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NEUROPSIQUIS EN LA ALTURA

Diferentes autores plantean que se establecen alteraciones en los procesos psíquicos


determinadas en lo fundamental, por el exceso de excitabilidad del sistema nervioso central y en
relación con la sobrecarga que tienen el respiratorio y el cardiovascular.

Se señala que en los primeros días en la altura puede presentarse euforia, cefalalgia, mareos,
insomnio, y otros trastornos psíquicos. También se reporta aumento de algunas modalidades
sensoriales tales como la gustativa y la táctil. El reflejo pupilar a la luz, se hace más inmediato por
una mayor sensibilidad de los conos retínicos; la sensibilidad de los bastoncillos aumenta a partir
de los 2000 metros.

Se puede observar una disminución de los tiempos reflejos, así como una respuesta motora
aumentada ante los estímulos periféricos. Barcroft (7), ha llegado a la conclusión de que no se
modifica tanto la capacidad cualitativa de un determinado trabajo, como el tiempo de ejecución
del mismo. Además, refiere que disminuye la velocidad del proceso intelectual lineal, pero no se
altera su exactitud. En general se señala una disminución de los umbrales excitatorios con una
mayor velocidad en la respuesta motora (70).

Otra parte del problema son las influencias del medio sobre la psicología del hombre vista a través
de las condiciones internas del sujeto, o sea en el caso del atleta, de su estado de preparación y
nivel de calidad deportiva.

El ruso Suslov (8,9), planteó que los especialistas de su país han encontrado influencias en uno u
otro sentido en variables como: la coordinación de los movimientos, su precisión y velocidad, así
como en el sentido del tiempo y de algunas percepciones especializadas.

En los primeros días en la altura y hasta su adaptación, aparecen trastornos en la coordinación de


los movimientos y en la rapidez de estos, sobre todo en atletas sin experiencia previa en la altitud
(71). La pronunciada afectación de la coordinación en los primeros días de adaptación, se explica
dado que entre sus componentes están comprendidos el control del equilibrio, el tiempo de
reacción y la capacidad integradora del sistema nervioso central, los cuales se ven afectados en la
altura. Cuando ocurre la adaptación del atleta, estos parámetros psicofisiológicos se estabilizan y
mejoran.

Entre los efectos psíquicos de la altura están las valoraciones subjetivas que se forma el atleta
antes de llegar a ella sobre todo cuando no tiene experiencia anterior. Algunas de las
manifestaciones psicológicas de los atletas en la altura se deben a la sugestión y los prejuicios que
estos tienen y que en alguna medida afectan su más rápida adaptación.

En la altura la disposición para las tareas del entrenamiento se ve afectada negativamente


durante los primeros días (3-5), dependiendo del nivel de preparación que tenga el deportista.
Pasados estos días aparecen una euforia que deja ver un estado anímico positivo y grandes deseos
de entrenar. Este es un fenómeno muy individual dependiendo de las características de la
personalidad. Cuando el atleta tiene más experiencia en estancias en la altura estos síntomas no
se expresan tanto (71).

Con relación a las reacciones emocionales puede manifestarse, en los primeros días, cierto
malhumor e irritación, tristeza, decaimiento y susceptibilidad. Estas reacciones desaparecen, sin
mayores connotaciones, pero pueden ser más o menos intensas con relación a la forma en que se
organice el trabajo y las relaciones humanas, así como al tratamiento psicopedagógico que se les
brinde en cada caso (72).

Algunas percepciones como la estimación del tiempo, de las distancias y otras de tipo
propioceptivas sufren alteraciones en dependencia de la adaptación del deportista a las
condiciones de altura, lo que se recupera con este proceso.

Algo que se ha estudiado sin ser una percepción especializada y que está presente en todos los
procesos psíquicos son los fenómenos de la atención. En la altura la concentración de la atención
se altera en los primeros días, produciendo cierta distracción el sujeto que lo lleva a cometer
errores de tipo técnico-tácticos en ocasiones, pero esto va mejorando con la adaptación, la
concentración se agudiza y el volumen de la atención aumenta después de los 9 días de estancia
(71,72).

Se coincide en general, en que las condiciones de altura ayudan al desarrollo de las cualidades
volitivas, ya que el atleta tiene que imponerse a condiciones adversas y duras, sobre todo en el
período de adaptación donde debe vencer las sensaciones negativas de sus efectos y el cansancio
inicial que produce al entrenar, lo cual tiene una importancia fundamental.

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