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CÓMO ABORDÓ EL PSICOANALISIS DE FREUD

EL TEMA DE LA CONCIENCIA

Autor: Dra. Diana Cacciola

Si bien la contemporaneidad científica de Freud (1856/1939) estaba fuertemente influenciada por la impronta positivista y en
el campo de la psicología, lo observable iba ganando adeptos en ese sentido, a través del estudio de las conductas, es que la teoría
psicoanalítica no desestimó a la conciencia, sino que la incluyó como un dato que proviene de la experiencia individual a la que se
accede por intuición inmediata. Los fenómenos psíquicos que se dan en el ser humano, son en su mayoría inconcientes y por eso
no escapa de manera indiferente la función y el puesto que ocupa la conciencia en estos procesos.

Freud se aparta entonces de la postura clásica de la época, de esa “pelea” entre conducta y conciencia y va a plantear su
“metapsicología”, que es la forma en que designó a esta psicología por él fundada. Laplanche y Pontalis (2004) en el Diccionario de
Psicoanálisis se refieren a este término que demuestra la originalidad de su autor, de la siguiente manera:

“La metapsicología elabora un conjunto de modelos conceptuales más o menos distantes de la experiencia, tales como la ficción de
un aparato psíquico dividido en instancias, la teoría de las pulsiones, el proceso de las represiones, etc. . La metapsicología considera
tres puntos de vista: dinámico, tópico y económico” (p. 225)
Ahora bien, en lo que se refiere al aspecto dinámico, tiene que ver con el juego de fuerzas que se dan como resultado de
los conflictos de origen pulsional.

En relación a lo tópico, (del griego: topos es lugar), remite a los lugares o instancias desde donde ocurren los procesos
psíquicos. Son “sistemas” que tienen características y funciones propias, que se fueron constituyendo con un determinado orden
entre sí.

Y con respecto a lo económico, tiene que ver con la circulación y distribución de una cantidad de pulsional energía que
varía, aumentando, disminuyendo o siendo equivalente.

El aparato psíquico es entonces, un modelo figurativo del que se sirve Freud para explicar el modo en que se procesa la
energía. Se va conformando a medida que el bebé se desarrolla en contacto con el exterior. Funciona como un regulador de la
energía interna y las externas del ambiente.

Lo que comúnmente se llama “mente”, él lo referirá en tal caso como “aparato psíquico”, porque es una organización
compuesta por partes (llamadas sistemas o instancias) por las cuales circula la energía y ésta a su vez se transforma, según vaya
pasando por cada una de aquellas. Aquí lo importante no son los estímulos perceptivos, sino la interpretación que el aparato
psíquico (esquema óptico) hace de ellos. Entonces de esta manera, explica el funcionamiento psíquico, atribuyéndole a cada una
de estas instancias, funciones específicas.

En este aparato existen “representaciones” que surgen de las “huellas mnémicas” que fueron investidas (esto es, que se le
otorgó una determinada cantidad de carga de energía o afecto) y que se asocian entre sí.

También está el “afecto”, que es el tono emocional que tiñe a las representaciones y también la “cantidad de energía”
(quantum) que se moviliza de manera libre o móvil (propia del proceso primario, o sea en el Inconciente) o ligada (propia del
proceso secundario, del Conciente-Preconciente).

Funcionan determinadas leyes u ordenamientos legales, como son la condensación y el desplazamiento y lo rigen dos
principios fundamentales: el del placer (que busca evitar el displacer y también busca generar su descarga, ante el aumento de la
energía) y el de realidad (que permite la adaptación a ella).

ESQUEMA OPTICO Y PRESENTACION DE LA 1ª. TOPICA DEL APARATO PSIQUICO

En su obra “La interpretación de los sueños”, de 1900, en el capìtulo 7, Freud, va a explicar cómo se construyen las
imágenes oníricas, y desde allí, la forma en que se va conformado el aparato psíquico. Imagina el psiquismo, como una serie de
barreras o lentes, donde se inscriben las huellas mnémicas. De allí la apariencia de “peine”, a través de la cual, la impresión
sensorial, progresa desde lo Perceptivo hasta lo Motor, y las barreras que atraviesa (Mn, Mn1, Icc, Pcc) contienen impresiones
mnésicas, es decir, memoria asociativa, nominal, imágenes, recuerdos, etc.
En la fig. 2, del citado capìtulo, titulado “Sobre la psicología de los procesos oníricos”, Freud presenta el siguiente esquema:

El aparato perceptivo es por donde entra la impresión sensorial y M (motor) es por donde sale la motilidad. En el sueño, las
impresiones atraviesan el Inconciente, después el Preconciente (que es motor) llegando así a la conciencia (que está en el extremo
derecho)
Es así como este científico emblema del siglo XX, va desarrollando su primera teoría sobre la conformación del aparato
psíquico, que va surgiendo a partir de sus meticulosas observaciones con sus pacientes. En esta primera tópica describe un
sistema inconciente, uno preconciente y uno conciente.
- Sistema Inconciente: Funciona a través del proceso primario. Desde el punto de vista económico-dinámico, se caracteriza
por:
. Energía libre: se desplaza sin trabas de una representación a otra, por medio de las leyes de condensación y
desplazamiento. Busca su descarga.
. Condensación: una representación, puede tomar sobre sí, la investidura de muchas otras cadenas asociativas.
Representa por sí sola, o condensa, a varias cadenas asociativas.
. Desplazamiento: Una representación puede entregar a otra, todo el monto de su investidura. El acento, el interés, la
intensidad de una representación se desplaza hacia otra más aceptable (originalmente poco intensas, pero ligadas a la
primera por vía asociativa).
. En esta instancia, están todas las pulsiones, que buscan la satisfacción y su descarga, satisfaciendo su deseo.
. No hay principio de contradicción, ni de lógica, ni de tiempo y espacio. Las mociones pulsionales dependen de la fuerza
que tengan para abrirse paso hasta llegar a la conciencia (por ej. por medio de los sueños, los actos fallidos, los síntomas
y el chiste).
. No hay principio de realidad. Rige el principio del placer.
. Es el representante de los deseos infantiles.
. Representación cosa.

- Sistema Preconciente-conciente: Funciona con el proceso secundario. Se caracteriza por:


. Energía ligada: es decir, reviste o carga a las representaciones de manera más estable.
. Rige el principio de realidad, que da un ordenamiento témporo-espacial que nos permite adaptarnos al medio y también la
identidad del pensamiento.
. Su contenido son las representaciones palabra.
. Comprende los contenidos accesibles a la conciencia. Es lo que está disponible para ser actualizado.

- Sistema conciente: es al que tiene acceso la conciencia.


. Aquí se da la lucha entre lo reprimido inconciente (que sólo accede a la conciencia por el análisis o por medio de los
sueños, actos fallidos, síntomas, chistes, etc.) y las fuerzas represoras del sistema conciente-preconciente, presentando
diferentes mecanismos de defensa, para evitar que el deseo no se satisfaga y se angustie.

BREVE DESCRIPCION DE LA
SEGUNDA TOPICA DEL APARATO PSIQUICO
Investigador inquieto y observador, Freud empezó a descubrir que en sus pacientes se presentaban relaciones,
situaciones, que muy por el contrario, estaban más allá del principio del placer, fenómenos clínicos que compulsivamente insistían
en repetir. Es así que, con una actitud verdadera de un científico, que es capaz de rever sus propias teorías y modificarlas si fuera
necesario, hace un nuevo replanteo, presentando su texto “Más allá del principio del placer” en 1920, y luego “El yo y el ello” de
1923, con la descripción de la segunda teoría del aparato psíquico, constituído por el yo, el ello y el superyó.

El yo: es el mediador entre las exigencias pulsionales provenientes del ello, los imperativos del superyó y los requerimientos de la
realidad. Es el receptor de estímulos tanto internos como externos.
. Es el polo defensivo de la personalidad, pues dinámicamente el Yo se defiende del Ello, por medio de los mecanismos de defensa
(que provienen de la parte inconciente del Yo).
. Vigencia del Principio de Realidad: es un equilibrador, que intenta coordinar las funciones e impulsos internos y externos, tratando
que puedan expresarse en el mundo exterior sin conflictos. Además imprime las huellas mnémicas.
. Rige el proceso secundario: tiene tres “amos”, a saber, el Ello, el Superyó y el Mundo Exterior y cuando no puede manejarlos,
surge la angustia.
. Mecanismos de defensa: son procesos que se ponen en funcionamiento, para rechazar o mantener en el nivel inconciente,
representaciones (imágenes, pensamientos, recuerdos, etc.) ligados a una pulsión, separándolos del afecto. Estos se enfrentan
por oposición a las exigencias de cada una de las instancias psíquicas Son ellos: represión, regresión, aislamiento, anulación o
reparación, formación reactiva, identificación, proyección, transformación en lo contrario, vuelta hacia la propia persona y
sublimación.

El Ello: es el polo pulsional de la personalidad, cuyos contenidos, que son expresiones psíquicas de las pulsiones, son inconcientes,
en parte heredados e innatos y también reprimidos y adquiridos. Es la parte oscura e inaccesible, a la que se puede acceder a
través de los sueños o por los síntomas neuróticos.
. Dinámicamente entra en conflicto con el Yo y el Superyó.
. Económicamente es el reservorio primario de la energía psíquica.
. Tiene elementos arcaicos, heredados ontogénetica y filogenéticamente.
. Corresponde al Inconciente, pero no lo abarca todo. El Yo y el Superyó son también en parte Inconcientes.
. Funciona el Proceso Primario y el principio del placer, a través del cual las pulsiones demandan su descarga o derivación.
. Energía libre, que se desplaza, sin obedecer a la lógica y ni a la temporalidad.
. No existe el juicio de valor, es decir, no le interesa si es moral o no.
. El bebé, al nacer, es puro Ello.

El Superyó: Su función es comparable con la de un juez o un censor con respecto al Yo. Es el Heredero del Complejo de Edipo,
constituyéndose a partir de las interiorizaciones de las prohibiciones y exigencias parentales. Encarna la ley y prohíbe su
transgresión.
. Sus funciones son:
Conciencia Moral
Autoobservación
Formación de Ideales
. Es una instancia separada del Yo que se opone a la otra, juzgándola de manera crítica y tomándola como objeto.
. Se forma paralelamente a la declinación del Complejo de Edipo, a partir de las renuncias del niño a la satisfacción de sus deseos
edípicos, transformándolos en identificación con los padres e interiorizando las prohibiciones. Posteriormente, se suman a esto las
exigencias que provienen de su entorno social y cultural.
. Freud distingue en 1914/1915 dos estructuras parciales dentro del Superyó, a saber: el Ideal del Yo y una Instancia Crítica.

ALGUNAS CONSIDERACIONES MÁS SOBRE LA CONCIENCIA


DESDE EL PSICOANÁLISIS DE FREUD

Para Freud, la conciencia cumple un papel muy importante en la dinámica del conflicto, aunque no entra en juego con él,
porque no es lo mismo que el Yo, sino que su función es la de evitar concientemente lo desagradable, regulando el principio del
placer.
Desde distintas perspectivas entonces, Laplanche y Pontalis (2004), se refieren a ella, con los siguientes criterios:
. En sentido descriptivo: se le da lugar a la percepción dentro del fenómeno de la conciencia, sobre todo la del mundo exterior. Se
la considera como una cualidad momentánea, propia de las percepciones externas e internas que se presentan dentro de los
diferentes fenómenos psíquicos.
. Desde la metapsicología: está planteada como una función del sistema percepción-conciencia.
. Desde el punto de vista tópico: Freud la relaciona con el sistema preconciente-consciente, en la periferia del aparato psíquico, a
la cual le llega información ya sea desde el mundo interior como desde el exterior.
. Según la perspectiva funcional: en la conciencia, a diferencia del inconciente, no se van a inscribir huellas mnémicas duraderas.
. Tomando el enfoque económico: es capaz de sobrecatectizar algún elemento, es decir, agregar una catexia o energía ligada a
una representación, a través del mecanismo de la atención.

Por lo tanto, tal como se ha descripto, para Freud, que fundamentó principalmente su método y su teoría, en los fenómenos
del Inconciente, no le resultó, de ninguna manera, indiferente la conciencia, que forma parte de la vida anímica de todas las
personas.

Dra. Diana Cacciola


Facultad de Psicología y Ciencias Sociales
Cátedra Psicología General I y II – Año 2021
Universidad de Flores
Referencias:

Freud, S. (1986) La interpretación de los sueños (segunda parte). Sobre el sueño (1900-1901) Volumen V. 1ª.reimpresion de la
2ª. Reedición. Amorrortu Editores. Argentina.

Freud, S. (1987) Conferencias de introducción al psicoanálisis (Partes I y II) (1015-1916) Volumen XV. 2ª. Reimpresión. Amorrortu
Editores. Argentina

Freud, S. (1992) Más allá del principio del placer. Psicología de las masas y análisis del yo y otras obras (1920-1922) Volumen
XVIII. 4ª. Reimpresión. Amorrortu Editores. Argentina

Freud, S. (1992) El yo y el ello y otras obras (1923-1925) Volumen XIX. 4ª. Reimpresión. Amorrortu Editores. Argentina.

Freud, S. (1991) Moisés y la religión monoteísta. Esquema del psicoanálisis y otras obras (1937-1939) Volumen XXIII. 2ª.
Reimpresión. Amorrortu Editores. Argentina.

Laplanche, J. y Pontalis, J.B. (2004). Diccionario de Psicoanálisis. 6ª. Reimpresión. Editorial Paidós. Buenos Aires. Argentina

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