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Fundación Universidad Autónoma de Colombia

María Camila Villalba Benítez


Proyecto de grado

Irreductibilidad de la conciencia: Una respuesta desde el naturalismo biológico de Searle al


materialismo eliminativo de Churchland
Delimitación

Para la década de los cincuenta y setenta los avances y descubrimientos de la ciencia fueron
cada vez más acelerados, en especial los avances de la neurociencia y la psicología. Una
buena parte de los descubrimientos científicos que se dieron en la época tenían que ver con la
gran capacidad y el potencial descriptivo del funcionamiento del cerebro. Dicho potencial no
solamente ocupó la atención científica, sino que también generó influencias en el ámbito
filosófico. Algunos filósofos vieron en la neurociencia una herramienta muy valiosa para dar
solución al conocido problema filosófico “mente- cuerpo”, ya que los proyectos anteriores, es
decir, el dualismo y el conductismo, fracasaron en el intento. Así pues, desde la postura
filosófica materialista se impulsó la idea de que es posible dar cuenta de los fenómenos
mentales a través de la explicación de los procesos físico- químicos del cerebro y así por fin
dar una solución científicamente demostrable al problema “mente- cuerpo”.

Específicamente el materialismo reduccionista o eliminativo impulsó la Teoría de la


Identidad, que tiene como idea principal “que los estados mentales, son estados físicos del
cerebro. Es decir, cada tipo de estado o proceso mental es numéricamente idéntico (es una y
la misma cosa) que algún tipo de estado y proceso físico dentro del cerebro en el sistema
nervioso central” (Churchland,2010, p.50)1. En este sentido, entre los filósofos que defienden
la Teoría de la identidad entre fenómenos mentales y lo estados cerebrales, se encuentra el
filósofo canadiense Paul Churchland, quien sostiene que se puede llegar hacer una
neurociencia estricta que dé cuenta de todos y cada uno de los estados mentales del hombre.

Por consiguiente, Churchland sostiene que los estados mentales, es decir, las creencias, los
deseos y los pensamientos de los sujetos son explicables por medio de la neurociencia. Así
mismo, también sustenta que todas las consideraciones y explicaciones que de estos intenta
dar el “sentido común” o la psicología folk deben ser superados, porque simplemente nos
llevan a errores conceptuales, en sus propias palabras, “la psicología tradicional es una
concepción irremediablemente primitiva y profundamente confusa de las actividades
internas” (Churchland, MyC,p. 79). En este orden de ideas, puesto que el materialismo
eliminativo defiende la noción de reducción de los estados mentales a estados cerebrales,
tanto la subjetividad como la conciencia resultan también reducibles a procesos físicos del
cerebro. Churchland sostiene este planteamiento a través de los siguientes cuatro
argumentos:1. Constitución ostensible de los individuos, 2. Respaldo científico y neurofísico,
3. Historia evolutiva, 4. Dependencia nerviosa de todos los fenómenos mentales conocidos.

1 Churchland, P. M., & Mizraji, M. N. (1999). Materia y conciencia. Gedisa.


El primer argumento sostiene que es posible explicar los procesos mentales por medio de
procesos neurofísicos, puesto que la constitución neuronal y cerebral de los individuos es
idéntica sin importar su lugar de nacimiento o cultura. El segundo argumento sustenta que es
posible demostrar y explicar la relación causal de las identidades por medio de los desarrollos
científicos de la neurociencia, pues “Aquello de lo que se ocupan las neurociencias son esas
operaciones internas que controlan la conducta” (Churchland, 2010, p. 53). El tercer
argumento tiene por objetivo mostrar cómo el cerebro humano evoluciona de una única
manera y con ello puede ser explicado “objetivamente”, es decir, “La teoría de la evolución
constituye la única explicación seria que tenemos para dar cuenta de la capacidad del cerebro
y del sistema nervioso central para controlar la conducta (...) parecería que las causas básicas
de nuestra conducta se remiten a la actividad nerviosa ( Churchland, 2010, p. 53). Por último,
el argumento de la dependencia nerviosa de los estados mentales tiene que ver con el hecho
de que es posible hacer una explicación y una demostración neurofísica de la mayoría de los
estados mentales, “este último argumento surge a partir del éxito cada vez mayor que logran
las neurociencias en su tarea de describir con claridad el sistema nervioso de muchos seres y
explicar sus aptitudes y deficiencias conductuales, en términos de las estructuras
descubiertas” (Churchland, 2010, p. 54). En suma, el materialismo eliminativo sostiene que
los estados mentales pueden y deben ser reducidos a estados cerebrales, es decir, que a través
de ellos se puede explicar por qué una persona siente dolor, miedo o aún más, explicar por
qué piensa y cómo lo hace. Según Churchland, sólo mediante esta vía se puede obtener un
resultado exitoso.

Frente a los argumentos del materialismo eliminativo o Teoría de la identidad, John Searle
desarrolla una serie de críticas en el marco de su teoría del naturalismo biológico. Según este
filósofo, existen algunos aspectos de la mente que son irreductibles, entre ellos la conciencia
y la subjetividad. Para Searle estos dos factores son irreductibles e ineliminables porque son
verdades simples y obvias para cualquier ser humano, así mismo todos los procesos mentales
que adjudicamos a ellos. Por consiguiente, las teorías que intentan reducir o eliminar este tipo
de estados mentales de la filosofía de la mente deben ser duramente cuestionados y superados
, así que por ello Searle propone un redescubrimiento de la mente en el cual el estudio de la
conciencia y la subjetividad tengan la importancia que se merecen “ pienso que la
conciencia es el fenómeno mental central, quiero comenzar un serio examen de la conciencia
en sus propios términos”( Searle,1996,p. 1).En ese sentido, Searle propone cuatro argumentos
esenciales y generales que hacen parte de las críticas y las objeciones frente a los supuestos
defendidos por el materialismo eliminativo y Teoría de la identidad, los cuales sirven como
sustento teórico para la irreductibilidad de la conciencia. Estos son: 1. La Introspección, 2.
Viola el principio lógico de la “Ley de Leibniz”, 3. Contingencia de las identidades,

El primer argumento es el más fuerte y el más recalcitrante dentro de la visión de la


conciencia, puesto que está directamente ligado con la subjetividad y la capacidad individual
de cada sujeto de sentir y pensar “Todo estado consciente es siempre el estado consciente de
alguien. Y, del mismo modo en que tengo una relación especial con mis estados conscientes,
que no es como mi relación con los estados conscientes de los demás, ellos tienen una
relación con sus estados conscientes que no es igual a la relación que yo tengo con sus
estados conscientes” ( Searle, 1996, p. 106) El segundo argumento, sostiene que para que la
identidad entre estados mentales y procesos cerebrales se pueda dar, deben compartir todas y
cada una de las propiedades, puesto que la ley de leibniz sostiene que “ A y B, digamos, son
estrictamente idénticos si «A» y «B» denotan lo mismo.” (Rabossi, 1997, p. 26) La objeción
sostiene, entonces, que las propiedades de los estados mentales no son exactamente las
mismas propiedades de los estados mentales, empezando por el hecho de que no existe un
estado cerebral que dé cuenta de la introspección, por ejemplo “Así, puedo decir, pongamos
por caso, que el estado cerebral correspondiente a mi pensamiento de que está lloviendo se
encuentra tres centímetros dentro de mi oído izquierdo; pero, de acuerdo con los objetores, no
tienen ningún sentido decir que mi pensamiento de que está lloviendo está tres centímetros
dentro de mi oido izquiero” ( Searle,2008, 78).

Así pues, el tercer argumento es la extensión del segundo argumento, ya que apoya la idea
de que las identidades deben ser estrictas y no contingentes como la identidad establecida
entre el agua y el H2O. Searle sostiene que dicha identidad, para el caso de los estados
mentales y estados cerebrales es contingente, puesto que un estado estados mental puede
tener más de dos estados cerebrales “Aducía que si esta era en efecto una identidad empírica,
algo que podía descubrirse como un hecho, según la analogía del agua y el H2O o el rayo y
la descarga eléctrica, deberían existir dos de propiedades para poder establecer con solidez
ambos lados de la proposición de identidad” ( Searle, 2008, p. 79) Así pues, se evidencia que
existen propiedades mentales que son irreductibles, por ende la identidad fracasa.

A causa de las objeciones hacia la Teoría de la identidad Searle piensa que una teoría sólo
puede justificar las entidades propuestas en la medida en que esa teoría sea verdadera. No
obstante, la justificación planteada por Churchland y los teóricos de la identidad en cuanto a
la reducción o eliminación de los estados mentales aceptados por el sentido común como lo
son las creencias, deseos, miedos y sueños tiene como consecuencia “ que las entidades que
siempre hemos supuesto como existentes, nuestras entidades mentales ordinarias, no existen
realmente. Y, por lo tanto, tenemos, en último término, una teoría de la mente que elimina la
mente. De aquí la expresión «materialismo eliminativo»” ( Searle, 2008, p. 50)

Sin embargo, vale la pena preguntar ¿ acaso no es obvio que la conciencia, entendida como
un fenómeno mental nos define como seres humanos y define gran parte de nuestra actividad
mental? ¿Podemos eliminar los estados mentales propuestos por el sentido común? ¿Cuál es
la pretensión por parte de la ciencia y sus defensores de encontrar una justificación científica
de la conciencia ? ¿ Necesitamos una? Sostendré que el naturalismo biológico intenta dar
respuesta a dichas preguntas con el objetivo de dar una justificación válida para que el
estudio de la conciencia no sea reductible simplemente al estudio de la neurociencia. Con
ello, demostrar porque las propiedades esenciales de la conciencia no permiten hacer una
reducción en el plano científico, sino defender la idea de que se necesita de un estudio
independiente y serio de la conciencia en la construcción del conocimiento filosófico.

Objetivo general y objetivos específicos


Objetivo general:

- Defender la noción de la irreductibilidad de la conciencia planteada por el naturalismo


biológico de Searle, el cual defiende la idea de que la conciencia es un estado
biológico y emergente en los individuos,frente a las nociones defendidas por el
materialismo eliminativo de Churchland el cual defiende la idea de que los estados
mentales que no poseen una correspondencia cerebral por ende deben ser eliminados
dentro del estudio de la mente.

Objetivos específicos:

1. Desarrollar los principales argumentos del materialismo eliminativo de Churchland a


favor de la Teoría de la identidad, para quien los estados mentales son reductibles a
estados cerebrales.
2. Exponer los principales argumentos que propone Searle en su teoría del naturalismo
biológico contra el materialismo eliminativo.
3. Exponer la respuesta desde el materialismo eliminativo frente a las objeciones que
intentan demostrar que la reducción planteada por la Teoría de la identidad es una
imposibilidad teórica.

Justificación
En las dos últimas décadas Searle ha sido reconocido, dentro de la filosofía de la mente,
como un filósofo importante, debido a sus ideas innovadoras de la mente y su pretensión de
focalizar una forma nueva de hablar del problema mente- cuerpo. Una de sus motivaciones
principales, para proponer una nueva visión de la mente o un “ redescubrimiento”, tiene que
ver con el hecho de que las corrientes filosóficas predominantes y principales posiciones
frente a la mente han dejado de lado o han negado hechos que son tan obvios para cualquier
ser humano, a saber la conciencia y la subjetividad. Searle, se cuestiona por qué los libros de
filosofía no dan un respuesta coherente, o simplemente rechazan de plano la investigación
dirigida al problema de la conciencia.

Así que, dentro de su teoría del naturalismo biológico y la concepción del redescubrimiento
de la mente exige que los problemas de la conciencia, la subjetividad y la intencionalidad
tengan un papel protagónico en cual hagan parte del lenguaje filosófico de la mente. Pues
bien, Searle no está de acuerdo como la tradición filosófica que ha tratado de dar cuenta de
los estados mentales y considera que el lenguaje que han utilizado reiteradamente para dar
cuenta del problema de los estados mentales es falso, atribuye pues que uno de los errores
más comunes tiene que ver con el hecho de que utilizan el mismo lenguaje una y otra vez,
obstaculizando así una solución plausible al problema de la conciencia y el problema mente-
cuerpo, dice Searle “ Casi todas las obras que he leído aceptan la herencia histórica del
mismo grupo de categorías para describir los fenómenos mentales, en especial la conciencia,
y con ellas, también un conjunto específico de supuestos sobre las relaciones de la conciencia
y otros fenómenos mentales entre sí con el resto del mundo (...) Las diferentes posiciones,
por lo tanto, se plantean en el marco de una serie de supuestos erróneos” ( Searle, 2006, p.
13)

Así pues, Searle sostiene que la filosofía de la mente ocupa un lugar único entre las
cuestiones filosóficas contemporáneas, por cuanto la totalidad de las teorías más célebres e
influyentes son falsas” ( Searle, 2006, p. 13) Cuando dice las teorías más célebres se refiere a
todos los “ ismos” involucrados en dar solución al problema mente- cuerpo, a saber el
dualismo, materialismo, conductismo y funcionalismo.Considera que la solución propuesta
por estas posturas filosóficas frente al problema mente- cuerpo sigue estando en dificultades,
en especial la teoría que hoy en día tienen más reconocimiento filosófico dentro del estudio
de la mente, a saber el materialismo. Ahora bien, en qué consisten tales supuestos y por qué
son erróneos, Searle se pregunta lo siguiente:

¿ Por qué tantos filósofos se sienten en la obligación en la obligación de negar ciertas


afirmaciones de sentido común, por ejemplo que tenemos efectivamente pensamiento
y sentimientos conscientes; que tenemos verdaderos estados intencionales tales como
creencias, esperanzas, temores y deseos; que esos estados intencionales son causados
por procesos localizados en el cerebro y funcionan a su vez de manera causal, y que
son partes intrínsecas reales del mundo real y participan de nuestra vida biológica del
mismo modo que la digestión, el crecimiento la secreción de bilis ? (Searle, 2006, p.
134)

En efecto, Searle considera que tales pretensiones se deben al hecho de que todo lo existente
en el mundo debe ser explicado en términos materialistas, debido a la derrota del dualismo y
el éxito de las ciencias cognitivas “debemos ser capaces ser capaces de presentar una
descripción de todo lo susceptible de decirse del mundo real en términos completamente
materialistas” ( Searle, 2006,p. 134) No obstante, Searle considera que dicha pretensión
científica, está sustentada bajo supuestos erróneos que deben ser superados y se debe tener
en consideración que “la existencia de algunos fenómenos mentales irreductibles no encaja
y parece repulsiva en el plano intelectual (...) Nadie siente la necesidad de reducir otros
fenómenos biológicos a alguna otra cosa. Nadie cree, por ejemplo, que la existencia de los
pulgares plantee algún problema y sea preciso someterlos a un análisis funcionalista para
mostrar que pueden definirse por entero desde un punto de vista de nuestra conducta prensil”
(Searle, 2008, p. 135).

Ahora bien, crítica la pretensión científica propuesta por Searle por la Teoría de la identidad
o el materialismo eliminativo en el cual el supuesto de reducción es altamente defendido en
la solución del problema mente- cuerpo, pero ¿ qué es el problema mente- cuerpo y cómo se
relaciona con la noción de irreductibilidad de la conciencia? Searle, explica que el problema
mente- cuerpo tienen como matriz teórica la pretensión de solucionar la siguiente
contradicción: “ Por un lado aceptamos una concepción que parece abrumadoramente
convincente- el universo es material-, pero al parecer incompatibles con otra perspectiva a la
que no podemos renunciar: la mente existe.” ( Searle, 2006, p. 142) Así que, propone que la
tradición ha intentado dar solución a tal contradicción apelando a una terminología y
supuestos erróneos, así que considera que cuatro son los supuestos: 1. La distinción entre lo
mental y lo físico, 2. La noción de reducción, 3. Causalidad y sucesos, 4. la transparencia de
la identidad. Para los fines de este trabajo, solo me interesa analizar las objeciones frente al
segundo supuesto, a saber la noción de reducción, debido a que es el principio que sustenta
que los estados mentales son reductibles a estados cerebrales. Me interesa analizar los
argumentos propuestos por el materialismo eliminativo frente a dicha noción, para luego
mostrar cuáles son las objeciones por parte de Searle y la defensa de que la conciencia y su
estudio son irreductibles a solo procesos cerebrales, puesto que “ si la conciencia puede
reducirse a los procesos cerebrales, significa que no es más que un procesos cerebral”( Searle,
2006, p. 143)

Para la filosofía contemporánea de la mente dicho supuestos es claro, inequívoco y no


problemático, no obstante para Searle aceptar dicha concepción es aceptar que los fenómenos
mentales no existen, por ende tampoco existe la conciencia, pero como se ha reiterado y
cómo se hará en mi proyecto, para Searle dicho elemento es tan obvio que todas las teorías de
la mente que intenten decir lo contrario deben ser refutadas. Por lo tanto, el problema se
resuelve de una manera muy simple, y esa es reconociendo que los fenómenos mentales
tienen una ontología independiente de los estados cerebrales, que si bien pueden ser
explicados por esa vía, son otra cosa diferente que solo conexiones neurales del cerebro. Así
que la idea fundamental, la pretensión y el proyecto por parte de Searle de la irreductibilidad
de la conciencia se puede resumir de la siguiente manera:

Los estados conscientes, con su ontología subjetiva de primera persona,son


fenómenos reales del mundo real. No podemos hacer una reducción eliminativa de la
conciencia y mostrar que es una mera ilusión.Tampoco podemos reducirla a sus
fundamentos neurobiológicos, porque esa reducción de tercera persona excluiría su
ontología de primera persona. ( Searle, 2006, p. 148)

Entonces, la solución propuesta por el filósofo consiste en dar cuenta cuáles son las
características esenciales de la conciencia, para decir que su ontología es de primera persona
y no de tercera persona. La emergencia de dicho problema surge en base a la idea de que el
supuesto de reducción es uno de los más confusos dentro del planteamiento del problema
mente- cuerpo. Así que, su estudio nos permitirá tener una nueva visión de los problemas en
los cuales puede estar sumergida la propuesta de Searle, es decir cuáles son las posibles
objeciones frente a la propuesta de un estudio serio de la conciencia y la apropiación de este
término en la concepción filosófica de la mente. Otra de las razones que motivan esta
investigación tienen que ver con el hecho de que hoy en día el materialismo y sus diferentes
presentaciones son consideradas como la teoría más fuerte, más verdadera al hablar de la
mente. Así pues, las objeciones y refutaciones hacia el naturalismo biológico giran en torno
a clasificar y decir que Searle sustenta y defiende el dualismo al postular la importancia de la
conciencia en el estudio de la mente, sin embargo en sus libros Searle deja claro que sus
objetivos son mostrar por qué posturas como la dualista y el materialista están equivocadas
frente a las soluciones que dan acerca del problema mente- cuerpo, así que la idea es
mostrar de qué manera la concepción de la conciencia no está estrictamente relacionada con
el dualismo, sino se pretende reconocer un lenguaje y visión de la conciencia que nos
permite reconocerla como algo existente dentro del ámbito filosófico, y así mismo reconocer
su importancia en el estudio de la mente “ No se puede hacer una reducción eliminativa de la
conciencia porque esta existe realmente; y su existencia real no está sujeta a las dudas
epistémicas usuales, basadas en una distinción entre apariencia y realidad que es imposible
hacer en el caso de la existencia de nuestro propios estados conscientes” ( Searle, 2008, p.
158) Así pues, gracias a que dicha visión de la conciencia ha sido tergiversada, vale resaltar
los argumentos que Searle propone frente a la visión actual de la conciencia, ya que hablar de
conciencia y “alma” son dos cosas distintas que merecen ser estudiadas y puestas en
discusión.

La investigación es viable puesto que desarrolla un problema vigente en la filosofía de la


mente. Por un lado, se estudia los argumentos a favor presentados por el materialismo
eliminativo, con el fin de evidenciar una de las posturas filosóficas que podemos encontrar en
el estudio de la mente, en base a la idea de reducción de fenómenos a estados cerebrales. Por
lo tanto, con la noción de irreductibilidad se pretende evidenciar de qué desde la filosofía
contemporánea a de la mente se propone una visión nueva de la mente que esté alejada de las
visiones tradicionales de este problema. Así que, la viabilidad del proyecto es útil porque
nos ayuda ampliar el panorama del problema basado en la conciencia y cuáles son las
concepciones filosóficas que hoy en día podemos encontrar de ella.

Los beneficios y la justificación desde el ámbito académico tiene que ver con el hecho de
que las investigaciones filosóficas, científicas y psicológicas siguen considerando que la
conciencia revela un problema dentro del conocimiento humano, es decir sigue siendo un
misterio para la humanidad, el problema no ha sido resuelto y según Searle abandonar o
eliminar la conciencia no resuelve el problema. Así que, la preocupación ontológica por la
pregunta acerca de la conciencia debe estar presente en los libros de filosofía de la mente,
debe tener prioridad dentro del estudio de la mente, debe ser en última instancia, una
característica ineliminable dentro del estudio de la mente. Por ello, me interesa analizar la
irreductibilidad de la conciencia desde dos panoramos, es decir desde su negación y su
aceptación.

Por ese motivo elegí la reconstrucción teórica de la noción de reducción defendidas por
materialismo eliminativo, puesto que ha sido la defensa más radical de la noción de
reducción, su estudio es importante porque nos ayuda a visualizar cómo se pretende dar una
solución “ científica” del problema de la conciencia. Así mismo, me interesa analizar las
objeciones que se hacen a tal supuesto, en especial desde el naturalismo biológico de Searle,
puesto que nos ayuda a entender el problema desde un punto de vista no antes visto en la
filosofía de la mente. Así que, dicho tratamiento del problema nos ayuda visualizarlo desde
un panorama filosófico en el cual se presentan argumentos y contraargumentos que impulsan
una discusión filosófica frente a un tema en específico:la noción de reducción e
irreductibilidad de la conciencia.
*POR QUÉ ES IMPORTANTE ESTA DISCUSIÓN EN EL MARCO DE LA FILOSOFÍA,
EN EL MARCO DE LA ACADEMIA Y EL MARCO SOCIAL Y POLÍTICO
-LIBERTAD, SUBJETIVIDAD, PLURALIDAD…
-PSICOLOGO, FILOSOFOS DAMOS FUNDAMENTOS PRIMEROS, AL CAMBIAR
ESOS FUNDAMENTOS O SUSPUESTOS (MODERNIDAD, POSITIVISA,
MATERALIMIS, CIENTIFICISMO) OTRAS PRAXIS PSICOLOGICAS…
- CONTEMPLAR LA IDEA DE QUE LAS SITUACIONES O LAS PATOLOGICAS
TENGAN UNA INTERVENCION MÁS FILOSOFFICA QUE CIENTÍFICA…

Verde lo que considero que ya está listo para ser entregado


Amarillo lo que debe ser corregido o reescrito
Azul lo que yo te propongo pero que debes revisar y escribir con mayor precisión
Elementos que te propongo para tener más organizado tu documento

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