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Alumna: Regina Pérez Muñoz

Características de las neoplasias benignas y malignas


Los tumores benignos parecen ser genéticamente «simples», presentan menos mutaciones que los cánceres
y son genéticamente estables, es decir su genotipo se modifica poco con el tiempo. Existen cuatro
características básicas con las que es posible distinguir los tumores benignos, y son: diferenciación y
anaplasia, velocidad de crecimiento, invasión local y metástasis.
Diferenciación y anaplasia
Son características de las células parenquimatosas que forman los elementos transformados de las
neoplasias. Las neoplasias benignas están formadas por células bien diferenciadas que se asemejan a sus
células. En los tumores benignos bien diferenciados, las mitosis son escasas y de configuración normal. Las
neoplasias malignas se caracterizan por un amplio rango de diferenciación de las células parenquimatosas,
desde bien diferenciadas hasta totalmente indiferenciadas. De las neoplasias formadas por células
indiferenciadas se dice que son anaplásicas. La ausencia de diferenciación o anaplasia está considerada un
rasgo fundamental de las neoplasias malignas. Las células anaplásicas muestran un acusado pleomorfismo
(es decir, variación de forma y tamaño). Típicamente, los núcleos de estas células son muy hipercromáticos
(se tiñen de oscuro) y tienen un gran tamaño. La relación núcleo citoplasma llega incluso a ser 1:1 (en lugar
de lo normal, 1:4 o 1:6). En ocasiones, se forman células gigantes, considerablemente más grandes que las
adyacentes y compuestas por un núcleo enorme o incluso por varios núcleos. Los núcleos anaplásicos tienen
una forma y un tamaño variables y extraños. Su cromatina es de aspecto grueso y forma grumos. Por regla
general, las células anaplásicas dejan de presentar unos patrones identificables de orientación mutua (es
decir, pierden la polaridad normal). La displasia se encuentra, principalmente, en las lesiones epiteliales.
Consiste en una pérdida de la uniformidad de las células individuales y de su orientación arquitectural. Las
células displásicas muestran un marcado pleomorfismo y, con frecuencia, núcleos hipercromáticos demasiado
grandes respecto al tamaño de la célula. El término displasia sin otros condicionantes no es sinónimo de
cáncer; las displasias de leves a moderadas que no afectan a todo el espesor del epitelio pueden ser
reversibles a veces, especialmente si se eliminan las supuestas causas.
Velocidad de crecimiento
La mayoría de los tumores benignos crecen lentamente, mientras que la mayor parte de los malignos lo hacen
mucho más rápido, se extienden a nivel local y a distancia (metástasis) y provocan la muerte. Sin embargo,
existen varias excepciones a esta generalización y algunos tumores benignos crecen más rápidamente que
algunos cánceres. La velocidad de crecimiento de los tumores malignos normalmente se correlaciona
negativamente con su grado de diferenciación. En otras palabras, los tumores mal diferenciados tienden a
crecer más rápidamente que los bien diferenciados. Los tumores malignos de crecimiento rápido con
frecuencia contienen zonas centrales de necrosis isquémica, ya que el aporte de sangre del tumor, que
procede del huésped, no puede mantener el ritmo de las necesidades de oxígeno de la masa de células en
expansión.
Invasión local
Una neoplasia benigna se mantiene localizada en su lugar de origen. No tiene la capacidad de infiltrar, invadir
ni metastatizar a distancia, como la neoplasia maligna. Los cánceres crecen progresivamente por infiltración,
Alumna: Regina Pérez Muñoz

invasión, destrucción y penetración del tejido circundante. No desarrollan cápsulas bien definidas. Sin
embargo, ocasionalmente, un tumor maligno de crecimiento lento aparentemente está revestido por estroma
del tejido circundante del huésped, aunque el examen microscópico normalmente muestra más
prolongaciones finas, cuyo aspecto es similar al de las patas de un cangrejo, que penetran en el borde e
infiltran las estructuras adyacentes. Después del desarrollo de metástasis, la invasión local es la característica
más fiable para diferenciar los tumores benignos de los malignos.
Metástasis
El término metástasis connota el desarrollo, en tejidos alejados, de implantes secundarios discontinuos con el
tumor primario. Más que ningún otro atributo, la propiedad de metastatizar identifica de forma inequívoca una
neoplasia como maligna. Las neoplasias malignas se diseminan por una de tres vías: 1) siembra en
cavidades corporales; 2) diseminación linfática, o 3) diseminación hematógena. La diseminación por siembra
se produce cuando las neoplasias invaden una cavidad corporal natural. Esta forma de diseminación es
característica de los cánceres de ovario. La diseminación linfática es más típica de los carcinomas, mientras
que la diseminación hematógena lo es de los sarcomas. La diseminación hematógena es la vía de preferencia
de los sarcomas, aunque también se observa en los carcinomas.

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