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DIRECCIÓN Y GESTIÓN EMPRESARIAL

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL LIDERAZGO

PROFESORA: YAIRA DE SEDAS

INTEGRANTES
ADRIAN GÓMEZ 8-878-1980
KAREN POUSA 8-809-39
KARYN CEDENO 8-857-1820

FECHA DE ENTREGA: 16 DE FEBRERO DE 2023


INTRODUCCIÓN

Esta investigación está dirigida a resolver la pregunta del por qué la


inteligencia emocional es requerida en el liderazgo. Cada vez se vuelve más
indispensable en las organizaciones. Una de las dimensiones más importantes de
esta, es la empatía.

Es esencial manejar y canalizar nuestras emociones (impulsos) para resolver


cualquier conflicto. La Inteligencia emocional nos permitirá conocernos a nosotros
mismos y poder trabajar con distintos tipos de personas. Para ser que las
personas se sientan entendidas, motivadas e influenciadas de manera positiva, el
líder debe poseer inteligencia racional; sin embargo, la emocional también. Si una
falta, no se es un líder completo.

Se dice que el 20% lo ocupa el racional y el 80% el emocional. Se pude tener


todos los conocimientos de un área; sin embargo, sino se pueden manejar las
emociones, esto conllevará a la pérdida del manejo de las situaciones.

Las personas que trabajan diariamente en esta habilidad, se les hará sumamente
fácil poder llegar a una solución.
La inteligencia emocional en el liderazgo.

Los líderes que tienen inteligencia


emocional son aquellos que parece
que nunca pierden el control, que
dominan la situación y que pueden
gestionar las emociones desde la
calma. Han sabido conocerse y
escuchar, y evidentemente una de
las claves es la comunicación.

No se dejan llevar por sus


personales inquietudes, miedos o
situaciones para tomar decisiones.
Analizan y confían en sí mismos. Independientemente del resultado de la decisión,
saben gestionar las posibles consecuencias, pero han sabido valorarlas
previamente. Es clave la inteligencia emocional en el papel del liderazgo en una
organización.

De todas maneras, es importante detenernos a entender bien el concepto de


inteligencia emocional, para fijarnos en cómo de importante es no sólo en el líder.
Todas las personas de la empresa deben entender que cuanto mejor se lideren a sí
mismas, mejores relaciones tendrán dentro de la organización. De lo de auto
liderarse lo hablamos otro día, pero ahora es importante entender que la inteligencia
emocional es esencial para relacionarnos.

Ten en cuenta que el liderazgo requiere dialogar, comunicar, transmitir, escuchar y


gestionar un equipo de personas que dependen de ti. El líder guía, inspira y en cierta
forma enseña, por lo que, si tú tienes inteligencia emocional, te va a ser más fácil
llegar a las personas. Las implicaciones de tener esa competencia o no, pueden ser
realmente relevantes.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional (IE) es la capacidad de entender y manejar tus propias
emociones y las de las personas que te rodean. Las personas con un alto grado de
inteligencia emocional saben lo que sienten, lo que significan sus emociones y cómo
estas emociones pueden afectar a otras personas.
La inteligencia emocional en el
liderazgo es esencial para conseguir
el éxito. Después de todo, ¿quién es
más probable que tenga éxito, un
líder que grita a su equipo cuando
está bajo estrés, o un líder que
controla y evalúa con calma la
situación?
Según Daniel Goleman, psicólogo
estadounidense que ayudó a
popularizar la IE, hay cinco
elementos principales de la
inteligencia emocional en el liderazgo:

1) Conciencia de sí mismo.
Si eres consciente de ti mismo y siempre sabes cómo te sientes, sabrás cómo tus
emociones y tus acciones pueden afectar a las personas que te rodean. Ser
consciente de uno mismo cuando se está en una posición de liderazgo también
significa tener una imagen clara de tus fortalezas y debilidades, y significa
comportarse con humildad.

¿Cómo mejorar la conciencia de uno mismo?

Manteniendo un diario que ayuda a mejorar la autoconciencia. Si empleas


unos pocos minutos cada día para escribir tus pensamientos tendrás a un
mayor grado de conciencia de ti mismo.

Reduciendo la velocidad en momentos de ira u otras emociones fuertes para


examinar por qué. No importa la situación, siempre se puede elegir cómo
reaccionar ante ella.
2) Autorregulación.

Los líderes que se autorregulan de forma eficaz no atacan verbalmente a otros, ni


toman decisiones apresuradas o emocionales. Tampoco consideran a las personas
como estereotipos ni comprometan sus valores.
La autorregulación es lo que ayuda a mantener el control. Este elemento de la
inteligencia emocional, según Goleman, cubre también la flexibilidad y el
compromiso de un líder con la responsabilidad personal.

¿Cómo se puede mejorar la capacidad para autorregularse?


Conoce tus valores dedicando algún tiempo a examinar tu “código ético”. Si
sabes lo que es más importante para ti no tendrás que pensar dos veces
cómo enfrentarte a una decisión moral.
Hazte responsable sin culpar a los demás cuando algo te salga mal. Admite
tus errores y haz frente a las consecuencias, cualesquiera que sean.
Practica con calma situaciones difíciles para saber reaccionar cuando tengas
la oportunidad y para administrar tus emociones adecuadamente.

3) Motivación.
Los líderes motivados trabajan de forma constante hacia sus objetivos y tienen
estándares muy altos para la calidad de su trabajo.

¿Cómo puede mejorar su motivación?


Examina por qué haces lo que haces. Es fácil olvidar lo que realmente te
gusta o el motivo que te empuja a hacer las cosas. Por lo tanto, toma algún
tiempo para recordar por qué quieres hacer las cosas. Revisa y actualiza tus
objetivos.
Conoce tu postura y por qué estás tan motivado.
Sé optimista y busca lo bueno, independientemente de los problemas. La
adopción de esta forma de pensar puede llevar práctica, pero merece la pena
el esfuerzo. Cada vez que te enfrentas a un reto, o incluso un fallo, trata de
encontrar al menos una cosa buena acerca de la situación.
4) Empatía.

Para los líderes, tener empatía es fundamental para la gestión de un equipo y la


organización exitosa. Los líderes con empatía tienen la capacidad de ponerse en la
situación de otra persona. Ayudan a que las personas de su grupo o equipo se
desarrollen, desafían a otros que están actuando injustamente, dan una
retroalimentación constructiva y escuchan a los que lo necesitan.

¿Cómo puede mejorar la empatía?

Ponte en el lugar de otra persona para ver su punto de vista.

Presta atención al lenguaje corporal a través el cual el otro dice, de forma


inconsciente, cómo se siente.

Responde a los sentimientos del otro y abórdalos hablando con el otro sobre
ello para que este se sienta comprendido y se muestre más receptivo y
dialogante.

5) Habilidades sociales.
Los líderes que dominan las habilidades sociales de la inteligencia emocional son
grandes comunicadores. Son igual de abiertos a escuchar malas noticias como
buenas noticias. Son, además, expertos en conseguir apoyar a los suyos y que se
sientan con una nueva misión o proyecto.
Los líderes que tienen buenas habilidades sociales también son buenos en la
gestión del cambio y en la resolución de conflictos.

¿Cómo se pueden desarrollar las habilidades sociales?

Aprende a resolver conflictos.


Mejora las habilidades de comunicación.
Aprende a reconocer lo positivo que hacen otras personas.
¿Cómo se traduce a nivel laboral un buen liderazgo?

Goleman también abordó ciertos factores a través de los cuales podemos hacernos
una idea sobre si existe un buen liderazgo dentro de una empresa:

Libertad. El sentimiento o percepción de libertad que tienen los trabajadores


para aportar ideas e innovar. Si el trabajador se siente escuchado se sentirá
valorado. Si se siente escuchado y valorado, es una señal de que se está
ante un buen líder.

Responsabilidad. El grado de responsabilidad que siente un trabajador en


su puesto de trabajo. Si se trata de un bien líder, hará que todos se sientan
responsables y valiosos en sus puestos de trabajo.

Calidad de trabajo. El nivel de la calidad del trabajo que llevan a cabo los
trabajadores es también un indicador sobre la calidad del líder.

Compensaciones. Si normalmente reciben compensaciones por el


rendimiento y/o cómo se perciben esas recompensas. ¿Sienten los
trabajadores que se valora su trabajo? ¿Sienten que está recompensado?

La compañía. Nivel de claridad sobre la misión y los valores de la compañía.

Compromiso. Nivel de compromiso que tienen los trabajadores hacia un


objetivo común.
Importancia de la inteligencia emocional.

Las personas con inteligencia emocional alta son más conscientes de sí mismas,
regulan mejor sus acciones, controlan de manera más acertada sus reacciones y
se muestran más empáticas. Tener un EQ alto también puede ayudarte como líder
a manejar mejor el estrés, generar confianza, mantener relaciones más saludables,
mejorar su desempeño y sentirse más satisfecho con el trabajo que realiza.

Esto se debe a que no solo te hace más consciente de ti mismo y de cómo tus
acciones impactan a los demás; también te hace más consciente de las emociones
de los demás y cómo esas emociones pueden afectar sus actitudes,
comportamientos y desempeño.

En el ámbito laboral, la inteligencia emocional puede ayudarnos a:

Generar confianza.
Entrenar y motivar a otros.
Crear una cultura de colaboración.
Mejorar la comunicación.
Aumentar la responsabilidad.
Reduce el estrés.
Resolver conflictos.
CONCLUSIÓN

Para ser eficaces, los líderes deben tener una comprensión sólida de cómo
sus emociones y cómo sus acciones afectan a las personas de su entorno. El mejor
líder se relaciona y trabaja con los demás. Tómate tu tiempo para trabajar en la
autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales.

“El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de


que colabore para alcanzar un objetivo común”.
-Daniel Goleman-

Trabajar en estas áreas te ayudará a sobresalir en el futuro y a manejar las


situaciones en las que tengas que cumplir con tu papel de líder, ya sea en la familia,
el colegio o tu entorno. La inteligencia emocional en el liderazgo es esencial.
ANEXOS

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