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CONCEPTO
La propiedad es el derecho real que otorga a su titular las facultades de
usar, gozar, disponer (material y jurídicamente) y reivindicar un bien. D ebe
ejercerse en armonía con el bien común y dentro de los límites legales1.
Es una de las instituciones más antigua de la humanidad, que reporta
grandes beneficios a la persona y a la sociedad, por cuanto sirve de estímulo a la
producción en todas sus formas y, en consecuencia, al crecimiento económico
y al desarrollo social. No existe regulación del mercado, liberal o social, que no
se base en la propiedad2. En un régimen liberal prevalece la propiedad privada
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AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
jurídic as vien en def en didas po r las c o razas no c o rro íb les de las c o n n o tac io n es étic as y
religio sas”. G r o s s i, P ao lo , L a p ro p ie d a d y las p ro p ie d ad e s. U n an ális is h istó ric o , M adrid:
C ivitas, 1 9 9 2 , p. 3 1 .
3 P u ig B ru ta u , J o sé, F u n d am e n to s d e d e re c h o c iv il, t. m , 2 .a ed., B arc elo n a: B o sch, 1 9 7 1 ,
pp. 1 4 2 y 1 4 3 .
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T ÍT ULO 111 | LA PRO PIE D AD
Por su parte el art. 923 del Código señala: “La propiedad es el poder jurí
dico que permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. D ebe ejercerse
en armonía con el interés social y dentro de los límites de la ley”.
D el conjunto de estas normas constitucionales y legales extraemos la
siguiente definición:
La propiedad es el derecho real fundamental de la persona que otorga todas las facultades
de usar, disfrutar y disponer material y jurídicamente de un bien, en armonía con el bien
común y dentro de los límites de la ley.
Nadie puede ser privado de su propiedad, sino exclusivamente por causa de seguridad
nacional o seguridad pública, declarada por ley y previa indemnización justipreciada en
efectivo. Solo por seguridad nacional se pueden establecer, mediante ley, restricciones
temporales a la propiedad.
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T ÍT ULO III j LA PRO PIE D AD
Algunos autores sostienen que con el poder sobre una cosa se crea una
situación jurídica, pero que no se puede hablar de relación jurídica. Así, D íe z -
P i c a z o 6 afirma que “los sujetos de toda relación jurídica son siempre las personas
1979, p. 49.
7 ST C E xpediente N.° 0 7 3 9 2 -2 0 1 3-PHC/T C.
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AN Í B AL T O R R E S V ÁSQ UE Z D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
El dominio perfecto es el derecho real que otorga todas las facultades de usar, gozar y
disponer material y jurídicamente de una cosa, dentro de los límites previstos por la ley.
El dominio se presume perfecto hasta que se pruebe lo contrario.
C ó d ig o C iv il y C o m e rc ia l a r g e n tin o . Artículo 1946.- D ominio imperfecto
El dominio es imperfecto si está sometido a condición o plazo resolutorios, o si la cosa
está gravada con cargas reales.
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TÍTULOIII |LApropiedad
||. TERMINOLOGÍA
Los términos más usados para indicar la propiedad por los autores clásicos
del derecho romano son d o m in iu m y p ro p ied a d s. En el derecho romano clásico
estas dos palabras tienen un significado sustancialmente idéntico.
Sin embargo, ese significado se presenta desde dos puntos de vista di
ferente. D o m in iu m significa la potestad que el propietario tiene sobre la cosa.
En la expresión p a te r fa li a s a p p ella tur, q u i in d o m o d o m in iu m h a b et , la palabra
d o m in u m no representa verdaderamente la propiedad, sino indica el concepto
de potestad. En el antiguo derecho romano, el p a te r fa m i li a s tiene el d o m in iu m
in d o m o , es decir, una potestad que no se limita solamente a las cosas, sino que
se extiende a las personas tanto serviles cuanto de familia. E sta es la m a n u s , el
poder que abarca todo lo que pertenece al grupo familiar: bienes y personas.
M a nus , m a n cip iu m , m a n cip a tio son términos que se aplican tanto a las cosas,
cuanto a los hijos y a la mujer. D o m in iu m representa en efecto esta potestad
que en el antiguo derecho se expresaba en la m a n u s 10.
P rop ied a d s representa la relación entre la persona y la cosa, se refiere al
ligamen, al vínculo, a la relación de pertenencia.
Las dos palabras son el anverso y reverso de un idéntico concepto. T écnica
mente d o m in iu m y P rop ied a d s tienen un concepto corporal, implican el señorío
que el hombre tiene sobre los objetos externos. De ahí que de un derecho de
crédito no se puede decir, en sentido propio, que el acreedor es su propietario,
por no existir una relación de poder directo sobre un objeto externo. D o m in iu m
fue la palabra más antigua, vinculada al d o m in u s , señor, a los amplios poderes
del p a terfa m ilia s ; P ro p ied a d s , la más moderna, aparece al final de la República,
para señalar lo que es propio de alguien.
Fundándose en el concepto de P ro p ied a d s , como relación de conexión
entre un hombre y una cosa, muchos autores han tentado de definir la propiedad
como el poder jurídico de la persona sobre el cuerpo de una cosa.
D om in iu m fue la palabra usada normalmente en las fuentes; así el título
primero del Libro 41 del D igesto se denomina “d e a d q u ir en d o reru m d o m in io
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AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z D E R E CHO S RE ALE S (T O M O I I )
El f r a g m e n to d e Ul pi a n o d e m u e s t r a la c o r r e s p o n d e n c i a e n t r e d o m in iu m
e Prop ie d ad s.
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T ÍT U L O III I 1..A p r o p i e d a d
dentro de los límites previstos por la ley. El dominio se presume perfecto hasta que se
pruebe lo contrario”.
13 Nota de Velez Sarsfield al artículo 2 5 0 6 del Código argentino.
14 Raymundo y Manuel A r g a ñ a r á n , T ratad o d e d e re c h o c ivil arg e n tin o , t.
S a lv a t , n, D e
rechos re ale s , Buenos Aires, T E A, 1 9 6 2 , p. 2 3 .
15 A le s s a n d r i, Arturo, Manuel S o m a r r i v a y Antonio V o d a n o v i c , T ratad o d e los de re c h os
re ale s , t. i, B ie n e s , Santiago: T emis-E ditorial Jurídica de Chile, 2 0 0 1 , p. 3 5 .
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AN ÍB AL T O R R E S VÁSQ UE Z j D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
tienen que las palabras dominio y propiedad son usadas como sinónimas. Pero
indican que ciertos autores aplican el vocablo d o m in io solo para el derecho real
que recae sobre cosas materiales, y el término p ro p ie d ad lo emplean respecto de
todo género de derecho susceptible de apreciación económica, y así se habla de
la propiedad de un crédito, de la herencia, de cierta marca de fábrica o patente
de invención, propiedad literaria, científica, artística o industrial. En todos estos
casos el uso de la palabra d o m in io sería inadmisible, pues ella evoca un poder
sobre cosas materiales.
En el Derecho patrio, el derogado Código Civil peruano de 1852 usó como
sinónimas las palabras propiedad y dominio. El art. 460 disponía: “P ro p ie d ad
o d o m in io es e l d e re c h o d e g o z ar y d isp o n e r d e las cosas \
El presente Reglamento es de aplicación obligatoria para todos los operadores del Sis
tema de Administración de Justicia especializado en E xtinción de D ominio: Poder J u
dicial, Ministerio Público, Policía N acional del Perú, D efensa Jurídica del E stado, así
como a toda entidad estatal, funcionario público y para toda aquella persona natural o
jurídica que tenga legítimo interés para intervenir en el proceso por E xtinción de D o
minio que se hubiera iniciado respecto a bienes patrimoniales que constituyan objeto,
instrumento, efectos o ganancias que tienen relación o que se derivan de actividades ilí
citas contra la administración pública, contra el medioambiente, tráfico ilícito de dro
gas, terrorismo, secuestro, extorsión, trata de personas, lavado de activos, contrabando,
defraudación aduanera, defraudación tributaria, minería ilegal y otras con capacidad de
generar dinero, bienes, efectos o ganancias de origen ilícito o actividades vinculadas a la
criminalidad organizada.
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TÍTULO ¡II | LA PROP!í-:i)AD
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AN Í B AL T O R R E S V ÁSQ UE Z D E R E CHO S RE ALE S (T O M O 11)
1. Derecho romano
Con la constitución de las c ivitas , por acuerdo asociativo entre los p aire s
G e n tiu m , el complejo de las m ore s m aio ru m (m ore s, costumbres) comunes a
todas las gentes representó la base del primitivo ordenamiento jurídico roma
no, denominado iu s Q u iritiu m , debido a que eran sujetos de este derecho los
Q u irite s (o p a tric ii ), quienes eran los únicos que tenían la calificación de cives.
En la práctica el iu s Q u iritiu m era un ordenamiento que tenía como sujetos a
los p aire s fa m ilia s . La titularidad jurídica compete al p a te r fa m ilia s como sujeto
s u i iu ris, lo que excluye del ejercicio del derecho a las personas a lie n i iu ris subor
19 C u g u s i, T e oría d e la p ro p ie d ad ,
ob. cit., p. 18 y ss. A este autor seguirnos preferente
mente en el estudio de la evolución histórica de la propiedad.
20 Cit. por G u g u s i, T e oría d e la p ro p ie d ad , ob. cit., p. 19.
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TÍTULO III j LA PROPIEDAD
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TÍTUI.O 111 ¡ i,A PKOPIF.DAI)
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c o n so rtiu m ,
posteriormente llamado n e c e ssariu m , porque la propiedad privada
familiar era indivisible, y porque, en antítesis con esta, se forma la nueva figura
del c on sortiu m vo lu n tariu m en los casos en que la prosecución de la comunidad
familiar dependía de la voluntad de los hijos.
La palabra sors asume en la lengua latina el significado de patrimonio;
luego, consorte s son los cotitulares del patrimonio. La antítesis del c o n sortiu m es
formada por la d e se rlio , es decir, por la cesación de la c on sortiu m .
La Ley de las X II T ablas sancionó la divisibilidad entre los consortes de
la propiedad hereditaria, originalmente indivisible23.
23 “La Ley de las D oce T ablas solo conocía una especie de propiedad: el ciudadano era el
único capaz de tenerla, el extranjero no podía aspirar a ella; esta propiedad no podía
adquirirse, destruirse, ni pasar de un ciudadano a otro sino en ciertos casos lim ita
dos. Los jurisconsultos la llamaron con posterioridad d o m in iu m e x iu re Q u iritu m ,
dominio según el derecho de los romanos, dominio romano; y el que lo obtenía se
llamaba d o m in u s le g itim u s , dueño según la ley. Al lado del dominio romano, se colocó
después una especie de propiedad particular, intro ducida por el derecho de gentes
para templar el rigor del derecho antiguo. E sta propiedad no tiene en latín nombre
especial, y se la designa expresando el hecho, la cosa estaba en los bienes, es decir, in
b on is. El dominio romano y la posesión de la cosa ( in b on is) se hallaban muy distantes
de dar los mismos derechos. Ya que los derechos que resultaban de tener una cosa in
b o n is no eran tan extensos como los del dominio completo, pues no llevaban consigo
la facultad de disponer civilmente de la cosa o de vindicarla, pero estaban muy lejos
estos derechos de ser inútiles, pues daban el disfrute de la cosa, la facultad de impe
dir al propietario que se oponga al goce de ella, y el derecho de adquirir el dominio
romano al cabo de cierto tiempo [ u su c ap ió ) . Por lo tanto, bajo la Ley de las D oce
T ablas no existía más dominio que el dominio romano (d o m in iu m e x iu r e Q u iritiu m ) -,
posteriormente fue establecida por el derecho de gentes, al lado de este do minio, una
especie de propiedad imperfecta y natural ( in b o n is h ab e re )-, en tiempo de Justiniano,
desaparecieron tanto el dominio romano como la propiedad b o n ita ria , no recono
ciéndose ya más que una sola propiedad, es decir, la propiedad común, despojada del
carácter enérgico que le había impreso el derecho primitivo. E n C. 7 .2 5 .1 , Justiniano
borró los últimos vestigios de tales diferencias: ‘R epeliendo por esta decisión el lu
dibrio de una antigua sutileza, no consentimos que haya diferencia alguna entre los
dueños, en quienes una cosa se halla ó nuda por derecho de Q uirites, o solamente
en sus bienes, porque no queremos que exista semejante distinción, ni la frase, que
en nada se diferencia de un enigma, ni nunca se ve ni aparece en las cosas, sino que
es frase vacía y superflua, y perturbaba por ella la inteligencia de los jóvenes, que
asisten a las primeras lecciones de leyes, aprenden en sus primeros comienzos inútiles
disposiciones de la ley antigua. Mas sea cada cual plenísimo y legítimo dueño, ya del
esclavo, ya de los demás bienes que a él le pertenezcan’. E n la legislación de la I nstitu-
ta desaparece la distinción entre tener la cosa en su dominio y tenerla entre sus bienes;
cada cual es propietario absolutamente de los objetos que adquirió , cualesquiera que
sean estos objetos. No daré una definición de do minio según la legislación romana,
que no se encuentra en los textos de los jurisprudentes. N eracio nos dice, que ya en
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'[T IL L O Mí j ! \ PROPIKDAO
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T ÍT U L O ill | Í.A P R O P iH D A I)
por tanto, la res m a n cip i y la fa m i li a son propiedad pura y rigurosa del jefe de
familia, a diferencia de la res n ec m a n cip i.
Mientras que para nosotros el patrimonio es un complejo de relaciones
de carácter económico, para el concepto romano antiguo el patrimonio es todo,
incluida Ya fa m ili a , lo que está sujeto al m a n u s del jefe de familia, solo se exclu
yen las cosas que no siendo objeto del m a n u s no tienen carácter patrimonial.
Este concepto bajo otras formas, rige durante todo el régimen feudal basado
eminentemente en la propiedad individual exclusiva; aquí el único propietario
es el señor; por ejemplo, la enfiteusis pierde su antiguo significado para trans
formarse en un fideicomiso.
No hay, por tanto, obstáculo para admitir que la distinción entro. fa m i li a
y p ecu n ia corresponde a la otra entre res m a n cip i y n e c m a n cip i.
Por el contrario, las XII T ablas usan indistintamente los dos términos:
fa m ili a y p ecu n ia .
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T ÍT U L O !!( I LA P R O P IC IA D
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Ga y o c o n f r o n t a la p r o p i e d a d d e lo s p e r e g r i n o s c o n la a n t i g u a p r o p i e d a d
q u ir it a r ia .
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'! Í T U I O 11! i Í . A Í’R O P Í K P A I )
Es preciso hacer notar que por los daños causados por losfi li i fa m i li a s o pol
los siervos, elp a ter fa m i li a s respondía con la a ctio nox a lis , pudiendo liberarse de la
o b li g a c i ó n de indemnizar entregándolos al afectado con el daño (nox a e d e d i ti o ) .
■■■i'.
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2. La Edad Media
En la E dad Media (período comprendido entre la E dad Antigua y el
Renacimiento), comprendida entre la deposición por los bárbaros del último
soberano del Imperio Romano de O ccidente, Rómulo Augiistulo (476, siglo v),
hasta la conquista de Constantinopla por los turcos (1453, siglo xv), periodo que
pone fin al Imperio B izantino, o con el descubrimiento de América en 1492. Se
divide en dos períodos: la Alta E dad Media del siglo v al x, denominada de la
“gran civilización posesoria”, basada en la efectividad económica sobre el bien,
antes que en el d o m in iu m y la B aja E dad Media del siglo xi al xv. En el primero,
a la muerte de Carlomagno (año 814) surgió el feudalismo como una organi
zación social y política, basada en relaciones de vasallaje entre nobles y vasallos.
La fuente de la riqueza era la propiedad (que en realidad era una posesión) que
estaba en manos de los señores feudales.
A la muerte de Carlomagno, emperador de occidente, le sucedió su hijo
Ludovico y a la muerte de este, sus nietos Carlos el Calvo, Luis G ermánico y
Lotario, quienes guerrearon entre sí. Cuando hicieron la paz, por exigencia de los
señores, se repartieron entre ellos las comarcas de Carlomagno. Se considera que
en este momento surge el feudalismo. Los campesinos francos libres, arruinados
por las guerras y los saqueos, tuvieron que colocarse bajo la protección de la
nueva nobleza o de la Iglesia, siendo harto débil el poder real para protegerlos;
los campesinos compraron cara su protección. D ice E n g e l s 26: “Como en otros
tiempos los campesinos galos, tuvieron que traspasar la propiedad de sus tierras
poniéndolas en cabeza del señor feudad, de quién volvían a recibirlas a censo
bajo formas diversas y variables, pero nunca de otro modo sino a cambio de
servicios y de gabelas; reducidos a esta forma de dependencia, perdieron poco
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T ÍT U i. O !SI L.A P!U.)I>íi .:í )A !)
¿Se exhiben títulos? Es solo para ayudar al recuerdo o, si atestiguan una transmi
sión, es ya la de una saisine. [...]. Asimismo, por otras razones todavía, la palabra
propiedad, aplicada a un inmueble, hubiera estado casi vacía de sentido. O , al
menos, se habría tenido que decir — como se hará más tarde cuando se disponga
de un vocabulario jurídico mejor elaborado— propiedad o posesión de tal o
cual derecho sobre el fundo. Sobre casi toda la tierra, en efecto, y sobre muchos
hombres, pesaban, en esta época, una multiplicidad de derechos, diversos por
su naturaleza, pero cada uno de los cuales parecía igualmente digno de respeto
en su esfera. N inguno presentaba esa rígida exclusividad característica de la
propiedad de tipo romano”.
En el sistema feudal la tierra podía ocuparse, pero no se tenía la propiedad.
D urante la Revolución industrial, a finales del siglo x v iii , la propiedad privada
adquirió la forma predominante de propiedad desplazando a la propiedad feudal,
la tierra podía venderse y comprarse como cualquier bien.
do inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie podrá ser privado de él, excepto
cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exige de manera evidente, y a
la condición de una indemnización previa y justa.
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TÍTULO III ^ LA PROPIEDAD
B uenas k:\vs civiles son el mas gran de de los bienes que los ho mb res pueden
dar y recibir; ellas son la base de las c o st umb res, el p u l a d i u m de Ja pro piedad,
v la garant ía de toda paz púb lic a y part ic ul ar: si ellas no t un dan el gobierno ,
ellas lo mant ienen; ellas mo de ran el disf rut e y posesión, y c o nt ri b uyen a hac erla
respetar corno si ella f uera la propia j usticia E n los E stados despó t ic o s, en
do nde el prínc ipe es pro pietario de todo el territorio, do nde t odo el c o merc io se
hace en n o mb re de! j efe del E st ado y en su. pro vec ho, en do nde los part ic ulares
mi tienen lib ert ad, ni vo lunt ad, ni pro piedad, hay muc h o más j ueces y verdugo s
que leves: pero en tocio lugar do nde los c iudadano s t ienen bienes que c o nservar
y def ender; en t odo lugar en el c ual el ho no r c uent a para c ualqui er cosa, se
hace nec esario un cierto n úme ro de leyes para hac er f rente a todo, i,as diversas
especies de bienes, los diversos género s de industria-., las diversas sit uac io nes de
la vida h um an a, requieren regías dif erentes [...]■ Una c uest ió n de pro piedad, o
c ualquier otra c uest ió n similar, no puede pe r mane c er i ndec isa [...] es nec esario
t erminar el litigio j . ..]. 1 o das las k yes se ref ieren a las perso nas o a los bienes v a
los bienes para ut ilidad de las perso nas E n el ant i guo régimen, la dist inc ió n
de las personas privilegiadas y no privilegiadas, nobles o pleb eyas, ent rañab a,
en lo ref erente a los bienes, un a gran c ant idad de di st inc io nes que han desa
parecido y cine no pueden más revivir H ab l an do de la n at ural eza de los
bienes, nosotros hemo s di st in gui do ei simple uso del usuf ruc t o , y el us ul ri u to
de la pro piedad Los c o nt rat o s y las suc esio nes son los grandes medio s de
adquirir lo que no se tiene t o davía Ei ho mb re nac e con nec esidades; se hace
nec esario que él pueda al iment arse y vestirse: el t iene por t ant o derec ho a cosas
nec esarias para su subsistenc ia y para su ent ret enimient o . A q uí esta el o rigen
del derec ho de pro piedad. N adie habría plant ado se mb rado ni c o nst ruido , si
ios do mi ni o s no hub iesen sido separado s, y si c ada i ndi vi duo no hub iese est ado
asegurado de poseer pac íf ic ament e su do mi ni o . El derec ho de pro piedad en sí
es un a inst it uc ió n direc t a de la nat uraleza, y la mane ra c o mo se ej erce es algo
accesorio, un desarrollo, una c o nsec uenc ia del derec ho m i s m o ”30.
30 R ecueil C o m plet des D isc o urs pro n n o n c és lors de la presen tatio n du C o de C ivl par
les diver,s o raterus du C o n seil d ’E tat et du T rib un al, et disc usió n p artic uliére de ces
deux corps avan t la rédac tio n def in tive de c h aq ué P ro jec t de lo i, t. i, p. E P aris: F irm in
D ido t F réres, F ils et C ié ., L ib raires, I m p rim eurs de L I n stitut de F ranc e, 1 8 6 7 , c it. po r
O s t e r lin g P a r o d i, F elipe y M ario C a s t il l o F r e yr e , T ra ta d o d e la s o b li ga ci o n e s , vo l.
x vi, p rim era parte, t. i, L im a: F o ndo E dito rial de la P o ntific ia U n iversidad C ató lic a,
2001, p. 3 5 0 y ss.
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AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O ID
Po r t a l is e x p re s ó :
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TÍTU LO Ii i ! LA PROPIEDAD
4. La cuestión social
A lo largo del siglo xix se evidenció la incapacidad del sistema socioe
conómico liberal para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. El
exagerado individualismo y el advenimiento del maquinismo fortalecieron el
capitalismo y ahondaron las diferencias entre los propietarios de los bienes raíces
y medios de producción, y los que carecían de ellos, quienes intervenían en el
circulo productivo solamente con su trabajo a cambio de un salario insuficiente
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AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
para satisfacer sus necesidades. Fue así que se fue abriendo paso, a lo largo del
siglo xx, la idea de la intervención del E stado para solucionar la cuestión social
poniendo en cuestión el liberalismo clásico que consideró que el individuo es
el único responsable de su situación moral y social. A ello contribuyó el movi
miento obrero, la difusión del socialismo, el desarrollo del positivismo y de las
ciencias sociales. El pionero fue el imperio alemán con la política social de O tto
von B ismark, al que siguió el nuevo liberalismo del Reino Unido y la T ercera
República francesa.
La función social de la propiedad fue desarrollada por Léon D u g u i t a
partir de 1911. E n 1912 publico su obra: L as tran sfo rm ac ion e s g e n e rale s d e l D e
re c ho P rivad o de sde e l C ód ig o d e N ap o le ó n . El D erecho francés originado por la
Revolución francesa, en su obsesión antifeudalista optó por eliminar todo com
ponente familiar en la propiedad, tornándola individual, con el fin de suprimir
la nobleza y los feudos. De esta manera se hizo del propietario una especie de
soberano y la propiedad fue considerada un derecho sagrado e inviolable. Así
lo define la D eclaración de los D erechos del Hombre y del Ciudadano (1789).
Por eso el Código de Napoleon fue llamado el Codigo del Propietario. D u g u i t
señala que el poseedor de una cosa tiene la obligación de emplear esa propie
dad en beneficio de la sociedad que lo protege. N iega que la propiedad sea un
derecho subjetivo para sostener que es una función social. T iene consecuencias
económicas negativas el hecho de que el propietario de tierras no las trabaje o
que el propietario no alquile su casa o que vuelva su propiedad improductiva.
T odas las personas tienen la obligación de contribuir y desempeñar una fun
ción social. El propietario está obligado a realizar esa tarea y no será protegido
socialmente mas que si la cumple y en la medida que la cumpla. La noción de
función social de la propiedad fue consagrada por la Constitución alemana de
Weimar de 1919: Art. 153 [...] L a p ro p ie d ad ob lig a. S u u tiliz ac ió n d e b e s e rvir
a l b ie n d e la c o m u n id ad . Ley F undamental de B onn de 1949, heredera de la
Constitución de Weimar, En el art. 14 establece: “1. Se garantizan la propiedad
privada y el derecho de la herencia. 2. La propiedad obliga. Su utilización debe
servir simultáneamente al bien de la comunidad”.
El art. 903 del BG B alemán dispone: “El propietario de una cosa, en
tanto que no sea contrario a la ley o a los derechos de terceros, puede proceder
con la cosa según su voluntad y excluir a otros de toda intromisión en ella. El
propietario de un animal debe observar, en el ejercicio de sus facultades, las
disposiciones especiales sobre la protección de los animales”. Consagra el uso
ilimitado de la propiedad en tanto no sea contrario a la ley y a los derechos de
terceros. E ste artículo debe ser interpretado a la luz de la Constitución.
50
rÍT liL O íil I LA PROPIEDAD
en necesidad: “No es parte de tus bienes — así dice San Ambrosio— lo que
tú das al pobre; lo que le das le pertenece. Porque lo que ha sido dado para el
uso de todos, tú te lo apropias. La tierra ha sido dada para todo el mundo y no
solamente para los ricos”. Es decir, que la propiedad privada no constituye para
nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para reser
varse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad cuando a los demás
les falta lo necesario. En una palabra: “el derecho de propiedad no debe jamás
ejercitarse con detrimento de la utilidad común, según la doctrina tradicional de
los Padres de la Iglesia y de los grandes teólogos”. Si se llegase al conflicto “entre
los derechos privados adquiridos y las exigencias comunitarias primordiales”,
toca a los poderes públicos “procurar una solución con la activa participación
de las personas y de los grupos sociales”. Es decir, la propiedad privada no cons
tituye para nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón
para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad, cuando a
los demás les falta lo necesario. En una palabra: el derecho de la propiedad no
debe jamás ejercitarse con detrimento de la utilidad común, según la doctrina
tradicional de los Padres de la Iglesia y de los grandes teólogos.
Juan Pablo II en su carta encíclica: C entesim us a n n u s (promulgada el
1.5.1991), escrita para conmemorar el centenario de R erum N ova rum , reitera que
la Iglesia “reconoce la positividad del mercado y de la empresa, pero al mismo
tiempo indica que estos han de estar orientados hacia el bien común”, y que
“la propiedad se justifica moralmente cuando crea, en los debidos momentos
y circunstancias, oportunidades de trabajo y crecimiento humano para todos”.
El Compendio de la D octrina Social de la Iglesia realizado por el Pontificio
Consejo para la Justicia y la Paz de la Santa Sede en 2004, incluye la noción de
“función social de la propiedad”: “177. La tradición cristiana nunca ha acepta
do el derecho a la propiedad privada como absoluto e intocable: ‘Al contrario,
siempre lo ha entendido en el contexto más amplio del derecho comiin de todos
a usar los bienes de la creación entera: el derecho a la propiedad privada como
subordinada al derecho al uso común, al destino universal de los bienes’. El
principio del destino universal de los bienes afirma, tanto el pleno y perenne
señorío de D ios sobre toda realidad, como la exigencia de que los bienes de la
creación permanezcan finalizados y destinados al desarrollo de todo el hombre
y de la humanidad entera. Este principio no se opone al derecho de propiedad,
sino que indica la necesidad de reglamentarlo. La propiedad privada, en efecto,
cualesquiera que sean las formas concretas de los regímenes y de las normas
jurídicas a ella relativas, es, en su esencia, solo un instrumento para el respeto
del principio del destino universal de los bienes, y por tanto, en último análisis,
un medio y no un fin”. La enseñanza social de la Iglesia exhorta a reconocer la
T Í Í U Í . O Ili | í .A PlíOl-'Ji i )/\i!
6. Función social
La cuestión social limita el carácter absoluto y exclusivo del derecho de
propiedad, de inspiración liberal e individualista, y lo sujeta al bien común.
A mediados del siglo xix, Comte31, en su obra Sistema de política positiva,
es el primero que utiliza la expresión función social de la propiedad, sostiene que
la propiedad una indispensable función social, destinada a formar o administrar
los capitales con los cuales cada generación prepara los trabajos de la siguiente.
D u g u i t señaló que el poseedor de una cosa cuyo derecho sobre ella está
protegido por la sociedad en que vie, tiene la obligación de emplear esa propie
dad en beneficio de la sociedad que lo protege. La propiedad no es un derecho
subjetivo sino una función social. La riqueza no podrá permanecer inactiva; el
suelo de las ciudades debe ser construido y la propiedad agraria debe ser explo
tada económicamente.
El Alemán O tto G i e r k e , jurista de derecha, enemigo del socialismo,
confirió un sentido social a la propiedad; llegó a afirmar “la tierra es de quien la
trabaja”. Sobre todo el bien inmueble, urbano o rural, debe estar debidamente
explotado, de lo contrario debe ser expropiado.
Maurice H a u r i o u en sus P rin cip io s d e D ro it P u b lic ( 1 9 1 0 ) afirma que el
propietario tiene el poder de emplear la cosa en la satisfacción de sus propias
necesidades y el deber de ponerla también al servicio de las necesidades sociales.
La Iglesia católica siempre ha reconocido que el ejercicio de la propiedad
siempre debe estar orientado hacía el bien común. Así, en P o p u lo ru m R ogressio
afirma: “La propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicio
nal y absoluto. No hay ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que
supera a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo necesario. En una
palabra: el derecho de la propiedad no debe jamás ejercitarse con detrimento
de la utilidad común”.
La propiedad en su concepción individualista era un derecho absoluto e
ilimitado, pero al poco tiempo del triunfo de la Revolución francesa pasó a ser
31 Isidoro Augusto María I-rancisco Javier Comte (nació en Montpellier en 1798). Trabajó
como secretario de Sain-Simon desde 1818. En 1822 rompió con Sain-Simon. E scri
bió: C urso d e fi lo so fía p o s i ti va (1 8 3 0 -1 8 4 2 ); D iscu rso so b r e e l esp ír itu p o s i ti vo (1844);
S istem a d e p o l í t i ca p o s i ti va (1 85 1-1 854 ); C a tecism o p o si ti vi sta (¡8 5 2 ); S ín tesis s u b je ti va
(1 856), ob ra que quedó incompleta a su muerte.
AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
un derecho que se debe ejercer en armonía con el bien común, un derecho que
tiene límites por arzones de zonificación, habilitación, por razones de vecindad,
un derecho que ha de ser ejercitado no solamente en utilidad del propietario
sino también en función social. En la actualidad no existe una concepción de
un derecho de propiedad absoluto e ilimitado, sino una concepción social de
la propiedad32.
El T ribunal Constitucional, en el Exp. N.° 0008-2003-AI/T C, “La propie
dad no solo supone el derecho del propietario de generar con la explotación del
bien, su propio beneficio individual. T ampoco se restringe a aceptar la existencia
de límites externos que impidan al titular de los bienes utilizarlos en perjuicio
de terceros. Acorde con la Constitución, es fundamental que el propietario
reconozca en su propiedad la funcionalidad social que le es consustancial. Así,
en la propiedad no solo reside un derecho, sino también un deber: la obligación
de explotar el bien conforme a la naturaleza que le es intrínseca, pues solo de
esa manera estará garantizado el bien común. E llo requerirá la utilización de los
bienes conforme a su destino natural en la economía”.
En esta sentencia, el T ribunal Constitucional agrega lo siguiente:
54 |
TÍTUí.O Uí ! LA PROPIP.DAD
cho de propiedad debe ejercerse en armonía con el bien común y dentro de los
límites de la ley. Introducen esta normar el criterio del interés común, social o
colectivo en el ejercicio del derecho de propiedad. Es decir, como el derecho de
p ro p ie dad privada tiene una función social, en consecuencia, está sometida a las
limitaciones legales establecidas a fin de que realice el bien común. La función
social de la propiedad trasciende los enfrentamientos filosóficos, económicos,
políticos y religiosos.
El propietario en ejercicio de su derecho de propiedad no actúa en interés
ajeno, sino en interés propio, persigue la satisfacción de sus intereses privados
protegidos por el ordenamiento jurídico, pero esa satisfacción se debe coho
nestar con el bien común, ejerciendo el derecho de propiedad dentro de los
límites de la ley, previstos, precisamente, en función del interés social. Como
señala A l b a l a d e j o ’3, la “coordinación entre interés individual, que el derecho
subjetivo sirve, e interés social, no se da exclusivamente en el caso del derecho
de propiedad, sino también en el de cualquier otro derecho. Piénsese que si, por
ejemplo, en beneficio de la economía nacional se establece el deber de cultivar
las tierras, tal deber alcanza no solo a quien ostente la tenencia de estas como
dueño, sino por derecho de usufructo o de arrendamiento, pongo por caso se
encuentra, asimismo, obligado a cultivarlas”. T odo derecho subjetivo se debe
ejercer en función de las exigencias del bien común, aunque quizás en el derecho
de propiedad es más perceptible.
33 A l b a l a d e jo , o b . c ir ., p . 16 0 .
55
AN ÍB AL T O R R E S VÁSQ UE Z | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
de estos ayllus originaron el imperio del T ahuantinsuyo, como una cabal orga
nización comunitaria piramidal: el Inca, la nobleza y el pueblo. El cultivo de la
tierra era comunitario; no había ricos ni pobres.
En el Imperio del T ahuantinsuyo la actividad económica fue la agricultura
planificada y dirigida por el E stado; el Inca repartía periódicamente las tierras
entre sus súbditos, en proporción a los miembros de cada familia, y en razón
del tiempo de descanso de la tierra en cada región. El absoluto señor de la tierra
era el Inca, como mencionó el padre B ernabé C ó b o : “D esta división de tierras
consta cuán absoluto señor era el Inca de cuanto sus vasallos poseían, pues a
ninguno era permitido tener chácara o heredad, ni aun el domino de un solo
palmo de tierra en particular, sino por mercede especial del Inca; y fuera de este
título no había otro para adquirir propiedad en bienes raíces”.
El E stado promovió la agricultura (producción de quinua, papas, maíz,
olluco, yuca, camote, caigua, kiwicha, mashua, frijol, ají, calabaza, tomate, maní
y una serie de frutas), la crianza de camélidos, la pesca, minería, construcción de
andenes, obras de irrigación, caminos, la cerámica, la orfebrería. No se conoció
la propiedad privada ni el dinero. Anualmente, los curacas entregaban a cada
jefe de familia parcelas de terreno llamadas topos o tup us (equivalentes a unos
2 700 m2); el jefe de familia recibía un topo adicional por cada hijo varón y
medio topo por cada hija mujer.
José de A c o s ta 34 r e la t a :
Se repartía cada año, y a cada uno se le señalaba ei pedazo que hacía menester para
sustentar su persona y ia de su mujer y sus hijos y así era unos años más, otros menos,
según era ia familia, para io cual había ya sus medidas determinadas. De esto que a cada
uno se le repartía no daban jamás tributo, porque todo su tributo era labrar y beneficiar
las tierras del Inga y de las guacas y ponerles en sus depósitos los frutos. Cuando el año
salía muy estéril, de estos mismos depósitos se les daba a los necesitados; porque siempre
había allí grande abundancia sobrada.
Las tierras del Imperio se dividieron por tercios: “tierras del Sol”, “tierras
del Inca” y “tierras del Ayllu”. El reparto de las tierras a los ayllus (antiguas or
ganizaciones comunitarias) no era en propiedad sino para cultivarlas. El trabajo
era obligatorio. La m ita era el trabajo obligatorio, por turnos, de los h a yu n runa s ,
mayores entre 18 y 50 años, que cultivaban las tierras del sol y del Inca; parti
cipaban en la construcción y mantenimiento de caminos, acueductos, templos,
fortalezas, cuidado de las salinas, pastoreo del ganado. La m ink a era el trabajo
56
ruu.o iji |la 1'kopii ij.-m>
com unal por turnos que beneficiaba al ayllu, a l Inca y al clero; E l curaca con
v o c a b a a la población para realizar obras para favorecer el cultivo en las tierras
L a terc era part e de las t ierras dab a el i n ga para la c o m un i d a d . N o se ha ave r i guado que
t ant o f uese esa parc e, si m ayo r o m e n o r q ue la del I nga y guac as , pero es c ierro q ue se
tenía at enc ió n a que b ast ase a sust e nt ar el pueb lo . I )c est a tercera part e n i n gún par t i c ul ar
poseía cosa pro pia, ni j amás po seyero n los indio s c osa pro pia, sino era po r me r c e d espec ial
del I nga, y aque llo no se po dí a enaj enar, ni aun di vi di r ent re los heredero s.
La pesca era realizada por pobladores del litoral. La actividad minera fue
intensa desde las culturas pre incaicas (Chavín, T iahuanaco, Vicús, Mochica,
Chimú, Paracas) debido a los yacimientos de oro, plata y cobre. L.a caza fue
monopolio del Inca y la nobleza. Cieza de León expresa en sus crónicas:
C ua n d o ei I nga q uer í a una. c az a real m a n da b a j un t ar tres mil o c uat r o mil indio s, o diez
mil o vent e mil. o los q ue ei era servicio que f uesen. y est o s c e rc ab an un a gran p a n e del
c a mp o de tal m an e r a q ue po c o a po c o y c o n b ue n o r de n se ve n í an a j un t ar t ant o , que
se asían de ias mano s ; y en los q ue ellos m i s m o s h a b í a n c e r c ado est ab a la ca/.a r ec o gida
j . .. j D est as c azas t o maban, diez mil o q ui n c e mil c ab e z as de gan ado , o ei. n úme r o q ue
quería: t ant o f ue So m uc h o del lo hab ía: D e la lana dest o s ga n a do s o ví c t i mas se hac í an
las ropas prec iadas par a o r n a m e n t o de los t empl o s y par a el .servicio del m i s m o i n ga y
de sus muj eres c h¡j os .
C.on solo unas ¡socas ex c epc io nes q ue se e n c o n t rab an en o r gan iz ac io ne s po lít ic as c o st eras
i n c o r po radas al I mperio , no había, n i n gun a c lase de c o me r c i o en la s o c ie dad inc a, y el
desarrollo de la riqueza i ndi vidual adq ui ri do a través del c o me r c io no era posible: Algun o s
pro duc t o s c o ns ide rado s ese nc iales po r los inc as no p o dí an ser pr o duc i do s en el país y
t uviero n que se i mpo r t ado s , i'.n est o s c aso s se e mp l e ar o n varias est rat egias , tales c o m o
el est ab l e c imie nt o ele c o lo n ias en las zo nas de pr o duc c i ó n espec if ic as para de t e r mi n ado s
pro duc t o s básic o s y pe r m i t ir el c o me r c io a dis t anc ia. La pr o duc c ió n , dis t r ib uc ió n v uso
cié los pr o duc t o s básic o s eran c o n t r o lado s c e n t r al me n t e po r el go b i e r n o I nc a. ( iada c i u
d ad a n o del I mpe r io t enía las n e c e s idade s virales c ub ie r t as en los a lm a c e n e s del list ado .
57
AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
incluidos los alimentos, herramientas, materias primas, y la ropa, y no tenía que comprar
nada. Sin tiendas o mercados, no había necesidad de una moneda estándar o dinero, y
no había dónde gastar el dinero tampoco ”.
2. La propiedad en el Virreinato
La colonia se inició el 26 de julio de 1533 con la muerte de Atahualpa y
finalizó el 9 de diciembre de 1824 con la batalla de Ayacucho y el retiro de la
corona española.
D urante la colonia rigió el D erecho español compuesto por leyes, fueros,
ordenamientos y pragmáticas. Como señala B u s t a m a n t e 35, “la propiedad que
durante el período incaico tuvo solo la forma colectiva, alcanzó también la for
ma individual con todos los atributos que estableciera la legislación de la raza
vencedora”. Los reyes españoles atribuyéndose la propiedad de los territorios
conquistados, repartieron las tierras entre los que vinieron a poblar estos lugares
para que los dediquen a la labranza y crianza; dispusieron que se reparta entre
los españoles las tierras que pertenecieron al Inca y al Sol, y que las del pueblo
permanezcan en poder de los indígenas, conservando su carácter común.
Las m erced es d e tierra s fueron las recompensas a los conquistadores y
primeros pobladores españoles, realizadas por la corona o sus representantes
(Virrey, G obernador, Cabildos autorizados).
La Corona dispuso que las tierras que se dieren a los españoles fuesen sin
perjuicio de los indios y que las dadas en su perjuicio sean devueltas. Pero con
los repartos se cometieron abusos contra los indios, a quienes se les despojaron
de sus pertenencias, razón por la que, posteriormente, el Monarca dispuso que
cuando se hubiera de repartir tierras se vendieran en pública subasta por los ofi
ciales reales. A este procedimiento se dio el nombre de co m p o sició n d e tierra s 36; la
adjudicación en tal forma fue el título único de propiedad. La Recopilación de
Leyes de Indias dispusieron “que las Comunidades de Indios fuesen admitidas a
composición, con prelación de las demás personas particulares, haciéndoles toda
conveniencia; que la venta, beneficio y composición de tierras se debía hacer
con tal atención, que a los indios se les dejara con sobra todas las que le perte
necieren, así y en particular, como por Comunidades, y que por ningún caso se
35 Ricardo, C o n d ic ió n ju r íd ic a d e las c o m u n id ad e s d e in d íg e n as e n
B u s ta m a n te C is n e r o s ,
58
TÍTli í.O ií! ; l,A PRO PU.IH D
les pueda vender, ni enajenar”, para cuyo efecto los encargados de componer las
tierras debían antes especificar las que pertenecieran a los indios y a las comuni
d a d e s 3 . Estas leyes no se cumplieron. Los comisionados reales, conjuntamente
de todas las tierras conquistadas. Los reyes repartieron las tierras por medio de
m erced es rea les. A lo largo del siglo xvi, los conquistadores recibieron extensas
tierras en retribución a sus servicios, convirtiéndose en los nuevos señores feu
dales del nuevo mundo.
El virreinato se implantó por Carlos V el 20 de noviembre de 1542 con
la dación de las N ueva s L eyes d e I nd ia s. El primer virrey fue Blasco Nuñez Vela,
asesinado por G onzalo Pizarro. Carlos I envió al pacificador Pedro de la G asea.
El Virrey T oledo, entre 1569 y 1581 impuso el marco político y admi
nistrativo del país; estableció las red u ccio n es'* , territorios dentro de los que se
delimitaron las tierras para cada ayllu y las tierras del común o de todo el pueblo,
de donde viene el término Comunidad de Indígenas; se estableció la mita para
la explotación de las minas. Las mejores minas eran de propiedad de la Corona,
las pequeñas fueron explotadas por particulares con la obligación de pagar por
impuestos el Q uinto Real (un quinto de la producción era para la Corona). Los
centros mineros se convirtieron en emporios comerciales.
Las red u ccio n es o pueblos de indios tuvieron por finalidad la concentración
de los nativos para facilitar la recaudación de los tributos, facilitar la repartición de
mercaderías que hacían los corregidores, permitir que los doctrinarios y sacerdotes
pidan los diezmos y primicias, disponer de mano de obra para dar cumplimiento a
la mita en las minas, obrajes, trabajos agrícolas, crianza de ganado, construcción de
tambos y caminos, facilitar el adoctrinamiento y evangelización de los indígenas.
Además, con las reducciones del V irrey T oledo, se persiguió enséñales a vivir a
los indios, concepto que abarcaba aspectos urbanísticos, territoriales, culturales,
37 Véase, B u s t a m a n t e C is n e r o s , C o n d ic ió n ju r íd ic a d e las c o m u n id ad e s d e in d íg e n as en e l
P e rú , ob. cit., p. 27.
38 Las reducciones fueron las concentraciones forzadas de las poblaciones indígenas en el
V irrein ato , con en el fin de agrup arlo s en c entro s urb an o s.
5 9
AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
60
ios tributos y trabajo no recompensado de los indígenas. Estos sistemas fueron
sustituidos por el de corregidores y reducciones de indios en la década de 1560,
lo que no cambió la economía tradicional. La m ita fue el trabajo obligatorio y
forzado de los indígenas entre los 18 y 50 años de edad, en las minas, haciendas,
construcciones de templos, caminos, etc.
Con el trabajo forzado disminuyó la población indígena por muerte o
el alejamiento a zonas remotas. La escasez de mano de obra fue sustituida por
e s c la v o s traídos africanos. La afluencia de españoles no privilegiados se incre
3. La propiedad en la República
Con la verificación de la emancipación y proclamación de la República
se dictaron una serie de disposiciones legales tendientes a abolir la propiedad
colectiva, que subsistió en el virreinato al lado de la propiedad individual, por
considerar que era incompatible con la vida civilizada y progresiva, que no ofrecía
ventaja alguna, que impedía el cultivo intensivo de la tierra. Sin embargo, fue
imposible suprimir mediante ley la propiedad comunal, porque las estructuras
sociales se transforman lentamente. Como dice Manuel Vicente V i l l a r Án 39,
las Comunidades responden a un estado social que no se puede suprimir a
fuerza de decreto, ya que ellas traducen un profundo armonismo de elementos
físicos y espirituales, determinados los unos por un vasto territorio y una débil
población, los otros, en especial, por las ancestrales tendencias de la raza, por la
psicología colectiva propia de nuestros indígenas”.
61
AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ U E 2 | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
62
T ÍT U L O III LA P R O PIE D A D
blecer la democracia”.
Simón B olívar, con el fin de aumentar el número de propietarios y pro
ductores, aliviar la suerte de los indígenas y establecer a plenitud el régimen de
la propiedad individual, emitió los siguientes decretos:
1. SI M Ó N B O L ÍV AR
L ib ertado r, P residente de C o lo m b ia, E n c argado del P oder dic t at o rial de la R epúb lic a
del P erú.
T en ien do presente:
1" Q u e la de c ade n c ia J e la a gr ic ult u r a de est as pro vin c ias, de p e n de en m uc h a
part e del de salie n t o c o n q ue se lab ran las tierras po r h allars e la m ás de ellas en
po sesió n p re c aria, o en ar re n dam ie n t o ;
2" Q u e n ada es m as just o q ue ad m it ir la c o m po sic ió n v ven de r t o das las t ie rras
so b rant es de las q ue h an sido r e m at adas c o m p ue s t a o adj udic adas c o n f o rm a a
ley;
3" Q ue el E stado. a q uie n to das esta pert e n ec en , c o m o pro piedad n ac io n al, se halla
sin f o ndo s para llevar a su t é r m in o la ac t ual c o n t ie n da c o n t ra la d o m in ac ió n
españ o la, y salvar al país c o n f o rm e al vo to n ac io n al;
4o Q ue po r la c o n st it uc ió n po lít ic a de la R e p úb lic a radic a el pro greso de la h a
c ie n da en el f o m ent o de ram o s pr o duc t ivo s a fin de d is m in u ir las im po sic io n e s
perso nale s;
63
AN ÍB AL T O R R E S VÁSQ UE Z D E R E CHO S RE ALE S (T O M O I I )
5" Esta mensura se hará con consideración a las circunstancias locales de cada
provincia, reduciéndose, a la extensión correspondiente, las tierras que con
perjuicios de unos se han aplicado a otros indios por vías de posesión;
6° Serán preferidos en la venta de que hablan los artículos 1 y 3 los que actualmente
las poseyeren, habitaren, o tuvieren en arrendamiento;
7° Se nombrarán, para la venta y repartimiento que ordena este decreto, visitadores
en todas las provincias del Perú libre, a fin de que todo se haga con la debida
exactitud, imparcialidad y justicia;
8" Es extensiva esta disposición a las haciendas que por la ley corresponden al Esta
do, vendiéndose por suertes el terreno, para que al mismo tiempo de promoverse
por este medio la agricultura, y el aumento de tesoro, puedan fundarse nuevos
pueblos en ellas.
2. SIMÓ N BOLÍVAR
Libertador, Presidente de la República de Colombia, Libertador de la República del
Perú y encargado del mando supremo de ella
Considerando:
Io Que a pesar de las disposiciones de las leyes antiguas nunca se ha verificado la
repartición de las tierras con la proporción debida;
2" Que la mayor parte de los naturales han carecido de goce y posesión de ellas;
3° Que mucha parte de las tierras aplicables a los llamados indios se hallan usurpadas,
por varios pretextos, por los caciques y recaudadores;
4° Que el uso precario que les concedió ei gobierno español ha sido sumamente
perjudicial a los progresos de la agricultura y a la prosperidad del Estado;
5o Que la Constitución de la República no reconoce la autoridad de los caciques,
sino la de los Intendentes de provincia y gobernadores de sus respectivos distritos;
64
T ÍT U L O IIJ LA PR O W K D A D
C uzc o , 4 de j ulio de 1 82 5 .
P or o rden de S .E .
SI MÓ N B O L IV AR.
P or c uan t o :
C o n s id e r a n d o :
D e c re to :
65
AN ÍB AL T O R R E S VÁSQ UE Z D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
2° A los indígenas y mestizos, que en la actualidad están sin ellas, se les asignarán
las suertes correspondientes según resulte de la estadística que formen las juntas
departamentales de sus respectivos territorios.
3o. Las tierras, cuya propiedad se declara por el artículo 1, podrán enajenarse, libremente,
con tal que sus dueños sepan leer y escribir.
Por raneo:
E jecútese, guárdese y cúmplase.
Dado en la casa de Gobierno, en Lima, a 23 de marzo de 1828.
Por orden de S.E.
José de La Mar.
j . F. Mariategui.
66
va ra d e fierro en una poza del rio T aymi, cuando todavía no estaba canalizado,
s o la m e n t e pescaba un pez al atardecer, y así siempre tenía para comer con su
estar cortando la caña de azúcar (el trabajo más duro que se podía realizar en
una hacienda). Ya de abogado conocí las haciendas algodoneras de nazca, la
s i t u a c i ó n de los peones, población negra, era mucho peor que en las haciendas
En 1958 se formó una Comisión para la Reforma Agraria presidida por Pedro
Beltrán, sin ningún resultado. En 1963 La Junta M ilitar de G obierno presidida
por Nicolás Lindley promulgó la L ey d e B a ses d e R eform a A gra ria , con la que se
creó el Instituto de Reforma Agraria y Colonización (IRAC) que inició el pro
ceso de reforma en el Valle de la Convención. En 1964, el Presidente F ernando
Belaunde promulgó la L ey d e R eform a A gra ria que no incluyó a las grandes
haciendas de la costa norte. El 24 de junio de 1969 Juan Velasco Alvarado,
que presidió el gobierno militar, promulgó el D ecreto Ley N.° 17716, Ley de
Reforma Agraria. Alrededor de once millos de hectáreas fueron adjudicadas a
las cooperativas y comunidades de campesinos: Las C oo p era tiva s A gra ria s d e
P rop ied a d S o cia l (CAPS) en las haciendas agrícolas Costa; y las S o cied a d es A grí
cola s d e I nterés S o cia l (SAIS) en las haciendas ganaderas de la sierra. La reforma
se llevó a cabo bajo el lema: “Campesino, el patrón no vivirá de tu pobreza” y
el principio que reza: “La tierra es de quien lo trabaja”. Se hizo lo posible y lo
imposible para hacer fracasar a la Reforma Agraria, se destruyó la maquinaria, las
casas hacienda, no se brindó apoyo técnico al campesino, se le privó el crédito,
se les negó el agua de regadío.
■11 L a d o m i n a c i ó n i n c a ic a u t ili z ó el r e o r d e n a m i e n t o d e la p o b l a c i ó n y la r e u b i c a c i ó n d e
lo s p u e b lo s c o n f in e s e c o n ó m i c o s , d e f e n s iv o s y c o m o m e d i o d e s o m e t i m i e n t o d e las
p o b la c io n e s r e b e lde s . E l ro l o r d e n a d o r de l I n c a i m p l i c ó la c r e a c i ó n d e o b r a s p ú b li c a s ,
un n u e v o a m o j o n a m i e n t o d e l t e r r it o r i o y, p r i n c i p a l m e n t e la r e o r g a n i z a c i ó n d e l e s p a c io .
T r as lad ó a las p o b la c io n e s d e s us a n t i g u a s a ld e a s a z o n a s m á s b a j a s y c e r c a n a s al c a m i n o
67
AN ÍB AL T O R R E S VÁSQ UE Z j D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
real. Los españoles realizaron nuevos asentamientos. El V irrey T oledo realizó una visita
general con propósitos fiscales, religiosos, de control social y la concentración de las po
blaciones indígenas dispersas en centros visibles y acordes al modelo hispano de orden
y sanidad. Sin embargo, las reducciones toledanas tuvieron efectos desestructurantes en
la sociedad andina, mortalidad indígena, alejamiento de los nichos ecológicos, quiebre
de la vinculación con sus antepasados.
42 Circular a los prefectos de José M aría Pando, de fecha 1 de setiembre de 1828, cit. por
B u s t a m a n t e C i s n e r o s , C o n d ic ió n ju r íd ic a d e las c o m u n id ad e s d e in d íg e n as e n e l P e rú ,
ob. cit., p. 34.
43 B u s t a m a n t e C i s n e r o s , C o n d ic ió n ju r íd ic a d e las c o m u n id ad e s d e in d íg e n as e n e l P e rú ,
ob. cit., p. 44.
68
A pesar de la supresión legal, las comunidades existieron durante toda
la República, el espíritu colectivista y solidario de los indígenas no pudo ser
derogado por decreto. Como dice Alejandro Ma g uiñ a ^: “el régimen de las
comunidades de indígenas responde a las tradiciones, a las costumbres y a las
condiciones peculiares del aborigen. En el imperio incaico, vivió dentro del
comunismo. D urante el coloniaje se mantuvo ese régimen. La República no ha
podido destruirlo. En un territorio extenso y poco poblado, con una cultura
incipiente y una administración defectuosa, la propiedad individual del indígena
no tiene las debidas garantías. La solidaridad se impone en tales condiciones y
surge la comunidad como una fuerza colectiva absolutamente necesaria para la
defensa de los derechos de todos”.
Recién el Código de aguas de 1902 reconoció la existencia legal y los de
rechos de las comunidades, desde que en el art. 235 disponía que “los derechos
sobre las aguas de las poblaciones y comunidades de indígenas serán representados
por sus respectivos personeros”; las comunidades de indígenas debían nombrar
a su representante.
La población indígena ha demostrado ser muy apta para la acción colec
tiva y ser inepta para la acción individual; tener un profundo amor por la tierra
y por la labor agrícola. V illarÁ n dice que “la comunidad es el contrapeso del
caciquismo semi-feudal que sigue imperando en nuestras sierras. La disolución de
esas Comunidades, antes de instruir a los indios y de abrir caminos y mercados,
no crearía una clase de campesinos propietario; sería la evicción de los labradores
autónomos que forman la mayoría de la población indígena en provecho de unos
pocos hacendados ávidos. El comunero hoy independiente gracias a la posesión
de la tierra, pasaría a la condición servil del colono y del p o n go " .
La Constitución de 1920 reconoció a la Comunidad Indígena y su derecho
a la propiedad privada y colectiva de sus territorios. El proceso de titulación de
comunidades se inició en 1928. La Constitución de 1933 estableció: la obligato
riedad de la inscripción de las comunidades en su registro especial, la formación
del catastro de las comunidades y la rectificación quinquenal de los padrones
(art. 71); los representantes de las comunidades serán elegidos entre las personas
mayores de edad que sepan leer y escribir (art. 72); que las comunidades no
podrán arrendar ni ceder el uso de sus tierras a los propietarios de los predios
colindantes. En 1969, el gobierno militar presidido por Velasco Alvarado, cambió
el nombre de Comunidad Indígena pasó a Comunidad Campesina.
C it. po r B u s t a ma n t e C isn e r o s , C o n d i ci ó n j u r í d i ca d e la s co m u n i d a d e s d e i n d í ge n a s en
e l P er ú , ob. c it., p. 6 7 .
69
AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
D e s d e 1 9 2 0 h a s t a 1 9 7 9 , la s t ie r r a s d e la s C o m u n id a d e s C a m p e s in a s e n
n u e s t r o p a ís e s t u v ie r o n p r o t e g id a s p o r u n t r a t a m ie n t o c o n s t it u c io n a l e s p e c ia l,
q u e la s d e c la r a b a c o m o in a lie n a b le s , in e m b a r g a b le s e im p r e s c r ip t ib le s 45. L a a c
t u a l C o n s t it u c ió n P o lít ic a d e 1 9 9 3 m o d ific ó d e m a n e r a s u s t a n c ia l e l r é g im e n d e
p r o t e c c ió n d e la s t ie r r a s c o m u n a le s a l d e r o g a r lo s p r in c ip io s d e in a lie n a b ilid a d
e in e m b a r g a b ilid a d , q u e la s p r o t e g ía , m a n t e n ie n d o , a u n q u e d e fo r m a r e s t r in
g id a , s u im p r e s c r ip t ib ilid a d . A s im is m o , d e t e r m in a q u e la s t ie r r a s d e c la r a d a s e n
a b a n d o n o p o d r á n r e v e r t ir a l d o m in io d e l E s t a d o p a r a s u p o s t e r io r t r a n s fe r e n c ia
a p a r t ic u la r e s .
L a C o n s t it u c ió n p r e s c r ib e :
Artículo 89.- Las comunidades C am pesinas y las N ativas tienen existencia legal y son
personas jurídicas.
Son autónomas en su organización, en el trabajo comunal y en el uso y la libre disposición
de sus tierras, así como en lo económico y adm inistrativo dentro del marco que la ley
establece. La propiedad de sus tierras es imprescriptible, salvo en el caso de abandono
previsto en el artículo anterior.
El E stado respeta la identidad c ultural de las C o m unidades C am pesinas y N ativas.
45 C o n s t i t u c i ó n d e 1 9 7 9 . A r t í c u lo 1 6 1 . - L a s C o m u n id a d e s C a m p e s in a s y N a t iva s tie
n e n e x is t e n c ia le g a l y p e r s o n e r ía ju r íd ic a . S o n a u t ó n o m a s e n s u o r g a n iz a c ió n , t r a b a jo
c o m u n a l y u s o d e la t ie r r a , a s í c o m o e n lo e c o n ó m ic o y a d m in is t r a t iv o d e n t r o d e l m a r c o
q u e la le y e s ta b le c e .
E l E s t a d o r e s p e t a y p r o te g e la s t r a d ic io n e s d e la s C o m u n id a d e s C a m p e s in a s y N a tiva s .
P ro p ic ia la s u p e ra c ió n c u lt u r a l d e s u s in t e g r a n t e s .
C o n s t i t u c i ó n d e 1 9 7 9 . A r t í c u lo 1 6 3 . - L a s t ie r r a s d e la s C o m u n id a d e s C a m p e s in a s
y N a t iva s s o n in e m b a r g a b le s e im p re s c rip t ib le s . T a m b ié n s o n in a lie n a b le s , s a lvo le y
fu n d a d a e n e l in t e r é s d e la C o m u n id a d y s o lic ita d a p o r u n a m a y o r ía d e lo s d o s te rc io s
d e lo s m ie m b r o s c a lific a d o s d e e s ta , o e n c a s o d e e x p r o p ia c ió n p o r n e c e s id a d y u t ilid a d
p ú b lic a s . E n a m b o s c a s o s c o n p a g o p r e v io e n d in e r o .
Q u e d a p r o h ib id o e l a c a p a r a m ie n t o d e t ie r ra s d e n t r o d e la C o m u n id a d .
70
TÍTULO III | LA 1’ROPiLDA!)
i m p o r t a n t e s tenemos:
A r r íe n lo 2 .- l u d a p e r s o n a t ie n e d e r e c h o :
[•■•I
8. A la lib ert ad de c reac ió n int e lec t ual, art ís t ic a, t é c n i c a y c ient íf ic a, así c o m o a la p r o
pie dad sobre di c h as c rc ac í o nc s y a su pr o duc t o
[...]
16. A la pr o pie dad y la he renc ia
46 La propiedad, sin duda alguna, ha sido uno de los presupuestos básicos para la creación
de los sistemas jurídicos occidentales, y en función de ello se ha manifestado su aporte
para el inicio de la industrialización. F u k u y a m a , F rancis, C o n fian z a, B uenos Aires: At-
lántida, 1996, p. 85.
4 7 C o n s t i t u c i ó n d e C á d i z . Artículo 4 .- La Nación está obligada a conservar y proteger
por leyes sabias y justas, la libertad civil, la propiedad, y los demás derechos legítimos
de todos los individuos que la componen.
C o n s t i t u c i ó n d e 1 9 3 3 . Artículo 3 1 . - La propiedad, cualquiera que sea el propietario,
está regida exclusivamente por las leyes de la R epública y se halla sometida a las contri
buciones, gravámenes y limitaciones que ellas establezcan.
C o n s titu c ió n 1979. Artículo 124.- La propiedad obliga a usar los bienes en armonía
d e
con el interés social. El E stado promueve el acceso a la propiedad en todas sus modalidades.
La ley señala las formas, obligaciones, limitaciones y garantías del derecho de propiedad.
48 Sentencia del T ribunal Constitucional del 3 1 .8 .2 0 1 7 . E xpediente N.° 0 6 25 1-2 013 -
PA/TC, Lima. “Contenido y límites del derecho de propiedad. 7. La propiedad, como
derecho fundamental, se encuentra prevista en el artículo 2, inciso 16, de la Consti
tución. D icho derecho, desde una perspectiva iusprivatista, se concibe como el poder
jurídico que permite a una persona usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Asi,
el propietario puede servirse directamente del bien, percibir sus frutos y productos, y
darle destino o condición conveniente a sus intereses patrimoniales. 8. Sin embargo,
así entendido el derecho fundamental a la propiedad, parece atribuir a su titular un
poder absoluto, lo cual no se condice con los postulados esenciales de los derechos fun
damentales que reconoce un E stado social y democrático de D erecho como el nuestro.
Por ello, el derecho a la propiedad debe ser interpretado no solo a partir del artículo 2,
inciso 16, sino también a la luz del artículo 70 de la Constitución, el cual establece que
este se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los límites de la ley. 9. E stos
límites han sido desarrollados previamente por este T ribunal Constitucional en su juris
prudencia, y resultará vital la aplicación al presente caso de lo previamente decidido”.
71
AN Í B AL T O R R E S VÁSQ UE Z j D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
A r t íc ulo 17.-
A rtíc ulo 1.- Protección de la propiedad. T oda persona física o moral tiene derecho al
respeto de sus bienes. N adie podrá ser privado de su propiedad sino por causa de utilidad
pública y en las condiciones previstas por la ley y los principios generales del D erecho
I nternacional.
72
lirU L O IÍI | LA I’KOIMLDAI)
E n la e x p o s i c i ó n d e m o t iv o s d e l p r o y e c t o del C od e N a p oleó n , P o r t a l i s
e x p re s ó q u e e l d e r e c h o d e p r o p i e d a d e s u n ‘' d e r e c h o f u n d a m e n t a l s o b r e e l c u a l
to d a s la s i n s t i t u c i o n e s s o c i a le s r e p o s a n , y q u e p a r a c a d a i n d i v i d u o e s t a n p r e c i o s o
c o m o la v i d a m i s m a , y a q u e é l le a s e g u r a lo s m e d i o s d e c o n s e r v a r l a ” .
73
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z [ D E R E C H O S R EA LES (T O M O II)
74
T ÍT U I. O III ¡ LA PROP]¡;¡)AI)
75
AN ÍB AL T O R R E S VÁSQ UE Z ¡ D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
[E]l derecho de crédiro se encuentra abarcado por ei derecho de propiedad, entendido este
en un sentido constitucional y de derecho humano. Este sentido de tal derecho ya ha sido
destacado por la más acreditada doctrina europea, a la luz de sus cartas constitucionales.
Así es, se índica que el derecho de propiedad regulado en el Código Civil (BGB) “se
circunscribe a un tipo especial de derecho real privado que se refiere a las cosas” y ral
regulación se refiere, “en igual medida, a las cosas muebles y a las cosas inmuebles”.
De modo distinto, el derecho de propiedad previsto en la Constitución germana “con
tiene una garantía constitucional de la propiedad, como institución jurídica (garantía
institucional), y un derecho de libertad del ciudadano frente al Estado”. La regulación
constitucional del derecho de propiedad “va mucho más allá” que la regulación del Có
digo Civil, dado que “asegura tanto la propiedad sobre cosas, como, sencillamente, los
derechos subjetivos privados de carácter patrimonial y las posiciones jurídico-públicas
próximas a los derechos privados, contra una intromisión del Estado demoledora de la
utilidad privada del derecho subjetivo en favor de su vinculación social' 55.
Este sentido ha sido adoptado por nuestro Tribunal Constitucional en una decisión
que constituye un referente al respecto: la sentencia recaída sobre el Expediente N.°
0008-2003-A1/TC, pronunciada el 11 de noviembre del 2003. El fundamento 26 de
esta resolución señala:
Tal como se estableció en el histórico caso Campbell vs Holt, ei concepto constitucio
nal de la propiedad difiere y, más aún, amplia los contenidos que le confiere el derecho
civil. Así, mientras que en este último el objeto de la propiedad son las cosas u objetos
materiales susceptibles de valoración, para ei derecho constitucional la propiedad no
queda enclaustrada en el marco del domi nio y de ios derechos reales, sino que abarca y se
extiende a la pluralidad in totum de los bienes materiales e inmateriales que integran el
patrimonio de una persona y que, por ende, son susceptibles de apreciación económica.
Igual camino ha seguido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia
de fondo dcl caso Baruch Ivcher Bronstein contra Perú, de fecha 6 de febrero del 2001,
en cuyo fundamento 122, se explica el sentido que posee el término “bienes”, el cual
es empleado en el artículo 21 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos:
Los bienes pueden ser definidos como aquellas cosas materiales apropiables, así como
todo derecho que pueda formar parte del patrimonio de una persona; dicho concepto
comprende todos los muebles e inmuebles, ios elementos corporales e incorporales y
cualquier otro objeto inmaterial susceptible de valor.
E s ta d o , el d e re c h o a s í a d q u ir id o . Se e x c e p t ú a e l c a s o d e n e c e s id a d p ú b lic a e x p r e s a m e n t e
d e c la r a d a p o r d e c r e t o s u p re m o a p r o b a d o p o r e l C o n s e jo d e M in is t r o s c o n fo r m e a le y ” .
55 W e s te rm a n n , H a r ry, H a r m P e te r W e s te rm a n n , K a r l- H e in z G u r k y y D ie t e r E i c k -
m an n , D erech os rea les , v o l. 1, t r a d . p o r A n a C a ñ iz a r e s L a s o , J o s é M a r ía M iq u e l G o n
z á le z , J o s é M ig u e l R o d ríg u e z T a p ia , y B r u n o R o d ríg u e z - R o s a d o . M a d r id : F u n d a c ió n
C u lt u r a l d e l N o t a r ia d o , 2 0 0 7 , p p . 2 9 9 y 3 0 0 .
76
T ÍT U L O II I | 1.A ¡’R O P IH D A i)
V o lv ie n d o a l a rt . 7 0 d e la C o n s t it u c ió n v ig e n t e , la L e y fu n d a m e n t a l g a
ra n tiz a la in v io la b ilid a d d e l d e r e c h o d e p r o p ie d a d , s e a c o r p o r a l o in c o r p o r a l,
y d is p o n e q u e d e b e s e r e je r c id a e n a r m o n ía c o n e l b ie n c o m ú n y d e n t r o d e lo s
lím ite s d e la le y , lo q u e e v id e n c ia q u e la e s e n c ia d e la p r o p ie d a d es la fu n c ió n
s o c ia l q u e c u m p le .
E l T r ib u n a l c o n s t it u c io n a l h a r e s u e lt o :
77
AN ÍB AL T O RRE ,S V ÁSQ UE Z | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
L a C o n s t it u c ió n r e c o n o c e a la p r o p ie d a d s u c a r á c t e r d e d e r e c h o s u b je t iv o
in d iv id u a l fu n d a m e n t a l y a l d is p o n e r q u e s e e je r c e r á e n a r m o n ía c o n e l b ie n
c o m ú n , o b lig a a q u e e l d e r e c h o in d iv id u a l d e p r o p ie d a d se c o n c ilie c o n la fu n
c ió n s o c ia l q u e d e b e c u m p lir .
E l d e r e c h o d e p r o p ie d a d es u n o s o lo n o o b s t a n t e q u e p r e s e n t a c la s e s d i
ve rs a s . E l T r ib u n a l C o n s t it u c io n a l h a r e s u e lt o :
3. f...] Por otra parte y vista la existencia de una variada e ilimitada gama de bienes
sobre los que puede configurarse la propiedad (urbanos, rurales, muebles inmuebles,
materiales, inmateriales, públicos, privados, etc.), puede hablarse de diversos estatu
tos de la misma, los que, no obstante asumir matices particulares para cada caso, no
significan que la propiedad deje de ser una sola y que, por tanto, no pueda predicarse
respecto de la misma elementos de común configuración. Corresponderá, en todo caso,
a la magistratura constitucional, la construcción de los perfiles correspondientes a un
contenido esencial del derecho a la propiedad que, de cara a lo postulado por nuestro
ordenamiento fundamental, pueda predicarse como común denominador de las diversas
clases o manifestaciones de la misma l-..]”1.
E l b ie n c om ú n , a q u e se r e fie re e l a r t íc u lo 7 0 , id é n t ic o a l in t e r é s p ú b lic o ,
a l in t e ré s s o c ia l, p e r m it e q u e e l o r d e n a m ie n t o ju r íd ic o r e c o n o z c a la fu n c ió n
s o c ia l c o m o c o n s u s t a n c ia l d e la p r o p ie d a d . L o s b ie n e s d e b e n s e r d e s t in a d o s a
lo s fin e s e c o n ó m ic o s y s o c ia le s q u e s u n a t u r a le z a e x ig e , la fu n c ió n q u e c u m p le n
n o se a g o ta e n la s a t is fa c c ió n d e l in t e r é s in d iv id u a l d e l p r o p ie t a r io , s in o q u e se
d e s p lie g a h a s t a a b a r c a r e l b ie n c o m ú n . E l p r o p ie t a r i o n o p u e d e h a c e r lo q u e
q u ie r e c o n e l b ie n , a u n c u a n d o c o n e llo c a u s e d a ñ o a t e r c e r o s , a fe c t e e l m e d io
a m b ie n t e , s in o q u e d e b e e x p lo t a r lo e n fu n c ió n d e l in t e r é s s o c ia l y p o r m e d io
d e é l o b t e n e r e l b e n e fic io in d iv id u a l q u e p e r s ig u e . L a p e r s o n a n o s o la m e n t e
78
T Ír U L O lJ Í j 1..A P K O P ÍI:!)A !)
79
A NÍBA L T O R R E S V Á S Q U E Z [ D E R E C H O S R EA LES (T O M O í¡)
derecho en función del interés común, pero sin llegar a desconocer la identidad
del derecho de propiedad. El ejercicio del derecho de propiedad en armonía con
el bien común constituye el d eb er correlativo al derecho de propiedad.
El T ribunal Constitucional español, con referencia al art. 33.2 de la
Constitución española64, ha establecido: “La Constitución reconoce un derecho
a la propiedad privada que se configura y protege, ciertamente como un haz de
facultades individuales sobre las cosas, pero también, y al mismo tiempo, como
un conjunto de deberes y obligaciones establecidas, de acuerdo con las leyes, es
decir, a la finalidad o utilidad que cada categoría de bienes objeto de dominio
está llamada a cumplir [...] La u tilid a d i n d i vi d u a l y f u n ci ó n so cia l definen, por
tanto, inescindiblemente, el contenido del derecho de propiedad sobre cada
categoría o tipo de bienes [.. .]”6\
Al igual que los demás derechos y libertades fundamentales del ser hu
mano, el derecho de propiedad se encuentra sujeto a limitaciones exigidas por
el bien común, pero así como no se puede privar a una persona de su derecho
a la libertad, tampoco se le puede privar de su derecho a ser titular del derecho
de propiedad.
Los límites a la propiedad en función del bien común pueden ser esta
blecidos por normas con rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de
urgencia, tratados, ordenanzas municipales, ordenanzas regionales.
La expropiación es un acto jurídico de derecho público, constitucional
y administrativo, que consiste en la privación coactiva de la propiedad de un
inmueble a su titular y su transferencia al E stado, “por causa de seguridad na
cional o necesidad pública, declarada por ley del Congreso, y previo pago en
efectivo de indemnización justipreciada que incluya compensación por eventual
perjuicio” (art. 70 de la Constitución).
El E stado debe garantizar la segu r i d a d n a ci o n a l generando, adoptando y
ejecutando todas las acciones contra los riesgos y amenazas contra la soberanía e
80
T ÍT U L O III I LA P R O I'ltíD A i)
in d e p e n d e n c ia d e la n a c ió n , la in t e g r id a d t e r r it o r ia l, lo s d e r e c h o s fu n d a m e n t a le s
d é la p o b la c ió n , p r o v e n ie n t e s t a n t o d e l fr e n t e e x t e r n o c o m o e n e l in t e r n o , c o m o
p u e d e s e r la a g r e s ió n d e p o t e n c ia s e x t r a n je r a s , e l t e r r o r is m o , e l n a r c o t r á fic o , la
c o rr u p c ió n , la d e p r e d a c ió n d e l m e d io a m b ie n t e , la d e lin c u e n c ia o r g a n iz a d a .
E n tre la s m e d id a s q u e p u e d e a d o p t a r e l E s t a d o p a r a a fr o n t a r lo s rie s g o s y a m e
na za s c o n t r a la s e g u rid a d n a c io n a l e s t á la e x p r o p ia c ió n d e la p r o p ie d a d p r iv a d a
e n las c o n d ic io n e s p re v is t a s p o r la C o n s t it u c ió n y la le y.
L a s ne c e sidade s p ú b lic as s o n la s d e m a n d a s d e la p o b la c ió n q u e , d e b id o a
su m a g n it u d e im p o r t a n c ia , d e b e n s e r a t e n d id a s c o le c t iv a m e n t e p o r e l E s t a d o ,
ya q u e e l in d iv id u o p o r s í s o lo n o la s p u e d e s a t is fa c e r , c o m o es la e d u c a c ió n ,
s a lu d , ju s t ic ia , o r d e n in t e r n o , in fr a e s t r u c t u r a , c o n s t r u c c ió n y s a n e a m ie n t o d e
o b ra s p ú b lic a , p r o t e c c ió n d e m e n o r e s y a n c ia n o s , p r o t e c c ió n c o n t r a la s in c le
m e n c ia s d e l t ie m p o , la p r o m o c ió n d e la c ie n c ia y la c u lt u r a , la s e g u r id a d s o c ia l,
el e s p a r c im ie n t o , e t c . E l E s t a d o p a ra a t e n d e r la s a t is fa c c ió n d e e s ta s n e c e s id a d e s
p ú b lic a s p u e d e r e c u r r ir a la e x p r o p ia c ió n d e la p r o p ie d a d p r iv a d a .
c u yo T U O fu e a p r o b a d o p o r e l D . S. N . ° 0 1 1 - 2 0 1 9 - V I V I E N D A , p u b lic a d o e l
12 d e m a rz o d e l 2 0 1 9 , p r e s c r ib e :
A rt íc ulo B c n ef k ¡ario ele la ex pro piac ió n : les el t it ular del de rec h o tic p ro pie dad del
in m ueb le c o m o re.sultado de la A dq uis ic ió n . E x pro piac ió n o t ran sf e re n c ia de in m ue b le s
de pro piedad del h srado . ne c esario s para la ej e c uc ió n cL la ( )b ra de in f r ae s t r uc t ur a. Id
únic o P c n e h c iario es el list ado ac t u an d o a través de a lgun a de las e n t idade s pub lic as,
c o m p re n die n do a los lin d ar e s de pro vec to s v a las em pre sas prest ado ras de servic ios de
s an e am ie n io púb lic as de acc io nariac io est at al o m un ic ip al.
A rt ic ulo a . ó - E x pro piac ió n: i .s ia t ran sf eren c ia f orzosa del derec ho de pro piedad privada
sust ent ada eti c ausa de s e guridad n ac io n al o n e c esidad púb lic a, aut o riz ada ún ic am e n t e
por lev ex presa del C o n gr e s o de la R e púb lic a a tavo r del Hsrado, a in ic iat iva del ( Hi
b ie rn o N ac io n al, G o b ie rn o s R eit io n ales o G o b iern o s L o c ale s y previo pago en ef ec t ivo
de la in den?n i/ac io n j us t ipre c iada q ue inó luva c o m p e n s ac ió n po r el e v e n t ual pc r j uL i o .
c o n f o rm e al a r t íc ulo 7 0 de la C o n s t it uc ió n P o lític a del P erú v las regias est ab le c idas a i
el presente D ec reto L egislat ivo .
E l s u je t o a c t iv o d e la e x p r o p ia c ió n es e l E s t a d o . S o n re s p o n s a b le s d e la
t r a m it a c ió n d e l p r o c e s o d e e x p r o p ia c ió n : e l M i n is t e r io c o m p e t e n t e d e l s e c t o r ,
el G o b i e r n o R e g io n a l y e l G o b i e r n o L o c a l.
E l s u je t o p a s ivo es e l p r o p ie t a r io d e l in m u e b le s u je t o a e x p r o p ia c ió n .
L a e x p r o p ia c ió n d e b e s e r d e c la r a d a p o r le y s e ñ a la n d o la r a z ó n d e n e c e s id a d
p ú b lic a o s e g u r id a d n a c io n a l q u e la ju s t ific a .
81
A N ÍB A L T O R R E S V A SQ U H Z ¡ D E R E C H O S R EA LES (T O M O II)
82
T ÍT U L O I II í i,A P R O P IE D A D
a) Absoluto
83
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O S R E A L E S (T O M O II)
b) Pleno
C o m o ha s e ñ alado est e T r ib un al en la S I C 0 S 6 1 4 - 2 0 Ü 7 - P A / F C , el de r e c h o de
pro p ie dad se earac t eri/.a: en t re o t ras co sas, po r ser: a) un de rec h o pleito , en ei sen t ido
de q ue le c o nf ie re a su t it ular un c o n j un t o am p lío de at rib uc io n e s que p ue de eje rc er
a ut ó n o m am e n t e de n t ro de los lím it e s im pue st o s po r e! o r de n am ie n t o j u r íd ic o y ios d e
rec hos aje n o s; y, b) un de rec h o ir re vo c ab le , en el sen t ido de rec o no c er q ue su e x t in c ió n o
t ran s m is ió n de p e n de de la pro pia v o lun t ad del t it ular y no de la re aliz ac ió n de u n a c ausa
e x t r añ a o del so lo q ue re r de un tercero , salvo i as e x c ep c io n es q ue prevé e x p r e s am e n t e
la ( Constituc ió n P of ític a Ó
84
de propiedad y que permite atribuir al propietario tod a esp ecie d e p o d e r lícito d e
u t i l i z a c i ó n , hasta la consumación del objeto de la propiedad, aun cuando ese
perdería su contenido económico y utilidad, por ello es que los derechos sobre
bien ajeno deben ser temporales, por ejemplo, el usufructo confiere la facultad
de usar y disfrutar temporalmente de un bien ajeno (art. 999).
c) Exclusivo
El derecho de propiedad es exclusivo, de manera que no puede haber dos o
más titulares sobre un mismo bien; ello lo diferencia de otras instituciones corno
la copropiedad, la propiedad horizontal, la multipropiedad. Por consiguiente, el
propietario puede excluir a los extraños del uso, disfrute y disposición del bien 2.
Toda intromisión de terceros implica privar al propietario de sus facultades de
usar, disfrutar y disponer el bien que es objeto de su propiedad.
El derecho de exclusión del propietario presenta algunas excepciones, por
ejemplo, no puede impedir que su vecino ejecute actos para servicios provisorios
(art. 959); si para reparar un edificio es indispensable pasar materiales, colocar
andamios en predio ajeno, el propietario no lo puede impedir (art. 960)
La jurisprudencia ha establecido que el derecho de propiedad es exclusivo
en el sentido de que no pueden existir dos o más propietarios sobre un mismo
bien ya que, en tal caso, no habría un derecho absoluto \ sino un derecho
limitado al ejercicio del derecho del otro titular, es decir, en la práctica sería
imposible que cada titular ejerza su derecho en exclusividad. El propietario ejerce
su derecho sobre el bien que le pertenece solamente cuando puede excluir a todo
otro no titular del derecho de propiedad sobre el mismo bien. Sobre un mismo
bien no pueden existir dos o más propietarios en exclusividad, salvo cuando el
bien pertenece por cuotas ideales a dos o más personas como es la copropiedad,
en la cual cada copropietario no es un propietario exclusivo ni de todo el bien
ni de una parte determinada del bien, sino solamente de una parte alícuota, de
una cuota ideal, sobre la totalidad del bien.
El art. 832 del Código Civil italiano dispone que “el propietario tiene
derecho de gozar y disponer de las cosas de modo pleno y exclusivo, dentro de los
límites y con la observancia de las obligaciones establecidas por el ordenamiento
jurídico”. La jurisprudencia italiana ha resuelto en la Cas. 23.3.2001 n. 4207 4:
“El derecho de utilizar y disponer de las cosas de modo pleno y exclusivo, cuando
se trate de efectuar en un fundo las obras necesarias para su mejor disfrute, está
sujeto al principio general n em in em la ed er e por el cual el propietario incurre en
responsabilidad aquiliana por los perjuicios ocasionados a terceros, incluido el
propietario del fundo vecino, con la realización de tales obras sin la observancia
de las reglas comunes de diligencia y prudencia”.
La exclusividad de la propiedad no implica que no puedan existir sobre
el bien otros derechos reales, sino que estos solamente limitan la libertad de
acción del propietario.
d) Perpetuo
El derecho propiedad es perpetuo en el sentido que no está sujeto a un
plazo predeterminado de duración y puede durar tanto como el bien, salvo ex
cepciones, v. gr., la compraventa con reserva de propiedad, la propiedad literaria
e industrial están sujetas a término final. No se extingue por el no uso, salvo que
otro lo adquiera por prescripción (art. 968.1) o que por abandono durante 20
años pase el predio al dominio del E stado (art. 968.4).
El dueño no pierde su derecho por el no uso del bien ni tampoco porque
un tercero, con la voluntad del dueño o contra ella, ejerza actos de dominio,
salvo que lo haga durante el tiempo y requisitos requeridos por la ley para la
adquisición del dominio por prescripción (art. 950).
En otros términos, el carácter perpetuo de la propiedad presenta excepcio
nes, por cuanto existen casos de derecho de p r o p i e d a d tem p ora l. E jemplos: 1) la
propiedad fiduciaria que surge de la relación jurídica por la cual el fideicomitente
8 6 |
'i n I. j.o III ¡ 1 A í’H ü í ![ I.)A1)
e) Inviolable
Es inviolable según lo establece el art. 70 de la Constitución \ Sin embargo,
precisamos que todo derecho, por consiguiente, también el de propiedad, es por
naturaleza violable. Lo inviolable no puede ser materia de regulación jurídica.
Cuando el art. 70 de la Constitución prescribe que la propiedad es inviolable
no quiere decir que por ello ya no habrán ladrones, estafadores, usurpadores, lo
que quiere significar es simplemente que “a nadie puede privarse de su propie
dad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública,
declarada por ley, y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que
incluya compensación por el eventual perjuicio”, concediéndole al propietario,
acción ante el Poder Judicial para contestar el valor que el E stado haya asignado
a la propiedad.
La propiedad es un derecho humano producto del trabajo material o
intelectual de la persona; es un elemento necesario para el desarrollo del sujeto.
Nadie puede ser privado de su propiedad, sino en virtud de sentencia judicial o
mediante la expropiación autorizada por ley por causas de seguridad nacional o
seguridad pública, y previo el pago de la indemnización justipreciada.
75 Constituciones de:
Argentina: “Artículo l 7 .- La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación
puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación
por causa de utilidad pública, debe ser calificada por lev y previamente indemnizada
Costa Rica: “Artículo 45.- La propiedad es inviolable; a nadie puede privarse de la suya
si no es por interés público legalmente comprobado, previa indemnización conforme a
la ley”.
Paraguay: “Artículo 109.- [...]. La propiedad privada es inviolable”.
Uruguay: “Artículo 32.- La propiedad es un derecho inviolable, pero sujeto a lo que
dispongan las leyes que se establecieron por razones de interés general. N adie podrá ser
privado de su derecho de propiedad sino en los casos de necesidad o utilidad públicas
establecidos por una ley y recibiendo siempre del Tesoro N acional una justa y previa
compensación [ . . . ] ”.
87
A.NÍBAI. T'ORKKS V-VSQLF.Z I Dl.K'iX I IOS R KAIJúS (T O M O II)
f) Unitario
76 Al b a l a d e jo , o b . c it . , p p . 15 9 y 16 0 .
8 8 !
A PR O PAD A !'
g) Elástico
El derecho de propiedad es elástico porque las facultades que atribuye
p u e d e n ser aumentadas o disminuidas mediante la imposición de cargas o gra
que se llama nuda propiedad. Pero si la propiedad puede sobrevivir a esas graves
mutilaciones, aun acumulativamente infligidas, quiere decir que la misma es
una cosa diversa de la suma de los poderes de goce y de disposición. En suma,
la propiedad es un poder complejo omnicomprensivo, de alcance genérico e in
determinado; es el máximo poder jurídico patrimonial. “En realidad, el derecho
de propiedad conserva virtualmente todo su contenido; y puede efectivamente
readquirirlo cuando cese las razones que lo disminuían, o comprimían (la lla
mada elasticidad del derecho de propiedad: consecuencia técnica en especial del
principio económico de la libertad de los fundos)”.
N o v o a M o n t r e a l 8 escribe: “Muchos tratadistas atribuyen al derecho
de propiedad privada el carácter de elástico. Esto lo comprueban especialmente,
con motivo de la constitución de otros derechos reales sobre una cosa que al
guien posee en dominio, pues con ello esos derechos (derecho de uso, usufructo,
servidumbre) operan como verdaderas limitaciones al dominio del titular. Se
obtiene, así, que queden disminuidas o reducidas las facultades que corresponde
al dueño de la cosa, atribuyendo a otro la facultad de uso o goce o de una parte
de ella. [...] No se altera en tales casos el dominio básico del mismo, ni aun en
los casos extremos en que se ha llegado a despojarlo casi de todo su contenido
en forma temporal y él recuperará automáticamente su plenitud en cuanto se
hayan extinguido los derechos a favor de otros, que obran como limitaciones. Al
cesar la comprensión, el dominio vuelve a expandirse y recupera su contenido
normal, todo ello sin menoscabo alguno, durante la disminución, del vínculo
de pertinencia al propietario”.
En efecto, el derecho de propiedad es un poder complejo, elástico, sus
ceptible de ser restringido por la existencia de otros derechos reales limitados
sobre el bien, pero en cuanto se extingan las relaciones jurídicas que crearon esos
77 M e s s in e o , ob. c i t . , p. 258.
M a n u a l d e D e re c h o c iv il y c o m e rc ial,
78 N o vo a M E duardo, E l d e re c h o d e p ro p ie d a d p riva d a . C on c e p to - E vo lu c ió n
o n t r e a l ,
C rític a , 2 .a ed., Caracas: Centro de E studios Políticos Latinoamericanos, 1989, pp. 3:
y 32.
89
An í b a l t o r r e s v á s q u e z | d e r e c h o s r e a l e s (t o m o id
90
T Í I L ! (i !íf i A PKOPü.DAI)
q u ir ir el pocier pleno cuando cesan las razones que lo disminuyen (se extingue
el arrendamiento, la hipoteca, el usufructo, el derecho de superficie, etc.).
/ij Principal
Es principal porque tiene existencia propia, no depende de ningún otro
derecho, a diferencia de los otros derechos reales que presuponen que otra per
sona es el titular del derecho de propiedad, del cual derivan su existencia; por
ejemplo, el acreedor hipotecario deriva su derecho de hipoteca del derecho de
propiedad del hipotecante.
vil. CLASIFICACIÓN
E xisten diversas clases de propiedad, pero sustancialmente en todas es la
misma, en todas su esencia radica que es el derecho real que otorga las mayores
facultades de usar, gozar y disponer material y jurídicamente de un bien.
El T ribunal Constitucional en el E xpediente N.° 3773-2004-AA/T C
señala: “Los bienes de propiedad del E stado pueden ser de dominio público o
de dominio privado”. [...] vista la existencia de una variada e ilimitada gama
de bienes sobre los que puede configurarse la propiedad (urbanos, rurales,
muebles inmuebles, materiales, inmateriales, públicos, privados, etc.), puede
hablarse de diversos estatutos de la misma, los que, no obstante asumir matices
particulares para cada caso, no significan que la propiedad deje de ser una sola y
que, por tanto, no pueda predicarse respecto de la misma elementos de común
configuración. Corresponderá, en todo caso, a la magistratura constitucional,
la construcción de los perfiles correspondientes a un contenido esencial del
derecho a la propiedad que, de cara a lo postulado por nuestro ordenamiento
fundamental, pueda predicarse como común denominador de las diversas clases
o manifestaciones de la misma”.
La propiedad se puede dividir en las siguientes clases:
a) Por el sujeto:
a. 1) P ro p ied a d d e l E sta do
91
AN ÍB AL T O R R E S VASQ UE Z j D E RE CHO S RE ALE S (T O M O II )
D entro de los bienes de dominio público hay unos que son por su propia
naturaleza de uso público, por ejemplo, los ríos, las playas, el mar; y otros, que
para ser considerados de uso público, necesitan de un acto de administración
que así los declare, v. gr., las plazas, los caminos, las calles, los cuales están
destinados al uso de todos los habitantes. Cuando un bien del E stado decla
rado de uso público ya no cumpla con su finalidad de servicio o de utilidad
pública, puede mediante otro acto de administración ser desafectado de su
uso público e incorporarse al dominio privado del E stado.
Los bienes de dominio privado del E stado no están afectos al uso ni al
servicio público. Se rigen por el D erecho privado, dado a que el E stado actúa
en condición de igualdad con los particulares.
El art. 73 de la Constitución prescribe: “Los bienes de dominio pú
blico son inalienables e imprescriptibles. Los bienes de uso público pueden
ser concedidos a particulares conforme a ley, para su aprovechamiento eco
nó mico”. A co n tr a r i o sen su , los bienes de dominio privado del E stado son
objeto del derecho de propiedad, pues, pueden ser libremente enajenados,
además son imprescriptibles. Sin embargo, la Ley N.° 2961 8, vigente desde
el 24 de noviembre del 2 0 1 0 , dispone la im prescriptibilidad de los bienes
de dominio privado del E stado. Conforme a esta normatividad, los bienes
de dominio público y de dominio privado del E stado son imprescriptibles.
Sin embargo, los que han usucapido antes del 24 de noviembre del 2010
pueden entablar juicio para que se les declare propietarios (art. 9 5 2 ), puesto
que la ley no tiene efectos retroactivos (art. 103 de la Constitució n).
b . l ) P ro p ied a d m u eb le
Es la que recae sobre los bienes muebles, que son aquellos que pueden
trasladarse de un lugar a otro conservando su integridad (mesas, automóviles,
etc.). Son bienes muebles los enumerados en el art. 886.
92
r í II. I O I I I 1 .’ P K O I ’II D A D
b .2 ) P ro p ied a d in m u eb le
b .3 ) P ro p ied a d co rp o ra l y p r o p i e d a d in co rp o r a l
que no pueden tocarse, cuales son las que consisten en un derecho, como la he
rencia, el usufructo y las obligaciones de cualquier modo contraídas” (1.8.1.1 )'S2.
La propiedad corporal llamada también material es la que puede ser per
cibida por los sentidos (una casa, un terreno, etc.); y la propiedad incorporal,
denominada también inmaterial, está constituida por derechos (derecho de
c o n c e s i ó n de la explotación de una mina, patentes de invención, etc.).
El art. 884 dispone que las propiedades incorporales se rigen por su le
gislación especial.
La Constitución garantiza la propiedad sobre la creación intelectual,
artística, técnica y científica (art. 2.8).
El D. Leg. N.° 822 regula los derechos de autor.
El D. Leg. N.° 1075 aprueba las D isposiciones Complementarias a la
Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina que establece el Ré
gimen Común sobre Propiedad Industrial: a) las patentes de invención; b) los
certificados de protección; c) las patentes de modelos de utilidad; d) los diseños
industriales; e) los secretos empresariales; 0 los esquemas de trazado de circuitos
integrados; g) las marcas de productos y de servicios; h) las marcas colectivas; i)
las marcas de certificación; j) los nombres comerciales; k) los lemas comerciales;
y 1) las denominaciones de origen.
b .4 ) P ro p ie d ad m in e ra
93
A n íb a l t o r r e s v á sq u ez [ d e r e c h o s r e a l e s ( T o m o in
b .5 ) P r o p ied a d h o riz o n ta l
b .6 ) M u ltip ro p ied a d
El art. 1 del D. Leg. N.° 706, del 5 de noviembre de 1991, establece: “Art.
1. Se consideran E stablecimientos T urísticos a T iempo Compartido, aquellos
en los cuales sus titulares gozan de un derecho de copropiedad afectado al
disfrute periódico y exclusivo hasta por el plazo de treinta años renovables, lo
que deberá constar en el contrato a que se refiere el artículo siguiente. D urante
el plazo contractual los titulares podrán donar, transferir, legar y en general
realizar cualquier acto previsto en el Código Civil y dentro del marco de esta
modalidad”. La multipropiedad es una propiedad por turnos.
b .7 ) P ro p ied a d p le n a y p r o p i e d a d n u d a
94
r n u . o l l l : L A PKOtMLDAl.)
C o nco rdancia: Const.: art. 2.16 , 70 al 73; CC: arts. 136, 327, 488,
892, 976, 999, 1099.1, 1130, 1484, 1599.
C o m e n tario :
95
A N ÍBA L T O R R E S V Á S Q U E Z j DF.RFC1 IO S REAS ES (T O M O 11)
96 !
í ¡1 IjL.O Iij ; LA PU OPÜ.DAI)
recho se encuentra limitado, pues indica que el derecho de propiedad debe ser ejercido
en armonía con el bien común y dentro de los límites de la ley. Al respecto el T ribunal
Constitucional en la sentencia recaída en el E xpediente número 0008-2003-AI /T C,
sostuvo que: 'E l derecho a la propiedad establecido en los incisos 8 y 16 del artículo
2 de la Constitución, es concebido como el poder jurídico que permite a una persona
usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Así, la persona propietaria podrá servirse
directamente de su bien, percibir sus frutos y productos, y darle destino o condición
conveniente a sus intereses, siempre que ejerza tales actividades en armonía con el bien
común y dentro de los límites establecidos por la ley; e incluso podrá recuperarlo si al
guien se ha apoderado de él sin derecho alguno’. Asimismo, señala que: ‘D icho derecho
corresponde, por naturaleza, a todos los seres humanos; quedando estos habilitados
para usar y disponer autodeterminativamente de sus bienes y de los frutos de los mis
mos, así como también transmitirlos por donación o herencia. Como tal, deviene en
el atributo más completo que se puede tener sobre una cosa’. Sobre dicho límite, Jorge
Avendaño Valdez, refiere que, ante la pregunta elemental de: ‘¿Cómo se puede expli
car que la propiedad sea un derecho absoluto y al mismo tiempo admita limitaciones
o restricciones? La respuesta es que comparativamente con otros derechos reales, la
propiedad es absoluta. N ingún otro derecho real confiere todas las facultades juntas.
Pueden estar restringidas, pero están todas’. (Jorge Avendaño Valdez, 2010, en C ód ig o
C ivil c o m e n tad o , Lima. E ditorial G aceta Jurídica, T ercera E dición, Lomo v, p. 139)”.
87 W o l f f , iYlartín, D e re c h o d e cosas , vol. i, Pose sión - D e re c h o in m o b ilia rio , P ro p ie d ad , 3.'1
ed., trad. por Blas Pérez G onzález y José Alguer, B arcelona: Bosch, 1971, p. 326.
97
A N IB A L T O R R E S V Á S Q U E Z j D E R E C H O S R EA LES ( T O M O II )
mayor sometimiento a la voluntad del titular, por tanto, es el poder más extenso
y completo que puede tener su titular sobre una cosa.
La propiedad o dominio es el derecho real por excelencia que una persona
tiene sobre un bien, en virtud del cual el propietario puede ejercer el más amplio
y completo poder que es posible tener sobre un bien, como usar { ius u ten d i ),
disfrutar { ius f u ten d i), disponer { ius a b u ten d i ), reivindicar { ius vin d ica n d í) y
todo poder de utilización, de manera exclusiva respecto del bien y excluyeme
respecto de terceros, siendo por ello calificado como un derecho absoluto, pero
que, como todo derecho, está sujeto a las limitaciones establecidas por el orde
namiento jurídico88.
D esde el D erecho romano, el derecho de propiedad comprende el ius
u ten d i , el ius f r u e n d i , y el ius a b u ten d i. N ingún otro derecho real otorga al titular
todos estos atributos juntos.
El ius u ten d i es el derecho del propietario de usar el bien para la satisfacción
de sus intereses, en armonía con el bien común y dentro de los límites de la ley.
El ius u ten d i implica el derecho de poseer { iusp ossid en d i) el bien.
El ius fr u e n d i es el derecho que tiene el dueño de gozar de los frutos (na
turales, industriales y civiles) y de los productos que genere el bien, así como de
consumir el bien. El propietario de un bien lo es también de todo aquello que
dicho bien produce, con o sin su intervención.
El ius a b u ten d i es el derecho del propietario de d isp o n er del bien (enaje
narlo, gravarlo). Como el bien está bajo su dominio, puede hacer con él lo que
desee (venderlo, donarlo, renunciar a su derecho, abandonar el bien; constituir
en favor de otra personas un derecho limitado como el usufructo, servidumbre,
hipoteca, etc.), incluso dañarlo o destruirlo, siempre que no afecte la función
social de la propiedad. Por ejemplo, el propietario no puede destruir un bien
que constituye patrimonio cultural de la nación.
La d isp o sició n del bien puede ser jurídica o material. Es jurídica cuando
el propietario enajena el bien a título oneroso (venta, mutuo, suministro en
propiedad, etc.) o gratuito (donación, anticipo de herencia, legado, etc.) o
constituyendo derechos a favor de otro, v. gr., arrendándolo, hipotecándolo.
98
La disposición m a teria l es, por ejemplo, sembrar, edificar, consumir, demoler
t a la r , destruir el bien.
El propietario tiene la libertad de disposición y gravamen de sus bienes,
s a lv o que la ley no lo permita, ejemplo, no se puede transferir a extranjeros, bajo
89 Cas. N.° 3 0 17-2000-Lima: “La acción reivindicatoría es la acción real por excelencia,
pues protege el derecho real de propiedad, uno de cuyos atributos es, precisamente, la
posesión, siendo oportuno señalar que mediante dicha acción el propietario no posee
dor de un bien obtiene la restitución por parte del poseedor no propietario”.
Cas. N.° 694-98-L a Libertad: “La acción reivindicatoría es la acción real por excelen
cia, ya que protege el derecho real más completo y perfecto que es el dominio; por ella
se reclama no solo la propiedad, sino también la posesión, es la que puede ejercitar el
propietario no poseedor de un bien determinado para que el poseedor no propietario se
lo restituya”.
99
A M ! i Al TO Ü H S'S V A S U U K Z j ! JKHÍ'XÜ ÍO S R t'A iJ íS (T O M O !I¡
100
los límites y con la observancia de las obligaciones establecidas por el ordena
miento jurídico”. La jurisprudencia italiana ha resuelto: “el derecho de utilizar
y disponer de las cosas de modo pleno y exclusivo, cuando se trate de efectuar
en un fundo las obras necesarias para su mejor disfrute, está sujeto al principio
general n em in em la ed ere por el cual el propietario incurre en responsabilidad
aquiliana por los perjuicios ocasionados a terceros, incluido el propietario del
fundo vecino, con la realización de tales obras sin la observancia de las reglas
comunes de diligencia y prudencia”93.
Cuando se dictó el Código de 1984 estaba vigente la Constitución de
1979, la cual aludía al in terés so cia l como referente para el ejercicio del derecho
de propiedad. La Constitución vigente de 1993 ha sustituido el concepto de
interés social por el de b ien co m ú n . Acorde con la Constitución de 1979, el
art. 923 del Código establece que el derecho de propiedad debe ser ejercido en
armonía con el in terés so cia l y dentro de los límites de la ley9'4.
1 0 1
A N ÍB A i T oK U i-'S V A S Q U K / | D K K K C i IO S Rf'.AI KS ( PO M O II)
102
T É 1 L I . O Í1 I | i.A P R O l’iH D A !)
103
A \ ! B \ ! T O R R K V ÁSQ U KZ i DHR1IC1 iOS RíiAl.üS í l'O M O iij
104
! : : !. ü i ili i.\ i Ü O Í’i! !)M )
usar, disponer, disfrutar y reivindicar el bien, porque el contenido del art. 923 es
i n d e r o g a b le por las partes que celebren un acto jurídico, por ser de orden público
que establece la ley en resguardo del ambiente”. “Artículo 23 .- Los gobiernos locales
deben evitar que actividades o usos incompatibles, por razones ambientales, se desa
rrollen dentro de una misma zona o en zonas colindantes dentro de sus jurisdicciones.
T ambién deben asegurar la preservación y la ampliación de las áreas verdes urbanas y
periurbanas de que dispone la población. Las instalaciones destinadas a la fabricación,
procesamiento o almacenamiento de sustancias químicas peligrosa o explosivas deben
ubicarse en zonas industriales, conforme a los criterios de la zonificación aprobada por
los gobiernos locales”.
98 ST C E xpediente N.° 0 3 2 5 8 -2 0 1 0-PA/TC.
105
A N ÍBA L TO R K F.S VÁSQUF.Z D E R E C H O S REAI.K S (T O M O III
E l a r t . 9 2 3 d e l C ó d ig o C i v i l d is p o n e q u e e l d e r e c h o d e p r o p ie d a d “ d e b e
e je r c e rs e e n a r m o n ía c o n e l in t e r é s s o c ia l” y e l a rt . 7 0 d e la C o n s t it u c ió n p re s c ri
b e q u e e l d e r e c h o d e p r o p ie d a d se e je rc e “ e n a r m o n ía c o n e l b ie n c o m ú n ” . L as
e x p r e s io n e s “ in t e r é s s o c ia l” y “ b ie n c o m ú n ” s o n e q u iv a le n t e s , h a c e n re fe r e n c ia
a la fu n c ió n s o c ia l q u e d e b e c u m p lir e l d e r e c h o d e p r o p ie d a d .
E l T r ib u n a l C o n s t it u c io n a l h a r e s u e lt o " :
12. E n c o n se c ue n c ia, el c o n t e n ido co nsi iruc io n alm e n t e p ro te gido del derec h o de pro pie
dad no p ue de de t e r m in ar s e ún ic a m e n t e b ajo la ó p t ic a de los intereses p ar t ic ulare s ,
c o m o lo en f o c an los de m an dan t e s , sino q ue deb e t o m arse en c ue n t a, n e c e sariam e n t e ,
el derec h o de pro piedad en su dim e n s ió n de f un c ió n so c ial.
E l d e r e c h o d e p r o p ie d a d e s t á n o r m a lm e n t e lim it a d o p o r e l in t e r é s s o c ia l,
d e m o d o q u e e l p r o p ie t a r i o d e b e e je r c e r s u d e r e c h o c o o r d in a n d o c o n la p o s i
b ilid a d d e l e je r c ic io d e s u s r e s p e c t iv o s d e r e c h o s p o r lo s d e m á s p r o p ie t a r io s . E l
p r o p ie t a r io n o s o lo t ie n e e l d e r e c h o s in o t a m b ié n e l d e b e r d e e x p lo t a r e l b ie n
c o n fo r m e a s u n a t u r a le z a p a r a s a t is fa c e r s u s p r o p io s in t e re s e s y e x p e c t a t iva s ,
p e r o a r m o n iz á n d o lo s c o n el b ie n c o m ú n d e la c o le c t iv id a d a la q u e p e r te n e c e ;
e s te d e b e s e r e l d e s t in o n a t u r a l q u e se d e b e d a r a lo s b ie n e s e n e l d e s a r r o llo d e
t o d a a c t iv id a d e c o n ó m ic a .
F u e r a d e l in t e r é s s o c ia l y d e lo s lím it e s le g a le s , n a d ie p u e d e u n ila t e r a lm e n t e
im p e d ir q u e e l p r o p ie t a r i o e je rz a lo s p o d e r e s in h e r e n t e s a la p r o p ie d a d . L a ju r is
p r u d e n c ia it a lia n a h a r e s u e lt o : “ E l p r o p ie t a r i o t ie n e e l p le n o d e r e c h o d e u s a r y
g o z a r d e la c o s a , p o r t a n t o c u a lq u ie r in t e r v e n c ió n d e l v e c in o d ir ig id a a lim it a r
t a l u s o o g o c e c o n s t it u y e p e r t u r b a c ió n d e l d e r e c h o d e p r o p ie d a d s o b r e la c o s a y
le g it im a a l p r o p ie t a r io a d e m a n d a r n o s o lo la c e s a c ió n d e t a l p e r t u r b a c ió n , s in o
t a m b ié n e l r e s a r c im ie n t o d e lo s d a ñ o s ” 100.
99 S T C d e l 5 1 . 8 . 2 0 1 7 , E x p e d ie n t e N . ° 0 6 2 5 1 - 2 0 13 - P A / T C , L im a .
10 0 C a s . 3 . 1 0 . 1 9 7 4 , n .° 2 5 7 6 , e n R u p e r t o , L a giurisprudenz a sul C ódice C ivile, ob. c it. , p. 13 0 .
106 |
Ti' lLLOIi] I I A i:' K()l!ll !)'\n
y art 70) como el Código Civil (art. 923) reconocen que presenta una doble
dimensión: la institucional (llamada también objetiva) y la subjetiva. La función
social y la utilidad individual son las dos caras de la propiedad.
La d im en sió n in stitu cio n a l se refiere tanto a la función social que cumple
la propiedad, como a la pluralidad de propiedades que regula el ordenamiento
jurídico de acuerdo con las funciones que cumplen los diversos tipos de bienes
objeto del derecho de propiedad.
Desde la perspectiva institucional, la propiedad es la institución básica de
la e c o n o m í a social d e m e r c a d o c o n s a g r a d a el art. 5 8 d e la C o n s t i t u c i ó n 10 1, la cual
s i g n i fic a que la satisfacción del interés económico individual se debe obtener sin
afectar el interés social, y sin caer en los extremos del liberalismo o del socialismo.
E s la propiedad e l soporte fundamental último de la denominada “Constitución
107
ANÍBAL. T O R R E S V Á SQ U E X | D E R E C H O S R E A L E S (T O M O II)
108
T Í T U L O HJ I LA P K . O L i L D Ai !
109
A N ÍB A L T Q R R í S V Á S Q U E Z | D E R E C H O S R EA LES (T O M O I I )
C o n c o r d a n c ia : C C : arts. II T P, 1969.
C o m e n tario :
110
’í i i ,i O Hí ! ! A PROPU.I.VU)
104 La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima (E xp. N.° 888-92) ha resuelto: “Si
el emplazado se ha excedido en el “ejercicio de su derecho” que tiene sobre el inmueble
de su propiedad, dado en arrendamiento al accionante, al haber procedido a cortar los
servicios de agua y fluido eléctrico; el accionante-perjudicado, tiene derecho a ser in
demnizado por los daños ocasionados, a tenor del numeral 924 del Código sustantivo”.
11 1
A N ÍK A i. T O K K i- S V A S Q U i A ' | D W U T H O S R I'.AÍ.K S ( T O M O ¡])
1 1 2
de interés social y de convivencia social pacífica. Así, por razones
ra z o n e s
H g a d a s con el bien común, las atribuciones del propietario de uso y goce del
b i e n pueden ser objeto de restricciones impuestas por ley, las cuales se tradu
pública definidos por una ley especial del Congreso que ordene la expropiación,
previo pago de una indemnización justipreciada que incluya la compensación
por el eventual perjuicio. La expropiación será inconstitucional cuando: a) no
exista lev del Congreso que declare la expropiación; b) exista ley, pero esta se
fundamente en motivos distintos a la seguridad nacional o seguridad pública;
c) exista ley que señale los motivos constitucionales para la expropiación, pero
no se paga la indemnización. En cualquiera de estos supuestos se está ante una
confiscación que el ordenamiento jurídico proscribe111'’.
114
' í ' Í I U . n ¡íl | LA i >H(>! Mi ¡)- \ !)
1I 5
A N ÍIO U T O R R t'S V A S v U i./ | D E R E C H O S IU-AI K.S (T O M O I f )
107 Ley N.° 27 97 2. [T ítulo VI El uso de la propiedad en armonía con el bien común. Ca
pítulo único]. Artículo 88.- Uso de la propiedad inmueble
Corresponde a las municipalidades provinciales y distritales dentro del territorio de su
jurisdicción, velar por el uso de la propiedad inmueble en armonía con el bien común.
Artículo 89.- D estino de suelos urbanos
Las tierras que son susceptibles de convertirse en urbanas solamente pueden destinarse
a los fines previstos en la zonificación aprobada por la municipalidad provincial, los
planes reguladores y el Reglamento Nacional de Construcciones. Todo proyecto de
urbanización, transferencia o cesión de uso, para cualquier fin, de terrenos urbanos y
suburbanos, .se someterá necesariamente a la aprobación municipal.
Artículo 90.- O bras inmobiliarias
La construcción, reconstrucción, ampliación, modificación o reforma de cualquier in
mueble, se sujeta al cumplimiento de los requisitos que establezcan la Ley, el Regla
mento Nacional de Construcciones y las ordenanzas o reglamentos sobre seguridad
de D efensa Civil, y otros organismos que correspondan, para garantizar la salubridad
y estética de la edificación; asimismo deben tenerse en cuenta los estudios de impacto
ambiental, conforme a ley.
Artículo 9 1 Conservación de las zonas monumentales
Las municipalidades provinciales, en coordinación con el I nstituto N acional de Cultura
o a su solicitud, pueden establecer limitaciones especiales por la necesidad de conserva
ción de zonas monumentales y de edificios declarados monumentos históricos o artísti
cos, de conformidad con las leyes sobre la materia y con las ordenanzas sobre protección
urbana y del patrimonio cultural.
Artículo 92 .- Licencia de construcción
T oda obra de construcción, reconstrucción, conservación, refacción o modificación de
inmueble, sea pública o privada, requiere una la licencia de Sistema Peruano de Infor
mación Jurídica construcción, expedida por la municipalidad provincial, en el caso del
cercado, y de la municipalidad distrital dentro de cuya jurisdicción se halla el inmueble,
previo certificado de conformidad expedido por el Cuerpo G eneral de Bomberos Vo
luntarios o del Comité de D efensa Civil, según corresponda, además del cumplimiento
de los correspondientes requisitos reglamentarios. Las licencias de construcción y de
funcionamiento que otorguen las municipalidades deben estar, además, en conformi
dad con los planes integrales de desarrollo distrital y provincial.
Artículo 93.- Facultades especiales de las municipalidades
Las municipalidades provinciales y distritales, dentro del ámbito de su jurisdicción, es
tán facultadas para: 1. O rdenar la demolición de edificios construidos en contravención
del Reglamento N acional de Construcciones, de los planos aprobados por cuyo mérito
se expidió licencia o de las ordenanzas vigentes al tiempo de su edificación.
2. O rdenar la demolición de obras que no cuenten con la correspondiente licencia de
construcción.
3. D eclarar la inhabitabilidad de inmuebles y disponer su desocupación en el caso de
estar habitados.
4. Hacer cumplir, bajo apercibimiento de demolición y multa, la obligación de con-
1 16
Se entiende que las municipalidades para el ejercicio de estas facultades
deben citar a los afectados para que ejerzan su derecho de defensa108.
principios especiales:
1. L e g alid ad . Solo por norma con rango de ley cabe atribuir a las entidades la potestad
A N ÍB A L rO R R K S V \ S ü U 7 D i R E I ¡IO S Rl Al.F.S (T O M O II)
118
1í r u C) III i PRO!>l! D A !,1
1 19
A N ÍB A L T O R R E S V A S Q U E Z | D E R E C H O S R EA LES (T O M O 11.)
120
T í n .i.o II] i LA P R O P Í!- ¡)AÍ)
o n e r o s o , total (que el comprador no puede enajenar todos los bienes que compra,
e t c . ) , parcial (que no puede enajenar algunos de los bienes que compra, etc.),
111 Resolución N.° 0 1 1 -2 0 1 1-SUN ARP-T R-T del 01 .1 1.2 011 : “Conforme con el artículo
882 del Código Civil no se puede establecer contractualmente la prohibición de enajenar
o gravar, salvo que la ley lo permita. En caso las partes convengan contra este designio,
dichas clausulas son nulas (o se tienen por no puestas) en atención con lo dispuesto por
el artículo V del T ítulo Preliminar del Código Civil, según el cual es nulo el acto jurídico
contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres” (1).
112 Resolución N.° 1261-2009-SU N AR P -T R -L , del 14.8.2009. “Las restricciones estable
cidas por pacto entre las partes que importen claramente una limitación a alguno de los
atributos del derecho de propiedad sí son actos inscribibles en el registro".
113 L a c r u z , José y Francisco S a n c h o , D e re c h o in m o b ilia rio re g istral, 2 .J ed., B arcelona:
121
AN ÍB AL T O R R E S V ÁSQ UE Z | D E RE CHO S RE ALE S (T O M O I I )
1. Introducción
La propiedad es el derecho real fundamental e inviolable, del que no
puede privarse a nadie, sino exclusivamente por cuasa de seguridad nacional o
necesidad pública, y que debe ejercerse en armonía con el interés social y dentro
de los límites de la ley (art. 70 de la Const.).
Contiene el más amplio poder jurídico atribuido a un sujeto para poseer
(ius p ossessionis ), usar { ius u ten d í) , disfrutar { ius fr u e n d i ) y disponer (ius a b u-
ten d i ) el bien del cual se es dueño, poder que debe ejercerse en armonía con el
bien común115 y dentro de los límites de la ley (art. 923). El conjunto de estos
atributos o facultades delimitan el contenido del derecho de propiedad como
un derecho a b so lu to (con las limitaciones de ley), ex clusivo respecto de un bien y
excluyeme respecto a terceros, y p er p etu o (no está sujeto a un plazo de duración
y no se extingue por el solo no uso). La acción por excelencia de defensa de la
propiedad es la reivindicatoria, a la cual el art. 923 menciona como una de las
facultades del propietario, pero en esencia la acción reivindicatoria es uno de
los mecanismos de defensa de la propiedad.
La p r o p ied a d p len a confiere al propietario todos los poderes antes señalados,
pero puede ser limitada en estos poderes hasta ser reducida al estado de nud a
p r o p i e d a d con la constitución sobre el mismo bien de uno o más derechos reales
menores (posesión, uso, hipoteca, usufructo, etc.) en favor de personas distintas
al dueño. Por ejemplo, en el usufructo, el usufructuario tiene la posesión, uso y
goce del bien, correspondiendo al nudo propietario solamente los derechos de
disposición y reivindicación.
Casi siempre a todo derecho real corresponde un adecuado derecho de
posesión (iu sp o ssid en d i ), de modo que si sobre el bien concurren varios derechos
reales, concurren también varias posesiones correspondientes a cada uno de esos
122 |
d e re c h o s . En el caso del usufructo, el usufructuario es el poseedor in m ed ia to y
el propietario es el poseedor m ed ia to . El propietario siempre tiene el derecho a
] a p o s e s i ó n inmediata o mediata; puede tener la posesión correspondiente a la
d e l bien (art. 1097); la garantía mobiliaria sin desposesión del bien (Ley N.°
123
A N ÍB A I, T O R R E S V A SQ U EX j D E R E C H O S R EA LES (T O M O 11.)
1 18 G ayo 4, 2: “In personam actio est, qua agimus cum aliquo, qui nobis vel ex contráctil
vel ex delicto obligatus est, ¡d est cum intendimus daré facere praestare oportore. 3. In
rem actio est, cum aut corporalem rem intendemus nostram esse, aut ius aliquod nobis
competere, veluti utendi fruendi, eundi agendi aquamve ducendi vel alrius tollendi
prospiciendive; aut cum actio ex diverso adversario est negativa” (La ac c ió n p e rso n al es
aquella con la cual actuamos en contra de quien está obligado hacia nosotros por un
contrato o por un delito, o sea cuando hacemos valer la pretensión de lo que debe dar
hacer o garantizar. Se tiene la ac c ión re al cuando hacemos valer la pretensión que una
cosa corporal es nuestra o sobre la que nos pertenece algún derecho, como el uso o el
usufructo, la servidumbre de paso y de sacar agua o de sobreelevar o de vista; o cuando
la acción, en cuanto promovida por la parte contraria, es formulada en términos nega
tivos).
119 AIsina, citando a Chiovenda, expresa: “En el derecho romano no se clasificaban los
derechos, sino las acciones. Los términos ac tio in re m , ac tio in p e rso n am , se referían a
aquella parte de la fórmula llamada in te n tad o , en la que el demandante hacía conocer
su pretensión, y que era in re m cuando el nombre del demandado no figuraba porque
no era necesario, lo que ocurría cuando se invocaba un derecho real; o impersonal,
siempre que la designación del demandado era indispensable, lo que ocurría cuando se
invocaba un crédito, pues no se puede ser acreedor en forma indeterminada sino con
relación a alguna persona. El derecho moderno ha adoptado esta terminología, pero
con un sentido distinto: para distinguir la acción real de la personal habrá que investigar
si ella supone la existencia de una obligación; en caso afirmativo, será personal; en caso
negativo, será real”. A l s i n a , Hugo, T ratad o te óric o p rác tic o d e D e re c h o p ro c e s al c iv il y
c o m e rc ial, t. i, T ucumán-B uenos Aires: Compañía Argentina de E ditores, 1941, p. 205.
124
'i'! i U O Í.H : lo. ¡’K Ü P H ,!)A1)
125
A N ÍBA L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O S R HALES (T O M O 11}
Artículo 2248 .- F inalidad de las acciones reales v lesión que las habilita
La acción reivin d ica to ría tiene por finalidad defender la existencia del derecho real que
se ejerce por la posesión y corresponde ante actos que producen el desapoderamiento.
La acción n ega to ria tiene por finalidad defender la libertad del derecho real que se ejerce
por la posesión y corresponde ante actos que constituyen una turbación, especialmente
dada por la atribución indebida de una servidumbre u otro derecho inherente a la
posesión.
1,a acción confesoria tiene por finalidad defender la plenitud del derecho real y corresponde
ante actos que impiden ejercer una servidumbre u otro derecho inherente a la posesión.
Las acciones reales competen también a los titulares del derecho de hipoteca sobre los
inmuebles cuyos titulares han sido desposeídos o turbados o impedidos de ejercer los
derechos inherentes a la posesión.
las inmisiones ilícitas desde una finca vecina y contra la intromisión de terceros
q u e no llegue a constituir un desposesionamiento.
127
ANÍB AI T O K RK S VÁSQ UK 7. D E RE CHO S RF.AI lis (T O M O IIJ
3. Definición
La acción reivindicatoría124 es la acción real por excelencia, imprescriptible,
de protección de la propiedad, que puede promover el p ro p ie tario 125 n o p ose e d or
(con derecho a poseer) contra el p ose e d or n o p ro p ie tario (sin derecho a poseer
frente al propietario), a fin de que sea condenado a la restitución del bien.
T res son los requisitos para acceder a la reivindicación: (i) el derecho de
propiedad del demandante sobre el inmueble sub litis, debidamente acreditado
con el respectivo título; (ii) el inmueble debe estar debidamente individualizado;
y (iii) la posesión ilegitima o precaria del demandado.
Si el demandado alega, presentando título, ser propietario del mismo
bien, el juez analizará y evaluará el título del demandante y el invocado por el
demandado para determinar quien tiene mejor derecho, siendo por ello aplicables
las normas sobre concurrencia de acreedores, prioridad registral, oponibilidad
de derechos reales y fe pública registral. En tal caso, la sentencia estimatoria de
la demanda tiene un doble efecto: d e c larativo , respecto del reconocimiento del
derecho de propiedad, y de c o n d e n a , respecto de la restitución del bien.
La jurisprudencia ha resuelto:
128 |
T Í l l i . O [TI ! I.A PRO Pí! \ ) M.)
126 “D E CIMO T E RCE RO : Q ue, en el caso de autos, se advierte que las instancias de
mérito han determinado que la propiedad del bien inmueble ubicado en la calle Las
D alias n.° 180-182, manzana, G , lote 13, urbanización Valle Sarón, Sector Pampas de
San Juan, distrito de San Juan de Miraflores, corresponde a la demandante Vanessa Al-
varez al haberlo adquirido mediante contrato de compraventa de fecha quince de abril
de mil novecientos noventa y tres, encontrándose inscrito en Registros Públicos desde
el nueve de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, según se verifica de la partida
electrónica N.° 4 2 3 0 1 9 7 3 ; en tanto que los demandados, por su parre, no cumplen
con acreditar tener algún título a su favor al no haber acreditado que las construcciones
sobre el terreno hubiesen sido efectuadas por los recurrentes; por consiguiente, el título
que esgrimen los demandados no resulta oponible al de la demandante en tanto que
el derecho de esta última se encuentra inscrito en Registros Públicos; en ese sentido, el
título de propiedad de la parte demandante debe prevalecer sobre la posesión a título
de propietaria que invoca la parte demandada”.
127 El artículo 946 del Código Civil colombiano, el artículo 889 del Código Civil chileno
y el artículo 953 del Código Civil ecuatoriano, la definen en los siguientes términos:
La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de
que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.
129
ANIBAL T'ORRÍIS VASQLEZ I DERECHOS R ü a LGn (TO M O IIJ
128 El VII Pleno Casatorio Civil, publicado el 7 .1 2 .2 0 1 5 , Cas. N.° 36 71 -20 14-L im a, esta
blece como precedente vinculante que: “En los procesos de tercería de propiedad que
involucren bienes inscritos, debe considerarse, de conformidad con lo dispuesto en la
segunda parte del artículo 2022 del Código Civil, en concordancia con los artículos
949 y 1219 inciso 1 del mismo cuerpo legal, que el derecho de propiedad del tercerista
es oponible al derecho del acreedor embargante, siempre que dicho derecho real quede
acreditado mediante documento de fecha cierta más antigua que la inscripción del
embargo respectivo”.
129 A v e n d a ñ o , Jorge, “Atributos y caracteres del derecho de propiedad'’, en P ara le e r e l C ó-
130
' i n U .O Ü I | PKOPÍCDA!)
diU'O C ivil ,
Lima: Fondo E ditorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1985,
p. 106.
130 Cas. N.° 820-2000-I ca, del 14.12.2001: “La acción reivindicatoría es la acción real por
excelencia ya que protege el derecho real más completo que es la propiedad y puede
ser interpuesto por el propietario no poseedor contra el poseedor no propietario
procediendo aun, en los casos en que el demandado ostenta título de dominio ’.
Cas. N.° 6 9 8-2 00 6 Lima, publicada el 3.7 .2 0 0 7 : “La acción revindicatoria es la acción
real por excelencia, la misma que se puede promover en cualquier momento por ser im
prescriptible, y que permite al propietario no poseedor, demandar en vía de restitución
el bien que detenta un tercero, pero además procede también la acción reivindicatoría
contra una persona que ostenta también títulos de dominio respecto del mismo bien,
y que incluso pudiera tener su derecho inscrito en los Registro Públicos, en cuyo caso
debe dilucidarse dentro del mismo proceso de reivindicación quién es el que tiene el
mejor derecho de propiedad, y si bien el mejor derecho de propiedad puede promoverse
en vía de acción no se trata de una acción real “stricto sensu” y no es necesariamente una
acción aparte o independiente de la reivindicatoría, sino que está incursa dentro de ella
como una cuestión probatoria”.
Cas. N.° 729-2006-L ima: “[La acción reivindicatoría] puede ser entendida como la
acción que tiene todo propietario para que dicho derecho le sea reconocido frente al
demandado y que como consecuencia de ello se le restituya la posesión del bien; en
cerrando de esta forma dicha acción un doble efecto: un efecto declarativo, respecto
del reconocimiento del derecho; y un efecto de condena, respecto de la restitución del
bien”.
La Cas. N.° 33 12 -20 13-Junín. “111. Por la acción reivindicatoría prevista en el artícu
lo 927 del Código Civil, el propietario no poseedor puede demandar al poseedor no
propietario la entrega de su propiedad siendo esta acción imprescriptible recayendo la
carga de la prueba del derecho de propiedad sobre el reivindicante quien ha de probar
que es el propietario de la cosa que reclama pues mediante el ejercicio de la acción rei
vindicatoría se tiende a recuperar el bien de quien lo posee ilegítimamente por cuanto
no se trata propiamente de un atributo sino del ejercicio de la persecutoriedad que es
una facultad de la cual goza el titular de todo derecho real constituyendo el poder de
persecución y la inherencia del derecho a la cosa propio de todo derecho real y muy en
particular del derecho de propiedad, no siendo exacto que esta acción nazca cuando el
propietario ha perdido la posesión del bien pues también puede demandar quien no
tenga la misma la cual solo procede cuando se reclama una cosa señalada de manera
131
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z ¡ D E R E C H O S R E A LES (T O M O II)
Pothier131 dice que “es una acción que nace del dominio que cada uno tiene
de las cosas particulares, por la cual el propietario que ha perdido de las mismas la
posesión, la reclama y la reivindica contra el que la tiene y hace que sea condenado
a restituirla’'. Por su parte, M u s t o 132 expresa que está legitimado para entablar la
acción reivindicatoría quien tiene la pretensión de propiedad, contra quien resista
esta pretensión, sea que alegue ser propietario o bien rehúse la entrega de la cosa;
o sea si lo que se discute es el derecho en sí, la acción no es de mera condena sino
que previamente tendrá el juez que decidir a quién corresponde la titularidad del
derecho, en otras palabras, tendrá que hacer un juicio declarativo de certeza.
La acción (pretensión)133 reivindicatoria es de naturaleza real, por tanto,
inseparable de la propiedad de que dimana, luego del despojo o de la indebida
posesión. Es una acción recuperatoria, toda vez que su finalidad es obtener la
restitución del bien.
En el proceso de reivindicación se enfrenta la propiedad con la posesión,
pero si el demandado alega ser propietario presentando título de dominio del
bien en litis, entonces el enfrentamiento es entre títulos de propiedad, caso en
el que el juez, antes de pronunciarse sobre la reivindicación, debe declarar a
quién corresponde el derecho de propiedad, si al demandante o al demandado.
Si declara que el titular del derecho de propiedad es el demandante, condenará
al demandado a la restitución del bien.
La reivindicatoria no procede contra el poseedor que ha obtenido la po
sesión de parte del propietario o persona autorizada por este, pues en tal caso
existe un vínculo obligatorio entre propietario y poseedor que origina una acción
personal. Si el que en virtud de un contrato arrendamiento, usufructo, comoda
to, depósito134, etc., celebrado con el propietario, entra en posesión de un bien,
132
el contrato, se niega a devolver el bien, el propietario no tiene la
fin a liz a d o
e n la c u a ^ tendría que probar ser el propietario del bien arrendado, prueba que
n o s i e m p r e resulta fácil, sino tan solo la acción personal derivada del contrato
d e arrendamiento, limitándose a probar la existencia de este contrato y que el
p la z o se ha vencido, prueba que no ofrece ninguna dificultad, razón por la que
l a a c c i ó n se tramita en la vía del proceso sumarísimo (art. 546.4 del CP C). Pero
dado puede oponerle el acto jurídico del cual se deriva dicha relación. Si el
propietario ejerce las acciones personales de rescisión, resolución, anulación
u otra que ponga fin a la relación obligatoria por la que cedió la posesión,
puede acumular a estas la de restitución del bien, no habiendo necesidad de
que recurra a la reivindicatoria.
El propietario que ha sido despojado de la posesión hace menos de un año
puede evitar acudir a la acción reivindicatoria y utilizar el interdicto de recobrar
(art. 921 del CC y art. 603 del CPC) a fin de recuperar la posesión sin tener que
probar la propiedad, sino solamente el hecho de la posesión y el acto desposesorio
(art. 600 del C P C )I3\ y sin tener que recurrirá un proceso de conocimiento sino a
un proceso sumarísimo (art. 546.5 del CPC). Pero, aun estando dentro del año, si
no pueda probar el hecho de la posesión o el acto desposesorio, acudirá a la acción
reivindicatoria. Si hace más de un año que el propietario perdió la posesión, le
queda la acción reivindicatoria para lograr la restitución del bien.
D e re c h o c ivil,
ob. cit., p. 563.
135 E ntre los efectos procesales de la posesión está el derecho que le asiste al poseedor de
servirse de los interdictos, incluso contra quienes ostenten otros derechos reales de dis
tinta naturaleza sobre el bien. Los medios probatorios deben referirse exclusivamente a
probar la posesión y el acto desposesorio, mas no el título que permite dicha posesión,
sea cual íuese la naturaleza de dicho acto jurídico: contractual, unilateral; inter vivos o
mortis causa (Cas. N.° 166-94-Lima, del 19.4.1995).
133
ANÍBAL TORRES VÁSQLEZ j DKRf.CliO.S REALES (TO M O II)
353.
139 Cas. N.° 1320-2000-I ca, Cas. N.° 35 62 -20 00-L im a, Cas. N.° 2 3 7 6 -2 0 0 1-Loreto, Cas.
N." 72 9 -2 0 0 6 Lima.
I 34
T Í I L I .O I Í I | LA PHOPIKDAi.)
140 Cas. N.° 1349-2000-Junín, Cas. N.° 35 88-2000-P uno , Cas. N.° 3 4 3 6 -2 0 0 0 -Lambaye-
que, Cas. N.° 8 1 6-2 00 6-Junín, Cas. N.° 729-2006-L ima.
135
A N ÍBA L T O R R E S V Á SQ U K Z D E R E C H O S RRA LES (T O M O II)
136 |
entre el derecho de propiedad y la posesión; el demandante persigue recuperar
la posesión del bien, no el derecho de propiedad que, desde ya, le pertenece. Si
el demandado pretende el título de propietario, el juez, previo al pronuncia
miento sobre la reivindicación, deberá pronunciarse etableciendo a cuál de las
partes litigantes pertence tal derecho. Es oportuno mencionar que el art. 912
coloca al poseedor en una ventaja inicial de ser reputado propietario, mientras
el accionante no demuestre lo contrario.
2) I d en tid a d en tre lo p r eten d i d o y lo p o seíd o . Sobre la identidad del bien que
se reclama, es decir, la identidad entre lo pretendido y lo poseído, el actor debe
individualizar el bien en !a demanda de tal forma que exista coincidencia plena
con el bien poseído por el demandado1' \ En otros términos, el bien sobre el que
versa la demanda de reivindicación debe ser el mismo poseído por demandado
y estar determinado en el título de dominio en que se funda la acción. La Corte
Suprema se ha pronunciado así: “La reivindicación no se puede llevar a cabo sin
haberse identificado debidamente el predio objeto de la demanda con su área,
linderos y medidas perimétricas y ubicación” (Cas. 1 144-98-Lambayeque). No
cabe la reivindicación de algo que el demandado tiene en su poder y que aun
siendo de igual género y calidad que el bien propiedad del demandante, no es
el mismo, por ejemplo, “si otro se apoderó de X kilos de trigo nuestro o de X
billetes de mil pesetas que nos pertenecen, y pretendemos reivindicar X cualquiera
kilos de trigo o billetes de a m il”14'. No se requiere de precisiones absolutas en
la determinación del bien sino basta que por sus características fundamentales
se llegue a establecer que el bien objeto de la demanda es el mismo que posee el
demandado. La Corte Suprema ha establecido que “si se advierte imprecisión so
bre el área del predio sub litis, el artículo 194 del Código Procesal C ivil1° faculta
al juzgador a disponer la práctica de las diligencias que considere convenientes
para identificar el predio materia del proceso” (Cas. N.° 657-2005-Ancash).
Si el demandado al contestar la demanda revela poseer el bien en litis queda
plenamente acreditado que el bien pretendido por el demandante es el mismo
que posee el demandado.
hacer suyo lo edificado sin la obligación de pagar su valor (Cas. N.° 1589-99-1 luaura).
143 “fS]iendo el caso de advertir imprecisión sobre el área del predio sub litis, el art. 194
del CP C faculta al juzgador a disponer la práctica de las diligencias que considere con
venientes para identificar el predio materia del proceso” (Cas. N.° 657-2005-Ancash,
publicada el 3 1 .8 .2 0 0 6 ).
144 A l b a l a d e j o , D e re c h o c ivil, ob. c i t . , p . 361.
145 C ó d i g o P r o c e s a l C i v i l . Artículo 194.- Pruebas de oficio
Cuando los medios probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes para formar
convicción, el juez, en decisión motivada e inimpugnable, puede ordenar la actuación
de los medios probatorios adicionales que considere convenientes [...].
13 7
'W íü a i r o m ! s v v s q i ü ; / ¡ D í;k i.í;h o s r k a i k s ( I'o.m o i d
3) B ien sin gu la r y reivin d ica b le. Son reivindicables los bienes singula res
(una casa, un fundo, etc.) y las u n iversa lid a d es d e h ech o (bienes que integran una
biblioteca, un rebaño, etc.). No son reivindicables las u n iversa lid a d es d e d erech o
(el patrimonio de una persona, una sucesión hereditaria)146.
El objetivo de la individualización del bien es circunscribir el debate
probatorio a una cosa concreta y que los tribunales resuelvan con pleno cono
cimiento de los hechos.
4) E l d em a n d a d o no d eb e ten er d er ech o d e p o sesió n o p o n ib le a l d em a n d a n te.
El demandado debe ser un p o seed o r sin d er ech o por ser precario (carece de título
o el que tenía se ha extinguido, como es el caso de un usurpador, un ocupan
te clandestino) o ilegítimo (desconoce el vicio que invalida su título como el
caso del que adquiere un bien de quien no tiene derecho para transferirlo, por
ejemplo, A vende a B un predio que es de propiedad de C, quien puede reivin-
dicarloM", etcétera). En suma, para vencer en la acción reivindicatoría no basta
que se acredite que el demandante es el propietario del bien, sino también que
el demandado posee sin contar con un título oponible al demandante con el
cual justifique su posesión.
Puede rechazar la reivindicación, el demandado con derecho a poseer frente
al demandante reivindicante, ya porque trae la posesión del propio reivindicante
(ej., el arrendatario) o de la persona a quien el reivindicante ha transferido la
propiedad148, o de quien el reivindicante ha autorizado la transferencia de la
posesión, por ejemplo, el propietario arrendó el bien y, con su autorización, el
arrendatario lo subarrendó.
bles, y los títulos de crédito que no fueren al portador, aunque hayan sido endosados
sin transferencia de dominio, mientras permanezcan en poder del simple tenedor.
Artículo 2410.- Una universalidad de bienes no puede ser objeto de la acción reivindi
catoría, pero puede serlo una universalidad de cosas.
Artículo 2411.- No son reivindicables las cosas futuras, ni las cosas accesorias, aunque
lleguen a separarse de las principales, a no ser que estas sean reivindicadas. T ampoco
pueden serlo las cosas inmuebles de quien las haya adquirido de buena fe y a título
oneroso. Sin embargo, el propietario desposeído tendrá acción para impugnar el acto
viciado si no tuvo intervención en él, ni consintió su realización.
147 El propietario C también puede hechar mano a la acción de nulidad por no haber ma
nifestado su voluntad para la venta (art. 219 inc. 1).
148 Cas. N.° 1 1 2 2 -2 0 18-Junín, de 4.4 .2 0 1 8 . Reivindicación: “Sumilla. No procede la
reivindicación si los codemandados han opuesto título de propiedad, por el cual el
causante del actor dispuso en vida de las fracciones de terreno ahora reclamadas y las
instancias de mérito procedieron a analizar y compulsar ambos títulos para concluir que
los demandados tienen título para poseer”.
138
T Í Y U .O i n | I.A PRÜPJLDA!)
6. Bienes reivindicables
Todo bien corporal mueble o inmueble es reivindicable, salvo las excep
ciones establecidas por ley.
En la realidad práctica, el propietario desposeído de un bien mueble,
generalmente no recurre a la acción reivindicatoría1't<), sino a la acción penal o
a la acción civil resarcitoria.
Antes de entablar la acción reivindicatoria de un bien mueble, el propieta
rio puede solicitar, en vía de prueba anticipada, que el poseedor no propietario
lo exhiba { a ctio a d ex h ib en d u m ) o pedir que se realice una inspección judicial
de dicho bien (arts. 293.4 y 295 del CPC).
En materia de bienes muebles, la posesión equivale al título, razón por la
que la acción reivindicatoria mobiliaria tiene una esfera limitada. Procede contra
todo poseedor de mala fe, siempre que este no lo haya adquirido por prescripción
(art. 927) o en tiendas o locales abiertos al público (art. 1542).
El terren o co n ed ifica cio n es realizadas por el poseedor no propietario es
reivindicable por su propietario a través de los supuestos de hecho previstos en
los arts. 941 y 943, aplicable el primero para el caso de la edificación de buena
fe y el segundo para las edificaciones efectuadas de mala fe1'’0. El propietario
! 3 9
A n í b a l t o r r e s V á s q u e z ¡ d e r e c h o s r e a i .e s ( t o m o I I )
reivindica el suelo y las construcciones, las que por accesión forman con el suelo
una unidad, previa determinación de la buena o mala fe y, consecuentemente,
de las compensaciones, indemnizaciones y sanciones según el caso, conforme a
los artículos citados.
7. Bienes no reivindicables
Por regla, todo bien, mueble o inmueble, es reivindicable, salvo las excep
ciones establecidas por ley como, por ejemplo, las siguientes:
1) No es reivindicable el patrimonio (universalidad) de una persona
sino los bienes singulares que lo integran151.
2) No es reivindicable la parte alícuota que un copropietario tiene en
el bien común, pero uno o más copropietarios pueden reivindicar el
bien para la comunidad cuando se encuentra en posesión de terce
ros (art. 979).
3) No son reivindicables los bienes adquiridos por prescripción (2do.
párrafo del art. 927). Si la propiedad se pierde porque un posee
dor la adquire por prescripción, se extingue la acción reivindicatoria
para el antiguo propietario.
4) No es reivindicable el d er ech o d e h eren cia por ser una universalidad
jurídica.
5) No son reivindicables los bienes muebles cuyo poseedor los ha re
cibido de buena fe y como propietario, aunque el enajenante de la
posesión carezca de facultad para hacerlo. Se exceptúan los bienes
perdidos y los adquiridos con infracción de la ley penal (art. 948).
6) No son reivindicables los bienes muebles adquiridos en tiendas o
locales abiertos al público. Art. 1542. “Los bienes muebles adquiri
dos en tiendas o locales abiertos al público no son reivindicables si
son amparados con facturas o pólizas del vendedor. Q ueda a salvo el
derecho del perjudicado para ejercitar las acciones civiles o penales
hacer suyo lo edificado sin obligación de pagar su valor. En el primer caso la demolición
es de cargo del invasor.
151 La Corte Suprema ha resuelto: “La acción petitoria es la que se dirige contra los here
deros declarados a título universal y se refiere a la totalidad de la herencia (pro herede);
y la acción reivindicatoria es la que se dirige contra terceros, a título particular y con
relación a determinados bienes { p ro posse sore ), de tal manera que esta fluye no de una
posesión a título hereditario sino de una posesión a título real. La acción petitoria es
claramente imprescripcitible” (Cas. N.° 1967-T -96-L ima, publicada el 16.3.1998).
140
T Í'! L i. O J'ÍI | LA P R O W K D A U
141
AN1BAÍ T O R R K S V Á S Q U E Z ¡ D E R E C H O S RKAI.KN (T O M O II ¡
8. Legitimación activa
El que puede reivindicar es el titular del derecho de propiedad, o sea el
propietario o copropietario^3.
El p r o p ieta r io (art. 923), pleno o nudo, que ha sido despojado de la pose
sión (mediata o inmediata) o que nunca la ha tenido154, cualquiera sea su título
de propiedad, incluido la prescripción adquisitiva. Siendo la reivindicación un
atributo de la propiedad (art. 923), el sujeto activo es tanto el propietario como
el copropietario.
El u su ca p ien te es propietario, por lo que si es privado de la posesión, puede
ejercitar la acción reivindicatoria incluso contra el antiguo propietario, o sea el
que perdió la propiedad por prescripción.
El co p ro p ieta rio puede reivindicar el bien común. El copropietario no es
propietario exclusivo del bien común, porque gozan de este mismo derecho los
demás copropietarios; cada uno de ellos es propietario del bien en proporción a
su cuota ideal sobre la totalidad del bien. T odos y cada uno de los copropietarios
142
r Í T U o i i í | l a p r o p i í .d a i )
de la totalidad del bien común, o cualquier otra acción real o personal (mejor
derecho de propiedad, las acciones de desalojo, aviso de despedida, interdictos
e t c . ) , contra quien lo posea o detente indebidamente, con el fin de obtener su
155 La jurisprudencia italiana ha resuelto: Cada uno de los copropietarios de un bien puede
ejercitar autónomamente la acción para la restitución del bien contra quien lo detenta
sin título, sin necesidad de la integración del contradictorio con los otros copropieta
rios, correspondiendo al demandado, que oponga su derecho al goce del bien en base
a un contrato estipulado con uno de los otros copropietarios, aportar la prueba de su
derecho a la posesión (Cass. 9 giugno 1 9 8 8 , n.° 3 9 3 0 , en R u p e r t o , L a gi u r i s p r u d e n z a
s u l C ó d i ce C i vi le , ob. c it., p. 6 2 0 ) .
156 La denominación de acciones de d e sa h u ci o y de a viso d e d e sp e d i d a han sido cambiadas
por la llamada acción de d esa lo jo (art. 585 y siguientes del CP C).
157 Artículo 892 del Código Civil chileno.
143
A \!H M l'OKKF-'.S V A S y U K Z | i J r .K K H O S RKAI.ES (T O M O ü )
Civil colombiano, el art. 894 del Código Civil chileno y el art. 958 del Código
Civil ecuatoriano conceden la acción reivindicatoría o de dominio, “aunque
no se pruebe el dominio, al que ha perdido la posesión regular de la cosa y se
hallaba en caso de poder ganarla por prescripción”, esta es la denominada acción
p u b li ci a n a , la misma que no procede contra el verdadero dueño, ni contra el
que posea con igual o mejor derecho.
9. Legitimación pasiva
La pretensión reivindicatoría se dirige contra el actual poseedor. En otros
términos, el legitimado pasivo de la acción reivindicatoría es el actual poseedor
del bien158 sin que le asista frente al propietario un derecho a la posesión, sea
poseedor inmediato, mediato, simple tenedor o senador de la posesión1v), sea
poseedor en nombre propio o a lien o n o m i n e , poseedor exclusivo o coposeedor,
poseedor del bien o de parte de este.
No tiene derecho a la posesión el poseedor ilegítim o de buena o de mala fe,
y el poseedor precario. La posesión ilegítima es de buena fe cuando el poseedor
cree en su legitimidad, por error de hecho o de derecho sobre el vicio que inva
lida su título (art. 906), por ejemplo, cuando ignora que el título de posesión le
ha sido otorgado por quien no estaba legitimado. La buena fe dura mientras las
circunstancias permitan al poseedor creer que posee legítimamente o hasta que
sea citado en juicio, si la demanda resulta fundada (art. 907). Como se observa,
la acción reivindicatoría procede también contra aquel que teniendo un título
no tiene derecho a poseer. En cambio, el poseedor es p r eca r i o cuando carece
de título, por ejemplo, el usurpador, el poseedor clandestino, o el título que
tenía ha fenecido (art. 911), v. gr., por vencimiento del plazo, por resolución,
rescisión, etcétera.
Si el demandado alega ser propietario adjuntado título se definirá en el
proceso cuál es la parte que tiene mejor derecho a la propiedad. Si niega ser
158 El artículo 952 del Código Civil colombiano, el artículo 895 del Código Civil chileno
y el artículo 959 del CCódigo Civil ecuatoriano señalan: La acción de dominio se dirige
contra el actual poseedor. El artículo 2408 del Código Civil paraguayo dispone: “La
acción reivindicatoría se da contra el poseedor que está obligado a restituir la cosa, o
que la adquirió del reivindicante o de su autor, aunque fuese de buena fe, por un título
nulo o anulable. Procederá también contra el poseedor actual que la obtuvo de un ena
jenante contra quien procedía dicha acción, salvo lo dispuesto en este código respecto
de los adquirentes de derechos sobre inmuebles a título oneroso y de buena fe”.
159 La Corte Suprema ha resuelto: “La reivindicación es en doctrina la recuperación de lo
propio, luego del despojo o de la indebida posesión o tenencia por quien carecía de
derecho de propiedad sobre la cosa”. (Cas. N.° 65 5-2 00 5-L im a; publicada el 1.8.2006).
144
seedor, la acción solo prosperará si el demandante prueba que el demandado
j»s r e a lm e n t e el poseedor. S i alega que el demandante no es el propietario o
so stie n e que el propietario es un tercero, la acción solo tendrá éxito si el actor
a c r e d it a su derecho de propiedad o su derecho es preferente frente al del tercero.
146
T ÍT U L O III i LA P K O I’H J ) \ D
sión para que se defina tales edificaciones conforme a las normas sobre accesión
contenidas en el art. 941 y siguientes163.
13. Prueba
Como el demandante afirma ser el propietario, pesa sobre él la carga de
la prueba de su derecho de propiedad (a cto ri i n cu m b i tp r o b a ti o ) '6¿t o que tiene
mejor derecho de propiedad que el demandado. Si el actor no prueba su derecho
de propiedad, será absuelto el demandado aun cuando sea poseedor precario o
ilegítimo. Por su parte, si el demandado alega ser propietario o tener derecho
de posesión oponible al actor, deberá probarloKo.
La propiedad se puede demostrar por cualquiera de los medios de prue
ba admitidos en D erecho, por lo que no puede ser necesariamente un título
escrito. Como dice A l b a l a d e j o 1(,í\ el término “título” no significa documento
o título escrito, sino justificación de la propiedad, la que puede llevarse a cabo
por cualquiera medios que demuestren que es del reivindicante.
El demandante no está obligado a pedir que se le declare propietario, sino
que le basta probar que lo es; presenta la prueba que lo acredita como propietario
del bien en litis para que se le reconozca dicha calidad, pero no peticiona que el
163 La Corte Suprema lia resuelto: “La demanda no resulta procedente debido a que la
parte actora no había acreditado la propiedad de la totalidad del inmueble, pues en el
terreno que se reclama existe una edificación que ha sido realizada por los demandados
y cuya titularidad debe ser determinada conforme a las normas sobre accesión a que se
refieren los artículos 941 y siguientes del Código Civil; no habiendo sido ella materia
del presente proceso; en tal virtud tampoco correspondía pronunciarse respecto del
mismo, en atención a lo prescrito en el artículo VII del T ítulo Preliminar del Código
Procesal civil, a fin de no incurrir en sentencia e x tra p e tita [...] en relación a la causal
de inaplicación del artículo 2022 del Código Civil, referido a la oponibilidad de los
derechos reales sobre inmuebles, la parte actora no ha acreditado la propiedad de la
totalidad del inmueble, en relación a la edificación efectuada sobre el mismo, lo que no
aparece que también hubiera sido inscrita a su favor, para los efectos de invocar los al
cances de la citada norma y solicitar la restitución de la totalidad del bien; no resultando
por tanto amparable la causal invocada” (Cas. N.° 72 9-2 00 6-L im a).
164 M a z e a u d , Henri, Léon M a z e a u d y Jean M a z e a u d , L e c c ion e s d e D e re c h o c ivil, trad.
por Luís Alcalá-Z amora y Castillo, parte segunda, vol. iv, D e re c h os re ale s p rin c ip ale s: E l
d e re c h o d e p ro p ie d ad y sus d e sm e m b rac ion e s, B uenos Aires: LJE A, 1960, p. 348.
165 C ó d ig o P r o c e sa l C iv il . Artículo 196.- Carga de la prueba
Salvo disposición legal diferente, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos
que configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos.
166 A l b a l a d e j o , D e re c h o c ivil, ob. c it., p. 357.
147
A N ÍB A L T O R R F S V Á S Q U E Z j D E R E C H O S R EA LES (T O M O II.)
juzgador lo reconozca como titular del derecho de propiedad; el único fin que
persigue es que se le restituya el bien objeto del proceso judicial167.
No es el demandado el que debe probar su propiedad, sino es el deman
dante el que debe acreditar la suya; al demandado le basta con ofrecer y actuar las
pruebas conducentes a destruir la pretensión de propiedad del demandante. El
art. 912 coloca al demandado en una ventaja inicial al disponer que “el poseedor
es reputado propietario, mientras no se pruebe lo cotrario”, correspondiendo al
demandante destruir esta presunción acreditando ser el titular del derecho de
propiedad del bien en litis. Además, como dice Josserand168, el demandado “se
beneficia de su situación misma de demandado, gracias a la cual debe triunfar
si su adversario no consigue probar el fundamento de sus pretensiones”.
Nuestro ordenamiento jurídico no admite la a cti o p u b li ci a n a , mediante la
cual el poseedor a d u su ca p io n em , en cuyo favor la usucapión no estuviese todavía
cumplida, puede reclamar la cosa de un poseedor cuya posesión se demostrase
a título inferior. En nuestro D erecho, el demandante para vencer en la acción
reivindicatoría es neceado que pruebe su derecho propiedad, no siendo suficiente
que demuestre ser un poseedor a d u su ca p io n em .
El demandante está obligado a probar su derecho de propiedad y que el
demandado es el poseedor del bien, pero no está obligado a acreditar que el
demandado carece de derecho a poseer. Incumbe al demandado, que no con
testa la propiedad del actor sino que la reconoce, la carga de la prueba del título
que jusfique su derecho a la posesión del bien frente al demandante, aportando
los medios probatorios que acrediten, por ejemplo, que su derecho lo adquirió
mediante una relación obligatoria por la que el demandante le transfirió la po
sesión (comodato, arrendameinto, etc.); que su posesión deriva de un poseedor
167 Puig B rutau refiere que, según la jurisprudencia española, la distinción entre la acción
reivindicatoría y la declaración o constatación de la propiedad es la que media entre
una acción declarativa y una acción de condena, cuya doctrina sintetiza de la siguiente
manera: “La tutela del derecho de propiedad se obtiene especialmente a través de dos
acciones distintas, aunque muy enlazadas, que son la propiamente reivindicatoría y la
meramente declarativa, la primera de las cuales es una acción real y de condena, porque
persigue la finalidad de recuperación en el mismo pleito de la cosa concreta que se re
clama, mediante un proceso de ejecución ligado a una previa declaración del derecho,
en tanto que la segunda es una acción personal y meramente declarativa que se detiene
en los límites de una declaración o expresión judicial del pretendido derecho sin aspi
raciones de ejecución en el mismo pleito”. Puig B rutau, José, en nota sobre el D erecho
español puesta en el libro: D erecho de Cosas de M artín Wolf, en E n n e c c e r u s , e t al. ,
T ratad o d e D e re c h o c ivil, oh. c it., p. 576.
1 68 J o s s e r a n d , Louis, D e re c h o c ivil , t. i , vol. iii, trad. por Santiago Cunchillos y Manterola,
B uenos Aires: Bosch, 1950, p. 171.
148
T ÍT U I O il! i !/\ l'K O P H 'D A I )
149
AN ÍB A L T O R R E S Y A SQ U E X ¡ D E R E C H O S R EA LES (T O M O II)
derecho que da una obligación un derecho que el acreedor tiene solo contra el deudor
y sucesores universales no puede tener acción alguna contra el tercer adquiriente de este
bien quien siendo un comprador por título singular no ha sucedido en sus obligaciones
a aquel que se ha obligado”.
150
'! h t ;l O I I I | LA !> RO Pir;i)A I)
g r a d o en el art. 2014, según el cual, “el tercero que de buena fe adquiere a título
oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece con facultades para
o t o r g a r lo , mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después
se anule, rescinda, cancele o resuelva el del otorgante por virtud de causas que
no consten en los asientos regístrales y los títulos achivados que lo sustentan. La
buena fe del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud
del registro”. Este dispositivo legal, para la configuración de la buena fe registral,
exige: a ) que la adquisición sea a título oneroso; b) que el adquirente actúe de
buena fe, tanto al momento de la celebración del acto jurídico del que nace su
derecho, como al momento de la inscripción del mismo, buena fe que se presume
inris ta ntum mientras no se acredite que tenía conocimiento de la inexactitud del
registro; c) que el otorgante aparezca registralmente con capacidad para otorgar
el derecho de que se trate; d) que el adquirente inscriba su derecho; y e) que en
los asientos regístrales o en los títulos inscritos no aparezcan causas que anulen,
rescindan o resuelvan el derecho del otorgante.
El principio de la f e p ú b li ca registra l , por razones de seguridad jurídica,
protege al que ha adquirido un derecho a título oneroso, ignorando la inexac
titud de lo publicado por el registro, o sea de quien carecía de capacidad para
otorgarlo por existir causales de nulidad, rescisión o resolución, cancelación
que no aparecen en los asientos regístrales y en los título archivados que lo
suspentan y que él no las conoce. El que adquiere un derecho a título oneroso
y de buena fe, sobre la base de la información que le proporciona el registro, es
mantenido en la adquisición a n o n d o m in o , una vez que inscribe su derecho, asi
170 Josserand, analizando la jurisprudencia francesa, refiere: “Si uno de los adversarios con
sigue probar que su causante venció al del otro litigante, la victoria le corresponderá; la
lucha se remonta de esta manera en un grado; se entabla retrospectivamente entre los
causantes de los adversarios actuales y se parte de la idea de que los causahabientes no
podrán tener más derecho que sus causantes”. J o s s e r a n d , D e re c h o c ivil, ob. c it., p. 174.
151
A N ÍBA L T O R R E S V A S Q U E Z j D E R E C H O S REALES (T O M O II)
152
! L LO II! i \ l'¡'(
153
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z j D E R E C H O S R EA LES (T O M O I I )
154
T M U O IH : !.A PRÜ !>]M )A 1 )
El registrador cumplirá la orden por su propio texto, siempre que la medida resulte
compatible, con el derecho ya inscrito. La certificación registral de la inscripción se
agrega al expediente.
La notación de la demanda no impide la transferencia del bien ni las afectaciones pos
teriores, pero otorga prevalencia a quien ha obtenido esta medida.
175 C ó d i g o P r o c e s a l C i v i l . Artículo 6 4 3.- Secuestro
Cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta la dilucidación del derecho
de propiedad o posesión sobre determinado bien, la medida puede afectar a este, con
el carácter de secuestro judicial, con desposesión de su tenedor y entrega a un custodio
designado por el juez [...].
176 C ó d i g o P r o c e s a l C i v i l . Artículo 682.- Prohibición d e innovar
155
A NÍBA L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O S REAL,ES (T O M O II)
E sta n o r m a no t ien e prec eden t es en el C ó d ig o an t e rio r y ha sido rec o gida del art íc ulo
139 de la po n e n c ia, pero so lo en lo ref eren te a la im p r e s c r ip t ib iiidad de la ac c ió n re iv in
dic at o r ía, q ue c o m o ex presa el m ae s t ro C a s t a ñ e d a no se e x t in gu e po r el t ran s c urs o del
t iem p o , es dec ir, pro t e ge al t it ular del de re c h o de pro p ie dad du r an t e to do el t iem po ,
sean 4 0 . 5 0 o m ás año s, q uie n siem pre po dr á r e iv in dic ar el b ien de su pro piedad en
c aso de despo sesió n .
P ero este de s af o r t un ado error, q ue t uvo plena o p o r t u n id a d de ser e vit ado , c o n lle va
im p lic an c ias m ayo re s sí se e f e c t úa u n a in t e rp re t ac ió n de la n o rm a. N o es q ue la ac c ió n
re ivin dic at o ría “no pro c eda c o n t ra aq uel q ue ad q u ir ió el b ie n po r p re s c rip c ió n ” sin o
q ue , m u y po r el co nt rario , es la perso na q ue se ha b e n e f ic iado c o n la us uc ap ió n y se ha
c o n s t it uido en pro pie t ario q uie n puede , de ser el caso , r e iv in dic ar su b ie n in c luso del
e x pro piet ario , es de c ir del q ue lo pe rdió po r presc ripc ió n.
178 M a z e a u d , e t a l. , L e c c ion e s d e D e re c h o c ivil, ob. cit., p. 349. Refieren estos autores que la
jurisprudencia francesa afirma la perpetuidad del derecho de propiedad y de la acción
reivindicatoria, y que lo hace en términos absolutos sin distinguir entre propiedad mo-
biliaria e inmobiliaria (ob. cit., p. 72).
156
T in .;¡.O III | LA P Ü O P II.D A !)
179 Cas. N.° 69 8-2 00 6-L im a, publicada el 1.3.2007. “La acción reivindicatoria contra una
persona que ostenta también títulos de dominio respecto del mismo bien, y que incluso
pudiera tener un derecho inscrito en Registros Públicos, en cuyo caso deberá dilucidar
se dentro del mismo proceso de reivindicación quien es el que tiene mejor derecho de
propiedad, y si bien el mejor derecho puede promoverse en vía de acción real stricto
sensu, no es necesariamente una acción aparte o independiente de la reivindicatoria,
sino que está incurso dentro de ella como una cuestión probatoria”.
180 C ó d i g o C i v i l b o l i v i a n o d e 1976. Artículo 1454.- La acción reivindicatoria es im
prescriptible, salvo los efectos que produzca la adquisición de la propiedad por otra
persona en virtud de la usucapión.
157
A \ ÍR \ ¡ l OKRl- S VASOÜKa [ í)'¡ RU MOS RKAÍ.i'.S (TO M O II )
158
1 ÍT U I.O I I I | I.A P R O P IE D A D
este caso responde desde entonces como poseedor de mala fe. El poseedor de
mala fe puede convertirse posteriormente en poseedor de buena fe, cuando, por
ejemplo, cree que ha adquirido el bien por herencia, momento desde el cual ya
no será m a la e f i d e i possessor.
El p o seed o r d e b u ena f e hace suyos los frutos (art. 908), es decir, no está
obligado a la restitución de los percibidos. De este modo se sanciona al propieta
rio negligente que no se preocupó por la explotación del bien durante el tiempo
de utilización por el demandado, y se premia a este por su absoluta convicción
de obrar como si le perteneciera en propiedad. No sería justo que un poseedor
convencido de su buena fe, fuera obligado a restituir los frutos producidos por el
bien durante el tiempo de su posesión181, o a pagar su valor estimado al tiempo que
los percibió o debió percibirlos. En cambio, si el demandado es p o seed o r d e m a la
f e [H2 debe restituir los frutos o pagar su valor estimado al tiempo que los percibió,
y no solamente los percibidos sino también los que debió percibir (art. 9 1 0 )183.
182 Conforme al artículo 990 del Código Civil alemán, el poseedor de mala fe responde al
propietario de la cosa principal, de todos los provechos que perciba y de los que por su
culpa deje de percibir.
183 El artículo 964 del Código Civil colombiano, el artículo 907 del Código Civil chileno
y el artículo 971 del Código Civil ecuatoriano prescriben: “El poseedor de mala fe es
obligado a restituir los frutos naturales y civiles de la cosa, y no solamente los percibidos
sino los que el dueño hubiera podido percibir con mediana inteligencia y actividad,
teniendo la cosa en su poder. Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hu
bieran tenido al tiempo de la percepción; se consideran como no existentes los que se
159
A N ÍB A L F O R R L S V A S Q L F Z | I'ÍFRHCI ÍO.S KKAl.FS í Í O M O l h
160
T i n ¡.o i í¡ ; f.--\ p r o p u j í a s !
daños que con sus actos cause a los demás, por ejemplo, el depositario no puede
usar el bien, y si lo hace responde frente al depositante por el deterioro, pérdida
o destrucción del bien, inclusive por caso fortuito o fuerza mayor (art. 1820).
Todo el que se excede de los límites de su posesión está obligado a indemnizar
los daños que cause a otro.
Igualmente, el p o seed o r i legítim o de buena fe no está sujeto a pretensiones
de indemnización por daños causados al bien, siempre que el acto con el cual
se causa el daño haya sido realizado dentro del ámbito del derecho de posesión
que él crea tener. Así, el poseedor de buena fe, que creyéndose propietario,
daña, destruye, enajena o grava el bien no está obligado a indemnizar, porque
tal conducta es realizada contra si mismo y una culpa contra si mismo no puede
ser atribuida como una falta contra otro.
Es poseedor ilegítimo de mala fe el que se procura la posesión por acto
ilícito, mediando o no un convenio, por conocer que su título es inválido o
que el desconocimiento de la invalidez se debe a su negligencia, o que entra en
posesión del bien sin contar con título alguno (ej., el usurpador), el que ocupa
el bien en calidad de precario, el que incurre en mora en la entrega del bien
al propietario. El poseedor ilegítimo de mala fe está obligado a indemnizar al
propietario todos los daños causados al bien por dolo, culpa inexcusable, culpa
leve, comprendiendo el resarcimiento: el daño emergente, el lucro cesante (como
son las ganancias que hubiera podido obtener el propietario), el daño moral, el
daño presente y el daño futuro. Incluso, responde de la pérdida o detrimento del
bien aun por caso fortuito o fuerza mayor, salvo que pruebe que este también
se hubiese producido igualmente en caso de haber estado en poder de su titular
(art. 909). Con tal fin, el demandante por reivindicación puede acumular a su
pretensión de restitución del bien la de indemnización de daños.
161
A N IBA L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O S R EA LES (T O M O II)
Sobre la base del principio que establece que lo accesorio sigue la suerte
de los principal, el propietario de un bien adquiere por accesión lo que se une
o adhiere materialmente a él (art. 938), consiguientemente, las edificaciones
siguen la suerte del terreno en las que se levantan. T anto las incertidumbres y
los conflictos que genera el hecho de que la propiedad del terreno pertenezca a
una persona y la propiedad de la edificación a otra como lo antieconómico que
representanta la copropiedad, imponen la necesidad, cuando existen edificaciones
en terreno ajeno, de consolidar la propiedad, es decir, reunir en un solo titular
el dominio tanto del terreno como de las construcciones.
El demandante puede acumular, a su pretensión principal de reivindicar,
las pretensiones accesorias con el fin de hacer valer los derechos que le confiere
la ley con relación a las edificaciones hechas por el demandado en el terreno
objeto del litigio (edificación en terreno ajeno). La construcción ha podido ser
realizado de buena o de nía la fe por el poseedor demandado.
Si el d em a n d a d o ha edificado de b u en a f e en el terreno en litis que resulta
ser de propiedad del demandante, este puede optar entre hacer suyo lo edificado
u obligar al demandado a que le pague el terreno. En el primer caso, el deman
1 6 2 ¡
T in ,i,o d i | l a p r o p ík d a d
163
A N IBA I. 'Í'O R R F S V A S Q U E Z j D E R E C H O S R EA LES (T O M O II)
Sobre la base del principio que establece que lo accesorio sigue la suerte
de los principal, el propietario de un bien adquiere por accesión lo que se une
o adhiere materialmente a él (art. 938), consiguientemente, las edificaciones
siguen la suerte del terreno en las que se levantan. T anto las incertidumbres y
los conflictos que genera el hecho de que la propiedad del terreno pertenezca a
una persona y la propiedad de la edificación a otra como lo antieconómico que
representanta la copropiedad, imponen la necesidad, cuando existen edificaciones
en terreno ajeno, de consolidar la propiedad, es decir, reunir en un solo titular
el dominio tanto del terreno como de las construcciones.
El demandante puede acumular, a su pretensión principal de reivindicar,
las pretensiones accesorias con el fin de hacer valer los derechos que le confiere
la ley con relación a las edificaciones hechas por el demandado en el terreno
objeto del litigio (edificación en terreno ajeno). La construcción ha podido ser
realizado de buena o de ma la fe por el poseedor demandado.
Si el d em a n d a d o ha edificado de b u en a f e en el terreno en litis que resulta
ser de propiedad del demandante, este puede optar entre hacer suyo lo edificado
u obligar al demandado a que le pague el terreno. En el primer caso, el deman-
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T Í T U L O III | i.A P K O ! ’l':r>Al>
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\ \ :!F>A ! ¡O K K i S V \S;jU ! / ' Di'K l-.CIii >S R! M E S (T O M O Iíi
164
1 i ¡ U O l!I L \ Í’KI )i!!i ,¡ ) \ ! ;
(art. 911), excepto el caso del art. 1700 sobre el contrato de arrendamiento187.
Si el propietario ha sido despojado de su posesión puede valerse del in
terdicto de recobrar (la controversia se contrae a probar que que el accionante
estuvo en posesión de bien su b ju d i ce y que el emplazado lo ha privado de su
posesión), o puede demandar el desalojo por ocupante precario, o inteponer
una acción reivindicatoria.
Cuando la acción reivindicatoria resulta de la declaración de nulidad
de un acto jurídico de enajenación del bien, por economía procesal, conviene
demandar la nulidad del acto de enajenación contra los que en él son parte, y
la reivindicatoria en contra del tercero adquirente poseedor.
Cuando han prescrito las acciones personales o reales que tiene el pro
pietario para obtener la restitución del bien que el pertenece en propiedad, le
queda la acción reivindicatoria que es imprescriptible.
XIII. EXPROPIACIÓN
1. Concepto
La expropiación es la transferencia forzosa del derecho de propiedad
privada en favor del E stado, autorizada por ley, previo pago en efectivo de la
165
AN ÍB A L T O R R E S V A S Q U E Z ¡ D E R E C H O S R EA LES (T O M O II)
2. Régimen legal
1) Constitución.
A r t íc ulo 7 0 .- El de rec h o de pro pie dad es in vio lab le. El E st ado lo garan t iz a. Se ejerc e en
a r m o n ía co n el b ie n c o m ún y de n t ro de los lím it e s de ley. A n adie p ue de privarse de su
pro pie dad Mito, e x c lus ivam e n t e , po r c ausa de s e guridad n ac io n al o n e c esidad púb lic a,
de c larada po r ley, y previo pago en ef ec t ivo de in de m n iz ac ió n j us t ip r e c iada q ue in c luya
188 D ecreto Supremo N.° 0 1 5-2020-V I V I E N D A, D ecreto Supremo que aprueba el Texto
Único O rdenado del D ecreto Legislativo N.° 1192, D ecreto Legislativo que aprueba la
Ley Marco de Adquisición y E xpropiación de inmuebles, transferencia de inmuebles de
propiedad del E stado, liberación de Interferencias y dicta otras medidas para la ejecu
ción de obras de infraestructura.
166 |
¡ '! ¡ U O l íl i,A PR0P11:,DA1>
c o m pen sac ió n po r el eve n t ual perjuic io . H ay ac c ió n am o el P o der J udic ial para c o n t est ar
el valor de la pro pie dad q ue el E stado h aya s e ñ alado en el p r o c e dim ie n t o ex pro piaro rio .
A rt íc ulo 0 5 .- E x pro piac ió n a través del P o der E jec utivo . A c o rdada la ex pro piac ió n po r
nec esidad púb lic a po r el c o nsejo pro vin c ial o dis t r it al, c o n est ric t a suje c ió n a lo prev ¡sto
en el ar t íc ulo ant erio r, este so lic ita q ue el P o der E jec utivo dis p o n ga la e x pro piac ió n de
ac uerdo a la E ev ( ¡c n c ral de E x pro piac io nes.
A rt ic ulo 9<a. ( ' a lis a s de n e c e sidad púb lic a. P ara los ef e c to s de ex pro piac ió n co n I mcs
m un ic ip ale s, se c o n side ran c ausas de n e c esidad púb lic a, las siguie n t es: 1. I a ej e c uc ió n
de o b ras pub lic as m un ic ip ale s . 2. ha in s t alac ió n \ f un c io n am ie n t o de servic io s púb lic o s
m un ic ip ales. 3. E a salv aguar d a, re st aurac ió n v c o nsc rvac ión de in m ue b le s in c o rpo rado s
al p at r im o n io c u lt ur al de la N ac ió n o de la h u m a n id a d o q ue t e n gan un e x t r ao r din ar io
vale >r arqu ¡tect ó nic a>, ai t íst ico. 11 ist o nc o o ¡ce n ico, deb ida mente de c íarado c o m o tai por el
I nstit uto N ac io n al de ( atlt ura. 4. I a c o n se rvac ió n in e ludib le de la t ipic idad p an o r ám ic a
de un lugar q ue sea p at r im o n io c u lt ur al de la N ac ió n . N L a s alv aguarda de rec urso s
n at urale s nec esario s para la vida de la po b lac ió n, ó. 1! s an e am ie n t o f ísic o - legal de e sp a
cios urb an iz ado s q ue h avan sido o c up ado s po r ac c io nes de he c h o y sin po s ib ilidad real
de re st ab le c im ie n t o del est ado ant erio r. 7 El m e j o ram ie n t o y reno vac ió n de la c alidad
h ab irac io n al. a través de p r o gr am as de dest t t guri/ac ió n . 8. L a de m o lic ió n po r pe ligro
in m in en t e . 9. Id e st ab lec im ie n t o de se rvidum b re s que req uie ren ia libre dis p o n ib ilidad del
suelo. 10. 1 a rc ub ic ac ió n de po b lac io n e s af e c t adas po r c at ást ro f es o pe ligro s e m in e n t e s.
I I . E a in s t alac ió n y/o r e m o dc lac io n de c ent ro s po b lado s.
| 167
ANÍBA L T O R R E S V Á S Q U E Z D E R E C H O S R EA LES (T O M O IlJ
4 1 .1 0 . E n los pro c eso s j udic iale s se guido s c o n t ra el lis t ado o las e n t idade s púb lic as en
do n de e x ist an c o nf lic t o s q ue in vo luc ren la pro piedad y/o po sesió n de b ie nes in m ue b le s
de pro piedad e st at al o ac to s de disp o sic ió n q ue r e c aigan so b re esto s, es o b ligac ió n de la
aut o ridad j uris dic c io n al respec t iva, so lic it ar la o p in ió n de la S R N de m an e ra previa a ¡a
e m isió n de la se n t e n c ia o m e d id a c aut e lar respec t iva. L a o p in ió n de la S R N se e m it e en
r elac ió n a la s it uac ió n legal de los predio s m at eria de lit igio y el uso de ésto s, así c o m o
c u alq u ie r in f o r m ac ió n t é c n ic a adic io n al relevan t e para la reso luc ió n de la disp ut a. I o do
ac to o m e dida ad m in is t r a t iv a o j udic ial relat iva a b ie nes est at ales no deb e af ec t ar la
prestac ió n de servic io s púb lic o s o el eje rc ic io de f un c io n e s pub lic as. list a dispo sic ió n
es aplic ab le in c luso a los pro c eso s j udic iale s en t rám it e , siem pre q ue la n at urale z a del
pro c eso v su e t apa pro c esal lo pe rm it a. A s im is m o , las m e didas c aut e lare s e m it id as q ue
r e c aigan o af ec te n b ienes est at ales, po r su n at urale z a variab le, de b e rán ade c uar s e a la
presente dis p o s ic ió n .
6 .2 . D E L A E X P R O P I A C I Ó N .
6 .2 . 4 . I nsc ripc ió n de ex pro piac ió n c u a n d o e x ist a d up lic idad de partida.». E n los caso s
de dup lic idad de par t idas , para la in s c ripc ió n del de re c h o de p ro pie dad a f avo r del b e
nef ic iario de la ex pro piac ió n , el regist rado r pro c ede a ab rir un a n ue va p ar t ida regist ra!
en la q ue insc rib e el de rec h o dei b e n ef ic iario , c e rran do toral o p ar c ialm e n t e las p ar t idas
invo luc radas, sin pe rj uic io de e x t e n de r las an o t ac io n e s de c o rre lac ió n c o rre s po n die n t e .
E n la an o t ac ió n de c ie rre parc ial de c ada u n a de las p ar t idas regíst rale s deb e in dic ars e
el área o b je t o de e x pro piac ió n . E n estos caso s, so lo es ex igió le la in f o r m ac ió n gráf ic a
ref erida al área m at e ria de e x pro piac ió n .
6 .2 .5 . I nsc ripc ió n de pro pie dad po r e x pro piac ió n de predio suj et o al R é gim e n de P ro
pie dad E x c lusiva y P ro pie dad C o m ú n . L a in s c ripc ió n de t ran sf e re n c ia po r ex pro piac ió n
a f avor del b e n ef ic iario se realiza po r el solo m érit o de los siguie n t e s do c um e n t o s :
169
A.NÍRM . 'J'O K K f'S V A SQ U K Z j D K R Í'.O IO S REALF.S (T O M O II)
3. Requisitos
Son requisitos de la expropiación:
i. que sea exclusivamente por las causales de “seguridad nacional” o
“necesidad pública” (aquella que es vital para una sociedad como es,
por ejemplo, la expropiación de inmuebles para la construcción de
carreteras, aeropuertos, terminales marítimos, centros de educati
vos, servicios de agua y saneamiento, para atender las consecuencias
de graves desastres naturales, para llevar a cabo la explotación mine
ra o de hidrocarburos, etc.);
ii. que sea declarada expresamente por ley;
iii. que se realice previo pago de indemnización justipreciada que inclu
ya la compensación por el eventual perjuicio.
iv. que el beneficiario sea únicamente el E stado. Solamente el Estado
está facultado para privar de la propiedad de un determinado bien a
los particulares, únicamente por las causales de seguridad nacional o
necesidad pública, declarada por ley del Congreso, previo el pago de
una indemnización justipreciada que incluya indemnización por el
eventual perjuicio. Luego, la expropiación es un modo de extinción
de la propiedad (art. 968.3).
170
1í ¡ L!,(> Ü 1 . i.A ¡>KOPiíJ)A;}
Si los bienes no están inscritos, el sujeto activo realiza una publicación por
Jos veces en el diario oficial E l P eru a n o y en un diario de circulación nacional,
con la finalidad de que se presente el propietario del bien, quien debe acreditar
su derecho de propiedad mediante la presentación de un documento de fecha
cierta o que adquirió por prescripción declarada judicial o notarialmente.
A r t í c u lo 5 . - D e l B e n e fi c ia r io y e l S u je t o A c t iv o
17 1
ANIP.AI T ü R R F S VA SO l i ;/ I DFRKCHOS RtlAi KS (TO M O II)
1 7 2
TÍTULO III | LA PROPIEDAD
Cuando el Sujeto Pasivo sea una sucesión, bastará que la misma conste
inscrita definitivamente en el Registro de Sucesiones.
173
•W ÍB A Í, T O R R E S V Á SQ U K Z D E R E C H O S R EA LES (T O M O II )
1 7 4
TÍTULO III | LA PROPIEDAD
175
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z D E R E C H O S REAL,ES (T O M O II)
7.3. E n los casos que exista proceso judicial o arbitral que discuta la
propiedad del bien a expropiarse, se entenderá como Sujeto Pasivo
a las partes en litigio, en cuyo caso se consigna el pago del monto
de la indemnización justipreciada, hasta que por proceso arbitral o
judicial, debidamente consentido y ejecutoriado, se determine el
mejor derecho de propiedad.
8.5. En caso que las áreas requeridas no puedan ser excluidas por
afectar el uso esencial del predio, el Sujeto Activo adquiere o expropia
la totalidad del mismo de ser necesario.
176 |
g Causales
189 Con s t i t u c i ó n d e 1979. Artículo 124.- La propiedad obliga a usar los bienes e n ar
monía con el interés social. El E stado promueve el acceso a la propiedad en todas sus
modalidades.
La ley señala las formas, obligaciones, limitaciones y garantías del derecho de propie
dad.
Artículo 125.- La propiedad es inviolable. El E stado la garantiza. A nadie puede privar
se de la suya sino por causa de necesidad y utilidad públicas o de interés social, declara
da conforme a ley, y previo pago en dinero de una indemnización justipreciada.
La ley establece las normas de procedimiento, valorización, caducidad y abandono.
En la expropiación por causa de guerra, de calamidad pública, para reforma agraria o de
remodelación de centros poblados o para aprovechar fuentes de energía, el pago de la
indemnización justipreciada puede hacerse efectivo, por armadas o en bonos de acepta
ción obligatoria y libre disposición, redimibles forzosamente en dinero. En tales casos
la ley señala el monto de la emisión, plazos adecuados de pago, intereses reajustables
A N ÍB A E TO R K K S Y A S Q U E Z 1 D E R E C H O S RF.AI KS (T O M O H )
178
T í r u ! , 0 II! LA PKOIMI.DAI.)
g. indemnización justipreciada
Art. 13.- F ijac ión del valo r de la tasac ió n. 1 a f ijai.ion ilei valo r de la, I asac ion se ef e c t úa
c o n side ran do lo s iguie n t e:
a. I nc luye los valo res de terreno , de edif ic ac io nes v plan t ac io n es. F u el caso de no c o m
prender algun o de los c o m po n en t es ant es desc rito s, el S ujet o Act ivo deb e prec isar v
sust ent ar dic h a sit uac ió n. l a respo nsab ilidad de dic h a de t e rm in ac ió n es tic! .Sujeto
Activo.
c. Se c o n s ide rarán los c ult ivo s pe rm an e n t e s ex istent es, de c o rrespo n der. S ó lo m los
cu I r n o s t ' a n si to rios f ueron sem b rado s a m e s de la inspec c ió n o c ular, el S ujeto Ac o vo
po drá ac o rdar un pla/o para la entrega, del bien in m ue b le en el m íe se c o nside re la
c o sec h a de los m ism o s . D e I»' c o n t rario , la valo rizac ió n c o n side rara el valo r de los
c ult ivo s t ran sit o rio s.
179
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z | D E R E C H O S R EA LES (T O M O II )
territorio nacional en que incurra el Sujeto Pasivo corno consecuencia ele la Adquisición
o E xpropiación, como parte del daño emergente.
En caso de existir terceros con contrato de arrendamiento vigente cuyo uso del inmueble
sea con fines comerciales, corresponde al Sujeto Activo reconocer el lucro cesante por el
cese de sus actividades debidamente sustentada a favor del arrendador.
13.3. El valor de la Tasación tiene una antigüedad no mayor a dos años al momento de
la expedición de la norma que aprueba la ejecución de la E xpropiación, y en los casos
de trato directo se verifica que al momento de la notificación de la carta de intención de
adquisición, el valor de la tasación tiene una antigüedad no mayor a dos años.
13.4. En el proceso de E xpropiación, la indemnización justipreciada es el valor de la
E asación, constituyendo el precio a pagarse por todo concepto al Sujeto Pasivo.
13.5 No forma parte del Valor de la Tasación Jos gastos regístrales, notariales y tributarios,
incluyendo el impuesto a la renta, sin alterar el monto de la valorización. Estos conceptos
serán asumidos por el Sujeto Activo. El monto del impuesto a la renta aplicable debe
ser proporcionado por el Sujeto Pasivo, debidamente sustentado, dentro del plazo de
prescripción para el pago, previsto en el T exto Unico O rdenado del Código 1 ributario
aprobado por el D ecreto Supremo N.° 133-2013-E E , siendo de aplicación los supuestos
de interrupción y suspensión previstos en dicha norma. El monto del impuesto a la renta
será cancelado directamente por el Sujeto Activo a la Superintendencia Nacional de
Aduanas y de Administración T ributaria - SU NA i en el plazo de sesenta días hábiles
desde la presentación de la documentación sustentatoria.
L a le y d is t in g u e e n t r e p r o c e s o d e a d q u is ic ió n p o r t r a t o d ir e c t o y p r o c e s o
d e e x p r o p ia c ió n .
E n c o n fo r m id a d c o n lo s a rt s . 1 6 , 1 9 , 2 0 d e l T U O d e l D . L e g . N . ° 1 1 9 2 ,
el trato d ire c to e n t r e e l s u je t o a c t iv o y s u je t o p a s iv o se p u e d e r e a liz a r e n fo r m a
p r e v ia o p o s t e r io r a la le y q u e a u t o r ic e s u e x p r o p ia c ió n . S e in ic ia c o n la id e n t i
fic a c ió n d e l in m u e b le o b je t o d e a d q u is ic ió n . E l s u je t o a c t iv o d e b e c o n t a r c o n el
180
C e r t ific a d o de B úsqueda Catastral. La Superintendencia Nacional de los Regis
tro s Públicos (Sunarp) proporcionará el Certificado de B úsqueda Catastral en
los informes técnicos que lo sustentan, así como la información gráfica y digital
c o r r e s p o n d i e n t e y que tendrán carácter vinculante en e l aspecto técnico para la
adquisición o expropiación.
Dentro de los diez días hábiles siguientes de identificados los inmuebles
comunica dicha situación a los sujetos pasivos y ocupantes del bien inmueble.
Con esta comunicación se inicia el trato directo.
La ley habilita al sujeto activo para solicitar a la Sunarp la anotación pre
ventiva del bien objeto de adquisición. Para el efecto, en el plazo de diez días
hábiles de la comunicación al sujeto pasivo, el sujeto activo remitirá a la Sunarp:
i) cargo de notificación de la comunicación al sujeto pasivo; ii) identificación de
la partida registral; y iii) orden de anotación preventiva, la misma que tiene una
vigencia máxima de un año o hasta que el sujeto activo informe la transferencia
registral del bien inmueble a su favor, lo que ocurra primero. Por el mérito de
esta documentación, el Registro de Predios debe inscribir la anotación preven
tiva, bajo responsabilidad.
T ratándose de obras de infraestructura a ser ejecutadas mediante el me
canismo de asociaciones público privadas, las gestiones para la Adquisición de
los inmuebles se pueden iniciar a más tardar con la declaratoria de viabilidad
en el marco del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), considerando
la naturaleza y características del proyecto (art. 16).
Una vez solicitada la anotación preventiva, el sujeto activo remitirá al
órgano encargado de la tasación, el expediente técnico legal para la tasación.
Recibida la tasación, el sujeto activo envía al sujeto pasivo en el plazo máximo de
diez días hábiles una Carta de Intención de Adquisición. El documento conten
drá: i) partida registral del inmueble materia de Adquisición, de corresponder;
ii) valor de la tasación; iii) incentivo a la Adquisición por el monto adicional
equivalente al 10 % del valor comercial del inmueble, en caso el sujeto pasivo
acepte el trato directo; iv) modelo del F ormulario R egistral193 por trato directo.
El sujeto activo, previa a la emisión de la Carta de Intención de Adquisición debe
181
ANÍCAI TORRES VÁSQUKZ I Dl-RLCUOS R E M E S (TO M O li)
182
T ÍTU LO lí( j 1.A L R O P I L D A D
183
AN ÍB A L T O R R E S V A S O U E Z ¡ D E R E C H O S R EA LES (T O M O II )
184
I Í I L L ü I í J i í A PRO t ’ ÍKi XAJi
185
A N ÍB A L T O R R E S V Á S Q U E Z ¡ D E R E C H O S R EA LES (T O M O 11)
186 |
i Í! U! () n i i i A i ’ RÜ I’ lCD A l)
En estos casos el ejercicio del cuestionamiento caduca a los dos años conta
dos desde la fecha de consignación de la indemnización justipreciada (art. 34.4).
Respecto al cuestionamiento de la expropiación, en la vía judicial, el art.
486 del actual Código Procesal Civil, aprobado mediante D . Leg. N.° 768,
establece que la expropiación será tramitado en proceso abreviado, donde se
incluye una etapa de conciliación, con la finalidad de que las partes adopten
un acuerdo, a través de la suscripción de un Acta de Conciliación, el cual solo
puede versar sobre el valor de la indemnización justipreciada o la validez de la
causal de expropiación
Con arreglo al art. 33, el derecho de expropiación del sujeto activo caduca
en los siguientes casos:
a. Cuando no se haya iniciado el procedimiento expropiatorio en un
plazo de sesenta meses contados a partir de la vigencia de la Ley au-
toritativa. La caducidad se produce de pleno derecho. La autoridad
jurisdiccional encargada de la causa la declara a petición de parte.
En estos casos, el Congreso puede autorizar mediante la expedición
de una ley autoritativa una nueva expropiación sobre los mismos
bienes y por la misma causa.
b. En los casos que sea necesario expropiar más de un inmueble para
una O bra de Infraestructura, el plazo de caducidad que se refiere
el literal anterior, comienza a computarse desde que se autorice o
inicie la última expropiación.
No se admite el cuestionamiento en sede arbitral o judicial de la norma
que aprueba la ejecución de la expropiación a favor del sujeto activo, bajo res
ponsabilidad (art. 34.2).
El cobro del monto consignado a favor del sujeto pasivo, implica su
consentimiento y conformidad sobre el valor de la tasación aprobado por el
sujeto activo, salvo pacto en contrario a efectos de obtener la posesión del bien
inmueble (art. 34.3).
En caso el sujeto pasivo decida ejercer su derecho en vía arbitral, son de
aplicación las reglas del arbitraje contenidas en el art. 35 y siguientes del T UO
del D. Leg. N.° 1192, siendo de aplicación supletoria el D. Leg. N.° 1071,
Decreto Legislativo que norma el Arbitraje.
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