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Atenea, la sabia lechuza

Diosa de la sabiduría y la acción, Atenea fue la hija pródiga de Metis, encarnación de la


prudencia, y Zeus, hacedor universal. Los expertos en mitología griega consideran que su
extraordinario nacimiento es una metáfora de fenómenos meteorológicos como las nubes, los
rayos y truenos o las tormentas. Urano y Gea auguraron a Zeus que el segundo hijo de su
unión con Metis le destronaría, así que Zeus se tragó a esta, embarazada y todo. La historia
recuerda a la de su padre, Cronos, devorador de su prole, solo que Zeus no pagó tan cara
semejante medida preventiva.

Atenea era una maestra en el arte de la guerra, pero detestaba la violencia

gratuita y mediaba en los conflictos con la voluntad de ponerles fin mediante

la prudencia.
Aquejado por unos dolores de cabeza insoportables, el dios hacía temblar el mundo con sus
gritos. Hermes llamó a Hefesto y le pidió que abriera de un hachazo la cabeza de Zeus,
de la cual surgió, ya adulta y totalmente armada, Atenea. En ese preciso momento el cielo
se desgarró y un estruendo recorrió toda la tierra en un cataclismo que solo se detuvo cuando
Atenea se quitó la armadura.

Negociadora nata

Así pues, Zeus evitó que la profecía se cumpliera, al tiempo que ganó a una fiel aliada que le
ayudó en su batalla contra los gigantes. Atenea era una maestra en el arte de la guerra,
pero, a diferencia de Ares, detestaba la violencia gratuita y mediaba en los conflictos con
la voluntad de ponerles fin mediante la prudencia y la estrategia. Por ello se convirtió en
la hija predilecta de Zeus y en una de las diosas más admiradas por los griegos, que la
asociaban con la victoria y le construían templos en el filo de las acrópolis, cual línea de
defensa contra posibles ataques enemigos. Aunque sensata y justa, la diosa, como todos los
olímpicos, tenía su carácter. Era virgen y se enorgullecía de su castidad –se quitó de encima
al feo Hefesto, que intentó violarla–, pero, como demostró con la guerra de Troya,
también celosa. Cuando la cizañera Discordia lanzó la manzana de oro en el Olimpo con la
leyenda “para la más hermosa”, no dudó en aspirar al título junto con Hera y Afrodita. Paris,
juez del concurso e hijo del rey de Troya, concedió la manzana a Afrodita, y esta le
recompensó, tal como había prometido, con el amor de la mortal más hermosa, la princesa
griega Helena. Paris hizo valer su premio raptándola, lo que desencadenó la guerra de Troya,
y Atenea, despechada, apoyó a los griegos.

Pilar de la civilización

“La de los ojos de lechuza”, como la llamó Homero en la Ilíada, fue una diosa prolífica,
representante de la civilización en su lado más práctico. Además de patrona de Atenas y
fundadora de su asamblea y tribunal supremo, inventó y protegió artes, ciencias y tecnologías,
desde los tejidos a la cerámica, la arquitectura o todo lo relacionado con la agricultura,
actividad que enseñó a los hombres.
Los aportes de Atenas
Los aportes de Atenas se pueden definir en dos partes, la primera es social
empezando por la abolición de la esclavitud, reconociendo sus derechos como civiles,
se reestructuro la sociedad con base a la justicia, solo los atenienses nativos podían
dirigir el gobierno, valoraban el respeto a la vida humana.
 
La otra parte es de ámbito político donde establecieron el poder legislativo que está
integrado al senado de ancianos que preparaban las leyes y tenían el control de la
administración pública. La asamblea popular formada por los ciudadanos que aprobaban
las leyes, elegían a los servidores públicos y controlaban a los funcionarios.

COMIDAS DE SEMANA SANTA


Ensalada en Escabeche

También se conoce como verduras curtidas o en conserva, es elaborado con coliflor, ejote, zanahorias,
cebollas, pimientos y más. También puedes agregarle algunos jalapeños.
Pescado seco envuelto en huevo

Es un platillo muy tradicional de la Semana Mayor, se caracteriza porque envuelven el pescado en huevo,
para luego colocarlo en el recado. Se acompaña de curtido, arroz, chirmol y tamalitos blancos.

Tamalitos de Viaje guatemaltecos

Son elaborados a base de masa de maíz, son envueltos en tusa. Los guatemaltecos los acompañan de los
platillos: Pepián o Revolcado.

Coliflor envuelta en huevo

Es tradicional prepararla en la Cuaresma o Semana Santa, y se acompaña de un chirmol al estilo chapín.


Comidas de los días de los muertos

1. Pan de Muerto
Es el pan característico de esta tradición tan arraigada y estarás de acuerdo conmigo en que
es delicioso tanto que, anticipadamente ya lo encontrarás en las panaderías y puedes elegir
entre los que están bañados de azúcar o ajonjolí según el estado.

También encontrarás recetas para hornearlo tú mismo, le dará un toque muy especial a tu
altar del que verás que no es cualquier pan, sus ingredientes secretos son ralladura de
cáscara de naranja, té de anís y té de azahar (según la región).

2. Calabaza en Tacha
O “dulce de calabaza” como lo conozco ya que mi abuelita (oriunda de Yucatán) lo hacía
delicioso, este es un postre que es tradicionalmente servido en las ofrendas expuesto en
platos de barro; se hace con la calabaza de Castilla que es de gran tamaño y con cáscara
dura, en algunos lugares también se cocina con la calabaza anaranjada conocida como
pumpkin.
3. Dulce de Alfeñique
El alfeñique se prepara desde los tiempos coloniales en gran parte de Latinoamérica pero en
México las casas se llenan de este dulce de colores en el Día de Muertos cuyas figurillas
son principalmente de calaveritas en las que en muchos destinos se las agrega nombres
personales.

Existe el alfeñique duro y blando por lo que su elaboración es algo meramente artístico y
tradicional; se requiere azúcar glass, agua caliente, limón y grenetina para formar una pasta,
las manos mexicanas necesitan moldes para crear figurillas como las calaveritas antes
mencionadas, ataúdes con su difuntito adentro, animalitos, angelitos y frutas de las que luego
aplican la creatividad para pintarlas y decorarlas. En distintos estados les agregan otros
ingredientes como chocolate, almendra, miel y pastas.

4. Tamales
El milenario alimento hecho a base de maíz nos acompaña en muchos momentos y en Día
de Muertos no es la excepción; dulces, salados o con picante sus variedades nos dan muchas
opciones a escoger y por supuesto no pueden faltar en el menú de nuestros seres queridos a
homenajear en estas fechas.

Rellenos de ingredientes típicos como rajas, frijoles, diferentes chiles, pollo, mole verde, por
mencionar algunas y envueltos con hojas vegetales son todo un regalo culinario que a
nuestros difuntos les encantan.

Las corundas y uchepos de Michoacán, los tamales colados de Yucatán y el zacahuil de


Hidalgo son algunos de los muchos tamales famosos que en Día de Muertos se disfrutan
mucho más, así que ya sea que los prepares o los compres ¡que sean muchos los tamales a
compartir!

5. Atole
Y ya que estamos en temas del maíz del que bien se dice “somos gente de maíz y el maíz es
de la gente” este magnífico cereal es de los que más se produce en todo el mundo superando
al arroz y al trigo, lo consumimos en tamales o tortillas pero una vez que logra una cocción
con agua nos encontramos con una bebida prehispánica insuperable, sí, el atole.

Delicioso y preparado de diferentes formas en cada región del país, comúnmente sabemos
que cuando se logra la consistencia viscosa del atole es servido lo más caliente posible pero
¿qué tal endulzarlo con piloncillo, canela, miel o solo azúcar? Sabroso y por supuesto que es
una de las bebidas tradicionales del Día de Muertos, además de ser muy querida por los
mexicanos.
6. Mole
El mole es la salsa cocinada con pollo, pavo o carne de res y es como el platillo fuerte del
manjar, en este listado representa al guisado típico que más le gustaban a nuestros difuntos
y por mucho el mole es el más expuesto en las ofrendas aunque varía de hogar en hogar,
quizá prefieran servir pozole, pipián rojo o algún caldo típico del lugar.

¡Pero que te puedo contar de esta exquisitez! Oaxaca y Puebla pueden expresarnos
demasiado pero en la forma más tradicional sabemos que esta salsa se prepara con cacao,
diferentes tipos de chiles (mulato, pasilla, anchos, chipotle) almendras, pasas, perejil y muchas
otras especias y que al cocinarse se acompaña con ajojolí como el toque final.

Mole verde, negro, mole de olla, enchiladas de mole poblano ¡Qué delicias! El mole es un
deleite pero en Oaxaca es muy difícil no encontrarnos con el mole amarillo en Día de
Muertos que está hecho con chiles costeños o amarillos, tomate, ejotes, chayotes, papas y
demás especias.

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