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El desarrollo humano
12. EL LENGUAJE
Elotro proyecto era un plan para abolir por completo todas las palabras, cualesquiera
quefuesen; y se defendía como una gran ventaja, tanto respecto de la salud como de
labrevedad. Es evidente que cada palabra que hablamos supone, en cierto grado, una
disminución de nuestros pulmones por corrosión, y, por lo tanto, contribuye a acortar-
nosla vida; en consecuencia, se ideó que, siendo las palabras simplemente los nom-
bresde las cosas, sería más conveniente que cada persona llevase consigo todas
aquellascosas de que fuese necesario hablar en el asunto especial sobre el que había
dediscurrir. Y este invento se hubiese implantado, ciertamente, con gran comodidad
y ahorro de salud para los individuos, de no haber las mujeres, en consorcio con el
vulgoy los ignorantes, amenazado con alzarse en rebelión si no se les dejaba en liber-
tadde hablar con la lengua, al modo de sus antepasados; que a tales extremos llegó
siempreel vulgo en su enemiga por la ciencia. Sin embargo, muchos de los más sa-
biosy eruditos se adhirieron al nuevo método de expresarse por medio de cosas: lo
que representa como único inconveniente el que cuando un hombre se ocupa en
grandesy diversos asuntos se ve obligado, en proporción, a llevar a espaldas un gran
talegode cosas, a menos que pueda pagar uno o dos robustos criados que le asistan.
Yohe visto muchas veces a dos de estos sabios, casi abrumados por el peso de sus
fardos,como van nuestros buhoneros, encontrarse en la calle, echar la carga a tierra,
abrirlos talegos y conversar durante una hora; y luego, meter los utensilios, ayudarse
mutuamente a reasumir la carga y despedirse.
Mas para conversaciones cortas, un hombre puede llevar los necesarios utensilios
enlos bolsillos o debajo del brazo, y en su casa no puede faltarle lo que precise. Así,
enla estancia donde se reúnen quienes practican este arte hay siempre a mano todas
lascosas indispensables para alimentar este género artificial de conversaciones.
Otra ventaja que se buscaba con este invento era que sirviese como idioma uni-
versalpara todas las naciones civilizadas. cuyos muebles y útiles son, por regla gene-
ral,iguales o tan parecidos que puede comprenderse fácilmente cuál es su destino. Y
deeste modo los embajadores estarían en condiciones de tratar con príncipes o mi-
nistros de Estado extranjeros para quienes su lengua fuese por completo desco-
nocida.
miencea hablar. Así se ha puesto de manifiesto que hay una serie de meca-
nismosprelingüísticos de origen comunicativo que van a contribuir a la ad-
quisicióndel lenguaje. Algunas de las orientaciones vigentes (Tamir, 1979)
puedenresumirse en:
Laetapa de adquisición del lenguaje 1 es un período muy gozoso para los pa-
dresque ven los rápidos progresos de su hijo y los avances que se producen
en la comunicación. Es como si el niño que habla fuera más humano, hubie-
radado un paso decisivo que le faltaba. A los restantes progresos, igualmente
importantes, y muchas veces condición para el desarrollo del lenguaje, se les
prestamenos atención porque se observan con más dificultad.
El niño tiene que aprender a producir los sonidos, a formar las palabras,
a ser capaz de usadas en las situaciones adecuadas, a combinadas en frases, a
construir los significados, a saber qué es lo que los otros van a hacer cuando
seproduce una determinada emisión (un insulto, un saludo, una petición de
auxilio, etc.), a adquirir un conocimiento sobre su propio lenguaje (para sa-
ber qué es una palabra, una sílaba, un sonido), etc. Un complejo mundo de
fenómenos.
Pero cuando el niño empieza a hablar, lo que entendemos habitualmente
por hablar, es decir, a pronunciar palabras, ha recorrido un largo camino
preparatorio para la adquisición del lenguaje. Un camino que ha consistido
no sólo en la adquisición de los sonidos, sino en otros aspectos menos apa-
rentes.
Conviene recordar, antes de seguir adelante, que el lenguaje es mucho
más que las palabras e incluso que las relaciones entre las palabras. El len-
guaje tiene, ante todo, una función comunicativa y aparece dentro de ese
contexto de comunicación. Desde el nacimiento el niño manifiesta su situ a-
1 En esta parte sobre la adquisición del lenguaje me he servido del trabajo de mis compañeros Mal-
donado, Sebastián y Soto (1993), que me han permitido utilizarlo cuando todavía estaba en prensa, por
lo que les esto)' agradecido. Una breve introducción a estos problemas la constituye Vila (1990). Véase
también como introducciones útiles: De Villiers y De Villiers (1979) Y Garvey (1984).
270 Juan Del!~1
Los sonidos
JUEGO
VOCAL Desde el 3er Producción de sonidos se- Universales pero
al 5.° mes mejantes a consonantes y producidos en
vocales de forma aislada distintos puntos
de la boca
BALBUCEO
NO Desde el 9.° Junto a las sílabas CV, Las producciones
REDUPLlCA
TIVO mes hasta aparecen ahora cadenas del niño se pare-
la aparición más cortas, con otras es- cen cada vez más
de las pri- tructuras silábicas (VC, V, a las de los adul·
meras pala- CCV, etc.). Uso en el con- tos, siendo reco·
bras texto comunicativo nocible su fami·
liaridad por éstos.
simbólicoque está muy ligado al desarrollo del lenguaje. Pero eso no quiere
decirque el niño capte inmediatamente cuál es el aspecto de la situación
quela palabra designa. Por ejemplo, el niño puede aprender la palabra «pe-
rro»(o una forma infantil de ella como puede ser «guau-guau» respecto a un
perrodeterminado que ha visto desde la puerta de su casa. Es característico
delas primeras palabras que aparezcan en contextos muy delimitados, a ve-
cesligados a acciones y formando parte de ellas. Puede utilizar la palabra cuá
sólocuando arroja un pato de juguete fuera de la bañera o la palabra nana
(rana)para que su madre le lea un libro en el que aparece dibujado ese ani-
mal(Maldonado et al., 1993). En esos casos la palabra no designaría el objeto
sinoque sería un elemento ritual dentro de la acción.
Esa relación entre el contexto y la palabra se manifiesta constantemente
enel uso de las primeras palabras. Por ello el niño puede utilizar la palabra
«guau-guau» para designar perros, pero también para designar todo tipo de
objetosque se desplazan cuando él está en la puerta de su casa y así puede
aplicarlaa personas, coches, bicicletas, gatos, etc. De la misma forma puede
llamar«papá» a todos los hombres que tienen barba como su padre. Por esto
hayque tener presente que para el niño pequeño la palabra es un elemento
dentrode un contexto y no tiene la independencia del contexto que tienen
laspalabras adultas.
Las investigaciones sobre las primeras palabras suelen detenerse a estudiar
convencionalmente las diez primeras palabras y las cincuenta primeras pala-
bras.Se solía sostener que las primeras palabras eran nombres y verbos, pero
analizandoel contexto en el que s~ producen se puede ver que, de hecho,
desde los primeros momentos aparecen todas las categorías gramaticales
(comomostró Nelson, 1973), aunque algunas, como las nominales que desig-
nanobjetos, representan más de la mitad, mientras que las palabras-función
sonmenos frecuentes. En el cuadro 12.3 se recogen algunas de estas categorías
depalabras. De todas formas hay que tener también muy presente que hay
unadiferencia en el lenguaje del niño entre su comprensión, es decir, las pala-
brasque entiende, y su producción, es decir, las palabras que es capaz de emi-
tiry,en general, es capaz de entender oraciones con más de dos meses de ade-
lantosobre lo que es capaz de producir.
Fonéticamente las palabras que utilizan los niños presentan diferencias
conlas de los adultos. Se pueden distinguir dos tipos de palabras: a. las pro-
piasdel niño o idiosincrásicas, como son algunas deformaciones sustanciales
depalabras adultas (una niña decía «pisis» para designar un «petit suissei que
solíacomer, o «kanoi: para un muñeco llamado Don Nicanor), o las onomato-
peyasque los niños utilizan frecuentemente, como «guau-guau» por perro.
Perohay otro tipo de palabras, b. que son relativamente semejantes a las
adultascon algunas deformaciones debidas a las dificultades de pronuncia-
ción.Ejemplos tomados de una misma niña son: «abocbai/ por abrochar,
27 4 Juan De/vol
1. Nominales: palabras utilizadas para referirse atlas objetos ya sea para un grupo o
para uno solo. Ejemplos del primer tipo serían: llave o coche para objetos inanimados,
o pato o nena para animados. El segundo tipo incluye los nombres propios pero no
sólo ellos: papá, Tai (el nombre del perro familiar), niña (una muñeca concreta).
«cacol» por caracol, «kaieia» por escalera, «kumita» por cremita, «abiba» por
arriba, o «kuatín» por Joaquín. Esas deformaciones no se producen al azar
sino que se pueden encontrar en ellas numerosas regularidades que los psi-
colingüistas han analizado.
Dado que los niños comienzan a hacer uso de las primeras palabras
como una parte de la situación, la extensión que les dan no coincide con lo
que sucede en e! lenguaje adulto. Se producen entonces dos fenómenos
complementarios. Por un lado, los niños hacen una sobreextensión del signi-
ficado de una palabra cuando se refieren con ella a otros muchos objetos a
los cuales no se aplica habitualmente y que pueden no tener ninguna rela-
ción semántica con la palabra en cuestión. En un ejemplo de De Villiers y
De Villiers (1979) un niño emplea una palabra que en castellano podría ser
«una» para referirse inicialmente a la luna y luego la aplica a galletas, marcas
redondas en la ventana, formas redondas en libros, el repujado en la encua-
dernación de un libro, matasellos, letra «o», y lo que todos esos objetos tie-
nen en común es la forma. Evidentemente lo que e! niño ha hecho aquí ha
sido captar una característica común entre esos objetos y esto le ha llevado a
generalizar o sobreextender la palabra. Parece que los niños hacen esto con
un veinte o treinta por ciento de los primeros términos que aprenden y es
más frecuente hacia los 18 ó 20 meses. Las sobreextensiones son más fre-
cuentes en el lenguaje producido por e! niño, y menos en el receptivo. Po-
dría deberse a una necesidad de! niño por comunicarse cuando no conoce
-
El lenguaje 275
Lasprimeras palabras que el niño utiliza designan mucho más que objetos,
designantambién intenciones, deseos, peticiones, relaciones, etc. Por ejem-
plo,el niño puede decir abuelo (o alguna forma infantil equivalente como
Meto» o «elo») no sólo para referirse a su abuelo sino también para pedir
algoque su abuelo posiblemente le daría. Pero aunque esas primeras pala-
braspueden expresar muchas cosas, sin embargo, su capacidad de designa-
ciónes todavía relativamente limitada y el niño necesita pronto combinar pa-
labraspara desarrollar su capacidad expresiva.
Las primeras combinaciones de dos palabras, que aparecen hacia los 20
meses,tienen unas características estructurales muy semejantes en todos los
idiomas,lo cual lleva a pensar que la construcción de esas combinaciones es-
támuy conectada con el desarrollo intelectual del individuo en su conjunto,
peroya en ellas se pone de manifiesto el carácter creativo de la actividad lin-
güística.Mediante esas primeras combinaciones, que ya poseen unas reglas,
losniños se refieren a acciones (mamá andar), localizaciones (muñeco silla), ne-
gaciones(no purej, preguntas (é'dónde muñeca?), etcétera. Braine (1963) sostuvo
queen esas combinaciones de dos palabras había algunas que aparecían muy
frecuentemente y en una posición fija (como aquí, no), ya sea al principio o al
final,y las denominó palabras «pivote», mientras que otras serían más cam-
biantesy las denominó «abiertas».
276 Juan Delval
cogidolas principales etapas por las que pasa la adquisición de las regulari-
dadesmorfológicas.
2.Incorporan la marca correcta en casos limitados: pueden decir dormido, comido, he-
cho.
4.Sistema adulto completo: el niño ya produce discriminada mente las formas según
seanregulares o irregulares: dormido, comido, barrido, puesto, hecho.
Las regularizaciones que el niño introduce en el lenguaje que oye, de las que
acabamos de hablar, muestran e! papel que la imitación tiene en el aprendi
zaje del lenguaje. La imitación es algo necesario pero el niño realiza también
un importante trabajo original. Cada frase es única en el sentido de que
todas y cada una de las oraciones se generan como si fueran nuevas, utilizan
do ese mecanismo generador de expresiones que es la capacidad lingüística.
r " •. Por esto lo más importante y maravilloso de la adquisición del lenguaje es
l:. esa capacidad de entender y producir un número indefinido de frases nuevas.
,',;
~f.
Chomsky, e! gran lingüista americano que revolucionó la lingüística al
:~ final de los años cincuenta, y que defiende el carácter innato del lenguaje en
el hombre, utiliza como uno de sus argumentos para esa defensa el hecho de
que los niños reciben un lenguaje muy fragmentario e incomp.leto de lo
adultos y, sin embargo, forman con esos elementos unas reglas de! lenguaje
que son totalmente correctas. Sin embargo, las investigaciones recientes han
demostrado que esto no es exactamente así y que el niño no llega al lenguaje
por un simple despliegue de potencialidades innatas, ni tampoco tiene que
construir las reglas que rigen la formación de expresiones lingüísticas a partir
de un material incompleto, desordenado e incluso poco coherente sino que,
por e! contrario, los adultos contribuyen de una forma muy eficaz al aprendi
zaje del lenguaje por e! niño.
Aunque es cierto que la mayor parte de las expresiones de los adultos en
la conversación ordinaria son incompletas, contienen un gran número de so
breentendidos y muchas veces están mal formadas, sin embargo se ha obser
vado que cuando se dirigen a los niños ese lenguaje cambia y se hace mucho
más organizado. El lenguaje aparece inserto en unas relaciones amplias entre
el niño y los adultos que le cuidan, y dentro de ellas sólo constituye un as
pecto.
Algunos estudios han mostrado cómo las madres disminuyen la longitud
de las expresiones destinadas a sus hijos pequeños y utilizan frases correcta
mente construidas, con un léxico sencillo que generalmente se refiere a obie
E/lenguaje 279
El pensamiento y el lenguaje
interacción en su desarrollo caben todavía diversas posiciones. Algunos soso 13. EL JUEGO
tienen que e! desarrollo del lenguaje precede al desarrollo cognitivo y que
este último está determinado por e! desarrollo lingüístico. Es decir, el niño
aprende primero a decir las cosas y luego a hacerlas, y de esa manera el ler
guaje va guiando y dirigiendo su pensamiento.
Otros autores sostienen la posición inversa, es decir, que e! desarrollo
del lenguaje va siguiendo los progresos del desarrollo intelectual y quese
producen desarrollos en e! lenguaje a medida que se van produciendo des·
arrollas en el pensamiento. Dentro de estas dos posiciones básicas caben
todavía diversas matizaciones. Por último, está la posición de que la función
de! lenguaje no es la misma a lo largo de todo el desarrollo, sino que va cam Tan sólo una superficial observación de
biando en las distintas edades. muestra el importante papel que el juego
Ésta es la posición más generalmente admitida hoy. La idea de la inde reconocer la actividad de! juego y sabemos
pendencia de! lenguaje y e! pensamiento y la de que el desarrollo del lenguaje índices, cuándo un niño está jugando o e
determina e! desarrollo del pensamiento han sido prácticamente abandona dad. Sin embargo, tratar de definir con pre
das en la actualidad en sus formas radicales porque existe una acumulación tarea extremadamente ardua porque bajo
de pruebas contra ellas abrumadora. Se acepta, en cambio, la idea de queel cantidad de conductas que, si las examina
lenguaje se desarrolla a partir del pensamiento y, en general, a partir de toda diferencias entre ellas. Del niño de apena
la actividad de! individuo. Cada progreso lingüístico está precedido por un piesy se agarra en e! borde de la cuna mecl
progreso intelectual en e! mismo terreno, como en e! ejemplo que cita el psi· evidentes signos de placer decimos que
colingüista Slobin (1972) de! niño que primero consigue meter un botón en niños de cuatro o cinco años que, en grup
, el bolsillo y luego puede decir «botón bolsillo». A lo largo del período senso médicos, e! chico de nueve o diez años qu
I rio-rnotor, como veíamos en e! capítulo 7, se han producido una cantidad de un mecano o un castillo con bloques de c
l·
r.. progresos cognoscitivos que van a ser e! fundamento de! desarrollo .de laca· que juegan las niñas que saltan sobre un
~l..
I pacidad lingüística posterior; son los prerrequisitos para la adquisición del dibujado en e! suelo, al tiempo que desplaz
lenguaje. Pero, a partir de! momento en que el lenguaje aparece, influye so o el grupo de adolescentes que practican el
bre las restantes adquisiciones cognoscitivas de tal manera que existe una da. Pero también decimos que juegan las
interacción entre ambas. El lenguaje continúa desarrollándose durante largos echar una partida de cartas y entretener e
años, aunque en sus aspectos esenciales esté adquirido entre los cinco y los los ancianos que sobre la mesa de mármo
siete años. El desarrollo de! pensamiento constituye, en cambio, un proceso las fichas de! dominó. Toda esas actividad
mucho más largo que sólo terminará al llegar a la edad adulta. Después de aunque las actividades que se realizan en
los cinco años, todavía quedan muchos progresos que realizar y e! lenguaje de otras. Algunas son individuales y cons
va ocupando un papel cada vez más importante dentro de la actividad cogni crean un mundo de ficción {como jugar a 1
tiva, papel que será de especial importancia a partir del período de las opera dad a través de una construcción, otras so
ciones formales (véase capítulo 22). den realizarse en solitario y su objetivo es H
Sin embargo, en lo que se suele est
constituye una actividad importante duran
mente se piensa que para los niños es imj
darles oportunidades de que lo hagan, aui
el trabajo, y se le dice al niño: «basta de j
hacer las cosas que tienes pendientes». De
dades que se realizan, de los lugares en qt