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La existencia natural y legal de las personas

naturales
Semana: 2

Nombre del estudiante:

Heysell Valladares

Número de cuenta:

32211541

Sede de estudio:

Ceutec

Docente:

Lic. Reyna Carranza

Fecha de entrega:

Sábado 6 de agosto, 2022


La existencia natural de las personas comienza con la concepción, o sea, en el
momento que se unen las células sexuales masculina y femenina y llega hasta
el nacimiento que marca el inicio de la personalidad legal. El nacimiento da
origen a la existencia legal de las personas. El artículo 60 del código civil
establece que el nacimiento de una persona fija el principio de su existencia
legal, desde que es separada completamente de su madre.

Una persona que nace muerta no puede considerarse como principio de


existencia legal de una persona, y constituye un serio problema el de saber si
el nacido esta vivo o no vivo al momento de nacer, si murió antes, o vivió, o si
murió poco después de nacer.

La diferente manera de considerar el nacimiento con relación al principio de la


existencia legal, ha dado origen a las doctrinas llamadas de la vitalidad y de la
viabilidad. La doctrina de vitalidad sostiene que para que el nacimiento
constituya principio de existencia legal se requiere que una criatura humana
nazca viva. En cambio, la otra doctrina exige que nazca una criatura viable, o
sea con aptitud de seguir viviendo.

La existencia legal comienza con el nacimiento, pero esto no significa que el


derecho desconozca los inviolables derechos de la persona humana antes de
nacer. Mientras un niño no nazca, no comienza su existencia legal, luego
solamente hay la probabilidad de que llegue a ser persona. Pero esta
posibilidad es suficiente para que se deban reservar los derechos que le
corresponderán si cumple esas condiciones. Estos derechos están en
advertencia hasta que se cumplan las condiciones de nacer con vida y
entonces cuando se cumplan esas condiciones, se atribuyen a la nueva
persona esos derechos. Pero estos derechos, así como se atribuyen así se
confieren con efecto retroactivo, como si los hubiera tenido desde el momento
mismo en que se crearon o se transmitieron esos derechos.

El nacimiento sirve de base, de antecedente lógico, de ese otro hecho anterior


en el tiempo, pero que se deduce del nacimiento como una consecuencia
lógica: la concepción. Ya que no se puede conocer el momento exacto de la
concepción, por lo menos se deduce del nacimiento en qué época se ha
verificado la concepción.
Aunque su existencia legal no se haya dado la ley protege la existencia natural
del que esta por nacer, ya que el hecho de que no sea persona para el derecho
civil, no significa que no haya vida en ese ser que se está formando en el
vientre de su madre; por esto el artículo 91 del código civil establece:

“La ley protege la vida del que está por nacer. El juez, en consecuencia,
tomará, a petición de cualquiera persona, o de oficio, las providencias que le
parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que
crea que de algún modo peligra”.

Las personas jurídicas de hecho pueden estar compuestas por una agrupación
de personas naturales, así como un conjunto de bienes asignados como
propiedad común. Este tipo de personas nacen a partir de un acto jurídico o
acto de constitución, o bien debido al reconocimiento de alguna otra institución,
autoridad u órgano administrativo del Estado. Son ejemplo de personas
jurídicas las empresas públicas y privadas, las organizaciones no
gubernamentales, las fundaciones y el Estado mismo.

La muerte marca el fin de la vida de la persona humana, y junto con ella el fin
de su existencia como sujeto de derecho. Esta realidad innegable justifica el
texto del artículo 93 del proyecto que establece que “La existencia de la
persona humana termina por su muerte”. Con relación al artículo 103 del
Código vigente, podemos señalar que se eliminan las referencias a la “muerte
natural” como opuesta a la institución de la “muerte civil” por considerarlas
anacrónicas. Todo esto se deriva del principio por el cual el ordenamiento
jurídico asigna la categoría jurídica de persona a todo ser humano por el solo
hecho de serlo. Por lo tanto, la muerte, al producir el fin de la vida física,
provoca al mismo tiempo la finalización de los efectos de la personalidad que
asigna el ordenamiento jurídico. El artículo del proyecto, siguiendo a su
antecedente se limita a fijar el momento del fin de la existencia de las personas
en el momento de su muerte natural, sin establecer en concreto las condiciones
que deben valorarse para que una persona sea tenida por muerta. El problema
jurídico que en realidad se presenta no consiste en realidad en determinar el
momento preciso de la muerte, sino en establecer genéricamente su concepto
y los medios válidos para su comprobación.

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