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Trabajo Práctico 4

¿Por qué sirve invocar las normas del


Mercosur?1
Por Alejandro D. Perotti (ex alto funcionario técnico de la Secretaría del
MERCOSUR y socio del Estudio Mansueti, Gallo, Sallette & Perotti
Abogados)

En primer lugar, es de resaltar que la Constitución Nacional confiere a las


normas del Mercosur un rango superior frente a una eventual
incompatibilidad con las leyes nacionales y demás normas de estatus
inferior (decretos, resoluciones, disposiciones, etc.). Esa primacía se
predica tanto en relación a las leyes anteriores como posteriores; siendo
el carácter prevalente también predicable frente a la legislación provincial
(aún la de naturaleza constitucional).

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, por su parte, ha reconocido


también este principio –desde 1993, confirmándolo luego en su posterior
jurisprudencia –al considerar que las obligaciones que surgen del Tratado
de Asunción –instrumento fundacional del bloque –deben ser observadas
y acatadas por los tres Poderes del Estado, por lo que, en consecuencia, las
normas internas que dispongan en contrario carecen de validez
constitucional y generan la responsabilidad internacional del Estado.

En última instancia, ha dicho la Corte Suprema, es de su competencia, a


través en particular del recurso extraordinario federal, velar porque la
responsabilidad internacional del Estado no sea puesta en causa por actos
u omisiones del poder público. En este contexto, cabe recordar que la
interpretación y aplicación de los tratados internacionales, según la Corte
Suprema, hace cuestión federal trascendente a los fines del recurso
extraordinario.

1
Fuente: Diario Infobae Profesional (10/04/2008). Recuperado el 05/05/2011 de
http://www.iprofesional.com/index.php?p=nota&idx=64405

1
Es preciso hacer una aclaración: la expresión "normas del Mercosur"
incluye el Tratado de Asunción y todos sus Protocolos complementarios,
como así también las normas originadas en la actividad legislativa de los
órganos regionales, es decir las Decisiones del Consejo del Mercado
Común, las Resoluciones del Grupo Mercado Común y las Directivas de la
Comisión de Comercio del MERCOSUR, y otros actos atípicos.

El ordenamiento jurídico regional

La nota de primacía del derecho regional antes mencionada –que, más allá
del reconocimiento constitucional, surge de su propia naturaleza –, ha sido
reconocida por la propia doctrina del órgano jurisdiccional del bloque, el
Tribunal Permanente de Revisión (TPR), quien ha concluido que las normas
del Mercosur prevalecen sobre las normas del derecho interno de los
Estados Partes, agregando en una oportunidad posterior que dichos
Estados no pueden alegar normas, disposiciones o prácticas del derecho
interno como justificación de un incumplimiento del derecho del Mercosur.

Por otro lado, la invocación de disposiciones mercosureñas en el marco de


un expediente judicial, habilita la utilización de una nueva herramienta
procesal creada por el ordenamiento regional: las Opiniones Consultivas.

Éstas pueden conceptualizarse como el mecanismo de cooperación judicial


que permite a todo juez interno de un Estado Parte, de cualquier fuero y
jurisdicción territorial (federal, nacional o provincial), que se encuentre
ante un caso en el cual se discuta la interpretación o aplicación de una
norma del Mercosur, remitir al Tribunal Permanente de Revisión una
petición para que éste desentrañe el alcance y sentido de la misma;
actualmente, dicha solicitud debe ser encaminada al TPR por el juez
interno, por medio de la Corte Suprema.

La posibilidad de la petición de una opinión consultiva al TPR, de oficio por


el juez de la causa o a solicitud de los abogados de las partes, constituye un
ejercicio particular del derecho fundamental de la persona a la tutela
judicial efectiva (o derecho de acceso a la jurisdicción) (reconocido por la
Constitución), el cual, en este contexto, se traduce en la posibilidad que
tiene el particular de acceder al TPR, de forma indirecta y a través de la
justicia nacional. En este contexto, como este último tribunal (TPR) lo ha
considerado, cabe reconocer en él, el carácter de último intérprete jurídico
del derecho del Mercosur.

El acceso al mencionado Tribunal regional, además de dotar a la aplicación


del derecho del aporte del órgano especializado en su hermenéutica,
asegura desde ya una interpretación pro Mercosur de las disposiciones
sometidas a su consideración, al tiempo que otorga al juez de la causa un

2
elemento de cooperación y colaboración para nada desdeñable en su tarea
de aplicar correctamente el derecho vigente.

Contribución difícil de minimizar si te tienen en cuenta las particularidades


intrínsecas que distinguen a las normas mercosureñas, dotadas de su
propio método interpretativo, fuentes y órganos de producción y de
interpretación.

Conclusión

El innegable avance comercial que el proceso de integración ha logrado


entre los Estados Partes, en especial en sus primeros años, ha llevado a que
también el derecho comience a ganar un espacio.

Prueba de ello son, entre otros: la aprobación de más de 1700 normas


desde 1991; la creación del citado Tribunal Permanente de Revisión; la
conformación –por iniciativa de las propias Cortes Supremas –del Foro
Permanente de Cortes Supremas del Mercosur (2004), que año tras años
congrega en Brasilia a los Presidentes de dicho tribunales; la constitución,
dentro de la estructura institucional del bloque, de la Reunión de Ministros
de Justicia (1991), la Reunión Especializada de Defensores Públicos
Oficiales (2004) y la Reunión Especializada de Ministerios Públicos (2005); y
la existencia de más de 1000 decisiones judiciales vinculadas al derecho
regional, dictadas por jueces de los cuatro Estados –de todas las instancias
–desde el nacimiento del bloque (1991) hasta la fecha, como así también
los miles de pedidos de asistencia judicial internacional que, por aplicación
de las normas regionales, se cursan regularmente los tribunales de los
Estados Partes.

Esta realidad permite hablar de "el otro Mercosur" o el "Mercosur de los


jueces", el cual, como vimos, se manifiesta en varios aspectos. En este
"otro Mercosur" adquiere valor la idea según la cual, las normas de todo
proceso de integración –entre ellos el nuestro –tienen un destinatario
directo, que no son los Estados o sus órganos, sino sus ciudadanos.

En este contexto, y ello también se vislumbra en otros procesos


(Comunidad Andina, Unión Europea), el ciudadano tiene en el juez
nacional el último garante de sus derechos. No sin fundamentos suele
decirse que los jueces internos son también "jueces de la integración".

3
El tribunal de la UE invalida el delito de
inmigración ilegal que aprobó Italia2
La cárcel por no acatar una orden de expulsión es contraria al derecho
europeo

Por: Miguel Mora

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo,


decidió ayer que la norma italiana que introdujo en 2009 el delito de
inmigración ilegal es contraria al derecho comunitario. La medida
impulsada por el ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga Norte,
era el núcleo central del "paquete de seguridad" aprobado por el Gobierno
de Silvio Berlusconi, y castigaba con penas de prisión de entre uno y cuatro
años a los inmigrantes que no cumplían de forma inmediata las órdenes de
expulsión.

La Liga Norte cree que ahora será imposible deportar

Según la sentencia, la norma es contraria a la directiva europea sobre


alejamiento y repatriaciones aprobada en 2008, y "compromete una
política eficaz de alejamiento y repatriación basada en el respeto a los
derechos fundamentales y a su dignidad".

Los jueces europeos sostienen que, en vez de encarcelar a los inmigrantes


que no pueden ser repatriados, Italia "debe proseguir sus esfuerzos para la
ejecución de la directiva de retorno".

El tribunal de la UE fue llamado a pronunciarse sobre el caso del ciudadano


argelino Hasan el Dridi, condenado en 2010 a un año de prisión por un juez
de Trento (norte de Italia) tras no haber respetado una orden de expulsión
dictada por el jefe de policía de Udine. El Dridi recurrió al Tribunal de
Apelación de Trento, y este solicitó al Tribunal de Luxemburgo que aclarara
si la ley italiana se ajustaba al ordenamiento de la UE.

Según el tribunal europeo, "los Estados miembros no pueden introducir,


con el fin de superar el fracaso de las medidas coercitivas adoptadas para
proceder al alejamiento coactivo [de los inmigrantes], una pena de
detención por el único motivo de que [los expulsados] permanezcan en el

2
Fuente: Diario El País (29/04/2011). Recuperado el 05/05/2011 de:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/tribunal/UE/invalida/delito/inmigracion/ilegal
/aprobo/Italia/elpepiint/20110429elpepiint_17/Tes

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territorio de ese Estado sin causa justificada, con infracción de una orden
de salida de dicho territorio".

La sentencia invoca el principio de que las legislaciones nacionales no


pueden ser más severas que las directivas europeas, y llama a los jueces a
no aplicar las disposiciones en la materia y, en general, a "aplicar la pena
más leve" inspirándose en "las tradiciones constitucionales comunes".

Según la Directiva 115/2008, la retención de inmigrantes irregulares debe


durar un periodo "lo más breve posible", nunca superior a los 18 meses, y
debe cesar siempre que no haya "una perspectiva racional de alejamiento".

La oposición italiana en bloque aplaudió el veredicto. "Es una bofetada al


ministro Maroni y la enésima derrota del Ejecutivo en Europa", dijo Sandro
Gozi, responsable de política europea del Partido Democrático, que
recordó que el Gabinete "lleva dos años sin querer trasponer la directiva
sobre inmigración y violando de forma evidente las leyes comunitarias".

En junio pasado, el Tribunal Constitucional italiano declaró


inconstitucional el agravante de clandestinidad instaurado por el decreto
de seguridad, que aumentaba las penas en un tercio. Tras el nuevo
varapalo a su política, Maroni expresó su "doble insatisfacción": "Otros
países europeos prevén el delito de inmigración ilegal y nunca han sido
censurados. Querría entender por qué es siempre Italia y solo Italia".

El ministro advirtió: "Con la eliminación de esta ley existe el riesgo de


impedir las expulsiones, transformándolas solo en intimidaciones para
abandonar el territorio nacional en un plazo de siete días. Esto hará
absolutamente ineficaces las políticas de lucha contra la inmigración
ilegal".

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