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ENSAYO SOBRE EDUCACIÓN ESPECIAL

INTRODUCCIÓN

En este ensayo trataremos de dar respuesta al siguiente interrogante: ¿Quién o


quienes deben capacitar a los niños especiales; La familia, el maestro/a o la
sociedad en general?

Es necesario, al hablar de educación, tener en cuenta, en primer lugar, a la


persona en su totalidad ya que es a esta a la que se buscará formar. La persona
es una “sustanciaindividual de naturaleza racional”, es un ser único e irrepetible
que debe ser respetado. La persona debe considerarse siempre en su totalidad,
no pueden ser dejadas de lado ninguna de sus dimensiones: biológica,
psicológica, social y espiritual. Para lograr tener en cuenta y desarrollar estas
dimensiones es necesario tener una amplia visión de laeducación.
La educación, entendida “como acción, es una influencia, una ayuda intencional
por parte del agente educador y un proceso en el educando para su desarrollo
integral. Se ordena a posibilitar el logro de su vocación personal y su consecuente
inserción en la sociedad. Como resultado, es el fin logrado: una cualidad
perfectiva, estable, que inclina de modo más inmediato a obrar de modo recto y a
actuar culturalmente hasta poder plasmar en realizaciones lo vivenciado como
valioso.”[1]
Teniendo en cuenta esta concepción de persona y esta concepción
de educación se entiende la necesidad de atender a las necesidades educativas
especiales, ya que hay que formar a la persona en su totalidad y en su
individualidad permitiendo su pleno desarrollo. Es importante una formación
integral que tenga en cuenta cada una de las dimensiones de la persona,
consideradas en relación con su ordenamiento total y su consecuente unidad
respecto del fin en el desarrollo de su ser y actuar y del medio en que debe
desempeñarse.[2]

Para dar respuesta a la pregunta inicial,  comenzaremos tratando de  dar


respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué se entiende por personas con
Necesidades Educativas Especiales?, y podemos decir en primera instancia que
es aquella que  precisa ayudas y recursos adicionales, ya sean humanos,
materiales o pedagógicos, para conducir su proceso de desarrollo y aprendizaje, y
contribuir al logro de los fines de la educación
La Educación Especial es un continuo de prestaciones educativas, constituido por
un conjunto de servicios, técnicas, estrategias, conocimientos y recursos
pedagógicos, destinados a asegurar un proceso educativo integral, flexible y
dinámico a personas con necesidades educativas especiales, temporales o
permanentes, brindado a través de organizaciones específicas y apoyos
diversificados[3].
Las necesidades educativas especiales son las experimentadas por aquellas
personas que requieren ayudas o recursos que no están habitualmente
disponibles en su contexto educativo, para posibilitarles su proceso
de construcción de las experiencias de aprendizajes establecidas en
el Diseño Curricular
Esto quiere decir que cualquier persona en diferentes edades y momentos de
sueducación, puede necesitar que lo apoyen para tener éxito escolar. Estas NEE
pueden ser por un tiempo determinado (transitorias) o durante todo el tiempo de
permanencia en el sistema escolar (permanentes).
Si vamos a una escuela común, nos encontraremos con diferentes niños, niñas y
adolescentes que pueden tener o no dificultades para aprender, pero ¿Quién
puede decir que nunca tuvo dificultades en el colegio?, ¿todos aprendimos con
facilidad a leer, escribir, sumar, restar, etcétera?, ¿aprendimos inglés, física,
química o computación de manera natural y espontánea o tuvimos que recurrir a
alguien que nos ayudara con aquello que nos costaba aprender?, tal vez nuestra
memoria sea frágil, pero lo importante es reconocer que cada uno de nosotros
tuvo ciertas limitaciones en el aprendizaje, claramente en diferentes dimensiones e
intensidad.
En Colombia se ha dado leyes para permitir la inclusión en las escuelas regulares
de estudiantes con necesidades especiales entre ellas podemos mencionar las
siguientes:
El artículo 46 de la ley 115/94 sobre educación  afirma[4]  “La educación para
personas con limitaciones físicas, sensoriales, psíquicas, cognoscitivas,
emocionales o con capacidades intelectuales excepcionales, es parte integrante
del servicio público educativo.
Los establecimientos educativos organizarán directamente o mediante convenio,
acciones pedagógicas y terapéuticas que permitan el proceso de integración
académica y social de dichos educandos”
La resolución[5] 2565 de octubre 24 de 2003. Por la cual se establecen
parámetros y criterios para la prestación del servicio educativo a la población con
necesidades educativas especiales, en su Artículo 3° afirma que “Cada entidad
territorial organizará la oferta educativa para las poblaciones con necesidades
educativas especiales por su condición de discapacidad motora, emocional,
cognitiva (retardo mental, síndrome down), sensorial (sordera, ceguera, sordo-
ceguera, baja visión), autismo, déficit de atención, hiperactividad, capacidades o
talentos excepcionales, y otras que como resultado de un estudio sobre el tema,
establezca el Ministerio de Educación Nacional. Para ello tendrá en cuenta la
demanda, las condiciones particulares de la población, lascaracterísticas de la
entidad y el interés de los establecimientos educativos de prestar el servicio. En
este proceso se atenderá el principio de integración social y educativa, establecido
en el artículo tercero del Decreto 2082 de 1996”
En general, la atención educativa de las personas con discapacidad es una
obligación del Estado, según la Constitución Política de Colombia de 1991, las
leyes: 115 de 1994, 361 de 1997 y 715 de 2001; decretos reglamentarios 1860 de
1994 y 2082 de 1996 y la resolución 2565 de 2003 entre otros, las normas
anteriores se estructuran mediante la política pública (2003) y política social
(Conpes 80 de 2004).

Como vemos en Colombia se ha legislado bastante sobre el tema. Por eso,


actualmente en la escuela regular podemos encontrar un niño o niña con
discapacidad intelectual, con baja visión, con déficit atencional, o autismo o
trastorno del lenguaje, tal vez con problemas emocionales, fobias, embarazos
adolescentes, víctimas de violencia intrafamiliar, dificultades de aprendizaje entre
otros muchos trastornos, los que afectan el rendimiento escolar y la adaptación de
muchos escolares.

¿Qué es importante considerar entonces? Tanto profesores, comunidad educativa


y familia deben comprender que todos somos diferentes, la sala de clases
promueve la diversidad y no se puede pretender que todos aprendan lo mismo, en
el mismo momento y de la misma manera, hay que valorar las diversas estrategias
y formas de trabajo.

Existen varios apoyos que se deben brindar a todos quienes presenten una NEE
ya sea por un tiempo o de manera permanente, por ejemplo, el profesor debiera
hacer adecuaciones al currículo, esto significa que puede adaptar las
metodologías que usa para hacer clases, o que puede variar la forma de
evaluación, tal vez el camino sea modificar algunos contenidos, lo fundamental es
que se respete la diversidad y se trabaje en relación a lo que necesita el
estudiante y no a las expectativas del profesor o a los contenidos obligatorios.

Otro apoyo a quienes presentan NEE es contar con otros profesionales, por
ejemplo fonoaudiólogo/a, psicólogo/a, profesor/a diferencial, terapeuta ocupacional
entre otros, quienes entregan claras orientaciones de cuáles pueden ser los
requerimientos de quienes presentan NEE.
Además de los apoyos humanos de diferentes profesionales, existen otros
elementos que pueden facilitar el proceso educativo como los recursos
tecnológicos, materiales y soportes como por ejemplo un puntero láser para quien
tenga trastorno motor.
Los niños/as o jóvenes que presentan NEE muchas veces no lo pasan bien en el
colegio, pues a pesar de que quieren aprender como el resto de sus pares, no
logran hacerlo, se frustran, son objeto de burlas y se pueden sentir fracasados,
esto claramente repercute en la autoestima y autoconcepto. En muchas ocasiones
los profesores no los incorporan en las clases y “les dan tareas muy fáciles”
creyendo erróneamente que eso es integrarlos a la educación, esto no es así,
integrar es dar oportunidades para alcanzar los aprendizajes y desarrollo más
normalizado posible, las personas con NEE no deben ser objeto de lástima, eso
NO es integrar, como profesores debemos tener altas expectativas en que todo
ser humano es capaz de aprender, si yo, como profesor, responsablemente
conozco a quien tengo enfrente. En Colombia existen unos estándares mínimos
de aprendizaje que todo estudiante debe lograr y el docente debe propiciar las
estrategias necesarias para su alcance.

Otro aspecto fundamental es la familia y el apoyo que puedan entregar a los


profesores en pro de beneficiar a sus hijos, esto solo se puede lograr  con un
trabajo común, incorporando a padres y/o apoderados al trabajo escolar, dando
orientaciones de cómo trabajar en la casa, por ejemplo, si tenemos un hijo con
déficit atencional debemos tener una estructura clara, con una rutina de estudio
breve y precisa, si nuestro hijo/a tiene discapacidad intelectual las metodologías
de trabajo deben ir apoyadas de elementos significativos, o si el niño/a tiene baja
audición deberemos tal vez aprender un lenguaje alternativo, con esto quiero
señalar que la integración de cualquier persona con NEE, sea la que sea, es
responsabilidad de todos, de la sociedad, de la escuela y de la familia. Para
entregar educación de calidad, todos somos protagonistas.

Las  principales acciones para la integración se relacionan con modificar los


Proyectos Educativos, capacitar a todos los docentes, sensibilizar a la comunidad
completa, incorporar a padres y apoderados, flexibilizar el curriculum, implementar
sistemas de apoyo, valorar el proceso educativo por sobre el producto
clasificatorio, incrementar recursos materiales y humanos que puedan asumir de
manera adecuada y responsable, dando respuesta a las necesidades que
presenta la nueva población escolar que implica cada vez más, reconocer las
diferencias que existen entre los seres que conformamos esta sociedad
por parte de la OMS Una discapacidad es toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de
la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal
para un ser humano.

La discapacidad cognitiva es una distinción relativamente nueva, que se relaciona


con las de discapacidad mental e intelectual. Se entiende como un conjunto de
condiciones que afectan el desarrollo intelectual y/o la adaptación social de
algunas personas. Entre las dificultades asociadas están las sicolingüísticas y de
pensamiento lógico. Comprende condiciones como el autismo, la disfasia,
síndrome de Down, síndrome de Asperger y síndrome X Frágil, entre otras.

Entendemos que las personas con discapacidad, al interactuar con las diversas
barreras que surgen desde el entorno, pueden ver impedida o restringida su plena
participación en sociedad. Mediante nuestro quehacer, aportamos a la
construcción de una cultura inclusiva y tolerante.
Ricardo Lyon 222, of 1201

Persona con capacidades diferentes o persona con discapacidad  


La expresión “persona con discapacidad” proviene del modelo social de la discapacidad, que
pone en primer lugar a la persona y dice que la persona tiene discapacidad (una característica de
la persona, entre muchas otras). Desde esta visión, la discapacidad queda definida por la relación
de la persona con las barreras que le pone el entorno. Esta terminología está sustentada por la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y lo importante es
que las mismas personas con discapacidad han sido las que participaron en su formulación.
Por su parte, hablar de “capacidades diferentes” es un eufemismo que no reconoce la
diversidad, ya que al fin y al cabo, todos tenemos capacidades diferentes. El concepto proviene de
una campaña electoral mexicana y carece de sustento académico o de reconocimiento entre las
organizaciones de la sociedad civil especializadas.

 Según la LOGSE (1990), el concepto de n.e.e. está en relación con


la idea de diversidad de los alumnos y se concreta en la:

"La atención a aquellos alumnos que, de forma complementaria y


más especializada, precisan de otro tipo de ayudas menos usuales,
bien sea temporal o permanentemente". 

Necesidades Educativas Especiales


Se definen como estudiantes con Necesidades Educativas
Especiales (NEE) a aquellas personas con capacidades
excepcionales, o con alguna discapacidad de orden sensorial,
neurol�gico, cognitivo, comunicativo, psicol�gico o f�sico-
motriz, y que puede expresarse en diferentes etapas del
aprendizaje.

Se entiende por estudiante con discapacidad a aquel que


presenta limitaciones en su desempe�o dentro del contexto
escolar y que tiene una clara desventaja frente a los dem�s,
por las barreras f�sicas, ambientales, culturales,
comunicativas, ling��sticas y sociales que se encuentran en
su entorno (art�culo 2� del Decreto 366 del 2009).

Por ello se hace necesario estructurar procesos educativos


que atiendan tanto a la diferencia, como a las potencialidades
o limitaciones de los alumnos, siempre en la perspectiva de
forjar un desarrollo individual y social pleno.

 NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES:

Este término está en contraposición con el de Educación Especial;


comenzó a utilizarse en los años 70. 
Es el término normalizador y no discriminativo, que pone el acento
en los recursos a utilizar para responder a las necesidades. Se
acentúa el caracter interactivo y relativo de las necesidades
educativas del alumno, ya que dependen tanto de las
características personales de éste y del entorno sociofamiliar en
que se encuentra, como de las características del contexto
educativo y de la respuesta que se le ofrece. La conecpción de los
recursos  se toma como una mayor preparación del profesorado,
una capacidad para elaborar conjuntamente un proyecto de Centro,
una adaptación curricular, una voluntad de unificar criterios
metodológicos, de evaluación y de trabajar en equipo. 
 

 Necesidades Educativas Especiales es cuando un alumno necesita


más ayuda o una ayuda distinta a la del resto de los compañeros
de su edad. Por lo tanto, un alumno con necesidades educativas
especiales (A.C.N.E.E.) es todo aquel, que en un periodo concreto
a lo largo de toda la escolarización, requiera un apoyo o atención
especifica por su discapacidad física, psíquica o sensorial, por
manifestar trastornos graves de conducta, por sobredotación, por
estar en situaciones desfavorecidas de tipo social, económico,
cultural o de salud, por desconocimiento de la lengua castellana y
por presentar un desajuste curricular significativo entre sus
competencias y el currículo y el curso en el que está escolarizado.
Por Nilda Puceiro de Bistue

Consideramos que las personas con capacidades especiales son aquellas que requieren
de un proceso de aprendizaje diferente para desarrollar sus habilidades y capacidades..
Dichas personas resultan vulnerables, pues necesitan de apoyo constante, y confianza en
su posibilidad de encontrar caminos para crecer y realizarse plenamente.

Esta necesidad de apoyo continuo también genera respuestas de sobreprotección, o en


ocasiones de indiferencia. Las respuestas que ha brindado la misma comunidad a lo largo
de siglos no han sido satisfactorias. La reacción espontánea tiende a eliminar a quiénes
son diferentes, quiénes escapan a los criterios de normalidad que fija una sociedad. Así el
camino para las personas con capacidades especiales, y necesidades educativas
especiales se hace difícil de no contar con aliados desde el momento de su concepción.

Precisamente, nuestro interés hoy es destacar la fuerza que impone una organización
familiar centrada en esa nueva vida, procurando descubrir su mejor forma de expresarse.
¿Cuáles son las capacidades especiales, habilidades, talentos de ese niño nacido con
algún déficit biológico, psicológico, social, o ese niño con una enfermedad de larga
duración?. ¿Cómo alentar en él el deseo de sobrevivir, superar paso a paso cada día,
afrontar tratamientos, escolarización, adaptaciones, y desarrollarse sanamente, con
autoestima y confianza en sus propias posibilidades y las de su medio?

Si nos hacemos esta pregunta con cada niño que llega al mundo, se enfatiza en el caso
del niño con necesidades especiales, que requiere también de iguales oportunidades que
sus hermanos: amor cálido, ternura, cuidados maternales, receptividad y continuidad en
su relación con su madre, padre, hermanos y otros miembros de la familia. Un ámbito
seguro, un equipo que le atienda y desarrolle las mejores posibilidades en él o ella.

Debemos destacar el aportes de pedagogos, psicoanalistas, psicólogos sociales,


asistentes sociales, padres, madres, tíos, tías, abuelos, hermanos, primos, quiénes
señalan que los mayores logros y el descubrimiento de las propias capacidades y el
deseo de crecer surge de la misma persona, quién se transforma en el agente principal de
su mejora personal, cambio y progreso. Ese clima de afecto y seguridad. Esa situación
lúdica, como en juego constante que permite probar, equivocarse, recomenzar, y ver en
los rostros de los que acompañan una imagen enriquecida y mejorada de sí mismo.

Es por ello que en cierta medida poco difiere la respuesta que necesita un niño común y
un niño con necesidades especiales. Ambos necesitan un abordaje personalizado, a su
propia medida. La presencia de personas con necesidades especiales nos pone a prueba
constantemente, pues genera la urgencia de buscar formas creativas alternativas,
diversas, para lograr el máximo de crecimiento y desarrollo. La búsqueda de la verdad se
plantea en cada instante. La llegada de un niño con necesidades especiales requiere de
buenos informantes, que acompañen y expliquen la condición especial del bebé. Es
necesaria una preparación adecuada para dar la noticia. Y sin embargo, a pesar del paso
del tiempo, con frecuencia se requiere volver a revisar la condición de esa persona, pues
el riesgo de perderse en diagnósticos, planes terapéuticos, pronósticos sombríos nos
alejan y separan.

En ocasiones se daña el vínculo inicial con la madre, se genera desconfianza e


inseguridad en ambos padres, y se profetiza sin reconocer que es imposible profetizar, es
menester aceptar que cada ser tiene un gran potencial para enfrentar las dificultades que
le impone su condición especial, y que sólo la confianza y la esperanza pueden más en
ocasiones que un plan o programa orquestado con grandes elaboraciones pero que no
involucran ni al niño ni a su familia, quiénes son los que conducen el cambio y la mejora
propuestos.

Aquí nos interesa dar nuestro testimonio personal. Surge de muchos años de contacto,
comunicación y acompañamiento a personas vulnerables, sufrientes, luchadoras y con
deseos de sobreponerse a todo tipo de dificultad. Y sus acompañantes, los profesionales
de los equipos interdisciplinarios con su capacidad técnica, pero fundamentalmente con
su enorme capacidad de amar y confiar en las posibilidades del niño, el joven, o el adulto
con necesidades especiales. El ser testigo de estos eventos importantes en las vidas de
las familias, y el comprobar la capacidad de entrega, donación de sí, y fortaleza, nos
permiten anticipar un mensaje esperanzado. Pues es verdad que la tarea a realizar es
muy grande. Se requiere perseverancia y deseos de desafiar cualquier dificultad, y es
menester crear en cada persona la decisión de enfrentar el futuro con confianza, y
trabajando día a día.

Nosotros hemos descubierto que no es conveniente concentrar personas o problemas.


Tampoco centralizar las atenciones. No rigen en este campo el criterio de ahorro de
recursos materiales y humanos, tampoco imponer el derecho de las mayorías. Todos
instintos fuertes, con práctica frecuente y salvaje, pues la defensa de los bienes que se
tienen generan esta respuesta negativa, que impide reconocer lo diverso, el derecho a ser
diferentes, y las posibilidades de crecer cuando están dadas las condiciones adecuadas.
También debemos destacar las necesidades de las personas de aprender a convivir con
otras personas que son diversas.
El aprendizaje de la convivencia y de la solidaridad, son experiencias imborrables que
preparan a las personas para generar una sociedad que se preocupa por el bienestar y la
felicidad de todos. El inventario diario que debemos realizar sobre cuáles son las
habilidades, talentos o capacidades especiales de los otros, comienza desde uno mismo.
Es menester una apertura hacia el cambio y la mejora personal.. Esto rige en todas las
etapas de la vida. Desde la tercera y cuarta edad, los abuelos somos testigos de esa
importante urgencia. Desde cierta etapa de la vida, al observar lo pasado, y comparar con
los eventos presentes y con el futuro que se desea alcanzar, se descubre que desde
todas las generaciones que conviven, surgen respuestas afectuosas, de apoyo y
acompañamiento de los miembros más vulnerables. Ese acompañamiento requiere que
sea realizado con conocimiento y sentimientos positivos.

No se logran dichos estilos sólo con desearlo mágicamente. Se requiere preparación y


capacitación para aprender a acompañar. La alianza del niño, el joven, el adulto, con los
terapeutas y docentes, los amigos, vecinos, compañeros de la Escuela, forja una
verdadera red de contención. Todo se da de manera natural, en la medida en que ese
vínculo afectivo se consolide, y se cuide.

La Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) 12 de 1980 de


la OMS propone el esquema: Enfermedad ! Deficiencia ! Discapacidad ! Minusvalía En él, siempre
dentro de la “experiencia de la salud”, ha de entenderse que: "#Una deficiencia es toda pérdida o
anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. "#Una discapacidad
es toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad
en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano. "#Una minusvalía
es una situación desventajosa para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o
una discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol que es normal en su caso (en
función de su edad, sexo o factores sociales y culturales). La relación causal entre dichos niveles de
las consecuencias de la enfermedad es evidente en las propias definiciones de los mismos. Una
deficiencia puede producir una discapacidad y la minusvalía puede ser causada por cualquiera de
las dos anteriores. Dicha causalidad y linealidad en el planteamiento de la CIDDM ha sido de los
extremos más criticados de la misma. Una de las pretensiones básicas en el campo de la
terminología aplicada a la discapacidad de esta Clasificación, en la línea de la neutralidad
ideológica, fue la intención de evitar la sustantivación de situaciones adjetivas. Se trataba de
mostrar al individuo antes como persona que como sujeto de una determinada situación limitante.
La manera de lograrlo era anteponer siempre el “persona con...”, haciendo de esta manera más
relevante la integridad individual que la situación adjetiva (por descriptiva) de una circunstancia
personal concreta. Pese al indudable empeño puesto por la OMS en la CIDDM para que los
términos de la misma fueran positivos, han sido muchas las voces que se han alzado en contra de
una Clasificación que enumeraba las situaciones limitantes, restrictivas y de desventaja. Esta
perspectiva condujo a una nueva revisión de la terminología empleada. El periodo de aplicación de
la CIDDM supera de largo los veinte años y su periodo de revisión se ha prolongado por casi una
década. Ha sido un largo proceso, con una amplia participación internacional, con el uso de las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación (la OMS, dentro de su sitio en la Web
mantuvo un apartado dedicado a la revisión de la CIDDM) y que no careció de giros sorprendentes
en su elaboración (términos que aparecen y desaparecen, incluso del propio nombre;
desdoblamiento o agrupación de las distintas escalas que componen la Clasificación; y hasta un
cambio final en las siglas que van a regir desde el momento de su aprobación por la Asamblea
Mundial de la Salud). 12 OMS, “Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y
Minusvalías”, IMSERSO, Madrid, edición de 1997. 7 El 22 de mayo de 2001, en la 54ª Asamblea de
la OMS, se aprueba la nueva versión de esta Clasificación con el nombre definitivo de
“Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud”,13 con las siglas CIF.
En el propio título de la nueva Clasificación encontramos una declaración de intenciones. Ya no se
enuncian tres niveles de consecuencias de la enfermedad, sino que se habla de funcionamiento
(como término genérico para designar todas las funciones y estructuras corporales, la capacidad
de desarrollar actividades y la posibilidad de participación social del ser humano), discapacidad (de
igual manera, como término genérico que recoge las deficiencias en las funciones y estructuras
corporales, las limitaciones en la capacidad de llevar a cabo actividades y las restricciones en la
participación social del ser humano) y salud (como el elemento clave que relaciona a los dos
anteriores). En sus primeras líneas, la CIF enuncia su objetivo principal: “brindar un lenguaje
unificado y estandarizado, y un marco conceptual para la descripción de la salud y los estados
relacionados con la salud”. La OMS abandona el enfoque primitivo de “consecuencias de la
enfermedad” para enfocar el objetivo hacia “la salud y los estados relacionados con la salud”.
Trata, por lo tanto, de poner en positivo su terminología desde el primer momento (el término
“enfermedad” ya no es empleado y a cambio aparece el nuevo término “condición de salud”).
También describe su finalidad en las primeras líneas: “La clasificación revisada define los
componentes de la salud y algunos componentes relacionados con la salud del bienestar (tales
como educación, trabajo, etc.)”. Bajo esta perspectiva, se trata de ir más allá del campo “médico-
sanitario” e incluir, de forma expresa, ámbitos sociales más amplios. La CIF, desde los comienzos
de su elaboración, se pronuncia por un enfoque bio-psico-social y ecológico, superando la
perspectiva bio-médica imperante hasta el momento. Particularmente, este dato queda evidente
con la inclusión de un apartado (segunda parte) dedicado a los factores contextuales (si bien no
podemos considerar que haya alcanzado todos sus objetivos ya que una de las escalas previstas, la
de factores personales, no ha llegado a desarrollarse y la otra, la de factores ambientales, habrá de
ser sometida a un proceso de verificación, que puede derivar en modificaciones sustanciales).
El apoyo de la capacidad cognitiva a las personas con necesidades educativas especiales.

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