Cuando piensas en un "líder perfecto" ¿Qué te viene a la mente?

Puedes imaginarte a un
jefe que nunca deja que su temperamento se salga de control sin importar los problemas
que esté enfrentando, que escuche a su equipo, sea fácil hablar con él y siempre tome
decisiones informadas. Estas son algunas habilidades para el manejo de emociones con las
que puedes convertirte en un buen líder. El manejo de emociones es la capacidad de
comprender y gestionar tus propias emociones y sentimientos, así también las de las
personas que te rodean. Las personas con un alto grado de inteligencia emocional saben
lo que sienten, lo que significan sus emociones y cómo estas pueden afectar a otras
personas. Emocionalmente inteligente es tener la capacidad de registrar las emociones
propias. Solo a partir de registrar las emociones propias puedes registrar las emociones
ajenas, otorgándoles el valor que tienen como fuente de información. Y es que, el manejo
de emociones influyen fuertemente en la toma de decisiones, la creatividad y las
relaciones interpersonales. Sin embargo, muchos líderes desconocen su influencia e
impacto en el liderazgo, la cultura organizacional y el desempeño.
De hecho, cuanto más intentamos manejar nuestras emociones, más control tienen sobre
nuestros pensamientos y comportamientos, lo que no nos permite actuar desde un nivel
superior de conciencia y liderazgo. Por ello, es tan importante el manejo de emociones en
las interacciones humanas para equilibrar, gestionar y alinear con quiénes somos y cómo
queremos ser. 
Para los líderes, un buen manejo de emociones es fundamental para el éxito. Después de
todo, ¿Quién tiene más probabilidades de tener éxito: un líder que le grita a su equipo
cuando está bajo estrés, o un líder que mantiene el control y evalúa la situación con
calma? Para ser más claros. Llevar emociones al liderazgo NO es lo mismo que ser
emocional. Ser "emocional" describe a alguien que es "sensible" o reacciona a las
situaciones de una manera asertiva, a pesar de las circunstancias u obstáculos en el
entorno. Un líder con un manejo adecuado de las emociones es capaz de procesarlas y
utilizar la poderosa información que contienen como una forma de mejorar su capacidad
para mirar el mundo, actuar en él y lograr los resultados por los que se esfuerza. Si ignoras
tus emociones y las de otras personas y el poder que tienen, entonces no podrás lidiar con
el mínimo problema que surja en tu vida laboral. A pesar de ello, cada vez más, los líderes
son conscientes del poder que tiene el manejo de emociones. Saben aprovecharlo y lo
hacen funcionar para una mejor comunicación asertiva con su equipo de trabajo. Para un
manejo adecuado de emociones debes ser capaz de actuar como observador de tu propia
experiencia emocional sin asignar ningún juicio a lo que estás sintiendo. Esto te ayuda a
equilibrar y manejar tus emociones de una mejor manera. No es necesario rechazar
instantáneamente sentimientos o emociones solo porque son desagradables. Si te
mantienes con una posición objetiva puedes convertir lo que se siente incómodo en algo
productivo.