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Oftalmología

Nervio Óptico

Alumno: Sergio Elian Bravo Torres

Dra. MA. Alejandra León Hernández

Grupo: 606

UAGro Facultad de medicina

01/12/21
NERVIO ÓPTICO:
Se trata de un nervio puramente sensorial formado por los receptores periféricos de
la retina, las vías centrales los centros corticales, el ojo es el órgano receptor
periférico encargado de la presentación de los estímulos luminosos a la retina.
La coroides pigmentaria forma la primera capa de la retina, su función es absorber
la luz y almacenar vitamina A, le seguirá una capa formada por conos (responsables
de la visión diurna y de color) y bastones (visión nocturna y detección del movimiento
periférico).

El origen del nervio óptico no tiene bastones ni conos y es la causa de la mancha


ciega fisiológica de la visión normal, los conos y bastones formarán sinapsis con las
células bipolares, las cuales, a su vez, lo harán con las células ganglionares, de las
que saldrán fibras no mielinizadas hacia la papila óptica, en donde se mie-lenizarán
y formarán el nervio óptico, éste abandona la órbita a través del foramen óptico,
cerca de la artería oftálmica y transcurre hacia atrás hasta unirse al nervio óptico
contralateral en el quiasma óptico, donde se producirá una decusación parcial (los
axones de las células ganglionares del lado nasal de la retina pasan al lado
opuesto).
El tracto óptico, formado por fibras no-sales contralaterales y temporales
homolaterales, abandona el quiasma y se extiende hasta el cuerpo geniculado
lateral, aunque algunas fibras abandonan el tratante de llegar al cuerpo geniculado
y pasan al colículo superior, encargándose del reflejo pupilar, los axones de los
cuerpos celulares del cuerpo geniculado lateral forman la radiación óptica, la cual
entrará en el hemisferio en la parte más posterior de la cápsula interna, transcurren
por las profundidades de los lóbulos parietal y temporal y terminan en la corteza
calcarina del lóbulo occipital.
ANATOMÍA:
Los nervios ópticos son estructuras cilíndricas, pareadas, que se extienden desde
la parte posterior del globo ocular (aproximadamente 2 mm medial al polo posterior)
hasta el espacio supraselar en la fosa craneal media, están formados por cerca de
un millón de axones mielinizados de las células ganglionares de la retina, el
segundo par craneal se mieliniza por oligodendrocitos, y no por células de Schwann
como los axones de los nervios periféricos, a pesar de que existe una variabilidad
significativa en las dimensiones de los nervios ópticos (incluso en la misma
persona), la longitud promedio se encuentra entre los 35 y 55 mm.
Se puede subdividir en cuatro porciones principales:
• La cabeza del nervio óptico (es decir la porción intraocular) mide
aproximadamente 1 mm.
• La porción intraorbitaria es de aproximadamente 25 mm.
• La porción intracanalicular es la más variable, midiendo entre 4 y 10 mm.
• La porción intracraneal representa aproximadamente 10 mm de la
longitud total del nervio óptico.
PORCIÓN INTRAOCULAR: La cabeza del nervio óptico es el componente más
anterior del nervio y corresponde al segmento de 1 mm que se ubica dentro del
globo ocular, La cabeza del nervio óptico (también llamada disco óptico) es de
aproximadamente 1.5 mm de ancho y está asociada a una copa fisiológica que
corresponde a una depresión central en la cabeza del nervio óptico, las dimensiones
de la copa y el disco dependen de la orientación, forma y tamaño del conducto
esclerocorneal que existe en la membrana de Bruch, el conducto esclerocorneal
cónico tiende a ensancharse en la dirección anteroposterior, la cabeza del nervio
óptico es una porción única del segundo par craneal en el sentido de que marca un
punto importante de transición vascular, geométrica y tono métrica, en el disco óptico,
el nervio óptico se mueve desde la zona intraocular de alta presión al espacio de
la región retro-orbital, de presión relativamente más baja, además de esto, hay un
cambio en la irrigación de la arteria central de la retina a las arterias oftálmica y ciliares
posteriores, las fibras nerviosas toman un giro de 90 grados para perforar la lámina
cribosa.
PORCIÓN INTRAORBITARIA: Los 25 mm de nervio óptico que viajan desde la parte
posterior del globo ocular (unos cuantos milímetros mediales al polo posterior) a la
abertura intraocular del canal óptico se les conoce como porción intraorbitaria, las
fibras del nervio óptico distales a la lámina cribosa están mielinizadas, mientras que
aquellas que anteceden a la lámina cribosa no lo están, por este motivo, el diámetro
del disco óptico intraorbitario es el doble de ancho que la porción intraocular, el nervio
óptico intraorbitario también está recubierto por las tres meninges (la duramadre, la
aracnoides y la piamadre) la aracnoides y la duramadre por lo general se fijan de
manera laxa en la porción proximal, y se asocian con un espacio aracnoideo más
grande (dándole una apariencia bulbar) en el polo posterior del globo ocular. El
espacio subaracnoideo se vuelve significativamente más estrecho en el orificio orbital
del conducto óptico, justo antes de que entre al conducto óptico, el segundo par
craneal puede encontrarse adyacente a los pares craneales III, IV y al nervio
nasociliar, y superomedial a la arteria oftálmica.
PORCIÓN INTRACANICULAR: Dentro del conducto óptico reposa la porción
intracanalicular del nervio óptico, este conducto óptico se forma dentro del ala menor
del hueso esfenoides y existe una variabilidad considerable en el grosor de las
paredes del conducto óptico, tanto que el grosor aumenta de medial a lateral, y de
superior a inferior.
El conducto óptico viaja postero-medialmente en un ángulo de 35 grados con
respecto al plano medio-sagital, como anteriormente en la porción intraorbital, la
porción intracanalicular también está recubierta por las meninges, tiene una longitud
variable entre 4 y 10 mm, la longitud añadida (además de la longitud del componente
intraorbital) permite movimientos adicionales del globo ocular.
PORCIÓN INTRACRANEAL: Los últimos 10 mm del nervio óptico hacen la porción
intracraneal, que se extiende desde el orificio interno del conducto óptico y se
desplaza por encima del diafragma de la silla turca antes de pasar sobre la parte
supraselar del seno cavernoso, aquí el nervio óptico se une con su homólogo
contralateral para formar el quiasma óptico, también hay estructuras vasculares muy
importantes que están estrechamente relacionadas con la porción intracraneal del
nervio óptico:
• Reposa medial a la arteria carótida interna.
• Está supero-medial a la arteria oftálmica.
• Se encuentra inferior a la arteria cerebral anterior
La piamadre es la única meninge que recubre a la porción intracraneal del nervio
óptico.
QUIASMA ÓPTICO:
El lado nasal del ojo izquierdo y el lado temporal del ojo derecho reciben información
de los campos visuales temporal y nasal, respectivamente (es decir el campo visual
izquierdo) de manera similar, la luz que proviene del campo visual derecho es
detectada por el lado temporal del ojo izquierdo y por el lado nasal del ojo derecho.
En el quiasma óptico, las fibras del nervio óptico que se originan del lado temporal de
la retina del ojo derecho continúan por el tracto óptico derecho (porción del nervio
óptico posterior al quiasma) en el punto de decusación, las fibras que se originan del
campo nasal del ojo izquierdo se cruzan y entran al tracto óptico derecho. De esta
manera, la información visual que proviene del campo visual izquierdo viaja por el
tracto óptico derecho. Una decusación parecida ocurre con las fibras que surgen del
lado del ojo contralateral.

TRACTO ÓPTICO:
El tracto óptico es la continuación intracraneal del nervio óptico, al igual que el II par
craneal, el tracto óptico está pareado, cada uno se compone de fibras temporales que
se originan en la retina del ojo ipsilateral y de fibras nasales que se originan de la
retina del ojo contralateral, la mayoría de estas fibras continuarán hasta alcanzar
el cuerpo geniculado lateral del tálamo, donde hacen sinapsis en el núcleo geniculado
lateral dorsal.
Sin embargo, una minoría de estas fibras se desviarán y no llegarán al cuerpo
geniculado lateral, en su lugar terminarán en el núcleo pretectal (para participar en el
reflejo pupilar o fotomotor) y en el colículo superior (regulación de movimientos
oculares sacádicos), además, hay fibras que salen del cuerpo geniculado lateral para
formar las radiaciones ópticas (fibras geniculocalcarinas).
Este tracto se compone de seis capas, que están formadas después de que sus fibras
salen del cuerpo geniculado lateral por medio de la porción retrolenticular de la
cápsula interna, las fibras subsecuentemente terminan en el área de Brodmann 17
(la corteza visual) dentro del surco calcarino.

VASCULARIZACIÓN:
El nervio óptico es irrigado indirectamente por la rama oftálmica de la arteria carótida
interna, a medida que la carótida interna emerge superiormente desde el seno
cavernoso, la arteria oftálmica se desvía y viaja a lo largo de la superficie ventral del
nervio óptico dentro del conducto óptico, a medida que la arteria emerge en el vértice
de la órbita, produce un triplicado de las arterias ciliares posteriores, junto a la arteria
central de la retina, los vasos viajan anteriormente al nervio óptico después de
perforar la estructura aproximadamente a 10-12 mm del globo ocular.
La capa superficial de fibras nerviosas del disco óptico es perfundida por las ramas
de la arteria central de la retina, la vascularización de la zona preliminar surge de los
vasos peripapilares y coroideos, que a su vez surgen de las arterias ciliares
posteriores, la lámina cribosa obtiene su irrigación de las arterias ciliares posteriores
cortas, y en ocasiones, del círculo arterial peripapilar o de Zinn-Haller, esta última
estructura vascular no es consistente, sin embargo, se puede encontrar en el espacio
subescleral que rodea al nervio óptico en la unión neuro-ocular, las arterias que
atribuyen a la red de Zinn-Haller surgen de los vasos coroidales, del plexo vascular
de la piamadre, de arterias perineurales y de aproximadamente 4-8 arterias ciliares
posteriores, la red arterial de Zinn-Haller también arroja ramas a la porción laminar
del disco óptico.
Las arterias ciliares posteriores irrigan la porción orbitaria del segundo par craneal por
medio del plexo vascular de la piamadre, que alcanzan al nervio por medio de
tabiques fibrosos, la porción internalizada de la arteria central de la retina también
puede proporcionar suministro arterial al nervio en este lugar, la irrigación colateral
que surge de la rama meníngea media de la carótida externa también puede llegar a
la porción intraorbital del nervio óptico cerca al vértice de la órbita.
La porción intracanalicular del nervio óptico reposa en un área irrigada por las ramas
colaterales de la arteria oftálmica (anteriormente) y las derivadas piales de las arterias
hipofisaria superior y carótida interna (posteriormente). Dentro del cráneo, el segundo
par craneal es irrigado por la porción A1 de la arteria cerebral anterior, la carótida
interna y las arterias hipofisarias superiores. Aunque el nervio óptico sea considerado
como una extensión diencefálica, los vasos que irrigan no tienen barrera
hematoencefálica.
Los afluentes venosos de todas las porciones del nervio óptico finalmente drenan a
la vena central de la retina. Posteriormente, esta drena ya sea hacia la vena oftálmica
superior o directamente en el seno cavernoso.

FISIOLOGÍA:
El nervio óptico es el responsable de trasmitir la información visual recibida en la
retina, para que posteriormente sea procesada y traducida en el cerebro, como
imágenes.
El nervio óptico no es un nervio periférico sino un tracto de materia blanca del sistema
nervioso central (SNC), que se proyecta fuera de los confines del cráneo.
Hay dos nervios ópticos, cada uno conectando la retina dentro de cada globo para
enfocar áreas dentro del cerebro; debido a que la mayor parte de la percepción
sensorial humana se basa en la visión, los nervios ópticos, por lo tanto, llevan la mayor
parte de la información sensorial al cerebro, y de allí a la conciencia.
Debido a que el SNC generalmente no responde a las lesiones produciendo nuevas
células o reparando axones, la ceguera de la enfermedad del nervio óptico es
típicamente irreversible.
El nervio óptico comienza con la célula ganglionar de la retina, que se encuentra en
la capa más interna de la retina, dentro de la capa de células ganglionares, las células
ganglionares de la retina reciben información de las células bipolares y las células
amacrinas y proyectan su axón hacia el vítreo; luego, el axón gira aproximadamente
90 ° y se proyecta hacia la cabeza del nervio óptico en la capa de fibras nerviosas.
Las fibras en la parte temporal de la retina (correspondiente al campo visual nasal)
se alejan de la fóvea, y una vez en la retina nasal las fibras vuelven hacia el disco
óptico, ingresando en las porciones superior e inferior del disco, los axones de las
células ganglionares de la retina que surgen de las células ganglionares de la retina
nasal se proyectan más directamente al disco, de la siguiente manera.
Las fibras de la mitad nasal de la mácula, formando el haz papilomacular (o más
propiamente, el paquete maculopapilar), ingresan a el disco temporal, mientras que
las fibras que surgen de las células ganglionares nasales al disco entran en la parte
nasal del disco.
Además, existe una segregación estricta de las fibras que surgen de las células
ganglionares de la retina situadas por encima del meridiano horizontal temporal (rafe
temporal) y aquellas que surgen de las células ganglionares de la retina situadas por
debajo del rafe temporal.
Debido a esta segregación, los defectos del campo visual correspondientes a la lesión
de los axones de las células ganglionares de la retina típicamente tienen patrones
estereotipados (por ejemplo, pasos nasales superiores o inferiores, cuñas temporales
o los escotomas arqueados).
Una vez en el disco óptico, los axones de las células ganglionares se alejan 90 grados
del vítreo hacia el cerebro, esto marca el comienzo del nervio óptico, el borde
neurorretinal del disco es la parte del disco que corresponde a la proyección de las
fibras nerviosas en el nervio óptico, la copa es la parte del disco que no contiene
axones de células ganglionares de la retina.
Los componentes más importantes del nervio óptico son los axones de las células
ganglionares de la retina. Aunque los cuerpos de las células ganglionares de la retina
están situados dentro de la retina, los axones están ubicados dentro del nervio óptico.
No hay otros cuerpos celulares neuronales dentro del nervio óptico, por lo tanto, es
un tracto de materia blanca pura. Aunque el nervio óptico puede contener otros
nervios pequeños, particularmente pequeños nervios periféricos (ramas del sistema
trigeminal).
Que transmiten sensación de dolor o controlan el tono vascular, la mayor parte del
nervio óptico está compuesto por aproximadamente 1.000.000 de axones de células
ganglionares de la retina. Los axones del nervio óptico se recogen en fascículos, que
están separados por tabiques derivados de pia. El diámetro medio del axón es
ligeramente inferior a 1 μm.
La conducción axonal en el nervio óptico depende de la presencia de mielina, una
estructura grasa multilaminada que aísla a cada axón y aumenta en gran medida la
velocidad y la eficiencia de la conducción. Esto se discute extensamente en la sección
sobre conducción axonal. El nervio óptico retrolaminar está completamente
mielinizado en circunstancias normales. Los oligodendrocitos son responsables de la
mielinización axonal en el SNC, y hay aproximadamente 20 parches de mielina
aportados por cada oligodendrocito.
Cada oligodendrocito puede compartir varios axones mielinizantes, y cada axón es
mielinizado por varios oligodendrocitos. Cada axón está mielinizado con varias
laminillas de bicapas de mielina, y el número de laminillas varía de axón a axón.
Aunque los oligodendrogliomas se producen en otras partes del SNC, los neoplasmas
de oligodendrocitos dentro del nervio óptico son muy raros. Los axones de células
ganglionares intrarretinianas normalmente no son mielinizados en la mayoría de las
especies porque los oligodendrocitos están ausentes en la retina.
REFLEFO PUPILAR: El nervio óptico es el responsable de relevar información
al núcleo pretectal a nivel del colículo superior, que a su vez es responsable por la
regulación de la actividad bilateral del núcleo de Edinger-Westphal (núcleo
parasimpático del III par craneal), las fibras del tracto óptico que hacen sinapsis en el
núcleo pretectal no se comunican con el cuerpo geniculado lateral.
Las fibras parasimpáticas presinápticas de cada núcleo de Edinger-Westphal
después viajan junto a las fibras del nervio oculomotor y hacen sinapsis en el ganglio
ciliar.
Las fibras parasimpáticas postsinápticas luego viajan con los nervios ciliares cortos
para inervar al músculo esfínter de la pupila, por lo tanto, la vía del reflejo pupilar tiene
un ramo aferente que surge del tracto óptico ipsilateral y dos ramos eferentes que
brindan inervación bilateral a los núcleos oculomotores (de Edinger-Westphal) por
este motivo, es capaz de producir tanto la respuesta pupilar directa (constricción
ipsilateral de la pupila en respuesta a un estímulo luminoso) como la respuesta
consensual (constricción contralateral de la pupila en respuesta a un estímulo
luminoso).
NEURITIS ÓPTICA AGUDA:
Es una patología que afecta más frecuentemente a mujeres jóvenes y tiene una
incidencia de 5 de cada 100.000 habitantes, el paciente acude por pérdida de visión
ocular aguda monocular y dolor con los movimientos oculares.
El rango de pérdida visual puede variar de muy leve a grave, el dolor ocular ocurre
en aproximadamente el 90% de los pacientes, en neuritis unilaterales existirá un
defecto pupilar aferente relativo, la mayoría de las neuritis ópticas son retro bulbares,
es decir, el aspecto funduscópico del nervio óptico será normal en el estadio agudo
de la enfermedad.

El defecto campimétrico más frecuentemente encontrado es una pérdida de


sensibilidad media y la visión de los colores estará afectada, los potenciales visuales
evocados mostrarán un retraso de la latencia, en todo paciente con neuritis óptica
debemos solicitar resonancia magnética nuclear (RMN) para descartar la existencia
de patología desmielinizante sistémica asociada y es un marcador de riesgo para el
desarrollo de esclerosis múltiple.
Si la RMN muestra al menos 3 lesiones desmielinizantes, la incidencia de esclerosis
múltiple a los 5 años es de aproximadamente el 50%, mientras que, si la prueba arroja
un resultado normal, la incidencia desciende a un 15%3,4. En la esclerosis múltiple
aparecen lesiones en la sustancia blanca periventricular, nervio óptico, quiasma, tallo,
médula y cerebelo.

NEURITIS ÓPTICA ANTERIOR:


La neuropatía óptica isquémica anterior tiene muchas similitudes con los accidentes
cerebrovasculares, conocidos comúnmente como “derrames”, la patología se debe a
la interrupción del suministro sanguíneo al nervio óptico, esto puede resultar en un
espectro variado de desórdenes, desde la isquemia hasta el infarto con necrosis.
La severidad de la lesión depende en el grado y la duración de la obstrucción
vascular, casos leves de la neuropatía óptica isquémica anterior pueden ocurrir con
la interrupción temporal del flujo sanguíneo al nervio óptico, a esto se le conoce como
pérdida transitoria de la visión, al igual que el cerebro, el nervio óptico no se regenera
una vez que ha sufrido un daño severo (infartos) de esta manera, la percepción de
impulsos visuales por la región afectada se perderá de manera permanente. Mientras
que otros trastornos como la vasculitis, eventos embólicos o trombóticos, pueden
conducir a la neuropatía en cuestión.
Existe un alto grado de sospecha cuando se trata de lesiones arteriales del ojo, ya
que usualmente indican que existe un riesgo similar de evento isquémico en cualquier
otra parte del cuerpo (como en el corazón, desencadenando un infarto del miocardio,
en el cerebro causando un derrame, o en los riñones provocando una disfunción
marcada), en la fundoscopia u oftalmoscopia de la neuropatía óptica isquémica
anterior, el disco óptico se verá pálido y los márgenes aparecerán borrosos
(hinchados).

NEURITIS ÓPTICA RETROBULBAR:


Es una condición que se caracteriza por la inflamación del nervio óptico y puede
provocar disminución o pérdida total de la visión en el ojo afectado.
La neuritis óptica retrobulbar es un tipo de neuritis óptica que se produce más atrás
del disco óptico, sobre todo en la fase inicial de la enfermedad, cuando la enfermedad
está más avanzada, la papila o el disco óptico, que es la parte de la retina por la que
el nervio óptico entra al globo ocular, puede lucir un poco pálido.
Debido a la falta de indicadores clínicos en los exámenes oculares, la neuritis óptica
retro bulbar es una enfermedad que se diagnostica según los síntomas del paciente.
La causa exacta de la neuritis óptica retrobulbar casi siempre es desconocida, de
todos modos, durante una revisión oftalmológica el oftalmólogo puede sospechar que
la enfermedad ha sido desencadenada por alguno de los siguientes factores de
predisposición:
• Enfermedades virales entre las que resaltan la meningitis, sífilis, herpes
zóster y la encefalitis.
• Enfermedades autoinmunes que atacan directamente el tejido del nervio
óptico.
• Esclerosis múltiple y cualquier otra enfermedad desmielinizante. La
desmielinización ocurre cuando las fibras de los nervios pierden de forma
progresiva la capa de mielina que los recubre y que facilita la conducción
nerviosa.
• Tumores.
• Reacciones alérgicas.
• Exposición a sustancias químicas y consumo de ciertos medicamentos.
Un paciente con neuritis óptica retrobulbar puede presentar:
• Disminución de la visión de lejos y de cerca que puede ser leve o grave.
• Dolor en la parte trasera del ojo, muy similar al de la sinusitis, que se
conoce como dolor retrobulbar y suele ser más fuerte con el movimiento
ocular.
• Disminución de la sensibilidad al contraste.
• Discromatopsia o dificultad para percibir ciertos colores o confundirlos
entre sí.
• Problemas en la visión central. Es probable que aparezca algún punto
ciego en la visión denominado escotoma.
• Defectos en la pupila.

Aunque poco frecuente, es posible que al cabo de unos días los síntomas
comiencen a mejorar. De todos modos, si la enfermedad que ha causado la neuritis
óptica retro bulbar se reactiva, los síntomas también lo harán.

El pronóstico de la enfermedad depende de la causa que la haya originado, en


algunos casos el paciente no recupera por completo la agudeza visual.
PAPILEDEMA:
Es la inflamación del disco óptico debido a presión intracraneal elevada, las causas
más comunes son tumores cerebrales, abscesos, hematoma subdural,
malformaciones arteriovenosas, hemorragia subaracnoidea, hidrocefalia, meningitis
y encefalitis.
En la práctica oftalmológica, una causa frecuente es la hipertensión intracraneal
idiopática, ésta se caracteriza por presión intracraneal elevada, ninguna anormalidad
neurológica o en una neuroimagen, excepto por algún aspecto atribuible a la
elevación de la presión intracraneal, como parálisis del sexto par craneal, para este
caso los componentes del líquido cefalorraquídeo son normales, es un diagnóstico
de exclusión y deben descartarse otras causas del síndrome de seudotumor cerebri,
como la oclusión del seno venoso cerebral, terapia con tetraciclinas o vitamina A
(retinoides), en especial en hombres con apnea obstructiva del sueño.
Las causas menos comunes de papiledema son tumores de la columna vertebral,
polineuropatía aguda idiopática (síndrome de Guillian-Barré), mucopolisacaridosis y
craneosinostosis, en las cuales varios factores, incluyendo dismi nución en la
absorción de líquido cefalorraquídeo, anormalidades de su flujo y volumen craneal
reducido, contribuyen a la elevación de la presión intracraneal.
Las condiciones para que ocurra papiledema incluyen que el espacio subaracnoideo
alrededor del nervio óptico debe ser aparente y conectarse de manera retrolaminar a
través del canal óseo con el espacio subaracnoideo intracraneal; por tanto, permite
la transmisión de la presión intracraneal aumentada al nervio óptico en su porción
retrolaminar, ahí se bloquea el transporte axonal lento y rápido, a como su distensión
particularmente visible en los polos superior e inferior del disco óptico, éstos
representan los primeros signos de papiledema.
Los signos de papiledema ligero son hiperemia del disco con dilatación de los
capilares superficiales, margen discal prepapilar borroso y pérdida de pulsaciones
venosas espontáneas. También se desarrollan pliegues retinianos peripapilares
circunferenciales (líneas de Paton), quizá como consecuencia de elevación marcada
de la presión intracraneal o de su aumento rápido, se presentan hemorragias y
manchas algodonosas en, y alrededor, del disco óptico, lo cual indica
descompensación vascular y de los axones con el riesgo de daño agudo del nervio
óptico, así como defectos en el campo visual.

REFERENCIAS:

• Davis, Matthew C. et al. "The Naming Of The Cranial Nerves: A Historical


Review." Clinical Anatomy, vol 27, no. 1, 2013, pp. 14-19. Wiley-Blackwell,
doi:10.1002/ca.22345.
• Hayreh, Sohan Singh. "Structure Of The Optic Nerve." Ischemic Optic
Neuropathies, XII, no. 456, 2011, pp. 7-34. Springer Berlin Heidelberg,
doi:10.1007/978-3-642-11852-4_2.
• Kier, E. Leon et al. "MR Imaging Of The Temporal Stem: Anatomic Dissection
Tractography Of The Uncinate Fasciculus, Inferior Occipitofrontal Fasciculus,
And Meyer’S Loop Of The Optic Radiation". American Journal Of
Neuroradiology, vol 25, no. 5, 2003, pp. 677-691. AJNR, Accessed 13 Mar
2018.

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