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Los derechos se transm iten por m edio de actos jurídicos (títulos). Así,
cuando el propietario de un predio constituye sobre él un derecho de usufruc
to, el usufructuario que usa y disfruta el bien tiene la posesión inmediata y el
propietario tiene la posesión mediata. Si el usufructuario arrienda el mismo
predio, es el arrendatario el poseedor inmediato, quedando el propietario y el
usufructuario com o poseedores mediatos.
La posesión inmediata se ejerce en virtud de un título (ej., el arrendata
rio), y la mediata corresponde a quien confirió el título (ej., el arrendador). Es
requisito necesario para ser poseedor inmediato que se posea con un título (v.
gr., un contrato de arrendam iento, de com odato, de depósito, constitución de
usufructo, prenda, etc.), siendo poseedor mediato el que le confirió el título; el
poseedor m ediato (el dans) faculta al inm ediato (el accipiens) para poseer tem
poralm ente108; la extensión del derecho de posesión inm ediata es la que se indica
en el título. El que posee un bien para sí y por sí, pero sin título, no es poseedor
inmediato. Se deduce que la relación de poder sobre un bien, tanto m ediata
como inm ediata, se sustenta en un derecho personal derivado de un contrato
de arrendam iento, com odato, etc., a la que se agrega una relación de hecho, lo
que no puede parecer extraño, porque hay derechos reales que se constituyen
mediante actos jurídicos. N o hay relación de posesión m ediata y posesión in
mediata constituida con prescindencia de todo derecho, com o sería, v. gr., la
que corresponde a un propietario con un usurpador, quien tiene solam ente una
relación de hecho con el bien.
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
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TÍTULO 11 | TE R Q iR A PARTL POSESIÓN
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TITULO II ¡ TERCEHA PARTE POSESION
inválido por nulo o anulable, m ientras no sea declarado nulo por una sentencia
firme em itida en un proceso pleno o tam bién por un laudo arbitral. C o n tra
riamente, el poseedor carece de título si este adolece de nulidad manifiesta, la
cual puede ser declarada de oficio por el juez (art. 220), en cualquier proceso
de cognición, incluso en un proceso sum arísim o de desalojo.
En la doctrina y legislación com parada, a la posesión mediata tam bién
lo denom inan originaria, superior, posesión por m ediación, y a la inmediata la
llaman posesión derivada. Así, W o l f f 113 expresa, posesión mediata es la que
se tiene por mediación de la posesión de otro: entre el poseedor m ediato y la cosa
media aquel que (en contraposición al servidor de la posesión) tiene la posesión
misma; es el mediador posesorio o subposeedor, el poseedor m ediato es poseedor
superior. Al que posee sin m ediador posesorio, se le llama poseedor inmediato
El art. 791 del Código Civil Federal de México prescribe: “C uando en
virtud de un acto jurídico el propietario entrega a otro una cosa, concediéndole
el derecho de retenerla tem poralm ente en su poder en calidad de usufructuario,
arrendatario, acreedor pignoraticio, depositario, u otro título análogo, los dos son
poseedores de la cosa. El que la posee a título de propietario tiene una posesión
originaria; el otro, una posesión derivada”.
Respecto de un m ism o bien pueden concurrir dos o más posesione de
distinto rango. Por ejemplo, A transfiere en usufructo el predio de su propiedad
a B; el usufructuario B arrienda el predio a C; y el arrendatario C lo subarrienda
a D. Resulta que A es poseedor m ediato de tercer grado, B lo es de segundo
grado, C es poseedor m ediato de prim er grado, y D es poseedor inm ediato.
C om o señala P e ñ a " 4, sobre una m ism a cosa cabe una cabalgata de po
sesiones, es decir, que distintos sujetos tengan a la vez derechos de posesión
siempre que se trate de conceptos diversos y compatibles: uno posee en concepto
de dueño; otro de usufructuario; otro, de arrendatario; otro de subarrendata
rio; otro, de depositario, etc. De todos ellos, tiene la posesión inm ediata el que
está en inm ediación con la cosa; los demás tienen la posesión m ediata (señorío
espiritualizado), es decir, poseen a través del poseedor inm ediato o m ediador
posesorio. Los poseedores m ediatos pueden tam bién ejercitar las facultades de
protección de su posesión: la legítima defensa, los interdictos.
El título posesorio sirve para conferir la posesión inm ediata y, a la vez,
para conservar la mediata. C on el título de posesión hay un desplazam iento de
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
la tenencia material del bien, pero no una pérdida de la posesión por parte del
transferente.
En toda transferencia de la posesión existe una relación jurídica entre una
posesión m ediata y una posesión inmediata; el poseedor inm ediato deriva su
derecho del poseedor m ediato.
El poseedor m ediato (el transferente de la posesión), si bien no tiene
m aterialm ente la cosa, no pierde la posesión, sigue siendo poseedor a título de
propietario, arrendador, com odante, depositante, etc; tiene la posesión actual,
no una mera expectativa de posesión futura, posee por m edio del inm ediato, tal
es así que está facultado para exigir la restitución del bien utilizando el proceso
de desalojo (art. 586 del C PC ).
El poseedor inm ediato tiene m aterialm ente el bien por obra del poseedor
m ediato, lo que le perm ite usar, gozar y disfrutar el bien a título usufructuario,
arrendatario, com odatario, etcétera, su posesión deriva de la posesión mediata, y
es m ediador posesorio del m ediato, o sea, el poseedor m ediato posee por medio
del inm ediato.
La adquisición inm ediata de la posesión en virtud de un título tiene lugar
no solam ente con la entrega material del bien por el transferente al adquirente
(art. 900), sino tam bién por el simple acuerdo de estos, siempre que el adquirente
esté en situación de ejercer por sí m ism o el poder de hecho sin necesidad de
una ulterior cooperación del transferente, com o ocurre con los bienes de libre
accesibilidad ubicados en lugares distintos al de la celebración del acto jurídico
con el que son transferidos (un predio no cercado, una lancha atracada a la orilla
de un rio, etc.); los bienes que no tienen libre acceso para todos, pero sí para
el adquirente; cuando se hace accesible el bien al adquirente en el m om ento
de perfeccionarse el respectivo acto jurídico (A arrienda su casa su casa a B,
situada en otra ciudad, y le entrega las llaves, etc.); cuando por caso fortuito o
fuerza mayor (inundaciones, nevadas, etc.) no es posible la ocupación del bien
inm ediatam ente tras el acuerdo115.
T an to la posesión m ediata com o la inm ediata son verdaderas posesiones y
están protegidas por los interdictos, las acciones posesorias y la defensa posesoria
extrajudicial.
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TÍTUI .0 II | TERCERA PARTE POSESIÓN
Jurisprudencia
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ j DERECHO REALES (T O M O 1)
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TÍTULO II I TKKCKRA PARTI! POSESIÓN
dor, del que lo adquiere de quien no se encuentra legitim ado para transm itir el
derecho de que se trate (propiedad, uso, etc.). Falta el hecho o acto jurídico que
de nacim iento al derecho a la posesión o ese hecho o acto jurídico no reúne los
requisitos exigidos por la ley para su validez o adolecen de vicios que lo invalidan.
El IV Pleno Casatorio Civil establece:
41).- IX- lo r ecu lad o p o r los artículos 9 0 6 a 910 del C ó d i g o Civil, em erg e que la pose sión
es legítim a c u a n d o existe c o r re sp o n d e n c ia e n tre el p o d e r ejercido y el d e r e c h o alegado,
será ilegitim a c u a n d o deja de existir esa c o r re sp o n d en cia.
41.- Se ha llegado a sostener q u e la posesión es legítim a c u a n d o el ejercicio de d ic h o
derecho sea de a c u e r d o a las di sp osiciones del o r d e n a m i e n t o civil, en t a n t o q ue será
Ilegítima c u a n d o se ten ga sin título o p o r un t í tu lo n u lo o q u e ha sido a d q u i r i d o por
un m o d o insuficiente para a d q u i r i r los derecho s reales, o c u a n d o se ad q u iere del q u e no
tenía derecho a poseer la cosa o no lo tenía para t ran sm itirla.
lis posesión legítim a en c u a n t o no se declar e la n u lid a d del t ítu lo q u e la p r o d u c e si se
ha a d q u i r i d o el bien de q uien n o es su d ueño.
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ANÍBAL TO RRES VÁSOUEZ 1 DERECHO REALES (T O M O I)
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T I T I L O II | T M K X R A PARTI; P O S E S IÓ N
carece de uno o más requisitos de los de la posesión regular, por ejemplo, cuando
no se posea justo título (título falso, nulo, etc.)124.
Por disposición del art. 1.200 del vigente Código brasileño, es justa la
posesión no violenta, clandestina o precaria.
La posesión, dice A l b a d a l e j o I2,> es justa cuando el que posee tiene derecho
a poseer; en otro caso, la posesión es injusta.
El BGB alemán prescribe: “Artículo 858.- [...] (2) La posesión adquirida
mediante privación ilícita es ilegítima. La ilegitimidad puede hacerse valer contra
el sucesor en la posesión, si este es heredero del poseedor o si, en el m om ento de
la adquisición, conoce la ilegitimidad en la posesión de su predecesor”.
La posesión ilegítima puede ser de buena o de mala fe, según que el po
seedor conozca o no que su título de posesión es inválido por nulo o anulable
u otras causales que lo torna ineficaz.
Los poseedores, sean de buena o de mala fe, están protegidos por los in
terdictos, contra los despojos o perturbaciones causadas a su posesión126.
La buena o mala fe se determ ina al comienzo del ejercicio del poder sobre
el bien y permanece invariable m ientras las circunstancias perm itan al poseedor
creer que pose legítim am ente, y si no es posible determ inar el tiem po en que
comienza la mala fe, se debe estar al día de la citación en juicio.
Es de buena fe “cuando el poseedor cree en su legitim idad, por ignorancia
o error de hecho o de derecho sobre el vicio que invalida a su títu lo ” (art. 906),
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ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ | DERECHO RKAUiS (TO M O I)
es decir, no conoce ni puede conocer que su título está incurso en las causales
nulidad (art. 219) o en las de anulabilidad (art. 221) o cuando el que le otorgó
el título poseía el m ueble por hurto, robo, estafa, abuso de confianza o había
entrado a ocupar el inm ueble por violencia, clandestinidad, abuso de confianza.
En general, es poseedor ilegítimo de buena fe el que desconoce que su título de
posesión adolece de ineficacia estructural o funcional. Es poseedor de buena fe
el que desconoce que su título es nulo, pero no se puede decir que es de buena
fe el que posee con título m anifiestam ente nulo, porque la nulidad manifiesta se
evidencia fácilm ente del propio título, razón por la que el Juez la puede declarar
de oficio (art. 220).
En los térm inos del art. 906, existen tres altrnativas para reconocer la
buena fe del poseedor: 1) La ignorancia sobre el vicio que invalida su título; 2)
El error de hecho sobre el vicio que invalida su título; 3) El error de derecho
sobre el vicio que invalida su título.
El poseedor de buena fe cree o está convencido que tiene derecho a la po
sesión debido a que, no obstante haber actuado correcta, leal y honestam ente,
desconoce que su título está afectado por causales de nulidad (nulidad absoluta)
o anulabilidad (nulidad relativa) o por otras causales de ineficacia com o son la
rescisión, resolución, etc. Es de mala fe el poseedor que conoce o que, obser
vando una norm al diligencia, está en la posibilidad de conocer que su título
está afectado por causales de nulidad, anulabilidad, rescisión, resolución, etc.
C uando se trata de bienes registrados, la buena fe requiere el examen
previo de las partidas regístrales y de los títulos archivados que sustentan los
asientos regístrales. C onform e al art. 2 0 1 4 127, a quien de buena fe y a título one
roso adquiere un derecho inscrito no se le puede oponer derechos no inscritos,
aunque después se declare la ineficacia estructural o funcional del derecho del
transferente por causas que no consten en los asientos regístrales y en los títulos
archivados que lo sustentan. C on el principio de la buena fe pública registral
se asegura el tráfico patrim onial, protegiendo al que, a título oneroso y de fe,
adquiere derechos del titular registral, contra cualquier intento de enervar dicha
adquisición por causales no registradas.
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TITULO 11 TKKCEKA PAUTK POSKSIÓN.’
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (TO M O I)
128 C o n referencia al error de D erecho, Bibíloni dice: “Sería un a inequidad privar al po
seedor h u m ild e o m edio que se equivoca sobre el alcance de las leyes que no conoce,
au n q u e se p reten d a q ue sabe lo que los jurisconsultos no saben de los frutos y los p ro
du cto s de su trabajo [...] Y no exceptuam os al que posee p o r títu lo nulo por vicio de
form a. Si esto perm itiera la ley, sería que ella se p one al servicio de la expoliación [...]
las víctim as del despojo serían consideradas p o r su candidez, p o r su buen a fe crédula
poseedores de m ala fe”. C it. de C a s t a ñ e d a , Instituciones de Derecho civil, ob. cit., p.
102.
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T ÍT U l-O Jl ! T E R C E R A P A R l'E P O S E S IÓ N
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ANÍBAL TOHRF.S VÁSQUF.Z | DERECHO REAl,ES (TO M O I)
C onform e al art. 907, la buena fe com ienza con el ejercicio del poder
sobre el bien y perm anece invariable m ientras las circunstancias perm itan al
poseedor creer que posee legítim am ente, y si no es posible determ inar el tiem po
en que comienza la mala fe, se debe estar hasta el día de la citación en juicio, si
la dem anda resulta fundada.
La buena fe perdura m ientras las circunstancias perm itan al poseedor creer
que posee legítim am ente, que su título posesorio es válido. La posesión de buena
fe term ina desde que las circunstancias indican que el poseedor no ignora que
posee indebidam ente131, por conocer o estar en condiciones de conocer que su
título es nulo o anulable, que su transferente no tenía el derecho o no estaba
autorizado para enajenar, que el testam ento en que se le hizo el legado había
sido revocado, etcétera, o desde el m om ento en que es emplazado judicialm ente
con una dem anda que es declarada fundada.
130 Digesco, lib. v, cít. m , ley 25, 7. D espués de contestada la d em an d a todos em piezan
a ser poseedores de m ala fe, por m ejor decir, después de prom ovida la controversia.
P orque, au n q u e en el senado consulto se haga m ención de la d em an d a contestada, sin
em bargo, tam bién después de prom ovida la controversia se hacen iguales todos los p o
seedores, y son reputados com o poseedores de m ala fe. Y de este derecho usam os hoy;
porque el que es dem an d ad o , com enzó a saber qu e posee u na cosa que no le pertenece.
131 C ó d i g o C i v i l b r a s i l e ñ o . A rtículo 1.202.- La posesión de buen a fe pierde este carácter
en el caso o desde el m o m en to en que las circunstancias hacen presu m ir q ue el poseedor
no ignora que posee in debidam ente.
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T Í TULO II TERCERA PARTE POSESIÓN
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ ¡ DERECHO REALES (TO M O 1)
no puede calificarse el uso del inm ueble com o indebido ni obligárseles a pagar
por una posesión legítima y de buena fe” (C orte Superior de Lima, Sala N.° 3,
Exp. N .° 3331-97).
T am bién es de buena fe el poseedor ilegítimo que, por ignorancia o por
error, cree en la validez de su título. M ientras las circunstancias no le perm itan
salir de su error o m ientras no sea citado en juicio, si la respectiva dem anda
resulta fundada, tiene derecho a hacer suyos los frutos.
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TITULO II I TlíKCKRA PARTL POSKS1ÓN
El art. 1317 dispone que “el deudor no responde de los daños y perjuicios
resultantes de la inejecución de la obligación, o de su cum plim iento parcial,
tardío o defectuoso, por causas no imputables, salvo que lo contrario esté previsto
expresamente por la ley o por el título de la obligación”. Las causas no imputables
al deudor son el caso fortuito y la fuerza mayor. El deudor no responde por los
daños resultantes del caso fortuito o la fuerza mayor, sino en los casos previstos
expresamente en la ley o por el título de la obligación.
El art. 909 es precisam ente uno de los casos en que la ley determ ina la
responsabilidad por los daños derivados del caso fortuito y la fuerza mayor. C o n
forme a este artículo el poseedor de mala fe responde de la pérdida o detrim ento
del bien aun cuando se deba a un hecho que no le es im putable com o es el caso
fortuito o la fuerza mayor. De acuerdo con el contrario sensu de esta norm a, el
poseedor de buena fe no responde por la pérdida o detrim ento del bien. Esta
solución es justa por cuanto el poseedor de buena fe está convencido de ser el
titular del derecho real sobre el bien, del cual, v. gr., si es poseedor propietario
puede disponer incluso m aterialm ente (art. 923).
Si el poseedor de mala le responde por los daños derivados del caso for
tuito o fuerza mayor, con mayor razón responde cuando la pérdida se debe su
culpa o dolo.
Sin embargo, el poseedor de mala fe quedará libre de responsabilidad pro
bando que el bien igualm ente se hubiera perdido, por la m ism a causa, estando
en poder del que tiene derecho a la restitución. Por ejem plo, en el lugar donde
residen el poseedor del bien y quien tiene derecho a la restitución se produce un
terrem oto, la cosa igual se pierde o deteriora estando en poder de uno u otro.
En suma, conform e a la norm a del art. 909, el poseedor de mala fe responde
por la pérdida o detrim ento del bien aun por caso fortuito o fuerza mayor, con
trario sensu, si es poseedor de buena fe no responde de la pérdida o deterioro del
bien, menos si la destrucción o deterior se debe a caso fortuito o fuerza mayor.
Al poseedor se le presum e de buena fe, salvo que se pruebe que conocía, o no
podía dejar de conocer, la ilegalidad de su relación de poder con el bien (art.
913), caso en el que responde por la pérdida o detrim ento del bien aun por caso
fortuito o fuerza mayor.
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ANÍBAL TORRES VÁSQltEZ | DERECHO REALES (TO M O 1)
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CAPÍTULO IV
CLASES DE POSESIÓN (PARTE II):
POSESIÓN PRECARIA.
CUESTIONES GENERALES
|. POSESIÓN PRECARIA
1. Cuestiones generales
136 Según el D iccionario de la Real A cadem ia Española, precario (del latín precarius) es el
“q u e tiene sin títu lo , p o r tolerancia o inadvertencia del d ueño.
137 Cas. N .° 2 1 9 5 -2 0 1 1-Ucayali (C u arto Pleno C asatorio)
1. U na persona ten d rá la co n d ició n de precaria c u an d o o cupe un in m u eb le ajeno, sin
pago de ren ta y sin títu lo para ello, o c u and o d icho títu lo no genere n in g ú n efecto
de p rotección para q u ien lo ostente, frente al reclam ante, p o r haberse ex tinguido el
m ism o.
138 A l b a l a d e j o , Curso de Derecho civil español, ob. cit., p. 50.
139 El artículo 441 del C ó d ig o español dispone: “En n in g ú n caso p u ed e ad quirirse vio
len tam en te la posesión m ientras exista un poseedor q u e se o p o n g a a ello. El que se
crea con acción o derecho para privar a o tro de la tenencia de u n a cosa, siem pre que el
ten ed o r resista la entrega, deberá solicitar el auxilio de la au to rid a d co m p e te n te”.
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (TO M O 1)
140 D í e z - P ic a z o , Fundamentos del Derecho civil patrim onial, ob. cit., pp. 488 y 489.
141 El concepto de precario de la Ley de E n juiciam iento C ivil española y D íez-Picazo está
revestido del precarium del D erecho rom ano, del que en el D erecho p eru an o no queda
nada, salvo el n om bre.
142 H e r n á n d e z G i l , Obras completas, ob. cit., p. 378.
143 P e ñ a B e r n a l d o d e Q u i r ó s , Derechos reales. Derecho hipotecario, ob. cit., p. 185.
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TITULO II j TERCERA PARLE POSESIÓN
posesión de bien ajeno adquirida clandestinam ente o por usurpación, robo, etc.
Todo ocupante que no acredite tener un título para poseer válidam ente un bien
es un precario. Q uien posee con título no es precario144.
En cambio, la calidad precaria derivada (sobreviniente) se da por fene
cimiento del título, lo que conlleva la pérdida del derecho de posesión (pose
sión degenerada): Así, por ejemplo, cuando por transacción, m utuo disenso,
resolución145, rescisión, vencim iento del plazo, cum plim iento de la condición
resolutoria, revocación, nulidad, anulabilidad u otra form a de ineficacia se
extingue el contrato en virtud del cual posee el bien el usuario, usufructuario,
com odatario, acreedor anticrético, servidor de la posesión146, com odatario,
adm inistrador, etcétera.
Para algunos autores no adm iten la posesión precaria originaria, sino
solamente derivada. Así, G o n z a l e s 147 afirma que “el precario es todo poseedor
inm ediato que recibió el bien en forma tem poral por acto voluntario del conce
dente o poseedor m ediato, cuya finalidad es proporcionar el goce por liberalidad,
gracia o benevolencia. El precario se origina por título social o, excepcionalmente,
por título jurídico de carácter obligatorio que ha fenecido por nulidad”. Para
adecuar su opinión al art. 911 sostiene que el “poseedor carece de títu lo ” cuando
funda su posesión en “relaciones de cortesía o am istad”. Sustenta su tesis en el
art. 587 del C P C , el cual establece que las partes del proceso de desalojo son “el
dem andante y la persona a quien este le cedió la posesión”, o sea el actor debe
ser poseedor m ediato. N o com partim os este criterio de precario por carecer de
sustento legal, dado a que el art. 586 del Código Procesal Civil prescribe que
la parte activa de la acción de desalojo puede ser el propietario, el arrendador,
el adm inistrador, sin hacer m ención alguna a la exigencia de que debe ser un
poseedor inm ediato148; además, el que por cortesía o am istad recibe un bien para
que lo use tem poralm ente con la obligación de devolverlo no es precario, tiene
título para poseer (v. gr., el com odante por cortesía o am istad presta una cosa
al com odatario). El que entra a ocupar un bien por violencia, clandestinidad o
abuso de confianza es precario porque nunca tuvo título para poseer (precariedad
originaria). N o todo poseedor m ediato entrega un bien al poseedor inm ediato
con la finalidad de proporcionarle el goce por liberalidad, gracia o benevolencia,
sino que la entrega tam bién puede ser a cam bio de una contraprestación. El
dem andante en el proceso de desalojo no puede ser solam ente el poseedor m e
diato, sino tam bién el que no tiene ninguna relación posesoria con el poseedor
actual. Finam ente, toda relación social basada en la cortesía o am istad regulada
por el D erecho es una relación jurídica.
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TÍTULO II | TKRCRRA PARTE POSKS1ÓN
es poseedor con derecho y el poseedor sin título es poseedor sin derecho. El título
confiere el derecho para poseer. Por ejemplo, un contrato (título) de com pra
venta, arrendam iento, com odato, depósito, usufructo, confiere al com prador,
arrendatario, com odatario, depositario, usufructuario, el derecho de poseer el
bien objeto del contrato; tam bién la calidad de cónyuge o de h ijo 1’’" u otros
parientes o dependientes del poseedor les confiere el derecho de poseer.
El poseedor con título válido es de buena fe. El poseedor con título in
válido puede ser de buena o mala fe, según que no conozca o no los vicios que
invalidan su título.
De acuerdo con el art. 906, la posesión ilegítima requiere de un título
que adolece de vicios que acarrean su invalidez, vicios que pueden o no ser co
nocidos por el poseedor; si, por error o ignorancia, no los conoce es poseedor
de buena fe y si los conoce es poseedor de mala fe. En cam bio, según el art. 911
señala que la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que
se tenía ha fenecido.
Son causales de la posesión precaria: i) la falta de título porque nunca
existió; o ii) el título que generó la posesión ha fenecido.
El Código Civil diferencia entre posesión ilegítima y posesión precaria de
modo que no se pueden confundir ambas instituciones. La posesión ilegítima
requiere de un título que adolece de un vicio, de form a o de fondo, que conlleva
la nulidad o anulabilidad, en cam bio, en la posesión precaria no existe título
alguno o cuando el que se tenía ha fenecido. C onsiguientem ente, no es lo mismo
posesión ilegítima y posesión precaria.
Si se está frente a una posesión sustentada en un título nulo o anulable (las
dos manifestaciones de invalidez que reconoce nuestro ordenam iento jurídico)
por adolecer de un vicio de form a o de fondo, se trata de una posesión ilegíti
ma, en cambio, si la posesión no tiene título que los sustente, nos encontram os
frente a una posesión precaria.
Es la ley la que diferencia entre la posesión ilegítima, cuando se posee con
título que adolece de un defecto formal o de fondo que determ ina su invalidez
(por nulo o anulable), y la posesión precaria, que es la que se posee sin título
150 La posesión ejercida p o r el hijo m e n o r de edad sobre los bienes de pro p ied ad e del padre,
n u n ca va a ser una posesión precaria, pues su títu lo posesorio es ju stam en te su calidad
de hijo; de obtenerse el desalojo de la m adre, q u e ejerce la tenencia del m enor, se estaría
o b ten ie n d o de form a indirecta el desalojo del hijo, q u ien no tiene la calidad de precario.
Cas. N .° 3 1 3 5 -9 9 -L im a, pub licad a el 1.9.2000.
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An íb a l t o r r e s v á s q u e z d er e c h o r e m e s (t o m o i)
151 Son correctas las interpretaciones dadas en ejecutorias anteriores al Pleno. Ejemplo:
Cas. N .° 2928-98-L a Libertad. Frente a la alegación del em plazado en el sentido de
poseer el bien en virtu d de un c o n trato privado de com praventa, h ab ien d o cancelado el
íntegro del precio, es decir, que osten ta un títu lo en el qu e sustenta su posesión, lo que
es reconocido por las instancias de m érito, las que, sin em bargo, señalan que tal título
no otorga derecho de posesión al recurrente por haber sido otorgado p o r una persona
que no ostenta la propiedad sobre el bien m ateria de litis, por tan to , no se trata de justo
título. Tal aseveración constituye un error de in terp retació n de la no rm a co n ten id a en
el art. 911 del C C , ya q ue esta en n in g ú n m o m en to establece qu e la condición de pre
cario desaparece con la existencia de justo títu lo , y, en todo caso, lo q ue las instancias de
m érito han concluido es que la posesión ejercida p o r el d em an d a d o es ilegítim a, pero
ello no im plica qu e tal posesión tenga la calidad precaria, adem ás de qu e en un proceso
sum arísim o no se puede discutir la validez o no de un título. E n consecuencia, al tener
el recurrente un títu lo en el que am para su posesión, cuya validez o no es objeto de
discusión en el proceso, no puede ser considerado com o precario, lo q ue im plica que la
Sala de Revisión ha efectuado u na errónea interpretación de la no rm a co n ten id a en el
art. 911 del C C .
630
TÍTULO II TERCERA PARTE POSESIÓN
631
ANÍBAL TO RRES VASQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
632
TÍTULO II TERCERA PARTE POSESIÓN
esta últim a com o distinta a la prim era; la posesión precaria siempre es ilegítima,
sin embargo, salvo excepciones, se encuentra estrecham ente ligada a la posesión
de mala fe, así com o a la manifiesta invalidez del título que invoca el poseedor.
N o com partim os estas opiniones debido a que el codificador ha hecho
una diferenciación entre posesión ilegítima y posesión precaria, ya que en la
prim era existe un título que adolece de algún defecto formal o de fondo que lo
invalida, y en la segunda no existe título alguno, por lo que la posesión ilegítima
no puede equipararse con la posesión precaria. Además, conform e a nuestro
ordenam iento jurídico, el poseedor con título nulo o anulable es ilegítimo,
mientras no se declare, en un proceso de prueba plena, la nulidad de su título
m ediante sentencia firme; en cam bio, el poseedor con título m anifiestam ente
nulo es poseedor precario, por cuanto el título que presenta puede ser declarado
nulo de oficio por el mism o juez que conoce del proceso sum arísim o de desalojo
por ocupación precaria.
En el D erecho com parado, el derogado Código Civil de Vélez Sarsfield
identificó posesión ilegítima con posesión precaria, al disponer lo siguiente:
De acuerdo con la prim era de estas norm as solam ente el titular de un de
recho real (propierario, arrendatario, etc.) que ejerce la posesión tiene la calidad
de poseedor legítimo; el que ejerce la posesión sin título o cuando la adqusición
se ha realizado sin obsevar los requisitos exigidos por la ley, es poseedor ilegí
tim o. C onform e a la segunda norm a, la posesión de inm uebles es viciosa si es
adquirida con violencia o clandestinidad; y es precaria cuando se tuviese por
abuso de confianza.
C om entando el art. 1364, M u s t o 1™ dice que la palabra “precaria” se
usa en diversos sentidos. En rigor, es precaria la relación con la cosa cuando
se tiene sin título pr una tolerancia del dueño, y cuando se tiene por un título
633
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O 1)
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TÍTULO II | TKRCKRA PARTI! POSESIÓN
54.- Siendo así, de la lectura del a r tíc u lo en análisis q u e d a clar o q u e la figura del precar io
se va a p r e se n ta r c u a n d o se esté po se y en d o sin t í t u l o a l g u n o , es to es, sin la presen cia y
acred itació n de n i n g ú n acto o h e c h o q u e justifique el d e r e c h o al d isf r u te del d e r e c h o a
pose er — d e n t r o d e lo cual, desde luego, se e n g l o b a al se rvid or d e la pose sión, a q u i e n el
p o se e d o r real le en c a r g a el c u i d a d o de u n bien, esto es p o r u n acto de m e r a li beralid ad y
con carácter gr a tu ito , y q u e si no atien de el r e q u e r im i e n t o del ti t u l a r para la dev olu ción
del bien d e v e n d r á en p r e c a r i o — , es decir, en este p r i m e r caso, no n e c e s a r ia m e n te se
req uiere d e la presencia d e u n acto ju ríd ico q u e legitim e la pose sión del d e m a n d a d o , lo
q ue n o excluye t a m b i é n el cas o aquel en q ue el u so del bien haya sido c e d id o a t ítu lo
g r a tu ito , sin existir d e p o r m e d i o el p ag o de u n a renta.
635
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ I DERECHO REALES (T O M O I)
636 |
TÍTUl.O II | TERCERA PARTE POSESIÓN
637
ANÍBAL TORRES VASQUEZ | DERECHO REALES (TO M O 0
al dem andante; tiene el efecto de cosa juzgada material solam ente respecto a
la posesión del bien, pero no con relación a otras pretensiones sobre el mismo
bien, incluso entre las mismas partes, por ejemplo, estas pueden prom over una
acción de reivindicación del mismo bien m ateria del desalojo. En cambio, la
sentencia definitiva que declara propietario a una de las partes de un proceso
de conocim iento sobre reivindicación, tiene la calidad de cosa juzgada material
erga omnes respecto del derecho de propiedad.
Para el D erecho rom ano precario era el que poseía una cosa solicitada a
ruego de su propietario, quien lo entregaba gratuitamente, reservándose el derecho
de revocarla en cualquier momento (com odato de precarium). El nom bre de
precarium, dice S a v i g n y 164, proviene en general de que es una súplica o un
permiso tácito el que lo ocasiona. I h e r i n g 165 afirma que el precarista ejerce el
derecho de otro en virtud de una complacencia revocable siempre; la posesión
precaria no originaba ningún derecho para el deudor. En el Derecho peruano,
precario es el que posee un bien sin título o cuando el que tenía ha fenecido (art.
911); no queda nada del D erecho rom ano, salvo el nom bre. Veamos cóm o ha
evolucionado esta institución.
En la antigua Roma cada una de las familias (patricias) tenía com o jefe al
pater familias, propietario y poseedor de los bienes familiares, sacerdote de los
dioses familiares y magistrado con poderes absolutos sobre su familia. Cultivaba
la tierra con la ayuda de sus hijos, esclavos y clientes. Roma adm itió a otros
pueblos itálicos, agricultores sin tierra, conocidos com o plebs (plebeyos).
El pater familias acogió y concedió tierras en precarium al plebeyo, quien
se convirtió en su cliente, protegido y vasallo; a cambio, el plebeyo le debía
fidelidad, ayuda en el cultivo de sus tierras y debía seguirlo en la guerra y en
la política. La concesión de tierras en precarium significaba que el concedente
podía revocarla a su voluntad.
Los clientes, refiere K u n k e l 166, eran extranjeros voluntariam ente sometidos
o acogidos a Roma, bajo la protección de una gens, que “se diferencian de los
siervos por no estar som etidos a un derecho de dom inio y asimilados a las cosas,
164 S avic.ny, M .F.C ., Tratado de la posesión según los principios del Derecho romano, erad, por
José Luis M onereo Pérez, G ranada: G om ares, 2 0 0 5 , p. 282.
165 I h e r i n g , R udolph von, La voluntad en la posesión con la crítica del método jurídico rein
ante, erad, p o r A dolfo Posada, M adrid: Reus, 2003 , p. 319 y ss.
166 K u n k e l , Jors, Derecho Privado Romano, trad. por Pietro C astro, Labor. 1937, p. 160,
cit. de L am a M o r e , La posesión y la posesión precaria en el Derecho civil peruano, ob. cit.
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TITULO II | TERCERA PARTE POSESIÓN
167 P a s t o r i , Franco, Gli istitu ti rom anistici come storia e vita del D iritto, 2 .a ed., M ilano:
C isalpino-G oliardica, 1988, p. 80.
168 F e r n á n d e z d e B u já n , A n to n io , Instituciones de derecho romano, cit. p o r G o n z a l e s
B a r r ó n , Proceso de desalojo, ob. cit., p. 392.
169 G o n z a l e s B a r r ó n , Proceso de desalojo, ob. cit., p. 387.
639
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ 1 DERECHO REALES (TO M O ])
tenía ha fenecido, por cuanto su posesión es transitoria, está expuesta a term inar
en cuanto el titular (propietario, usufructuario, etc.) solicite la restitución del
bien. La concesión de la posesión por benevolencia por parte del precario dans
no constituía título alguno.
Prim ero e lpaterfamilias (patrono), luego la gens entregaban porciones de
tierra en precarium no solo a los plebeyos sino tam bién a los siervos m anum i
tidos y a otros extranjeros som etidos o acogidos voluntariam ente por una. gens.
C uando el patrono perdió su jurisdicción sobre su gens, el pretor le confirió el
interdicto de precario para obtener la restitución del bien. El precario solamente
podía ser desalojado por su patrono.
I g l e s i a s 170 traza las características del precario en una y otra cpoca del
D erecho rom ano. Respecto de la prim era dice: “En la relación de precario del
derecho clásico hay una sola possessio: la del precarista que posee pro suo, en
nom bre propio, y a veces con verdadero animus domini. N o conduce a la usu
capión, y en este sentido es una possessio iniusta, aunque se halle defendida con
los interdictos”. En la época justinianea “se distinguen en la relación de precario
dos posesiones: la del concedente, vera possessio animo domini, que conduce a la
usucapión y se halla defendida interdictalm ente contra terceros que adquieren
viciosamente e incluso contra el mism o precarista. Y otra possessio corpore, o
mera detentación, la tenencia de la cosa por el precarista, con base en una rela
ción contractual, que determ ina com o possessio pro alieno, que no conduce a la
usucapión, y es reputada iustapossessio porque encuentra una insta causa en el
contractus, y goza tam bién de protección interdictal frente a terceros”.
Para que el precario defienda su posesión frente a terceros, el pretor le
confirió los interdictos de retener y recobrar. P o n p o n io dice: “El que posee
el fundo en precario puede usar del interdicto uti possidetis' 1 contra todos en
nom bre de aquel de quien lo recibió”.
El uti possidetis (puede usted seguir teniendo tal com o usted posee)1/2 se
utilizó para proteger al poseedor de inmuebles, en cambio, para la retención de
170 Iglesias, en su estudio La relación jurídica de precario en el derecho romano, cit. por
H e r n á n d e z G i l , Obras completas, ob. cit., p. 398.
171 El interdicto u ti possidetis en el D igesto (43,17,1) dice: “ Uti eas aedes, quibus de agitur,
nec vi, nec clam , nec precario alter ab altero possidetis, q u o m in u s ita possideatis, vim
fieri veto ”.
172 En D erecho Internacional significa que el territo rio perm anece en m anos del Estado
beligerante que realm ene está en posesión al final de u na guerra, salvo que el tratado
disponga lo contrario.
640 |
T i t u l o II j t k k c f .k a p w i t : p o s e s i ó v
173 S a v ig n y , Tratado de la posesión según los principios del Derecho rom ano, o b . c it., pp. 2 8 2 -
285.
174 Ih e r in g , La voluntad en la posesión con la crítica del método jurídico reinante, o b . c it., p.
319.
641
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ I DERECHO REALES (T O M O Ij
175 I h e r i n g , La voluntad en la posesión con la critica del método jurídico reinante, ob. cit., p.
320.
642 |
Í I T U . O 11 ] T l iK C r i í A l ’A K 'll. P O S IC IÓ N '
176 I h e r i n g , La voluntad en la posesión con la critica del método jurídico reinante, ob. c it., p.
330.
643
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
644 I
T ÍT U L O II 1 Tl-R C K R A PAR 111 FOSL-.SIÓN
Si el hijo se portaba bien conservaba dicho patrim onio, pero si se apartaba del
derecho, lo perdía todo. En conclusión, el precario liberal con concesión de la
posesión tiene su lugar en el seno de la familia rom ana. Ihering encuentra cuatro
casos de precarium en Roma: los tres casos de su función convencional en el
derecho de prenda, en la transm isión de la propiedad, en la representación, y el
caso único de su función liberal en las relaciones de familia.
En la Edad M edia la corona entregó tierras en concesión al señor feudal
y este las entregaba en parcelas a campesinos, por tiem po indeterm inado, a
cambio de servicios personales, convirtiéndose en sus vasallos. C uando se quiso
fijar tiempo al aprovecham iento de las tierras surge la denom inación de precaria.
En el Derecho germano, com o consecuencia de la falta de m ano de obra,
los señores feudales entregaron tierras a los campesinos libres con la obligación
de pagar un canon o anata, más las condiciones fijadas por el señor feudal a su
arbitrio. A esta relación se le denom inó precaria.
Los señores feudales, a cam bio de sus servicios, recibían tierras de la coro
na, logrando acum ular grandes extensiones que eran cultivadas por sus vasallos,
“constituyendo verdaderas unidades de explotación, cuyo núcleo era el castillo
o fortaleza del señor, el cual era el lugar de refugio para los vasallos frente a un
posible enemigo invasor, y que tam bién integraba la villa aledaña, llamada villa
dom inica, curtís salica, curtís indominicata. Los habitantes de la villa eran los
villanos o plebeyos en situación de inferioridad y subordinación a los habitantes
del castillo”179.
En el período franco existió el precario libre económ ica y personalm ente
y el precario que se obliga a diversos servicios personales com o el de servir en el
ejercito del señor feudal. En el período alemán (Reino Teutonicorum) surge el
precarium urbano. En el siglo xix, la legislación agraria convirtió a los precarios
rurales en propietarios y la posesión precaria urbana en posesión a cam bio de
un censo, que luego fue redim ido180.
El Derecho canónico reguló los bienes de la iglesia católica, que por su gran
cantidad no podía adm inistrar, creando algunas figuras con la denom inación
com ún de precaria. Así, algunos bienes fueron afectados a favor de laicos con
la denom inación de precarie oblata-, otros fueron afectados a usos especiales de
tipo eclesiástico, fundados en una especie de adm inistración usufructuaria a
tanto alzado, concedida con el nom bre de precarie a título individual a favor de
laicos o de ciertos clérigos; un particular donaba bienes a un m onasterio y este
645
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
lo devolvía en el acto, m ediante un docum ento llamado carta precaria, para que
lo disfrute pagando un canon anual.
En el Perú, los códigos civiles de 1852 y de 1936 no dieron una definición
de ocupante precario.
C om entando el art. 832 del Código de 1936, C a s t a ñ e d a 181 diferencia
entre posesión legítima e ilegítima. La legítim a em ana de un título, de un acto
jurídico válido. “La ilegítima es la que carece de título, es la que se adquiere de
quien no tenía derecho a poseer el bien, o que carecía de derecho para transm i
tirlo. Por ejemplo, el usurpador que no es un poseedor legítimo, porque adquirió
la posesión m ediante un delito, no un acto jurídico. Sin embargo, el usurpador
es un poseedor que puede ganar la cosa por prescripción”. Este concepto de
posesión ilegítima corresponde al concepto de posesión precaria del art. 911 del
Código vigente, según el cual la posesión precaria se ejerce sin título o cuando
el que se tenía ha fenecido.
El derogado Código de Procedim ientos Civiles de 1911, art. 970, conce
dió acción de desahucio (el vigente Código Procesal Civil lo denom ina acción de
desalojo) para recuperar bienes inmuebles que usa otra persona de m odo precario
y sin pagar pensión. El antecedente de este dispositivo es el inc. 3 del art. 1565
de la Ley de Enjuiciamiento C ivil española de 1877 que establece que la dem anda
de desahucio podrá dirigirse “contra cualquier otra persona que disfrute o tenga
en precario la finca, sea rústica o urbana, sin pagar m erced siem pre que fuera
requerida con un mes de anticipación para que la desocupe”.
El segundo párrafo del m encionado art. 970 prescribía: “H ay tam bién
acción de desahucio para recuperar bienes inm uebles que usa otra persona de
m odo precario y sin pagar pensión”.
Jurisprudencia establecida conform e al art. 970 del Código de Procedi
m ientos Civiles182:
1. El que ocupa el bien por concesión graciosa del dueño, es ocupante pre
cario. Procede el desahucio (A. J. 1914, p. 208).
2. El concepto de uso precario a que se refiere la segunda parte del art. 9 7 0
del C. de P. C. es de ocupante sin título alguno, con el asentimiento táci
to del dueño, sin pagar merced conductiva. Por eso, no procede la acción
de desahucio por ocupación precaria si el demandado ocupa el bien por
transacción celebrada con el propietario (R. De T. 1940, p. 336).
646 |
t ít u l o ii | t er c er a pa r t e p o s e s ió n
647
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ I DERECHO REALES (TO M O I)
183 A. J. 1914, p. 208: “El que ocupa el bien p o r concesión graciosa del d u eñ o , es ocupante
precario. Procede el desahucio”.
184 Por ejem plo, A. J. 1948, p. 141, 143; 1958, p. 62: “El co m p rad o r de un inm ueble que
no ha en trad o en posesión de él, carece de derecho para in terp o n er d em an d a de desahu
cio por ocupación precaria co n tra los vendedores. D ebe iniciar acción rescisoria o pedir
la entrega del bien en vía ordinaria o sum aria, según el valor del bien”. R esoluciones
opuestas: Rev. D e J.P. 1953, p. 471. Rev. D el Foro 1951, p. 561.
648
TÍTULO 11 | TERCERA PARTE POSESIÓN
precaria como la que se ejerce sin título o cuando el título que se tenía ha fenecido,
como una solución saludable que perm ite que el que tiene derecho a la posesión
pueda dem andar el desalojo (desahucio) en la vía del proceso sumarísimo.
El concepto de precario en el Derecho peruano no es el del Derecho
romano. Para evitar confusiones coloquem os frente a frente las definiciones de
precario en Rom a y en nuestro Código Civil:
En Roma: “Precaria es la tenencia de una cosa solicitada con súplicas al
dueño y obtenida por benevolencia de este, quien podía recuperarla en cualquier
m om ento, porque ella no originaba ningún derecho”.
El Código Civil de 1984 dispone: “Artículo 911.- Posesión precaria es la
que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido”.
En el Derecho rom ano el precarium era la concesión de las tierras por el
patrono al cliente, pero esta relación no era de naturaleza jurídica. El cliente
no podía apersonarse en justicia; el patrono lo hacía por él; no cabía una ac
ción del patrono contra el cliente; el interdicto de precario era jurídicam ente
imposible en la relación que existía entre el patrono y el cliente. El caso de un
cliente recalcitrante no era de prever, com o no lo era tam poco la rebelión de un
esclavo o de un hijo de familia; el patrono estaba siem pre en situación de vencer
la resistencia. En la relación de precarium, una persona cedía a otra la posesión
y disfrute tem poral y gratuito de una cosa, con la obligación de devolverla en
el m om ento en que lo solicite el concedente, quien no estaba vinculado con el
cliente. A la concepción rom ana corresponden opiniones com o las de A l b a d a -
l e j o 185 cuando refiriéndose al precario sostiene: “específicamente, se designa con
este nom bre a la posesión concedida a otro por alguien con reserva del derecho
de revocarla a su voluntad”.
Siguiendo la noción de precario del D erecho rom ano, el derogado Código
argentino de Vélez Sarsfield, art. 2364 estableció: “La posesión será viciosa cuan
do fuere de cosas muebles adquirida por hurto, estelionato, o abuso de confianza;
y siendo de inm uebles cundo sea adquirida por violencia o clandestinam ente;
y siendo precaria, cuando se tuviese por un abuso de confianza ". Al respecto,
M u s t o 186 dice que la posesión es precaria “cuando se tiene por un título que
produzca una obligación de devolver la cosa en el m om ento que lo requiera el
dueño. Si se produce este requerim iento, y el precarista (que puede ser com o tal
legítimo) pretende continuar con su posesión y la continúa en los hechos, con
649
ANÍBAL TO RRES VÁSQUKZ | DERECHO REALES (TO M O I)
650 |
TITULO II j TKRCRRA PARTI-: POSKSIÓNi
190 I h e r i n g , La voluntad en la posesión con la crítica d el método ju ríd ico reinante, o b . c it., p.
320.
651
An íb a l t o r r e s v á s q u e z ¡ d er e c h o r e m .e s (T o m o I)
652
TITULO II ! TK RO .RA PARTI; POSKS1ÓN
ditaria sobre el bien que es m ateria de desalojo, la dem anda de desalojo debe ser des
estim ada por infundada, en atención a que, tal com o lo prescribe el artículo 660 del
C ódigo civil los bienes que constituyen la herencia se transm iten a sus sucesores desde
el m o m en to de la m u erte de una persona”.
Cas. N .° 2706-201 6 Lim a Este. “Sum illa. La celebración del anticipo de herencia efec
tuado a favor de la d e m an d a n te, en tan to no se acredite la existencia de una dispensa
de colación, tras el deceso del cauante significará que la m ism a deberá devolver el in
m ueble a la masa hereditaria -p a s a n d o a form ar prte de la sucesión del anticipante- o
reintegrar su valor y com o parte de la masa hereditaria, dicho bien tam bién pertenecería
a los dem ás herederos con derecho a la m ism a, los cuales no po d rían ser considerados
com o ocupantes precarios de dicho bien, puesto que concurren razones que sustentan
su posesión que aún no han sido desvirtuadas”.
195 Cas. N .° 7 9 9 -2 0 0 0 del 18.10.2000. Para ser considerado precario debe darse la ausen
cia absoluta de cualquier circunstancia que justifique el uso y d isfruto del bien p o r parte
de la em plazada.
Cas. N .° 1830-99 del 2 9 .1 0 .1 9 9 9 . Si los dem an d a n tes no son propietarios de la edifi
cación, no es p ertin en te la aplicación respecto de esta lo dispuesto en los arts. 911 y 923
del C C , no siendo posible proceder al desalojo de sólo el terreno; no tiene la calidad de
poseedor precario quien es d u eñ o de la edificación construida sobre el terreno de los
accionantes.
196 Cas. N .° 3 3 3 4 -2 0 0 1 -L a M erced. “La posesión clandestina o de facto precisam ente se
ejerce sin títu lo alguno porque no ha sido autorizado por el p ropietario y de hecho el
poseedor sin co n sen tim ien to del d u eñ o ha to m ad o posesión del in m u eb le”).
197 La redacción de este considerando es confusa: “ 54.- S iendo así, de la lectura del artículo
en análisis queda claro que la figura del precario se va a presentar c uando se esté posey
endo sin títu lo alguno, esto es, sin la presencia y acreditación de n in g ú n acto o hecho
que justifique el derecho al disfrute del derecho a poseer -d en tro de lo cual, desde luego,
se engloba al servidor de la posesión, a quien el poseedor real le encarga el c uidado de
un bien, esto es p o r un acto de m era liberalidad y con carácter g ratu ito , y q ue si no
653
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ DERECHO REALES (T O M O I)
atiende el requerim iento del titu lar para la devolución del bien devendrá en precario-,
es decir, en este p rim er caso, no necesariam ente se requiere de la presencia de un acto
jurídico que legitim e la posesión del d em an d a d o , lo que no excluye tam bién el caso
aquel en qu e el uso del bien haya sido cedido a títu lo g ratuito, sin existir de p o r m edio
el pago de u na renta”.
198 C ó d i g o C i v i l . A rtículo 897.- S ervidor de la posesión
N o es poseedor q uien, en co n trán d o se en relación de depen d en cia respecto a otro, co n
serva la posesión en nom b re de este y en cu m p lim ien to de órdenes e instrucciones
suyas.
199 C ó d i g o C i v i l . A rtículo 1728.- D efinición
Por el co m o d ato , el co m o d an te se obliga a entregar g ratu itam en te al com odatario un
bien no consum ible, para que lo use por cierto tiem po o para cierto fin y luego lo
devuelva.
200 C ó d ig o C iv il . A rtíc u lo 1 7 3 7 .- C o m o d a to d e d u ra c ió n in d e te rm in a d a
C u a n d o no se ha d eterm in ad o la du ració n del co n trato , el com odatario está obligado a
restituir el bien cu an d o el co m o d an te lo solicite.
654
TÍTU LO II TERCERA PARTE POSESIÓN
| 655
ANÍBAL. TO RRES VÁSQUEZ DERECHO REALES (T O M O I)
El T ítu lo con el cual se cedió la posesión del bien fenece: por conclusión
del plazo, cuando es tem poral; cuando se le ha puesto fin m ediante el aviso
judicial o extrajudicial, cuando es a plazo indeterm inado; cuando el título se
ha extinguido por las formas de ineficacia estructural (nulidad o anulabilidad)
o funcional (resolución, rescisión, etc.); por cualquier otra causa prevista en la
ley (el arrendador es vencido en juicio sobre el derecho que tenía, el adquirente
del bien arrendado pone fin al contrato no inscrito, por expropiación, porque
el adquirente del bien arrendado pone fin al arrendam iento no inscrito, etc.).
La doctrina y la jurisprudencia han desarrollado un concepto restringido
y un concepto am plio de precario:
a. Concepto estricto
El concepto estricto y restringido de precario se origina en el Derecho
rom ano, que denom inó precario (de preces, ruego, imprecación) al contrato (de
precario) por el que una persona cedía a otro el uso gratuito de una cosa con
la facultad de revocarla a su arbitrio. U lpiano lo definió así: Precarium est quod
precibus petendi utendum conceditur tamdiu quamdiu is qui concessitpatitur (D.
lib. x l i i i , título x x v i, fragm ento 1., pr.).
La definición de U l p i a n o fue uno de los antecedentes del Proyecto de
C ódigo Civil español de 1851, el cual estableció: Art. 1.641. “Si no se pactó la
duración del com odato ni el uso de la cosa, y este no resulta determ inado por
la costum bre de la tierra, puede el com odante repetirla según su voluntad. En
caso de disputa, incum be la prueba el com odatario”. El art. 1.750 del Código
Civil español, de 1889, reproducción virtual del art. 1641 del proyecto de 1851,
dispone: Artículo 1.750. “Si no se pactó la duración del com odato ni el uso a
que debía de destinarse la cosa prestada, y este no resulta determ inado por la
costum bre de la tierra, puede el com odante reclamarla a su voluntad. En caso
de duda incum be la prueba al com odatario”. D e acuerdo con esta normativi-
dad, es precario el que recibe en com odato una cosa no fungible, sin indicación
del uso a que hubiere de destinarse la cosa, sin determ inarse la duración del
contrato y no resulta determ inado por la costum bre de la tierra, caso en el que
el com odante puede reclamar la devolución de la cosa a su voluntad, es decir,
cuando le venga en gana.
b. Concepto amplio
Ju n to a este concepto estricto y restringido de precario, la doctrina espa
ñola ha desarrollado un concepto am plio, según el cual, precario es el que posee
656 |
TITULO II | TERCERA I'ARTL POSESIÓN
un bien sin título, bien por carecer com pletam ente de título para poseer o bien
porque el título hubiera perdido su eficacia con posterioridad.
La jurisprudencia española, refiere D í e z -P i c a z o 204, distingue tres tipos
de ocupación precaria: a) posesión concedida (una persona concede a otra la
posesión de una cosa con carácter gratuito y revocable); b) posesión tolerada
(mera condescendencia o beneplácito con el que ocupa el bien); y c) posesión sin
título (se da el desahucio por precario contra quien carece de título para poseer
o posee en virtud de un título nulo). Esta últim a situación posesoria constituye
la posesión sin título del art. 911 de nuestro Código.
H er ná ndez escribe: “Los Tribunales se sirven con frecuencia del concepto
de precario para explicar cóm o carece de todo derecho quien, extinguido el título
por el que poseía unos bienes, continúa, sin embargo, en el uso o utilización de
los mismos, porque no ha cum plido la obligación de restituir y ofrece resistencia
a la reclamación judicial. Así ha surgido la figura del llamado “precario procesal”,
obra principalm ente de la jurisprudencia”205. Este concepto corresponde al de
“título fenecido” del art. 911 de nuestro Código.
657
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
se dice que: ‘Se decidirán en juicio verbal las d em andas q ue p reten d an la recuperación
de la plena posesión de un a finca rústica o urbana, cedida en precario, p o r el dueño,
usufructuario o cualquier o tra persona con derecho a poseer dicha finca . La dicción
legal en la nueva y en la vieja ley procesal es d istin ta, pues m ientras, en la nueva, sólo
se perm ite la recuperación de la posesión, p o r este cauce p rocedim ental, respecto de
‘fincas cedidas en precario’, en la vieja ley se perm itía la recuperación de la posesión,
por el juicio de desahucio, respecto de ‘fincas disfrutadas o tenidas en precario sin
pagar m erced’. D e tal m anera que, en la nueva ley rituaria, desaparece el concepto
am plio de precario (posesión concedida, tolerada y sin títu lo p o r ausencia originaria
o sobrevenida) acogiéndose el concepto estricto o restringido del artículo 1.750 del
C ódigo C ivil (posesión concedida). Así se desprende de la com paración entre lo que se
decía en el núm ero 3o del artículo 1.565 de la Ley de E nju iciam ien to C ivil de 1881 y
lo que ahora se dice en el núm ero 2o del ap artad o 1 del artículo 250 de la Ley 1/2000,
de 7 de enero, de E n ju iciam ien to C ivil, siem pre q ue tengam os en cuenta, para hacer
la co m p aración, los dos conceptos de precario existentes, el estricto o restringido y el
am plio.
206 C ó d i g o P r o c e s a l C i v i l . A rtículo 4 0 0 .- Precedente judicial
La Sala S uprem a C ivil p u ede convocar al pleno de los m agistrados suprem os civiles a
efectos de em itir sentencia q ue constituya o varíe un precedente judicial.
La decisión que se tom e en m ayoría absoluta de los asistentes al p leno casatorio consti
tuye precedente judicial y vincula a los órganos jurisdiccionales de la R epública, hasta
qu e sea m odificada p o r o tro precedente.
Los abogados po d rán in form ar oralm ente en la vista de la causa, an te el pleno casatorio.
El texto íntegro de todas las sentencias casatorias y las resoluciones que declaran im
procedente el recurso se publican obligatoriam ente en el D iario O ficial, au n q u e no
establezcan precedente. La publicación se hace d en tro de los sesenta días de expedidas,
bajo responsabilidad.
658
T ÍT U L O II | T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
sin sustento alguno. Ello se agrava con el alto índice de dem andas de desalojo
por ocupación precaria declaradas im procedentes, por la sola presentación de
un aspecto vinculado a la propiedad u otra circunstancia que no puede ser de
cidida en un proceso sum arísim o de desalojo, sino en un proceso más lato, lo
que afecta el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva2" .
El Pleno en los considerados 50 al 61, pretende establecer un concepto
preciso de posesión precaria, m ediante una interpretación del art. 911 que prio-
rice la efectividad del derecho a la tutela jurisdiccional, señalando que:
i) Son presupuestos de la ocupación precaria: la posesión material de
la cosa ajena y la ausencia de título de esa posesión, pero esta au
sencia puede justificarse en la tolerancia o en la inadvertencia del
dueño;
¡i) que del análisis del art. 911 queda claro que es precario el poseedor
sin título que justifique el derecho a poseer, dentro del cual se englo
ba el servidor de la posesión, no excluyéndose “el caso aquel en que
el uso del bien haya sido cedido a título gratuito, sin existir de por
m edio el pago de una renta”;
iii) el juez valora las pruebas aportadas al proceso y determ ina si el títu
lo es inexistente o invalido por alguna causal de nulidad manifiesta
prevista en el art. 219, o siendo válido el acto jurídico ha dejado de
ser eficaz por alguna causal de resolución o rescisión, pero sin que el
juez pueda declarar la invalidez o ineficacia en un proceso sum arísi
mo;
iv) que se debe interpretar el art. 911 del Código Civil de una m anera
concordada con el art. 585 de Código Procesal Civil que hace alu
sión a la “restitución” del bien aplicable a todo tipo de causales des
alojo, para garantizar el pleno disfrute al sujeto que tiene derecho a
la restitución;
v) que la pretensión restitutoria de la posesión se tram ita en el proceso
sum arísim o por no tener carácter complejo, dado a que se circuns
cribe a la alegación y probanza del derecho de posesión inm ediata,
con independencia de determ inar el derecho de propiedad o la va
lidez del título de dicho derecho, lo que será m ateria de análisis y
decisión en los procesos pertinentes;
659
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z j D E R E C H O REALES (T O M O I)
vi) conform e al art. 586 del Código Procesal Civil, el sujeto activo del
desalojo puede ser el propietario, el adm inistrador y todo el que
considere tener derecho a la restitución de un inmueble; y sujeto
pasivo es todo el que ocupa el bien sin acreditar su derecho a per
manecer en la posesión208.
En el considerando 61, excediendo la definición de posesión precaria del
art. 911, inspirado en la doctrina y jurisprudencia elaborada en torno al art.
1750 del Código Civil español, con una redacción confusa, acoge el concepto
amplio de precario en los térm inos siguientes:
54. Siendo así, d e la lectura del a r tíc u lo en análisis q u e d a clar o q u e la figura del p r e c a
rio se va a p resen tar cuando se esté poseyendo sin título alguno, esto es, sin la p resen cia y
acreditación d e n i n g ú n acto o h e c h o qu e justifique el derech o al d isf r u te del d erech o
a pose er — d e n t r o de lo cual, desde luego, se e n g lo b a al servidor de la posesión, a quien
el poseedor real le encarga el cuidado de un bien, esto es por un acto de mera liberalidad y
con carácter gratuito, y que si no atiende el requerimiento del lin d a r para la devolución del
bien d ev e n d r á en p recario — , es decir, en este p rim e r caso, n o n e c es ar iam en te se requiere
de la presenc ia de u n ac to ju ríd ico q u e legitim e la posesión del d e m a n d a d o , lo q u e no
excluye ta m b i é n el caso aquel en que el uso del bien haya sido cedido a titulo gratuito, sin
existir de por medio el pago de una renta". Fin el C o n s i d e r a n d o 56 agrega q u e t a m p o c o
existe t í tu lo c u a n d o "el acto jurídico que lo origino contiene algún vicio que lo invalida,
c o m o la n u lid ad m an ifie sta prevista p o r u n a de las causales del art. 219 del ( ó d ig o Civil.
660 |
mu ro II | T K R C E R A M R T E P O S E S IÓ N
A partir de la norm a del art. 1750 del Código Civil español, la doctrina y
jurisprudencia española han establecido que la posesión precaria puede o no tener
origen contractual. Es precario el uso de un inmueble: a) por préstamo revocable
(contrato de precario del Derecho romano, como subespecie del comodato); b) sin
título; y c) con título ineficaz frente al del dueño. Se han form ulado dos concep
tos de precario: a) uno restringido, que considera precaria la posesión de un bien
por préstamos revocable a voluntad del dueño; y b) otro amplio, que, además del
anterior, considera precaria la posesión sin título, ya porque nunca lo ha tenido,
bien por extinción del que tenía, o con título ineficaz frente al del propietario2119.
209 H e r n á n d e z G il, Obras completas, t. ii, ob. cit., p. 399 y ss., considerandos 44 a 49 del
Pleno.
661
A N ÍB A L T O R R E S V A S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
En el com odato de precario del Derecho rom ano, una persona cedía a otra,
a su petición o ruego, el uso y disfrute de una cosa con la facultad del com odante
de ponerlo fin en cualquier m om ento; se llamaba precaria la posesión porque
era solo el efecto de la tolerancia del propietario, sin que de derecho alguno al
poseedor; no era realm ente un contrato. Este concepto de precario del Derecho
rom ano se m antiene en el art. 1750 del Código español, pero no en el Código
patrio. El art. 911 de nuestro Código Civil no com prende en el concepto de
posesión precaria al com odato de precario del D erecho rom ano, por el cual el
precario dans cede a ruego del precario accipiens una cosa, gratuitam ente, con la
facultad de darlo por term inado en cualquier m om ento.
El art. 911 no se refiere ni puede referirse al com odato como una forma
de posesión precaria, por cuanto el com odato es título suficiente del derecho de
posesión del com odatario. El com odato es un contrato de duración continuada,
por el cual, “el com odante se obliga a entregar gratuitam ente al com odatario un
bien no consumible, para que lo use por cierto tiem po o para cierto fin y luego lo
devuelva” (art. 1728). C uando el contrato de com odato es de duración indeter
m inada, “el com odatario está obligado a restituir el bien cuando el com odante lo
solicite” (art. 1737). C om o a todo contrato de duración indeterm inada, Al con
trato de com odato, com o a todo contrato de ejecución continuada que no tenga
plazo convencional o legal determ inado, “cualquiera de las partes puede ponerle
fin m ediante aviso previo rem itido por la vía notarial con una anticipación no
m enor de treinta días. T ranscurrido el plazo correspondiente el contrato queda
resuelto de pleno derecho” (art. 1365). Si el com odatario, vencido el plazo que
se le ha concedido m ediante carta notaría, no restituye al bien al com odante,
el contrato de com odato queda resuelto de pleno derecho, por consiguiente, el
com odatario deviene en precario, porque el título que tenía ha fenecido.
C om o precario es el que no tiene título, el art. 911 no puede referirse a la
falta de pacto de plazo de duración de la ocupación precaria, puesto que donde
no hay título no se puede hablar de fijación de plazo de duración por las partes.
La C orte Suprem a debió elaborar el concepto de precario en torno al aná
lisis del art. 911 de nuestro Código, con previo conocim iento de la institución,
de la casuística que realmente se plantea a la jurisdicción y la jurisprudencia
elaborada desde la vigencia del derogado Código de Procedim ientos Civiles.
Del concepto dado por el Pleno, se puede deducir las siguientes clases de
posesión precaria:
— La posesión concedida con carácter gratuito y revocable a voluntad
del concedente. Es el “com odato de precario” del D erecho romano.
Sa v i g n y señala: “El que concede a otro el ejercicio de la propie
662 i
T ÍT U L O II ' T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
210 S a v ig n y , Tratado de la posesión según los principios del Derecho rom ano, ob. cit., p. 283.
211 I b id , p. 282.
212 I h e r i n g , La voluntad en la posesión con la crítica del método jurídico reinante, ob. cit., p.
59 y ss. T enencia y posesión están som etidas a las m ism as condiciones: corpus y animus.
La vo lu n tad de poseer para sí en gendra la posesión, la de poseer para o tro engendra la
tenencia.
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A N ÍB A L T O R R E S V Á SQ U F.Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
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T ÍT U L O II | T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
Comentario:
En los contratos con prestaciones recíprocas, el art. 1429 faculta al acreedor
para que requiera a su deudor el pago, bajo apercibim iento de resolución del
contrato; y el art. 1430 faculta a los contratantes a convenir expresamente que el
contrato se resuelve cuando se incum pla determ inada prestación. Regulan estos
artículos dos hipótesis de resolución extrajudicial, autom ática y pleno derecho,
por voluntad del acreedor, cuando en los contratos con prestaciones recíprocas
el deudor no ejecuta su prestación. Resuelto extrajudicialm ente el contrato, el
213 Este supuesto corresponde al siguiente precedente vinculante: “5.1 Los casos de reso
lución extrajudicial de un co n trato , conform e a lo dispuesto p o r los artículos 1429 y
1430 del C ódigo Civil. En estos casos se da el supuesto de posesión precaria p o r haber
fenecido el títu lo que habilitaba al dem an d ad o para seguir poseyendo el inm ueble. Para
ello, bastará que el juez, q ue conoce del proceso de desalojo, verifique el c u m p lim ien to
de la form alidad de resolución prevista p o r la ley o el c o n trato , sin decidir la validez de
las condiciones p o r las que se d io esa resolución. E xcepcionalm ente, si el juez advierte
q ue los hechos revisten m ayor com plejidad, podrá resolver declarando la in fu n d ab ili
dad de la dem anda, m as no así la im procedencia”.
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A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O 0
poseedor inm ediato deviene autom áticam ente en precario por fenecim iento de
su título, sin necesidad de declaración judicial de la resolución.
El art. 1429 regula la resolución de pleno derecho por requerim iento
del acreedor, sin declaración judicial, llamada tam bién resolución por reque
rim iento, resolución por autoridad del acreedor, resolución por intim ación a
cum plir (art. 1454 del Código italiano), por la que la parte que se perjudica con
el incum plim iento de la otra puede requerirla m ediante carta notarial para que
satisfaga su prestación en un plazo no menor de quince días, bajo apercibim iento
expreso de que, si no cum ple, el contrato queda resuelto de pleno derecho al
vencim iento de dicho plazo.
El acreedor está facultado para utilizar este m ecanism o de resolución
extrajudicial (cláusula resolutoria im plícita en todo contrato de prestaciones
recíprocas) o, si prefiere, puede optar directam ente por la resolución judicial
en aplicación del art. 1428.
En conform idad con el art. 1429, son requisitos para la resolución extra-
judicial del contrato por requerim iento del acreedor:
i) que el contrato sea de prestaciones recíprocas;
ii) que una de las partes contratantes falte al cumplimiento de su prestación;
iii) que el acreedor intim e al deudor para que satisfaga su prestación;
iv) que el requerim iento sea hecho m ediante carta notarial;
v) que el requerim iento otorgue al deudor un plazo no m enor de 15
días para que ejecute su prestación;
vi) que el requerim iento sea bajo apercibim iento expreso de la resolu
ción del contrato.
La resolución se produce de pleno derecho al vencim iento del plazo con
cedido para que cum pla.
Según el art. 1430, por la cláusula resolutoria expresa las partes pactan
que el contrato quedará resuelto cuando una de ellas no ejecute determ inada
prestación a su cargo, establecida con toda precisión. La resolución se produce
autom áticam ente, sin intervención del juez, por solo incum plim iento de la
prestación prevista en dicha cláusula, cuando la parte fiel com unica en forma
indubitable a la infiel su voluntad de valerse de la cláusula resolutoria.
Son requisitos de la cláusula resolutoria:
i) la precisión del incum plim iento que provocará la resolución; y
ii) la indicación de cuál de las partes es la beneficiada con el derecho de
resolver el contrato, pudiendo estipularse a favor de ambas partes.
666
TI I L'1,0 11 ¡ Th.R C E R A P A R 'l't I>0SLS1Ó N
El solo incum plim iento no produce autom áticam ente la resolución, por
que ello afectaría el interés que el acreedor pueda tener en la conservación del
contrato, por cuya razón se justifica que el art. 1430 establezca que la resolución
se produce de pleno derecho (ipso iure), cuando la parte interesada com unica a
la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria.
Resuelto el contrato por uno de los mecanismos previstos en los arts. 1429
y 1430, el poseedor deviene en precario por fenecim iento de su título.
La solución es correcta, por cuanto resuelto extrajudicialm ente el contrato,
esté o no inscrito, la posesión inm ediata deviene en precaria por fenecim iento
del título que habilita la posesión.
Bastará que el juez que conoce del proceso de desalojo verifique el cum
plim iento de las formalidades de la resolución prevista por la ley y el contrato
y, sin decidir sobre la validez de las condiciones por las que se dio esa resolución,
se pronunciará sobre el fondo de la controversia, declarando fundada o infun
dada la dem anda, com o corresponda a los hechos y valoración de las pruebas
aportadas. Si la resolución no cum ple con las formalidades previstas en los arts.
1429 y 1430, la dem anda de desalojo es im procedente. Solo excepcionalm ente,
si los hechos revisten mayor com plejidad podrá resolver declarando infundada
la dem anda, mas no la im procedencia.
11. T a m b ié n c o n s titu ir á un caso tic titu lo tic pose sión fenecido, c u a n d o se presen te el
su puesto previsto po r el a r t í c u l o 1704 del ( ’ó d ig o Ci vi l, p uesto que co n el r e q u e r im ie n to
d e la conclusión del c o n tr a to v devolución del in m u e b le se po ne de m anifie sto la volu n tad
del a r r e n d a d o r de p o n e r fin al co n trato . D ich a c o m u n i c a c i ó n d e b e ser ind u b itab le, de lo
co n trario , d ará lug ar a q ue la d e m a n d a de de salojo p o r precario se d eclare i n f u n d a d a .
Por el co n tr a rio , n o co n s t it u i r á u n caso d e título fenecido el su p u e sto c o n t e m p l a d o
por el artícu lo l?0() del C ó d i g o Civil, p uesto q u e el solo v en cim ien ro del c o n t r a t o de
a r r e n d a m i e n t o n o resuelve el c o n tr a to , sino que. p or im p erio de la ley, se a s u m e la c o n
t i n u a c ió n del m isin o hasta q u e el a r r e n d a d o r le requiera la dev olu ción del bien. Sólo en
el caso de ex istencia tic r e q u e r im ie n to , recién se pu e d e a s u m i r q u e el p ose ed o r ha p asado
a c o n s titu ir se en p o seed o r precario p o r f e n e c im ie n to d e su t í t u l o 1
2X4 Este supuesto corresponde al precedente v in culante siguiente: “5.2 Será caso de título
de posesión fenecido, cuando se presente el supuesto previsto p o r el artículo 1704 del
C ódigo C ivil, puesto que con el requerim iento de la devolución del inm ueble se pone
de m anifiesto la vo lu n tad del arren d ad o r de p o n er fin al co n trato . N o co n stitu irá un
caso de títu lo fenecido el supuesto co n tem p lad o p o r el artículo 1700 del C ódigo Civil,
dado que el solo v encim iento del co n trato de arren d am ien to no resuelve el contrato,
sino que, p o r im perio de la ley, se asum e la co n tin u ació n del m ism o hasta que el arren
dador le requiera la devolución del bien. D ada esta co ndición, recién se puede asum ir
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A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
cS. Comentario:
Prerviam ente señalemos que el arrendatario es ocupante precario cuando
el contrato de arrendam iento, sea de duración determ inada o indeterm inada,
fenece por declaración de invalidez (ineficacia estructural) o cuando siendo
válido se extingue por resolución judicial o extrajudicial, rescisión, por haberse
cursado el aviso de conclusión del arrendam iento de duración indeterm inada,
etc. (ineficacia funcional). Por regla, la ineficacia estructural o funcional del
contrato de arrendam iento declarada conform e a ley determ ina la calidad de
posesión precaria del arrendatario; la excepción a esta regla está dada por el art.
1700, esgún el cual, el contrato de duración determinada, cuando el arrendatario,
vencido del plazo acordado por las partes o dispuesto por la ley, perm anece en
el uso del bien arrendado, no se entiende que hay tácita reconducción, sino la
continuación del arrendam iento, bajo sus mismas estipulaciones. Es decir, el
contrato vencido continúa en sus mismas estipulaciones, pudiendo el arrendador
solicitar la devolución del bien en cualquier m om ento, razón por la que dicho
arrendatario no es poseedor precario, por cuanto tiene título para poseer (el
contrato vencido).
A continuación, analizamos brevemente algunos supuestos de fenecimiento
del título de posesón del arrendatario:
(1) Restitución del bien arrendado por conclusión del contrato
En el caso II, el Pleno analiza la figura de la ocupación precaria por con
clusión del contrato de arrendam iento conform e a los arts. 1700 y 1704, los
cuales disponen:
El art. 1700: “ Vencido el plazo del contrato, si el arrendatario permanece en
el uso del bien arrendado, no se entiende que hay renovación tácita, sino la conti
nuación del arrendamiento, bajo sus mismas etipulaciones, hasta que el arrendador
solicite su devolución, la cual puede pedir en cualquier momento".
El art. 1704 dispone: “ Vencido el plazo del contrato o cursado el aviso de
conclusión del arrendamiento, si el arrendatario no restituye el bien, el arrendador
tiene derecho a exigir su devolución y a cobrar la penalidad convenida o, en su defecto,
una prestación igual a la renta del período precedente, hasta su devolución efectiva.
El cobro de cualquiera de ellas no importará la continuación del arrendamiento'.
Ambas norm as regulan la restitución del bien arrendado por conclusión
del contrato, sea este de duración determ inada o de duración indeterm inada.
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T ÍT U L O II | T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
El art. 1700 regula la situación del arrendatario que, una vez vencido el
plazo del contrato, perm anece en el uso del bien. Y el art. 1704 regula los efectos
del vencim iento del plazo del contrato de duración determinada y los efectos del
aviso de conclusión del contrato de duración indeterminada.
(2) Arrendamiento de duración determinada
El arrendam iento de duración determ inada concluye al vencim iento del
plazo establecido por las partes (art. 1699); si el arrendatario perm anece en el
uso del bien arrendado no hay renovación tácita, sino continuación del mismo
contrato vencido hasta que el arrendador solicite su devolución (art. 1700), quien,
entre tanto, tiene derecho a cobrar la penalidad convenida o una prestación
igual a la renta del período precedente, hasta su devolución efectiva (art. 1704).
Según el art. 1704, si el arrendatario continua en el uso del bien una vez
vencido el plazo del contrato, el arrendador tiene derecho a cobrar la penalidad
convenida o, en su defecto, una prestación igual a la renta del período precedente,
hasta la devolución efectiva. Pero el “cobro de cualquiera de ellas no importará
la continuación del arrendamiento". C ontrariam ente, el artículo 1700 prescribe
que “vencido el plazo del contrato, si el arrendatario perm anece en el uso del
bien arrendado, no hay renovación tácita, sino la continuación del arrendamiento,
bajo sus mismas estipulaciones. El Código presenta aquí una grosera contradic
ción, al atribuir dos consecuencias jurídicas diam etralm ente diferentes al hecho
del “arrendatario que continúa usando el bien una vez vencido el co n trato ”: i)
según el art. 1704, no hay continuación del contrato, y ii) conform e al art. 1700
si hay continuación del contrato.
A nte esta situación nos preguntam os: ¿Qué sucede si vencido el plazo del
arrendam iento el arrendatario continúa en el uso del bien arrendado? Según el
art. 1700 hay continuación del arrendamiento hasta que el arrendador solicite la
devolución del bien, y conform e al art. 1704 no hay continuación del arrenda
miento. C on cargo de fundam entarla en seguida, nos adelantam os a sostener
que si vencido el plazo de contrato el arrendatario continúa en el uso del bien,
el contrato continúa hasta que el arrendador solicite la devolución del bien, lo
que puede hacer en cualquier m om ento, puesto que en el Código vigente, a
diferencia del de 1936, no hay tácita reconducción. Sin duda, el Código de 1936
fue m uy superior al vigente de 1984, ya que no presentaba tam aña antinom ia.
La anotada contradicción legal, se acentúa en la doctrina y en la jurispru
dencia. A sí, Expresa A r i a s -S c h r e i b e r 21s que el art. 1704 plantea dos casos que
| 669
ANÍBAL TORRES VASQUEZ DERECHO RFIALES (TO M O Ij
pueden dar lugar a que se curse el aviso de conclusión del arrendam iento: el del
contrato de duración indeterminada y el de aquel en que se pactó una duración
determinada y producido el vencim iento del plazo el arrendatario se m antuvo
en el uso del bien arrendado, continuando el contrato com o uno de duración
indeterm inada. Agrega A r i a s -S c h r e i b e r que “la no devolución del bien por
parte del arrendatario ocasionará que el contrato de duración determ inada se
convierte en uno de duración indeterm inada, al que, por tanto, se le pone fin
dando aviso extrajudicial al otro con tratan te”. A su vez, en la jurisprudencia
encontram os decisiones que sostienen que el arrendam iento concluido por
vencim iento del contrato se convierte en uno de duración indeterm inada216.
Sorprende esta afirmación doctrinaria y jurisprudencial por desconocer
que “vencido el plazo del contrato, si el arrendatario perm anece en el uso del
bien arrendado, no se entiende que hay renovación tácita, sino continuación del
arrendam iento, hasta que el arrendador solicite su devolución” (art. 1700). Por
consiguiente, no es precario el arrendatario que permanece en el uso del bien una
vez vencido el plazo del arrendam iento, porque su contrato de arrendam iento,
por im perio de la ley, continúa rigiendo en los mismos térm inos y condiciones
hasta que el arrendador solicite la restitución del bien, lo que puede hacer en
cualquier m om ento.
Para dem ostrar que esta doctrina es errada basta decir que es un contrasen
tido sostener que a un contrato de arrendam iento concluido por vencim iento del
plazo se le puede poner fin m ediante el aviso judicial o extrajudicial de despedida.
N o cabe duda respecto a que si el arrendatario continúa en la posesión del
bien después de vencido el plazo del contrato (arrendam iento de plazo determ i
nado) o de cursado el aviso de conclusión del contrato (contrato de duración
indeterm inada) está obligado a pagar la penalidad convenida, o, en su defecto,
una prestación igual a la renta del período precedente hasta la devolución efectiva
del bien, pues no tendría causa para ocupar gratis el inm ueble. T am poco hay
duda sobre la obligación del arrendatario de devolver el bien al vencim iento
del plazo del arrendam iento o de cursado el aviso de conclusión del contrato de
duración indeterm inada. El problem a se presenta respecto a que, si el contrato
de arrendam iento continúa o no cuando el arrendatario perm anece en el uso del
bien una vez vencido el plazo de duración del arrendam iento, a fin de establecer
si cuenta con título vigente o este ha fenecido.
N o puede existir duda que el contrato de arrendam iento concluye cuando:
670 |
T í t u l o II | t e r c e r a p a r l e p o s e s i ó n
671
a n Ib a l t o r r e s v á sq u ez | d er e c h o r ea l es (t o m o i)
dam iento se convirtió en uno de duración indeterm inada y por tanto, se rige
bajo sus mismas estipulaciones, conform e lo prevé el artículo 1700 del Código
Civil, al cual puede ponérsele térm ino dando el aviso extrajudicial o judicial de
despedida, tal com o lo señala el artículo 1703 del citado Código sustantivo”218.
Esta doctrina y jurisprudencia presentan una contradicción interna insalvable,
pues en el fondo están diciendo que el art. 1700 establece que no hay y que si
hay renovación tácita a la vez; que el contrato de plazo determ inado concluye y
no concluye a su vencim iento.
Carece de todo sentido que el IV Pleno Casatorio, sin resolver la contra
dicción que presentan los art. 1700 y 1704, afirme, por un lado, que vencido
el plazo del contrato, el cobro al arrendatario de la penalidad o, en su defecto,
de una prestación igual a la renta del período precedente, hasta su devolución,
no importará la continuación del arrendamiento; y, por otro lado, sostener que
el solo vencimiento del contrato de arrendamiento no resuelve el contrato sino que,
por imperio de la ley, se asume la continuación del mismo hasta que el arrendador
le requiera la devolución del bien. Esto solo puede ocurrir cuando se firma una
resolución, seguram ente redactada por los auxiliaries jurisdiccionales, sin leer.
El Pleno señala que no constituye título fenecido el supuesto del art. 1700,
puesto que el solo vencimiento del plazo no resuelve el contrato, sino “sólo en el
caso de existencia de requerim iento, recién se puede asum ir que el poseedor ha
pasado a constituirse en poseedor precario por fenecim iento de su título”219. Por
disposición del art. 1703, con el requerim iento judicial o extrajudicial se pone fin
al arrendam iento de duración indeterm inada y no al de duración determ inada,
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T Í TULO II j T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
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A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z I D E R E C H O REALES (T O M O 1)
uso del bien después que se le ha puesto fin m ediante el aviso de despedida,
para convertir en precario nuevam ente se le tendría que dar el aviso judicial o
extrajudicial.
Se debe m odificar el art. 1704 del Código Civil, derogando el último
párrafo que expresa: “El cobro de cualquiera de ellas no im portará la continua
ción del arrendam iento”, o sustituyéndolo por otro que diga: “La recepción de
pagos durante la continuación del arrendam iento no altera lo dispuesto en el
artículo 1700”.
Al m argen de la anotada confusión legislativa y jurisprudencial diremos
que la vía adecuada que tiene el arrendador para dem andar la desocupación del
bien arrendado cuando el arrendatario continúa en el uso del bien después de
vencido el contrato, es la de desalojo por vencim iento de contrato, la que pue
de interponerla en cualquier m om ento. Según el art. 1700, “vencido el plazo
del contrato, si el arrendatario perm anece en el uso del bien arrendado, no se
entiende que hay renovación tácita, sino la continuación del arrendam iento,
bajo sus mismas estipulaciones, hasta que el arrendador solicite su devolución,
la cual puede pedir en cualquier m o m en to ”. Es decir, si el arrendatario con
tinúa en el uso del bien después de vencido el contrato, no tiene la calidad de
precario, porque por im perio de la ley el contrato no fenece sino continua en
sus mismas estipulaciones, por tanto, es un poseedor legítim o, pudiendo el
arrendador solicitar la devolución del bien en cualquier m om ento, m ediante la
acción de desalojo por vencim iento de contrato. C om o el contrato continúa, el
arrendador podrá tam bién valerse, en su caso, del desalojo por falta de pago de
la renta y, en general, de la resolución del contrato de arrendam iento cuando el
arrendatario incum ple con cualquiera de sus obligaciones.
El art. 911 no es de aplicación al arrendatario que perm anece en el bien
no obstante que ha vencido el plazo del contrato de arrendam iento, por cuanto
el art. 1700 dispone que vencido el plazo del contrato de arrendam iento, si el
arrendatario perm anece en el uso del bien arrendado no se entiende que hay
renovación tácita, sino la continuación del arrendamiento vencido, bajo sus mismas
estipulaciones, hasta que el arrendador solicite su devolución, lo que puede hacer
en cualquier m om ento (desalojo por vencim iento de contrato).
Según el Pleno, para que el arrendatario a plazo determ inado devenga en
precario se requiere: i) el vencim iento del plazo acordado por las partes; y ii)
que el acreedor requiera al deudor la restitución del bien. C o n el requerim iento
cualquier circunstancia que p erm ita advertir la legitim idad de la posesión que ostenta
el ocupante.
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T IT U L O II | IT R C L K A PARTI i !’O S L S ] Ó \
judicial o extrajudicial para la devolución del bien por vencim iento del con
trato, fenece el título del arrendatario, quien deviene en poseedor precario. Sin
embargo, el arrendador no tiene necesidad constituirlo en precario, puesto que
puede solicitar la restitución del bien en cualquier m om ento, lo que puede hacer
mediante el proceso de desalojo por vencim iento del plazo del contrato, el que
es más expeditivo, por razón de prueba, que el desalojo por ocupación precaria.
En el desalojo por vencimiento de plazo, como en el de falta de pago, solo se
admiten como prueba el docum ento que contiene el contrato de arrendam iento,
la declaración de parte y, en su caso, la pericia (art. 591 del C PC ). En el proceso
de desalojo por ocupación precaria, si el dem andante invoca ser propietario del
bien m ateria de la controversia, se debe acreditar la calidad de propietario del
actor y que el dem andado posee sin título o el que tenía ha fenecido.
Además, en el desalojo por vencim iento de plazo del contrato procede
la medida cautelar de lanzam iento antes de que se dicte la sentencia definitiva,
cuando el dem andante acredite indubitablem ente, de manera que no quede lugar
a duda, el derecho a la restitución pretendida y el abandono del bien (art. 679
del CPC); medida cautelar que no procede en el desalojo por ocupación precaria.
El desalojo puede dem andarse antes del vencimiento del plazo para resti
tuir el bien. Sin embargo, de ampararse la dem anda, el lanzam iento solo puede
ejecutarse luego de seis días de vencido el plazo. Si el dem andado se allana a la
demanda y al vencim iento del plazo pusiera el bien a disposición del dem andante
este debe pagar, las costas y costos del proceso (art. 594 del C P C )221.
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A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O 1)
La deuda del arren datario jud icialm en te reconocida origina la inscripción del d em an
dado en el Registro de D eudores Judiciales M orosos (artículo m odificado por el art. 5
de la Ley N .° 3 0 2 0 1 , publicada el 2 8 .5 .2 0 1 4 ).
2 22 Si el arrendatario no restituye el bien al requerim iento del arrendador, este p o d rá incoar
un a acción de desalojo p o r la causal de vencim iento del plazo del arren d am ien to (art.
585 y ss. del C P C ).
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11 i l j i .0 li i h -.k c i k a t’AH ¡i; p ü si:sió\
el art. 1532 no debía darse ni antes, ni después, sino dentro de los quince días
fijados en dicha disposición.
C om entando este artículo, L e ó n B a r a n d i a r á n 225, citando a W e r m e y e r ,
dice: “Se trata aquí de la llamada relocatio tácita, que es una transform ación
del arriendo, pasándose del prim eram ente pactado com o uno de duración
determinada, a un nuevo com o de duración indeterm inada, por interpretación
de una supuesta voluntad para constituir esta segunda relación arrendaticia,
subsiguiente a la prim era ya extinguida sim plem ente por el advenim iento del
dies ad quem. La voluntad presunta de que continúe la relación arrendaticia,
como tácita reconducción, no tiene lugar cuando transcurren los quince días
desde el vencim iento del plazo a que se refiere el art. 1532, o sea, que “es una
negativa presuposición contra la petición (quiere significarse el desahucio), que
ni el conductor dentro de dos semanas desde la prolongación en el uso ni el
locador dentro de dicho plazo después de obtener el conocim iento de dicha
prolongación del uso, su voluntad en contrario haya declarado”.
C ontrariam ente a lo que prescribía el art. 1532 del Código de 1936, el art.
1700 del Código vigente dispone: “Vencido el plazo del contrato, si el arrenda
tario permanece en el uso del bien arrendado, no se entiende que hay renovación
tácita, sino la continuación del arrendam iento, bajo sus mismas estipulaciones,
hasta que el arrendador solicite su devolución, la cual puede pedir en cualquier
m om ento”. En la realidad social sucede con frecuencia que a la term inación del
plazo pactado el arrendatario sigue en la posesión del bien. En previsión de tal
hipótesis, art. 1700 dispone que no se juzgará que hay tácita reconducción, sino
continuación del arrendam iento hasta que el arrendador pida la devolución del
bien, lo que podrá hacer en cualquier m om ento (al siguiente día del vencim iento
o después de varios años). Se aprecia que el vencim iento del plazo del contrato
de arrendam iento no convierte al arrendatario en precario, toda vez que si bien
es cierto que el contrato no se convierte en uno de duración indeterm inada, al
cual se le pone fin dando aviso judicial o extrajudicial al otro contratante (art.
1703), tam bién es verdad que por imperio de la ley el contrato continúa inde
finidamente hasta que el arrendador solicite su devolución, lo que puede hacer
en cualquier m om ento (art. 1700).
En conclusión, el Código derogado, art. 1532, admitió la tácita reconduc
ción por la que, si el arrendatario, concluido el arrendam iento por vencim iento
del térm ino, continuaba en el uso del bien, el contrato de duración determinada
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A N ÍBA L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REA LES (T O M O D
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'¡ T U '] .0 Ji I TKKCKKA P A R I \. P 0 S K S I Ó \
224 C ó d i g o d e P r o c e d i m i e n t o s C iv ii.e s
A rtículo 955. Presentada la d em an d a de desahucio, e observará lo dispuesto para el
juicio de m en o r cuan tía con las m odificaciones indicadas en este título.
A rtículo 956. Si el d e m an d a d o no concurre al co m p aren d o , a p etición verbal o escrita
del actor, m an d ará el juez citar n uevam ente a co m p aren d o al d em an d a d o que esté pre
sente en el lugar, para el segundo día siguiente a la notificación, bajo ap ercib im ien to de
tenerse por ciertos los hechos expuestos p o r el d em an d a n te. Igual apercib im ien to se le
679
An íb a l t o r r e s v á s q u e z | d er e c h o r f a l es (t o m o ij
hará con la prim era citación si está fuera del lugar del juicio.
A rtículo 957. Si no com parece el dem an d ad o que se halla en el lugar del juicio a la se
g u n d a citación o el qu e se halla fuera a la prim era, el juez p ro n u n ciará sentencia d en tro
de tres días, según el m érito de los hechos expuestos por el d em an d a n te, los que tendrá
por verdaderos.
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"
l'ÍT U L O II | T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
vigente Código procesal civil, al disponer que para dar el aviso judicial se acudirá
al juez a quien corresponde conocer del desahucio, y se obrservará lo dispuesto
para el juicio de desahucio.
Ante tal situación, lo lógico es poner fin al arrendam ento indeterm inado
m ediante el aviso extrajudicial, para luego dem andar el desalojo por ocupación
precaria, en la vía del proceso sum arísim o (art. 546.4).
C uando el arrendam iento es de duración indeterm inada, el arrendador
puede poner fin al arrendam iento m ediante aviso previo rem itido al arrendatario
por la vía notarial con una anticipación no m enor de treinta días (arts. 1365 y
1703); trascurrido este plazo el contrato queda resuelto de pleno derecho. El
artículo 1703 dispone: “Se pone fin a un arrendam iento de duración indeter
minada dando aviso judicial o extrajudicial al otro contratante”. Esta norm a no
puede ser interpretada en form a aislada, con el fin de requerir la devolución del
inmueble al día siguiente, y, en su caso, el pago de la penalidad, lo que puede
constituir un abuso de derecho que la ley proscribe (art. II del TP); por ello, el
artículo 1703 debe interpretare en concordancia con el artículo 1365, a fin de
que se conceda al arrendatario un plazo no m enor de 30 días para que desocupe
el predio.
Veamos un ejemplo: A arrienda una casa para vivienda a B. El arrendatario
amuebla la casa y entra a vivir con su familia. N o sería justo que a los pocos días
o semanas B reciba una carta notarial por la cual A le com unica que pone fin al
arrendam iento, por lo que debe desocupar la casa inm ediatam ente.
Se debería m odificar el artículo 1703 en los térm inos siguientes:
Se po n e h n al a r r e n d a m i e n t o d e d u r a c i ó n i n d e t e r m i n a d a d a n d o aviso al ot ro co n i raíante
en la fo rm a pr escr ita en el arríeu lo 1365.
El arrendatario que perm anece en el uso del bien una vez que se ha puesto
fin al arrendam iento deviene en ocupante precario, porque su contrato se ha
extinguido, en cuyo caso el arrendador tiene derecho a exigir la restitución del
bien y a cobrar la penalidad convenida o, en su defecto, una prestación igual a la
renta del período precedente, hasta su devolución efectiva; el cobro de cualquiera
de ellas no im portará la continuación del arrendam iento (art. 1704).
N o se puede interpretar el artículo 1074 en el sentido que se debe cursar el
aviso de conclusión del contrato tanto cuando este es de duración determ inada
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A N ÍBA L T O R K E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
(cuando el arrendatario perm anece en el uso del bien una vez vencido el plazo
del contrato) com o en el de duración indeterm inada.
De una interpretación sistemática de los artículos 1699, 1700, 1703 y
170422) se establece que el contrato de arrendam iento concluye:
a) por vencim iento del plazo, cuando es duración determinada, sin que
sea necesario aviso del arrendador ni del arrendatario. Si el arren
datario perm anece en el uso del bien una vez vencido el plazo del
contrato, no hay renovación tácita, sino continuación del mismo
contrato vencido hasta que el arrendador solicite su restitución. Por
esta razón, el arrendatario no deviene en precario porque, por im
perio de la ley, cuenta con un contrato, aunque vencido, que le
confiere la posesión hasta que el arrendador solicite la devolución
del bien; y,
b) cuando cualquiera de las partes curse aviso a la otra poniendo fin
al contrato de duración indeterminada, en la form a prevista en los
artículos 1365 y 1703. Si el arrendador ha puesto fin al contrato
de arrendam iento de duración indeterm inada cursando el aviso de
conclusión del contrato, el arrendatario que perm anece en el uso del
bien deviene en ocupante precario, por cuanto ha fenecido su título.
En cualquiera de estos dos casos de finalización del contrato, si el arren
datario perm anece en el uso del bien, el arrendador tiene derecho a cobrar la
penalidad convenida o, a falta de ella, una prestación igual a la del período
precedente, hasta la devolución del bien (art. 1704).
T am bién, en cualquiera de estos dos casos, el arrendador tiene el derecho
de exigir la devolución del bien, en el caso del artículo 1700 m ediante el proceso
225 C ó d ig o C iv il
A rtículo 1699.- El arrendam iento de duración determ in ada concluye al vencim iento del
plazo establecido por las partes, sin que sea necesario aviso previo de n inguna de ellas.
A rtículo 1700.- V encido el plazo del co n trato , si el arrendatario perm anece en el uso
del bien arrendado, no se en tien d e que hay renovación tácita, sino la continuación
del arren d am ien to , bajo sus m ism as estipulaciones, hasta qu e el arren d ad o r solicite su
devolución, la cual puede pedir en cualquier m om ento.
A rtículo 1703.- Se p one fin a un arren d am ien to de du ració n indeterm in ad a dando
aviso judicial o extrajudicial al o tro co n tratan te.
A rtículo 1704.- V encido el plazo del co n trato o cursado el aviso de conclusión del ar
rendam ien to, si el arrendatario no restituye el bien, el arren d ad o r tiene derecho a exigir
la devolución y a co b rar la penalidad convenida o, en su defecto, una prestación igual a
la renta del período precedente, hasta su devolución efectiva. El cobro de cualquiera de
ellas no im portará la co n tin u ació n del arrendam iento.
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T i l l l . O II | TKK CKR A PAR 11: P O SE SIÓ N '
de desalojo por vencim iento del plazo del co n trato 226, y en el del artículo 1703,
mediante el proceso de desalojo por ocupación precaria, por haber concluido el
contrato con el aviso judicial o extrajudicial al arrendatario.
El IV Pleno Casatorio, en el prim er párrafo de la doctrina jurisprudencial
vinculante n.° 5.2 bajo com entario, establece: “Será caso de título de posesión
fenecido, cuando se presente el supuesto previsto por el artículo 1704 del C ó
digo Civil, puesto que con el requerim iento de la devolución del inm ueble se
pone de manifiesto la voluntad del arrendador de poner fin al co n trato ”. Esta
doctrina no advierte:
— Q ue el artículo 1704, cuando expresa: “Vencido el plazo del contra
to o cursado el aviso de conclusión del arrendam iento”, distingue
entre arrendam iento a plazo determinado y arrendam iento a plazo
indeterminado.
— Q ue el arrendam iento de duración determ inada llega a su fin con el
vencim iento del plazo sin necesidad del requerim iento de la devo
lución del bien, pero que si el arrendatario perm anece en el uso del
inm ueble el contrato, no se transform a en uno de duración indeter
m inada, sino que sigue rigiendo en sus mismos térm inos hasta que
el arrendador solicite su devolución (art. 1700); que es al contrato
de arrendam iento de duración indeterm inada al que se le pone fin
m ediante el aviso judicial o extrajudicial al otro contratante (art.
1703).
— Q ue si el arrendatario perm anece en el uso del inm ueble después de
vencido el plazo, no deviene en precario, porque su contrato venci
do continua hasta el arrendador reclame la devolución; en cambio,
si el arrendatario perm anece en el uso del inm ueble después que al
contrato de duración indeterm inada se le ha puesto fin m ediante el
aviso judicial o extrajudicial, deviene en precario, porque su título
ha fenecido.
El segundo párrafo de esta doctrina jurisprudencial vinculante dispone:
“No constituirá un caso de título fenecido el supuesto contem plado por el
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A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O R E -M E S (T O M O I)
artículo 1700 del Código Civil, dado que el solo vencim iento del contrato de
arrendam iento no resuelve el contrato sino que, por im perio de la ley, se asume
la continuación del m ism o hasta que el arrendador le requiera la devolución del
bien. D ada esta condición, recién se puede asum ir que el poseedor ha pasado a
constituirse en poseedor precario por fenecim iento de su títu lo ”.
El “vencim iento del contrato de arrendam iento” que pone fin al con
trato no es causal de resoluciónu ' de este. Si vencido el plazo del contrato, el
arrendatario perm anece en el uso del bien arrendado, no hay renovación tácita,
sino continuación del arrendam iento, bajo sus mismas estipulaciones, hasta
que el arrendador solicite su restitución (art. 1700). El arrendatario debe pagar
la penalidad convenida o, en su defecto, continuar pagando la renta hasta la
devolución efectiva del bien, sin que por ello el contrato se renueve tácitam ente
por uno de duración indeterm inada.
Precisa el IV Pleno que el solo vencim iento del contrato de arrendam iento
no convierte en precario al arrendatario, sino cuando el arrendador le requiera
la devolución del bien, “recién se puede asumir que el poseedor ha pasado a cons
tituirse en poseedor precario por fenecimiento de su título”. D e acuerdo con este
precedente vinculante, para constituir en poseedor precario al arrendatario que
ocupa el bien una vez vencido el plazo del contrato hay que requerirlo judicial
o extrajudicialm ente para que restituya el bien.
De acuerdo con la ley (el art. 1700 del C C y el art. 585 del C PC ) y el
precedente vinculante n.° 5.2 del IV Pleno, en el caso de contrato de arrenda
m iento de plazo vencido, el arrendador, para obtener la restitución del bien,
tiene dos opciones: 1) dem andar el desalojo por vencim iento del plazo, lo que
puede hacer en cualquier m om ento; 2) requerir judicial o extrajudicialm ente al
arrendatario para que restituya el bien a fin de constituirlo en poseedor precario
por fenecimiento de su título, para luego dem andarlo el desalojo por dicha causal.
(7) Conclusiones
1. El arrendam iento de duración determ inada concluye al vencim ien
to del plazo (art. 1699), pero si el arrendatario perm anece en el
uso del bien, no hay renovación tácita, sino la continuación del
arrendam iento con plazo vencido, hasta que el arrendador solicite
su devolución en cualquier m om ento (art. 1700). El arrendatario
227 C ó d i g o C i v il . A rtículo 1371.- La resolución deja sin efecto un co n trato válido por
causal sobreviniente a su celebración.
684 |
T IT U L O II | T F.RC K R A B W T E P O S E S IÓ N
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A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
228 En el Pleno Jurisdiccional N acional C ivil y Procesal Civil del 2 0 1 7 , realizado p o r los
jueces superiores los días 3 y 4 de noviem bre del 2 0 1 7 en la ciu d ad de C hiclayo han
debatido dos ponencias: P R IM E R A . “Luego de la publicación del C u a rto Pleno Casa-
torio C ivil, los jueces de Paz L etrado han q u ed ad o im pedidos de conocer los procesos
de desalojo en los casos de q ue exista requerim iento de restitución del bien (carta n o ta
rial) de parte del arren d ad o r hacia el arrendatario (artículo 1704 C C ); to d a vez que en
todos estos casos éste últim o ha q u ed ad o co n stitu id o en poseedor precario, por lo que
el Juez co m p eten te para conocerlos es el Especializado, q u ed an d o im pedido el arrenda-
tor de in terp o n er d em an d a de desalojo por vencim iento de co n trato , sino únicam ente
p o r ocupación precaria”. S E G U N D A . “El C u a rto Pleno C asatorio no establece que el
arrendador, cu an d o envía el arrendatario la carta notarial de requerim iento de devolu
ción del bien, qued a im pedido de in terp o n er d em an d a de desalojo p o r vencim iento de
co n trato , sino qu e ú n icam en te lo faculta dem andar, alternativam ente, p o r esta causal o
p o r ocupación precaria. Por ello, el Juez de Paz L etrao an te quien se in terp o n e desalojo
p o r v encim iento de co n trato aun existiendo tal requ erim iento, debe calificar la d em an
da y conocer el proceso”. H a ganad o la p rim era p onencia p o r 55 votos contra 43.
686
Jt r u 1. 0 1i I l F.RCERA PAR I I. P O S IiS l Ó N
o del dem andado. Es decir, el juez no debe ingresar a verificar si es que la parte
demandada adquirió o no el bien por usucapión, sino que debe limitarse a ve
rificar si del análisis de los hechos y de la valoración de las pruebas presentadas
por la parte emplazada surge en él la convicción de la existencia de lo que viene
considerándose com o un título suficiente, que enerve el derecho que esgrime
el dem andante. Este hecho (de declararse fundada la dem anda de desalojo por
precario), en nada afecta lo que se vaya a decidir en el otro proceso donde se
verifique la pretensión de usucapión. De amparase, m ediante resolución defi
nitiva, la dem anda de prescripción adquisitiva, el usucapiente tendrá expedito
su derecho para solicitar la inejecución del m andato de desalojo o en todo caso
para solicitar la devolución del inm ueble”'1.
229 Este supuesto corresponde al siguiente precedente vinculante "5.6 La mera alegación
del dem andado, en el sentido de haber ad quirido el bien por usucapión, no basta para
desestim ar la pretensión de desalojo ni declarar la im procedencia de la dem anda, corres
p o n d ien d o al juez del desalojo valorar las pruebas en las cuales sustenta el dem an d ad o
su derecho invocado, sin que ello im plique que está facultado para decidir sobre la usu
capión. Siendo así, se lim itará a establecer si ha surgido en él la convicción de declarar
el derecho de poseer a favor del d em an d an te. D e declararse fundada la dem anda de
desalojo p o r precario, en nada afecta lo que se vaya a decidir en o tro proceso d o n d e se
tram ite la pretensión de usucapión, puesto que el usucapiente ten d rá expedito su dere
cho para solicitar la inejecución del m an d ato de desalojo o en todo caso para solicitar la
devolución del in m u eb le”.
2.30 C ódigo Civil
A rtículo 904.- Se conserva la posesión, au n q u e su ejercicio esré im p ed id o por hechos
de naturaleza pasajera.
A rtículo 9 5 3 .- Se in terru m p e el térm ino de la prescripción si el poseedor pierde la p o
sesión o es privado de ella, pero cesa ese efecto si la recupera antes de un año o si por
sentencia se le restituye.
687
ANÍBAL. T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
pública {la posesión debe ser ejercida de modo que sea de conocimiento público),
animus domini (com portándose com o propietario; no puede usucapir quien
posee a nom bre de otro) durante el tiem po previsto por la ley. Son elementos
sustanciales de la usucapión: la inactividad del dueño para proteger su propiedad
y la actitud del poseedor que actúa como si fuera propietario.
El Código civil señala que la propiedad de un inm ueble se adquiere por
prescripción m ediante la posesión continua, pacífica y pública como propietario
durante diez años. Si m edia justo título y buena fe, dicho plazo se reduce a cinco
años (art. 950).
La usucapión opera de pleno derecho una vez cum plidos los requisitos
previstos por la ley, pero para que el usucapiente haga valer su derecho de pro
piedad erga omnes, debe entablar un juicio para que se le declare propietario (art.
952). La sentencia que declare fundada la dem anda es m eram ente declarativa y
constituye título para la inscripción de la propiedad en el registro respectivo y
para cancelar el asiento en favor del antiguo dueño. La dem anda de declaración
de usucapión se puede tram itar judicial o notarialm ente231.
La m era alegación del dem andado de haber adquirido el bien por usuca
pión, sin exhibir un título que lo acredite com o tal (como es una sentencia judicial
688
T ÍT U L O II | TERCERA l-ARTC P O S IC IO N
689
A N ÍB A L T O R R E S V A S Q U E Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
232 C ó d i g o C i v i l . A rtículo 1002.- El usufructo, con excepción del legal, puede ser trans
ferido a títu lo oneroso o g ratu ito o ser gravado, respetándose su du ració n y siem pre que
no haya p ro h ib ició n expresa.
233 C ó d i g o C i v i l . A rtículo 731.- C uando el cónyuge sobreviviente concurra con otros he
rederos y sus derechos p o r concepto de legítim a y gananciales no alcanzaren el valor nece
sario para que le sea adjudicada la casa habitación en que existió el hogar conyugal, dicho
cónyuge podrá optar por el derecho de habitación en form a vitalicia y gratuita sobre la
690
T ÍT U I.O n T E R C K R A FARTF. P O S E S IÓ N
el inmueble sin pagar renta alguna, pero cuenta con título que justifica su po
s e s ió n . En casos com o estos, el poseedor de inm ueble que no paga renta, pero
no tiene la calidad de precario m ientras su título no fenezca con arreglo a ley o
la voluntad de las partes.
T am poco es cierto que “todo el que paga renta no es precario”, porque
hay poseedores precarios que pagan renta. Por ejemplo: una vez que se ha puesto
fin al arrendam iento de duración indeterm inada m ediante el aviso judicial o
extrajudicial (art. 1703 del C C ), si el arrendatario perm anece en el uso del bien,
es poseedor precario por fenecim iento de su título, pero está obligado a pagar la
penalidad convenida, o, en su defecto, la renta que venía pagando cuando estaba
vigente el contrato, hasta la devolución efectiva del bien (art. 1704 del CC ).
De otro lado, es obvio que el precario posee un bien ajeno, a nadie se le
ha ocurrido llamar precario al que usa su propio bien o al que no paga renta
por el uso del bien de su propiedad. C om o señalan A v e n d a ñ o y d e l R i s c o 234:
“Es una obviedad la referencia a que el precario ocupe un inmueble ajeno '. Si
fuese un “inm ueble propio”, tendría título para poseer (propiedad). Creemos
innecesaria esta referencia. Basta la form ulación genérica de la ausencia de título
o su extinción para concebir al precario. Siempre se producirá en un inm ueble
de propiedad de un tercero.
N o vemos otra salida que interpretar la expresión, bajo com entario, del
precedente vinculante (“una persona tendrá la condición de precaria cuando
ocupe un inm ueble ajeno, sin pago de renta y sin título para ello”), en el sentido
del artículo 911, que establece que “la posesión precaria es la que se ejerce sin
título alguno [ ...] ”, o sea, con ausencia absoluta de un hecho o acto jurídico
que justifique la ocupación del bien. En este sentido se había pronunciado la
Corte Suprem a de Justicia en reiteradas ejecutorias con anterioridad al Pleno235.
referida casa. Este derecho recae sobre la diferencia existente entre el valor del bien y el
de sus derechos por concepto de legítim a y gananciales. La diferencia de valor afectará la
cuota de libre disposición del causante y, si fuere necesario, la reservada a los dem ás he
rederos en proporción a los derechos hereditarios de éstos. En su caso, los otros bienes se
dividen entre los dem ás herederos, con exclusión del cónyuge sobreviviente.
234 A v e n d a ñ o A r a n a , Francisco Javier y Luis Felipe d e l R isc o S o t i l , “El desalojo por
ocupación precaria a la luz del C u a rto Pleno C asatorio C ivil”, en Los plenos civiles v in
culantes de la Corte Suprema. Análisis y comentarios críticos de sus reglas, Lima: G aceta
Jurídica, 2016, p. 133.
235 Cas. N .° 1818-97. “La precariedad en el uso de in m u eb le no se d eterm in a únicam ente
p or la carencia de un títu lo de propiedad o de a rren d am ien to , debe entenderse com o
tal la ausencia absoluta de cualquier circunstancia que perm ita advertir la legitim idad
de la posesión q ue ostenta el o cupante ; en esa am p litu d de criterio debe interpretarse la
n o rm a c o n ten id a en el art. 911 del C C ”.
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REA LES (T O M O I)
692
Tít u l o II | t er c er a pa r t e p o s e s ió n
693
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O REA LES (T O M O !)
Tam poco existe título cuando el acto jurídico que lo originó adolece de
nulidad manifiesta por cualquiera de las causales del artículo 219 del C C , caso
en el que el juez puede declararla de oficio en cualquier proceso de cognición,
incluso en un proceso sum arísim o de desalojo por ocupación precaria, prom o
viendo, con dicho fin, un contradictorio entre las partes238. En cam bio, cuando
la nulidad no es manifiesta, no se puede hablar de falta de título m ientras no se
declare la nulidad en el proceso correspondiente.
(2) Cuando el título no genere ningún efecto de protección para el ocupante
frente a l reclamante
C ontrariam ente a lo dispuesto por el artículo 911, el precedente vincu
lante, en com entario, crea un supuesto de posesión precaria con título, como era
en el Derecho rom ano, que consideraba precaria a la “posesión de un inm ueble
concedida gratuitam ente a otro con el derecho de revocarla a voluntad del con-
c ed en te” (contrato de precario).
En el últim o párrafo del considerando n.° 54, el Pleno expresa que no se
excluye del concepto de precario “el caso aquel en que el uso del bien haya sido
cedido a título gratuito, sin existir de por m edio el pago de una renta”; en el
considerando n.° 61 refiere que la ocupación es precaria cuando el “propietario
cede la posesión de un inm ueble para que otro lo use y lo devuelva cuando lo
reclame”239, y en la doctrina jurisprudencial vinculante n.° 1 señala que “una
persona tendrá la calidad de precario cuando ocupe un inm ueble [...] sin título
para ello, o cuando dicho título no genere ningún efecto de protección para
quien lo ostente [ ...] ”. Es decir, para el Pleno, la ocupación es precaria cuando
el titular del derecho entrega a otro la posesión de un inm ueble m ediante un
acto jurídico gratuito, sea por el solo deseo de beneficiar al que recibe el bien,
amistad, parentesco, o por motivos hum anitarios, sin exigir contraprestación
alguna ni para sí ni para terceros, sin fijación de plazo para la restitución del
bien o sin determ inar su uso específico, de tal form a que el cedente puede exigir
la restitución del bien en el cualquier m om ento.
Esta argum entación corresponde a la noción de precario del derecho ro
m ano y no a la definición de precario que da el artículo 911. Aquí, el Pleno crea
un concepto de precario con título, figura inexistente en nuestro ordenam iento
238 A rticulo 220 interpretado por el IX Pleno C asatorio Civil (Precedente vinculante n.° 3).
239 Ihering dice q ue la posesión del precarista no es concedida en v irtu d de un derecho
contractual q ue le sea propio, sino en v irtu d de una com placencia, revocable siem pre
(ob. cit., p. 320). Esta figura de precario del derecho ro m an o (cesión de la posesión por
“com placencia, revocable siem pre”) no es m en cion ado en el considerand o n.° 63 del IV
Pleno, en el que hace un a relación de los supuestos de posesión precaria.
694
T IT U L O II | I E R C E R A PA R TE P O S E S IÓ N
jurídico, el cual considera precario al poseedor sin título, bien porque nunca
lo ha tenido o el que tenía ha fenecido. ¿Se podrá decir que este concepto de
precario es una creación jurisprudencial? Consideram os que no, porque nuestro
Código regula expresamente, con bastante claridad, la ocupación precaria (art.
911), y no es facultad de los jueces m odificar o derogar la ley so pretexto de
interpretarla240. D e otro lado, el acto jurídico con el cual una persona cede a
otra la posesión de un bien puede ser oneroso o gratuito.
En el derecho rom ano, señala S a v ig n y 241, “el que concede a otro el ejer
cicio de la propiedad, es decir, la posesión natural o el ejercicio de un servicio,
y se reserva el derecho de revocar a voluntad este favor, goza efectivamente de
este derecho particular y la relación jurídica que nace de esta m anera entre las
dos partes lleva el nom bre de precarium. Esta denom inación proviene de que es
en general una súplica la que la ocasiona; pero esta súplica no es absolutam ente
necesaria; basta un perm iso tácito”. El favor puede ser revocado a voluntad en
cualquier m om ento y si el detentador no devuelve la cosa, desde aquel m om ento
su posesión es injusta, viciosa (injusta, vitiosapossessio), y puede ser reclamada
por un interdicto, de la m ism a m anera que la posesión usurpada por el empleo
de la violencia. Los rom anos no consideraron al precarium com o un contrato
verdadero, sea com o com odato o com o un contrato innom inado basado en la
fórmula do ut des.
Agrega S a v ig n y que, prim itivam ente, el precarium era una relación de
feudalismo que surgía a causa de que el patrono concedía a su cliente el goce de
un ager publicus242 con la cláusula de revocación a voluntad, y si el cliente no
restituía la cosa cuando se revocaba la concesión, procedía contra él interdicto
de precarium. Los vínculos entre el patrono y sus clientes se asemejaban a los
que unían a los individuos de una familia; por ejemplo: el padre con sus hijos no
suponían una obligatio propiam ente dicha o un contrato. Tal vez el precarium
habría desaparecido al mismo tiem po que el ager publicus, pero adquirió im por
tancia accidental con la introducción de la institución jurídica de la posesión
pignoraticia, que consistía en la m ancipación inm ediata de la cosa al acreedor,
bajo cláusula de remancipación (fiducia).
240 A rt. 103 de la C o n stitu c ió n y art. I del T P del C ó d ig o Civil: “La ley se deroga sólo
por o tra ley” .
241 S a v i g n y , M . F. C . de, Tratado de la posesión según los principios del Derecho rom ano, trad.
p or José Luis M onereo Pérez, G ranada: C om ares, 2 0 0 5 , p. 82.
242 Las tierras objeto de la c o m u n id a d gentilicia, las cuales se am p liaro n con las conquistas,
constituyeron el ager publicus (agro público), o sea la pro p ied ad fundiaria del populus
romanus.
695
A N IB A I. TORRES VÁSQUEZ , DERECHO REALES (TO M O 1)
Por su parte, I h e r i n g 243 dice que los juristas rom anos colocan la relación
del precarista con la cosa “en la misma línea que la del com odatario (simile
comodato); lo que considera “es ya demasiado, porque el com odato convenido
por un tiem po determ inado es jurídicam ente obligatorio, m ientras que el pre
cario concedido por un tiem po determ inado no es obligatorio. El com odato es
una convención jurídica; el precario, n o ”. Agrega este autor que “la posesión
del precarista es de todos m odos inconciliable con la teoría del animus domini,
porque el precarista no quiere ejercer su propiedad, sino el derecho de otro, y
hasta no le hace en virtud de un derecho contractual que le sea propio, sino en
virtud de una complacencia, revocable siem pre”.
La figura de la relación jurídica de prccarium del derecho rom ano, cons
tituida con la entrega de bienes con la cláusula de revocación a voluntad del
dador (similar al contrato de com odato), no corresponde a la relación jurídica de
precario del derecho peruano, que se constituye por la posesión de un bien sin
título. El com odato de precarium rom ano no constituía un título de posesión,
no generaba ningún efecto de protección para el poseedor. En cambio, en el
derecho m oderno, por ende en el nuestro, el contrato de com odato es el título
que sustenta el derecho de posesión del com odatario, consiguientem ente este
no es precario.
El código establece que “por el com odato, el contratante se obliga a en
tregar gratuitam ente al com odatario un bien no consum ible, para que lo use
por cierto tiem po o para cierto fin y luego los devuelva” (art. 1728); y cuando
el contrato de com odato es de duración indeterm inada, el com odatario está
obligado a restituir el bien cuando el com odante los solicite (art. 1737). De
acuerdo con estas normas, el com odato es un contrato consensual que se perfec
ciona con el acuerdo expreso o tácito de las partes, por el cual el com odante se
obliga a entregar gratuitam ente al com odatario un bien m ueble o inm ueble para
que lo use por cierto tiem po y luego lo devuelva (art. 1728)2,í4. C uando existe
696
TÍTULO II TERCERA PARTE POSESIÓN
697
An íb a l t o r r e s v á s q u e z | d e r e c h o r ea l es (t o m o i)
convencional o legal determ inado, cualquiera de las partes puede ponerle fin
m ediante aviso previo rem itido por la vía notarial con una anticipación no menor
de treinta días. T ranscurrido el plazo correspondiente el contrato queda resuelto
de pleno derecho”. H abiendo fenecido el título (el contrato de com odato) de
los ocupantes, procede la dem anda de desalojo por ocupación precaria.
Si bien la relación jurídica de precarium del derecho rom ano y el contrato
de comodato a plazo no determ inado del derecho peruano son idénticos en
cuanto a la indeterm inación de su duración; sin embargo, ambas figuras son
sustancialm ente diferentes por cuanto en la R om a antigua, por el “com odato de
precarium' se cedía el goce del inm ueble a ruego del cesionario con la cláusula
de revocable a voluntad del cedente, no era realmente un contrato, no generaha
ninguna obligación para el cedente, el precarista no usaba un derecho propio
sino el derecho de otro. En cam bio, el com odato es un contrato por el cual el
com odante se obliga a entregar gratuitam ente al com odatario un bien no con
sumible para cierto fin y luego lo devuelva (art. 1728); es decir, el com odatario
posee con título (el contrato de com odato), lo que evidencia que no es precario,
porque la ocupación precaria es la que se ejerce sin título.
Por su semejanza con la relación de precarium del derecho rom ano, nos
referiremos brevem ente a otro caso que el Pleno, en el considerando n.° 61,
expresa que el concepto de precario com prende “también cuando exista una
situación de tolerancia de la posesión de hecho sin título (hecho o acto alguno) que
la ampare". Se trata de la posesión iniciada sin previa concesión pero tolerada,
en cuanto tal, por el titular del bien. En este caso se presentan dos situaciones:
i) cuando la tolerancia no se deriva de una actitud del tolerante que implique
un acuerdo de voluntades con el que posee de hecho, caso en el que por falta de
título la ocupación es precaria; y ii) cuando la tolerancia se deriva de una actitud
del tolerante que im plique, indubitablem ente, el consentim iento para que el
poseedor continúe ocupando com o com odatario, arrendatario, usuario, etc.,
caso en el que el ocupante no es precario por tener título para poseer, el cual se
ha perfeccionado con la m anifestación tácita del tolerante. Este es el caso que
se presenta con m ayor frecuencia, com o ocurre con el com odato referido antes.
En realidad, la posesión tolerada se asemeja a la relación de precarium del
derecho rom ano, denom inación que, com o dice S a v i g n y 2'15, “proviene de que
es en general una súplica la que la ocasiona; pero esta súplica no es absoluta
m ente necesaria; basta un permiso tácito". La concesión en precario se obtenía
por súplica o por tolerancia (permiso tácito), es decir, el precarista poseía sobre
245 S a v i g n y , Tratado de la posesión según los principios del Derecho rom ano, ob. c it ., p. 282
698
T ÍT U L O II | T E R C E H A PAR TE P O S E S IÓ N
246 L ato u r señala q u e liberalidad y tolerancia n o son térm inos o expresiones idénticas.
L iberalidad, sem án ticam en te, equivale a v irtu d m oral del que da generosam ente lo que
tiene sin esperar recom pensa, m ientras q u e tolerancia vale tan to com o acción y efecto
de tolerar, de sufrir, llevar con paciencia, y, en últim a instancia, disim u lar o p erm itir
algunas cosas sin consentidas expresam ente. Así, en sum a, lo p rim ero equivale a un
obrar, un hacer, algo positivo; lo segundo, a m era ab sten ció n , u n n o o b rar o no hacer,
sim ple pasividad. Por tal razón, sigue precisando el au to r citado, q u e el precario sea, p o r
699
A N ÍBA L T O R R E S VÁSQUEZ | D E R E C H O REALES (T O M O I)
esencia, revocable a voluntad del precario dans (en d o ctrin a se d en o m in a com o precario
dans al sujeto q ue concede el uso o posesión de la cosa, bien m ed ian te un acto de libera
lidad o concesión graciosa, bien p o rq u e tolera los actos de ocupación del precarista o la
posesión de q u ien , p o r cualquier m otivo ha visto desaparecer el títu lo q ue lo legitim aba,
p erm itien d o de este m o d o el uso y disfrute g ratuito de un in m u eb le ajeno que puede ser
librem ente revocado), no autoriza a catalogar este in stitu ció n d en tro de la ó rb ita con
tractual. L a revocación en el precario dans equivale a la negación de su propia liberalidad
o tolerancia. Cfr. L a t o u r B r o t o n s , Juan, “El precario”, en Revista de derecho privado, t.
x L in , M adrid: 1959, pp. 1074 y 1075. Vid., tam bién: C a n o M o r i a n o , ob. cit., p. 110,
citado en el IV Pleno, considerando 45.
247 Cfr. F e r r e r M a r t í n , D aniel. “El precario y el juicio de desahucio p o r causa de Pre
cario”, en Revista de Derecho Privado, t. xxxvi, M adrid: 1952, p. 3
248 Para esto nos rem itim os al prolijo estudio realizado sobre el precario por: M o r e n o
M o c h o l i , M anuel, E l precario. Estudio histórico-crítico, aplicado a l derecho español con
ensayo de estructuración y sistematización de fuentes, 2 .a ed., P am plona: U niversidad de
N avarra, 1976, pp. 355 y 356. En esa m ism a línea de análisis se e n cu en tra C a n o M o -
r i a n o , ob. cit., p. 85 y ss, citado en el IV Pleno, co n sideran do 47.
700 |
T ít u l o ii | t e r c ia pa r l e p o s e s ió n
título de un inm ueble2’0; que unas veces la causa de la posesión precaria será el
contrato y otras el vicio en la posesión.
En sede nacional, precisa la C orte Suprem a de Justicia, la legislación, la
doctrina y la jurisprudencia tienen un concepto impreciso, variado y contra
dictorio de la ocupación precaria, lo que genera inseguridad jurídica y un alto
costo para la sociedad y el Estado, por lo que hay la necesidad de resolver estos
conflictos en form a predictible, precisa y oportuna, de form a que se priorice la
efectividad de la tutela jurisdiccional efectiva (considerando n.° 51); lo que hace
imperativo que cualquier tom a de postura se haga a partir del artículo 911, que
señala que “la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el
que se tenía ha fenecido” (considerando n.° 52). Acto seguido, contrariam ente a
lo que acaba de exponer, refiere que el D iccionario de la Real Academia concibe
como precario lo que se tiene sin título, por tolerancia o por intim idación del
dueño (considerando n.° 53), para a continuación señalar que de la lectura del
artículo 911 queda claro que precario es el que está poseyendo sin título, “lo
que no excluye tam bién el caso de aquel en que el uso del bien haya sido cedido
a título gratu ito ” (considerando n.° 54). Finalm ente, en el considerando n.° 61
establece: “U na persona tiene la condición de precaria cuando ocupe un inmueble
ajeno, sin pago de renta y sin título para ello, o cuando dicho título, según las
pruebas presentadas en el desalojo, no genere ningún efecto de protección para
quien ostente la posesión inm ediata, frente al reclam ante”.
Se aprecia que el Pleno presenta una contradicción interna insalvable:
de un lado afirma que el concepto de precario se tiene que elaborar sobre la
base del artículo 911, que presenta dos supuestos norm ativos de precario: 1) la
posesión sin título y 2) la posesión con título fenecido; de otro lado, establece
el concepto de precario con base en el artículo 1750 del C ódigo civil español,
que, según un sector de la doctrina y jurisprudencia española, los supuestos de
precario son tres: 1) la posesión sin título, 2) la posesión con título y 3) la pose
sión con título fenecido. El derecho español conserva el concepto de precarium
701
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
del derecho rom ano (que, en realidad, no era un contrato)2'11, doctrina que ha
sido abandonada com pletam ente por el derecho positivo peruano.
La doctrina jurisprudencial vinculante tiene por fin interpretar correc
tam ente la norm a legal para determ inar su sentido y alcance, sin embargo,
ahora hay la necesidad de hacer lo contrario, es decir, interpretar el precedente
vinculante con arreglo a la norm a legal. Estim am os que lo correcto es que el
precedente vinculante n.° 1 del iv Pleno Casatorio se interprete en el sentido del
artículo 911 que considera com o posesión precaria la que se ejerce sin título o
cuando el que se tenía ha fenecido, desechando la posesión precaria con título
a que se refiere el m encionado Pleno.
(3) Cuando el título del ocupante se ha extinguido
Finalm ente, el precedente vinculante n.° 1 del Pleno establece que una
persona tendrá la condición de precaria si ocupa un inmueble ajeno cuando su
título se ha extinguido. Este concepto es conform e con la segunda parte del ar
tículo 911, que dispone que la posesión precaria sea la que se ejerce cuando el
título que se tenía ha fenecido. El poseedor con título (poseedor legítimo) deviene
en poseedor sin título (poseedor precario), porque el que tenía ha fenecido por
cualquiera de las causales de ineficacia estructural o funcional.
Es precario el que entró a ocupar el bien porque el titular del derecho
(propietario, usufructuario, arrendador, etc.) le transfirió la posesión m ediante
un acto jurídico oneroso o gratuito (arrendam iento, subarrendam iento, com o
dato, etc.), pero, a pesar de que su título se ha extinguido (por vencim iento
del plazo, haberse declarado judicialm ente nulo o rescindido o resuelto, etc.)
continúa en la posesión del bien. Es decir, el precario que posee con título fe
necido tuvo una relación jurídica con el titular del derecho sobre el bien, pero
esa relación se extinguió y, sin embargo, no lo ha restituido; se trata de una
precariedad sobrevenida. El ocupante con título extinguido es precario frente
al titular del derecho sobre el bien, quien puede reclamarle la devolución del
bien en cualquier m om ento.
El considerando n.° 55 del Pleno establece:
251 T am bién conservan el co n cepto de precario del derecho rom ano, los códigos: francés,
italiano, portugués, uruguayo, chileno, colom biano.
702
t ít u l o i! | t e r c e r a pa r t e p o s e s io n
703
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (TO M O 1)
252 La usucapión opera de pleno derecho con el solo c u m p lim ien to de los requisitos previs
tos en la ley, así la propiedad de un inm ueble se adquiere p o r prescripción adquisitiva
m ediante la posesión co n tin u a, pacífica y pública com o p ro p ietario d u ra n te diez años
(art. 950). Pero para que el adquiere p o r usucapión pued a o p o n er su derecho erga
om nes, debe prom over u na acción judicial para qu e se le declare propietario e inscribir
la sentencia firm e en los registros públicos (art. 952).
704 |
TÍTULO II ¡ TERCERA PARTE POSESIÓN
por carecer de vivienda viven en casa de sus hijos, menos pueden ser precarios
los hijos menores de estos253.
N o debe confundirse el acto jurídico con el docum ento que lo contiene;
puede subsistir el acto aunque el docum ento se declare nulo (art. 225); por
ejemplo: la declaración de nulidad de una escritura pública de com praventa no
conlleva la nulidad del acto jurídico com praventa (contrato consensual), salvo
que el docum ento constituya una form a establecida bajo sanción de nulidad
del acto, v. gr., la nulidad de la escritura pública de la donación de un inm ueble
conlleva la nulidad del acto jurídico donación (art. 1625).
Justo título es el acto jurídico válido apto para fundam entar la atribución
del derecho a poseer un bien de buena fe, y esta supone la persuasión de haberse
recibido el bien (la cosa) de quien tenía la facultad de transferirla y de no haber
habido fraude ni otro vicio en el acto jurídico de transferencia; tam bién es justo
título un hecho jurídico válido, v. gr., la adquisición de la propiedad del bien
por usucapión.
C om o la precariedad se caracteriza porque nunca existió un título que
justifique la posesión o el que la originó ha fenecido, en el proceso sumarísimo
de desalojo por ocupación precaria se debe probar copulativam ente: i) que el
dem andante tiene título que acredita su derecho a la posesión (por ser propie
tario, usufructuario, adm inistrador, etc.) del bien cuya desocupación pretende,
y ii) que el dem andado posee el bien sin título o el que tenía ha fenecido.
El título del poseedor fenece por vencim iento del plazo a que está sujeto
por decisión de las partes o por la ley; por haberse puesto fin a los actos de d u
ración indeterm inada m ediante aviso previo; por haberse declarado la nulidad
m ediante decisión judicial o arbitral; por “hechos jurídicos que tienen im pacto
directo en la relación jurídica prim igenia”254, v. gr., la extinción del usufructo
por cum plim iento del plazo, prescripción, consolidación, renuncia o m uerte
del usufructuario; en fin, cuando el título es extinguido por cualquiera de las
causales de ineficacia estructural o funcional. En estos casos nos encontram os
en situaciones de precariedad sobreviniente.
253 Cas. N .° 3 1 3 5-99-L im a. La posesión ejercida p o r el hijo m en o r de edad sobre los bienes
de propiedad del padre, nun ca va a ser u na posesión precaria, pues su títu lo posesorio
es ju stam en te su calidad de hijo; de obtenerse el desalojo de la m adre, que ejerce la
tenencia del m enor, se estaría o b ten ien d o de form a indirecta el desalojo del hijo, quien
no tiene la calidad de precario.
254 L a m a M o r e , H é c to r E nrique, “Poseedor precario p o r haber fenecido su títu lo poseso
rio”, en La propiedad. Mecanismos de defensa, Lim a: G aceta Jurídica, 2 0 1 4 , p. 87.
705
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
3. In terp retar el artícu lo 585 del C ó d i g o Procesal Civil, en el se n tid o q ue p o r ''r estitució n’
del bien se d e b e e n t e n d e r c o m o entrega de la po sesió n q u e proteg e el a r t í c u l o 911 del
C ó d i g o Civil, p ara g a r a n t i z a r al sujeto a q u i e n c o r re s p o n d e d i c h o d e r e c h o a ejercer el
pleno d isfru te del m ism o , i n d e p e n d i e n t e m e n t e si es q u e es p r o p ie ta rio o no.
Regula la restitución del bien. T anto el poseedor sin título, porque nunca
ha contado con un hecho o acto jurídico que justifique su posesión (el inm ueble
255 Cas. N .° 8 7 1-95-L im a, en Norm as Legales, t. 255, Lima: agosto de 1997. Si bien la
d e m a n d a n te tiene títu lo inscrito en los Registros Públicos y ello acredita su derecho
de propiedad, para q ue proceda la d e m a n d a de desalojo p o r ocupación precaria, se
requiere, adem ás, que el d e m an d a d o posea sin títu lo alguno. Si ta n to la parte actora
com o la d e m an d a d a cu en ta n con título de propiedad, p o r haber transferido el vend
edor a dos personas distintas el m ism o inm ueble, la causa no se pued e tra m ita r en un
proceso de desalojo de tram itación sum arísim a, en el qu e se p rete n d e la desocupación
excluyendo toda discusión sobre la propiedad. E n el proceso de desalojo no se decide el
m ejor derecho de p ro p ied ad ”. Esta jurisp ru d en cia, no obstan te su antigüedad, es una
interpretación correcta del artículo 911.
706 |
TITULO II I TL-RCKRA PARTK POSKS1ÓN
707
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ DERECHO REALES (TO M O 1)
El prim er párrafo del artículo 586 del Código Procesal Civil prescribe:
“Pueden demandar: elpropietario, el arrendador y todo aquel que, salvo lo dispuesto
en el artículo 5 9 8, considere tener derecho a la restitución de un predio ".
La posesión precaria de un inm ueble se configura cuando es ocupado sin
título o cuando el que tenía ha fenecido (art. 911). Q uien pretenda la restitu
ción de un inm ueble que se encuentra en poder de un poseedor precario, debe
acreditar su calidad de propietario, arrendador, adm inistrador y, en general,
cualquier título válido que le confiera el derecho a la restitución del inmueble.
El propietario tiene derecho de usar el bien de su propiedad (art. 923),
para usarlo debe tener la posesión; en tal virtud, haya tenido la posesión o no
lo haya tenido nunca, puede dem andar la restitución (entendida en su sentido
amplio) al poseedor precario, en el proceso de desalojo (sum arísim o), o puede
optar la acción reivindicatoría (dem anda el propietario no poseedor al poseedor
no propietario) en el proceso de conocim iento. O ptará por el prim ero si su título
acredita fehacientem ente su calidad de propietario exclusivo y si el poseedor no
tiene título o el que tenía ha fenecido, puesto que en un proceso sumarísimo
no se debate ni se prueba la propiedad; en cam bio, utilizará la acción reivindi-
catoria, en la vía del proceso de conocim iento, en el que se debate y se prueba
el derecho de propiedad, cuando el poseedor afirme tener algún derecho sobre
el bien, com o el de quien tam bién es propietario, que es el caso más frecuente
en nuestro m edio2’6. En el proceso de desalojo solo se debate el derecho a la
posesión, que tam bién lo tiene el propietario, y en el proceso de reivindicación
o de m ejor derecho a la propiedad se debate la propiedad.
En suma, goza legitimación activa para dem andar el desalojo por ocupación
precaria no solam ente es el propietario, sino todo el que cuenta con un título
que le confiere el derecho a la posesión de un inm ueble, y, por consiguiente,
puede reclamar que el poseedor precario le restituya. El actor deberá probar la
calidad con la que dem anda (propietario, arrendador, adm inistrador, etc.)2,/.
708
TITULO II TERCERA PARTE POSESIÓN
2 2 .4 Pro hib ició n del juez d e em i t i r sen ten cia inhib ito ria
6 4 .- En toso los casos a n t e r i o r m e n t e descritos, el Juez del p roceso 110 p o d r á e x p e d ir
u na sentencia in h ib ito ria, sino, p o r el c o n tr a rio , deberá d e p r o n u n c i a rs e so bre el fo n d o
de la m a te r ia c o n t r o v e rt i d a , en el se ntid o q u e c o r re s p o n d a , c o n f o r m e a los hech os y la
valoración de las p r u e b a s a p o r ta d a s.
| 709
ANÍBAL TO RRES VASQUF.Z | DERECHO REM ES (T O M O 1)
Comentario:
Prescribe que en todos los supuestos de posesión precaria descritos en el
considerando 63 y, en el p u n to 5 del Fallo, el Juez del proceso de desalojo está
prohibido de expedir sentencias inhibitorias, sino deberá pronunciarse sobre
el fondo de la controversia, declarando fundada o infundada la dem anda de
desalojo, según corresponda, de acuerdo con los hechos, las pruebas y la ley.
C on la prohibición de las sentencias inhibitorias se evita que el juez rechace
la dem anda de desalojo por ocupación precaria, por considerar que previamente
se discuta en un proceso más lato cualquier circunstancia vinculada a la propie
dad invocada por el dem andado (ser propietario por usucapión, ser propietario
de las edificaciones, etc.).
710
TÍTUI.O [I I TERCERA PARTE POSESIÓN
I 711
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O 1)
712 '
TITULO II TERCERA PARTE POSESIÓN
71!::
An íb a l ,t o r r e s v á sq u ez l d e r e c h o r ea l es (t o m o i)
de servicios públicos, etcétera, casos en los que para planterar el interdicto hay
el plazo de un año contado desde el inicio de la perturbación.
La acción de interdicto de recobrar debe ejercitarse antes de que transcurra
un año de haberse efectuado el despojo de la posesión. Transcurrido el año
desde que se realizaron los hechos que fundam entan la dem anda, prescribe la
pretensión interdictal. El hecho de la posesión del despojado se destruye por el
hecho de la posesión del despojante por más de un año.
Si el plazo de ejercicio de la acción de interdicto de recobrar es de pres
cripción, el juez no puede rechazar la dem anda aun cuando haya sido planteada
después de un año de haberse realizado el acto de desposesión, debido a que “el
juez no puede fundar sus fallos en la prescripción si no ha sido invocada” (art.
1992). N o es el despojado dem andante, sino el despojante dem andado, el que
deduce la excepción de prescripción, quien tiene que probar que la dem anda
ha sido presentada fuera del térm ino de ley.
Establecer, com o lo hace el art. 600 del Código Procesal Civil, que en
la dem anda deben expresarse necesariamente la época en que se realizaron los
hechos en que consiste el agravio, significaría que el plazo de un año para inter
poner la acción interdictal no es de prescripción sino de caducidad. El juez no
puede am parar sus resoluciones en la prescripción si no ha sido invocada; en
cambio, sí lo puede hacer cuando el plazo es de caducidad. Si se establece que
la dem anda debe indicar necesariamente la época en que ocurrieron los hechos
en que consiste el agravio, es para que el juez se pronuncie de oficio, sin invo
cación de parte, sobre la extinción del plazo, por lo que se debería m odificar el
art. 601 del Código Procesal Civil, estableciendo que el plazo de un año es de
caducidad y no de prescripción.
El Código Procesal Civil reconoce com o procesos de conocim iento o
cognición: i) el de conocimiento propiamente dicho o de cognición plenaria (arts.
475 a 479 del C P C ), que es un proceso pleno, en el que la ley concede a las
partes amplias facultades para hacer sus alegaciones y form ular sus pruebas, y es
el de plazos más amplios que los otros procesos; ii) en el abreviado (art. 486 y
ss. del C P C ) se reducen los plazos y los actos procesales; y iii) en el sumarísimo
(art. 546 y ss. del C P C ), que es un proceso de cognición lim itada, se lim itan las
alegaciones y medios probatorios; es de tram itación rápida, la decisión definitiva
que se adopte no tiene la calidad de cosa juzgada material. En un proceso sumario
solam ente se plantea un aspecto concreto del conflicto, lo que determ ina que
en otro proceso plenario posterior se plantee la plenitud del conflicto entre las
partes, en el que no podrá deducirse la excepción de cosa juzgada resuelta en el
proceso sumarísimo.
714
TITULO II I TERCERA PARTE POSESIÓN
715
An íb a l t o r r e s v á s q u e z | d e r e c h o r ea l es (t o m o i)
del térm ino familia lleva a que se le reconozca com o aquel grupo de personas
que se encuentran em parentadas y que com parten el m ism o techo”. Desde una
perspectiva jurídica tradicional la familia “está form ada por vínculos jurídicos
familiares que hallan origen en el m atrim onio, en la filiación y en el parentes
co”. Este concepto ha sido am pliado com o consecuencia de las separaciones
de hecho, divorcios, viudez, que originan nuevos m atrim onios o uniones de
hecho, generando las familias esambladas (o familias reconstituidas, reconstrui
das, recompuestas, familias de segundas nupcias o familiastras), que pueden
dfinirse com o “la estructura familiar originada en el m atrim onio o la unión
concubinaria de una pareja en la cual uno o ambos de sus integrantes tienen
hijos provenientes de una relación previa”. “Desde luego, la relación entre los
padres afines y el hijastro tendrá que guardar ciertas características, tales como
las de habitar y com partir vida de familia con cierta estabilidad, publicidad y
reconocim iento ' .
716
T í r u i . 0 [I T E R C ER A PARTE P O S E S IO N
261 La Ley colom biana 294 de 1996 establece: A rtículo 2.- La fam ilia se constituye por
vínculos naturales o jurídicos, p o r la decisión libre de un ho m b re y un a m ujer de co n
traer m atrim o n io o p o r la voluntad responsable de conform arla. Para los efectos de la
presente Ley, integran la familia:
a) Los cónyuges o com pañeros perm anentes;
b) El padre y la m adre de fam ilia, a u n q u e no convivan en un m ism o hogar;
c) Los ascendientes o descendientes de los anteriores y los hijos adoptivos;
d) Todas las dem ás personas qu e de m anera p erm an en te se hallaren integrados a la
u n id ad dom éstica.
262 E s p i n o s a - S a ld a ñ a B a r r e r a , Eloy, Voto singular en la sentencia del T ribunal C o n stitu
cional, em itida en el E xpediente N .° 0 2 3 0 2 -2 0 1 4 -H C /T C C usco, en el caso A m brocio
H olgado Apaza.
263 Cas. N .° 5 5 8 9 -2 0 1 7-L im a. Sumilla: Las relaciones posesorias nacidas de las relaciones
fam iliares son actos de tolerancia que no o nfiguran actos de posesión, en ta n to el titu lar
del bien no piensa desprenderse de su posesión.
Sin em bargo, existen circunstancias especiales, com o la p ro p ia subsistencia de la e m
plazada, que obligan al juez de la causa a valorar los datos existentes, a te n d ien d o a los
valores suprem os que inform an la C o n stitu c ió n Política del Estado.
A rtículos 1 y 6 de la C o n stitu c ió n Política del E stado, artículo 911 del C ódigo Civil y
717
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z D E R E C H O REA LES (T O M O I)
718
T ÍT U L O II | T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
719
A N ÍB A L T O R K E S V Á S Q U E Z | D K K K C H O REA LES (T O M O J)
de com odato265. En estos casos, el título del com odatario fenence cuando el
com odante le solicita la restitución del bien (art. 1737).
En conclusión, no son precarios los familiares del poseedor legítimo con
título conferido por la ley (caso del alim entista, la hatiación vitalicia al cónyuge
sobreviviente, etc.) o convencional (com odato, uso, usufructo, arrendam iento,
etc.) para poseer. La sola relación de parentesco no justifica la posesión del fa
miliar, sino que este debe contar con un título legal o convencional. Es decir, no
basta la sola relación familiar para im pedir el desalojo por ocupación precaria266.
5.7.7. Introducción
265 Es una afirm ación peregrina, ajena a nuestra realidad jurídica, cu an d o el IV Pleno Casa-
torio sostiene que hay posesión precaria cuando “el p ro p ietario cede la posesión de un
inm ueble para que o tro la use y se la devuelva cuando lo reclam e” y “cu ando existe una
situación de tolerancia de la posesión de hecho sin títu lo (hecho o acto alguno) q ue la
am pare”. A m bos supuestos están com p ren d id o s d en tro del c o n tra to de com odato. Es
un co n trasen tid o sostener que d o n d e hay tolerancia de la posesión no hay título. Los
jueces están facultados para interpretar la ley, pero no para m odificarla o derogarla.
266 El Pleno Jurisdiccional N acional C ivil y Procesal Civil 2 0 1 9 , realizado en Lim a los días
14 y 1 5 de noviem bre, acordó p o r M A YO RIA “La sola relación fam iliar por sí m ism a
no constituye título que justifique la posesión, d eb ien d o en to d o caso, el dem an d ad o
en un proceso de desalojo p o r posesión precaria, ostentar un títu lo de carácter negocial
o legal que le p erm ita poseer el bien”.
720 |
TÍTULO II | TERCERA PARTE POSESIÓN
267 Josserand: “D espués de un año de posesión, q u ien está investido de ella adquiere lo
que se llam a la ocu p ació n posesoria, y, p o r ello, el derecho a la p ro tecció n posesoria, el
derecho a las acciones posesorias q u e son el in terd icto de retener y la d en u n cia de obra
nueva”. J o s s e r a n d , Luis, Derecho civil, 1. 1, vol. m , La propiedad y los otros derechos reales
y principales, trad. p or Santiago C u n ch illo s y M an tero la , B uenos Aires: Bosch, 1950, p.
61.
268 El derogado C ó d ig o de P rocedim ientos Civiles lo d e n o m in ó juicio de desahucio.
| 721
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O II
5.1.2. Finalidad
722
t ít u l o ii | t er c k r a pa r t e p o s e s ió n
269 El Pleno Jurisdiccional N acional C ivil y Procesal Civil, realizado en Lim a, los días 14
y 15 de noviem bre del 2 0 1 9 , acordó acordó por M A YO RIA “La sola relación fam iliar
p o r sí m ism a no constituye tirulo q ue justifique la posesión, d eb ien d o en to d o caso,
el d em an d a d o en un proceso de desalojo p o r posesión precaria, o sten tar un títu lo de
carácter negocial o legal que le p erm ita poseer el bien”.
723
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
poseedor inm ediato, cuando su título ha fenecido, debe cum plir con obligación
de restituir el bien al poseedor mediato.
Al repecto, el IV Pleno Casatorio Civil establece: “57.- [...] resulta ne
cesario interpretar de una m anera concordada el sentido del artículo 585 del
Código Procesal Civil, puesto que su prim er párrafo, al ser aplicable a todo tipo
de causales de desalojo, hace alusión a la restitución del bien, lo que debemos
entender com o entrega de la posesión que protege el artículo 911 del Código
Civil, para garantizar al sujeto, a quien corresponde dicho derecho, a ejercer el
pleno disfrute del m ism o, independientem ente, de si el derecho de propiedad se
encuentra previam ente declarado o no, puesto que en este proceso no se puede
discutir — por su sum ariedad— sobre dicho extremo, sino tan solo si es que se
tiene derecho a la restitución del bien”. Es decir, todo el que posee un inm ueble
sin derecho está en el deber de entregarlo a quien tenga el derecho de reclamarlo,
aunque no se haya contraído la obligación con dicho fin.
Sin embargo, se pretende dar al térm ino restitución un significado restric
tivo, afirm ando que “comiste en la obligación de devolver algo que anteriormente se
había recibido”27°, por considerar que precario es solamente el poseedor inmediato
que recibió el bien del poseedor m ediato, por ello, el dem andante solamente
puede ser el poseedor m ediato, quien tiene derecho a la restitución, y dem an
dado solo puede ser el poseedor inm ediato, quien etá obligado a la devolución.
N o com partim os esta opinión por las razones siguiente: a) carece de susten
to legal, por cuanto el art. 586 del Código Procesal Civil confiere expresamente
la acción de desalojo al propietario; b) no es justo que en todos los casos en que
el propietario es despojado de su propiedad por violencia, clandestinidad, abuso
de confianza, para recuperarla sea obligado a valerse de la acción reivindicatoría,
en un largo y costoso proceso de conocim iento, en el que tiene que probar su
derecho de propiedad, cuando en un proceso sum arísim o de desalojo puede
probar su derecho a la posesión con la sola presentación de su título de propie
dad; c) conform e a nuestro ordenam iento jurídico, con el desalojo por ocupante
precario el dem andante persigue que le restituya el bien quien lo posee sin su
autorización (el ocupante clandestino, el usurpador, etc.) o que le sea devuelto
por la persona a quien él le cedió voluntariam ente por haber fenecido el título
de transferencia de la posesión; d) gram aticalm ente el térm ino “restitución”
significa devolver lo que se posee injustam ente, se entiende sea o no poseedor
inm ediato, con el desalojo se persigue restablecer una cosa en su prim er estado,
que vuelva a su prim er poseedor; e) la posesión precaria no nace solam ente como
724
TÍTULO II | TERCERA PA RI* POSESIÓN
consecuencia del fenecim iento del título del poseedor, sino tam bién cuando
este posee sin título (art. 911), com o es, por ejem plo, el caso del propietario
despojado por usurpador, en el que no se puede hablar de poseedor m ediato e
inmediato, por no existir un título (art. 905).
La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a
la propidad (art. 896). La relación de poder sobre el bien puede sustentarse en
un derecho personal (un contrto de arrendam iento, com odato, etc.) o en uno
real (propiedad, usufructo, etc.), así com o puerde basarse en la violencia, clan
destinidad, abuso de confianza. En todos estos casos, la posesión está protegida
por los interdictos y las acciones posesorias, entre estas se encuentra la acción
de desalojo.
725
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O 1)
726
TÍTULO II 1ERCERA PARTE POSESIÓN
A la dem anda solam ente se acom paña copia certificada del Acta de C o n
ciliación y la solicitud de conciliación. Las com unicaciones a la parte invitada
para que asista a la audiencia de conciliación no son requisitos del acta, no se
acompañan a la dem anda.
La Cas. N.° 3 7 4 9 -2 0 14-Cusco estableció: “Si el actor invitó a conciliar a la
emplazada, quien no asisitó a las dos sesiones realizadas, dándose por cum plida
la exigencia legal prevista en el artículo 15 de la Ley de C onciliación, y además,
propuso la restitución del inm ueble, tal com o lo establece el artículo 585 del
Código Procesal Civil que regula la figura del dealojo por ocupación precaria,
lo cual es objeto del presente proceso, resulta evidente que tiene legítimo interés
para incoar la presente acción”.
Se desprende de esta casación que el actor dem andó el desalojo por ocu
pación precaria, sosteniendo y acreditando ser propietario registral del inm ueble
en litis, y que ha requerido a la dem anda la restitución en la vía de conciliación,
pero que no ha asistido en dos oportunidades. La dem andada contesta la de
m anda y deduce la E X C E P C IÓ N D E FALTA D E L E G IT IM ID A D PARA
OBRAR, señalando, entre otras razones, que en el acta de conciliación no se
hace ninguna referencia a la pretensión de desalojo por precario, por lo que falta
la conciliación extrajudicial respecto a la pretensión form ulada.
En Primera Instancia se dictó el auto que declaró fundada la excepción por
considerar que la conciliación no se ha planteado para un proceso de desalojo
por precario, sino para restitución del bien por m ejor derecho de propiedad.
En Segunda Instancia se confirm ó el auto apelado, señalando, además, que no
se acredita la com unicación a la parte invitada para que asista a la audiencia de
conciliación.
El T ribunal de Casación declaró N U L O el auto de vista, y, R E V O C A N
D O el apelado, declaró IN F U N D A D A LA E X C E P C IÓ N D E FALTA D E
IN TER ÉS PARA OBRAR, en razón a que el actor tenía legítimo interés para
actuar por cuanto invitó a la emplazada a conciliar, quien no asistió a las dos
sesiones realizadas, dándose por cum plida la exigencia del art. 15 de la Ley de
Conciliación; y propuso com o pretensión, entre otras, la restitución del inm ue
ble, en conform idad con el art. 585 del Código Procesal Civil, restitución que
debe entenderse com o la entrega de la posesión a consecuencia de la ocupación
precaria. Señala que es requisito de procedibilidad de la dem anda el acta de
conciliación, mas no las com unicaciones de la invitación a conciliar, y que el
acta de conciliación solo puede declararse nula en vía de acción.
El IV Pleno Casatorio Civil, interpretando sistem áticam ente el art. 911
del Código Civil y el art. 585 del Código Procesal Civil, estableció que la ex
727
ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ ! DERECHO REALES (T O M O I)
presión “restitución del bien” com prende todas las causales de desalojo, incluida
la ocupación precaria. En el caso m ateria de la aludida casación, com o lo exige
la Ley N.° 26872, la emplazada ha sido invitada a conciliar para que restituya
el bien a su propietario registral (art. 6); el procedim iento conciliatorio ha
concluido por la inasistencia de emplazada a dos sesiones (art. 15 inc. d); a la
dem anda solam ente se adjunta la solicitud de conciliación y el acta, mas no las
constancias de com unicación de la invitación a conciliar (art. 16 de Ley y art.
23 de su reglam ento). El acto jurídico de conciliación solo puede ser declarado
nulo en vía de acción (art. 16-A), en un proceso sum arísim o no se puede entrar
a analizar la validez de actos jurídicos, lo que se debe debatir en actos procesales
plenos, de tram ite más amplio.
Es m enester m encionar que son poquísim os los procesos conciliatorios
extrajudiciales que term inan por acuerdo total o parcial de las partes, en la
mayoría de los casos solam ente dilata y encarece la adm inistración de justicia.
La jurisprudencia ha resuelto:
728 |
TITULO II | TF.RCERA PARTE POSESIÓN
729
An íb a l t o r r e s v á s q u e z | d e r e c h o r ea l es (t o m o i ,'
730
T í t u l o II [ T k r c k r a p a r t i ; p o s e s i ó n
con lo cual cobra fuerza lo dicho respecto al artículo 585, en cuanto a que el
término ‘restitución’ se debe entender en un sentido am plio y no restringido.
Q uedando entendido que la probanza de la legitim idad para obrar activa estará
referida al supuesto que alegue la parte actora (propietario, administrador o que
idóneam ente considere tener derecho a la restitución del b ien)”.
Según este Pleno Casatorio, el legitimado activo para dem andar el desalojo
es el propietario, el adm inistrador y todo aquel que se considere tener derecho a
la restitución del predio, entendiendo el térm ino restitución en su sentido amplio
de entrega de la posesión del inm ueble a quien tenga la calidad para solicitar
la entrega. En tal virtud, el propietario de un inm ueble, aun cuando no haya
tenido nunca la posesión, está legitim ado por el art. 586 del Código Procesal
Civil para dem andar el desalojo al poseedor sin título.
Sin embargo, en el D erecho com parado se ha debatido sobre si el pro
pietario que no ha cedido la posesión a otro puede o no valerse de la acción de
desalojo por precario. Sustentándose en el art. 1565.3 de la derogada Ley de
Enjuiciamiento C ivil española de 1881, la jurisprudencia española estableció
inicialmente que el juicio de desahucio solo podía utilizarse cuando existía vín
culos jurídicos derivados del contrato de arrendam iento o de la situación de la
posesión precaria concedida u otorgada por liberalidad del titular del derecho,
luego lo extendió a la posesión tolerada, a la posesión que no tiene su origen
en ningún acto de posesión graciosa y a la posesión sin título para poseer, bien
porque nunca lo ha tenido o por haber perdido su vigencia. C onform e a los
incisos 1 y 2 del art. 2 5 0 2 2 de la nueva Ley de Enjuiciamiento C ivil del 2000, la
acción de desahucio se puede utilizar cuado se pretenda la recuperación de la
plena posesión de una finca rústica o urbana, cedida en precario, por el dueño,
usufructuario o cualquier otra persona con derecho a poseer dicha finca.
| 731
A N ÍB A L T O R R E S V Á SQ U F.Z | D E R E C H O REALES (T O M O I)
732
T i l ULO It | TERCERA PARTE POSESIÓN
posesión a quien tenga derecho a poseer, por ejemplo, el usurpador está obligado
a entregar la posesión del inm ueble a su propietario2 4.
Para dem ostrar que hay posesión, com o dice I h e r i n g 2 \ en su obra La vo
luntad en la posesión, publicada en 1889, basta m ostrar la existencia exterior de la
relación posesoria (el corpus), incum biendo al adversario m ostrar la existencia del
motivo especial de exclusión de la posesión; el dem andante no necesita sostener
la existencia de la voluntad jurídica de poseer y su adverarlo no puede sostener
la no existencia. Para que la protección de la propiedad quede com pletam ente
asegurada, es absolutam ente necesario que la sola exterioridad de la propiedad,
es decir, la posesión, esté respetada y protegida.
Señalan los M a z e a u d que “en la situación normal, el propietario de la cosa
es el que tiñe la posesón de ella. Entonces, ¿por qué atenerse a la posesón? ¿No
basta con proteger al propietario com o tal? Lógicam ente, sí; prácticam ente, no.
Para que el propietario pueda recurrir a la protección del derecho de propiedad,
se precisa, en efecto, que demuesre su derecho de propiedad. A hora bien, la
prueba del derecho de propiedad inmobiliaria es una prueba dificilísima de hacer.
Por el contrario, la prueba de la posesión esfácil: resulta suficiente con dem ostrar
que uno se ha conducido com o dueño de la cosa”. Agregan estos autores que
el gran jurista alemán von Ihering insistía sobre el papel que representa así la
posesión; la presentaba com o “la obra avanzada, el baluarte de la propiedad”: al
unirle algunos efectos a la posesión, el derecho protege al propietario.
La Sala Civil Perm anente de la C orte Suprem a ha establecido:
733
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ DERECHO REALES (T O M O I)
La acción de desalojo por ocupación precaria se dirige contra aquel que posee
un inmueble sin título o el que tenía ha fenecido.
Puede ser dem andado por ocupante precario:
1) El que tiene la posesión sin título (el usurpador, el ocupante clan
destino, etc.);
2) El poseedor inm ediato (usufructuario, usuario, com odatario, arren
datario, etc.) cuando su título ha fenecido.
Refiriéndose a la legitimación pasiva, el IV Pleno Casatorio establece: “60.
[...] interpretando conjuntam ente el artículo 586 con el artículo 911 del Código
Civil, se debe com prender dentro de esa situación a todo aquel que ocupa el
bien sin acreditar su derecho a perm anecer en el disfrute de la posesión inme
diata o que, en todo caso, en la realidad se han producido la desaparición de los
actos o hechos, jurídicam ente regulados y protegidos, generando com o efecto
la pérdida del derecho a poseer”. D e esta contradictoria redacción se deprende
que el legitim ado pasivo para obrar en el proceso de desalojo por precario es el
que no acredita su derecho a disfrutar el bien com o poseedor inmediato, luego
utilizando la conjunción “o ” m enciona a la desaparición de los actos o hechos
jurídicos, “generando la pérdida del derecho a poseer”, sin advertir que este es
precisamente el caso de poseedor inmediato que ha devenido en precario por
fenecim iento de su título. Se desprende del considerando 60 del Pleno que sería
poseedor precario solo el poseedor inm ediato con título fenecido. Esto contradice
no solam ente otros puntos del m ism o Pleno, v. gr., el p u n to 61 que establece
que la figura del precario se presenta en cualquier situación de falta de título,
sino tam bién el art. 586 del Código Procesal Civil que dispone que puede ser
dem andado cualquier persona a quien le es exigible la restitución, com o es, por
ejemplo, el que ejerce la posesión por la violencia, que no tiene la calidad de
poseedor inm ediato.
El Pleno, en el considerando 63, señala los supuestos más frecuentes de
ocupantes precarios por fenecim iento de sus títulos:
734
T í t u l o II | t e r c e r a p a r t e p o s e s i ó n
I 735
ANIBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (TO M O I)
En general, conform e al art. 102 del Código Procesal Civil, el dem andado
que considere a otra persona, además de él o en su lugar, tiene alguna obligación
o responsabilidad en el derecho discutido, debe denunciarlo indicando su nombre
y dom icilio, a fin de que se le notifique del inicio del proceso.
Si se considera procedente la denuncia civil, el juez emplazará al den u n
ciado con las form alidades para la notificación de la dem anda, concediéndole
un plazo no mayor de diez días para que intervenga en el proceso, el cual queda
suspendido desde que se adm ite la denuncia hasta que se emplaza al denunciado,
con el fin de que se integre la relación procesal con el denunciado civil. U na vez
emplazdo, el denunciado será considerado com o litis consorte del denunciante
y tendrá las mismas facultades que este. La sentencia resolverá, cuando fuere
pertinente, sobre la relación sustancial entre el denunciante y el denunciado
(art. 103 del C PC ).
Específicamente, el llamamiento posesorio tiene relación con la legitimidad
pasiva para obrar com o dem andado en proceso de desalojo, con el fin de evitar
que se siga un proceso contra una persona que no debe ser dem andada. Por
ejemplo, A dem anda por desalojo a B, quien no es poseedor sino servidor de
la posesión. B al contestar la dem anda debe expresar su verdader situación con
relación al bien, indicando el nom bre y dom icilio del poseedor. Esto constituye
una denuncia civil especial, en forma de llam am iento posesorio, que si se con
sidera procedente suspende el proceso hasta que el denunciado es emplazado.
Sobre el llamamiento posesorio puede presentarse los siguientes casos:
1) Q u e el demandado acredite no ser poseedor. El dem andado que no es
poseedor, sino que se encuentra en relación de dependencia respecto de otro,
conservándo la posesión en nom bre de este y en cum plim iento de órdenes e
instrucciones suyas, debe expresarlo así en la contestación a la dem anda, pre
cisando el dom icilio del poseedor (lo que im porta una denuncia civil), bajo
apercibim iento de ser condenado en el m ism o proceso a indem nizar los daños
causados con su silencio al dem andante (arts. 105 y 588 del C P C ), además se
le im pondrá una m ulta no m enor de diez ni mayor de cincuenta Unidades de
Referencia Procesal (art. 65 del C P C ), sin perjuicio de la obligación de pagar
las costas y costos del proceso (art. 4 del C PC ).
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TITULO II | TERCERA PARTE POSESIÓN
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
proceso.
Si al m o m en to de la notifiación del adm isorio se advierte la presencia de tercero, quien
lo notifique lo in stru irá del proceso iniciado, su derecho a participar en él y el efecto
que va a p roducirle la sentencia.
El tercero puede a ctu a r com o litisconsorte v o luntario del d e m an d a d o desde la a u d ien
cia única. Si d u ra n te la audiencia se advierte que el tercero carece de títu lo posesorio, el
Juez aplicará lo idspuesto p o r el artículo 107.
278 C ó d i g o P r o c e s a l C i v il . A rtículo 107.- E xtrom isión
E xcepcionalm ente, en cualquier m o m en to el Juez p o r resolución d e b id am en te m o ti
vada, puede separar del proceso a u n tercero legitim ado, por considera que el dercho o
interés que lo legitim aba ha desaparecido o haber co m p ro b ad o su inexistencia.
C as. N .° 2 9 2 8 -2 0 1 2 -L im a, publicada el 2 .1 .2 0 1 4 : “4) En c u an to al artículo 107 del
C ódigo Procesal C ivil, en esta disposición se reconoce el derecho de un tercero a ser
incorporado al proceso c u an d o invoque interés legítim o, así com o a ser expulsados cu
ando el interés q ue lo legitim aba, ha desaparecido o se ha co m p ro b a d o su inexistencia,
esta últim a situación se le d e n o m in a extrom isión, que puede operar de oficio o a pedido
de parte. Sólo los terceros legitim ados p ueden ser separados a través de la extrom isión.
En cualquier etapa del proceso, y de m anera excepcional, puede el órgano jurisdiccio
nal d isp o n er ia extrom isión c u an d o estim e q ue el derecho o interés que legitim aba al
tercero se ha extinguido (se dice p o sterio rm en te po rq u e el Juez ad m ite la intervención
del tercero precisam ente p o r d em o strar este su derecho o interés para in tervenir en el
proceso, pero es en m o m e n to posterior al indicado que el Juez se cerciora de que ese
derecho o interés no existe)”.
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T Í TULO II ¡ T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
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T ÍT U L O II j T E R C E R A PARTE P O S E S IÓ N
280 La ju risp ru d en cia an terio r al IV Pleno C asato rio ya había resuelto que en casos com o
estos la d em a n d a de desalojo es im p ro ced en te. Ejem plos:
Cas. N .° 2 9 2 8 -9 8 -L a L iberdad: “F rente a la alegación del em plazado en el sen tid o de
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ANÍBAL T O R R E S VÁSQUEZ | D E R E C H O REALES (T O M O I)
poseer el bien en v irtu d de un co n trato privado de com praventa (al q ue d enom ina
prom esa), h abiendo cancelado el íntegro del precio del bien objeto de la transferencia,
es decir, q ue ostenta un títu lo en el que sustenta su posesión, lo que es reconocido por
las instancias de m érito, las que, sin em bargo, señalan que tal títu lo no otorga derecho
de posesión al recurrente p o r haber sido o torgado p o r u na persona q ue no ostenta la
propiedad sobre el bien m ateria de litis, p o r tan to , no se trata de justo título. Tal asever
ación constituye un error de interpretación de la n o rm a co n ten id a en el art. 911 del
C C , ya que esta en n in g ú n m o m en to establece q ue la condición de precario desaparece
con la existencia de justo títu lo , y en to d o caso, lo que las instancias de m érito han co n
cluido es q ue la posesión ejercida por el d em an d a d o es ilegítim a, pero ello no im plica
que tal posesión tenga la calidad precaria, adem ás de que en un proceso sum arísim o no
se puede discutir la validez o no de un título. E n consecuencia, al tener el recurrente un
títu lo en el q ue am para su posesión, cuya validez o n o es objeto de discusión en el p ro
ceso, no puede ser considerado com o precario, lo que im plica qu e la Sala de Revisión
ha efectuado u na errónea interpretación de la no rm a c o n ten id a en el art. 911 del C C ”.
Cas. N .° 871-95-L im a, en Rev. N .L ., t. 255, agosto de 1997: “Si bien la d em an d an te
tiene títu lo inscrito en los Registros Públicos y ello acredita su derecho de propiedad,
para que proceda la d em an d a de desalojo p o r ocupación precaria, se requiere, adem ás,
que el d em an d a d o posea sin títu lo alguno. Si tan to la parte actora com o la dem andada
cuentan con títu lo de propiedad, p o r haber transferido el v endedor a dos personas
distintas el m ism o inm ueble, la causa no se puede tra m ita r en un proceso de desalojo
de tram itación sum arísim a, en el que se p retende la desocupación excluyendo toda
discusión sobre la propiedad. En el proceso de desalojo no se decide el m ejor derecho
de propiedad, sino solam ente si el d em an d o posee o no con títu lo ”.
Cas. N .° 1521-2002: “ [C o e x istie n d o un títu lo de p ro p ied ad inscrito en los registros
públicos a favor del d em an d a n te y una escritura pública de co m praventa a favor del
dem an d ad o , d o cu m en to s qu e in d istin tam en te procuran acreditar la titularidad del bien
sub m ateria a favor de las partes procesales, la controversia no puede ser ventilada en un
proceso de desalojo por ocupación precaria de tram itació n corta, sino en un proceso de
tram itación m ás lata, es decir, en un proceso de m ejor derecho de propiedad, debiendo
declararse im p ro ced en te la d em an d a de desalojo”.
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TITULO II | TERCERA PARTE POSESIÓN
281 El Pleno Jurisdiccional N acional C ivil y Procesal C ivil del 2 0 1 7 , realizado p o r los Jueces
Superiores, los días 3 y 4 de noviem bre en la ciudad de C hiclayo, ha ad o p tad o por
m ayoría (55 co n tra 43 votos) el siguiente acuerdo: “Luego de la publicación del C u arto
Pleno C asatorio Civil, los jueces de Paz L etrado han q u ed ad o im pedidos de conocer
los procesos de desalojo en los casos de que exista req u erim ien to de la restitución del
bien (carta notarial) de pare del arren d ad o r hacia el arrendatario (art. 1704 C C ); toda
vez qu e en todos estos casos este ú ltim o ha q u ed ad o co n stitu id o en poseedor precario,
p o r lo qu e el Juez co m p eten te para conocerlos es el Especializado, q u ed an d o im pedido
el arren d ad o r de in terp o n er d em an d a de desalojo p o r v en cim ien to de co n trato , sino
únicam ente p o r ocupación precaria”.
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O 1)
El desalojo se tram ita con arreglo a lo dispuesto para el proceso sum arí
simo (art. 546.4; 585 y ss.)2S3. Sus etapas son: 1) D em anda. 2) C inco días para
la contestación de la dem anda. 3o Audiencia única de saneam iento, pruebas
y sentencia; esta audiencia debe realizarse dentro los diez días siguientes a la
contestación de la dem anda o de transcurrido el plazo para hacerla. Excepcio
nalm ente el juez puede reservarse la emisión de la sentencia hasta por un plazo
de diez días. Estos plazos nunca se cum plen.
1) Demanda. La dem anda de desalojo, como toda dem anda, debe cum plir
con los requisitos previstos en los arts. 424 y 425 del C P C y no debe estar incursa
en los supuestos de inadm isibilidad (art. 426 del C PC ) o de im procedencia (art.
427 del C PC).
La dem anda es calificada por el juez, quien puede declarar su inadm isibili
dad o im procedencia, conform e a los arts. 426 y 427 del Código Procesal Civil.
Si declara inadm isible la dem anda, concederá al dem andante tres días para que
subsane la om ición o defecto, bajo apercibim iento de archivarse el expediente.
Esta resolución es inim pugnable. Si declara im procedente la dem anda, ordenará
la devolución de los anexos presentados (art. 551).
2) Auto admisorio. Al adm itir la dem anda, el Juez concederá al dem andado
cinco días para que conteste (art. 554 del C PC ).
3) Contestación de la demanda. El dem andado al contestar la dem anda
puede deducir excepciones y defensas previas. En tal caso, solo se perm iten los
medios probatorios de actuación inm ediata (art. 553 del C PC ). En este proceso
no es procedente la reconvención (art. 559).
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TÍTULO 11 | TERCERA PARTE POSESIÓN
I 745
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ DERECHO REALES (T O M O I)
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T ÍT U L O ir T E R C E R A PARTI*: P O S E S IÓ N
Por disposición del art. 388 del Código Procesal Civil, son requisitos de
procedencia del recurso de casación:
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ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ | DERECHO REALES (T O M O I)
para la vista de la causa. Realizada esta, expedirá sentencia dentro del plazo de
cincuenta días.
La sentencia suprem a declarará fundado o infundado el recurso de casación.
Si lo declaran infundado, como consecuencia no casaran la sentencia de vista.
Si se declara fundado el recurso de casación por infracción de una norma
procesal revocará la decisión.
Si la infracción de la norm a procesal produjo la afectación al derecho a
la tutela jurisdiccional efectiva o del debido proceso del im pugnante, la Corte
casa la resolución im pugnada y, además, según corresponda:
1. O rdena a la Sala Superior (ad quem) que expida nueva sentencia; o
2. anula lo actuado hasta la foja que contiene la infracción inclusive o
hasta donde alcancen los efectos de la nulidad declarada, y ordena
que se reinicie el proceso; o
3. anula la sentencia apelada y ordena la Juez de prim er grado que ex
pida otra. Pongamos dos ejemplos: 1) si ambas sentencias de mérito
han contravenido norm as del debido proceso, por ejemplo, no han
motivado debidam ente sus sentencias explicando que ha determ i
nado que declaren fundada o infundada la dem anda de desalojo,
no está clara la determ inación del predio m ateria de litis, no se ha
analizado conjuntam ente las pruebas aportadas por las partes o es
necesario ordenar de oficio la actuación de medios probatorios para
resover la controversia, corresponde que la Sala Suprema declare
flindado el recurso de casación, nula sentencia de vista e insubsistente
la apelada, ordenando que el Juez de la causa expida nuea sentencia.
2) puede declarar nula setencia de vista, insubsistente la sentencia
apelada, nulo todo lo actuado, v. gr., hata el em plazam iento con la
dem anda al dem andado o codem andado, ordenando que el Juez de
prim era instancia (el A quo) reponga la causa al estado que corres
ponda; o
4. anula la resolución apelada y declara nulo lo actuado e im proceden
te la dem anda.
Si la Sala de Casación advierte una nulidad manifiesta que no ha sido ad
vertida por las instancias de m érito, declarará la nulidad de la sentencia de vista, la
insubsistencia de la sentencia apelada y ordenará que el Juez de prim era instancia,
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T i l m o II I T E R C E R A PA R TE P O S E S IÓ N
previa prom oción del contradictorio entre las partes, em ita pronunciam iento
sobre la posible nulidad manifiesta284.
Si se declara fundado el recurso por infracción de norm as de Derecho
material, la Sala Suprem a actuando en sede de instancia, revocará la sentencia
de vista, íntegra o parcialm ente, según corresponda (art. 396 del C PC ).
5.1.13. Lanzamiento
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ANÍBAL TO RRES VÁSQUEZ ¡ DERECHO REALES (TO M O I)
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TÍTULO II I TERCERA PARTE POSESIÓN
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ANÍBAL TORRES VÁSQUF.Z | DERECHO REAI ES (T O M O I)
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TÍTULO II | t er c er a pa r t e p o s e s ió n
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TÍTULO II | TERCERA PARTE POSESIÓN
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