del corriente;
- Certificado de Garantía;

ii. Documental en poder de terceros


Se intime al denunciante a:
a. Informar el nombre y domicilio del instalador del equipo;
b. Acompañar las órdenes de servicio que el instalador contratado por la
instalación -del cual desconocemos su nombre por no haber sido denunciado en el
expediente- debió haberle entregado al momento de la instalación y en los
sucesivos intentos de reparaciones;

iii. Pedido de Informes

a. Se libre oficio al técnico Alán Catriel Maynard, con domicilio en Alejandro


Aguado 3441, Tortuguitas, Provincia de Buenos Aires, para que informe lo
siguiente:
I. Detalle las visitas que realizó al domicilio del denunciante sito en La Paz
162, Estancias del Pilar, provincia de Buenos Aires;
II. Si en las mencionadas visitas intentó la reparación del equipo objeto de
reclamo; en caso afirmativo, describa las gestiones que realizó;
III. A su leal sabes y entender, describa cuales eran las fallas que presentaba
el equipo y la posible causa de las mismas;
IV. Si el equipo se encontraba manipulado por terceros y que daños
presentaba:
b. Una vez informado por el denunciante el nombre y domicilio del técnico, se libre
oficio al instalador a los efectos que informe:

I. Describa las tareas que realizó para la instalación del equipo;


II. Describa que herramienta utilizó para la manipulación de las roscas del
mismo;
III. Informe que dificultades encontró para la instalación del equipo;

19
IV. Informe fechas y horarios de sus visitas al domicilio del denunciante y los
intentos de reparación del equipo;
V. Acompañe las órdenes de servicio y demás documentación con relación a
los intentos de reparación al equipo objeto de reclamo;

Dicha medidas de prueba eran tendientes a acreditar el rol que desempeñó el


servicio técnico de LG, ya que el denunciante en su escrito realizaba una
descripción confusa de los hechos y tergiversaba la intervención que había tenido
el técnico provisto por LG.

Por providencia de fecha 27 de septiembre del corriente, la Dirección rechazó la


prueba informativa solicitada y el pedido de documental en poder de terceros, lo
cual resulta irracional y violatorio del derecho de defensa de mi mandante. Cómo
V.E. podrá apreciar, a pesar de las reiteradas solicitudes de mi mandante tanto
durante la instancia conciliatoria como con posterioridad, el denunciante nunca
denunció al instalador del equipo ni siquiera informó su nombre de forma de poder
citarlo. El mencionado técnico es responsable de la instalación defectuosa, así fue
reconocido por el Sr. Videla que le reclamó luego de la visita de nuestro servicio
técnico, y su citación en las actuaciones que generaron la multa podrían haber
ayudado a dilucidar los hechos y evitar la imposición de una sanción sin
fundamento a mi mandante.

La negativa infundada de la Dirección a los medios de prueba ofrecido al contestar


el auto de imputación constituye una violación grave al derecho de defensa de mi
mandante y como consecuencia de ello, vicia de nulidad absoluta la resolución por
la cual se sancionó a LG y Frávega.

La postura del denunciante resulta irrazonable desde todo punto de vista ya que a
pesar de mencionar que contrato un instalador, no citó al mismo al expediente, ni
informó el nombre del mismo, siendo que la responsabilidad del mencionado
técnico resulta palmaria. Sin perjuicio que en esta instancia esta parte no puede

20
solicitar la citación de un tercero, del cual ni siquiera se tienen los datos, los
denunciantes deberían dirigir su reclamo al instalador del producto, quien fue el
responsable de haberlo dañado.

Es por este motivo que mi mandante no solo no incumplió con el art. 11 de la Ley
24.240 sino con ningún otro artículo de la mencionada normativa.

4. ANALÍSIS JURÍDICO: Expresa agravios: Arbitrariedad de la Sanción


Impuesta por la Dirección - Inexistencia de Infracción al art. 11 de la
LDC por parte de mi mandante

4.1. Consideraciones Generales

Del análisis de los hechos realizado en el capítulo 3 ut supra surge claramente que
no existió incumplimiento por parte de mi mandante a las disposiciones establecidas
por la Ley de Defensa del Consumidor. La Disposición que por la presente venimos
a recurrir carece de fundamentación fáctica-legal y por ende constituye un acto
arbitrario e irrazonable, solicitando se lo revoque por contrario imperio.

4.2. EXPRESA AGRAVIOS: Análisis de los supuestos incumplimientos


que se le atribuyen a mi mandante

A continuación, analizaremos uno a uno los agravios vertidos en la Disposición DI-


2022-5932-GCABA-DGDYPC.

Lo resuelto por la Dirección agravia a mi parte por cuanto:

21
4.2.1. PRIMER AGRAVIO: Arbitrariedad e Irracionalidad del Acto
Administrativo – Violación del Derecho de Defensa de mi Mandante

La Dirección multa a LG por infracción al art. 11 de la Ley 24.240 cuando en la


misma Disposición se deja constancia de una orden de servicio que demuestra el
equipo objeto del reclamo se encontraba excluido de garantía ya que poseía la
válvula barrida debido a un defecto en la instalación provocado por un técnico no
autorizado por la firma, un defecto no cubierto por la garantía otorgada al
denunciante en su debida oportunidad.

Al momento de presentar el descargo contra el auto de imputación, mi mandante


solicitó las medidas de prueba transcriptas en el Capítulo de los hechos, a las cuales
brevitis causae nos remitimos. Dichas medidas estaban orientadas a dilucidar la
realidad de los hechos, ya que el relato del denunciante buscaba, a través de su falta
de claridad, confundir a la autoridad respecto de las responsabilidades de las partes
involucradas.

Las medidas de prueba ofrecidas están contempladas dentro del procedimiento


establecido por la Ley 757 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y fueron
ofrecidas en el momento oportuno. El rechazo de dichas medidas constituye un
arbitrario impedimento a mi mandante de su derecho de defensa, máxime teniendo
en cuenta que estamos ante un procedimiento de carácter sancionatorio, dentro de
las facultades penales del derecho administrativo, por lo que debe regir la mayor
amplitud posible en cuanto a medios probatorios, a efectos de evitar incurrir en
resultados injustos.

Los motivos por los cuales rechazó la procedencia de la prueba carecen de


fundamentación adecuada. Con relación a la solicitud de que el denunciante
informe sobre el nombre y las visitas que realizó el instalador, la Dirección resolvió:
DOCUMENTAL EN PODER DE TERCEROS: No ha lugar toda vez que la prueba
carece de vinculación con los hechos controvertidos, debiendo acreditar la oferente

22
las causas de las fallas detectadas en oportunidad de los servicios técnicos
provistos por aquella.
Resulta incomprensible como no puede haber relación entre la información
solicitada por esta parte y los hechos controvertidos, cuando justamente el hecho
controvertido consiste en que el instalador dañó el equipo objeto de reclamo,
produciendo que no cumpliese con las condiciones de garantía establecidas en el
certificado. Los hechos controvertidos justamente eran esos, el grado de
intervención del técnico que instaló el equipo para determinar a quien le cabía
responsabilidad por la falla del mismo.

Como mencionamos en nuestro descargo de imputación y resulta tergiversado en


los fundamentos de la resolución que por el presente venimos a atacar, está parte
no dejó fuera de garantía el equipo porque fue intervenido por terceros, ya que del
Manual del Usuario surge claramente que el cliente debe proceder a la instalación
del equipo, pudiéndolo hacer a través de un servicio técnico de LG o por un tercero,
en este caso poniendo como única condición que se trate de un técnico matriculado.
El servicio técnico de LG estableció que el equipo estaba fuera de garantía por una
mala intervención de terceros, es decir, por un instalación defectuosa del equipo
por parte del instalador, el cual no podemos saber si se trataba de un técnico
matriculado ya que nunca el denunciante informó el nombre ni acompañó
documental respecto de la instalación del equipo.

Es por ello que el pedido de información solicitado resultaba vital para esclarecer
el caso, ya que nos permitiría saber si se trataba de un técnico matriculado y que
grado de intervención habría tenido por el equipo.

Por otro lado, la Dirección rechazó el pedido de informes al servicio técnico Catriel,
servicio oficial de mi mandante, “INFORMATIVA: No ha lugar toda vez que el
servicio técnico a quien se pretende oficiar -Alán Catriel Maynard- es un servicio
técnico oficial dependiente de la empresa sumariada, por tanto bien podría haber

23
requerido de forma directa la información y adjuntar como prueba documental a
su descargo, siendo éste el medio probatorio idóneo.”

Lo mencionado tampoco resulta razonable, ya que mi mandante había acompañado


los informes técnicos emitidos por dicho servicio técnico y lo que se buscaba
acreditar era la veracidad y proveniencia de dichos informes, así como mayor
información, la cual debía ser enviada directamente por el servicio técnico a la
Dirección, siendo el medio de prueba idóneo el pedido de informes.

El organismo menciona en la resolución que: “…Que en el contexto descripto, debe


advertirse que esta Autoridad de Aplicación no se encuentra obligada a
pronunciarse sobre todos los argumentos esgrimidos por la sumariada ni a hacer
referencia a la totalidad de las pruebas ofrecidas, con excepción de aquellas que
tengan relevancia para dirimir la cuestión controvertida”

Si bien esta parte no espera que la Dirección conteste cada uno de sus argumentos
planteados al momento del descargo del auto de imputación, el acto administrativo
no puede limitarse a constituir un conjunto de declaraciones sin fundamento ni
relación con los hechos, tal cómo se realiza en la resolución que por el presente
venimos a apelar. Nótese que se descartan las defensas sin mayor análisis y no se
hace referencia a las pruebas solicitadas por esta parte, las cuales, de haberse
producido, evidenciarían la falta de sustento de las argumentaciones que realiza la
Dirección en su resolución.

Sabido es que el examen de validez del acto administrativo supone siempre un


juicio lógico de comparación entre el acto –y sus elementos– y las normas y
principios aplicables en la materia; es decir, confrontar las exigencias impuestas por
el ordenamiento, en cuanto a los elementos esenciales del acto, con la realidad del
acto administrativo emitido.

24
Bajo estos postulados, cabe sostener que, la validez de todo acto administrativo
queda subordinada a la observancia de determinados requisitos esenciales previstos
en el ordenamiento jurídico aplicable. Entre tales recaudos, se encuentran el
procedimiento, causa y la motivación, los cuales, como V.E. podrá apreciar,
conllevan vicios graves que determinan la nulidad absoluta del acto atacado.

En el acto administrativo que por el presente venimos a recurrir, existen vicios en


el procedimiento, tal como hemos señalado con relación al rechazo de las pruebas
ofrecidas por está parte. La violación del derecho de defensa de mi mandante, al
haberse negado las pruebas solicitadas, vicia la causa y la motivación del mismo,
ya que como señalamos anteriormente, no existe correlación entre los hechos
acreditados en el expediente y la supuesta infracción a la normativa vigente por la
cual se aplica la multa a mi mandante.

La disposición reza: “no acompañó en su descargo prueba ni informe técnico


alguno del cual se desprendan acabadamente las causales por las cuales concluye
que el producto se encontraba excluido de la garantía”, sin embargo, se acompaña
una orden de servicio donde un técnico informa que la exclusión de la garantía legal
se da al momento de la instalación del producto con la defectuosa manipulación del
técnico instalador, por lo que se presupuesta la reparación del producto. ¿Qué otra
documentación debió haber presentado mi mandante? La legislación exige que
quienes revisen los equipos sean técnicos capacitados para reparar los mismos, es
decir, gente habilitada a tal fin, tal como lo es el servicio técnico Catriel Maynard.

El organismo descarta sin más el informe técnico por no resultar suficiente, cuando
es un informe técnico emitido por un servicio técnico habilitado por el mismo
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a su vez, rechaza la prueba
informativa que ampliaría la información técnica. El funcionario actuante al parecer
sabría más sobre equipos que un técnico habilitado, lo que como V.E. podrá apreciar
es irrazonable y carece de toda lógica fáctico-jurídica.

25
En primer lugar, la interpretación de lo contenido en la orden de servicio por parte
del organismo resulta tendenciosa y busca sancionar a mi mandante para forzarlo a
pagar una multa que no corresponde. El servicio técnico consignó que el producto
presento la falla debido a la incorrecta manipulación del instalador interviniente
(externo a la firma) y que al determinarlo, presupuesto la reparación de la unidad,
por lo que cumplió claramente con el supuesto del art. 11 de la Ley 24.240 respecto
de la Garantía legal, para el supuesto de equipos excluidos fuera de la garantía.

Al respecto, recientemente la CSJN estableció: "...los jueces deben ser cuidadosos,


aun en este tipo de procesos, de instruir y resolver las causas, sin incurrir en un
excesivo rigor formal que menoscabe las garantías constitucionales (arg. Doct.
Fallos: 324:1924, entre otros)." (Dr. Rosatti, según su voto) - CSJ 692/2017/CSJ –
“Municipalidad de Berazategui c/ Molinos Río de la Plata S.A. s/ apremio” – CSJN
– 27/09/2018

En otra oportunidad, la CSJN estableció: "… tal criterio admite excepción cuando
media apartamiento de las constancias de la causa, o cuando el examen de aquellos
requisitos se efectúa con injustificado rigor formal que afecta la garantía de
defensa en juicio, máxime cuando la decisión en recurso causa un agravio de
imposible o insuficiente reparación ulterior (doctrina de Fallos: 320:1821;
324:3645; 330:1008, 1222 y 4664, entre otros).” (CSJ 736/2013 (49-B)/CS1 -
"Recurso de hecho deducido por la actora en la causa Banco Comercial Fondo de
Recuperación Patrimonial Bancario c/ Leipark International Corporation s/
incidente de verificación de crédito" – CSJN – 18/09/2018)

La resolución en crisis hace presunciones sin fundamento ya que el dictamen


técnico determino específicamente que el equipo se encontraba excluido de garantía
por una intervención defectuosa del instalador ajeno a la red de servicios técnicos
de LG que contrato el consumidor. Hacer una presunción a favor del consumidor
basándose únicamente en sus propias declaraciones constituye una violación al

26
derecho de defensa de mi mandante. Multar a una Empresa basándose únicamente
en dichos (sin prueba alguna y teniendo una orden de servicio que prueba lo
contrario) constituye un accionar ilegal y en detrimento del derecho de defensa de
mi mandante.

Esta parte no ignora el principio in dubio consumidor, pero este no puede llegar al
extremo de basarse únicamente en los dichos del consumidor y descartar las pruebas
acompañadas y ofrecidas por las empresas. De lo contrario, poco sentido tendría el
procedimiento establecido por la Ley de Defensa del Consumidor, ya que la sola
acusación por parte de un consumidor valdría como fundamento para sancionar a
una empresa, lo cual no sólo es contrario a la ley sino que se aleja de los principios
que motivaron la misma.

En tal sentido la jurisprudencia ha establecido:

“Sabido es que para que el interesado pueda ejercer su derecho de defensa en


forma adecuada es necesario que la Administración explique cuáles han sido las
pautas que, en el caso concreto, determinaron la imputación. Esto no es ni más ni
menos que la sujeción al requisito de motivación que deben cumplir todos los actos
administrativos y que, en el ámbito local, se encuentra previsto expresamente en el
art. 7, inciso e, de la ley de procedimientos administrativos…La Corte Suprema de
Justicia de la Nación tiene dicho que si bien no existen formas rígidas para el
cumplimiento de la exigencia de motivación explícita del acto administrativo, la
que debe adecuarse, en cuanto a la modalidad de su configuración, a la índole
particular de cada acto administrativo, no cabe la admisión de formas carentes de
contenido, de expresiones de manifiesta generalidad o, en su caso, circunscribirla
a la mención de citas legales, que contemplan sólo una potestad genérica no
justificada en los actos concretos (conf. Fallos, 314:625) (CSJN, por remisión al
dictamen del Procurador General, en Lema, Gustavo Atilio c/Estado Nacional
Ministerio de Justicia de la Nación s/juicios de conocimiento en general, del
14/06/01, Fallos, 324:1860).” (Cámara de Apelaciones en lo Contencioso

27
Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires - Sala III, Garbarino y
Otros c/GCBA s/Otras Causas con Tramite Directo ante la Cámara de Apelaciones,
voto en disidencia Dra. Gabriela Seijas, IJ-LXXVIII-576)

El rechazo de la prueba ofrecido por esta parte en el procedimiento sancionatorio


así como la total falta de fundamentación y coherencia tanto del auto de imputación
como de la Disposición que impone la multa, constituye una violación a la defensa
en juicio de mi mandante. La defensa en juicio en el procedimiento administrativo
no sólo funciona como una garantía para el particular, sino que al propio tiempo
permite asegurar la eficacia de dicho trámite, en el que se encuentra comprometido
el interés público. Asimismo opera como mecanismo de mejoramiento de la
actividad de la Administración (cfr. SCBA LP B 58996 RSD-132-15 S 06/05/2015
Juez HITTERS (OP), “Loncan, Raúl Alberto c/ Banco de la Provincia de Buenos
Aires s/ Demanda contencioso administrativa”, cfr. CCASM causa n° 4886, sent.
del 3/3/16).

Por las razones expuestas, solicitamos que V.E. declare la nulidad absoluta de la
Disposición, en tanto carece de los requisitos intrínsecos que debe contener todo
acto administrativo, dejando sin efecto la multa impuesta, así como los daños
punitivos fijados y la publicación ordenada.

- SEGUNDO AGRAVIO: - Inexistencia de Violación al Art. 11 de la Ley


de Defensa del Consumidor.

En principio, cabe señalar que mi mandante ofrece con los equipos una garantía de
reparación por un plazo de 12 meses, es decir, superior al establecido por la ley.

Dicha Garantía está condicionada al cumplimiento de determinadas condiciones y


prevé, como todo contrato entre partes, ciertas causales de exclusión. En el
Certificado de Garantía de Reparación se detallan claramente las causales de
exclusión de la garantía, a saber:

28
- Uso del Producto impropio o distinto al uso doméstico.
- Exceso o caída de tensión eléctrica.
- Intervención del Producto por terceros y/o por personal no autorizado por LG
ELECTRONICS ARGENTINA S.A.
- Instalación del Producto sin respetar las especificaciones técnicas informadas en
el MANUAL DE INSTALACIÓN
- Roturas, golpes, ralladuras, caídas o accidentes de cualquier índole.
- Mojaduras, inundaciones, incendios, terremotos, tormentas eléctricas, catástrofes
naturales.
- Transporte del Producto por terceros ajenos a LG o a los Servicios Técnicos
autorizados.
- Conexión del Producto a redes eléctricas o a otros dispositivos electrónicos no
aptos a tal efecto.
- Conexión de otros artefactos eléctricos al Producto.
- Ingreso de plagas o fauna dentro del Producto.

El servicio técnico Oficial de LG corroboró que el equipo fallaba porque había


sido erróneamente manipulado por el instalador (ajeno a la red de servicios técnicos
oficiales brindados por mi mandante) al momento de la instalación de la unidad por
lo que resulta injustificado el incumplimiento que se intenta endilgar a mi
mandante.

Respecto de la garantía legal ofrecida por mi mandante, es clara al prever que, para
realizar las reparaciones de las unidades, en primer lugar debe constatarse el estado
de funcionamiento del producto y determinar si efectivamente se encuentra dentro
de las condiciones de garantía o bien excluido como en el presente caso. Para el
primer supuesto, mi mandante procederá con la reparación sin costo o bien el
ofrecimiento que corresponda dependiendo de la falla que manifieste. Para el
segundo supuesto, dado que el equipo no reúne las condiciones que informa la

29
garantía legal, se procederá con la reparación, pero deberá abonar el costo de la
misma el consumidor.

Atento a que en ambas oportunidades, los denunciantes se negaron a aceptar el


presupuesto de reparación, el equipo no fue reparado. El técnico interviniente
entregó al denunciante un presupuesto de reparación en donde constaba el motivo
de la falla y que el mismo se encontraba fuera de garantía de reparación,
determinando además el trabajo a realizar y el valor correspondiente. Todo ello en
conformidad además con los arts. 4 y 15 de la LDC.

Tal es así que no se puede pretender que mi mandante deba reparar y/o cambiar un
equipo que se encontraba excluido de la garantía sin cargo, contrario a lo
establecido en la ley y/o el certificado de garantía. Debe tenerse en cuenta que se
ofreció reparar habiendo sido dañado por personal ajeno al autorizado por mi
mandante y dicha reparación no se concretó por el rechazo del consumidor.

En la resolución en crisis, la Dirección continua mencionando erróneamente que:


“no lograron demostrar fehacientemente haber cumplido los deberes inherentes a
la relación de consumo entablada con quien denuncia, esto es, responder a la
expectativa generada en el contratante de que se efectúe la reparación del producto
nuevo de manera definitiva.” Bien como ya hemos venido informando, se
realizaron reiteradas revisiones, por lo que conforme surge de las Ordenes de
servicio de fechas 11 de junio de 2021 y 29 de marzo de 2022 (que fueron adjuntas
al expediente), se acredita en las mismas la causal de exclusión de garantía,
haciendo una clara especificación del trabajo defectuoso realizado por el instalado,
la pieza que daño y detallando cada una de las tareas y partes necesarias para la
reparación junto con el valor que les correspondía.

La realidad es que si el equipo fue mal manipulado al momento de la instalación,


se encuentra fuera de garantía y por ende, correspondería al denunciante hacerse
cargo de una eventual reparación. Sin perjuicio de ello y a pesar de lo que hemos

30
venido mencionando, en ningún momento el servicio técnico oficial de mi
mandante reparo la unidad (por la negativa del denunciante), solo se limitó a
proveer las piezas al consumidor y la entrega de las mismas se realizó de forma
gratuita tal como lo ha mencionado a nuestro mandante el técnico Catriel. Es así
como, a pesar de encontrarse excluido de garantía mi mandante otorgo de forma
gratuita la pieza al consumidor. Debemos agregar que no surge del expediente,
constancia aportada por el Sr. Videla que acredite efectivamente el presupuesto por
dicha pieza o bien el cobro de la misma. Por lo que la Dirección realiza un vago
análisis en cuanto a este supuesto dando por sentado un hecho que el consumidor
no pudo acreditar con la documentación que lo respalde, incurriendo así en un acto
completamente arbitrario.

Asimismo, en cuanto a la instalación de la unidad específicamente cabe mencionar


que mi mandante no interviene en la comercialización de los productos, dado que
la oferta de los mismos es realizada exclusivamente por los comercios vendedores.
Tal como surge del manual de instalación y en la garantía, tanto la brindada con el
producto como la que figura en la página web de LG
(https://www.lg.com/ar/soporte/garantia) en la parte correspondiente a soporte
técnico, la instalación del equipo corre por cuenta del cliente. Por su parte, LG no
realiza la recomendación de instaladores o técnicos matriculados ajenos a la
empresa, únicamente requiere que la instalación sea realizada por un técnico
matriculado, con conocimiento en la instalación de aires acondicionados.

El art. 11 de la LDC reza: “Garantías. Cuando se comercialicen cosas muebles


no consumibles conforme lo establece el artículo 2325 del Código Civil, el
consumidor y los sucesivos adquirentes gozarán de garantía legal por los defectos
o vicios de cualquier índole, aunque hayan sido ostensibles o manifiestos al
tiempo del contrato, cuando afecten la identidad entre lo ofrecido y lo
entregado, o su correcto funcionamiento...La garantía legal tendrá vigencia por
TRES (3) meses cuando se trate de bienes muebles usados y por SEIS (6) meses
en los demás casos a partir de la entrega, pudiendo las partes convenir un

31
plazo mayor. En caso de que la cosa deba trasladarse a fábrica o taller
habilitado el transporte será realizado por el responsable de la garantía, y serán
a su cargo los gastos de flete y seguros y cualquier otro que deba realizarse
para la ejecución del mismo.”

En el caso de autos mi representada no incumplió tales obligaciones, así como las


restantes obligaciones que le caben en su carácter de fabricante. El denunciante fue
asistido por el Servicio Técnico brindado por LG en donde se determinó que el
equipo se encontraba excluido de la garantía. Si no se procedió a la reparación del
equipo fue porque el Sr. Videla rechazó el presupuesto de reparación.

Debemos agregar además que en el presente caso el Sr. Videla al tomar contacto
con el área de asistencia técnica, recibió inmediatamente un técnico calificado para
revisar el producto y determinar la falla, tanto en la etapa previa como durante la
instancia conciliatoria.

No puede achacársele a mi mandante una conducta que no existió y que surge


claramente de los hechos relatados por el denunciante, reconocidos en las
audiencias y sustentada por las pruebas documentales acomopañadas.

Mi mandante tuvo conocimiento de los erróneos trabajos realizados por el


instalador, tanto al momento de la instalación como luego de ello, el cual continuó
intentando subsanar su error inicial realizando sucesivas reparaciones. Destacamos
si no bastara lo anterior que, cuando el Sr. Videla realizó su denuncia manifestando
que el Aire Acondicionado se encontraba fallando, el representante legal de LG
ofreció (previo y durante la audiencia conciliatoria) la reparación del equipo con
costo a cargo del denunciante.

Es decir que, a pesar de las reiteradas manipulaciones erróneas realizadas por el


técnico instalador, LG estaba en condiciones de tomar las medidas para solucionar
el reclamo del denunciante. Sin embargo, el Sr. Videla rechazó la propuesta de la

32
Empresa. Si el Denunciante hubiera querido solucionar su reclamo, hubiera
aceptado la oferta que LG realizó durante la etapa conciliatoria.

Queda en consecuencia en evidencia que no ha habido infracción alguna de mi


representada respecto de sus obligaciones como fabricante que amerite la
imputación efectuada en autos ni la aplicación de sanción alguna. Por las razones
expuestas, no existió incumplimiento al art. 11 de la LDC.

Por lo expuesto, solicito a V.E. que revoque la Disposición y deje sin efecto la
sanción por evidente error impuesta a mi mandante.

4.2.2. TERCER AGRAVIO: Agravia también a mi representada que la


Dirección considere que en este caso ha existido un Daño directo
reparable en los términos previstos en el Artículo 40 bis de la ley
24.240 por no haber sido acreditados los daños a cuyo pago se
condenó a mi representada.

Para resultar susceptibles de reparación los daños deben ser ciertos, actuales y estar
acreditados en las actuaciones cosa que no ocurre en el caso de autos.

Note V.E. que la Dirección no es ajena a las normas básicas que rigen todo proceso
y mucho menos puede abstraerse de ellas cuando intenta ejercer facultades
jurisdiccionales como ocurre cuando pretende fijar el monto de una reparación,
situación en la que no puede apartarse de los elementales principios que rigen el
sistema de reparación de daños fijado en nuestro ordenamiento civil que exige que
para ser susceptible de reparación (resarcible) el daño sea cierto.

33
Al respecto se ha dicho que, para ser presupuesto de responsabilidad civil, el daño
debe ser resarcible y para ello, “debe ser: cierto, subsistente, personal del
reclamante, y afectar un interés legítimo del damnificado”.9

En sentido concordante, la jurisprudencia tiene dicho que: “El daño resarcible debe
ser cierto, y no meramente eventual o hipotético.”10

Cierto, significa que debe ser constatado aún cuando se trate de daño futuro.
También se debe poder determinar su monto. “No se tiene en cuenta el daño
eventual, hipotético o meramente conjetural.”11

En el caso que nos ocupa, la cuantificación del daño directo resulta completamente
exorbitante. Con el daño directo impuesto, no solo se pretende cubrir el supuesto
daño patrimonial sufrido por el denunciante, sino que se pretende indemnizarla de
manera integral.

La Dirección pretende que esta parte abone a la denunciante una suma irracional y
desproporcionada por un supuesto daño que no corresponde.

Resulta irrazonable que se sancione a mi mandante con abonar una suma en


concepto de daño directo cuando dicho “daño” no cumple con los requisitos
necesarios para la configuración del daño directo:

a) La existencia de una acción u omisión antijurídica: En este caso no ha


habido una violación a la Ley 24.240 por parte de mi mandante, por lo que
no existe Antijuridicidad, requisito necesario para el daño directo. Al no
haber antijuridicidad, no se configura el daño directo, pues el ejercicio

9
BUSTAMANTE ALSINA, J., ob. cit., pág. 168.
10
CNCiv. Sala A, LL 90-484, Cam 2ª. Apelaciones de La Plata, LL 56-134 y JA 149-IV, 298.
11
Conf. Pastorino, Leonard Fabio, El daño al ambiente.

34
regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no
puede constituir como ilícito ningún acto.
b) Un daño resarcible: el daño directo debe estar dado por los perjuicios
materiales sufridos por el consumidor en los bienes objeto de la relación de
consumo. Aquí no se ha producido un daño resarcible probado e imputable
a mi mandante. No hay prueba de daño alguno, ni que el mismo sea
imputable a LGEAR.

De lo anterior se sigue que el daño directo es el perjuicio susceptible de apreciación


pecuniaria causado directamente en las cosas del dominio del damnificado.

De allí que para condenar a abonar una reparación en concepto de daño directo, la
Dirección debe establecer la configuración en el caso de todos los elementos de la
responsabilidad civil y especialmente con relación al daño, determinar su justa
cuantía en base a las pruebas aportadas en las actuaciones, cosa que no hizo en este
caso.

Esto último porque la Dirección carece de competencia para condenar al pago de


daño moral o cualquier otro daño que exceda el “DANO DIRECTO” único que
tiene facultades para establecer en base a los elementos aportados en el expediente.

Al respecto la jurisprudencia ya tiene dicho que “el resarcimiento del supuesto


daño moral, identificado como el "daño directo" indemnizable por la Dirección
General de Defensa y Protección de Consumidores y Usuarios, no está
contemplado en el art. 40 bis de la Ley 24.240 (añadido por el art. 16 de la Ley
26.361), que si bien alude al daño ocasionado al consumidor o usuario sobre sus
bienes o su persona, lo condiciona a que sea "susceptible de apreciación
pecuniaria". Tal requerida susceptibilidad de apreciación pecuniaria, esto es en
dinero ("Pecuniario. Relativo al dinero.|| Que consiste en dinero", reza el
"Diccionario de Ciencias Jurídicas...", dirigido por De Santo, Ed. Universidad
1999, pág. 661), común denominador de los daños patrimoniales que los cuantifica

35
(confr.: Zannoni, "El daño en la responsabilidad civil", 2da. ed., pág. 222, nº 64),
indica que la norma se refiere a los perjuicios de esta última índole.” 12“

En el mismo sentido se ha dicho que: “El “daño directo” contemplado en el art.


40 bis de la Ley 24240 —añadido por el art. 16 de la Ley 26.361—, sólo
comprende a los daños patrimoniales que el consumidor o el usuario sufren sobre
sus bienes o su persona, no encontrándose incluido dentro de ese concepto el
daño moral, el que es consustancialmente ajeno a la órbita de dicha norma.”13

“Así, existen daños a la persona susceptibles de valuación monetaria por afectar


indirectamente el patrimonio de ella -v. gr., la incapacidad física sobreviniente
generadora de privación de ganancias- y otros que, en cambio, no lo son, como
acontece con el daño moral por recaer él en el ámbito puramente espiritual. Por
cierto que estos últimos también son indemnizables (arts. 522 y 1078 Cód. Civ.),
mas no como "daño directo" del art. 40 bis ley cit. y dentro entonces de la órbita
de actuación de la autoridad administrativa dedicada a la protección de
consumidores y usuarios, sino como fruto de las acciones de responsabilidad civil
que ellos conservan al margen de las actuaciones administrativas y a ser deducidas
y sustanciadas en sede judicial (arts. 52 y sgts. de la L.D.C.).”-14

Por todo lo expuesto precedentemente, corresponde la revocación de la condena a


que mi parte abone suma alguna al Denunciante por este concepto.

12 Expte. N° 6 /2011 - "Iglesias, G. E. c/ Advance Speedy de Telefónica de Argentina S.A. y Telefónica de


Argentina S.A. s/ Denuncia Ley de Defensa del Consumidor" – CÁMARA DE APELACIONES DE
TRELEW (Chubut) - SALA A – 15/03/2011
13 Cámara de Apelaciones de Trelew, sala A Ramos Yusef, L. M. c. Advance Speedy de Telefónica de

Argentina S.A. y Telefónica de Argentina S.A. • 27/07/2010,Publicado en: La Ley Online Cita online:
AR/JUR/95795/2010
14Expte. N° 6 /2011 - "Iglesias, G. E. c/ Advance Speedy de Telefónica de Argentina S.A. y Telefónica de
Argentina S.A. s/ Denuncia Ley de Defensa del Consumidor" – CÁMARA DE APELACIONES DE
TRELEW (Chubut) - SALA A – 15/03/2011

36
Subsidiariamente, y para el caso –que desde ya descarto-, que V.E. considere que
corresponde la aplicación de dicho instituto, solicito se reduzca sustancialmente el
importe del daño directo de modo que guarde razonable proporción con el supuesto
perjuicio y con la real responsabilidad que a mi parte le cabría en dicha infracción.

5. IRRACIONALIDAD DEL MONTO DE LA SANCIÓN IMPUESTA

Por último, aún cuando V.E. desatendiese los argumentos esgrimidos y considerase
que la multa impuesta por la autoridad de aplicación es procedente, resulta
agraviante a esta parte la desproporción de la sanción impuesta con relación a la
falta que se imputa a mi mandante.

Mediante la Disposición en crisis la Dirección aplicó a mi representada una multa


de CIENTO VEINTICINDO MIL ($ 125.000.-), como consecuencia de la supuesta
violación por parte de mi mandante de lo previsto en el Artículo 11 de la ley 24.240.

Ya hemos analizado que no existió incumplimiento alguno de mi mandante a dicho


precepto, pero aún en el eventual e hipotético caso que V.E. considerase que existió
incumplimiento, la multa resulta por demás irrazonable y excesiva, teniendo en
cuenta las circunstancias del caso y los parámetros establecidos en la normativa
aplicable.

El principio de proporcionalidad de la sanción no puede interpretarse aisladamente


sino que también necesariamente debe correlacionarse con el principio de
razonabilidad de todos los actos de gobierno, condición que se desprende del art. 1
de la Constitución Nacional, en cuanto el mismo prevé un sistema republicano de
gobierno. Los actos del poder público no pueden ser irrazonables, y la
desproporción en la aplicación de la sanción es una forma de irracionabilidad.

En este sentido la doctrina ha entendido que:

37
“Los actos estatales deben ser no sólo adecuados a derecho por conformarse a las
previsiones legales sino que, también, y tal vez con mayor énfasis, deben ser
racionales, porque un acto carente de razonabilidad de ninguna manera puede
sostenerse que es adecuado a derecho en un régimen republicano de gobierno
como el que prescribe nuestra Constitución Nacional.”15

La razonabilidad se configura así, mediante la adecuada proporción entre la


afectación del bien jurídico tutelado por la norma y la sanción impuesta al
responsable de la infracción.

Note V.E. que la sanción impuesta resulta desde todo punto de vista irrazonable,
por cuanto no guarda la menor proporción con la infracción imputada, además de
ser arbitraria por no estar adecuadamente fundada.

Si bien la sanción impuesta a mi mandante se encontraría -prima facie- dentro de


los límites contemplados en la ley su aplicación - aún en el poco probable caso de
que V.E. considerara que la conducta de mi representada infringió la ley 24.240,
cosa que una vez más negamos por las razones expuestas anteriormente - resultaría
absolutamente excesiva, en atención a la inexistencia de perjuicio para el
consumidor atribuible a la presunta falta, la inexistencia de beneficio alguno
obtenido por mi representada como resultado de los hechos aquí expuestos, la
ausencia de intencionalidad, de riesgos, de perjuicios sociales derivados de la
presunta infracción y la inexistencia de antecedentes de mi mandante por
infracciones de este tipo.

Asimismo, la sanción resulta ser absolutamente arbitraria por cuanto al establecerla,


el órgano administrativo se limitó a realizar una enumeración abstracta de los
parámetros que supuestamente habría tenido en mira al graduar la multa, omitiendo

15
Diaz Vicente O. Diaz Siero, Horacio D. “Los delitos de bagatela y la llamada sanción de
clausura en la ley 11.683”, Revista Impuestos, XLIX-B-1649.

38
sin embargo indicar con claridad cuál o cuáles de ellos han sido tenidos en cuenta
o resultaron aplicables al caso a la hora de decidir su quantum.

En este sentido, la jurisprudencia del fuero ha resuelto “Que en cambio resulta


arbitrario el quantum de la multa, pues enumerar en abstracto los rubros que
supuestamente fueron evaluados para determinarlo, sin tener en cuenta el hecho
de que la actora no percibió el cargo, lo que lleva a que no pueda considerarse
válido el argumento del perjuicio ocasionado a los consumidores o la cuantía del
beneficio obtenido, importa tanto como no haber fundado adecuadamente el
quantum de la sanción…En efecto, la sanción no está sustentada suficientemente
en los hechos y el derecho aplicable, en la medida que hay una ausencia del
confronte de las contravenciones, atribuidas y la medida de la multa ni explayadas
las razones en su motivación (art. 7°, inc. e, LNPA). En este orden de ideas, si se
considera discrecional la determinación del tipo de sanción y su quantum (cfr.
Comadira, Julio Rodolfo: El exceso de punición y su incidencia sobre la validez
del acto administrativo, en "Revista de Derecho Administrativo", N° 4, pp. 273 y
sigs., reproducido en Derecho Administrativo, 1ª Ed., Buenos Aires, 1996, pp. 73 y
sigs.), consecuentemente, más fundamentación es necesaria para excluir la
arbitrariedad…De tal manera, esa ausencia de razón suficiente en el que se
sustenta el monto de la multa, configura la existencia de un exceso de punición.
Como se ha dicho, la razonabilidad implica congruencia, proporción, adecuada
relación de medio a fin y que el exceso identifica lo irrazonable (Marienhoff,
Miguel S.: El exceso de punición como vicio del acto administrativo, La Ley, 1989-
E, 989. Sesín, Domingo Juan: Administración Pública. Actividad reglada,
discrecionalidad y técnica, Buenos Aires, 1994; p. 298). Y, en tal sentido, "el exceso
de punición es producto, antes que de una falta de proporcionalidad entre la causa
y objeto del acto (entre la conducta y la sanción a ella imputada), de una ausencia
de proporcionalidad entre el objeto y la finalidad de éste", por lo que aquélla
importaría "una violación del principio recogido en el art. 7°, inc. f; párr. in fine,
de la ley de procedimientos administrativos, que expresamente establece que las
medidas que el acto involucre deben ser proporcionalmente adecuadas a las

39
finalidades que resulten de las normas que asignan las facultades pertinentes al
órgano emisor" (Comadira, Julio Rodolfo: "El exceso de punición y su incidencia
sobre la validez del acto administrativo", en Revista de Derecho Administrativo,
N° 4, pp. 273 y sigs., reproducido en Derecho Administrativo, Buenos Aires, 1996,
pp.73 y sgis.)16 .

Por los motivos expuestos, para el improbable caso de que V.E. considere que
corresponde la aplicación de la sanción de multa a mi mandante, solicito desde ya
su reducción dentro de límites razonables.

6. CASO FEDERAL

En virtud de encontrarse comprometidos en estas actuaciones los derechos de


propiedad (artículos 14 y 17 de la Constitución Nacional), como así también el
derecho de defensa en juicio (artículo 18 de la Constitución Nacional) y el principio
de legalidad (artículo 19 de la Constitución Nacional), planteamos, desde ya, el caso
federal y formulamos la reserva de ocurrir ante el máximo tribunal de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires así como también la Corte Suprema de Justicia de la
Nación por la vía del recurso extraordinario (artículo 14 de la Ley Nro.48 y
jurisprudencia del más Alto Tribunal) para el improbable caso de que se dictara –
aún sin derecho - una resolución adversa a las pretensiones de mi parte.

7. AUTORIZA

Autorizo expresamente a la Dra. Yadisernia Agustina, y/o a Nicolás Expósito,


D.N.I. 40.480.101, a tomar vista de las actuaciones, retirar copias, notificarse,
extraer fotocopias, dejar notas, diligenciar oficios, mandamientos o exhortos y todo
otro trámite que no requiera expresamente la actuación de letrado o legitimado.

16
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, sala I, 21/10/2008,
Banco Credicoop Coop. Ltdo. c. D.N.C.I. - disp. 922/06

40
8. PRUEBA

(i) DOCUMENTAL

Acompañamos al presente:

Anexo I: Copia del poder judicial y administrativo a nuestro favor;


Anexo II: Copia de las órdenes de servicio de fecha 11 de junio de 2021 y 29 de
marzo de 2022;
Anexo III: Copia de la Disposición PV-2022-21421757-GCABA-DGDYPC

(ii) DOCUMENTAL EN PODER DE TERCEROS

- Para el eventual caso que la Dirección General de Defensa y Protección del


consumidor no acompañe el Expediente N° DGDyPC-988/2022
“VIDELA, Santiago C/ LG ELECTRONICS ARGENTINA S.A. y
otros”, solicitamos se libre oficio a dicho organismo para que remita las
mencionadas actuaciones al Juzgado a fin de incorporarlas al presente
expediente.

(iii) PERICIAL

Se designe un perito mecánico especializado en aires acondicionados para que,


inspeccionando el equipo objeto de reclamo, responda las siguientes preguntas:

1. Describa el estado general del equipo;


2. Informe si a su leal saber y entender, el equipo se encuentra correctamente
instalado, conforme las especificaciones del manual de instalación y del
usuario;

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3. Informe si el equipo presenta válvula “barrida” e informe que consecuencias
acarrea para el equipo el daño en dicha válvula;
4. Informe si a su leal saber y entender presenta señales de intentos de
reparación y/o modificaciones de su estado original.
5. Informe si el equipo funciona correctamente.

9. PETITORIO

Por todo lo expuesto, solicito:


1. Tenga por ratificado el domicilio oportunamente constituido a los fines de
estas actuaciones.
2. Tenga por fundado en legal tiempo y forma el recurso de apelación
interpuesto en esta misma pieza.
3. Tenga por mantenida la reserva del caso federal.
4. Se provea sobre las medidas de prueba solicitadas;
5. Oportunamente se dicte sentencia revocando la Disposición en todas sus
partes y eximiendo a mi representada de toda sanción y dejando sin efecto
la condena al pago del “daño directo” establecido por la Dirección.

Proveer De Conformidad,
Será Justicia

Ignacio Meroni
Abogado
T 74 F 881 CPACF

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