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Diagnóstico en Educación Social
ÍNDICE:
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Diagnóstico en Educación Social
Mujer, 49 años, vecina del municipio de Leganés, casada y con dos hijas
mayores de edad que se persona en el centro de apoyo a las familias (CAF-17)
solicitando asesoramiento urgente.
El el transcurso de la conversación telefónica, la mujer pone en mi conocimiento
los problemas de convivencia generados en su unidad familiar como consecuencia
de la actitud de su hija mayor, que se niega a romper su relación de pareja, (no
conviviente), con un individuo con antecedentes de violencia de género (con
sentencia en firme), que, según su testimonio, la maltrata psicológicamente, la
manipula hasta ponerla en contra de su familia y la extorsiona económicamente bajo
la amenaza constante de abandonarla.
3- Proceso diagnóstico.
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-Concretar tanto la magnitud como las características del problema cara a diseñar
una correcta intervención dirigida a corregir los comportamientos que han
ocasionado el conflicto.
-Conocer, en profundidad, la dinámica relacional de la familia cara a determinar las
posibles causas del comportamiento de sus miembros.
HIPÓTESIS:
-Posibles dificultades relacionales en el núcleo familiar previas a la aparición del
problema.
-Carencia de vínculos lo suficientemente estables para superar las vicisitudes.
OBJETIVOS:
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ÁREA DE ANÁLISIS
FUENTE TÉCNICA DURACIÓN LUGAR
Atención J. R. S. Entrevista 15/20 m CAP-17 Sala de
socioemocional Semiestructurada reuniones
-Autoconcepto:
-Rasgos generales de
la personalidad
-Estado emocional
-Grado de autoestima
-Grado de asertividad
-Capacidad para la
resolución de conflictos
-Capacidad de
adaptación a los
cambios
Atención familiar J.R. S Entrevista 15/20 m CAP-17 Sala de
-Dinámica de las
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GUIÓN DE LA ENTREVISTA:
-Autoconcepto
-¿Cómo describirías tu estado anímico, actualmente?
-¿Te sientes valorada como persona, como trabajadora, como madre...?
-¿Cómo llevas el hecho de que tus hijas se hayan convertido en adultas?
-¿Te consideras una persona asertiva?
-¿Como calificarías, en general, tu reacción habitual ante los conflictos?
-Problematica que ha desencadenado el conflicto
-Cuéntame cómo ha influido en tu familia la relación de tu hija mayor.
-Tanto tu marido como tu hija pequeña, ¿opinan lo mismo?
-¿Cómo gestionan ellos este cambio de actitud de tu hija mayor?
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Fase de preparación:
Una vez recabada tanta información previa como nos ha sido posible y redactado
el guión de la entrevista semiestructurada, procedo a concertar una cita con J.R.R.
en una de las salas del CAF acondicionada para tales propósitos.
Fase de apertura:
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Fase de desarrollo:
Entrevistadora: Bueno..., ahora háblame un poco de ti. ¿De donde eres?, ¿qué has
estudiado?, ¿donde trabajas?, tus aficiones...
Julia: ¡A ver! Esto ya lo sabes, pero bueno... Estoy casada, vivo aquí en Leganés y
tengo dos hijas. ¡Ah! Y trabajo media jornada en una gestoría. Poco más.
Entrevistadora: ¿Siempre has vivido aquí, en Leganés?
Julia: No, nací en Madrid y viví allí hasta los nueve años, luego mis padres se
volvieron al pueblo y estuve allí, en un pueblo de Badajoz, hasta que me casé y me
vine a vivir aquí con Esteban.-Yo asiento, dándola pie a que continúe-. Estudie un
FP en Herrera del Duque, un pueblo más grande que hay cerca del mío. Cuando
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nos vinimos aquí a Leganés empecé a trabajar con un tío mío que tiene una gestoría
y allí sigo.-Se la ve un poco decepcionada pero prefiero dejarlo pasar de momento.
Entrevistadora: Y, ¿qué te gusta hacer en tus ratos libres?
Julia: Antes mi gustaba ir con las niñas al parque, o al cine, o de compras... ahora
una está muy ocupada y la otra prefiere estar con cualquier antes que conmigo así
que, poca cosa... ¡a ver la tele! - Empieza a ser bastante patente el desencanto que
Julia manifiesta ante su percepción de que sus hijas ya no la necesitan. Me resulta,
también, un tanto inquietante que no mencione a su marido en lo referente a su
tiempo de ocio.
Entrevistadora: Ya, todos sabes como son los hijos, bueno, ¡como somos!- Ahí noto
que está completamente en desacuerdo conmigo.
Julia: Eso es ahora, en mi época todo era diferente. Mi madre y mi padre eran los
que mandaban en casa y a nosotros ni se nos ocurría discutir. Ahora los hijos hacen
lo que les da la gana. ¡Te digo yo que mi madre no hubiera aguantado ni la mitad de
lo que llevamos aguantado nosotros!
Entrevistadora: Y ella, ¿que opina sobre lo que está pasando con Sara? - No sé por
qué le pregunto eso pero, de repente considero que su respuesta puede ser
bastante esclarecedora y, compruebo que, efectivamente lo es cuando pone los
ojos en blanco antes de responder.
Julia: No hace más que decir. ¡hay que pena, con lo buena que tu eres!, ¡qué mala
suerte has tenido en la vida! Y yo, oyéndola me siento como una mierda... -Sacudo
la cabeza para mostrar mi disconformidad y ella continua- Siempre a sido muy
dramática y la ha gustado controlarnos a todos, a mis dos hermanos, a mi padre y
sobre todo a mí, que soy la pequeña... La verdad es que ahora me planteo si no me
pareceré a ella más de lo que yo quisiera. Reconozco que, viendo como son las
cosas en mi casa, a veces creo que sí.
Entrevistadora: No entiendo muy bien a qué te refieres. ¿Por qué crees que te
pareces a tu madre? ¿Crees que tú también intentas controlar a tus hijas?
Julia: Pues, conscientemente no, pero, la verdad, no estoy tan segura. -En lugar de
intervenir la dejo unos instantes para reflexionar y al ver que no añado nada se
decide a continuar- Yo no quiero controlarlas pero supongo que mi madre tampoco
quería... En realidad es que no entiendo muy bien que ellas tomen sus propias
decisiones sin pedir permiso, ¡vamos que hacen lo que les da la gana y nosotros a
callar y a tragar! -Llegados a este punto resulta bastante evidente que a Julia la
transición de sus hijas a personas adultas le está resultando más dura que a la
mayoría de los padres.
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irritando- pero bueno, creo que eso ya ha quedado claro. Nuestros problemas
empezaron hace mucho, lo que pasa es que, hasta ahora, había dado con chicos
normales, y por eso no llegaba la sangre al río..., este tío, en cambio, se ha dado
cuenta de cómo es y se está aprovechando para manipularla y sacarla hasta el
último duro que tenga...- Aprovecho que se queda callada un momento para intentar
desviar su atención de la pareja de su hija porque si no sé que va a ser imposible
avanzar.
Entrevistadora: Es cierto, ya me has comentado, en otras ocasiones que Sara gana
un buen sueldo pero no me has dicho a qué se dedica y tampoco qué es lo que está
estudiando tu hija pequeña, Alba, ¿verdad? -Asiente, aceptando mi cambio de tema.
Julia: Pues, eso es lo que me da tanta rabia, las dos son guapas y listas, ¡espera
que te voy a enseñar una foto! - Saca el móvil y confirmo que no es amor de madre,
cuando veo a dos chicas preciosas, sonriendo a la cámara. Se lo digo y asiente
orgullosa-. Sara es enfermera, trabaja en el Severo Ochoa y, con lo que está
cayendo, ahora está ganando una pasta, y Alba es un “cerebrito”, se está sacando
la carrera de derecho. El problema es que ni una ni otra se dan cuenta de lo que
valen, Sara con las inseguridades y Alba lleva cuatros años yendo a una psicóloga
para intentar controlar las crisis de ansiedad, yo intento hablar con ella pero no hay
manera...
Entrevistadora: Entiendo lo duro que tiene que ser eso para ti, yo, ante una situación
así, seguramente acabaría cuestionándomelo, todo.
Julia: ¡Pues eso mismo me pasa a mí! Ya no sé, ni siquiera, si he sido una buena
madre. Llevo toda la vida en un trabajo de mierda,- afirma, confirmando mis
sospechas iniciales respecto a su empleo-, con tal de pasar más tiempo con ellas y
todo, ¿para qué?, para acabar siendo la mala porque si hablas malo y si te callas
revientas...
Entrevistadora: No te preocupes, Julia, ya verás como poco a poco conseguimos
que todo eso vaya cambiando. A lo mejor solo necesitas que sean ellas las que te
digan la mejor manera de decirles las cosas, ya sabes, ¡cada persona es un mundo!
-Suspira, asintiendo.
Julia: ¡Si ya sé yo que soy muy bruta, pero hay confianza!, ¿no? -Sonrío,
encogiéndome de hombros, evitando así contestar a su pregunta. Como no añado
nada ella continua, intentando explicarse-. ¡De verdad que siempre empiezo bien,
intentado hacerlas razonar, pero, al final, reconozco que me caliento y acabo
diciendo barbaridades!
Entrevistadora: Y, ¿el resto de la familia qué opina? ¿Como reaccionan cuando Sara
y tu discutís?
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Julia: Alba lo pasa fatal, siempre intenta mediar entre nosotras, y eso que piensa lo
mismo que yo, lo que pasa es que con ella su hermana no se enfada porque se lo
dice todo con mucho cuidado, aunque caso, tampoco la hace pero, por lo menos no
se enfrenta a ella. En cambio, con el padre y conmigo se pone como una fiera y él,
¡pues depende del día!, o se calla para no liarla o se pone a su altura y acabamos
como “el rosario de la aurora”. ¡Un infierno, ya te digo! Y, al final, ¿para qué?, él
pobre acaba sentado a oscuras en el salón muerto de pena, que lo veo y se me cae
el alma a los pies, ¡con lo que es él con sus “niñas”! y ella se va de casa, con el hijo
de puta ese, toda digna dando un portazo
Entrevistador Y, llegado a este punto, ¿donde crees tú que podría estar la solución?
-Me mira muy seria y me pregunta: ¿Sinceramente?, yo asiento y la respondo
también muy seria-. Claro, Julia, para eso estamos aquí.
Julia: Yo, lo único que pido ya es que no me duela y creo que la solución sería que
se fuera de casa y nos dejara a nosotros vivir en paz, yo no la echo porque no
quiero, después, que si la veo hecha un desgraciada, me remuerda la conciencia, y,
sobre todo porque me costaría mi matrimonio pero, de verdad, que es la única
solución que veo..., que compruebe, por ella misma, lo que es vivir, de verdad, con
ese tío y que si vuelve, sea dándose cuenta del daño que nos ha hecho.- Después
de eso, se la ve como encogida y yo decido dar por concluida la entrevista. Ya tengo
todo la información que necesitaba y no considero necesario alargar lo que sé que
para ella está suponiendo un mal trago.
Fase de finalización:
Entrevistadora: Tranquila, vamos a hacer todo lo que podamos para que, a partir de
ahora, vayan mejor las cosas, lo más importante es que tú ya has dado el primer
paso. Si te parece lo vamos a dejar aquí.¡Muchas gracias, has sido muy valiente!
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Juicio diagnóstico
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Isabel
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El día 13 del presente mes de diciembre, J.R. S, mujer de 49 años, casada y con
dos hijas mayores de edad, acude a nuestras instalaciones alegando problemas de
convivencia familiar ocasionados por una situación de maltrato a Sara, su hija
mayor, por parte de su pareja.
Tanto ella, como su marido y su hija menor, han intentado persuadirla, por todos
los medios de que rompa esa relación (J.R.S manifiesta no tener conocimiento de
que en ella haya habido maltrato físico pero sí verbal y psicológico, además de
extorsión económica), pero Sara ha ignorado sus recomendaciones incluso después
de que su pareja acudiera a su domicilio y ejerciera violencia verbal sobre su padre.
La manifiesta hostilidad contra esta persona que ya ha sido condenado
previamente por maltrato (tiene una sentencia en firme de una relación anterior) ha
ocasionado una fuerte tensión convivencial en el núcleo familiar hasta el punto
romper la unidad familiar.
J.R.S presenta un cuadro de ansiedad y depresión y se declara incapaz de seguir
soportando la tensión extrema que se vive en su domicilio.
Reconoce que con anterioridad al conflicto existían problemas relacionales con su
hija, cuyas causas aún no podemos determinar con seguridad, pero es un hecho que
la dependencia emocional de Sara con su pareja, que la impide aceptar la evidencia
del maltrato, ha sido el desencadenante de la crisis.
Se declara impotente ante la situación y amenaza con pedir a su hija que abandone
el domicilio familiar con el consiguiente riesgo para la seguridad de Sara, que hasta
ahora se ha negado a convivir con su pareja y el deterioro que eso supondría para
las relaciones de la familia.
En base a la información recabada, la confirmación de las hipótesis y el logro de
los objetivos, considero necesaria una intervención interdisciplinar inmediata.
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4- Bibliografía.
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