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Personalidad La personalidad, puede definirse como el conjunto de características o rasgos

psicológicos internos que describen la forma de ser de la persona y determinan la manera que
tiene de comportarse en diferentes situaciones. La personalidad es un constructo psicológico
que engloba el conjunto de actitudes, pensamientos, sentimientos y conductas. Carácter y
temperamento El carácter es el conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa,
de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las
demás. El carácter no es algo que se traiga desde el seno materno, sino que se ve afectado
rotundamente por el medio ambiente, la cultura y el entorno social donde cada persona se
forma. El investigador Santos expresa que el carácter es aquello con nos diferencia de nuestros
semejantes y que es el resultado del aprendizaje social, las cuales están relacionadas con los
hábitos de cada individuo y la forma en la que reacciona frente a las experiencias. El carácter
no termina de formarse sino hasta el final de la adolescencia. El temperamento es el carácter
de las personas. El término proviene del latín temperamentum y está vinculado a la manera de
ser y a la forma de reaccionar de los seres humanos; por lo tanto, el temperamento está
directamente relacionado con la interacción con el entorno. Se dice que un individuo tiene
mucho temperamento cuando sus reacciones son vehementes e intensas. Por ejemplo: El
volante mostró su temperamento cuando, tras una terrible patada, pidió la pelota para patear
el tiro libre pese a encontrarse lesionado, Jonás necesita más temperamento para triunfar en
el mundo de los negocios, A Tomás lo traicionó su temperamento y arrojó el ordenador al
suelo. Es común confundir el temperamento y el carácter. Sin embargo, son dos características
diferentes. Para comprender que les diferencia debemos conocer los conceptos. Se conoce
como la manera natural con que un ser humano interactúa con el entorno que le rodea. Se le
considera hereditario y no influyen en el los factores externos a menos que estos sean
constantes y fuertes. Se le considera como la capa instintivoafectiva de la personalidad. El
temperamento en conjunto con la inteligencia y la voluntad modelan el carácter. Sentimientos
y las emociones Las emociones son reacciones psicofisiológicas que ocurren de manera
espontánea y automática. En cambio, los sentimientos son la interpretación que hacemos de
esas emociones y se pueden regular mediante nuestros pensamientos. Las emociones son
funciones biológicas de nuestro cerebro que aparecen para ayudarnos a reaccionar a lo que
estamos viviendo y sobrevivirlo. Es decir, que tiene una función adaptativa al medio. Las
emociones básicas son aquellas que tenemos todos los seres humanos con un cerebro sano,
independientemente de nuestro sexo, raza o edad. Se dicen que son 6: alegría, tristeza,
enfado, miedo, asco y sorpresa. Los sentimientos son la unión de emoción+pensamiento. Un
sentimiento de injusticia aparece cuando sentimos enfado y a la vez, pensamos: esto no es
justo, no debería de ser así, hay que poner remedio. Los sentimientos son más prolongados en
el tiempo que las emociones, y se alimentan de nuestros pensamientos, seamos o no
conscientes de qué pensamientos generan nuestros sentimientos. Mientras que las emociones
aparecen para ayudarnos a adaptarnos al medio, no todos los sentimientos son adaptativos,
muchos de ellos son disfuncionales, es decir, nos perjudica mucho más sentirlos que el hecho
de no sentirlos. Motivación y empatía La motivación: Es el combustible que nos permite llevar
a cabo lo que nos proponemos, es la capacidad para enviar energía en una dirección específica
con un propósito específico. Las personas motivadas tienen empuje, dirección y resolución, un
deseo de superarse, perseguir un sueño u obtener un determinado resultado. La empatía:
Implica una apertura personal sin precedentes, se trata de la capacidad de reconocer y
sintonizarse con los sentimientos, necesidades, preocupaciones o desafíos de la otra persona y
conocer cómo lo afectan. Es ponerse en el lugar de alguien más para tratar de comprenderlo.
Inteligencia emocional Cuando hablamos de inteligencia emocional, nos referimos a la
habilidad de entender, usar y administrar nuestras propias emociones en formas que reduzcan
el estrés, ayuden a comunicar efectivamente, empatizar con otras personas, superar desafíos y
aminorar conflictos. Un nivel alto de inteligencia emocional nos permite forjar relaciones sanas
y equilibradas dentro del núcleo familiar, en la escuela y en el trabajo. También es la
herramienta básica para la autocrítica positiva, un recurso muy útil para aproximarnos sin
juicio a nuestras propias cualidades y áreas de oportunidad con un propósito de mejora.

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