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UNIDAD DIDÁCTICA 1:
1. INTRODUCCIÓN
3. VARIABLES COGNITIVAS
3.2. LA INTELIGENCIA
3.2.2. HERENCIA
HERENCIA O AMBIENTE
3.2.3.
3.2.3. ¿ES
¿ES POSIBLE MEJORAR LA INTELIGENCIA?
4. CONCLUSIONES
1. INTRODUCCIÓN
Durante mucho tiempo, los psicólogos y orientadores, así como los maestros y
profesores, explicaban la eficacia de los aprendizajes de los alumnos fundamentalmente
en función de sus aptitudes intelectuales. Es cierto que las capacidades intelectuales son
un factor muy importante del aprendizaje, y, tal vez, también es cierto que las personas
son capaces de realizar aprendizajes tanto más complejos y de responder más o menos
adecuadamente a las situaciones problemáticas que la vida les plantea,
plantea, según sea su
nivel intelectual. Por lo tanto, la falta de eficacia en el aprendizaje puede tener su
explicación en que las aptitudes o capacidades intelectuales del alumno no alcanzan un
nivel suficiente como para permitirles responder adecuadamente a las exigencias
escolares. Sin embargo, aún siendo la inteligencia un factor importante del aprendizaje,
desde hace ya algunos años se ha ido afianzando la idea de que la capacidad intelectual
es sólo un factor, entre otros muchos. Dicho de otra manera, el hecho de que un
estudiante consiga aprender con eficacia no depende sólo de sus capacidades
intelectuales. Depende de ellas, por supuesto, pero también depende de otras muchas
variables que el profesor debe conocer y ponderar si quiere conseguir que sus alumnos
progresen eficazmente en sus aprendizajes académicos. Pues bien, el objetivo que nos
proponemos a partir de esta unidad didáctica es ocuparnos de las principales variables
del aprendizaje y de variables cognitivas que también intervienen en todo proceso
proceso de
enseñanza-
enseñanza-aprendizaje.
Y si queremos ser más precisos y nos preguntamos cuáles son las principales
variables que se incluyen dentro de cada una de esas categorías, una respuesta reflexiva
nos llevará a mencionar en primer lugar, dentro del primer grupo, las variables
cognitivas del sujeto que aprende, entre las que la capacidad intelectual,
intelectual, ya
mencionada, ocupará un lugar destacado. Y si continuamos con nuestra reflexión y nos
preguntamos qué otras variables del sujeto que aprende, además de las cognitivas,
influyen en la eficacia del aprendizaje, sin duda llegáremos a fijar nuestra atención en
las variables motivacionales. Todas las explicaciones psicológicas de la actividad
humana destacan la importancia de la motivación. Cualquiera que sea la actividad en
la que nos fijemos, se asume que las variables motivacionales desempeñan un papel papel
fundamental en su ejecución.
• cognitivas:
o conocimientos previos
o inteligencia
o estilo cognitivo
• motivacionales:
o motivos
o intereses y actitudes
o expectativas
o autoconcepto
Variables relativas al
al contenido que se aprende:
• explicitación de objetivos
• metodológicas:
o relativas al profesor
planificación de la enseñanza
estrategias de aprendizaje
• contextuales:
o interacción profesor-
profesor-alumno
Es posible
posible que el gráfico que se expone en la siguiente página resulte más aclarador.
3. VARIABLES COGNITIVAS
Sin duda, los factores cognitivos del sujeto que aprende son variables principales
del aprendizaje. Tres de ellas son especialmente relevantes: los conocimientos
conocimientos previos, la
inteligencia y el estilo cognitivo.
Los maestros y profesores siempre han sabido que para que sus enseñanzas fueran
eficaces era necesario en el alumno poseyera previamente unos conocimientos básicos. La
comprensión y asimilación de un tema en particular exigen que el alumno tenga ya
unos conocimientos con los que el nuevo contenido pueda relacionarse y afianzarse. De
no ser así,
así, no habrá aprendizaje significativo, habrá, a lo sumo, aprendizaje memorístico
o repetitivo. Esos conocimientos previos, que Ausubel denomina estructura cognitiva,
constituyen un factor principal del aprendizaje, ya que, como dice él, todo nuevo
aprendizaje
aprendizaje se realiza siempre en relación con los conceptos previos que posee el alumno.
Hemos visto también que la calidad de la estructura cognitiva depende de su contenido
sustancial y de su organización: cuando es clara, estable y organizada, se producen
aprendizajes
aprendizajes precisos y significativos; por el contrario, si es inestable, ambigua y
desorganizada, no permite el aprendizaje significativo y sólo cabe el aprendizaje
repetitivo o memorístico. Y, al mismo tiempo, toda nueva incorporación de contenidos
nuevos en la estructura cognitiva favorece, cada vez más, los aprendizajes ulteriores,
puesto que, cuanto más se conoce de un tema, mayor será la capacidad de
discriminación que se tenga para afrontar nuevas tareas. Es importante, pues, que el
profesor, cuando planifica
planifica el currículo escolar, y, más concretamente, cuando prepara un
tema o una lección para el día siguiente, tenga en cuenta los conocimientos que ya
saben sus alumnos sobre ese tema, pues serán, muy posiblemente, la variable principal
de que sus enseñanzas
enseñanzas sean eficaces. Para Ausubel no hay duda: de todos los factores
que influyen en el aprendizaje, dice, el más importante consiste en lo que el alumno ya
sabe; averígüese esto y enséñese en consecuencia.
En el mismo sentido se pronuncian Gagné y Briggs quienes quienes señalan que todo
acto de aprendizaje requiere unos factores internos, aprendidos previamente,
indispensables para que el aprendizaje se produzca. Por un lado, todo estudiante que se
enfrenta con el aprendizaje de un determinado tema debe poseer, pre previamente,
viamente, unos
determinados conocimientos para que ese aprendizaje pueda tener lugar, y, por otro lado,
debe disponer de ciertas habilidades intelectuales (formas de hacer las cosas) que le
permitan, por ejemplo, ante un determinado tema de matemáticas, sustituir
sustituir símbolos por
valores específicos en lugares adecuados, resolver ecuaciones, etc. Estos factores internos
necesarios para iniciar un nuevo aprendizaje dependen, fundamentalmente, de los
aprendizajes previos.
Si los conocimientos previos, los esquemas, que tiene el alumno sobre el tema que
va a aprender son escasos o los tiene mal organizados, tendrá dificultad para integrar
las proposiciones que reciba en esquemas conocidos, lo que le impedirá hacer las
inferencias necesarias para conseguir
conseguir una representación coherente del nuevo contenido.
3.2. LA INTELIGENCIA
Nadie ha sido capaz, hasta ahora, de dar una definición satisfactoria para todos
del concepto de inteligencia. Ha sido más fácil para los psicólogos ponerse de acuerdo
sobre las habilidades que forman la inteligencia, que sobre su definición. Nosotros
mismos conceptuamos a los alumnos, muy a menudo, como más o menos inteligentes.
Pero, ¿sabemos en realidad lo que es la inteligencia?
inteligencia? ¿Tenemos bien claro cuál es la
prueba que no hace pensar que un alumno es más inteligente que otro? otro? A menudo oímos
expresiones como las siguientes: “Comprende bien los contenidos de su nivel”, “es rápido
y eficiente en su trabajo escolar”, “es brillante en su expresión”. Estas y otras expresiones
semejantes solemos emplear para discernir el alumno inteligente del que lo es menos.
Que duda cabe que todas estas habilidades
habilidades son patrimonio del ser inteligente. Y por
tanto nos sirven para poder establecer ciertas diferencias entre unos alumnos y otros. En
este caso, lo que hacemos al aplicar estas características, es definir la inteligencia como
una variedad de habilidades
habilidades mentales, más que reducirla a una sola capacidad.
- Comprensión verbal.
- Fluidez verbal.
- Razonamiento abstracto.
- Razonamiento numérico.
- Razonamiento espacial.
Todos los aspectos de la psicología de los individuos han sido objeto de atención en
orden a averiguar si su configuración y desarrollo vienen determinados por la herencia o
por el ambiente. Pero quizá es en la inteligencia, más que en ningún otro, otro, sobre todo a
partir del momento en que las pruebas de inteligencia empezaron a utilizarse
extensamente, donde la polémica ha sido más fuerte. Como sabemos, hay quienes
defienden que la inteligencia es innata y también quienes defienden que es adquirida
como resultado de la experiencia y de la educación.
Las distintas posiciones con relación a este problema pueden ser resumidas en tres
hipótesis: la hereditarista, la ambientalista y la interaccionista.
interaccionista. La primera,
primera, que ha sido
cronológicamente la primera dentro de la psicología próxima a nosotros, surgió,
fundamentalmente, a partir de Galton.
Galton. En su famosa obra, Hereditary Genius, expuso
que algunas clases de “prominencia” dominaban en algunas familias. En un estudio
genealógico llevado a cabo con unas 300 familias relevantes con objeto de averiguar si la
prominencia era una característica propia de un tronco familiar encontró, dentro de esas
familias, cerca de mil personas que habían destacado en distintos campos -abogados,
jueces, políticos, militares, sabios
sabios y teólogos-
teólogos- y, tras el estudio de la relación de
parentesco entre sus miembros, concluyó que la inteligencia viene determinada por la
dotación genética con la que nace el individuo. Termán (1916) también encontró que la
inteligencia viene determinada casi exclusivamente por los factores hereditarios.
Esta es una cuestión en la que merece la pena detenerse para ver las implicaciones
implicaciones
que pueden derivarse de la respuesta que se asuma. Por una parte, están aquellos
psicólogos que conciben la inteligencia como una capacidad innata, como una dotación
genética fruto de la herencia, y por tanto cierran toda posibilidad de que pueda ser
aumentada
aumentada con métodos y ejercicios apropiados. Por otra parte, y desde mediados del
siglo pasado, se ha hecho común un mismo sentir general en contra de estas tesis.
Muchos han sido los esfuerzos por experimentar una mejora de la inteligencia a base de
un entrenamiento
entrenamiento adecuado desde la más temprana edad. La corriente cognitivista
actual viene impulsando una manera muy distinta de ver las cosas. Sus intentos por
llegar al conocimiento de los procesos superiores de pensamiento lleva implícito un gran
optimismo acerca de la posibilidad de mejorar la inteligencia, y no regatea esfuerzos en
buscar posibles modos de hacerlo.
• Todos comparten
comparten la idea de que la inteligencia puede mejorarse a través del
entrenamiento.
• Conceden una gran importancia a la habilidad del profesor para dirigir al grupo
en este proceso de enseñar a pensar.
Por otra parte hay que señalar que el problema de la modificabilidad cognitiva,
puede plantearse dentro de mismo marco que antes
antes hemos esbozado sobre la controversia
herencia-
herencia-medio. Para los hereditaristas, que mantienen que la inteligencia viene
determinada por la dotación genética, las posibilidades de modificación o de mejora de la
misma serían muy escasas, si no nulas. Según esta concepción, se supone que el
individuo nace con un determinado nivel de inteligencia, constante a lo largo de su
vida. La educación se limita y colabora a mantener las capacidades ya existentes. En
esta línea están los trabajos de los primeros psicólogos
psicólogos diferencialistas. Para ellos la
Durante muchos años, la teoría más conocida y, sin duda, la más influyente ha
sido la del psicólogo suizo Jean Piaget. Desde 1926 en que publicó su primer libro “El
lenguaje y el pensamiento del niño pequeño”, hasta su muerte en 1980, intentó
explicarnos en más de cuarenta libros y un sin fin de artículos, su teoría sobre el
sidoo decisiva entre
desarrollo cognitivo del niño. Su influencia en el campo educativo ha sid
los años 1950 y 1970, ya que los países desarrollados buscaron en Piaget su
fundamento y su fuente en educación. Las ideas piagetianas de cómo aprenden los
niños y desarrollan sus esquemas cognitivos fundamentaron las reformas educativas
de estos países, incluyendo el nuestro.
1. Período sensorio-
sensorio-motor.
2. Período preoperacional.
Es la etapa
etapa que va de 2 a 7 años, y que otros llaman la 2ª infancia. En ella la
inteligencia se va “preparando” para las operaciones cognitivas más elaboradas. Es la
antesala de las funciones lógico-
lógico-formales que caracterizan al intelecto. A pesar del gran
desarrollo que adquiere el lenguaje, y el mayor dominio de la función simbólica que esto
perceptivo--motor que tiene
requiere, y que a la vez le va distanciando del conocimiento perceptivo
de las cosas, su lógica no pasa de ser subjetiva, intuitiva y animista.
3. Período operacional.
operacional.
Esta etapa la situó, en un principio entre los 7 y los 16 años, pero después hizo
una ulterior división en dos subestadios:
valoración,
valoración, hasta que unas pruebas psicológicas lo corroboran. Por eso, no estaría de más
hacernos estas preguntas:
A partir de las escalas de Binet se han elaborado otras muchas, entre las que
destacan, en la actualidad, las de Wechsler,
Wechsler, de las que en seguida señalaremos algunas
de sus características. Pero antes, para seguir un orden cronológico, diremos que en
colectivos
1917 aparece un nuevo tipo de prueba, los tests colectiv os de inteligencia (las pruebas de
Binet eran de aplicación individual). Los EEUU de América, cuando se involucran en la
Primera Guerra Mundial, tienen necesidad de unas pruebas que pudieran ser aplicadas
colectivamente y que permitieran clasificar rápidamente
rápidamente a los individuos según sus
capacidades, con objeto de reclutar un ejército. Un grupo de psicólogos de la American
Psychological Association, presidido por Yerkes, ideó unas pruebas impresas, tanto
verbales como no verbales (test
(test “Alfa” y test “Beta”,
“Beta”, respectivamente), para uso militar. A
partir de este modelo, se inicia el desarrollo de las pruebas colectivas, que pueden ser
aplicadas a un grupo de sujetos. A la vez, y que tanto arraigo y aplicación tendrán en
los ambientes educativos.
En la actualidad,
actualidad, las Escalas de Inteligencia más importantes son, tal vez, las de
Kaufman y las de Wechsler, y de las que existen adaptaciones españolas realizadas por
T.E.A. Las escalas de Wechsler, las más conocidas,
conocidas, son
son un conjunto de tres escalas para
tres grupos distintos de edades: de 4 a 6 años, de 6 a 16, y de 16 en adelante. Al igual
que las escalas de Binet, deben ser aplicadas de manera individual. La primera escala
ideada por Wechsler apareció en 1939, con el nombre
nombre de Wechsler-
Wechsler-Bellevue, y estaba
destinada a adultos. En 1955 la revisa y la pasa a denominar Wechsler Adult
Intelligence Scale (WAIS);y posteriormente, tras una nueva revisión en 1981, la
denomina WAIS-
WAIS-R (la R significa revisada). En 1949 aparece la primera
primera versión de la
escala para niños, la Wechsler Scale Intelligence for Children (WISC), y más tarde, en
desti--nada a
1963, la “Wechsler Preschool and Primary Scale of Intelligence” (WPPSI), desti
niños de 4 a 6 años. La Escala WISC sufre luego dos revisiones:
revisiones: primero en 1974, y
entonces se denomina WISC-
WISC-R, y después en 1992, pasando entonces a denominarse
WISC-
WISC-III.
a. información o conocimientos,
b. comprensión verbal,
c. razonamiento numérico,
d. amplitud de vocabulario,
Las pruebas
pruebas prácticas consisten en identificar la parte que falta en una figura,
construir rompecabezas, copiar símbolos con rapidez, ordenar figuras para formar una
historia y realizar otras tareas que no exigen respuesta verbal. Concretamente, constan
de pruebas
pruebas para medir las siguientes cinco aptitudes:
1) reconocimiento visual,
2) rapidez de procesamiento,
3) comprensión de situaciones,
La intención del
del autor de dividir las pruebas en verbales y manipulativas o
prácticas no la consigue plenamente, pues las habilidades verbales son también
necesarias en las pruebas no verbales para entender las instrucciones y para realizar los
ejercicios de una manera correcta.
correcta.
Terman, al mismo tiempo, nos ofreció unos rangos para su valoración obtenidos a
partir de la distribución de los cocientes de inteligencia dentro de la curva normal de
frecuencias (ver Cuadro
Cuadro 7.6). Y es precisamente esta distribución dentro de la curva
normal de frecuencias el método que, posteriormente, será utilizado para calcular el C.I.,
de tal manera que, en realidad, ha dejado de ser un cociente para convertirse en una
puntuación estandarizada,
estandarizada, con una media fija (C.I. = 100) y una desviación estándar
(SD) de 15 ó 16 puntos. De este modo, un sujeto que obtiene un C.I. de 115, por ejemplo,
significa que es más inteligente que el 84 por ciento de la población, ya que entre la
media (50 por ciento) y una desviación estándar se sitúa el 34 por ciento de los sujetos.
habitual siempre que se habla de la inteligencia. Sin embargo, el concepto de C.I., desde
los primeros momentos y, más aún, en los últimos años, ha sido objeto de numerosas
críticas. Las palabras pronunciadas por René Zazzo en 1969 siguen teniendo plena
actualidad, quien nos dice que pocas nociones ha habido en psicología tan vilipendiadas
vilipendiadas
como la de C.I. debido a dos motivos principales: una mala comprensión del concepto de
desarrollo y una tendencia a atribuir a las cifras del C.I. un valor, absoluto. Y,
concretamente, el C.I. sólo debe ser entendido como índice del nivel de desarrollo
desarrollo de la
inteligencia, al que se llega a partir de unas pruebas o tests. Por otra parte, debemos
tener también presente que su variabilidad es un hecho y que en la puntuación que
obtiene o que puede llegar a obtener un individuo influyen de una manera muy
muy decisiva
los factores hereditarios y los educativos.
educativos. Estos últimos tendrán tanto mayor peso en la
medida de que sus acciones comiencen en una edad temprana, sean duraderas y sean
secundadas por la familia.
4. CONCLUSIONES
En primer lugar,
lugar, que los conocimientos previos son una variable fundamental
del aprendizaje, toda vez que, desde una perspectiva constructivista,
constructivista, éste se concibe,
como un proceso de construcción del conocimiento que se realiza mediante la
vinculación de los conocimientos nuevos que se aprenden con los conocimientos previos
que posee el estudiante, lo que, como hemos visto, lleva a Ausubel a afirmar que la
variable principal en el aprendizaje del alumno es lo que éste ya sabe. Esos
conocimientos previos, que para Ausubel constituyen la estructura cognitiva, o que,
dentro de las teorías actuales sobre la representación y organización del conocimiento,
conocimiento,
reciben el nombre de esquemas, son un requisito necesario para que los nuevos
contenidos puedan ser asimilados e interpretados significativamente.
Consecuentemente, el profesor, a la hora de planificar el currículo de la enseñanza, en
general, y a la hora de enseñar un nuevo contenido, en particular, debe tener en siempre
en cuenta que, de acuerdo con Ausubel, el factor más importante que influye en el
aprendizaje es lo que el alumno ya conoce.
En segundo Lugar
Lugar,
ugar, prosiguiendo con las variables cognitivas
cognitivas del alumno que
influyen en el aprendizaje, la inteligencia general y las aptitudes intelectuales
constituyen otra variable de especial importancia. Hablar de inteligencia, según hemos
visto, encierra dificultades y problemas debido a los puntos de vvista
ista deferentes que se
han mantenido y que perduran respecto a aspectos importantes de ellas. Por un lado
hemos visto las concepciones psicométricas que tuvieron su origen en la concepción de
que la inteligencia está compuesta por un conjunto de aptitudes, relativamente estables
y permanentes, que podían ser identificadas y medidas mediante pruebas, lo que dio
origen al desarrollo de los tests de inteligencia. La psicología cognitiva no va a
desentenderse de conocer la estructura de la inteligencia ni va a dejar de estar interesada
en su medida, pero su preocupación va a estar más centrada en conocer cómo funciona
que en obtener unas puntuaciones con las que poder establecer unas diferencias
individuales. Y, lo que es más importante, va a estar interesada en cómo se puede
intervenir en ese proceso para obtener el rendimiento óptimo de cada sujeto.
Y, en tercer lugar,
lugar, que ambos enfoques, el psicométrico y el del procesamiento de
la información no deben ser considerados incompatibles, sino complementarios. Pues,Pues,
aunque pueda afirmarse que más importante que conocer su estructura y medida es
conocer el proceso y los mecanismos que permiten al alumno el procesamiento de la
información, no por eso podemos olvidarnos de las contribuciones psicométricas, sobre
todos en los ambientes escolares, toda vez que constituyen una ayuda indiscutible para
conocer al alumno y, consecuentemente, planificar sus aprendizajes del modo que mejor
le convienen. Aunque las pruebas de inteligencia y el mismo concepto de C.I. hayan sido
UNIVERSIDAD POPULAR FELIPE TRIGO
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CURSO DE ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS PARA LA MEJORA DE LAS
CAPACIDADES EN LAS DIFERENTES ETAPAS EDUCATIVAS
discutidos y rebatidos por algunos, sin embargo los psicólogos educativos, los
orientadores, los maestros y profesores no pueden olvidar algo que nadie puede negar:
que hay correlación entre las aptitudes y el aprendizaje escolar, es decir, que las
puntuaciones
puntuaciones de los tests son un predictor valioso del rendimiento escolar, aunque en
éste, influyan además otros
otros muchos factores.