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CATEDRA: DERECHO PRIVADO

CARRERA: LICENCIATURA EN CRIMINALISTICA


PROF. ADJ. CLAUDIA M. BECCHIO
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UNIDAD III LA RELACION JURIDICA PRIVADA

1.- La Relación Jurídica

Concepto:
Es el vínculo que une a dos o más personas respecto de determinados bienes o intereses,
orgánicamente regulada por el derecho, como cauce para la realización de una función
social merecedora de tutela jurídica.

Elementos:
a) Sujeto, quien, es el titular activo o pasivo, de esa relación. Se lo denomina persona.
b) Objeto, que, es algo sobre el cual recae la facultad del sujeto activo, y el deber del sujeto
pasivo. Se distinguen cosas y hechos.
c) Causa, fuente, es el hecho generador de la relación, esto es, el acontecimiento que da
lugar al nacimiento de una facultad para uno, y un deber para otro.

2.- El Sujeto de la Relación Jurídica

PERSONA HUMANA

Principio de existencia de las personas: Persona por nacer

Art. 19 C.C.YC. Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana


comienza con la concepción.

El Código define el momento desde el cual se considera que se es persona humana, señala
que el comienzo de la existencia de la persona humana acontece desde la concepción. Si
bien no aclara que se entiende por concepción en esta disposición, si se lo hace desde un
análisis integral y sistémico del texto civil, y se reafirma en otras legislaciones como la Ley
26.862 que regula la cobertura médica en técnicas de reproducción humana asistida
(TRHA) y, en especial, lo decidido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el
caso “Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica” 28/11/2012, cuya jurisprudencia es obligatoria
para la Argentina, so pena de incurrirse en responsabilidad internacional.
A) La existencia desde la concepción.
Mantenimiento del principio general.

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Concepción derivada del acto sexual
El Código mantiene el momento de la existencia de la persona (agregándole el calificativo
de “humana”) desde la concepción en el seno materno, tal como lo previó Vélez Sarsfield
siguiendo a Freitas y al Código Prusiano. De este modo, el concebido es considerado
persona humana a los efectos del Código, en los mismos términos y con la misma
extensión, limitación y condición (nacimiento con vida) que hasta la actualidad.
Se reconoce al nasciturus o persona por nacer como sujeto de derecho y, por ende,
protegido por el Código, siendo pasible de adquirir derechos y obligaciones, colocándose el
eje en la noción de concepción.
¿Qué se entiende por “concepción”? Como sinónimo de anidación. Si bien este último sería
el término correcto, no es el que se suele utilizar en el ámbito jurídico, más precisamente
en el campo internacional. Persiste la falta de criterio unánime acerca del momento mismo
de la concepción, debate en el que, aun ante los avances y procesos científicos, no se
puede establecer un momento preciso sobre cuando acontece la concepción. Se trata de
una incertidumbre que escapa al ámbito jurídico, por lo cual el Código no puede resolver.
De allí que se mantiene la postura seguida desde los orígenes de la legislación civil y que
forma parte de la tradición jurídica, no habiendo razones o cambios objetivos para
introducir modificaciones, más allá de las críticas esgrimidas a esta línea legislativa que gira,
entre otras cuestiones, en torno a diferenciar vida humana de persona humana, para
quienes recién comenzaría o existiría desde el nacimiento. Esta última postura es la que
siguen una gran cantidad de legislaciones comparadas.
Desde la perspectiva constitucional-convencional, la Convención Americana sobre derechos
humanos, regula el “derecho a la vida” y su protección a partir del momento de la
concepción, y la Convención sobre los Derechos del Niño, con igual jerarquía constitucional
(art. 75, inc. 22).

B) Existencia de la persona cuando es derivada del uso de las técnicas de reproducción


humana asistida

El uso de las técnicas de reproducción asistida es una realidad que no se puede silenciar.
En el ámbito nacional, es una práctica cada vez más extendida a la luz de varias
consideraciones, incluso, en el ámbito jurídico a raíz de varios precedentes
jurisprudenciales y algunas legislaciones locales y varios intentos legislativos a nivel
nacional.
En definitiva, Para la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la existencia de la persona
humana comienza con la implantación del embrión y, por ende, el embrión no implantado
no es persona.
Por concepción, cuando se trata de técnicas de reproducción humana asistida se entiende,
cuando el embrión in vitro está implantado en la persona.

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Decir que el embrión se implanta en la persona y no en la mujer, es la postura legislativa
más acorde con la Ley 26.743 de Identidad de Género, cuyo eje vertebral para el cambio de
identidad de género se basa en la “identidad autopercibida”, sin la obligación de apelar de
manera previa a intervención quirúrgica de “reasignación” de sexo.

Art. 20 C.C.YC. Duración del embarazo. Época de la concepción. Época de la


concepción es el lapso entre el máximo y mínimo fijados para la duración del embarazo Se
presume, excepto prueba en contrario, que el máximo de tiempo del embarazo es de
trescientos días y el mínimo de ciento ochenta, excluyendo el día del nacimiento.

Concepción y embarazo tienen una fuerte vinculación, constituyen dos hechos fácticos en
los que no se sabe con exactitud cuándo se producen y el lapso de duración. Por esta razón
el Código establece un plazo máximo y mínimo de duración del embarazo a contar desde el
momento de la concepción –que no es cierto o que no acontece un día concreto- el que
está sujeto a prueba en contrario.
El Código regula la duración del embarazo y la época (no el día certero) de la concepción.

Art. 21 C.C.YC. Nacimiento con vida. Los derechos y obligaciones del concebido o
implantado en la mujer quedan irrevocablemente adquiridos si nace con vida.
Si no nace con vida, se considera que la persona nunca existió.
El nacimiento con vida se presume.

Los derechos y deberes que puede adquirir el concebido –desde la concepción propiamente
dicha cuando se deriva del acto sexual, o desde la implantación en la mujer en los casos de
técnica de reproducción humana asistida- quedan irrevocablemente adquiridos si nace con
vida, si ello no acontece, se considera que la persona humana no ha existido; siendo que el
nacimiento con vida se presume, por lo tanto, la carga de la prueba recae en quien
sostenga lo contrario, que la persona no nació con vida, de conformidad con el respeto de
la persona humana o a favor de su existencia.
¿Cuándo se produce el nacimiento con vida? Cuando acontece el alumbramiento y es
separado del seno materno; cuando son dos personas con individualidad propia. Si fallece
antes de ese momento, se considera que la persona nunca existió.
Principio general: “todos los derechos y obligaciones que se hayan adquirido quedan
sujetos a un hecho natural, el nacimiento con vida”.

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Derechos y Actos personalísimos

Art. 51 C.C.YC. Inviolabilidad de la persona humana. La persona humana es


inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su
dignidad.

Todos los derechos personalísimos se fundan en el reconocimiento de una dignidad que


corresponde a cada ser humano por el solo hecho de serlo, y por ello se engloba a todos
esos derechos en una expresión única “derecho a la dignidad”. Además, esa noción de
dignidad de la persona tiene un fuerte sustrato bioético relacionado con las conductas
autorreferentes (el propio Código, en este mismo capítulo, tiene aplicaciones de ellas en
cuestiones vinculadas a actos de disposición sobre el propio cuerpo, consentimiento
informado para actos médicos y directivas anticipadas), las cuales ya preexistían en las
leyes regulatorias de los trasplantes de órganos, de salud mental y de derechos de los
pacientes, entre otras.
La Constitución Nacional argentina, después de 1994, alude a ello en su art.42 (cuando
habla del “trato digno” que merecen los consumidores y usuarios), y prioriza la vía del
amparo en la protección de la dignidad humana.
En esta fuerte impronta de la constitucionalización del Derecho Privado – la Constitución
incorpora preceptos, Declaración Universal de Derechos Humanos, Convención Americana
sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, Convención sobre los
Derechos del Niño, entre otras.

Los derechos personalísimos se agrupan en tres categorías:

a) Derechos a la integridad corporal o física: que involucran el derecho a la vida,


los actos dispositivos sobre el propio cuerpo, las prácticas o tratamientos
médicos sobre él, el consentimiento para actos riesgosos, el derecho sobre la
propia vida y sobre el propio cadáver con sus vinculaciones con la eugenesia y
la eutanasia. El Código les dedica algunas referencias (arts.54 a 61).
b) Derechos de libertad: están tutelados en la Constitución Nacional dentro de la
declaración de los derechos y garantías. El Código no los regula.
c) Derechos a la integridad espiritual: intimidad, honor, imagen, identidad. El
Código se limita a enunciarlos (art.52), regulando específicamente sólo el
derecho a la imagen (art.53).

Art. 55 C.C.YC. Disposición de derechos personalísimos. El consentimiento para la


disposición de los derechos personalísimos es admitido si no es contrario a la ley, la moral o

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las buenas costumbres. Este consentimiento no se presume, es de interpretación restrictiva,
y libremente revocable.

3.- Atributos de la persona

Concepto:
Son cada una de las propiedades o características que le pertenecen esencial y
necesariamente, son cualidades intrínsecas e inseparables de la persona.
Caracteres:
-Necesidad: no puede haber persona sin nombre; o ser absolutamente incapaz de derecho;
o carecer de domicilio general.
-Unidad: cada atributo tiene el carácter de único en el sentido de que no puede tenerse
legítimamente más de uno del mismo orden.
-Indisponibilidad: son inajenables e imprescriptibles.

Capacidad

Capacidad de Derecho:

Art. 22 C.C.YC. Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para
ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad
respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.

La norma contempla la caracterización de la persona humana en el campo jurídico por la


afirmación de su primer atributo “capacidad” la que le permite ser titular de derechos y
deberes jurídicos con las limitaciones que resultan de la propia ley.
Se remarca el concepto de persona a través de la noción de capacidad jurídica.

Capacidad de Ejercicio:

Art. 23 C.C.YC. Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por si
misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en
una sentencia judicial.

La norma se refiere a lo que habitualmente la doctrina denomina capacidad de obrar o de


hecho, propia de todos los seres humanos, e implica el reconocimiento expreso como regla
general de su capacidad de obrar y de su carácter relativo o particular, mediando

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limitaciones que resultan de la propia ley o de una sentencia judicial razonablemente
fundada.
Es la aptitud que la persona adquiere durante su desarrollo para ejercer el derecho que le es
propio conforme su capacidad jurídica o de goce.

Incapacidad

Art. 22 C.C.YC. Incapacidad de derecho. La ley puede privar o limitar esta capacidad
respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.
(Ejemplos: arts. 1001; 1002; 2482; 689; 120; 138; 1550).

La capacidad de derecho o jurídica, también conocida como capacidad de goce, refleja un


atributo que sólo reconoce limitaciones impuestas o derivadas de la ley estrictamente, y que
admite por consiguiente gradaciones en supuestos específicos, que resultan de la propia
ley y cuya interpretación es restrictiva, no pudiendo suplirse por representación.
Pero dichas limitaciones o gradaciones sólo pueden ser relativas y en modo alguno revestir
el carácter de absolutas o determinar la existencia de una incapacidad absoluta de
derecho, como ha ocurrido en los supuestos de esclavitud o muerte civil.
Las limitaciones referidas, impuestas por razones graves, no son dispuestas entonces en
función de las personas, sino de los hechos, simples actos o actos jurídicos determinados y
por razones de orden público o de interés general, moral o comunitario.
No hay pues personas incapaces de derecho, sino incapacidades de derecho en relación a
ciertos hechos o actos.

Art. 24 C.C.YC. Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:


a) la persona por nacer;
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la sección 2º de este capítulo;
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa
decisión.

La norma contempla una nueva categorización de personas con incapacidad de obrar.


Se consagra el criterio de flexibilidad de la incapacidad, adaptando la misma a la persona en
particular, dejando de lado el antiguo criterio que obligaba a la persona a adaptarse a su
marco de capacidad de obrar.
Las limitaciones a la capacidad de hecho o de ejercicio configuran barreras de protección
para las personas comprendidas en ellas.
Las limitaciones referidas, son suplidas por representación legal.

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Persona Menor de Edad

Menor de edad y adolescente:

Art. 25 C.C.YC. Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la persona que no


ha cumplido dieciocho años.
Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece años.

El menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años. La norma tiene como
antecedente la disposición de la ley 26.579 que fijo la mayoría de edad a los dieciocho
años.
La norma también introduce una figura novedosa como es la del adolescente a partir de los
trece años.

Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad:

Art. 26 C.C.YC. Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad. La persona
menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales.
No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por si los
actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de
intereses con sus representantes legales, puede intervenir con asistencia letrada.
La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne
así como a participar en las decisiones sobre su persona.
Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir por sí
respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de
salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física. Si se trata de tratamientos
invasivos que comprometen su estado de salud o está en riesgo la integridad o la vida, el
adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores; el
conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la base de la
opinión médica respecto a las consecuencias de la realización o no del acto médico.
A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las
decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.

La norma establece varias reglas. Un principio general que admite excepciones.

Principio general: la persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus
representantes legales. El principio se reitera en el art. 100 C.C. y C.).

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El primer párrafo de la norma hace referencia a la incapacidad de ejercicio establecida en el
inc. b art. 24 C.C.YC.) y lo dispuesto por el art. 25 en materia de minoridad. Para suplir su
incapacidad de ejercicio o de obrar, son representantes de los menores de edad no
emancipados, conforme lo dispone el art. 101 inc. b C.C.YC., sus padres o, a falta o
incapacidad de los mismos, privación de la responsabilidad paterna o suspensión de su
ejercicio, los tutores que se les designen.
La norma evoluciono desde las rígidas disposiciones del código derogado en materia de
incapacidad de hecho (incapacidad de ejercicio o de obrar), hasta la presente admisión de
una capacidad progresiva, en función de la edad y grado de madurez de la persona.
Excepciones:
-El menor que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por si los actos
que le son permitidos por el ordenamiento jurídico (Ej. art. 1922 inc. a: relación de poder
sobre una cosa; art. 1323: poder ser mandatario). Como en el supuesto de los contratos de
escasa cuantía que se presumen celebrados con la conformidad de los progenitores, tal
como lo dispone el art. 684 del Código.
La norma contenida en el art.690 del código si bien autoriza a los padres a celebrar
contratos en nombre de sus hijos, en los límites de su administración, les requiere que
brinden información sobre los mismos al hijo que cuente con la edad y con el grado de
madurez suficiente.
-En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes legales, puede intervenir
con asistencia letrada.
En similar sentido el art. 677 del código presume que el hijo adolescente cuenta con
suficiente autonomía para estar en juicio, juntamente para estar con sus progenitores, o de
manera independiente con asistencia letrada.
-El menor de edad tiene derecho a ser oído en todo proceso judicial que le concierne así
como a participar en las decisiones sobre su persona.
Cuya intimidad entre otros derechos personalísimos debe ser preservada.
-La norma presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir
por sí respecto de aquellos tratamientos médicos no invasivos, o debe prestar su
consentimiento con la asistencia de sus progenitores si se tratara de tratamientos invasivos
que comprometan su estado de salud. El interés superior del adolescente prima para la
resolución del conflicto que pueda plantearse entre el mismo y sus progenitores, teniendo
como base de dicha resolución la opinión médica con relación a las consecuencias de la
realización o no del acto médico.
-A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las
decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.

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Texto legal en concordancia con disposiciones del Código, con los postulados establecidos
en la Convención sobre los Derechos del Niño, en la Ley 26.061 de Protección Integral de
los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, y la Ley 26.529 de Derechos del Paciente.

Menor de edad con título profesional habilitante:

Art. 30 C.C.YC. Persona menor de edad con título profesional habilitante. La


persona menor de edad que ha obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión
puede ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa autorización. Tiene la
administración y disposición de los bienes que adquiere con el producto de su profesión y
puede estar en juicio civil o penal por cuestiones vinculadas a ella.

La norma ratifica el criterio de autonomía en materia de capacidad de ejercicio de la


persona menor de edad, ampliándola en función de la obtención:

-De un título profesional habilitante.


-Puede ejercer la profesión por cuenta propia, sin necesidad de previa autorización de sus
progenitores o representante legal (ello, con independencia de que habite o no en la casa
de sus progenitores).
-A partir de los dieciséis años (si bien la norma no lo aclara, dicho ejercicio profesional por
cuenta propia puede realizarse a partir de los dieciséis años, en consonancia con lo
dispuesto por los arts. 681 y 683 C.C. y C).
-Libre administración y disposición de los bienes que adquiere con el producto de su
profesión.
-Puede estar en juicio civil o penal por cuestiones vinculadas a su profesión.

En cuanto al menor en relación de empleo o de dependencia, cuente o no con título


profesional habilitante, para el ejercicio de su trabajo deberá estarse dispuesto por los
art.681, 682 y 683 del Código y normas de las leyes especiales, como la ley 26.390 arts. 2, 3
y 4, modificatoria de la ley 20.744 que regula el contrato de trabajo, los Convenios de la OIT
138 Y 182, y el art.32 de la Convención sobre los Derechos del niño de Naciones Unidas.

Emancipación:

Art. 27 C.C.YC. Emancipación. La celebración del matrimonio antes de los dieciocho


años emancipa a la persona menor de edad.
La persona emancipada goza de plena capacidad de ejercicio con las limitaciones previstas

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en este Código.
La emancipación es irrevocable. La nulidad del matrimonio no deja sin efecto la
emancipación, excepto respecto del cónyuge de mala fe para quien cesa a partir del día en
que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada.
Si algo es debido a la persona menor de edad con cláusula de no poder percibirlo hasta la
mayoría de edad, la emancipación no altera la obligación ni el tiempo ni el tiempo de su
exigibilidad.

Concepto:
La emancipación es el instituto Jurídico tuitivo de la persona menor de edad que contrae
matrimonio antes de los dieciocho años.

Requisitos:
- Celebración del matrimonio antes de los dieciocho años:

-Si tiene menos de 16 años: necesita previa dispensa (autorización) judicial.


-Si tiene entre 16 a 18 años: requiere autorización de sus representantes
legales, y a falta de esta, previa dispensa judicial.

Efectos:

-La persona emancipada adquiere capacidad de ejercicio limitada (restringida) arts. 28 y


29, son limitaciones o restricciones que tienen por objeto la protección del emancipado.

- Conclusión de la representación legal (Responsabilidad Parental o Tutela).


-Es irrevocable, excepto si el matrimonio se anula, la emancipación solamente cesa para el
cónyuge de mala fe desde que la sentencia de nulidad pasa en autoridad de cosa juzgada.

Actos absolutamente prohibidos:

Art. 28 C.C.YC. Actos prohibidos a la persona emancipada. La persona emancipada


no puede, ni con autorización judicial:
a) Aprobar las cuentas de sus tutores y darles finiquito;
b) hacer donación de bienes que hubiese recibido a título gratuito;
c) afianzar obligaciones.

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La norma concentra prohibiciones absolutas, dado que las mismas no pueden ser salvadas
ni por autorización judicial.
Reafirma un criterio tuitivo del emancipado, que en su protección se ve impedido de
manera absoluta de otorgar determinados actos que la propia norma de manera taxativa
indica, de los cuales solo podrían seguir disminuciones de su propio haber patrimonial.

Actos sujetos a autorización judicial:

Art. 29 C.CYC. Actos sujetos a autorización judicial. El emancipado requiere


autorización judicial para disponer de los bienes recibidos a título gratuito. La autorización
debe ser otorgada cuando el acto sea de toda necesidad o de ventaja evidente.

La norma reitera la protección del emancipado, a través de una prohibición relativa,


permitiendo la disposición a título oneroso de bienes recibido a título gratuito, la que
requiere autorización judicial apoyada en la necesidad o ventaja evidente que el acto de
disposición le depare al emancipado.

Restricciones a la Capacidad
Principios comunes

Art. 31 C.C.YC. Reglas generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica


se rige por las siguientes reglas generales:
a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se
encuentre internada en un establecimiento asistencial;
b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre en
beneficio de la persona;
c) la intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento
como en el proceso judicial;
d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías
adecuadas para su comprensión;
e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que
debe ser proporcionada por el Estado si carece de medios;
f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y
libertades.

Art. 32 C.C.YC. Persona con capacidad restringida y con incapacidad. El juez puede
restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que

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padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente
gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un
daño a su persona o a sus bienes.
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé el
artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función de las
necesidades y circunstancias de la persona.
El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que
respondan a las preferencias de la persona protegida.
Por excepción, cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de
interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato
adecuado, y el sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y
designar un curador.

El supuesto legal de capacidad restringida está basado en un criterio interdisciplinario y


compuesto por dos presupuestos (uno intrínseco y el otro extrínseco).
A) Presupuesto intrínseco: “una persona mayor de trece (13) años que padece una adicción
o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad”.
B) Presupuesto extrínseco: si “del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a
su persona o a sus bienes”.
El Código, la CDPD y la Ley 26.657, conforman la estructura del actual sistema de salud
mental.

Cese de la incapacidad y de las restricciones a la capacidad:

Debe decretarse por el juez que la declaro, previo examen de un equipo interdisciplinario,
que dictamine sobre el restablecimiento de la persona.
Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona
puede realizar por si o con la asistencia de su curador o apoyo.

Inhabilitados:

Art. 48 C.C.YC. Pueden ser inhabilitados quienes por la prodigalidad en la gestión de


sus bienes expongan a sus cónyuge, conviviente, o a sus hijos menores de edad o con
discapacidad a la pérdida del patrimonio. A estos fines se considera persona con
discapacidad, a toda persona que padece una alteración funcional permanente o
prolongada, física o mental, que en relación a su edad o medio social implica desventajas
considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral. La acción solo
corresponde al cónyuge, conviviente, a los ascendientes y descendientes.

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Art. 49 C.C.YC. Efectos. La declaración de inhabilitación importa la designación de
un apoyo, que debe asistir al inhabilitado en el otorgamiento de actos de disposición entre
vivos y en los demás actos que el juez fije sentencia.

Art. 50 C.C.YC. Cese de la inhabilitación. El cese de la inhabilitación se decreta por el


juez que la declaro previo examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento
de la persona.
Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona
puede realizar por si o con apoyo.

Pródigo:
(único supuesto)

Presupuestos:
a) La prodigalidad en la gestión de los bienes
- actos jurídicos de gestión, administración y/o disposición que constituyan una
dilapidación.
-habitualidad en los actos.
b) La exposición a la pérdida del patrimonio a su cónyuge, conviviente, hijos menores de
edad o hijos mayores de edad con discapacidad.

Efectos:

La persona inhabilitada adquiere capacidad de ejercicio restringida, significa que la


declaración de inhabilitación no modifica la condición de capaz, solo impone ciertas
restricciones para la realización de uno o varios actos.

Se le designa un sistema de apoyo que lo asistirá para otorgar:

-actos de disposición entre vivos, y


-otros actos que el juez fije en la sentencia.

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Cese de la inhabilitación:

Lo resolverá el mismo juez que la declaro, previo examen interdisciplinario que dictamine
sobre el restablecimiento de la persona. Si el restablecimiento no es total sino parcial, el
juez ampliara la nómina de actos que la persona puede realizar por si o con apoyo.
Si los familiares protegidos dejaran de existir, la inhabilitación cesa.

Régimen de capacidad de ejercicio- categorías:


Capacidad Plena: - persona mayor de edad-18 años- (art.23).
Capacidad restringida: caracterizada por el principio general: la persona mantiene su
capacidad con las restricciones para determinado acto o actos.
-Persona mayor de 13 años que padece una adicción o una alteración mental permanente
o prolongada, de suficiente gravedad (presupuesto intrínseco), y que del ejercicio de su
plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes (presupuesto
extrínseco) (arts. 23 y 32, primer párrafo).
-Inhabilitados: Pródigo (arts. 23 y 48).
Incapacidad absoluta: -persona por nacer (art.24 inc. a).
Incapacidad relativa: -Persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente
(art.24 inc. b).
-Persona que se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y
expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado, y el sistema de
apoyo resulte ineficaz (arts. 24 inc. c y 32, último párrafo).

Nombre

Concepto:
Es el medio de identificación de la persona en la sociedad.
Se compone de dos elementos:

-Prenombre o nombre de pila: es la forma de designación de un individuo, y se adquiere por


su inscripción en el Registro Civil.

-Apellido o Patronímico: es una designación común a todas las personas pertenecientes a


una familia, y se adquiere por la filiación; o por asignación de una autoridad.

Art. 62 C.C.YC. Derecho y deber. La persona humana tiene el derecho y el deber de


usar el prenombre y el apellido que le corresponde.

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Art. 63 C.C.YC. Reglas concernientes al prenombre. La elección del prenombre está
sujeta a las reglas siguientes:
a) corresponde a los padres o a las personas a quienes ellos den su autorización para tal fin;
a falta o impedimento de uno de los padres, corresponde la elección o dar la autorización al
otro; en defecto de todos, debe hacerse por los guardadores, el Ministerio público o el
funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Persona;
b) no pueden inscribirse más de tres prenombres, apellidos como prenombres, primeros
prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos vivos, tampoco pueden
inscribirse prenombres extravagantes;
c) pueden inscribirse nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes o autóctonas y
latinoamericanas.

Apellido de los hijos -Art. 64 C.C.YC.

Hijo Matrimonial

-Lleva el primer apellido de alguno de los cónyuges.

-A falta de acuerdo se determina por sorteo realizado en el Registro del Estado Civil y
Capacidad de las persona.

- Todos los hijos deben llevar el apellido y la integración compuesta que se haya decidido
para el primero de los hijos.

-A pedido de los padres o del interesado se puede agregar el apellido del otro cónyuge.

Hijo Extramatrimonial

-Reconocido por un progenitor lleva el apellido del mismo.

-Reconocido por ambos progenitores, si el reconocimiento es simultáneo, se aplica lo


dispuesto para el hijo matrimonial, si la segunda filiación se determina después, los padres
acuerdan; a falta de acuerdo decide el juez, según el interés superior del niño.

Apellido de los Cónyuges -Art. 67 C.C.YC.

-Matrimonio: cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro con la
preposición “de” o sin ella.

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-Divorcio o Nulidad del matrimonio: no puede usar el apellido del otro cónyuge, excepto que
por motivos razonables, el juez lo autorice a conservarlo.

-Viudez: puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga nuevas
nupcias, ni constituya unión convivencial.

Art. 69 C.C.YC. Cambio de nombre. El cambio de prenombre o apellido solo procede si


existen justos motivos a criterio del juez.
Se considera justo motivo, de acuerdo a las particularidades del caso, entre otros a:
a) el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad;
b) la raigambre cultural, étnica o religiosa;
c) la afectación de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su causa,
siempre que se encuentre acreditada.
Se consideran justos motivos, y no requieren intervención judicial, el cambio de prenombre
por razón de identidad de género y el cambio de prenombre y apellido por haber sido
víctima de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil
o de la identidad.

Art. 71 C.C.YC. Acciones de protección del nombre. Puede ejercer acciones en


defensa de su nombre:
a) aquel a quien le es desconocido el uso de su nombre, para que le sea reconocido y se
prohíba toda futura impugnación por quien lo niega; se debe ordenar la publicación de la
sentencia a costa del demandado; (Acción de reclamación del nombre)
b) aquel cuyo nombre es indebidamente usado por otro, para que cese en ese uso; (Acción
de impugnación del nombre)
c) aquel cuyo nombre es usado para la designación de cosas o personajes de fantasía, si ello
le causa perjuicio material o moral, para que cese el uso; (Acción de supresión del nombre)
En todos los casos puede demandarse la reparación de los daños y el juez puede disponer la
publicación de la sentencia.
Las acciones pueden ser ejercidas exclusivamente por el interesado; si ha fallecido, por sus
descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos.

Art. 72 C.C.YC. Seudónimo. El seudónimo notorio goza de la tutela del nombre.

Domicilio

Concepto:
Es el lugar que la ley fija como asiento o sede de la persona para la producción de

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determinados efectos jurídicos.
Clasificación:
-General: es el asiento jurídico de la persona que tiene relevancia para la generalidad de sus
relaciones jurídicas. Es necesario y único. Dentro de este, encontramos el domicilio real y el
legal.
-Especial: se constituye para ciertas y determinadas relaciones jurídicas. No es necesario y
puede tenerse varios. Dentro de este, encontramos solo el domicilio contractual.

Art. 73 C.C.YC. Domicilio real. La persona humana tiene domicilio real en el lugar de su
residencia habitual. Si ejerce actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde la
desempeña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad.

La doctrina, uniformemente, asigna dos elementos a la noción de domicilio real:


-Animus o intención de permanecer allí aunque transitoriamente no se lo haga; y el
-corpus o efectiva presencia en el lugar para desarrollar allí la vida cotidiana.

El precepto, parecería proponer que existe un domicilio real “general” – vinculado al lugar
de la residencia habitual- y un domicilio real “acotado”, o “profesional”, que sin llegar a
conformar un supuesto de domicilio especial como el descripto por el art.75, limita sus
alcances a las relaciones jurídicas profesionales o económicas de la persona y no a otras.
El domicilio real es el que cuenta con la garantía constitucional de inviolabilidad que
consagra el art. 18 de la Carta Magna, y que además ostenta los caracteres de:
“voluntariedad” es el libre designio de la persona quien lo selecciona,
“necesariedad” como atributo de la personalidad,
“unicidad” como intención legal de evitar su multiplicidad por razones de seguridad jurídica
dinámica, y
“mutabilidad” siendo que el cambio de residencia habitual implica el cambio también
consecuente de su domicilio real.

Art. 74 C.C.YC. Domicilio legal. El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin
admitir prueba en contra, que una persona reside de manera permanente para el ejercicio
de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones. Sólo la ley puede establecerlo, y sin
perjuicio de lo dispuesto en normas especiales:
a) los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus
funciones, no siendo estas temporarias, periódicas, o de simple comisión;
b) los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que lo están prestando;
c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen domicilio
conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;

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d) las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes.

El domicilio legal, como su nombre lo indica, es el impuesto por la ley como supuesto
alternativo –junto con el real- de domicilio general, y con carácter de presunción juris
tantum, la que no admite contraprueba.
No puede crearlo la voluntad privada, sino solo una norma legal, e involucra cuatro
supuestos mencionados en la norma.
Tiene como caracteres, a diferencia del domicilio real, las notas de su imposición forzosa
(por la ley), el de ser eventualmente ficticio (ya que siendo una presunción absoluta no
importa para cumplir sus efectos si la persona esta efectivamente allí o no), y su rango
taxativo (solo la ley puede crearlo) y restrictivo (no es extensible analógicamente).
Siendo con el domicilio real uno de los supuestos de conformación del domicilio general, se
entiende que prevalece sobre el primero, pudiendo echarse mano al legal en ausencia o
defecto del real.
La justificación de su existencia está en la seguridad jurídica dinámica, pensada en relación
no con la propia persona a quien la ley le asigna el domicilio legal, sino respecto de quienes
deben vincularse jurídicamente con ella.

Art. 75 C.C.YC. Domicilio especial. Las partes de un contrato pueden elegir un


domicilio para el ejercicio de los derechos y obligaciones que de él emanan.

El domicilio especial, es aquel que cumple efectos solo para determinado ámbito de
relaciones jurídicas, a diferencia del domicilio general.
El domicilio especial – acotado ahora a un solo supuesto, que es el convencional,
contractual o de elección- es el convenido en un negocio jurídico bilateral (contrato), es una
manifestación del ejercicio de la autonomía de la voluntad, que a diferencia del domicilio
general, no es necesario, ni único, ni es un atributo de la personalidad, ni necesariamente
se extingue con la vida de la persona, ya que puede ser vinculante para sus herederos, es
mutable, no formal y transmisible (por ej. si se cede la posición contractual).

Art. 76 C.C.YC. Domicilio ignorado. La persona cuyo domicilio no es conocido lo


tiene en el lugar donde se encuentra; y si éste también se ignora en el último domicilio
conocido.

Estado Civil

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Concepto:
Es la posición que una persona ocupa dentro de una familia. Es un atributo solo de las
personas físicas, no así de las personas jurídicas.

El estado civil se determina con relación:


-El matrimonio: soltero, casado, viudo, divorciado.
-El parentesco: (art.529 C.C.YC.) parentesco en razón de la naturaleza, parentesco en razón
de las técnicas de reproducción humana asistida, parentesco por adopción, parentesco por
afinidad.

Fin de la existencia de las personas:

Muerte Comprobada: presencia del cadáver.


-Cumplimiento del ciclo vital de toda persona: enfermedad,
muerte violenta (homicidio, suicidio, accidente, catástrofes).
-Prueba: estándares médicos aceptados,
en caso de ablación de órganos, rige la Ley especial,
muerte cerebral.
Muerte Presunta: ausencia del cadáver.
-Caso ordinario: ausencia de su domicilio por tres años.
-Casos extraordinarios: ausencia en un incendio, terremoto, guerra u otro
suceso semejante por dos años.
Buque o aeronave naufragado o perdido por seis meses.

PERSONA JURÍDICA

Definición:

Art. 141 C.C.YC. Definición. Son Personas Jurídicas todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones
para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.

Las personas humanas y las personas jurídicas son sujetos de derecho, las primeras no
necesitan definición, mientras que las personas jurídicas son grupos humanos a los cuales
el ordenamiento jurídico reconoce como tal, confiriéndoles capacidad limitada al
cumplimiento de su objeto y a la finalidad para la cual fueron creadas.
La persona jurídica como única categoría dentro de los entes ideales. Se ha eliminado la
distinción entre personas de existencia ideal y personas jurídicas que tanta discusión

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provocó en la doctrina.
Desde un punto de vista práctico, es común hablar de personas jurídicas o de personas de
existencia ideal como sinónimos, en la doctrina y en la legislación comparada se han
usado las denominaciones de “personas morales” o “personas colectivas” pero el término
que mayor acogida ha tenido en la práctica y en las disposiciones legales y reglamentarias
de nuestro país es, el de persona jurídica.
Por ello, el Código ha unificado la denominación, hoy solo existen personas humanas y
personas jurídicas.

Comienzo de la existencia:

Art. 142 C.C.YC. Comienzo de la existencia. La existencia de la persona jurídica


privada comienza desde su constitución. No necesita autorización legal para funcionar,
excepto disposición legal en contrario. En los casos que se requiere autorización estatal, la
persona jurídica no puede funcionar antes de obtenerla.

El código sienta el principio de la libre constitución de las personas jurídicas, ellas nacen
desde el acto constitutivo, sin ningún otro requisito, salvo que la ley imponga un
requerimiento adicional. Cuando expresamente se requiere la autorización estatal, la
personalidad queda condicionada a ese acto administrativo.

Personalidad diferenciada:

Art. 143 C.C.YC. Personalidad diferenciada. La persona jurídica tiene una


personalidad distinta de la de sus miembros.
Los miembros no responden por las obligaciones de las personas jurídicas, excepto en los
supuestos en que expresamente se prevén en este Título y lo que disponga la ley especial.

La constitución de una persona jurídica tiene como finalidad crear un nuevo sujeto de
derecho con distinto patrimonio y con distinta responsabilidad. Este es un principio
fundamental: existe una separación entre la personalidad del ente y las personas que lo
componen. Se crea un sujeto de derecho enteramente distinto de sus fundadores,
miembros y administradores, con la existencia de patrimonios diversos, el de la persona
jurídica y el de sus miembros.
En cuanto a la responsabilidad, cada persona responde por sus deudas y los acreedores
solo podrán atacar los bienes de la persona jurídica, salvo que sus integrantes se hubiesen
obligado por ellas. La responsabilidad solidaria que pueden asumir los socios o
administradores de una persona jurídica puede surgir del régimen especial para
determinados entes, dentro o fuera del Código.

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Clasificación:
Personas Jurídicas Públicas:

Art. 146 C.C.YC. Personas Jurídicas Públicas. Son Personas Jurídicas Públicas:
a) el Estado Nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los municipios,
las entidades autárquicas, y las demás organizaciones constituidas en la República a las que
el ordenamiento jurídico atribuya ese carácter;
b) los Estados Extranjeros, las organizaciones a las que el derecho internacional público
reconozca personalidad Jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el extranjero
cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable;
c) la Iglesia Católica.

Personas Jurídicas Privadas:

Art. 148 C.C.YC. Personas Jurídicas Privadas. Son Personas Jurídicas Privadas:
a) las sociedades;
b) las asociaciones civiles;
c) las simples asociaciones;
d) las fundaciones;
e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas;
f) las mutuales;
g) las cooperativas;
h) el consorcio de propiedad horizontal;
i ) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo carácter
de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.

Atributos de la Persona Jurídica Privada:

Nombre:

Art. 151 C.C.YC. Nombre. La persona jurídica debe tener un nombre que la
identifique como tal, con el aditamento indicativo de la forma jurídica adoptada. La persona
jurídica en liquidación debe aclarar esta circunstancia en la utilización de su nombre.
El nombre debe satisfacer recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, tanto
respecto de otros nombres, como de marcas, nombres de fantasía y otras formas de
referencia a bienes o servicio, se relacionen o no con el objeto de la persona jurídica.
No puede contener términos o expresiones contrarios a la ley, el orden público o las buenas
costumbres ni inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica. La inclusión en el
nombre de la persona jurídica del nombre de personas humanas requiere la conformidad de

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estas, que se presume si son miembros. Sus herederos pueden oponerse a la continuación
del uso, si acreditan perjuicios materiales o morales.

La norma incorpora el nombre como atributo de la persona jurídica y establece sus rasgos
fundamentales.

- El primer principio que sienta la norma es el carácter necesario del nombre, toda persona
jurídica debe tener un nombre que la identifique como tal.
- El nombre se presenta como un derecho y deber impuesto por motivos de interés general
-El nombre de las personas jurídicas debe ser - en principio- de libre elección y exclusivo (se
requiere un sistema de registro para evitar nombres iguales), a diferencia del nombre de
las personas físicas, se preserva el carácter único del nombre.
-Todo ente ideal debe poseer un nombre que satisfaga los requisitos veracidad, novedad y
aptitud distintiva, debiendo diferenciarse de otros nombres de fantasía u otras referencias
a bienes o servicios. ----
-La designación no puede contener expresiones contrarias a la ley, inducir a error sobre la
clase u objeto de la persona jurídica. -
Si se adopta un nombre de persona humana debe contar con la conformidad de esta última
que se presume si forma parte de sus miembros. No obstante los herederos pueden
oponerse al uso del nombre del causante si acreditan perjuicios materiales o morales.
–En un código unificado, la regulación del nombre de las personas jurídicas adquiere una
especial importancia. El nombre comercial debe ser distinguido del nombre civil de las
personas, este último jurídicamente considerado, es un medio de identificación de las
personas y entonces asume el carácter personalísimo no patrimonial. Como atributo de la
persona humana, es necesario, irrenunciable, inalienable e imprescindible. Mientras el
nombre civil es un derecho subjetivo extrapatrimonial, el nombre comercial y por
consiguiente la razón social utilizada como nombre mercantil, en cuanto lo admite el
derecho comercial, constituye un derecho subjetivo patrimonial.
Rivera ha destacado que el nombre comercial y nombre social, si bien son términos usados
frecuentemente como sinónimos, no resultan equivalentes. El nombre comercial tiene por
finalidad la identificación del comerciante o industrial, o la empresa en el ramo que se
ocupa y es un medio de atracción de la clientela. El nombre social además de esas
funciones, revela la incorporación de la sociedad al ámbito de la tipología societaria y a la
consecuente regulación positiva. Por ello, el Código indica que la persona jurídica debe
tener un nombre “con el aditamento indicado de la forma jurídica adoptada”.
También deberá aclararse en el nombre, cuando el ente se encuentre en liquidación.
En materia del nombre comercial, hay quienes han distinguido entre razón social y
denominación. La razón social se integra con el nombre de uno o más socios y el
aditamento “y Cía”, mientras que la denominación puede ser un término de cualquier

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especie, pero siempre habrá que adicionarle una mención, aunque sea abreviada, que
distinga con claridad el tipo de sociedad de que se trata.
Lo relativo al nombre comercial, nombre societario o denominación, las legislaciones de los
distintos países coinciden en tratarlos en sus respectivas leyes de la propiedad industrial,
que si bien es cierto forma parte del derecho comercial, no es menos cierto que dada su
especialidad cada vez existe mayor distanciamiento, y con autonomía propia constituye lo
que hoy conocemos como “Derechos intelectuales”.
En nuestro país, el nombre comercial está regulado por la Ley de Marcas (22.362) y las
disposiciones de los organismos de control (por ej. la Inspección General de Justicia). El
Convenio de París (art.8).

Domicilio:

Art. 152 C.C.YC. Domicilio y sede social. El domicilio de la persona jurídica es el


fijado en sus estatutos o en la autorización que se le dio para funcionar. La persona jurídica
que posee muchos establecimientos o sucursales tiene su domicilio especial en el lugar de
dichos establecimientos solo para la ejecución de las obligaciones allí contraídas. El cambio
de domicilio requiere modificación del estatuto. El cambio de sede, si no forma parte del
estatuto puede ser resuelto por el órgano de administración.

El domicilio de las personas jurídicas es un atributo esencial que sirve para ubicar al ente
ideal, es el lugar donde desarrollan sus actividades, puede estar establecido en sus
estatutos, en sus contratos sociales o puede constar en la autorización estatal para
funcionar.
La norma otorga la posibilidad de tener un domicilio social para las obligaciones contraídas.
Tradicionalmente se ha distinguido entre domicilio y sede social. El domicilio puede
encontrarse identificado de manera genérica, designando la ciudad en la cual se asienta la
persona jurídica, mientras que la sede es el lugar donde funciona efectivamente la
administración de la entidad.
La norma también legisla sobre el cambio de domicilio y de sede social. El primero requiere
modificación del estatuto y la segunda puede ser modificada por el órgano de
administración si es que la sede no consta en el estatuto.
El Código regula, como un supuesto de domicilio especial, el domicilio de las sucursales.
Debe entenderse, por tal, aquella establecida en lugar distinto del domicilio principal donde
se ejerce la actividad propia del objeto de la persona jurídica.
Es un supuesto de domicilio especial distinto del previsto en el art.75, ya que no es
establecido contractualmente sino surge de la ley.
El art.74 no menciona como un supuesto de domicilio legal el domicilio de las personas

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jurídicas y el domicilio de las sucursales, a diferencia del Código derogado.

Patrimonio:

Art. 154 C.C.YC. Patrimonio. La Persona jurídica debe tener un patrimonio. La


persona jurídica en formación puede inscribir preventivamente a su nombre los bienes
registrables.

El patrimonio es un atributo de las personas jurídicas y se permite la inscripción provisoria


del mismo en el caso de entidades en formación.
El patrimonio es, entonces, como conjunto de derechos económicos de una persona, la
garantía común de todos los acreedores de ese sujeto, cual quiera sean los bienes que lo
compongan.
El patrimonio de la persona jurídica sirve para el cumplimiento de sus fines, soporta sus
propias deudas, y responsabilidades. No quiere ello decir que el Derecho no pueda imponer
en algunos supuestos la afección del patrimonio de las personas físicas, pero es una
responsabilidad que concurre con la de la personalidad jurídica.
El principio de personalidad diferenciada del art. 143 lleva a considerar la existencia de dos
patrimonios distintos: el de la persona jurídica y el de sus integrantes.

Capacidad:

La capacidad otorgada a las personas jurídicas está limitada al cumplimiento de su objeto y


los fines de su creación.
Las personas jurídicas siempre fueron consideradas capaces de adquirir derechos, aunque
se discutió si solo podían ser titulares de derechos patrimoniales o también podían poseer
derechos extrapatrimoniales. Prevalece esta última opinión aunque limitada a la naturaleza
del ente. Es decir, podrán gozar, por ejemplo, del derecho de libertad de prensa o de libre
asociación, pero nunca de algunos derechos personalísimos limitados a la persona física
(derecho a la imagen).
En cuanto a la capacidad de ejercicio, la doctrina clásica, Savigny, consideraba a las
personas jurídicas como incapaces de hecho absolutos, de modo que solo podían ejercer
sus derechos por medio de sus representantes. Hoy en día predomina la teoría del órgano,
es decir, la persona jurídica ejerce sus derechos no por medio de terceros sino por sus
propios órganos que la integran desde el nacimiento.
El Código repite aquí el “principio de especialidad” que establecía el art.35 del Código
derogado: la capacidad de las personas jurídicas está limitada por su objeto y su finalidad.
La especialidad implica seguridad frente a terceros que contratan con la persona jurídica

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porque no le serán oponibles actos “notoriamente extraños” al objeto de la entidad, tal
como lo expresa, en materia societaria, el art.58 de la ley 19.550.

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BIBLIOGRAFIA GENERAL
> LORENZETTI, RICARDO LUIS, “Código Civil y Comercial de la Nación
Comentado”, Tomo I, Ed. Rubinzal Culzoni, año 2015.-

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