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El Estado y la libertad

La eutanasia es un tema controversial a nivel mundial, pero en solo siete países, esta ha

sido legalizada. En Perú, se ha generado mayor polémica en los últimos meses con el caso

de Ana Estrada, una mujer de 44 años de edad que sufre de polimiositis, una enfermedad

degenerativa que padece desde los 12 años y que con el pasar de los años ha debilitado

sus músculos. Es por ello que, ha solicitado a la Corte Superior de Justicia de Lima que

evalúe su caso para legalizar la muerte asistida en el Perú, donde actualmente está penado.

Por consiguiente, se plantea la siguiente controversia: ¿Crees que el caso de Ana Estrada

es justificado al solicitar al Poder Judicial la demanda de amparo para que se le aplique

la eutanasia en el momento que ella lo pida debido a que padece una enfermedad

degenerativa? En mi opinión, en vista de la ética, este caso es justificado. Para argumentar

mi postura me baso en temas estudiados como: Libertad y responsabilidad y Ética de

mínimos y máximos.

La decisión de Ana Estrada es justificada porque hace uso de su libertad, sin arriesgar la

de los demás. En primer lugar, desde el tema de libertad y responsabilidad, Savater (1991)

comenta que: “No somos libres de elegir lo que nos pasa …, sino libres para responder a

lo que nos pasa de tal o cual modo” (p. 11). Es decir que, somos capaces de como afrontar

lo que nos sucede. Al relacionarlo con el caso, Ana Estrada no decidió pasar por una etapa

de sufrimiento donde su salud y condiciones físicas se ven afectadas ,pero tiene la facultad

de tomar una decisión que, lamentablemente, no depende solo de ella. Por consiguiente,

considerando que Savater (1991) afirma que: “No es lo mismo la libertad (que consiste

en elegir dentro de lo posible) que la omnipotencia (que sería conseguir siempre lo que

uno quiere, aunque pareciese imposible).” (p. 15). Estrada, decide llevar su decisión

ante la Corte para que esta evalúe y se pueda realizar de manera legal. Teniendo en cuenta

la teoría de Colbert, que habla sobre el desarrollo cognitivo, Ana Estrada se encuentra en
el nivel post convencional, pues es consciente que su derecho de una vida digna está por

encima de las leyes, que al no poder cumplirla hace posible para que cambie. Así pues,

Ana Estrada se encuentra en una condición donde hace uso de su libertad y siendo

responsable al buscar la manera de que se apruebe su decisión sin ir en contra de las

normas.

Desde el punto de vista de ética de mínimos y máximos, el caso de Ana Estrada está

justificado ya que conjuga la justicia y la felicidad. En primer lugar, la filósofa Adela

Cortina (2013) menciona que: “Nadie puede exigir a otros que sean felices de una manera

determinada, sino que cada persona es que la que ha de optar por un camino u otro”. Ante

ello, se puede decir que no podemos juzgar lo que cada persona decida. Se relaciona con

las palabras de Ana: “(…) estoy lúcida y la razón principal de mi demanda es que quiero

la libertad de poder elegir cómo, cuándo y dónde poder morir". No podemos interferir en

el uso de su libertad. En segundo lugar, en el artículo 112 del código penal, la muerte

asistida está penada y como menciona Ana hace que el Estado tenga derecho sobre la vida

y lo que cada uno decida hacer con ella. Sin embargo, para Cortina (2013): “El deber de

los Estados consiste en poner las bases de justicia indispensables para que cada persona

pueda llevar adelante los planes de vida que tenga razones para valorar” (p.165) . Es decir,

no se trata de imponer, sino de velar por el bien de la sociedad. Por ello, el Estado no

puede asegurar la felicidad de toda su población, sino que tiene el deber de poner las bases

para construirla y sea justa para todos.

En síntesis, se puede reafirmar que, desde Libertad y responsabilidad y Ética de mínimos

y máximos, la decisión de Ana se encuentra justificada, ya que hace uso de sus derechos

para que el caso sea aprobado sin producir efectos negativos para los demás. Primero,

desde libertad y responsabilidad, Ana Estrada ha tomado una decisión sin ser obligada y

respetando las leyes establecidas por el Estado. Segundo, se puede mencionar que, por la
ética de los mínimos y máximos, Ana ejerce su decisión, pues conjuga su felicidad con la

justicia. Todos somos libres de determinar qué camino tomar en nuestra vida, pero

siempre debemos considerar que no debemos hacer daño a los demás. Es el caso de Ana

Estrada, quien ha llegado al límite de no tener una vida como todos se merecen, pero que,

sin embargo, su decisión no solo le favorece a ella, sino también a miles de personas más

que se encuentran en la misma situación.

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