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; tales: Resolución
al recordar los problemas planteados por el 1721 (XVI) aprobada por la Asamblea Ge-
descubrimiento de América en 1492: "espa- neral sobre "Cooperación Internacional para
cios inmensos y mucho derecho a crear". la utilización del espacio ultraterrestre con
Eso sí, entendemos, la regulación jurí- fines pacíficos", del 20 de diciembre de
dica deberá ser original en su contenido, 1961 (A, punto 2) y Resolución 1962
aun cuando en lo extrínseco pueda presen- (XVIT1) sobre "Declaración de los princi-
tar similitudes con las reglamentaciones pios jurídicos que deben regir las activida-
destinadas a los otros medios de comunica- des de los Estados en la exploración y uti-
ción aludidos "supra". lización de] espacio ultraterrestre" ( s ).
Por ello, en nuestro modo de pensar, no Han sido muchos y valiosos los aportes
tiene cabida la presunción de Scachter ( 7 ) , de Instituciones Científicas y Jurídicas
de qué "!a mayoría do las normas referen- que reflejan la preocupación por dar solu-
tes a nacionalidad del vehículo interplane- ciones a los problemas que se van plantean-
tario, las relaciones entre el comandante y do con motivo de la creciente actividad qua
la tripulación y los pasajeros, el castigo de se viene desarrollando en el espacio ultra-
crímenes y cuestiones jmldicas similares, terrestre, la que se vuelca en la elaboración
serían tomadas de las actuales reglas que se de proyectos de reglas jurídicas o instan a
aplican a los navios en alta mar"; tal es lo elaborarlas por organismos que, a la vez de
que se pensaba y escribía en 1952, cuando darles contenido jurídico, las sustentan en
pl Derecho Espacial era considerado un jus bases firmes para su cumplimiento.
w stchis nnscendise. En su momento contribuyeron con sus
Esta tesitura es hoy, desde cualquier estudios y recomendaciones, entre otros: la
punto de vista inaceptable, para quienes "Federación Interamericana de Abogados"
sostenemos, sin hesitación, la autonomía que, el 2 d« febrero de 1961 aprobó, en
del Derecho Espacial, con el sustento que Bogotá, la "Carta Magna del Espacio", con-
emana de los principios umversalmente con- teniendo reglas para la diferenciación del
sagrados en el "Tratado sobre los princi- espacio aéreo del interplanetario, para el
pios que deben regir las actividades de los reconocimiento pacífico de los derechos,
Pistados en la exploración y utilización del etc. (!)) ; la "Asociación de Derecho Inter-
espacio ultraterrestre, incluso la luna y nacional" que, reunida en Tokio, en 1964,
otros cuerpos celestes", del 27 de enero de al tomar nota de la Resolución 1962 de la
1967. O.N.U. ( 1 0 ) , la encomia y hace notar la exis-
La doctrina de los especialistas en este tencia en ella de principios jurídicos y,
creciente Derecho —el Espacial—, es uná- pide, asimismo, a la Comisión de Derecho
nime en cuanto a la necesidad de acometer Espacial la continuación del estudio sobre
el estudio que llevará a su más efectiva los aspectos jurídicos contenidos en el pá-
formulación, previendo y dando solución a rrafo 5 de la citada Resolución ("" ) ; otra
los problemas que sobrevendrán con motivo contribución es la del "Instituto Interna-
del incontenible avance de la tecnología en cional de Derecho Espacial", cuyos estatu-
materia de vuelos espaciales, instalación de tos prevén, entre otros fines y objetivos, el
estaciones y laboratorios espaciales ya en de "Convocar reuniones y coloquios sobre
funcionamiento, instalación de bases espa- los aspectos jurídicos y sociológicos de las
ciales para lanzamientos, instalación de sa- ciencias sociales. . ." ( r 2 ) .
télites destinados al cumplimiento de pla- Esta breve reseña no tiene otra finalidad
nes de teledetección de los recursos natu- que reforzar nuestra estimación en cuanto
rales de la Tierra, ya en funcionamiento y, a la perentoria necesidad de ordenar la le-
en f i n , de otras diversas misiones a desa- gislación internacional existente, tarea a
rrollarse en el espacio ultraterrestre. encomendarse a un ente que, en un futuro
Asimismo, la necesidad y conveniencia de cercano, deberá elaborar las reglas jurídi-
regular jurídicamente las situaciones que cas tendientes a dar soluciones a problemas
pueden llegar a plantearse con motivo de la que crea la actividad espacia!.
exploración y utilización del espacio u'tra- Es llegado el mom°nto, pues, de ocupar-
terrestre han sido motivo de preocupación nos del organismo que se encargará de re-
trasladadas a invitaciones, deseos y reco-
mendaciones expresados por organismos de-
(8) Tapia Salin-is. T.nis. Tcrl'íK inlrrnfírwnttlfs srt-
fn-e el Esftario, I n s t i t u t o Francisco De Vitoria. Sección
'le Dcreclio Aeronáutico y riel Espacio, Madrid, pp. 25
(f>) von Tíauelihaiipf. F. "W., "Nacimiento, evolución y 55. respectivamente.
y consolidación del Derecho Espacial", en" ReviRta Ju~ ( 9 ) Tapia Salinas, op. eit.. p. 267.
ríilifii de Buenos Aína, 19B9, I-III, pp. 265-275. Í10) Tapia Salinas, op. eit., p. 55.
(7) Cita de Cocea. A . A., en Teoría (Leí Dcrfffio ( 1 1 ) Tapia Salinas, op. eit., p. 239.
frtferf>Jimetar!.ti, editorial Bibliográfica Argentina, Rúe- (12) Tapia Salinas, op. eit., art. II, 1* sección, e;
nos Aires, 1957, p. 192. p. 581.
glar el Derecho Espacial, quizá en un texto mente, de dar solución jurídica a los pro-
ordenado que abarque el hasta ahora vigen- blemas derivados de la actividad en el es-
te y el que se cree. pacio ultraterrestre.
Varias son las soluciones ofrecidas por El problema y la solución propuesta pre-
los expertos en este Derecho; por estimar sentan, indudablemente, complejidad, habi-
que condensa las opiniones enunciadas por da cuenta de 'la existencia de organismos
los especialistas, nos referiremos a las que especializados que tiene competencia res-
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expone y analiza uno de ellos O ). pecto de ciertas actividades que se desarro-
"El mantenimiento del statu quo admi- llan en el espacio ultraterrestre; tal la
nistrativo actual, lo que significa la aten- "Unión Internacional de Telecomunicacio-
ción de los problemas del espacio ultrate- nes" (U.I.T.), cuyo Secretario expresó sus
rrestre por los propios órganos internos de objeciones a la creación de un nuevo orga-
las Naciones Unidas". nismo internacional que interfiriera en su
No obstante las alternativas posibles, las esfera ( l r > ) .
Naciones Unidas sólo se ocuparon, median- Cabe presumir que también de suscitar-
te la Resolución 1348 ( X I I I ) , del 13 de di- se divergencias con la O.A.C.I. con motivo
ciembre de 1958 ( H ) de "establecer" una de las decisiones que pudieran encararse
Comisión especial sobre la utilización del para la delimitación del espacio aéreo y el
espacio ultraterrestre con finos pacíficos, espacio ultraterrestre, cuestión de ineludi-
integrada, entre otros, por representantes ble tratamiento y solución si se advierte que
de la Argentina, con encargo de informar el tránsito de vehículos espaciales por el
a la Asamblea General sobre una serie de espacio aéreo puede acarrear problemas d<;
aspectos, incluyendo el que motiva nuestra responsabilidad, entre otros.
preocupación: "d) La naturaleza de los pro- Entendemos y sostenemos que el proble-
blemas jurídicos que pueda plantear la eje- ma hay que encararlo a la brevedad antes
cución de programas de exploración del es- que el panorama se complique y lo dificulte,
pacio ultraterrestre". encomendando su estudio a un Comité o
A nuestro entender, este sistema propi- Comisión de expertos jurídicos y científi-
ciado por la O.N.U. no daría lugar a otra cos representantes de los Estados miem-
cosa que mantener la dispersión de textos bros, quienes deberán recomendar la solu-
afines a la materia, circunstancia no de- ción a la que arriben, mediante informe a
seable. la Asamblea General de las Naciones Uni-
La segunda solución, de carácter prelimi- das, adecuándose a las miras y procedimien-
nar, transitorio y experimental puede, se- tos expresados en los arts. 55, 56, 57, 58 y
gún su expositor, ser la base pai'a llegar a 63 y concordantes de la Carta de la O.N.U.
la última, de la que nos ocuparemos a con- Como lo adelantáramos, el problema es
tinuación. complejo y no escapa a nuestro entendi-
Consiste, la que entramos a transmitir, miento que habrán de chocar y superponer-
en que los organismos especializados ya se decisiones y reglamentaciones ya exis-
existentes, de carácter eminentemente téc- tentes referidas a la utilización en común
nico y, en consecuencia, apolítico, se ocupen del espacio ultraterrestre, para el desarro-
de las actividades del espacio ultraterrestre llo de actividades tales como los vuelos es-
con fines pacíficos que pudieran catalo- paciales, la instalación y funcionamiento
garse de "civiles", aunque no de "todas". de estaciones y laboratorios orbitales, las
Advierte el autor de la propuesta comen- comunicaciones vía satélite, comprendidas
tada, que ya sea por iniciativa de los orga- la radiodifusión y la televisión.
nismos especializados o por las Naciones Bastaría para reafirmar lo expresado
Unidas, la realidad es que se ocupan del es- acerca de la complejidad de la situación, la
pacio ultraterrestre la "Organización Mun- remisión al contenido de' una reciente y
dial Meteorológica", la "Unión Internacio- muy ponderada obra de un distinguido ju-
nal de Telecomunicaciones" y la "UNESCO. rista argentino ( 1 6 ), en la que tratando el
No advertimos, en esta solución, ventaja escabroso tema de la responsabilidad hace
alguna sobre la anterior respecto de los re^ una sustanciosa acotación referida a la
sultados que se obtendrían mediante ella. "Lanzadera Espacial" (Space Sliuttíe) "en
La tercera y última solución sería la que el momento de su vuelo aerodinámico de
propicia la creación de un nuevo organismo reingreso a la Tierra", en el cual, según el
internacional que se ocuparía, exclusiva- jurista norteamericano John R. Tamm, ci-
tado en dicha obra, "no puede responder