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UNIVERSIDAD INSURGENTES

ALUMNA: RAMÍREZ SÁNCHEZ FRIDA.

PROFESORA: MONTIEL MARTINEZ ELIZABETH

CARRERA: PEDAGOGÍA.

MATERIA: INCLUSIÓN EDUCATIVA Y


DIVERSIDAD

GRUPO: AZLPES2-M3AZTECAC
INTRODUCCIÓN
El reconocimiento de palabras escritas y la comprensión lectora constituyen los
dos grandes pilares de la lectura.
La dislexia es un trastorno específico de aprendizaje de la lectura. Uno de los
rasgos que permite distinguir la dislexia de otras dificultades es su carácter
imprevisto.
La definición de dislexia más utilizada y consensuada hoy día es la de la
International Dyslexia Association (IDA, 2002):
Consiste en un problema específico de aprendizaje que tiene un origen
neurobiológico. Se caracteriza por dificultades de precisión y fluidez en el
reconocimiento de palabras escritas y por problemas de descodificación y de
escritura de palabras. Estas dificultades son normalmente causadas por un
déficit en el componente fonológico del lenguaje; tienen un carácter inesperado,
dado que otras habilidades cognitivas se desarrollan con normalidad y la
enseñanza es adecuada. Como consecuencia, las personas con dislexia pueden
presentar dificultades de comprensión lectora y una experiencia lectora
reducida, lo que puede obstaculizar el incremento de su vocabulario y de su base
de conocimientos.
En la Guía del DSM-5 (2013), se define como:
Dislexia es un término alternativo utilizado para referirse a un patrón de
dificultades del aprendizaje que se caracteriza por problemas con el
reconocimiento de palabras en forma precisa y fluida, un deletreo deficiente y
poca capacidad ortográfica.
El DSM-5 también establece los criterios diagnósticos que debe reunir para ser
considerada dificultad de aprendizaje lector. Esta caracterización deja claro que
no todos los lectores con retraso lector tienen dislexia. Sin embargo, en su
conjunto, ambos tienen el mismo comportamiento respecto a la lectura, es decir,
tienen dificultad para leer palabras y pseudopalabras de forma adecuada a su
edad, con errores de precisión y fluidez.
DESARROLLO
La adquisición de la habilidad lectora necesita un prolongado esfuerzo por parte
de los niños y muchas horas de práctica. La lectura es una actividad perceptivo-
visual, pero, principalmente, es una actividad fonológica, ya que los sistemas
alfabéticos representan los fonemas de las palabras mediante grafemas.
Por lo tanto, se deben conocer las Reglas de Conversión Fonema Grafema del
código que se vaya a aprender y, a medida que se desarrolla la habilidad, se
reconocen las palabras con mayor precisión y fluidez, incluido su
procesamiento semántico para atribuirles un significado.
La investigación ha puesto de relieve que existen una serie de habilidades,
conocimientos y procesos cognitivos que están implicados en la adquisición de
la habilidad lectora.
1. Procesos perceptivo-visuales
2. Procesos fonológicos
3. Habilidades de conciencia fonológica
4. Habilidades de memoria operativa fonológica o verbal
5. Habilidades de acceso rápido al léxico fonológico
6. Procesos de automatización
7. Procesos morfológicos
8. Procesos prosódicos
SUBTIPOS DE DISLEXIA
Un tema conectado con los modelos de lectura es la existencia de tipos y
subtipos en la dislexia. En la adquirida, se ha demostrado la existencia de
diversas formas según sea el procedimiento de lectura afectado. Todas tienen
en común la presencia de lesiones en el hemisferio cerebral izquierdo, aunque
su localización específica varía, lo cual refleja que la lectura es una habilidad
muy compleja, a la que contribuyen muchos procesos y componentes cognitivos
y diversas zonas cerebrales, que pueden verse afectados de forma diferente.
Respecto a las evolutivas, todavía es una cuestión debatida, pero tanto el modelo
dual como el conexionista admiten la existencia de subtipos.
Diversos estudios han puesto de relieve tres principales tipos de dislexia
evolutiva (fonológica, superficial y mixta, la más extendida, ya que las dos vías
son interdependientes). Sin embargo, la pertenencia de un niño a un tipo u otro
depende de la metodología utilizada, por lo que parece que, de momento, no
existen límites claros ni categorías bien definidas en la dislexia evolutiva. Esta
es la conclusión a la que llegan Sprenger-Charolles et al., (2011) en su revisión;
no obstante, subrayan que si se incluyen medidas de precisión y también de
velocidad para el diagnóstico, las diferencias entre dislexia fonológica y
superficial son más claras, ya que la lentitud es, quizás, la única secuela a largo
plazo de la dislexia evolutiva (Shawyitz y Shawyitz, 2005), sobre todo en los
sistemas ortográficos transparentes (Serrano y Defior, 2008).
Criterios para el diagnósticos del trastorno específico de aprendizaje de la
lectura según DSM-5
– Persistir al menos seis meses a pesar de las intervenciones dirigidas a paliarla.
– Estar sustancialmente y en grado cuantificable por debajo de lo esperado para
la edad cronológica.
– Iinterferir significativamente en el rendimiento académico o laboral, o con
actividades de la vida cotidiana.
– Confirmarse con medidas estandarizadas, administradas individualmente y
una evaluación clínica integral.
– Comenzar en la edad escolar, aunque puede no manifestarse totalmente hasta
que las demandas superen las capacidades limitadas del individuo (p. ej., en
exámenes programados, la lectura y escritura de informes complejos y largos
para una fecha límite inaplazable, tareas académicas excesivamente pesadas).
– No explicarse mejor por discapacidad intelectual, trastornos visuales o
auditivos no corregidos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad
psicosocial, falta de dominio de la lengua de instrucción académica o directrices
educativas inadecuadas.
Los síntomas suelen aparecer al iniciarse la enseñanza sistemática de la lectura,
al principio de la educación primaria, aunque en algunos casos pueden
observarse más claramente en 3.°-4.° curso. La mala lectura de las palabras se
traduce principalmente en confusión, sustitución, inversión, omisión o adición
de letras, sílabas, e incluso de palabras, así como silabeo, falsos arranques,
repeticiones, vacilaciones, pérdidas del punto de lectura y, sobre todo, lentitud.
Todos ellos son síntomas de lectura inexperta y se consideran ‟normales” en la
fase inicial de aprendizaje.
Las estimaciones sobre la prevalencia de la dislexia son muy variables. Aunque
es uno de los trastornos de aprendizaje más extendidos y de mayor impacto
personal, académico y social, no existen datos epidemiológicos fiables. En EE.
UU., dependiendo de la fuente consultada, las estimaciones varían entre el 5 y
el 17 % (Shaywitz y Shaywitz, 2003), ya que su incidencia depende de la
exigencia de los criterios adoptados y también de la transparencia del sistema
ortográfico.
Parece ser un trastorno que afecta en mayor grado a los hombres que a las
mujeres (Peterson y Pennington,2012). En muy pocos casos, la dificultad en la
lectura de palabras afecta únicamente a su comprensión, como es el caso de la
hiperlexia, en la que se reconocen bien las palabras pero no se comprenden
(Aaron, 1989).
Una parte importante de las actividades de los niños al inicio de la escuela
obligatoria se dirige al dominio de las reglas de Conversión Fonema Grafema.
Con la práctica, el reconocimiento de palabras se hace fluido y se convierte en
un proceso automático que no requiere excesiva atención, de modo que cuantos
menos recursos atencionales se dediquen a esta operación de bajo nivel, mayor
será la capacidad para ejecutar los procesos de nivel superior que llevan a la
comprensión. Precisamente, los lectores con dificultades fracasan en la
transformación fonológica de las señales visuales, y los procesos fonológicos
presentan una dificultad particular para ellos.
EVALUACIÓN
La evaluación de las dificultades no puede reducirse a un diagnóstico general
del nivel lector, sino que debe descender a los detalles, ya que de cara a la
intervención es importante precisar lo más exactamente posible dónde se
localizan los problemas y analizar el tipo de errores que se cometen. Por tanto,
es necesario registrar con exactitud las respuestas erróneas y evaluar el
funcionamiento de las dos rutas de acceso léxico.
También se deben evaluar las habilidades cognitivas asociadas, dependiendo de
las hipótesis causales que se tengan. Si, por ejemplo, una persona tiene un
déficit en la ruta fonológica, habría que localizar concretamente cuáles son las
reglas de Conversión Fonema Grafema donde tiene la dificultad, la posición de
los errores, la estabilidad de su conducta lectora y, al menos, las habilidades de
procesamiento fonológico.
CONCLUSIÓN
Conocer las mucha dificultades de aprendizaje nos ayuda a entender un poco
la diversidad Intelectual que existe en el mundo. La dislexia es un trastorno
básico, que puede ser generalmente muy común en la población, sin embargo
al no conocer mucho sobre el tema se puede caer en ideas erróneas como pensar
del individuo que la tiene que es flojo, poco interesado en el estudio o poco
inteligente, dejándolo de lado en el proceso de enseñanza y haciéndolo menos
en un entorno social.
Es por ello que se debe conocer como población en general sobre las diversas
dificultades de aprendizaje que existen, pues al comprender esto podemos
aceptar, acompañar y aportar a una equidad educativa donde no se etiquete a los
alumnos como especiales cuando lo que hay es diversidad y sobre todo, poder
hacerlos participe de una enseñanza regular, con sus adaptaciones a las
dificultades de aprendizaje pero sin dejar de hacer participes a todos los
individuos conjuntamente.
Ningún individuo nace con etiquetas hacia las demás personas, si como
sociedad, profesionales a fines de la educación pero sobre todo como humanos
no transmitimos a las pequeñas nuevas generaciones que todo lo que existe es
solo diversidad y no personas especiales o angelitos, la desigualdad siempre
existirá y la educación especial seguirá aislando a individuos que perfectamente
pueden convivir con el resto de la sociedad, pero que se le cierran esas puertas
solo por una condición fuera de la que es promedio en la población.
REFERENCIAS
Defior, C.S., Serrano, C.F., Gutiérrez, P.N. (s.f.). DIFICULTADES
ESPECÍFICAS DE APRENDIZAJE. Síntesis.
Tamayo, L.S. (2017). LA DISLEXIA Y LAS DIFICULTADES EN LA
ADQUISICIÓN DE LA LECTOESCRITURA. Profesorado. Revista de
Currículum y Formación de Profesorado.
American psychiatric association, (1995) MANUAL DIAGNÓSTICO Y
ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES. DSM-IV. Masson.

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