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INTEGRANTES
ADRIAN GÓMEZ 8-878-1980
KAREN POUSA 8-809-39
KARYN CEDENO 8-857-1820
Las personas que trabajan diariamente en esta habilidad, se les hará sumamente
fácil poder llegar a una solución.
La inteligencia emocional en el liderazgo.
1) Conciencia de sí mismo.
Si eres consciente de ti mismo y siempre sabes cómo te sientes, sabrás cómo tus
emociones y tus acciones pueden afectar a las personas que te rodean. Ser
consciente de uno mismo cuando se está en una posición de liderazgo también
significa tener una imagen clara de tus fortalezas y debilidades, y significa
comportarse con humildad.
3) Motivación.
Los líderes motivados trabajan de forma constante hacia sus objetivos y tienen
estándares muy altos para la calidad de su trabajo.
Responde a los sentimientos del otro y abórdalos hablando con el otro sobre
ello para que este se sienta comprendido y se muestre más receptivo y
dialogante.
5) Habilidades sociales.
Los líderes que dominan las habilidades sociales de la inteligencia emocional son
grandes comunicadores. Son igual de abiertos a escuchar malas noticias como
buenas noticias. Son, además, expertos en conseguir apoyar a los suyos y que se
sientan con una nueva misión o proyecto.
Los líderes que tienen buenas habilidades sociales también son buenos en la
gestión del cambio y en la resolución de conflictos.
Goleman también abordó ciertos factores a través de los cuales podemos hacernos
una idea sobre si existe un buen liderazgo dentro de una empresa:
Calidad de trabajo. El nivel de la calidad del trabajo que llevan a cabo los
trabajadores es también un indicador sobre la calidad del líder.
Las personas con inteligencia emocional alta son más conscientes de sí mismas,
regulan mejor sus acciones, controlan de manera más acertada sus reacciones y
se muestran más empáticas. Tener un EQ alto también puede ayudarte como líder
a manejar mejor el estrés, generar confianza, mantener relaciones más saludables,
mejorar su desempeño y sentirse más satisfecho con el trabajo que realiza.
Esto se debe a que no solo te hace más consciente de ti mismo y de cómo tus
acciones impactan a los demás; también te hace más consciente de las emociones
de los demás y cómo esas emociones pueden afectar sus actitudes,
comportamientos y desempeño.
Generar confianza.
Entrenar y motivar a otros.
Crear una cultura de colaboración.
Mejorar la comunicación.
Aumentar la responsabilidad.
Reduce el estrés.
Resolver conflictos.
CONCLUSIÓN
Para ser eficaces, los líderes deben tener una comprensión sólida de cómo
sus emociones y cómo sus acciones afectan a las personas de su entorno. El mejor
líder se relaciona y trabaja con los demás. Tómate tu tiempo para trabajar en la
autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales.