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El documento discute el caso de Ana Estrada y la sentencia de un tribunal peruano que permitió la eutanasia. Argumenta que se está de acuerdo con la sentencia por dos razones: 1) toda persona tiene derecho a una vida digna libre de sufrimiento, y 2) los tribunales deben reconocer el derecho a una muerte digna a través de la eutanasia voluntaria.
El documento discute el caso de Ana Estrada y la sentencia de un tribunal peruano que permitió la eutanasia. Argumenta que se está de acuerdo con la sentencia por dos razones: 1) toda persona tiene derecho a una vida digna libre de sufrimiento, y 2) los tribunales deben reconocer el derecho a una muerte digna a través de la eutanasia voluntaria.
El documento discute el caso de Ana Estrada y la sentencia de un tribunal peruano que permitió la eutanasia. Argumenta que se está de acuerdo con la sentencia por dos razones: 1) toda persona tiene derecho a una vida digna libre de sufrimiento, y 2) los tribunales deben reconocer el derecho a una muerte digna a través de la eutanasia voluntaria.
- ¿Estás de acuerdo con la sentencia del Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada? Sí, estamos de acuerdo con la sentencia del Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada. - A continuación, explicaremos nuestras razones.
DESARROLLO
DESARROLLO 1
1. Sí, estamos de acuerdo con la sentencia del Décimo Primer Juzgado
Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada, porque toda persona tiene derecho a una calidad de vida mínimamente digna.
1.1. Derecho fundamental de las personas.
1.1.1. Calidad de vida.
1.1.2. Defender la vida digna.
1.2. Los límites éticos.
1.2.1. Sociedad regida por normas y códigos.
1.2.2. Despenaliza el homicidio culposo.
DESARROLLO 2
2. Sí, estamos a favor con la sentencia del Décimo Primer Juzgado
Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada, porque el poder judicial debe reconocer el derecho a toda persona a una muerte digna por eutanasia.
2.1. Derecho a la muerte.
2.1.1. Condiciones administrativas, prestacionales y
sanitarias. 2.1.2. Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos
2.2. Eutanasia y autorrespeto.
2.2.1. Condiciones de sufrimiento físico o psíquico insoportable.
2.2.2. Poner fin a nuestras vidas de manera anticipada.
El caso de Ana Estrada.
En los últimos años, la legalización de la Eutanasia en el Perú es considerado un homicidio culposo. Así mismo, es penado hasta tres años de cárcel para quien por piedad mate a un enfermo incurable que le haya pedido poner fin a sus intolerables dolores. El estado y las entidades correspondientes muy poca atención prestaban hasta toparse con el caso de Ana Estrada Ugarte. Por ello, surge la siguiente polémica: ¿Estás de acuerdo con la sentencia del Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada? En nuestra opinión, Sí, estamos de acuerdo con la sentencia del Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada. A continuación, defenderemos nuestra postura con los siguientes argumentos.
Primero, sí estamos de acuerdo con la sentencia del Décimo Primer Juzgado
Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada, porque toda persona tiene derecho a una calidad de vida mínimamente digna. Por un lado, todo derecho fundamental de la persona tiene que verse de manera muy directa con la dignidad, en otras palabras, esto significa que una persona tiene derecho a una calidad de vida sintiendo respeto y valor por sí mismo, es decir que defiende la vida y la muerte digna, sin sufrimiento corporal y emocionales que la pueden llevar al borde del colapso. Por otro lado, desde la perspectiva de los límites éticos, Miguel Giusti, anuncia cual debería ser el orden de las prioridades en la organización de la convivencia humana, es decir, que se plantea establecer cuál es la mejor manera de vivir sin establecer una sociedad regida por normas y códigos. Por ejemplo, tenemos al juez Jorge Luis Ramírez, a quien se le solicitó en un caso que despenalice el homicidio culposo. Segundo, Sí, estamos a favor con la sentencia del Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sobre el caso de Ana Estrada, porque el poder judicial debe reconocer el derecho a toda persona a una muerte digna por eutanasia. Por un lado, el Décimo Primer Juzgado Constitucional de Lima, en una decisión judicial sin precedentes, reconoció el derecho a la muerte voluntaria de la ciudadana Ana Estrada Ugarte, afectada por una enfermedad incurable, a una muerte digna por la eutanasia. El fallo dispone, además, que EsSalud debe brindar todas las condiciones administrativas, prestacionales y sanitarias para el ejercicio de este derecho a través de la eutanasia, de Estrada Ugarte, lo cual deberá ejecutarse dentro del plazo de 10 días hábiles contados a partir de la fecha que ella manifieste su voluntad de poner fin a su vida. A esto se suma la Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos, entidad encargada de brindar calidad de vida y evitar el sufrimiento en pacientes con enfermedades que limitan o acortan su vida, especialmente en fases terminales. Por otro lado, lo que estimamos no es el valor de la vida en general, sino el valor de la vida de esta persona en particular, el valor de su autonomía. Teniendo entonces a la autonomía como un valor y límite infranqueable de las decisiones personales, las formas de eutanasia voluntarias son dignas de autorrespeto y no constituirían un daño moral. Las principales limitaciones a la eutanasia van asociadas a condiciones de sufrimiento físico o psíquico insoportable, así como al carácter irreversible de una enfermedad. Dada la relevancia del autorrespeto para el desarrollo de la vida de las personas, es posible considerar que esta dimensión de nuestra vida moral y psicológica también debe tenerse en cuenta como criterio en la discusión de los argumentos válidos al momento de decidir poner fin a nuestras vidas de manera anticipada.