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Desarrollo

1. Clasificación de las complicaciones según tiempo de evolución:


- Transoperatoria: Ocurren dentro de la intervención quirúrgica.

Ejemplos: Parestesia (parálisis de Bell), hematomas intrabucales, enfisema, ruptura de


agujas.

- Post operatoria: Ocurren fuera de la intervención quirúrgica.

2. Clasificación de las complicaciones según el tejido lesionado

Que afectan tejidos blandos.

Tejido mucoso:

 Desgarro de la mucosa en la cavidad bucal

 Comunicación bucosinusal

 Quemaduras y abrasiones del labio y comisuras

 Deslizamiento de piezas y restos dentarios hacia el espacio yugal (a través del


m. buccinador) o hacia el suelo de boca (a través del m. milohioideo)
Tejido nervioso

 Lesión del nervio alveolar inferior.


Tejido vascular

 Hemorragias de la cavidad bucal


Asociadas a los tejidos duros

Tejido dentario

Tejido óseo

 Fractura de la tuberosidad
 Fractura mandibular
 Fracturas de corticales óseas
 Fractura de tabiques
Daños a la ATM

 Luxaciones
 Trismos
Otras complicaciones
 Alveolitis
 Hemorragias post-operatorias inmediatas y mediatas.
 Equimosis
 Hematomas extrabucales
 Infección
La complicación más frecuente de la extracción dentaria es la fractura de la corona o
las raíces de un diente. Con menor frecuencia se lesionan dientes adyacentes, se
fractura la apófisis alveolar o la tuberosidad, se abra el seno maxilar con la introducción
o no de una raíz en él, se desplaza un diente o raíz en el espacio textural adyacente, se
laceran partes blandas, se lesionan nervios o se produce una hemorragia copiosa.
También puede ocurrir la extracción accidental de un diente que no es el enfermo

FRACTURA DEL DIENTE

Es el accidente más frecuente de la exodoncia. Puede deberse a la presencia de una


caries que haya destruido mucho tejido dentario, por anomalías radiculares o por
aumento de la densidad ósea. También una mala o inadecuada técnica en la extracción
puede provocarlo.

La fractura del diente es muy común al hacer la extracción con la pinza. Los dientes
desvitalizados tienden mucho a fracturarse porque son muy quebradizos. Sin embargo
cualquier obturación mecánica como la curvatura de las raíces o la hipercementosis,
dificulta la extracción y puede imposibilitar la extracción de todo el diente con la pinza.

Si se rompe una raíz y queda un trocito en la profundidad del alveolo muchas veces es
difícil decidir si el peligro de afectar el seno maxilar o afectar el nervio alveolar inferior al
realizar su extracción es mayor que el riesgo que entrañaría dejarlo. Es necesario trazar
la distinción entre los fragmentos infectados y no infectados. Los pequeños fragmentos
no infectados que están en la profundidad del hueso suelen tolerar bien, pero los
grandes y los infectados se deben extraer.

Siempre que se decida dejar un minúsculo fragmento radicular informase al paciente. Si


el diente se fractura cerca de la línea cervical todavía se le puede extraer con pinzas de
la manera que describimos antes.

En los dientes con raíces múltiples la fractura de la corona hasta puede facilitar la
extracción porque cada raíz se puede retirar una por una.

Algunos retiran las raíces fracturadas dentro de la cavidad alveolar empleando una
pinza en bayoneta muy angosta que se empuja debajo del mucoperiostio a suficiente
distancia como para tomar la raíz y el hueso alveolar adyacente. Esto es más fácil de
hacer en el maxilar superior por la diferencia en el espesor de la corteza ósea pero esta
práctica no es buena porque acarrea cierta pérdida de hueso alveolar y deja una herida
ósea anfractuosa que puede doler en el postoperatorio. Estas raíces se pueden extraer
por el método abierto, aunque en algunos casos puede ser eficaz la técnica del
elevador.

Tratamiento:

 Inmediatamente debe completarse la extracción mediante el Método cerrado.


 Si a los 5 minutos la técnica no tiene éxito o no se ha logrado la extracción se
indica Rayos X periapical de Urgencias y se procede al Método abierto.
4
 Indicaciones post operatorias habituales.

LESIONES DE DIENTES ADYACENTES

En ocasiones se lesionan dientes adyacentes al realizar procedimientos exodóncicos.


Estas lesiones comprenden aflojamiento, avulsión o fractura.

Puede ocurrir aflojamiento de dientes por uso incorrecto de elevadores, por elegir
pinzas de picos demasiado anchos para espacio interdentario disponible o por eliminar
demasiado hueso al hacer extracción quirúrgica. Si el grado de movilidad es mínimo no
se requiere tratamiento. Adviértase al paciente que consuma una dieta blanda no
masticable por varios días. Cuando existe mucha movilidad, se debe inmovilizar el
diente.

Para este fin puede emplearse ligaduras de alambre, una barra arqueada, bandas
ortodóncicas, o una férula de acrílico de fraguado rápido y la fijación mantenerla de dos
a cuatro semanas.

También puede ocurrir la avulsión de un diente adyacente por uso incorrecto de los
instrumentos de extracción. La mayoría de las veces esto sucede cuando las raíces son
cónicas. El diente se debe volver a colocar en el alveolo y hay que fijarlo con firmeza en
su posición, los alambres solo no suelen ser suficientes para fijación porque al tensar la
ligadura puede tender a deslizarse en dirección cervical de modo que el diente seria
extruido de la cavidad alveolar. La barra arqueada o la férula de acrílico es la más
eficaz.

Aunque muchas veces se pierde la vitalidad del tejido pulpar el diente avulsionado y
vuelto a implantar suele quedar insertado con firmeza en el alveolo y después se puede
hacer la terapia endodóncica, este último tratamiento no se puede hacer en el momento
del accidente porque la manipulación adicional del diente puede agravar la lesión del
tejido periodontal y del cemento reduciendo la probabilidad de que quede bien
reinsertado.

La fractura de la corona de otro diente ocurriría si la pinza resbala y la golpea o por


hacer demasiada fuerza contra ella con un elevador colocado incorrectamente. El
tratamiento depende de la extensión de la lesión. Si se fractura toda la corona habrá
que hacer terapia endodóncica de este diente o extraer la raíz. El pronóstico del diente
con fractura parcial de la corona es más favorable. Si solo se ha astillado una pequeña
porción del esmalte se puede volver a contornear este con una piedra dental para pulir
después su superficie. Cuando se ha fracturado un gran segmento de la corona pero no
se ha expuesto la pulpa se puede colocar una corona temporaria. La fracturas que
producen una exposición minúscula de la pulpa pueden tratarse con un recubrimiento
pulpar antes de colocar la corona temporaria. La exposición importante de la pulpa es
indicación para una terapia endodóncica inmediata o extraer el diente. 3-6

EXTRACCIÓN DE UN DIENTE SANO

La extracción de un diente que no es el enfermo se trata de la misma manera que la del


diente avulsionado en forma accidental. Se hace una reimplantación inmediata y se
inmoviliza el diente en la cavidad alveolar. Por lo general se requiere terapia
endodóncica una vez que ha ocurrido la reinserción eficaz. 3

ACCIDENTES LIGADOS A LA ANESTESIA LOCAL


Aunque no forman parte propiamente dicha de las complicaciones de la exodoncia,
creemos de gran interés su conocimiento puesto que pueden complicar la extracción
dentaria o cualquier otro procedimiento quirúrgico. Normalmente utilizamos técnicas de
anestesia locorregional, por lo que nos centraremos en los accidentes locales, y en los
accidentes generales de esta modalidad anestésica.1
- Rotura de la aguja
Esta eventualidad sucede como consecuencia de defectos en el material empleado
(sobre todo por su repetida esterilización por calor), o bien de movimientos o maniobras
violentas por parte del paciente o del odontólogo. Ante la rotura de la aguja hay que
procurar la extracción del cabo distal; si el fragmento se halla en situación submucosa,
se aconseja practicar una incisión para su localización. Si se encuentra hundida en los
tejidos blandos o en un conducto óseo, es preferible contar con la ayuda de un
especialista, así como con su identificación por medio de rayos X. Teniendo en cuenta
la dirección en que la aguja se insertó y la exploración radiográfica practicada desde
diversos ángulos, podremos suponer su eventual situación. Es útil introducir una nueva
aguja en la misma dirección que la fracturada y comprobar la relación que existe entre
ambas.
El abordaje quirúrgico se efectuará siguiendo un camino perpendicular al fragmento de
la aguja y no en la trayectoria que llevó desde el punto de entrada. Mediante disección
roma con una pinza hemostática (mosquito curvo sin dientes) se llega a contactar con la
aguja, la cual será retirada con una pinza. Para prevenir este accidente, dado el riesgo
que comporta, es necesario practicar las infiltraciones anestésicas locales siguiendo
una técnica cuidadosa, evitando la técnica intraligamentosa o la intraósea, y empleando
material en buen estado, preferiblemente desechable; en pacientes epilépticos es
recomendable la colocación de un abrebocas o una cuña de goma. Es importante
recordar que para evitar la rotura de la aguja, ésta no debe introducirse más de los 2/3
de su longitud, no debe ser demasiado fina, y no debe doblarse nunca, especialmente
en la zona de unión de la caña y del rácor de la aguja. Asimismo no debe cambiarse la
dirección de la aguja una vez insertada dentro de los tejidos, forzándola en vez de
sacarla casi por completo y variar su dirección.
Para evitar que la punta de la aguja se despunte y quede roma, ésta debe protegerse y
cubrirse cuando no se está utilizando. Hay que tener presente que una misma aguja
tras 2 ó 3 penetraciones pierde su bisel y se hace más traumático su empleo. 1

- Lesiones nerviosas
Son debidas a la acción directa esclerosante, del anestésico y del vasoconstrictor
asociado, sobre las fibras nerviosas. Las secuelas funcionales y sensitivas de esta
lesión se traducirán en paresia si el nervio es motor, o hipoestesia, disestesia o
hiperestesia si es sensitivo.
Con la realización de anestesias locales de la cavidad bucal se han descrito casos de
anestesia del ganglio esfenopalatino, por mala técnica o por difusión tisular del
compuesto anestésico, y casos de anestesia del nervio facial por difusión ascendente
por vía petrosa. La anestesia del nervio facial puede producirse directamente al intentar
una anestesia troncular a nivel de la espina de Spix y situar la aguja en una zona muy
posterior del espacio pterigomandibular penetrando en el polo anterior de la glándula
parótida. Se han referido casos aislados de bloqueo del simpático cervical con
Síndrome de Horner, o de diplopia por afectación del músculo recto lateral extrínseco
del ojo por difusión del anestésico a través de la fisura orbitaria inferior. Si la cantidad
de anestésico que alcanza el ojo es mayor, puede llegarse a una oftalmoplejia y
exoftalmos.
La afectación del trigémino se manifiesta por una neuralgia o bien una hipoestesia del
territorio inervado por las ramas de dicho nervio. Se ha referido su instauración de
forma inmediata o tardía en la anestesia troncal del nervio dentario inferior. Se ha
descrito que después de efectuar la técnica troncular de Gow-Gates puede producirse
una parálisis de los pares craneales III, IV y VI (Síndrome del seno cavernoso). 1
- Lesiones vasculares
La lesión de una pared vascular en el curso de la anestesia troncal determina la
aparición de un hematoma, el cual puede evolucionar hacia la reabsorción,
organización o infección. En pacientes con alteraciones desaconsejan los bloqueos
troncales.
Algunos autores norteamericanos con el fin de evitar las lesiones vasculares,
recomiendan el uso de agujas rígidas, fuertes y de bisel corto.
Todos debemos recordar la obligación de aspirar antes de proceder a la inyección del
anestésico. La introducción del anestésico en una arteria puede provocar una isquemia
tisular por espasmo arterial (anestésicos con adrenalina) o una vasodilatación local
(anestésicos sin adrenalina), muchas veces traducidas por una cefalea intensa de
instauración súbita.
Por otra parte, la inyección intravenosa puede determinar efectos sistémicos graves, ya
que la toxicidad de un anestésico local introducido en el sistema venoso es de 10 a 25
veces mayor que por inyección subcutánea.1
- Trismo
Esta complicación obedece a un traumatismo por la aguja o por el propio líquido
anestésico en alguno de los músculos depresores, en especial del músculo pterigoideo
interno durante un bloqueo troncular del nervio dentario inferior. En la fase aguda, el
dolor subsiguiente a la hemorragia determina espasmos musculares y limitación de la
movilidad mandibular. La progresión del trismo ocasiona hipomovilidad crónica por
constricción muscular o anquilosis fibrosa. Para evitar esta secuencia, se recomienda
un tratamiento precoz con calor local, analgésicos, relajantes musculares y ejercicios de
apertura y cierre y movimientos de lateralidad de la mandíbula.
Los hematomas por desgarro vascular deben ser tratados de forma enérgica con
protección antibiótica, fármacos y medios físicos que favorezcan la reabsorción del
mismo, ya que esta complicación es la causa más frecuente de trismo. 1
- Reacciones locales al anestésico
Son debidas a la acción prolongada del fármaco o a hipersensibilidad, manifestándose
en forma de urticaria o vesículas en la mucosa bucal o en los labios. Hay que controlar
estas reacciones por su tendencia a afectar zonas conflictivas como la laringe o la
rinofaringe.1
-Lipotimia

Es la complicación más frecuente dentro de esta categoría. Ocurre por el influjo


psíquico, o sea el temor y la aprehensión que manifiesta el paciente ante la inyección
de la anestesia o cualquier otro tratamiento estomatológico que provoca una
estimulación parasimpática, vasodilatación periférica y se establece una hipoxia
cerebral.

Cuadro clínico:

 Palidez intensa

 Sudoraciones frías y profusas

 Pulso lento y débil con caída de la presión arterial

 Respiración superficial

 Recuperación rápida dejando en ocasiones un estado de laxitud acompañado de


nauseas.

Tratamiento:

 Posicionar al paciente en forma de Trandelemburg

 Procurar la ventilación

 Reanimación del paciente

 Aflojar prendas y ropas

 Dar a oler sustancias volátiles 1-2

-Accidentes alérgicos
El más frecuente es la dermatitis de contacto. La sensibilización previa suele ser debida
al uso de anestésicos tópicos.
En la actualidad la dermatitis de contacto es más frecuente en las auxiliares dentales
que manejan anestésicos locales muy a menudo. Los parabenos (metilparabén) que
van como conservantes en los anestésicos pueden ser los causantes de esta dermatitis
y de otros fenómenos alérgicos.
Las reacciones alérgicas anafilácticas son mediadas por anticuerpos IgE (tipo I) o son
una respuesta celular mediada por linfocitos sensibilizados (tipo IV) y afortunadamente
son excepcionales tras el abandono de los anestésicos locales del grupo éster. Los
síntomas son urticarias inmediatas, angioedema, broncoespasmo y shock anafiláctico.
El shock anafiláctico es un cuadro raro, pero grave, de aparición brusca, con existencia
de palidez, taquicardia, hipotensión con o sin broncoespasmo o laringoespasmo. El
abandono de las substancias anestésicas con función amina en posición para (ésteres
del ácido para-aminobenzoico) ha hecho disminuir mucho su frecuencia; no obstante,
debe hacerse una correcta prevención, con una buena anamnesis que detecte un
posible terreno alérgico (asina, eczema, urticaria, etc.). La práctica de tests "in vivo"
(cutáneos, nasales, oculares, de transferencia pasiva) debe proscribirse formalmente ya
que implican un gran riesgo, y por lo tanto deben ser efectuadas por el médico
especialista adecuado (alergólogo).
Las diferentes pruebas "in vitro" representan una ayuda: T.T.L. o test de
transformación linfocitaria, L.H.R.T. o test de liberación de histamina, T.D.B.H. o test
de desgranulación de básofilos humanos, R.A.S.T o "radio allergo sorbent test";
todas ellas pueden considerarse interesantes a fin de evitar los productos
anestésicos peligrosos. Para el tratamiento de las reacciones alérgicas severas se
administra Adrenalina 1 mg subcutánea; se debe tomar una buena vía venosa para
colocar un expansor del plasma (Hemocé), corticosteroides e.v., oxígeno, y
debemos trasladar rápidamente al paciente a un centro hospitalario.
El edema de Quincke suele ser un cuadro espectacular pero su gravedad es menor
a menos de que se produzca concomitantemente un edema laríngeo. Su tratamiento
es la corticoterapia, y los antihistamínicos clásicos. Pueden existir otros fenómenos
alérgicos con manifestaciones mucosas, articulares, cutáneas o glandulares, que
suelen ser el reflejo tardío de un terreno alérgico. 1

FRACTURA DEL HUESO ALVEOLAR

Muchas veces el hueso alveolar se fractura en las extracciones difíciles. El hueso


fracturado se puede retirar junto con el diente al cual se halla firmemente adherido, se
lo puede dejar junto con su periostio o puede ser que se desprenda por completo en la
herida. Aunque los trozos de hueso insertados en el periostio se pueden dejar, los
desprendidos deben eliminarse porque han perdido toda irrigación sanguínea. El hueso
adherido al periostio se debe volver a colocar con la mayor exactitud posible y sujetar
en su sitio con suturas a través de los márgenes gingivales de la herida de la
extracción. De este modo se evita la formación de defectos irregulares en la cresta
alveolar.

En la mandíbula, los fragmentos grandes pueden fijarse con un alambre circunferencial


de acero inoxidable calibre 26, de la misma manera que se recomienda para las
fracturas de maxilares desdentados. El alambre se retuerce sobre la cresta de la
apófisis alveolar y se cubre suturando encima la mucosa. Este alambre se puede retirar
a las 5 o 6 semanas haciendo una pequeña incisión en la cresta alveolar, cortando el
alambre y traccionándolo con un portaagujas o una pinza hemostática.

En el maxilar superior se puede fijar un gran sector de lámina alveolar fracturada al


hueso remanente con alambre fino de acero inoxidable pasado por orificios practicados
con una fresa pequeña a la manera de un punto colchonero vertical. Se trazan
pequeñas incisiones verticales en la mucosa de los lados vestibulares y palatino para
hacer las perforaciones y para pasar el alambre debajo de la encía. En la cara
vestibular se evita así el tener que desprender el mucoperiostio del segmento fracturado
y hacer peligrar su irrigación sanguínea. El alambre se retuerce en el lado vestibular y el
extremo se presiona de plano contra el hueso. Con posterioridad se lo puede retirar.

En ocasiones, durante los procedimientos exodóncicos se fracturan o aplastan de


manera inadvertida pequeños fragmentos de hueso alveolar. Con posterioridad estos
fragmentos puede reabsorberse sin dar síntomas o actuar como secuestros en la
cavidad, originado un proceso supurado crónico junto con proliferación de excesivo
tejido de granulación (granuloma piógeno pos extracción). Aunque por lo general los
secuestros se pueden ver en las radiografías, no siempre es así. Este problema se trata
eliminando los grandes trozos de tejido óseo suelto con una cureta e irrigando la
cavidad para lavar todas las partículas pequeñas. En general no hace falta retirar todo
el tejido de granulación porque así solo retardaría la curación. Tampoco es necesario
taponar la cavidad, a menos que se tema que haya quedado hueso desvitalizado y
conviene mantenerla abierta para permitir su exfoliación. No se suelen administrar
antibióticos si no hay evidencias de que la infección excede los confines de la cavidad
alveolar.3-7

FRACTURA DE CORTICALES Y TABIQUES.

Corticales:

Con relativa frecuencia, en especial en pacientes mayores, ocurren fracturas de las


corticales óseas internas y externas, que en la mayoría de estos pacientes aparecen
adheridas al molar o diente; puede ocurrir cuando se usa una mala técnica de
extracción.

Cuadro clínico y radiográfico:

 Visualmente se puede observar tanto la tabla externa como la interna


fracturada.
 Palpando la zona notamos la discontinuidad de las tablas.
 Rx periapical, radiograficamente se observa una línea de fractura entre las
corticales externa o interna o la falta de estas.
Tratamiento:
1. En esta eventualidad es preciso, separar la cortical del mucoperióstio con un
periostótomo.
2. Se procede a la extracción del diente o molar, sino se ha hecho ya la exodoncia.
3. Retirar fragmentos óseos y alisar la zona de la pérdida del hueso con pinza
gubia (Ronger), lima, cureta y lavar con suero fisiológico la cavidad.
4. Suturar en caso de gran pérdida ósea o un sangramiento anormal.
5. Indicaciones habituales post extracción. 4-7

Tabiques:

La fractura de tabiques interdentales o interradiculares se produce accidentalmente o


intencionadamente, durante la extracción de dientes o sus raíces fracturadas.

Cuadro clínico y radiográfico:

 Visualmente se puede observar tanto los tabiques interdentales como los


interradiculares fracturados.
 Palpando la zona notamos la discontinuidad de los tabiques.
 Rx periapical, radiograficamente se observa una línea de fractura entre los
tabiques interdentales o interradiculares o la falta de estos.
Tratamiento:

1. Estos fragmentos óseos deben ser retirados y alisar la superficie ósea con
pinza gubia o lima
2. Lavar la cavidad con suero fisiológico.
3. Suturar la herida si hay un sangramiento anormal.
4-7
4. Indicaciones habituales post extracción.

FRACTURA DE LA TUBEROSIDAD

Este accidente se produce mayormente en adultos, en especial en aquella zona donde


los 2do y 3ro molares superiores están aislados y rodeados de un reforzamiento óseo
considerable. La neumatización del maxilar superior en esta zona contribuye también al
accidente; o que la tuberosidad tenga poca base ósea; además una mala técnica
empleada por parte del operador puede llegar a fracturar la tuberosidad. 8

Si sucede esto, hágase todo lo posible por retener el hueso porque la tuberosidad es
importante en la retención de una dentadura artificial. Si es posible, lo más conveniente
es desistir de la extracción en el momento en que se produce la fractura, para permitir
que el fragmento suelde. Si la movilidad del hueso sólo es escasa, no hace falta fijación
positiva, pero, en caso contrario, se puede hacer la fijación alambrando una barra
arqueada con el diente suelto y con varios dientes adyacentes, preparando una férula
de acrílico de fraguado rápido o aplicando bandas ortodóncicas y un alambre arqueado.
Una vez que la fractura ha estado curada por unas 4 a 6 semanas, se puede extraer el
diente. Las técnicas de sección o la elevación de un colgajo bucal y eliminación de un
poco de hueso alveolar contribuyen a evitar que la fractura se repita.

Si hay que extraer el diente sin pérdida de tiempo por el dolor o la infección, se lo toma
con la pinza y se intenta separarlo del hueso circundante con un elevador. Luego el
fragmento se puede estabilizar suturando los tejidos gingivales que lo cubren o
empleando alambres intraóseos de manera similar a la descripta en el apartado
precedente.

Cuando no se puede separar el diente respecto del hueso, es probable que haya que
eliminar el segmento. Procédase con gran cautela para no desgarrar la mucosa gingival
y en particular, el revestimiento antral porque esto puede producir una comunicación
considerables dimensiones con el seno maxilar. Cuando el seno se halla intacto, es
suficiente alisar los márgenes óseos y recortar y suturar la encía. Si el antro está abierto
y es sano, se sigue el mismo procedimiento, pero si está infectado se debe hacer una
antrostomía nasal y es probable que se requiera una operación de Caldwell-Luepara
que no se forme una fistula oroantral.3;4

Cuadro clínico y radiográfico.

 El síntoma patognomónico es la movilidad anormal de la tuberosidad y el molar


contiguo al ejecutar el movimiento de luxación.
 En ocasiones se puede establecer comunicación buco sinusal.
 Radiológicamente se podrá apreciar la línea de fracturas por encima de los
ápices de estos molares.
Tratamiento inmediato:

 Si existe instrumental adecuado y condiciones mínimas quirúrgicas, puede


ejecutarse la exéresis del fragmento desprendido siempre que este se encuentre
separado del periostio,
 Después debe realizarse un sellaje minucioso con puntos de colchonero horizontal y
simple para evitar la comunicación bucosinusal.
 De lo contrario si el hueso se encontrase unido al periostio se conservará el
fragmento mediante sutura o ferulización (siempre que haya experiencia y
habilidades por parte del operador.) y se suspende la extracción, citando al paciente
de 2 a 4 semanas aproximadamente, la exodoncia se realizara por el método
abierto, evitando una nueva fractura.4-8

Tratamiento mediato en ambos casos :


El tratamiento mediato va encaminado a la profilaxis de la sinusitis Maxilar previendo
que haya ocurrido una comunicación bucosinusal (CBS) secundaria a la fractura por lo
que la terapia medicamentosa y las indicaciones post-operatorias son las mismas que
en la CBS (ver tratamiento de la comunicación bucosinusal). 4-8

Aunque a veces es inevitable que se fracture la tuberosidad maxilar, muchas veces se


evita esto haciendo una expansión preliminar de la cavidad alveolar con un elevador o
un pequeño osteótomo, antes de intentar la extracción del diente. Cuando se realizan
extracciones múltiples en la región molar, extráigase primero el tercer molar porque si
se retiran primero los dientes adyacentes la tuberosidad se debilita todavía más y se
acrecienta la posibilidad de que se fracture.3

PERFORACIÓN DEL SENO MAXILAR

El seno maxilar puede abrirse accidentalmente y en algunos casos pueden introducirse


en él raíces de molares o premolares. Esta complicación es más común cuando los
dientes sobresalen dentro del seno que si existe una cantidad considerable de hueso
entre el pido del seno y los ápices de las raíces. Las infecciones apicales favorecen las
perforaciones porque puede ser que el proceso inflamatorio crónico haya destruido el
hueso comprendido entre la raíz y el seno.

En la mayoría de los casos la perforación es muy pequeña y el cirujano no lo nota. El


coágulo sanguíneo que llena la herida de la extracción suele cerrar estas perforaciones
pequeñas y salvo que el seno esté infectado, el área cura espontáneamente.

Si se ve una pequeña abertura en el seno maxilar, empréndase el tratamiento sin tratar


de confirmar el diagnóstico. Los procedimientos como hacer que el paciente sople con
las fosas nasales ocluidas, los sondeos y las irrigaciones solo sirven para agrandar la
abertura más todavía y pueden hacer que un antro que antes era normal se infecte. En
cambio, aplíquense suturas vestibulopalatinas inmediatamente a través del alvéolo para
aproximar el tejido gingival lo más posible. A veces la aproximación de la encía se
facilita eliminando una pequeña cantidad de apófisis alveolar vestibular. Si a pesar de
esto no se puede coaptar los márgenes gingivales, colóquese un trozo de esponja de
gelatina absorbible para rellenar el tercio oclusal del alvéolo y sostener el coágulo de
sangre que está debajo. Las aberturas grandes se pueden cerrar con colgajos
vestibulares.

En el posoperatorio adviértase al paciente que no se suene la nariz por el término de


una semana, que mantenga la boca abierta si estornuda, que no se haga buches con
fuerza y que consuma alimentos relativamente blandos por varios días. A menos que
haya signos de sinusitis crónica preexistente, no hace falta antibioticoterapia preventiva.

Después de la operación puede ocurrir cierto sangrado retrógrado por la nariz, pero
esto se puede controlar comprimiendo la fosa nasal con una tira de gasa impregnada
con vaselina.3-5

RAÍZ DESPLAZADA EN EL SENO

Si se ha introducido una raíz en el antro es necesario extraerla, pero primero hay que
tratar de establecer si la raíz está en realidad en el antro o si se ha deslizado entre la
pared externa de la lámina yugal y el periostio, lo cual no es infrecuente en el caso de
raíces de los primeros premolares y de raíces vestibulares de primeros molares.
Cuando la raíz está en el seno maxilar, puede alojarse debajo de una membrana antral
intacta o ésta puede haberse perforado, de modo que la raíz se encuentra dentro de la
cavidad sinusal. Muchas veces tales raíces todavía están unidas a la cavidad alveolar
por las fibras periodontales apicales. Hay varios métodos sencillos para retirar raíces
dentarias del seno maxilar.

1. Indique al paciente que sople por la nariz con las fosas nasales ocluidas mientras
el cirujano observa atentamente la perforación por si aparece la raíz.
2. La colocación del pico aspirador en el alvéolo puede contribuir a la extracción, en
particular si la raíz solo se ha desplazado un poco dentro del antro. Si esto
fracasa, se irriga el seno con solución fisiológica estéril procurando arrastrar la
raíz fuera de la cavidad alveolar o por lo menos acercarla a la abertura para
poder tomarla con el pico aspirador. Como las puntas radiculares pequeñas son
arrastradas dentro del pico aspirador, examínese el frasco donde se deposita el
material aspirado si se cree que la raíz ha salido pero no se la ha visto.
3. A través de la cavidad se puede introducir en el antro una larga tira de gasa
yodoformada de 1 cm de ancho que después se retira sin interrupción, de esta
manera a arrastra a veces la raíz por fricción o porque se adhiere a la gasa. Esta
técnica se debe hacer únicamente si la abertura es grande, porque nunca hay
que agrandarla con esta finalidad.
4. Si no se puede extraer la raíz con los métodos precedentes, abórdese el seno
directamente. Esto puede hacerse elevando un colgajo mucoperióstico para
exponer el maxilar por encima del alvéolo o haciendo una abertura en la forma
canina (abordaje de Caldwell –Luc) Esto último suele ofrecer una visualización
más satisfactoria por la situación más anterior. Después de retirar la raíz,
ciérrese el alvéolo para que no se forme una fistula bucoantral. Si el antro está
infectado, habrá que realizar una operación Caldwell –Luc y una antrostomía
antral.1;3;4

RAÍZ DESPLAZADA EN EL ESPACIO SUBMANDIBULAR


Las raíces de los molares segundos y terceros pueden ser empujadas a través de una
perforación en la superficie lingual de la mandíbula hasta la región de la fosa su
mandibular. El fino hueso puede fracturarse al tratar de extraer la punta de la raíz o
puede ser que no haya habido cobertura ósea sobre la punta radicular. En otros casos
una perforación causada por una infección periapical facilita el desplazamiento de la
raíz durante la instrumentación.

El primer paso de la extracción es verificar si se ve la raíz en la abertura y tratar de


tomarla con el pico aspirador o con una pequeña pinza hemostática, mientras un
ayudante ejerce presión externa constante hacia arriba en la región submandibular para
que el fragmento

No se desplace más todavía y para verlo mejor. Si de esta manera no se puede sacar
la raíz, refléjese la encía lingual bien adelante hasta la región premolar y despréndase
el musculo milohioideo para tener un buen acceso al espacio submandibular.
Disecando cuidadosamente la región tiene que aparecer el fragmento radicular
desplazado. Como en este procedimiento se establece una comunicación entre la
cavidad bucal y un plano aponeurótico en el cuello hay que administrar antibióticos con
carácter preventivo en el posoperatorio. 1;3;4

COMUNICACIÓN BUCOSINUSAL

La comunicación bucosinusal puede establecerse cuando vamos a realizar la extracción


de una canino, bicúspide o molar del maxilar superior. Al producirse puede detectarse
en el momento de la extracción dental y esta puede ser accidental o instrumental.

 Accidental:
Se establece cuando por razones anatómicas de vecindad de estos dientes con el piso
del seno al realizarse la exodoncia queda establecida la comunicación, lo cual debe
detectarse inmediatamente.
 Instrumental:
El uso incorrecto de elevadores, curetas u otro instrumento perfora el piso,
desgarrando la mucosa sinusal o al fracturarse una raíz e intentar su remoción se
perfora el suelo del mismo. La distancia entre el piso del seno y los ápices dentarios es
variable y dependen de las distintas formas del mismo, del tamaño del seno y del
espesor de la porción del seno o la región subsinusal. Aunque anatómicamente el
segundo molar es el más relacionado con el piso sinusal, estadísticamente la extracción
del primer molar es la más frecuente, esto es lógico pues existe una diferencia de 6
años aproximadamente entre el brote del primero y el segundo molar en una edad
donde el niño no tiene plenos hábitos de higiene bucal y se pierde este molar por caries
y se extrae más frecuentemente que el segundo. 1;3;4;8;9

Cuadro clínico y radiográfico

El diagnóstico de la comunicación bucosinusal se debe realizar en el mismo acto


quirúrgico, pero a veces pasa inadvertido y es el paciente que al otro día vuelve
diciéndonos que sangró por la nariz (epistaxis) y que los líquidos le pasan de la boca a
las fosas nasales lo cual lo alerta, algunos pacientes pueden incluso acudir al cabo de
meses o hasta años de establecida la comunicación constatándose la presencia de una
fístula oro-antral epitelizada y refiere sufrir de sinusitis repetidamente en estos casos se
deben realizar lavajes durante 15 días con Yodo Povidona diluida hasta permeabilizar el
Ostium a través de la fístula haciéndole inclinar la cabeza al paciente hacia el lado
opuesto a la comunicación y hacia delante y posteriormente efectuar el tratamiento
quirúrgico.

En el momento de la extracción o a las pocas horas de la misma el diagnóstico es fácil:

 Visión directa del orificio con espejo bucal.


 Maniobra de Valsalva: la cual consiste en obstruir las fosa nasales y pedirle al
paciente que trate de expulsar aire por las mismas, observando el alveolo vemos
salir aire y el espejo se empaña.
 Prueba de la tensión de aire-agua. Se utiliza si ya se comprobó que está
realizada la comunicación bucosinusal, sino está contraindicada; porque
producto a la presión positiva ejercida dentro de la cavidad bucal podemos
volver a comunicar el seno con la cavidad bucal.
 Radiografías periapicales se observa la solución de la continuidad del piso
sinusal.
 Curetaje suave con sonda lagrimal

Tratamiento:

 Es recomendable no explorar el fondo del alvéolo y evitar la penetración de


saliva en el mismo( no dejar escupir al paciente hasta que se realice tratamiento
y evitar así contaminación del seno)
 Realizar técnica del colgajo vestibular deslizante (de Berger) para el cierre
primario de la herida alveolar.
 Si la comunicación buco sinusal se produce con penetración de un resto
radicular dentro del seno, este deberá extraerse si está visible o se tiene fácil
acceso al mismo(de lo contrario no intente la extracción, realice cierre primario,
indique antibioticoterapia y remita al 2 nivel de atención de cirugía maxilofacial)
 De extraerse el resto, alisar el hueso con pinza gubia, limar, y lavar con suero
fisiológico evitando que entre al seno.
 Suture preferiblemente con seda negra 3-0, si no la tiene en ese momento con
otro tipo de sutura, no usar nailon tiende a desgarrar la mucosa fácilmente, se
debe usar preferiblemente punto colchonero que es más resistente a la tensión.

Indicaciones Post-operatorias:

 Antibioticoterapia:
Via parenteral
- Penicilina G (sódica o potásica): 1 millón de U por vía IM c/ 6 horas, durante 2
días; continuar con Penicilina Procaínica (rapilenta): 1 millón de U por vía IM cada 12
horas por 5 días.
Via oral
- Amoxacillina: 500 mg c / 8 horas por 7 días.

En pacientes alérgicos a la penicilina:


- Eritromicina: 250 mg c / 6 horas por 7 días

- Azitromicina: 500 mg 1 vez al día por 3 días

 Gotas nasales de Efedrina al 1% 1/4 gotero por cada fosa nasal


3 veces al día, para que la constricción de la mucosa nasal facilite la aeración del
seno y la salida de secreciones a las fosas nasales a través del ostium. Explicarle
la posición de la cabeza colgante para que las gotas nasales sean efectivas y
lleguen al ostium.

 Inhalaciones preferiblemente benjuí y eucalipto después de las gotas nasales


para la descongestión del seno.
 Gotas nasales de Argirol al 3 % después de las inhalaciones, ya que tiene
función oligodinámica
 Explicarle que no se debe soplar la nariz que estornude con la boca abierta.
 Buena higiene bucal, no hacer colutorios a presión.
 No baños ni inmersión en piscinas o mar.
 Analgésicos con excepción de aspirina.
 Fomentos fríos durante las primeras 24 horas.
 No fumar.
 Dieta blanda.
1;3;4;8;9
 Chequeo a las 48 horas. Valorar retirar la sutura a los 10 días.

LACERACIONES DE LA ENCIA Y MUCOSA

Los desgarros y laceraciones de tejidos blandos son muy frecuentes en la práctica


diaria y son producto de violaciones del correcto proceder a la hora del acto quirúrgico,
pueden ocurrir por tomar el labio entre las ramas quirúrgicas del fórceps y los dientes o
la mucosa del suelo de la boca o por no realizar una correcta sindesmotomía, lo cual
produce heridas con desgarro muy dolorosas, también los elevadores pueden resbalar
y penetrar en las estructuras vecinas dando lugar a heridas del carrillo, de la encía, de
la mucosa palatina, algunas veces de la lengua y hasta puede llegar a lesionar
estructuras y tejidos profundos. 8

Las laceraciones gingivales y mucosas ocurren con mayor frecuencia en las


extracciones difíciles y complicadas. En la mayoría de los casos es evidente que el
diente debía extraerse con el método abierto. Las laceraciones gingivales, si se asocian
con destrucción y pérdida del hueso subyacente, pueden ocasionar una irregularidad en
la cresta alveolar, lo cual dificulta luego la construcción de un puente fijo.

La sujeción o blindaje incorrecto de los instrumentos también es capaz de ocasionar


laceraciones o perforaciones accidentales de los tejidos de la boca durante el
tratamiento, pero la mayoría de las lesiones curan sin complicaciones porque estos
tejidos son muy resistentes. La herida debe limpiarse de todo material extraño
irrigándola con suavidad con solución fisiológica. Salvo en las punciones profundas, los
tejidos se aproximan luego por planos para eliminar todo espacio muerto y evitar que se
forme un hematoma. Las heridas punzantes profundas no se deben cerrar porque
existe la posibilidad de que queden bacterias anaeróbicas patógenas que infectarían los
tejidos. Como medida de precaución frente a las infecciones, en los pacientes con
lesiones accidentales se debe hacer antibioticoterapia. Dada la posibilidad de introducir
una amplia variedad de microorganismos en la herida, se prefiere un antibiótico de
amplio espectro.3

Cuadro clínico:

 Desgarro mucoso
 Dolor
 Hemorragia
Tratamiento:

 Concluir la extracción
 Lavar los tejidos con suero fisiológico.
 Con una tijera se deben regularizar los bordes libres
 Luego dar sutura simple con seda 3-0 ó catgut (cromado) 3-0.
 Retirar sutura de 5 a 7 días (la seda, el catgut o cromado es un material
reabsorbible).
 Indicaciones post extracción.4

LESIÓN DEL NERVIO ALVEOLAR INFERIOR

Es frecuente que al extraer dientes mandibulares que ya han brotado se lesione el


nervio alveolar inferior. En casos raros las raíces del tercer molar pueden rodear al
nervio, de modo que éste se lesiona al extraer el diente, pero lo más común es que
ocurra un desgarro o se desplacen fragmentos óseos que lesionan al nervio por hacer
un curetaje intempestivo o utilizar incorrectamente los elevadores. Estas lesiones
ocasionan parestesia y a veces la anestesia de a mitad del labio inferior y mentón. En la
mayoría de los casos el nervio regenera en 6 semanas a 6 meses. Si la regeneración
no se produce, es probable que se hayan desplazado las paredes óseas del conducto
mandibular y que el nervio esté comprimido por ellas. Esto se puede remediar a veces
haciendo una descompresión quirúrgica. Si se ha formado un neuroma traumático se lo
puede escindir para luego reanostomosar o injertar el nervio.

También se puede lesionar la rama mentoniana del nervio alveolar inferior durante los
procedimientos abiertos en la región premolar, lo cual se debe tener en cuenta al
diseñar el colgajo.2-3

FRACTURA MANDIBULAR

En la mandíbula existen zonas de debilidad relativa que son más propensas a sufrir
fracturas si se les aplica una fuerza excesiva durante un acto quirúrgico, estas zonas
son las sínfisis mandibular, la zona de caninos inferiores, la zona del agujero
mentoniano, ángulo mandibular cuando existen cordales retenidos en posición
mesioangular intraósea profunda, la zona del agujero mandibular y el cuello del cóndilo.
Las fracturas son posibles cuando existe alguna alteración patológica del hueso
maxilar, como la presencia de grandes quistes, tumores, en trastornos generales del
paciente, como la osteoporosis senil, alteraciones del metabolismo del calcio, etc.,
atrofia, osteomielitis o radioterapia previa. Es frecuente que ocurra una fractura
mandibular debido a la aplicación incorrecta y ejerciendo una fuerza exagerada con
elevadores de tipo Winter o Barry. Algunas veces, se presenta en las extracciones de
los caninos inferiores, sobre todo en pacientes semiedentes de bastante edad donde
los procesos osteolíticos son factores desfavorecedores de esta situación. Por todo
esto, la fractura mandibular no implica necesariamente negligencia, y puede ser una
complicación potencial de muchas extracciones difíciles. 1;4;9

Cuadro clínico y radiográfico.

El diagnóstico se establecerá por medio del anamnesis y el examen físico:

Signos y síntomas:

 Zona equimótica en gíngiva lingual (patognomónico)


 Escalón del plano oclusal por elevación del segmento posterior y descenso
relativo del posterior.
 Adaquia anterior, apreciable cuando se le indica al paciente que trate de poner
en contacto sus dientes.
 Desviación de la línea media mandibular hacia el lado de la fractura
 Inadecuada alineación dentaria
 Crepitación
 Movilidad anormal de los fragmentos
 Dolor
 Escalón óseo
 Radiográficamente se observa una línea radiolúcida en la zona del trauma.
 Puede existir hemorragias concomitantes.
 Trismo.
 Anestesia cuando se daña el nervio dentario inferior.
 Deformidad del contorno facial
Las radiografías que se pueden utilizar son:

 Póstero- anterior de la mandíbula.


 Lateral oblicua de la mandíbula.
 Lateral de mandíbula
 Town y Town invertida, para ver cuellos de cóndilos y rama ascendente.
 Panorámicas
Tratamiento inmediato:

 Intentar llevar los fragmentos óseos a su lugar hasta que se pierda el escalón
óseo.
 Vendaje en forma de 4 colas o vendajes de la mandíbula.
 Indicar :
a)- antibióticos.

b)- analgésico y antiinflamatorios.

c)- dieta líquida.

 Remitir al servicio de cirugía maxilofacial.

Solamente aquellas fracturas no desplazadas, estables (favorables) o incompletas en


las que no se objetivan cambios en la oclusión, serán subsidiarias de ser tratadas
únicamente con una dieta blanda, reposo absoluto articular y actitud expectante. 1;4;9;12;12

HEMORRAGIA

En ocasiones ocurre sangrado excesivo durante los procedimientos exodóncicos. En


ocasiones esto se debe al desgarro o corte accidental de una arteria o vena grande;
pero la mayoría de las veces sucede en regiones inflamadas donde los tejidos son
demasiados hiperémicos. El uso intempestivo del aspirador y el frotado excesivo de la
herida pueden ocasionar un sangrado persistente porque se eliminan continuamente los
coágulos de sangre.
El sangrado en napa generalizado de los tejidos blandos por lo general se cohíbe
mediante presión manual sobre una compresa de gasa aplicada en la región. Si se ha
lesionado un vaso grande, se lo puede pinzar con una pinza hemostática y ligar con
catgut 3-0. La hemorragia del hueso por lo general se controla con sólo taponar la
cavidad con gasa y mantener la presión varios minutos antes de proseguir la operación.
Si esto no da resultado, se puede colocar en el sitio sangrante gasa hemostática
absorbible o cera ósea o se puede comprimir el vaso aplastando el hueso que lo cubre
con un instrumentos romo. Evítese la aplicación de compresas con adrenalina para
cohibir el sangrado por que los pacientes cardíaca la elevación de la presión sanguínea
debida a la absorción de la droga puede acarrear graves consecuencias.

Además, la vasodilatación compensadora que se produce después de haber empleado


la adrenalina puede dar lugar a una severa hemorragia en el posoperatorio.

La laceración de la arteria alveolar inferior o su vena al intentar la extracción de una raíz


puede ocasionar una hemorragia copiosa. Por lo general se puede hacer un
taponamiento rellenando temporariamente con gasa la cavidad y aguardando 5 a 10
minutos para completar la operación después. Si el sangrado recidiva, puede ser que
haya que taponar la cavidad con firmeza con esponja de gelatina o con celulosa
oxidada, suturar los márgenes gingivales y esperar entre varios días y una semana para
reabrir la herida y completar el procedimiento. 1-3

ENFISEMA SUBCUTÁNEO.

El enfisema subcutáneo es una complicación inusual que ocurriría durante la cirugía


bucal. Se debe a la introducción forzada de aire en el tejido conectivo de los espacios
intramusculares o aponeuróticos. La mayoría de las veces se debe al uso de un torno
neumático o a la irrigación con un frasco de aire comprimido. La tumefacción suele
comenzar de pronto e imparte al área afectada una consistencia elástica. Al palpar con
los dedos se siente crepitación. Este aire se absorbe con mucha lentitud en 1 a 2
semanas y no se requiere tratamiento. 1-3

TRAUMATISMO DE LA ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR


Al extraer dientes mandibulares se puede ejercer una tensión considerable en la
cápsula y los ligamentos de la articulación temporomandibular y esto acarrean dolor y
limitación de los movimientos de la mandíbula en el posoperatorio. Esta complicación
se evita sosteniendo debidamente con la mano la mandíbula y usando un mordillo de
goma para que el paciente contribuya a estabilizar el hueso durante la extracción del
diente.3

 LUXACIÓN DE LA ATM

Consiste en la salida del cóndilo mandibular por delante de la eminencia articular del
temporal, donde se mantienen por la contractura de los músculos elevadores.

Esto se puede produce mayormente durante las extracciones laboriosas sobre todo en
los molares inferiores cuando no se usa el taco de goma, en pacientes con trastornos
de la articulación temporomandibular o cuando se mantiene mucho tiempo con la boca
abierta.

Cuadro clínico:

 Imposibilidad para cerrar la boca


 El paciente refiere dolor en ambas articulaciones y se muestra ansioso.
 El dolor es referido también en los músculos masticadores
 La saliva se derrama fuera de la boca.
Tratamiento inmediato:

 Lo primero que debemos hacer es calmar al paciente aplicando técnicas


psicológicas y explicándole que le pasó.
 El cóndilo mandibular luxado puede volver a ser ubicado en su sitio por la
maniobra clásica de Nelaton.
 Terminar la extracción dentaria, si el paciente se encuentra en condiciones, sino
ese le realizará la exodoncia en próxima consulta.
 Después realizar fijación interdentaria con ojales Ivys de alambre por 15 días
aproximadamente si se tiene experiencia ; sino colocar una venda alrededor de
la mandíbula y remitir a servicio de cirugía maxilofacial
Cuidados post operatorios:

 Analgésicos, relajantes musculares y antiinflamatorios.


 Una dieta líquida por el tiempo de la inmovilización.
 Luego dieta blanda por 4 - 5 días.
 Fomentos tibios principalmente en horas de la mañana y la tarde noche.
 Indicaciones post extracción. 4-7

DESBRIDAMIENTO Y CIERRE DE LA HERIDA

Una vez extraído el diente o dientes en un sector de la boca, se inspecciona la herida.


Puede haber pequeños fragmentos de dientes adheridos al margen gingival o haber
quedado fragmentos dentarios óseos o limaduras en la cavidad. Si están anestesiados
la lengua y los labios, a veces los fragmentos quedan inadvertidos en la boca y se
introducen en la herida; en otros casos los fragmentos de dientes extraídos del maxilar
superior caen en una herida de extracción mandibular sin que se los detecte. Es
necesario eliminar todo tejido patológico, incluso granulomas apicales y quistes
radiculares. La erradicación de estas últimas lesiones se facilita si se elimina con una
gubia el tabique interradicular de los dientes de raíces múltiples. El tejido patológico
debe desprenderse cuidadosamente del hueso adyacente y el área no se debe curetear
con energía porque así la infección se podría propagar.

Examínese el estado del borde alveolar. Los bordes cortantes y las espículas óseas
sobresalientes, en particular el tabique interdentario de las cavidades alveolares
molares, que a menudo el paciente confunde con un trozo de diente, se deben alisar
con una fresa quirúrgica grande o con una lima para huesos. Si se han extraído varios
dientes adyacentes, despréndanse y retráiganse los tejidos gingivales marginales. El
hueso crestal debe limarse para que quede una cresta pareja sobre la cual se pueda
aplicar el mucoperiostio sin que las espículas óseas aguzadas y ásperas lo irriten. Si
existen irregularidades más grandes se puede hacer una alveoloplastia convencional. 9;10
Luego comprima la apófisis entre el dedo pulgar y el índice porque las láminas
corticales suelen haberse separado al dilatarse por el balanceo de los dientes durante
la extracción.

Por lo general no hace falta Rx postoperatorio. Luego de haber desbridado el alveolo y


haber alisado el hueso se sutura ya que retiene el coágulo sanguíneo, reduce el tamaño
de la herida, reduce el sangrado. Luego de la extracción se coloca una gasa sobre la
herida y si son extracciones múltiples se colocan esponjas pequeñas o una grande
arrollada por media hora y se le dan las indicaciones postoperatorias. 3

COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS

Hemorragia post-operatoria primaria o inmediata

La rezumación escasa de la sangre hasta varias horas después de la extracción


dentaria se considera normal, aunque por lo general el sangrado cesa a los pocos
minutos. El sangramiento persistente (Hemorragia primaria) que no cede a los 30 a 60
minutos de comprimir mordiendo un rollo de gasa, ni con la aplicación de hielo en la
cara, requiere de tratamientos más definitivo. 1-4

Puede deberse a:

a) Causa mecánica:

- Cuerpos extraños intralveolares.

- Fragmentos óseos fracturados.

- Granuloma apical que permanece intraóseo después de extraído el diente.

- Iatrogenia

b) Causa bioquímica:

- Transtornos hematológicos

- Trastornos hepáticos

- Trastornos cardiovasculares
Tratamiento:

Cuando se ve por primera vez al paciente:

 Irríguese rápidamente la boca con solución fisiológica.


 Aspírese al paciente para eliminar exceso de coágulo.
 Comprima las tablas alveolares.
 Coloque un rollo de torunda embebidas en solución antiséptica en el lugar de la
extracción e indique al paciente mantenerla mordida hasta una evaluación
general de este.
 Si el paciente exhibe signos de shock [pulso rápido y débil, baja presión
sanguínea (TA), piel sudorosa y fría, y palidez cutánea] emprenda tratamiento
primario o de apoyo y remita al PPU más cercano o centro hospitalario.
 Sino verifique o examine al paciente para determinar el origen del sangramiento.
a) si la causa es de origen mecánica:
 Indicar un Rx periapical.
 Infiltrar lidocaína con vaso constrictor, si no se controla el sangramiento.
 Introducir en el alvéolo material coagulante absorbible como:
o Trombina tópica
o Esponjas o gelatinas coagulantes (Espogostán)
o Cera hemostática ( es absorbible)
o Celulosa oxidasa
 Si con alguno de estos procederes no logra controlar el sangramiento, suture los
bordes de la herida alveolar.
 Si el sangramiento procede de vasos intraóseos realice aplastamiento de las
trabéculas con un instrumento romo o se puede bruñir con una cucharilla (objeto
romo) las paredes del alveolo del punto sangrante.
 Acupuntura: Ig 4, B 9 y 10
 Tome tensión arterial y pulso radial.
 Siempre se debe observar al paciente de 15 a 30 minutos después de aplicado el
tratamiento.
b) Si se sospecha que la causa es de origen bioquímico :
No pierda el tiempo y emprenda tratamiento inmediato (suture) y remita al paciente al
PPU o centro hospitalario más cercano. 1-4

Hemorragia post-operatoria secundaria o mediata

Es aquel sangramiento que ocurra a más de 24 horas de realizado el proceder


quirúrgico y es debido a procesos infecciosos de la herida que ocasiona:

 La erosión de los tejidos de granulación por enzimas fibrinolíticas (estreptoquinasa).


 Disolución del coágulo.
Este sangramiento mediato además de ser riesgoso, puede ser muy desagradable; ya
que puede ocasionar nauseas, halitosis o vómitos.

Tratamiento:

 Se maneja de la misma forma que en la hemorragia primaria o inmediata; con la


diferencia de que aquí se debe indicar antibióticoterapia.
Además no abusar de las sustancias vasoconstrictoras, Laskin plantea que el uso de
epinefrina en el transoperatorio para cohibir la hemorragia puede producir sangramiento
en el pos-operatorio, producto a la vasodilatación compensadora en los tejidos. 1-4

HEMATOMAS Y EQUIMOSIS
Es habitual que, en las exodoncias complejas o en las que se han empleado técnicas
quirúrgicas, se produzcan hematomas. El hematoma es una colección sanguínea que
puede difundir por los tejidos vecinos, desde el lugar de la extracción, normalmente a
través de las fascias musculares.
Los hematomas suelen ser más frecuentes en las personas de edad avanzada, porque
existe un aumento de la fragilidad capilar y porque sus tejidos son más laxos. En estos
casos la equimosis o coloración de la piel producida por la infiltración de sangre en el
tejido celular subcutáneo puede llegar a ser muy aparatosa.
Existe un aumento de volumen en la zona afecta, así como un cambio de color que irá
variando según se vaya transformando la sangre que está en su interior; así el color
virará desde rojo-vinoso a violeta-amarillo. Este cambio que se puede observar en el
color de la piel puede durar 8-9 días y a menudo se desliza por la fuerza de la gravedad
hacia zonas cercanas, como por ejemplo el cuello y la zona esternal.
Para intentar disminuir la posible formación de hematomas, podemos aplicar frío a
intervalos de 10 minutos, posteriormente a la exodoncia, durante un máximo de 12-24
horas. Si se produce su infección, deberá tratarse con antibioticoterapia. Normalmente
los hematomas se reabsorben en un período de tiempo que oscila entre 5 y 14 días. No
obstante, en ocasiones el hematoma se organiza, en cuyo caso se precisará su
eliminación quirúrgica.1;6;10;11;12

TRISMO
El trismo es la incapacidad de la apertura normal de la boca. Es una situación que se
nos presenta con relativa frecuencia en las exodoncias quirúrgicas, especialmente en el
maxilar inferior, pero no es tan habitual al efectuar extracciones convencionales.
Esta incapacidad a la apertura de la boca está inducida por un espasmo muscular que
se produce en relación con la inflamación producida por la intervención quirúrgica.
También puede ser causa del trismo el dolor postoperatorio que por vía refleja limita la
función de la musculatura de la mandíbula (reflejo antiálgico).
La administración de forma inadecuada de la anestesia, en especial de la troncular del
nervio dentario inferior con la que puede lesionarse el músculo pterigoideo interno, con
una mala técnica o inyección de substancias anestésicas inadecuadas en cantidad y
calidad, la infección y las lesiones de la articulación temporomandibular, pueden
también causar trismo.
El tratamiento consistirá en la aplicación de calor local para reducir la inflamación y
analgésicos si existe dolor. Se intentarán realizar movimientos de apertura lo más
rápidamente posible, ya que así poco a poco, el paciente podrá ir abriendo más la boca.
Uno de los métodos más usados es la pinza de "tender ropa" de madera, que el
paciente se pone en el interior de la boca y va intentando que ésta se vaya abriendo
cada día un poco más. También se puede hacer con ayuda de los dedos pulgar e
índice, colocando el pulgar apoyado sobre la arcada superior y el índice sobre los
dientes inferiores. Podemos también fabricar distintos aparatos protésicos con esta
finalidad y que forman parte de la prótesis maxilofacial. Cuando el trismo es muy
importante y resistente aplicamos otros medios fisioterapéuticos como el TENS, los
ultrasonidos, el láser blando, etc. En los casos en que exista una causa infecciosa se
darán antibióticos.1-4

INFECCIONES SECUNDARIAS
Deberemos precisar en primer lugar que estas complicaciones no suelen ser
consecuencia directa de la extracción dentaria, sino que constituyen el avance de un
proceso infeccioso preexistente. La exodoncia puede, según las circunstancias de cada
caso, contener la infección, agravarla o ejercer una influencia menor sobre su
evolución.
En el origen para desencadenar estos accidentes infecciosos, juegan un papel
destacado:
- Los efectos de los anestésicos locales.
- El traumatismo operatorio.
- Infecciones o lesiones vecinas.
- Irritación refleja por alteraciones vasomotoras, etc.
Dentro de este apartado podríamos incluir numerosos procesos como osteítis, celulitis,
adenoflemones, accidentes infecciosos graves, etc., pero aquí nos referiremos
especialmente a un cuadro ligado estrechamente a la extracción dentaria como es la
alveolitis.1-5
Alveolitis
Uno de los mayores y más frecuentes problemas postextracción son las alveolitis,
aunque las estadísticas al respecto son poco concordantes. Suele ser la principal causa
de dolor entre el segundo y quinto día después de la exodoncia. Su característica
principal es el dolor tan agudo e intenso que produce.
La alveolitis suele ser la consecuencia de una perturbación de la cicatrización de la
herida alveolar, tras la extracción dentaria. Se la considera un estado necrótico del
proceso alveolar o de los septos óseos que, ante la ausencia de vasos sanguíneos, no
permite la proliferación de capilares, ni de tejido de granulación para organizar el
coágulo sanguíneo.
El coágulo, al no organizarse, se desintegra. El proceso normal de cicatrización
postexodoncia puede dividirse en cinco fases aunque muchos fenómenos acontecen al
mismo tiempo:
- Hemorragia y formación del coágulo
- Organización del coágulo con tejido de granulación
- Substitución del tejido de granulación por tejido conjuntivo y epitelización de la herida
- Substitución del tejido conectivo por hueso alveolar trabeculado
- Reconstrucción de la cresta alveolar y substitución del hueso inmaduro por tejido óseo
maduro1
Localización y frecuencia
La frecuencia en la aparición de alveolitis seca varía, según los diferentes autores, de
2,17% a 3 ó 4%. De todas formas cuanto más complicada y traumática sea la
exodoncia, más incidencia de alvéolo seco podremos encontrar. Se suele presentar con
mayor frecuencia en la zona de los molares y premolares mandibulares. Ries Centeno
remarca la incidencia máxima en los terceros molares inferiores. Así, en algunas
casuísticas que sólo incluyen las extracciones de los cordales inferiores, la frecuencia
alcanza un 20 ó 30%.
Para algunos autores es algo más frecuente en el sexo femenino. En relación con la
edad, este cuadro es rarísimo durante la infancia, y la mayoría de casos se observan
durante la tercera y cuarta décadas de la vida. 1-3
Clínica
Los síntomas suelen empezar de dos a cuatro días después de la exodoncia, aunque
en ocasiones puede empezar de forma precoz (en las primeras horas) o de forma tardía
(después de los 4 días). El dolor intenso y con irradiaciones es lo más típico del cuadro
clínico. Es un dolor violento, constante y muy perturbador, que es exacerbado con la
masticación, y que impide, en la mayoría de los casos, la actividad normal del paciente
y especialmente el sueño. Aunque no se evidencia supuración, suele existir un olor
fétido y nauseabundo en el interior del alvéolo. Suele constatarse comúnmente alguna
linfadenopatía regional.
La característica principal que podemos observar al examinar el alvéolo es que el
interior del mismo se encuentra denudado, con el hueso expuesto al exterior, exangüe,
blanquecino e hipersensible al contacto. La mucosa perialveolar está tumefacta.
La falta de coágulo sanguíneo es característica, aunque en la primera visión del
paciente podamos observar en el interior del alvéolo restos de coágulo necrosados,
parduzcos, que serán fácilmente extraídos con una sonda o al ser limpiado el alvéolo
con suero fisiológico estéril. En la alveolitis supurada, el dolor es menos intenso,
espontáneo, y sobre todo provocado. Los bordes del alvéolo están tumefactos, con su
interior lleno de tejido granulomatoso, sangrante y con exudación purulenta. A la
exploración puede evidenciarse un pequeño secuestro óseo. 1-6

Tratamiento
El tratamiento de la alveolitis seca va a ir encaminado por una parte a la curación del
proceso y por otra al alivio del intenso dolor que produce el cuadro. El hueso denudado
de las paredes del alvéolo se necrosa y será sustituido por hueso normal mediante el
propio ciclo regenerativo del hueso que, de seguir un proceso normal, tendrá una
duración de 2 a 3 semanas.
Tratamiento local
Lo que pretendemos hacer con el tratamiento local es acelerar al máximo la
regeneración del hueso normal y para ello deberemos realizar:
- Limpieza de la cavidad con irrigaciones de suero fisiológico es téril (templado), con lo
cual intentaremos arrastrar todas las partículas de restos de coágulo, comida, etc., que
existan en el interior. El la vado debe ser generoso con abundante suero fisiológico
estéril pero sin hacer una presión excesiva en el momento de lanzarlo al interior del
alvéolo. Si es necesario, se debe efectuar la limpieza bajo anestesia local. Hay autores
que también recomiendan la utilización de perborato de sodio o de peróxido de
hidrógeno diluido, aunque nosotros creemos que con la utilización solamente de suero
fisiológico estéril ya se obtienen buenos resultados.
- Procuraremos, de forma muy cuidadosa, retirar los restos que puedan quedar en el
interior del alvéolo, aunque siempre sin efectuar un curetaje violento de la cavidad
alveolar. Nunca deberemos hacer un curetaje agresivo del alvéolo seco ya que esto
sólo predispondría a una mayor diseminación de la infección y no obtendríamos
ninguna mejora en el resultado.
- Existen multitud de fórmulas y pastas para el tratamiento local de la alveolitis. Todas
ellas lo que intentan es ayudar a la disminución del dolor producido al estar el hueso
denudado y además pretenden acelerar el proceso de granulación para que se forme
un nuevo tejido óseo.
Tratamiento sistémico
- La utilización de analgésicos va a depender de la severidad del dolor, aunque
debemos recordar que se suele tratar de un dolor intenso, lo que puede incluso
aconsejar el uso de barbitúricos o de neurolépticos.
- Los antibióticos suelen prescribirse para evitar la posible infección del alvéolo, pero no
son necesarios en sí para la curación de la alveolitis seca.
- Antihistamínicos.
Las inyecciones peritemporales y perifaciales de novocaína (procaína) dan unos
resultados inconstantes y normalmente poco duraderos, por lo que actualmente ya no
se recomiendan. 1;4;10;11;12

Bacteriemia postextracción
El elevado porcentaje de bacteriemias postextracción referidas en la literatura coloca la
exodoncia en el primer plano de la producción de la Endocarditis bacteriana. La
bacteriemia puede ser inofensiva en el sujeto con el corazón sano. No sucede lo mismo
cuando el paciente tiene una cardiopatía congénita o adquirida, o si existe una
intervención quirúrgica cardíaca anterior.
La bacteriemia postextracción está bien demostrada con un porcentaje de hemocultivos
positivos, que varía del 20 al 90% de los casos, con una proporción elevada de
bacterias anaerobias.
La anestesia general parece aumentar el porcentaje de bacteriemias, quizás por la
acción vasodilatadora de las substancias anestésicas. Por el contrario, los pacientes
intervenidos bajo anestesia locorregional con o sin vasocontrictor, tienen una incidencia
menor de bacterias en la sangre. Para prevenir y minimizar este problema debe
hacerse un uso profiláctico de los antibióticos.
Otra medida que es efectiva para disminuir el riesgo de bacteriemias es realizar una
profilaxis (tartrectomía) previa a la extracción dentaria con lo cual estamos
disminuyendo los contaminantes locales. Para finalizar esta revisión general de las
complicaciones de la exodoncia, debemos destacar que esta maniobra, en principio de
poca importancia, puede acarrear graves problemas que, aunque raros, pueden
presentarse, especialmente si no se actúa de forma correcta y no se aplican
escrupulosamente las reglas profilácticas que limitan al máximo sus riesgos.
Estas medidas profilácticas varían según los autores, pero todos concuerdan en la
importancia de estos 4 puntos:
- Valorar adecuadamente las indicaciones y contraindicaciones de la exodoncia.
- Estudio diagnóstico completo del estado local, regional y general del paciente.
- Aplicar una técnica quirúrgica cuidadosa y minuciosa.
- Efectuar los cuidados postoperatorios correctos e indicados en cada caso. 1-4
Conclusiones

Conclusiones
 Durante el acto operatorio de la exodoncia dental pueden existir un sinnúmero
de complicaciones de diversas índoles entre ellas las más comunes son:
Fracturas dentarias, Lesiones del diente adyacente, Extracción de un diente
sano, Accidentes con el Anestésico (Ruptura de la aguja, lesiones vasculares
y nerviosas, trismo y otras reacciones al anestésico), Fractura del hueso
alveolar (fractura de tabiques y corticales), Fractura de la tuberosidad y la
mandíbula, Perforación del seno maxilar, Raíces desplazadas al seno o al
espacio submandibular, Comunicación Bucosinusal, Laceraciones, desgarros
y dehiscencias de encía y mucosas, Lesiones del nervio alveolar inferior,
Luxación de la ATM, Hemorragias, Alveolitis, Bacteriemia, Enfisemas
subcutáneos, Hematomas y Equimosis.

 Cada una de las complicaciones que se presentan durante la extracción


dentaria tiene un cuadro clínico particular, signos patognomónicos y
radiográficos que le permiten al operador diagnosticar y diferenciar el tipo de
accidente ocurrido, por lo que de esta forma puede aplicar el tratamiento
especifico para reducir y aliviar la lesión.
Anexos

Referencias bibliográficas
1. Gay Escoda, Cosme; Berini Aytés; Leonardo. Tratado de cirugía bucal Tomo 1

2. Miloro, Waite - Peterson's Tomo I. Principles of Oral and Maxillofacial Surgery


2nd Ed digital.

3. Laskin; Daniel M. Cirugía Oral y Maxilofacial.

4. Kruger, Gustav O. Cirugía Bucomaxilofacial.

5. Colectivo de autores. Temas de Cirugía Bucal tomos I, II y III.

6. Guillermo Raspall. Cirugía Maxilofacial. Patología quirúrgica de la cara, boca,


cabeza y cuello.

7. Donado, R.M. Cirugía Bucal. Patología y técnica. Madrid. Cuarta edición.

8. Archer, W Harry “Cirugía Bucal” Tomo II. 2da edición.

9. Coiffman, Felipe,” Cirugía Plástica reconstructiva y Estética”. Tomo II.

10. Colectivo de Autores, Guias Prácticas de Estomatología. Ciudad de La


Habana, Editorial Ciencias Médicas 2003.

11. Sailer, Hermann F. ; Pajarola, Gion F.. Atlas de Cirugía Oral.

12. Navarro Vila, Carlos. Cirugía Oral

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