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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS Y

POLITICAS LICENCIATURA EN DERECHO

MATERIA

Filosofía y lógica jurídica

Trabajo final

Importancia evolutiva de la filosofía del derecho y su aporte social en la


República Dominicana.

FACILITADOR

Wifrido R. Ulloa

PARTICIPANTE

Martín Peralta/Restituyo

Matricula

100036953

Lunes 13 de

DICIEMBRE2021 NAGUA,

REP.DOM.
Introducción

Siempre han existido interrogantes acerca de las cosas de nuestro alrededor y los
antiguos filósofos era quienes trataban de responderlas. Desde los tiempos antiguos los
filósofos griegos se acercaron a las grandes preguntas de forma imaginativa. Los
grandes pensadores griegos se aventuraron a debatir los acuerdos tradicionales y a
desafiar las preocupaciones de sus tiempos.

La filosofía tuvo sus inicios en Asia Menor alrededor de 600 AC. Esta palabra proviene
de las palabras griegas philein, que significa amor y Soph, que significa" sabiduría”.
Fueron los griegos quienes descubrieron el carácter ordenado, legal y racional del
mundo, y quienes identificaron en el ser humano un instrumento que ha de servir tanto
para el conocimiento como para la vida.

Después del siglo XV es cuando la filosofía comienza mezclarse con los


descubrimientos tecnológicos y científicos y es a partir de este momento donde la
ciencia moderna ha venido evolucionando con filosóficas. En el presente aporte vamos
ver la importancia evolutiva de la filosofía del derecho y su aporte social en la
República Dominicana.
Importancia evolutiva de la filosofía del derecho y su aporte social en la
República Dominicana.

La filosófica del derecho tiene sus orígenes en la antigua Grecia. Werner Jaeger,
filosofo clásico se dio cuenta que fueron los griegos los que por vez primera se
desafiaron los fenómenos jurídicos y las instituciones legales con energía filosófica.

Fueron los filósofos griegos quienes iniciaron intensas investigaciones sobre la


naturaleza del derecho mucho antes de que se estableciera una filosofía legal. Con las
declaraciones de los derechos del hombre y de ciudadano se cumplió un papel
fundamental a través de la filosofía. Todo esto fue posible gracias a la gran labor de los
filósofos Voltaire, Diderot, Rousseau, entre otros.

La principal característica de la filosofía griega es el esfuerzo de la razón humana por


explicar todos los fenómenos universales y humanos mediante análisis y
argumentos racionales sin acudir a explicaciones de carácter mítico o religioso.

El período de la filosofía moderna se origina con Descartes en el siglo XVI y se centra,


sobre todo, en la reflexión sobre el conocimiento y sobre el ser humano. La revolución
científica que propició la aparición de la filosofía moderna y que va desde el siglo XV
al XVII fue uno de los impulsos transformadores más importantes de la historia cultural
de Occidental y de toda la raza humana. Hume y Kant fueron los filósofos ilustrados
que más contribuyeron a la evolución filosófica de Occidente y fueron quienes situaron
el esfuerzo de la razón humana dentro de los límites del empirismo y del racionalismo.

Si entendemos filosofía en su concepto entonces es probable que todos los seres


humanos sean filósofos alguna vez en su existencia.

Los griegos descubren que las cosas del mundo están en orden cuando siguen las leyes.
El mundo es una creación, no un caos, por lo que un cuerpo se manifiesta con cierto
orden, según su esencia o naturaleza.

En Roma no hubo sus grandes juristas; en Roma surgieron grandes


Instituciones Jurídicas y Leyes que constituyen los grandes sistemas jurídicos, entre los
que se constituyen el Romana Armanico al cual
pertenecemos. En Roma se desarrollo una sólida estructuración legal de la familia, la
propiedad y el Estado, que sirvieron de herencia a la civilización posterior, entre los
grandes abogados romanos tenemos a Cicerón y Ulpiano.

Cicerón: estableció una división de derecho y se mantuvo por mucho tiempo; para
establecer esa división partió del criterio de que existe una Ley eterna por medio de la
cual se manifiesta la razón universal. Según este existía el derecho natural, el cual era
necesario.

Ulpiano: es uno de los grandes Jurisconsultos Romanos, y a quien se debe el


concepto tradicional de Justicia, contenido en el digesto Romano, que definía la justicia
como dar a cada quien lo que le pertenece.

Santo Tomás de Aquino dice que el individuo dice debe ordenarse a la


comunidad como parte del todo; el bien particular queda subordinado al bien general,
esto constituye una copia de la doctrina Aristotélica, que establece la primacía del bien
común. Santo Tomas habla de 3 tipos de gobiernos o regímenes políticos: La
Monarquía, Aristocracia y Democracia. Y que el gobierno ideal es el que escoge lo
mejor de esos regímenes político

según Santo Tomas de Aquino es el derecho de resistencia por parte de los ciudadanos
contra la autoridad injusta; los ciudadanos pueden lícitamente resistirse el poder de un
tirano, y aun levantarse en arma para derrocarlo, siempre que la tiranía sea excesiva e
intolerable, y que de la rebelión no se deriven mayores males, que los que se pretenda
evitar.

Dice Santo Tomas que el regirse tiránico no es justo porque no percibe el bien común.

Kelsen sostiene que el derecho tiene categoría de medio, y que en tales condicione, lo
que podríamos llamar fundamentos reales del derecho, cae dentro del ámbito de lo
sociológico, a la vez que los fines del derecho corresponden al campo de la ética y de la
política, calificándola por esta razón de meta jurídicas."

Grande personajes que han influenciado de manera tajante en el fortalecimiento de


nuestro ordenamiento jurídico, tales como por ejemplo; Hans Kelsen, Gustavo
Radbruch, Norberto Bobbio, Luigi Ferrajoli, Ronald Dworkin,
Herbert Hart, Gustavo Zgrebelsky, Konrad Hesse, Ernest Bockenforde, Ricardo
Guastini, Robert Alexy, Carlos Santiago Nino, John Rawls, Jurgen Habermas, Gregorio
Peces Barba, etc. Todos ellos, estudiaron filosofía del derecho, algunos de manera
anteriori a convertirse en abogado, otros de forma posteriori a la obtención del título de
abogado, también es necesario señalar que algunos de los mencionados, conocieron y
comprendieron el sistema regulado a la luz de la filosofía del derecho de manera
autodidacta, hecho que es digno a seguir.

La filosofía del derecho es una rama de la filosofía y la ética que estudia los
fundamentos filosóficos que rigen la creación y aplicación del Derecho, otros señalan
que es la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio y el conocimiento de la
esencia y fundamento de las ciencias jurídicas particulares y un tercer grupo responde
a la interrogante planteada, afirmando que la filosofía del derecho “es el nivel del
conocimiento jurídico, que tiene por objeto, al igual que la ciencia del derecho, al
derecho natural y al derecho positivo conjuntamente, pero cuya finalidad es descubrir
qué es el derecho, de forma abstracta y teórica, sin consideraciones concretas de tipo
normativo ni real.

La ciencia filosófica del Derecho tiene por objeto la Idea del Derecho, o sea el concepto
del Derecho y su realización. La filosofía trata de ideas y, sin embargo, no de las que se
suelen llamar meros conceptos, porque más bien demuestra su unilateralidad y su
falsedad, así como que el concepto (no lo que frecuentemente se entiende designar
como tal y que sólo es una abstracta determinación intelectiva), es lo que únicamente
tiene realidad, es decir, en el modo de darse él mismo tal realidad.

Todo lo que no sea esa realidad, presentada por medio del concepto mismo, es
existencia transitoria, contingencia externa, opinión, apariencia incesencial, falsedad,
ilusión, etcétera. La configuración que toma para sí el concepto en su realización,
constituye, para el conocimiento del concepto mismo, el momento esencial de la Idea,
diferente de la forma del ser sólo como concepto.
La ciencia del Derecho es parte de la filosofía. En consecuencia, debe desenvolver
desde el concepto, la Idea, como lo que es la razón de un objeto, o lo que es lo mismo,
ser espectador del peculiar, inmanente desenvolvimiento de la cosa misma. Como tal
parte, la Ciencia del Derecho, tiene un punto de partida, que es el resultado y la verdad
de lo que antecede y de lo que constituye la llamada demostración. El concepto del
Derecho, por lo tanto, conforme a su devenir, cae fuera de la ciencia del derecho; su
deducción es aquí presupuesta y el concepto mismo debe admitirse como dado.

Parte de la filosofía que, basándose en el método del conocimiento que proporciona el


materialismo dialéctico y apoyándose en las leyes, regularidades y categorías de que
arma el materialismo histórico, trata de aclarar las regularidades y leyes del devenir
histórico del fenómeno político social que es el Derecho, busca poner de manifiesto las
últimas razones de su evolución, a partir de descubrir su esencia compleja y
multifacética, e intenta encontrar las regularidades del Derecho dentro de sus múltiples
y cambiantes expresiones, de tal modo, la Filosofía del Derecho marxista se apoya en
las conclusiones de la filosofía materialista avanzada, en los aportes de la dialéctica en
general y de las leyes del desarrollo histórico. Es una disciplina cuyo objeto de
conocimiento fundamental es el conocimiento de lo jurídico.

El conocimiento que se adquiere con base en la filosofía del derecho, es en sí mismo,


conocimiento jurídico, pero no como representación de las instituciones jurídicas, sino
como plano problemático sobre cómo el derecho puede ser entendido.

La Filosofía del derecho es aquella rama de la filosofía que concierne al Derecho.


Ahora bien, Filosofía es el estudio de lo universal, luego en cuanto la Filosofía tiene por
objeto el Derecho, lo toma en sus aspectos universales.

Puede definirse también la Filosofía en general como el estudio de los primeros


principios, porque a estos, precisamente, corresponde el carácter de universalidad. Los
primeros principios pueden referirse ya al ser y al conocer, ya al obrar; de aquí la
división de la Filosofía en práctica y teorética. La Filosofía teorética estudia los
primeros principios del ser y del conocer, y se divide a su vez en las siguientes ramas:
ontología o metafísica (que comprende
también la Filosofía de la religión), gnoseología o teoría del conocimiento, lógica,
psicología, filosofía de la estética. La Filosofía práctica estudia los primeros principios
del obrar y se divide en Filosofía moral y Filosofía del Derecho.

A menudo se adopta también para la denominarla la palabra ética: más conviene


advertir que a veces se entiende esta denominación en sentido lato, en cuyo caso es
sinónima de Filosofía práctica; y a veces en sentido estricto, en cuyo caso es sinónima
de filosofía moral. El estudio del derecho en sus ingredientes universales constituye el
objeto de la filosofía jurídica. Pero el Derecho puede ser estudiado en sus aspectos
particulares: en este caso es el objeto de la ciencia jurídica o jurisprudencia en sentido
estricto.

La diferencia entre ciencia y filosofía del derecho radica cabalmente en el respectivo


modo como una y otra consideran al Derecho: la primera en particular, la segunda en
universal. En todo tiempo y en todos los pueblos se da un sistema positivo de
derecho. Se da así una serie múltiple de sistemas, a tenor de los diversos pueblos y
tiempos.

La ciencia del Derecho tiene por objeto los sistemas particulares considerados
singularmente para cada pueblo en una época determinada. Pero además, una ciencia
jurídica no suele comprender propiamente todo un sistema, sino que procede con
ulteriores especificaciones y distinciones, considerando una parte singular del sistema
en cuestión derecho público o derecho privado. Pero estas divisiones no han de
entenderse de modo absoluto, siendo numerosas las conexiones e interferencias entre
las distintas ramas, y no excluyéndose la creación de otras nuevas.

Claro está que ninguna ciencia jurídica en sentido estricto puede explicar que sea
derecho en universal, sino únicamente lo que es el derecho (o una parte del derecho) en
un cierto determinado tiempo. La definición del derecho in genere es una investigación
que trasciende de la competencia de todas y cada una de las ciencias jurídicas
particulares: y constituye precisamente el primer tema de la Filosofía del Derecho. Si se
quiere conocer el derecho en su integridad lógica, esto es, saber cales son los elementos
esenciales comunes a
todos los sistemas jurídicos, debemos forzosamente superar las particularidades de estos
sistemas y mirar al concepto universal del derecho.

Existe una fuerte tradición, que ha venido identificando la norma jurídica con el
Derecho objetivo. Modernamente, por influjo de la doctrina italiana, se ha puesto de
manifiesto que el Derecho no está integrado solamente por normas, sino que a su
existencia y realización coadyuvan otros elementos, que, sin identificarse con la norma,
ayudan a su producción, aplicación y garantía misma. Y, de otro lado, que existen
contenidos normativos que no se identifican con el Derecho, aunque reciban de él su
eficacia disposiciones autónomas.

Con el carácter de jurídicas, y por su contraposición al mundo físico y a sus leyes


distinguimos aquellas otras dirigidas a regular la ordenación social, que llevan ínsita en
su peculiaridad la posibilidad de ser incumplidas y que, referidas al plano del deber ser,
por significar un deseo de perfeccionamiento, denominados normas. Esas normas no
son de un solo tipo, pudiendo separar, convencionalmente, aquellas normas que regulan
la actuación de los miembros sociales, estableciendo modos de conducta cuya
infracción no provoca otra cosa que el reproche, y aquellas otras dirigidas a prevenir y
regular conflictos de intereses entre los hombres.

Salvo algunas formulaciones idealistas, la filosofía pretendió, en sus inicios, ofrecer la


explicación de todos los fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento
humano, y fue contusionando de manera progresiva, con los trabajos y los datos de las
ciencias particulares que iban obteniendo conclusiones sobre las distintas esferas de
fenómenos de que se ocupa cada una.

Esta situación condujo a que en el siglo XIX la Escuela Alemana intentara hallar un
espacio singular y exclusivo al quehacer filosófico, con lo que redujo la filosofía a su
contenido gnoseológico y planteó, lo que Engels calificó como el problema principal
de la filosofía, la relación pensar – ser.

La Filosofía del Derecho no sólo puede y debe existir, como medición y


especulación concreta sobre el fenómeno derecho asumido en su universalidad, sino
que esa medición únicamente puede hacerse de manera
acertada a partir de la adopción de una visión y una concepción filosófica general, en la
cual, debe plantearse y resolverse de forma conveniente el problema principal de la
filosofía, la relación pensar – ser.

La Filosofía del Derecho constituye una esfera especulativa concreta, que trata de
esclarecer las leyes y regularidades del fenómeno jurídico entendido en su dimensión
más general y abstracta. Los datos y las conclusiones de las ciencias jurídicas
sectoriales enriquecen y confirman a su vez los resultados de la Filosofía del Derecho.
Con esos puntos de vistas, la Filosofía del Derecho no es concebida como una nueva
especulación, como una visión primigenia de la vida social. Al mismo modo, no aspira
a erigirse en ciencia de las ciencias jurídicas, a la manera cartesiana de entender la
filosofía.

Si la fuente de la filosofía es la admiración nos vamos a encontrar con las escuelas


ontológicas, lo que supone maravillarse ante la existencia de un mundo del que no
somos artífices, lo que impulsa al sujeto a preguntarse por su experiencia dentro de
este “ser” del cual participa. En filosofía del derecho esto supondría la actitud de
sorprenderse que el “ser” albergue en sí mismo orden y configuración, que exista un
orden natural de las cosas y de las relaciones, y de que sobre todo allí donde conviven
los hombres en comunidad se dé también en forma natural el derecho.

Pensar así supone que el derecho está concebido como una realidad subsistente en sí
mismo con independencia de nuestro pensamiento o nuestra voluntad.

Si la fuente de la filosofía es la duda dará origen a la teoría del conocimiento, aquí la


actitud del filósofo “jurista” será de desconfianza y el método será poner en cuestión
todo aquello que sea susceptible de percepción para ver que se revela a la duda
radical, y por tanto pueda valer como cierto.

Si en la tesis anterior el ser era explicado como trascendente al sujeto, a partir


de la teoría del conocimiento el ser es explicado como producto de la conciencia, bajo
esta perspectiva el énfasis en este caso va a estar dado en “como conozco”.
Esto en la filosofía del derecho se traduce en la duda de la existencia de un orden
natural, lo que produce el problema que el campo de la filosofía del derecho deja ser la
pregunta por la existencia de un derecho justo o de la justicia y pasa a ser una
metodología de conocimiento del derecho, pensado éste último como el conjunto de
leyes creadas por la omnipotencia del legislador.
Si la fuente originaria es el estremecimiento, supone distinguir en la existencia humana
(Martin Heidegger):
-La existencia banal, el sujeto es un mero vegetal inauténtico, el ser que no toma sentido
de sí mismo, es decir, “gevorfenheit” que significa que se encuentra arrojado o lanzado,
o bien, entregado a la banalidad, se produce una angustia por el ser, ya que el sujeto se
da cuenta que está absolutamente limitado y no puede vivir su propia existencia y lo
único que puede hacer cambiar este estado es una
situación límite.

El hombre sólo penetra en su verdadera existencia, en su autenticidad, cuando,


situándose resueltamente ante experiencias límites, las incorpora a su plan de vida y a
sus propias acciones, logrando así, mediante la transformación de su auto conciencia,
llegar a ser él mismo en la actuación de experiencia auténtica.

El estremecerse ante las situaciones límites llama al ser humano a oponerse


radicalmente al impulso de huir hacia la in autenticidad del mero vegetal, decidiéndose
a favor de sus propias posibilidades llegando así a alcanzar la realización de
sí mismo.

El papel central que atribuye la filosofía del derecho al Estado en la realización de una
conciliación de la individualidad moderna y la libertad con la necesidad de pertenencia
colectiva. Sin embargo, el modelo de Hegel del Estado racional, aunque de ninguna
manera puramente democrático, no invertir el poder en autoridad simplemente para
suprimir la individualidad.
El estado dominicano nació en la vida jurídica, el 6 de noviembre del 1844, cuando se
proclama la constitución dominicana en la ciudad de San Cristóbal. Nuestra
constitución se nutre de las leyes sustantivas de otros estados.

Todos aspiramos a vivir en un República Dominicana mejor y para lograrlo debemos


tener el conocimiento. Se puede hacer cambiando nuestra forma de cambiar nuestra
forma de pensar y actuar, y elevar nuestra estima como nación. La educación superior
en el ejercicio del derecho no es más que la manifestación de la educación primaria de
un país determinado. En gran medida es un asunto relativo a la libertad de expresión,
pues sin esta no existe la libertad de cátedra y de investigación, que constituyen hoy el
centro de atención de las aulas universitarias.

El abogad de hoy y del mañana debe estar inspirado en los principios éticos y de
integridad que sirvan de salvaguarda a los valores que nos permitan subsistir como
sociedad civilizada. Es importante que todos tengamos la convicción de que la filosofía
del derecho aporto un cambio de rumbo en la enseñanza del derecho en nuestras
universidades.

En todas las sociedades la necesidad de convivir impone primero normas de


comportamiento que muchas veces después se convierten en normas obligatorias,
impulsando finalmente a centros especializados a proceder a su estudio y valoración

De esto se deriva que regularmente las propias relaciones humanas se adelantan a las
reglamentaciones legales. En la enseñanza del derecho predomina el desuso del
razonamiento, pasando a primer plano la retención de memoria de los datos que
suministra el profesor mediante la clase magistral en la que este expone
sistemáticamente la información.

Se olvida de este modo la importancia de la investigación bibliográfica y de la buena


redacción. Se considera que no hay, de manera predominante, estudios o análisis de
casos o jurisprudencia.
El método de casos es virtualmente inexistente. Hay un predominio del papel
expositivo, central y autoritario del profesor. El debate en la sala de clases es sustituido
por las preguntas de los alumnos relativas a la exposición del profesor.

Actualmente en la República Dominicana presenciamos una filosofía acorde co la en la


enseñanza del derecho.

La sociedad actual requiere un mayor compromiso de sus abogados a fin de que estos se
conviertan en verdaderos agentes de cambios de viejas estructuras y prácticas legales
que no van en consonancia con los avances de un mundo en plena ebullición. Se
requiere de un mayor compromiso institucional cargado de inequívocos principios de
integridad y principios éticos.

Todos tenemos que plantearnos como un reto para el futuro inmediato la reorientación
del país en procura de mejorar los niveles educacionales de todos los dominicanos,
como vehículo imprescindible para lograr el conocimiento, única forma de cambiar
nuestra forma de pensar y actuar, y elevar nuestra autoestima como nación.

Hoy como ayer, el país necesita y requiere de un Estado de derecho fuerte, idóneo y
confiable, que se convierta en un verdadero muro de contención contra la
corrupción en todas sus manifestaciones, el narcotráfico, el crimen organizado, el
terrorismo y otros delitos que por su magnitud atentan contra la paz planetaria; pero ese
Estado de derecho solo se puede alcanzar cuando gobernantes y gobernados tengamos
la debida conciencia de la importancia de la educación.

La sociedad dominicana demanda de la puesta en vigencia de todo un sistema educativo


que se manifieste mediante un proceso que incentive y aumente nuestras destrezas y
habilidades para el entendimiento, manejo adecuado y óptimo de las nuevas
tecnologías, que conduzca a un aprendizaje que nos permita comprender los cambios
que se están produciendo en una sociedad globalizada, donde las relaciones
internacionales han ido creando un Nuevo Orden Mundial, que nos conciencie a
preservar nuestro medio ambiente y
recursos naturales, y que se cree un vínculo entre el aula y la comunidad, asociando a
profesores, padres, estudiantes y organizaciones locales para que asuman sus
responsabilidades cívicas y culturales dentro del concepto de la educación comunitaria
o educación democrática.

La formación del profesional del derecho debe ser una preocupación constante,
constituir un estilo de vida. El abogado debe preocuparse por estar formado para
enfrentar los retos que día a día le presenta un mundo que exige respuestas claras a los
avances científicos y tecnológicos que requieren de un marco legal y jurídico
consistente y seguro.

El papel entonces del abogado del siglo XXI es responder a esa necesidad social y
asumir una postura de profesional consciente de sus deberes, con un conocimiento
profundo de derecho.

Los abogados deben ser profesionales a los cuales los ciudadanos puedan confiarles sus
problemas familiares o sus bienes con la certeza de que estarán bien dirigidos y de que
serán manejados por un profesional que actúa apegado a los valores éticos. Esto puede
ser posible cuando utilizamos los conocimientos filosóficos.
Conclusión

La filosofía es de suma necesidad para el abogado puesto que le facilitará comprender


mejor el derecho a fin de desarrollarlo y operarlo con honestidad.

Un verdadero jurista no puede ni debe perder el contacto con la filosofía porque esta
resulta obligatoria para poder hacer verdadera ciencia y para poder situarse frente a los
problemas no científicos del derecho.

La filosofía facilitará al abogado una práctica del derecho reflexionada y vivenciada,


pues el objetivo de la filosofía es la construcción de un mundo mejor donde allá
equidad e igualdad. Tal como lo hemos mencionado al iniciar de este trabajo, los
historiadores de la filosofía y del derecho reconocen que es bajo la influencia de la
filosofía en la antigua Grecia que evolucionó el derecho.

A grandes rasgos podemos decir que la filosofía en el derecho de República


Dominicana corresponde a la evolución del pensamiento jurídico, es decir, a la historia
de la filosofía en lo que concierne a la reflexión sobre el fenómeno del derecho. Por
tanto, somos de la opinión de que la filosofía podrá ayudar a los abogados en general a
entenderse a sí mismos, a comprender y desarrollar el derecho y a operarla de manera
justificada, creativa y honesta, y no salvajemente en la oscuridad a fin de posibilitar la
justicia. Todavía nos falta como país, en el ejercicio del derecho aplicar mas lo
aprendido de aquellos grandes filósofos del pasado.

El respeto de las leyes, la aplicación de la ley y la igualdad de esta para todos los
ciudadanos, un sistema judicial que actúe con imparcialidad ante el ciudadano y la ley,
son de los fines que se alcanzan en un estado de derecho. Para el ciudadano de la
calle como decimos, para el poderoso empresario, para el alto funcionario, para
militares y extranjeros, la ley es igual en su ejecución, persecución del delito y condena
por hechos irregulares cometidos del tipo penal que sea y sobre toda acción violatoria
del marco legal y constitucional.

El estado de derecho ha de ser el principal objetivo en el adecentamiento de la vida


democrática de un país. Estas acciones tienen como frente de ataque la
impunidad ante la ley y los juegos y figuras políticas que reproducen las inconductas de
instituciones, funcionarios, sector privado y ciudadano común.

El estado de derecho no es un principio vacío, no es solamente un marco constitucional,


pues ya tenemos una constitución cargada de buenas leyes, sin embargo, no se aplican.
Sin saneamiento de la justicia, sus funcionarios y mecanismos como parte de la
reestructuración del sistema judicial, no se logra un estado de derecho. Tienen derechos
los presos, los que violan la ley con actos delincuenciales, todo acusado de violar
aspectos de la ley, y todos los ciudadanos no importando su clase social, religión,
opción de género, expresiones culturales, color de piel, nacionalidad o estatus político-
partidario y económico.

Todos debemos ser iguales ante ley reza el estado de derecho, ello implica que la ley
debe aplicarse a quienes la legislan también, a quienes la aplican y a quienes deben
hacerlas cumplir. Está bueno ya que el presidente, que es un ciudadano como los demás,
se crea por encima de la ley, esto manda un mal mensaje a la población, pues cuando
asume el poder presidencial, jura ante la nación, cumplir y hacer cumplir la ley. No
puede estar el presidente por encima de la ley, si la constitución dice que son dos
períodos y a la casa, no puede un presidente violar la ley sin un régimen de
consecuencia.

Los partidos políticos no pueden estar por encima de la ley. Los políticos no pueden
cambiar la base legal, ajustar o eliminar preceptos legales sin que ello tenga
consecuencias. Los políticos se creen que están por encima de la sociedad civil y es la
sociedad que los quita y los pone, por tanto, ellos se deben a los ciudadanos y no al
revés.

Un justo equilibrio de un estado de derecho debe comenzar reduciendo los poderes del
presidente de la república para equilibrar los poderes del estado como establece nuestra
constitución que habla de tres poderes: el Judicial, el Ejecutivo y el Legislativo. Vemos
en esta sociedad cómo los poderes, judicial y legislativo, están supeditados al poder
ejecutivo.
Los funcionarios públicos no están por encima de la ley y deben rendir cuentas cuando
se le solicita porque administran fondos públicos. La transparencia es parte del
régimen de derecho y de las obligatoriedades del sistema político para con la
sociedad, por tanto, es normal la rendición de cuentas y el uso pulcro de los fondos
públicos y no de manera antojadiza por gobiernos y funcionarios.

Ante esta debilidad del estado de derecho en la sociedad dominicana, sin una reforma y
limpieza de la justicia no es posible alcanzar el anhelo de la sociedad: ordenar el marco
jurídico, eliminar la impunidad, establecer como norma la igualdad de derechos y
eficientizar el sistema judicial independizando a los funcionarios de justicia del poder
político y económico del país, sin el logro de estas metas, no podemos hablar de estado
de derecho, que no sea pura retórica
Bibliografía

 https://www.eumed.net/rev/cccss/2015/01/filosofia-derecho.html
 https://www.uv.mx/blogs/tipmal/files/2016/09/FILOSOFIA-
DOMINICANA-PASADO-Y-PRESENTE.pdf
 file:///C:/Users/User/Downloads/Dialnet-
LaImportanciaDeLaFilosofiaDelDerechoEnLaFormacionD-
5498874%20(1).pdf
 https://www.youtube.com/watch?v=g0LF7wGcOJo

Anexos
Experto en la filosofa clásica.

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