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Instrumentos de evaluación

En el sistema educativo mexicano es primordial que los docentes sean eficientes


al momento de planificar la evaluación por competencias de sus educandos, ya
que uno de los principales objetivos es identificar fortalezas y áreas de
oportunidad, con la intención de perfeccionar las primeras y poder seleccionar
estrategias que permitan dar solución a las segundas; esto podrá ser posible si el
docente es capaz de tomar decisiones pertinentes, tomando como base la
interpretación de información obtenida de los instrumentos de evaluación
aplicados.
La Dra. Laura Frade reconoce a la evaluación del desempeño como el balance del
desarrollo de competencias es decir identificar problemas y soluciones. Es
relevante identificar lo que el educando es capaz de hacer, y a partir de ello
determinar, qué quiero que haga, qué le falta por hacer, qué no puede hacer y
cómo puedo apoyarlo.
Esto nos lleva a que la evaluación se puede clasificar en formativa y en sumativa.
Donde la evaluación formativa se entiende como aquellos procesos que el alumno
lleva a cabo para logar desarrollar competencias. En cambio, la evaluación
sumativa es aquella que se enfoca en el resultado final, en identificar la calificación
numérica que obtuvo el educando al realizar un examen con situaciones reales de
la vida cotidiana.
Esto nos lleva a que la evaluación del desempeño tiene una serie de
características que se deben de cumplir, debe ser objetiva por que cuenta con
instrumentos, es válida porque mide por medio de procesos, confiable porque al
aplicarla en diferentes contextos debe funcionar igual, completa al poner todos los
aspectos que el docente indico que se evaluaría, integral al evaluar todos
aspectos juntos (psicomotriz, afectivo, cognoscitivo) ya que las competencias no
se pueden separar, significativa, predictiva, transparente y debe rendir cuentas.
Es necesario tener presente que tanto la evaluación formativa como la sumativa
cuentan con instrumentos que permiten obtener información objetiva, y es el
docente quien debe determinar cuál es el instrumento idóneo a implementar. Es
decir, si se quiere evaluar el proceso algunas herramientas resultarán mejores que
otras, y si se quiere evaluar el resultado habrá acceso a otras más.
Por estas razones, se debe considerar un adecuado diseño en la planeación de
evaluación, que incluya instrumentos para identificar el desempeño en el proceso,
así como instrumentos que permitan reconocer los resultados obtenidos, de tal
forma que al estudiante le quede muy claro, de manera objetiva, valida y confiable
con miras a la toma de decisiones y rendición de cuentas lo que debe hacer para
que pueda ser evaluado.
Este proceso también incluye los siguientes instrumentos que permiten llevar a
cabo una evaluación sumativa: tareas, los productos, el portafolio, los exámenes,
en cuanto a lo formativo, se encuentran las rúbricas, instrumento que garantiza
que el alumno sepa qué tiene que hacer. Esto logra estimular la capacidad meta
cognitiva ya que permite identificar qué aprendí, qué sé, qué hice y qué me falta
por aprender, saber y hacer.
Portafolio
El portafolio es un concentrado de evidencias estructuradas que permiten obtener
información valiosa del desempeño de los alumnos. Asimismo, muestra una
historia documental construida a partir de las producciones relevantes de los
alumnos, a lo largo de una secuencia, un bloque o un ciclo escolar.
También es una herramienta muy útil para la evaluación formativa; además de que
facilita la evaluación realizada por el docente, y al contener evidencias relevantes
del proceso de aprendizaje de los alumnos, promueve la auto y la coevaluación. El
portafolio debe integrarse por un conjunto de trabajos y producciones (escritas,
gráficas, cartográficas o digitales) realizados de manera individual o colectiva, que
constituyen evidencias relevantes del logro de los aprendizajes esperados de los
alumnos, de sus avances y de la aplicación de los conceptos, las habilidades y las
actitudes.
Examen
Se trata de un instrumento escrito integrado por una diversidad de situaciones
problemáticas de la vida cotidiana que posibilitan la evaluación de las distintas
competencias predefinidas en el desarrollo de competencias o aprendizajes
desarrollados durante un periodo determinado por el docente, el cual incluye
conocimientos conceptuales, procedimentales o actitudinales.
Rúbricas
La rúbrica se caracteriza por tener un conjunto de indicadores puntuales,
específicos y objetivos que definen el rendimiento del estudiante, minimizando el
grado de interpretación del aplicador, por lo que tiende a optimizar la objetividad y
hacer de la evaluación, un proceso equitativo para todos los participantes.
Lo anterior permite describir de manera clara, aquello que el docente observará al
momento de llevar a cabo la evaluación. Por sus características, la rúbrica puede
ser holística, es decir general o puede ser analítica, es decir descriptiva, con los
detalles sobre los cuales se evaluará en cada punto.
En la rúbrica holística se registra de manera muy general lo que se espera que el
alumno realice para lograr cierta calificación. Por lo general este tipo de rúbricas
se emplean cuando se pretende evitar la dificultad al momento de calificar ciertos
procesos formativos, es decir, enfocados en el desarrollo de hábitos cotidianos
referentes a la responsabilidad.
Eso no quiere decir que no se observe el contenido de los instrumentos utilizados,
sino que hace énfasis en que el alumno identifique lo que se quiere que realice de
manera formativa. Es importante que cada tarea cuente con una rúbrica en
particular.
Sin embargo, el docente también tiene el reto de aprender a observar los procesos
que el alumno implementa en el desarrollo de competencias por medio de la
evaluación formativa, por ello debe evaluar el desempeño del educando al
momento de resolver problemas que presentan situaciones didácticas de la vida
cotidiana.
La rúbrica analítica se caracteriza por emplear distintos niveles de desempeño y
con base en ello se asigna una calificación. Es decir, proponen distintos grados de
desempeño y en relación a ellos la ponderación asignada en relación con el
porcentaje total de la actividad.
La ventaja que el docente obtiene al aplicar este tipo de rúbrica analítica, es que
proporciona tanto a los estudiantes como al propio docente una imagen muy clara
de por qué se obtiene una determinada puntuación y de detecta mejor qué rasgos
del desempeño requieren de una revisión por parte de ambos.
Su función es diagnostica y con propósitos claramente formativos, aunque también
se puede utilizar una puntuación global de desempeño con propósitos sumativos.
Sin embargo, algunos retos a los que se enfrentará el docente son los siguientes,
para diseñarlas se necesita de mucho tiempo y su uso en la práctica de la
evaluación requiere de mucha destreza, especialmente en actividades que
requieren ser evaluadas al mismo tiempo que se están realizando. No obstante, se
logra un dominio y perfección de esta al llevarla a la práctica.
Como planear la evaluación
Para planear la evaluación, primeramente, se debe definir el aspecto que se va a
evaluar es formativo o sumativo. Luego se debe determinar cuál de los
instrumentos es el idóneo con base en lo que se quiere evaluar, por ejemplo: un
portafolio, el conjunto de tareas o un producto. Dependiendo la necesidad, se
tomará la decisión.
Una vez seleccionado el instrumento evaluador, entonces se procede al diseño de
la rúbrica. Para poder dar inicio a la construcción de la rúbrica, se necesita dar
respuesta a la siguiente interrogante: ¿qué es lo que quiero que haga el alumno?
Esta pregunta debe ser analizada detalladamente ya que la respuesta será el
detonante para decidir si se usa una rúbrica holística o una analítica. En general,
como ya se explicó en la parte de arriba, la rúbrica holística se utiliza para evaluar
el aspecto formativo, y la analítica para el sumativo.
Por último, se deben identificar los elementos que debe contener: los puntos a
tratar, lo que incluye cada uno de ellos, la manera de presentarlo, la fecha, el valor
que se asignará a cada punto, así como la suma total.
Desde mi punto de vista considero que la evaluación es una oportunidad para que
el docente pueda tomar decisiones de cambio que le permitan una mejora
continua en el aprendizaje de los alumnos. Además, ésta es un proceso dinámico,
continuo y sistemático que consiste en encontrar el balance entre las actividades
realizadas y las metas propuestas.
Sin lugar a dudas, planificar una evaluación del desempeño, representa un gran
reto para los docentes, ya que se debe destinar mucho tiempo en su preparación.
Además, al inicio puede resultar tediosa o de gran dificultad, no obstante, con la
práctica el docente se volverá eficaz en el diseño y aplicación de diversos
instrumentos.
Si bien requiere de gran dedicación, el uso de esta proporciona grandes beneficios
al docente, como lo es información objetiva acerca del avance de sus alumnos en
cada una de las competencias que se están evaluando.

Bibliografía

SEP. (2011). Las estrategias y los instrumentos de evaluación desde el enfoque formativo. Mexico:
SEP.

https://www.youtube.com/watch?v=wbb_hQ3j7qQ

https://www.youtube.com/watch?v=aDyBgWcIpwM

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