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¿Qué significa ser docente?

En realidad sabemos que implica la docencia o solo utilizamos el título de


docente porque enseñamos en un centro educativo?

La enseñanza es la vocación de aquellos profesionales que tienen pasión por


la enseñanza como un valor fundamental para formar a las nuevas
generaciones. Si quieres llegar a ser un buen docente, lo primero que tienes
que plantearte es si tú tienes esta vocación personal.

De lo contrario, es mejor que elijas otro itinerario profesional. La vocación es


aquello que diferencia a un maestro excelente de aquel que no lo es.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE SER, EDUCADOR Y


DOCENTE?

Existe una diferencia entre ser un educador y un docente ya que el docente es


quien se toma el rol de la enseñanza con pasión, amor y dedicación, es quién
ve más allá del aula, el ciclo escolar o el curso.
El docente no se delimita a transmitir conocimientos a un grupo de
estudiantes en un aula de una manera convencional, tampoco es quién cubre
únicamente el contenido del curso, sino que toca vidas y sobre todo va más
allá de como coloquialmente decimos “Lo que le toca”.
Ser docente implica conocer a nuestros estudiantes y ser capaces de
determinar las necesidades de cada uno en el salón de clase para lograr que
el conocimiento pueda llegar a ellos, facilitar un aprendizaje
significativo, colaborativo y permite que los estudiantes puedan despertar un
interés en el aula y en la materia.
El docente es quien se toma el rol de la enseñanza con pasión, amor y
dedicación, es quién ve más allá del aula, el ciclo escolar o el curso.

El artículo  habla sobre que implica ser docente, hace mención de varios
puntos válidos e importantes que nos permiten identificar no solo la
importancia del docente sino el impacto que genera en los estudiantes y la
sociedad.
¿QUE DETERMINA QUIEN ES UN DOCENTE Y QUIEN NO?

Un ejemplo claro que determina quien es un docente y quien no son: la


preparación constante del docente, la humildad, la paciencia y tolerancia a la
frustración.

No es secreto para nadie que cuando un estudiante se detiene en un punto


porque no lo puede dominar hay dos caminos: buscar la forma idónea de

acuerdo con el   estilo de aprendizaje del estudiante para que pueda


comprender a su manera o reprobarlo y continuar con el contenido.
Un docente íntegro está en continuo aprendizaje y está abierto a la
retroalimentación de sus estudiantes y de colegas. Así mismo, el docente

aparte de enseñar lo que el programa requiere,   motiva e impulsa a los


estudiantes a ir por más, está siempre dispuesto a descubrir las habilidades,
estilos de aprendizaje e intereses de sus estudiantes con el único fin de
que aprendan para la vida y no para el momento (examen, exposición o
clase)
Cuando un docente está verdaderamente apasionado por lo que hace es capaz
de trabajar por cuenta propia sin ninguna remuneración, claro con esto no
quiero decir que cuando recibimos un salario dejamos de ser docentes
porque por supuesto necesitamos generar ingresos para subsistir.

En realidad me refiero al hecho de que en su tiempo libre busca   nuevas


metodologías de enseñanza o incluso puede enviar un mensaje motivador a
sus estudiantes por correo, si algún estudiante faltó a su clase se toma el
tiempo de averiguar por qué no llegó a clase. Así mismo hay varios que son
capaces hasta de trabajar gratis en algún lugar que necesite de sus servicios
porque es su vocación.
Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las
posibilidades para su propia producción o construcción.

¿PROFESIÓN O VOCACIÓN?
Debemos tener clara la diferencia entre profesión y vocación, la profesión es
el ejercicio de algún trabajo bajo un título en cambio la vocación es el
ejercicio de la profesión con amor, dedicación, empeño y a conciencia.

Un educador tiene algunas capacidades, entre las que se encuentran la


posibilidad de que un método sea más simple y permite que se familiarice el
estudiante con el aprendizaje, por lo que es posible alcanzar el límite
máximo del estudiante.

Es momento de que despertemos y analicemos si estamos siendo docentes,


maestros o educadores, que seamos honestos y lleguemos a la conclusión de
que queremos para nuestra vida y sobre todo para nuestros alumnos y
nuestra sociedad.

Un buen maestro puede crear esperanza, encender la


imaginación e inspirar amor por el aprendizaje. – Brad
Henry.
Las personas que trabajamos en educación estamos conscientes que
estamos trabajando con humanos y lo que hagamos de la vida de nuestros
alumnos el día de hoy definirá la vida de nuestros estudiantes y tendrá
secuelas positivas o negativas en nuestra sociedad.
la educación no cambia al mundo:  cambia a las personas que
van a cambiar el mundo

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