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Depreciación

Se utiliza para dar a entender que las inversiones permanentes de la planta han disminuido
en potencial de servicio. En contabilidad, la depreciación es una manera de asignar
el coste de las inversiones a los diferentes ejercicios en los que se produce su uso o
disfrute en la actividad empresarial. Los activos se deprecian basándose en criterios
económicos, considerando el plazo de tiempo en que se hace uso en la actividad
productiva, y su utilización efectiva en dicha actividad. Una deducción anual de una porción
del valor de la propiedad y/o equipamiento.

También se puede definir como un método que indica el monto del costo imputable al
gasto, que corresponda a cada periodo fiscal.

La depreciación es el mecanismo mediante el cual se reconoce el desgaste que sufre un


bien por el uso que se haga de él. Cuando un activo es utilizado para generar ingresos,
este sufre un desgaste normal durante su vida útil que al final lo lleva a ser inutilizable. El
ingreso generado por el activo usado, se le debe incorporar el gasto, correspondiente
desgaste que ese activo ha sufrido para poder generar el ingreso, puesto que como según
señala un elemental principio económico, no puede haber ingreso sin haber incurrido en un
gasto, y el desgaste de un activo por su uso, es uno de los gastos que al final permiten
generar un determinado ingreso.

Al utilizar un activo, con el tiempo se hace necesario reemplazarlo, y reemplazarlo genera


una derogación, la que no puede ser cargada a los ingresos del periodo en que se
reemplace el activo, puesto que ese activo generó ingresos y significó un gasto en más de
un periodo, por lo que mediante la depreciación se distribuye en varios periodos el gasto
inherente al uso del activo, de esta forma solo se imputan a los ingresos los gastos en que
efectivamente se incurrieron para generarlo en sus respectivos periodos.

La depreciación, como ya se mencionó, reconoce el desgaste de los activos por su esfuerzo


en la generación del ingreso, de modo pues, que su reconocimiento es proporcional al
tiempo en que el activo puede generar ingresos. Esto es lo que se llama vida útil de un bien
o un activo, el tiempo durante el que un activo se mantiene en condiciones de ser utilizado
y de generar ingresos.

La vida útil es diferente en cada activo, depende de la naturaleza del mismo. Pero por
simplicidad y estandarización, la legislación Colombiana, por ejemplo, y de manera similar
casi todas las regulaciones, han establecido la vida útil a los diferentes activos
clasificándolos de diferentes grupos:

Inmuebles (incluidos los oleoductos) 20 años

Barcos, trenes, aviones, maquinaria, equipo y bienes muebles 10 años

Vehículos automotores y computadores 5 años


Depreciación en línea recta
El método de depreciación en línea recta es uno de los  más utilizados, principalmente por
su sencillez y facilidad de implementación, pues sólo requiere de una simple operación
aritmética.

La depreciación en línea recta supone una depreciación constante, una alícuota periódica
de depreciación invariable en función de la vida útil del activo objeto de depreciación.

En este método de depreciación se supone que el activo sufre un desgaste constante con el
paso del tiempo, lo que no siempre se ajusta a la realidad, toda vez que hay activos que en
la medida en que se utilizan, el nivel de desgaste se incrementa, es creciente.

Depreciación por unidades de producción

Este método es muy similar al de la línea recta en cuanto se distribuye la depreciación de


forma equitativa en cada uno de los periodos.

Para determinar la depreciación por este método, se divide en primer lugar el valor del
activo por el número de unidades que puede producir durante toda su vida útil. Luego, en
cada periodo se multiplica el número de unidades producidas en el periodo por el costo de
depreciación correspondiente a cada unidad.

Ejemplo: Se tiene una máquina valuada en $10.000.000 que puede producir en toda su
vida útil 20.000 unidades.

Entonces, 10.000.000/20.000 = 500. Quiere decir que a cada unidad que se produzca se le
carga un costo por depreciación de $500

Si en el primer periodo, las unidades producidas por la maquina fue de 2.000 unidades,
tenemos que la depreciación por el primer periodo es de: 2.000 * 500 = 1.000.000, y así
con cada periodo.
Depreciación por dígitos decrecientes
El método de depreciación de saldos decrecientes es un mecanismo de depreciación
acelerada que permite reconocer un mayor desgaste del activo en sus primeros años y uno
menor hacia los años finales de su vida útil.

Para aplicar el método de depreciación de saldos decrecientes se debe calcular en primer


lugar la tasa de depreciación que se le aplicará al costo del activo para hallar el valor a
depreciar. La fórmula es la siguiente:

Tasa de depreciación = 1 – (valor recuperable / costo del activo)1/n

Donde:

Valor recuperable: es el valor que se estima que tendrá el activo al final de su vida útil.

n: son los años de vida útil del activo.

Después de hallar la tasa de depreciación se procede a determinar el gasto por


depreciación mediante la siguiente fórmula:

Gasto depreciación = costo del activo * tasa de depreciación

Amortización
La amortización, en la economía y contabilidad, hace referencia al proceso de distribución
de gasto en el tiempo de un valor duradero. Así puede significar redimir o extinguir el
capital de un préstamo o deuda o recuperar o compensar los fondos invertidos.

La amortización (de un pasivo) es el proceso financiero mediante el cual se extingue,


gradualmente, una deuda por medio de pagos periódicos, que pueden ser iguales o
diferentes. Es habitual en cualquier préstamo o crédito y específicamente en los créditos
hipotecarios para la adquisición de vivienda. En las amortizaciones de una deuda, cada
pago o cuota que se entrega sirve para pagar parte de los intereses y reducir el importe de
la deuda.

El término amortización se emplea referido a dos ámbitos diferentes casi opuestos:

Amortización de activos: por ejemplo un vehículo que tiene una duración prevista limitada.

Amortización de pasivos: devolución de un préstamo, por ejemplo un préstamo hipotecario.

En ambos casos se trata de un valor, con una duración que se extiende a varios periodos o
ejercicios, para cada uno de los cuales se calcula una amortización, de modo que se
reparte ese valor entre todos los periodos en los que permanece.
Como Aplicar La Amortización
Para calcular cuando se deprecia un bien cada año pueden utilizarse distintos métodos.

El más utilizado es la amortización lineal.

En la amortización lineal, el valor del bien se reduce en la misma cuantía cada año. Para
calcularla, hay que aplicar al coste del bien un porcentaje establecido en unas tablas
oficiales denominadas tablas de amortización.

El porcentaje de amortización es el importe en el que el bien se devalúa anualmente, hasta


llegar al 100%, que será el final de su vida útil. Entonces puede considerarse obsoleto.

Activos Tangibles
Un activo tangible tiene una forma física. Es decir, es cualquier activo material que se
puede ver y tocar. Lo contrario de un activo tangible es un activo intangible.

En el ámbito empresarial los activos tangibles se pueden incluir en los activos no


corrientes (como la maquinaria o los edificios) y en los activos corrientes (como el
inventario).

Un activo tangible, como todos los activos, debe proporcionar beneficios económicos


futuros razonablemente estimables y debe ser el resultado de una transacción previa (por
ejemplo, una compra).

Activo tangible en contabilidad


En contabilidad, los activos tangibles se meten en la cuenta propiedades, planta y equipo.

Los activos tangibles que tengan una vida útil estimada de más de un año, se deberá
realizar el proceso de amortización para repartir el coste del activo entre todos los años de
su vida útil, en lugar de asignar la totalidad del gasto al momento en que ha sido
comprado.

Cargos Diferidos
Activo diferido también conocido como cargo diferido representa el costo y gasto que no se
cargan en el período en el cual se efectúa el desembolso sino que se pospone para
cargarse en períodos futuros de balance, los cuales se beneficiaran con los ingresos
producidos por estos desembolsos; aplicando el principio contable de la asociación
de ingresos y gastos.

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