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Depreciación

Concepto

La depreciación es el mecanismo mediante el cual se reconoce el desgaste que sufre un


bien por el uso que se haga de el. Cuando un activo es utilizado para generar ingresos,
este sufre un desgaste normal durante su vida útil que el final lo lleva a ser inutilizable.
El ingreso generado por el activo usado, se le debe incorporar el gasto correspondiente
desgaste que ese activo a sufrido para poder generar el ingreso, puesto que como según
señala un elemental principio económico, no puede haber ingreso sin haber incurrido en
un gasto, y el desgaste de un activo por su uso, es uno de los gastos que al final
permiten generar un determinado ingreso.

Al utilizar un activo, este con el tiempo se hace necesario reemplazarlo, y reemplazarlo


genera un derogación, la que no puede ser cargada a los ingresos del periodo en que se
reemplace el activo, puesto que ese activo genero ingresos y significo un gasto en mas
de un periodo, por lo que mediante la depreciación se distribuye en varios periodos el
gasto inherente al uso del activo, de esta forma sol se imputan a los ingresos los gastos
en que efectivamente se incurrieron para generarlo en sus respectivos periodos.

Otra connotación que tiene la depreciación, vista desde el punto de vista financiero y
económico, consiste en que, al reconocer el desgaste del activo por su uso, se va
creando una especie de provisión o de reserva que al final permite ser reemplazado sin
afectar la liquidez y el capital de trabajo de la empresa. Supongamos que una empresa
genera ingresos de $1.000 y unos costos y gastos que sin incluir la depreciación son de
$700, lo que significa que la utilidad será de $300, valor que se distribuye a los socios.
Supongamos también, que dentro de esos $300 que se distribuyen a los socios, están
incluidos $100 por concepto de depreciación, que al no incluirla permiten ser
distribuidos como utilidad; que pasaría en 5 años cuando el activo que genera los $1.000
de ingresos se debe reemplazar; sucede que no hay recursos para adquirir otro, puesto
que estos recursos con que se debía reemplazar fueron distribuidos. De ahí la
importancia de la depreciación, que al reconocer dentro del resultado del ejercicio el
gasto por el uso de los activos, permite, además de mostrar una información contable y
financiera objetiva y real, permite también mantener la capacidad operativa de la
empresa al no afectarse su capital de trabajo por distribución de utilidades indebidas.

La depreciación, como ya se mencionó, reconoce el desgaste de los activos por su


esfuerzo en la generación del ingreso, de modo pues, que su reconocimiento es
proporcional al tiempo en que el activo puede generar ingresos. Esto es lo que se llama
vida útil de un bien o un activo. Durante cuanto tiempo, un activo se mantiene en
condiciones de ser utilizado y de generar ingresos.

La vida útil es diferente en cada activo, depende de la naturaleza del mismo. Pero por
simplicidad y estandarización, la legislación Colombiana, ha establecido la vida útil a
los diferentes activos clasificándolos de la siguiente manera:

Inmuebles (incluidos los oleoductos) 20 años

Barcos, trenes, aviones, maquinaria, equipo y bienes muebles 10 años


Vehículos automotores y computadores 5 años

Decreto 3019 de 1989.

Aunque la vida útil de los activos ha sido fijada por norma, esta no es inflexible, puesto
que en la realidad económica, algunos activos ya sea por su naturaleza o por el uso que
se les de, puede tener una vida útil diferente a la establecida por decreto, razón por la
cual, el legislador consecuente con esta realidad, en el artículo 138 del Estatuto
Tributario, establece la posibilidad de fijar una vida útil diferente, previa autorización
del director general de impuestos nacionales.

Respecto a la depreciación, se suele hablar de una depreciación contable y una fiscal,


puesto que contablemente, aunque la vida útil, por lo general es la misma que en la
fiscal, se pueden utilizar diferentes Métodos de depreciación, de los cuales algunos no
son aceptados fiscalmente, aunque la norma tributaria es muy general al permitir su
calculo por cualquier “sistema de reconocido valor técnico autorizado por el subdirector
de fiscalización de la administración de impuestos o su delegado. (Art. 134, E.T).

La vida útil de los activos esta regulada por una norma tributaria (Decreto 3019 de
1989), por lo que respecto a la vida útil de los activos, mal se puede hablar de una
depreciación contable o fiscal. Esta diferencie se presenta, principalmente en los
métodos de depreciación y en el tratamiento que se le de cómo deducción. Ya que
fiscalmente, la depreciación de algunos activos tiene tratamientos especiales, como
puede ser el caso de los bienes recibidos en arrendamiento leasing (Art. 127-1, E.T).

Respecto a la contabilización (forma de llevarse a la Contabilidad) de la depreciación,


esta es un crédito en la cuenta del activo respectivo (1592) disminuyéndolo, y un debito
en la cuenta de gastos (5160 o 5260). La depreciación que se lleva a la cuenta del activo
se denomina depreciación acumulada, puesto que esta año a año se va acumulando la
alícuota correspondiente hasta depreciar completamente el activo, lo que conlleva a que
al final de la vida útil del activo, el valor de la depreciación acumulada sea igual al valor
del activo, lo que lo deja con un saldo cero.

Los ajustes por inflacion han sido derogados tanto para efectos contables como fiscales.
Ver: Decreto 1536 de mayo de 2007 y Ley 1111 de 2006.

Es de aclarar que todos los activos fijos son objeto de depreciación, a excepción de los
terrenos, puesto que se supone que estos no se desgasta por el uso, por lo que en el caso
de las construcciones y edificaciones, antes de proceder a depreciarlos, se debe primero
excluir el valor del terreno sobre el que esta la construcción. Respecto a esta teoría, de
que los terrenos no se desgastan por su uso, cabria preguntarse que pasa con lo terrenos
dedicados al explotación agrícola, que por causa de la erosión propia de la explotación
antitécnica, terminan por dejar inservibles las tierras de cultivo en unos cuantos años,
situación que es muy común en los campos Colombianos.
Métodos de depreciación

Para el cálculo de la Depreciación, se pueden utilizar diferentes métodos como la línea


recta, la reducción de saldos, la suma de los dígitos y método de unidades de producción
entre otros.

Método de la línea recta

El método de la línea recta es el método mas sencillo y más utilizado por las empresas,
y consiste en dividir el valor del activo entre la vida útil del mismo. [Valor del
activo/Vida útil]

Para utilizar este método primero determinemos la vida útil de los diferentes activos.

Según el decreto 3019 de 1989, los inmuebles tienen una vida útil de 20 años, los bienes
muebles, maquinaria y equipo, trenes aviones y barcos, tienen una vida útil de 10 años,
y los vehículos y computadores tienen una vida útil de 5 años.

Además de la vida útil, se maneja otro concepto conocido como valor de salvamento o
valor residual, y es aquel valor por el que la empresa calcula que se podrá vender el
activo una vez finalizada la vida útil del mismo. El valor de salvamento no es
obligatorio.

Una vez determinada la vida útil y el valor de salvamento de cada activo, se procede a
realizar el cálculo de la depreciación.

Supongamos un vehículo cuyo valor es de $30.000.000.

Se tiene entonces (30.000.000 /5) = 6.000.000.

Así como se determina la depreciación anual, también se puede calcular de forma


mensual, para lo cual se divide en los 60 meses que tienen los 5 años

Ese procedimiento se hace cada periodo hasta depreciar totalmente el activo.

Para una mayor comprensión, descargue el archivo: Ejemplos de métodos de


depreciación en Excel.

Método de la suma de los dígitos del año

Este es un método de depreciación acelerada que busca determinar una mayor alícuota
de depreciación en los primeros años de vida útil del activo.

La formula que se aplica es: (Vida útil/suma dígitos)*Valor activo


Donde se tiene que:

Suma de los dígitos es igual a (V(V+1))/2 donde V es la vida útil del activo.

Ahora determinemos el factor.

Suponiendo el mismo ejemplo del vehículo tendremos:

(5(5+1)/2
(5*6)/2 = 15

Luego,
5/15 = 0,3333

Es decir que para el primer año, la depreciación será igual al 33.333% del valor del
activo. (30.000.000 * 33,3333% = 10.000.000)

Para el segundo año:

4/15 = 0,2666

Luego, para el segundo año la depreciación corresponde al 26.666% del valor del activo
(30.000.000 * 26,666% = 8.000.000)

Para el tercer año:

3/15 = 0,2

Quiere decir entonces que la depreciación para el tercer año corresponderá al 20 del
valor del activo. (30.000.000 * 20% = 6.000.000)

Y así sucesivamente. Todo lo que hay que hacer es dividir la vida útil restante entre el
factor inicialmente calculado.

Para una mayor comprensión, descargue el archivo: Ejemplos de métodos de


depreciación en Excel.

Método de la reducción de saldos

Este es otro método que permite la depreciación acelerada. Para su implementación,


exige necesariamente la utilización de un valor de salvamento, de lo contrario en el
primer año se depreciaría el 100% del activo, por lo perdería validez este método.

La formula a utilizar es la siguiente:

Tasa de depreciación = 1- (Valor de salvamento/Valor activo)1/n

Donde n es el la vida útil del activo


Como se puede ver, lo primero que se debe hacer, es determinar la tasa de depreciación,
para luego aplicar esa tasa al valor no depreciado del activo o saldo sin de preciar

Continuando con el ejemplo del vehículo (suponiendo un valor de salvamento del 10%
del valor del vehículo) tendremos:

1- ( 3.000.000/30.000.000)1/5 = 0,36904

Una vez determinada la tasa de depreciación se aplica al valor el activo sin depreciar,
que para el primer periodo es de 30.000.000

Entonces 30.000.000 * 0,36904 = 11.071.279,67

Para el segundo periodo, el valor sin depreciar es de (30.000.000-11.071.279,67) =


18.928.720,33, por lo que la depreciación para este segundo periodo será de:

18.928.720,33 * 0,36904 = 6.985.505,22

Así sucesivamente hasta el último año de vida útil

Para una mayor comprensión, descargue el archivo: Ejemplos de métodos de


depreciación en Excel.

Método de las unidades de producción

Este método es muy similar al de la línea recta en cuanto se distribuye la depreciación


de forma equitativa en cada uno de los periodos.

Para determinar la depreciación por este método, se divide en primer lugar el valor del
activo por el número de unidades que puede producir durante toda su vida útil. Luego,
en cada periodo se multiplica el número de unidades producidas en el periodo por el
costo de depreciación correspondiente a cada unidad.

Ejemplo: Se tiene una máquina valuada en $10.000.000 que puede producir en toda su
vida útil 20.000 unidades.

Entonces, 10.000.000/20.000 = 500. Quiere decir que a cada unidad que se produzca se
le carga un costo por depreciación de $500

Si en el primer periodo, las unidades producidas por la maquina fue de 2.000 unidades,
tenemos que la depreciación por el primer periodo es de: 2.000 * 500 = 1.000.000, y así
con cada periodo.

Para una mayor comprensión, descargue el archivo: Ejemplos de métodos de


depreciación en Excel.

VIDA UTIL DE LOS ACTIVOS FIJOS

Se entiende por vida útil el tiempo durante el cual un activo puede ser utilizado, tiempo
durante el cual puede generar renta.
Toda empresa para poder operar, para poder desarrollar su objeto social requiere de una
serie de activos fijos, los cuales, como consecuencia de su utilización, se desgastan
hasta el punto de quedar inservibles.

Algunos activos, por su naturaleza y destinación, o por el uso que se haga de ellos,
pueden tener mayor vida útil que otros.

En términos generales, la ley a considerado que los vehículos y computadores tienen


una vida útil de 5 años, la maquinaria y equipo tiene una duración de 10 años y las
edificaciones y construcciones tendrán una vida útil de 20 años.

Estos valores, claro está, no son siempre reales, puesto que habrán vehículos que duren
mas de 5 años y otros que duran menos. Igual con cualquier otro activo.

En el caso de los terrenos, se consideran que su vida útil es indefinida, algo que
dependiendo de su destinación puede o no ser cierto. Es el caso de los terrenos
dedicados a la agricultura, estos después de un tiempo, y si no se hace el mejor uso de
ellos, quedan inservibles, aunque físicamente siguen existiendo, pero pierden su utilidad
para su propósito inicial.

La vida útil es tomada como referencia para la depreciación de los activos fijos, para lo
cual se divide el valor del activo por su vida útil para determinar la alícuota de
depreciación [esto en el método de la línea recta, pues existen otros].

La vida útil de un activo puede extenderse si se le hacen reparaciones y adiciones, como


por ejemplo cuando se repotencia un vehículo.

ACTIVOS FIJOS NO DEPRECIABLES

Por regla general todos los activos fijos se deprecian, pero existe algunas excepciones,
por lo que existen unos pocos activos fijos que no son susceptibles de depreciar.

Recordemos que el objetivo de la depreciación es reconocer en el estado de resultados el


desgasto que sufre todo activo como consecuencia de su utilización.

Como la depreciación es el reconocimiento de un gasto producto de la utilización de un


activo, cuando este no está en condiciones de ser utilizado, naturalmente que no será
depreciado.

En este grupo tenemos los edificios en construcción o la maquinaria y equipo en


montaje. Mientras estos activos se estén construyendo o montando, no podrán ser
utilizados y por tanto no serán objeto de depreciación. Se depreciarán una vez estén en
capacidad de ser utilizados y de generar ingreso, por consiguiente se debe asociar a ese
ingreso el gasto que ha contribuido a generarlo.

Otro activo fijo que no se deprecia son los terrenos. Estos, por disposición legal no son
objeto de depreciación, aunque en algunos cazos valdría la pena revisar esta postura.

La ley ha partido del supuesto que los terrenos no se desgastan por su uso, puesto que
100 M2 serán siempre 100 M2, pero en casos como los terrenos dedicados a la
agricultura sí que se pueden desgastar, aunque igualmente nunca disminuirá su área por
la utilización del terreno.

No obstante, un terreno utilizado por la agricultura, al cabo de algunos años su


productividad habrá llegado al mínimo, e inclusive hay terrenos que después de un largo
uso quedan completamente inservibles. Si bien estos terrenos se pueden rehabilitar
mediante cuantiosas inversiones, el proceso de agotamiento continuará
irremediablemente, por tanto, debe existir alguna forma de reconocer la perdida de
productividad de un terreno.

Igual sucede cuando el terreno se ve afectado por un deslizamiento, como suele suceder
en nuestras cordilleras, donde fincas completas simplemente desaparecen, debe
entonces en este caso existir un mecanismo que permita reconocer estas situaciones y su
impacto en la estructura financiera de la empresa o el comerciante.

ACTIVOS DEPRECIABLES EN UN SOLO AÑO

Para el 2009, los activos fijos que tengan un valor igual o inferior a $1.188.000 se
pueden depreciar en un año sin considerar su vida útil.

Por definición legal, cada tipo de activo tiene su vida útil que por obligación se debe
considerar al depreciar los activos fijos.

En el caso de los vehículos y computadores, la vida útil fue establecida en 5 años. Para
la maquinaria y equipo es de 10 años, y para edificios y construcciones es de 20 años.

Pero para el caso de activos de menor valor, la legislación tributaria [que no contable –
aunque puede hacerse contablemente también] prevé la posibilidad que los
contribuyentes deprecien éstos activos en un solo año.

El valor del activo debe incluir todos los conceptos que le son propios de él, como lo es
el Iva en el caso de haberse llevado como mayor valor del activo, que por lo general es
así.

El valor máximo del activo que se puede depreciar en un solo año es de 50 Uvt, que en
pesos para el 2009 es de $1.188.000.

Es importante no confundir que este valor es el vigente para el 2009, periodo que se
declara en el 2010.

Para la el año 2008 que se declara en el 2009, se podían depreciar los activos que
tuvieran un valor igual o inferior a $1.103.000

Respecto al método de depreciación a utilizar en este tipo de activos, pues es indiferente


debido a que en cualquier caso se deprecia un 100% en sólo año, sin embargo no se
debe perder de vista que la empresa debe utilizar el mismo método de depreciación en
todos sus activos en un periodo determinado.

Como se anotó al inicio del escrito, la norma que autoriza la depreciación de los activos
de menor valor en un solo año, es una norma de fiscal, por lo que en la contabilidad
puede perfectamente depreciarse según sea la naturaleza del activo, esto en pro de
generar una información lo más ajustada a la realidad.

La utilización de esta figura cuando no son muchos activos, no implica que la realidad
económica y financiera de la empresa se afecte significativamente, por lo que puede
optarse por depreciar en el mismo periodo tanto contablemente como fiscalmente.

No es conveniente hacerlo contablemente, cuando la mayoría de los activos de la


empresa son de este tipo, puesto que implicaría un exceso de gastos para el primer año y
defecto de gastos para los siguientes, lo cual, indudablemente que distorsiona los
resultados de la empresa.

No es demás hacer claridad que el contribuyente puede o no utilizar esta figura, de


modo que cuando no sea lo más conveniente, puede seguir depreciando siguiendo la
regla general.

DEPRECIACION DE ACTIVOS USADOS

Los activos fijos usados que el contribuyente adquiera, pueden ser objeto de
depreciación tomando como referencia la vida útil que le resta al activo.

Las reglas y procedimientos para la depreciación de activos fijos usados, son las mismas
que para los bienes nuevos, teniendo presente que la vida útil utilizada por el
contribuyente adquiriente del bien usado, sumada con la vida útil transcurrida en manos
del anterior propietario, no puede ser inferior a la vida útil establecida por la norma para
el activo correspondiente. Así lo expresa el artículo 139 del estatuto tributario:

Depreciación de bienes usados. Cuando se adquiera un bien que haya estado en uso, el
adquirente puede calcular razonablemente el resto de vida útil probable para amortizar
su costo de adquisición.

La vida útil así calculada, sumada a la transcurrida durante el uso de anteriores


propietarios, no puede ser inferior a la contemplada para bienes nuevos en el
reglamento.

Una vez el contribuyente adquiera el bien usado, puede hacer un calculo aproximado y
razonable de la vida útil que le resta al activo, la cual, como ya se expuso, sumada con
la vida útil transcurrida por el activo en manos del anterior o anteriores propietarios, no
sea inferior la que le corresponde según el reglamento.

La vida útil nueva con anterior no puede ser inferior a lo que le corresponde a un activo
nuevo, pero sí podría ser superior, pues la norma solo limita el hecho que no puede ser
inferior, pero deja abierta la posibilidad que sea superior, definición que le corresponde
al contribuyente quien tiene la facultad de fijar o determinar la vida útil que le queda al
activo.

Veamos un ejemplo sencillo.


Un contribuyente adquiere una maquina usada, la cual había estado en poder del
anterior propietario durante 6 años, el mismo tiempo durante el cual fue sido
depreciada.

El contribuyente adquiriente, deberá fijar su vida útil en no menos de 4 años, toda vez
que la vida útil de cualquier maquinaria nueva es de 10 años, y en el ejemplo, el activo
ya había sido depreciado durante 6 años por el anterior poseedor.

El contribuyente podrá fijar una vida superior a los cuatro años, si considera que
razonablemente esa será la vida útil del bien.

En la depreciación, lo importante es no utilizar una vida útil menor, puesto que esto
implicaría una mayor deducción por depreciaciones, debido a que entre menor vida útil,
mayo será la alícuota de depreciación, lo cual afecta la renta líquida, disminuyendo de
esta forma el impuesto que el contribuyente debe pagar.

Al utilizar una vida útil mayor, la cuota de depreciación será menor, y por tanto la renta
líquida aumentará aumentando a su vez el impuesto a pagar, y la el estado no se
molestará por eso.

EL VALOR DE SALVAMENTO

Cuando se deprecia un activo fijo, se suele dejar una cuota de salvamento, decisión que
a veces no comprendemos del todo.

La cuota de salvamento es aquel valor del activo que no depreciamos, de modo que al
terminar la vida útil del activo, nos queda ese valor sin depreciar.

La fórmula de la depreciación en línea recta con cuota de salvamento, suponiendo un


activo cuyo valor es de $10.000, con una vida útil de 5 años y un 20% como cuota de
salvamento, es (10.000-2.000)/5.

Así, ll finalizar el quinto año de vida útil tendremos un activo con valor en libros de
$2.000.

¿Pero qué finalidad se persigue al no depreciar completamente un activo?

La realidad es que no hay una razón valedera que lleve a la empresa a tomar la decisión
de no depreciar la totalidad de un activo.

Algunos opinan que la cuota de salvamento tiene por objeto representar en la


contabilidad el valor probable que puede tener un activo después de culminar su vida
útil.

Y aunque es normal que un activo una vez depreciado completamente tenga un valor,
financieramente no es lo más conveniente tener en los activos un activo que ya ha
cumplido con su vida útil.

No depreciar un activo completamente, significa que se deja de llevar al gasto ese valor,
y esto representa una mayor utilidad, que a su vez representa un mayor impuesto de
renta, y que significa también tener que distribuir más utilidades, despojando con esto a
la empresa de un importante capital de trabajo que puede resultar necesario para el
crecimiento o mantenimiento de la empresa.

Cualquier razón que exista para no depreciar el 100% del activo haciendo uso de la
figura de la cuota de salvamento, no parece compensar el efectivo negativo desde el
punto de vista financiero que tendrá esta decisión.

CONTABILIDAD DE LA DEPRECIACION

La contabilización de la depreciación, es uno de los temas más sencillo de la


contabilidad, y a la vez de los más consultados en Gerencie.com, razón por la cual lo
abordaremos.

En primer lugar, recordemos que la depreciación tienen como objetivo el reconocer el


desgaste sufrido por los activos, por el uso que la empresa hace de estos para poder
generar ingresos, renta; por consiguiente, la depreciación se debe reconocer como un
gasto.

De otra parte, como la depreciación es el reconocimiento del desgaste de un activo,


implica que ese activo pierde valor, de modo que hay que restar el valor del desgaste al
activo.

Luego, tenemos que por un lado, hay un valor que se debe contabilizar como un gasto, y
por otro, un valor exactamente igual, que se debe disminuir del valor del activo.

En nuestra contabilidad, la depreciación no se resta directamente del activo, sino que se


crea una subcuenta diferente a la subcuenta del activo, donde se va acumulando la
depreciación que se va reconociendo periodo tras periodo.

Por ejemplo, la subcuenta para registrar los edificios, es la 151605, y la subcuenta


donde se registra la depreciación acumulada de las construcciones y edificaciones, es la
159205.

La cuenta 1592 es la que registra la depreciación acumulada de cada uno de los activos.

Supongamos un vehículo cuyo valor de compra es de $20.000.000. Como la vida útil de


los vehículos es de 5 años, para determinar la depreciación de un año, tomaremos el
valor del vehículo y lo dividimos por 5:

20.000.000/5 = 4.000.000

Luego, la depreciación será de $4.000.000 por año, valor que se irá acumulando hasta
depreciar completamente el activo.

La contabilización será:

Cuenta Debito Crédito


516035 [Flota y equipo de transporte] 4.000.000
159245 [Flota y quipo de transporte] 4.000.000

En el gasto, dependiendo de la utilización que se haga del activo, la cuenta será la 5160
o la 5260; siendo la primera gastos operacionales de administración y la segunda, gastos
operacionales de venta.

Efectos financieros de la depreciación

La depreciación de los activos fijos, es más que un mero procedimiento contable y


matemático. La depreciación tiene un gran efecto financiero, que quizás sea lo más
importante de ella.

En primer lugar, debemos saber que la depreciación es el reconocimiento contable y


financiero del desgaste que sufren los activos fijos por su uso, por cu contribución a
generar ingresos o renta para la empresa.

La empresa para obtener ingresos, debe hacer uso de sus activos, los que al ser
utilizados, naturalmente que sufren un deterioro o desgaste, que es lo que conocemos
como depreciación.

Al existir la depreciación, se puede llevar al gasto o al estado de resultados el desgaste


sufrido por los activos, en consecuencia, al existir un gasto, la utilidad se ve afectada,
toda vez que la utilidad es resultado de restar a los ingresos los gastos y costos.

Así las cosas, la depreciación tiene un efecto directo en la utilidad de la empresa, de lo


cual podemos concluir que entre mas se utilicen los activos, estos mas generan ingresos,
pero al tiempo mas se desgastan, lo que implica un mayor gasto por depreciación, que a
la vez disminuye el resultado final que es la utilidad.

La depreciación, además de tener un efecto directo en la utilidad, también tiene un


efecto en la estructura financiera de la empresa, en el balance general, puesto que al
desgastar un activo, este disminuye su valor dentro de la empresa, de suerte que
contablemente, cada vez que un activo se deprecia, su valor en libros se ve disminuido
hasta desaparecer, por lo que tendrá la empresa que proceder a reponer ese activo
depreciado o desgastado por su utilización.

Aquí llegamos a la verdadera razón de la depreciación. Es un hecho, que al utilizar un


activo, éste se desgasta hasta quedar inutilizable o inservible, por lo que se requiere
reponerlo, comprar otro para que la empresa pueda seguir operando y generando renta.

Cuando se requiere reponer los activos desgastados o depreciados, la empresa debe


disponer de los recursos suficientes para su reposición.

Estos recursos no estarían disponibles si la depreciación no existiera.

De no haberse depreciado el activo, este valor no se hubiera llevado al gasto, lo cual


implicaría un gasto menor, y al haber un gasto menor, la utilidad resultante sería mayor,
y a mayo utilidad, mayores recursos se transfieren a los socios mediante la distribución
de utilidades.

Al distribuir mayor utilidad a los socios, se están distribuyendo los recursos de la


depreciación, es decir, los recursos con que se repondrían los activos una vez
depreciados.

De modo pues que la depreciación lo que hace es evitar la distribución de los recursos
que deben reponer los activos que se desgasten por su uso. La depreciación tiene como
papel principal proteger el patrimonio de la empresa, y permitir reponer o mantener la
capacidad operativa de la misma.

Depreciación fiscal acelerada

La legislación fiscal permite la depreciación acelerada para aquellos activos que por su
naturaleza y utilización sufren un desgaste acelerado.

El artículo 140 del estatuto tributario, ofrece la posibilidad al contribuyente de


incrementar la cuota de depreciación en un 25% por cada turno adicional que el activo
sea utilizado.

El decreto 187 de 1975, en su artículo 71 considera como turno normal aquel que tenga
una duración de 8 horas diarias.

Así las cosas, siempre que un activo sea utilizado durante mas de 8 horas al día, se
podrá incrementar su alícuota de depreciación en un 25% por cada 8 horas adicionales,
o proporcionalmente al número de horas adicionales.

De este modo, si un activo es utilizado durante las 24 horas del día, la vida útil se podrá
disminuir considerablemente.

Veamos.

Supongamos una maquina cualquiera cuyo valor es de $10.000.000 que trabaja un turno
normal de 8 horas al día. Esta maquina deberá ser depreciada en 10 años. Es decir, que
la cuota de depreciación anual será de $1.000.000

Si la maquina es trabajada durante 16 horas al día, esto es un turno adicional, su cuota


de depreciación se podrá incrementar en un 25%, por lo que su cuota de depreciación
será de $1.250.000.

Para llegar a ese valor, la vida útil a tener en cuenta, deberá ser ya no de 10 años, sino 8
años, puesto que 10.000.000/8 = 1.250.000.

Si la máquina se trabajara las 24 horas, la cuota de depreciación se incrementará a


$1.500.000 por año.
Para que la cuota de depreciación sea de 1.500.000 la vida útil que se debe utilizar será
de aproximadamente 6,67 años (10.000.000/6,67 = 1.500.000).

Un incremento del 25% no es suficiente para compensar la sobre utilización de los


activos, puesto que mientras que la jornada de trabajo de un activo se duplica, la
depreciación apenas se incrementará en una cuarta parte.

Para que se puede aceptar fiscalmente la depreciación acelerada contemplada en el


artículo 140 del estatuto tributario, ésta debe ser contabilizada, lo que es una intromisión
mas de la norma tributaria en la contabilidad, intromisión que está lejos de conseguir el
reflejo real de la situación financiera del contribuyente, puesto que como ya se anotó, la
depreciación debería ser proporcional a la utilización y desgaste del activo lo cual no es
conseguido con un incremento del 25% de la depreciación cuando el nivel de utilización
del activo se duplica.

Amortización de activos intangibles


Los activos intangibles deben ser amortizados en la medida en que contribuyan a
generar renta.

El decreto 2649 de 1993 define los activos intangibles como aquellos recursos
obtenidos por un ente económico que, careciendo de naturaleza material, implican un
derecho o privilegio oponible a terceros, distinto de los derivados de los otros activos,
de cuyo ejercicio o explotación pueden obtenerse beneficios económicos en varios
períodos determinables, tales como patentes, marcas, derechos de autor, crédito
mercantil, franquicias, así como los derechos derivados de bienes entregados en fiducia
mercantil.

Con el objetivo de reconocer la contribución en la generación de renta de la empresa


que los activos intangibles hacen, deben ser amortizados, esto para cumplir con el
principio de asociación según el cual a cada ingreso se le debe asociar su respectivo
gasto.

En la amortización de los activos intangibles, diferente a la depreciación de activos


fijos, no tienen una vida útil definida, por lo que cada empresa deberá determinar la
vida útil de su intangible considerando que ésta debe ser la menor entre la vida útil
estimada y la duración de su respaldo legal.

Quiere decir esto que si la vida útil estimada de un intangible es de 15 años, y la licencia
adqurida es por 10 años, la vida útil deberá ser de 10 años, puesto que esta es la menor
de las dos.

Como ya se expuso, la vida útil la estima cada empresario según la naturaleza del activo
intangible, estimación que debe realizarse dentro un marco de prudencia y
razonabilidad, pues que no se trata de asignar una vida útil de forma arbitraria y
caprichosa sino que esta debe corresponder a la realidad de cada activo y de cada
empresa.

Vemos por ejemplo que una marca dependiendo de la empresa a que pertenezca puede
mantenerse vigente por más o menos tiempo. Seguramente que la vigencia de la marca
Coca-Cola se puede estimar sin problemas en 100 años, en cambio una marca de una
pequeña empresa de provincia no será adecuado estimarla en 100 años, por lo que a la
hora de estimar la vida útil de un intangible se deben considerar muchos aspectos que
son propios de cada unidad económica y por consiguiente no pueden generalizar ni
copiar procedimientos entre empresas.

Recordemos que la vida útil es aquel lapso de tiempo durante el cual se espera que un
activo pueda contribuir a generar ingresos.

Los métodos de amortización pueden ser los mismos que se utilizan en la depreciación.
No quiere decir esto que el mismo método utilizado para depreciar los activos fijos deba
ser utilizado para amortizar los activos intangibles. Es completamente válido utilizar un
método en la depreciación y otro distinto en la amortización.

Al cierre de cada periodo es preciso reconocer las posibles pérdidas sufridas por el
intangible, lo que supone la necesidad de acelerar la amortización de ser el caso para
poder realizar el respectivo ajuste acorde a la realidad de los hechos.

Por último valga recordar que la amortización es aquel procedimiento que busca
reconocer como gasto [llevar al gasto] la contribución que una activo ha hecho a la
generación de ingresos, lo cual implica el desgaste y desmejoramiento del activo. Un
activo, por su utilización se desgasta día a día, desgaste que debe llevarse al gasto.

DIFERENCIA ENTRE DEPRECIACION Y AMORTIZACION

En el reconocimiento de los activos a la generación de ingresos, se recurre a las figuras


de la depreciación y de la amortización; veamos cuales son las diferencias entre estos
dos conceptos.

Tanto la depreciación como la amortización, hacen referencia al desgaste o agotamiento


que sufre un activo en la medida que con su utilización contribuye a la generación de los
ingresos de la empresa.

El artículo 13 del decreto 2649 de 1993, contempla la obligación de asociar con los
ingresos del periodo, cada uno de los costos y gastos en que se incurrió para generar
dichos ingresos, de allí que en el caso de los ingresos generados por la utilización de los
activos, se debe asociar, reconocer el desgaste o agotamiento de los activos con la
generación de los ingresos, puesto que no puede existir un ingreso sin costo o gasto.

Bien, queda claro que tanto la depreciación y la amortización tienen como objetivo
reconocer el desgaste y/o agotamiento que sufre todo activo al ser utilizado por la
empresa para el desarrollo de su objeto social, y por consiguiente en la generación del
ingreso.

¿Pero qué diferencia hay entre un concepto y otro?


En realidad no hay mayor diferencia, puesto que el objetivo y hasta las metodologías y
procedimientos de los dos, son básicamente iguales. La única diferencia importante a
resaltar, es el tipo de activo sobre el que se aplica cada concepto. Mientras la
depreciación hace referencia exclusivamente a los activos fijos, la amortización hace
referencia a los activos intangibles y a los activos diferidos.

Otra diferencia es que para la depreciación, la ley ha fijado de forma expresa la vida útil
de cada uno de ellos, mientras que los intangibles y los activos diferidos, se amortizan
según la naturaleza y condiciones de cada uno de ellos, y en por lo general el nivel de
amortización se fija según el criterio del comerciante o empresa.

Naturalmente, tanto la depreciación como la amortización se contabilizan como un


gasto, pues tienen la misma naturaleza y finalidad.

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