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Nombre del alumno: Oscar Roberto Vargas Ruelas.

Carrera: Maestría en Pedagogía.


Nombre del catedrático: Dr. José Enrique Álvarez Solano
Nombre de la asignatura: Teorías del aprendizaje
Nombre de la actividad: Actividad 1

“LAS TEORÍAS MÁS SOBRESALIENTES DEL SIGLO XXI”

A través del tiempo, un sin fin de teóricos han dedicado parte de su vida en
realizar numerosas investigaciones que han ayudado a responder la pregunta que
hasta el momento ha despertado el interés de todos ¿Cómo aprende el ser
humano en diversas etapas del desarrollo? Por tal razón, se conocen varias
teorías del aprendizaje que tratan de explicar y dar respuesta a esta grandiosa
pregunta.

Una de las corrientes que ha tenido gran influencia en la educación y de la que


hace referencia dicho apartado es el constructivismo, el cual sostiene que:

El individuo – tanto en aspectos cognoscitivos y sociales del


comportamiento como en los afectivos – no es un mero producto del
ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una
construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la
interacción entre esos dos factores (s/a, 2016, pág. s/p).

Por tanto, el constructivismo sostiene que el aprendizaje es esencialmente


activo ya que el sujeto o estudiante debe desempeñar un papel dinámico y central
en el proceso que está viviendo.

Dentro de esta corriente destacan varios teóricos que han realizado


importantes aportaciones en el campo educativo, entre los cuales se encuentran
Jean Piaget (1952), Lev Vygotsky (1978), Jerome Brunner (1960) y David Ausubel
(1963).
Para Piaget “el aprendizaje no es una simple transmisión y acumulación de
conocimientos, sino un proceso activo, que se construye constantemente, a través
de la experiencia que la persona tiene con la información que recibe”
(GONZALEZ, 2012, pág. 12). Por ende, para que un aprendizaje sea considerado
como tal, es necesario que al individuo se enfrente ante un conflicto cognitivo, es
decir, un conocimiento desconocido que causa duda o curiosidad. Solo así, el
sujeto podrá conectar la información que posee en el cerebro con dicho concepto
y así llegar nuevamente al equilibrio 1. Es tarea del maestro proponer actividades
en las que se propicie el deseo por aprender ya que de esta forma ayudará a la
adquisición de aprendizajes duraderos.

En contraste con Piaget, Vygotsky sostiene que la interacción entre las


personas y su ambiente es la base del aprendizaje. Para ello, la cultura juega un
papel fundamental en el desarrollo de éste ya que “dependiendo del estímulo
social y cultural serán las habilidades y destrezas que las niñas y niños
desarrollen” (GONZALEZ, 2012, pág. 13).

Con la interacción social no solo se amplía el conocimiento, sino también


ayuda a reconstruir valores, habilidades y actitudes. Vygotsky incluye en su teoría
un concepto clave “mediación”, refiriéndose a éste como el puente o apoyo que el
alumno necesita para poder alcanzar el nuevo conocimiento (2012).

Si bien es cierto, todos los individuos poseen conocimientos previos que han
adquirido a través de la experiencia o interacción y que les son útiles para llevar a
cabo diversas tareas, denominado por Vygotsky como “Zona de Desarrollo Real”;
cuando el sujeto se enfrente a situaciones desconocidas, el alumno pasa a la ZDP
(Zona de desarrollo Próximo)2, con apoyo de la mediación docente, los aprendices
podrán desarrollar conocimientos y habilidades que practicarán constantemente
hasta apropiarse de ellos. Una vez consolidados, serán capaces de enfrentar
situaciones similares que podrán resolver de manera independiente, alcanzando la
1
Búsqueda de coherencia entre la experiencia adquirida y la estructura mental cognitiva que ya
posee.
2
Aquellas funciones que todavía no han madurado, pero que se hallan en proceso de maduración,
funciones que un mañana no lejano alcanzarán su madurez
“Zona de Desarrollo Potencial”, según afirma Vygotsky. Para alcanzar dicha zona,
el papel que desempeña el mediador será fundamental en dicho proceso.

Otro autor que comparte con Vygotsky el concepto de “mediación” es Jerome


Brunner, ya que éste define al individuo como “un ser social que trae consigo una
serie de conocimientos previos y que los reestructura cuando lleva a cabo una
actividad y descubre como lo ha realizado” (GONZALEZ, 2012, pág. 17). Para que
esto ocurra, la mediación juega un papel esencial en el aprendizaje ya que será la
base para estimular a los niños a que descubran por su propia cuenta, a exponer
sus puntos de vista y validar sus procedimientos y resultados.

Brunner propone que para construir nuevos aprendizajes es necesario pasar


por 3 sistemas: modo enactivo, icónico y simbólico. El primero se da cuando el
individuo entra en contacto directo con el objeto o los problemas presentes en el
medio, El segundo, es cuando se forman imágenes mentales sobre las diversas
maneras de manipular el objeto o resolver el problema. Finalmente, en el tercer
sistema interviene el lenguaje, cuando la acción y la imagen mental se dan a
conocer por medio de la interacción social (2012).

En conclusión, Brunner plantea que el alumno aprende a través de la acción y


el descubrimiento por medio de la manipulación y el uso de los sentidos,
despertando en él la curiosidad y el interés por encontrar respuesta a las
inquietudes que se le presenten durante la acción.

Otro teórico que se orientó en la corriente constructivista fue David Ausubel, en


su teoría del aprendizaje significativo plantea que el nuevo conocimiento debe
estar vinculado con alguna situación que resulte relevante o significativa para el
alumno, es decir, se deben considerar los conocimientos previos que cada
estudiante posea. Ausubel sostenía que “El factor más importante que influye en el
aprendizaje es lo que el aprendiente ya sabe. Averígüese esto y enséñese
consecuentemente” (Ausubel, 1983) citado en (GONZALEZ, 2012).
Como consecuente, es necesario el diseño de estrategias metodológicas
pertinentes que permitan a los estudiantes despertar el interés por aprender, ya
que de no resultar significativo solo se estará abonando a la memorización de
conceptos que, en un determinado tiempo, serán olvidados.

Aunque los docentes conozcan la importancia de establecer procesos


constructivistas en las aulas, resulta difícil atreverse a hacer un cambio ya que la
mayoría de los maestros fuimos enseñados con lineamientos poco afines a las
teorías constructivistas, los maestros no desempeñaban una función mediadora en
el proceso de aprendizaje y los alumnos no eran seres activos encargados de
construir conocimientos, la educación hace algunos años era tradicionalista.

Para el constructivismo, el aprendizaje es un proceso único que se da entre el


sujeto, el objeto y su medio ambiente. Por lo tanto, los alumnos aprenden por
medio de la interacción entre personas, a través del descubrimiento, aprenden
estableciendo relaciones de los aprendizajes previos que poseen con la
información nueva y, por último, con apoyo de un mediador quien será el
encargado de despertar en los alumnos intereses e inquietudes cuando diseñe
estrategias metodológicas pertinentes donde considere al estudiante como
principal protagonista del aprendizaje y al docente como mediador entre el
conocimiento y el alumno.

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