Está en la página 1de 34

PROMUEVE JUICIO DE DAÑOS Y PERJUICIOS

SEÑOR JUEZ:

Marcelo DAVIDOVICH, titular del DNI 36.686.969, con


domicilio real en la calle San Luis 3100, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, por derecho propio, con el patrocinio letrado de los Dres.
Damián Rodrigo PIZARRO, Tº119 Fº376 CPACF, y Sabrina Verónica
VÁZQUEZ PAEZ, T° 126 F°804 CPACF, constituyendo domicilio
conjuntamente en la calle Av. Corrientes 1485, piso 8° “Y” (Zona de
Notificaciones 107), de la misma Ciudad, a V.S. nos presentamos y
como mejor resulte en derecho decimos:

I.- DENUNCIAN IDENTIFICACIÓN ELECTRÓNICA JUDICIAL


CONSTITUYEN DOMICILIO AB LITEM
1. Que, a efectos de dar cumplimiento a la Acordada N°
3/15 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, venimos en legal
tiempo y forma a denunciar la Identificación Electrónica Judicial del Dr.
Damián Rodrigo PIZARRO, Tº119 Fº376 CPACF, CUIT 20-24799668-
1, e-mail: drpizarrodamian@gmail.com, y la Dra. Sabrina Verónica
VÁZQUEZ PAEZ, T°126, F°804 CPACF, CUIT 27-27027253-9, e-mail:
sabrivazpa@gmail.com; solicitando desde ya a V.S. se diligencien las
notificaciones a que hubiere lugar en los presentes obrados a dichos
domicilios electrónicos (Cfr. Acordada N° 3/15, punto 10).
2. Que, asimismo, y por expreso imperativo procesal (Cfr.
CPCCN, art. 40 y concordantes), venimos a constituir Domicilio Ab
Litem en Avenida Corrientes N° 1485, Piso 8°, Oficina “Y” de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (Zona de Notificación 0107).
II.- OBJETO

1. Que en el carácter supra invocado, venimos en legal


tiempo y forma a interponer formal Demanda por Daños y Perjuicios
contra:

1.1.- Transportes Automotores PLUSMAR S.A., CUIT 30-57.733.887-2,


con domicilio en Av. Pedro De Mendoza 3453, piso 2°, de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.-

III.- MEDIACIÓN PREVIA - ACREDITA CUMPLIMIENTO

1. Que esta Parte ha cumplimentado con los recaudos


exigidos por el artículo 1° de la Ley N° 26.589; habiendo sometido su
pretensión al Proceso de Mediación Previa.-

2. En consecuencia, y a efectos de cumplimentar con la


exigencia del artículo 2° de la referida Ley N° 26.589, venimos a
acompañar el Acta que da cuenta del fracaso del Proceso de Solución
Alternativa de Conflictos; solicitando así a V.S. tenga por
cumplimentado dicho recaudo de Admisibilidad de la Acción.-

3. Asimismo, esta parte ha cumplido con el artículo 2° de


la Ley 26.993 del Sistema de Resolución de Conflictos en las
Relaciones de Consumo, para lo cual se adjuntan a la presenta las
correspondientes Actas de Audiencia.-

IV.- CITACIÓN EN GARANTÍA

Como no escapará a V.S., el instituto procesal previsto


por el artículo 118 de la Ley N° 17.418 supone “…el ejercicio de un
derecho propio del damnificado que cierra el circuito tripartito de
vínculos. Y ese derecho se apoya en dos presupuestos: a) un contrato
—de seguro— del que arranca el tercero para traer al asegurador al
proceso, ligamen este en el que se ha convenido una obligación —a
cargo del asegurador— que tiene por objeto una prestación de doble
indemnidad: el asegurador debe mantener indemne al asegurado en la
medida de la deuda al tercero, y la forma de poner en juego esa
'indemnidad', es la extinción de la deuda para reparar el daño concreto;
y b) una deuda de responsabilidad que da origen a la exigencia de
actividad del asegurador, que tiene en miras evitar que el asegurado
sufra un perjuicio concreto en su patrimonio…” (Cfr. COMPIANI, María
F, “El asegurador del responsable como Parte Procesal en el Proceso
de Daños promovido por el damnificado”, LLBA 2014 [noviembre],
1091).-

V.- DERECHO

Fundo mi derecho en la ley Nº 2692 de la Ciudad de


Buenos Aires, Decreto Nº 228/2016, Resolución 76-E/2016 del
MINISTERIO DE TRANSPORTE, los artículos 4° y 8° bis de la Ley
24.240, el art 42 de la Constitución Nacional, falta de información cierta
y detallada; y trato digno, art. 9 y 12 inc. k, art 14 inc. e y art 20 de la
Ley N° 22.802 por la violación de prohibiciones en la LEY DE LEALTAD
COMERCIAL, art 1770 y ss del Código Civil y Comercial; Doctrina y
Jurisprudencia aplicables al caso y citadas por esta Parte a lo largo de
la presente Demanda.-

VI.- COMPETENCIA

La ley de defensa del consumidor, no determina ni


fija la competencia en razón de la materia, sino que ello quedará
definido en virtud de la naturaleza de la cuestión involucrada en
cada proceso, existiendo una diversidad de materias que son
atravesadas por el derecho del consumidor.

En este caso en particular se persigue la reparación


de daños y perjuicios por incumplimiento contractual derivada de la
pérdida de una valija que se encontraba en el interior de un
micrómnibus de la demandada. Si bien el nuevo Código Civil y
Comercial unificado derogó el artículo 7 del código de Comercio
vigente hasta agosto de 2015, la competencia asignada la dispone
el Decreto Nº 1285/58 de Organización de la Justicia Nacional
que expresa que los jueces nacionales de primera instancia en lo
comercial de la Capital Federal conocerán en todas las cuestiones
“regidas por las leyes mercantiles cuyo conocimiento no haya sido
expresamente atribuido a los jueces de otro fuero”. Siendo ello así,
resulta competente para entender en esta demanda la justicia
nacional en lo comercial pues hace al giro habitual de una empresa
de transporte de persona por tierra, resultando el carácter
mercantil para todos los contrayentes que quedan sometidos en
razón del acto de comercio de una de las partes a las leyes de
la materia. En relación a la competencia territorial y por tratarse de un
incumplimiento contractual sustentado en la ley Nº 24240 originado
por el propio consumidor VS es competente en las presentes
actuaciones por ser esta jurisdicción el lugar del domicilio del
demandado. “La competencia prorrogable por excelencia es aquella
establecida por el territorio. Si la ley ha instaurado diversas
demarcaciones con jueces competentes dentro de cada una de
estas, ha sido para mayor provecho de los justiciables, en el sentido
de poder reclamar justicia más fácilmente, por los mayores gastos,
esfuerzos, riesgos y pérdidas de tiempo que consumirían los
traslados a más grandes distancias. Ello así, es coherente que los
justiciables a quienes se les ha concedido ese beneficio de las
diversas demarcaciones puedan usar de él de la manera que
consideren más conveniente (arg. arts. 959, 1021, 1061 y 2651,
CCyC), aunque sin abusar de él (arts. 10 y 11, CCyC).” (Sosa,
Toribio Enrique. La competencia del juez del domicilio del consumidor
demandado es relativamente prorrogable, El Derecho, pág. 274,
31/08/2017, nro. 14.256).-

VII.- HECHOS

Que el 14 de septiembre de 2018 viajamos junto a mi


esposa, la Sra. Raquel BERG, DNI. 39.207.854, y nuestros hijos
menores de edad, Menajem Davidovich, DNI 55397069 y Yonathan
Davidovich, DNI 56814742, a la Ciudad de Mar del Plata, con la
empresa PLUSMAR, cuyo comprobante de viaje se adjunta a la
presente.-

Que luego de casi un mes, el martes 9 de octubre de


2018 alrededor de las 15.30 hs., emprendimos viaje a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, por la misma empresa PLUSMAR, cuyo
comprobante se acompaña, llegando a la Terminal de Retiro a las 21
hs., aproximadamente.-

Que al momento de bajar del ómnibus en la Ciudad


Autónoma de Buenos Aires, notamos que nuestras valijas no estaban
en el mismo. Esperamos el tiempo necesario a que todos los pasajeros
retiraran lo suyo, y con el ómnibus vacío, nos dirigimos a la ventanilla
de la empresa PLUSMAR pero no tuvimos respuesta a nuestra queja.-

La misma se realizó mediante formulario de Atención al


Cliente N°00021974, informando que mi valija no estaba en el ómnibus
al llegar a Retiro, y que en su interior había una computadora marca
ACER, 3 camperas, 1 celular, 2 pares de zapatillas, 1 anafe eléctrico, 1
artículo religioso llamado tefilín o filacteria de suma importancia e
inconmensurable valor emocional y religioso, pulóveres de nuestros
hijos comprados en la Ciudad de Mar del Plata, 1 bolsa de paseo, 1
cámara de fotos marca NIKON, 1 traje (ambo), 2 cargadores de celular,
2 manta de chicos, 2 pares de calzados marca CROCS, Nuestra libreta
de Matrimonio, 2 pares de anteojos; además de mallas, ropa,
camisetas, zapatos, camisas, ropa interior, ollas, cubiertos, ropas de
chicos, toallas, indumentaria de mi esposa, ropa sport, entre otras
cosas.-

Así las cosas, concurrí a la Comisaría de la Ciudad y


realicé la denuncia correspondiente, donde no sólo relaté los hechos
más importantes sino también dejé constancia de cuáles eran los
efectos personales que me habían sido sustraídos.-

Que con un poco más de información respecto a los


efectos antes mencionados, como se me solicitó, realicé dicha
denuncia el día 11 de Octubre de 2018, que se caratuló por “hurto”
mediante el N° 524964/2018, y que la misma radicó en la Fiscalía
Criminal y Correccional N° 50 de esta Ciudad, la cual adjuntamos a la
presente a los fines probatorios.-

Dicha denuncia hace mención al hurto de mi valija que en


su interior poseía había una computadora marca ACER (SWIFT,
MODELO 7SF713-51-M4X8 INTEL CORE I7, un celular marca
MOTOROLA (MODELO Z3 de 6 pulgadas, 4G, 64 GB de
almacenamiento y 4 GB de RAM, de la empresa PERSONAL con
número de línea 11-6046-3968 de titularidad de mi esposa, Sra. Raquel
BERG), un anafe eléctrico, un artículo religioso llamado tefilín o
filacteria de primera categoría, dos pares de zapatillas marca ADIDAS
(uno de colores rojo y blanco, y otro de color blanco y azul), tres
pulóveres marca RAFAEL GIARDINO (uno de color azul y gris, otro de
color blanco con rayas rojas, y otro de color naranja claro), dos ambos
(traje y pantalón), uno de ellos marca CHRISTIAN DIOR y otro marca
ROCHAS, una campera marca MONTAGNE (color verde y negro), una
campera marca ZARA (color azul y beige), una campera (color azul),
una cámara de fotos marca NIKON (modelo COOLPIX T900, dos pares
de anteojos marca RAY-BAN, una libreta matrimonial, dos pares de
zapatos marca MC SHOES (color negro), un par de zapatos marca
BURGES (color marón), dos ollas marca TRAMONTINA (triple piso),
seis juegos de cubiertos completos marca VOLF (de acero), dos
carteras marca PRÜNE (blanca y negra), dos pares de calzados marca
CROCS, dos chombas marca BROOKFIELD (una de color negra y otra
azul), diez pantalones de chicos, diez chombas de chicos, dos
camperas de chicos, dos camisas marca FUROR, un reloj marca
MOVADO, y entre otras varias prendas de ropa.-

Que en fecha 23 de octubre de 2018 se inició reclamo a


través de Consumo Protegido requiriendo a la empresa aquí
demandada PLUSMAR, mediante reclamo N° 3490041.-

Que la audiencia a celebrarse el 12 de noviembre de 2018


fue pospuesta por pedido de la demandada PLUSMAR y se acordó se
celebrase en fecha 21 de noviembre de 2018, en la cual expresamos
las cuestiones que son objeto de la presente demanda y no habiendo
existido propuestas de solución se procedió a cerrar dicha instancia sin
acuerdo en dicha fecha.-

Es dable destacar, que los objetos que me fueron


sustraídos, no sólo tenían para mí y mi familia un valor económico, sino
que también, muchas de esas cosas (la mayoría de ellas importada),
tenían un valor sentimental y emocional invaluable para mí y mi
esposa.-
En ningún momento la empresa mostró interés alguno por
lo que nos había sucedido, ni tampoco vimos que se efectuara ningún
tipo de protocolo al respecto para paliar el daño del cual habíamos sido
víctimas.-

VIII.- BENEFICIO DE JUSTICIA GRATUITA-


BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS
De acuerdo con la reforma realizada por la ley Nº 26.361
al art. 53 de la ley 24.240, que un caso encuadre en la normativa de la
Ley de Defensa del Consumidor implica la concesión automática de un
beneficio de justicia gratuita a favor del actor-consumidor, que
tiene los mismos alcances que el beneficio de litigar sin gastos."El
beneficio de justicia gratuita debe ser interpretado en sentido
amplio, comparando tal instituto con el beneficio de litigar sin
gastos, con los alcances que el código de rito le adjudica en los
arts. 83 y 84, comprensivos tanto del pago de impuestos y sellados
de actuación como de las costas del proceso". (Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Comercial, Sala F, autos "Piñero José María
Fernando y otro c/ Sancor Seguros s/ sumarísimo", sentencia del 23 de
febrero de 2012).
La misma Sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Comercial en los autos "Bellagamba, Carolina c/ Volkswagen S.A.
de Ahorro P/F determinados y Otros s/ Ordinario (Expediente
N° 21127/2014, sentencia del 2 de agosto de 2016) ratificó
esta interpretación cuando confirmó que:"La literalidad del dispositivo
del art. 53 en el aspecto que se examina, no habilita otra conclusión
que admitir la irrestricta gratuidad del trámite procesal.
En efecto, en lo que aquí interesa no es posible
desatender que, en el ámbito nacional, quien demanda con fundamento
en el aludido vínculo jurídico, se halla eximido de abonar la tasa de
justicia, que concierne al acceso a la jurisdicción, y los demás
gastos que genere la tramitación del proceso (cfr. esta Sala,
18/03/2010, "Maero Suparo Hernán Diego yotros c. Banco Francés
S.A. s/ordinario"; íd., 11/11/2010, "Aparicio Myriam Susana y otros
c. Caja de Seguros S.A. s/ ordinario"). Resaltando explícitamente el
Tribunal de Apelaciones en el mencionado fallo que: "El beneficio de
gratuidad previsto en los arts. 53 y 55 de la LDC tiene un alcance o
contenido similar en amplitud al beneficio de litigar sin gastos" (Cfr.
Horacio L. Bersten “La gratuidad en las acciones individuales y
colectivas de consumo", Diario La Ley, 17 de marzo de 2009, pág. 4 y
ss).-
En los autos caratulados “ACYMA Asociación Civil por los
Consumidores y el medio ambiente c/ Diffupar S.A. s/ Beneficio
de litigar sin gastos” los jueces de la Sala F de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Comercial explicaron que “el art. 55 de la ley 24.240
(T.O. por el art. 28 de la ley 26.361) se enrola dentro de la innegable
finalidad protectoria del ordenamiento en la materia, ordenada a
promover el amplio y efectivo ejercicio de los derechos que
asisten a los consumidores y usuarios, cuando dispone que las
actuaciones judiciales que se inicien en defensa de intereses
de incidencia co7lectivacuentan con el beneficio de justicia gratuita”.-

En tal sentido, el tribunal recordó que “se ha propugnado


la irrestricta gratuidad de los procesos que se inician en defensa de los
derechos de los usuarios y consumidores, entendiéndoselo integrativo
tanto del pago de impuestos y sellados de actuación -que concierne al
acceso a la jurisdicción como de los demás gastos que genere
la tramitación del proceso, tales las costas causídicas”. De acuerdo
con dicha amplitud, los magistrados resolvieron en el fallo dictado el
11 de octubre de 2011, que “la promoción del incidente que prevé el
ordenamiento procesal en su art. 78 y ss. no resulta necesaria para
conceder la franquicia pretendida, por cuanto las disposiciones de
los arts. 53 y 55 LDC no remiten al ordenamiento procesal que rija
en el lugar de tramitación del proceso, sino que se ciñen a conferir
la gratuidad, sin otro aditamento ni exigencia”, revocando de este
modo lo resuelto en primera instancia, declarándose abstracta la
tramitación de este expediente. Los camaristas también indicaron
que no es necesario iniciar el trámite del beneficio de litigar sin
gastos para gozar del beneficio de gratuidad de la legislación de
consumo, ya que el artículo 53 "no remite al ordenamiento procesal
que rija en el lugar de tramitación del proceso, sino que se ciñe
a conferir la gratuidad sin otro aditamento ni exigencia", lo que ha
conseguido que en algunos casos se declare abstracto el trámite del
beneficio de litigar sin gastos iniciado. (cfr. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Comercial, Sala F, autos "San Miguel Martín
Héctor y otros c/Caja de Seguros S.A. s/ordinario", sentencia del
29/06/2010, íd. "Roldán de Bonifacio Elizabeth Teresita c/ Fiat
Auto S.A. de Ahorro p/fines determinados y otros s/ordinario"
sentencia del 09/11/2010). Con fecha 25 de octubre de 2016 la Sala III
de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal se pronunció en autos "Usuarios y
Consumidores Unidos c/ Telefónica Móviles de Argentina S.A. s/
Proceso de conocimiento" (Expte. N° 4.840/2014 -Incidente
Apelación Nº 1), confirmando la decisión del juez de grado que
había acordado al beneficio de justicia gratuita establecido en el
art. 55 de la Ley de Defensa del Consumidor N° 24.240 similar
alcance al del beneficio de litigar sin gastos regulado en el CPCCN.
Para resolver de este modo el tribunal recordó la doctrina de la
propia Corte Suprema de Justicia de la Nación, en autos "Unión De
Usuarios y Consumidores y Otros c/ Banca Nazionale Del Lavoro
S.A. S/ Sumarísimo" cuando adoptó implícitamente la postura de
equiparar el beneficio de justicia gratuita consagrado en los
artículos 53 y 55 de la ley 24.240 con el beneficio de litigar sin gastos,
pues, al tratar el recurso extraordinario, el voto mayoritario se
limita a desestimarlo, "(...) sin especial imposición de costas en virtud
de lo establecido en el artículo 55, segundo párrafo de la ley 24.240." El
fallo de la Corte Federal ratifica que el beneficio de gratuidad no
agota sus efectos en la tasa de justicia y sellados de actuación
sino que extiende también sus alcances a las costas del proceso.
Y si bien la normativa invocada incorpora el beneficio
de gratuidad para las acciones de consumidores y usuarios en defensa
de intereses de incidencia colectiva, lo cierto es que recepta el
principio de justicia gratuita que rige en el marco de los reclamos
deducidos con fundamento en una relación de consumo, sin
perjuicio de que en el caso particular -por tratarse de una acción de
carácter individual en la cual opera una presunción iuris tantum-la
contraria pueda demostrar la solvencia del consumidor para provocar el
cese de la franquicia (art. 53 de la ley 24.240).

El Alto Tribunal ha dicho que “(...) una tutela preferencial a


los consumidores, requiere que la protección que la Constitución
Nacional encomienda a las autoridades no quede circunscripta
solo al reconocimiento de ciertos derechos y garantías sino que
además asegure a los consumidores la posibilidad de obtener su eficaz
defensa en las instancias judiciales (...)" y que "(...) en este
sentido deben interpretarse las modificaciones que la ley 26.361
introdujo a la Ley de Defensa del Consumidor en materia de
acciones judiciales que los consumidores y usuarios pueden iniciar
cuando sus intereses resulten afectados o amenazados. En
particular (...)corresponde recordar que en dicha norma se dispone
que "(...)Las actuaciones judiciales que se inicien de conformidad con
la presente leyen razón de un derecho o interés individual
gozarán del beneficio de justicia gratuita. (Cfr. Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III
en autos "Usuarios y Consumidores Unidos c/ Telefónica Móviles
de Argentina S.A. s/ Proceso de conocimiento" Expte. N°
4.840/2014 -Incidente Apelación Nº 1, 25 de octubre de 2016).-

Desde esta perspectiva, se ratifica que la gratuidad


no se agota en la tasa de justicia y sellados de actuación sino
que comprende también a las costas del proceso. Es decir que se
da una asimilación -en cuanto a sus alcances-entre el beneficio de
gratuidad y la carta de pobreza prevista en nuestro código
procesal. (conf. Horacio L. Bersten, "La gratuidad en las acciones
individuales y colectivas de consumo", La Ley on line, 17/03/09;
Cristian O. del Rosario, "El beneficio de gratuidad y su alcance
en las acciones de clase", La Ley on line, 07/04/09; Francisco
Juyent Bas-Candelaria del Cerro, "Aspectos procesales en la ley de
Defensa del Consumidor", La Ley on line, 14/06/10).

Pero además la regla interpretativa in dubio pro


consumidor resulta una solución propicia en este tema conforme con la
regla de interpretación receptada en el art. 3 de la ley 24.240,
pues con arreglo a dicho criterio, para despejar toda duda en
cuanto al alcance que debe darse al beneficio de gratuidad
contenido en la legislación consumerista, debe estarse a la
interpretación más favorable al consumidor. "El usuario consumidor
resulta ser la parte más débil de la relación, pues en los hechos no
existe la mentada igualdad económica y social que permita la
paridad de condiciones para negociar; hay un marcado desnivel que
el derecho del consumidor pretende igualar, protegiendo a la parte más
débil del negocio. Y en esta asimetría la inmediatez se transforma en
una garantía de acceso a la justicia para los consumidores y
usuarios (Cf. Superior Tribunal de Justicia, Viedma, Rio Negro, Sala
de Causas Originarias, autos "Dirección General de Comercio
Interior c/ Pedido de Informe Servicio Telefónico Móvil Movistar S/
Apelación S/ Casación. Sentencia, 49/15 del 23 De Abril de 2015).-

Por todo lo manifestado precedentemente, solicitamos a


VS, nos conceda el beneficio de justicia gratuita a favor de esta
parte con el alcance de estar exento de pagar tasa de justicia,
gastos y costas del proceso.-

IX.- SOLICITA TRAMITACIÓN POR VÍA DEL JUICIO ORDINARIO

De acuerdo con la facultad que otorga el art. 53 de


la ley Nº 24.240, y en virtud de brindar a las partes la posibilidad de
litigar en un proceso con la mayor amplitud de cognición —
considerando la complejidad de las cuestiones que se debatirán y
las pretensiones indemnizatorias—se solicita imprimir al presente
proceso la vía ordinaria, pues el trámite sumarísimo luciría impropio.-

“La ley 26.361, sancionada el 12/3/08 y promulgada


parcialmente el 3/4/08, que resulta modificatoria de la ley 24.240,
en su artículo 26 sustituyó al art. 53 antes referido, disponiendo
que se aplicaría el proceso de conocimiento más abreviado, a
menos que, a pedido de parte el juez por resolución fundada y basado
en la complejidad de la pretensión, considere necesario un trámite
de conocimiento más adecuado. Tal norma resulta de orden
público (art. 65 ley 24.240).-

Esta modificación importa la facultad del juez para


otorgarle a procesos en los que se reclama con base en la ley de
defensa al consumidor -N° 24.240-y a pedido de la parte, un trámite
de conocimiento más amplio que el sumarísimo contemplado en
nuestro código ritual (conf. esta CNCom, esta Sala A, 30.12.10,
"Unión de Usuarios y Consumidores c/ Banco Itaú Argentina SA s/
Sumarísimo"; íd, 2/10/09, "Campos Guillermo Osvaldo c/ Equity
Trust Company (Argentina) SA s/ ordinario")”. (Sala A de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Comercial, “Consumidores Libres
Cooperativa Limitada de Provisión de Servicios de Acción Comunitaria
y otro c/ Banco Patagonia SA s/ sumarísimo”, 8 de Septiembre de
2011).-

“El proceso sumarísimo no resulta el trámite que


mejor garantiza los derechos de las partes, pues un proceso más
amplio les permitiría defenderse plenamente. (...) el trámite ordinario es
el que mejor resguarda los intereses de las partes, ya sea en
relación a la prueba a realizarse, como a la posibilidad de oponer
excepciones y recurrir las providencias del Tribunal que sean
pasibles del recurso de apelación, conforme las normas del código de
rito”. (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala A, “Pena
Calvo Carlos Fernando c/ Inversyc S.A. y otro s/ sumarísimo”, 12
de julio de 2013).-

X.- RECLAMA DAÑOS Y PERJUICIOS. CUANTIFICACIÓN


ECONÓMICA. FUNDAMENTA

Habida cuenta lo hasta aquí señalado, corresponde ahora


determinar los daños sufridos por nuestra mandante; para lo cual será
necesario establecer aquí los padecimientos que sufrió y el detrimento
patrimonial ocasionado.-

Por consiguiente, se advierte necesario aclarar que los


montos a los que se arriban, corresponden a sumas monetarias
estimadas provisionalmente, quedando las mismas sujetas a las
pruebas a producirse en autos o bien el criterio que V.S. estime
corresponder.-

Daños sufridos. Fundamento normativo:

Tal como lo establecen los artículos 1737, 1738, 1739,


1740, 1741 y concordantes, del Código Civil y Comercial de la Nación,
sobre la base de los daños sufridos, se discriminará por rubros cada
una de las afecciones que producto de los hechos que padeciera el Sr.
DAVIDOVICH y su familia.-

En tal sentido y para dar describir de manera genérica los


ítems que se reclaman, debe decirse que serán fundamentos de la
presente Demanda.

En el aspecto formal señala el artículo 1737 del Código


Civil y Comercial de la Nación enseña que “…hay daño cuando se
lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento
jurídico, que tenga por objeto la persona o el patrimonio…”.

Asimismo, es dable mencionar las infracciones e


incumplimientos a la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor (LCD), las
cuales se detallarán a continuación.-

1.- Incumplimiento e infracción a la Ley de Defensa del Consumidor:

Tenemos en el caso de marras ciertas infracciones a la


LDC que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de cuantificar
los daños y perjuicios morales y patrimoniales más allá de la pérdida
de la valija.-

1.1- Incumplimiento contractual. Deber de seguridad:

El art. 19 de la ley 24.240 obliga a quienes presten


servicios de cualquier naturaleza a respetar los términos, plazos,
condiciones, modalidades, reservas y demás circunstancias conforme a
las cuales hayan sido ofrecidos, publicitados o convenidos. Es
obligación del transportista de pasajeros llevar su equipaje y
responde por los siniestros que afecten a la persona del pasajero
y por la avería o pérdida de sus cosas. Sabido es que el transportista
es responsable del equipaje transportado en los "buches" o en
compartimientos especiales del colectivo, bajo la custodia del
personal de la empresa, como un apéndice o anexo del contrato
de transporte (Trigo Represas-López Mesa, "Tratado de la
responsabilidad civil", t. II, Edit. La Ley, 1º reimpresión, pág. 258).-

Esta obligación de mención es una obligación de


resultado al materializarse su cumplimiento, únicamente, con la
entrega de la cosa transportada, en el lugar y en el tiempo
convenido expresa o tácitamente. Y su incumplimiento hace presumir
la responsabilidad del deudor generando responsabilidad objetiva
(Rouillon, Adolfo N., “Código de Comercio comentado”, T I, pág. 271 n°
4, ed. La Ley). Además existe un incumplimiento a las normativas
vigentes de seguridad en el transporte, Artículo 14 del Decreto
228/2016 y resolución 76 -E/2016 del Ministerio de Transporte que
dispone sobre las medidas necesarias para garantizar la efectiva
identificación de los equipajes y/o bultos en todo tipo de
transporte comercial y la identificación de su propietario, poseedor,
tenedor o despachante.-

En este mismo orden se ha dicho que; “La complejidad


del tráfico hace exigible una protección responsable del consumidor,
desde que la confianza como principio de contenido ético impone a
todos los operadores económicos un inexcusable deber de honrar las
expectativas creadas; su quiebre implica la contravención de los
fundamentos de toda organización” (Rezzónico, Juan Carlos,
Principios Fundamentales de los Contratos, ed. Astrea, Buenos Aires
1999, págs. 376 y ss.; CNCom, Sala B, 31.5.05, "Hilgenberg, Olga
Sofía y otro c/ Visa Argentina SA y otro s/ Ordinario"). (Sum. CNCom
Sala D, 17/08/2017 PRADA JAVIER IGNACIO C/ HONDA MOTOR
DE ARGENTINA SA Y OTRO S/ ORDINARIO.).-

1.2.- Indigna atención al cliente. Pérdida de tiempo:

La Constitución Nacional en su art. 42 al hablar de


los derechos de los consumidores expresa: “...tienen derecho, en
la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e
intereses económicos; a una información adecuada y veraz, a la
libertad de elección y a condiciones de trato digno y equitativo”. Este
derecho constitucional al trato digno y equitativo que se les debe
prodigar a los consumidores opera como principio rector en materia de
derechos del consumidor. Es el eje en torno al cual gira hoy la
protección constitucional del consumo. Asimismo en nuestras
sociedades contemporáneas, sobre todo en los grandes centros
urbanos, el tiempo es un bien escaso y valioso.

Se ha sostenido que la pérdida del tiempo resulta un


perjuicio indemnizable cuando esa pérdida, ajena a su voluntad,
esta originada por la acción u omisión de un tercero que cause
un daño a una persona. (Conf. NOVELLINO, Norberto, En la búsqueda
del tiempo perdido... e indemnizable, La Ley: Sup. Act. 14/02/2006,
1).En análogo sentido Micele afirma que “la pérdida de tiempo, el
impedimento al goce o libertad, la imposición de malgastar la propia
vida en involuntarias tramitaciones, todos ellos son perjuicios extra
patrimoniales sin forma real de ser traducidos en dinero. Tal
dificultad para medir esos perjuicios no debe ser impedimento
para que los jueces dicten sentencia sobre ellos. (cfr. MICELE,
Jorge E., El caso del tiempo perdido, DJ 1997-1, 340).-
Muchas veces, por estas cuestiones u otros
incumplimientos, los consumidores deben dejar de atender sus
cuestiones personales o renunciar a disponer libremente de su tiempo
para embarcarse en fatigosos reclamos, llamadas a centros de
atención telefónica despersonalizados, cuando no a un verdadero
peregrinar a oficinas de atención al cliente, servicios técnicos,
organismos de defensa del consumidor, abogados, asociaciones
de consumidores, etc., con las consiguientes erogaciones de
traslados, costos, llamadas telefónicas, gastos administrativas, entre
otros, sumado al preciado bien del tiempo. Parece ser que no
existe mayor placer que disponer del tiempo del otro.

En primer término, la pérdida de tiempo puede


vislumbrase en un daño material, un daño por la imputación de
consumos no realizados en la cuenta de tarjeta de crédito y la
imposibilidad de continuar con la financiación contratada, la cantidad
de veces que tuvo que realizar reclamos personales y telefónicos,
acudir a audiencia de mediación.

En segundo término, la pérdida de tiempo puede


encuadrarse en un supuesto de lucro cesante. Como bien ilustra
Ghersi, a partir de la venta de trabajo humano (fuerza o
calificación) se genera riqueza en términos de producción de valor
(bienes y servicios), cuyas dos finalidades son: la reposición de
recursos y el ahorro para el progreso individual y social (Cfr.
GHERSI, Carlos A., Cuantificación económica del daño. Valor de
la vida humana. 2º edición, Buenos Aires, Astrea, 1.999, p.
114).Como sostiene Diez Picazo, “la estimación del lucro cesante es
una operación intelectual en la que se contienen juicios de haber
ocurrido” (Cfr. DIEZ PICAZO, Luis, Derecho de daños, Civitas Madrid,
1.99, p. 323).En cuanto a su cuantificación, resulta interesante el
criterio establecido por la doctrina brasileña, en la cual asocia la
compensación con el valor de la hora de trabajo de la persona
(Cfr. DESSAUNE, Marcos, Desvío productivo do consumidor. O
prejuízo do tempo desperdiçado, San Pablo, Editora Revista Dos
Tribunais.-

En este sentido, conforme a la cantidad de tiempo


invertido en la solución del conflicto, dicho tiempo deberá ser
multiplicado por el “valor hora” de la persona, conforme a su
actividad o ingreso, o en caso de no desarrollar una actividad
registrada o remunerada, conforme a los valores oficiales de salario
mínimo vital y móvil.-

Donde puede observarse con mayor claridad la cuestión


de la pérdida de tiempo es en el daño moral. La pérdida de tiempo
implica también un desgaste moral y un trastorno espiritual
para el consumidor, quien debe desatender sus actividades para
enfrascarse en una lucha a la que está casi siempre en clara
desigualdad de condiciones frente al proveedor, en razón de
la debilidad y vulnerabilidad estructural en que se sitúan los
consumidores en las relaciones de consumo.

Señala Zavala de González que resulta encomiable


reconocer un daño moral por pérdida injustificada de tiempo –el
cual es vida y libertad–ya que éste resulta jurídicamente
significativo al margen de su función instrumental para logros
existenciales y económicos. Señala la autora citada que, en estos
supuestos, en la persona emerge un sentimiento de "cosificación"
de no ser tratado dignamente, aunque no haya lesión de otros
intereses espirituales. (Cfr. ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Los
daños morales mínimos, LA LEY 01/09/2004, 1).-
A su vez la demanda ha demostrado una absoluta falta de
colaboración tanto en la instancia administrativa como en la
prejudicial. Estamos ante una desconsideración pocas veces visto. La
Constitución Nacional en su art. 42 al hablar de los derechos de los
consumidores expresa: “...tienen derecho, en la relación de consumo, a
la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una
información adecuada y veraz, a la libertad de elección y a condiciones
de trato digno y equitativo”.-

Este derecho constitucional al trato digno y equitativo


que se les debe prodigar a los consumidores opera como principio
rector en materia de derechos del consumidor.- Es el eje en torno al
cual gira hoy la protección constitucional del consumo.- Al respecto
sostiene Gardella1 “... aclaremos que lo de “digno”, apunta más bien a
la situación subjetiva, al respeto del consumidor como persona: no
someterlo, en la relación de consumo, a menosprecios o
desconsideraciones ... o si en algún tramo de la relación padece graves
mortificaciones”.-

Además está la confianza que el consumidor deposita


en una empresa, en un producto o en un servicio, pero que
luego se ve defraudada cuando comprueba que éstos no reúnen
la calidad, la eficiencia y sobre todo la seguridad que se sugiere,
constituye fundamento suficiente para el nacimiento de la
obligación de reparar (Cfr. WEINGARTEN, Celia, Derecho del
Consumidor, Universidad, Buenos Aires, 2007, p. 87).-

Por consiguiente, corresponde que se compense el


tiempo invertido por el consumidor en intentar resolver un
incumplimiento imputable a los proveedores lo que no deja de
ser, por cierto, una traslación de riesgos empresarios como es la
idoneidad y correcto funcionamiento de los bienes que introducen
en el mercado. Tiempo que, por ser escaso, el consumidor le
resta a sus actividades económicas, caso que implicaría un lucro
cesante (actividad laboral, productiva, profesional, etc.) o, en
sentido más técnico, al desarrollo de actividades esencial es para
la vida (descanso, ocio, vida familiar y de relación) o de su
personalidad (actividades educativas, culturales, deportivas,
espirituales, recreativas, etc.).-

Esta conducta no puede más que traducirse en un


claro desprecio por nuestros derechos. Daña también el hecho
que la demandada no cuenta con un protocolo o procedimiento
estandarizado para brindar solución en tiempo y forma a los usuarios.-

3.- Abuso de posición dominante:

La práctica comercial es todo acto, actividad, omisión,


conducta, manifestación, incluida la publicidad y la
comercialización, procedente de un proveedor dirigida a la
promoción, la venta o suministro de un producto a los
consumidores.-

Las prácticas comerciales son todos los mecanismos,


técnicas y métodos que sirvan, directa o indirectamente, para facilitar
la salida de la producción. Se trata de un concepto extremadamente
amplio que incluye desde el marketing, las garantías, los servicios
postventa a la ejecución del contrato y extinción de las
obligaciones derivadas del mismo. Abarcan todo el proceso mediante el
cual los productos son lanzados adecuadamente al mercado. Incluyen
todas las medidas que se destinan a promover la comercialización de
productos y servicios, y que porta como dato principal el de la
publicidad, además de todos los incentivos de venta y técnicas de
comercialización.-
Una práctica comercial es abusiva, desleal o ilícita,
cuando causa en detrimento del consumidor un desequilibrio
importante entre los derechos y obligaciones. Partiendo de estos
conceptos una práctica es abusiva, si en aras a la formación del
consentimiento o asegurar su cumplimiento, provoca un desequilibrio
entre el provecho del proveedor y el sacrificio del consumidor
causándole a éste un perjuicio inequitativo.-

Es dable destacar que, la empresa aquí demandada, tiene


implícito el deber de seguridad respecto al equipaje que los pasajeros
llevan tanto en el porta equipaje de mano, como en las bauleras
destinadas a sus efectos.-

Desentenderse de dicha responsabilidad, y del deber de


seguridad, trae aparejado no sólo el incumplimiento contractual que los
une, sino que infringe toda normativa vigente que vela por los derechos
de los usuarios y consumidores.-

A lo anterior debe sumarse las pautas del artículo 37


último párrafo de la LDC, donde se establece, como parámetro general
para juzgar la conducta de los proveedores, al “deber de buena fe en la
etapa previa a la conclusión del contrato o en su celebración”.-

4.- Cuantificación de daños:

4.1.- Daño Patrimonial:

A continuación se detallarán los objetos que esta parte


reclama, y los cuales se encontraban en la valija:

- computadora marca ACER (SWIFT, MODELO 7SF713-51-M4X8


INTEL CORE I7: PESOS OCHENTA Y TRES MIL ($83.000.-).-
- un celular marca MOTOROLA (MODELO Z3 de 6 pulgadas, 4G, 64
GB de almacenamiento y 4 GB de RAM, de la empresa PERSONAL
con número de línea 11-6046-3968.- PESOS VEINTISESIS MIL
($26.000.-).-

- un anafe eléctrico PESOS TRES MIL DOSCIENTOS ($3.200.-)

- un artículo religioso llamado tefilín o filacteria de primera categoría


PESOS CINCUENTA Y SEIS MIL ($56.000.-)

- dos pares de zapatillas marca ADIDAS (uno de colores rojo y blanco,


y otro de color blanco y azul) PESOS OCHO MIL ($8.000.-)

- tres pulóveres marca RAFAEL GIARDINO (uno de color azul y gris,


otro de color blanco con rayas rojas, y otro de color naranja claro)
PESOS ONCE MIL DOSCIENTOS ($11.200.-).-

- dos ambos (traje y pantalón), uno de ellos marca CHRISTIAN DIOR


($30.800.-) y otro marca ROCHAS ($ 26.000.-) TOTAL DE PESOS
CINCUENTA Y SESI MIL OCHOCIENTOS ($56.800.-).-

- una campera marca MONTAGNE (color verde y negro). PESOS


OCHO MIL ($8.000.-).-

- una campera marca ZARA (color azul y beige). PESOS CUATRO MIL
DOSCIENTOS ($4.200.-).-

- una campera niño (color azul) PESOS CUATRO MIL ($4.000.-).-

- una cámara de fotos marca NIKON (modelo COOLPIX P900). PESOS


TREINTA Y DOS MIL ($32.000.-).-

- dos pares de anteojos marca RAY-BAN. PESOS OCHO MIL


($8.000).-

- una libreta matrimonial PESOS DOS MIL ($2.000.-).-


- dos pares de zapatos marca MC SHOES (color negro). PESOS
ONCE MIL SEISCIENTOS ($11.600.-).-

- un par de zapatos marca BURGES (color marón). PESOS CINCO


MIL SEISCIENTOS ($5.600.-).-

- dos ollas marca TRAMONTINA (triple piso) PESOS CINCO MIL


($5.000.-).-

- seis juegos de cubiertos completos marca VOLF (de acero). PESOS


CUATRO MIL ($4.000.-).-

- dos carteras marca PRÜNE (blanca y negra). PESOS OCHO MIL


($8.000.-).-

- dos pares de calzados marca CROCS. PESOS MIL QUINIENTOS


($1.500.-).-

- dos chombas marca BROOKFIELD (una de color negra y otra azul).


PESOS TRES MIL ($3.000.-).-

- diez pantalones de chicos. PESOS DIEZ MIL ($10.000.-).-

- diez chombas de chicos. PESOS DIEZ MIL ($10.000.-).-

- dos camperas de chicos. PESOS SEIS MIL ($6.000.-).-

- dos camisas marca FUROR. PESOS CUATRO MIL ($4.000.-)

- un reloj marca MOVADO. PESOS DOCE MIL ($12.000.-).-

- una valija PESOS DIEZ MIL ($10.000.-).-

Por todo lo expuesto, estimamos la suma de PESOS


TRESCIENTOS NOVENTA Y TRES MIL CIEN ($393.100.-), por este
concepto.-
4.2.- Daño Moral:

A ese respecto, la jurisprudencia dominante tiene dicho


que “…el daño moral se caracteriza por los padecimientos o molestias
que hieren las afecciones de quienes lo sufren, y se configuran a su
respecto lo que se ha dado en llamar prueba ‘in re ipsa’ es decir, surge
inmediatamente de los propios hechos, su valuación no está sujeta a
cánones estrictos y corresponde a los jueces establecer
prudencialmente su ‘quantum’. Para ello deben tener en cuenta la
gravedad de la lesión padecida, su función resarcitoria, y el principio de
reparación integral. Ninguna relación forzosa existe entre el perjuicio
material y moral; ambos cuentan con presupuestos propios y concurren
a su determinación por razones diferentes…” (Cfr. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, Sala III, Julio 15/997
“P.M.R. C/Fuerza Aérea Argentina”, LL 1997-F-158).-

El daño moral ha sido definido como aquel perjuicio que


se manifiesta a través de los padecimientos, molestias y angustias que
lesionan las afecciones legítimas de la víctima, lo que demuestra el
intento de resarcir aspectos propios de la órbita extrapatrimonial del
damnificado. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala H •
25/02/2013 • González Pizarro, Maritza Jeannette v. Jumbo Retail
Argentina •AP/JUR/742/2013.-

De igual forma se ha indicado que el daño moral “…se


caracteriza como el que no menoscaba el patrimonio, pero hace sufrir a
la persona en sus intereses morales tutelados por la ley. Este particular
daño no supone la existencia de un propósito determinado o malicia en
el autor del hecho ilícito, resultando indiferente que provenga de dolo o
culpa…” (Cfr. CNECyC, sala IV, “Pietrowsky, Martín C/Expreso Caraza
S.A. S/Sumario”, sentencia del 27/02/1981).
Por lo expuesto, esta parte estima la suma de PESOS
VEINTE MIL ($20.000.-), en concepto de daño moral.-

4.3.- Daño Punitivo:

Que la reforma a la ley del consumidor ha incorporado en


su artículo nº 52 bis la posibilidad de que el consumidor damnificado
puede solicitar un resarcimiento por “daño punitivo” en casos de que
exista incumplimiento legal o contractual.-

Esta multa civil, dice la norma, se deberá graduar en


función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso.-

En lo que respecta al caso que nos ocupa, debo decir que


estamos ante un caso de considerable gravedad.-

En el caso de autos todas las violaciones legales que


fueron descriptas precedentemente resultan generadoras de daño
punitivo, tal como lo viene entendiendo la doctrina nacional y
jurisprudencia extranjera especializada.-

Es menester destacar, que todas las tratativas y reclamos


extrajudiciales y judiciales que la actora debió afrontar para el reclamo
de sus pertenencias, que le fueron hurtadas por el total descuido de la
demandada, no sólo generaron gastos inherentes a trámites, viáticos,
tiempo y dinero para asesoramiento jurídico, sino que generaron un
desgaste emocional, psíquico y físico en el usuario.-

Esta actitud sumamente reveladora de una intención


gravemente culposa, que demuestra total desinterés por la suerte del
cliente y en franca violación a sus derechos, se hace merecedora del
mayor de los reproches.-
Sabido es que las sentencias no pueden desconocer las
consecuencias que de ellas se derivan.-

Se ha sostenido que “Es deber de los tribunales -al tiempo


de dictar su sentencias- ponderar las posibles y graves consecuencias
de sus decisiones, y entre otros, los efectos en el campo económico y
social” (Sumario JUBA SCBA, C 101774 S 21-10-2009 y SCBA, L
94446 S 21-10-2009.).-

Ello responde a principios jurídicos destinados a cumplir


con una eficiente prestación del servicio de justicia.-

Quizás a partir del fallo ejemplificado que aquí se


solicita, la empresa seguramente comenzará a poner mayor diligencia
y profesionalismo al momento de atender los reclamos y a cumplir con
los deberes impuestos por la Ley 24.240, siempre con el fin de evitar
perjuicios a terceros como sucedió en el caso de marras, por nombrar
algunas mejoras debidas. -

Bienvenido entonces, la consagración legal del mal


llamado daño punitivo al derecho argentino.-

Esta herramienta servirá para poner coto a los abusos de


las empresas como la demandada que violan sistemáticamente los
derechos de los consumidores sabedores de que muy pocos son
los que llegan a las últimas instancias.-

El instituto tal como se encuentra redactado, ha


merecido justificada y voluminosa crítica de la doctrina civilista.-

Es que el texto de la ley es muy amplio, con pocos


parámetros que puedan guiar al juez a dictar una medida punitiva
razonable, que no peque ni por exceso ni por defecto.-
Entiende esta parte que estos parámetros resultan de
perfecta aplicación analógica al caso del daño punitivo.-

A pesar de la omisión del legislador no existe razón


alguna de que los mismos se apliquen a la multa administrativa y no a
la multa civil. -

Además, por más que se entienda que la norma no tenga


parámetros para cuantificar el daño, los descriptos por la norma
obedecen a la aplicación de principios lógicos universales que
cualquier juez aplicaría en pos de lograr una justa solución al caso
concreto, lo que desde ya solicito.-

Tampoco pueden desconocerse que las faltas descriptas,


conllevan todas sin exclusión una gravedad y riesgo social de enormes
dimensiones.-

Estas conductas cuando resultan generalizadas tienen


directa implicancia en el agravamiento del fenómeno de anomia social
que reina hoy en día en la sociedad argentina. -

Que la pérdida del equipaje, no sea resuelto en forma


favorable por la empresa, no se tomen los recaudas necesarios para
evitar pérdidas, daños y/o cualquier siniestro, debe ser sancionada.-

El daño punitivo, como su nombre lo indica, persiguen la punición


de determinadas inconductas caracterizadas por un elemento
axiológico o valorativo agravado.

Existe acuerdo tanto en la doctrina como en la


jurisprudencia, de que tales daños tienen una doble finalidad: punitiva y
disuasiva. De tal modo, una norma de responsabilidad civil no siempre
tiene una finalidad compensatoria.
La función del daño punitivo es la disuasión de daños
conforme los niveles de precaución deseables socialmente. La función
accesoria sería la sanción del dañador, ya que toda multa civil, por
definición tiene una función sancionatoria por la circunstancia fáctica de
ser una condena en dinero extra compensatoria. Los daños punitivos
proceden únicamente en casos de particular gravedad que
presupongan menosprecio por derechos individuales o de incidencia
colectiva, abuso de posición dominante y, también, en los supuestos de
ilícito lucrativos.-

Esta figura ha quedado incorporada y regulada para los


contratos de consumo por la norma del artículo 52 bis de la ley 24.240.
El Estado debe propender a corregir el abuso de la
posición dominante, en el caso bajo estudio aparece claro la viabilidad
de la utilización del daño punitivo, ya que es visible la indiferencia,
despreocupación y ligereza demostrada por las empresas que han
generalizado este sistema para la venta de sus productos siendo
ofrecidos por encima de la venta tradicional por las enormes ventajas
que le generan.-

En cuanto a su cuantificación, debe ser una sanción


económicamente significativa, no sólo respecto del proveedor sino
también ejemplificativa para otros proveedores. Los parámetros que
deberán ser tenidos en cuenta al momento de su determinación o
cuantificación son el hecho generador, la proporcionalidad con la
gravedad de la falta, el caudal económico del proveedor, la equidad del
caso concreto y no el valor de la prestación, toda vez que se trata de
una sanción que busca evitar que las conductas sancionadas se
repitan frente a otros consumidores.-

Es por todo lo anteriormente expuesto que estimo el daño


punitivo en la suma de PESOS OCHENTA MIL ($80.000.-) y/o por la
que más o menos resulte de las pruebas a rendirse en autos y que V.S.
se servirá fijar.-

XI.- PRACTICA LIQUIDACIÓN

En función de lo expuesto en el Capítulo anterior, se


practica Liquidación a los fines del posterior traslado a la Contraria.-

DAÑO PATRIMONIAL $393.100


DAÑO MORAL $20.000
DAÑO PUNITIVO $80.000
TOTAL $493.100.-

XII.- ACOMPAÑAN BONO LEY

Que a todo evento, venimos a acompañar Bono Ley N° 23.187


correspondiente a los letrados intervinientes.-

XIII.- CASO FEDERAL

Ante el hipotético caso que VS. No haga lugar a las


pretensiones de esta parte se deja planteado el caso federal, por
entender que una resolución contraria a lo peticionado viola las
garantías y derechos que nuestra Carta Magna prevé, a saber Arts. 42
de nuestra Constitución Nacional.-

XIV.- CONFIEREN AUTORIZACIONES

Que autorizamos expresamente y a la señorita Camila


Ayelén POLITIS DNI 40393202, a tomar vistas de autos, extraer
fotocopias y a correr con todos los diligenciamientos que fueren
menester y que expresamente no les vedare el ordenamiento Procesal.

XV.- PRUEBA – SOLICITA SU PRODUCCIÓN

A los fines de acreditar los extremos invocados a lo largo de


la presente Demanda; venimos a solicitar se produzca la siguiente
Prueba:

Confesional:

a. Se cite a la demandada TRANSPORTES


AUTOMOTORES PLUSMAR S.A., a absolver posiciones.-

Ello, conforme el Pliego que oportunamente acompañará


esta Parte.-

Por lo demás, y a los fines aquí indicados, esta Parte


formula reserva de ampliar el interrogatorio en razón de las previsiones
del artículo 415 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.

b. Se cite a absolver posiciones, en razón del Pliego que


oportunamente se acompañará, al representante legal de la Compañía
de Seguros que la demandada denunciare.-

Asimismo, esta Parte formula reserva de ampliar el


interrogatorio en razón de las previsiones del artículo 415 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación.

Testimonial

a. Se cite a prestar declaración testimonial a los


siguientes testigos:
1.- Szterman Adrian, con DNI. 94.949.120, con domicilio
en la calle Tucumán 3083, depto. 4° A de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.-

2.- Kreiman Gabriel, DNI. 38.983.805, con domicilio en la


calle Paso 172, departamento 1° piso “C”, de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.-

3.- Hambra Iaacob Israel, DNI. 19.045.498, con domicilio


en la calle Tucuman 3083, piso 4° “B”, de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.-

4.- Jabbaz Salomon, DNI. 38.026.596, con domicilio en la


calle Ecuador 1026 piso 7° piso, depto. “C”, de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.-

5.- Beer Iejezkel, DNI. 44.675.869, con domicilio en la


calle San luis 3138, piso 3° “C”, de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.-

Los testimonios supra referidos, tienen por objeto ilustrar


a V.S. sobre la existencia de los objetos que me fueron hurtados y la
titularidad que tengo sobre ellos.-

Documental:

1.- Fotocopia del DNI del Sr. Marcelo Davidovich.-

2.- Original y copia del Acta de Conciliación Prejudicial Obligatoria


(COPREC).-

3.- Original y copia de los pasajes de micro de Marcelo Davidovich y


Raquel Berg.-
4.- Original y copia de talón de control (stickers).-

5.- Original y copia del formulario de reclamo N° 00021974, del Plusmar


S.A.-

6.- Original y copia de los Pasajes de los niños Yonathan y Menajem


Davidovich.-

7.- Original y copia de la denuncia Policial de fecha 11 de octubre de


2018.-

8.- Facturas de compras.-

XIII.- PETITORIO

Por todo lo expuesto, de VS. Solicito:

a.- Se nos tenga por presentados, por parte y por constituido el


domicilio legal indicado;

b.- Se corra traslado de la presente por el término de ley;

c.- Se tenga por ofrecida la prueba, y se agregue la documentación


adjunta.

d.- Se tenga presente la autorización conferida a la Srta. Camila Ayelén


Politis.-

e.- Presente el caso federal planteado.-

f.- Nos sea otorgado el beneficio de gratuidad.-

g.- Oportunamente se dicte sentencia haciendo lugar en un todo a la


demanda incoada en todos sus rubros, por la suma total de PESOS
CUATROCIENTOS NOVENTA Y TRES MIL CIEN ($493.100.-) con
más sus intereses, costos, indexación desvalorización monetaria y con
expresa imposición de costas a la vencida.

PROVEER DE CONFORMIDAD,
SERA JUSTICIA.

También podría gustarte