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LECCIONES DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

PARTE GENERAL.

(1) LA COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL

TEMA 2

COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL

1. LA COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL

1.1 Como se indicó en la introducción a la asignatura, las situaciones privadas con


elemento extranjero (uno o varios) son aquellas que están localizadas con más de un
ordenamiento. El elemento extranjero puede referirse a la residencia de las partes, la
celebración del contrato, entrega de la mercancía, situación de un inmueble, etc. Estas
situaciones jurídico-privadas se han incrementado enormemente en los últimos tiempos
y, cuando llegan a los tribunales, producen una serie de especialidades que no pueden
ser desconocidas por el operador jurídico. Entre ellas se encuentra la determinación
previa de la competencia judicial internacional para conocer si los tribunales españoles
en su conjunto tienen jurisdicción para tramitar el asunto; y una vez que la respuesta a
esa pregunta es sí, se procede a la determinación de la ley, española o extranjera, que
imperativamente ha de aplicarse al fondo de la cuestión. Igualmente, en los
procedimientos que además de internacionales son transfronterizos, las especialidades
se incrementan con la notificación o la práctica de prueba que debe efectuarse en otro
país o en el reconocimiento en España de decisiones dictadas por tribunales extranjeros
y viceversa. En este capítulo se va a analizarla primera de esas especialidades: las reglas
para determinar la competencia judicial internacional de los tribunales españoles

2 MARCO JURÍDICO

2.2. Como también se indicó en el capítulo anterior, una de las complejidades de los
procedimientos privados internacionales es la gran profusión de normas que existen
para regularlos. Dichas normas pueden tener origen tanto interno como internacional
general (convenios internacionales) o comunitario (fundamentalmente Reglamentos),
forman parte de nuestro ordenamiento jurídico, y están cubiertas por el Iure novit curia
(máxima que se refiere a que el juez tiene la obligación de conocer el derecho) y el
operador jurídico ya sea abogado, procurador, magistrado, letrado de la administración
de justicia o fiscal tiene la obligación de conocerlas y utilizarlas correctamente, como
conoce y aplica cualquiera de nuestras normas materiales o procesales de fuente interna.

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Es preciso también añadir que, en la actualidad, las normas que en mayor medida
regulan casi todas las situaciones privadas internacionales son los Reglamentos
comunitarios. Igualmente, es necesario tener en cuenta, que las normas comunitarias
manejan conceptos “autónomos” es decir, propios del derecho comunitario, de modo
que no se pueden interpretar a la luz de los conceptos jurídicos de los Estados
miembros. El supremo intérprete de las normas comunitarias es el Tribunal de Justicia
de la Unión Europea (TJUE o TJCE), por lo que su jurisprudencia tendrá que ser
fundamentalmente la que deba dirigir a los jueces nacionales a la hora de aplicar
correctamente estas normas.

2.3 En España, para determinar la competencia judicial internacional en materia


patrimonial contamos con tres normas de competencia genéricas: a) El Reglamento
(UE) 1215/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo de 12 de diciembre de 2012,
relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones
judiciales en materia civil y mercantil (en adelante Reglamento de Bruselas I bis); b) El
Convenio relativo a la competencia judicial internacional y la ejecución de
resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, hecho en Lugano el 30 de octubre
de 2007 (en adelante Convenio de Lugano); y, subsidiariamente; c) Los artículos 21 y
22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (en adelante LOPJ).

2.4 En este sector se encuentra también un instrumento comunitario específico que es el


Reglamento UE 2015/848, sobre procedimientos de insolvencia (en adelante
Reglamento de insolvencias) y, si no se aplica, se determina por lo que establece el
artículo 22 septies de la LOPJ.

2.5 En materia de familia existen otros instrumentos comunitarios y convenios: a) Los


Reglamentos comunitarios. En este apartado se encuentran: El Reglamento UE
1111/2019 relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de las
resoluciones en materia matrimonial y de responsabilidad parental, y sobre sustracción
internacional de menores; El Reglamento UE 2016/1103 por el que se establece una
cooperación reforzada en el ámbito de la competencia, la ley aplicable, el
reconocimiento y la ejecución de resoluciones en materia de regímenes económico-
matrimoniales (en adelante Reglamento 2016/1103); El Reglamento UE 2016/1104 por
el que se establece una cooperación reforzada en el ámbito de la competencia, la ley
aplicable, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones en materia de efectos
patrimoniales de las uniones registradas (en adelante, Reglmento 2016/1103);
Reglamento UE 4/2009 relativo a la competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y
ejecución de las resoluciones y la cooperación en materia de obligaciones de alimentos
(en adelante Reglamento de alimentos); Reglamento UE 650/2012 relativo a la
competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones, a la
ejecución de los documentos públicos en materia de sucesiones mortis causa y a la
creación de un certificado sucesorio europeo (en adelante Reglamento sucesorio
europeo); b) Los Convenios internacionales. En este apartado se encuentra: El Convenio

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entre el Reino de España y la República Oriental de Uruguay sobre conflictos de leyes
en materia de alimentos para menores y reconocimiento y ejecución de decisiones y
transacciones judiciales relativas a alimentos, hecho en Montevideo el 4 de noviembre
de 1987; c) Los artículos 21 y 22 de la LOPJ.

2.6 Estas normas, cuando concurren determinan la competencia judicial internacional de


manera diversa, por lo tanto, no seleccionar la norma adecuada puede significar otorgar
o denegar, de forma incorrecta, la competencia judicial internacional de los tribunales
españoles. La selección de la norma correcta es una operación de que debe de hacerse
con arreglo a los siguientes parámetros. En primer lugar, conociendo cuál es la norma
que debe aplicarse, esta suerte de “jerarquía de normas” se encuentra en nuestro
ordenamiento enunciada de forma general en el artículo 96 de la Constitución española 1
y, particularmente, en materia de competencia judicial internacional en el artículo 21 de
la LOPJ modificado por la Ley Orgánica 7/2015, de 21 de julio que establece: “Los
Tribunales civiles españoles conocerán de las pretensiones que se susciten en territorio
español con arreglo a lo establecido en los tratados y convenios internacionales en los
que España sea parte, en las normas de la Unión Europea y en las leyes españolas”. Es
decir, que si existen Convenios o normas comunitarias (normalmente Reglamentos UE)
que se puedan aplicar al caso concreto, la normativa interna no se aplicará, quedando su
aplicación para los casos residuales, que no estén regulados por esta normativa
internacional. La cuestión que se suscita a continuación es la de determinar cuál de entre
las normas internacionales (convenios o reglamentos) se tiene que aplicar cuando
pueden aplicarse ambas. Esta cuestión se resuelve, normalmente, a través de unas
cláusulas especiales que existen en estas normas internacionales y que se denominan:
“cláusulas de compatibilidad”.

2.7 En materia de competencia judicial internacional patrimonial existen las dos normas
internacionales anteriormente enunciadas: El Reglamento UE de Bruselas I bis, el
Convenio de Lugano de 2007. En ellas se contienen cláusulas de compatibilidad que
van a indicar, en caso de que ambas sean aplicables, cuál de ellas se debería de aplicar.
Así en el artículo 64.1 de este Convenio se establece la preferente aplicación sobre el
mismo del Reglamento comunitario2. Y el artículo 69. 1 del Reglamento indica que el
mismo sustituirá, para los Estados miembros, a los Convenios que regulan las mismas
materias a las que se aplica dicho instrumento. En consecuencia en competencia judicial
internacional el Reglamento UE, cuando se aplique, siempre prevalecerá sobre cualquier
otra norma interna o internacional que se pueda aplicar.

1
96.1 “Los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España,
formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones sólo podrán ser derogadas, modificadas o
suspendidas en la forma prevista en los propios tratados de acuerdo con las normas generales de
Derecho internacional”.
2
Concretamente se indica que: “El presente Convenio no prejuzgará la aplicación por los Estados
miembros de la Comunidad Europea del Reglamento (CE) 44/2001 del Consejo, relativo a la
competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y
mercantil, y de sus modificaciones (…)”. Por lo tanto prevalecerá este reglamento y sus versiones
posteriores (Reglamento 1215/2012) sobre el Convenio de Lugano.

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