Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde “La República” de Platón, hasta “El Príncipe” de Maquiavelo, todas estas obras
que hemos estudiado han tratado directa e indirectamente, los aspectos del gobierno
político, pero la más potente para expresar todos los aspectos de la realidad política, es la
mencionada anteriormente, “El Príncipe” de Maquiavelo y para explicar porque su teoría
corresponde a la más potente, en primera instancia tomaremos algunos de estos aspectos de
la realidad política donde expondremos la postura de este y de otras dos obras que también
expresan de gran manera esta realidad política, las cuales corresponden a la también
mencionada anteriormente “La República” de Platón y “La Política” de Aristóteles, y las
compararemos para saber cuál es la que expresa de mayor manera cada uno de aquellos y
porque, con el fin de demostrar que la premisa explayada inicialmente.
Antes de empezar con el análisis y comparación de las teorías, daremos una pequeña
síntesis de la teoría de Maquiavelo en “El Príncipe”, esta alude a dos formas de gobiernos,
los estados libres, como las repúblicas, y los principados, como las autocracias, esta última
consistirá en la que posee más potencial ya que consiste en una. Pese a esto, tal y como dice
el dicho, “todo lo bueno posee un lado malo” 1, porque optar por tal forma de gobierno y no
realizarlo de buena manera conlleva un gran peligro, ya que esto podrá generar el sucumbir
ante una tiranía, una de las peores formas de gobiernos junto a la oclocracia.
“Surge de esto una cuestión: si vale más ser amado que temido, o temido que amado.
"Nada mejor que ser ambas cosas a la vez; pero puesto que es difícil reunirlas y que
siempre ha de faltar una, declaro que es más seguro ser temido que amado. Porque de la
generalidad de los hombres se puede decir esto: que son ingratos, volubles, simuladores,
cobardes ante el peligro y ávidos de lucro. Mientras les haces bien, son completamente
tuyos: te ofrecen su sangre, sus bienes, su vida y sus hijos, pues -como antes expliqué-
ninguna necesidad tienes de ello; pero cuando la necesidad se presenta se rebelan.”2
Luego viene la teoría de Aristóteles, en “La Política”, donde en mas bien un punto
medio entre el realismo y el idealismo, aunque influenciado más al primero, en esta
consideraba al hombre como un “animal político”, es decir, que
“el hombre se diferencia de los animales, entre otras cosas, porque vive en
sociedades organizadas políticamente, en cuyos asuntos públicos participa en mayor o
menor medida, con el objetivo de lograr el bien común: la felicidad de los ciudadanos”3
, en base a esto, declara que el hombre no puede formarse sino en su relación con el estado
como ciudadano.
2
Nicolas Maquiavelo, El Príncipe, 82, XVI.
3
https://www.culturagenial.com/es/el-hombre-es-un-animal-politico/
4
Platón, La República, 341d, XV, libro I.
del alma y no los del cuerpo porque estos nos llevarán a la justicia como individuo y como
sociedad, lo cual es extremadamente difícil debido a que el humano es fácilmente
corrompible, generando que nos lleve directamente a la ruptura de esta forma de gobierno.
Luego viene la teoría de “La política”, con su mejor forma de gobierno para expresar
todos los aspectos de la realidad política, el cual corresponde a la monarquía, ya que es
similar a la autocracia en el ámbito de que el poder este concentrado en uno, pero la ley no
corresponde a la voluntad de este, sino que son unas que se han ido heredando dentro de la
familia real, las cuales tienen como objetivo velar por el bien común.
5
https://dle.rae.es/autocracia
“-A intentarlo, pues -dije yo-, ya que tú me ofreces tan gran ayuda. Me parece, por
tanto, necesario, si es que hemos de salir libres de esas gentes de que hablas, que
precisemos quiénes son los filósofos a que nos referimos cuando nos atrevemos a
sostener que deben gobernar la ciudad; y esto a fin de que, siendo bien conocidos,
tengamos medios de defendernos mostrando que a los unos les es propio por naturaleza
tratar la filosofía y dirigir la ciudad y a los otros no, sino, antes bien, seguir al que
dirige.”6
6
Platón, La República, 412, edición Luarna, http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Clásicos%20en%20Español/Platón/La
%20República.pdf