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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

CAMPUS CUENCA DEL PAPALOAPAN

MATERIA:
FISIOLOGÍA VEGETAL

UNIDAD:
III

ACTIVIDAD 1:
ENSAYO DE RELACION “AGUA, CÉLULA, SUELO, PLANTA Y
ATMOSFERA”

PRESENTA:
ALEXIS RAFAEL ANTONIO

CARRERA:
INGENIERÍA EN AGRONOMÍA

CATEDRÁTICO:
M.C. MARIA ADELA PEREZ RIOS

SAN BARTOLO TUXTEPEC, OAXACA


RELACIONES “AGUA, CELULA, SUELO, PLANTA Y ATMOSFERA”

INTRODUCCION

Al igual que para cualquier organismo, el agua es esencial para el desarrollo y


supervivencia de las plantas. El agua constituye el 85-90% del peso de la planta,
aunque partes como la madera (35-75%) y las semillas (5-15%) tengan un contenido
hídrico muy inferior. La cantidad de agua requerida para reacciones metabólicas es
mínima (la fotosíntesis requiere alrededor del 0.01% del agua total de la planta, pero
por cada gramo de materia orgánica fabricada, una planta absorbe 500 gramos de
agua, la mayor parte de ella utilizada en forma líquida como disolvente, para permitir
el transporte de nutrientes y metabolitos en toda la planta y en vacuolas para mantener
la turgencia en las células y los órganos vegetales, esencial para procesos como el
crecimiento celular, intercambio de gases en las hojas, transporte o el mantenimiento
de la rigidez y de los tejidos no lignificados.

DESARROLLO

Es fundamental identificar las relaciones que se establecen en la fitósfera, entre el


suelo, el agua, las plantas y la atmósfera. Este conocimiento implica medir y estimar
las principales variables que participan en los procesos físicos, químicos y biológicos,
que interactúan permanentemente en un escenario dinámico y complejo.

Relación agua, célula, suelo, planta, atmosfera


Agua
El agua tiene una serie de propiedades únicas: es un excelente solvente, tiene un alto
calor específico y un alto calor latente de vaporización, sus moléculas se atraen
fuertemente entre sí (cohesión) y a una serie de otras sustancias (adhesión). El origen
de muchas de estas propiedades radica en que existe una separación parcial de
cargas en la molécula (a pesar que la molécula es neutra), porque el átomo de oxígeno
es más electronegativo que los dos hidrógenos, que llevan una pequeña carga
positiva. Esto lleva a que las moléculas de agua se atraen entre sí y con moléculas de
otras sustancias que llevan cierta carga, formando puentes hidrógeno. Es un buen
solvente en parte porque el agua forma casquetes de hidratación alrededor de iones
y compuestos no-iónicos con cargas localizadas, protegiendo las cargas de los de
signo opuesto y reduciendo las interacciones entre ellas. Su alto calor específico, calor
latente de vaporización y resistencia a la tensión derivan de la fuerza de las
interacciones entre moléculas de agua.
Los mecanismos de movimiento del agua
En el sistema suelo-planta-atmósfera el agua se mueve en fase vapor desde la
superficie del suelo y desde las paredes de las células del mesófilo hasta la atmósfera.
El movimiento dentro del suelo se produce fundamentalmente en fase líquida, como
así también la mayor parte del recorrido dentro de la planta. El movimiento de agua
en el suelo en fase vapor es cuantitativamente poco importante, salvo en los primeros
centímetros de un suelo húmedo. Los mecanismos que intervienen en el movimiento
de agua en el sistema suelo-planta-atmósfera varían según el compartimiento y las
condiciones reinantes en los mismos, siendo los más importantes el movimiento por
difusión, flujo masal y mezclado turbulento.

Relación agua, célula, suelo, planta, atmosfera


Célula
El intercambio de agua entre la célula y el medio Las magnitudes del potencial agua
dentro y fuera de la célula determinan si habrá intercambio neto de agua entre esos
dos compartimientos, y en caso de que haya intercambio neto, la dirección en que
éste se produce. Para el análisis de las relaciones hídricas de la célula vegetal, resulta
útil volver a la simplificación de la célula considerada como un protoplasto extensible,
rodeado de una membrana semipermeable y alojado en una pared poco extensible.
La simplificación puede extenderse más si se considera una célula madura, dotada de
vacuola grande y conteniendo pocos coloides, el medio se reduce a agua o soluciones
sometidas a presión atmosférica y se supone que todo el sistema se encuentra a la
misma temperatura.

Relación agua, suelo, planta, atmosfera


Suelo
El suelo está integrado por una mezcla porosa de partículas minerales, orgánicas, aire
y agua con sustancias en disolución. Las partículas minerales y orgánicas forman la
matriz sólida del conjunto, mientras que el aire y la solución salina ocupan,
presentando una dinámica espacial y temporal, la porosidad que conforma el arreglo
de la fracción sólida. Entre las propiedades del suelo que determinan su capacidad de
retención y movilidad hídrica, las de mayor incidencia son la textura, la estructura y la
porosidad, que establecen un conjunto de fuerzas originadas por procesos
fisicoquímicos resultantes de las interacciones entre las fracciones sólida y líquida. La
mayor o menor actividad fisicoquímica de las partículas inorgánicas de suelo,
caracterizadas por la textura, que puede considerarse una propiedad constante del
suelo, dependerá de su constitución mineralógica y de su superficie específica.
Relación agua, suelo, planta, atmosfera
Planta
La absorción de agua desde un reservorio (generalmente el suelo) lo realizan tejidos
específicos de la planta, los pelos radicales y la rizodermis, gracias a la diferencia de
 hídrico entre el suelo y la raíz, verificándose un movimiento radial del agua, que
atravesará la corteza de la raíz hasta alcanzar el xilema, siguiendo dos posibles
caminos:
a) Extracelular, a través de las paredes celulares y espacios intercelulares.
b) Intracelular, atravesando el plasmalema y tonoplasto e ingresando en el espacio
citoplasmático y vacuolar, para pasar de célula a célula mediante los plasmodesmos
que atraviesan las paredes.

Relación agua, suelo, planta, atmosfera


Atmosfera
El flujo continuo de agua entre el suelo y la atmósfera se manifiesta primero en estado
líquido por las distintas estructuras celulares y tisulares de la raíz, tallo y hojas. En los
espacios intercelulares del mesófilo foliar se produce la evaporación a expensas de
energía calórica disponible y en equilibrio con el medio externo, para finalmente pasar
las barreras que ofrecen la mayor resistencia, los estomas, ya a favor del gradiente
de presión de vapor creado entre el aire y la interfase agua-aire celular, producido
principalmente por la radiación solar directa y difusa, que genera el poder evaporante
de la atmósfera, motor del flujo.
CONCLUSION

Dado que la planta se encuentra anclada en el suelo y circundada por la


atmósfera, es necesario comprender las relaciones entre el suelo, las plantas y
la atmósfera como un sistema, donde el componente que participa en la
interacción es principalmente el agua. La pérdida de agua desde las plantas
hacia la atmósfera circundante es el proceso conocido como traspiración. Éste
movimiento del agua está generado por las diferencias de potencial existente
entre la hoja y la atmósfera, provocando un flujo de agua desde las zonas más
concentradas hacia las zonas de menor concentración. La atmósfera,
generalmente presenta escasez de agua mientras que ésta predomina en las
plantas, generándose de esta manera el proceso transpiratorio.

BIBLIOGRAFIA

Aguilera Martínez, M. y R. Martínez Elizondo. 1983. Relaciones agua suelo planta


atmósfera. Ed. Universidad Autónoma Chapingo, México.

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