Está en la página 1de 2

“LA OBRA DE ARTE” Y LA INTENCIONALIDAD ESTÉTICA

(IDEAS PRINCIPALES)
Esta obra nos habla sobre una reflexión personal de impresionante rigor
sobre el estatuto material y las funciones de las obras de arte, analizándolas
según sus modos de existencia. Nos proponen así los conceptos de
inmanencia y transcendencia a partir de la división de Nelson Goodman
entre el régimen autográfico, en el que la obra de arte posee un soporte
material y el alográfico, en el que el soporte de la obra de arte es ideal,
Según los planteamientos del arte conceptual, las obras de arte no tienen
sólo un modo de existencia objetual y la experiencia estética puede darse
más allá de la materia, porque experiencias y obras pueden “encarnarse” en
varios objetos o porque su recepción puede entenderse más allá de la
presencia de los objetos. Por ejemplo, cualquier botellero puede
ejemplificar el gesto duchampiano, pero lo relevante es el gesto en sí. El
botellero no es un objeto artístico, sino una propuesta estética, ya que el
artista lo despoja de su sentido instrumental.
De este modo, el arte conceptual trata de mantener la experiencia estética
sin que medie en ella la elaboración artística, el valor plástico de los
objetos. Un paso más allá sería la mera proposición por escrito de
contemplar un porta botellas sin mostrarlo.
Compartir el acto de mirar resulta una forma de alcanzar un fundamento y
de tratar de proyectar en el público una experiencia similar a la primigenia,
con la menor interposición posible de condicionantes que puedan desviar
ese dato experiencial a territorios diferentes, como las tradiciones en la
representación.
La inmanencia y trascendencia
Como los dos grandes y posibles modos del ser de la obra, como dos claros
monismos maniqueístas. La definición encierra dos momentos. En primer
lugar, la obra de arte es un artefacto, es decir, un objeto producido por el
hombre que, como tal tiene un fin, intención, o función. En segundo lugar,
es precisamente este fin el que hace que un determinado artefacto se
constituya en obra de arte, a saber, su función estética. Esta definición de la
obra de arte es también la que lo lleva a considerar al arte en general como
una práctica social. Son conjunto de estas prácticas las que rigen el estatuto
de una obra, es decir, las que le asignan la función específica que
determinada que un artefacto se presente como obra de arte.

JOSÉ MANUEL CRUZ VILCA FORMACIÓN ARTÍSTICA III


“Una obra de arte es un objeto estético intencional o, lo que equivale a lo
mismo, una obra de arte es un artefacto (o producto humano) con función
estética” (Genette, 1997: 10).
Lo estético y lo artístico
Por un lado lo estético pasó a tener un vínculo sensitivo con la naturaleza,
tiene que ver con el gusto y la percepción sensorial. Por otro lado,
lo artístico pasó a tener un acercamiento racional a productos humanos
determinados, se inclina hacia lo pragmático y tiene interés en los efectos
en el receptor.

Un ejemplo relacionado al tema es el caso de un artista que llamo mi


atención en particular, Jean-Michel Basquiat. Se dicen que las obras de este
artista carecen de belleza y estética. Donde sus obras muestran la
combinación de grafiti y de dibujos que parecen de un niño. Características
que dan pasó a obras con caos y desorden. Sin embargo, sus obras tienen
un valor artístico al tener una radicalidad visual basada en la fuerza plástica
de sus propuestas. Donde Basquiat buscaba realizar obras que hicieran
pensar a los espectadores y tuvieran un punto de alienante.

JOSÉ MANUEL CRUZ VILCA FORMACIÓN ARTÍSTICA III

También podría gustarte