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MATERIA
Trabajo final
FACILITADOR
Wifrido R. Ulloa
PARTICIPANTE
Martín Peralta/Restituyo
Matricula
100036953
Lunes 13 de
DICIEMBRE2021 NAGUA,
REP.DOM.
Introducción
Siempre han existido interrogantes acerca de las cosas de nuestro alrededor y los
antiguos filósofos era quienes trataban de responderlas. Desde los tiempos antiguos los
filósofos griegos se acercaron a las grandes preguntas de forma imaginativa. Los
grandes pensadores griegos se aventuraron a debatir los acuerdos tradicionales y a
desafiar las preocupaciones de sus tiempos.
La filosofía tuvo sus inicios en Asia Menor alrededor de 600 AC. Esta palabra proviene
de las palabras griegas philein, que significa amor y Soph, que significa" sabiduría”.
Fueron los griegos quienes descubrieron el carácter ordenado, legal y racional del
mundo, y quienes identificaron en el ser humano un instrumento que ha de servir tanto
para el conocimiento como para la vida.
La filosófica del derecho tiene sus orígenes en la antigua Grecia. Werner Jaeger,
filosofo clásico se dio cuenta que fueron los griegos los que por vez primera se
desafiaron los fenómenos jurídicos y las instituciones legales con energía filosófica.
Los griegos descubren que las cosas del mundo están en orden cuando siguen las leyes.
El mundo es una creación, no un caos, por lo que un cuerpo se manifiesta con cierto
orden, según su esencia o naturaleza.
Cicerón: estableció una división de derecho y se mantuvo por mucho tiempo; para
establecer esa división partió del criterio de que existe una Ley eterna por medio de la
cual se manifiesta la razón universal. Según este existía el derecho natural, el cual era
necesario.
según Santo Tomas de Aquino es el derecho de resistencia por parte de los ciudadanos
contra la autoridad injusta; los ciudadanos pueden lícitamente resistirse el poder de un
tirano, y aun levantarse en arma para derrocarlo, siempre que la tiranía sea excesiva e
intolerable, y que de la rebelión no se deriven mayores males, que los que se pretenda
evitar.
Dice Santo Tomas que el regirse tiránico no es justo porque no percibe el bien común.
Kelsen sostiene que el derecho tiene categoría de medio, y que en tales condicione, lo
que podríamos llamar fundamentos reales del derecho, cae dentro del ámbito de lo
sociológico, a la vez que los fines del derecho corresponden al campo de la ética y de la
política, calificándola por esta razón de meta jurídicas."
La filosofía del derecho es una rama de la filosofía y la ética que estudia los
fundamentos filosóficos que rigen la creación y aplicación del Derecho, otros señalan
que es la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio y el conocimiento de la
esencia y fundamento de las ciencias jurídicas particulares y un tercer grupo responde
a la interrogante planteada, afirmando que la filosofía del derecho “es el nivel del
conocimiento jurídico, que tiene por objeto, al igual que la ciencia del derecho, al
derecho natural y al derecho positivo conjuntamente, pero cuya finalidad es descubrir
qué es el derecho, de forma abstracta y teórica, sin consideraciones concretas de tipo
normativo ni real.
La ciencia filosófica del Derecho tiene por objeto la Idea del Derecho, o sea el concepto
del Derecho y su realización. La filosofía trata de ideas y, sin embargo, no de las que se
suelen llamar meros conceptos, porque más bien demuestra su unilateralidad y su
falsedad, así como que el concepto (no lo que frecuentemente se entiende designar
como tal y que sólo es una abstracta determinación intelectiva), es lo que únicamente
tiene realidad, es decir, en el modo de darse él mismo tal realidad.
Todo lo que no sea esa realidad, presentada por medio del concepto mismo, es
existencia transitoria, contingencia externa, opinión, apariencia incesencial, falsedad,
ilusión, etcétera. La configuración que toma para sí el concepto en su realización,
constituye, para el conocimiento del concepto mismo, el momento esencial de la Idea,
diferente de la forma del ser sólo como concepto.
La ciencia del Derecho es parte de la filosofía. En consecuencia, debe desenvolver
desde el concepto, la Idea, como lo que es la razón de un objeto, o lo que es lo mismo,
ser espectador del peculiar, inmanente desenvolvimiento de la cosa misma. Como tal
parte, la Ciencia del Derecho, tiene un punto de partida, que es el resultado y la verdad
de lo que antecede y de lo que constituye la llamada demostración. El concepto del
Derecho, por lo tanto, conforme a su devenir, cae fuera de la ciencia del derecho; su
deducción es aquí presupuesta y el concepto mismo debe admitirse como dado.
La ciencia del Derecho tiene por objeto los sistemas particulares considerados
singularmente para cada pueblo en una época determinada. Pero además, una ciencia
jurídica no suele comprender propiamente todo un sistema, sino que procede con
ulteriores especificaciones y distinciones, considerando una parte singular del sistema
en cuestión derecho público o derecho privado. Pero estas divisiones no han de
entenderse de modo absoluto, siendo numerosas las conexiones e interferencias entre
las distintas ramas, y no excluyéndose la creación de otras nuevas.
Claro está que ninguna ciencia jurídica en sentido estricto puede explicar que sea
derecho en universal, sino únicamente lo que es el derecho (o una parte del derecho) en
un cierto determinado tiempo. La definición del derecho in genere es una investigación
que trasciende de la competencia de todas y cada una de las ciencias jurídicas
particulares: y constituye precisamente el primer tema de la Filosofía del Derecho. Si se
quiere conocer el derecho en su integridad lógica, esto es, saber cales son los elementos
esenciales comunes a
todos los sistemas jurídicos, debemos forzosamente superar las particularidades de estos
sistemas y mirar al concepto universal del derecho.
Existe una fuerte tradición, que ha venido identificando la norma jurídica con el
Derecho objetivo. Modernamente, por influjo de la doctrina italiana, se ha puesto de
manifiesto que el Derecho no está integrado solamente por normas, sino que a su
existencia y realización coadyuvan otros elementos, que, sin identificarse con la norma,
ayudan a su producción, aplicación y garantía misma. Y, de otro lado, que existen
contenidos normativos que no se identifican con el Derecho, aunque reciban de él su
eficacia disposiciones autónomas.
Esta situación condujo a que en el siglo XIX la Escuela Alemana intentara hallar un
espacio singular y exclusivo al quehacer filosófico, con lo que redujo la filosofía a su
contenido gnoseológico y planteó, lo que Engels calificó como el problema principal
de la filosofía, la relación pensar – ser.
La Filosofía del Derecho constituye una esfera especulativa concreta, que trata de
esclarecer las leyes y regularidades del fenómeno jurídico entendido en su dimensión
más general y abstracta. Los datos y las conclusiones de las ciencias jurídicas
sectoriales enriquecen y confirman a su vez los resultados de la Filosofía del Derecho.
Con esos puntos de vistas, la Filosofía del Derecho no es concebida como una nueva
especulación, como una visión primigenia de la vida social. Al mismo modo, no aspira
a erigirse en ciencia de las ciencias jurídicas, a la manera cartesiana de entender la
filosofía.
Pensar así supone que el derecho está concebido como una realidad subsistente en sí
mismo con independencia de nuestro pensamiento o nuestra voluntad.
El papel central que atribuye la filosofía del derecho al Estado en la realización de una
conciliación de la individualidad moderna y la libertad con la necesidad de pertenencia
colectiva. Sin embargo, el modelo de Hegel del Estado racional, aunque de ninguna
manera puramente democrático, no invertir el poder en autoridad simplemente para
suprimir la individualidad.
El estado dominicano nació en la vida jurídica, el 6 de noviembre del 1844, cuando se
proclama la constitución dominicana en la ciudad de San Cristóbal. Nuestra
constitución se nutre de las leyes sustantivas de otros estados.
El abogad de hoy y del mañana debe estar inspirado en los principios éticos y de
integridad que sirvan de salvaguarda a los valores que nos permitan subsistir como
sociedad civilizada. Es importante que todos tengamos la convicción de que la filosofía
del derecho aporto un cambio de rumbo en la enseñanza del derecho en nuestras
universidades.
De esto se deriva que regularmente las propias relaciones humanas se adelantan a las
reglamentaciones legales. En la enseñanza del derecho predomina el desuso del
razonamiento, pasando a primer plano la retención de memoria de los datos que
suministra el profesor mediante la clase magistral en la que este expone
sistemáticamente la información.
La sociedad actual requiere un mayor compromiso de sus abogados a fin de que estos se
conviertan en verdaderos agentes de cambios de viejas estructuras y prácticas legales
que no van en consonancia con los avances de un mundo en plena ebullición. Se
requiere de un mayor compromiso institucional cargado de inequívocos principios de
integridad y principios éticos.
Todos tenemos que plantearnos como un reto para el futuro inmediato la reorientación
del país en procura de mejorar los niveles educacionales de todos los dominicanos,
como vehículo imprescindible para lograr el conocimiento, única forma de cambiar
nuestra forma de pensar y actuar, y elevar nuestra autoestima como nación.
Hoy como ayer, el país necesita y requiere de un Estado de derecho fuerte, idóneo y
confiable, que se convierta en un verdadero muro de contención contra la
corrupción en todas sus manifestaciones, el narcotráfico, el crimen organizado, el
terrorismo y otros delitos que por su magnitud atentan contra la paz planetaria; pero ese
Estado de derecho solo se puede alcanzar cuando gobernantes y gobernados tengamos
la debida conciencia de la importancia de la educación.
La formación del profesional del derecho debe ser una preocupación constante,
constituir un estilo de vida. El abogado debe preocuparse por estar formado para
enfrentar los retos que día a día le presenta un mundo que exige respuestas claras a los
avances científicos y tecnológicos que requieren de un marco legal y jurídico
consistente y seguro.
El papel entonces del abogado del siglo XXI es responder a esa necesidad social y
asumir una postura de profesional consciente de sus deberes, con un conocimiento
profundo de derecho.
Los abogados deben ser profesionales a los cuales los ciudadanos puedan confiarles sus
problemas familiares o sus bienes con la certeza de que estarán bien dirigidos y de que
serán manejados por un profesional que actúa apegado a los valores éticos. Esto puede
ser posible cuando utilizamos los conocimientos filosóficos.
Conclusión
Un verdadero jurista no puede ni debe perder el contacto con la filosofía porque esta
resulta obligatoria para poder hacer verdadera ciencia y para poder situarse frente a los
problemas no científicos del derecho.
El respeto de las leyes, la aplicación de la ley y la igualdad de esta para todos los
ciudadanos, un sistema judicial que actúe con imparcialidad ante el ciudadano y la ley,
son de los fines que se alcanzan en un estado de derecho. Para el ciudadano de la
calle como decimos, para el poderoso empresario, para el alto funcionario, para
militares y extranjeros, la ley es igual en su ejecución, persecución del delito y condena
por hechos irregulares cometidos del tipo penal que sea y sobre toda acción violatoria
del marco legal y constitucional.
Todos debemos ser iguales ante ley reza el estado de derecho, ello implica que la ley
debe aplicarse a quienes la legislan también, a quienes la aplican y a quienes deben
hacerlas cumplir. Está bueno ya que el presidente, que es un ciudadano como los demás,
se crea por encima de la ley, esto manda un mal mensaje a la población, pues cuando
asume el poder presidencial, jura ante la nación, cumplir y hacer cumplir la ley. No
puede estar el presidente por encima de la ley, si la constitución dice que son dos
períodos y a la casa, no puede un presidente violar la ley sin un régimen de
consecuencia.
Los partidos políticos no pueden estar por encima de la ley. Los políticos no pueden
cambiar la base legal, ajustar o eliminar preceptos legales sin que ello tenga
consecuencias. Los políticos se creen que están por encima de la sociedad civil y es la
sociedad que los quita y los pone, por tanto, ellos se deben a los ciudadanos y no al
revés.
Un justo equilibrio de un estado de derecho debe comenzar reduciendo los poderes del
presidente de la república para equilibrar los poderes del estado como establece nuestra
constitución que habla de tres poderes: el Judicial, el Ejecutivo y el Legislativo. Vemos
en esta sociedad cómo los poderes, judicial y legislativo, están supeditados al poder
ejecutivo.
Los funcionarios públicos no están por encima de la ley y deben rendir cuentas cuando
se le solicita porque administran fondos públicos. La transparencia es parte del
régimen de derecho y de las obligatoriedades del sistema político para con la
sociedad, por tanto, es normal la rendición de cuentas y el uso pulcro de los fondos
públicos y no de manera antojadiza por gobiernos y funcionarios.
Ante esta debilidad del estado de derecho en la sociedad dominicana, sin una reforma y
limpieza de la justicia no es posible alcanzar el anhelo de la sociedad: ordenar el marco
jurídico, eliminar la impunidad, establecer como norma la igualdad de derechos y
eficientizar el sistema judicial independizando a los funcionarios de justicia del poder
político y económico del país, sin el logro de estas metas, no podemos hablar de estado
de derecho, que no sea pura retórica
Bibliografía
https://www.eumed.net/rev/cccss/2015/01/filosofia-derecho.html
https://www.uv.mx/blogs/tipmal/files/2016/09/FILOSOFIA-
DOMINICANA-PASADO-Y-PRESENTE.pdf
file:///C:/Users/User/Downloads/Dialnet-
LaImportanciaDeLaFilosofiaDelDerechoEnLaFormacionD-
5498874%20(1).pdf
https://www.youtube.com/watch?v=g0LF7wGcOJo
Anexos
Experto en la filosofa clásica.