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Los 10 talentos de los niños TDAH

Los niños DDAH, cuando son bien formados por sus padres y maestros, generan talentos.
Los niños TDAH son talentosos.
Miguel Rodríguez López.

Los niños bajo la condición del desorden de déficit de atención e hiperactividad, tienen un don
especial: desarrollan talentos cuando son educados por sus madres y maestros. La educación
especial, y el trato particular que sus padres y maestros aprenden a darles, tienen este maravilloso
efecto. Se puede decir de alguna manera son “sobre estimulados:” para desarrollar su atención,
manejar sus sentimientos, dirigir su conducta, y para amar. Y como resultado de esta “sobre-
estimulación” o atención, ellos generan una serie de talentos o virtudes.

Primer talento:
1) Los niños bajo la condición del bajo la condición del desorden de déficit de atención e
hiperactividad son felices.
Ya sea por su inocencia facilitada por el déficit de atención o por su espontaneidad facilitada por la
impulsividad. Disfrutan más y durante más tiempo la niñez y la felicidad de esta etapa. Disfrutan
más intensamente el juego, los amigos, las actividades y los intereses infantiles. No olvidar ser feliz
es un talento. En estos niños se cumple mejor el fin de la educación que es ser feliz y hacer felices
a las personas que comparten su vida.

2) Siempre son amigos.


No pueden resistirse las ganas de platicar. Para conversar y hacer amigos, no importa no
distinguen, si es adulto joven o niño, si su compañerito es rico pobre, popular o no popular, niño o
niña, se dirige a todos. Él siente y es amigo de todos, a pesar de que algunos no lo acepten. Saber
tratar y entender a las personas es la habilidad más importante que hay que aprender en la vida. Y
estos niños siempre están ensayándola.

3) Perdonan con facilidad, y no dan importancia al maltrato.


Perdonar es una habilidad social, emocional, y espiritual básica en la vida. Los niños bajo la
condición del desorden de déficit de atención e hiperactividad, no pueden mantener su mente en
un pensamiento, siempre están cambiando, por eso perdonan con más facilidad los agravios y los
daños. De la misma manera que parece no se dan cuenta, si son molestos, igualmente no se dan
cuenta si son maltratados. No olvidan el maltrato simplemente, más bien parece que no se dan
cuenta, como si fueran más resistentes o más fuertes emocionalmente.

4) Son espontáneos, sinceros con sus sentimientos.


El niño expresa y actúa de acuerdo a sus sentimientos. Tanto los sentimientos defensivos, como
los sentimientos positivos, como el amor, la ternura, la alegría y la amistad. No es falso o taimado
porque le cuesta más trabajo actuar con plan, que expresar lo que siente.

5) Saben percibir los estados de los demás.


Algunas personas confunden este talento con una forma de inteligencia para salirse con la suya;
no es que sean más inteligentes, pero sí son más sensibles para percibir las emociones, las
situaciones sociales, y naturalmente, les sacan ventaja.
Un aspecto relacionado con este talento, que el niño bajo la condición del desorden de déficit de
atención e hiperactividad, mueve a las personas; mueven a sus papás, mueven al grupo de
compañeros y a sus maestros: Los maestros cambian o perfeccionan sus habilidades docentes
gracias al reto de educar a un niño con déficit de atención, y el grupo de compañeritos aprende a
ser incluyente, y muchas emprenden actividades, que de otra manera no harían, gracias al
entusiasmo de estos niños.

6) Son rápidos, para hacer las cosas.


Terminan de contestar, de copiar, de leer, más rápido que los demás. Se podría decir, con la
desventaja de que lo hacen mal, pero con la valiosa circunstancia de que apresuran al grupo y
establecen metas de desempeño para los demás. Además de que lo hacen rápido, cada vez lo
hacen mejor.
Relacionado con esto también son más decididos cuando tienen que serlo.

7) Son buenos para los deportes.


Cuando superan el descontrol y la falta de dirección de sus actividades y sus movimientos queda
un factor muy importante del deporte: rapidez y velocidad; para sus reacciones sus movimientos y
sus pensamientos. Reaccionan antes que los demás, corren más veloces que los demás y hacen
movimientos que sorprenden a los demás.

8) Tienen pensamiento, creativo, intuitivo y heurístico.


Las exigencias de la escuela y de la vida los llevan a resolver los mismos problemas que los otros
niños, pero ellos las resuelven de una manera diferente, nueva y eficiente. Desarrollan la
creatividad y otras formas de inteligencia.
Todo quieren hacer más simple y más rápido: Fraccionan las tareas. Resuelven problemas por
aproximación, cuentan dedos o escriben en el aire. Detectan rápidamente la información que más
se repite. Son sensibles a la información global. Y lo más valioso, siempre están generando nuevas
formas de aprendizaje.

9) Se esfuerzan. Tienen el hábito emocional del esfuerzo.


Las grandes construcciones de la vida se logran con sacrificio y esfuerzo. La mayoría de las
personas, son pasivas, conocen el sacrificio; y pocas personas han sido educadas en el esfuerzo.
Los niños bajo la condición del desorden de déficit de atención e hiperactividad, tienen la
experiencia del esfuerzo, porque sólo a través del esfuerzo, tanto mental como emocional, han
logrado por ejemplo, mantener el enfoque de su atención y la auto regulación de su conducta.
Mediante el esfuerzo interno han logran hábitos emocionales como programar el placer, seguir
propósitos e indicaciones, perdonar, y otros relacionados con el manejo de la impulsividad, como
dejar pasar el sentimiento.

10) Fuerza de voluntad.


La voluntad parece una palabra moral olvidada, pero no es así: La voluntad es el elemento central
de la personalidad; la voluntad es lo que nos hace diferentes de otros seres que sólo pueden
seguir el camino de los estímulos de la de la física y la naturaleza, la voluntad es lo que nos hace
humanos y seguir propósitos propios y diferentes. Y la educación escolar de estos niños hace
precisamente eso, que el niño madure por sí mismo las funciones ejecutivas del cerebro. La
formación de la personalidad en la familia hace precisamente eso; que el niño madure a base de
voluntad lo que otro niño madura con la edad. Los niños TDAH, tiene mayor fuerza de voluntad
por el entrenamiento que han recibido.
Además son perseverantes para lograr sus metas; transforman la necedad en porfía, y el capricho
en consistencia.
Adicionalmente tienen un don o una gracia adicional: Tienen una mamá que se ha desarrollado su
personalidad al nivel de las soluciones que requiere su hijo, llena de admirables cualidades. Los
compañeritos del niño reconocen estas cualidades, y aunque ningún niño cambiaría a su mamá
por otra, sus compañeritos comentan entre ellos, o se dicen a sí mismos, que les gustaría que su
mamá se pareciera en alguna de estas cualidades, a la mamá de un niño con TDAH.

La existencia de estos talentos.


No es que en compensación a su dificultades tengan talentos diferentes, Tampoco es el caso de
que sean más inteligentes que los demás de manera que no sean comprendidos: Es que sus
madres les hacen sentir que pueden superar sus dificultades, que trabajan con ellos: induciéndolos
a seguir indicaciones, haciendo con ellos la tarea, conviviendo satisfactoriamente. Y es también
que sus maestros les ofrecieron oportunidades y opciones de aprender a su manera, de acuerdo a
su condición.

Tristemente también pasa lo contrario. Los niños cuando no reciben esta sobre-estimulación o
mejor dicho esta educación amorosa, especial, por sus maestros, este trato especial por sus
padres; su estado hace que las características negativas, se agraven y se extiendan, convirtiéndose
en lugar de talentos, en rasgos negativos de personalidad.

¿Dudas si estos talentos son reales o sea un argumento consolador?


Piensa en una persona emprendedora, alguien con éxito social o económico que admires.
Examina su personalidad y seguramente encontrarás que tiene algo de déficit de atención e
hiperactividad.

Son felices
Siempre son amigos
Perdonan con facilidad
Son espontáneos y sinceros
Perciben el estado de los demás
Son rápidos
Destacan en los deportes
Creatividad, pensamiento intuitivo y heurístico
Esfuerzo
Fuerza de voluntad

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