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SEMINARIO GUADALUPANO JOSEFINO

ARQUIDIÓCESIS DE SAN LUIS POTOSÍ

ETAPA DE FILOSOFÍA

SEMINARIO DE TEXTOS FILOSÓFICOS

Trabajo: Reporte de lectura


Los grados del Saber
Metafísica, I, 1 y 2
Aristóteles

Alumno:
José Guadalupe Contreras Torres

Maestro:
Pbro. Francisco Javier Ojeda Magaña

San Luis Potosí, S.L.P., 21 de abril 2021.


Aristóteles, el autor del libro “La metafísica” sobre el que se desarrolla el presente reporte,
nació en Estagira, estación griega de Macedonia entre el año 384- 383 a. C., a los 18 años
se trasladó a Atenas e ingresó en la Academia, donde se dice que por 20 años pudo seguir
las lecciones del filósofo Platón, de quien se ha hablado en otros trabajos.
La obra está dividida en 14 libros, de los cuales aquí se abordará solo algunos fragmentos
del primer libro. Empieza afirmando que por naturaleza todos los hombres desean saber y
por ello les gustan las sensaciones y aún más las visuales, privilegiando así el sentido de la
vista a los demás sentidos pues con él es posible adquirir más conocimientos y descubrir
más matices, lo cual me parece muy interesante pues creo que en muchas ocasiones
recordamos algo porque lo vimos, de este modo estamos empleando este sentido y
generando así un conocimiento para nuestro entendimiento. El autor también expresa que la
memoria da origen a la experiencia en los hombres pues muchos recuerdos de una misma
cosa acaban por constituir una experiencia, de la cual sabemos solo el hombre puede tomar
conciencia de ello y es de donde parte la filosofía, al adquirir una experiencia total, en la
que considero han de intervenir los sentidos, haciendo capaz a la memoria de retener y
recordar el suceso o el conjunto de sucesos vividos, lo cual harán que el hombre tenga
curiosidad por conocer más y más de modo que vaya filosofando al cuestionarse.
Más adelante dice que la experiencia creó el arte y la inexperiencia el azar, persuadido de
que los hombres de experiencia conocen que una cosa es, pero ignoran el porqué; mientras
que los hombres que poseen el arte conocen el por qué y la causa. Me agrada el ejemplo
que cita en el que dice que los maestros han de tener mayor consideración que los obreros
pues son más sabios por el hecho de que saben la causa o razón de lo que hacen, mientras
da a entender que los obreros solo se reducen a obedecer y realizar lo que el maestro
indique.
El autor, entiende por sabio al que sabe todas las cosas, en cuanto es posible, sin tener la
ciencia de ninguna de ellas en particular, un sabio es el que llega a conocer las cosas más
difíciles y penosas para el hombre y va más allá de lo sensible, percibido con los sentidos.
Es asombrosa la manera en que se puede decir que se es sabio, pues la señal del saber, sin
duda será el poder de enseñar. Describe una ciencia teórica de los primeros principios,
además que el asombro fue el que empujó a los hombres a filosofar, tanto en el principio
como ahora, en el principio la inquietud por conocer e investigar acerca de las dificultades
más aparentes y visibles como los movimientos del sol y la luna hasta los más laboriosos de
los que se podría indagar. En lo personal descubro que elogia a la capacidad de asombro
pues él mismo escribe: “Ver una dificultad y asombrarse es reconocer la propia ignorancia”
no haciendo ver la ignorancia como algo malo, sino como encontrar en ella la capacidad de
abrirse a conocer nuevas cosas, esto me hace pensar que el filósofo no debe quedarse
estancado solamente con lo que se conoce, sino más bien siempre estar dispuesto a conocer,
adoptando la duda como un método con el cual será capaz de llegar a nuevos
descubrimientos y no como un sistema en el que se cierre a diversas perspectivas.
Por ultimo en este capítulo dedica algunos párrafos para hablar de una ciencia divina, cuya
posesión convendría de manera principal a Dios y que solo tratase de las cosas divinas,
siendo una ciencia de doble carácter pues por un lado, Dios es una cierta causa y un cierto
principio de todas las cosas y por otra parte solo él podría poseer una ciencia así. Refiere
también que todas las demás ciencias son más necesarias que ella, pero ninguna es superior
a ésta.
En conclusión, este texto me llamó la atención pues va describiendo lo que es el saber,
cómo comienza por el deseo de conocer, como se convierte en arte y se mide en la
capacidad de enseñar. Para mi es a la vez una motivación para perseverar en el ámbito
filosófico, y adquirir conocimientos y la capacidad de transmitirlos.

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