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vista colectivo-social, y por ello, el grupo üu- En la Capital Federal se ha dispuesto que

mano con el que convive tiene derecho a en ciertos casos el examen mental del acu-
protegerse aislándolo en establecimientos sado sea obligatorio. El artículo 3' de la
especiales. ley 11.177 dice: "Cuando al procesado se im-
El Código penal francés consagró el prin- pute un delito reprimido con reclusión o
cipio de la inimpiitabilidad para los defi- prisión de más de diez años, el juez requeri-
cientes mentales, y aunque en el Código rá informe sobre su estado mental y capa-
penal alemán sólo se hace mención expresa cidad para delinquir".
de la "alteración morbosa de las facultades", En la República Argentina no existen "ma-
la interpretación jurisprudencial se ha en- nicomios judiciales" especiales, por lo que los
cargado de dar mayor amplitud a sus t;ér- alienados delincuentes son internados en los
minos, y en la práctica se lo aplica con el establecimientos comunes para enfermos
mismo alcance. mentales, y sometidos al mismo régimen de
Nuestro Código penal se ha inspirado en los demás enfermos, salvo en el Hospicio de
este criterio. Vemos así que el artículo 34 las Mercedes, donde hay un pabellón es-
dice: pecial para estos casos, denominado "Lucio
"No son punibles: Meléndez".
1' El que no haya podido, en el momento Esta promiscuidad indiscriminada resul-
del hecho, ya sea por insuficiencia de sus ta especialmente cruel en el caso de delin-
facultades, por alteraciones morbosas de las cuentes idiotas e imbéciles, que requieren
mismas, o por su estado de inconsciencia, un trato y un cuidado esencialmente distin-
error o ignorancia de hecho no imputable, to al de ios demás dementes. La naturaleza
comprender la criminalidad del acto, o di- pacifica e indefensa de los primeros, los
rigir sus acciones. convierte siempre en víctimas propicias de
"En caso de enajenación, el tribunal podrá los demás enfermos, sin que puedan lograr
ordenar la reclusión del agente en un mani- el menor beneficio de ese régimen.
comio, del que no saldrá sino por resolución Afortunadamente, y de acuerdo a lo dis-
judicial, con audiencia del Ministerio Pú- puesto por el segundo párrafo del referido
blico y previo dictamen de peritos que de- artículo 34 del Código penal, la reclusión
claren desaparecido el peligro de que el no es siempre obligatoria y queda a discre-
enfermo se dañe a sí mismo o a los demás. ción del tribunal, el que "podrá ordenar la
"En los demás casos en que se absolviese reclusión del agente en un manicomio".
a un procesado por las causales del presente Esta posibilidad de opción les permite en
inciso, el tribunal ordenará la reclusión del muchos casos confiar la custodia del defi-
mismo en un establecimiento adecuado, has- ciente mental a los familiares del mismo,
ta que se comprobase la desaparición de las siempre que estos les ofrezcan garantías
condiciones que le hicieren peligroso". suficientes de que ejercerán sobre el enfermo
El idiotismo y la imbecilidad están con- un control que no le permita dañar ni
templados bajo la denominación de "in- dañarse.
suficiencia de facultades", que los caracte- No debe olvidarse, sin embargo, que los
riza perfectamente. Esto significa que los idiotas e imbéciles se encuentran en una si-
enfermos atacados por esas deficiencias tuación penosa y difícil frente a sus fami-
mentales," congénitas o precoces" no son liares, aún frente a sus padres, los que en la
imputables, y no lo son en ningún momento generalidad de los casos hacen recaer sobre
de su vida, ya que su mal, a diferencia de el enfermo el dolor de frustración de su
otros tipos de alienación que pueden ser vanidad, que su presencia les provoca.
transitorios o por accesos, los define y coloca Legislación civil. Incapacidad. El artículo
en un estado de inferioridad psíquica per- 54 del Código civil argentino se ocupa del
manente. problema de la incapacidad, y menciona,
Pero aunque la insuficiencia sea evidente, como "incapaces de incapacidad absoluta"
la ley impone al juez la necesidad de re- a los dementes. Vale decir que los considera
currir siempre al auxilio del perito psiquia- como sujetos de derecho cuya capacidad
tra, el cual, dentro de su propio terreno está abolida. Aunque no menciona en forma
científico deberá determinar la existencia especial a los idiotas e imbéciles, es lógico
y peligrosidad del déficit mental del indivi- suponer que los mismos están incluidos
duo sometido a juicio, estableciendo tam- dentro de esa disposición. Así surge también
bién si tiene capacidad de valoración, tanto de los restantes artículos del Código, que se
jurídica como ética. ocupan de los problemas derivados de la
De acuerdo a las disposiciones de nuestra alienación mental, y cuya nomenclatura
ley de procedimientos en lo criminal, es obli- nunca es taxativa.
gatoria la intervención de peritos de oficio, La posición adoptada por nuestro Có-
pero no existe ningún obstáculo para que digo civil con respecto a la incapacidad de
las partes propongan la designación de otros. los enfermos o deficientes mentales y a su
protección legal, deriva de una vieja tradi- dioses. La idolatría, su manifestación for-
ción jurídica que se remonta a los albores mal, es una derivación del antropomorfis-
de la civilización griega, pero que se con- mo, que atribuye a la divinidad la figura o
cretó por primera vez en forma práctica en ¡as cualidades características de los hombres.
el cuerpo de las XII Tablas del Derecho ro- Pero esta idea de un Dios o de varios Dioses
mano. En las mismas se establecieron la con forma humana, representan la última
cúratela y otras medidas similares de pro- etapa de una larga evolución, que se inicia
tección para cualquier tipo de alienado. en las sombras del salvajismo. Es el resul-
En -épocas jurídicas más modernas nos tado de ía diferenciación de los millares de
encontrarnos con las disposiciones de la ley espíritus informes que poblaban el mundo
francesa de comienzos del siglo pasado que religioso del hombre primitivo. De la ado-
marca nuevos rumbos en este terreno. La ración de poderes animales, vegetales y se-
parte pertinente de nuestro Código civil se xuales, representándolos en forma concre-
ha inspirado e-n sus disposiciones, y se ocupa ta en distintas imágenes o ídolos, cada una
especialmente de la capacidad jurídica de de las cuales correspondía a un Dios que
los dementes en el libro I, Título X. encarnaba a la fuerza que se temía o reve-
En el artículo 141 se establece: "Se de- renciaba.
claran dementes los individuos de uno y Antes de llegar a esta etapa de politeís-
otro sexo que se hallen en estado habitual mo idólatra, inmediatamente anterior a
de manía, demencia e imbecilidad, aunque nuestro monoteísmo actual, conviene hacer
tengan intervalos lúcidos, o la manía sea una breve historia de la evolución religiosa
parcial". que llevó al hombre a crear a Dios a su
Como puede verse, en el mismo se incluye imagen.
a la imbecilidad dentro de las formas de Evolución del Sentimiento Religioso. Ani-
enajenación mental. Además, cabe recordar mismo, Totemismo. Culto de los Antepasa-
que la enunciación no es taxativa ni ex- dos. Idolatría. La fuerza determinante del
cluyente, y que dentro de la misma caben nacimiento del primer sentimiento religioso
otros tipos de deficiencias mentales, como conciente de nuestros antepasados, fue el
sería el caso del idiotismo. temor, en especial el temor a la muerte.
La jurisprudencia amplia aún más el al- La vida primitiva estaba rodeada de múl-
cance de esta doctrina, que basa el funda- tiples peligros, y rara vez se llegaba a un
mento de la incapacidad civil en el hecho término natural de longevidad. Antes de
"real y biológico" de la alienación men- que se cumpliera ese plazo, la enfermedad
tal, cualesquiera sean su forma y denomi- u otras circunstancias violentas arrebataban
nación. un gran número de individuos. El temor de
Por consiguiente, no podemos dudar que esa desaparición prematura, que se atribuía
los artículos posteriores, al hablar de demen- a alguna fuerza mágica, unido a la vaga
tes incluyen dentro de sus disposiciones a esperanza de que una ayuda sobrenatural
los idiotas e imbéciles, que quedan prote- pudiera evitarla, dieron nacimiento a las
gidos por las mismas a todos los efectos primeras manifestaciones de magia y a
legales. creencias religiosas elementales y rudimen-
No entramos a hacer el estudio detallado tarias.
de la parte pertinente de nuestra legislación, ¿Cómo imaginó el hombre primitivo a esos
porque el articulado que corresponde ya ha seres sobrenaturales que lo rodeaban por
sido tratado in extensu en las voces corres- doquier, y que influían constantemente sobre
pondientes (V. DEMENTES. ENAJENACIÓN su vida y su destino? Espíritus, dioses, fuer-
MENTAL. ) zas naturales o sobrenaturales, se le impo-
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— La psiquiatría en el mundo, en Enciclopedia Mé-
dico Quirúrgica, París, 1950. ¿Cómo llegaron entonces nuestros remotos
antepasados a la concreción o corporización
IDOLATRÍA Y POLITEÍSMO.* El poli- de esas fuerzas? Son muchas las hipótesis
teísmo es la concreción del sentimiento reli- que se han planteado para explicarlo, par-
gioso a través de la adoración de múltiples tiendo siempre de la base de que el hombre
hace a sus dioses, y que la concepción que
* Por la Dra. MARÍA E. ITZIGSOHN DE FIECHMAN. tiene de ios mismos se perfecciona a medida
que se consolida y extiende su dominio sobre griegos pensaban que el cielo era la mani-
el mundo. festación exterior del Dios Cúranos, la luna
Para algunos autores, entre ellos Erman y era Selene, la tierra Gea, el mar Poseidon,
Summer, el primer misterio que tuvo que mientras que Pan representaba el espíritu
enfrentar el hombre fue el del sueño, o eterno e indómito de los bosques.
mejor dicho el de los sueños. Cuando estos Para los germanos de la época bárbara,
eran más o menos coherentes, solían estar la selva estaba poblada de genios, gnomos,
poblados por las imágenes de personas vivas elfos y hadas. Esta maravillosa farándula
o desaparecidas, a las que estaba vinculado encantada, integrada por dioses menores,
afectivamente. Esta vida paralela, cuyos puebla todavía los cuentos infantiles de
acontecimientos escapaban a su control o Grimm y de Perrault, y ¡lega a las mentes
voluntad, le hizo pensar que cada individuo adultas de nuestra época por medio de la
estaba dotado de un elemento mágico in- grandiosidad de las óperas de Wagner o del
dependiente del cuerpo, similar al impon- genio alado de Shakespeare en Sueño de
derable que hoy llamamos alma, y que los una noche de Verano. Más tarde, de la idea
griegos denominaban psyche, el que podía de multiplicidad de espíritus mágicos, se pa-
actuar en un plano independiente y proyec- só muy fácilmente a la concepción de la
tarse más allá de la vida. existencia de múltiples dioses.
Spencer esbozó una teoría similar, consi- Partiendo de la convicción primitiva de
derando que el punto de partida de ¡as re- que todos los sere.s u objetos podían albergar
ligiones era la idea del "doble". Según él, un espíritu, u ocultar un Dios, nos resulta
el salvaje s-1 ve en sueños, ve además su comprensible el sentimiento de los hombres
propia imagen reflejada en el agua, y llega de ese tiempo, dispuestos siempre a una ado-
a la conclu-Jón de que existen dos seres dis- ración general, que abarcaba tanto a los
tintos que se parecen entre sí, pero de los elementos celestes como a los terrestres, a
cuales uno, "el doble", subsiste después de ios animales como a ios seres humanos, ro-
!a muerte. Para tornarlos propicios se ins- deados todos por un aura mágica perma-
tituyeron ritos, .siendo uno de los primeros nente.
el culto de los antepasados. La luna y el sol fueron ios a.stros a los que
E.sta "alma elemental" podía albergar.se se prestó mayor reverencia. La primera, por
también en los objetos, los árboles, las rocas, su atmósfera misteriosa, que se prestaba a
los torrentes, etcétera, logrando explicarse toda clase de fantasías, y el segundo por
í'.-n muchos fenómenos que en otra forma razone; obviamente prácticas. Al llegar a la
le resultaban incomprensibles. Creó un mun- etapa de la civilización que corresponde
do mítico y pleno de poesía, similar al uni- al estudio de la agricultura, nuestros remo-
verso inümo y secreto de algunos niños. tísimos antepasados comprendieron que su
Ese animismo, ese mínimo de religión que bienestar provenia y dependía del "globo
se encuentra en las creencias de los pueblo.; de fuego". El milagro de su reaparición, que
más primitivo.-;, se desarrolla sin interrup- se renovaba diariamente, los llenaba de te-
ción a través de los tiempos, hasta dejar mor y agradecimiento.
vestigios en ins religiones de los pueblos La adoración del sol. no como Dios único,
civilizados de nuestros días. pero si como divinidad dominante, resultaba
Para Fontanelle, filósofo francés que vivió tan lógica y estaba tan enraizada en los
a mediados del siglo XVIII, los hombres pri- sentimientos humanos, que la vemos repe-
mitivos a fin de combatir el temor, trataban tida bajo distintos cultos y con nombres
de explicar lo inexplicable que los abruma- cambiantes en todas las mitologías, no sólo
ba ni la naturaleza. Veían sucederse una de Europa y de Oriente sino también en las
serie de fenómenos, producidos indudable- grandes civilizaciones de la América pre-
mente por fuerzas superiores, ya que ellos colombina. Gea, la Madre Tierra símbolo
no podían repetirlos a voluntad, tales por de amor y fertilidad, fue otra de las gran-
ejemplo la lluvia, el trueno, el viento, etcé- des divinidades de esa era. Istar y Cibeles,
tera. Imaginaron en consecuencia a un con- Demeter y Ceros, Venus y Afrodita, y la
junto de seres que podían manejar los ele- Donna Dea romana, son sus personificacio-
mentos a su antojo, y los revistieron de la nes relativamente modernas. Los árboles, las
forma que les resultaba más accesible y cer- rocas y los torrentes, elementos naturales
cana, dándoles una imagen humana. que se imponían al hombre fueron también
Según otros autores, para el hombre pri- considerados como divinidades en distintas
mitivo las estrellas, el sol, la luna y el fir- épocas.
mamento tenían un carácter sagrado, no Junto a esta pléyade de espíritus, que lo
porque fueran sagrados en ti mismos sino llenaban de reverencia por su misterio y su
porque constituían la representación natu- poder, el hombre ubicó a otros dioses, repre-
ral, visible y tangible de los espíritus divi- sentantes de los místenos del sexo y la
nos que en ellos se albergaban. Los antiguos reproducción. Todos los pueblos antiguos
han adorado los órganos sexuales, casi todas sueños, podía pensarse que los mismos so-
las religiones orientales incluían en su ritual brevivían también en otra forma, con ca-
el culto fálico, y no lo hacían por mera in- racterísticas de eternidad. Su nueva condi-
clinación a la obscenidad, sino por un gran ción los muñía de un poder que les permitía
respeto hacia el elemento determinante de dispensar el mal o el bien para sus sucesores.
la procreación, de la prolongación de la vida. El culto de las sombras se transformó así,
El toro y la serpiente fueron adorados en poco a poco, en el culto de los antepasados.
distintos países, porque se los consideraba Si su vida había sido importante o notable
dotados en alto grado del divino poder de se los idealizaba aún más. Muchos rasgos
la reproducción. y características que pueden haber parecido
Totemismo. Los indios Ojibwa fueron los extraordinarios a la mentalidad simple de la
primeros en designar con el nombre de humanidad primitiva, persisten en los mitos
tótem al animal o vegetal que el clan reco- personales de los dioses griegos y romanos;
nocía como su protector o antepasado. Con que, por otra parte, son los que participan
la palabra tótem se designaba tanto la to- más íntimamente de las grandezas y flaque-
talidad del culto de un objeto determinado, zas humanas.
convertido en sagrado por la adoración de Los griegos de la época heroica invocaban
un clan, como al objeto mismo. a sus muertos con la misma unción con
Se han descubierto formas muy similares que los cristianos mencionan a sus santos.
de totemismo en pueblos que habitaban re- La divinización de los antepasados sirvió en
giones muy distantes y no mantenían nin- un momento dado para fomentar la idea de
guna comunicación entre sí, tales los indí- una continuidad ininterrumpida y perpe-
genas australianos, los del África y de Amé- tuamente responsable, dando, en consecuen-
rica del Norte. cia, un firme respaldo al orden constituido.
En su origen, al igual que en el de todas Muchos autores consideran que el culto de
las otras manifestaciones religiosas primi- los antepasados fue el primer paso, cons-
tivas encontramos siempre corno motivo ciente y netamente diferenciado, hacia las
determinante el temor. Los hombres temían manifestaciones antropomórficas o idólatras
a los animales que poblaban las selvas que de la religión politeísta.
los rodeaban, y, en consecuencia, les rendían Los hombres comenzaron por temer y
cuito para apaciguarlos o tornarlos propi- adorar a una larga serie de fuerzas vagas y
cios. Cuando la agricultura llegó a ser la desconocidas, que poco a poco se corporiza-
principal fuente de riqueza y después de la ron con rasgos vegetales o animales, hasta
desaparición de muchos animales feroces, adoptar finalmente la imagen humana, más
eliminados por los cazadores, el culto de los próxima y comprensible. Esta tendencia a
animales, que en algunos países había lle- la concreción o corporización de le, idea de
gado a una deidificación manifiesta, co- ¡a divinidad se explica fácilmente por la
menzó a declinar. puerilidad de los sentimientos religiosos de
Los ídolos que figuraban bestias, fueron, )os pueblos primitivos, los que querían ver,
reemplazados por dioses con representación así fuera en imagen o ídolo, al objeto de su
humana. El cambio no fue brusco y resultó reverencia y temor. Además, y debido al
de una larga evolución, en cuyas, primeras entrelazamiento continuo de la religión y la
etapas los dioses eran mitad hombres y mi- magia, se suponía que el ídolo estaba dota-
tad dioses, como se ve en muchos cultos do de las mismas virtudes y poderes que la
asiáticos y africanos, especialmente en divinidad que representaba.
Egipto. Les resultaba imposible amar sin ver, y
El mismo origen tuvieron los mitos y le- al ídolo, imagen cercana y accesible del Dios,
yendas de los dioses griegos y romanos, que era posible rendirle homenaje y ofrendarle
podían transformarse en anímales o recu- sacrificios. En esos años lejanos no se cono-
perar su forma humana primitiva, de acuer- cían todavía los problemas de la moral ni
do a su capricho y voluntad. de la ética, la benevolencia divina no se
No puede afirmarse, sin embargo, que ganaba mediante el ejercicio de virtudes
todos los dioses humanos que poblaron las intangibles, era necesario comprar su buena
distintas mitologías hayan resultado de la voluntad par medio de ofrendas, estableci-
transformación o transfiguración de anti- das y determinadas por la organización de
guos dioses animales. Es lógico suponer que, un culto cada vez más complejo. Las ofren-
si como se afirma el sentimiento religioso se das llegaron a estar representadas por el
despertó en el hombre primitivo por la pre- sacrificio de vidas humanas, brindadas a di- j
sencia en sus sueños de personas ya des- vinidades especialmente sanguinarias. La
aparecidas, ese mismo misterio inexplicable aceptación de los sacrificios humanos como
hizo que las sombras fueran transformán- una mera circunstancia ritual, dio a los
dose paulatinamente en divinidades. Si la cultos idólatras y politeístas el matiz espe-
imagen de los antepasados persistía en los cial de crueldad que los ha hecho merecedo-
res de condenación tan acerba por parte de que respondía a la organización social y
las religiones espirituales y monoteístas que estatal del país en el que se practicaba el
les sucedieron. culto.
En las teologías primitivas no existían Lamentablemente, con el correr, ya no de
diferencias muy marcadas entre ios dioses y los años, sino también de los siglos, se han
los hombres. Los primeros compartían las borrado los rastros del aspecto religioso de
mismas virtudes y defectos; pero, como en muchas civilizaciones, pero, a pesar de ello,
un comienzo se les temía más de lo que se a través de la historia y la leyenda, se pro-
los amaba, vemos, a 'través de las leyendas, yectan hasta nuestros días la vida y los
que sus rasgos predominantes son la cruel- mitos de la mayoría de los pobladores de
dad y el orgullo, atributos del poder según los panteones u Olimpos de la antigüedad.
el criterio de la época. Para lograr una imagen más vivida y dife-
Los dioses fueron un simple y fiel reflejo renciada de los mismos, haremos una breve
de las costumbres e ideas, tanto sociales reseña del significado e importancia que el
como morales de cada época. Como dice politeísmo adquirió en los países más repre-
Charles Hainchelin, "Constituían la proyec- sentativos de las distintas civilizaciones que
ción fantástica, en la mente del hombre, de se han ido eslabonando pacientemente a
las fuerzas externas que gobernaban su vida través del tiempo.
diaria, y de acuerdo a la cual, las íuerzas Dioses de Egipto. En los comienzos de la
terrenales revisten la forma de poderes so- civilización egipcia no se encuentra una reli-
brenaturales". Esto representa una confir- gión única y coherente; hay una multiplici-
mación más de que el hombre creó a los dad de cultos locales, resultantes de las su-
dioses a la medida de sus propias virtudes cesivas conquistas militares. Egipto, país
y defectos; a medida que se perfeccionaba tradicionaíista por excelencia, conservó du-
el sentido ético de la humanidad, mejoraba rante mucho" tiempo los dioses y ritos de cada
también su concepto de lo divino. uno de los países sometidos. Todo ese con-
Recién al llegar al Olimpo griego encon- glomerado de cultos presenta reminiscencias
tramos que se rinde culto a virtudes tales de animismo y de totemismo, y este último
como la sabiduría o a la prudencia. se manifiesta de manera especial en la ado-
Fetichismo, Los fetiches fueron encarna- ración de ciertos animales sagrados, los más
ciones menores de la divinidad, y bajo la importantes de los cuales fueron el gato, el
forma de pequeños objetos de la vida diaria, cocodrilo, el ibis y el buey Apis. Posterior-
a los que consideramos portadores de buena mente, algunos de esos animales llegaron a
suerte, prolongan hasta nuestros días una adquirir categoría de dioses, y la mayoría
cierta forma de idolatría. de las divinidades se representaba con cuer-
Su denominación deriva de la palabra la- po humano y cabeza de animal, o con el
tina factituos, con la que los navegantes complemento de cualquier otro rasgo físico
portugueses del siglo xv designaron las pe- que tuviera reminiscencias de lo animal.
queñas piedras o conchillas adoradas como Horus tenía cabeza de halcón, Toth de ibis,
objetos sagrados por los nativos del África Bastís de gata, etcétera.Anohum, uno de tos
Occidental. Reinach considera que estos fe- dioses más importantes del alto Egipto, lo
tiches debían su carácter sagrado a la pre- corporizaban como a un carnero, o como a
sencia del espíritu que los habitaba, y que un hombre con cabeza de carnero. En él
el fetichismo representó sólo una etapa en encarnaron los egipcios la idea del Dios ha-
el desarrollo del animismo. En cambio, De cedor o creador, que utilizando un torno de
Brosses y otros autores sostienen que el cul- alfarero creó primero al mundo y luego a
to de ios fetiches constituyen el origen de los seres de forma humana o animal que
todas las religiones, y que es, también, el lo poblaron.
primer paso concreto hacia el cuito de los Como afirma Soderblon, los egipcios no
ídolos. imaginaron los dioses a su semejanza. Para
Formas que adoptó el politeísmo en las ellos lo divino reviste una forma animal an-
antiguas civilizaciones. Como hemos visto, tes de adoptar la figura humana, ya que,
la primer organización religiosa formal y durante mucho tiempo lo animal les resul-
concreta, con un culto y ritual pre-estable- taba más misterioso e incomprensible. Es-
cidas, fue la politeísta. Los hombres ado- tos vestigios del totemismo representaron
raban múltiples dioses, que en los distintos siempre un elemento esencial de la religión
países y civilizaciones cambiaban de nombre en todo el país. Los dioses antropomórficos,
a pesar de ser, muchos de ellos esencialmen- que los reemplazaron mucho más tarde, lle-
te los mismos. Otra característica común garon justo con algunas corrientes civili-
está dada por la circunstancia de que ningún zadoras del Asia Occidental.
politeísmo era igualitario,' en todos los países Las divinidades fueron numerosísimas,
de la antigüedad los dioses estaban escalo- como hemos dicho, cada región conquistada
nados de acuerdo a una estricta jerarquía, conservaba las suyas, que se incorporaban
poco a poco al panteón nacional. Los diases recibió el nombre de Shamash en Ur y de
no se reemplazaban, con un criterio simplis- Marduk en Babilonia; este último fue, se-
ta, a los ya consagrados, se les agregaban gún la leyenda, el inspirador del Código de
cada vez otros nuevos. Hammurabi. A su lado la divinidad máxima
Como es lógico suponer, dada la organiza- es Isthar, equivalente a la Astarté fenicia
ción general del país, dentro de los mismos y a la Astergatis siria, símbolo como éstas
había una estricta jerarquía. Los más im- de la fecundidad y del amor, pero especial-
portantes fueron, al principio, Osiris, Isis mente del placer, al cual se rendía culto con-
y Horus o Horus-Ra, los cuales, según la tinuo en sus templos.
teología local, formaban una trilogía indi- Los mismos estaban poblados por otras
visible de padre, madre e hijo: en el prime- divinidades menores, llamadas al igual que
ro, asociado a los efectos bienhechores del las fenicias baalat y baalim, tanto que esa
Nilo, se cumplía el mito de la eterna resu- denominación llegó a ser genérica para de-
rrección de la naturaleza; Isis era el sím- signar a diosas y dioses. El ritual era san-
bolo de la fecundidad y del amor maternal, griento, con la inclusión de sacrificios hu-
y Horus, joven y poderoso estuvo ligado manos y de adoración de símbolos fálicos.
siempre a la idea de la omnipotencia solar. Politeísmo griego. Los poemas de Hornero
El sol, considerado como divinidad máxi- constituyen la mejor guía para el conoci-
ma e indipendiente fue denominado Ra en miento del politeísmo griego. Pero el mismo
el norte y Ammon en el sur, hasta que al lo- pudo reconstruirse también gracias a los
grarse la paz entre ambas regiones, se lo hallazgos arqueológicos habidos en la bús-
llamó conciliadoramente Ammon-Rá. queda de los restos de Troya.
Los dioses egipcios cumplieron la función La religión griega fue esencialmente an-
de sostén del trono, puesto que el faraón era tropomórfica. La imaginación poética de los
considerado como su representante terreno, pobladores del país produjo una exhube-
se lo debía reverenciar como tal. No fueron rante mitología y creó un populoso panteón.
nunca símbolos de bondad o de pureza, úni- Todos los objetos y fuerzas de la tierra, todo
camente de poder, y en muchos casos su lo grande y lo temible, todas las cualidades
culto llegó a ser cruel y sanguinario. de los hombres e incluso sus vicios, fueron
Mil trescientos años antes de Cristo, esta consideradas como deidades, de ordinario
idolatría formal, jerarquizada y sin alma, con forma humana.
fue reemplazada durante un corto lapso por Cada una tenía su mito o leyenda. Los
el credo monólatra implantado por Ameno- dioses no eran mejores ni más virtuosos que
thep IV qne se llamó a si mismo Akhenaton los hombres, se les parecían lo bastante co-
en señal ae homenaje al Dios que adoraba. mo para que entre ellos pudiera establecerse
Su religión fue monólatra y no monoteísta, una profunda comprensión y una grata ca-
como se la ha considerado erróneamente, maradería. No se-los admiraba por su per-
ya que no tuvo la pretensión de considerar fección, salvo la perfección física o intelec-
a su Dios como único y universal, sino sólo tual, ya que los griegos eran más amantes
como divinidad de los egipcios, símbolo de de la estética que de la ética, y se los reve-
una bondad igualitaria no conocida hasta renciaba sólo porque eran fuertes y estaban
entonces por ese pueblo. dotados de poderes sobrenaturales.
Trató de modificar las costumbres del cle- De esta manera, el Olimpo estaba pobla-
ro y le dio una nueva organización, la que do por dioses, no sólo de figura, sino tam-
por sus exigencias de sobriedad y pureza bién de esencia humana. Los había hermo-
duró muy poco tiempo. Al producirse su sos y feos, cobardes y valientes, justos y mez-
muerte, los antiguos dioses recuperaron sus quinos. Estaban expuestos a los apremios
puestos, y Aton se perpetuó sólo como un del hambre y del amor, pero gozaban del
hermoso símbolo. privilegio de la inmortalidad, puesto que,
Muchos autores consideran que la con- aunque a veces eran destruidos, siempre
cepción de Aton como Dios único, influyó renacían.
sobre la educación de Moisés, determinando Tanto en Creta como en Grecia, las diosas
en cierta medida su formación monoteísta. precedieron cronológicamente a los dioses.
Dioses asirio-babilónicos. Según Felicien La más antigua fue Gea, personificación de
Challas, a partir del reinado de Hammurabi, la madre tierra y símbolo también de fecun-
que logró la síntesis de las civilizaciones su- didad. Luego fueron consagradas Artemisa,
merio-semiticas, puede hablarse de una re- diosa de las selvas y de la caza; Afrodita,
ligión a sirio-babilónica, dado que los dioses diosa del placer y del amor sensual; Hera,
y sus implicaciones teológicas son esencial- representación de las virtudes domésticas y
mente las mismas, y sólo llegan a variar sus del amor conyugal; Palas Atenea, símbolo
nombres. Dioses crueles y sensuales, a ¡os de sabiduría e inteligencia.
que se les rendía un culto lleno de aspectos El dios supremo era Zeus, que primitiva-
sombríos. El más importante de los mismos mente lo había sido de todos los pueblw
aqueos, y sobre el cual existia una sola fuer- del que tomó dioses y leyendas, pero absorbió
za superior, el Destino, al que denominaban también la influencia etrusca y cretense. De
Moira. Alrededor de Zeus se agrupaba un Etruria recibió a Minerva, una de sus di-
conjunto de dioses menores, aunque también vinidades más importantes, y de Creta la
importantes, sobre cuya vida y milagros, influencia totémica de la leyenda del Mi-
sorprendentemente humanos, nos ha infor- notauro.
mado en detalle el gran poeta de la antigüe- En los comienzos de su organización social
dad clásica. y política, Roma manifestó una tendencia
Dada la estrecha relación existente en animista similar a la griega, pero, a dife-
Grecia entre la religión y la magia, todas rencia de la misma, totalmente desprovista
estas divinidades representaban alguna fuer- de poesía y de imaginación. Este animismo
za o elemento natural, alguna virtud, o se concretó, primeramente, en las numero-
alguna actividad específica, a la que hatiía sas deidades impersonales que representa-
que hacerle llegar ofrendas, y cuya buena ban las potencias de la naturaleza. Junto a
voluntad se debía lograr mediante el cum- ellas estaban los espíritus protectores de la
plimiento de ritos preestablecidos. Así. Po- tierra y de la casa, llamados lares, y los
seidon era el dios del mar; Apolo el de la penates que se ocupaban de los víveres y
luz y la belleza; Dionisios, del vino y de la de la despensa. De la misma especie, pero
embriaguez; Kermes, a quien representa- conservando una jerarquía superior, eran los
ban con una pequeña ala en el tobillo, como rranes, palabra que significa "los buenos",
símbolo de velocidad, y que protegía a todos representación del espíritu de los antepasa-
loj que se ocupaban del comercio. Pan, con dos, a los que se rendía un culto especial y
reminiscencia totémicas en su ligera corna- devoto. En el mismo encontramos reminis-
menta, señor de los bosques y de los gana- cencias de la concepción del "doble", que
dos, cuya flauta podía escucharse pero cuya sobrevive eternamente, instituido por el
imagen real no debia verse jamás, único hombre primitivo y que sirvió de base a la
capaz de inspirar ese temor indescriptible idolatría.
que se conoce hasta nuestros días con el Antes de dar a sus dioses una imagen an-
nombre do pánico, etcétera. tropomórfica, vale decir antes de instaurar
Los griegos, que fueron hombres libres en oficialmente a sus ídolos, los romanos tu-
ciudades libres, crearon a sus dioses y ¡os re- vieron como objeto de adoración a los fe-
verenciaron durante largo tiempo, pero sin tiches, pequeños objetos materiales donde
temerlos, y quizá sin tomarlos demasiado en consideraban que se alojaba un espíritu.
serio. Mientras subsistieron resultaron úti- El palladium de Roma era un fetiche con-
les, porque ayudaron a conservar el orden fiado a ia custodia de las vírgenes vestales.
establecido, determinando cuáles eran las Lentamente, los espíritus se transforma-
normas de conducta que debían seguirse, de ron en dioses. Todos los que estaban desti-
acuerdo a la conveniencia de la organiza- nados a proteger los distintos aspectos de la
ción social imperante. vida de la mujer se concentraron en la diosa
Sus mayores enemigos fueron los filósofos, Juno.
que a! agilizar y profundizar el razonamien- Los múltiples espíritus de las puertas se
to, prime.ro de las clases superiores y más transformaron en un solo dios, Jano, pro-
tarde del pueblo en general, aceleraron gran- visto de dos caras, una para cuidar la ciudad
demente su caída. Pero no lograron su des- y otra para vigilar el exterior a fin de que
trucción total, como no la logró tampoco el no penetrase ningún intruso. Los custodios
cristianismo, ya que en cierta medida aún de los hogares se personificaron en Vesta,
subsisten, vinculados a mitos y leyendas de divinidad a la que se honraba en un templo
extraordinaria belleza, y a todo lo entra- redondo como una choza, y a cuyo culto se
ñable y hermoso que tiene relación perma- dedicaban las sacerdotisas más castas, las
nente con la naturaleza. vírgenes vestales, encargadas de evitar que
El escepticismo racional que caracterizó se extinguiese el fuego sagrado. Los espíri-
su culto, al chocar con el ansia de misticis- tus protectores de la tierra y de los campos
mo de algunos grupos influidos por las civi- se encarnaron en una deidad rural, la Bona
lizaciones asiáticas, dio nacimiento, por Dea, símbolo, además, de la fertilidad de la
contraposición a una serie de ritas basados naturaleza.
en los misterios orientales. Por medio de los Estas fueron las divinidades primitivas,
mismos se trataba de lograr la más absoluta pero el panteón romano se fue poblando, ca-
identificación o comunión con el Dios a da vez más. a medida que transcurrían las
quien se invocaba. El más importante fue años, y que ¡os azares de la guerra y la con-
el de Dionisios, que llegó a convertirse en quista los ponían en contacto con otros
un símbolo de muerte y resurrección. pueblos, cuya religión asimilaban.
Panteón romano. El politeísmo romano fue, El aporte más numeroso lo hicieron los
en algunos aspectos, muy similar al griego, griegos. De ellos tomaron los romanos la
idea de un Dios máximo, todopoderoso, señor Se han encontrado pequeñas esculturas
del Universo, a quien denominaron Júpiter. de bronce, que muestran toros y jabalíes
Incorporaron también a Diana, versión la- provistos de tres cuernos, para hacer resal-
tina de la griega Artemisa; a Venus, similar tar su carácter sobrenatural.
a Afrodita; a Juno, tan doméstica y conyu- Pero, cumpliendo el ciclo evolutivo habi-
gal como Hera, tual en la historia de las religiones, los ído-
Además a Hércules, antiguo Heracles, sím- los antropomórficos reemplazaron poco a
bolo de la fuerza y protector de los padres poco a las divinidades animales. Este cambio
de familia; Mercurio, tan astuto y hábil fue paulatino, ya que el concepto animal de
como su antecesor griego, Hermes; Neptu- la divinidad persistió en los cuernos o en
no, versión formalizada de Poseidon, etc. las pieles con que se adornaban los dioses
Como los romanos eran esencialmente humanos. La diosa Artio, una de las más
prácticos y desprovistos de imaginación, or- importantes de esta mitología, era represen-
ganizaron para sus dioses una vida muy se- tada junto a un oso; Otra, protectora de los
mejante a la suya propia, sin poesía ni li- cazadores y equivalente a la Diana de los
rismo, basada esencialmente en un concepto romanos, se mostraba cabalgando sobre un
de jerarquía y de poder. Su politeísmo era jabalí. Así durante mucho tiempo la mayo-
estatal y ordenado, destinado a robustecer ría de las imágenes humanas conservó al-
la organización social y política del país gún elemento animal.
cuyos templos habitaban. Los dioses se dife- Los dioses más importantes eran: Teuta-
renciaban en espíritu de sus similares grie- tes, "dios público" y "señor de la ciudad",
gos, cuya forma y tradición reproducían. padre de las leyes, inventor de las artes y
Amaban la guerra y la conquista, y eran los educador del piieblo, César lo comparó a
símbolos fuertes y despiadados de una na- Mercurio por sus virtudes. Taranis, el "Se-
ción también fuerte y despiadada. ñor" por excelencia, dios del trueno y del
Su mitología es muy simple, y el halo de rayo, asimilado a Júpiter por su jerarquía.
leyenda que los rodeaba era demasiado débil Y Essus, dios de la guerra. Había también
y terreno para subsistir. No lograron llegar un Apolo, protector de la salud, y una Mi-
al corazón de su pueblo, y fueron reempla- nerva, que guiaba y dirigía a los estudiosos
zados, paulatinamente, por los dioses de los y a los trabajadores. Otra divinidad impor-
cultos orientales, hasta que el credo de Cris- tante era el equivalente galo de Hércules,
to, enfrentando con su misterio y caridad el al que denominaban Ognios; reunía a la vez
poder del César, dio por tierra con el último las virtudes de la fuerza y la elocuencia, y
refugió europeo de los ídolos antropomór- fue considerado durante mucho tiempo co-
ñcos. mo un "héroe civilizador".
Dioses galos y germanos. Boma y Grecia Junto a los dioses masculinos estaban las
no fueron los únicos países europeos idóla- diosas Madres¿ llamadas Matres o Matronas
tras y politeístas. Antes de la penetración cuyo culto sobrevive todavía en el que se
del cristianismo, entre los galos y germanos rinde en algunos lugares de Francia a las
existía una verdadera multitud de dioses. "Vírgenes Negras".
En el comienzo de su civilización, los galos En las oscuras selvas galas, junto al poli-
adoraban las montañas altas, los ríos y las teísmo se desarrolló un nutrido polidemo-
fuentes, y también los grupos de piedras lla- nismo, compuesto por fuerzas sombrías, fue-
mados "dólmenes", "menhires" y "crom- gos fatuos, lobos humanos, etcétera, cuyas
leches". Asignaban carácter sagrado a los leyendas persisten en ciertas regiones fran-
bosques, en especial a los formados por en- cesas alejadas de las grandes ciudades.
cinas; estas llegaron a ser el árbol sagrado Walhalla germano. El politeísmo dé los
por excelencia, tanto que los griegos decían germanos sobrevivió varios siglos al de los
que la encina era el Zeus de los galos. galos, y ha dejado, en consecuencia, cons-
Como resto de manifestaciones totémicas, tancias históricas mucho más vivas.
rendían culto a ciertos animales, que cons- En los comienzos de su civilización, ado-
tituían una verdadera fauna mágica. Los raban a los árboles, en especial al Iggdeasil
más importantes eran el toro, el jabalí, el árbol cósmico o columna del mundo. Más
cuervo y el oso. En el lugar donde se levan- tarde, comenzaron a rendir culto a ciertos
ta actualmente el templo de Nuestra Señora animales, entre ellos el caballo, el jabalí, el
de París, se encontró un altar con un toro ciervo y la serpiente. Pero por sobre esas.
y tres grullas. El gallo era motivo de un culto manifestaciones religiosas rudimentarias,
especial porque se consideraba que tenía el imperaba el animismo en su forma más poé-
poder necesario para alejar el rayo; la pre- - tica, poblando la naturaleza de espíritus
sencia de los gallos de lata en innúmeros mágicos, tales como los vanes, que influían
campanarios de Francia, representa una su- sobre la fecundidad de hombres y mujeres;
pervivencia de esa creencia remota y primi- los elfos que danzaban en los bosques y ayu-
tiva. daban al caminante extraviado a vplver a su
hogar; los trolls que vivían en el agua, et- lismo formal. La divinidad principal del
cétera. Imperio era Illa Tiosu Huiracocha Pacha-
Intangibles y alados, pero dotados de for- yachachio, lo que significa "Esplendor Ori-
ma y personalidad humana, constituían un ginario", "Señor y Maestro del Mundo". Sus
verdadero mundo de dioses menores, muy fieles, para abreviar, lo llamaban Huiraco-
próximos al corazón del hombre. cha y en la parte baja de la casta era hon-
En una jerarquía distinta encontramos rado con el nombre de Pachacamac.
una divinidad muy importante, Nerthus, o Encarnaba el principio, tantas veces repe-
la "Madre-tierra", símbolo vital y eterno, tido, del "Supremo Hacedor", a quien se
considerada por los germanos como protec- debía la creación, no sólo del mundo y de
tora de la fertilidad. los seres que .lo poblaban, sino también de
Freya, cuyo nombre significa "la amada", los otros dioses menores. Gobernaba el uni-
era la diosa de la pasión y de la belleza; el verso como el Inca su imperio, pero poco a
dios Freyr era su amante y su igual mas- poco se fue retirando de los problemas mun-
culino. danales y sólo intervenía en casos dé graves
Pero las divinidades máximas: Odin, en- crisis. Los otros dioses hacían de interme-
carnación de la habilidad y de la inteligen- diarios entre él y los seres humanos.
cia, considerado por Tácito como el equiva- En el templo de Quisuarcancha había una
lente del Mercurio romano. Tin, dios de la imagen de Huiracocha forjada en oro, con
guerra, similar a Marte; y Thor, Señor Má- definidos rasgos humanos y que alcanzaba
ximo, con una jerarquía equivalente a Jú- la estatura de una criatura de diez años.
piter. Como amo del trueno y de la lluvia, La divinidad que le seguía en importancia,
dispensador de buenas cosechas, fue la di- Inti, símbolo del sol, no presentaba rasgos
vinidad más honrada por los campesinos. aníropomórficos, representándosela como un
El soberano era al mismo tiempo el sacer- disco de oro que expandía sus rayos. Su
dote supremo. Las ceremonias sagradas se compañera era la luna, divinidad femenina
practicaban, generalmente, al aire libre, en conocida con el nombre de Quilla.
los bosques o en espacios abiertos. Según los El sol fue considerado como el origen y
datos proporcionados por los historiadores punto de partida de la dinastía incaica, por
romanos, especialmente por Tácito, los ger- lo que tenía no sólo una implicación reli-
manos primitivos llegaron a ofrecer sacrifi- giosa, sino también política, y era objeto,
cios humanos a sus dioses. permanentemente, de un culto minucioso
Alrededor de estos se creó una profusa y complejo.
mitología, perpetuada hasta nuestros días Le seguían en importancia, Illapa, dios
por el drama musical y la poesía, y cuya del trueno y de la lluvia, representado como
base era el heroísmo guerrero. un hombre ataviado con vestiduras brillan-
La Iglesia cristiana debió sostener una tes; Pachamama, símbolo de la tierra entre
ardua lucha hasta que logró derrotar al po- casi todos los pueblos indios de Meso y Sud-
liteísmo germano, profundamente enraizado américa; y Mamacocha, el muy temido dios
en el espíritu del pueblo. Fue necesario que del mar.
destruyeran "físicamente" los ídolos y que Además, y como manifestación de su ten-
talaran los bosques sagrados, sobre los que dencia animista, los incas adoraban gran
levantaron templos destinados a exorcizar cantidad de poderes sobrenaturales, que se
los malos espíritus. alojaban en lugares u objetos determinados.
Dioses de la América precolombina. Los Las llamaban huacas y se encontraban es-
incas, aztecas y mayas fueron los pueblos parcidas, un poco arbitrariamente, por todo
de América que alcanzaron un más alto el territorio. Podían estar representadas por
nivel de civilización antes del descubrimien- un cerro o por una agrupación especial de
to y la conquista. Los españoles se encon- piedras, y su valor sagrado dependía del
traron, en cada uno de ellos, con una reli- espíritu que las habitaba.
gión viva, politeísta y antropomórfica, simi- Los dioses no eran crueles ni sanguinarios.
lar en algunos aspectos a las que pertene- Estaban imbuidos de un espíritu de poder y
cieron a civilizaciones asiáticas y europeas de organización, y respondían perfectamente
extinguidas mucho tiempo atrás. al ideal que los incas tenían de lo divino y
Los ídolos nativos fueron destruidos y su de lo humano. Rara vez se les ofrecían sa-
culto arrasado, pero aún en nuestros días crificios sangrientos; estas inmolaciones sólo
podemos encontrar restos de los mismos, a?, tenían lugar en circunstancias muy difíciles
igual que de los templos en que se los ado- o extraordinarias. El ritual era ceremonioso
raba. También sus leyendas persisten en y solemne, no desprovisto de belleza. Trataba
muchas regiones, en un curioso entrelaza- de inculcar en la masa del pueblo algunos
miento con el ritual de la Iglesia triunfante. conceptos de ética y de moral; se conside-
Politeísmo inca. El politeísmo de los incas raba que el asesinato, el robo, y el estupro,
se caracterizó, esencialmente, por su ritua- junto a la desatención durante las cexemo-
nías del cuito y la desobediencia al empera- Otra divinidad muy importante, rodeada,
dor, eran verdaderos cielitos de carácter re- por una hermosa leyenda, era Quetzalcoatl,*
ligioso, que podían asimilarse a la noción "La Serpiente Emplumada", símbolo hasta
de pecado. Los que habían incurrido en ellos nuestros días de la civilización mejicana.
debían recurrir a la confesión para purifi- Era el dios de la sabiduría, pero en un as-
carse, y sumergirse luego en agua corriente. pecto mas popular se lo consideraba como
También se creía en el poder purificador oí "Señor de los Vientos" a los que podía
del ayuno. hacer soplar o detener a voluntad. Su ima-
Por medio de estas ofrendas, hechas de gen es antiquísima, ya que ha sido posible
renunciación junto con otras dádivas mate- encontrarla entre las ruinas de Teotihuacan
riales los incas trataban de ganarse la bue- bajo la forma de una serpiente emplumada,
na voluntad de sus dioses, siguiendo las pero el resto de las atributos, místicos y le-
eternas normas del trueque, verdadera esen- gendarios, de que se lo rodeó, advinieron
cia de las regiones primitivas. posteriormente. La leyenda contaba que ha-
Dioses aztecas. En la época en que los es- bía sido un hombre, un extranjero, de belle-
pañoles invadieron el Imperio Azteca, des- za imponente, tez blanca y barba clara, lle-
truyendo totalmente su magnifica civiliza- gado a esas tierras para enseñar a los na-
ción, encontraron una gran cantidad de tivos las artes y los oficios. En cierto mo-
templos, dedicados a la adoración de una mento desapareció, prometiendo volver, y
cantidad aún mayor de dioses, dotados casi mientras lo aguardaban, sus fieles lo ele-
en su totalidad de caracteres antropomór- varon a la categoría de Dios.
ficos. La expectativa de su retorno siguió sien-
La religióri oficial era idólatra y politeís- do tan viva, pese al correr de los años, que
ta, a pesar de lo cual, algunas mentes su- cuando llegó Hernán' Cortés con sus hom-
periores adoraban únicamente un principio bres, muchos pensaron que se encontraban
creador originario. El mismo llegaba ha^ta frente al Dios redivivo.
la idolatría popular bajo la forma de dos Además de los grandes dioses enumera-
dioses, de gran jerarquía, a los que deno- dos, estaban las fuerzas naturales deificadas,
minaban Tomacatecuhtli y Tomacacihuatl los dioses del firmamento, de la tierra, de
consideránádolos como "Grandes Señores" la lluvia, de la fertilidad, del fuego, etcétera.
dueños de la vida y del destino de toda la Tlaloc, "Dios de la Lluvia" recibía un culto
humanidad. especial, ya que sus dádivas eran impres-
El pueblo rendía culto, en especial, a las cindibles para el éxito de los cultivos, y por
fuerzas naturales que contribuyen al des- ello presidia el conjunto de "Dioses de la
arrollo de la vida humana, y para tornarlas Fertilidad". Su esposa era Chalchihuitli "La
más asequibles y propicias las personifica- de la falda turquesa", diosa del agua y de
ban y deificaban. la humedad, y dueña, por derecho propio,
Los dioses llegaron a ser numerosísimos, de todas las personas que perecían en las
ya que, como pasa en todos los pueblos con- aguas.
quistadores, los aztecas, agregaron a sus Al sol lo llamaban Tonatiuh, "Señor del
divinidades propias, la mayoría de los que firmamento", y, según algunas leyendas, se
poblaban los templos de los pueblos some- encarnaba en las figuras de Huitzilopochtli
tidos. y de Tezcalipoca. En honor de este último
De entre ia enorme pléyade, consagrada se cumplía un sacrificio anual, en la persona
oficialmente, sobresalía Huitzilopochtli, cu- de un adolescente, elegido por su hermosura
yo nombre significaba "colibrí del Sud". el que a lo largo del año, era tratado como
Había sido dios de los aztecas desde los co- si fuese el propio dios.
mienzos de .«-u civilización, cuando todavía El "Señor del maíz" se llamaba Chicome-
constituían una tribu sin importancia. Los cóatl o "Siete Serpientes", y era uno de los
acompañó en sus conquistas y en su ascenso mas importantes entre los protectores de
hacia el poder, hasta que llegó a ser con- la vegetación. Los "Dioses de la Tierra"
siderado el "Dios Supremo de la Guerra" al TlaltecuhtU y Coatlicué, se representaban
misino tiempo que "Señor del Cielo Diurno" con características monstruosas y terribles,
!o complementaba el "Dios del Ciclo Noctur- lo mismo que el "Dios de los Muertos", Míe-
no" llamado TezcalHpoca, al cual represen- ílantecuhtli, al que llegaron a adorar com»
taban siempre provisto de un espejo, en ti una imagen formada por huesos humano»,
que se reflejaban las buenas y malas accio- Todas estOi dioses eran implacables y crue-
nes de los hombres. Al culto de Huitzilo- les, y, según los aztecas, debían ser man-
pochtli estaban dedicados las grandes tea- tenidos continuamente con sangre. Su ali-
milis de piedra Que llenaron de asombro a mento terreno se integraba con las ofrenda!
los españoles, y en los que se cumplía e i voluntarias de lo:; que estudiaban la carrera
ritual del sacrificio de los corazones hit- del sacerdocio y que, par» purificarse, se
manos. lastimaban distintas partes del cuerpo coa
espinas de maguey, y con el sacrificio de cardinales. Fue más honrado en el Nuevo
vidas humanas, especialmente prisioneros Imperio que en el Antiguo, ya que el mismo
de guerra, cuyo corazón se ofrecía a Huit- estaba asentado en una región más seca.
zilopochtli. Yumax era el protector de la agricultura
Los aztecas tuvieron, sin embargo, algunas y, en especial del maíz, el más importante
divinidades bondadosas, a las que se hon- de los cultivos. Se lo consideraba una divi-
raba menos porque no se las temía, pero nidad bienechora que hacía surgir los do-
que llegaban más profundamente al cora- nes de la naturaleza, y que se presentaba
zón del pueblo. Eran Xochiquetzal "Flor de ante los mortales como un joven hermoso
Pluma Rica", protectora de la belleza y del adornado con mazorcas de maíz.
amor. Y Mayauel, diosa del pulque, cuyos Su enemigo eterno era Ah Puch, el más
400 hijos eran los causantes de los desastres importante de los dioses malévolos, señor
producidos por la embriaguez. de la muerte y de la destrucción. Lo tenían
La religión azteca no presenta aspectos por inspirador de la guerra y su represen-
éticos ni morales. La ley imponía la disci- tación física era macabra; un simple es-
plina y el orden en todos los aspectos de queleto no recubierto de carne, acompañado
la vida diaria, pero los dioses no colabora- siempre por un perro, el ave Moán y la le-
ban en ello. Concedían sus favores de chuza, tres animales que, de acuerdo a la
acuerdo a las ofrendas determinadas por un superstición maya, eran portadores de muer-
ritual muy estricto, pero no les preocupaba te y mal agüero.
el mejoramiento espiritual de los oferentes. Además de estos dioses, a los que podría-
Representó, en verdad, el aspecto más nega- mos llamar principales, rendían culto a
tivo de la cultura de ese pueblo que en otros muchos otros, ubicados, según su concep-
terrenos alcanzó un tan alto nivel de civi- ción teológica, en distintas capas de cielo
lización. o infierno. Itzanná era la divinidad domi-
Dioses del viejo y nuevo imperio de los nante de los mundos superiores, mientras
mayas. Los mayas fueron animistas y poli- que el macabro Ah Pucha y su amigo Cum-
teístas, pero, de acuerdo a las constancias hau, también símbolo de destrucción, eran
que se han podido recoger, los ídolos se im- las autoridades máximas de los círculos
pusieron recién como consecuencia de la infernales.
penetración azteca. Adoptaron primero la En los últimos estadios de su civilización,
forma de pequeñas figuras de barro o ma- adoraron a un equivalente del Dios Azteca
dera, veneradas directamente dentro de los Quetzalcoaltl, a quien ellos llamaron Ku-
hogares; más tarde se transformaron en kulkán. No se le rendía culto popular, era la
imágenes mayores, de piedra, yeso o metales divinidad de los sacerdotes y grandes se-
preciosos. ñores que se reunían una vez al año en el
En los comienzos, y en las postrimerías templo de la ciudad de Maní, para honrar-
d su civilización, eran netamente animistas lo con grandes ceremonias que se prolonga-
y ofrendaban sacrificios a los bosques, mon- ban durante cinco días.
tañas, torrentes, etcétera, por creer que Fin del politeísmo y destrucción de los
de ellas derivaba todo lo necesario para la ídolos. La multiplicidad de dioses que hi-
vida. Poco a poco, los espíritus que anima- cieron el politeísmo fueron el producto de
ban las fuerzas naturales se transformaron una etapa de la civilización en la que la
dioses y éstos, a su vez, se concretaron en religión fue más una manifestación formal
ídolos con características antropomórficas. que un sentimiento espiritual. Su culto res-
Los dioses que poblaban el panteón Maya pondía, esencialmente, al temor y al deseo
no presentaban las mismas características. de obtener sus favores, no tuvieron ninguna
Los había benévolos y amigos de los hom- influencia ética ni moralizadora, y sólo sir-
bres, que manejaban los elementos con con- vieron, en algunas oportunidades, de apoyo
sideración y hacían rendir la cosecha, ga- al derecho vigente, ya que el temor que
rantía de abundancia, otros, en cambio, pro- inspiraban ayudaba a mantener y perpe-
vocaban la sequía, el hambre y la guerra. tuar el orden establecido.
La más grandes de las divinidades biene- A medida que los sentimientos humanos
hechoras era Itzanná, "Señor del Cielo Noc- evolucionaron 'hacia un concepto más ge-
turno y Diurno" al que se invocaba para que neroso y solidario de la vida de interrela-
evitase las calamidades, y que al mismo ción, y que la conciencia dominó a la magia,
tiempo era considerado como un dios civi- los dioses de los innúmeros panteones se
lizador. Konich Ahóu, dios solar, era su ma- batieron en retirada, por los menos bajo su
nifestación diurna, mientras qxie Ixchel, forma primitiva, y el culto de sus ídolos e
deidad lunar, era su manifestación nocturna. imágenes fue reemplazado por el de otros
A Chac "Señor de la Lluvia", lo represen- mitos más modernos.
taban dividido en cuatro, cada uno de los Las religiones monoteístas, que antes de
cuales estaba destinado a uno de los puntos llegar a su perfeccionamiento fueron inva-
riablemente monólatras, lucharon por im- vo que significa "dividir" (i). Los idus, nom-
poner sus respectivos dioses, únicos e in- bre que también se dio a un personaje mito-
tangibles. lógico que habría alimentado al pueblo
El judaismo, que representó la primer co- romano durante ocho días, formaban con las
rriente monoteísta organizada dice, en el Kalendae y las Nonae una especial división
Deuteronomio: "Destruiréis todos los lugares que los romanos hicieron de los meses del
donde las naciones que vais a combatir sir- año basándose en el mes lunar que alter-
ven a sus dioses, sobre las altas montañas, nativamente constaba de veintinueve o de
sobre las colinas y sobre todos los árboles treinta días. La adversión que los mismos
verdes. Demoleréis sus altares, romperéis sus tuvieron de los números pares (número deus
estelas, quemaréis sus acherims, abatiréis impare gaudet), dio lugar a que hicieran
las estatuas de sus dioses". Y en el primero coincidir alternativamente la luna llena con
de los diez Mandamientos, confiados por los días trece y quince, llamado Idus a una
Dios a Moisés, se prescribe: "No harás ído- y otra fecha de cada mes las que consa-
los, ni imágenes de las cosas que están en graron a Júpiter y servían para señalar tam-
las alturas del cielo, o aquí abajo, sobre la bién la fecha del vencimiento de los prés-
tierra o en las aguas bajo la tierra". tamos. El primer día del mes fue llamado
Mahorna, que transmitió a los árabes la kalendae o calendas en tanto que el octavo
palabra de su Dios Único, al entrar en La día anterior a la luna llena fue llamado
Meca en el año 629, destruyó todos los ído- Nonae o nonas. De allí los versos mnemo-
los, y sólo respetó la piedra negra de la nicos: Sex Maius Nonas, October, lulius et
Kaaba, por su significado simbólico e his- Mará, Quattor at reliqui: débit Idus quili-
tórico. bet ocio. De esta manera en marzo, mayo,
Los cristianos triunfaron fácilmente so- julio y octubre los Idus correspondían al día
bre los dioses paganos de Grecia y de Roma, quince en tanto que los demás meses debía
cuyo prestigio encontraron ya tambaleante, caer en el día trece.
pero debieron luchar arduamente en Euro- Los romanos, para ubicar un aconteci-
pa para destruir las supervivencias de la miento acaecido en su vida institucional,
magia gala y germana, a cuyos mitos y le- jurídica o religiosa, fijaban la fecha remon-
yendas tuvieron que adaptarse en muchas tándose hacia atrás, tomando como punto
oportunidades. En América, encontraron una de partida las calendas, las nonas y los Idus.
resistencia obstinada en los pueblos nativos, Es así que el 1° de marzo correspondía a
que adoptaron pasivamente la nueva reli- las Kalendae Martiae, pero el día dos era
gión, sin abandonar por ello muchas ma- calificado de ante diem sextum Nonas Mar-
nifestaciones de sus cultos primitivos. tias (esto es, el día sexto anterior a las no-
Los dioses remotos no han muerto, han nas de marzo) y de quintum, quartum, ter-
sido reemplazados, pero conservan una vi- tium y secundum, respectivamente a los de-
vencia dramática y poética que nos los ha- más días, hasta el cinco inclusive. El día
cen eternamente familiares y cercanos. sexto de marzo era llamado pridie (víspera)
Nonas Martias, el día séptimo, Nonae M-ar-
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— Vaillant, G. C., La civilización azteca. Fondo de Iglesia. Cap. 1» Descripción teológieo-juri-
Cultura Económica, Méjico, 1955. — Baudín, L., dica de ¡a Iglesia. Cap. 2? La potestad de la
La vida cotidiana de los Incas, Librería Hachette, Iglesia. Cap. 3? fútela canónico-penal de 1»
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IDUS, IDUUM.* Voces latinas que pro- (2) Cow, J., Minerva. Introducción al estudioie
los autores clásicos griegos y latinos, Ed. Emecé,
viene de la voz etrusca iduo, verbo transiti- Bs. Aires, 1946.

, T.'XTTS - - el Dr. LORENZO A. OARDELUI.


Estado. Csp. 1» Antecedentes históricos. Ca- también atado en los cielos; y todo lo que
pitulo 2? Doctrina sobre las relaciones entre desatares sobre la tierra, será también des-
Iglesia y Estado. Cap. '¿i Iglesia y Estado en
el Derecho concordatario. Cap. 4? La Iglesia atado en los cielos" (Mateo, cap. XVI, vs.
en el Derecho internacional público. Cap. 5' 18-19). He ahí enunciada la constitución de
Ig'esia y Estado en el Derecho constitucio- la Iglesia, el primado pontificio como cabeza
nal contemporáneo. Tercera Parte: La
Iglesia y el Estado en la Argentina. Cap. 1<> de dicha sociedad, la finalidad salvífica per-
Reseña histórica. Cap. 2» La Iglesia en la seguida por esa institución, su indefectibili-
Constitución Nacional. Cap. 3? La Iglesia en dad e, incluso, la existencia y los alcances
el Derecho constitucional de las provincias de la potestad jurisdiccional eclesiástica.
Cap. 4» La Iglesia en el Código civil. III. La Iglesia como sociedad. La Iglesia
PRIMERA PARTE es una sociedad: una congregación estable
LA IGLESIA de personas humanas, que persiguen un fin
común, mediante medios comunes, y bajo la
Capítulo Primero dirección de una misma autoridad. Por lo
DESCRIPCIÓN TEOLÓGICO-JURÍDICA DE LA IGLESIA demás, en su contextura íntima, esta socie-
I. Concepto de Iglesia. Iglesia (del latín dad resulta ser sobrenatural y natural a la
Ecclesia; en griego equivale a "convocatoria", vez. En fin, la sociedad eclesiástica presenta
"congregación", "asamblea"), es, en sentido una serie de notas que completan su carac-
estricto, la sociedad íundada por Cristo y terización. Veamos todo esto por separado.
constituida por los bautizados, la cual, bajo 1. Elementos sociales de la Iglesia a)
la disciplina de una jerarquía sacra y por la Miembros de la sociedad Iglesia son los bau-
participación en la íe $ en los sacramentos tizados. Quedan fuera de ella los que jamás
persigue la santificación temporal de sus se bautizaron, o "infieles"; debe aclararse,
miembros y de ese modo, su eterna biena- empero, que los infieles de buena fe, si
venturanza. Este significado, el más usual bien no forman parte del "cuerpo de la Igle-
y el que nos interesa desde el punto de vista sia", de su organización jurídica, pueden
jurídico-canónico, no es de cualquier modo, pertenecer a su "alma", a la Iglesia en cuan-
el único. Teológicamente, junto a esta Igle- to que comunidad sobrenatural, y pueden
encontrar allí la fuente de su salvación.
sia así entendida, que sería la llamada "Igle- Todo bautizado que profese la fe católica es
sia militante", o del "hombre viador" í 1 ), miembro de la Iglesia. Los católicos incur-
existe una "Iglesia purgante" que satisface sos en delito público de cisma, herejía o
en el Purgatorio y una "Triunfante" que go- apostasía, o bien quienes fueron válidamen-
za de la gloria en el Cielo-. A su vez, el con- te bautizados en sectas de dicha índole, no
cepto canónico de "Iglesia" que antes he- pertenecen en sentido propio a la Iglesia,
mos definido, suele darse en acepciones más no son estrictamente "miembros" suyos, por
recortadas: así en el sentido de jerarquía más que en ciertos aspectos los alcancen
eclesiástica, vale decir, con alusión única- las leyes eclesiásticas (* w«). El excomulgado
mente a la "Iglesia docente", por ejemplo —salvo aquel que lo sea por los delitos pú-
cuando se afirma que "la Iglesia dispuso" blicos de cisma, herejía o apostasía, o aquel
esto o aquello; y también, otras veces, en el que haya sido expresamente declarado fuera
sentido de "congregación de fieles" o sola de la comunidad eclesiástica— forma parte
"Iglesia discente" u "oyente", por ejemplo de la Iglesia, aunque esté allí sujeto a di-
cuando San Pablo explica a los obispos de versas restricciones (V. DERECHO PENAL CANÓ-
Efeso que ellos están "para apacentar la NICO). Y también, desde luego, los fieles pe-
Iglesia de Dios" ("Hechos", XX, 28).
II. Origen de la Iglesia. La Iglesia, enten- cadores, por más que, mientras perduren en
dida con el alcance estricto que expusiéra- ese estado, se privan en buena medida de la
mos en primer término, es una comunidad vida sobrenatural que fluye de la Iglesia.
que tiene por fundador a Jesucristo. El acta Existen dentro de la Iglesia diversos ritos,
fundacional está contenida en diversos tex- por razones histórico-culturales, siendo los
tos del Evangelio, cuyo estudio en detalle dos fundamentales el latino y el oriental;
incumbe no al Derecho Canónico, sino a la de cualquier manera, los fieles de una y otra
Teología. Acá nos limitaremos, entonces, a categoría integran la misma y única Iglesia,
recordar un pasaje famoso, cuando Cristo, si bien la disciplina varía (así, según el
dirigiéndose al apóstol Pedro, le manifiesta: canon 19 del Codex luris Canonici, sus nor-
"Y yo te digo que tú eres Pedro, y que sobre
mas sólo rigen para los latinos, salvo aque-
esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puer- llas materias que por su propia naturaleza
tas del infierno no prevalecerán contra ella. (1 bis) Suele hablarse en tales hipótesis de
Y a ti te daré las llaves del reino de los cie- "miembros imperfectos"; y también por la suje-
los. Y todo lo que atares sobre la tierra, será ción parcial a la ley eclesiática, de "subditos", de
la Iglesia-. Desde luego, todos éstos, lo mismo que
(1) "Hombre viador", homo viaíor: hombre en los infieles de buena fe, pueden pertenecer al "al-
tránsito por este mundo temporal. ma" de la Iglesia.
atañen a todos los fieles sin distinción. (V. asumió una naturaleza humana pasible pa-
DERECHO CANÓNICO.) ra que el hombre, una vez fundada una so-
b) El fin inmediato o próximo de la Igle- ciedad visible y consagrada con sangre di-
sia es la santificación personal de cada uno vina, fuera llevado por un gobierno visible
de sus miembros: se trata de cultivar las a las cosas invisibles (S. Thomas, De Vertía-
almas con todas las virtudes sobrenaturales, te, 29, a. 4, ed. 9)". E insistiendo en esos
tanto teologales como morales, y también de conceptos, añade el Pontífice que aquellos
fomentar las virtudes sobrenaturales que que "se antojan una Iglesia ilusoria a ma-
son basamento humano de aquellas otras. nera de sociedad alimentada y formada por
Y el fin mediato o último que así se persi- la caridad, a la que —no sin desdén— opo-
gue, es la salvación de esos mismos miem- nen otra que llaman jurídica... se engañan
bros, su eterna bienaventuranza. Por eso al introducir semejante distinción: pues no
pudo sintetizar Pío XII en su discurso del puede haber verdadera oposición o pugna
7 de diciembre de 1955 al Décimo Congreso entre la misión invisible del Espíritu Santo
de Ciencias Históricas de Roma: "La finali- y el oficio jurídico de los pastores y doctores
dad de la Iglesia es el hombre". recibido de Cristo; ya que —como en nos-
c) Los medios que emplea la Iglesia para otros el cuerpo y el alma se completan y
alcanzar su fin son, primordialmente, sobre- perfeccionan mutuamente y proceden del
naturales: ante todo la Pe, que el magiste- mismo Salvador nuestro, quien no sólo dijo
rio eclesiástico define y predica, y que los al infundir el soplo divino: Recibid el Espí-
fieles cristianos han de testimoniar por su ritu Santo (loann, XX, 22), sino que también
externa profesión; y luego los Sacramen- imperó con expresión clara: Como me envió
tos, vehículos sensibles de la Gracia, debien- el Padre, asi os envío Yo (loann, XX, 21);
do hacerse especial mención del primero de y asi mismo: El que a vosotros oye, a Mí me
todos, el Bautismo, por el cual se ingresa oye (Lúe., X, 16)".
oficialmente a la sociedad cristiana. Por lo Esos dos componentes esenciales de la
demás, complementando esos medios sobre- Iglesia (invisible sobrenaturalidad, visible
naturales y en .función instrumental de ellos, naturalidad) se sintetizan en la noción teo-
la Iglesia puede recurrir también, y de hecho lógica de "Cuerpo Místico". La Iglesia es, se
recurre, a múltiples medios naturales: por afirma, el "Cuerpo Místico de Cristo"; ella
ejemplo, la multa como pena contra ciertos apareja un organismo espiritual y jurídico
delitos canónicos. que prolonga en el tiempo la misión reden-
d) Existe en la sociedad eclesiástica, co- tora de Cristo y que tiene a Cristo por invisi-
mo en todas las sociedades, una autoridad, ble cabeza suprema, a los legítimos pastores
la jerarquía de la Iglesia, que dirige la vida como visible cabeza vicaria. Ahora bien, ese
comunitaria hacia la consecución de sus fi- concepto de "Cuerpo Místico" apunta preci-
nalidades propias. De ahí que en la Iglesia, samente, a aquellas dos notas definitorias
según anticipáramos, se distingan dos esta- de la Iglesia: la Iglesia es "Cuerpo", y por
mentos: una Ecclesia docens o "Iglesia do- ende algo que se exterioriza, que se ve, que
cente", que enseña, administra la gracia y se palpa, que se traduce en las fórmulas
gobierna, y que está formada por los legí- dogmáticas, en los ritos sacramentales, en
timos ministros sagradas; y una Ecclesia las normaciones jurídicas; pero se trata de
discens o "Iglesia discente, oyente", jerár- un cuerpo "Místico", vale decir, que no se
quicamente sujeta a la primera y constituida agota en una pura y exterior corporeidad,
por la comunidad de los simples fieles. sino que se halla animado por un invisible
2. Contextura de la sociedad eclesiástica. espíritu interior, el Espíritu Santo, fuente
La Iglesia es sociedad sobrenatural, y a la de la vida sobrenatural de la gracia, con sus
vez sociedad natural. Observa Pío XII en la virtudes de fe, esperanza y caridad. La or-
encíclica Mystici Corporis Christi (29 de todoxia católica descalifica la concepción
junio de 1943), que se equivocan tanto quie- que niega la corporeidad de la Iglesia, que se
nes "se forjan una Iglesia escondida o invi- rehusa a admitir otra Iglesia que la espiri-
sible, así como... los que la tienen por una tual participación en la creencia y en el
creación humana dotada de una cierta regla amor (cataros, adventistas, teólogos protes-
de disciplina y de ritos externos pero sin la tantes propugnadores de la llamada "iglesia
comunicación de una vida sobrenatural... pneumática"); y reprueba, a la vez, la tesis
Por el contrario, a la manera que Cristo, contraria que exaltando el carácter de so-
Cabeza y dechado de la Iglesia, no es com- ciedad organizada de la Iglesia, el vigor de
prendido integramente si en El se considera su disciplina, la trascendencia de su vida
sólo la naturaleza humana visible... o sola histórico-cultural, olvida su egregia condi-
la divina e invisible naturaleza... sino que ción de comunidad mística gobernada por la
es uno solo de ambas y en ambas naturale- gracia del Espíritu Santo (en esa línea se
zas; así también acontece en su Cuerpo ubicaría, por ejemplo, la posición de Charles
místico...; toda vez que el Verbo de Dios Maurras y sus secuaces de la Action Fran-
caise, condenada por Pío XI en 1926). Por lo que todo hombre es miembro actual o po-
demás, conviene advertir que el elemento tencial suyo sin distingos de raza, nacionali-
exterior y el interior de la Iglesia están or- dad, cultura.
denados jerárquicamente: el primero no tie- d) La Iglesia es indefectible, en el sentido
ne valor por sí mismo, sino como instru- de que perdura y perdurará; hasta el fin de
mento del segundo; las normas jurídicas los siglos, con todas las características fun-
canónicas se enderezan a la suprema fina- damentales que le confiriera Cristo.
lidad sobrenatural de la Iglesia, a la santi- e) La Iglesia tiene magisterio infalible:
ficación y salvación de los hombres; en su- ella cuenta con la asistencia divina para no
ma, Dios quiso que en la Iglesia "lo visible errar cuando enseña en materia de íe y cos-
fuera signo de lo invisible, como aquel hom- tumbres. El sujeto de dicho magisterio in-
bre Jesús, de Nazaret, de donde nada bueno falible es el romano Pontífice siempre que\
podía salir, el pobre, el jüius fabri, que era en tal calidad defina oficialmente verdades
sin embargo el Füius Dei, el Verbo que está de aquella índole; y también toda la congre-
in sinu Patñs, que habita en una luz in- gación de los obispos reunidos con el Roma-
marcesible, que es creador de lo visible y lo no Pontífice en el Concilio Universal, siem-
invisible. La Iglesia, como la naturaleza hu- pre en lo tocante al mismo género de defi-
mana de Cristo, como los sacramentos, es niciones.
un instrumento con el cual Dios opera las f ) La Iglesia es sociedad jurídicamente
maravillas de la vida divina en el mun- perfecta, vale decir, sociedad súi iurls, co-
do" .(2) , munidad que posee fines específicos y que
3. Cualidades de la sociedad eclesiástica. cuenta con medios bastantes para conseguir
a) La Iglesia, así concebida como sociedad, por si misma dichos fines. Stt finalidad pro-
y como sociedad integrada por un ingredien- pia, esto es, la santificación y .sulvación de
te sobrenatural invisible y por una organi- las almas, el objetivo sobrenatural, especí-
zación jurídica externa, es sociedad nece- fica a la Iglesia tornando imposible toda
saria. Su existencia, en efecto, no depende confusión entre ella y las demás sociedades.
del capricho humano, sino que surgió de un Y por otra parte, la Iglesia dispone de todos
acto de fundación de Cristo; y fue fundada los medios necesarios para conquistar esa su
para una finalidad inexcusable, y que sólo meta: y esto resulta ser asi no sólo de de-
ella puede cumplir: la salvación de los hom- recho, sino también de hecho, porque aun-
bres. Pío IX, en la encíclica Singularí qua- que la imaginemos acosada por los poderes
dam (9 de diciembre de 1854), definió: "Se temporales, y despojada de toda fuerza ma-
ha de tener como verdad de fe que fuera de terial, aún así ella contaría siempre con ar-
la Iglesia Católica, Apostólica Romana, na- mas sobrenaturales imposibles de coaccionar
die puede salvarse..." Esto se ha de enten- y de eficacia suficiente, como lo prueba la
der, empero, como lo anticipáramos ya, no en subsistencia y el progreso de la Iglesia en los
el sentido de que sólo puedan salvarse quie- tres primeros siglos de su historia, bajo el
nes estén formalmente adscriptos al Cuer- rigor de las persecuciones romanas.
po de la Iglesia por el bautismo; también La demostración del carácter de sociedad
pertenecen a la Iglesia, aunque no in actu jurídicamente perfecta de la Iglesia, en la
sino in DOÍO o por el deseo, todos aquellos práctica se traduce en una demostración
que obran de buena fe y que aspiran, explí- de su independencia frente al Estado, que es
cita y aún sólo implícitamente, a incorpo- la otra sociedad perfecta. Sobre este proble-
rarse a ella (por ejemplo, el infiel que aleja- ma hemos de volver en la segunda parte de
do de la civilización cristiana se comporta nuestro trabajo, de modo que por ahora nos
según la razón natural y adhiere a la volun- reduciremos a algunas nociones sumarias.
tad divina tal como él pueda entenderla, Ante todo, la perfección jurídica de la Igle-
está incorporado por el "bautismo de deseo" sia y su consiguiente independencia del Es-
al "Alma" de la Iglesia). tado, surge de la propia naturaleza de la
b) La Iglesia es una, en cuanto que Cristo sociedad eclesiástica: no es posible que el
fundó una única sociedad, no varias, para la fin espiritual-sobrenatural de la Iglesia se
misión salvifica por El encomendada. Acerca confunda con los fines temporales, ni que él
de la heterogeneidad meramente ritual y se sujete a los arbitrios de las autoridades
disciplinaria que se da en el seno del cato- terrenas; no tiene sentido suponer que el
licismo, y que ya mencionáramos, ella carece Estado, que carece de las notas de unicidad
de trascendencia: la unidad importa en or- y universalidad, pretenda soberanía sobre
den a la fe, a los sacramentos y a la estruc- una sociedad que es única y extendida por
tura jerárquica básica. todo el mundo, sobre una Iglesia que no re-
c) La Iglesia es universal, ya que eila ex- conoce fronteras; tampoco seria sensato
ttende su jurisdicción a todo el orbe y ya imaginar que la suerte de una entidad in-
defectible e infalible como la Iglesia, pueda
(2) Cfr. Rau, en Sociedad perfecta, pág. 53. ligarse a una sociedad perecedera y falible
como la temporal. Por otra parte, del Evan- (térra misionis), el gobierno local se ejerce
gelio se desprende claramente que la Iglesia inmediatamente por delegados de la Santa
es sociedad edificada sobre Pedro, con en- Sede (Vicarios o Prefectos Apostólicos).
tera independencia del César; más todavía,
Cristo cuidó de discriminar una y otra es- Capítulo Segundo
íera, y de señalar el distingo entre sus pro- LA POTESTAD DE LA IGLESIA
pios íines espirituales y las aspiraciones de 1. Introducción. 1. Por "potestades de la
los príncipes seculares ("mi reino no es de Iglesia" se entiende el conjunto de poderes,
este mundo"). La doctrina de los apóstoles atribuciones o facultades conferidas a la
coníirma esa tesis: llevados ante el Sane- Iglesia por su Fundador Jesucristo. Tal
drín, ellos declaran paladinamente su inde- cuerpo de poderes funciona como un medio,
pendencia al aseverar que "es necesario enderezado a la consecución del supremo
obedecer a Dios, antes que a los hombres" fin de la sociedad eclesiástica: la santifi-
("Hechos", cap. V, vs. 29). Y-esa fue a tra- cación y salvación de las almas.
vés de los tiempos, como lo veremos más La Iglesia es sociedad sobrenatural, donde
adelante, la tenaz afirmación de los pasto- fluye la vida de la gracia; y esto explica la
res y doctores de la Iglesia. Por fin, como existencia de una "potestad de orden" (po-
categórica definición doctrinaria, podría ci- testas ordinis), cuyo cometido es, precisa-
tarse la proposición 19, condenada por el mente, la administración de la gracia por
Syllabus de Pío IX (8 de diciembre de 1864). los sacramentos y sacramentales. Pero la
"La Iglesia no es verdadera y perfecta so- Iglesia apareja a la vez, ya lo sabemos, una
ciedad enteramente libre..." sociedad visible y jurídica; y de ahí que
g) Considerando ahora más de cerca la haya una "potestad de jurisdicción" (po-
realidad jurídica de la sociedad eclesiástica, testas iurisdictionis), que se preocupa del
señalaremos que el canon 100 parágrafo 1» gobierno y disciplina de la vida comunitaria
del Codex Inris Canonici menciona a la eclesiástica. En síntesis, para decirlo con la
Iglesia Católica como la primera de las per- clara fórmula de Eichmann, "la potestad de
sonas morales canónicas. Se trata de una orden o sacerdotal, es la facultad o poder
persona moral de derecho divino, porque ha de conferir los Sacramentos y Sacramenta-
sido creada inmediatamente por Dios, por les de la Iglesia. La potestad de jurisdicción,
Jesucristo, a diferencia, por ejemplo, de un es el poder de dirigir y regir a la Iglesia.
cabildo eclesiástico que es de origen huma- La potestad de jurisdicción, es el poder de
no; la Iglesia resulta ser, por lo demás, dirigir y regir a la Iglesia como institución
persona moral necesaria, por sus fines y por jurídica" (3).
su nota de indefectibilidad que ya estudia- 2. Ambas potestades concuerdan en que
mos; y persona moral pública, porque se son espirituales, sobrenaturales, de proce-
ordena al bien común de toda la sociedad dencia divina, y orientadas a la santificación
cristiana, no al bien de un grupo de fieles de las almas; pero divergen por varios títu-
como sería el caso de una asociación piado- los. Por lo pronto, la potestad de orden tiene
sa de fieles; por fin, pertenece la Iglesia a por fin inmediato santificar a los fieles, por
la categoría de las personas morales no co- la administración de la gracia sacramental;
legiadas (ver canon 99), vale decir, en ella la potestad de jurisdicción, en cambio, se
no cuenta primordialmente el elemento sub- propone inmediatamente gobernar a dichos
jetivo de la asociación de miembros, sino el fieles. Por otra parte, ambas potestades di-
elemento objetivo institucional. fieren en cuanto a su fuente de adquisición;
La organización jurídica de la Iglesia Ca- la potestas ordinis se obtiene por la ordena-
tólica comprende una serie de divisiones ción sacerdotal o la consagración episcopal,
territoriales denominadas "diócesis", agru- mientras que la potestas iurisdictionis se
padas en otras mayores que se llaman "pro- consigue por un acto de nombramiento u
vincias eclesiásticas". Al" frente de cada dió- otorgación de poderes jurídicos que se deno-
cesis hay un obispo; a la cabeza de cada mina "misión canónica" (missio canóni-
provincia eclesiástica, un arzobispo o metro- ca) (*). De ahí también otra nota distinti-
politano del cual dependen los obispos res- va: el sacramento del orden sagrado con-
pectivos o "sufragáneos"; unos y otros de- fiere "carácter", signa al alma en forma
penden a su vez del Romano Pontífice, que indeleble, y por eso la potestas ordinis (< w«)
es la cabeza jurídica de la Iglesia Universal.
Por lo demás, esta organización se refiere (3) Oír. Manual de Derecho eclesiástico, t. 1,
a todas aquellas regiones donde la jerarquía pág. 109.
eclesiástica local está regularmente orga- (4) En el caso especial del Sumo Pontífice, éste
nizada, como ocurre, por ejemplo, en las adquiere su potestad Jurisdiccional por elección le-
naciones católicas de Europa o en América; gitima que hace el Colegio de Cardenales, seguid»
de aceptación por el electo (canon 219).
en cambio, allí donde esa organización no (4 bis) En los grados de Derecho divino, se en-
existe, en los llamados "países de misión" tiende.
es perpetua, jamás se pierde, y en el peor razón del orden, se compone de obispos,
de ¡os casos ocurrirá que ella se ejerza ilí- presbíteros y ministros" (canon 108 prf. 3").
cita, pero siempre válidamente (caso de un La jerarquía de orden completa pertenece
sacerdote apóstata); en cambio, la potes- al obispo, a quien corresponden todos los
tad de jurisdicción se extingue por el mero poderes sacerdotales; los presbíteros y los
retiro de la "missio canónica? (cese en el ministros inferiores poseen sólo una por-
oficio, pena de deposición, etc.). Otra dife- ción de dichos poderes. Por lo demás, la po-
rencia, estriba en que la potestad de orden testad de orden, aun la integral de los obis-
es ilimitada en cuanto al ámbito de su ejer- pos, es de suyo ajena a toda potestas iurís-
cicio válido: un presbítero puede oficiar dictionis: así, un obispo meramente titular
misa en cualquier parte del mundo, válida- tiene la plenitud del orden y ninguna iuris-
mente al menos; en cambio, la potestad da dictio.
jurisdicción tiene órbitas legalmente defini- 2. Recordaremos, en fin, el canon 210:
das, sean territoriales, sean personales, y "La potestad de orden, sea que vaya vincu-
fuera de ellas su ejercicio es en principio lada al oficio o sea encomendada a una per-
írrito. Por fin, en cuanto al sujeto, señala- sona por el legítimo superior eclesiástico, no
remos que la potestad de orden, por derecho puede encomendarse a otros si esto no se
divino, sólo corresponde a los varones; en concede expresamente por derecho o por in-
cuanto a la potestad de jurisdicción, se dis- dultos". A este propósito hay que distinguir:
cute si la delegada (nunca la ordinaria) po- 1°) tratándose de poderes de orden inheren-
dría asignarse a mujeres. tes p.or derecho divino a una determinada
3. No se debe confundir la potestad ecle- jerarquía, no cabe delegación exceptuando
siástica propiamente dicha, con la llamada el caso del canon 782 (facultad para confir-
potestad dominatiya" (de, dominus, "señor": mar (V. CONFIRMACIÓN) ; 2") tratándose de
la del padre o dueño de casa), que acciden- poderes de orden inherentes por derecho
talmente pueda corresponder a los jerarcas eclesiástico a una jerarquía de derecho divi-
eclesiásticos: por ejemplo, la del rector del no, o pertenecientes a una jerarquía de
Seminario sobre sus alumnos, o la del supe- derecho eclesiástico, ellos no se pueden dele-
rior de un convento sobre los miembros de gar sino cuando lo autorice el Derecho co-
su comunidad. El distingo, que aparece con- mún o cuando medie permiso de la Santa
sagrado en algún precepto del Codex luris Sede. El principio entonces, en lo tocante a
Canonici (así, canon 501- prf. 1'), cobra es- la potestas ordinis, es la no-delegábilidad.
pecial interés para el tema de las relacio- III. La potestad de Jurisdicción. 1. Nocio-
nes entre Iglesia y Estado que examinare- nes generales, a) Comencemos por apuntar
mos más adelante: en muchos episodios his- que, lo mismo que la de orden, también la
tóricos donde se ha supuesto que los Roma- potestas iurisdictionis se estructura jerár-
nos Pontífices se habrían arrogado una po- quicamente en diversos grados. Por ordena-
testad de jurisdicción eclesiástica sobre lo ción divina, tales grados son dos: el Supre-
temporal, ocurre tan sólo que ellos obraron' mo Pontificado a la cabeza, y en segundo
en ejercicio de mera potestad dorninativa rango el Episcopado (canon 108, prf. 3°)
como señores seculares que eran (así, como Mas, por derecho canónico, vistas las cre-
dueños del "ducado romano", o como • se- cientes y múltiples necesidades de la orga-
ñores de los reinos medievales que se colo- nización eclesiástica, se han ido añadiendo
caran en sumisión feudal de la Santa Sede). otros muchos oficios con potestad jurisdic-
II. La potestad de orden. 1. Sobre la po- cional: por ejemplo, el de párroco;,e inclu-
testas ordinis poco hemos de decir aquí, pues so, por ejemplo, dentro del episcopado mismo
de ella se habla con detenimiento en otras se hacen discriminaciones (arzobispo o me-
voces de esta Enciclopedia (V. ORDEN SAGRA- tropolitano, simple obispo) («).
DO. OBISPO) . Ya sabemos su cometido: santi-
ficar a los fieles y conducirlos de ese modo (5) De paso, mencionaremos aquí el canon 110,
a la bienaventuranza. Su materia, por eso, que define el concepto de "prelado": "Aunque la
la constituyen los sacramentos y sacramen- Sede Apostólica concede también el título honorí-
tales, y las ceremonias litúrgicas; suele dis- fico de prelado a algunos clérigos que carecen de
toda Jurisdicción, sin embargo, con el nombre pro-
tinguirse así entre una potestas ordinis pio de prelados se designan en Derecho los clérigos
"sacramental", que se ocupa primordial- ya seculares, ya religiosos, que tienen jurisdicción
mente de la administración de sacramentos, ordinaria en el fuero externo". Aparte de los pre-
y una potestas ordinis "litúrgicas", que tiene lados meramente honoríficos, así pues (por ejem-
plo, "prelados domésticos de Su Santidad"), están
por objetivo inmediato los actos oficiales de los prelados propiamente dichos o jurisdiccionales;
culto divino. estos últimos, añadamos, se distinguen en "mayo-
Señalemos que la potestad de orden no res" o "menores", según que gocen o no de juris-
es plena en todos sus miembros o titulares, dicción episcopal (son prelados mayores los pa-
triarcas, primados, arzobispos, obispos: son meno-
sino que comprende varios grados: "por ins- res los prelados y abades nullius, los superiores ma-
titución divina, la jerarquía sagrada, en yores de las religiones clericales exentas). Conviene
b) Por razón de su materia, la potestad do se ejerce por derecho propio del respec-
de jurisdicción puede distinguirse en: juris- tivo titular, y 'vicaria cuando se ejerce en
dicción de imperio, o de gobierno propia- nombre de otro, pero siempre como perma-
mente dicho"; de ministerio, que se ocupa de nentemente anexa a un oficio; el distingo
normar jurídicamente los actos relativos a se funda en que a los antiguos oficios .del
la potestas ordinis (normas para el culto pontificado y del episcopado (a los cuales
divino y para la recepción de los sacramen- corresponde la jurisdicción ordinaria propia
tos) ; y de magisterio, esto es, de enseñar del Pontífice y del obispo), fue necesario
autorizadamente en orden a .la fe y a las añadir otros auxiliares de los primeros, y
buenas costumbres. así nació la jurisdicción ordinaria vicaria,
También por la materia qaabe otro distin- que podría interpretarse como un mandato
go, sobre el cual volveremos in extenso bien conferido ministerio legis, sin consideración
pronto: la discriminación entre jurisdictio de persona (por ejemplo, quienquiera posea
legislativa, judicial y ejecutiva de la Iglesia. el cargo de Vicario General es, en cuanto
Se trata, insistimos, de una clasificación por tal, poseedor de una jurisdicción ordinaria
materias, no por órganos, ya que en la Igle- y vicaria, ejercida en nombre del obispo).
sia no existe estrictamente "separación de De acuerdo con el canon 199 parágrafo
podares" en el sentido del constitucionalis- 1", en principio el titular de potestad ordi-
mo 'moderno: así, por ejemplo, el Romano naria puede delegarla a otro, salvo prohi-
Pontífice es a la vez supremo legislador, bición expresa del derecho (?). Dicha dele-
máximo juez y eminente administrador de gación puede ser total o parcial; pero una
la Iglesia universal. -Eso en claro, señalemos delegatio total sin límite de tiempo y de
que la jurisdicción legislativa eclesiástica no espacio, aparejarla en realidad una abdi-
es otra cosa que la potestad de la Iglesia cación y no está permitida. En cuanto a la
para legislar en los asuntos de su competen- potestad delegada, la subdelegaclón está su-
cia; la jurisdicción judicial eclesiástica, el jeta a estas reglas (canon 199, prfs. 2-a 5)1
poder de la Iglesia para aplicar a los casos la potestad de jurisdicción delegada por la
particulares las normas legales; y la juris- Santa Sede -puede subdelegarse, salvo que
dicción ejecutiva eclesiástica, la atribución ello esté prohibido o que la delegación se
que posee la Iglesia para gobernarse y ad- hubiere hecho industria personae; la po-
ministrarse a sí misma y para ejecutar testad que se ha delegado por todos los
coactivamente sus leyes y sus sentencias. asuntos por un jerarca de jurisdicción or-
c) En atención a su fuente, la potestas dinaria inferior al Romano Pontífice, puede
iurisdictianis puede ser ordinaria o delegada. subdelegarse en cada caso; en todas las de-
Jurisdicción ordinaria es aquella que por de- más hipótesis, la potestad delegada sólo
recho va aneja a un oficio; delegada, aquella puede subdelegarse si ello está expresamente
que no acompaña a ningún oficio, sino que permitido, excepto los jueces delegados
se confiere a persona determinada (por quienes pueden subdelegar algún acto no
ejemplo, a un sacerdote cualquiera se le jurisdiccional aunque no tengan facilitación
"delega" jurisdicción para absolver pecados expresa; por fin, ninguna potestad subdele-
reservados diocesanos, que de por si sólo gada puede de nuevo subdelegarse, salvo
podría absolver el titular del respectivo ofi- expresa autorización. Recordemos, por lo
cio episcopal). La jurisdicción ordinaria («) demás, que quien afirma ser delegado debe
se divide en propia y vicaria: propia, cuan- probarlo (canon 200, prf. 2'); que es nulo
"todo lo que hace el delegado que traspasa
tercr presente estas nocior.es a propósito de leyes los limites de su mandato" en materia sus-
civiles que aluden a los "prelados eclesiásticos":
por ejecplo, cuando eximen a los tales de compare- tancial, se entiende, no en aspectos acci-
cer a declarar como testigos, admitiéndoles el tes- dentales, salvo que estos últimos figuren
timonio por Informe (asi, art. 191 del Coa. de como condición expresa de la delegación
procs. civiles de Santa Fe). (canon 203); que en el caso de delegación
(6) Conviene aclarar aquí el concepto de "or-
dinario",'cine no debe confundirse con el de "titu- sucesiva, priva quien es primero en el tiem-
lar 'de Jurisdicción ordinaria", sino que tiene un po salvo revocatoria expresa posterior (ca-
sentido especifico y restringido: según el canon non 206); que en la hipótesis de delegación
198, párr, 1", por "ordinario" se entiende, "además plural simultánea, ella se presume solidaria
de! Romano Pontífice, el obispo residencial, el abad
o prelado nullius y el vicario general de ellos, el en materia de jurisdicción voluntaria, de
¡•.(¡ministrador, el vicario y e! prefecto apostólico, manera que a cualquiera de los delegados
c;;c¡a uno par:» su territorio, y asimismo aquellos pertenece la totalidad de los poderes res-
quo, faltando los mencionados, les suceden entre- pectivos, rigiendo el principio de prevención,
tanto en el gobierno, por prescripción del derecho
o conforme a. constituciones aprobadas, y para sus mientras que, en la órbita judicial, esa dele-
subditos los superiores mayores de las religiones
clericales exentas"; y de acuerdo con el mismo ca- (7) Por ejemplo, el canónigo penitenciarlo tie-
non, párr. 2?, "bajo el nombre de ordinario de lu- ne potestad ordinaria, pero indelegable, para absol-
gar o Ce los lugares vienen comprendidos todos los ver los pecados y csnsnras reservados al obispo, >
e-numerados, excepto ios superiores religiosos". tenor del canon 401.
gación plural se presume colegiada, de ma- nes que traen las normas del Codea: sobre
nera que todos los delegados deben «actuar competencia judicial (así, cánones 1560,1562,
en conjunto para producir actos válidos, 1567 (V. PROCESO CANÓNICO).
salvo que otra cosa prevea el mandato (ca- La potestad judicial («) no puede ejercerse
non 205); que la delegación se extingue por en provecho propio, ni fuera del propio te-
cumplimiento del mandato, por cesar la rritorio (canon 201, prf. 2"), salvo algunas
causa final, por vencerse el término o ago- pocas excepciones (así, según el canon 1639,
tarse el número de casos para los cuales fue puede actuar válidamente fuera de su te-
conferida, por revocación del delegante in- rritorio el juez expulsado del mismo por la
timada en forma directa al delegado, por violencia). En cambio, tratándose de juris-
renuncia del delegado aceptada por el de- dicción voluntaria,, ella puede ejercitarse
legante, por faltar uno de los codelegados inclusive en el propio provecho, o hallán-
en el supuesto de delegación colegial (ca- dose fuera del propio territorio, o respecto
non 207); y que, aunque la delegación hu- de un subdito, a menos que conste lo con-
biera cesado por razón de tiempo o número trario por derecho o por la naturaleza de
de casos, cuando se trata de potestad dele- las cosas (canon 201, prf. 3"); como ejem-
gada para el fuero interno el acto produ- plp de excepción, recordemos el canon 1437,
cido por el delegado por inadvertencia es según el cual nadie puede conferirse a sí
de todos modos válido (ídem, prf. 2 V ). mismo un beneficio eclesiástico (V. BENEFI-
Agreguemos que, según el canon 200, prf. CIO ECLESIÁSTICO) .
1', la potestad de jurisdicción ordinaria, y f ) El régimen jurisdiccional organizado
la delegada para todos los asuntos, deben por la Iglesia es un simple medio, y por ende
interpretarse en sentido amplio; y toda otra, no debe perderse de vista su finalidad su-
en sentido estricto, sin perjuicio de que en prema: la buena vida de la comunidad cris-
caso de potestad delegada se entienden in- tiana. De ahí, entonces, que no se haya de
cluidos todos los poderes necesarios para extremar su prolija observancia, cuando ella
ejercerla adecuadamente. resultaría precisamente dañina para ese
d) Por razón de su órbita la jurisdicción bien común eclesiástico al que dicho régimen
es del fuero interno (sacramental o extrasa- debe servir. Esto explica el sabio principio
cramental) o del fuero externo (canon 196). Ecclesia supplet, en cuya virtud, en ciertos
La primera mira primordialmente al bien casos, el defecto de jurisdicción se tiene
privado de los subditos; la segunda, al bien como saneado por el derecho mismo, y en
público de la comunidad cristiana. El fuero consecuencia, se consideran válidos los actos
interno es sacramental o extrasacramental: jurisdiccionales realizados con dicho vicio.
el uno corresponde al sacramento de la pe- De acuerdo con el canon 209, dos son las
nitencia y su titular es el confesor, pues hipótesis en las cuales "la Iglesia suple la
cuando éste absuelve, actúa como juez y jurisdicción así en el fuero externo como en
ejercita por ende un típico acto de juris- el interno": los supuestos de "error común
dicción; el otro es ajeno al sacramento de o de duda positiva y probable, tanto de de-
la penitencia, por ejemplo cuando la Santa rech como de hecho". El error común im-
Sede dispensa un voto privado. plica que la mayoría de la comunidad ha
De acuerdo con el canon 202, prf. 3°, la sido inducida a engaño sobre la potestad
jurisdicción se entiende conferida para am-. jurisdiccional de alguien, o que puede serlo
bos fueros, interno y externo, a menos que por existir una causa pública de confusión:
otra cosa se disponga expresamente o que lo primero es el error común de hecho, como
ello resulte de la materia misma; por otro ocurriría si un sacerdote sin nombramiento
lado, cuando la potestad se concede para el de párroco pero que ha asumido el gobierno
fuero interno, se interpreta que ella puede de la parroquia, fuera considerado como tal
ejercerse también en el extra-sacramental, por todos o casi todos los vecinos del pueblo;
salvo que se exija el sacramental (id., prf. lo segundo es el error común de derecho,
2 " ) ; por último, destacaremos que el acto de que se da por la sola existencia de la causa
potestad jurisdiccional del fuero externo es pública de engaño (así, el ejercicio de la
eficaz para el interno, pero no a la inversa potestad parroquial en nuestro ejemplo), sin
(id., prf. 1", sin embargo, acerca de censuras, que interese que ya mismo el equívoco haya
ver canon 2251 y voz DERECHO PENAL CANÓ- producido su fruto; en ambos casos, no
NICO) . cuenta que dentro de la comunidad haya
e) En principio, la potestad de jurisdic- algunos pocos que conozcan la ausencia de
ción sólo se ejerce sobre los respectivos sub- jurisdicción. En cuanto a 2a duda positiva
ditos (canon 201, prf. l»); a éstos, empero, y probable, ella estriba en razones serias
deben asimilarse los vagos, y también los que crean un estado de perplejidad acerca
peregrinos en todo aquello que concierne al (8) Jurisdicción "judicial", aquella donde ine-
orden público local (canon 14), debiendo dia controversia, sea civi:, sea penal; jurisdicción
tenerse en cuenta, además, otras excepcio- "voluntaria", aquella donde no hay controversia.
de la existencia o alcances de la jurisdic- exención puede ser pasiva si consiste pura
ción: por ejemplo, el simple confesor no y simplemente, en liberarse de la potestad
está cierto de que, según los datos del peni- del superior pero sin asumir esa misma
tente, el pecado de que éste se acusa confi- potestad (el ejemplo ya dado de los regula-
gure o no un tipo penal reservado (duda res) ; y es activa cuando se añade la asun-
de derecho); o bien, dándose un pecado re- ción de los poderes jurisdiccionales del su-
servado, el confesor duda si se agotó o no el perior ordinario, como ocurre con las Aba-
poder que el obispo le confiriera para la días y Prelaturas "nuílius", donde el abad
absolución de un número fijo de tales fal- o prelado ejerce toda la jurisdicción episco-
tas (duda de hecho); en ambos supuestos, pal tocante al clero y pueblo del territorio
no interesa que a las razones en pro de la respectivo, que constituye porción separada
jurisdicción, serias ellas, se les opongan otras de toda diócesis.
razones también fuertes en sentido contra- El poder de jurisdicción inmediata tam-
rio. Tanto en el caso de error común como bién se cercena, no ya por el lado del pri-
en el de duda, no importa que el agente ca- vilegio del subdito, sino por virtud de la su-
rezca de todo título, o que lo posea irregular premacía del superior más alto, mediante
(ejemplos: sacerdote que asume la parroquia las llamadas reservas, pontificias o episco-
sin nombramiento alguno; otro que lo hace pales: así, el Papa "se reserva", y por ende
con nombramiento vicioso) el Codex no dis- sustrae a la jurisdicción del obispo, la abso-
tingue, y de ese modo puso término a una lución de ciertas censuras; el obispo "se
vieja polémica entre aquellos que exigían al reserva", y por ende sustrae a la jurisdicción
menos una apariencia o color de título ("ti- de. los confesores ordinarios, la absolución
tulo colorado") aunque inválido, y aquellos de ciertos pecados. La autoridad inferior
otros que admitían incluso la ausencia da restringida por la reserva, no puede obrar
todo título ("título existimado"). Pero lo válidamente en ese ámbito: por ejemplo,
que sí se requiere siempre para el funcio- es nula la absolución de una censura reser-
namiento del principio Ecclesia supplet, es vada a la Santa Sede, que otorgue un obispo
que el acto con defecto de jurisdicción sea sin los poderes del caso.
por su esencia sanable; no se aplicaría el 2. La jurisdicción legislativa de la Iglesia.
principio, por ejemplo, cuando en una co- a) Jurisdicción legislativa es la que corres-
yuntura de error común, es un simple lego ponde a la Iglesia para dictar normas lega-
el que absuelve pecados. Por lo demás, la les en materia de fe (por ejemplo, procla-
regla del canon 209 se inspira en las necesi- mación por Pío XII del Dogma de la Asun-
dades del bien general eclesiástico, no del ción de María), de costumbres (por ejemplo,
mero bien privado; si sólo de este último canon 1399, inc. 9" sobre prohibición de li-
se trata, la regla no actúa. bros obscenos), de liturgia religiosa (por
g) De ordinario, los fieles tienen inme- ejemplo, cánones 1265 a 1275 sobre culto de
diata relación de dependencia jurisdiccional la Eucaristía), de organización eclesiástica
con el respectivo párroco; el párroco, a su (por ejemplo, constitución "inmensa" de
vez, con su obispo; el obispo, con su metro- Sixto V sobre la Curia Romana), de disci-
politano; y el metropolitano, con el Sumo plina eclesiástica (por ejemplo, normas pe-
Pontífice (8). Ahora bien, ese nexo de de- nales del Codex Inris Canonid, Libro V).
pendencia inmediata y graduada desapa- b) Esta potestad legislativa de la Iglesia
rece por el privilegio de exención, del que surge de la expresa concesión de Cristo, se-
pueden gozar las personas (exemptio per- gún se verifica en los Evangelios: "...tú
sonalis), los lugares (exemptio localis) o eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi
unas y otros a la vez (exemptio mixta): Iglesia... Y a ti te daré las llaves del reino
por ejemplo, un convento exento no depende de los cielos. Y todo lo que atares sobre la
del obispo sino inmediatamente del Papa, y tierra, será también atado en los cielos; y
por ende el obispo no puede ejercer direc- todo lo que desatares sobre la tierra, será
tamente acerca de ese convento su jurisdic- también desatado en los cielos" (Mateo,
ción legislativa, judicial o administrativa. XVI, 18-19); "a Mí se me ha dado toda po-
Desde luego, de la jurisdicción pontificia testad en el cielo y en la tierra; id, pues, e
nadie puede hallarse exento en la Iglesia, instruid a todas las naciones, bautizándolas,
de todas las demás, sí, sea ello por virtud enseñándoles a observar todas las cosas que
de una ley (así, a tenor del canon 615, los Yo os he mandado..." (Mateo, XXVIII,
regulares, dentro de sus casas e iglesias, se 18-20); "como mi Padre me envió, así os
hallan en principio eximidos de la jurisdic- envío también a vosotros..." (Juan, XX, 21).
ción del ordinario local), o de una costum- La tradición apostólica confirma el poder
bre, o de la usucapión (ver canon 63). La legislativo de la Iglesia: por ejemplo, los
(9) Al Papa le pertenece también una supre-
apóstoles se reúnen en el Concilio de Jeru-
macía inmediata y efectiva sobre todos y cada uno salén en el año 51, y con la fórmula "ha
de los fieles. parecido al Espíritu Santo, y a nosotros",
reprueban la tesis de los judaizantes y fijan renne práctica'de la Iglesia: ésta reivindicó
algunas normas de fe, de costumbres y de siempre su competencia para juzgar de las
disciplina para los cristianos ("Hechos", causas espirituales; paulatinamente fue con-
cap. XV, vs. 1-31). También esa fue, desde solidando el "privilegio del fuero" para sus-
entonces, la práctica constante de la Iglesia: traer a los tribunales laicos todas las causas
y a través de los siglos sus leyes se fueron sobre clérigos, aun las temporales; e inclu-
multiplicando, hasta constituir todo un con- sive, en la era de las persecuciones, para
junto normativo nuevo, el Corpus Inris Ca- evitar el escándalo de que los cristianos ven-
nonici, paralelo a la legislación civil justi- tilaran sus asuntos seculares ante los tri-
nianea. Por fin, la doctrina de la Iglesia a bunales del Imperio enemigo, San Pablo
ese proposito es categórica, tal como fue dictó una norma, desde luego transitoria,
precisada en los Concilios de Trento y del prohibiendo a los fieles acudir a dichos tri-
Vaticano. bunales, y extendiendo la competencia ecle-
c) En cuanto a la materia de la jurisdic- siástica a tales cuestiones (Primera Epístola
ción legislativa eclesiástica, tres cuestiones, a los Corintios, cap. VI, vs. 1-6) (i°) Por otra
interesantes se discuten: cosas temporales, parte, diversas definiciones de la Iglesia
actos interiores, actos heroicos. Acerca de proclaman dicha potestad judicial: así, por
las cosas temporales, anticipemos que la ejemplo, el Syllabus condena como proposi-
Iglesia no tiene potestad legislativa directa, ción 31 la que niega "el fuero eclesiástico
sino tan sólo indirecta, vale decir, que ella en las causas temporales de los clérigos, ya
no puede legislar sobre materias profanas sean civiles, ya criminales"; el Concilio Va-
sino en la medida en que éstas se conecten ticano define al Sumo Pontífice como "juez
con las espirituales: para el estudio más a supremo de los fieles"; el canon 1553 del
fondo de dicho problema, nos remitimos a Codex afirma el derecho de la Iglesia para
la segunda parte de nuestro trabajo. En lo juzgar "por derecho propio y exclusivo" en
que concierne a los actos interiores del hom- las causas de su competencia.
bre, la orientación actual de los canonistas b) La órbita personal de la Justicia Ecle-
puede resumirse así: la Iglesia puede legis- siástica incluye solamente a los bautizados
lar sobre tales actos internos en el fuero y no, por ende, a los infieles, ya que estos
interno mismo; pero no en el fuero externo, últimos no son subditos de la Iglesia. Acerca
porque éste, por referirse a la disciplina de los bautizados, la justicia eclesiástica
social, sólo exige actos externos o visibles y abarca a todos sin distingo, incluso a los
no actitudes interiores. Por fin, acerca de jefes de Estado, y con la única salvedad del
los actos heroicos, la Iglesia no puede orde- Romano Pontífice, que no puede juzgarse a
narlos a la generalidad de los fieles, sino sí mismo, desde luego, y que no tiene supe-
tan sólo aconsejarlos; psro sí puede la Igle- rior dentro de la jerarquía eclesiástica (ca-
sia legislar en esta materia, cuando se trata non 1556: "La primera Sede por nadie pue-
de categorías de personas que han abrazado de ser juzgada", prima Sedes a nemine iudi-
voluntariamente un estado que requiere catur).
mayor perfección (y así, en efecto, la legis- Tocante a la materia, no corresponden a
lación eclesiástica grava con deberes de he- la Iglesia las causas civiles de los civiles;
roicidad a religiosos, misioneros, etc.). pero sí las civiles de los clérigos, y las espi-
3. La jurisdicción -judicial de la Iglesia. rituales. Más al detalle, el canon 1553 decla-
Jurisdicción judicial es la que incumbe a la ra la competencia de los tribunales ecle-
Iglesia para aplicar sus leyes a los casos siásticos: primero, en las causas que se re-
particulares. fieren a las cosas espirituales (un sacra-
a) Que la Iglesia posea verdaderamente mento) o anejas a las espirituales (se trata
una potestad de juzgar se comprueba ante acá de las cosas mixtas "indivisibles", don-
todo por diversos pasajes del Evangelio, don- de la unión entre materia espiritual y tem-
.de Jesucristo aparece confiriendo dicho po- poral no puede escindirse, corno ocurre entre
der a los apóstoles y a sus sucesores: así, la parroquia y el patrimonio económico
el ya citado de Mateo ("todo lo que ata- anexo a ella; no de aquellas otras donde los
res..."); recordaremos otro del mismo dos aspectos se pueden separar sin dificul-
evangelista, cap. XVIII, vs. 15-17 ("Y si tu tad, como sucede con el sacramento del
hermano pecare... corrígele... si no hiciere matrimonio y la dote, porque entonces no
caso,.. válete de una, o dos personas... Y pertenece a la Iglesia un derecho exclusivo
si rio los escuchare, díselo a la Iglesia; pero para juzgar de este aspecto temporal anejo
si ni a la Iglesia oyere, tenlo como por gentil al espiritual); segundo, en todas las infrac-
y publicano"). Esa fue la tradición apostó- ciones a las leyes eclesiásticas (por ejemplo,
lica: por ejemplo. San Pablo excomulga a un
incestuoso de Corinto, según consta en la (10) Este régimen se mantuvo por Constanti-
no, como voluntario para los actores; bajo Arcaclio
Primera Epístola a los Corintios, cap. V, y Honorio, pero dependiente del mutuo acuerdo
vs. 1-5. Otro tanto se desprende de la pe- de partes; y después desapareció.
ley del ayuno cuaresmal) y "todo aquello en En particular, dichas inmunidades pueden
que hubiere razón de pecado, en cuanto se ser personales, locales o reales, según que
refiere a la determinación de la culpa e im- se refieran a las personas, a los lugares o a
posición de penas eclesiásticas" (por ejemplo, las cosas eclesiásticas. Las primeras inclu-
excomunión por lectura de libros que pro- yen los clásicos privilegios "del canon", "del
pugnan la herejía); tercero, en todas las fuero", "de exención" y "de competencia",
causas, tanto contenciosas como criminales, que se estudian ea la voz CLÉRIGO de esta
relativas a las personas que gozan del pri- Enciclopedia. Las segundas se consideran en
vilegio del fuero, definido por el canon 120 la voz LUGARES SAGRADOS. Y en cuanto a las
y concordantes (V. CLÉRIGO) ; cuarto, la terceras, estriban en la exención de gravá-
Iglesia tiene competencia no ya exclusiva menes, embargos y cargas análogas sobre las
sino concurrente para juzgar de las causas cosas eclesiásticas, tema que nos remite a la
llamadas "de fuero mixto" (mixti fon), esto voz COSAS ECLESIÁSTICAS y sobre el cual vol-
es, sobre aquellas cosas que miradas bajo veremos, asimismo, al examinar el artículo
un mismo aspecto tanto interesan a la so- 2° de la Constitución Nacional.
ciedad eclesiástica como a la civil (por ejem- b) Acerca de la facultad de administra-
plo, ua fraude cualquiera), y en tales casos, ción propia, entendida especialmente en el
la competencia eclesiástica o civil se fija por orden económico, hacemos nueva remisión
el principio de prevención, según la ley ca- a la voz COSAS ECLESIÁSTICAS.
nónica (canon 1553, prf. 2') ("); quinto, c) Queda por último la potestad coactiva,
aunque no aparezca en el catálogo del ca- esto es, el poder e asegurar con efectivas
non 1553, recordaremos aquí, a la luz de los sanciones las leyes y sentencias que dicta la
principios generales, que a la Iglesia debe Iglesia.
reconocérsele una competencia judicial per Esta potestad arranca, racionalmente, de
devolutionem, o por suplencia diríamos, co- las anteriores atribuciones para legislar y
mo ocurrió históricamente con la caída del juzgar, que serían ilusorias si no pusiera
Imperio Romano, cuando la Iglesia, única urgírselas por la fuerza; teológicamente, ca-
sociedad organizada y responsable de en- be fundarla en el ya citado pasaje del Evan-
tonces, y en virtud de sus títulos como su- gelio sobre los poderes de "atar y desatar"
prema guardiana de la justicia y de la ca- conferidos a Pedro, los demás apóstoles y
ridad, asumió competencia en múltiples sus sucesores; históricamente, corresponde-
asuntos temporales que la impotente auto- ría referirse a la práctica multisecular de la
ridad civil dejara en el desamparo. Iglesia. Por lo demás, el magisterio eclesiás-
3. La jurisdicción ejecutiva de la Iglesia. tico ha afirmado repetidas veces dicha po-
La Iglesia posee, asimismo, un poder eje- testad. Así Juan XXII, por la constitución
cutivo, para gobernarse, administrarse y Licet (23 de octubre de 1327), condenó la
ejecutar coactivamente sus leyes y senten- doctrina de Marsilio de Padua según el cual
cias. "toda la Iglesia, con todo su poder, no puede
a) La facultad de autogobierno plantea castigar a ningún hombre con punición
una serie de problemas. Por lo pronto, la coactiva, a no ser que lo conceda el empe-
Iglesia tiene derecho a que el Estado la rador"; el Syllabus de Pío IX reprueba esta
reconozca como persona moral, y además, a proposición: "La Iglesia no tiene facultad
regir soberanamente a todas las personas para usar de la fuerza..." (núm. 24); y el
morales menores que viven en su seno (sobre canon 2214, prf. 1° del Ccdex Inris Canonici
este tema ver voz PERSONA. D. Canónico y reconoce la misma doctrina al proclamar
RELIGIOSOS) . Por otro lado, la Iglesia recla- que "La Iglesia tiene derecho connatural y
ma diversas "inmunidades", esto es, ciertas propio, independiente de toda autoridad
exenciones respecto de las cargas comunes humana, a castigar a los delincuentes sub-
establecidas por el derecho profano: en tér- ditos suyos con penas tanto espirituales
minos generales, tales inmunidades recono- como también temporales".
cen por fuente la "ordenación de Dios y san- Un problema de interés se plantea res-
•ción de los cánones" (Concilio de Trento, pecto de cierto tipo de penas temporales,
sesión XXV, cap. 20), vale decir, ellas tienen las corporales, especialmente la de muerte.
su fundamento en el derecho divino y 2su Anticipemos que el actual régimen canó-
reglamentación en el Derecho canónico O ). nico las ha abolido; pero de cualquier mo-
do, se sigue discutiendo en el plano doctri-
(11) Los canonistas, empero, no niegan facul- nario si la Iglesia goza de potestad para im-
tades al juez civil, cuando previno el eclesiástico,
para que, una vez dictada la sentencia eclesiás- poner el castigo capital, si cuenta ella con
tica, se añadan los pronunciamientos propíos de el ius gladium. Históricamente está probado
la sede civil, siempre que por esta vía no se pre- que la Iglesia, obrando estrictamente en
tenda reformar el fallo de la Iglesia. ejercicio de su potestad eclesiástica, y res-
(12) El Syllabus condena esta proposición nú-
mero 30: "La inmunidad de la Iglesia Jr de las per- pecto de delitos eclesiásticos, jamás impuso
sonas eclesiásticas nació del Derecho civil". "• la pena de muerte. Cosa distinta es que el
Papa, como señor temporal de los Estados procuran reducir esos episodios a alguna de
Pontificios, aplicara en c.sa órbita la pena las hipótesis marginales ya mentadas; y
de muerte para delitos temporalea; o que aducen que la vis (innata va contra la dig-
tribunales eclesiásticos como la inquisición, nidad del estado eclesiástico y contra su
luego de judiar canónicamente el delito de v.-piritu de mansedumbre, como asi también
herejía, entregaran al reo al brazo secular que la coexistencia de fuerzas ccle.siásticas
para que éste, en virtud cié sus propias leyes y civiles dentro de un mismo territorio, su-
civiles, diclara una condena capital iV. ponciria una serie de dificultades de obvia
SANTO OFICIO). Todo eso aparte, en el campo gravedad.
especulativo se arguye, en pro de la solución
favorable, que si la pena de muerte puede Capitulo Tercero
ser, en alguna ocasión excepcional, medio TUTELA CANÓNICO-PENAL DE LA IGLESIA
inexcusable para defender a la Iglesia, no En sentido lato, la protección a la Iglesia
se comprende cómo ésta, sociedad jurídica es siempre la finalidad primordial de todo
perfecta, se hallaría privada del poder de el derecho unitivo canónico. Sin embargo,
aplicar dicha pena. En sentido contrario, se lo que ahora importa es el examen de algu-
argumenta que con la muerte del reo queda nas normas penales que específicamente
suprimido uno de los fines de la pena, esto contemplan, como bien jurídico tutelado, a
es, la enmienda espiritual, que la Iglesia la institución eclesiástica en su unidad, en
jamás debe perder de vista; que el supuesto su disciplina y en el libre ejercicio de sus
de un caso exccpcionalí.simo que exigiera diversos poderes. Veamos las principales,
como indispensable para amparar a la Igle- sin pretensión de agotar la materia.
sia la imposición de la pena de muerte, es I. Delitos contra la unidad de la Iglesia.
académico y puede tenérselo por imposible, En esta categoría se ubica el delito de cisma,
como que nunca en la Historia, según diji- que consiste en negar sumisión al Papa o
mos, la Iglesia se vio forzada a recurrir a rehusarse a comunicar con los miembros de
semejante medio de defensa; que es contra- la Iglesia sujetos a Roma, y que se reprime
rio al espíritu de mansedumbre de la Igle- por el canon 2314. Para el estudio de dicha
sia la aplicación de dicha pena (Ecclcsia norma, y de otras conexas del Cotici, nos
aboret a sanguine); que en la realidad cxis- remitimos a la voz CISMÁTICO.
tencial, la Iglesia convive con el Estado, y
si el Estado le es hostil no permitiría una II. Delitos contra la independencia de la
pena de muerte eclesiástica, y si le es cor- Iglesia. 1. La jigura genérica del canon
dial, prestará él mismo a la Iglesia la fuerza 2334. 1". Refiérese dicho canon a quienes
física civil, de modo que en cualquier hipó- "dan leyes, mandatos o decretos contra la
tesis el ius gladium en manos de la Iglesia libertad o contra los derechos de la Iglesia";
es tópico sin interés práctico. fijando para tal caso la pena latae senten-
Complementariamente, se controvierte si tiae de excomunión especialmente reservada
la Iglesia posee la vis armata: ¿puede ella a la Santa Sede, a la cual se añade, si de
organizar policía y ejército propias? Debe clérigos se trata, el castigo refercndae sen-
dejarse de lado el supuesto de "derecho de- tentiae de suspensión o privación del bene-
volutivo": si la sociedad civil se precipita ficio, oficio, dignidad, pensión o cargo que
en el caos, la Iglesia puede defenderse por puedan tener en la Iglesia, y en el supuesto
todos los medios lícitos, entre ellos el reclu- de religiosos, la sanción también ferendue
tamiento de fuerzas armadas propias. Tam- scntcntiae de privación del oficio y de voz
bién prescindiremos de aquellos casos en activa y pasiva, y cualquier otra que pudie-
que los jerarcas eclesiásticos actúan por un ra caber según las respectivas constitucio-
titulo anexo de carácter temporal: asi, el nes (estas penas accesorias para clérigos y
Papa como soberano de los Estados Ponti- religiosos surgen del canon 2336).
ficios, los príncipes eclesiásticos del Impe- La figura del canon 2334, 1" alcanza a
rio Romano-Germánico, el obispo de Seo de todos aquellos que sancionen o promulguen
ürgel como co-soberano de Andorra. En fin, una ley, decreto, reglamento, orden adminis-
tampoco se discute que la Iglesia, como tal, trativa, lesivos para la libertad o los dere-
siempre tiene el derecho de exigir al Estado chos eclesiásticos: legislatura, presidente,
el auxilio de la fuerza armada civil, para ayuntamiento, monarca, etcétera. Pero no
fines eclesiásticos: vis armata mediata o caen en este canon las autoridades que se
virtual de la Iglesia. Pero, en cuanto a que reducen a poner en práctica una norma
la Iglesia posea un derecho propio y actual superior no dictada por ellas, asi los jueces
en ese sentido, la controversia subsiste. En cuando aplican una ley del Congreso. Debe
favor de la afirmativa, se arguyen diversos tratarse de preceptos ofensivo., para la li-
episodios históricos donde es difícil negar el bertad o para los derechos de la Iglesia,
ejercicio de ese derecho por la .Iglesia. Los sean éstos de la especie que fueren: tanto
de la tesis negativa, empero, espirituales como temporales, tanto que con-
ciernan a la función docente de la Iglesia'- testad laical para impedir las letras o cua-
como a su potestad propiamente jurisdic- lesquiera clase de autos que han dimanado
cional (así, leyes contra la personalidad ju- de la Sede Apostólica o de sus legados, y los
rídica de la Iglesia, contra sus derechos que directa o indirectamente prohiben su
patrimoniales, contra la educación católica, promulgación o ejecución, o por razón de
contra la jurisdicción canónica sobre el ellos causan daño o aterrorizan, ya sea a
matrimonio cristiano, contra el privilegio aquellos a quienes pertenecen las letras o
de fuero, contra la libre comunicación entre los autos, ya sea a otros". Esta norma con-
la jerarquía católica y los fieles, etc.). templa en realidad tres hipótesis, que vere-
2. La figura específica del canon 2334, 2". mos por separado.
El canon 2334,2°, que alude a quienes "di- La primera de ellas concierne a quienes
recta e indirectamente impiden el ejercicio recurren a una potestad civil cualquiera
de la jurisdicción eclesiástica, sea del fuero (legislativa, ejecutiva, judicial, lomismo-da),
interno o del externo, recurriendo para esto con el objeto de impedir la promulgación,
a cualquier potestad laical", apunta espe- publicación, circulación, ejecución, de las
cíficamente al instituto regalista del "re- letras o autos del Romano Pontífice o de
curso de fuerza" o apellatio áb abusu (V. sus Legados; siendo probable que, como en
RECURSO DE FUERZA) ; en suma, por dicha el caso del canon 2334-2', se requiera la
norma se sanciona a quienes impiden el eficacia de dicho recurso.
ejercicio de la jurisdicción eclesiástica re- La segunda figura atañe a aquellos (pro-
curriendo para ello al amparo de la juris- bablemente: autoridades civiles o sus ins-
dicción civil. tigadores, nada más) que prohiben la pro-
El tipo punitivo exige que se acuda a una mulgación o ejecución de los referidos actos
"potestad laical", cualquiera que ella fuere: pontificios, sea en forma directa, sea in-
legislativa, ejecutiva, judicial; suprema o directamente (con amenazas, por ejemplo);
ínfima; propiamente del Estado, o de otros también aquí es probable que se precise la
organismos con poder público como por eficacia de la prohibición para que el delito
ejemplo las corporaciones dentro de un ré- esté consumado.
gimen corporativo. Se requiere además que Y el tercer supuesto, en fin, versa sobre
ese curso tienda a impedir el "ejercicio de todos aquellos que por causa de tales actos
la jurisdicción eclesiástica": cualquiera que pontificios dañan o aterrorizan a sus posee-
sea ésta, incluso probablemente la de mera dores, beneficiarios o terceros cualesquiera;
administración económica; tanto en el fuero probablemente tampoco acá haya consuma-
interno como en el externo; pero no, en ción del delito si esas acciones de perjuicio
cambio, el solo ejercicio de la potestad de o intimidación no consiguieron impedir la
orden sin añadido alguno de jurisdicción.. eficacia de las letras papales.
Y también se precisa, para la consumación 4. La figura complementaría del canon
del delito, que el recurso resulte eficaz, sea 2335. A título complementario cabe hacer
porque la autoridad laical anuló el acto alusión ahora al canon 2335, que trata de
eclesiástico, o impidió por la fuerza su eje- sectas que históricamente han encabezado
cución, sea porque la mera interposición del la ofensiva contra la libertad e independen-
recurso disuadió de seguir adelante a la cia de la Iglesia. Establece dicha norma:
autoridad de la Iglesia; de modo que no se "Los que dan su nombre a la secta masónica
excede la etapa de la tentativa si la autori- o a otras asociaciones del mismo género que
dad civil desestima la apelación, o si la maquinan contra la Iglesia o contra las po-
autoridad eclesiástica se desentiende de la testades civiles legítimas, incurren ipso fació
laical y ejecuta el acto que se proponía. en excomunión simplemente reservada a la
Desde luego, tampoco hay delito si se impide Sede Apostólica" (tratándose de clérigos o
la jurisdicción eclesiástica sin recurso alguno religiosos, se añaden las ya conocidas acce-
al poder civil. sorias ferendae sententiae del canon 2336).
La pena prevista para la hipótesis del El canon 2335 concierne, así pues, a aque-
canon 2334-2" es la misma que para la figura llas asociaciones, sean públicas o secretas,
precedente: excomunión latae sententiae re- que tienen por finalidad propia maquinar
servada de modo especial a la Sede Apos- contra la Iglesia (también, contra los legí-
tólica, con las accesorias ferendae sententiae timos poderes civiles), apelando para ello
del canon 2336 para clérigos y religiosos. a medios ilícitos: por ejemplo, masonería,
3. La figura específica del canon 2333. El anarquismo, nihilismo, comunismo. Se in-
canon 2333 se endereza también específica- curre en el delito por "dar el nombre" a esas
mente a otro típico instituto regalista: el entidades, vale decir, por incorporarse, afi-
"placet", "pase regio" o "exequátur". Cas- liarse a ellas; no por sólo defenderlas, apro-
tiga dicho canon con excomunión latae sen- barlas, recomendarlas.
tentiae reservada de manera especial a la III. Delitos contra la Constitución jerár-
Santa Sede, a quienes "recurren a una po- quica de la Iglesia. El canon 2332 alude 5
un hecho que a veces se ha dado en la his- nación", de modo que no basta una primera
toria de la Iglesia y que conmueve su es- desobediencia, sino que deben mediar amo-
tructura jerárquica al anteponer al primado nestaciones y emplazamientos previos.
del Sumo Pontííice, una pretendida juris- El mismo canon dispone que en tal hipó-
dicción máxima del Concilio Ecuménico: tesis el delincuente será castigado "con
"los que apelan al Concilio universal de las penas proporcionadas, sin excluir las cen-
leyes, decretos o mandatos del Romano Pon- suras, según sea la gravedad de la culpa".
tííice que por el tiempo lo fuere". La sanción, así pues, es ferendae sententiae
Para que se dé esta figura delictiva es e indeterminada.
menester ante todo una formal apelación, 2. Delito de excitación a la desobediencia.
o sea, que se recurra al Concilio como si El canon 2331-prf. 2°, tratando del Romano
éste se hallara jerárquicamente supraorde- Pontífice, su Legado, el ordinario propio,
nado al Papa; interesa, en cambio, que el o los legítimos mandatos de ellos, alude a
Concilio esté ya en funciones, o sólo convo- quienes "exciten a los subditos a desobe-
cado, o qxie simplemente se apele al "con- decerles": he ahí, entonces, un caso de co-
cilio futuro". Y se requiere, por otro lado, operación delictiva erigido en figura penal
que la apelación vaya contra leyes, decretos específica. Las sanciones son ferendae sen-
o mandatos del Papa actual, no de un Pon- tentiae y en general indeterminadas ("cas-
tífice anterior ni tampoco dé una congre- tigúeseles con censuras u otras penas");
gación de la Curia Romana (salvo que la para los clérigos se preyé particularmente la
congregación obre por expreso mandato del privación de dignidades, beneficios y demás
Santo Padre o que éste haya confirmado cargos, y para los religiosos la privación del
específicamente sus decisiones). Desde luego, oficio y de la voz activa y pasiva.
nada tienen que ver con este canon las ape- 3. Delito de conspiración, a) El mismo
laciones que, en ocasión de controversias re- canon 2331-prf. 2» fija las mismas penas
ligiosas, han solido hacerse al "Papa mejor para aquellos que "conspiren contra la auto-
informado" o "al Papa futuro". ridad del Romano Pontífice, de su Legado
La pena prevista por el canon 2332 es la o del ordinario propio, o contra los mandatos
de excomunión latas sententiae reservada legítimos de éstos". Se trata acá, dinamo...,
de modo especial a la Santa Sede; si el de una "desobediencia organizada", que
delito lo perpetraron personas morales, para estriba en el concierto de dos o más perso-
las cuales no cabe excomunión (así Univer- nas para menoscabar la posición jerárquica
sidades, colegios, cabildos, etc.), se las san- del Papa, del Legado o del ordinario, o para
ciona con entredicho latae. sententiae tam- resistir a sus mandatos.
bién especialmente reservado a la Sede b) Un decreto de la Sagrada Congrega-
Apostólica. Además, todos los apelantes in- ción del Concilio del 29 de junio de 1950 ha
curren en "sospecha de herejía", que implí- establecido la pena de excomunión latae
citamente aparecerían como desconociendo sententiae reservada especialmente a la
el dbgma del primado pontificio (V. HEREJE. Santa Sede, para quienes, de cualquier modo
ROMANO PONTÍFICE). que sea, participando directa o indirecta-
IV. Delitos contra la disciplina de la Igle- mente en el hecho delictivo, maquinan con-
sia. 1. Delito ds desobediencia. El canon tra las legítimas autoridades eclesiásticas
2331, prf. 1» describe este delito refiriéndose o procuran demoler su autoridad.
a quienes "desobedecen obstinadamente al V. Delitos contra la dignidad de las auto-
Romano Pontífice o al ordinario propio que ridades eclesiásticas y del clero en general.
les manda o les prohibe legítimamente al- 1. Delito de atentado contra el privilegio
guna cosa". del fuero. El canon 2341 contempla la viola-
Esta especifica desobediencia, así pues, ción del "privilegio del fuero" consagrado
supone tres requisitos básicos: a) que el por el canon 120; nos remitimos, a ese pro-
Papa o el ordinario propio, no otra autori- pósito, a la voz CLÉRIGO.
dad eclesiástica cualquiera, emitan un pre- 2. Delito de atentado contra el privilegio
cepto positivo o negativo; b) que ese pre- del canon. El llamado "privilegio del canon"
cepto sea "legítimo", vale decir, que el mismo (canon 119) concierne a las ofensas reales
no viole el derecho divino o natural, ni contra clérigos; su sanción se prevé por el
tampoco el Derecho canónico común si del canon 2343, que se estudia también en la
Ordinario se trata («), y que él no sea abu- voz CLÉRIGO de esta Enciclopedia.
sivo, como ocurriría si la jerarquía ecle- 3. Delito de injurias verbales. Por fin, el
siástica pretendiera mandar en cosas es- canon 2344 se ocupa de quien "por medio
trictamente temporales donde no juegue su de publicaciones periódicas, discursos públi-
"poder indirecto" (i-*); c) que haya "obsti- cos o libelos injurie directa o indirectamente
(13) El Papa, en cambio, no está sujeto al De- (14) Ver, sobre el "poder indirecto", Segunda
recho canónico. Parte de este trabajo.
al Romano Pontífice, a un cardenal de la Ahora bien, el delito de falsificación de
Santa Iglesia Romana, a un legado del talos documentos puede presentarse en dos
mismo, a las Sagradas Congregaciones Ro- figuras diversas. Por lo pronto, se trata de
manas, a los Tribunales de la Sede Apostó- "fabricar" dichos instrumentos (vale decir,
lica y a sus oficiales mayores o al. ordinario fraguarlos íntegramente) o de "adulterarlos"
propio", y de quien "promueva aversión en- (añadiendo, quitando o modificando alguna
cubierta u odio contra los actos, decretos, parte de importancia en un documento ge-
decisiones o sentencias de los mismos". nuino) ; y por otro lado, se daría el caso
Este canon versa, ante todo, sobre las in- de usar los instrumentos falsificados total o
'jurias verbales (de palabra, por escrito) parcialmente, para beneficio propio o ajeno,
proferidas públicamente contra el Papa y y siempre que se obre con conocimiento de
demás prelados y funcionarios eclesiásticos la falsificación. Quien fabrica o adultera un
que se mencionan, sea que se emplee el dis- documento, y luego lo emplea él mismo, in-
curso, la prensa diaria, el libro, el folleto, curre por ende en dos delitos.
la hoja panfletaria; no en cambio la crítica Las penas son ferendae sententiae e in-
severa asi fuere pública, ni tampoco la in- determinadas; sin perjuicio de las que prevé
•juria privada. Y la figura se extiende a aque- el canon 2406-prf. 1'' para los encargados
llos qué también en forma pública promue- mismos de tales documentos (V. OFICIO
ven hostilidad o menosprecio contra los ac- ECLESIÁSTICO).
tas de autoridad de dichos prelados y fun- b) El canon 2360 se ocupa de una forma
cionarios de la Iglesia. agravada de falsificación: aquella relativa a
Las penas son ferendae sententiae e inde- "letras, decretos o rescriptos de la Sede
terminadas, debiendo graduarse según la Apostólica". Se prevén siempre las dos for-
gravedad de la culpa y el escándalo produ- mas de falsedad: "fabricar" o "adulterar",
cido; y sin perjuicio de la actio injuriarum y "hacer uso" del producto de la fabricación
que pertenece al ofendido, cabe también la o adulteración.
represión "ex officio" por el ordinario. La pena común es de excomunión latae
VI. Delitos contra la administración ecle- sententiae reservada de modo especial a la
siástica. 1. Delitos con Ira la administración Santa Sede. Además, si los delincuentes son
económica de la Iglesia. Estos delitos se clérigos, se prevén penas accesorias indeter-
describen en los cánones 2345 a 2349 del minadas, que pueden llegar a la privación
Code-Iuris Canonici, cuyo estudio correspon- del beneficio, oficio, dignidad o pensión, y
de a la voz COSAS ECLESIÁSTICAS. todas ellas ferendae sententiae; en cuanto a
2. Delitos contra la ¡e pública eclesiástica. los religiosos, además de las penas que fijen
a) El canon 2362 versa sobre la falsifica- las respectivas constituciones, el canon con-
ción simple o genérica, esto es, la perpetra- templa la sanción ferendae sententiae de
da por aquellos que "fabrican o adulteran privación de oficio y de voz activa y pasiva.
letras o autos eclesiásticos, tanto públicos 3. Oíros delitos contra la administración
como privados", y por los que a sabiendas eclesiástica. Por razón de método, otros de-
hacen uso de tales documentos". litos contra la administración eclesiástica
Este delito se refiere, así pues, a las letras (abuso de autoridad, soborno, etc.), son tra-
o autos eclesiásticos lo mismo públicos que tados en otras voces de esta Enciclopedia
privados. Entre los principales de la primera (V. OBISPO. OFICIO ECLESIÁSTICO. PÁRROCO.
categoría, enumeraremos (can. 1813-prf. 1") RELIGIOSO) .
los documentos del Papa o de la Curia Ro- SEGUNDA PARTE
mana o de los ordinarios, emitidos en el
ejercicio de sus funciones, incluyéndose no LA IGLESIA Y EL ESTADO
sólo los originales sino también los testi- Capitulo Primero
monios auténticos otorgados por dichos je-
rarcas o por sus notarios; las escrituras ex- ANTECEDENTES HISTÓRICOS
tendidas por notarios eclesiásticos; los autos I. El paganismo. Desde luego, el problema
judiciales eclesiásticos; las partidas de bau- de las relaciones entre la Iglesia y el Esta-
tismo, confirmación, ordenación, profesión do sólo se plantea propiamente a partir de
religiosa, matrimonio y defunción, tanto en la fundación de la Iglesia misma, esto es,
original como en testimonios auténticos en tiempos del emperador romano Tiberio;
otorgados por párrocos, ordinarios o notarios pero, de cualquier modo, la exacta compren-
eclesiásticos, y a su vez las copias genuinas sión de dicho problema exige que remonte-
de dichos testimonios. En cuanto a los ins- mos nuestro estudio a las civilizaciones pa-
trumentos privados eclesiásticos, son los de ganas que precedieron al cristianismo.
tal origen que consistan en cartas, testa- Ahora bien, bajo el paganismo la cuestión
mentos, contratos, etcétera y que no se ha- que ahora nos preocupa era lisa y llanamen-
yan elevado a formas públicas (canon 1813- te ignorada, por ia muy simple razón de
üi-i. 3''). que ni egipcias, ni asirios, ni griegos, ni ro-
manos, concibieron un distingo entre la po- hacia una condición preferenclal. Constan-
testad religiosa y la potestad civil: ambos tino concedió muchos favores a la Iglesia;
poderes se concentraban en una sola cabeza, sus sucesores inmediatos continuaron en la
y el rey o emperador era simultáneamente misma tendencia, y bajo Constancio, inclu-
primer jerarca político y primer sacerdote, sive, se persiguió enérgicamente al paga-
entendiéndose los asuntos religiosos como nismo (años 350 a 361). Sin embargo, des-
un capítulo de los asuntos públicos. Así, por pués de Constancio el trono imperial pasa a
ejemplo, el Derecho romano consideraba al Juliano, que sería llamado "el Apóstata",
jus sacrum como parte del jus publicum, y quien promueve una tentativa de restaura-
allí el emperador era a la vez Pontifex Ma- ción pagana; este ensayo fue fugaz (años
ximus, esto es, autoridad suprema en el 361-363) y pereció con su propio autor. •• A
orden religioso, e inclusive, titular de hono- partir de entonces, y ya definitivamente, las
res divinos. preferencias de los emperadores bizantinos
II. La revolución cristiana. La aparición se vuelcan hacia el cristianismo, sea el or-
del cristianismo implicó, en este orden de todoxo católico, sea el arriano. El empera-
cosas, una novedad verdaderamente revolu- dor Graciano renunciará al titulo de Pcn-
cionaria: con el famoso "dad al César lo que tifex Maximus, rompiendo así uno de los
es del César, y a Dios lo que es de Dios", lazos más serios entre el Estado romano y
Jesucristo estableció una nítida distinción el paganismo; y por fin, bajo Teodosio el
entre las dos potestades, civil y religiosa, que Grande, el cristianismo será proclamado re-
hasta entonces estuvieran confundidas. De ligión única del Estado, proscribiéndose el
ese modo se posibilitaba la constitución de culto pagano (leyes diversas entre los años
una Iglesia universal, exenta de los estrechos 380 y 392).
moldes nacionalistas o raciales, y se asegu- 2. Es indudable que en la era bizantina
raba la genuina libertad de conciencia; pero, la Iglesia obtuvo crecidos beneficios por sus
era inevitable, de esa manera nacía también íntimas relaciones con el Imperio: donacio-
una relación de tensión entre las dos potes- nes para la erección de grandes templos,
tades así discriminadas (i 3 ). inmunidad fiscal, privilegio del fuero, de-
Dicha tensión hace crisis de inmediato, recho de asilo, apoyo del brazo secular para
originándose las persecuciones que durante las decisiones canónicas. Mas, por otro lado,
tres siglos soportaría la naciente Iglesia bajo es también indiscutible que esas íntimas
el paganismo romano. Y uno de los delitos relaciones aparejaron, serios vicios, a raíz
en cuya figura se encuadró al cristianismo de la ineptitud de los Emperadores para
para reprimirlo habría sido, significativa- distinguir entre las dos órbitas. Constantino
mente, el crimen de "lesa majestad": los y sus herederos se consideraban "abogados"
cristianos rehusaban rendir culto divino al y "obispos exteriores" de la Iglesia, esto es,
emperador, rechazando la confusión pagana sus protectores en el orden temporal; pero
de las dos potestades O"), de ahí a la intromisión en el orden espiri-
III. El edicto de Milán, Bizancio. 1. La tual mismo mediaba un solo paso, y ese
era de las persecuciones se cierra con el cé- paso se dio con frecuencia por los señores
lebre Edicto de Milán, promulgado por Cons- de Bizancio, cuya formación espiritual y
tantino y Lícinio en el año 313, y por el cual jurídica seguía inspirada por la idea roma-
se proclamaba amplia libertad religiosa na de la confusión entre imperio y pontifi-
(líberam potestatem sequendi religionem, cado. Se origina así el denominado césaro-
quam quisque voluisset), equiparándose por papismo o "bizantinismo", esto es, un sis-
ende la Iglesia Católica con la' religión pa- tema en que el César pretende asumir las
gana. funciones del Papa. Los emperadores bi-
Paulatinamente, de esa situación de liber- zantinos, a veces con la mejor buena fe,1 7no
tad e igualdad el cristianismo va avanzando vacilan en dirimir cuestiones teológicas ( ),
en nombrar y deponer obispos O 8 ), en pro-
(15) Pero aclaremos: el sistema de distinción
es en sí bueno, y por lo demás, apareja Innegables (17) La primera intervención imperial en el
ventajas prácticas; que de hecfho, a ¡a vez, él suela campo teológico correspondió a Constantino, entre
suscitar inconvenientes, no Justifica en modo al- los años 314 y 316, con motivo de la herejía dona-
guno el famoso juicio de Rousseau en su Contrato tista: los jefes heterodoxos, ya condenados por la
sucia!, quien entendía que el distingo cristiano Iglesia, apelaron al emperador; y éste investigó el
"affctó la unidad de! Estado con divisiones intes- problema por su cuenta y dictó un fallo que, si
tinas que no han cesado jamás... dando origen bien se ajustaba a la ortodoxia, suponía una con-
a un conílicto perpetuo de jurisdicción y a un de- cepción radicalmente errónea acerca de la compe-
recho mixto e insociable. Todo ¡o que rompe la tencia política e» materia religiosa. Otros ejem-
unidad social no vale nada..." plos lamentables ios darán después Constantino,
(18) E! título jurídico invocado por ei Imperio la controversia arrian» y Justiniano cuando 1a con-
Humana para combatir al Cristianismo, es aún hoy tienda monofJsista.
tema de controversia (puede verse al respecto His- (18) El primer caso famoso de medidas impe-
toria áe la Iglesia católica. I págs. 162-166, Ed. riales contra, un obispo, es el destierro del ilustre
BAC, 1950). San Atanasio. obispo de Alejandría, decretada en
ceder contra los Papas por razones religio- lia, en cambio, donde la soberanía eclesiás-
sas ( 1S) ), en convocar concilios (20). La Igle- tica se mantendrá más incólume por este
sia Oriental, frente a esas invasiones de su tiempo; lo que se explica por la presencia
jurisdicción, fue por lo común tolerante; y inmediata del Pontificado Romano.
así se preparó el cisma de Oriente y la cons- 2. La dinastía franca de los merovingios
titución de una iglesia estrechamente some- se extingue cuando Pipino el Breve depone
tida al poder civil, cuyo modelo será, ya en a Childerico III y abre así el período caro-
los tiempos contemporáneos, la autocracia lingio; y es interesante señalar que esa
zarista. En Occidente, en cambio, donde asunción del poder político por la nueva di-
funcionaba el centro mismo del poder ecle- nastía ocurre luego de una famosa consulta
siástico con Roma y los Papas, las preten- de Pipino al Papa Zacarías, reveladora de
siones césaro-papistas de Bizancio fueron la alta dignidad reconocida al Pontificado
resistidas con energía y, a la postre, con en Occidente. Al nuevo rey lo coronaría en
éxito feliz. Allí los Pontífices no trepidan en San Dionisio de París el Papa Esteban II,
recordar severamente a los emperadores los quien acudía a pedirle auxilio contra los
límites del poder civil: es ejemplo, en tal lombardos (año 753); y el monarca franco,
sentido, la famosa epístola del Papa Gela- así constituido en brazo protector de la
sio I al emperador Anastasio I (año 494), Iglesia, bate a los lombardos y les arrebata
que veremos más adelante. territorios que dona al Papa, contribuyendo
IV. Los bárbaros. El sacro imperio. 1. Con así a la formación del señorío temporal de
la irrupción de los bárbaros y la caída del los estados pontificios. Bajo el hijo y suce-
Imperio de Occidente, la Iglesia inaugura un sor de Pipino, Carols Magnus o Carlomagno,
nuevo y feraz período de su historia. Los las relaciones entre los dos poderes se es-
pueblos invasores, en efecto, se irán con- trechan. Carlomagno confirma y amplía la
virtiendo al catolicismo: los más de ellos, donación de Pipino, apoya reiteradamente
con un tránsito previo por el amanismo o al Papa contra sus enemigos y por fin, en
abrazando por algún tiempo dicha herejía la Navidad del año 800, en Roma, es coro-
(visigodos, ostrogodos, burgundios, suevos, nado por León III como emperador del Sa-
alanos, hérulos, lombardos, vándalos); los; cro Imperio Romano-Germánico. La idea
francos adoptando derecha y definitivamen- básica que inspira a la nueva institución
te la fe católica. Y es precisamente este política es que el emperador está puesto a
pueblo franco el que desempeñará un papel la cabeza de los pueblos europeos para des-
fundamental, durante la alta Edad Media, pejar, con su fuerza, los obstáculos tempo-
en lo que concierne a nuestro tema. En la rales que se opongan a la misión espiritual
Navidad del año 496, en la catedral de Reims, del Pontífice.
el obispo San Remigio bautiza al rey franco 3. A la muerte de Carlomagno (año 814)
Clodoveo y a todo su ejército; y desde en- el Imperio se divide, las invasiones de pue-
tonces, Clodoveo se dedica a combatir en blos infieles asolan a la Cristiandad (hún-
nombre de la ortodoxia, y con buena fortuna, garos, normandos, sarracenos), el poder real
contra sus vecinos arríanos. Mientras tanto, se fragmenta, surgiendo entonces el feuda-
el rey franco concede favores a la Iglesia, lismo, y -la propia Iglesia, después del de-
y a la vez se inmiscuye en su gobierno, pues ceso del insigne Hicolás. I en el año 867, co-
ni él ni sus sucesores los merovingios con- mienza la grave decadencia del llamado
cibieron claramente el distingo entre las dos "siglo de hierro", cuando el Pontificado será
esferas de poder. A su vez, en España, el como botín que se disputen las familias no-
rey visigodo Recaredo y todo su pueblo ad- bles italianas. Más adelante, las dificultades
herirán oficialmente al catolicismo en el provendrán de los emperadores germáni-
III Concilio de Toledo (año 589); y también cos, cuyo poder se reconstituye a partir de
allí la estrecha unión entre el trono y la Otón I y de la coronación de éste por el
Iglesia conducirá a invasiones de la órbita Papa Juan XII (año 962). Desde entonces,
eclesiástica por la potestad civil. Es en Ita- el emperador no sólo concederá para los
obispados la investidura feudal, sino que
el año 335 por el emperador Constantino a instan- pretenderá inclusive conferir la jurisdicción
cias cíe los herejes arríanos. espiritual misma; secuelas de ese régimen
(19) El primer episodio célebre ea este sentido
es ia prisión y destierro del Papa Liberto por el fueron la simonía y la violación de la ley
emperador Constantino {alrededor fiel año 355 has- del celibato eclesiástico.
ta el 358), con motivo de no acceder el Pontífice 4. Desde mediados del siglo xi arranca la
a la condena de San Atanasio, baluarte en ¡a lucha
católica contra el arrisarisrao. reacción de Ronia contra ese bochornoso
(20) Así, el emperador Constantino convoca en estado de cosas. Ya los Papas León IX, Ni-
el año 359 el concilio de Ríml&l-Seleucia, en oca- colás II y Alejandro II, quienes tuvieran por
sión leí conflicto siriaco. Y Jvistlniano convocó por asesor al monje cluniacense Hildebrando,
su cuenca en el año 553 el concilio de Constanti-
nopla, que sólo al año siguiente fue aprobado por adoptaron medidas de reforma; y éstas ad-
el Papa Virgilio. quieren un orden sistemático y un ritmo de
fiera energía cuando asume el trono ponti- gían: primero con los señores italianos, y a
ficio el mismo Hildebrando, ahora Grego- fines del siglo xiu y comienzos del xiv con el
rio VII (año 1073). Estalla así la famosa rey de Francia Felipe el Hermoso. Este rey,
"querella de las investiduras". Gregorio, por aconsejado por sus legistas, afirmó abusiva-
decreto del año 1075, excluye de la Iglesia mente los fueros del poder civil; el Papa
a todo sacerdote que se atreva a aceptar Bonifacio VIII replicó entonces con ¡a céle-
obispados o abadías de manos de señores bre Bula Unam Sanctam (año 1302), procla-
seculares, y excomulga a todo regular (des- mando enérgicamente la supremacía ecle-
de emperador para abajo) que ose conceder siástica. La derivación final de esta agria
la investidura de cualquier dignidad ecle- controversia fue el atentado de Anagni, don-
siástica. Por supuesto, la reacción del poder de los sicarios del monarca francés vejaron
político no demoró, y el emperador Enri- al anciano Papa Bonifacio, quien poco des-
que IV, luego de rechazar el decreto de Gre- pués fallecía, clausurándose así todo un pe-
gorio, ordena la deposición del Papa; éste, a ríodo de la historia: se había quebrado para
su vez, replica con la excomunión y con la siempre la República Cristiana, se considera-
liberación de los subditos imperiales res- ba la tendencia a la concentración del poder
pecto de su juramento de fidelidad. En 1076 político en fuertes Estados nacionales, y la
Gregorio VII verá caer a sus pies, pidiendo gravitación de la potestad pontificia que-
clemencia en Canossa, al emperador; diez daba seriamente disminuida.
años más tarde, el emperador habrá arro- V. Epilogo de la Edad Media. Los tiempos
jado al Papa de su trono, y el indomable modernos. 1. En 1309, Clemente V traslada
Hildebrando morirá refugiado en Salerno. su sede a Avignon, y ese estado de cosas
La querella seguirá por varias décadas en- perdura hasta 1377, cuando el Papa Grego-
tre el mismo Enrique IV y su hijo Enri- rio XI regresa a Roma. En el intervalo, se
que V, por un lado, y una serie de Papas acentuó la ingerencia del poder civil fran-
por el otro. Por fin, en el año 1122, el con- cés en la Iglesia; a su vez, contribuyó tam-
flicto concluye con el Concordato de Worms, bién al desprestigio eclesiástico la necesi-
celebrado entre el Papa Calixto II y el em- dad del Papa, privado de sus recursos ita-
perador Enrique V, y aprobado en el año lianos, de organizar en Avignon un férreo
1123 por el I Concilio de Letrán: el acuerdo sistema fiscal, lógicamente resistido por los
distinguía entre la investidura espiritual príncipes y los pueblos.
para el oficio eclesiástico, reservada a la Poco después del retorno del Papa a Roma,
jurisdicción de la Iglesia, y la investidura un nuevo episodio, de suma gravedad, per-
para los bienes temporales anejos al oficio, turbaría la vida de la Iglesia: el Gran Cisma
que se daría por el respectivo príncipe o de Occidente, secuela del "período francés"
señor. ya que, al morir Gregorio XI, el colegio car-
5. La paz duró poco. Bien pronto la gue- denalicio divide sus preferencias entre un
rra se reabre con el choque entre Federico I candidato italiano que aseguraría la sede
Barbarroja, quien pretendía un señorío ab- romana y otro galo que promovería el re-
soluto e inclusive el poder de designar Pon- greso a Avignon. De ahí la elección y co-
tífice, y el Papa Alejandro III, el triunfo, en existencia de dos papas y aún de tres luego
este episodio, corresponde a la Iglesia, pues del Concilio de Pisa (año 1409), cada cual
las huestes del emperador germánico fue- reconocido por una parte de la cristiandad
ron batidas en Legnano (año 1176) y Fede- y repudiado por la otra. Él trágico conflicto
rico debió jurar sumisión a Alejandro. Más sólo quedaría resuelto en el Concilio de Cons-
tarde, con Inocencio III, quien ocupó el tro- tanza, con la elección de Martín V como
no romano entre 1198 y 1216, el poderío de Papa único (año 1417). Pero, en el Ínterin,
la Iglesia alcanza su hora cenital. Virtual- el Cisma había debilitado a la Iglesia, tanto
mente, el Papa llegó a ser entonces el jefe de?de el punto de vista externo por la in-
supremo de Occidente; él es el arbitro en los gerencia que en esa crisis eclesiástica asu-
grandes conflictos políticos, él depone a los mieron los príncipes civiles, como en el orden
reyes que violan sus deberes, él promueve interno porque, ante el espectáculo de un
cruzadas. Bajo esta suprema conducción pontificado controvertido, la teoría episcopal
pontificia, toda Europa constituyó, en la y conciliar sobre supremacía de los obispos
práctica como una sola unidad política, la cobró impulso y alcanzó acogida en los con-
"Etnarquía Cristiana", y las contiendas en- cilios de Pisa, de Constanza y de Basilea.
tre sus diversos príncipes tuvieron, en el Este doble juego de factores se hace osten-
fondo, el carácter de luchas intestinas y no sible, por ejemplo, en la Pragmática Sanción
de guerras internacionales. dictada en el año 1438 en Bourges por el
6. Los sucesores de Inocencio III debieron rey francés Carlos VII en combinación con
soportar nuevas dificultades con el Imperio, el clero galo: los obispos y abades serían
pero a la postre la victoria fue de Roma. elegidos por las respectivas comunidades,
A poco, sin embargo, otros problema-; sur- sin intervención del Papa; las bulas pónti-
íicias se someterían a la previa aprobación ción Civil del Clero", que reducía a los clé-
del rey. rigos, virtualmente, a la condición de fun-
2. Asi se venia preparando la Reforma, cionarios del Estado y que originó un cisma
que estallará un siglo más tarde y cuyo en la Iglesia francesa, divida entre una mi-
triunfo en buena parte de Europa se debe, noría de clérigos "constitucionales" o "jura-
en no escasa medida, al factor político: el mentados" que aceptaron dicho estatuto,
interés de los señores alemanes y de los mo- y una mayoría de clérigos "refractarios" que
narcas ingleses y escandinavos por una lo repudiaron y que por ese motivo fueron
iglesia que, a diferencia de Roma, no insis- víctimas de dura persecución. La campaña
tiera en proclamar su soberanía universal antirreligiosa culmina bajo el terror (media-
y en afirmarse independiente de la potestad dos de 1793 a mediados de 1794), cuando se
civil. En la Dieta de Augsburgo (año 1555) llega a coronar como "diosa Razón" a una
y en la Paz de Westfalia (año 1648), que- actriz en el altar mayor de Notre Dame.
dará consagrado el principio de la "religión 2. Caído Robespierre, la marea anticató-
estatal": cujus regio, ejus religió, vale decir, lica refluye, y la Convención decreta el 21
que la religión elegida por el príncipe de- de febrero de 1795 la libertad de culto. Bajo
termina la de sus subditos. Este principio, el Directorio, empero, reaparecen las difi-
allí tolerado por el catolicismo como un mal cultades, y los ejércitos franceses ocupan
inevitable, se correspondía en cambio con Jos Estados Pontificios y hacen prisionero al
las doctrinas políticas protestantes; y de ahí Papa Pío VI. quien muere en esa condición
que en los países reformados, la Iglesia en 1799. Para entonces el Directorio se sus-
acabara por convertirse en una dependencia tituía por el Consulado; y bajo la inspiración
administrativa, bien por la asunción de su del primer cónsul Napoleón Bonaparte, y
jefatura por el monarca mismo (Inglaterra contando con la prudencia y tolerancia del
an'glicana), bien, al menos, por la sumisión nuevo Papa Pío VII, pudo arbitrarse así la
de la comunidad eclesiástica al estatuto dic- pacificación religiosa. Se celebra, después
tado por la autoridad civil (Alemania lu- de escabrosas negociaciones, el Concordato
terana) . de 1801, que reconocía a la Católica como la
En los dominios que se mantuvieron fieles religión de la mayoría del pueblo francés;
al catolicismo, claro está que perduró la el nuevo régimen político de Francia ejer-
teoría de una Iglesia universal y soberana. cería todos los privilegios canónicos de que
En la práctica, empero, y pese a que los gozara el antiguo (presentación de obispo:,
monarcas católicos se declarasen oficial- y demás); se aceptaba la nacionalización de
mente tales y se consideraran brazo secular los bienes eclesiásticos de 1789; los obispos
de la Iglesia, el hecho es que ellos se arro- prestarían juramento de fidelidad al gobier-
garon sobre la misma diversos poderes, que no. Napoleón, al publicar el Concordato el
la Iglesia debió tolerar en vistas de la cris- 8 de abril de 1802, le añadió unilateralmente
tiandad dividida y de la consiguiente debi- los famosos "77 Artículos Orgánicos", ins-
litación de la autoridad pontificia. Proli- pirados en los principios galicanos, que res-
feran así en los países católicos una serie tauraban el "pase regio" y la apelación ab
de tendencias de denominación varia (rega- abusu y que consideraban a obispos y pá-
lismo en España, galicismo en Francia, jose- rrocos como funcionarios públicos, sujetán-
fismo en Austria, febronianismo en Alema- dolos a muchas restricciones. Pió VII pro-
nia, jurisdiccionalismo en Italia, etc.), todas testó contra ese exceío, pero Napoleón no se
las cuales coinciden en exagerar la juris- rectificó. Y sea como fuere, el Concordato
dicción civil en lo. esfera espiritual. De ese aseguró por cierto tiempo la paz religiosa
modo, los siglos xvn y xvín nos muestran en Francia.
una Iglesia virtualmente impotente ante los 3. Pero en 1808 estalla un serio conflicto
príncipes, a la cual sólo le queda el recurso entre Napoleón y el Papa, a raíz de que el
de conceder, por pactos, todo lo que el Estado último quiere guardar neutralidad en el
ya se atribuía unilateralmente para sí: esa bloqueo continental decretado por el empe-
fue, por ejemplo, la discutida política de rador contra los ingleses. Las fuerzas impe-
Benedicto XIV (entre 1740 y 1758), famoso riales ocupan Roma; y al año siguiente Na-
por su actividad concordataria. poleón anulaba la donación de Pipino y
VI. La revolución francesa. Napoleón. Carlomagno y se anexionaba los estadas
1. Bajo la Revolución francesa, las relacio- pontificios. Pío VII excomulga a Napoleón,
nes entre la Iglesia y el Estado se desenvol- y éste replica negándole facultades al Santo
vieron en permanente crisis. El 2 de noviem- Padre y haciéndolo prisionero. En cautiverio
bre de 1789 se nacionalizaban los bienes el Pontífice, un nuevo problema se plantea:
eclesiásticos; entre fines de 1789 y comienzas las pretensiones de Napoleón para que el
de 1790 se adoptaban varias medidas contra Papa anule su matrimonio con Josefina,
las órdenes y congregaciones religiosas; el Pío VII se rehusa, y protesta contra una re-
12 de julio de 1790 .se votaba la "Constitu- solución arrancada por eí emperador a los
tribunales eclesiásticos de París, que care- l'ennemi), se irá enconando, en especial bajo
aían de competencia en la materia. Por lo los ministerios de Ferry, de Waldeck-Rous-
demás, el Santo Padre se negaba a proveer seau y de Combes, hasta culminar con la
los obispados vacantes, cuyos candidatos le ley de Asociaciones (1901) que privó de per-
proponía Napoleón; éste auspicia entonces sonería a las congregaciones religiosas, y
el Concilio Nacional de París (año 1811), de con la ley de Separación (1905) que liquidó
arduo trámite, el cual sancionará la tesis el régimen concordatario separando la Igle-
galicana de que el metropolitano francés sia del Estado y que fuera denunciada
podría conferir la institución canónica epis- por Pío X en la encíclica Vehementer de
copal, en caso de negativa o de silencio por 1906.
seis meses del Papa. 2. También en España, después de un bre-
4. A comienzos de 1813, Napoleón que- ve período de paz con la restauración, las
braba la resistencia hasta entonces tenaz relaciones entre la Iglesia Católica y el Es-
del anciano y enfermo Pontífice, y eonse» tado fueron tempestuosas, por más que la
guía de éj un proyecto de acuerdo, el "con- Constitución de Cádiz —aceptada en 1820
cordato de Fontainebleu", por el cual Pío VII por Fernando VII— dispusiera que "la Ke-
renunciaba a los estados pontificios y acep- ligión de la Nación es y será perpetuamente
taba el régimen del Concilio Nacional 'de la católica, apostólica, romana, única ver-
1811. Poco después, el propio Papa declaraba dadera"; y bajo la minoría de Isabel II se
nulo el convenio, argumentando que se le desemboca, lisa y llanamente, en una polí-
había arrancado por la violencia y el dolo. tica persecutoria contra el catolicismo. Esta
De cualquier manera, la estrella de Napo- cesa con el golpe de Estado de Narváez y
león entraba ya en su ocaso; y casi simul- con la mayoridad de Isabel II, y en 1851 la
táneamente con la abdicación del empera- armonía entre ambas potestades' se traduce
dor, Pío VII regresaría en triunfo a Roma en el concordato que habría de regir hasta
(1814). la Segunda República. La calma duró poco;
VIL Desde la restauración hasta la pri- y los últimos años del reinado de Isabel, la
mera guerra mundial. La Europa que orga- Revolución de 1868 y la Primera República,
nizara el Congreso de Viena perduró alre- mostraron en plena acometida al libera-
dedor de un siglo: 1815-1914. Durante esos lismo anticlerical. La restauración borbóni-
cien años, la relación entre los poderes es- ca con Alfonso XII (1874) atenuó el conflic-
pirituales y políticos aparejó "casi siempre to, y al estallar la Guerra del Catorce, la
un arduo problema. En los primeros tiem- paz religiosa reinaba en España.
pos, la Restauración trajo la paz religiosa 3. En Italia, las relaciones en^re Iglesia
y la reconquista de algunas ventajas para la y Estado caen en gravísima crisis bajo el
Iglesia; pero ésta fue bien pronto jaqueada pontificado de Pío IX; el 20 de setiembre
por los movimientos liberales en perenne de 1870 las tropas piamontesas ocupaban
ebullición, y desde fines del siglo xrx por la Roma, que era proclamada capital de Italia
fuerza creciente del anarquismo y del so- bajo la corona de Víctor Manuel II. Este
cialismo. hizo sancionar de inmediato la ley de ga-
.1. En Francia, la Carta de Luis XVIII rantías (1871), que declaraba inviolable al
proclamó al catolicismo como religión cíe Papa y le reconocía su dominio sobre los
Estado, mejorándolo asi en la posición que palacios del Vaticano, de Letrán y de Castel
le reconociera el Concordato de 1801; este Gandolfo, admitiéndole el derecho de lega-
último, empero, siguió en vigor, pues fra- ción activo y pasivo y asegurándole una sub-
casaron los ensayos para sustituirlo por vención; Pío IX rechazó esa ley y se con-
otro más favorable a la Iglesia. Bajo Car- sideró prisionero del reino italiano, que-
los X la controversia entre "liberales" y dando así consagrada una lamentable si-
"clericales" se exacerbó, y cuando en julio tuación de ruptura que perduraba al estallar
de 1830 asume la corona Luis Felipe, la la guerra.
nueva Carta se limitará a declarar que la 4. En Alemania, la restauración implicó
religión católica es la de la mayoría de los también alguna paz para la Iglesia, que va
franceses. Bajo la Segunda República, la regulando sus relaciones con los Estados
presidencia de Luis Napoleón y el período germánicos a través de diversos concorda-
inicial del Segundo Imperio, la posición de tos: Baviera, 1817; Prusia, 1821; Hannover,
la Iglesia mejora: un testimonio de ello fue 1824; Alto Rhin, 1827; Würthemberg, 1857;
!a Ley Falloux de 1850, que consagraba la Badem, 1859. Constituido el imperio alemán,
libertad de enseñanza. En los últimos años bien pronto estalla un duro conflicto con la
de su reinado, en cambio, Napoleón III Iglesia: es la Kulturkampf o "lucha por la
auspició una política anticatólica, que se Cultura", mediante la cual el canciller Bis-
ulcnuHrá en los comienzos de la Tercera Re- marck trató de liquidar a la Iglesia Católica
pública pero que, a partir de 1879 con el en Alemania. Así, ertre 1871 y 1879 se adop-
triunfo de Gambetta (le cléricalisme, voilá tan sucesivas medidas anticatólicas, se rom-
pen relaciones con la Santa Sede, los con- propósito de la enseñanza. En la primera
ventos quedan cerrados, los obispados y pa- parte del siglo xx, la posición de la Iglesia
rroquias perduran en indefinida vacancia. belga era cómoda, y los católicos organizados
Bismarck, empero, fracasó; y habiendo asu- políticamente ejercían el gobierno.
mido el pontificado León XIII en 1878, se 10. Holanda, después de la segregación de
aprovechó la coyuntura para cambiar el Bélgica, quedó con mayoría protestante.
rumbo, derogándose paulatinamente todas Pero a partir de la asunción al trono de
las medidas persecutorias. En vísperas del Guillermo II en 1840, la situación católica
Catorce, la paz religiosa imperaba en Ale- fue mejorando; en 1847 se suprimía el "pase
mania. regio", y en 1853, testimonio de un estado
5. Durante el siglo xix, la situación de de cosas más promisorio, Pío IX restablecía
la Iglesia en Oran Bretaña mejoró notable- la jerarquía holandesa; por lo demás, entre
mente. Por el Bill de Emancipación de 1829, fines del siglo xix y comienzos del xx, tam-
bajo el ministerio de Robert Peel, los católi- bién el régimen escolar experimentó cam-
cos ganan el derecho de ser electores y ele- bios favorables parí el catolicismo.
gibles para el Parlamento, eximiéndoselos 11. En Rusia, la política tolerante de Ni-
del juramento de fórmula protestante que colás II a comienzos del siglo xx había co-
has.ta entonces se les exigía para cualquier locado en situación menos desventajosa a
oficio público; en 1850, Pío IX restablecía la Iglesia Católica. Desde luego, todos los
la jerarquía católica inglesa; y desde 1914, privilegios seguían perteneciendo a la igle-
un embajador representaba a Gran Breta- sia oficial cismática.
ña ante el Vaticano.
6. La política religiosa portuguesa en el 12. En Estados Unidos, dentro de un ré-
pasado siglo experimentó vicisitudes seme- gimen de separación neutral entre Iglesia y
jantes a la española. Por fin, en 1910 se pro- Estado, el catolicismo progresó considera-
clama la República, de fuerte tendencia blemente.
anticatólica; y la Constitución dé 1911 sepa- 13. La América latina, desde su indepen-
raba la Iglesia del Estado, laicizaba la ense- dencia en las primeras décadas del siglo xix
ñanza, secularizaba los cementerios y disol- hasta comienzos del siglo xx, muestra a una
vía las órdenes y congregaciones religio- Iglesia Católica fuerte pero en conflicto casi
sas. perenne con el liberalismo laicista y anti-
". En Austria domina el jo&efismo o re- clerical.,Ese conflicto fue especialmente agu-
galismo hasta mediados del siglo xix; con do en algunas repúblicas como Méjico y
la Revolución de 1848 mudó la situación, y Ecuador, mientras un regalísmo categórico
en 1855 se celebraba un concordato por el caracterizaría al Paraguay de los dictadores
cual el catolicismo se constituía en religión Francia y Francisco Solano López. Deben
del Estado; dicho acuerdo es denunciado en mencionarse, por lo demás, los concordatos
1870, bajo un nuevo pero efímero brote de que la Santa Sede celebró con Costa Rica
josefismo; en los umbrales de la primera (1852), Guatemala (1852 y 1884), Haití
guerra mundial, las relaciones de la Iglesia (1860), Honduras (1861), Nicaragua (1861),
con el Imperio Austro-húngaro eran cor- El Salvador (1862), Venezuela (1862), Ecua-
diales. dor (1862 y 1881), Colombia (1887 y 1893).
8. En Suiza, después de los choques entre VIII. Entre las dos guerras. 1. El dramá-
cantones católicos y anticatólicos de me- tico tramo de la historia humana que corre
diados del siglo xix, y de una imitación entre las dos guerras mundiales (1915-1945),
de Kulturkampf en la década posterior a dejó como saldo, para la Iglesia Católica, un
1870, se afirma la paz religiosa y la Igle- crecido prestigio en el orden político, sin
sia se desenvuelve sin demasiadas dificul- perjuicio de sus rudos conflictos con los
tades. extremismos de derecha e izquierda. La
9. Bélgica fue unida a Holanda por el Iglesia retuvo y aún aumentó la solidez de
Congreso de Viena, formándose así el reino su posición en Estados Unidos, en la Améri-
de los Países Bajos; de ese modo las aspira- ca Latina en general, en Bélgica, Holanda,
ciones nacionales y católicas de los belgas Suiza, Austria, Hungría, Gran Bretaña; en
quedaron sofocadas bajo el dominio de un Irlanda, independiente desde 1937, las rela-
monarca holandés y protestante como Gui- ciones entre Iglesia y Estados se fijaron
llermo I. La revolución y la independencia sobre bases muy satisfactorias; Portugal
de 1830 cambiaron ese estado de cosas; y si restablecía en 1918 los vínculos diplomáticos
bien la Carta de 1830 mantuvo separados con la Santa Sede, cesaba su postura anti-
Iglesia y Estado, de cualquier modo el cato- clerical, y por último se organiza bajo prin-
licismo gozaría ahora de libertad y aún de cipios de inspiración católica; en Italia se
ciertos privilegios como la subvención para liquidó la "cuestión romana"; en Francia,.a
el culto. El resto del siglo xrx fue dominado raíz de la leal colaboración de los católicos
por las luchas entre católicos y liberales a con la Tercera República durante la Guerra
del Catorce, las derivaciones de la ruptura En España, en fin, la Segunda República
de 1905 se fueron atenuando sensiblemente, sancionó la Constitución laicista de 1931 cjue
y en 1920 un embajador francés aparecía en implicaba dejar de lado al concordato de
el Vaticano; en España, los últimos tiempos 1851; y el conflicto con la Iglesia se agrava
de la monarquía se caracterizaron, asimismo, a raíz de la ley de congregaciones, haciéndo-
por la cordialidad de relaciones con la Igle- se eco del problema la encíclica Dilectissima
sia Católica; hasta el advenimiento de Hi- nobts dada por Pío XI el 3 de junio de 1933.
tler, también fue firme la situación del ca- En febrero de 1936, el frente popular con-
tolicismo en Alemania. quistaba el poder, agudizándose la tensa
2. Factor decisivo para ese mejoramiento situación política y religiosa, que hace crisis
general ha sido la infatigable y flexible po- en julio: estalla la cruenta guerra civil, y
lítica concordatoria de Pío XI, que consti- España quedará así dividida por tres años
tuye uno de los aspectos más significativos en una zona nacionalista donde la Iglesia
de este período. Desde la terminación de la fue restaurada en su status tradicional, y
primera guerra, en efecto, la Iglesia Cató- una zona republicana donde se dio el caso
lica fue definiendo su situación jurídica en inverso. El triunfo de las fuerzas revolucio-
diversas naciones a través de sucesivos con- narias en 1939, aparejó la constitución en
cordatos: con Letonia de 1922; con Baviera Espafsa de un Estado de tipo confesional
de 1925; con Polonia de 1925; convención católico.
con Francia de 1927; concordato con Litua- IX. Hoy. En ios tres lustros que corren
nia de 1927;" m.odus vivendi con Checoslova- entre 1945 y nuestros días, la Iglesia ha pro-
quia de 1928; pacto de Letrán con Italia en seguido su política concordataria: sus frutos
1929; concordato con Rumania de 1929 y fueron los importantes concordatos con Es-
1932; con Prusia de 1929; con Badén de 1933; paña en 1953 (precedido por una serie de
con Alemania de 1933; con Austria de 1934; convenciones desde 1941), y con la Repú-
modus vivendi con Ecuador 2de 1937; Con- . blica Dominicana en 1954, Por otro lado, la
vención con Haití de 1940 ( 1 ); concordato posición de la Iglesia se ha fortalecido, en
con Portugal de 1940, precedido por las con- general, en las democracias occidentales
venciones de 1928 y 1929. europeas: un valioso testimonio es el reco-
3. La otra nota definitoria de esta etapa, nocimiento de los pactos de Letrán por la
ya lo anticipábamos, concierne a los choques Carta italiana de 1947. En Europa Oriental
entre la Iglesia y los extremismos de toda y en buena parte del Asia prosigue, y más
laya. Desde la revolución de 1917, Rusia y duro y generalizado, el enfrentamiento con
su zona de influencia, bajo el régimen del el comunismo: el dominio de éste, después
comunismo soviético, se caracterizan por una de la segunda guerra, en Estados tradicio-
política sistemática y agudamente hostil nalmente católicos como Hungría y Polonia,
contra la religión y la Iglesia; en 1936, con por ejemplo, aparejó la pérdida no ya de los
la encíclica Divini Redemptoris, Pío XI de- privilegios de la Iglesia, sino lisa y llana-
nunciaba categóricamente al comunismo mente de la libertad religiosa. África, donde
ateo. En Méjico, a partir sobre todo de la la liquidación paulatina del régimen colo-
Constitución de Querétaro (1917), y en es- nial va engendrando múltiples estados in-
pecial bajo las presidencias de Plutarco Ca- dependientes, supone para la Iglesia nuevos
lles y de Lázaro Cárdenas, también se llevó y delicados problemas. En Estados Unidos,
un recio embate contra el catolicismo, como rigiendo siempre el sistema de separación,
lo constatan las encíclicas Iniquís afflictis- el catolicismo se desenvuelve prósperamen-
que (1926) y Acerba animi (1932) del mismo te. Y un fenómeno llamativo en Latinoamé-
Pío XI.,En 1931 se suscita un conflicto entre rica, ha sido la caída de diversas dictaduras
la Iglesia y el Estado fascista italiano, cuyas en conflicto con la Iglesia, y las cordiales re-
pretensiones totalitarias fueron puestas al laciones entre ésta y los regímenes democrá-
descubierto también por Pío XJ con la en- ticos que asumieron entonces el poder: así
cíclica Non abbiamo bisogno. A partir de en la Argentina, en Colombia y en Venezue-
1933, la situación de la Iglesia desmejoró la. Cabe señalar, por otra parte, que el pro-
sensiblemente en Alemania, sujeta a la fé- blema que Méjico representaba para la Igle-
rula nacional-socialista; fueron notorias las sia Católica ha ido perdiendo virulencia, por
repetidas violaciones que perpetró Hitler más que el sistema legal inaugurado en
contra el concordato aún flamante; y en 1917 siga sustancialmente en pie. En la ac-
1937, la encíclica Mlt brennender sorge, del tualidad, las zonas de fricción para el ca-
enérgico Pío XI, proclamaba a la faz del
mundo los vicios intrínsecos de la filosofía tolicismo americano se ubican en el Caribe:
nazi y sus abusos en el orden eclesiástico. Cuba, por razones notorias; Haití, con la re-
ciente expulsión de jerarcas eclesiásticos por
(21) Estos acuerdos caen ya bajo el pontificado el gobierno; y una situación similar en le
de Pió XII, sucesor de Pío XI. República Dominicana.
explicando que ya no se trata de que el Es-
Capítulo Segundo tado pretenda incorporar a sí a la Iglesia,
DOCTRINA SOBRE LAS RELACIONES ENTRE ni de que el jefe político se erija en cabeza
IGLESIA Y ESTADO del cuerpo eclesiástico; pero sí sucede que el
I. Visión panorámica. Es ardua cuestión Estado se arroga la potestad de penetrar,
la de esquematizar los diversos sistemas que con su jurisdicción, en el dominio de la Igle-
doctrinariamente se han propuesto para re- sia. Las corrientes ideológicas que nutren los
gir las relaciones entre Iglesia y Estado. De diversos sistemas jurisdiccionalistas son va-
cualquier manera, 2 2siguiendo el cuadro de rias, y entre las más significativas mencio-
Arnaldo Bertola ( ), distinguiremos ante naremos el episcopalismo, el territorialismo,
todo dos grandes categorías: sistemas que el galicanismo, el febronianismo. Según el
unen Iglesia y Estado, sistemas que separan "episcopalismo", que madura a fines del si-
ambas entidades. glo xvi en la Alemania protestante, los
1. Unión entre, Iglesia y Estado. Esta unión príncipes civiles detentarían ahora legítima-
entre los dos poderes podría entenderse, bien mente ciertos poderes espirituales que antes
como un nexo de subordinación de uno al poseyeron los obispos. De acuerdo con el "te-
otro, bien como coordinación entre ambos. rritorialismo", el príncipe posee un ius emi-
A Sisteinas de la subordinación La su- nens sobre toda persona o cosa ubicada en
bordinación puede darse, a su vez, en dos su territorio, y por ende sobre la respectiva
versiones: a) Iglesia que se subordina al Iglesia (Ecclesia est in Statu); este criterio
Estado; b) Estado que se subordina a ¡a se adoptó por varias escuelas protestantes,
Iglesia. y la Paz de Westfalia le rindió homenaje al
a) Iglesia que se subordina al Estado: consagrar el. cujus est regio, illius est religio.
ubícanse aquí el tipo extremo del césaro- El "galicanismo", como su nombre lo indica,
papismo, y el tipo atenuado del jurisdicdo- se funda en las pretensiones de indepen-
nalismo. dencia de la Iglesia gala respecto de Roma,
con la consiguiente admisión de poderes muy
Como su nombre lo indica, el césaro~pa- amplios del Estado francés sobre dicha Igle-
pismo es un sistema donde el orden eclesiás- sia. La doctrina galicana inspira ya la con-
tico se halla tan estrechamente sujeto al tienda de Felipe el Hermoso contra'Boni-
orden político, que el jefe del Estado es a la facio VIII; ella se promulga en la Prag-
vez supremo jerarca de la Iglesia, es "César" mática Sanción de Bourges dada en 1438 por
y "Papa", considerándose a la Iglesia como Carlos VII; ella tuvo por catecismo un librito
un ramo de la administración pública. El Les libertes de l'Eglise Gallicane, compuesto
césaro-papismo se llamó también "bizanti- en 1596 por el abogado Fierre Pithou; ella
nismo" por razón de su origen histórico: en fue tenazmente propiciada por el Parlamen-
efecto, fueron los emperadores de Bizancio to de París; en fin, ella se codificó solemne-
los que insinuaron este régimen, como ya mente en los cuatro artículos de la famosa
sabemos (*i). Esta concepción terminó por "Declaración del Clero Galicano" de 1682.
provocar el Cisma de Oriente y la constitu- En síntesis, la tesis galicana afirma que la
ción ulterior de iglesias nacionales anexas Iglesia carece de toda potestad" directa o
al respectivo estado, cuyo modelo fue la or- indirecta sobre lo temporal; que el juicio del
todoxa rusa bajo los zares. Un sistema simi- Papa se halla sujeto al Concilio Ecuménico;
lar se implantó en Gran Bretaña, cuando y que la jurisdicción pontificia debe respetar
en 1534 el Parlamento proclama a Enri- los estatutos reales y las normas conciliares
que VIII "único jefe supremo de la Iglesia imperantes en Francia. El "febronianismo",
de Inglaterra". Señalemos, por lo demás, que por último, tiene su origen en el libro De
el primitivo césaro-papismo gravitaron los Statuto Ecclesiae, que bajo el seudónimo de
resabios de la confusión pagana entre la "Justino Fetaronio" publicara en 1782 el
reyecía y el sacerdocio; en las posteriores obispo auxiliar de Tréveris Juan Nicolás von
manifestaciones césaro-papistas, influyeron Hontheim, y que alcanzó extraordinaria re-
en cambio otras corrientes doctrinarias, que percusión. Según el febronianismo, el Papa
examinaremos al tratar del jurisdicciona- es centro de unidad en la Iglesia pero carece
lismo. de primado de jurisdicción, pues depende
Una forma atenuada de césaro-papismo del Concilio Ecuménico y no puede sancionar
era, lo anticipábamos, el denominado gené- leyes obligatorias par?» las iglesias particu-
ricamente jurisdiccionalismo, cuyas fronte- lares sin el consentimiento de los respectivos
ras con el sistema anterior no siempre son obispos; y a los príncipes civiles corresponde
nítidas en la práctica. Teóricamente, empe- velar porque dicho orden se observe, repri-
ro, al jurisdiccionalismo lo caracterizaríamos miendo los abusos pontificios, controlando a
Roma mediante el "pase regio", previniendo
(22) "Chiesa e Stato", en Nuovo Digesto Italia-
no, t. 3, págs. 93-100. contra los excesos de los nuncios y, llegado
(23) Ver supra págs. 30 y 31. el caso, convocando al concilio general. Estas
diversas tendencias, aplicadas en mayor o actúan, en la órbita temporal misma, en
menor dosis al concreto problema de las virtud de una delegación de la Iglesia, que
relaciones entre Iglesia y Estado, alimenta- ésta rio sólo contralorea sino que inclusive
ron, ya dijimos, a la tesis jurísdiccionalista. puede revocar cuando lo estime oportuno.
La versión menos radical de dicha tesis es El símil famoso es el de "las dos espa-
el regalismo, cuyos albores datan de co- das" (~ <! >), la espiritual y la temporal, ambas
mienzos del siglo xiv con Marsilio de Padua en poder de la Iglesia, por más que ésta
y con los legistas de Felipe el Hermoso, y conceda el manejo efectivo de la espada
cuyo cénit se alcanza, en casi todos los esta- temporal a los principes civiles. Adviértese,
dos católicos en el siglo xix. De acuerdo con para prevenir confusiones muy fáciles, que
el regalismo, los príncipes civiles detentan, la teoría del "poder directo", al colocar la
por derecho divino, ciertas "regalías", que les espada temporal" bajo la dirección suprema
permiten ejercitar un contralor sobre la le- de la Iglesia, alude lisa y llanamente al go-
gislación de la Iglesia (exequátur), sobre bierno de las cosas temporales en sí mismas
su justicia ("recurso de fuerza"), sobre sus consideradas: no a la jurisdicción eclesiás-
nombramientos ("patronato") y sobre su tica sobre dichas cosas en cuanto que elias
gestión económica (tus domini eminentis); se conecten con las espirituales (teoría de!
por lo demás, se niega al poder espiritual "poder indirecto"), ni tampoco al ejercicio
toda potestad directa o indirecta sobre las por la Iglesia de un poder de coacción tem-
cosas temporales, y cualquier nativa aptitud poral en la esfera de su competencia espi-
de la Iglesia para poseer bienes y para ejer- ritual (por ejemplo, prisión para un delito
cer la vis coactiva; en fin, los reyes pueden canónico) ( - « ) . En suma, como explica Ma-
recurrir de las normas pontificias ante el ritain, "los partidarios de la teoría del poder
concilio ecuménico, y de las episcopales ante directo sobre lo temporal, entendían...
el respectivo sínodo diocesano. Una manifes- atribuir a la Iglesia un alto dominio sobre
tación más aguda del jurisdiccionalismo, y la universalidad de las soberanías tempora-
lindera ya del césaro-papismo, es el denomi- les en la misma línea de la procuración del
nado josefismo o josefinismo, donde no se bien temporal, de tal manera que los prin-
trata de que el príncipe se arrogue tan sólo cipes fuesen considerados, pura y simple-
las tradicionales "regalías" respecto de la mente, como sus ministros p delegados in
Iglesia, sino que, dando un paso más allá, temporalibus.. . y dependieran directamente
se atribuye a la, potestad civil facultades de su autoridad en ese orden mismo r-í).
para regular la interna disciplina eclesiás- Así precisada la doctrina hierocrática, sus
tica, e inclusive el mismo culto divino. El orígenes arrancan del siglo xn, y se mencio-
cisterna tomó su nombre de José II, el "rey nan como posibles cultores suyos a Hugo de
sacristán" que ocupó el trono austríaco Saint Víctor, Juan de Salisbury, Agustín
entre 1780 y 1790, y cuyas medidas durante Triunfo de Ancona, Alvaro Pelayo, Gil Co-
esa década no se limitaron a las usuales del lorína; todos estos nombres, empero, deben
regalismo (así, restauración de] "placet"), aceptarse con prudente reserva, porque aún
sino que alcanzaron al contenido de los es-
tudios eclesiásticos, a las ceremonias litúr- tos temporales, y el uso de la religión como ins-
gicas, al régimen de las cofradías y a otras trumento político.
(25) El símil de "las dos espadas" se torna dei
materias análogas, Evangelio según San Lucas cap. 22, vs. 36-38: Jesús
b) Estado que se subordina a la Iglesia: previene a los apóstoles que sobrevendrán persecu-
enumeramos aquí al sistema hierocrático o ciones contra ellos, y usando de una fisura verbal
advierte: "El que no tiene espada, venda su túnica
del "poder directo", al sistema del "poder y cómprela"; pero sus interlocutores. Interpretando
indirecto", y al sistema del "poder directivo". literalmente, prorrumpen: "Señor, he aquí tíos es-
La forma extrema de sumisión del Estado padas". Parece ser que fue Ean Bernardo, en la
Edad Media, el primero que usó de dicho símil
a la Iglesia se da con el hierocratismo o teo- para referirse a los poderes de la Iglesia, aunque
cratismo ( 2 1 ) , fundado en la tesis de la "po- no en sentido propiamente hierocrático. De cual-
testad directa" de la Iglesia sobre lo tempo- quier modo, la conexión ertre la tesis del "poder
ral: existe un solo poder supremo en este directo" y ese pasaje evangélico no pasa de alegó-
rica; y no hnbria estado de más que !os teócratas
mundo, tanto para la órbita espiritual como pararan mientes en la cortante respuesta de Cristo
para ¡os asuntos seculares, y ese poder co- a la oferta de sus discípulos: "Basta",
rresponde, porque así lo dispuso Cristo que (26) Ni menos concierncn a la teoría del "poder
era pontífice y rey a la vez, a la jerarquía directo" aquellas actuaciones de los Papas basa-
das en un titulo histórico que lo estatuía propia-
eclesiástica en su cabeza el Papa. Según mente en señores temporales (por ejemplo, res-
esta concepción, así pues, los jefes políticos pecto de la Gran Bretaña de Juan sin Tierra, cons-
tituida por dicho rey en feudo de la Sant.n Sede;
o el caso do] "ducado romano 1 , esto es, Ro.uri y
(24) Una versión moderada y moderna del ana- sus anexos, cuya eficaz defensa asumieron los Pon-
crónico hierocraticismo es el llamado clericalismo tífices cuando dichos dominios afrontaban inerme.i
o curialismo. que apropiadamente entendido su- a hunos, vándalos y lombardos).
pone la abusiva intromisión del clero en los asun- (27) Cfr. Primacía de lo espiritual, pág. 1SC.
hoy se controvierte, acerca de cada uno de El origen de esta tesis puede ubicarse en
e"0s, si pueden ser estrictamente cataloga- las tiempos medievales, con los legistas de
dos como teócratas. Bolonia (Azzone, Odofredo, Accursio), con
El sistema del poder indirecto somete el canonistas como Uggocione da Pisa, y sobre
Estado a la Iglesia no directamente, sino todo con el Dante de De Monarchia; entre
ratione peccati, vale decir, en la medida en sus defensores más recientes pueden men-
que las cosas temporales se vinculan con la cionarse a los alemanes Gorres, Schulte, Ve-
órbita espiritual. De este sistema nos ocu- ring, Fischbach.
paremos a fondo más adelante, al explicar 2. Separación entre Iglesia y Estado. El
la solución católica para el problema de las sistema de separación supone la ausencia
dos potestades. de vínculos especiales entre Iglesia y Estado.
Y por último, nos referiremos a la posición Legislativamente, el régimen separatista
más laxa: la Iglesia es, sí superior al Estado, se inaugura a fines del ¿;glo xvm con la
y posee cierta potestad sobre las cosas espi- Constitución de los Estados Unidos. Y desde
rituales en cuanto éstas se relacionan con el el punto de vista doctrinario, la tesis nace en
orden espiritual: pero se trata de una mera la Francia de la monarquía de Julio, en el
potestad directiva, de una superioridad mo- seno de un grupo católico que derivaría
ral, y no de una jurisdicción propiamente hacia el liberalismo: Lammenais Lacordai-
dicha. La Iglesia, se destaca, puede enseñar, re, Montalembert y otros, nucleados desde
aconsejar, amonestar a los príncipes civiles 1830 en el famoso periódico "L'Avenir". Es-
en las materias temporales que directa o in- te conjunto de brillantes polemistas, con-
directamente afectan o rozan la religión; templando la lamentable situación de la
pero a la conciencia del príncipe pertenece Iglesia en Francia, teóricamente privilegiada
en forma soberana la aceptación o el re- y prácticamente avasallada, entendió que la
chazo de la enseñanza o del consejo, es- solución más lógica y ventajosa era cortar
tando inhabilitada la jerarquía eclesiásti- todos los nexos entre Religión y Estado, de
ca para dirigirle órdenes o para conminar- modo que la Iglesia no reivindicara para si
lo con sanciones, así sean las puramente otra cosa que la libertad del derecho común
canónicas. Este sistema de la "potestad di- y se desembarazara de privilegios ficticios
rectiva", hoy en desuso, contó otrora con e incómodos. La fórmula del sistema era
algunos cultores de prestigio, especialmen- elegante y seductora, y la acuñó e! conde de
te en la Francia corroída por las corrientes Montalembert: "La Iglesia libre en el Estado
galicanas. El caso más famoso es el de Bos- libre"; ella sería propiciada enérgicamente
suet, inspirador de la Declaración de 1682 por su ilustre autor en el Congreso Católico
ya citada (28), cuyo artículo I rezaba: "San de Malinas de 1863 y cobraría mucho predi-
Pedro y sus sucesores han recibido el po- camento, en diversos medios ( 2!) ), La misma
der de Dios nada más que sobre las cosas
espirituales y no sobre las temporales... los
reyes y los soberanos no están sujetos por pero en la práctica ocurre corno si dicha teoría pa-
Dios a poder eclesiástico alguno en lo refe- rificara ambas potestades, al negar todo poder ecle-
siástico sobre lo temporal, incluso el meramente
rente a las cosas temporales, y la autoridad "directivo".
de los jefes de la Iglesia no puede despo- (29) En ocasión de la reforma constitucional
seerlos ni directa ni indirectamente; sus sub- de la provincia de Buenos Aires, en 1873, habién-
ditos no pueden quedar dispensados de la dose planteado el problema de las relaciones entre
Iglesia y Estado, José Manuel Estrada publicó dos
sumisión y obediencia que les debe-, o ab- artículos en la Revista Argentina, que él dirigía
sueltos del juramento de fidelidad". Tam- ("La Iglesia y el Estado", "Libertad de la Iglesia
bién propiciaron dicha tesis Fenelon, Fleu- católica", t. 10, págs. 193 y 427), donde propug-
ry, Du Pin, Gosselin, Van Qils, Bachofen. naba la separación en interés de la Iglesia, que así
se desembarazaría de las cargas del Patronato y
B. Sistema de la coordinación. Dentro de adquiriría una fecunda libertad de la cual ella ca-
este sistema, el vínculo entre Iglesia y Es- recía al presente; el modelo sería la Constitución
tado persiste, mas no ya a título de subor- norteamericana. En el mismo tomo de dicha re-
dinación de una al otro o viceversa, sino vista aparece una carta de Félix Frías —que motivó
precisamente el segundo artículo de Estrada—,
considerando que ambas potestades son per- donde se ataca la tesis separatista afirmando que
fectamente soberanas y guardan entre sí "los partidarios de la separación... no lo son...
absoluta independencia; se trata pues de dos con la mira de que la Iglesia viva mejor, sino por
sociedades que operan en forma paralela el contrario. .. que muera más pronto... En rea-
lidad lo que se proponen no es separar la religión
y cuya recíproca conexión sólo puede lograr- del Estado, sino desterrarla de la sociedad misma"
se por concordatos,28 concebidos éstos como (pág. 418). Desde luego, Frías no se refería a Es-
pactos bilaterales C Ws) trada, cuya buena fe era evidente. Importa des-
tacar que" años más tarde el ilustre tribuno y cons-
(28) Ver supra pág. 44, tituclonalista rectificó su posición, cuando diver-
(28 bis) Aclaremos que la teoría de la coordi- sos pronunciamientos pontificios en materia polí-
nación no discute que por su índole sobrenatural tico-social esclarecieron definitivamente el proble-
la Iglesia sea intrínsecamente superior al Estado; ma (.ver su "Memoria", oor muchos arios inéoVta,
fórmula, empero, se adoptó en un sentido giosas pero ampara y estimula a todas por
distinto del originario por el primer minis- igual, o en una neutralidad estricta donde
tro piamontés conde Camilo de Cavoury: y el Estado prescinde de todo apoyo a las igle-
su Chiesa libera nello Stato libero aparejaría sias, o, por fin, puede traducirse en una ac-
en adelante una postulación no de libertad titud hostil, donde la fórmula de separación
para la Iglesia, sino de laicismo estatal, me- es instrumento para una política persecu-
reciendo por ello el reproche de Montalem- toria contra la religión.
bert (so). De ese modo, entonces, el sistema II. La solución a la luz del Derecho pú-
separatista, nacido equivocadamente en blico eclesiástico. La doctrina católica acerca
círculos católicos, terminó por definirse con de las relaciones entre la Iglesia y el Estado
el signo contrario, mientras que en el ínte- podría definirse como "coordinación rela-
rin, dentro del campo del catolicismo, suce- tivamente subordinada": 1) hay dos potes-
sivos pronunciamientos pontificios descali- tades realmente distintas, la Iglesia para el
ficaban dicha tesis: Gregorio XVI con Mi- orden espiritual y el Estado para el orden
ran vos (1832), Pío IX con Quanta cura y temporal; 2) cada potestad es soberana en
el Syllabus (1864), León XIII con Inmortale su respectiva esfera; 3) en consecuencia, el
Del (1885) y Libertas (1888) í«i). Estado no puede interferir en el orden espi-
El régimen de separación puede adoptar ritual (condena del césaro-papismo y del ju-
diversos matices. Por lo pronto, hay que risdiccionalismo tanto regalista como jose-
dejar al margen del problema la llamada fistas); 4) tampoco puede la Iglesia inter-
separación institucional, que estriba senci- ferir, de suyo, en el orden temporal (desau-
llamente en distinguir sin confundirlas a la torización del hierocratismo o teoría del
potestad eclesiástica y a la potestad civil. "poder directo"); 5) ambas potestades deben
Existe también una separación económica, mantenerse unidas sin confundirse (conde-
por cuya virtud el Estado no contribuye al na de las teorías separatistas); 6) de cual-
sostenimiento de la Iglesia o al menos no lo quier modo, las dos potestades no operan en
hace por vía de un presupuesto de culto. niveles paralelos, pues lo temporal debe su-
Y queda por último la forma típica que acá bordinarse a lo espiritual (condena de la
interesa, la separación moral, en cuya virtud tesis de la coordinación absoluta); 7) de
ambas potestades se ignoran mutuamente, ahí que corresponda a la Iglesia, sobre las
negándose la existencia de recíprocos debe- cosas temporales mismas, y en cuanto éstas
res entre ambas (32). por lo demás, dentro se relacionan con las espirituales, algo más
del sistema separatista cabe que la Iglesia que una función de enseñanza o consejo
•aparezca como una corporación de derecho (condena de la teoría del "poder directivo");
publico, o bien que se la considere simple 8) en definitiva, y por razón de los intereses
corporación de derecho privado; en el pri- espirituales, la Iglesia puede ejercer autén-
mer caso, el Estado reconoce la preexisten- tica potestad de jurisdicción sobre la esfera
cia de la Iglesia por más que se rehuse a temporal conexa (afirmación de la tesis del
mantener'vínculos con ella; en la segunda "poder indirecto"). Veamos todo esto paso
hipótesis no se admite dicha preexistencia, por paso.
y el Estado concederá o denegará personería 1. Distinción de las dos potestades. La
a la Iglesia por aplicación del régimen co- doctrina católica, fiel a la fórmula de Cristo
mún para las asociaciones civiles. Por fin, "dad al César lo que es del César, y a Dios
señalaremos que el espíritu del sistema se- lo que es de Dios" (Mateo, XXII, 21), co-
paratista puede consistir en una neutralidad mienza por afirmar rotundamente la exis-
benévola, de modo que el Estado se mantiene tencia de dos entidades diversas, una en la
separado de las diversas confesiones reli- esfera religiosa, otra en la órbita civil, vale
decir, Iglesia y Estado. Así, por ejemplo,
cltada por Bruno, El Derecho público,.., II, pá- León XIII enseña en su encíclica Immortale
gina 48). Dei (1885): "Por lo dicho se ve cómo Dios
(30) Kn carta del 20-4-1861 escribía Monta-
lembert a Cavour: "Me ponéis en el deber de ha hecho copartícipes del gobierno de todo
arrancaros de las manos un arma que vos me ha- el linaje humano a dos potestades: la ecle-
béis tomado, y de no dejaros abusar de una doc- siástica y la civil; ésta, que cuida directa-
trina que amo para fines que detesto". mente de los intereses humanos y terrenales;
(31) A raíz de los primeros pronunciamientos
pontificios, Lacordaire rectificó de inmediato sti aquella, de los celestiales y divino..."
actitud; Montalembert liizo otro tanto más iarde; 2. Soberanía de cada potestad en su pro-
y del grupo dirigente de L'Avenir sólo quedó en pia esfera. Como consecuencia de la afirma-
rebeldía Lammenals, quien rompió con la Iglesia ción anterior, surge ahora esta otra: que
a través de sus Palabras de un creyente (1834).
(32) Estas tres significaciones del concepto "se- Iglesia y Estado son soberanos en su respec-
paración de la Iglesia y del Estado" se hallan cla- tiva esfera, de modo tal que a la primera
ramente explicadas en la Declaración de la Comi- incumbe el supremo poder de decisión en el
sión Permanente del Episcopado Argentino del
14-4-955 y en la Pastoral Colectiva del mismo orden espiritual, sin interferencias extrañas,
Episcopado del 13-7-955. y lo mismo al segundo en el orden civil o
temporal. Asi, continúa León XHI en Im- tido gobernar tan sólo en las cosas humanas
mortale Dei: "Ambas a dos potestades son y no en las divinas, presuman juzgar a
supremas cada una en su género..." De quienes han recibido el gobierno de éstas".
ahí que el Estado deba respetar escrupulo- También se ubica aquí la Bula Licet dada
samente la gestión, por la Iglesia, de las por Juan XXII en 1327, donde condenó los
cosas eclesiásticas; y a la recíproca, que la errores jurisdiccionalistas de Marsillo de
Iglesia deba cuidarse de lesionar la sobe- Padua; y en los tiempos modernos, men-
ranía civil en los asuntos estrictamente cionaremos la constitución ínter multíplice^
temporales (por eso la Iglesia se abstiene de Alejandro VIII (año 1690) a propósito del
de pronunciarse sobre formas de gobierno, galicanismo.
siempre ellas sean justas, o se rehusa a Merece párrafo aparte el Syllabus de Pío
participar directamente en la actividad po- IX año 1864), donde se sistematiza la re-
lítica, o somete a muchas cautelas esa mis- probación del césaro- papismo y del juris-
ma participación -en lo que concierne a sus diccionalismo en sus múltiples vertientes
jerarcas, a sus clérigos y a sus organizacio- Entre las proposiciones allí condenadas fi-
nes oficiales como por ejemplo la Acción guran estas: "La Iglesia no es verdadera y
Católica). perfecta sociedad enteramente libre, ni goza
3. Primera aplicación de los principios de los derechos propios y constantes a ella
precedentes: condena del césaro-papismo y dados por su divino fundador, sino que toca
dzl jurisdiccionaHsmo. Si la Iglesia es enti- a la potestad civil determinar cuáles sean
dad independiente y soberana en la órbita los derechos de la Iglesia y los límites den-
espiritual, quiere decir que allí nada puede tro de los cuales pueda ejercerlos" (núm. 19),
de suyo el Estado; por ende, deben descali- "la potestad eclesiástica no debe ejercer su
ficarse las pretensiones del Estado sea a la autoridad sin la venia y el asentimiento del
lisa y llana absorción de la Iglesia (césaro- gobierno civil" (núm. 20); "los Romanos
papismo) , sea a su intromisión jurisdiccio- Pontífices y los Concilios ecuménicos hanse
nal en la esfera eclesiástica (jurisdicciona- extralimitado y usurpado los derechos de los
lismo: regalismo, jo¿efismo). príncipes..." (núm. 23); "además de la po-
En realidad, dichos sistemas constituyen testad inherente al Episcopado, hay otra
un grave retroceso histórico: se regresa, en potestad temporal que le ha sido concedida
mayor o menor medida, a la antigüedad expresa o tácitamente por el imperio civil,
pagana donde no se concebía el distingo de la cual, por lo tanto, puede ser revocada
potestades y donde la religión era depen- cuando a éste le plazca" (núm. 25); "a ¡os
dencia del régimen político. En la práctica, obispos no es lícito, sin la venia del gobierno,
por lo demás, el césaro-papismo y el juris- promulgar ni siquiera las letras apostóli-
diccionalismo conducen a ostensibles o disi- cas" (núm. 28); "las gracias concedidas por
mulados cismas religiosos, con la formación el Romano Pontífice deben reputarse nulas
de iglesias viciadas por el nacionalismo, y si no han sido pedidas por medio del gobier-
coh el consiguiente riesgo para la libertad no" (núm. 29); "la inmunidad de la Igle-
individual, ya que el gobierno se verá ten- sia y de las personas eclesiásticas nació del
tado de manejar las conciencias; es obvio, derecho civil" (núm. 30); "debe desaparecer
también el peligro de corrupción para el enteramente el fuero eclesiástico en las
clero, por su dependencia de la política; en causas temporales de los clérigos..." (núm.
fin, el sistema puede llegar a extremos fran- 31); "sin violación del derecho natural y
camente ridículos, como el "rey sacristán" de la equidad, puede ser abolida la inmuni-
José u de Austria. dad personal que exime a los clérigos de la
Todas estas tendencias han suscitado carga de soportar y ejercer la milicia..."
múltiples reprobaciones de la jerarquía ca- (núm. 32); "no pertenece solamente a la
tólica. El Concilio de Milán, en el año 356, potestad eclesiástica de jurisdicción por de-
recomienda al emperador "no llevar la con- recho propio y nato dirigir la enseñanza de
fusión en los asuntos religiosos ni mezclar las materias teológicas" (núm. 33); "la de-
e¡ poder civil en la constitución de la Igle- finición dada por un Concilio nacional no
sia". A poco, el insigne obispo milanés San admite otra alguna discusión, y la adminis-
Ambrosio insistirá: "Las cesas divinas no tración civil puede hacer que la cosa quede
dependen del poder imperial; el palacio con- dentro de estos términos" (núm. 36); "a la
cierne al emperador, las iglesias al obispo..." potestad civil, aun en manos de un príncipe
En el igual sentido, cabe recordar la famosa infiel, pertenece una potestad indirecta ne-
Epístola del Papa San Gelasio I al empera- gativa sobre las cosas sagradas, y a ella, por
dor Anastasio en el año 494. Otro tanto la consiguiente, compete no sólo el derecho
Epístola de Nicolás I al emperador Miguel III que ¡laman exequátur, sino también el de-
(año 865): "No quieras usurpar las cosas recho de apelación ab abusu, como le lla-
que son de la Iglesia... No podemos com- man" (núm. 41); "en el conflicto de las dos
prender cómo aquellos a quienes es permi- potestades prevalece el derecho civil" (núm.
42); "la potestad laica tiene autoridad para jerarquía sacerdotal ejerce el gobierno civil
rescindir, declarar y hacer nulos los conve- ("hierocratlsmo", "teocracia") o al menos
nios solemnes llamados Concordatos, sobre se inmiscuye abusivamente en los asuntos
el. uso de los derechos pertenecientes a la temporales ("clericalismo"); sistemas todos
inmunidad eclesiástica; y esto, sin consen- estos que se fundan en un presunto "poder
timiento de la Sede Apostólica..." (núm. directo" de la Iglesia dentro de la esfera
43); "la autoridad civil puede mezclarse en secular.
las cosas pertenecientes a la Religión, a las Semejante teoría choca, ante todo, con
costumbres y al gobierno espiritual. Puede, el mandato dé Cristo: "Dad al César lo que
pues, juzgar de las instrucciones que los es del César, y a Dios lo que es de Dios". Ella
pastores de la Iglesia dan cumplimiento está reñida, también, con la naturaleza
de su cargo, para dirección de las concien- misma de las cosas, que nos muestra el dis-
cias, y hasta pueden resolver acerca de la tingo entre fines y medios espirituales por
administración de los sacramentos y de las un lado, temporales por el otro, y por ende
disposiciones necesarias para recibirlos" la Imposibilidad de que los segundos se ab-
(núm. 4 4 ) ; "hasta en los mismos seminarios sorban en los primeros. Por lo demás, son
clericales, el plan de estudios está sujeto a obvios los riesgos que acecharían a una
la autoridad civil" (núm. 46); "la autoridad Iglesia embarcada en el gobierno de la so-
civil puede impedir que los prelados y los ciedad civil: desprestigio, corrupción, impo-
fieles comuniquen libre y mutuamente con tencia para atender la faena espiritual. Asi-
el Romano Pontífice" (núm. 49); "la auto- mismo, no hay prueba histórica alguna de
ridad civil tiene por sí propia derecho de la tesis hierocrática: ni en el Evangelio, ni
presentar los obispos, pudiendo exigir de en otro documento o circunstancia conoci-
ellos que se encarguen del gobierno de las dos, consta que Cristo concediese soberanía
diócesis antes de recibir de la Santa Sede temporal a Pedro o que depusiera a los prin-
la institución canónica y las letras apostó- cipes contemporáneos; antes bien, Jesús
licas" (núm. 50); "hasta tiene derecho el aclara que su reino no debe asimilarse a los
gobierno secular para deponer a los obispos temporales (Juan, XVIII, 36), y da a Pedro
del ejercicio de su ministerio temporal, y no únicamente las llaves del reino de los Cielos
está obligado a obedecer al Romano Pontí- (Mateo, XVI, 19), siendo ese mismo Pedro,
fice en lo concerniente a la creación de obis- primer Papa, quien recomendará estricta
pados y de obispos" (núm. 51); "el gobier- obediencia a las autoridades civiles (Epís-
no puede, por derecho propio, alterar la edad tola Primera, cap. II, vs. 13-17), no siendo
prescrita por la Iglesia para la profesión otra la doctrina de San Pablo (Epístola a
religiosa, tanto de hombres como de muje- los Romanos, XIII, 1-7). La teoría del "po-
res, e intimar a todas las comunidades re- der directo" tampoco se concilla con la más
ligiosas que no admitan sin su permiso per- autorizada tradición eclesiástica. Así, en su
sona alguna a la profesión" (núm. 52); celebra carta al emperador Constantino
"deben abolirse las leyes tocantes a la pro- (alrededor del ario 356), el gran Osio, obis-
tección del Estado, prestada a las comuni- po de Córdoba, afirmará categóricamente:
dades religiosas, a sus oficios y derechos, y "A ti te ha entregado Dios un Imperio; a
aún puede el gobierno civil prestar auxilio nosotros nos ha confiado el gobierno de las
a cuantos quieran decertar del estado reli- cosas eclesiásticas. Y así como quien te arre-
gioso que abrazaron y quebrantar sus votos bata el Imperio se opone a la ordenación
solemnes; puede, además, extinguir total- divina, de igual modo debes temer hacerte
mente las dichas comunidades regulares, reo de gran delito si atrepellas a la Iglesia.
como también las iglesias colegiatas y los Está escrito: Dad al César lo que es del
beneficios simples, aun pertenecientes al César, y a Dios lo que es de Dios. A nosotros
derecho de patronato, pasando y sometien- no nos es lícito imperar sobre la tierra, pero
do sus bienes y rentas a la administración tampoco tú tienes poder de ofrecer incienso".
y al arbitrio de la potestad civil" (núm. 53); Otro texto fundamental en esta materia es
"los reyes y los príncipes no solo están exen- la ya mencionada Epístola del Papa Gela-
tos de la jurisdicción de la Iglesia, sino que sio I al emperador Anastasio: "Dos son, em-
son superiores a ella en dirimir las cuestio- perador augusto, quienes principalmente ri-
nes" (núm. 54). gen aquí el mundo: la sagrada autoridad de
4. Segunda aplicación de los principios los Pontífices y la potestad real, ambas prin-
precedentes: inadmisibilidad de la teoría del cipales, ambas supremas y cada cual en su
"•poder directo" de la Iglesia sobre lo tempo- misión no sometida a la otra". También he-
ral. En su vertiente opuesta, los principios mos aludido antes a la Carta del Papa San
sobre distinción y soberanía propia de Igle- Nicolás I al emperador Miguel III: "Cristo
sia y Estado, conducen al rechazo de aque- Jesús separó en actividades privativas y dis-
llos sistemas que propugnan una absorción tintas dignidades la misión de entrambas
del Estado por la Iglesia, de manera que la potestades". El más eximio maestro del ca-
tolicismo, Santo Tomás de Aquino, si bien que no intentamos juzgar del feudo, cuyo
no acometió a fondo esto problema, pues juicio toca al mismo rey... sino decretar o
no era específicamente un jurista, de cual- decidir sobre el pecado, cuya censura nos
quier modo excluye implícitamente la teoría compete sin duda... ¿Acaso no podremos
de! "poder directo" al discernir ios oficios conocer acerca de la religión del juramen-
del sacerdote y del rey (33). En los comienzos to, que indudablemente pertenece al juicio
de la Modernidad, con el desarrollo esplén- de la Iglesia para que se restablezcan los
dido de la ciencia jurídico-teológica, la tesis acuerdos de paz quebrantados?" Tal vez el
de la "directa potestas", profesada según ya problema más delicado en este orden, lo
sabemos por algunos doctores medieva- constituya la celebra bula Unam Sanctam
les ( 34 ), caerá bajo los embates de Vitoria, dada el 18 de noviembre del año 1302 por el
de Suárez, de Soto, de Torquernada, de Ber- Papa Bonifacio VIII en conflicto con el rey
larmino. Y por último, los grandes Papas Felipe IV el Hermoso de Francia (35): ya
de la era contemporánea remacharán el que se trata sin duda alguna de un docu-
distingo entre las dos potestades y la sobe- mento dogmático, no meramente disciplinar,
ranía de cada una de ellas en su propia ór- y ya que en. él se pone en juego la potestad
bita, lo cual descarta el "poder directo": así espiritual misma y no algún título histórico
León XIII en la ya citada encíclica Immor- de soberanía temporal. Ahora bien, la con-
tale Dei (año 1885); Pío XI en Ubi Arcano clusión es que, en sus cláusulas estrictamen-
Dei (año 1922); Pío XII en Summi Pontifi- te definítorias, dicha bula puede ser referi-
catus (año 1939). da con comodidad a la teoría del "poder in-
Quedaría por verse si algunos Papas de directo", no a la directa potestas. El pronun-
otras épocas no habrían incurrido en. hiero- ciamiento fina!, que es el que en definitiva
cracia: se ha hecho ese cargo a Gregorio VII, cuenta (porro subesse Romano Pontifici
Inocencio III, Gregorio IX, Inocencio IV, ornni humánete creaturae declaramus... esss
Bonifacio VIH, Juan XXII, todos ellos de la de neeessitate salutls), alude a la sumisión
Edad Media; e incluso a pontífices modernos que todo hombre, sea cual fuere su jerarquía,
como Alejandro VI por su bula ínter cae- debe al poder espiritual, pero no a que ¡a
tera (1493) o como Sixto V por incluir en el jerarquía temporal misma se halle sujeta a
Index de 1590 obras contrarias al "poder la otra en forma directa. Que las convic-
directo" de la Iglesia. En. el actual estado ciones privadas de Bonifacio VIII fueran
de la investigación histórica, puede afirmar- más allá, es hecho posible pero que no viene
se sin ambages que muchas de esas enseñan- al caso. Por lo demás, no será ocioso aclarar
zas y actitudes papales se fundaron, senci- que en el consistorio del 24 de junio de 1302
llamente, en la teoría del "poder indirecto" que precediera a la bula Unam Sanctam, el
que luego estudiaremos, y además en títulos Pontífice, luego de referirse a su conflicto
adventicios de soberanía temporal, sin que con Felipe y a una carta apócrifa de rotundo
jamás los Pontífices, obrando como auto- sesgo hierocrático que se le atribuyera, se
ridad suprema de la Iglesia Universal, hayan quejaba así: "Hace cuarenta años que veni-
propugnado doctrinariamente que la Iglesia mos cultivando el Derecho y que somos ex-
poseyese un señorío directo sobre las cosas pertos en el mismo y sabemos que hay dos
seculares. En un Papa como Inocencio III, potestades ordenadas por Dios. ¿Quién, pues,
por ejemplo, tan frecuentemente acusado de puede o debe creer que tanta necedad y tan-
"imperialismo pontificio", el distingo entre ta insania exista o haya existido en nuestra
las dos soberanías se mantiene nítido. Cuan- cabeza? Decimos que en nada queremos
do Felipe Augusto de Francia cita a su tri-
bunal a Juan sin Tierra, feudatario suyo (35) De la Bula Unam Sanctam: ". .. hay dos
por Normandía, y ante la rebeldía del em- espadas, la espiritual y la temporal... Una y otra
plazado invade los dominios normandos pese espada, pues, están en la potestad de la Iglesia,
la espiritual y la material. Pero ésta ha <le esgri-
a un juramento de tregua que se hallaba en mirse en íavor de la Iglesia, aquélla por la Iglesia
vigencia, Inocencio III, destinatario de la misma. Una por mano del sacerdote, otra por ma-
pertinente queja de Juan sin Tierra, dis- no de los reyes y de los soldados, pero por Indica-
cierne con acuidad el problema del feudo, ción y consentimiento del sacerdote. ¡Es, pues, ne-
cesario que la espada esté sobre la espada y que IB
que no le incumbe, y aquel otro del posible autoridad temporal se someta a la potestad espl-
pecado del rey francés al quebrantar un ju- riutal... Que la potestad espiritual aventaje en
ramento, y escribe entonces la famosa carta dignidad y nobleza a cualquier potestad terrena,
Novit lile (año 1204), donde explica su po- hemos de confesarlo más claramente cuanto lo es-
piritual aventaja a lo temporal... Luego si la po-
sición a los obispos franceses: "No juzgue testad terrena se desvía, será juzgada por la potes-
nadie que intentamos perturbar la juris- tad espiritual; si se desvía la espiritual menor, por
dicción del ilustre rey de los francos... Por- su superior; pero si la suprema, sólo por Dios, no
por el hombre, podrá ser juzgada... Declaramos,
(33) Cfr. Del gobierno de los principes, Hb. 1, decimos, definimos y pronunciamos que someterse
cap. 15, págs. 78-83. al Romano Pontífice es de toda necesidad de sal-
(34) Cfr. supra. vación para toda humana creatura".
usurpar la jurisdicción del rey... (Mas) no entre Iglesia y Estado, y desaprueba la tesis
puede negar el rey ni ningún otro fiel, que de la separación de ambas entidades, sobre
está Sometido a Nos por razón del pecado". todo cuando no se trata de una mera "se-
En fin, recuérdese que el texto de la bula paración económica" —sobre la cual la Igle-
Unam Sanctam, que para algunos aparece sia no hace demasiado hincapié— sino de
como pilar del teocratismo, sería invocado una ruptura de los lazos morales entre los
por Fenelón nada menos que para sostener dos poderes. Por lo demás, todo esto se en-
la tesis opuesta de la potestad meramente .tiende en el terreno de ¡os principios-o de
"directiva" del Pontífice ( » « ) ; prueba que la "tesis"; prácticamente, en alguna "hi-
dicho texto en modo alguno resulta inequí- pótesis" concreta, la' separación puede re-
vocamente hierocrático. En cuanto a la bula sultar un "mal menor" o dicho con más
ínter caetera dada en 1493 por el Papa Ale- propiedad, el "bien piayor posible" en las
jandro VI, de sumo interés para la historia específicas circunstancias del caso: por
americana, cabe observar, por '10, pronto, ejemplo, en una nación carente de unidad
que ella carece de todo contenido dogmático; religiosa, o en un estado cuyas autoridades
y que, por lo demás, el Pontífice no actuaba hostiles al catolicismo aprovecharían el nexo
allí como señor temporal que reparte domi- con la Iglesia para oprimirla.
nios suyos, sino más bien como un supremo La teoría en pro de la unión y en contra
arbitro que deslinda zonas de conquista y de la separación entre Iglesia y Estado se
previene así conflictos entre dos estados ca- basa en dos hechos obvios y fundamenta-
tólicos que rendían especial devoción a la les: si bien distintas e independientes, hay
Santa Sede. Por fin, es cierto que Sixto V un factor personul y un factor material que
ordenó incluir en una próxima edición del ligan a ambas entidades. Un factor •personal,
Index, en 1590, las obras de Belarmino y de en cuanto que los subditos del Estado son
Vitoria que contrariaban la tesis del "poder a la vez fieles de la Iglesia, de modo que la
directo^; empero, dicha decisión de inme- contradicción entre ambas autoridades co-
diato se dejó en suspenso por el mismo Pon- locaría a una misma persona en la disyun-
tífice, sin que llegara a ejecutarse, y a poco tiva de optar por sus deberes de ciudadano
moría Sixto V, quedando de ese modo defi- ofendiendo los de creyente, o a la inversa
nitivamente cancelado el problema. cumplir con sus obligaciones religiosas Que-
En síntesis: a) la teoría de la potestad brantando las cívicas; y puesto que el De-
directa nunca fue doctrina oficial de la recho está para el hombre y no el hombre
Iglesia; b) dicha teoría, si bien no está ex- para el Derecho, es francamente absurdo
presamente reprobada por la Iglesia, se halla un régimen jurídico construido de modo tal
implícitamente incursa en su desautoriza- que constituya inagotable fuente de conflic-
ción, y ello en cuanto que la Iglesia admite tos para las conciencias individuales. Y por
en forma categórica la soberanía del poder otro lado, decíamos, existe también un factor
civil en la órbita civil; c) la política ponti- material que conecta a ambas comunidades:
ficia en los tiempos medios y comienzos de porque aparte de las materias estrictamen-
los modernos se explica, no en virtud de la te espirituales reservadas a la Iglesia (como
teoría del poder directo, sino como liso y por ejemplo la fijación de los requisitos para
llano ejercicio del "poder indirecto" unas comulgar), y aparte de las materias estric-
veces, o como ejercicio de la potestad coac- tamente temporales reservadas al Estado
tiva que a la soberanía espiritual le corres- (así, el régimen de transporte), hay una
ponde en su propia esfera, en otras ocasio- importante y compleja esfera de materias
nes, o en fin, a veces, como ejercicio de cier- mixtos, vale decir, una órbita donde se cru-
tos derechos de soberanía temporal de ori- zan, a veces inextricablemente, ios intereses
gen histórico y ajenos al poder espiritual espirituales y temporales, y donde, en con-
mismo. secuencia, es indispensable que Iglesia y Es-
5. Necesaria conexión entre ambas potes- tado cooperen para una adecuada regula-
tades, y consiguiente repulsa de la teoría ción: matrimonio, educación, moralidad pú-
separatista. Admitido que Iglesia y Estado blica, días festivos y tantas otras hipótesis.
poseen cada cual su propia esfera de com- Por lo demás, el sistema de unión es, en
petencia, donde su respectiva soberanía -no términos generales, beneficioso para el Es-
debe interferirse por nadie, de cualquier tado y para la Iglesia. Para el Estado, que
modo no es posible que ambas potestades se ve fortalecida su propia autoridad con el
desentiendan entre sí, ignorándose mutua- apoyo que le presta la Iglesia; y para la
mente; antes bien, urge que mantengan es- Iglesia que así ve facilitada su misión espi-
trechas relaciones, coordinando con criterio ritual. Cabe añadir que el balance histórico
armónico sus actividades. La doctrina cató- demuestra que si bien la conexión entre
lica, si pues, propicia la unión o conexión. Iglesia y Estado suscitó no pocas dificulta-
des y a veces condujo al sometimiento de la
(36) Cfr. lung, pág. 124. primera al segundo, el sistema separatista
en general no evita esos males sino que público eclesiástico en esta materia: "Mas,
suele acrecentarlos. como el sujeto sobre que recaen ambas po-
Por otro lado, no es exacto que el régimen testades soberanas es uno mismo, y como,
de unión moral entre Iglesia y Estado aca- por otra parte, suele acontecer que una mis-
rree lesión a la libertad de conciencia de los ma cosa pertenezca, si bien bajo diferente
ciudadanos no católicos. La circunstancia aspecto, a una y otra jurisdicción, claro está
de que el Estado conceda trato preferencial que Dios, providentísimo, no estableció aque-
a una determinada confesión religiosa, en llos dos soberanos poderes sin constituir
nada obsta para que el mismo Estado otor- juntamente el orden y el proceso que han
gue amplia libertad de creencia a quienes de guardar en su acción respectiva. Las po-
pertenecen a otras confesiones, como lo testades que hay por Dios están ordenadas
prueba el ejemplo de la República Italiana (San Pablo a los romanos, XIII, 1). Si asi
con su Constitución de 1947. no fuese, con frecuencia nacerían motivos
Restaría por considerar otro reparo, en el de litigios insolubles y de lamentables reyer-
que suele abroquelarse la tesis separatista tas, y no una sola vez se pararía el anime
una vez concedido que. racionalmente de- indeciso sin saber qué partido tomar, a la
biera mediar unión entre los dos poderes: y manera del caminante ante una encruci-
es que el Estado, incompetente en materia jada, al verse solicitado por contrarios man-
teológica, y enfrentado a la solicitación de datos de dos autoridades, a ninguna de las
múltiples iglesias, cada una de las cuales cuales puede sin pecado dejar de obedecer.
pretende el monopolio de la potestad reli- Todo lo cual repugna en sumo grado pen-
giosa, no se halla en condiciones de elegir sarlo de la próvida sabiduría y bondad de
y por ende debe abstenerse de toda conexión Dios, que en el mundo físico, con ser éste
con cualquiera de dichas iglesias. A esto de un orden tan inferior, atemperó, sin em-
tocaría replicar, ante todo, con un argu- bargo, las fuerzas naturales y ajustó las
mento de carácter filosófico: si el hombre causas orgánicas a sus mutuos efectos con
individual tiene el deber y por ende la ap- tan arreglada moderación y maravillosa ar-
titud para descubrir la verdad religiosa, no monía, que ni las unas impidan a las otras,
se comprende por qué el planteo varía cuan- ni dejen todas de concurrir a la hermosura
do se trata del hombre en sociedad. Mas, cabal y perfección excelente del universo.
eso aparte, quedaría una fundamentación Es pues, necesario, que haya entre las dos
de otra índole, esto es, histórico-sociológica: potestades cierta trabazón ordenada..." W
el llamado "hecho católico", o sea, que la 8. Superioridad del peder espiritual y
experiencia de la historia y de la vida so- consiguiente rechazo de la teoría de la coor-
cial nos muestra el dato único e inconfun- dinación absoluta. Aunque existan dos po-
dible de una Iglesia milenaria, de carácter testades legítimas, y aunque cada una de
universal, fuertemente organizada en escala ellas sea soberana en su propia esfera, de
jerárquica, con multitud de subditos que cualquier modo esto no" significa que ambas
pertenecen a todas las razas y naciones, se ubiquen en idéntico nivel. La doctrina
que se gobierna a sí misma con presein- católica afirma, así pues, que de la natura-
dencia del Estado y que, de Jacto o de iure, leza misma de las cosas se desprende la su-
se halla en relación con todos los Estados perioridad de los fines espirituales sobre los
del orbe; y esa es, únicamente, la Iglesia temporales y, por ende, la mayor jerarquía
Católica. León Duguit, por ejemplo, recono- de la Iglesia con relación al Estado. Los sí-
ciendo tal hecho, extrae la conclusión obli- miles clásicos son los del alma y el cuerpo,
gada: "El Estado no puede tratarla como a o del sol y la luna: el primero se encuentra
las otras confesiones religiosas, sino que de- ya en Gregorio Nacianceno, lo reiterará To-
be formar grupo aparte..." (3?). más de Aquino (»») y será acogido . por
Desde Gregorio XVI con la encíclica Mi-
ran vos de 1832 ("ni es más grato a la reli- (38) Es Interesante recordar qu« el mismo
gión y al principado civil lo que podemos León XIII aludió en la encíclica Longinqtia Ocetmi
esperar de' los deseos de aquellos que inten- de 1895 al régimen de separación estadounidense,
tan separar la Iglesia y el Estado y romper reconociendo que la Iglesia gozaba a!H de liber-
tad, pero negando que dicho régimen debiera to-
la mutua | concordia del sacerdocio con el rnarse como ejemplo universal, pues si a la Iglesia
imperio"), la doctrina católica viene con- le basta con la libertad para expandirse, mejores
denando la tesis separatista. La proposición. serían sus frutos si, además, "gozase del favor de
55 del Syüabus de Pío IX alude a dicha tesis: las leyes y del patrocinio de la potestad pública".
Desde luego, León XIII no quería quejarse dei sis-
"debe separarse la Iglesia del Estado; y el tema norteamericano, explicable por las circuns-
Estado de la Iglesia". León XHI, en Immor- tancias locales, ni pretendía su reforma: lo quo
procuraba era disuadir a los "católicos liberales",
tale Dei compendió así la tesis del Derecho que en dicho sistema veían la regla y no la excep-
ción.
(37) Cfr. Traite de Droit constitutionnel, t. 5, (39) Cír. Suma teológica, Ha. He., q. 60, art, 6,
pág. 465. ad. 3.
León XIII en Immortale Dei; el segundo siástica, en tanto y para tanto que las cosas
aparece, por ejemplo, en la carta de Ino- de que se ocupa y que son normalmente tem-
cencio III al emperador Alejo ("cuanta di- porales, se conviertan ocasionalmente en es-
ferencia hay entre el sol y la luna, tanta pirituales" ( 40 ). Y henos aquí, entonces, en
hay entre los pontífices y los reyes"). presencia de la teoría del "poder indirecto",
Como consecuencia, se impone el rechazo clave de bóveda de toda la concepción ca-
de la teoría de la coordinación absoluta, que tólica sobre las relaciones entre Iglesia y
prácticamente parifica Iglesia y Estado pro- Estado.
pugnado que ellos arreglen sus nexos me- a) Dicha teoría se va formulando a co-
diante pactos bilaterales. Dicha teoría re- mienzos del siglo xiv, en ocasión del conflicto
sulta implícitamente descalificada, por ejem- entre Bonifacio VIII y Felipe IV el Her-
plo, en Immortale Dei, cuando León XIII de- moso, y de las doctrinas antipontificias
fine la relación jerárquica que debe mediar de Marsilio de Padua; según parece, fue
entre los dos poderes: "Es, pues, necesario Juan de París el primero que habló formal-
que haya entre las dos potestades cierta tra- mente de un poder directo y de un poder
bazón ordenada; trabazón íntima, que no indirecto del Papa, en su obra De potestate
sin razón se compara a la del alma con el regia et papau (año 1303). Pero son los
cuerpo en el hombre. Para juzgar cuánta y teólogos-juristas de los nacientes tiempos
cuál sea aquella unión, forzoso se hace aten- modernos —Vitoria, Suárez, Soto, Báñez,
der a la naturaleza de cada una de las dos Torquemada, Belarmino— quienes, en rea-
soberanías, y tener cuenta de la excelencia lidad, desarrollaron a fondo la doctrina de
y nobleza de los objetos para que existen, la indirecta potestas, especialmente al car-
pues que la una tiene por fin próximo y denal San Roberto Belarmino, con justicia
principal el cuidar de los intereses caducos llamado "el teólogo del poder indirecto",
y deleznables de los hombres, y la otra el corresponde la defensa más lúcida de dicha
de procurarles los bienes celestiales y eter- tesis, que enseñó en sus célebres Contro-
nos". versias y De potestate Summi Pontificia in
7. Esa superioridad atribuye a la Iglesia, rebus temporalibus (41).
respecto del Estado, algo más que un mero Desde luego, lo dicho no significa que \a.
•poder de enseñanza o consejo (condena de "teoría del poder indirecto" sea una nove-
la tesis de la "potestad directiva"). La teo- dad doctrinaria gestada entre los siglos xiv
ría de la "potestad directiva"; ya lo sabemos y xvi; lo único que ocurre es que entonces
aceptaba la superioridad de la Iglesia res- se explícito una tesis que iba implícita en
pecto del Estado; pero se negaba a admitir la más primitiva enseñanza católica. Las
qus dicha superioridad pudiera manifestar- raíces de dicha teoría proceden del Evan-
se por otras vías que el consejo, la ense- gelio mismo, donde múltiples pasajes exal-
ñanza, la exhortación. Ahora bien, seme- tan la primacía del orden espiritual: por
jante tesis resulta ilógica e insuficiente en ejemplo, en Mateo, cap. V, v. 30 ("y si es tu
la práctica: si se reconoce que la potestad mano derecha la que te sirve de escándalo,
espiritual es superior respecto de la tem- córtala... pues mejor te está que perezca
poral, no se comprende por qué la primera uno de tus miembros, que no el que vaya tu
no incluirá atribuciones para dirimir eficaz- cuerpo al infierno"), o en Mateo, cap. XVI,
mente los inevitables conflictos que la rea- v. 26 ("¿de qué le sirve al hombre el ganar
lidad de la vida suscita entre ambos órdenes. todo el mundo, si pierde su alma?"). No es
La encíclica Libertas, emitida por León XIII otra la tradición apostólica, según consta
en 1888, descalifica en forma expresa la en los Hechos, cap. V, V. 29: "Es necesario
doctrina de la "potestad directiva": "Otros obedecer a Dios, antes que- a los hombres".
no se oponen... a que la Iglesia exista, pero La doctrina del "poder indirecto" se insinúa
le niegan la naturaleza y los derechos pro- también por Tomás de Aquino en el texto
pios de sociedad perfecta, pretendiendo no de la Suma Teológica que antes citáramos:
competirle el hacer leyes, juzgar, castigar, "la potestad secular está sujeta a la espi-
sino sólo exhortar, persuadir y aún regir a ritual, como el cuerpo al alma. Por lo tanto,
los que espontánea y voluntariamente se no es usurpar el juicio si el prelado espi-
le sujeten. Así adulteran la naturaleza de ritual interviene en las cosas temporales,
esta sociedad divina, debilitan y estrechan
su autoridad, su magisterio, toda su efica-
cia". (40) Cír. lung, pág. 118.
(41) Ya sabemos las dificultades con que tro-
8. Conclusión: teoría del "poder indirec- pearon los "Controversias" respecto del p«pa Six-
to". Las afirmaciones anteriores no impli- to V, en el año 1590. Desde el campo opuesto, el
can negar la soberanía del Estado: "el Es- Parlamento de París, enfocando con criterio gali-
tado es esencialmente soberano, pero acci- cano el problema, y juagando que la tesis de Belar-
ra ino lesionaba los derechos de los principes civiles,
dentalmente subordinado1. El poder político condenó a la hoguera la obra De potestate Summi
está, en efecto, sometido a la potestad ecle- Pontificis in re&us temparalibus.
según la medida4 2 en que le está sujeto el beatitud. Pero ello no quita que dicho acto
poder secular" C ) . posea en sí mismo, objetivamente, una fina-
Actualmente, cabe aíirmar que la teoría lidad que acaso sea por entero ajena a la
de la indirecta potestas es doctrina común última meta espiritual humaría: por ejem-
entre los teólogos y juristas .católicos; no plo, nada tiene que ver intrínsecamente con
implica ella "una simple opinión sino una ¡a eterna beatitud el funcionamiento de los
verdad teológicamente cierta, formalmente ferrocarriles o la pavimentación de las vías
enseñada por el magisterio doctrinal de la públicas. De las cosas de este último género,
Iglesia", explica Maritain («). Acerca de así entonces, cabe afirmar que de suyo o por
dicho magisterio eclesiástico, bastará re- su íntima naturaleza son independientes de
cordar que Pío IX incluyó en el Sylllabus la Id esfera espiritual y que, por ende, sobre
siguiente.proposición: "la Iglesia no tiene... ellas no tiene poder directo alguno la Igle-
potestad alguna temporal directa o indirec- sia, que es guardiana del espíritu. Las cosas
ta" (núm. 24). Por lo demás, la teoría en profanas, pues, por razón del finis operis
examen inspira al canon 1553 del Codex, se- son extrañas a la Iglesia; y sólo pueden
gún el cual la justicia eclesiástica es com- concernir a esta indirectamente, en virtud
petente en "todo aquello en que hubiere del finís operantis, vale decir, en cuanto que
razón de pecado". tales cosas terrenas no deben ser óbice sino
b) La Iglesia, así pues, que carece de una ayuda para la consecución del supremo des-
potestad directa sobre la temporal (recuér- tino del hombre, para la conquista de la
dese la descalificación del hierocratismo), eterna bienaventuranza hacia la cual lo en-
posee en cambio sobre dicha órbita un "po- camina la Iglesia. lung cita un fomoso texto
der indirecto": vale decir, que lo temporal de Belarmino («), donde se define con cla-
no se halla sujeto por sí mismo, por razón ridad la cuestión: "Así pues, la (potestad)
de su propio ser, a la jurisdicción eclesiásti- espiritual no se mezcla en los negocios tem-
ca, pero sí lo está en la medida en que las porales, sino que deja marchar todas las
cosas seculares se unen, se mezclan o rozan cosas como antes de que estuviesen unidas,
con la esfera espiritual. En realidad, dicho mientras no se opongan al fin espiritual o no
"no es otra cosa que el poder espiritual mis- sean necesarias para conseguirlo... Sin em-
mo, aplicado a las cosas temporales en razón bargo, si esto (último) ocurriere, la potes-
de los intereses espirituales" ( M ) , no es sino tad espiritual no sólo puede, sino que debe
"la potestad espiritual ejercida por la Igle- obligar a lo temporal..."
sia en la sociedad civil cristiana, indirecta d) La doctrina del "poder indirecto" par-
y pública, con efectos en los actos jurídicos te de un hecho inevitable: ni siquiera en
temporales" («). De ahí que algunos autores, teoría, y mucho menos en la práctica, cabe
para evitar equívocos, prefieran no hablar escindir nítidamente las esferas espiritual
de "poder indirecto sobre la temporal", sino y temporal. Por el contrario, al lado de las
de un único poder espiritual que se extiende cosas espirituales y de las profanas, hay
per accidens a las cosas temporales. otras "mixtas"; y aún tratándose de las dos
c) Observa lung (46) que la teoría del primeras categorías, existencialmente con-
"poder indirecto" se construye en torno al sideradas también ellas se influyen en forma
clásico distingo entre fin objetivo y fin sub- recíproca. Honrar a Dios en los días festi-
jetivo de las cosas humanas: finis operis, vos es asunto espiritual; pero en cuanto ello
fines operantis. Entiéndese por "fin obje- apareja el deber de reposo, ya está tocada la
tivo" aquel al que una cosa está natural- órbita temporal. La fijación de impuestos
mente ordenada por su propio ser; "fin es problema secular, pero susceptible de
subjetivo" es el resultado personal que per- rozar lo espiritual, por ejemplo si pretenden
sigue el sujeto que obra (el pago tiene por gravarse los actos de culto. El matrimonio,
finís operis la cancelación de la deuda res- en cuanto que contrato civil, interesa al
pectiva; el finis operantis podrá ser la recta Estado; pero interesa a la Iglesia en cuanto
conciencia del deudor, o su recelo de un em- que sacramento. El Estado debe proveer a
bargo o su miedo a la censtira social). Ahora la educación de su pueblo; pero a su vez, la
bien, cualquier acto humano, el más trivial Iglesia recibió de Cristo una función de
imaginable, debe hallarse directamente su- magisterio. El Estado impone a sus ciuda-
bordinado, desde el punto de vista subjetivo, danos la instrucción militar; pero si dicha
al supremo destino del hombre, a su eterna prestación se exige a los ministros de culto,
he ahí un nuevo rozamiento de la esfera
(42) Suma teológica, lia. lie., q. 60, art. 6, espiritual. Todos estos ejemplos, que podrían
ad. 3. multiplicarse, revelan una conexión frecuen-
(43) Cír. Primacía de lo espiriítíczl pág. 34
(44) Id., pág. 22. tísima entre ambos órdenes. Y ello admitido,
(45) Cfr. Giménez Fernández, Instituciones....
I, págs. 168 y 169. (47) Belarmino, De Romano Pontífice, lib. 5,
(46) Op. cit., págs. 116 y 117. cap. 6.
habrá que aceptar algún principio de supre- ejemplo de exigencias positivas, mencione-
macía o de jerarquización al respecto, pues mos la asistencia que el Estado debe para
de otro modo surgirían problemas insolu- la ejecución de las leyes y fallos eclesiás-
bles. Ahora bien, el primado ha de otor- ticos; el auxilio económico al culto; la ayu-
garse, ya lo sabemos, a aquel orden que es da estatal para las obras de caridad y edu-
superior por su propia finalidad: al del es- cación eclesiásticas; la salvaguardia de la
píritu, cuya meta, por concernir al destino moralidad pública y el aseguramiento de un
último del hombre, exige la subordinación orden social justo, como bases para el ejer-
de todos los demás órdenes inferiores. cicio de un fecundo apostolado religioso.
e) El llamado "poder indirecto" de la Por aplicación de estos mismos principios,
Iglesia sobre las cosas temporales es preci- la doctrina canónica propugna que, tratán-
samente eso, un poder o jurisdicción, no dose de las llamadas "cosas mixtas natura-
una mera facultad de consejo u orientación les" (por ejemplo, educación física e inte-
moral; e incluye, por ende, la potestad le- lectual) , tanto la Iglesia como el Estado
lislativa, la judicial y la ejecutiva. Dicho po- pueden dar independientemente leyes en lo
der indirecto alcanza a toda persona, a toda que concierne a los fines respectivos de una
cosa, a toda situación, siempre que los in- y otra sociedad ( r>1 ), pero guardando la de-
tereses espirituales se vean allí comprometi- bida coordinación y observándose, en caso
dos: para expresarlo con precisión filosó- de conflicto, la subordinación de lo tempo-
fica, diríamos que la "indirecta potestas" ral a lo espiritual; en cuanto a las denomi-
tiene por objeto formal la ratio peccati, y nadas "cosas mixtas sobrenaturales", así el
por objeto material todo aquello que en las matrimonio cristiano, corresponde a la Igle-
cosas temporales pueda poner en juego di- sia legislar sobre su sustancia y sobre sus
cha razón formal (-*8). Acabamos de aludir efectos necesarios e inseparables (impedi-
así a la fórmula tradicional: el poder in- mentos, deber de fidelidad, etc.), y sólo per-
directo funciona ratíone peccati, "por ra- tenece al Estado la regulación de los efectos
zón del pecado" (Cap. Novit de Inocencio III civiles separables (por ejemplo, régimen do-
bula Unam Sanctam de Bonifacio VIII; tal, sucesión entre cónyuges, etc.) Por últi-
canon 1553 del Codex); pero aclaremos que mo, para completar este examen sobre la
esto es "pecado" no ha de entenderse aquí órbita del "poder indirecto", puntualizaría-
en sentido estricto, como si la Iglesia sólo mos que el mismo corresponde a la Iglesia
pudiera intervenir en las cosas temporales respecto de la sociedad civil cristiana ( 5 2 ) ,
para reprimir culpas teológicas y nada más. y que las comunidades civiles de infieles no
Antes bien, los canonistas estiman que a están de suyo sometidas a ninguna juris-
título de su "poder indirecto" la Iglesia pue- dicción, ni siquiera indirecta, de la Iglesia,
de formular un doble género de exigencias: puesto que sólo por el bautismo se constituye
las negativas, para que se remuevan todos
los óbices que a su misión espiritual se cialmente la relación Jurisdiccional entre el prín-
opongan por parte del orden profano; y las cipe y sus subditos; y no faltan quienes rehusen
positivas, para que dicha misión se auxilie todos esos derechos y sólo justifiquen por títulos
históricos las destituciones de monarcas pronun-
y facilite por la cooperación de ese mismo ciadas por los Papas. Una de las primeras deposi-
orden secular. Como ejemplo extremo del ciones que se conocen es la de Lotario II de Lorena
primer género, se enseña que la autoridad a manos del Papa Nicolás I; la última, la de Isabel
pontificia, en virtud de su "poder indirecto", de Inglaterra, que decretara Pío V.
A propósito de los "títulos históricos", recuérdese
puede anular las leyes civiles gravemente que el Sacro Imperio Romano-Germánico, tal co-
contrarias al derecho divino o natural, o mo surgió con la coronación de Carlomagno por
gravemente dañinas para la Iglesia («); y León III en la Navidad del año 800, presuponía
asimismo, que la jerarquía eclesiástica posee una función de servicio del núeyo ente político a
la Iglesia; el desvío de esa función aparejaba, en-
atribuciones para amonestar y conminar con tonces, un apartamiento de las bases fundamen-
penas canónicas a los gobernantes cristianos tales del Imperio, y ello bastaría para justificar la
que incurran en abusos, e inclusive que po- deposición de Enrique IV por Gregorio VII, o la de
dría deponerlos y liberar a sus subditos del Federico II por Inocencio IV. En otros casos, exis-
tía lisa y llanamente una relación feudal, por cuya
juramento de fidelidad, como histórica- virtud el Papa era el señor y el príncipe un vasallo
mente ha ocurrido algunas veces ( 50 ). Como suyo, de modo que en tales supuestos el derecho de
deposición surgía en forma obvia del régimen jurí-
(48) Cír. Maritata, op, cit., pág. 35. dico feudal: así, Inglaterra bajo Juan sin Tierra,
(49) Por ejemplo, Gregorio XVI declaró en 1833 y lo mismo los reinos medievales de Aragón, Por-
nulos los decretos dados contra la Iglesia por el tugal, Dinamarca, Polonia.
regente don Pedro de Portugal; en 1906, por la en- (51) El Estado, por ejemplo, establece planea
cíclica Vehementer, Pío X anulaba la iey francesa de educación física para sus escuelas; la Iglesia re-
de separación. gula las condiciones de honestidad (vestimenta,
(50) Esta cuestión es controvertida. Algunos separación de sexos, etc.) que deben guardarse en
autores aceptan lisa y llanamente un derecho de dicha educación.
deposición a título de pena; otros sólo admiten la (52) Cfr. Giménez Fernández, op. cit., I, pá-
facultad del Pontífice para suspender circunstan- gina 169.
el hombre en subdito de la ciudad cristiana. relaciones se regulan según ciertos princi-
Pero esto no impide que la Iglesia posea allí pios básicos, que analizáramos en el capí-
plenos derechos para el ejercicio de su culto tulo anterior, y que, de acatarse con fide-
y apostolado, para exigir de la autoridad lidad, bastarían para que las dos potesta-
civil la defensa contra toda injusta agre- des se desenvolvieran armónicamente, sin
sión a su patrimonio espiritual y temporal, que fuese menester pacto alguno entre ellas.
y para declarar ofensivos al derecho divino Sin embargo, la realidad existencial es otra:
o natural ios actos que con esos vicios ema- raro será que los Estados se hallen hoy dis-
nen de los poderes temporales infieles. En puestos a aceptar integralmente y sin eon-
las sociedades cristianas acatólicas (por traprestación alguna toda la doctrina ca-
ejemplo, anglicanas, luteranas, cismáticas), nónica a propósito de los dos poderes; y
¡a situación sería, de iure, idéntica a las so- de ahí que el concordato venga a constuirse
ciedades católicas; de facto, empero, la Igle- en el instrumento indispensable para diri-
sia sólo exige allí lo mismo que reclama a las mir la cuestión desde el punto de vista prác-
comunidades infieles, y no más (ss). tico. Por otro lado, ni siquiera la mejor bue-
f ) Cerraremos este breve estudio acerca na voluntad de ambas potestades impediría
del "poder indirecto" preguntándonos si una que, en orden a las "cosas mixtas", queden
potestad que teóricamente posee un ámbito zonas borrosas; y entonces la solución con-
tan amplio de ejercicio, y cuya puesta en cordatoria se impone una vez más. De lo
marcha depende, a la postre, de la exclu- dicho no se suponga que, a través del Dere-
siva decisión eclesiástica, no vendrá a dege- cho concordatario, la Iglesia acabe arro-
nerar en abusos por parte de la Iglesia y en jando por la borda todos los postulados que
la implantación, por vía disimulada, de un afirmó en su Derecho público; muchos de
liso y llano hierocratismo. Desde luego, en esos postulados se consagran, precisamente,
la medida en que los actos de "poder indi- en los concordatos; otros son allí objeto de
recto" no conciernan a la autoridad ex ca~ reglamentación; otros, en fin, por razones
thedra pontificia, tales actos, por provenir práctricas se recogen sólo en parte o sen-
de hombres falibles, pueden en efecto apare- cillamente se silencian.
jar abusos. La historia demuestra, sin em- El estudio de las relaciones entre Iglesia
bargo, que más ha padecido el Altar del y Estado a la luz del Derecho concordatario,
Trono, que la inversa; y esta afirmación exigiría, en realidad, la consideración ínte-
cobra particular imperio en los tiempos ac- gra de todos los concordatos: ellos versan,
tuales, con una Iglesia que virtualmente en todos sus capítulos, sobre el problema de
sólo puede oponer la fuerza del espíritu a tales relaciones en sus múltiples aspectos.
Estados que funcionan como pavorosas má- Sin embargo, nosotros nos reduciremos aquí
quinas de tecnificada autoridad. Por lo de- a examinar tan sólo algunos tópicos básicos/
más, cualquiera sea el sistema que se ima- dejando los demás para otras voces de este
gine para relacionar Iglesia y Estado, siem- Enciclopedia (por ejemplo: las normas con-
pre existirá la posibilidad de que, en los cordatarias sobre inmunidad personal se
hechos, dicho sistema se corrompa por culpa tratan en la voz CLÉRIGO) . Los tópicos fun-
de la indigencia humana. Lo que importa, damentales que consideraremos son éstos:
entonces, dentro del plano doctrinario, es 1) religión del Estado; 2) personería de la
escoger la construcción que más responda Iglesia Católica y de la Santa Sede; 3) li-
a la realidad, que se concierte mejor con la bertad de organización, jurisdicción y culto
lógica y el buen sentido, sin escandalizarse de la Iglesia; 4) autonomía patrimonial de
demasiado cuando dicha construcción ex- la Iglesia; 5) auxilio del Estado a la potes-
perimente algún tropiezo en la práctica, y tad eclesiástica; 6) asistencia económica del
sin olvidar que "es humillante para la razón Estado al culto católico; 7) el Derecho ca-
y esencialmente pernicioso, negar un dere- nónico como ley supletoria para dirimir las
cho para evitar un inconveniente de he- cuestiones entre ambas potestades. Veremos
cho" (a*). estos siete temas en una rápida compulsa
de los seis más significativos concordatos
Capítulo Tercero de nuestros tiempos: con Italia de 1929, con
IGLESIA Y ESTADO EN EL DERECHO Alemania de 1933, con Austria de 1933 Ca'a),
CONCORDATARIO con Portugal de 1940, con España de 1953,
La vía concordataria (V. CONCORDATO) con la República Dominicana de 1954.
aparece en la actualidad como la más ade- (55) La vigencia del Concordato con Austria
cuada para solucionar el problema de las de 1933, pese a la extinción del Estado austríaco
relaciones entre Iglesia y Estado. Especu- por el Anchluss de 1938 y a su posterior restable-
lativamente hablando, claro está que dichas cimiento después de la segunda guerra mundial,
ha quedado definitivamente en claro luego del
cambio de notas del 22-9-956, del 21-12-957 y del
(53) lung, op. dt., pág. 142. 30-1-958 entre la Santa Sede y la embajada aus-
(54) Cír. Maritata, op. cit., pág. 32. tríaca en el Vaticano.
1. Religión del Estado. Consagran al ca- administradas por órganos eclesiásticos, con-
tolicismo como religión oficial el Tratado servan o adquieren la personalidad jurídica
con Italia y los Concordatos con España y ante el fuero civil según las normas comu-
con la República Dominicana. nes del derecho estatal. Continúan entida-
Según él artículo 1' del Tratado de Le~ des de Derecho público aquellas que lo son;
trán, "Italia reconoce y reafirma el princi- a las demás pueden concedérseles iguales
pio consagrado en ei artículo 1° del Esta- derechos, según las normas de las leyes ge-
tuto del Reino, de fecha 4 de marzo de 1848, nerales vigentes.
en virtud del cual la religión católica, apos- De acuerdo con el artículo 2e del concor-
tólica y romana es la sola religión del Es- dato austríaco: "La Iglesia Católica es re-
tado". conocida en Austria como sociedad de Dere-
El artículo 1* del concordato español reza: cho público. Sus instituciones particulares,
"La religión católica, apostólica, romana, que tienen personalidad jurídica según el
sigue siendo la única de la Nación españo- Derecho canónico, gozan de personalidad
la y gdzará de los derechos y de las prerro- jurídica también ante el Estado, caso de que
gativas que le corresponden en conformidad existan en Austria en el momento de entrada
con la ley divina y el Derecho canónico". en vigor de este concordato. Las que se eri-
Y un texto idéntico aparece en el artícu- gieren en lo futuro, adquirirán la persona-
lo 1° del concordato dominicano. lidad jurídica ante el Estado si se fundaren
2. Personería de la Iglesi Católica y de con la cooperación del Estado prevista en
la Santa Sede. El Tratado de Letrán, en su este concordato". Y a tenor del artículo 10:
artículo 2', trae el reconocimiento, por Ita- "Las Ordenes y Congregaciones religiosas
lia, de la soberanía de la Santa Sede en el pueden fundarse y establecerse libremente
dominio internacional, como un atributo in- en la República Austríaca en conformidad
herente a su naturaleza, su conformidad con ¡as prescripciones canónicas... Las que
con su tradición y con las exigencias de su se erijan en lo sucesivo, adquirirán perso-
misión en el mundo. Y según el artículo 29 nalidad jurídica en Austria ante el Estado,
del Concordato, "sigue subsistiendo la per- mediante la consigna de una declaración
sonalidad jurídica de los entes eclesiástico.? del competente obispo diocesano (Prelatura
reconocidos hasta ahora por las leyes ita- Nullius) de haberse fundado en Austria, he-
lianas (Santa Sede, diócesis, cabildos, semi- cha a la suprema Autoridad del Estado para
narios, parroquias, etc.); se reconocerá tam- los Negocios del Culto, la cual, a petición
bién esa personalidad a las iglesias públicas del interesado, dará un documento de con-
abiertas al público que no ¡a tuviesen y ? . . . firmación. En lo restante se aplica la dis-
Se reconocerá la personalidad jurídica de posición del artículo 2V de este concordato..."
las asociaciones religiosas, con o sin votos, El artículo l v del concordato portugués
aprobadas por la Santa Sede, que tiene su preceptúa que "la República portuguesa re-
casa central en el Reino y estén representa- conoce la personalidad jurídica de la Iglesia
das en él de derecho y de hecho por perso- Católica..." Por el articulo 3", se reconoce
nas que sean ciudadanos italianos y domi- también la personalidad jurídica de las aso-
ciliados en Italia. Se reconocerá, además, la ciaciones, organizaciones, corporaciones e
personalidad jurídica de las provincias re- institutos canónicamente erigidos, para lo
ligiosas italianas en los límites del territorio cual bastará una comunicación escrita del
del Estado y de sus colonias y de las aso- respectivo obispo a las autoridades civiles
ciaciones que tengan su casa principal en competentes.
el extranjero cuando se den las mismas cir- Por el artículo 2» del concordato español,
cunstancias. Se reconocerá, por otra parte, la se reconoce a la Iglesia Católica "el carácter
personalidad jurídica de las casas cuando las de sociedad perfecta". Asimismo, el artículo
reglas particulares de su orden les atribuyan 3' reconoce "la personalidad jurídica inter-
capacidad para adquirir y poseer. Se reco- nacional de la Santa Sede". Y ei artículo 4"
cerá , finalmente, personalidad jurídica a las reza: "!•' El Estado español reconoce la per-
casas generalicias y a las procuras de las sonalidad jurídica... a todas las institucio-
asociaciones, aun extranjeras. Las asocia- nes y asociaciones religiosas, existentes en
ciones o las ca?as religiosas que tienen ya España a la entrada en vigor del presente
personalidad jurídica, la conservarán..." concordato, constituidas según el Derecho
Según el artículo 13 del concordato alemán canónico; en particular a las Diócesis con
"las parroquias y otras semejantes comuni- sus instituciones anejas, a las parroquias, a
dades eclesiásticas católicas, las asociaciones las Ordenes y Congregaciones religiosas, las
parroquiales y diocesanas, las sedes episco- sociedades de vida común y los Institutos
pales, las diócesis y los cabildos, las órdenes seculares de perfección cristiana canónica-
y las congregaciones religiosas, como tam- mente reconocidos, sean de derecho pontifi-
bién los institutos, las fundaciones y enti- cio o de derecho diocesano, a sus provincias
dades patrimoniales de la Iglesia Católica y a sus casas. 29 Gozarán de igual recono-
cimiento las entidades de la misma natura- del ámbito de su competencia, leyes, decre-
leza que sean ulteriormente erigidas o apro- tos y ordenanzas".
badas en España por las autoridades ecle- El concordato portugués- preceptúa en su
siásticas competentes, con la sola condición articulo 2" que "se garantiza a 'la Iglesia ca-
de que el decreto de erección o de aprobación tólica el libre ejercicio de su autoridad; en
sea comunicado oficialmente por escrito a la esfera de su competencia, tiene faculta-
las autoridades competentes del Estado..." des para ejercer los • actos de su poder de
En cuanto al concordato dominicano, su orden y jurisdicción, sin ningún impedi-
artículo 2" reconoce "la personalidad jurídica mento"; el articulo 3' añade que "la Iglesia
internacional de la Santa Sede..."; el ar- católica en Portugal puede organizarse li-
tículo 3' reconoce como "sociedad perfecta" bremente en armonía con las normas del De-
a la Iglesia Católica; y de conformidad con recho canónico"; por fin, el artículo 16 ase-
el artículo 4" se reconoce la personalidad gura a la Iglesia "el libre ejercicio de todos
jurídica "a todas las instituciO'nes y asocia- los actos de culto privado y público, sin per-
ciones religiosas existentes en la República juicio de las exigencias de policía y circu-
Dominicana a la entrada en vigor del pre- lación".
sente Concordato, constituidas según el De- Proclama en su artículo Z" el concordato
recho canónico; en particular a las diócesis español que el Estado garantiza a la Iglesia
y a la prelatura nullius con sus instituciones católica" el libre y pleno ejercicio de su poder
anejas, a las parroquias, a las Ordenes y espiritual y de su jurisdicción, así como el
Congregaciones religiosas, a las sociedades litare y público ejercicio del culto". Y una
de vida común y a ¡os institutos seculares de fórmula idéntica aparece en el artículo 3'
perfección cristiana canónicamente recono- del concordato dominicano.
cidos, sean de derecho pontificio o de dere- 4. Autonomía patrimonial de la Iglesia.
cho diocesano; a sus provincias y a sus ca- De acuerdo con el artículo 30 del concordato
sas. Las autoridades eclesiásticas compe- italiano, "la administración ordinaria y ex-
tentes comunicarán al departamento corres- traordinaria de los bienes que pertenecen a
pondiente del gobierno dominicano la lista algún instituto eclesiástico o asociación reli-
de las instituciones y asociaciones .religiosas giosa, se lleva a cabo bajo la vigilancia y
que se acaban de mencionar, dentro de los fiscalización de las competentes autoridades
dos meses que sigan a la ratificación de este de la Iglesia, con exclusión de toda inter-
concordato... Gozarán de igual reconoci- vención por parte del Estado italiano y sin
miento las entidades de la misma naturaleza obligación de someter a conversión los bienes
que sean ulteriormente erigidas o aprobadas inmuebles. El Estado italiano reconoce a los
en la República Dominicana por las autori- institutos eclesiásticos y asociaciones reli-
dades eclesiásticas competentes, con la sola giosas la capacidad de adquirir bienes, guar-
condición de que el derecho de erección o de dando, sin embargo, las disposiciones de las
aprobación sea comunicado oficialmente a leyes referentes a las adquisiciones de las
las autoridades competentes del Estado". personas morales..."; el artículo 29 elimina
3. Libertad de organización, jurisdicción una serie de gravámenes fiscales respecto
y culto de la Iglesia. El artículo 1' del con- de bienes y personas de la Iglesia, y en ade-
cordato italiano "asegura a la Iglesia Cató- lante "el culto y la religión se asimilan para
lica el libre y público ejercicio del poder es- todos los efectos fiscales a los fines benéfi-
piritual, el libre y público ejercicio del culto, cos y docentes"; el artículo 6" equipara los
así como el de jurisdicción en materia ecle- ingresos de los eclesiásticos por razón de sus
siástica, según las reglas sentadas en el pre- oficios, a los haberes de los empleados pú-
sente concordato..." blicos, por lo que toca a exención de embar-
Según el artículo 1» del concordato alemán, go; por fin el artículo 2" reconoce el derecho
"el Reich germánico garantiza la libertad de de las autoridades eclesiásticas para hacer
la profesión y del público ejercicio de la re- colectas en el interior y a la entrada de las
ligión católica. Reconoce el derecho a la iglesias y en los edificios de su pertenencia.
Iglesia católica, dentro del ámbito de las Según el artículo 17 del concordato alemán
leyes generales vigentes, de regular y admi- "la propiedad y los demás derechos de los
nistrar libremente sus propios asuntos y de entes de derecho público, de las instituciones,
dar, dentro del campo de su competencia, de las fundaciones y de las asociaciones de
leyes y ordenaciones que obliguen a sus la Iglesia católica sobre los propios bienes
miembros". serán garantizados con arreglo a las leyes
De acuerdo con el artículo 1" del concor- generales del Estado"; por el artículo 8',
dato austríaco, se "asegura y garantiza a la "las asignaciones de que gozan los eclesiás-
Santa Iglesia Católica Romana en sus varios ticos por razón de su oficio están exentas
ritos el libre ejercicio de su poder espiritual de embargo en la misma medida en.que lo
y el libre y público ejercicio del culto", como están los sueldos o asignaciones de los em-
también "el derecho de promulgar, dentro pleados del Reich y de los Estados"; por el
Protocolo Final, "se acuerda qae queda ga- respecta sujetas al régimen estatuido por
rantizado el derecho de la Iglesia a exigir las leyes portuguesas para estas asociaciones
tributos". o corporaciones, régimen que se ejercerá a
• El concordato austríaco dispone en el ar- través del ordinario competente y que nunca
tículo 15: "!') Quedan garantizados, dentro podrá ser más gravoso que el que esté esta-
de la órbita de las leyes vigentes del Estado, blecido para las personas jurídicas de la
los bienes todos, muebles e inmuebles, de las misma naturaleza". Asimismo, el articulo 5'
entidades jurídicas eclesiásticas. Dentro de autoriza a la Iglesia para "realizar entre los
los mismos límites, la Iglesia tiene el derecho fieles, colectas o imponer cualquier tributo
de adquirir y poseer nuevos bienes, y las co- destinado a la realización de sus fines, espe-
sas así adquiridas serán asimismo inviola- cialmente en el interior y en la puerta de los
bles. 2») El patrimonio de las entidades ju- templos, así como en edificios y lugares que
rídicas eclesiásticas es administrado y repre- le pertenezcan". El artículo 8', a su vez, "re-
sentado por los órganos competentes, según conoce a la Iglesia católica en Portugal la
la norma del Derecho canónico. Para Orde- propiedad de los bienes que anteriormente le
nes y Congregaciones religiosas es conside- pertenecían y que está ahora en poder del
rado ante el Foro civil como legítimo repre- Estado, como los templos, palacios episco-
sentante para la estipulación de actos ju- pales, residencias parroquiales y sus huertos,
rídicos el Superior de la Casa, y si se trata seminarios con sus jardines o fincas, casas
de negocios jurídicos de comunidades ma- de Institutos religiosos, ornamentos, joyas
yores, el Superior respectivo. La gestión de y otros objetos afectados al culto de la reli-
los bienes eclesiásticos tiene lugar bajo la gión católica, salvo que se encuentren ac-
vigilancia y la fiscalización de las com- tualmente aplicados a servicios públicos o
petentes autoridades eclesiásticas o de los clasificados como monumentos nacionales
Superiores de la Orden. Sin su consen- o como inmuebles de interés público. Los
timiento no pueden enajenarse ni gravarse bienes a que se refiere el párrafo anterior,
tales bienes.. Se requiere además el consen- que actualmente no estén en posesión del
timiento de la autoridad estatal para el culto Estado, podrán ser transferidos a la Iglesia
siempre que la proyectada enajenación o por sus poseedores, sin ningún gravamen
gravamen de los fondos eclesiásticos lleve de carácter fiscal, con tal de que el acto de
como consecuencia nuevos o más elevados transferencia se verifique dentro del plazo
subsidios para el Erario público. El Estado de seis meses a contar de la fecha.de canje
no tomará decisión alguna a este respecto de las ratificaciones de este concordato. Los
sino después de haber oído al ordinario dio- inmuebles clasificados como monumentos
cesano. 3') La ordenación y administración nacionales, o como de interés público o que
de las funciones eclesiásticas atañe a los se declaren tales dentro de cinco años a
competentes órganos eclesiásticos. 4') Los partir de las ratificaciones de este concor-
sujetos jurídicos eclesiásticos no serán so- dato, quedarán como propiedad del Estado,
metidos a un impuesto particular cualquiera pero afectados permanentemente al servicio
o análogas contribuciones que no graven de la Iglesia. Incumbe ai Estado su conser-
también a los otros entes jurídicos..." A su vación, reparación y restauración, en armo-
vez, el artículo 14 reconoce a la Iglesia el nía con los proyectos establecidos de acuer-
derecho de cobrar impuestos, debiendo pro- do con la autoridad eclesiástica, para evitar
cederse a esos fines en armonía con la auto- perturbaciones en el servicio religioso; in-
ridad civil. En fin, el artículo 17 otorga el cumbe a la Iglesia- su custodia y régimen
privilegio de exención de embargo para las interno, especialmente en lo que respecta al
entradas de los eclesiásticos por razón de horario de las visitas, en la dirección de las
su oficio, en los mismos términos que los cuales podrá intervenir un funcionario que
concordatos italiano y alemán. nombre el Estado. Los objetos destinados al
El concordato portugués reconoce en el culto que se encuentren en- algún museo del
artículo 4' el derecho de las personas jurí- Estado o de las Corporaciones locales, serán,
dicas eclesiásticas para "adquirir bienes y siempre cedidos par-a las ceremonias religio-
disponer de ellos en los mismos términos sas al templo a que pertenecían, cuando éste
que, según la legislación presente, lo hacen se encuentre en la misma localidad donde
las demás personas morales llamadas per- se guardan dichos objetos. La cesión se hará
petuas, y administrarse libremente, bajo la a requerimiento de la autoridad eclesiástica
tigilancia y fiscalización de la autoridad competente, que velará por la custodia de
eclesiásticas respectiva. Si además de los los objetos cedidos, con !as responsabilida-
fines religiosos se propusieren también los de des de un fiel depositario". El artículo 7* ga-
asistencia y beneficencia, en cumplimiento rantiza que en caso de expropiación de bie-
de deberes estatutarios o de misiones que les nes del culto católico, siempre será oída la
sean encargadas por herencia, legados o do- autoridad eclesiástica competente. Por su
naciones, quedarán en ¡a parte que a éstas parte, el artículo 8° exime de toda clase de
impuestos a "los templos y los objetos de propias de su apostolado quedarán sujetos
los mismos, los seminarios y cualquier es- a tributación conforme a las leyes generales
tablecimiento destinado a la formación del del Estado, en paridad de condición con las
clero, así como ¡os carteles y avisos fijados demás instituciones o personas. 5" Las do-
a las puertas de las iglesias, que se refieran naciones, legados o herencias destinados a
al ministerio sagrado. De iguales exenciones la construcción de edificios del culto católico
gozan los eclesiásticos para el ejercicio de o de casas religiosas, o en general, a fina-
su misión espiritual. Los bienes de entidades lidades de culto o religiosas, serán equipa-
eclesiásticas no comprendidos en el párrafo radas, a todos los efecto.5 tributarios, a aque-
precedente no podrán ser gravados con im- llos destinados a fines benéficos o benéfico-
puestos ni contribuciones especiales". docentes". El articulo 22 garantiza la invio-
El concordato español reconoce a todas labilidad de templos y demás lugares sagra-
las personas jurídicas eclesiásticas la plena dos, como también de los palacios y curias
capacidad de adquirir, poseer y administrar episcopales, de los seminarios, de las casas
toda clase de bienes, correspondiendo a las y despachos parroquiales y rectorales y de
autoridades competentes de la Iglesia la las casas religiosas canónicamente estable-
gestión ordinaria y extraordinaria de tales cidas; y dispone que en caso de expropiación
bienes y la inspección y la vigilancia de di- de tales bienes, siempre será oída en forma
cha gestión (art. 4"). De acuerdo con el ar- previa la autoridad eclesiástica competente.
tículo 18, "la Iglesia puede libremente reca- Por fin, recordaremos que el articulo 16 in-
bar de los fieles las prestaciones autorizadas ciso 6" otorga a los eclesiásticos el beneficio
por el Derecho canónico, organizar colecta? de competencia en caso de embargo judicial
y recibir sumas y bienes, muebles e inmue- de bienes.
bles, para la prosecución de sus propios fi- El concordato dominicano, en su artículo
nes". El artículo 20 reza: "I9 Gozarán de 23, reconoce a todas las personas jurídicas
exención de impuestos y contribuciones de eclesiásticas "la plena capacidad de adquirir,
índole er-tatal o local: a) las. iglesias y capi- poseer y administrar toda clase de bienes",
llas destinadas al culto, y asimismo, los edi- incumbiendo a. las respectivas autoridades
ficios y locales anejos destinados a su servi- de la Iglesia la gestión ordinaria y extraor-
cio o a sede de asociaciones católicas; b) la dinaria de dichos bienes y la pertinente ins-
residencia de los obispos, de los canónigos pección y vigilancia de esa gestión. El mis-
y de los sacerdotes con cura de almas, siem- mo artículo garantiza en especial la pro-
pre que el inmueble sea propiedad de la piedad de la Iglesia sobre los bienes muebles
Iglesia; c) los locales destinados a oficinas e inmuebles que el Estado le reconoció suyos
de la curia diocesana y a oficinas parroquia- por las leyes de 1931 y 1943, y también sobre
les; d) las universidades eclesiásticas y los todos aquellos bienes que la Iglesia haya
seminarios destinados a la formación del adquirido o adquiera con posterioridad, in-
clero; e) las canas de las órdenes, congre- cluso los que han sido o sean declaradas
gaciones e institutos religiosos y seculares monumentos nacionales; asimismo se decla-
canónicamente establecidos en España; f ) ra propiedad de la Iglesia todos los templos
los colegios u otros centros de enseñanza, de- y otros edificios con fines eclesiásticos que
pendientes de la jerarquía eclesiástica, que el Estado ha venido construyendo desde 1930,
tengan la condición de benéfico-docentes. y los que construya en adelante; por fin, se
Están comprendidos en la exención los huer- acepta que la Iglesia pueda "recibir cual-
tos, jardines y dependencias de los inmue- quier donación destinada a la realización
bles arriba enumerados, siempre que no es- as sus fines, y organizar colectas especial-
tén destinados a industria o a cualquier otro mente en el interior o a la puerta de las
uso de carácter lucrativo. 2" Gozarán igual- templos y de los edificios y lugares que le
mente de toda exención tributaría los obje- pertenezcan". Por su parte, el artículo 42
tos destinados al culto católico, así como la reza: "D Los edificios sagrados, los semina-
publicación de las instrucciones, ordenanzas, rios y otros edificios destinados a la for-
cartas pastorales, boletines diocesanos y mación del clero, los edificios de propiedad
cualquier otro documento de las autoritíade • de la Iglesia empleados en fines de utilidad
eclesiásticas competentes referentes al go- pública, las residencias de ios obispos y de
bierno espiritual de los fieles, y también su los ministros del culto, cuando sean de pro-
fijación en los sitios de costumbre. 3V Están piedad cíe la Iglesia, estarán exentos de
igualmente exentas de todo impuesto o con- cualquier impuesto o contribución. Queda,
tribución, jas dotaciones del culto y clero expresamente convenido que los bienes cuya
a que se refiere el articulo 19, y el ejercicio propiedad adquiera la Iglesia por donación
del ministerio sacerdotal. 4" Todos los demás entre vivos o por disposición testamentaria,
bienes de entidades o personas eclesiásticas, estarán exentos de les impuestos de dona-
asi como los. ingr >sos de éstas que no pro- ción o de sucesión, siempre que los bienes
vengan del ejercicio de actividades religiosas recibidos en esa forma, se destinen a un fin
propio del culto o de utilidad pública por 6. Asistencia económica del Estado al cul-
voluntad del donante o del testante o por to católico. De acuerdo con el artículo 30 del
ulterior disposición de la autoridad ecle- concordato italiano "mientras nuevos acuer-
siástica competente. 2) Los bienes eclesiás- dos no hayan establecido otro orden de co-
ticos no comprendidos en el número prece- sas", el Estado "continuará supliendo la
dente no podrán ser gravados con impuestos insuficiencia de las rentas de los beneficios
ni contribuciones especiales. 3) Los eclesiás- eclesiásticos, asignándoles pensiones que de-
tic-os estarán exentos de cualquier impuesto berán corresponder en una medida no in-
o contribución en razón del ejercicio de su ferior al valor real de las que establecen las
ministerio espiritual. 4) Los ordinarios de leyes actualmente vigentes; por esta razón,
los lugares y los rectores de parroquias go- la administración patrimonial de dichos be-
zarán de franquicia postal y telegráfica en neficios, en lo que se refiere a los actos y
m correspondencia oficial en el país. 5) Los contratos que excedan las medidas de una
edictos y avisos que se refieren al ministe- simple administración, se hará con inter-
rio sagrado, fijados en la.s puertas de los vención por parte del Estado italiano, y, en
templos, estarán exentos de cualquier im- caso de vacante, la entrega de los bienes se
puesto o contribución". hará en presencia de un representante del
5. Auxilio del Estado a la potestad ecle- gobierno, levantándose acta. No están some-
siástica. El artículo 1" del concordato ita- tidas a dicha intervención las mesas epis-
iiano dispone que Italia ".. .donde fuere pre- copales de los obispados ruburbicarios y los
ciso concede a los eclesiásticos, para los actos patrimonios de los cabildos y parroquias de
de su ministerio espiritual, defensa por parte Roma y de dichas diócesis. Al efecto de suplir
cíe sus autoridades". la asignación, el importe de las rentas que
El concordato alemán, en su artículo 5', perciben los beneficiados a cargo de dichas
reza: "En el ejercicio de su actividad sacer- mesas y patrimonios, se señalará por una
dotal los eclesiásticos gozan de la protección declaración que se haga anualmente, bajo
del Estado de la misma manera que los em- la responsabilidad propia del obispo subur-
pleados del Estado. Este impedirá, según las bicario en lo referente a las diócesis, y del
normas de las leyes generales del Estado, cardenal vicario respecto a la ciudad de
lar, ofensas a sus personas y a su cualidad Roma". Cabe recordar que forma parte inte-
de eclesiásticos, corno también el que sean grante de los Pactos de Letrán un convenio
molestados en los actos de su ministerio, y financiero mediante el cual Italia asegura a
se constituirá garante, donde hubiere lugar, la Santa Sede, a título de indemnización,
de H protección por parte de la autoridad un cierto capital y una cierta reñía anual
civil". (ver voz VATICANO). Por lo demás, es inte-
De acuerdo con el artículo 1' del concor- resante hacer mención del artículo 28 del
dato austríaco, "en el cumplimiento de su concordato, según el cual "para tranquilidad
ministerio espiritual es debida a los ecle- de las conciencias, la Santa Sede concederá
í.iás'icos la protección del Estado". plena condonación a todos los- que, a conse-
El artículo 11 del concordato portugués cuencia de las leyes italianas que suprimie-
preceptúa: "en el ejercicio de su ministerio, ron el patrimonio eclesiástico, se hallasen
los eclesiástico:; gozan de la protección del en posesión de bienes eclesiásticos. Con este
Estado en los miamos términos que las auto- fin, la Santa Sede dará a los ordinarios las
ridades públicas". oportunas instrucciones".
El concordato español, en su Protocolo El articulo 18 del concordato aiemán ga-
Final, declara que "las autoridades ecle- rantiza que "siempre que se quisiere proce-
siásticas gozarán del apoyo del Estado en el der a desligarse de las prestaciones del Es-
desenvolvimiento de su actividad, y, al res- tado a la Iglesia Católica fundadas en leyes,
accto, seguirá rigiendo lo establecido en el tratados o especiales títulos jurídicos, se
articulo 3 del Concordato de 1851". Señale- vendrá oportunamente a una inteligencia
mos que la referida norma del anterior con- amigable entre la Santa Sede y el Reich
cordato mandaba que todas las autoridades antes de determinar los criterios que han de
del reino guardaran e hicieran guardar res- establecerse para tal desobligación. Entre
peto y consideración a los ministros sagra- los títulos especiales jurídicos se enumera
dos en el ejercicio de su1: funciones, cuidando también la costumbre fundada en derecho.
de que nadie les caí1 .are desdoro o menos- La desobligación debe, al tiempo de hacerse,
precio; asimismo, re prometía a los obispos, procurar a ios poseedores del derecho una
por parte del gobierno, amplio apoyo y pa- congrua compensación de las actuales pres-
trocinio toda vez que ello.í lo reclamaran. taciones del Estado". En el Protocolo Final
Por fin, el artículo 11 del concordato do- se prevé, asimismo, que "los edificios y fin-
minicano asegura a los eclesiásticos en el cas del Estado destinados a fines de la Igle-
riorcicio cíe r-n ministerio ' : una especial pro- sia se le dejan como hasta ahora, salvo los
tu'ción del Estado". contratos eventualmente existendales".
El artículo 15 del concordato austríaco eclesiásticos para los que el Estado no da
dispone: "l» La República Austríaca cum- emolumentos de congrua pueden ser libre-
plirá siempre para con la Iglesia Católica en mente erigidos y cambiados por la autoridad
Austria sus obligaciones financieras funda- eclesiástica competente... Los cambios de
das sobre leyes, convenciones o particulares confines de las parroquias pertenecen al
títulos jurídicos. 2» Hasta nuevo ordena- ordinario diocesana. Las Autoridades del
miento, que se establecerá de acuerdo con Estado se reservan el proponer aquellos
la Santa Sede, la base para la dotación del cambios que son aptos para hacer economías
clero activo y pensionado es la legislación y son considerados como prácticamente via-
actual sobre la congrua, y esto de modo que bles. 8» Los edificios y fondos del Estado que
en caso de mudanza en los estipendios de al presente sirven inmediata y mediatamen-
los empleados del Estado tenga también el te a fines eclesiásticos, comprendidos aque-
clero un cambio análogo. 311 A los arzobis- llos de que disfrutan las órdenes y las con-
pos, a los obispos diocesanos y al prelado gregaciones religiosas, se dejan para tales
nulllus, a sus coadjutores, auxiliares y vica- fines también en lo futuro, teniendo en
rios generales no provistos de una dotación cuenta los contratos que tal vez existan.
suficiente proveniente de fondos y rentas 9° Los Fondos de Religión tienen carácter
de la Mesa, o bien del Fondo de Religión eclesiástico. Son personas jurídicas y hasta
o del Erario público, se corresponderá, en nueva disposición serán, como hasta ahora,
cuanto la situación económica del Estado administrados por el Estado a nombre de
lo permita, con un congruo suplemento del la Iglesia. En las relaciones entre el Fondo
Erario público, a norma de un acuerdo que de Religión y el erario del Estado, y en par-
habrá de pactarse con la Santa Sede (a ticular para aquello que atañe a la obliga-
este propósito se tendrá también en cuenta, ción de suplementos económicos de parte
según el Protocolo Adicional, los gastos del del último, no tendrá lugar cambio alguno".
funcionamiento de las cancillerías dioce- El concordato español, en su artículo 19,
sanas). 4' Apenas lo consienta la situación dispone: "!' La Iglesia y el Estado estudia-
económica del Estado, la nueva diócesis de rán, de común acuerdo, la creación de un
Innsbruck-Feldkirch estará provista de ca- adecuado patrimonio eclesiástico que ase-
bildo. El número de los dignatarios y de los gure una congrua dotación del culto y del
canónigos se establecerá de acuerdo entre clero. 2' Mientras tanto el Estado, a título
la Senté Sede y la Suprema Autoridad del de indemnizaciones por las pasadas desmor-
Estado para el Culto. 5" Si los réditos de las tizaciones de bienes eclesiásticos y como
iglesias metropolitanas y catedrales no son contribución a la obra de la Iglesia en favor
suficientes para el mantenimiento de los de la Nación, le asignará anualmente una
edificios sagrados correspondientes, para adecuada dotación. Esta comprenderá, en
los gastos del culto divino y los estipendios particular, las consignaciones correspon-
de los empleados laicos, necesarios en tales dientes a los arzobispos y obispos diocesanos,
iglesias, el gobierno, examinado el estado los coadjutores, auxiliares, vicarios genera-
de las cosas, contribuirá a cubrir el déficit, les, los Cabildos Catedralicios y de las Cole-
al menos en el límite de las prestaciones giatas, e! clero parroquial así como las asig-
hasta ahora entregadas y en la medida de naciones en favor de Seminarios y Universi-
sus posibilidades financieras (según el Pro- dades eclesiásticas y para el ejercicio del
tocolo Adicional, no se harán, por razones culto. Por lo que se refiere a la dotación de
de orden financiero del Estado, reducciones beneficios no consistoriales y a las subven-
sin previo acuerdo). 6° El Estado corres- ciones para los Seminarios y las Universi-
ponderá como hasta ahora, en los límites dades eclesiásticas, continuarán en vigor las
de sus posibilidades financieras, con con- normas fijadas en los respectivos Acuerdos
venientes contribuciones que habrán de fi- del 16 de julio y 8 de diciembre de 1946. Si
jarse, siempre que hubiere de tener lugar en el futuro tuviese lugar una alteración
una innovación cualquiera, de acuerdo con notable de las condiciones económicas ge-
la Santa Sede, a los Seminarios, ordenados nerales, dichas dotaciones serán oportuna-
según las prescripciones del Derecho canó- mente adecuadas a las nuevas circunstan-
nico. Acerca de tales asignaciones queda en cias, de forma que siempre quede asegurado
todo su vigor la obligación de rendir cuen- el sostenimiento del clero. 3° El Estado, fiel
tas al Estado. 7° Para la erección de oficios a la tradición nacional, concederá anual-
eclesiásticos en los que se exija del gobier- mente subvenciones para la construcción y
no un suplemento de congrua es necesario conservación de templos parroquiales y rec- i
el consentimiento de las Supremas Auto- torales y seminarios; el fomento de las ór- I
ridades estatales para el culto. Estas reco- denes, Congregaciones o institutos eclesiás- f
nocerán también eventualmente la perso- ticos consagrados a la actividad misional y
nalidad jurídica de los nuevos oficios para el cuidado de los monasterios de relevante j
el fuero civil. Al contrario, aquellos oficios valor histórico en España, así como para \
ayudar al sostenimiento del Colegio Español cuales no se ha tratado en los artículos pre-
de San José y de la Iglesia y Residencia es- cedentes serán reguladas en el campo ecle-
pañolas de Monserrat, en Boma. 4" El Es- siástico según el Derecho canónico vigente.
tado prestará a la Iglesia su colaboración Si en el futuro surgiere alguna divergencia
para crear y financiar instituciones asis- sobre la interpretación o sobre la aplicación
tenciales en favor del clero anciano, enfer- de alguna disposición del presente concor-
mo o inválido. Igualmente asignará una dato, la Santa Sede y el Reich Germánico
adecuada pensión a los prelados residencia- procederán de común inteligencia a una so-
les que, por razones de edad o salud, se re- lución amistosa". El concordato italiano, en
tiren de su cargo". El artículo 9 párrafo 3° cambio, en su artículo 44 se reduce a con-
añade: "El Estado español se compromete templar la "solución amistosa" en términos
a proveer a las necesidades económicas de análogos al artículo 33 párrafo 2" del ale-
las diócesis que en el futuro se erijan aumen- mán que acabamos de transcribir. Por u
tando adecuadamente la dotación estable- parte, el concordato austríaco reza en el
cida en el artículo 19. El Estado, además, artículo 22: "Todas las otras materias re-
por sí o por medio de las corporaciones lo- lativas a personas y cosas eclesiásticas dé
cales interesadas, contribuirá con una sub- las que no se ha tratado en los artículos pre-
vención extraordinaria a los gastos iniciales cedentes serán reguladas según el Derecho
de organización de las nuevas diócesis; en canónico vigente. Si en lo futuro surgiere
particular subvencionará la construcción de alguna dificultad sobre la interpretación de
las nuevas catedrales y de los edificios des- los precedentes artículos o se hiciese necesa-
tinados a residencia del prelado, oficinas de rio regular cuestiones relativas a personas
la curia y seminarios diocesanos". Y agrega- o cosas eclesiásticas no tratadas en este
remos la mención del artículo 11: "1" La concordato, que entran también en la esfe-
autoridad eclesiástica podrá libremente eri- ra del Estado, la Santa Sede y el gobierno
gir nuevas parroquias y modificar los lími- Federal procederán de común inteligencia
tes de las ya existentes. Cuando estas medi- a una amigable solución o acuerdo..."; co-
das impliquen un aumento de contribución mo aplicación de ese principio, puede citar-
económica del Estado, la autoridad eclesiás- se el Protocolo Adicional en materia de pro-
tica habrá de ponerse de acuerdo con la visión de arzobispados, obispados y otras
competente autoridad del Estado, por lo prelacias: si hay una objeción del gobierno
que se refiere a dicha contribución. 2" Si la al candidato eclesiástico, se procurará lle-
autoridad eclesiástica considerase oportuno gar a una inteligencia amistosa, pero de
agrupar, de modo provisional o definitivo, fallar ésta, "la Santa Sede es libre de efec-
varias parroquias, bien sea confiándolas a tuar la provisión". El concordato portugués
un solo párraco, asistido de uno o varios se limita a establecer que "para cualquier
coadjutores, bien reuniendo en un solo pre- duda en la interpretación de este concor-
biterio a varios sacerdotes, el Estado man- dato, la Santa Sede y el gobierno portugués
tendrá inalteradas las dotaciones asignadas procurarán, de común acuerdo, encontrar
a dichas parroquias. Las dotaciones para una solución amistosa" (art. 30). El con-
las parroquias que estén vacantes no pue- cordato español, en cambio, preceptúa en
den ser distintas de las dotaciones para las su artículo 35: "I5 La Santa Sede y el go-
parroquias que estén provistas". bierno español procederán de común acuer-
El concordato dominicano dedica a nues- do en la resolución de las dudas o dificulta-
tro tema el artículo 7': "!' El gobierno do- des que pudieran surgir en la interpreta-
dinieanp se compromete a construir la igle- ción o aplicación de cualquier cláusula del
sia catedral o prelaticia y los edificios ade- presente concordato, inspirándose para ello
cuados que sirvan de habitación del obispo en los principios que le informan. 2" Las
o prelado nullius y de oficinas de la curia, materias relativas a personas y cosas ecle-
en las diócesis y prelatura nullius actual- siásticas de las cuales no se ha tratado en
mente existentes que lo necesiten, y en las los artículos precedentes serán reguladas
que se establezcan en el futuro. Además el según el Derecho canónico vigente". Por
gobierno asegura a la arquidiócesis de Santo fin, el artículo 27 del concordato dominicano
Domingo y a cada diócesis o prelatura nu- reza: "Las demás materias relativas a per-
llius actualmente existentes o que se erijan sonas o cosas eclesiásticas que no hayan sido
en el futuro, una subvención mensual para tratadas en los artículos precedentes serán
los gastos de administración y para las arregladas según el Derecho canónico vi-
iglesias pobres". gente. Si en el porvenir surgiere alguna
7. El Derecho canónico como ley supleto- duda o dificultad sobre la interpretación
ria para dirimir las cuestiones entre ambas del presente ..concordato o fuere necesario
potestades. El concordato alemán, en su ar- arreglar cuestiones relativas a personas o
tículo 33, dispone que "las materias relati- cosas eclesiásticas, que no hayan sido tra-
vas a personas y cosas eclesiásticas de las tadas en los artículos precedentes y que
toquen también el interés del Estado, la gano supremo, la Santa SedeO"). Para
Santa Sede y el gobierno dominicano pro- Jemolo, la cuestión de si la Iglesia posee
cederán de común inteligencia a solucionar personería internacional se traduce, para
amigablemente la diferencia.". el jurista, en esta sencilla pregunta: ¿las
relaciones entre la Santa Sede y los Estados
Capitulo Cuarto se rigen o no por el Derecho internacional?
LA IGLESIA EN EL DERECHO INTERNACIONAL Y aparece entonces el hecho obvio de que,
PÚBLICO en efecto, los vínculos diplomáticos de la
La Iglesia Católica es, hoy comunmente Iglesia, los concordatos, etcétera, se gobier-
aceptada como persona o sujeto del Derecho nan por las normas jusinternacionales co-
Internacional público: vale decir, que sus rrientes. Para .afirmar lo contrario habría
relaciones en el plano temporal con los otros que demostrar que en tales supuestos la
sujetos internacionales (los Estados, ante Iglesia y el Estado se están rigiendo por un
todo) y con la comunidad internacional ordenamiento específicamente diverso, y ha-
bría que explicar cuál es ese enigmático
misma, se rigen por el Derecho de gentes. orden. Pero resulta evidente que no hay
Desde luego, estamos hablando acá de la nada de esto, y que tanto la Iglesia como el
Iglesia Católica como sociedad universal de Estado, en sus mutuas relaciones, entienden
los fieles cristianos, o en todo caso, simul- aplicar los principios comunes del Derecho
tánea o separadamente, de la Santa Sede internacional: e incluso ocurre así a pro-
que es su supremo órgano de gobierno; y pósito de gobiernos en abierto conflicto con
no de la Ciudad del Vaticano, que puede la Santa Sede, por ejemplo cuando siguen
asimilarse a otro estado secular cualquiera reconociendo la inmunidad de la nunciatu-
y cuya personería internacional, por ende, ra luego de rotas las relaciones diplomáticas
no suscita problemas. con Roma í 5 »). Es interesante también la
Respecto de la Iglesia, en cambio, no fal- posición de Mauro; quien luego de rechazar
tan las disidencias. Bluntschli, de Martens, los argumentos tradicionales en pro de la
Pradier-Fodére, Gidel, Bonfils-Fauchille, personería internacional de la Iglesia, acaba
niegan que ella sea sujeto del Derecho in- por admitirla sobre la base de una cons-
.ternacional, arguyendo que, pese a su ca- trucción de sesgo kelseniano (™). Entre los
rácter universal, está sometida al Derecho intemacionalistas argentinos, podemos men-
público interno de cada estado. cionar a Daniel Antokoletz como partidario
No es esa, empero, la doctrina dominante. de la tesis afirmativa (so).
Ya Pascual Piore afirmaba rotundamente Desde el punto de vista del Derecho pu-
la personería internacional de la Iglesia blico eclesiástico, la solución no puede ser
Catóíica, con el argumento de. que dicha dudosa. La Iglesia es sociedad jurídicamen-
institución no reconoce fronteras y se ex- te perfecta, es un ente soberano, no apareja
tiende por todo el orbe. El mismo Fiore enu- una corporación cualquiera que pueda go-
meraba estos "derechos internacionales de bernarse en cada país por el respectivo
la Iglesia": el derecho de independencia en derecho interno; por ende, sus nexos dentro
cuanto a constitución y organización; el de la comunidad internacional se rijen por
derecho de libre gobierno en la persecución el Derecho de gentes, y en consecuencia,
de sus fines espirituales; el derecho de libre ella posee personería internacional, ella es
y recíproca comunicación entre el Papa, la portadora de potestades y de cargas jurídi-
jerarquía y ios fieles; el derecho de repre- cas normadas por el Derecho internacional.
sentación diplomática; la inviolabilidad del En concreto, dicha personería se hace os-
Papa como jefe espiritual de la Iglesia ( fl «). tensible, fundamentalmente, con el ejerci-
Anzilotti, por su parte, ha fundado la per- cio del derecho de legación activo y pasivo
sonería internacional de la Iglesia en dos por la Santa Sede, y a través de la celebra-
extremos: la celebración de concordatos; el ción de concordatos.
ejercicio del derecho de legación por su ór- Cabe recordar, por último, que algunos es-
tados han reconocido esa personería inter-
(56) Advirtamos que Plore, de cualquier modo, nacional de la Iglesia y de la Santa Sede:
entendía que la personalidad internacional de la así el artículo 2' del Tratado de Letrán con
Iglesia no obsta para que ella, dentro tíe cada Es
tajo, sea considerada como corporación sujeta a (57) Cír. Anzilotti, Curso de Derecho interna-
las respectivas leyes; tampoco podría pretender la cional, 1935, págs. 127-139.
Iglesia, según Fiore, todos los derechos que en el (58) Cfr. Jemolo, "La Santa Sede soggetto di
orden internacional corresponden a los Estados; en Diritto internazionale", en Rivista di Diritto Pilb-
fin, tampoco sería la Iglesia, de suyo, persona ju- blico, 1925, li parte, págs. 427 y 428.
rídica universal en cuanto a capacidad de bienes, (59) Cfr. Mauro, "La personalita internazionale
pues dicha capacidad derivaría del Derecho pú- della Santa Sede", en la misma revista, 1927,
blico interno de cada Estado. Para el pensamiento 1' parte, págs. J21 y sigs.
de Piore, ver Diritto iaternazionale codificado, nú- (60) Antokoletz, Tratado de Derecho interna-
meros 70-76. cional público, I , pág. 474.
Italia: el artículo 3' del concordato con Es- La Constitución de Costa Rica de 1949, en
paña; el artículo 2'' del concordato con la su artículo 76 dispone que "la Religión Ca-
República Dominicana. tólica, Apostólica, Romana, es la del Estado,
el cual contribuye a su mantenimiento, sin
Capitulo Quinto impedir el libre ejercicio en la República de
IGLESIA Y ESTADO EN EL DERECHO otros cultos que no se opongan a la moral
CONSTITUCIONAL CONTEMPORÁNEO universal ni a las buenas costumbres".
2. En Solivia, por el artículo 3' de la
Múltiples son las formas concretas que Constitución de 1945, se da para la Iglesia
adoptan las relaciones entre la Iglesia Ca- Católica una situación si no propiamente
tólica y el Estado, en el Derecho constitu- confesional, muy cercana a dicha especie:
cional contemporáneo. Nosotros, sin preten- "Él Estado reconoce y sostiene la religión
der agotar esta, abigarrada materia, y reco- católica, apostólica y romana, garantizando
nociendo que existen "zonas grises" de difícil el ejercicio público de todo otro culto".
ubicación, agruparíamos en tres grandes 3. La República Dominicana presenta en
categorías las constituciones de nuestro este orden características sui generis. En
tiempo: primero, las que acogen el sistema realidad, la Constitución de 1947 no esta-
propiamente confesional, vale decir, que de- tuye de manera formal un régimen confe-
claran "religión del Estado" a la Católica; sionalista, sino que tan sólo declara que "las
segundo, las que organizan un sistema de relaciones de la Iglesia y el Estado seguirán
irato preferericial para la Iglesia Católica; siendo las mismas que son actualmente, en
tercero, las que proclaman la separación tanto que la religión católica, apostólica,
entre Iglesia y Estado ( u l ) . romana, sea la que profese la mayoría de
I. Sistema confesional o de religión de los dominicanos" (art. 93). Pero dicho ré-
Estado. 1. Dentro del sistema propiamente gimen, así definido en términos tan flexibles,
confesional, esto es, de regímenes constitu- podría adoptar forma concordataria, y a su
cionales donde la Religión Católica Apos- vez el concordato podría introducir la "reli-
tólica Romana se adopta oficialmente por el gión de Estado". Y esto es lo que en efecto
Estado o la Nación, mencionaremos a Es- ocurre en la actualidad, desde el concor-
paña, Paraguay, Costa Rica. dato de 1954 que ya conocemos.
Tocante a España, debe recordarse que el 4. También en una situación muy 'singu-
Fuero de los españoles, en su artículo VI, lar ubicaríamos a Italia, cuya Constitución
preceptúa que "la profesión y práctica de de 1947 no organiza propiamente un sistema
la Religión Católica, que es la del. Estado confesional, sino que alude a un ordena-
español, gozará de la protección oficial. Na- miento concordatario, el de los Pactos de
die será molestado por sus creencias religio- Letrán; estos, de cualquier modo, proclaman
sas, ni el ejercicio privado de su culto. No se que la católica "es la sola religión del Es-
permitirán otras ceremonias ni manifesta- tado", y así arribaríamos al confesionalismo.
ciones externas que las de la Religión Ca- Pero quisiéramos examinar más a fondo
tólica'. este problema, en vistas de la cuidadosa ela-
Según el artículo 3' de la Constitución del boración técnica y del espíritu avanzado
Paraguay de 1943, "la Religión del Estado es que caracterizan al régimen constitucional
la. Católica, Apostólica, Romana, pero se italiano.
toleran los demás cultos que no se opongan De acuerdo con el famoso artículo séptimo
a la moral y al orden público..." de la Carta de 1947, "el Estado y la Iglesia
Católica son, cada uno en su propio orden,
(SI) Desde iuego, estes tres sistemas pueden independientes y soberanos. Sus relaciones
darse no sólo respecto de la Iglesia católica —que son reguladas por los Pactos de Letrán. Las
es la que ahora nos preocupa—, sino también acer-
ca de otras iglesias o coniesiones religiosas, cris- modificaciones de los Pactos, aceptadas por
tianas o no cristianas. Desde yp, los regímenes ambas partes, no necesitan procedimiento
separatistas valen para todos los cultos, no só'.o el de revisión constitucional". La primera pro-
católico, por más que en les países donde es mayo- posición de este artículo es fruto de la fusión
ría el catolicismo la separación vaya virtualmente
dirigida a esa religión dominante; como ejemplo de dos fórmulas, una proyectada por el con-
de ordenamiento separatista en pueblos no católi- vencional democristiano Dossetti, otra por
cos, citaremos el p.rt. 124 de la Constitución de la el comunista Tcgliatti; y con ella, se ha ve-
UKSS da 1930: "A fin de asegurar a los ciudada-
nos la libertad ds conciencia, la Iglesia, en la URSS, nido a reconocer para la Iglesia Católica el"
osla separada del Estado, y la escuela, de !a Igle- carácter "originario" de su ordenamiento
sia. La libertad de practicar los cultos religiosos y jurídico, en el sentido de la célebre doctrina
la libertad de propaganda antirreligiosa se recono- de San ti Romano: la Iglesia posee un régi-
cen a todos los ciudadanos". En cuanto a los siste-
mas confesionales o preferenciales, recordemos, por
j;ürícíi«? y un poder normativo que se
ejemplo, que existen Estados protestantes (así
Crai: Brctp.ña), ortodoxos (por ejemplo. Constitu- ejemplo, Constitución de 1959 de la República Mu-
ción de tirecia de 1927, art. li). musulmanes (por sulmana de Mauritania).
justifican por si solos y que, lejos de derivar Santa Sede. Por lo demás, el mismo Dossetti
su validez de otros (del Estado, por ejemplo), destacó que la proposición final del artículo
tienen por venero la esencia y la existencia 7" implicaba, contrario sensu, esta otra: que
histórica misma de la institución eclesiás- las modificaciones de los Pactos Lateranen-
tica. La segunda proposición ("sus relacio- ses no aceptadas por ambas partes, requie-
nes son reguladas por los Pactos de Letrán") ren sí un proceso de revisión constitucional;
significa, en concreto, que la República dicho en otros términos, que la reforma
aceptó los compromisos asumidos en 1929 unilateral del presente régimen de relaciones
por el reino de Italia con los Pactos Late- entre Estado italiano e Iglesia Católica,
ranenses, vale decir, como explicara gráfi- exige la reforma de la Constitución misma.
camente el convencional Tupini, que se po- De todas maneras, el artículo 7° de la
nía al pie de dichos Pactos "ia firma de Constitución italiana, al ratificar los Pac-
República"; en un sentido más general, esa tos de Letrán, ha venido ha admitir el ar-
proposición supone, también, proclamar el tículo 1' del Tratado de 1929 según el cual
principio de que no sólo ahora sino siempre, la religión católica "es la sola religión del
las relaciones entre el Estado italiano y la Estado". Y mientras ese régimen no cambie
Iglesia Católica. "no pueden ser reguladas (bilateralmente, por nuevos concordatos;
sino por una disciplina bilateralmente con- unilateralmente, por reforma de ¡a Consti-
venida" ( « 2 > . pero, eso aparte, cabría pre- tución), pareciera que Italia puede cata-
guntarse si dicha referencia constitucional logarse entre los estados confesionales, aun-
a los Pactos de Letrán apareja la lisa y llana que con muy especiales características. Des-
"constitucionalización" de tales Pactos. He de luego, no hay doctrina pacífica en esta
ahí un tema que se discutió con deteni- materia. Ya desde antes de la República, se
miento en la Constituyente italiana, y que venía discutiendo si el artículo 1" del Tra-
se relaciona con la tercera proposición del tado de Letrán, y demás normas conexas,
artículo 7" ("las modificaciones de los Pac- implicaban una definición de confesiona-
tos, aceptadas por ambas partes, no nece- lidad: y las respuestas eran contradictorias,
sitan procedimiento de revisión constitu- pues según unos Italia era, en efecto, un
cional"). Pues bien, y a la postre, el perti- estado confesional, mientras que otros ha-
nente debate permitió dejar sentada una blaban de "estado católico no confesional",
respuesta negativa: Italia asume así por o de "estado superconfesional", no faltando
su Constitución los compromisos convencio- quienes vieran en el régimen imperante ca-
nales definidos en los acuerdos de Letrán; racteres separatistas. En enseno de la Cons-
pero de cualquier modo, tales acuerdos no se tituyente, al suscitarse este problema, los
hallan "incorporados", "insertados" en la diputados de tendencia laicista impugna-
Carta de 1947, no están "constitucionaliza- ron el artículo 7' de la Carta con el argu-
dos". Y la mejor prueba resulta precisamen- mento de que, por esa vía, se convalidaba
te de la proposición tercera del artículo 7', el artículo 1» del Tratado de 1929 y se erigía
en cuanto por ella se prevé que los Pactos a Italia en "estado confesional". Sus adver-
Lateranenses pueden ser modificados por sarios, para destruir esa argumentación,
arreglo de ambas partes, sin que en tal hi- procuraron atenuar los alcances de dicho
pótesis se requiera el mecanismo de la re- artículo 1' del tratado lateranense: así Dos-
forma constitucional. Dossetti explicó con setti afirmó que dicha norma implicaba tan
acuidad este alcance del artículo 7°, recor- sólo "una constatación de hecho, un dato
dando el distingo entre normas jurídicas histórico, esto es, que la religión católica es
"materiales" e "instrumentales", esto es, la religión de la gran mayoría del pueblo
entre normas que regulan ellas mismas una italiano, con esta consecuencia jurídica se-
situación jurídica, y normas que contemplan gura, que, donde el Estado deba recurrir a
tan sólo el procedimiento para la produc- una ceremonia religiosa, para ella deberá
ción de otras encargadas de dicha regula- valerse del culto católico... el artículo 1' del
ción. Así entonces, el artículo 7' no "cons- Tratado .. .no implisa ninguna inferioridad
titucionaliza" los Pactos de Letrán, no in- jurídica de principio para los pertenecientes
corpora a la Constitución todos y cada uno a las otras confesiones... No implica ningu-
de los preceptos materiales contenidos en na discriminación en la capacidad jurídica
esos Pactos; sino que tan sólo prevé que las de los ciudadanos..." í63).
relaciones entre Iglesia y Estado se con- A mi entender, el juego de los artículos
ciertan por acuerdos bilaterales, hoy los 7' de la Constitución de 1947 y el 1» del
Pactos de Letrán, mañana otros cualesquiera Tratado Lateranense de 1929 autoriza a con-
que celebren de mutuo acuerdo Italia y la cluir que el sistema confesionalista impera
sustancialmente en Italia, ya que el Estado
(62) Exposición del convencional Dossetti, pá-
gina 32 de La, Constituzione delta Repubblica Ita- (63) Cír. La Constitusione délla Repubblica
liana, Italiana, pág. 33.
Italiano, en cuanto que persona moral, afir- tentes en Irlanda al entrar en vigencia la
ma como religión suya a L, católica; con Carta. Pero, eso aparte, la misma norma
lo cual también va dicho que, a mi criterio, preceptúa que "el Estado reconoce la posi-
no es posible reducir el artículo 1° del Tra- ción especial de la Santa Iglesia Católica
tado a un mero juicio de hecho, a la sola Apostólica Romana como guardiána de la
constatación empírica de que la mayoría de Fe profesada por la gran mayoría áe' los
los italianos profesan el catolicismo. Ahora ciudadanos". En resumen, que no hay en
bien, no se requiere más para que un estado Irlanda estado confesional, y que inclusive
sea esencialmente confesional: no se precisa, media allí separación económica entre Igle-
por ejemplo, que allí impere la mera tole- sia y Estado; pero eso no impide que se con-
rancia y no la libertad de cultos, o que las sidere en un status preferencial a la Iglesia
demás , confesiones religiosas sean oficial- Católica.
mente ignoradas. Por eso, la coníesionalidad La Constitución de Panamá de 1948, aparte
del actual régimen italiano no obsta para de reconocer en su artículo 35 la "libre pro-
que el artículo 19 de la Carta de 1947 ase- fesión de todas las religiones así como el
gure a" todos los habitantes el derecho "de ejercicio de todos los cultos, sin otra limita-
profesar libremente su fe religiosa en cual- ción que el respeto a la moral cristiana y al
quier forma, individual o asociada, de hacer orden público", y además de aceptar la ca-
propaganda y de ejercer el culto respectivo pacidad jurídica según el derecho común
en privado o en público, siempre que no se para todas las asociaciones religiosas (art.
trate de ritos contrarios a las buenas cos- 37), estatuye en el artículo 36 que "se reco-
tumbres"; y tampoco es, óbice dicha confe- noce que la religión católica es la de la ma-
sionalidad para que el artículo 8' proclame yoría de'los panameños. Se la enseñará en
que "todas las confesiones religiosas son las escuelas públicas, pero su aprendizaje y
igualmente libres ante la ley. Las confesio- la asistencia a los actos de su culto no será
nes religiosas diferentes del catolicismo tie- obligatorio para los alumnos, cuando así lo
nen el derecho de organizarse según sus soliciten sus padres o tutores. La ley dis-
estatutos, mientras no contrasten con el pondrá los auxilios que se deban prestar a
ordenamiento jurídico italiano. Sus relacio- dicha religión para misiones a las tribus
nes con el Estado son reglamentadas por indígenas y para otros fines análogos".
ley, sobre la base de acuerdos con los res- La Constitución del Perú de 1933, con las
pectivos representantes" í 84 ). reformas introducidas por la ley 9166 de
II. Sistema de trato preferencial. Citare- 1940, sin perjuicio de asegurar ia libertad ds
mos las constituciones de Irlanda, Panamá, conciencia y de creencias (art. 59), dispone
Perú, como ejemplos de este segundo siste- en su artículo 232: "respetando los senti-
ma, donde el catolicismo no asume propia- mientos de la mayoría nacional, el Estado
mente la jerarquía de religión oficial, pero protege la Religión Católica, Apostólica y
recibe sí del Estado un tratamiento de pre- Romana. Las demás religiones gozan de li-
ferencia. bertad para el ejercicio de sus respectivos
El artículo 44 de la Constitución de Ir- cultos"; y el artículo 24 añade que "las re-
landa de 1937, proclama que "el homenaje laciones entre el Estado y la Iglesia católica
del culto público es debido a Dios Omnipo- se regirán por concordatos celebrados por
tente. Tendrá en reverencia su nombre y el Poder Ejecutivo y aprobados por el Con-
respetará y honrará la religión"; consagra greso" («6) .
plena libertad de conciencia y de culto; ga- III. Sistema de separación. Dentro de los
rantiza que no habrá inhabilitaciones o dis- sistemas constitucionales que separan Igle-
tingos por causa religiosa; asegura que no sia y Estado, los matices son variadísimos,
se subvencionará ninguna religión; y reco- y su gama corre desde un extremo donde la
noce a todas las confesiones religiosas exis- separación es más de forma que de sustan-
cia, hasta el extremo opuesto donde el se-
(64) Es visible la diferencia entre el régimen paratismo se eriza de hostilidad. Para or-
de relaciones entre Estado italiano e Iglesia cató- denar en alguna medida esta materia, po-
lica (art. 7?) y el régimen de relaciones entre ese
Estado y las demás confesiones religiosas (art. 8'). dríamos aludir así a una separación bené-
En la primera hipótesis se reconoce, frente a la so- vola, a otra neutral, a una tercera hostil.
beranía del Estado, otro ordenamiento también so- En la primera categoría ubicaríamos a Por-
berano e independíente; en el segundo supuesto, tugal, Brasil y Bonn; en la segunda, a Es-
en cambio, la soberanía estatal encuentra frente
a sí a ordenamientos de soberanía limitada: por tados Unidos, Francia, Uruguay, Chile, Ecua-
eso, para la validez de los estatutos de las confe- dor, Cuba, Honduras, Nicaragua, El Salva-
siones no católicas, se ies« exige que no contrasten dor; en la tercera a Méjico.
con el ordenamiento jurídico italiano; por eso,
también, los recíprocos nexos se establecen por le-
yes ordinarias derogables por otras leyes, sin lle- (65) Anotaremos que, eso aparte, la Constitu-
gar al nivel constitucional que prevé el art. 7» ción peruana mantiene el Patronato (arts. 233, 154,,
para la Iglesia católica. incs. 23-26 y 123, inc. 14).
1. Según el artículo 46 de la Constitu- independientemente, dentro de los límites
ción de Portugal de 1933, "sin perjuicio de de la ley vigente para todos, confiriendo sus
lo preceptuado en el concordato en la es- cargos sin intervención del Estado ni de la
fera del Patronato, el Estado mantiene el comunidad civil. 49 Las sociedades religiosas
régimen de separación en relación con la adquieren la capacidad jurídica con arregle
Iglesia católica y con cualquier otra reli- a las disposiciones generales del derechc
gión o culto practicados dentro del territorio civil. 5' Las sociedades religiosas que antes
portugués, así como las relaciones diplomá- hubieran sido corporaciones de Derecho pú-
ticas entre la Santa Sede y Portugal..."; blico siguen siéndolo. A las demás socieda-
a su vez, a tenor del articulo 45, "es libre el des religiosas se les concederán, si lo solici-
culto público o particular de todas las reli- taren, los mismos derechos, siempre que sus
giones, pudiendo éstas organizarse libre- estatutos y el número de sus miembros
mente, en armonía con las normas de su ofrezcan garantías de duración. Si varias
jerarquía y disciplina, y constituir en esa ' de tales sociedades religiosas se reunieren
forma asociaciones u organizaciones, a las en una agrupación, esta será asimismo una
que el Estado reconoce existencia civil y per- corporación de Derecho público. 6'' Las so-
sonalidad jurídica..." Ahora bien, no.se ciedades religiosas que sean corporaciones
olvide que el concordato que ss prevé en el de Derecho público, están facultadas para
artículo 46 transcripto, apareja en la ac- percibir impuestos con arreglo a "las disposi-
tualidad una serie de consideraciones para ciones legales de ¡os Estados, a base de las
la Iglesia católica, sus organizaciones y sus listas contributivas civiles. 7" A las socieda-
ministros, de modo tal que el separatismo des religiosas serán equiparadas las asocia-
portugués resulta ser muy relativo a la ciones que se consagren en común a !a
postre. atención de una ideología. 8" Si para el cum-
El artículo 31 de la Constitución del Bra- plimiento de estas disposiciones se necesita-
sil de 1946 prohibe a la Unión, a los Estados, re otra "reglamentación, esta corresponderá
al Distrito Federal y a las municipalidades a la legislación de los Estados". Por su parte,
"establecer o subvencionar cultos religiosos dispone el artículo 138: "1" Las prestaciones
o trabarles su ejercicio", como también del Estado a sociedades religiosas, fundadas
"tener relaciones de alianza con algún culto en ley, tratado o título jurídico especial,
o iglesia, sin perjuicio de la colaboración serán redimidas por la legislación de los
recíproca en pro del interés colectivo". Eso Estados. Los principios para ello serán esta-
aparte, se garantiza la libertad de concien- blecidos por el Reich. 2" Estarán garantiza-
cia y de culto (art. 141), se prevé asistencia dos la propiedad y los demás derechos de
religiosa para las fuerzas armadas (art. 141), las sociedades y asociaciones religiosas so-
se admiten cementerios a cargo de socieda- bre centros, fundaciones y demás bienes
des religiosas (art. 141), se acepta la validez destinados al culto, a la enseñanza y a la
civil de los matrimonios religiosos (art. 163), beneficencia". Según el articulo 139, "los
se estatuye la enseñanza religiosa puri-con- domingos y los días festivos reconocidos por
fesional en las escuelas públicas (art. 168), el Estado quedarán protegidos por la ley
se declara que "es mantenida la represen- como días de descanso y de edificación es-
tación diplomática ante la Santa Sede" (art. piritual". Por fin, el articulo 141 preceptúa:
196). Todos estos factores componen un "Siempre que. en el ejército, en los hospita-
cuadro de benevolencia en el orden religioso. les, en los establecimientos penales o en
La Ley Fundamental de la República Fe- otros centros públicos cualesquiera exista
deral Alemana de 1949 ("Constitución de ft, necesidad de culto y cura de almas, las
Bonn"), aparte de garantizar amplia liber- sociedades religiosas serán admitidas para
tad de conciencia y de culto, (art. 4") y de proceder a actos religiosos, debiendo abste-
establecer la enseñanza religiosa pluri-con- nerse de toda coerción". A este panorama de
fesionai en las escuelas públicas (art. 7"), respeto y buena voluntad hacia la religión,
declara en -el artículo 140 que es "parte in- que surge de la Carta de Bonn, cabe añadir
tegrante" suya la sección religiosa de la todavía la .situación ventajosa que para la
Carta de Weimar de 1919, vale decir, los Iglesia católica en particular deriva del con-
artículos 136, 139 y 141 de la misma. Ahora cordato de 1933, que la conocemos,
bien, el artículo 136 de Weimar consagra la 2. La famosa enmienda primera de la
libertad de culto. En cuanto al artículo 137, Constitución de los Estadas Unidos repre-
reza así: "1" No existe una Iglesia del Es- senta el paradigma de lo que denominára-
tado. 2» Queda garantizada la libertad de mos sistema de "separación neutral". La
asociación para las sociedades religiosas: La fórmula reza así: 'El Congreso no podía
agrupación de sociedades religiosas dentro dictar leyes relativas al establecimiento as
del territorio del Reich no estará sometida a una religión, o que prohiban el Ubre ejer-
restricción alguna. 3* Toda sociedad religio- cicio de alguna de ellas..."
sa reglamentará y administrará sus asuntos La nueva Constitución de Francia de 1958,
reiterando la anterior de 1946, proclama en plos u objetos de culto de naturaleza religio-
su artículo 2* que "Francia es una República sa. Las iglesias, confesiones e instituciones
indivisible, laica, democrática y social. Ase- religiosas de cualquier culto, que gocen de
gura la igualdad ante la ley de todos los personería jurídica, tendrán los mismos de-
ciudadanos sin distinción de origen, de raza rechos que los particulares con relación a
o de religión. Ella respeta todas las creen- sus bienes''. El artículo 110 garantiza la li-
cias". bertad de conciencia y culto, y prohibe "dar
El artículo 5 de la Constitución del Uru- leyes que protejan o restrinjan cultos deter-
guay de 1952, estatuye que "todos los cultos minados". En fin, el artículo 112 declara
religiosos son libres en el Uruguay. El Estado que "los cementerios públicos tienen carác-
no sostiene religión alguna. Reconoce a la ter secular. Los ministros de cualquier culto
Iglesia católica el dominio de todos los tem- pueden practicar en ellos los respectivos
plos que hayan sido total o parcialmente ritos".
construidos con fondos del Erario Nacional, Cerraremos este católogo con la Constitu-
exceptuándose sólo las capillas destinadas ción cíe El Salvador de 1950, la cual, si bien
al servicio de asilos, hospitales, cárceles u puede considerársela enrolada en el "sepa-
otros establecimientos públiros. Declara, ratismo neutral", no deja de exhibir algunos
asimismo, exentos de toda clase de impues- ribetes de hostilidad que la acercan a loj
tos a los templos consagrados al culto de las linde.s de la tercera y última categoría que
diversas religiones". examinaremos después. Dispone el artículo
La Constitución de Chile de 1925, refor- 157 dr la carta salvadoreña: "Se garantiza
mada en 1943, garantiza en el artículo 10 el libre ejercicio de todas las religiones, sin
inciso 2V una amplia libertad de culto, y más limito que el trazado por la moral y el
añade que "las iglesias, las confesiones e orden público. Ningún acto religioso servi-
instituciones religiosas de cualquier culto, rá para establecer el estado civil de las per-
tendrán los derechos que otorgan y recono- sonas. No se podrá hacer en ninguna forma
cen, con respecto a los bienes, las l?yes ac- propaganda política por clérigos o seglares,
tualmente en .vigor; pero quedarán some- invocando motivos religiosos o valiéndose
tidas, dentro de las garantías de esta Cons- do las creencias religiosas del pueblo. En los
titución, al derecho común para el ejercicio templos, en ocasión de actos de culto o pro-
del dominio de sus bienes futuros. Los tem- paganda religiosa, tampoco se podrá hacer
plos y sus dependencias, destinados al ser- crítica de las leyes del Estado, de su gobier-
vicio de un culto, estarán, exentos de con- no de los funcionarios públicos en parti-
tribuciones". Por lo demás, el artículo 72 cular".
inciso 16 autoriza al presidente de la Repú- 3. Como arquetipo del llamado "separa-
blica a concluir y firmar concordatos. tismo hostil" nos limitaremos a contemplar
La Constitución del Ecuador de 1945 pro- la Constitución de Méjico de 1917. Hay que
clama en su artículo 141 inciso 11 "la liber- advertir que, en ¡a práctica, la situación re-
tad de conciencia en todas sus manifesta- ligiosa mejicana ha experimentado consi-
ciones, mientras no sean contrarias a la derable raejorín en los últimos tiempos; sin
moral o al orden público. El Estado no re- embargo, las normas constitucionales ad-
conoce religión oficial alguna. Todos pueden versas a la religión siguen en pie y, por ende,
profesar la que a bien tengan". no podemos menos que examinarías tal como
La Constitución de Cuba de 1940 reza en ellas están formuladas.
su artículo 35: "Es libre la profesión de to- Prescribe el artículo 24 de la Carta de
das las religiones, así como el ejercicio de Querétaro que "todo hombre es libre para
todos los cultos, sin otra limitación que el profesar la creencia religiosa que más le
respeto a la moral cristiana y el orden pú- agrade y para practicar ¡as ceremonias, de-
blico. La Iglesia está separada del Estado, vociones o actos del culto respectivo, en los
el cual no podrá subvencionar ningún culto". templos o en su domicilio particular, siempre
El artículo 57 de la Constitución de Hon- que no constituyan un delito o falta pena-
duras de 1948 dispone: "La Iglesi'a está se- dos por la ley. Todo acto religioso del culto
parada del Estado. Se garantiza el libre ejer- público deberá celebrarse precisamente den-
cicio de todas las religiones que no se opon- tro de los templos, los cuales estarán siem-
gan a las leyes del país. Se prohibe dar sub- pre bajo la vigilancia de la autoridad". El
venciones para cultos o enseñanza religiosa". articulo 3' dispone que la educación se man-
La Constitución de Nicaragua de 1950 tendrá ajena a cualquier doctrina religiosa;
proclama en su artículo 1'' inciso 8' que "el agregando que las corporaciones religiosas,
Estado no tiene religión oficial". El artículo lo.s ministros de lo¿> cultos.. . y las asocia-
84 añade: "Los templos y sus dependencias, ciones o sociedades ligadas con la propa-
destinados exclusivamente al servicio de un ganda de cualquier credo religioso no> inter-
culto, están exentos de impuestos. El Estado vendrán en forma alguna en planklr.s on
¡10 podrá destinar a fines distintos los tem- mip se imparte educación primaria. -..;;:un-
darla y normal y la destinada a obreros". lidad alguna de las agrupaciones religiosas
Por el artículo 5' se, prohibe los votos reli- denominadas iglesias. Los ministros de los
giosos y el establecimiento de órdenes mo- cultos serán considerados como personas
násticas. De acuerdo con el artículo 27-11 que ejercen una profesión y estarán direc-
"las asociaciones religiosas denominadas tamente sujetos a las leyes que sobre la ma-
iglesias, cualquiera que sea su credo, no po- teria se dicten. Las legislaturas de los Es-
drán en ningún caso Jtener capacidad para tados únicamente tendrán facultad de de-
adquirir, poseer o administrar bienes raíces, terminar, según las necesidades locales, el
ni capitales impuestos sobre ellos; los que número máximo de ministros de los cultos.
tuvieren actualmente, por sí o por inter- Para ejercer en los Estados Unidos Mejica-
pósita persona, entrarán al dominio de la nos el ministerio de cualquier culto, se ne-
Nación, concediéndose acción popular para cesita ser mejicano por nacimiento. Los mi-
denunciar los bienes que se hallaren en tal nistros de los cultos nunca podrán, en
caso. La prueba de presunciones será bas- reunión pública o privada constituida en
tante paja declarar fundada la denuncia. junta, ni en actos del culto o de propaganda
Los templos destinados al culto público son religiosa, hacer crítica de las leyes funda-
de propiedad de la Nación, representada por mentales del país, de las autoridades en
el Gobierno Federal, quien determinará los particular, o en general del gobierno; no
que deben continuar destinados a su objeto. tendrán voto activo ni pasivo, ni derecho
Los obispados, casas curiales, seminarios, para asociarse con fines políticos. Para de-
asilos o colegios de asociaciones religiosas, dicar al culto nuevos locales abiertos al pú-
conventos o cualquier otro edificio que hu- blico, se necesita permiso de la Secretaría
biere sido construido o destinado a la admi- de la gobernación, oyendo previamente al
nistración, propaganda o enseñanza de un gobierno del Estado. Debe haber en todo
culto religioso, pasarán desde luego, de ple- templo un encargado de él, responsable ante
no derecho, al dominio directo de la Nación, la autoridad del cumplimiento de las leyes
para destinarse exclusivamente a los ser- sobre disciplina religiosa en dicho templo,
vicios públicos de la Federación o de los y de los objetos pertenecientes al culto. El
Estados en sus respectivas jurisdicciones. encargado de cada templo, en unión de diez
Los templos que en lo sucesivo se erigieren vecinos más, avisará desde luego a la auto-
para el culto público, serán propiedad de ridad municipal, quién es la persona que
la Nación", El artículo 27-111 prohibe que está a cargo del referido templo. Todo cam-
las instituciones de beneficencia pública o bio se avisará por el ministro que cese, acom-
privada "que tengan por objeto el auxilio pañado del entrajnte y diez vecinos más. La
de los necesitados, la investigación cientí- autoridad municipal, bajo pena de destitu-
fica, la difusión de ¡a enseñanza, la ayuda ción y multa hasta de mil pesos por cada
recíproca de los asociados o cualquier otro caso, cuidará del cumplimiento de esta dis-
objeto lícito", puedan estar "bajo el patro- posición; bajo la misma pena llevará un
nato, dirección, administración, cargo o vi- libro de registro de tos templos, y otro de
gilancia de corporaciones o instituciones re- los encargados. De todo permiso para abrir
ligiosas, ni de ministros de los cultos o de al público un nuevo templo, o del relativo
sus asimilados, aunque estos o aquellos no al cambio de un encargado, la autoridad
estuvieren en ejercicio". De conformidad con municipal dará noticias a la Secretaría de
los artículos 55 y 58 no pueden ser diputa- la gobernación, por conducto del goberna-
dos ni senadores de la Federación los minis- dor del Estado. En el interior de los templos
tros de cualquier culto; asimismo, dichos podrán recaudarse donativos en objetos
ministros, y en general quienes pertenezcan muebles. Por ningún motivo se revalidará,
al estado eclesiástico, no pueden ser presi- otorgará dispensa o se determinará cual-
dente de la Unión (art. 82). Y por último, quier otro trámite que tenga por fin dar
transcribiremos el artículo 130, que contiene validez en los cursos oficiales, a estudios
una profusa serie de restricciones respecto hechos en los establecimientos destinados
de la religión: "Corresponde a los Poderes a la enseñanza profesional de los ministros
Federales ejercer, en materia del culto reli- de los cultos. La autoridad que infrinja
gioso y disciplina externa, la intervención esta disposición será penalmente responsa-
que designen las leyes. Las demás autori- ble, y la dispensa o trámite referido será
dades obrarán como auxiliares de la Fede- nulo y traerá consigo la nulidad del título
ración. El Congreso no puede dictar leyes profesional para cuya obtención haya sido
estableciendo o prohibiendo una religión parte la infracción de este precepto. Las
cualquiera. El matrimonio es un contrato publicaciones periódicas de carácter confe-
civil. Este y los demás actos del estado civil sional, ya sean por su programa, por su tí-
de las personas, son de la exclusiva compe- tulo o simplemente por sus tendencias ordi-
tencia de los funcionarios y autoridades del narias, no podrán cometer apuntos políticos
orden civil... La ley no reconoce persona- nacionales ni informar sobre actos de las
autoridades del país, o de particulares, que ficultades que de esa manera surgieron en-
se relacionen directamente con el funcio- tre la Santa Sede y España, se negoció el
namiento de las instituciones públicas. Que- concordato de 1753 entre Benedicto XIV y
da estrictamente prohibida la formación de Fernando VI, por el cual se concedía a la
toda clase de agrupaciones políticas cuyo Corona el patronato universal para la pre-
título tenga alguna palabra o indicación sentación de candidatos en todos los bene-
cualquiera que las relacione con alguna con- ficios vacantes dentro de los dominios es-
fesión religiosa. No podrán celebrarse en los pañoles.
templos reuniones de carácter político. No Sintetizando: la España de los tiempos de
podrán heredar por sí ni por interpósita la conquista y colonización indiana, nos
persona ni recibir por ningún título un mi- muestra una íntima unión entre Estado e
nistro de cualquier culto, un inmueble ocu- Iglesia católica. El catolicismo es la religión
pado por cualquier asociación de propagan- oficial y la única admitida (pues no existe
da religiosa o de fines religiosos o de benefi- libertad para otros cultos), contando con
cencia. Los ministros de los cultos tienen pleno apoyo moral y económico de la Coro-
incapacidad legal para ser herederos, por na. Empero, ése contacto entre ambas po-
testamento, de los ministros del mismo culto testades degeneró más de una vez en abusos
o de un particular con quien no tengan pa- jurisdiccionalistas.
rentesco dentro del cuarto grado. Los bienes II. El régimen indiano, 1. El Papa Alejan-
muebles o inmuebles del clero o de asocia- dro VI al homologar la jurisdicción de los
ciones religiosas, se regirán para su adqui- reyes de España sobre las Indias, precisó
sición por particulares, conforme al artículo que dichos monarcas debían preocuparse
27 de esta Constitución. Los procesos por in- primordialmente de "reducir a sus habitan-
fracción a las anteriores bases, nunca serán tes y moradores al culto de nuestro Reden-
vistos en jurado". tor y a la confesión de la fe católica" (Bu-
TERCERA PARTE la ínter Caetera de 1493). La conquista y
colonización española poseyó así un carác-
LA IGLESIA Y EL ESTADO EN LA ARGENTINA ter primariamente misional, como lo con-
Capítulo Primero firma el famoso testamento de Isabel la Ca-
tólica: "nuestra principal intención f u e . . .
RESEÑA HISTÓRICA de procurar de inducir a traer los pueblos
I. Antecedentes hispánicos. El árrianismo dellas e los convertir a. nuestra sancta fe
<Jue dominara a la primitiva monarquía vi- catholica". De ahí entonces una estrecha
sigótica y que tendía, desde luego, a cortar alianza entre la Religión y el Estado en los
los lazos con Roma, inspiró una política de- dominios indianos, donde la única iglesia
cididamente cesarista por parte de los reyes, admitida, y con jerarquía de oficial, era la
quienes nombraban obispos, convocaban Católica Romana.Esta Iglesia, por lo de-
concilios, y demás. Convertida España al más, desplegó en la América Colonial una
catolicismo bajo Recaredo, la Iglesia roma- intensa labor evangelizadora y civilizadora,
na estrechó sus lazos con el Estado y gozó cuyo examen a fondo no nos incumbe, pero
de muchas ventajas; pero de cualquier rno- que urge mencionar porque de ese modo
do, los resabios regalistas perduraron. Más vino a operarse una integración histórica
tarde, la Reconquista suministraría otro ar- y sociológica entre catolicismo e hispano-
gumento a quienes afirmaban la potestad américa, vino a darse en estas tierras el
real en la órbita eclesiástica: a medida que "hecho católico", que tanta relevancia tiene
se liberaban las ciudades de la férula mu- para el Derecho.
sulmana, los reyes cristianos iban prove- 2. Esa alianza entre la potestad civil y
yendo las sedes vacantes. Ese estado de la eclesiástica dio pie, es cierto, a abusos
cosas se regularizó por una serie de concesio- otorgado a la Corona un amplio derecho de
nes pontificias a la corona española: al re- patronato en las Indias (bula Universttlis
conquistarse Granada, Inocencio VIH con- Ecclesiae del 28-VI-1508, del Papa Julio II),
fería el derecho de patronato sobre todos los como así también el derecho de percibir los
beneficios de ese reino (año 1486); y en diezmos eclesiásticos en esos dominios (bula
1523, Alejandro VI otorgaba a ¡os Reyes Ca- de Alejandro VI del 16-XI-1501); pero esos
tólicos el derecho de presentación para todos derechos fueron unilateraimente exagera-
los beneficios consistoriales de España. En- dos en la Legislación de Indias, llegándose
tretanto, crecían en la península las corrien- al extremo de que las autoridades seculares
tes doctrinarias de tipo regalista, y se iban se inmiscuyeran en materias estrictamente
consolidando otras dos típicas instituciones eclesiásticas tales como el régimen de los
jurisdiccionalistas: el recurso de fuerza y conventos, de los concilios, de los semina-
el exequátur. Dichas tendencias, ya visibles rios.
bajo los Austria, se acentúan con la dinas- Más aún, ios reyes de España, invocando
tía borbónica. Para poner término a las di- diversos antecedentes y en especial la ya ci-
tada bula ínter Cadera de Alejandro VI, 3. Interesará una breve noticia acerca de
pretendieron que el Papa les había delegado ¡a organización eclesiástica de entonces en
en las Indias poderes propiamente espiritua- el Río de la Plata, Diremos que dicha orga-
les, considerándose ellos como vicarios o nización, en vísperas de Mayo, comprendía
delegados apostólicos para dichas tierras: cinco obispados, todos ellos sufragáneos de
ese supuesto Vicariato Real de Indias es ex- la provincia eclesiástica de Lima: el obis-
presamente aseverado, por ejemplo, en una pado con sede en Asunción, erigido en 1547;
real cédula de 1765. donde se dice que "en el de Charcas, de 1551; el primero en tierra
fuerza de la distinguida calidad que por la argentina, que se atienta en 1570 en Santia-
bula de Alejandro VI me a.siste, e Vicario y go del Estero y que en los albores del si-
Delegado de la Silla Apostólica; y en virtud glo xvín se radicaría definitivamente en
de la cual, compete a mi real potestad inter- Córdoba; el de Buenos Aires, del año 1620;
venir en todo lo concerniente al gobierno y el de Salta, fundado en 1807.
espiritual de las Indias, con tanta ampli- III Mayo y la Iglesia. Como venimos de
tud que no sólo me está concedida por la explicarlo, la comunicación entre Roma y
Santa Sede sus veces en lo económico de la Iglesia Indiana se verifica a través de la
las dependencias y cosas eclesiásticas, sino Corona española. Estallada la Revolución,
también en lo jurisdiccional y contencioso, se explica entonces que los dominios ecle-
reservándose sólo la potestad de orden, de siásticos del Nuevo Mundo quedaran inco-
que no son capaces los seculares". De he- municados con la Santa Sede; circunstan-
cho, pocas veces los reyes de España se con- cia que se agravó, además, por el cautiverio
dujeron como si en las indias poseyeran, que en sea ¿poca padecia el Papa Pío VII
verdaderamente, toda la jurisdicción pon- a manos de Napoleón. Esta situación de ais-
tificia; y se dice que íué esa conducta la lamiento, a la que se añadían las fuertes
que movió a la Santa Sede a resistir las re- tendencias regalistas imperantes no sólo en
petidas instancias de la Carona para la las autoridades civiles sino en el clero in-
erección de un Patriarcado efectivo de In- diano mismo, y a la que deben agregarse
dias, pues se recelaba de un cisma, consin- también las urgencias políticas y militares
tiendo Roma, tan sólo, en un patriarcado de los primeros gobiernos patrios, compo-
meramente honorífico, con un titular que nen un panorama erizado de dificultades,
no podía alejarse de la corte matritense. dentro del cual eran poco menos que inevita-
Cabe señalar, por lo demás, que en otras bles los diversos episodios que pasamos a
oportunidades la Corona aparece elevando examinar.
a la Santa Sede algunos petitorios que se En Buenos Aires, la mayoría del clero se
contradicen- con el supuesto vicariato; por inclina por la Revolución; y un párroco de
ejemplo, Felipe II se allana a formular en la ciudad, el Pbro, Manu;:l Alberti, integró
1567 una expresa solicitud a Roma para que como vocal la Primera Junta. Empero, la su-
en las Indias no se aplicara el sistema pa- prema jerarquía local, el Obispo Benito Lúe,
rroquial implantado por el Concilio de Tren- se había manifestado poco propicia a la
to. Por otro lado, consta que la Congrega- emancipación en el Cabildo del 22 de Ma-
ción de Propaganda Fide, siendo rey en Es- yo; y aunque el día 26 siguiente dicho pre-
paña Felipe IV, aclaró categóricamente que lado reconocía los poderes de la Junta a
los monarcas españoles no eran en Indias través de una nota fríamente respetuosa, la
"ni Legados ni Delegados Apostólicos, sino situación de tirantez era obvia, y bien pron-
Patronos". to se tradujo en ingratos incidentes. Así,
De cualquier modo, todo este período se a las pocas semanas, la Junta negaba per-
caracteriza por un agudo regalísmo, here- miso al Obispo para las vistas pastorales; y
dado de los precedentes hispánicos y más al surgir un conflicto entre ese prelado y
acentuado aún en estas tierras americanas su cabildo eclesiástico (cuerpo éste que sim-
por circunstancias geográficas y sociales patizaba con la Revolución), la Junta le
obvias. La Recopilación de Indias es testi- prohibe al primero, a título de medida cau-
monio legislativo de dicha tendencia; y en telar, la asistencia a la sede catedralicia
el orden doctrinario destácase la clásica hasta tanto se pudiera resolver definitiva-
Política Indiana de Juan de Solórzano Pe- mente la cuestión. Eso aparte, recordemos
reyra, que la Congregación del Index pros- que en vacancia la canongía magistral de
cribió en 1642, ocurriendo que dicha prohi- Buenos Aires, y celebrado el respectivo con-
bición fue detenida en Indias por el "pase" curso, habría pertenecido decidir al Virrey,
que ejercía el rey con el argumento de que en ejercicio del Patronato Indiano; la Jun-
de otro modo "sería dudar y oponerse a ta consultó en agosto de 1810 a los cano-
todos los derechos que me pertenecen en nistas Gregorio Funes y Juan Luis Agui-
las Indias por concesiones y bulas apostó- rre y Texada acerca del alcance de dicho
.licas" (««).
Index, menciona individualmente al lib. 3 del t. 2.
(66) La prohibición, que aún hoy figura «n el y exige que se corrijan los otros libros de la obra.
privilegio, y ambos consultados emitieron ción de plena preeminencia que poseía antes
dictámenes de corte regalista, como era de de la Revolución. Bastará recordar que en
esperar, por más que desde el punto de vis- su Proclama del 26 de Mayo, la Junta enun-
ta práctico aconsejaron a la Junta que se ciaba como una de sus preocupaciones pri-
abstuviera de todo pronunciamiento. Cabe mordiales "la conservación de nuestra re-
recordar, también, otro grave problema, pro- ligión santa". Y cabe señalar que en los de-
vocado por la participación del obispo de cretos sobre libertad de imprenta del 20 de
Córdoba mons. Orellana en la sublevación de abril y del 26 de octubre de 1811, se dejaba a
Liniers. La calidad eclesiástica salvó a dicho salvo la censura eclesiástica para los escri-
prelado del fusilamiento, pero la Junta, por tos que trataran de religión; es sabido, por
comunicación del 7 de agosto de 1810, le lo demás, que al publicarse traducido por
hacía sabei al Cabildo Eclesiástico de Cór- Mariano Moreno el Contrato Social de Rous-
doba que la sede quedaba vacante, y poco seau, el ilustre secretario eliminó expre-
después designaba para el gobierno de di- samente aquellos pasajes donde el autor gi-
cha diócesis al obispo auxiliar mons. Rafael nebrino "tuvo la desgracia de delirar en ma-
Andreu (comunicación del 10 de octubre de terias religiosas".
1810). También al año X corresponden otros IV. La asamblea del año XIII. Mucho se
dos hechos dignos de mención: la orden ha controvertido acerca de la política re-
que emitió la Junta para que se depusiera ligiosa de la Soberana Asamblea General
a la abadesa capuchina de Buenos Aires, Constituyente del año XIII. Por nuestra
por habérsela sorprendido en corresponden- parte, entendemos que dicha Asamblea no
cia con el enemigo, orden que luego de al- pretendió conmover las bases religiosas im-
guna resistencia acató el obispo Lúe; y el perantes ni ensayó tampoco un cisma con la
decreto del 3 de diciembre sobre provisión Santa Sede; por más que muchas de sus
de empleos públicos, que incluía también los medidas fueran productos de las tendencias
eclesiásticos, y que se fundaba en las nece- jurisdiccionalistas entonces en vigor, con
sidades revolucionarias (los empleos sólo innegables ribetes de febroniani&mo y hasta
se conferían a los nativos o a extranjeros de josefinismo.
que no estuvieran en guerra con el nuevo Por lo tanto, los principios fundamentales
régimen). En el año 1811, podemos anotar que animaban a los asambleístas y a sus
la orden dirigida el 18 de abril por la Junta colaboradores, y que se traducen en los cua-
al obispo Lúe, para el retiro de las licencias tro proyectos de constitución entonces pre-
de confesar y predicar a una lista de clé- parados, distaban de ser contrarios al cato-
rigos sospechosos de desafección al gobierno licismo. Los proyectos de la Comisión Ofi-
patrio. En 1812, el fallecimiento de Lúe plan- cial, de la Asamblea misma y de la Sociedad
tea el problema de la vacancia de la sede Patriótica, proclaman categóricamente a la
porteña; la solución que arbitró el Triun- católica como religión del Estado; y el cuar-
virato consistió en proveer la vieja vacante to, de tipo confederativo e inspirado en la
de la canongía magistral en la persona del carta norteamericana, si bien atenúa el
Pbro. Diego Estanislao Zavaleta, quien ele- principio de confesionalidad, no lo aban-
gido luego por el Cabildo Eclesiástico como dona del todo pues reconoce a la religión
Vicario capitular, gobernó en ese carácter católica "que profesamos, como única y
y por tiempo considerable la diócesis de preponderante en las Provincias Unidas".
Buenos Aires. Otro serio acontecimiento en Eso sí, es cierto que en todos esos proyec-
este año XII, lo constituye la comunicación tos ya aparece la regía de tolerancia para
del 16 de abril del general Belgrano, por la las opiniones privadas en materia religiosa,
cual ordenaba dejar su sede al obispo de que hasta entonces se ignorara; y más to-
Salta mons. Nicolás Videla del Pino, acusa- davía, el reglamento oficial sobre cateo y ex-
do de correspondencia con el jefe español ploración de minas, aprobado por la Asam-
Goyeneche; siendo de advertir que dicho blea el 7 de mayo de 1813, consagra expre-
prelado ejercería más tarde su ministerio samente la libertad de culto privado para
pastoral en Buenos Aires, previa autoriza- todo "extranjero emprendedor de trabajo
ción del vicario Zavaleta y con consenti- de minas o dueño de ingenios... sus cria-
miento de las autoridades civiles. Por últi- dos, domésticos o dependientes...".
mo, mencionaremos el decreto del 27 de ju- Pero, sin duda, la Asamblea adoptó algu-
lio de 1812, por el cual se confirma a varios nas resoluciones inspiradas en el regalis-
clérigos españoles "que miran con odio, des- mo. Enumeraremos las principales: supre-
agrado y oposición la libertad y la dicha da sión de la Inquisición, con la consecutiva
estoj preciosos países". devolución a los Ordinarios de su "primiti-
De cualquier modo, y no obstante esos va facultad de velar por la pureza de la
episodios que se explican por las circuns- creencia" (decreto del 24 de marzo de 1813);
tancias ya referidas, el catolicismo retiene prohibición de emitir votos en órdenes re-
bajo los primeros gobiernos patrios la situa- gulares antes de los treinta años (ley del
19 de mayo de 1813); erección de la Comi- llevan a ana única y obvia conclusión: lo
saría General de Regulares (ley del 28 de que quería la Asamblea era cortar los lazos
junio de 1813); el derecho de presentación entre la organización eclesiástica rioplaten-
para las prebendas de todas las iglesias del se y sus jerarcas peninsulares, y ello no por
país, conferido al Poder Ejecutivo por el motivos religiosos sino por razones políti-
Estatuto que le dio la Asamblea el 27 de cas fáciles de imaginar. Así, no se declara
lebrero de 1813; decreto del 12 de junio de a la Iglesia argentina independiente de to-
1813 por el cual se privó de sus empleos o do otro poder eclesiástico, sino de las auto-
beneficios a los eclesiásticos españoles no ridades foráneas designadas "por nombra-
naturalizados; decreto del 13 de julio de miento o presentación real": desde luego,
1813 que quita a los regulares la adminis- esto excluye en forma expresa ai Romano
tración de los establecimientos hospitalarios Pontífice, y apunta implícitamente a los
de todo el país; ley del 27 de julio de 1813 prelados hispánicos. Dicha interpretación
sobre provisión de todo género de empleos, se refuerza con el examen de los respec-
incluso los eclesiásticos, disponiéndose que tivos fundamentos, pues en ellos se aludió
no se guardara la • antigüedad sino que se a las autoridades eclesiásticas "existentes
designara a los más idóneos, y en especial a en España" y se hizo referencia a la situa-
quienes hubiesen prestado servicios a la cau- ción creada por la guerra con la metrópo-
sa de la indepedencia; ley del 28 de julio de li í«). ES cierto, asimismo, que los Ordina-
1813 sobre derechos eclesiásticos (mesadas., rios quedaban facultados para reasumir "la
inedias anatas, etc.); ley del 4 de agosto de plenitud de su jurisdicción"; pero se trata-
1813 exigiendo que se bautizara a los pár- ba de un arbitrio provisional y de fuerza
vulos con agua templada; reglamento del mayor, como que la misma norma aludía a
18 de agosto de 1813 sobre las rentas del la "íncomanicación con la Sede Apostólica".
Obispado de Buenos Aires; decreto del 22 En cuanto a la independencia de los regu-
de octubre de 1813 sobre erección de la nue- lares, recuérdase que se sancionó a moción
va parroquia de San Telmo; decreto del 31 del diputado Vidal, quien al fundar su pro-
de agosto de 1814 por el cual se ordena que yecto hizo explícita referencia a la comuni-
todas las autoridades civiles y eclesiásticas cación "entre los regulares existentes en las
tengan especial consideración, para las dis- Provincias Unidas y las autoridades que re-
'pensas matrimoniales, de la necesidad de conocían antes en la península o países ene-
aumentar la población. migos" (sesión del 31 de inayo de 1813). Por
Y quedaría, en fin, el problema más de- último, resulta harto clara la medida rela-
licado: el cisma que se habría propuesto la tiva, al Nuncio: ella se dirige no a cualquier
Asamblea. Esta se ocupó de la situación ge- legado pontificio, sino a aquel acreditado
neral eclesiástica en una serie de disposi- ante Madrid y allí residente; no al nuncio
ciones que se condensan en el decreto del 4 en cuanto nuncio, así pues, sino en cuanto
de junio de 1813 y en la ley del 16 del mismo que funcionario ligado con la corte enemiga,
mes y año. El sistema así estructurado com- V. Bajo el directorio y el Congreso. Todos
prendía: a) la declaración de que "el Esta- los textos constitucionales de esta época
do de las Próvidas Unidas del Río de la conservan al catolicismo como religión de
Plata es independiente de toda autoridad Estado: Estatuto Privisional del año XV,
eclesiástica que existe fuera de su territorio, frustrado Estatuto del año XVI, Reglamento
bien sea de nombramiento o presentación Provisorio del año XVII, Constitución de
real"; b) la declaración de que los ordina- 1819.
rios del país reasumían la plenitud de su Cabe advertir, también, que el Congreso
jurisdicción mientras durara la incomuni- de Tucumán mostró una especial adhesión
cación con la Sede Apostólica; c) la decla- al catolicismo, y corrigió algunos excesos
ración de que los regulares quedaban in- regalistas de los gobiernos precedentes. Co-
dependientes de todos los prelados genera- mo primera providencia, sus diputados ju-
les qué existieran fuera del territorio del raron "conservar y defender la Religión Ca-
Estado; d) la prohibición de todo ejercicio tólica, Apostólica, Romana" (sesión del 24
de jurisdicción en el Río de la Plata por par- de marzo de 1816); el 12 de octubre de 1818
te del Nuncio residente en España. Ahora se suprimía la Comisaría de Regulares crea-
bien, sólo un examen muy frivolo del asun- da por la Asamblea del año XIII, arguyén-
to puede conducir a la suposición de que la dose que era dudosa la validez de semejan-
Asamblea pretendía, de esta suerte, desga- te instituto y de sus actos; recordemos tam-
rrar a la Iglesia argentina de su nexo con bién que el 14 de setiembre del mismo año
la Sede Romana. Aparte de que semejante se había proclamado "patrona de la inde-
propósito no se conciliaria con la manifies- pendencia de América" a Santa Rosa de Li-
ta adhesión de los asambleístas al catolicis-
mo, los debates que precedieron a las medi- te?) Cfr. Asambleas Constituyentes Argentinas
das en estudio, y los textos legales mismos, t. 1, pág. 47.
ma, pero condicionado dicho patronazgo dicho sea de paso, no dejó de contar con el
a la aprobación del Sumo Pontífice; desta- asesoramiento de clérigos empapados de es-
quemos, asimismo, que en el seno del Con- píritu regalista. Esa reforma, cuya columna
greso se formularon repetidas instancias pa- vertebral está constituida por la ley del 24
ra- que se gestionara la restauración de las de diciembre de 1822, incluía múltiples me-
relaciones con la Santa Sede (es), decidién- didas que conducían, virtualmente, a .una
dose comisionar al efecto a don Valentín estrecha sujeción de la Iglesia al gobierno
Gómez, quien no pudo desempeñar su co- civil: abolición del fuero eclesiástico, supre-
metido. sión de los diezmos, secularización de los
En este período interesa considerar, por cementerios, disolución de varios conventos
último, el Breve Etsi longissimo dado el 30 con confiscación de sus bienes, prohibición
de enero de 1818 por el Papa Pío VII. Di- de profesar antes de los, veinticinco años,
cho Breve, cuya autenticidad hoy ya no se reglamentación del número de religiosos pa-
discute, se reducía a una exhortación pa- ra cada caso, rechazo de la jurisdicción de
ternal sin visos de mandato, hallándose ios superiores extranjeros sobre los regula-
desprovisto de toda amenaza de sanciones; res del país y sumisión de éstos ai respec-
por él se pedía a los ordinarios americanos tivo ordinario local, permiso previo del go-
que recomendaran a sus fieles la obedien- bierno para el ingreso de clérigos en la Pro-
cia, al rey Fernando. Desde luego, no había vincia, redención de censos y capellanías,
allí una reprobación del movimiento eman- regulación de los estudios eclesiásticos, au-
cipatorio; por lo demás, en ese entonces torización de los matrimonios mixtos. No
nadie poseía en Europa un concepto claro es del caso entrar en detalles sobre la re-
acerca dé los alcances de dicho movimiento, percusión que estas medidas alcazaron en.
y no será ocioso destacar que inclusive los el ambiente público, sobre la enconada polé-
regímenes patrios, hasta entones, no habían mica que entonces se trabó entre partida-
hesitado en proclamar adhesión formal a rios y adversarios de la Reforma, y sobre la
los reyes peninsulares; por último, dado el reacción desfavorable que estas actitudes
aislamiento entre Roma y América, y los del gobierno porteño suscitaron en las pro-
urgentes requerimientos que venía formu- vincias del interior. Se ha discutido si Riva-
lando España, única fuente de información davia y sus consejeros se proponían, real-
disponible, la actitud pontificia se explica mente, llevar a la Iglesia argentina a la
fácilmente. lisa y llana situación de cisma; el delegado
VI. Desde el año XX hasta el congreso apostólico Mons. Muzzi, de quien pronto
de 1824-1827. Quebrada la unidad nacio- hablaremos, lo entendió asi según consta
nal en 1820, y asumida vida autónoma por en su pastoral del 6-III-1824 dada en Chile;
las provincias, éstas van dictando sus cons- y por más que la esencial religiosidad de
tituciones o estatutos. En casi todos ellos, Eivadavia no pueda ponerse en duda, ni
el catolicismo aparece corno religión del Es- acaso, tampoco, su buena fe en esta coyun-
tado (así. Estatuto de Santa Fe de 1819, tura, lo cierto es que de hecho "sus medidas
Constitución de Tucumán de 1820, Regla- anticanónicas, aunque se supongan bien in-
mento de Córdoba de 1821, Constitución de tencionadas, la pusieron (a la Iglesia ar-
Salta de 1821, Reglamento de Catamarca gentina) a un paso del cisma" («»).
de 1823, Constitución de Corrientes de 1824). Interesa recordar como, por entonces, la
La famosa Carta de Mayo de San Juan (15 Santa Sede iba restableciendo su contacto
de julio de 1825) adoptaba la religión ca- con la América española. Es verdad que,
tólica como "religión dominante" (art. 16); bajo la presión del embajador hispano en
pero el art. 17, por vez primera en el país, Roma, León XII emitía el 24 de setiembre
introducía la libertad para el público ejer- de 1824 el Breve Etsi iam dlu, por el cual
cicio de cualquier culto, suscitándose, a raía reiteraba, aunque en forma más tenue, la
de semejante novedad, una grave conmoción anterior exhortación de Pío VII que ya nos
en el ambiente sanj«aniño, y en definitiva, ocupara. Pero en los hechos, la Sede Apos-
a los pocos días, el gobernador y autor de tólica admitía el nuevo estado de cosas
la Carta, don Salvador María del Carril, era creado por la emancipación americana. Es
violentamente depuesto, y el documento se así como, a pedido del gobierno de Chile,
incineraba en la plaza pública. el Papa designó vicario apostólico en dicha
Entretanto, tenía lugar en la Provincia nación a monseñor Juan Muzzi. En el curso
de Buenos Aires, bajo el gobierno del gral. de su viaje, monseñor Muzzi se detuvo unos
Martín Rodríguez, la "reforma eclesiástica" pocos días en Buenos Aires, donde el go-
sistemáticamente planeada y ejecutada por bierno le desconoció carácter oficial y donde
el ministro Bernardino Rívadavia, quien, el provisor y gobernador del obispado va-
(68) Ver, por ejemplo, propuesta del diputado
Aoevedo en la sesión del S-8-1818 (Asambleas Cons- fes) Cfr. Legón, Doctrina, y ejercicio del Patro-
tituyentes Argentinas, t. 1, pag. 388). nato Nacional, pag. 476.
cante, Zavaleta, siguiendo las inspiraciones oficialmente el deseo de entrar en relacio-
rivadavianas, le vedó el ejercicio de juris- nes con la Sede Apostálica y se propusieron
dicción. Monseñor Muzzi reanudó entonces los nombres de Medrano y Zavaleta para la
su viaje a Chile, y allí emite la pastoral que diócesis de Buenos Aires; en marzo de 1ÍÍ30.
ya comentáramos. De retorno a Roma en Pío VIII comunicaba la designación de mon-
1825, el mismo prelado proveía a las nece- señor Mariano Medrano como vicario apos-
sidades de la aún vacante sede de Buenos tólico de Buenos Aires; un año más tardo,
Aires, designando como delegado apostólico el prelado era reconocido en dicho caráctev
a monseñor Mariano Mediano; esta desig- por el gobierno; y por la bula del 2-7-1832
nación fue provisional y Medrano no tentó Medrano era nombrado por Gregorio XVI
su reconocimiento gubernativo. como obispo diocesano, liquidándose de e&c
A raíz de la convocatoria del Congreso modo- ¡a vieja vacante que dejara Lúe; al
de 1824, las instrucciones dadas por algunas mismo tiempo, se designaba a Mariano Es-
provincias a sus diputados exigían la ins- calada como obispo auxiliar de la diócesis
tauración de vínculos normales con la San- porteña. A raíz de estas provisiones, se for-
ta Sede y el respeto del primado pontificio mó el famoso "Memoria! Ajustado", volu-
(así Córdoba y Tucumán). Instalado el Con- minoso conjunto de expedientes que orga-
greso, sus miembros juraron por una fór- nizara el fiscal de Estado don Pedro José
mula que incluía el compromiso de "prote- Agrelo, y que constituye el monumento del
ger la religión católica" ( 7 °). El Congreso regalismo argentino; la cuestión se finiquitó
sanciona la Carta de 1826, que mantenía respecto de Medrano, cuando el gobierno
al catolicismo como religión del Estado (art. lo reconoció por decreto del 24-3-1834, y
3"); por lo demás, "figuraban en el texto acerca de Escalada, por análogo reconoci-
constitucional los típicos institutos regalis- miento decretado el 23-5-1835.
tas del patronato (art. 95), del exequátur El segundo gobierno de Rosas se inaugu-
(art. 125) y de'los recursos de fuerza (ar- ra con la ley de otorgamiento de la suma
ticulo 126). del poder público, que se confería, con una •
VII. Desde la caída del régimen Rivada- única excepción: la salvaguardia del cato-
viano hasta Caseros. Renunciante Rivada- licismo. Y el omnipotente gobernador inició.
via y disuelto el Congreso, se prevé una nue- en efecto, una política de cordialidad con la
va Convención, que en efecto funcionará en Iglesia, de lo cual constituyó visible testi-
Santa Fe entre 1828 y 1829 sin mayores fru- monio la readmisión de la Compañía de
tos; pero importa recordar, para nuestra Jesús en 1836. Pero paulatinamente el tirano
materia, que varias provincias dieron for- fue avanzando por una senda francamente
males instrucciones a sus diputados para c saro-papista, que lo llevó a inmiscuirse
que se procurara restablecer relaciones con ha-sta en los más menudos asunta? ecle-
la Santa Sede, para que se llenaran las se- siásticos. Esta actitud, si contó con la for-
des vacantes y para que se respetara como zada adhesión de una parte de los clérigos,
religión oficial al catolicismo ( 7 i ) . Desta- no dejó de encontrar resistencia en otros:
quemos, eso aparte, que las autoridades san- así en los jesuítas, nuevamente expulsados
juaninas consiguen que el 22-12-1828, Roma por decreto del 22-3-1843. Dejando de lado
designe a fray Justo Santa María de Oro un prolijo católogo de las medidas abusivas
como obispo ira partibus y vicario apostólico a que aludíamos (y que llegaron hasta la
de Cuyo, este mismo prelado sería el primer regulación de los sermones o del color de
titular de la nueva diócesis de San Juan, las ropas eclesiásticas), el regalismo rosista
creada en 1834. En Buenos Aires, a su vez, tiene su manifestación fundamental en el
bajo el gobierno de Viamonte, se expresó decreto del 27 de febrero de 1837, donde se
afirmaba enérgicamente la institución del
(705 La respectiva, discusión, que tuvo lugar en exequátur (V. BREVE) .
la sesión del 10-12-1824. pxiede verse en Asambleas
Constituyentes Argentinas, t. 1, págs. 903-911 VIII. La organización nacional. Durante
(7'n La Sala de Representantes de San Juan, este período, que corre entre Caseros y la
?,\ designar diputado para la Convención a don José presidencia de Avellaneda, el problema de
Oro, dicta el 10-12-1827 instrucciones según las las relaciones entre Iglesia y Estado comien-
cuales la religión católica será "la única cíe la Na-
ción con exclusión de cualquiera otra", debiendo za por plantearse en el seno del Congreso
nl>stei:ersa los diputados "de innovar o ingerirse Constituyente de Santa Fe; a este propó-
en ir. ítoctrina y actual disciplina de la Iglesia"' sito, nos remitimos al estudio que se des-
(art. 3"¡. Por su parte, al dictar análogas instruc- arrollará en el capitulo siguiente acerca del
ciones !a legislatura de Santiago de! Estero el 18-
3-1328, incluyó las relaciones con Rom.i. la provi- artículo 2'' de la Constitución de 1853. Por
sión de vacantes y la atención de las demás nece- ahora, nos limitaremos a señalar que dicha
sidades religiosas del país (art. 7"). Por íin. tam- norma, que consagraba una religión pre-
bién la Legislatura de Santa Fe, con fecha 29-8- ferida pero no estrictamente oficial, y que
1828, exigía la exclusividad de la religión católica
y el «establecimiento,de relaciones con la Santa por otra parte, junto con una amplia liber-
Sede y con los prelados diocesanos (art. 1'). tad de culto, traía enérgicos preceptos sobre
patronato, suscitó resistencia en' el interior Ministro de Culto e! doctor Manuel D. Pi~
del pais, más sujeto a las creencias tradi- zarro, quien en 1881 propone a la Santa
cionales; y factor fundamental para que Sede la iniciación de discusiones sobre un
esa actitud hostil rio hiciera crisis, lo cons- concordato, siendo favorablemente acogida
tituyó Fray Mamerto Esquiú, con sus dos dicha propuesta. Empero, e! estado de cosas
célebres sermones del 9-7-1853 y del 28-3-854 cambió pronto. En 1882, asumía el ministerio
en la catedral de Catamarca í ? 2 ) . Destaca- Eduardo Wilde, quien en seguida repudió
remos, por lo demás, que en oportunidad de expresamente, en nota al arzobispo de Bue-
considerarse por la convención bonaerense nos Aires, la idea concordataria. Kn 1883
de 1860 las reformas a la Carta Federal, todo comenzaba la discusión de la ley de educa-
ello en virtud del Pacto de San José de Flo- ción común, que se sancionaría al año si-
res, el diputado Frías propuso, infructuo- guiente, y cuyo artículo 8S> limitaba la en-
samente, que se reemplazara el. articulo 2" señanza religiosa hasta entonces en vigor,
de 1853 por otro texto donde eí catolicismo Para la misma época, a raíz de la, carta pas-
aparecía como religión del Estado ( w ) . toral del vicario capitular de Córdoba mon-
Corresponden también a esta época una señor Jerónimo Clara, donde se aconsejaba
serie de incidencias, a raíz de la provisión a los padres católicos no enviar sus hijas a
de cargos eclesiásticos; sobre este tema, y la escuela normal con maestras protestantes
lo mismo sobre e! decreto de Urquiza del que iba a abrirse entonces, el Poder Ejecu-
1-5-1855 que investía del "vicepatronato" a tivo dicta el decreto del 6-6-1884, por el cual
los gobernadores de provincia, nos remiti- destituía a dicho prelado. Poco después, ei
mos a la voz PATRONATO ECLESIÁSTICO. mismo tema era encarado por e! obispo de
Recordaremos, por otra parte, que el go- Salta. Fray Buenaventura Risso y Patrón,
bierno de Urquiza se preocupó por ía eon- a quien apoyaron los vicarios foráneos Bay-
certación de un concordato con ía Santa nerio L. Lugones de Santiago y Demetrio
Sede. La primera misión la desempeñó con Cau de Jujuy; y como réplica, el 3-11-1884
carácter confidencial don Salvador Jiménez, el Poder Ejecutivo Nacional suspendía al
cónsul de ¡os Estados Pontificios en Monte- primero y separaba de sus cargos a los otros
video; ella se cumplió en 1854, y se sabe que dos. Y también en 1884 ocurriría otro grave
el mencionado agente obtuvo en Roma cier- hecho; como «na derivación del episodio
tas bases concordatarias cuyo texto se ex- Clara, el 14 de octubre se enviaban los pasa-
travió. En 1856-1857 se desarrolla la misión portes al nuncio monseñor Luis Hartera,
de Juan Bautista Alberdi, acreditado oficial- otorgándosele el plazo de veinticuatro horas
mente al efecto. Y en 1858 desempeña la para abandonar el país.
más importante de todas Juan del Campillo, X. Desde fin de siglo hasta nuestros días.
quien mantuvo largas negociaciones con Esa crisis en las relaciones entre Iglesia y
monseñor José Berardi, sustituto en la secre- Estado perduró hasta concluir la primara
taría de Estado pontificia. Todas estas ges- presidencia Roca, y también bajo Juárez
tiones fracasaron en'definitiva; en tal sen- Celman. En 1886, por ejemplo, se disponía
tido, aparejó un serio óbice el régimen cons- por decreto que luego de cuatro meses de
titucional sobre patronato y, especialmente, ejercicio los titulares de curatos de la Ca-
el sistema del "pase" o exequátur (V. BREVE. pital quedaban como curas propietarios; el
CONCORDATO) . mismo decreto invitaba a los gobernadores7
Observaremos, por fin, que en este pe- de provincia a adoptar análogo sistema C -*).
riodo la Iglesia argentina se ve enriquecida Por lo demás, en 1888 se reformaba el ré-
con dos creaciones de Pío IX: en 1859. bajo gimen matrimonial del Código de Vélez, im-
la presidencia de Urquiza, se erige la dió- plantándose el matrimonio civil.
cesis de Paraná; y en 1865. bajo Mitre, la Con la caída de Juárez Celman, los víncu-
sede de Buenos Aires es elevada al rango los entre la Iglesia y el Estado fueron mejo •
arzobispal. De ese modo, en la Argentina raudo paulatinamente, Pellegrini envió al
funcionaba por entonces una arquidiócesis, doctor Vicente G. Quesada en misión di-
a de Buenos Aires, con las,diócesis sufra- plomática a ROma, aunque con instruccio-
gáneas de Córdoba, Salta, San Juan y Pa- nes muy estrictas en materia de patronato;
raná. y bajo la segunda presidencia de Roca, se
IX, La crisis de 1SS4. La primera presi- reanudaban las relaciones con la Santa Sede.
dencia de Boca, en sus años iniciales, maes- Por io demás, León XIII erigía en 1897 las
tra cordialidad con Boma. Era por entonces nuevas diócesis de Santa Fe, La Plata y

(72) Los méritos de esa actitud de Esquiú fue- (74) Así lo hizo el de Corrientes, y con ta! mo-
ron oficialmente reconocidos por decreto nacional tivo s» suscitó inj enojoso conflicto en 1887, cuan-
de! 2 de mayo de 1854, firmado por Salvador María do el cura interino de Monte Caseros, removido por
del Carril como vicepresidente en ejercicio. el obispo diocesano en razón de mala conducta, se
(73) Ver el respectivo debate en e¡ capítulo si- negó a entregar la parrf'.'jula a su sustituto, y pi-
puienle. dió amparo al gobierno E* s?soi§ «íeetos.
Tueumán; en 1907 se creaba por Pío X la de reformar la Constitución "en todo cuan-
diócesis de Santiago del Estero; y en 1910, to se vincula a la Iglesia y a sus relaciones
por el mismo Pontífice, las de Catamarca con el Estado, a fin de asegurar la efectiva
y Corrientes. No faltaron las incidencias, libertad e igualdad de cultos frente a la
de cualquier modo. Aunque de hecho insig- ley", tina nueva íey, la 14.424, fijaba un
nificante, merece recuerdo, por el problema plazo de ciento ochenta días para realizar
jurídico que implicaba, el episodio llamado la Convención Reformadora. Todo esto que-
"de las banderas", que ocurrió el 25 de mayo dó en proyecto a raíz del triunfo de la Re-
de 1908, cuando el obispo de Santa Fe mon- volución, en setiembre de 1955.
señor Boneo rehusó celebrar el Te Deum El gobierno revolucionario derogó las me-
oficial en vista de que se haMan introdu- didas represivas antes comentadas y volvió
cido en el templo dos enseñas no bendeci- al cauce tradicional. El 28 de junio de 1951?
das, contra los preceptos de las Sagradas se celebra con la Santa Sede un acuerdo
Congregaciones del Santo Oficio y de Ritos sobre jurisdicción castrense y asistencia re-
adoptados por todos los obispos argentinos ligiosa a las fuerzas armadas (ver decretos-
en su concilio de Salta de 1902; el Poder leyes 7623/57 y 12.958/57}; y en el mismc
Ejecutivo argüyó que dichas normas no se año se erigían las nuevas diócesis de San
habían sometido al "pase" constitucional, Isidro, Morón, Lomas de Zamora, Mar del
y en consecuencia desaprobó la conducta Plata, Nueve de Julio, Santa Rosa de Toay,
del prelado. Cualeguayehú, Reconquista, Pasadas, For-
En las dos décadas posteriores, el inci- mosa, Villa María y Comodoro Rivadavia,
dente más grave fue el relativo a la provisión a la vez que se elevaban a arzobispados los
del arzobispado de Buenos Aires, vacante en obispados de Tueumán y Bahía Blanca (ver
1923 por la muerte de monseñor Espinosa. decreto-ley 584/57).
La presentación por el gobierno argentino Las cordiales relaciones entre Iglesia y
de la candidatura de monseñor Miguel de Estado se mantuvieron bajo el régimen cons-
Andrea, las respectivas observaciones de la titucional que sucedió a la Revolución, El
Santa Sede y la designación transitoria de hecho de mayor significación en este último
monseñor Boneo como administrador apos- período lo constituye un nuevo enriqueci-
tólico de la sede vacante, provocaron un miento de la organización eclesiástica ar-
largo conflicto, del cual nos ocuparemos en gentina: Corrientes y Mendoza se elevan a
la voa PATRONATO ECLESIÁSTICO. arzobispados; y se crean las nuevas diócesis
Posteriormente, las relaciones entre ambas de Avellaneda, San Martín, Rafaela, Con-
potestades se desenvolvieron en un ambiente cordia, Gaya, San Francisco, San Rafael,
cordial, testimoniado por las importantes Gran, Añatuya, Neuquén y Río Gallegos.
creaciones de diócesis de 1933-1934: se elevan,
a arzobispados los obispados de Córdoba, Capítulo Segundo
Paraná, La Plata, Salta, Santa Fe y San LA IGLESIA EN LA CONSTITUCIÓN NACIONAL
Juan; y se constituyen las nuevas diócesis
de Mendoza, San Luis, Jujuy, La Rioja, Río El presente estudio sobre las relaciones
Cuarto, Rosario, Azul, Bahía Blanca, Mer- entre Iglesia y Estado en la Constitución
cedes y Viedma (ley 11.715 de 1933 y Bulas Nacional se circunscribirá, primordialmente,
del 20-4-1934 de Pío XI). En 1939 se añade al examen del precepto básico en la mate-
el obispado de Resistencia y en 1942 el de ria, vale decir, el artículo 2V ("El Gobierno
San Nicolás. Federal sostiene el Cuito Católico, Apostólico
Los vínculos de tradicional amistad entre Romano"). Otras normas hay, en nuestra
Iglesia y Estado en la Argentina se quiebran Carta Magna, que también constribuyen a
en la última etapa peronista, la cual desató definir la posición de la Iglesia católica ante
entre noviembre de 1954 y setiembre de 1955 el Estado Argentino: así las que atañen al
una persecución religiosa nunca vista en Patronato, al exequátur, a la admisión de
nuestras tierras. Se suprime la enseñanza órdenes religiosas, a la conversión de los
pública de la religión, se instaura el divor- indios al catolicismo, a la calidad de cató-
cio vincular en circunstancias tales que re- lico exigida para desempeñarse como pre-
velaban su exclusivo designio anticatólico» sidente y vicepresidente de la República, al
se restringen los actos de culto, se suprimen juramento de dichos magistrados, a los con-
festividades religiosas, se derogan exenciones cordatos. Y existen, en fin, otras reglas
fiscales en favor del culto, se exonera y ex- constitucionales más genéricas, que eoncíer-
pulsa a los prelados monseñor Tato y mon- rten a la religión y a la moral, como la in-
señor Ramón Novoa, se decretan cesantías vocación a Dios en el Preámbulo, el sistema
de magistrados y funcionarios por causa de libertad de culto y el artículo 19 que re-
religiosa. Y en directa relación con nuestro serva a Dios las acciones privadas. Por ra-
.tema, se sanciona el 20 de mayo de 1955 la zones expositivas, empero, el estudio de todas
ley 14.404 por la cual se declara la necesidad esas normas no se hará aquí a fondo, sin
perjuicio de aludir a ellas en cuanto que constituida en el seno de la propia Asam-
joneetadas con el artículo 2"; para el ana- blea C"*), dispone en el artículo 8" del ca-
isis más completo de las mismas, habrá pítulo IV: "La religión católica, es la reli-
jue remitirse a las voces respectivas (V. gión del Estado. El gobierno protegerá la
SREVE. CULTO. INFIEL. LIBERTAD DE CULTO. PA- religión, mantendrá del tesoro común las
TRONATO ECLESIÁSTICO. RECURSO DE FUERZA. iglesias, el culto público y sus ministros, en
RELIGIOSO) . la forma que establecerá la ley. Desde en-
I. Los antecedentes jurídicos del artículo tonces quedarán abolidos los derechos pa-
2" de la Constitución Nacionul. 1. Anteceden- rroquiales, los diezmos y demás contribu-
tes argentinos de carácter nacional. Nos re- ciones que actualmente se cobran por el
ferimos, bajo el a.cápite, a las diversas Estado, con motivo de piedad". Y el artícu-
Constituciones o proyectos constitucionales lo 9» agrega: "Ningún habitante del Estado
para la República, que fueron apareciendo puede ser perseguido ni molestado por sus
desde los primeros años de nuestra vida in- opiniones religiosas, con tal que no altere
dependiente. En todos ellos, con una única el orden público, y respete las leyes y cos-
y relativa excepción, el catolicismo aparece tumbres piadosas del país. Queda por consi-
como religión oficial del Estado Argentino. guiente abolido el Tribunal de la Inquisi-
a) Comenzaremos por los diversos pro- ción". Y, en fin, en el cuarto proyecto que
yectos de Constitución que surgen con la se conoce, también del año 1813, y de autor
Asamblea del año 1813. El que preparó la anónimo, esto es, los llamados Artículos de
Comisión Oficial (designada por el Segundo Confederación y -perpetua Unión, aparece
Triunvirato a fines de 1812 y constituida la excepción, inspirada en el régimen nor-
por Agrelo, Herrera, Gómez, Somellera, Gar- teamericano que guiaba a dicho proyecto:
cía, Vieytes y Posadas), que se comunicó "El Congreso no permitirá algún estableci-
al gobierno con fecha 27-1-1813, establecía miento de religión; ni prohibirá el libre
en su artículo I9 del capítulo III: "La Reli- ejercicio de la católica, que profesamos, co-
gión católica, es la religión del Estado. El mo única y preponderante en las Provincias
la protege, y mantendrá del tesoro público Unidas..." (art. 45). Dicho texto pareciera
las iglesias, el culto público y sus ministros, adoptar el separatismo norteamericano;
en la forma que oportunamente establece- empero, la cláusula final que alude a la re-
rán las leyes". Añadía el artículo 2«: "Nin- ligión católica "que profesamos, como única
gún ciudadano podrá desde entonces ser y preponderante", implica en cierto -modo
forzado a pagar contribución alguna con un retorno a los cauces tradicionales.
objeto de religión". Y agregaba el artículo b) En el Estatuto Provisional dado el
3": "Ningún habitante de la república puede 5-5-1815 por la Junta Observadora, el ar-
ser perseguido ni molestado en su persona tículo I" del capítulo II reza: "La religión
y bienes por opiniones religiosas, con tal católica, apostólica, romana es ¡a religión
que no altere el orden público y respete las del Estado". Y el artículo 2" añade: "Todís
leyes y costumbres piadosas del Estado". hombre deberá respetar el culto público y la
El proyecto de la Sociedad patriótica (actuó religión santa del Estado: la infracción de
una comisión constituida por Larrea, Pla- este artículo será mirada como una violación
nes, Valle, Sáenz y Monteagudo, con Dongo de las leyes fundamentales íiel país". No
por secretario), contemplaba la misma cues- hay referencia alguna a libertad o toleran-
tión en su artículo 12 (cap. III): "La Reli- cia religiosas.
gión católica es y será siempre la del Es- c) En el Reglamento Provisorio del 3-12-
tado". De acuerdo con el artículo Í3: "El 181.7,.sancionado por el Congreso, se retitera
gobierno hará iniciativa para que se con- el texto del año XV; otro tanto había hecho
greguen sin. pérdida de tiempo Concilios el frustrado Estatuto de 1816.
Diocesanos, provinciales y nacionales, para d) La Constitución de 1819 disponía: "La
arreglar el culto y la disciplina eclesiástica, religión católica, apostólica, ^romana es la
y concordar la potestad temporal coa la religión del Estado. El gobierno le debe la
espiritual, según las necesidades y exigen- más eficaz y poderosa protección; y los
cias propias-de las Provincias Unidas", Se- habitantes del territorio todo respeto, cua-
gún el artículo 14: "Ningún hombre será per- lesquiera que sean sus opiniones privadas"
seguido por sus opiniones privadas en mate- (art. l»). Según el artículo 2': "La infrac-
ria de religión pero deberán todos respetar ción del artículo anterior será mirada como
el culto público y la religión santa del Es- una violación de las leyes fundamentales
tado, bajo la pena que se ha establecido del país". Por lo demás, el artículo 112 in-
antes contra los que alterasen la Consti- troducía un texto que anticipaba el actual
tución". Por fin, el artículo 15 reglaba el artículo 10 sobre inmunidad de las opinio-
procedimiento para la represión del delito nes privadas que no ofendan al orden pú-
previsto en el artículo anterior. El tercer
proyecto, que se atribuye a una comisión (75) Cfr. Secco Villalba, págs. 52 y Elgs.
buco ni perjudiquen a terceros. Recordemos, tro orden social y político"; pero añadía que
también, que entre los senadores previstos todo ello debía procurarse sin mengua de
por la Carta de 1819, figuraban un obispo y la tolerancia para los demás cultos, ya que,
tres eclesiásticos (art. 10). según el autor de las Bases, libertad religio-
e) La Constitución de 1826 reprodujo en sa y progreso de la religión católica eran
su artículo 3" el texto de 1819: la religión de conceptos que se "complementan mutua-
la Nación Argentina es la "católica, apostó- mente. La libertad religiosa es el medio 'de
lica, romana, a la que prestará siempre la poblar estos países. La religión católica es
más eficaz y decidida protección, y sus ha- el medio de educar esas poblaciones" (").
bitantes el mayor respeto, sean cuales fueren, g) Mencionaremos también, como un an-
sus opiniones religiosas". Es interesante re- tecedente nías, aunque teórico, porque de
cordar, siquiera en, forma escueta, el debate hecho no gravitó en el Congreso de Santa
a que dio pie ese artículo 3" en el Congre- Fe, el artículo 8" del Proyecto de Constitu-
so de 1826 ( ™ ) . El diputado Passo observó ción de Pedro de Angelis (1852): "La reli-
que semejante texto no parecía propio de gión del Estado es la católica, apostólica,
una ley constitucional. Replicó entonces Va- romana, que será protegida por el gobierno,
lentín Gómez que esa norma no era indis- y respetada por todos sus habitantes". Se-
pensable, pero sí conveniente, porque así gún el artículo 9", "los. demás cultos serán
se satisfacían los sentimientos de la mayoría, tolerados, mientras no turben el ejercicio
sin mengua de la tolerancia de cultos. Castro de la religión dominante, y no se entreguen
añadió que no sólo por conveniencia, sino al proselitismo". De acuerdo con el artículo
también por justicia, se debía reconocer la 10, "las relaciones con la Santa Sede serán
situación preferencial del catolicismo. Ugaf- las más cordiales y respetuosas, sin mengua
teche impugnó enérgicamente el proyecto, de las prerrogativas nacionales".
por juzgarlo opuesto a la libertad individual 2. Antecedentes argentinos de carácter
y a la igualdad. Galisteo, por el contrario, local. Aludimos aquí a ¡as diversas Consti-
manifestó que, de acuerdo con las instruc- tuciones y Estatutos que se fueron dando
ciones recibidas de su provincia (Santa Fe), las provincias argentinas a partir de 1819-20,
no aceptaría otra solución que el reconoci- cuando organizaron su vida autónoma, como
miento oficial del culto católico con todos así también a algunos proyectos constitu-
sus derechos y privilegios. Por último, Va- cionales, leyes y tratados complementarios.
lentín Gómez insistió en que el proyecto no Todos esos textos contribuían a definir, en
atacaba la igualdad o Ja libertad, ya que 1853, la situación jurídica que imperaba,
por é! sólo se reconocía el hecho obvio de virtualmente, en todo el país en materia re-
que la mayoría del país es católica y de que, ligiosa. Y por eso merecen mención, aunque
por ende, el catolicismo merece especial no conste expresamente que los congrégales
protección, pero tolerándose no sólo las otras de Santa Fe los contemplaran como especí-
creencias privadas, sino también su culto ficas fuentes.
externo; y remachando esta?, ideas, explica- a) Por lo que concierne a Buenos Aires,
ba que "todo lo que pertenece a la Nación, cabe recordar que una ley de 1825 había
todo lo que es de ella y de la mayor parte consagrado la libertad de culto; a su vez,
de sus individuos, tiene un derecho parti- la ley de 1835 sobre "suma del poder público",
cular de protección". ya lo sabemos, imponía a Rosas el deber de
f ) Como antecedente de origen no oficial "conservar, defender y proteger la religión
sino privado, pero de trascendencia indis- católica, apostólica, romana" (art. 2" inc. l»).
cutible en el Congreso de 1853, debe recor- En síntesis, pues, ef estatuto legal bonae-.
darse el artículo 3" del Proyecto de Consti- rense, hasta la Organización Nacional, apa-
tución que va anexo .a las Bases de Juan rejaba un sistema de religión de Estado con
Bautista Alberdi (año 1852) La norma pro- libertad de culto; y cabe advertir que idén-
yectada por el ilustre publicista rezaba asi: tico régimen se preveía en el Proyecto de
"La Confederación adopta y sostiene el cul- Constitución de 1833 (arte. 3», 4" y 5").
to católico y garantiza la libertad de los b) El Estatuto Provisorio de Santa Fe,
demás". Fundando dicho precepto, explicaba de 1819, disponía en su articulo ll¡: "La
Alberdi que "la religión debe ser hoy, como provincia sostiene exclusivamente la religión
en el siglo xvi, el primer objeto de nuestras católica, apostólica, romana. Su conserva-
leyes fundamentales. Ella es la complexión ción será la primera inspección de los ma-
de los pueblos, lo que es la pureza de la gistrados y todo habitante del territorio
sangre a. la salud de los individuos. Hay que debe abstenerse de la menor ofensa a su
mantener y proteger la religión de nuestros culto". Añadía el artículo 2": "El que con-
padres como la primera necesidad de nues- traviniere el articulo primero será reputado

(76) Cír. Asambleas Constituyentes Argentinas, (77) Alberdi, Beses y puntos de partija..., ca-
t. 3, págs. 590-613, pitulo 18, págs. 1G9-111.
enemigo deí país por la violación de sus habitantes el mayor respeto, sean cuales
primeros fundamentos". Más tarde, la Cons- fueren sus opiniones religiosas".
tituc'ón santafesina ae 1841 preceptuará en g) La Constitución de Salta de 1821 es-
id artículo 4": "Su religión es la católica, tablece en su artículo 6* que el gobernador
apostólica y romana, a la que prestará de la provincia, al asumir su cargo, prestará
siempre la más eficaz y decidida protección, juramento de "defender y proteger la reli-
prohibiendo igualmente el ejercicio de todo gión sarita católica, apostólica, romana, ce-
otro culto público y privado; sus habitantes, lando su respeto y observancia".
el mayor respeto y sumisión". h) El Estatuto de 1839 de Jujuy, decla-
c) El Estatuto de Entre Ríos de 1822 no raba que "su religión es la católica, apostó-
había expresamente de religión de Estado. lica y romana, a la que prestará su más
Empero, el artículo 55 impone al gobernador eficaz y decidida protección, y sus habitan-
una fórmula cristiana para el juramento tes el mayor respeto" (art. 3"). Esta norma
¡••por Dios Nuestro Señor y estos Santos no cambió en la Reforma de 1851.
Evangelios"); y el artículo 125 declara que i) La Constitución de la República de
la provincia queda sujeta "en lo espiritual Tucumán de 1820 preceptúa que "la reli-
y eclesiástico de su religión, al gobierno gión católica, apostólica, romana es la única
episcopal de Buenos Aires; y cuanto además religión de la República, en cuya protección
en este respecto disponga por el congreso y todas las autoridades emplearán su celo y
gobierno central de la Nación". sus habitantes toda veneración y respeto"
d) El Reglamento Provisorio Constitucio- (art. 1"). Añadamos que en 1825 Tucumán
nal de Corrientes de 1821 establece en su sanciona una ley por la cual rechaza la
articulo I9: "La religión del Estado es la libertad de culto, impugnando el Tratado
católica apostólica romana". El artículo 2" con Gran Bretaña. En cambio, el Estatuto
agrega: "La misión de Jesucristo ccsn los de- tucumano de 1852 no hace referencia a la
más artículos que ella cree y confiesa, cons- religión, salvo el artículo 41 inciso 15 que
tituye el dogma". Y el artículo 3": "La re- incluye entre las atribuciones del Poder
ligión santa del Estado y su culto público Ejecutivo "ejercer el patronato respecto de
merecen el respeto de todo ciudadano". las iglesias, beneficios y personas eclesiás-
Añadía el artículo 4": "El gobierno la pro- ticas de la provincia conforme a las leyes".
tege igualmente que a los ministros desti- j ) El Reglamento Constitucional de Ca-
nados a ensenar la sana moral que la jus- tamarca de 1823 declaraba que "la religión
tifica". Y por fin, el artículo 5": "La infrac- católica, apostólica, romana es la religión
ción de estos artículos será considerada de la provincia" (art. 35); establece que
corno una sacrilega violación de las leyes "todo hombre debe respetar el culto público
fundamentales de la provincia". Las mismas y la religión santa adoptada" (art. 36), so
normas aparecen en ¡a Constitución co- pena que la violación de ese deber se mire
rrentina de 1824. "como una infracción de las leyes funda-
mentales del país" (art. 37), considerándose
e) El Reglamento Provisorio de Córdoba, "en el mismo concepto ... cualquier ataque
de 1821, proclama que "la religión católica, directo o indirecto contra los ritos, ceremo-
apostólica, romana es la religión del Estado nias y derechos de la iglesia, fundados en
y la única verdadera: su protección, conser- ley, mientras ésta no sea revocada por po-
vación, pureza e inviolabilidad, será uno de der competente" (art. 38); en fin, "todas
los primeros deberes de la representación las autoridades deben velar por el cumpli-
del estado y de todos sus magistrados, quie- miento de los anteriores artículos, preca-
nes no permitirán en todo el territorio otro viendo de este modo querellas religiosas"
culto público ni enseñar doctrina contraria (art. 39).
a la de Jesucristo" (cap. V, art. 1"). Y el k) La Rioja, por una ley de 1826, decla-
artículo 2" del mismo capítulo reza: "Todo ra la guerra "a toda provincia o individuo
hombre deberá respetar el culto público y en particular, que atentase contra nuestra
la religión santa del Estado. La infracción tanta religión católica, apostólica, romana"
de este artículo será mirada y castigada (art. 3").
como una violación de ¡as leyes fundamen-
tales del estado". Destaquemos que idénticos 1) En San Juan, la Carta de Mayo de
preceptos figuran en el Código Constitucio- 1825, que rigió por pocos días, usaba en su
nal Provisorio que se dio Córdoba en 1847 artículo 16 una fórmula ambigua: "la reli-
gión santa católica, apostólica, romana, uni-
(arts. 1" y 2" del cap. V ) . versal en la provincia, se adopta voluntaria,
f ) El Proyecto de Constitución para San- espontánea y gustosamente corno su religión
tiago del Estero de 1835 disponía en su ar- dominante. La ley y el gobierno pagarán
ticulo 6": "Su religión es la católica, apos- como hasta aquí o más ampliamente, como
tólica, romana, a la que prestará siempre ei adelante se sancionare, a. sus ministros,
la más eficaz y decidida protección, y sus y conservarán y multiplicarán oportuna y
convenientemente sus templos"; a su vez, la nación mejicana, es y será perpetuamente
el artículo 17 introducía la amplia libertad la católica, apostólica, romana. La nación
de culto público que tanto escándalo vino la proteje por leyes sabias y-justas y pro-
a suscitar. Una ley de 1827 dispuso la abo- hibe el ejercicio de cualquiera otra".
lición de la Carta de Mayo y estableció que d) El artículo 5» de la Constitución de la
"la santa religión católica, apostólica, ro- República Oriental del Uruguay de 1829 pre-
mana es la única as la provincia tía San ceptúa: "La religión del Estado es la cató-
Juan, con exclusión de cualquier otra". lica, apostólica, romana".
11) El artículo 1» del Reglamento Provi- e) El artículo 5' de la Constitución de
sorio de San Luis de 1832 reza: "En virtud Chile de 1833 establece: "La religión de la
que la provincia de San Luis profesa la ver- República de Chile es la católica, apostólica,
dadera religión católica, apostólica, roma- romana, con exclusión del ejercicio público
na, con exclusión de cualquier otra, toda de cualquiera otra".
persona de cualquiera condición o clase que II. Proyecto, debate y sanción del artículo
sea que atente contra ella por palabra o por 2" de la Constitución Nacional, 1. El Proyecto.
obra será severamente castigada por las El Proyecto preparado por la Comisión de
autoridades eclesiásticas o políticas, y si Negocios Constitucionales de Santa Fe dis-
fuese extraña de la provincia se mandará ponía en su artículo segundo: "El Gobierno
salir de ella inmediatamente, para cuyos Federal sostiene el culto católico, apostólico,
efectos se prestarán los auxilios necesarios romano". Se trataba, en verdad, de un ines-
a las predichas autoridades". perado apartamiento de los antecedentes
m) Por último, en cuanto a Mendoza, nacionales, provinciales y foráneos que co-
recordaremos que ella estaba ligada con las mentáramos: no hay ya "religión del Es-
otras dos provincias cuyanas por el Tratado tado", religión "adoptada por el Estado",
de Huanacache del 1" de abril de 1827, según sino tan sólo un culto que se "sostiene". Es
el cual los celebrantes "se comprometen a probable que un antecedente no jurídico
sostener en sus respectivas provincias, como sino sociológico inspirase la novedad: nos
única verdadera la religión católica, apos- referimos al ideario de la Asociación de
tólica, romana, con exclusión de todo otro Mayo, que alentaba a parte de los congre-
culto público, procurando el mayor esplen- sales (7») y que, a tenor de la sexta palabra
dor a la disciplina de la Iglesia" ( artícu- simbólica del Dogma de Echeverría, choca-
lo 7°). ba con el sistema de religión oficial ya que
3. Antecedentes extranjeros. Los textos "el Estado, como cuerpo político, no puede
constitucionales foráneos que influyeron en tener una religión, porque no siendo per-
la empresa constituyente de 1853 fueron, sin sona individual carece de conciencia pro-
duda, los americanos. Entre los mismos, a pia" (so). De cualquier modo, el informe del
propósito del artículo 2", cabría mencionar 18 de abril de 1853 de la Comisión de Nego-
como fuentes los de Venezuela de 1811, Co- cios Constitucionales, fundaba así la inicia-
lombia de 1821, Méjico de 1824, Uruguay de tiva: "El artículo 2" del Proyecto otorga ia
1829 y Chile de 1833 ( ™ ) . En todos ellos, protección única posible al hombre sobre la
como en los demás sudamericanos de la épo- religión que hemos heredado. Por este ar-
ca, el catolicismo aparece como religión tículo es obligación del gobierno federal
oficial. mantener y sostener el culto católico apos-
a) El artículo 1' de la Constitución Fe- ' tólico romano a expensas del tesoro nacio-
deral para los Estados Unidos de Venezuela nal. Conciencias timoratas han aplaudido
de 1811 reza: "La religión católica, apostó- el pensamiento de la Comisión, por cuanto
lica, romana es también la única y exclu- esencialmente constitucional se limita a
siva de los habitantes de Venezuela. Su pro- establecer una obligación sin la cual se de-
tección, conservación, pureza e inviolabili- bilitaría el culto aunque estuviera por otra
dad será uno de los primeros deberes de parte amurallado con intolerantes barreras.
la representación nacional, que no permitirá Es necesario que la solemnidad y decoro de
jamás en todo el territorio de la Con- nuestro rito, que la dotación del clero, sean
federación, ningún otro culto público, ni deberes ciertos y obligatorios para el tesoro
privado, ni doctrina contraria a la de Je- federal..." (si).
sucristo". 2. El debate. El artículo 2° proyectado dio
b) El artículo 6* del título II de la Cons-
titución de Colombia de 1821 dispone: "La (79) Recordemos que Juan María Gutiérrez,
religión católica, apostólica, romana, es la uno de los fundadores de la Asociación de Mayo,,
religión de la República". integraba la Comisión de Negocios Constituciona-
c) El artículo 39 de la Constitución de les del Congreso de Santa Pe.
Méjico de 1824 declara que "la religión de gina (80) Echeverría, Dogma, socialista, ed. 1940, pá-
169.
(81) Cfr. Asambleas Constituyentes Argentinas,
(78) Cír. Secco Villalba, op. cit., pág. 137. t. 6, 2' parte, págs, 780 y 781.
lugar a uno de los más arduos e interesan- seaba que se recibiese por los pueblos la
tes debates del Congreso de Santa Fe ( 82 ). Constitución". Por su parte, apoyando a la
Abierta la discusión el 21 de abril, el di- Comisión, Seguí dijo que el artículo pro-
putado Zenteno propone otro texto, que yectado presumía el carácter mayoritario
volvía al cauce tradicional: "La religión ca- del catolicismo, y la creencia del Congreso
tólica, apostólica, romana, como única y acerca de su verdad, pues "sería un absurdo
sola verdadera, es exclusivamente la del obligar al gobierno federal al sostenimiento
Estado. El gobierno federal la acata, sostiene de un culto que simbolízase ana quimera",
y protege, particularmente para el libre pero que ninguna de esas proposiciones era
ejercicio de su culto público. Y todos los ha- materia de una norma constitucional; en
bitantes de la Confederación le tributan res- fin, especificaba que "el respeto y venera-
peto, sumisión y obediencia". A continuación ción de los habitantes de la República es-
el representante tucumano Fray Manuel taban compendidos en el deber que se im-
Pérez S" giere otra fórmula más compen- ponía al gobierno de sostenerlo (al catoli-
diosa: "El gobierno federal profesa y sostiene cismo)". Las últimas palabras correspon-
el culto católico, apostólico, romano"; según dieron a Zuviría, quien luego de afirmar que
el proponente, y por más que cada provin- "siendo el gobierno un ser moral, no podía
cia podía tener su religión, nada obstaba profesar religión alguna", propuso una fór-
para que el ser colectivo implicado en el mula transaccional, a todas luces poco sa-
gobierno federal profesase algún culto. Y por tisfactoria y de endeble técnica jurídica:
su parte, el santafesirso Leí va proponía: "La religión católica, apostólica, romana, es
"La religión católica, apostólica, romana la religión del Estado, o la de la mayoría
(única verdadera) es la religión del Estado; de sus habitantes".
las autoridades le deben toda protección, 3. La sanción. Después de ese debate, el
y los habitantes veneración y respeto". artículo 2" fue aprobado por mayoría tal
Esas iniciativas chocaron con la resisten- como lo proyectara originariamente la Co-
cia del diputado santiagueño presbítero La- misión: "El gobierno federal sostiene el culto
vaysse, quien afirmo que la Constitución no católico, apostólico, romano". Empers, el
podía intervenir en el fuero de las concien- 26 y 27 de abril el Congreso debía abocarse
cias sino, tan sólo, en lo referente al culto a un proyecto de Leiva que en cierto modo
externo, y que a esos fines bastaba la fór- replanteaba la cuestión: "para obtener em-
mula proyectada por la Comisión; puso el pleo alguno civil en la Confederación Ar-
ejemplo del catolicismo irlandés, perseguido gentina, se necesita que el individuo profe-
y pujante. Replicó Zenteno, insistiendo en se y ejerza el culto católico, apostólico, ro-
su tesis y aduciendo que el catolicismo era mano"; atenuando esa fórmula, Lavaysse
religión dominante en la población y oficial proponía que se exigiera "pertenecer" a la
en todas las constituciones provinciales. Se comunión católica a "los altos funcionarios
sumó al debate Benjamín Gorostiaga, miem- que componen el gobierno general de la Re-
bro de la Comisión, quien explicó que el pública" o bien a "las personas que com-
artículo 2° presuponía un hecho evidente, ponen el gobierno federal". Se pronunciaron
esto es, la mayoría católica del país, y que en favor Zenteno y Ferré, y por la negativa
la Constitución debía ocuparse de la religión Gutiérrez y Zapata, y en definitiva el pro-
porque esta se liga íntimamente "al bien yecto Leiva se desestimó por amplia ma-
del Estado", siendo de observar que "todo yoría.
hombre convencido del origen divino del III. Ensayos de reforma del articulo 2» de
catolicismo, miraría como un deber del go- la Constitución Nacional. 1. La Convención
bierno mantenerlo y fomentarlo entre los de 1860. Por virtud del Pacto de Unión de
ciudadanos"; pero añadió que sería falso San José de Flores, que siguiera a la batalla
declarar que la católica era "la religión del de Cepeda, el Estado secesionista de Buenos
Estado", pues no todos la profesaban en el Aires debía examinar la Carta de 1853 para
país, y que resultaría impropio proclamarla preparar así su reingreso a la comunidad
como "verdadera", pues ésta era una cues- nacional. En la respectiva Convención, que
tión dogmática ajena a la competencia de se celebró en Buenos Aires en los primeros
las asambleas políticas. Zapata abundó en meses de 1860, surgió una infructuosa ten-
las mismas ideas; desde el campo opuesto, tativa para reformar el artículo 2' de la
Leiva afirmó que lo que reclamaba era una Constitución dictada por el Congreso de
explicitación del Proyecto, según la fórmula Santa Fe.
tradicional que entendía el pueblo, para pre- La iniciativa se debió al diputado Félix
venir así malas interpretaciones y evitar Frías (83) y nació imprevistamente, cuando
que se debilitara "el entusiasmo con que de- ya epilogaba la Convención, en la cual el

(82) Cfr. Asambleas Constituyentes Argentinas, (83) Oír. Asambleas Constituyentes Argentinas
t. 4, págs. 488 y Sigs. t. 4, págs. 915-930.
citado representante venía guardando abso- provincias han adoptado ya el catolicismo,
luto silencio por entender que la Carta de que viene a ser así la religión del Estado
1853 no debía en general enmendarse. Frías, en todo el país), mientras que ofrece en
así pues, presentó en la sesión del 11 de cambio "serios inconvenientes en la prác-
mayo de 1860, en reemplazo del artículo 2" tica del sistema federal".
de 1853, este nuevo texto: "La religión ca- En definitiva, la propuesta de Frías se
tólica, apostólica, romana es la religión de desestimó, y el artículo 2c' de 1853 pasó in-
la República Argentina, cuyo gobierno cos- cólume a la Carta de 1860; manteniéndo-
tea su culto. El gobierno le debe la más efi- se también sin variantes en las posteriores
caz protección y sus habitantes el mayor reformas de 1868, 1898, 1949 y 1957. t -
respeto y la más profunda veneración". El 2. Proyectos separatistas, a) En las pri-
autor del proyecto señaló los peligros del meras décadas del siglo actual se presenta-
divorcio ejntre religión y libertad, y la nece- ron varios proyectos en el sentido inverso
sidad para nuestros pueblos de que ambos de acjuel de Frías, vale decir, propiciando
conceptos vayan unidos: "mientras subsista la separación entre la Iglesia y el Estado:
el divorcio entre la religión y la libertad, asi Olivera en 1903, Conforti en 1913, Co-
seremos liberales, si se quiere, pero no li- rrea en 1923, Eard en 1924, Justo y Bravo
bres"; insistió en que el catolicismo no es en 1925, Eesasso en 1936. Ninguno de ellos
incompatible con la libertad, trayendo los progresó,
ejemplos del estado norteamericano de Ma- b) A raíz de su choque con la Iglesia, que
ryland y de la Bélgica actual; afirmó que se hiciera ostensible desde noviembre de
"algo más que el salario deben a la religión 1954, el gobierno peronista propugnó la re-
los pueblos que aspiran a la libertad"; y en forma del artículo 2* de la Constitución Na-
fin, citó el ejemplo de las constituciones de cional, como ya sabemos, para separar am-
Buenos Aires y otras provincias argentinas, bas potestades.-. Los respectivos debates, que
que erigen al catolicismo en religión del culminaron con la sanción de la ley 14.404,
Estado. Impugnó la iniciativa Sarmiento, tuvieron lugar en mayo de 1955; la repre-
quien explicó que en el seno de la Comisión sentación oficialista fundó el proyecto en
redactora del proyecto de enmiendas se ha- las exigencias de la libertad individual y de
bía considerado el artículo 2" de la Carta la -igualdad ante la ley, y por su parte la
de 1853, y aunque no mediaba unanimidad minoría opositora destacó las finalidades
pues algunos deseaban suprimir el sosteni- tendenciosas de la iniciativa. El artículo 1'
miento del culto católico, a la postre se de- de la citada norma rezaba: "Declárase ne-
cidió no innovar, porque en la práctica di- cesaria la reforma parcial de la Constitu-
cha norma no había aparejado problemas ción nacional en todo cuanto se vincula a
y porque, en cambio, sí los provocaría el re- la Iglesia y a sus relaciones con el Estado,
planteo de un tema tan serio. Acosta apoyó a fin de asegurar la efectiva libertad e
a Frías, recordando las constituciones pro- igualdad de cultos, frents a la ley"; el
vinciales y observando que, puesto que en miembro informante de la Comisión de
la Argentina todos son católicos, no veía di- Asuntos Constitucionales, diputado Ventu-
ficultpd en consignarlo así. Pórtela invitó a ra González, aclaró que si bien el artículo
Frías al retiro de su proyecto, y Roque Pé- más directamente vinculado con el proble-
rez coincidió con Sarmiento, argumentan- ma era el 2°, también estaban en juego los
do con las necesidades de la libertad de con- artículos 68-incs. 19 y 20, 83-incs. 8 y 9,
ciencia. Vélez Sarsfield, por su parte, se de- 77, 81, 101 in jine y cualquier otro que guar-
claró conforme con los principios de Félix dase conexión con el asunto que motivara
Frías, pero aseguró que dicho diputado se la ley de reforma. Señalaremos que en agos-
desubicaba con su planteo, ya que en ma- to de 1955 se rechazaron dos proyectos de
teria religiosa son soberanas las provincias, la diputación minoritaria para derogar la
a quienes el gobierno federal no-puede im- iey 14.404; y que en el mismo mes se san-
poner ni prohibir tal o cual religión: "¿de- cionaba la ley 14.424, por la cual se extendía
jaríamos nosotros que el presidente del Con- en ciento ochenta días el plazo para que
greso del Paraná viniese a destruir los con- el Poder Ejecutivo convocase a elecciones de
ventos que existen en Buenos Aires?". Lue- COB?encionales. La Revolución del 16 de se-
go de .que Este ves Saguí insinuara adoptar tiembre de 1955 puso término a estos pla-
un texto análogo al de la Constitución por- nes reformatorios.
teña de 1854, y de que Anchorena se adhf-~ ;.1V. Examen dogmático-jurídico del ar-
riese a Frías, usó de la palabra José María ticulo 29>de la Constitución Nacional. 1. Sen-
Gutiérrez, quien sostuvo que la religión "no tido del art. 2' de la Constitución.. La lo-
era tema constitucional, que en verdad re- cución "sostiene" del art. 2" de la Constitu-
sultaba ocioso todo el artículo 2", y que "la ción-'Nacional, ha suscitado y aún suscita
idea de nacionalizar la religión nada nos espinosas discusiones. Como saldo de las
da para la religión misma" (pues todas las mismas, podrían mencionarse tres puntos
de vista fundamentales, que resumiríamos cláusula sino en el sentido de que el Estado
en los conceptos de religión mantenida, pre- paga ía prestación de servicias civiles por
ferida, adoptada. funcionarios u oficinas eclesiásticas" C»),
a) Para una fuerte corriente hermenéuti- b) Para la segunda tesis, que comparti-
ca, que por lo general se nutre en el libe- mos, nuestra Constitución no se limita a
ralismo, el art. 2" de la Constitución Na- exigir el pago o mantenimiento de un culto:
cional redújose a disponer el pago, subven- ella consagi'a una religión preferida o de
ción o mantenimiento económico de la Igle- trato privilegiado. Ya Juan Bautista Alber-
sia Católica; esc sena todo. La tesis tiene di aseveraba rotundamente: "Se ha que-
apoyo en el sentido más aparente de la nor- rido ver mal espíritu en la redacción del
ma en examen; ella, en su alcance más in- artículo que impone al Estado el sostén de
mediato, está definiendo una carga pecu- la religión católica, apostólica, romana, sin
niaria del Gobierno Federal respecto del hablar de adopción, como si el Estado pu-
culto católico. Así, por ejemplo, Joaquín diese tomar u su cargo el sostenimiento de
V. González afirma que, con el artículo 2" un culi» que no fuese el suyo" O ' i ) . Juan
la Constitución "no quiso.. . significar que Antonio González Calderón, en la segunda
ésa era la religión del Estado... sino que los edición de su Curso de Derecho Constitucio-
gastos del culto serían pagados por el te- nal, explica que el artículo 2" implanta "un
soro nacional, incluidos en su presupuesto y sistema de sostenimiento y protección", por
sometidos, por consiguiente, al poder del cuya virtud dicho artículo "no quedaría sa-
Congreso" («•'), Agustín de Vedia, en igual tisfactoriamente cumplido con sólo deter-
sentido, observar "el gobierno sostiene el minar en los presupuestos de la Nación los
culto, pero no hace manifestación de pro- arbitrios pecuniarios destinados al soste-
fesarlo. .. Ese sostenimiento se hace efec- nimiento del culto..."(!«). coincide con ese
tivo cubriendo los presupuestos del arzobis- criterio Daniel Antokoletz: la Constitución
pado, obispados, curias, cabildos, vicaria- reconoce, en lugar de "religión del Esta-
tos y seminarios conciliares; acordando sub- do.. ., un culto preferido y subvencionado",
venciones para los templos, etc." (*•">). Y ya "sostener el culto es mantenerlo con fondos
mucho antes, en sus "Comentarios de la del Tesoro Nacional; significa también pro-
Constitución", Sarmiento había enseñado tegerla legal y moralmente, velando por sus
que "el gobierno federal sostiene al culto, lo fueros y dignidades" ( <j:i ). En igual sentido,
paga; porque es el Patrono de la Iglesia, Segundo V. Linares Quintana concluye que
porque se impone este deber; porque la ma- en la Argentina no hay religión oficial ni
yoría de los habitantes son católicos; por- adoptada pox el Estado, pero sí una "situa-
que es de práctica que el culto sea pagado ción de privilegio" para el catolicismo O 1 4 ).
por el Estado; porque hay rentas que le es- Perfecto Araya parece enrolado en la mis-
tán consagradas" ( » « ) , por más también re- ma tesis: los Constituyentes de 1853 no im-
conocía, como cecuela del mismo artícu- pusieron ninguna religión de Estado, pero a
lo 2", que los ritos católicos eran inexcusa- la católica "la protegieron, en, cambio, para
bles "en las solemnidades religiosas en que que el Estado la mantuviera con pompa,
el gobierno haya de tomar parte" ( s ~ ) , lo majestad y decoro, impregnando la Cons-
cual acercaría la posición sarmientina a la titución de cláusulas que política y econó*-
segunda corriente que en seguida veremos. nucamente la favorecían" (»*). En la misma
También Manuel Montes de Oca parece tendencia se ubican, inequívocamente, Juan
ubicado en la tendencia restrictiva que aquí Casiello (««) y Cayetano Bruno (»").
estudiamos: el catolicismo es "religión pre- Como primera premisa de dicha tesis, ha-
ferida por el Estado, que el Estado costea, bría que destacar que en castellano el verbo
pero no como religión que el Estado abra- "sostener" no significa tan sólo "dar ma-
za" (ss) ( de modo que las obligaciones del nutención". El Diccionario de la Real Aca-
Estado se refieren al culto, él "no está obli- demia, por ejemplo, trae cinco acepciones
gado a predicar los dogmas de la Iglesia
ni la moral católica" (»»). Más categórico es ( 9 0 ) Cfr. Contribución al estudio del Derecho
Aldao: "Quien tenga noción exacta del Es-' constitucional, ecl. 1924, pág. 14.
( 9 1 ) Cír. Escritos postumos, ed. 1900, t. 12, pá-
tado moderno no puede interpretar esta ginas 630 y 631.
(02) Op. cit., págs. 206 y 207.
(84) Cír. Manual de la Constitución argentina, (93) Cfr. Tratado de Derecho constitucional y
ed. 1951, pág. 154. administrativo, ed. 1933, t. 1, pág. 186.
(85) Cír. Constitución argentina, ed. 1907, pá- (94) Cfr. Gobierno y administración de la Re-
gina 43. pública Argentina, ed. 1946, t. 1, pág. 239.
(86) Cír. Comentarios de la Constitución, edi- (95) Cfr. Comentario a la Constitución argen-
ción 1895, pág. 134. tina, págs. 96-98.
(87) Op. cti.. pág. 131, (96) Cír. Iglesia y Estado en la Argentina, pá-
(88) Lecciones de Derecho constitucional, ed. ginas 96-98.
1910. t. 1, pág. 136. (97) Cfr. El Derecho público de la Iglesia en la
(89) Op. cit., pág. 138. Argentina, t. 2, pág. 83.
para dicha voz, en este orden: "sustentar, tado federal (art. 86, inc. 89). De este com-
mantener firme una cosa"; "sustentar o de- plexo de normas, incluidas aquellas que im-
fender una posición"; "sufrir, tolerar"; plican un avance del Estado sobre la juris-
"prestar apoyo, dar aliento o auxilio"; "dar dicción eclesiástica (como el Patronato),
a uno lo necesario para su manutención". surge a las claras todo un sistema de ínti-
Del mismo modo, el Diccionario Enciclopé- mas relaciones entre Iglesia Católica y Es-
dico Hispano-Americano define así al voca- tado Argentino; nace, para la primera, una
blo "sostener"; "sustentar y mantener una situación de evidente preferencia o privile-
cosa"; "sustentar o defender una proposi- gio, que desborda los alcances puramente
ción"; "sufrir, tolerar"; "dar a uno lo nece- pecuniarios del concepto "sostiene".
sario para la manutención". En consecuen- En cuarto lugar, todos los precedentes
cia, no hay por qué ceñir el artículo 2V de constitucionales que hemos examinado ut
la Constitución a la última de tales acep- supra, de la Nación, de las provincias, del
ciones, al pago del culto católico: también extranjero, inclinarían una hermenéutica
cabe hablar aquí, a título de "sostén", de menos rígida del artículo 2».
un "sustentamiento", "mantenimiento", En quinto término, debieran mencionar-
"defensa", "apoyo", "aliento", "auxilio", pa- se también diversas normas posteriores, que
ra dicho culto. se podrían considerar como "interpretacio-
Por lo demás, en el debate mismo del ar- nes legales" de la Constitución de 1853. En
tículo 2C, algunos destacados constituyentes el orden nacional, citaremos el Código civil,
desarrollaron una interpretación amplia de cuyo artículo 14 prohibe la aplicación en el
dicha norma. Benjamín Gorostiaga, alma país de leyes extranjeras que se opongan a
del Congreso del 53, explicó que el artícu- "la religión del Estado"; por ejemplo, aclara
lo 2" proyectado presuponía un hecho ob- la nota de Vélez, "en odio al culto católico,
vio, o sea, que la mayoría del país era ca- o que permiten matrimonio que la Iglesia
tólico; y añadió que "todo hombre conven- Católica condena". Y en la órbita local, hay
cido del origen divino del catolicismo, mira- que hacer referencia a ¡as constituciones que
ría como un deber del Gobierno mantenerlo las provincias se fueron dando entre 1853
y fomentarlo entre los ciudadanos". A su y 1860 y que, a tenor del artículo 5' de la
vez, un notorio secuaz de la tendencia li- Carta del 53, debían someterse a la revisión
beral como Seguí, no tuvo empacho en ad- del Congreso. Tres de ellas, en especial,
mitir que el artículo 2" daba por desconta- adoptaban la religión católica como propia
do el carácter mayoritario del catolicismo y de la provincia "según el artículo 2» de la
la creencia del congreso acerca de su verdad, Constitución General" (Mendoza, 1854; San
pues "sería un absurdo obligar al Gobierno Luis, 1855; La Rioja, 1855); otras varias,
Federal al sostenimiento de un culto que aunque son referencia al artículo 2» de la
simbolizase una quimera"; y agregó que "el Nación, consagraron también al catolicismo
respeto y veneración de los habitantes de la como su religión oficial (Catamarca, 185b,
República estaban comprendidos en el deber Córdoba 1855, Corrientes 1855, Jujuy 1855,
que se imponía al Gobierno de sostenerlo Salta 1855, Santa Fe 1856); la constitución
(al culto católico)". santiagueña de 1856 promete al catolicismo
En tercer término, no es posible enten- ."especial protección y respecto", y la tucu-
der un te^xto legislativo desgajándolo del mana del mismo año le asegura "especial
cuerpo al que pertenece. El artículo 2», asi protección"; sólo callaban las cartas san-
pues, debe ser pensado a la luz del conjun- juanina de 1856, y entrerriana de 1860. La
to total de la Constitución; y si se procede Constitución de 1854 del Estado secesionista
de esa manera, de inmediato brotará la ne- de Buenos Aires, desde luego al margen de
cesidad de una interpretación amplia del la revisión federal, seguía las tendencias
concepto "sostiene". De ese examen siste- del país: "Su religión es la Católica, Apos-
mático de nuestra carta constitucional se tólica, Romana. El Estado costea su culto, y
desprende, en efecto, que el culto que ella todos sus habitantes están obligados a tri-
"sostiene" es aquel que deben "profesar el butarle respeto, sean cuales fueren sus opi-
presidente y vicepresidente de la República niones personales" (art. 3').
(art. 76); aquel que inspira la fórmula del Por último, aludiremos a la jurispruden-
juramento para dichos magistrados (artícu- cia de la Corte Suprema Nacional: para ella,
lo 80); aquel que debe propagarse entre la Iglesia no es una institución política de
los indios (art. 67, inc. 15); aquel cuya la República, pero, eso en claro, es "inne-
cabeza, la Santa Sede, es reconocida como gable la preeminencia consignada en la
persona de derecho público internacional Constitución Nacional en favor del culto
con la cual se celebran concordatos (artícu- Católico, Apostólico, Romano". Así se esta-
los 67, inc. 19 y 86, inc. 14); aquel cuyas bleció en Fallos, tomo 53, página 208, in re
jerarquías nacionales son proveídas con in- Pbro. Jacinto Correa.
tervención de los poderes públicos del es- c) Para una corriente menor, el artícu-
lo 2° de la Constitución Nacional y su con- concordatos. Como consecuencia, una total
texto permitirían hablar de una "religión ruptura de relaciones entre ambas potes-
del Estado" en la Argentina. A este propó- tades no armonizaría con el espíritu de la
sito, hay que clarificar previamente los con- Constitución; por lo demás, en el plano di-
ceptos. Podría afirmarse que el catoliscis- plomático los derechos de la soberanía na-
nio es nuestra "religión de Estado" en un cional para el supuesto de abuso de algún
sentido lato o menos propio, como el que agente de la Sede Apostólica, se salvarían
inspira el ya citado artículo 14 del Código adecuadamente con el reparo a la persona
civil; vale decir, que el catolicismo es la re- de dicho agente, sin avanzar más allá.
ligión privilegiada o preferida para el Esta- c) La Constitución obliga a que el ritual
do argentino, aquella que deben profesar católico presida los actos de culto oficiales.
sus jerarcas ejecutivos, aquella que el tesoro • Existe un derecho, fundamentalmente con-
público sostiene, y demás. Pero en el sen- suetudinario, según el cual el Estado Ar-
tido estricto del Derecho público eclesiás- gentino practica ciertos actos oficiales de
tico, "religión de Estado"' significa mucho culto: por ejemplo, Te Deum de las fiestas
más: significa religión que el Estado, corno patrias. Ahora bien, brota de la Constitu-
persona jurídica, adoptu como propia, com- ción que sea el culto por ella sostenido,
prometiéndose, en consecuencia, a cumplir aquel que profesan el presidente y el vice-
a su respecto todos los deberes definidos por presidente de 1- República, aquel que inspi-
el mismo Derecho publico eclesiástico. Y ra la fórmula del juramento respectivo, el
desde luego que no es ésa la posición de la único que deba regir las ceremonias referi-
Iglesia Católica en la Constitución Nacio- das. Así lo entendía Sarmiento, en sus ya
nal. Todo- otro criterio aparejaría un des- citados Comentarios de la Constitución.
mesurado forzamiento del texto del artícu- d) La Constitución exige un especial de-
lo 2'; implicaría una exégesis demasiado la- ber de respeto hacia el catolicismo por par-
ta del contexto; e incluso, supondría olvi- te de los habitantes de la República. De ahí,
dar que en dicho contexto figuran normas por ejemplo, que un régimen penal sobre
francamente contradictorias con el mismo ofensas a la religión con entero ajuste a
Derecho de la Iglesia, como por ejemplo el nuestra Carta Magna, reclamaría, junto a
"pase" de documentos pontificios. la figura común, una figura calificada para
2. Régimen jurídico que se desprende del los agravios contra el catolicismo.
artículo 2" de la Constitución Nacional. e) La Constitución demanda el apoyo mo-
Aceptando, pues, que el artículo 2" y demás ral del Estado argentino para los actos de
normas conexas de la Constitución Nacio- culto y apostolado de la Iglesia. Respecto
nal implantan un sistema de trato prefe- del culto, ello surge con evidencia del artícu-
rencial o privilegiado para el Catolicismo, lo 2". Acerca de la actividad apostólica, hay
corresponde deducir ahora las consecuen- un deber específico consagrado por el ar-
cias jurídicas que de dicho sistema se deri- tículo 67, inciso 15, y un deber genérico que
van , todo ello dentro del plano dogmático- fluye del espíritu de todas las normas cons-
positivo en que acá nos ubicamos. titucionales ya examinadas. Este "apoyo
a) La Constitución reconoce a la Iglesia moral" implica, positivamente, el auxilio y
Católica Apostólica Romana como persona facilitación del culto y misiones católicas
jurídica de derecho público. Ello va implí- (por ejemplo, franquicias administrativas a
cito en el mismo artículo 2". Secuela de di- esos fines); negativamente, reclama la re-
cho reconocimiento es el artículo 33, inci- moción de los óbices, por ejemplo disuadir
so 4" del Código civil, que estudiaremos lue- 1 propaganda proselitista que ensaye des-
go. La Iglesia Católica, ciertamente, no es catolizar al pueblo argentino.
una institución política de la República, y f ) La Constitución dispone el sostenimien-
así lo aclaró la Corte Suprema, como sabe- to económico del culto católico. Esto, desde
mos, en Fallos, tomo 53, página 208. Pero luego, no requiere argumentación y nadie lo
ella apareja, sí, una institución extra-polí- discute. Pero veamos cuáles son los alcan-
tica que la República reconoce' como nece- ces y las formas de dicha prestación.
sariamente existente. El deber constitucional del sostenimiento
b) La Constitución impone el manteni- del culto católico supone, en el orden posi-
miento de relaciones entre dicha Iglesia y tivo, las subvenciones, y en el plano nega-
el Estado argentino. Estas relaciones deben tivo las exenciones. Acerca de las primeras,
guardarse con la jerarquía local del catoli- ' señalaremos que corresponde al gobierno
cismo, como se desprende de todas las nor- federal asistir económicamente a la jerar-
mas ya citadas; y también deben mediar quía católica, en especial arzobispos y obis-
vínculos permanentes con la suprema je- pos con sus respectivas curias y cabildos;
rarquía de la Iglesia Universal, con. la Santa arbitar subsidios para la construcción, man-
Sede, según surge especialmente de los ar- tenimiento y reparación de los templos y de-
tículos 67. inciso 19 v 86. inciso 24 sobre más edificios religiosos; dotar los establecí-
mientas destinados a la formación de los el único posible ni tampoco el preferido por
ministros del culto (seminarios). La medi- la Iglesia, ya que ella, en virtud del mismo,
da de ese aporte económico la traza Gon- queda sujeta a una incómoda situación de
zález Calderón con estas acertadas pala- dependencia: al fin y al cabo, por vía del
bras: "tales arbitrios han de estar en justa presupuesto, las jerarquías del culto cató-
proporción con la posibilidad rentística del lico aparecen como recibiendo, lisa y llana-
país y no ser tan exiguos que el propósito mente, un salario del Estado, Sin necesidad
del artículo sea defraudado" ( » « ) . Por lo de reforma alguna de la Constitución, cabe
que concierne a las exenciones, se desprende implantar un sistema más satisfactorio: el
del artículo 2' de la Constitución que el Es- Estado cumpliría su deber constitucional de
tado no debe gravar los actos de culto ca- una sola vez y ad perpetuam, mediante una
tólico, ni los bienes afectados ai mismo, pu- única asignación patrimonial a la Iglesia
diendo en cambio hacerlo respecto de ios argentina, lo suficientemente adecuada, que
demás bienes que la Iglesia posee como otra la jerarquía católica administraría a tenor
persona jurídica cualquiera. Tocante a los de la disciplina canónica; para el futuro,
actos mismos de culto, recordaremos que el el Estado quedaría exento de obligaciones
Superior Tribunal de Entre Ríos, haciendo en tal sentido ( > < w ) .
lugar a una demanda instaurada por el V. Valoración jusfilosófica del articulo 2'
arzobispado de Paraná, declaró reñida con de la Constitución Nacional. 1. El artículo
la Constitución Nacional la ordenanza de 2' de la Constitución Nacional vino a apa-
la Municipalidad de Gualeguaychú del año rejar una fórmula intermedia entre la ten-
1918, que cargaba con un impuesto las misas dencia católica que propugnaba la tradi-
de cuerpo presente y los responsos en la cional "religión de Estado", y la tendencia
capilla del cementerio local (»:>). En lo que liberal que se inclinaba por la separación.
concierne a los bienes afectados al culto, Y como suele ocurrir con las transacciones,
la Corte Suprema de Tucunián resolvió que ella no satisfizo a ninguna de las partes.
debía eximirse de gravámenes un legado al Para los liberales, el artículo 2° representa
obispado de Catamarca para abonar becas un sistema vetusto, reñido con la concep-
a estudiantes pobres que quisieran seguir ción laica del Estado moderno, y destinado
estudios en el seminario diocesano O 0 0 ); del por ende a desaparecer; para los católicos,
mismo modo, la Cámara Federal de la Ca- se trata de una norma mezquina, que pre-
pital declaró contraria al artículo 2" de la ocupándose del aspecto menos urgente de la
Carta Magna la pretensión del Pisco de co- necesaria unión entre Iglesia y Estado, vale
brar impuestos internos sobre una partida decir, el económico, deja en las sombras la
de objetos para el culto católico, que incluía unión moral. Nosotros compartimos este úU
cálices, copones, pectorales, custodias, sa- timo criterio; por más que entendamos, y
grarios, coronas, anillo y báculo episco- hemos procurado demostrarlo, que las dis-
pal coi), por fin, en cuanto a los demás tancias entre nuestra Constitución y el De-
bienes, no afectados al culto, hay abundan- recho público eclesiástico se disminuyen si
te jurisprudencia en el sentido de que ellos se interpreta el artículo 2' no aisladamente,
son pasibles de los gravámenes comunes sino en conexión con las demás cláusulas
(impuesto inmobiliario, impuesto a la tras- religiosas de la Cart$ Magna.
misión gratuita, contribución por pavimen- 2. Un régimen de trato preferencial para
to, etc.). la Iglesia católica en la argentina, se justi-
Tradicionalmente, el gobierno f e d e r a l fica no sólo por los principios generales en
atiende las prestaciones económicas exigi- dicha materia, sino también por fuerza de
das por el artículo 2' de la constitución a los datos históricos y sociológicos. Esa Igle-
través del "presupuesto de culto": como un sia preferida resulta ser porción entrañable
capítulo más del presupuesto general, el de la historia nacional; ella está en la gé-
Poder Ejecutivo propone y el Congreso vota nesis del país desde los tiempos coloniales,
las diversas subvenciones para el culto ca- en las luchas por la independencia, en los
tólico. Y como consecuencia de ello, surge desvelos por la organización nacional. Se
la carga eclesiástica de rendir cuentas, de ha señalado, por, estudiosos insospechables,
acuerdo con las normas presupuestarias co- cuánto facilitó la emancipación el apoyo
munes ( 102 ). Este método, empero, no es masivo que el influyente clero rioplatense
prestara a la Revolución, y cómo ese movi-
(98) Observemos que el "presupuesto de culto" miento se habría comprometido en la hi-
prgentino nunca ha incluido subvenciones para las
parroquias, aunque ellas sean la base del culto ca- pótesis inversa; y en el otro extremo de
tólico previsto por el art. 2? de la Const. Nac. nuestra historia institucional aparece la fi-
;
(99) Cfr. J. A., t. 21, par;. 1204. gura preclara de Esquiú, asegurando con
, ( 1 0 0 ) Cír. Jurisprudencia de Tucumán, t. 15,
pac. U5.
(101) Cír. L. L., t. 4, págs. 100-102. (103) Cír. Bruno, El Derecho público de la Igle-
(102) González, J. V., op. cit., pág. 154. sia en la Argentina, t. 1, págs. 223 y 224.
sus famosos sermones el acatamiento de los
pueblos interiores a la discutida Carta que Capítulo Tercero
venía de sancionar el Congreso de Santa LA IGLESIA EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL
Fe. Por lo demás, la observación social reve- DE LAS PROVINCIAS
la que dicha Iglesia ha sido y sigue siendo, I. Principios generales. 1. ¿Qué pueden
sin duda, la de la mayoría de los argentinos; las provincias en el orden religioso? Según
ella se extiende organizadamente por todo González Calderón, en principio hay que
el territorio, ella inclusive ha civilizado afirmar que "todas las relaciones de la Igle-
grandes sectores incultos de ese mismo terri- sia con el Estado han sido puestas por la
torio; ella constituye con sus parroquias la misma Constitución (Nacional) bajo el im-
columna vertebral de nuestras poblaciones, perio y la jurisdicción de los poderes na-
ella está presente en el seno de las masas cionales, como se desprende de sus artículos
populares; ella, a la par que nutre nuestras 2", 67 incisos 19 y 20, 86 incisos 8 y 9, y ar-
más rancias tradiciones, ha resultado ser el tículo 108. Los gobiernos de provincia, a
credo del gran aluvión de inmigrantes que este respecto, no pueden arrogarse facultades
después de Caseros colonizaron por vez se- que están claramente delegadas al gobierno
gunda a nuestra patria. federal, ni tampoco alguna cuyo ejercicio
3. Un semejante sistema de religión pre- por aquellos obstruiría o haría ineficaz el
ferida no lesiona los derechos de igualdad ejercicio de las que corresponden al segun-
y de libertad consagrados par la Constitu- do" 0°*). Dicho consütucionalisía cita un
ción. Por lo pronto, la igualdad no ha de viejo fallo de la Corte Suprema Nacional,
entenderse en justicia con criterio rasante dictado en el caso "Procurador Fiscal de ¡a
o aritmético, sino como proporción: y cier- provincia de San Juan c/ Prior del Convento
tamente que no' hay en la República otras de Santo Domingo", donde se planteó la
iglesias que puedan compararse con la ca- incenstitucionalidad de una ley sanjuanina
tólica en cuanto que "hecho histórico" y del 16-8-1870 que disolvía el Convento de'
"hecho social". Y por lo que concierne a la Santo Domingo y afectaba a diversos fines
libertad, la existencia de una religión pre- el producido de sus bienes. La Corte, abo-
ferida en nada mengua las libertades de los cada al asunto, formuló la tesis que aparece
otros cultos o de sus adeptos, entendidas reproducida en el texto de González Calde-
correctamente. rón, y añadió: ".. .de la letra y del espíritu
4. Restarían algunas reflexiones a pro- de esas disposiciones se deduce que los po-
pósito de una eventual reforma de la Cons- deres provinciales no pueden legislar, ni
titución en este orden. Desde luego, inedia ejercer actos de jurisdicción, de manera que
aquí un problema de oportunidad, ante todo: se altere o modifique las relaciones ya exis-
y no creemos que las actuales circunstan- tentes entre la Iglesia y el Estado, o que re
cias- nacionales hagan urgente una inicia- cree otras nuevas". En definitiva, la ley san-
tiva en ese sentido. Pero, suponiendo que juanina fue declarada inconstitucional, por
una reforma se tentara, y ubicándonos no avanzar la provincia sobre los poderes reser-
ya en el terreno de la "tesis" del Derecho vados a la Nación en materia de órderes
público eclesiástico, sino de la "hipótesi:" religiosas (arts. 67, inc. 20 y 108 de la Carta
nacional, nosotros, a muy grandes rangos nacional) ('«"•). Por el contrario, y sin per-
esbozaríamos este plan mínimo: sustituir el juicio de reconocer la validez del artículo 2"
artículo 2" de la Constitución por otro que, de la Constitución Nacional y aún de fór-
luego de reconocer la soberanía y recíproca mulas más completas en la materia, ha ha-
independencia de Iglesia y Estado en sus bido quienes entendieran que dentro de
propias esferas, y de preceptuar que el Es- nuestro régimen federal la fuente normativa
tado debe mantener con la Iglesia una co- básica en el orden religioso se ubica en las
nexión permanente, dejara toda la respec- provincias, y no en la Nación: así Fray Ma-
tiva reglamentación a un concordato, cele- nuel Pérez en el Congreso de Santa Fe ('««),
brado y vigente el cual caducarían todas las
cláusulas actuales sobre sostenimiento del tor de este trabajo. la interpretación del art. 2? 3e
culto, patronato, pase y régimen de órdenes !a Constitución argentina, en concordancia con
religiosas, que en el ínterin valdrían como otros preceptos c(e la misma que afectan al terna
transitorias. No se alcanzaría así el "deside- de las relaciones entre el Estado y la Iglesia, ha
dado ocasión a las más dispares opiniones. En dis-
rátum" de la Iglesia, pero en la práctica el tinto sentido a la que sostiene el doctor Gardella.
nuevo sistema sería satisfactorio para ella; puede consultarse en esta misma Enciclopedia la
a su vez, las demás corrientes del pensa- defendida por el doctor Sánchez Viámonte en la
voz DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANTÍAS. EN LA
miento nacional, en un plano de probidad CONSTITUCIÓN ARGENTINA, que se inserta en el t. 5,
y prudencia, no podrían esgrimir reparos pág. 952, 5 VI. (M. O. y F.)
fundamentales contra dicho régimen. * (104) Op. cit,. pág. 206.
(105) Fallos, t. 10, págs. 388-389.
* Neta de la Redacción. Corr.o bien dice el au- (1CS) Asambleas Constituyentes Argentinas, to-
y Vélez Sársfield en la Convención bonae- de la Carta de 1853 según el cual "las cons-
rense de 1880 (io7). tituciones provinciales serán revisadas por
Nosotros estimamos que las reglas de la el Congreso antes de su promulgación", nue-
Constitución Nacional a este respecto, auto- ve constituciones de provincia que contenían
rizan estas conclusiones: a) las provincias la cláusula sobre "religión de Estado" o equi-
no pueden arrogarse en materia religiosa valente, fueron homologadas sin vacilación
atribuciones que dicha constitución ha de- por el Congreso Federal (10!)); y conste que
legado al gobierno federal; b) tampoco pue- el Congreso ejercía con seriedad esa, su fa-
den las provincias adoptar medidas que tra- cultad revisora ("«).
ben o enerven el ejercicio de esas atribucio- La segunda cuestión requiere un análisis
nes íederales; c) también se les veda a las más afinado. El artículo 2' de la'Constitu-
provincias dictar, en este orden, normas que ción Nacional, y todo su contexto, implican
menoscaben los principios, declaraciones y proclamar, ya lo sabemos, un trato prefe-
garantías de la Constitución Nacional (ios), rencia! para la Iglesia católica y, en el fondo,
Mas, fuera de la órbita así trazada, nada una unión moral y económica con ella.
obsta para que las provincias definan sus Ahora bien, por lo que concierne a la unión
propias relaciones con la Iglesia católica: económica, el artículo 2" sólo grava con el
ellas son entes políticamente autónomos, sostenimiento del culto católico al "gobier-
ellas aparejan personas morales dentro de no federal"; las provincias, entonces, aun-
nuestro Derecho público y privado; por ende, que pueden cooperar a esos fines con la
pueden y deben precisar su actitud en dicha Nación, también pueden desentenderse de
esfera. Y en la práctica, así lo han hecho dicha carga y establecer un régimen de "se-
nuestras provincias, como puede vereficarse paración económica" con la Iglesia, sin que
por la compulsa de las constituciones loca- ello importe, en principio, lesión del sistema
les que se fueran dictando a partir de 1854. constitucional nacional pero quedando a
2. interesa, sin embargo, poner en claro salvo que esa "separación económica" no se
hasta dónde pueden avanzar las provincias traduzca en medidas que graven el ejercicio
en este terreno. Concretamente, planteare- del culto católico que el gobierno federal
mos dos cuestiones básicas: primera, si una sostiene, porque de otro modo sí mediaría
constitución de provincia puede adoptar co- contradicción con el artículo 2' de la Carta
mo "religión de Estado" a la católica; segun- Magna (m). Por lo que atañe, en cambio, a
da, en el extremo opuesto, si una constitu- la "unión moral", no creo que sea-legítimo
ción local puede implantar expresamente por parte de las provincias adoptar regíme-
la separación entre Iglesia y Estado. nes que impliquen una actitud no digo de
Acerca de la primera cuestión, nos pro- hostilidad, sino, siquiera, de neutral indi-
nunciamos por la afirmativa. Al proclamarse ferencia respecto de la Iglesia católica. Si el
Estado confesional católico, la provincia se artículo 2" de la Constitución Nacional tiene
reduce a definir su actitud religiosa como el alcance amplio que hemos admitido, y si
persona jurídica, y creemos que esta es fa- dicha norma integra el cuadro de los "prin-
cultad ínsita en la propia personalidad pro- cipios, declaraciones y garantías" que las
vincial y amparada por los artículos 5, 104, provincias deben respetar al organizarse
105 y 106 de la Constitución Nacional. Por constitucionalmente a sí mismas (art. 5» de
lo demás, la adopción del catolicismo como la Carta Federal), no se concibe jurídica-
religión de Estado, si bien no supone exacta mente en ningún ámbito del país, cualquiera
coincidencia con el régimen federal en esa sea la jurisdicción respectiva, la vigencia
materia, guarda evidente congruencia con de un sistema antagónico en cuanto a rela-
el mismo. Por fin, queda el dato histórico, ciones morales entre Estado e Iglesia ca-
asaz significativo, de que en el período 1854- tólica. En tal sentido, y con esos alcances,
1860, cuando rigiera el primitivo artículo 5" deben descalificarse aquellas constituciones
provinciales que, como pronto veremos, or-
mo 4, pág. 489: Pérez dijo que "en los Estados Fe- ganizan un régimen de separación112 que tras-
derales no había una religión que pudiera llamarse ciende la sola esfera económica ( ).
del Estado, pues cada uno de ellos podía tener la
que le gustase, independientemente de la del go- II. Las constituciones vigentes. En este
bierno; pero éste, qxie era el único ser colectivo en
el sistema federal, debía profesar alguna" (109) Ver supra pág. 128.
(107) Asambleas Constituyentes Argentinas, to- (110) Por ejemplo, voto de dos normas juzga-
mo 4, pág. 929. das antirrepublicanas de la Constitución de San
(108) Vayan tres ejemplos, respectivamente: Juan de 1856.
una provincia no puede admitir nuevas órdenes (111) Salvador M. Dana Montano, estima, en
religiosas; una provincia no puede negar su reco- cambio, que por virtud de la Constitución Nacio-
nocimiento o atentar contra una orden religiosa nal las provincias deben cooperar en el sosteni-
admitida, por la Nación; una provincia, so color de miento económico del culto católico (cfr. L. L.,
arreglar sus propias relaciones con la Iglesia cató- t. 90, pág. 746 y t. 91, pág. 810).
lica, no puede abolir en sus dominios la libertad (112) Dana Montano, op. cít., y también L. L.
para los demás cultos. t. 90, pág. 723.
orden, podemos agrupar dentro de tres ca- y protección, del culto católico, apostólico,.
tegorías a las constituciones que actualmen- romano".
te rigen en las provincias argentinas: 1) El artículo 8" de la Constitución de San
constituciones que adoptan al catolicismo Luis de 1941 declara: "La provincia coopera
como "religión de Estado"; 2) constituciones al sostenimiento del caito católico, apostó-
que se remiten al sistema nacional de "trato lico, romano. Sin embargo, es inviolable el
preferido" para el catolicismo, o' fórmulas derecho que todo hombre tiene para rendir
análogas; 3) constituciones que erigen un culto a su Dios» Ubre y públicamente, según
sistema de separación entre Iglesia y Es- los dictados de su conciencia, y sin, más
tado. limitaciones que las que establezcan la mo-
1. Sistema &e "religión de Estado". La ral, ¡as buenas costumbres y el orden pú-
Constitución de Catamarca de 1895, en su blico:.'."
artículo 2", dispone: "La religión católica La Constitución de Santiago del Estero de
apostólica romana es la religión de la pro- 1939, en su artículo 10, dispone que "es in-
vincia; el gobierno coopera a su sosteni- violable en el territorio de la provincia el
miento sin perjuicio .de la tolerancia de derecho que todo habitante tiene para ejer-
cultos garantida por la Constitución Na- cer su culto, libre y públicamente, según
cional", los dictados de su conciencia, sin más limi-
Preceptúa en su artículo 2" la Constitución taciones que las impuestas por la morai, las
de Córdoba de 1923: "La religión católica buenas costumbres y el. orden público. El
apostólica romana es la religión de la pro- gobierno de la provincia coopera al soste-
vincia; su gobierno le prestará la más deci- nimiento del culto católico, apostólico, ro-
dida y efioaz protección y todos sus habi- mano".
tantes el mayor respeto; sin .embargo, el La constitución de Tucumán de 1907,
Estado respeta y garante los demás cultos aparte de garantizar en su artículo 25 la
que no repugnen a la moral o a la razón libertad de culto, establece en el artículo 24
natural". que "el gobierno de la provincia cooperará
Reza en fin el artículo 5' de la Constitu- al sostenimiento del culto católico apostó-
ción de Santa Fe de 1900: "Su religión es la lico romano".
católica apostólica romana, a la que pres- El artículo 4' de la Constitución de Santa
tará su más decidida protección y sus ha- Cruz de 1957 reza: "La provincia reconoce
bitantes el mayor respeto". los derechos de la Iglesia católica. No sos-
2. Sistema de tratado preferencial. La tendrá ni favorecerá culto alguno, pero po-
Constitución de Buenos Aires de 1934, que drá prestar su apoyo a la labor cultural o
en sus artículos 6 y 7 asegura la libertad científica que cumplan entidades religiosas,
religiosa, en el artículo 8» establece que "el jurídicamente organizadas, sin que ello sig-
gobierno de la provincia coopera a sostener nifique atribuirse sobre las mismas ningún
el culto católico, apostólico, romano, con derecho". Se ha observado que esta norma
arreglo a las prescripciones de la Constitu- es contradictoria, porque los "derechos ds
ción Nacional". la Iglesia católica" que en ella se reconocen,
El artículo 4' de la Constitución de Jujuy no pueden ser otros que los de un trato
de 1935 declara que: "Siendo la religión ca- preferencial, que a renglón seguido se re-
tólica, apostólica, romana, la de la mayoría husa al prohibir todo favor para cualquier
de los habitantes de la provincia, el gobier- culto (na). NO satisface la explicación que
no cooperará al sostenimiento de su culto. diera el convencional Pérez Gallarch en la
Sin embargo, el Estado respeta y garante respectiva Constituyente: ".. .no se ha tra-
los demás cultos que no repugnen a la mo- tado en forma alguna de innovar dentro de
ral y a la razón natural". la tradición argentina que hace al sosteni-
La Constitución de La Rioja de 1933, en su miento del culto católico, sino simplemente
artículo 5', dispone: "El gobierno de la pro- reconocer como una cuestión jurídica cons-
vincia coopera a sostener el culto católico, titucional que todas las cuestiones relativas
ipostólico, romano, con arreglo a las pres- al culto constituyen un poder delegado a
cripciones de la Constitución Nacional. Sin la Nación y que, por tanto, la provincia en
embargo, es inviolable en todo el territorio esta materia no hace más que reconocer
de la provincia el derecho que todo hombre los derechos de la Iglesia católica en cuanto
tiene para ejercer su culto, libre y amplia- persona jurídica de existencia necesaria, y
mente, según los dictados de su conciencia, no sostiene ni favorece culto alguno, por
siempre que con ella no se ofenda la moral cuanto ello es función que ejerce la Nación,
y el orden público". de acuerdo con las disposiciones de la Cons-
La Constitución de Salta de 1929, aparte titución Nacional" (Diario de Sesiones, pág.
de asegurar la libertad de culto en su ar-
tículo 6», -preceptúa en el 5" que "el gobierno (113) Dana Montano, en L. L., t. 91, págs. 809
de la provincia cooperará al sostenimiento Y 810.
161). Todo esto supone olvidar que la Cons- culto alguno. Es inviolable en el territorio
titución Nacional implícitamente obliga a de la provincia el derecho que todo hombre
¡as provincias, como ya dijimos, a la "unión tiene para profesar su culto libre y pública-
económica" o cooperación provincial en el mente, según los dictados de su conciencia,
sostenimiento de! culto católico, no está sin más limitaciones que las impuestas por
impuesta pero tampoco se halla prohibida la moral, las buenas costumbres y el orden
por la Carta Federal. De cualquier modo, y público".
con todas estas reservas, no nos hemos de- Proclama la Constitución del Chaco de
cidido a incluir a la Constitución de Santa 1957, en su articulo 13, que "es inviolable el
Cruz entre las cartas lisa y llanamente "se- derecho que toda persona tiene de profesar
paratistas" de la tercera categoría, que su religión y ejercer su culto libre y pública-
pronto examinaremos. El citado artículo 4", mente, según los dictados de su conciencia
al menos, "constitucionaliza" a la Iglesia y sin más limitaciones que las impuestas
católica como institución necesaria de De- por la moral y el orden público. La provin-
recho público y privado, reconociéndole su cia no protege religión ni culto alguno, ni
estatuto preferido de orden nacional. Por contribuye a su sostenimiento. Nadie está
lo demás, en la realidad práctica santacru- obligado a declarar su religión".
ceña, el apoyo a la "labor cultural o cien- El artículo 3" de la Constitución de Neu-
tífica que cumplan entidades religiosas ju- quén de 1957, establece que "Neuquén es una
rídicamente organizadas" que promete el pr vincia indivisible, laica, democrática y
mismo artículo 4'' in fine, tendrá como des- social..." Y el artículo 25 añade: "Es in-
tinatarias primordiales a las organizaciones violable el derecho que toda persona tiene
católicas. de profesar su religión y ejercer su culto,
Por último, catalogaremos en este grupo a libre y públicamente, según los dictados de
aquellas constituciones que nada preceptúan su conciencia v sin más limitaciones que
en la materia, como la de Corrientes de 1913, las impuestas por la moral, las buenas cos-
o que sólo se ocupan de asegurar la libertad tumbres y el orden público. Nadie está obli-
de culto con las fórmulas usuales u otras gado a declarar, bajo ningún concepto, su
más enérgicas (art. 6° de la Constitución de creencia religiosa. El Estado no podrá dictar
Mendoza de 1916, art. 2" de la Constitución leyes u otras medidas que restrinjan o pro-
de San Juan de 1927, art. 18 de la Consti- tejan culto alguno".
tución de La Pampa de 1960, art. 14 de la La Constitución de Río Negro de 1957, en
Constitución de Chubut de 1957, art. 30 de su artículo 5, preceptúa que "todos los ha-
la Constitución de Formosa de 1957) (»-'); bitantes de la provincia tienen libertad ab-
ya que, al guardar silencio sobre el tema que soluta de profesar y ejercer pública y pri-
nos ocupa, cabe entender que dichas Cons- vadamente su religión, no pudiendo la pro-
tituciones se remiten, en ese orden, a los vincia dictar leyes que restrinjan o protejan
principios generales de la Constitución Na- culto alguno. Nadie está obligado a declarar
cional. • la religión que profesa". Por último, el ar-
3. Sistema de separación. El artículo 7" tículo 10 de la Constitución de Misiones de
de la Constitución de Entre Ríos de • 1933 1858, luego de asegurar la libertad de culto,
dispone que "el Estado no podrá dictar leyes dispone que "el Estado no podrá dictar leyes
y otras medidas que restrinjan o protejan u otras medidas que restrinjan o protejan
culto alguno. Nadie podrá ser obligado a
(114) Trancribiremos, por tratarse de Constitu- declarar su religión".
ciones nuevas, los textos de La Pampa, Chubut v
Formosa: "La provincia asegura a todos sus habí Capitulo Cuarto
taníes }& libertad le cultos, sin más limite-que la
moral y las buenas costumbres. Nadie podrá ST LA IGLESIA EN EL CÓDIGO CIVIL
obligado a declarar la religión, que profesa" (La Nos hemos de ocupar, en este capítulo, de
Pampa, art. 18): "queda asegurada la libertad de
pensamiento y conciencia. Este derecho incluye la la posición que a la Iglesia asigna, como
libertad de cambiar de religión o de creencia, a?.' persona jurídica, el artículo 33 del Código
como en privado, por la enseñanza, la práctica, oí civil argentino. Otras normas hay en el
culto o la observancia, sin más limitaciones que Ion
impuestas por la moral y el orden público" (Chu- mismo Código, que conciernen también a la
but, art. 14); "es inviolable en el territorio de !? Iglesia: por ejemplo, el artículo 2345 sobre
provincia el derecho que toda persona tiene para cosas eclesiásticas o el artículo 1160 sobre
rendir culto a Dios, libre y públicamente, según irs capacidad para contratar de los religiosos
dictados de su conciencia y sin más limitacione'5
que las impuestas por la moral, las buenas costur"- profesos; mas, por razones de método, ellas
brcs y el orden público. Las creencias religiosas r'i son estudiadas en otras voces de esta Enci-
constituyen circunstancias modificatorias cíe ';' clopedia (V. COSAS ECLESIÁSTICAS. RELIGIOSO).
personalidad civil o política de ninguno de loe }v- I. El texto y sus fuentes. El artículo 33
bitantes de la provincia. No se obligará tampoco,
por motivo alguno, a declarar la religión que pro- del Código civil argentino enumera entre las
fusa" (Pormosa art. 30). personas jurídicas, en su inciso 4", a la Igle-
sia. La nota de Vélez explica: "Respecto de Santa Sede y de sus órganos.canónicamente
la Iglesia, podemos decir que después de la personificados, consideramos incluidos en
Constitución de Constantino, en 321, por la el artículo 33 inciso 4' del Código civil iodos
cual cada Iglesia o asamblea .católica ad- aquellos entes que integran, con personería
quirió la capacidad de recibir bienes de las canónica, la estructura -jerárquica de la
disposiciones testamentarias de toda per- Iglesia católica en la Argentina: arquidió-
sona, llegó ella a ser una persona jurídica. cesis, cabildos eclesiásticos, parroquias í1").
No tenía ninguna dependencia del Estado En cambio, no participan de ese concepto
en la administración de sus propiedades, y "Iglesia", ni por ende son personas jurídicas
estuvo siempre exenta de las contribuciones de existencia necesaria en la Argentina,
directas, derecho que ha regido en España aquellas entidades que dependen de la Igle-
hasta el siglo pasado..." sia jerárquica pero que no la constituyen:
La fuente inmediata de dicho artículo 33 por ejemplo, una congregación religiosa,
inciso 4» es el Proyecto de Antonio da Frei- una asociación de fieles, una universidad
tas, cuyo artículo 274 inciso 6', más preciso de derecho eclesiástico, pues las tales sólo
que el texto argentino, enumera entre las son personas jurídicas de existencia posi-
personas jurídicas de existencia necesaria ble.
a la "Iglesia católica". 5. No hay que confundir el orden jerár-
II. Significado dogmático del artículo 33 quico que entre las aludidas personas ecle-
inciso 45. 1. Por el artículo 33 del Código siásticas medie, con la respectiva persona-
civil, la Iglesia aparece como persona jurí- lidad. Por ejemplo, el ordinario vigila los
dica "de existencia necesaria". Eso aparte, bienes de las parroquias y asume en juicio
si se atiende a la clasificación más moder- la pertinente representación: pero una cosa
na, que distingue entre "personas de Dere- es esa especie de "dominio eminente" y esa
cho público" y "personas de Derecho pri- representación procesal, y otra la calidad de
vado", la Iglesia figurará entre las primeras, sujeto y la consiguiente titularidad de los
ya que el artículo 33 no es sino aplicación bienes (us). Con ese criterio, la Cámara Ci-
de los preceptos constitucionales que consa- vil Segunda de la Capital Federal resolvió,
gran dicha personería, según hemos vis- en el caso "Municipalidad de la Capital c.
to ("5). Curia Eclesiástica", que no podían embar-
2. Casi es ocioso precisar que cuando el garse bienes de iglesias y cofradías por cré-
artículo 33 inciso 4' del Código civil argen- ditos contra la Curia Diocesana, aunque
tino menciona a "la Iglesia", se está refirien- ésta representara a aquéllas en el juicio res-
do a la católica (u«). Ello surge de la termi- pectivo («9). Del mismo modo, la Suprema
nología corriente entre nosotros; de la citada Corte de Tucumán decidió que no es exigible
nota de Vélez; de la fuente constituida por contra el obispado la contribución por pa-
el artículo 274 inciso 6" de Preitas; del ar- vimento de una iglesia que de él depende:
tículo 2345 del mismo Código, que al aludir una cosa es la dependencia jerárquica, otra
a las cosas eclesiásticas y al remitirse al la autonomía patrimonial que como persona
artículo 33, menciona en forma expresa a jurídica se reconoce a la parroquia (i20).
"las disposiciones de la Iglesia católica". JURISPRUDENCIA;:—La citada en el .texto y notas.
3. En el concepto "Iglesia" se incluyen,
ante todo, la Iglesia universal y la Santa BIBLIOGRAFÍA. — Alberdi, J. B., "Bases y puntos de
Sede, que son personas morales de derecho partida para la organización política de la Repú-
blica Argentina, Bs. Aires, 1914, y Escritos postu-
divino según el canon 100 del Codex luris mos, t. 12, Bs. Aires, 1900. — Aldao, C. A., Contri-
Canonici. Entraña grave confusión la de bución al estudio del Derecho constitucional, Bs.
algún autor que ubica a dichas instituciones Aires, 1924. — Antokoletz, D., Tratado de Derecho
en el artículo 34, relativo a los estados ex- internacional publico, Bs. Aires, 1944, y Tratado de
Derecho constitucional y.administrativo, Bs. Aires,
tranjeros: esto es cierto para la Ciudad del 1933. — Anzilotti, D., Curso de Derecho interna-
Vaticano, estado con soberanía temporal cional, t-rad. de la 3» ed., Madrid, 1935. — Ara-
erigido a raíz de los Pactos de Letrán de ya, P., Comentarios a la Constitución de la Nación
1929, pero cuya personalidad no se confunde
con la de la Iglesia. Eso aparte, digamos (117) Cír. Busso, I, págs. 276 y 277; Llerena, I,
que también se comprenden como "Iglesia págs. 579 y 580; Salvat, op. cit., núm. 1194; Spota,
universal" y por ende con personería civil Tratado de Derecho civil, t. 1, vol. 34, pág. 174.
Ver también fallo de la Cámara Civil 2» de la Capi-
entre nosotros, ciertos entes personificados tal Federal, en L. L., t. 27, pág. 377; y fallo de'la
canónicamente que pertenecen a dicha Igle- Corte Suprema Nacional que registra L. L., t. 90,
sia: así el Colegio de Cardenales. pág. 436, donde se distingue entre personería de
4. Además de la Iglesia universal, de la la Iglesia católica apostólica romana y personería
de ura de sus diócesis.
(118) Cfr. Spota, op. cit., pág. 174.
(115) Cfr. Busso, I, pág. 276, nüra. 45. <119) Cfr. J. A., 1942-III, pág. 911 y I* L.,
(116) Cfr. Busso, I, pág. 276, núm. 48; Salvat, t. 27, pág. 377.
forte general, núm. 1194. (120) Cír. L. L.. t. 7, pág. 1135.
Argentina, ed. 1908. — Bartola, A., "Chíesa e Sta- IGNORANCIA DEL DERECHO.* SUMARIO:
to", en Nuovo Digesto Italiano, t. S. — Bruno, C., 1. Ignorancia y error. 2. El tema en el De-
El Derecho público de la iglesia en la Argentina, recho romano y español. 3. La ignorancia del
Bs, Aires, 195S, y Bases para un concordato entre Derecho.: ¿presunción juris et de jure" o jv.-
la Santa Sede y la República Argentina, Bs. Aires, ris tantum? 4. Tendencias liberalizantes.
1947. — Bussa, S. B., Código civil anotado, "Bs. Ai- 5. La fórmula en el Derecho penal. 6. Apli-
res, 1944, t. 1. — Casiello, J., Iglesia y Estado en la cación en la práctica del principio. 7. En
Argentina, Bs. Aires, 1S47, 'y Colección de encícli- el Código civil argentino.
cas y cartas pontificias, Bs. Aires, 1944. — Dana
Montano, S. M., "La primera Constitución de la 1, Ignorancia y error. La ignorancia y el
provincia de Río Negro", en La Ley, t. 90, pág. 719; error, señala un tratadista nuestro, expre-
"La primera Constitución de la provincia de Neu-
quén", id., pág. 736; "La nueva Constitución de la san dos estados intelectuales diferentes; la
provincia de Misiones", id., pág. 748; "La primera ignorancia significa la ausencia completa'
Constitución de la provincia de Chulrat", Id., t. 91, de nociones sobre el punto cualquiera; el
pág. 764: "La primera Constitución de la provin- error supone falsas nociones sobre él. Desde
cia de Formosa", id., pág. 779, y "La primera Cons-
titución de la provincia de Santa Cruz", id., pá- el punto de vista jurídico, esta diferencia
gina 795. — Duguit, L., Traite de Oroit constitu- carece de interés, pues tanto la ignorancia
tionnel. — Echeverría, E., Dogma socialista, La Pla- como el error producen los mismos efectos;
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ORADOR > loción y jurisprudencia, 1904, págs. 167 y sigs.
lidad natural de las acciones y para el efecto derecho, en cambio, constituyó un conoci-
de evitar su daño, hace extensiva la excusa- miento falso o incompleto. Pero, en la prác-
bilidad a los militares ocupados en el ser- tica del derecho, la distinción careció de
vicio de las armas, al labrador, a las mujeres importancia. En general se conceptuaba que
que habitan en despoblado y a los pastores una y otro, eran eliminables si se acudía al
de los ganados. Pero no faltan verdaderas asesorarrúento de un jurisperito. Mas cuan-
autoridades en la materia, como Laserna, do esta consulta hubiera sido imposible, se
Montalbán y Gutiérrez Fernández, citados establecía una distinción: el error o la igno-
por el mencionado Escriche, que sostiene de rancia no eran alegables cuando sólo hacían
que la expresada ley se halla derogada por perder una ventaja o lucro: más cuando
la ley 2', tít. 2°, libro 3', de la Novísima Re- produjeran un daño o sea la pérdida de
copilación, que la ley es amplia y común bienes adquiridos, el que lo sufría, si bien
y comprende a toda clase de personas, sin no podía repetir lo que hubiese pagado
distinción aún cuando se trata de los sabios (damnum reí amissae), tampoco estaba
y de los simples, siendo para los poblados obligado a dar lo que por error o ignorancia
como para los yermos. La razón estriba en de derecho hubiese prometido (damnum reí
que también hasta los desiertos puede llegar amittandae). Aún era más liberal la legis-
la noticia de la promulgación. Estas mismas lación y la doctrina romántica, cuando se
reglas, se afirma, se hallan contenidas en estaba en presencia de menores, de soldados
las Partidas. Verbigracia, la ley 1*, tít. l», o de campesinos, a los cuales nunca perju-
Part. 1», lleva como epígrafe: como son to- dicaba la ignorancia de derecho, y en se-
dos temidos de guardar las leyes; y la ley gundo lugar, las mujeres, a las que no podía
20 dice en su epígrafe: porque razón los oponerse la ignorancia culpable. Señálase
ornes non se pueden excusar del juicio de que, por influencia del Derecho romano en
las leyes por decir que las non saben, y ex- este punto, la ley canónica admite y ha ad-
pone en su contexto los medios de que pue- mitido la ignorancia del derecho. La reco-
den valerse todos para saber las leyes y las pilación vigente en nuestros tiempos, en
razones porque no se les excusa su igno- efecto, distingue entre la ig?iorancia de las
rancia. leyes y de los actos. En punto a la primera,
Prosiguiendo con las clasificaciones, la rige el principio de que generalmente no se
doctrina reconoce que la ignorancia de he- presume por lo que puede admitirse en casos
cho puede ser verosímil o crasa y afectada: particulares, con tal que sea inculpable y
en el primer caso es la que se refiere a he- probada. Recuérdese que esto ya se admitía
chos extraños, por lo que es excusable; en en el Decreto de Graciano (parte 1», dist.
el segundo, por tratarse de hechos propios 82, c. 2); pero ni aún esto se admite tra-
o hechos extraños de pública notoriedad, no tándose de leyes irritantes e inhabilitantes,
admite excusa. Sobre todo, alega Escriche, salvo que ellas mismas dispongan expresa-
la ignorancia de su propio hecho no puede mente otra cosa (canon 16).
alegarse por nadie cuando se trata de sacar 3. La ignorancia del derecho: ¿presun-
provecho de ella en perjuicio de un tercero; ción "juris et de jure" o presunción "jurís
porque, ¿qué probabilidad hay de que una tantum"? El tema no es nuevo ni es obser-
persona pierda la memoria de lo que ha vado de igual manera por los autores y las
ejecutado, a no ser que el hecho sea muy leyes. Muchas de estas creen tan sbbreen-
antiguo? Puede la ignorancia ser también tida la fórmula, que no se toman el trabajo
voluntaría cuando está originada en la falta de mencionarla en los textos legislativos. En
del deseo de aprender, y es involuntaria términos generales la ignorancia del derecho
cuando es hija de la ausencia de recursos implica el desconocimiento, por circunstan-
para superarla. Es norma universal que los cias diferentes, de las disposiciones legales.
daños ocasionados por mal desempeño de la Si la capacidad jurídica, como condición in-
profesión u oficio originan un derecho al herente a la cualidad de la persona, es in-
resarcimiento de los daños ocasionados. Por mutable y no puede ser alterada por los
último, la ignorancia puede ser esencial en accidentes de ¡a vida, la facultad de obrar,
cuanto recae sobre alguna circunstancia ne- por el contrario, se modifica a cada paso,
cesaria en un negocio jurídico, que influye por virtud de todas las causas que pueden
de una manera decisiva en este, y es acci- influir en el grado de la capacidad natural
dental, cuando no se puede conceptuar la de que es aquella como expresión y reflejo;
verdadera causa de la acción. siendo éste el fundamento de las limitacio-
En el Derecho romano, los autores intro- nes nacidas de la menor edad, de la enfer-
ducían sutiles distinciones entre la igno- medad corporal o mental, etcétera, estados
rancia y el error de derecho, que moderna- cuya eficacia, por lo que al valor de los actos
mente se asimilan completamente. En efecto, de derecho se refiere, ha reconocido el le-
sostenían que la ignorancia es la falta total gislador en todos los tiempos. Y no se ha
del conocimiento del derecho; el error de limitado la ley a determinar la influencia
de aquellos estados que revisten un cierto recho viene defendiéndose como una conse-
carácter de relativa permanencia, sino que cuencia del carácter obligatorio inherente
ha tratado de estimar también la de todos a toda ley. Los ciudadanos todos —se dice—
aquellos fenómenos psicológicos —prosigue tienen, sin duda, el deber de conocer aquella
Calderón, el autor a quien estamos siguien- regla jurídica, a la cual han de atemperar
do—, cuyo influjo sobre la voluntad es ca- su conducta. El Estado, por su parte, se ha-
paz de alterar de algún modo el fondo jurí- lla obligado a hacer llegar la ley a conoci-
dico de las acciones. De -esta suerte se ha miento de los ciudadanos a quienes compete
apreciado, por ejemplo, la influencia que el su observancia, mediante la promulgación.
error, la fuerza o el miedo pueden tener en "No está, sin embargo, destituida de fun-
la palidez de los contratos; se ha conside- damento, prosigue Costa, la opinión de los
rado a la buena fe como fuente o como con- que nos sostienen que sería preciso para que
dición de ciertos derechos, y hasta se ha en su aplicación práctica este principio fuese
tenido en cuenta el poder, muchas veces tan justo como aparece en su enunciación
avasallador, de las pasiones humanas, para general: 1', que la promulgación de la ley
apreciar los grados de responsabilidad cri- fuera una verdad positiva en vez de una
minal y aun para declararla nula en oca- pura fórmula, y 2», que aún así, no resultase
siones. Entre estos factores que ejercen so- una ficción contraria a la realidad de las
bre la conducta una influencia más o menos cosas la de que todos los ciudadanos pueden
decisiva, no podía menos de figurar la igno- conocer todas las leyes vigentes sobre cada
rancia, cuyos efectos ha determinado con materia u orden de cosas en un determinado
no escasa precisión el Derecho positivo cuan- momento. Abundando en este criterio, afir-
do aquella se reduce al desconocimiento de ma el mismo tratadista, que dicha presun-
un hecho particular y concreto, conceptua- ción se mantiene a sabiendas de que es una
do como la capital importancia para la rea- falsedad, "a sabiendas: primero, de qué na-
lización de la determinada relación jurídica die conoce todo el derecho, de que sólo una
a que se refiere; pero que considerada en su insignificante minoría de hombres sabe una
acepción general, es decir, como estado de parte, y no grande de las leyes; segundo,
relativa incultura, de carencia de conoci- de que es imposible que la mayoría, y aun
mientos positivos y de limitación consiguien- esa mayoría misma las conozeg. todas; y
te en el desarrollo de las facultades inte- tercero, de que la presunción conforme a la
lectuales, rara vez, y sólo de paso y por ac- verdad de los hechos, conforme, por tanto,
cidente, ha merecido la atención de la a la razón, a la justicia y a la lógica, sería
ley (3). cabalmente la inversa, que nadie conoce las
J. Costa enfocando el asunto expresa, con leyes como no se pruebe lo contrario... No
relación al juicio que acabamos de consig-, faltan escritores que reconocen lo falso y
nar, que cosa muy distinta acontece con la convencional de aquella presunción, des-
ignorancia del Derecho. El conocimiento de mentida a cada paso por la realidad; pero
la ley es un supuesto legal contra el que no piensan, como dice Ambrosoli, como nues-
se admite prueba: una presunción juris et tros Vicente y Caravantes, que una ficción
de jure sobre la que se asienta todo el orga- tal es absolutamente necesaria par la con-
nismo jurídico y social de las Naciones civi- servación del orden social. Por manera que
lizadas desde que, hace más de trece siglos, el orden social, en las naciones modernas,
fue formulada la máxima inflexible del De- no puede asentarse sobre la verdad; nece-
recho justinianeo: cónstitutiones principium sita de una abstracción, necesita de un arti-
nec ignorare quemquam nec disimulare per- ficio gigante, monstruoso, que condena a los
mitímus. Este principio, por virtud del cual hombres a caminar a ciegas por el mundo;
no es lícito en ningún caso alegar ignoran- que los condena a regir su vida por criterios
cia, respecto del Derecho positivo, suele que le son y que fatalmente han de serles
enunciarse mediante estos dos conocidos ignorados" (•*).
aforismos, heredados de los antiguos roma- Dorado Montero, mencionando los proble-
nistas: 1», a nadie le es permitido ignorar mas sobrevinientes merced a la aplicación
las leyes (nemini jus ignorare licet); 2", en de los principios estudiados, al Derecho pe-
su consecuencia, se presume que todo el nal, menciona el hecho de que se haya ob-
mundo las conoce, por lo cual, aunque re- servado que, "aun trocando en una verdad
sulte que uno las ignoraba, le obligan 'lo la promulgación de las leyes, redactadas
mismo que si las hubiese conocido (nemo estas en la lengua nativa del pueblo y su-
jus ignorare censetur; ignorantiu legis ne- poniendo que el pueblo tuviera conocimien-
minen excusat)... Esta presunción del De- to de su existencia y tiempo y gusto para
leerla, fio las entendería, porque su léxico
(3) Calderón, A., "Efectos Jurídicos de la Igno-
rancia", en Revista de Legislación y Jurispruden- (4) Cesta, J., El problema de la ignorancia del
cia, Madrid, t. 66, págs. 23 y sigs. Derecho, t. 1.
es mucho más rico que el de la muchedum- los Códigos consagran a ciegas la norma del
bre, formando por esto sólo (aparte de otras Derecho romano; algunos omiten precep-
circunstancias, cual la del tecnicismo), co- tuarlas, quizás por conceptuar que ya está
mo un había diferente... contradicción largamente superada la rigidez de la de-
palmaria del principio nemo jus ignorare claración. Y que si bien las excepciones ar-
censetur y prueba irrefragable de su fal- bitradas especialmente por el Derecho an-
sedad, estima el mismo penalista, la exis- tecesor al actual, por razones sociales, o de
tencia legal de los abogados, y su interven- estado (menores, mujeres, campesinos, etc.),
ción necesaria e impuesta por las leyes, en podían irrogar injusticias, no lo son más
la administración de la justicia; institución ínfimas las que surgen de una aplicación
que no vacila en calificar de parasitaria y irreductible de la norma que ha sido incor-
corruptora y con cuya supresión prestaría al porada a todas las leyes originadas en la
país un servicio inmenso el legislador o mi- legislación romántica y la hispana, que here-
nistro que la decretase" ( r > ) . daron nuestros países.
Que a tal absurdo lleva el sostener la fic- Efectuando la exégesis del artículo 2° del
ción jurídica universalizada de que el De- Código civil español que proclama el prin-
recho se presume conocido, el cual ha ex- cipio de que la ignorancia de las leyes no
perimenta^o tantas alternativas y tantas excusa de su cumplimiento, observa un tra-
excepciones, que a veces se siente tentado tadista de aquel país, que la "ignorancia de
el jurista de brindarle solamente unas exe- la ley situábala el Derecho clásico entre las
quias costosas. Así como estas son nume- faltas o culpas latas, y por eso no podía ser-
rosas las ficciones aceptadas a través de los vir de excusa a nadie, sino en ciertas cosas
siglas sin razón valedera, probablemente por al menor, a la mujer, al labrador sencillo y
obra de la inercia y por comodidad de los al soldado. Tal escusanza non debe valer
que no se resuelven a emprender una reno- —había dicho don Alfonso el Sabio en la
vación a fondo de principios e instituciones. ley 20, tít. I de la Part. 1'—, porque todos
4. Tendencias liberalizantes. Reaccionan- están obligados a saber las leyes; y esto
do contra la corriente que, ancestralmente, mismo había repetido en la ley 4', tit. VI,
levantó la bandera de la presunción indis- lib. I del Fuero Real, al manifestar que nin-
cutible, axiomática, del juris el de jure, sur- guno non precise de fazer mal porque diga
gieron los tratadistas que' comenzaron a di- que non sabe las leyes, y que sin embargo,
fundir la versión de la presunción juris tan- en la ley 21 del título y Partida citados, cual
tum; pero conforme a la opinión de otros si olvidase aquel principio, excusaba por
autores, no son escasos los peligros que pro- ignorancia del cumplimiento de las leyes a
mueve esa tesis. En efecto, al aceptar la los militares, a las mujeres, a los menores
posibilidad de admitir prueba en contrario, y a los aldeanos... Terminante, prosigue el
surgen infinitas posibilidades riesgosas que mismo autor, es la declaración del artículo
esta solución entraña y las perturbaciones 2" del Código civil vigente acerca de este
que de ella pueden originarse para el orden punto, y por serlo tanto cierra la puerta a
social y jurídico, pues de admitirse la posi- toda excepción, aun a la que admite el Có-
bilidad de la excepción —afirma un escri- digo de Baviera en su artículo 7', fundada
tor—, intentaría y lograría no pocas veces el en la "imposibilidad de conocer la ley", y
fraude esquivar la observancia de las leyes que el Código chileno, acepta asimismo
bajo la mentida apariencia de una sencilla cuando se prueba que dicha impasibilidad
ignorancia... Y en tal orden, "el uno por material ha sido motivada por la interrup-
enfermo, el otro por ausente, el otro por ción de las comunicaciones, subsiguiente a
inexperto, el uno por muy joven, el otro por la publicación de aquella. Aventurado en
muy decrépito, ¿quién sería el que no hallase extremo sería 9 acogerse a la interpretación
un pretexto para disculpar sus faltas?" del artículo 2 de nuestro Código civil en
Con todo, concentra un mínimo de justicia este sentido, porque al dictarlo atendió prin-
admitir la flexibilidad de la fórmula que cipalmente el legislador a evitar el abuso
asigna a la máxima de excusabilidad la po- que pudiera producir una interpretación ex-
sibilidad de una prueba contraria; de otra tensiva. Algún expositor, no obstante, como
manera se consuma la obligatoriedad de García Goyena, al comentar el artículo
actos o deberes que no son siempre posibles, exactamente igual al .que nos ocupa, que
con evidente tendencia a legalizar lo inmoral contenía el Proyecto del Código de 1851, con-
y lo arbitrario. ceptúa aplicable, en casos extraordinarios,
La mejor demostración de que las ten- la doctrina de los Códigos citados, con la
dencias liberales han venido imponiéndose que muestra asimismo conformidad Touillier
aunque no en forma expresa, es que no todos respecto del Código civil francés".
Es evidente que la existencia o subsisten-
(5) . Dorado Montero, Problemas de Derecho pe- cia de la disposición en los Códigos moder-
nal, Madrid, 1895, "La ignorancia de la ley". nos constituye una reacción contra las leyes
romanas, las que eximían de responsabilidad capacidad de enajenar. La buena fe descan-
a determinados sectores de la población, mu- sa, pues, sobre un error; según esto, son
chas veces sin razón aparente; pero no es posibles dos clases de errores: se puede ig-
menos auténtico que la fórmula debe ser norar un hecijo, ú equivocarse sobre algún
desvestida de su carácter axiomático, so punto de derecho. Por ejemplo, después de
pena de incurrir en permanente riesgo del haber comprado una cosa y haber recibido
sentido de la justicia y la igualdad. tradición de un pupilo, sin la auctorítas del
5. La fórmula en el Derecho -penal. Toda tutor, se puede uno creer propietario, o por-
la controversia que se ha desatado en el que se ha engañado sobre su edad, creyén-
campo del Derecho civil en torno del prin- dolo púbero; este es el error de hecho; o por
cipio de la excusabilidad de la ignorancia haber creído que el pupilo podía enajenar
de la ley, se desvanece al tratar de la misma sus bienes sin la auctorítas del tutor: este es
cuestión en la legislación penal. Dejando de el error de derecho.
lado algunas figuras delictivas que la doc- En lo concerniente a la usucupión, es un
trina intitula "convencionales", las verda- principio cierto que el error de derecho no
deras perturbaciones del orden jurídico ha- permite nunca usucapir (»).
llan en la propia conciencia de cada uno la En materia de pago indebido, el mismo
más clara, adecuada y eficaz de las promul- Derecho liberaba al que ha recibido el paga
gaciones no bien llegado el hombre a la ple- solamente mediando un error. Cuando se
nitud de su desarrollo normal. No importa paga a sabiendas lo que no se debe, se repu-
que el que se lanza a cometer un hecho pu- ta hacer una libralidad al accipiens, y no
nible ignora su precisa valoración penal, si puede recobrarse lo que se ha dado. Pero no
obró con el discernimiento necesario para todo error puede servir de base a la recla-
darse cuenta de que realizaba un acto que mación de lo indebido. Hay dos clases de
la sociedad repele y castiga... Precisa, em- errores: el error de hecho y el error de de-
pero, distinguir, entre unas y otras leyes recho. Si un deudor paga doscientos, cre-
penales, pues si es cierto que en buenos prin- yendo haberlos prometido por estipulación,
cipios, la ignorancia no puede servir de ex- es un error de hecho. Si un heredero paga
cusa respecto de las que rigen para todos por completo ios legados que agotan la su-
los ciudadanos en general, sería tiránico cesión, ignorando que puede retener el cuar-
imponer a estos el conocimiento de las leyes to según la ley Falcidia, es un error de de-
especiales, dictadas para ciertas y determi- recho. Es, pues, cierto que el error de hecho
nadas clases o categorías de personas. da lugar a la reclamación de lo indebido,
"Por esto se acepta en casi todos los países con tal que no sea demasiado rudo e inex-
la presunción contraria, o sea la de la igno- cusable. Pero, en cuanto al error de derecho,
rancia, al tratarse de las leyes militares, y los jurisconsultos no estaban de acuerdo.
es costumbre casi universal la de dar lectura Papiniano admite que no puede servir cuan-
a los individuos incorporados a las filas de do se quiere adquirir o realizar una ganan-
las disposiciones penales del ejército que cas- cia, como en materia de usucapión; pero que
tiga a los delitos militares, antes de que puede ser invocado útilmente cuando se
puedan serles 7aplicadas ( 6 ). La ley militar trata de evitar una pérdida y se quiere ejer-
dice Carrara ( ), no es una ley penal para el citar la condictio indebiti. Esta opinión no
ciudadano. Es un estatuto personal que el ha prevalecido y, en principio, el error de
ciudadano puede ignorar sin culpa alguna. derecho no puede autorizar la condictio
Y a semejante estatuto no puede extenderse indebiti. Había excepción en favor de los
sin falsearla, la regla que no admite como menores de veinticinco años y de las mu-
excusa la ignorancia de la ley penal, cuando jeres (9).
la ley que yo he ignorado no es ley penal La doctrina de los historiadores del Dere-
para mí, la que gobierna mi persona y limi- cho romano señala que allí prevalecía como
ta la esfera de mi imputabilidad". regla general, que el error de derecho (o la
6. Aplicación en la práctica del principio. ignorancia de las leyes) no era excusable.
En algunas instituciones del Derecho roma- Esta regla, afirma Salvat, se explica perfec-
no, la ignorancia como sinonimia de "error tamente, teniendo en cuenta que en Roma
de derecho" llegó a cobrar plena vigencia. el conocimiento del derecho no estaba limi-
Así, en materia, de posesión, el poseedor de tado en manos de una clase especial de per-
buena fe lo es así cuando cree haber recibido sonas; el derecho, por el contrario, al menos
tradición del verdadero propietario, o al me- las nociones fundamentales se enseñaba en
nos de una persona que tenga el poder y la las escuelas desde la infancia y era conocido
(6) Enciclopedia Jurídica Española, Barcelona, (8) P€tit, E., Tratado elemental de Derecho ro-
t. 18, págs. 440 y sigs. mano, trad. de J. Fernández González, págs. 298
(7) Carrara, F., Della ignoranza como scuda y 299, núm. 203, Ed. Albatros, Bs. Aires.
(Apusculi di Díritto crimínale), v. VII). (9) Petit, E., ot>. cit., págs. 567-69, núm. 443, I!.
por todos los ciudadanos; cada uno podía, estos dos estados del alma es absolutamen-
en todo caso, consultar el derecho a un ju- te ¡a misma, y desde entonces es indiferente
risconsulto, de manera que su ignorancia era emplear una u otra expresión. Los juris-
considerada como una gran negligencia. En consultos han adoptado la segunda, porque,
rigor, el error de derecho era considerado respecto a las relaciones de derecho se pre-
eon un criterio más severo que el error de senta más de continuo que la simple igno-
hecho; ninguno de los dos podía ser invo- rancia. Esta fraseología no ofrece ningún
cado cuando la persona que había incurrido inconveniente desde que es entendido que
en él había obrado con una gran negligen- todo lo que se dice del error se aplica a la
cia, ignorando lo que todo el mundo sabía; ignorancia". En la misma glosa a su artículo
pero en tanto que en el error de hecho la 923, señala el doctor Vélez que en "estos
ley no presume la existencia de esta negli- últimos tiempos el jurisconsulto Pochannet
gencia, en el error de derecho la ley crea la ha escrito un tratado especial sobre el error,
presunción de su existencia. Por excepción, entrando en el examen de las doctrinas
el error de derecho podía ser invocado, como asentadas por Vinnio, Savigny y Cu jacio.
regla general, por los menores; podían in- Este es un trabajo, dice, lleno de ciencia y
vocarlo también, pero sólo en ciertos casos, de buen juicio en la interpretación de los
las mujeres y las personas rústicas, es decir, textos del Derecho romano. Tomamos de él,
ineptas para negocios... Este punto, sin agrega, el párrafo siguiente que explica y
embargo, ha sido objeto de largas contro- enseña la doctrina del artículo. Dice así:
versias. Generalizando ciertos textos, que en. "El error de derecho no escusa jamás, no
rigor legislaban sobre casos especiales, se puede tener el efecto de hacer declarar co-
había llegado a establecer el siguiente prin- mo no sucedida una obligación perfecta,
cipio, que'después ha sido abandonado: "el según las leyes, ni hacer renacer un término
error de derecho puede ser invocado, cuando legalmente vencido. En los casos siguientes,
se trata de evitar una pérdida, pero no para por ejemplo, no es admisible la alegación
realizar un beneficio" (io). del error de derecho: Yo he cometido un
Ya hemos visto que la legislación españo- delito, y para disculparme me escepciono
la respecto de las mismas normas: el error con mi ignorancia de la ley penal. Heredero
de derecho o la ignorancia de la ley no pue- legítimo, he aceptado una sucesión pura y
den ser excusados. El tema de la obtención simplemente, y pido ser librado de mi acep-
de una ganancia o el impedimento de una tación porque ignoraba que el heredero fue-
desventaja, como rigió entre los romanos, se obligado a pagar las deudas de la sucesión
también tentó a varios autores españoles ultra vires hereáitatis. Yo demando la reso-
que lo propiciaron. lución de un contrato de compra-venta,
El Código civil francés no prescribió dis- porque siendo el vendedor, ignoraba que la
posición alguna al respecto, igual que otras ley me imponía la obligación de saneamien-
legislaciones contemporáneas y posteriores to. El sentido de la máxima error juris nocet
a la codificación napoleónica. es bien claro: al que quiere sustraerse a la
Veamos, ahora, como juegan dichos prin- aplicación de una ley de policía, al que pre-
cipios, en el Derecha positivo argentino. tende escapar de las consecuencias legales
7. En el Códigio civil argentino. Es sabido de un acto jurídico regular y válido; al que
que nuestra legislación sustantiva se halla procura salvarse de un término vencido,
imbuida de la herencia española y ésta alegando su ignorancia del derecho, le opo-
frecuentemente es un mero eco del Derecho nemos la regla error juris nocet.
románico. Los lincamientos se encuentran "La prueba del error de derecho no pue-
claramente señalados en e! artículo 923 de de admitirse siempre que se quiera bajo pre-
nuestro Código civil, que expresa: "La ig- texto de error de derecho, eludir una dia-
norancia de las leyes, o el error de derecho, posición legal que críe una obligación, pro-
en ningún caso impedirá los efectos legales nuncie una nulidad, o el vencimiento de un
de los actos lícitos, ni excusará la respon- término. La ley, el derecho, se suponen sa-
sabilidad, por los actos ilícitos". bidos desde que son promulgados, y esta
El codificador, en la nota respectiva se- disposición, base del orden social, no pue-
ñala que la fuente del precepto se encuentra de admitir que a cada individuo le sea per-
en Savigny, quien puntualiza de que la "no- mitido probar que ignoraba la ley" (u).
ción exacta de una cosa puede faltarnos, Más adelante el autor de nuestro Código
ya porque no tengamos ninguna idea, o ya menciona las dos reglas sentadas por Bre-
porque tengamos una falsa idea.' solles —"sabio jurisconsulto francés"—, que
"En el primer caso hay ignorancia, en el ha tratado la cuestión, estableciendo di-
segundo error. La apreciación jurídica de chas reglas que también confirman la.disr

(10) Salvat, K. L., -ob. cit., págs. 957-88, nú- (11) Revista. CTltíctt, t. 8, pág. 177 y t. 9,
mero 2341. gina 178, citada por el codificador.
posición del artículo incriminado de nues- cometer (artículos 31 y 45, del Código pe-
tra ley. Ellas son: 1» La ignorancia de la ley nal) (i-).
no puede serv'r de excusa siempre que es Es claro que los ejemplos traídos prece-
invocada para substraerse a obligaciones que dentemente para fundamentar el alcance
impone, o a las penas que pronuncia con»* del artículo en estudio, se ajustan a los que
tra sus infracciones, 2" Cuando al contra- vienen consignados en la nota del autor del
rio, esta ignorancia es invocada con obje- Código, cuyas paites hemos transcripto
to de aprovecharse de los derechos que la también. De ellos resulta que la ignorancia
ley concede o protege, puede servir de base de la ley o el error de derecho, no podrán
a una demanda de restitución. ser alegados para substraerse a las conse-
No innova esencialmente nuestra ley en cuencias de los hechos cumplidos; a la per-
punto a los precedentes que el codificador sona que lo invoca podrá oponérsele el vie-
ha tenido en cuenta al legislar esta mate- jo adagio error juris núcet, que no es sino
ria. La doctrina nacional ha fundamenta- el resumen de la regla establecida por el
do la orientación del articulo 923, como lo jurisconsulto romano Paulo, en el texto del
hace Salvat. "La ignorancia de la ley, dice Digesto (lib. 22, tít. 6», ley 9", proemio).
este tratadista, como resulta de estas mis- La doctrina nacional promueve algunas
mas palabras (texto del precepto), consis- preguntas acerca del carácter*de la dispo-
te en ignorar su existencia; el error de de- sición: ¿es de carácter absoluto? ¿Admite
recho consiste en tener una noción falsa so- algunas restricciones?
tare ella; esta diferencia carece de un in- La-respuesta debe ser a favor de la se-
terés práctico. Establecido esto, dice el ilus- gunda pregunta: esto surge de la última
tre profesor argentino, pongamos algunos parte del artículo 20 del Código civil, que
ejemplos de la doble regla que el artículo expresa: "La ignorancia de las leyes no sir-
923 consagra: a) Desde luego, la ignoran- ve de excusa... si la excepción no está ex-
cia de las leyes o el error de derecho, en • presamente autorizada por la ley". Lo mis-
ningún caso impedirá los efectos legales de nÍ8*!Üfcrge de las disposiciones contenidas en
los actos lícitos. He aquí varios casos: V los artículos 784, 858 y 3428. En suma: la
Pablo acepta pura y simplemente la suce- regla sufre excepciones, las que deben, sin
sión de su padre; después se encuentra que embargo, ser expresamente consagradas en
esta sucesión está recargada de deudas y la ley (is).
entonces solicita se deje sin efecto su acep- El precepto del artículo 923 se vincula es-
tación, porque al aceptar la sucesión igno- trechamente, como hemos visto, con el del
raba que el heredero quedaba obligado al artículo 20 que se relaciona con la necesidad
pago de las deudas de ella aun con sus bie- de la publicación de las leyes, en las for-
nes propios (ultra vires hereditatis, artícu- mas previstas por las leyes respectivas. Si
lo 3343); 2' Pablo vende a Pedro una casa; los particulares, apunta Salvat, pudieran
después demanda la resolución de la ven- eludir la ley so pretexto de que la ignora-
ta, fundándose en que ignoraba que la lej ban, el orden social estaría seriamente ame-
ponía a su cargo las obligaciones y respon- nazado, fácilmente sobrevendría la anar-
sabilidades inherentes a la garantía de evic- quía ...
ción (arts. 2089 y 2118 a 2127); 3' Pablo si- Segovia, glosando el artículo 923, previe-
gue un juicio contra Pedro, en el cual se le ne que éste y el 20 se explican y comple-
notifica la sentencia que le es desfavora- mentan entre sí y agrega que las doctrinas
ble; deja vencer el término para apelar y de Bresolles y Rogron, vertidas en la nota,
después de vencido pretende que se le ad- deben sujetarse a las prescripciones del Có-
mita y conceda el recurso, fundado en que digo y no aceptarse sin reservas. Menciona
ignoraba que la ley estableciera un térmi- el mismo tratadista que el Proyecto de Có-
no fijo (art. 228 del Cód: de proced. civ.); digo Penal del doctor Tejedor iPart. 1», lib.
1
b) En segundo lugar, la ignorancia de las 2 ', art. 30, n» 1) exime de pena al que de-
leyes o el error de derecho, en ningún caso linque ignorándolo insuperable e inculpa-
excusará la responsabilidad por los actos blemente.
ilícitos. Los actos ilícitos son los delitos y En definitiva, a nuestro juicio, estamos
cuasidelitos; pero debe observarse que la ley en presencia de una de las "ficciones jurí-
n" se refiere aquí a la responsabilidad cri- dicas" más peligrosas que contiene el .De-
minal, sirio únicamente a la responsabilidad recho positivo. Y no le asignamos al voca-
blo "íicíáón" la acepción que pretende el fi-
civil. Ejemplo, Pablo da orden a Pedro de lósofo B. Síammler, que la define como una
matar a Diego; cumplida la orden, Pablo fórmula abreviada para expresar una de-
quiere eludir las responsabilidades del de-
lito, alegando que ignoraba que la ley con- (12) Salvat, R. L., ob. cit., págs. 958 y 959,
núm. 2344.
sidera como autor y partícipe en él, al que (13) Oír. fallo de la Cámara Civil 2? de la Ca-
hubiese determinado directamente a otro a pital, J, A., t. 19, pág. 928.
terminada voluntad jurídica. Por razones venio contiene un porcentaje que se con-
áe simplificación —pretende— se hace en- cede al profesional sobre lo que obtendrá el
cajar el caso en otra voluntad jurídica cu- cliente en el juicio, lo cual es propiamente
yos efectos se hayan ya marcado. Aquí es- un pacto de cuota-litis. Véase este vocablo
tamos en presencia de una auténtica fic- en el t. V, pág. 333 de esta Enciclopedia, en
ción, desvirtuada por la realidad de los he- donde ha sido tratado por el doctor Santia-
chos, a la que se sigue, rindiendo pleitesía, go Sentís Melendo.
a pesar de que la teoría se ha ido desgas- A la jurisprudencia mencionada en dicho
tando con el curso del tiempo. A punto tal estudio, debe agregarse un interesante fa-
que quizá algún día las excepciones lleguen llo dictado recientemente por la Cámara
a superar la aplicación normal de la regla. Civil Federal, Sala F, in re. "Busto y otro
Estamos precisamente en el caso que prevé e/Barbe" y publicado en J. A., 3 marzo de
el mismo Stammler al decir que las ficcio- 1961, sentencia n' 3410.
nes —según algunos autores—, equivalen a
proclamar una falsedad a sabiendas, tra- IGUALDAD.* SUMARIO: 1. La igualdad en la
yendo engaño a las cosas jurídicas. En esto clocirina del Derecho individual. 2. La igual-
se halla acompañado por los exponentes de dad en las doctrinas del Derecho social. 3. El
principio de igualdad en la sociedad antigua.
la doctrina alemana, del calibre de Bulow, 4. La igualdad en el Cristianismo. 5. Consi-
Windscheid, A. Fischer, S. Walleschesk, que deración del principio en ¡a sociedad mo-
propugnan la tesis de que el hecho de que derna. 6, El derecho de igualdad en las
el legislador disponga que una cosa se haya Constituciones americanas.
de regular "como si" se hubiese producido 1. La igualdad en la doctrina del derecho
con eficacia jurídica de otro modo o en otro individual. El vocablo "igualdad" puede te-
tiempo, no es más que una fórmula abre- ner diversos significados y, relacionado con
viada, etcétera O 4 ). e! hombre variados sentidos, ya sea si se
Entendemos concretamente que en este atiende a las condiciones naturales, como
caso se trata de verdadero falseamiento de criatura humana, o a sus características o
hechos, que alguna vez habrá que eliminar. cualidades como integrante de una socie-
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas. dad organizada. "Asi dice R. H. Tawney—
puede o implicar la formulación de un he-
IGUALA.* 1. Escriche, en su Diccionario cho o comportar la expresión de un juicio
razonado de legislación y jurisprudencia ético. En el primer caso puede afirmar que
(París, librería de Garnier Hnos., 1869, pág. los hombres son, en conjunto, muy pareci-
853) define a la iguala como "la composi- dos en sus dotes naturales de carácter e in-
ción, ajuste o pacto en los tratos, compras t°ligencia. En el otro, puede aseverar que,
o ventas; y el estipendio por una causa que aunque como individuos difieren profunda-
se da en virtud de ajuste". Parejamente, mente en capacidad y en carácter, en cuan-
Cabanellas, en su Diccionario de Derecho to seres humanos tienen los mismos títulos
usual (ed. Arayú, Bs. Aires, 1953, t. II, pág. para la consideración y el respeto, y que es
336), la conceptúa "como el ajuste, conve- probable que aumente el bienestar de una
nio, composición en un negocio o pacto, y sociedad si ésta planea su organización de
el estipendio o cosa que se da en virtud de tal manera que, lo mismo si son grandes o
ajuste, por el cual se presta un servicio de- pequeñas sus pretensiones, todos sus miem-
terminado por un estipendio fijo..." bros pueden estar igualmente capacitados
El origen del vocablo, lo encontramos en para sacar el mejor provecho de los que
la crónica del rey don Juan II, del año 1460, aquélla posea" O).
capitulo 286, según lo expresa Martín Alon- Es evidente que desde el primer punto de
so en su Enciclopedia del idioma (Aguilar, vista no puede afirmarse la existencia de la
Madrid, 1958, t. II, pág. 2340), quien define igualdad humana, comprobada por las ex-
el término como "ajuste o pacto en los tra- periencias realizadas en el campo de la bio-
tos, y estipendio o cosa que se da en virtud logía y aun de la psicología, y sería ocioso
del ajuste". El origen del vocablo viene de entrar aquí a analizar los estudios realiza-
igual, igualar. dos en este aspecto, o desde el punto de vis-
2. En el uso forense de la República Ar- ta doctrinario, analizando, por ejemplo, las
gentina' se llama iguala al convenio por ho- teorías de Helvecio y Adaní Smith o de Mili
norarios entre el cliente y su abogado o y Proudhom, que no apreciaron el sentido de
procurador, especialmente cuando este con- las cualidades heredadas, dándole mayor
(14) Stammler. R., Tratado de filosofía del De-
restio, trad, de W. Roces, "Las llamadas ficciones * Por el Dr. ANTONIO CAETAONO.
jurídicas", págs. 318 y sigs., Ed. Reus, Madrid. 1930.
(1) Tayney, R. H , La igualdad, pág, 44, Fondo
* Por el Dr. ALBERTO M. ETKIN. de Cultura Económica, México, 184,1.
importancia a la variabilidad de la natura- gida en la declaración d,e los derechos del
leza del hombre ( 2 ). hombre de 1789.
La consideración de la igualdad en la na- John Locke, al analizar el estado natural
turaleza humana llevaría a estudiar al hom- en que se encuentra originariamente el hom-
bre natural y se caería en el interrogante bre, entiende que es también un estado de
formulado por Rousseau, salvando los si- igualdad "dentro del que todo poder y toda
glos transcurridos: "Qué experiencias se- jurisdicción son recíprocas, en el que nadie
rían necesarias para llegar al conocimiento tiene más que otro, puesto que no hay cosa
del hombre natural, y cuáles'son los medios nías evidente que el que seres de la misma
de hacer estas experiencias en el seno de la especie y de idéntico rango, nacidos para
sociedad" (3). Y, si bien es aceptado que el participar sin distinción de todas las venta-
individuo posee características propias y di- jas de la Naturaleza y para servirse de las
ferenciadas: sexo, edad, constitución física, mismas facultades, sean también iguales en-
cualidades intelectuales, psíquicas, etc., y tre ellos, sin subordinación ni sometimiento,
nadie osó imponer-un principio igualitario a menos que el Señor y Dueño de todos ellos
en la naturaleza humana con respecto, cla- haya colocado, por medio de una clara ma-
ro está, a sus cualidades individuales— se nifestación de su voluntad, a uno de ellos
hizo difícil imponer la otra especie de por encima de los demás, y que le haya con-
igualdad, al considerar al hombre en la so- ferido, mediante un nombramiento evidente
ciedad, organizada, es decir, la igualdad po- y claro, el derecho indiscutible al poder y a
lítica o la igualdad social. la soberanía" (s).
Desde antiguo el hombre buscó un argu- Por su parte Rousseau afirmaba que "co-
mento sólido para resolver el problema de nociendo tan poco la naturaleza y concer-
la existencia y fundamento del derecho y tándose tan mal sobre el sentido del vocablo
con él, situar al hombre dotándolo de nor- ley, sería harto difícil convenir en una defi-
mas naturales igualitarias. De allí, enton- nición de la ley natural. Así, todos los que
ces, que las doctrinas del derecho indivi- se encuentran en los libros, aparte del de-
dual, al considerar que el individuo nace li- fecto de no ser uniformes, tienen además
bre, le otorga ciertos poderes o derechos, el de ser deducidos de muchos conocimien-
los derechos individuales naturales. Por ello, tos que los hombres no tienen naturalmen-
al mismo tiempo que ejerce ese conjunto de te, así como ventajas de que no podían te-
derechos tiene la obligación de observar y ner idea sino después de haber salido del
respetar- los mismos derechos de los demás estado de naturaleza. Pero en tanto no co-
individuos, de modo de producir una limi- nozcamos al hombre natural —sigue dicien-
tación de los derechos individuales, asegu- do Rousseau— en vano es que queramos de-
rándose así si ejercicio de los de todos. terminar ¡a ley que ha recibido o la que me-
Por estas doctrinas se llega, pues, al prin- jor conviene a su constitución" («).
cipio de la igualdad de los hombres, al acep- León Duguit, al criticar la doctrina indi-
tarse que todos nacen con los mismos dere- vidualista, sostiene que ella reposa sobre una
chos Que deben conservar y observarse las afirmación hipotética. "El hombre natural
mismas- limitaciones para todos. "Por otra —dice— aislado, nacido en condiciones de
parte —dice Duguit— esta doctrina implica absoluta libertad e independencia respecto
y sobreentiende que la regla de derecho ha a los demás hombres, y en posesión de de-
de ser siempre la misma, en todos los tiem- rechos fundados en esta misma libertad, en
pos y en. todas ios países, para todos los esta independencia, es una abstracción sin
pueblos; nada más lógico, toda vez que se realidad alguna. De hecho, el hombre na-
funda en la existencia de los derechos in- ce ya miembro de una colectividad; ha vi-
dividuales naturales del hombre, los cuales vido siempre en sociedad y no puede vivir
han sido y serán siempre y dondequiera los más que en sociedad, y el punto de partida
mismos derechos para todos los hom- de toda doctrina sobre el fundamento del
bres" (-*), derecho, aunque sea como debe ser, el hom-
Esta doctrina individualista tuvo su acó- bre natural, no es el ser aislado y libre de
los filósofos del siglo xvm, sino el individuo
ligado, desde su nacimiento, con los lazos
(2) MUÍ, en Printí-pios de economía política, de la solidaridad social. Por otra parte, la
argumentaba que "el mejor estada de la natura-
leza iiumana es aquel en que, ao habiendo nin- igualdad absoluta de todos los hombres, co-
gún pobre, nadie desea ser más T!CO"; trad. espa- rolario lógico del principio individualista, es
ñola de Teodor» Ortiz, Pondo de Cultura Econó- contraria a ios hechos" ( 7 ) y conduce, ade-
mica, México, ¡844..
(3) Eousseau, J.: J., Discurso sobre el origen
de ía desigualdad de los homares, pág. 88, Ed. Aguí- (5) Locke. J., Ensayo sobre el gobierno
¡ar, Bs. Aires, 1958. pág. 89, Ed. Aguilar, Es. Aires, 1955.
(4) Duguit., !>., Manual de Derecho constitucio- (8) Rousseau, J. J., op. cít., paga. 41 y 4.2,
nal, pág. 4, trad. de José G. Acuña, Madrid, 1926. (?) Duguit, I.., op. cif., págs. 5 y 8.
más, tal doctrina, a ia noción de un derecho yado por la clase sacerdotal que se convier-
ideal, absoluto, que tendría que ser el mis- te por último en una oligarquía privilegia-
mo en todo tiempo y lugar. da, e integrada también por grandes fun-
2. La igualdad en las doctrinas del dere- cionarios administrativos —visires— espe-
cho social. Las doctrinas que partieron de cie de nobleza que va acaparando benefi-
la sociedad para estudiar al hombre, las doc- cios y privilegios e inmunidades. "En ade-
trinas del derecho social, corno las denomi- lante, la población se compondrá de nobles
na Duguit, o doctrinas socialistas, se oponen privilegiados y de vasallos que dependen de
a las doctrinas individualistas (corno es ló- su dueño o señor a título perpetuo, y que se
gico) y sostienen que el hombre es natural- transforman en siervos". "La inmunidad fis-
mente social y sometido, por lo tanto, a las cal de. que gozaban los nobles hizo recaer
reglas que esa sociedad le impone con res- todo el peso del impuesto sobre los peque-
pecto a los demás hombres y sus derechos ños poseedores, los cuales arruinados y en-
no son nada más que derivaciones de sus deudados, se ven en la necesidad de vender
obligaciones. De allí hace derivar Duguit los sus tierras a ios grandes propietarios, cuan-
conceptos de solidaridad o de interdepen- do no son despojados de ellas" ( 9 ).
dencia social, afirmando que todo hombre Siguiendo con la evolución política y so-
forma parte de un grupo humano, pero al cial de Egipto, entre los años 2360 y 2180 a.
mismo tiempo tiene conciencia de su propia C. corre un período de verdadera revolución
individualidad. social, documentada por algunas piezas ar-
3. El principio de la igualdad en la socie- queológicas halladas, que demuestran un
dad antigua. La historia de las institucio- grado de subversión tal en la organización
nes, desde la antigüedad hasta las civiliza- social y política del pueblo egipcio, que da
ciones contemporáneas, va mostrando en ca- la impresión que todo se hubiera transfor-
da sociedad los matices de su estructura or- mado y pervertido (i<>).
gánica y especialmente, las distintas clases A ese descalabro sigue el advenimiento de
en que se divide esa sociedad, .separadas la monarquía tebana que organiza un go-
unas de otras en forma tan absoluta, como bierno centralista, apoyado por una clase
si se tratara de mundos distintos, con sus formada por funcionarios y togados, impul-
privilegios y sus cargas, con sus derechos sándose ¡a actividad comercial como base
y sus obligaciones, con todo y con nada, pa- de la expansión y del progreso, aflorando
ra unos y otros. también principios místicos en el culto ai
El principio de la igualdad de los hombres, Dios Osiris, que trae una igualdad de los
en su condición humana no existe en reali- hombres ante el Dios, y un sentimiento pia-
dad, pues las instituciones de la esclavitud doso que impulsa hacia las grandes pere-
muestran la diferencia abismal entre el no- grinaciones al célebre templo de Osiris en
ble y el esclavo, degradado éste hasta la si- Abydos.
tuación de cosa o de bestia, aunque aparez- Durante el período de la XVIII dinastía se
ca una igualdad que podría llamarse jurí- produce una profunda modificación en las
dica, pues el que nada tiene nada es; ha na- costumbres y especialmente en la religión,
cido en la situación de indigencia, nada lo imponiéndose un dios único y universal
ampara, vive sólo para las cargas y sin es- (Atón) como exponente de un principio mo-
peranzas. noteísta e igualitario en la creencia religio-
Según Sánchez Viarnonte, al dividir la his- sa.
toria política de Egipto, considera en el ter- En la Mesopotamia se desarrolla una in-
cer período (del 3400 a 2200 a. C.), especial- teresante civilización, cuya hegemonía ejer-
mente al final del mismo, el apogeo de la ce la capital Babilonia, traduciéndose en ia
monarquía y en ella la jconsolidación de un
principio igualitario en el derecho público, (9) Sánchez Viamonte, C., op. cít., pág. 37.
sosteniendo que "ante la ¡ey, todos los egip- (10) Tal transformación es descripta en unos
cios son iguales en derecho, No hay nobles papiros encontrados, que probablemente hayan
ni esclavos, aunque el Estado utiliza los pri- pertenecido a la dinastía XVIII. "Los grandes tie-
nen hambre y están afligidos. Los servidores son
sioneros de guerra para la construcción de servidos ahora. Las damas huyen. Sus hijos se
carreteras, o para trabajar en los dominios prosternan, por miedo a la muerte. Los hijos del
de la corona". "La familia —sigue dicien- país huyen, porque ya no tienen empleo. Los po-
do—reposa sobre la igualdad jurídica de los bres del país se han vuelto ricos, mientras que
los propietarios no tienen nada,. Los pobres po-
cónyuges" (»). seen ia riqueza; y el que nunca tuvo zapatos tie-
Pero lentamente la monarquía se va ca- ne ahora, cosas preciosas. Los que poseían vestidos,
racterizando por un fuerte absolutismo, apo- andan en harapos y eí qu« ni siquiera había te-
jido para sí mismo, tiene abora telas finas. El que
no tenía ningún doméstico, es amo de siervos. El
t a ) Sánchez Via,monte, C., Las instituciones po- que era notable, ejecuta sus propios menesteres.
líticas, en la historia universal, pág. 35, Sd. Biblio- El que llevaba mensajes ajenos, tiene ahora men-
gráfica Argentina, Bs, Aires, 1958. sajeros a su servicio".
unificación del imperio caldeo y aparecien- Esta situación exigía una profunda trans-
do bajo el remado de Harnurabi (2000 a. C.) formación, pasando el castigo a manas del
un famoso cuerpo legal que lleva su nombre Estado, con la aplicación del principio del
y que dio "a la vida del pueblo caldeo un or- talión, suavizado no obstante por la facul-
denamiento que tiene la regularidad y fi- tad de transformar la pena corporal en pe-
jeza de una Constitución, organizando la cuniaria. El movimiento de codificación del
sociedad en tres clases: los hombres libres, derecho penal, favorecido por el desarrollo
los que podrían considerarse semiíitares y, de la escritura, trae aparejado también la
por último los esclavos. codificación del derecho privado, y un or-
En el siglo xni a. C. aparece en ¡a India denamiento constitucional en el que se ad-
un cuerpo de leyes —el Manara Dharma vierte el propósito de restringir el círculo
Sastra, o libro de la ley de Manú— que dio privilegiado de los ciudadanos frente a la
normas para la organización política y so- masa.
cial del pueblo. Según el cuerpo legal, la "En algunas ciudades lograron las viejas
población de la India se hallaba agrupada familias reales conservar el poder' y excluir
en cuatro categorías o castas, cuyo origen se del gobierno a todas las demás estirpes". "En
atribuye al Dios Brahama; la primera casta, otras ciudades era un círculo cerrado de fa-
la de los brahamanes, descendía de la cabeza milias el que llevaba el cargo de gobierno;
del Dios; los chatrias o guerreros, de los así, por ejemplo, las cien estirpes entre los
brazos; los vaisyas, o comerciantes, de su lO3rcios, opuntios e itálicos. En otros Esta-
vientre; y los sudras, o artesanos, de sus dos se llegó a atribuir el derecho total polí-
piernas. Debajo de estas castas estaban los tico, no al nacimiento, sino a la propiedad
parias. es decir, a la propiedad territorial, según las
Se establece un principio igualitario con circunstancias de aquella época. Tal suce-
respecto a los impuestos, pues se dispone dió en Samos y Siracusa. De igual modo en
una tributación proporcionada a los ingre- Esparta no era ciudadano con pleno dere-
sos de los comerciantes, teniendo en cuenta cho sino aquel que estuviera en disposición
el precio pagado por las mercaderías, los de contribuir con los productos de su pro-
gastos de traslado, etc. También se dispone piedad a los gastos de las comidas colecti-
que el impuesto sea reducido para los de la vas en las que diariamente se reunían los
última clase y pequeños comerciantes. ciudadanos. En muchas ciudades del Asia
Dice el historiador Reloch que fueron los menor el derecho político estaba limitado a
griegos los que crearon nuestra civilidad y los que pudieran mantener un caballo de
por eso la historia de Grecia constituye la guerra" (12).
página más importante en la historia de En Atenas, los pequeños labradores abru-
la humanidad. En todas las manifestacio- mados de deudas pugnaban por variar su si-
nes culturales se advierte la depuración de tuación y la inminencia del movimiento so-
las ideas que luego pasaron a convertirse ciel se hizo palpable en la época de Solón y
en las bases de otras civilizaciones. Asimis- favorecida por las divergencias existentes
mo, la religión es influenciada y tuvo tam- entre las clases privilegiadas. Los derechos
bién su expresión en el campo político y políticos fueron graduados según la fortuna,
social. y la elegibilidad pafa los cargos más eleva-
En Esparta una importante clase noble dos se reservó para aquellos poseedores de
ejercía poderosa influencia y dominaba ab- una importante extensión de tierra que le
solutamente; "y como toda clase que llega a produjera una renta anual considerable (500
la soberanía del Estado, utilizaba sin escrú- fanegas de grano o su. equivalente en vino
pulos para su propio provecho. Los abusos y aceite). Concretamente, una serie de me-
que más vivamente se sentían eran en la didas hicieron disminuir "la omnipotencia de
administración de justicia, que estaba to- los eupátridas y permitió a los pobres defen-
talmente en manos de los nobles; tanto más derse con iguales armas, por procedimien-
cuanto que el capricho de estos jueces no se tos legales. "Eso es lo que se conoce como
veía limitado más que por el derecho con- la Constitución de Solón y fue corno la car-
suetudinario, no escrito, sin ley alguna' for- ta fundamental de la democracia ateniense,
mulada fijamente. Añádase a esto que el destinada en virtud de los principios mis-
Estado no se preocupaba para nada del de- mos que estableció a determinar nuevos pro-
recho de sangre, abandonando a la familia gresos en el sentido democrático"; aunque
del ofendido la, función de vengarse como hay que reconocer que dicha Constitución
pudiera del ofensor; lo cual, naturalmente, era en parte plutócrata, porque sólo permi-
llevaba a que el hombre pobre se sintiera tía a los más ricos ocupar los cargos públi-
punto menos'que indefenso frente al noble
distinguido" ( n ) . tcria universal, dirigida por Waltcr Goetz, t. 2, p.i-
gina 56, Espasa-Calpe. Madrid, 1958.
(11) Beloch, C. J., "Historia de Grecia", en Ilia- (12) Beloch, C. J., ap. cit... pág. 58.
eos, y en parte aristócrata, porque sólo po- ¡íticos, representa un progreso en la concep-
dían desempeñar funciones ejecutivas judi- ción socrática, haciendo del hombre el cen-
ciales los hombres de reconocida experien- tro de sus especulaciones, considera a la Po-
cia. lítica como el arte que debe hacer a lo hu-
Hay que reconocer, no obstante, que Solón mano más. jiisto^ y el orden político debe
prepara el movimiento democrático atenien- orientarse hacia la satisfacción de las nece-
se, y es con la obra de Pericles que se llega sidades de los hombres, agrupados en cla-
al apogeo de la evolución, consolidándose el ses. "Platón significa la racionalización de
principio del gobierno del pueblo y ejercido ia Política, uniéndola con la sabiduría".
por los ciudadanos, pero con la observación "El régimen político justo está desarro-
de que el pueblo sólo estaba integrado por llado en la obra platónica de acuerdo COK
el conjunto de ciudadanos atenienses cuyos la naturaleza de los hombres, y por eso en
padres también lo fueron y tanto es así que su unidad, pero también en partes, ligadas
aparte de ellos, existían los metecos y por a las distintas funciones del alma: razón,
último los esclavos que eran considerados voluntad y apetito. Por ahí surgen los tres
sin personalidad, como un instrumento ani- elementos: oradores o gobernantes con for-
n.ado, una cosa con vida (y tal vez con al- mación filosófica; vigilantes, defensores o
ma) . La esclavitud constituía el motivo prin- soldados; trabajadores o servidores, artesa-
cipal de las luchas políticas y sociales de la nos, agricultores y comerciantes; símbolos,
Grecia antigua y dividía a la sociedad en respectivamente, de la sabiduría, de la for-
dos partes: ricos y pobres. "Esta polarización taleza y de la templanza". "Ante la democra-
antitética —dice Corrado Barbagallo— en- cia señala distintos criterios para juzgar la
tre la riqueza-o mejor aun, entre-la fortuna, igualdad: poder y número, peso y medida, y
y la indigencia, provocaba efectos políticos "oooniéndose a la concepción de la democra-
igualmente malos, dentro de la nobleza y del cia total gobernada por las clases oligar-
bajo pueblo". cas (").
Del concepto de democracia expuesto por El centro filosófico se traslada de la Aca-
los historiadores y políticos griegos surgen demia al Liceo, donde Aristóteles, el estagi-
principios de una doctrina moral y política, rita, discípulo de Platón, busca ia verdad y
idquiriendo la democracia un significado la enseña a sus discípulos, empleando el mé-
humano. Tucídices, en su relato de la gue- todo peripatético.
rra del Peloponeso, hace decir a Pericles, en "Frente al idealismo objetivo de Platón,
su discurso en homenaje a los atenienses Aristóteles crea un realismo orgánico, según
muertos, que "nuestro régimen político es el cual las esencias de las cosas no están en
la democracia y se llama así porque basca la las ideas donde se plasma su imagen, sino
utilidad del mayor número y no la ventaja en las cosas mismas". El gran valor de este
de algunos. Todos somos iguales ante la ley, filósofo, considerado el padre de la Ciencia
y cuando la república otorga honores lo ha- Política, reside principalmente en la concep-
ce para, recompensar virtudes y no para ción del hombre en su valoración social y su
consagrar el privilegio. Todos somos llama- "Política", la doctrina de la vida, "elevada
dos a exponer nuestras opiniones sobre los sobre la imagen y la angustia del hombre".
asuntos públicos". Al plantearse el problema de la democra-
En Sócrates. Platón y Aristóteles se sinte- cia pura, Aristóteles lo vincula con la igual-
tiza la autenticidad del pensamiento griego, dad, problema que considera más impor-
y con el primero de ellos "entra en tírecia tante que al número. "Es un grave error,
la Filosofía, situándose en zona de tránsito aunque muy común —decía— hacer descan-
y echando a andar justamente por aquella sar exclusivamente la democracia en la so-
vía qué llevará a lo que será el intelecto eu- beranía del número; porque en las mismas
ropeo. Partió también de esa realidad que oligarquías, y puede decirse que en todas
fue la creación de la primera forma políti- partes, la mayoría es siempre soberana".
ca, ligándose a la ciudad, con simpatía por "La igualdad —continúa Aristóteles— es
Esparta, pero ante la nueva democracia im- lo que caracteriza ¡a primera especie de de-
perialista de Pericles". (i»). mocracia, y la igualdad fundada por la ley
La esencia de la filosofía socrática puede
encontrarse en su conducta, de respeto a la (14) Para un estudio de la filosofía de Platón,
ley, constituyendo la igualdad y la justicia puede consultarse, entre otros: Adam, A. M., Pla-
tón, sus ideales morales y políticos, trad, española,
las bases fundamentales del Estado conce- Madrid, 1922; Koyre, A., Introduction a, la lecture
bido por Sócrates. de Platón, Nueva York, 1945; Lachleze Bey, P.. Les
Su discípulo, Aristocles, más conocido por idees morales et polittques de Platón, París, 1951;
Platón, combinando principios éticos y po- Poch, J., Platón, Barcelona, 1944: Recaséns Si-
enes L., El sistema filosófico de Platón, Bareelo-,
na, 1922; RÍOS, F. de los, La filosofía de Platón,
lis) Beneyto, J., Historia de las doctrinas po- Madrid, 1907; Follaci,£a dottrína dello Stato in
líticas, pág. 16, El. Aguilar, Madrid, 1958. Platone, 1928.
en esta democracia significa que ios pobres demasiado agitada, tuvo asimismo la suer-
no tendrán derechos más extensos que Jos te de analizar amplios cambios políticos si-
ricos, y que ni unos ni otros serán exclusi- tuándose en una línea republicana y conser-
vamente soberanos, sino que lo serán todos vadora del poder moderado. Combate a Cé-
en igual proporción. Por tanto, si la liber- sar, como a ¡a dominación de uno solo, en la
tad y la igualdad son, como se asegura, las que no se halla la autoridad ni el consejo,
dos bases fundamentales de la democracia, exaltándose al comprobar que la república
cuanto más completa sea esta igualdad en ha perdido la forma y más aún la esencia;
los derechos políticos, tanto más se manten- "se ha abusado de la falsificación de los
drá la democracia en toda su pureza; por- conceptos y del mal uso de los nombres
que siendo el pueblo en este caso el más nu- de república y libertad. Con ese banderín
meroso, y dependiendo la ley del dictamen no se defendían las libertades, sino la opre-
de la mayoría, esta Constitución es nece- sión de una casta sobre un pueblo, es decir,
sariamente una democracia". Hay que te- los privilegios de la aristocracia, sino frente
ner en cuenta, sobre todo, que Aristóteles ex- al gobierno popular, al que considera el peor
cluía a los esclavos de su concepción filosó- régimen. La igualdad establecida como so-
fica de ¡a igualdad, pues al referirse a ésta berana del número —dice— es la mayor de
y a la libertad lo hace con respecto a los las desigualdades" ( 1 T ) .
ciudadanos ( ) r > ) . Pero lo que le interesa a Cicerón es esen-
La influencia de la filosofía griega, espe- cialmente el hombre: así dice en De repúbli-
cialmente la estoica, se hace sentir en la ca: "El perfecto hombre político debe ser
gran obra de la cultura política romana y como aquellos conductores de elefantes que
es a Boma a quien se debe la teoría de la hemos visto a menudo en África, en lo alio
personalidad de la res publica, que tiene en de una bestia inmensa y espantosamente
cuenta fundamentalmente al i n d i v i d u o . fuerte, a la que domina y dirige hacia cual-
"Bastarían dos aportaciones —dice Beney- quier lugar, plegándola a su querer con bre-
to Pérez— para advertir lo que Roma signi- ves llamadas y con leves fustas". Concibe,
fica en el orden político: la libertad e igual- pues, al hombre como subdito con libertad,
dad de los hombres y la voluntad del prínci- y también con libertad para el que gobier-
pe como fuente de ley. Estos conceptos, for- na para que sea protección de los goberna-
mulados poderosamente en la codificación dos teniendo en cuenta la igualdad de los
justiniana, insisten en la capacidad coordi- derechos políticos, la dignitas, por eso com-
nal del mundo cultural romano y son otra bate a la tiranía.
prueba del ensamblaje, conducido por el De- 4. La igualdad en el Cristianismo. La
recho, de la libertad y la autoridad. doctrina de la filosofía, cristiana trajo una
Polibio, inspirándose en la filosofía estoi- nueva concepción del hombre exaltando el
ca, se interesa en analizar la grandeza de principio de la igualdad humana, dando ma-
Roma y encuentra en la constitución ro- yor impulso a la concepción doctrinaria en-
mana las excelencias de las formas políti- señada por los estoicos. "No hay judío ni
cas. griego —escribió San Pablo a los gálatas--,
"El fondo de su postura es democrático, No hay siervos ni libres". Esa igualdad con-
corno corresponde a quien se eduaó en la li- cebida por el cristianismo se basa en la re-
bre democracia acquea. Son los suyos los lación con Dios; "es una igualdad que se
que encontraron una forma política eficaz. sobrepone a sus diferencias pero no las nie-
¿Por qué —pregúntase— han tenido mayor ga". Pero también trae un aporte valioso pa-
importancia los acqueos que los árcades o ra la delimitación del poder civil y sus rela-
ios locrenses, sino por esa constitución basa- ciones con el eclesiástico, en aquel pasaje
da en la igualdad de los ciudadanos y en el de San Mateo, según el cual Jesucristo dijo:
bienestar común? Ahora bien: si idealmen- "Dad al César lo que es del César, y a Dios
te piensa en una república casi platónica, el lo que es de Dios";« y que todo poder tiene
horror a la demagogia y a la tiranía le lle- necesariamente origen divino.
va a abominar cualquier posible dominio de "De las tres diferencias mencionadas por
las multitudes, y ve como constitución prác- San Pablo en la Epístola a los gálatas, dos
tica perfecta la del Gobierno de Roma" ( 1 ( ! ). son inalterables. Nada puede alterar el he-
Cicerón, que le tocó vivir en una época cho de la distinción entre varón y hembra,
(15) Puede consultarse: Quiles, I., Aristóteles,
y no puede modificar mucho la existente
vida, escritos y doctrina, Bs. Aires, 1944; Brenta- entre judío y griego. ¿Pero es también la
no, ¥., Aristóteles, Barcelona, 1943; Hamellia, N. O., distinción entre siervo y hombre una dife-
Le systeme d'Aristote, París, 1931; Planella, J., Los rencia entre hombres que haya que tomar
sistemas de Platón y Aristóteles, Barcelona, 1941; como inevitable y emplear de la mejor ma-
Follad, G., La dottrina dello Staio e l'individuo in
Aristotile, Palermo, 1929; Ross, W. D., Aristotle, nera posible, y no una diferencia que, por
Londres, 1945.
(16) Beneyto Pérez. J., op. cit., págs. 51 y 52, (17) Beiieyto Pérez, J., op. cit., pág. 54.
el hecho de poder ser abolida, deba ser- tado la indagación del concepto de igual-
lo?" dad, pues ello supondría realizar una bús-
El concepto dé libertad, llevado a un pla- queda por la historia universal, es interesan-
no filosófico, se une a las ideas de justicia te llegar a América y encontrar la famosa
absoluta y de derecho natural; "el contraste Declaración de Derechos de Virginia, con la
entre naturaleza y convicción (viejo lugar que se inicia la construcción institucional
común de las escuelas preoristotélicas y de de la nación americana, dando al mundo su
los estoicos)" y por último, el problema de Declaración de los Derechos del Hombre y
la igualdad del hombre. del Ciudadano, el 20 de junio de 1776.
San Agustín aporta sus principios filosó- Dice su artículo I "que todos los hombres
ficos, influenciado por el pensamiento pla- son por naturaleza igualmente libres e in-
toniano y la obra de Cicerón, ofreciendo más dependientes, y tienen ciertos derechos in-
que nada una filosofía de la historia, advir- herentes, de los cuales, cuando entran en
tiéndose que su "Ciudad de Dios" constitu- estado de sociedad, no pueden, por ningún
ye una obra polémica y una réplica a la acu- contrato, privar o despojar a su posteridad;
sación de que la Iglesia había provocado la especialmente el goce de la vida y de la li-
caída de Roma, sin dejar por ello de ser una bertad, con los medios de adquirir y de po-
obra profunda, llegando a ser una vasta sín- seer la propiedad y de perseguir y obtener
tesis de la historia de la humanidad, y la la felicidad y la seguridad". Pocos días des-
expresión clásica del pensamiento político pués, el 4 de julio, el Congreso de Filadelfia
cristiano. La autoridad es el centro de la sancionaba la declaración de independen-
organización política —según la concepción cia, sosteniendo "como verdades evidentes
agustiniana— y está ligada a la ley, por la que todos los hombres nacen iguales; que
cual se plantean el origen y la justificación a todos les confiere su creador ciertos dere-
del mundo. "Por ley natural —dice— no chos inalienables, entre los cuales está la
hay propiamente derecho de un hombre a vida, la libertad y la busca de la felicidad;
mandar a otros. Dios ha sometido a los que para garantizar esos derechos, los hom-
hombres ios reptiles, los peces y los pájaros, bres instituyen gobiernos que deriven sus
pero no los demás hombres. El poder de los justos poderes del consentimiento de los go-
hombres sobre los animales, todo lo han re- bernados; que siempre que una forma de
cibido; como todos han sido creados a ima- gobierno tiende a destruir esos fines, el pue-
gen de Dios y poseen un alma, siendo así blo tiene derecho a reformarla o aboliría, a
—•por naturaleza— iguales y libres. instituir un nuevo gobierno que se funde en
"La doctrina cristiana de la igualdad afec- dichos principios, y a organizar sus poderes
tó gradualmente al derecho romano en toda en aquella forma que a su juicio garantice
clase de formas. Pero más importante fue mejor su seguridad y su felicidad".
el hecho de que el cristianismo creó y exal- A la declaración de independencia sigue
tó aquella otra sociedad —la Iglesia— con el documento conocido como Artículos de
una diferente escala de valores, en la cual Confederación y perpetua unión entre los
la igualdad podría ser más real que en la Estados, firmado por los trece estados ame-
sociedad política" (is). ricanos el 15 de noviembre de 1777, que con-
Luis Izaga al considerar la influencia del tenían la aspiración de unidad que alenta
Cristianismo, trae la opinión de Manuel Col- ban las colonias", llegándose por fin a con-
meiro, que dice: "Entre las fuerzas latentes cretar ¡a organización definitiva con la
que dieron impulso" al movimiento favora- Constitución sancionada en 1787, por la con-
ble a la libertad del hombre, debemos con- vención reunida en Filadelfia,
tar, como principal y muy poderosa, al in- "Por primera vez en la historia de la hu-
flujo del Cristianismo", manifestándose en manidad se estructuraba una república de-
varias formas que, con respecto a la igual- mocrática, sobre la base de la soberanía po-
dad, considera al Cristianismo como doctri- pular y de los derechos del hombre, de acuer-
na que pregQna la de los hombres por su do con los siguientes principios: a) una
origen, su naturaleza y su destino, e in- Constitución escrita o ley fundamental crea-
compatible con todas las hirientes desigual- dora del 'orden jurídico y del sistema de go-
dades humanas de aquellos tiempos, aun- bierno; b) un gobierno formado por tres po-
que debió chocar con las filosofías paganas deres, con carácter de poderes constituidos,
y las costumbres e intereses seculares (i»). respecto del poder constituyente y subordi-
5. Consideración del principio en la so- nados en su funcionamiento a los preceptos
ciedad moderna. Sin pretender haber ago- constitucionales; c) la soberanía popular co-
mo fuente de todo poder; d) la igualdad an-
(18) LJndsay, A. D.- El Estado democrático mo- te la ley; e) los derechos políticos para to-
áerno, trad. de Vicente Herrero, págs. 87 y 88, Fon- dos los ciudadanos; f) los derechos del hom-
do de Cultura Económica, México, 1945.
(19) Izaga (8.3.), L., Elementos de Derecho po- bre relativos a la libertad para todos los ha-
lítico, t. 2, pág. 299, Ed. Bosch, Barcelona, 1952. bitantes; g) división e interdependencia de
los poderps del gobierno; h) gobierno repre- guna bajo su jurisdicción de las igual pro-
sentativo por elección popular directa o in- tección de las leyes".
directa en sus tres poderes; i) periodicidad Se establece la igualdad de los derechos
en el ejercicio de las funciones políticas; j) políticos de la enmienda XV; "ni los Estados
responsabilidad de todos los funcionarios Unidos ni ningún Estado podrán denegar o
públicos; k) publicidad de los actos; 1) inde- coartar a los ciudadanos de los Estados Uni-
pendencia del poder judicial como poder dos el derecho al sufragio por motivo de ra-
público; U) atribueión el poder judicial de za, color o previa condición de servidumbre",
declarar la insconstitucionalidad de leyes y incorporando el sufragio femenino en la en-
decretos; m) limitación de las facultades de mienda XIX con los siguientes términos:
todos los funcionarios; n) gobierno de la ley "Ni los Estados Unidos ni ningún Estado po-
y no de los hombres encargados de cumplir- drán negar o coartar, por motivo de sexo,
la o de hacerla cumplir" (20). el derecho al sufragio a los ciudadanos de
Por la enmienda IX a la Constitución se los Estados Unidos". f ..'"
dispone que "la enumeración de ciertos de- Es oportuno destacar que el problema de
rechos que se hace en esta Constitución no la esclavitud ocupó principalmente la aten-
deberá interpretarse como denegación o me- ción del pueblo de los Estados Unidos desde
noscabo de otros derechos que pertenecen la iniciación de su vida constitucional y era
al pueblo'.'. Se suprime la esclavitud en la el Senado teatro del drama político que sig-
enmienda XIII incorporada a la Constitu- nificaba la lucha de las tendencias esclavis-
ción el 18 de diciembre de 1865. tas y antiesclavistas, representadas por los
Dice Murray Butler que "probablemente' Estados del sur y del norte, respectivamen-
es verdad que en el momento de la Declara- te, separados por el río Ohio, controversia
ción de Indeoendencia la esclavitud se esti- que fue agravándose hasta el momento en
maba repulsiva por uña gran mayoría dé que se hizo inevitable la lucha armada, que
hombres distinguidos e influyentes en todas adquirió la importancia de una guerra civil
las secciones del país. Pero se mantuvo en separatista.
visible contradicción con -los principios so- No corresponde analizar en detalle las
bre los cuales las colonias fundaron su vic- causas que provocaron la guerra de secesión,
toria sobre Inglaterra, y los cuales con fran- aunque es interesante destacar un caso ju-
queza vieron y mantuvieron. Massachussets dicial importante —el del esclavo Dred
había incorporado en la primera Constitu- Scott en 1857— que se comentará después;
ción del Estado, adoptada en 1780, una' de- que encendió la discordia, precipitándose los
claración de derecho cuyo primer artículo acontecimientos con la elección de Abraham
dice: Todos los hombres niñeen libres e igua- Lincoln como presidente de la Unión en
les, y poseen ciertos derechos naturales, 1860, ubicado en la posición antiesclavista.
esenciales e inalienables; entre los cuales El movimiento separatista lo inició el Es-
se reconocen el derecho de gozar y defen- tado de Carolina del Sur con su famosa de-
der sus vidas y libertades; el de adquirir, claración del 20 de diciembre de 1860, y fue
poseer y proteger sus propiedades; y, en fin, seguido por todos los estados sureños (Geor-
el de perseguir y lograr su seguridad y feli- • gia, Alabama, la Florida, Mississipi y Texas),
cidad. Tres años más tarde, la Corte Supre- organizando un gobierno con el nombre de
ma de Massachussets sostuvo que este ar- Estados Confederados de América, dictán-
tículo suprimía la esclavitud en todas sus dose una constitució'n y eligiendo presiden-
formas, y la esclavitud involuntaria en ese te a Jefferson Davis. El triunfo de la Unión
Estado" (21). en la guerra de secesión impuso finalmen-
En la sección I de la enmienda XIV se te la abolición de la esclavitud y la unión
dispone que "todas las personas nacidas o indestructible de los Estados Unidos.
'naturalizadas en los Estados Unidos, y su- Muchas de las cuestiones suscitadas por
jetas a su jurisdicción, serán ciudadanos de
los Estados Unidos y del Estado donde re- la esclavitud llegaron hasta la Corte Supre-
sidieran. Ningún Estado podrá dictar o po- ma y, entre los casos importantes se puede
ner en vigor ley alguna que menoscabe los citar el Prígg c. Pensüvania, del año 1842,
derechos e inmunidades de los ciudadanos relacionado con una ley de este Estado que
de los Estados Unidds; y ningún Estado po- fijaba normas sobre los esclavos fugitivos.
drá privar a persona alguna de la vida, la li- El caso se refería a una negra que escapó
bertad o la hacienda sin el debido procedi- de sus dueños de Maryland para entrar en
miento legal; ni podrá negar a persona al- Pensüvania. El dueño de la negra envió en
su busca a Eduardo Prigg quien, luego de
. (20) Sánchez Viamonte, C., Los instituciones capturarla, junto con el hijo que le naciera
políticas en la historia universal, págs. 515 y 516, poco antes, los presentó al magistrado; éstf
Ed. Bibliográfica Argentina. Bs. Aires, 1958.
(21) Murray Butler, N., Los constructores de los negó la autorización para que la mujer fue-
Estados Unidos, pág. 128, La Hebana, 1933. ra remitida nuevamente a su dueño, en
vista de lo cual Prigg la secuestró, condu- Los negros en cuestión, habían concu-
ciéndola a Maryland. rrido, en ocasiones anteriores a la sustan-
• Ambos Estados, Pensilvania y Maryland, ciación.de la causa, al Estado de Ohío, don-
en forma amistosa, resolvieron iniciar un de actuaban como cantores y, como en ese
pleito para que se decidiera sobre la cons- Estado no existía la esclavitud, los negros
titucionalidad de la ley. El secuestrador fue habían conquistado, con motivo de sus rei-
declarado culpable y el caso llegó a la Corte teradas visitas, su libertad. La Corte declaró
Suprema, que se decidió por la inconstitu- que "cualquiera fuera el estado legal de los
cionalídad de la ley. "Desde el momento en negros en otros Estados distintos de Ken-
que la defensa se basaba en que la ley de tucky, estaban sujetos a las leyes de este
Pensilvania era en algunos aspectos incom- último a su regreso. La condición de los
patible con la ley federal spbre esclavos negros, por lo tanto, en cuanto a la libertad
fugitivos, todos los miembros de la Corte o es'clavitud posterior a su retorno, depen-
coincidieron. La mayoría de la Corte fue más dían exclusivamente de las leyes de Ken-
lejos. El juez Story declaró que, ya que la tucky y no podían ser influenciadas por la
Constitución otorgaba al gobierno federal el de Ohío.
poder para ocuparse de los negros prófugos, Se consideraba el caso de Dred Scott como
los. estados quedaban en consecuencia pri- el más importante y el que dejó honda
vados de dicho poder. Estos no podían apro- huella en la historia constitucional con re-
bar leyes sobre la cuestión aun cuando no ferencia a la esclavitud. Un negro llamado
estuvieran en conflicto con las leyes fede- Dred Scott, esclavo en Missouri, fue llevado
rales" (22). por su dueño al Estado libre de Illinois,
En el caso Jones c. Van Zandt, resuelto donde residió durante un tiempo; de allí pa-
en 1847, la Corte defendió el poder del go- saron a Minnesota, volviendo luego a Mis-
bierno federal, como fuera expresado a tra- souri. Dred Scott inició en la Corte del Es-
vés de la ley de esclavos fugitivos de 1793. tado un juicio para conseguir su libertad,
El juez Woodbury finalizó su fallo diciendo: basándose en el tiempo que había residido
"Antes de concluir, el demandado puede es- libre en otro Estado^ La Corte estaduul no
perar que se tenga en consideración el ar- hizo lugar al pedido, revocando la decisión
gumento, incitándonos a la omisión de la favorable de un tribunal inferior, argumen-
Constitución y de la ley del Congreso con tando que debía tenerse en cuenta, para la
respecto a este tema, a causa de la supuesta situación jurídica del negro, la ley del lugar
inconveniencia y nulidad de todas las leyes actual de su residencia. Los defensores de
que reconocen la esclavitud y todo derecho Dred Scott plantearon un nuevo caso ante
de propiedad del hombre. Pero esa es una una Corte Federal; trataron de establecer
cuestión política resuelta por cada estado la jurisdicción de la Corte de circuito de los
para sí; y el poder federal sobre dicha cues- Estados Unidos, en Missouri, concertando
tión se halla limitado y regulado por el una venta ficticia del negro a un ciudadano
pueblo de los estados en la Constitución de Nueva York con la esperanza de que, al
misma, como uno de sus compromisos sa- promover Scott un pleito como ciudadano
grados que no podemos modificar o anular, de Missouri contra un ciudadano de Nueva
pues como organismo judicial conocemos York sería escuchado, pues se estaría frente
de tal autoridad. "Cualesquiera sean las a un caso en que intervenían ciudadanos de
opiniones teóricas de alguien en cuanto a la diferentes Estados y, por lo tanto, de la
conveniencia de alguno de esos compromi- competencia de la justicia federal. Llegó por
sos, o del derecho de propiedad, de personas fin el caso a la Corte Suprema en febrero
que ellos reconocen, esta Corte no tiene otra de 1856, fallándose el 6 de marzo de 1857
alternativa, mientras ellos existan, sino de- (Dred Scott c. Sandford, 19 Howard 393-
fender la Constitución y las leyes con fide- 1857). Se decidía que la Corte no tenía ju-
lidad hacia sus deberes y pensamientos" ( 23 ). risdicción y nada podía hacer entonces en
Otro caso importante es el Strader c. favor de la libertad de Dred Scott.'El pre-
Graham (10, Howard, 82) de 1851. Un ciu- sidente de la Corte sostuvo que "al adoptarse
dadano de Kentucky llamado Strader faci- la Constitución, los negros eran considerados
litó la fuga de varios esclavos, por lo que una clase de seres inferiores y subordinados,
fue acusado por Graham y sometido a pro- quienes, emancipados o no, permanecían aún
ceso. Strader sostenía que los negros no eran sujetos a su autoridad y no gozaban de otros
esclavos por lo que su acción podía encua- derechos o privilegios sino de aquellos que
drar dentro de las normas legales que tra- los encargados del poder y del gobierno
taban la fuga de esclavos. pudieran concederles". Manifestó que "no
era de la competencia de la Corte Suprema
(22) Swisher, C. B., El desarrollo constitucional decidir sobre la justicia o injusticia, la po-
de ¡os Estados Unidos, t. 1, pág. 213, Ed. Bibliográ-
fica Argentina, Bs. Aires, 1958. (23) Swisher, C. B., cp. cií., pág. 217.
lítica o impolítica de estas leyes. Los negros sacional. En cambio, quedan muchas cons-
habían sido considerados en un grado tan tancias de que durante los años que prece-
inferior, expresó, que "no gozaban de los den a la Revolución francesa, estuvo de mo-
derechos que el hombre blanco se hallaba da en Francia el ocuparse con admiración
obligado a respetar". Por último, el presi- y entusiasmo de la emancipación norte-
dente de la Corte —Taney—argumentó, pu- americana, la que fue, sin duda, al mismo
diendo sintetizarse en tres puntos su voto: tiempo, una verdadera revolución" (2«).
1) "Ya que los negros habían sido conside- "La Revolución francesa adoptó la siste-
rados como personas de un orden inferior mática de la emancipación norteamericana
en el momento de adoptarse la Constitu- pero creó la mística del ideal democrática
ción y no como ciudadanos, dicho docu- de perfección social indefinida y continua.
mento no los incluía en el término de ciu- Pisando sobre el cimiento doctrinario de la
dadanos, y no pretendía concederles el soberanía social construido en definitiva por
poder de demandar ante cortes federales Rousseau, procuró asegurar con técnica sa-
por medio de la cláusula que otorgaba juris- jona el ejercicio de la libertad individual.
dicción en pleitos entre ciudadanos de dife- Se conciliaba de este modo una contradic-
rentes Estados. 2) En ninguna circunstan- ción. Los términos opuestos soberanía y de-
cia un negro, podía ser al mismo tiempo rechos del hombre se enlazan en abrazo cor-
esclavo y ciudadano con el poder de deman- dial. Todo ello bajo la cálida advocación' de
dar ante una corte federal. Dred Scott había un grito popular que la emoción revolucio-
sido esclavo. No había obtenido su libertad naria convirtió en trípode de la democracia.
en virtud del compromiso de Missouri, ya Un ciudadano francés de 1789 podía no com-
qué éste era inconstitucional. A menos que prender mucho ni poco el carácter jurídico
él tuviera algún otro derecho para la liber- de la Declaración de los Derechos del Honv
tad, continuaba siendo esclavo y no un bre y del Ciudadano, pero ponía toda la
ciudadano, no estando autorizado a entablar fuerza creadora del impulso forjador de una
juicio ante una corte federal. 3) Cualquiera humanidad nueva en el grupo Liberta"^
hubiera sido el estado legal de Dred Scott Igualdad, Fraternidad" V).
durante su residencia en Illinois, había re- Es interesante recordar que el famoso do-
gresado a Missouri, donde el estado legal cumento comienza diciendo: "Los represen-
quedaba determinado por la ley de Missouri. tantes del pueblo francés, constituidos en
Las Cortes de Missouri habían sostenido Asamblea Nacional, considerando que la ig-
que conforme a esa ley continuaba siendo norancia, el olvido o el menosprecio de los
esclavo. Por lo tanto, no era un ciudadano derechos del hombre son las únicas causas
y no podía iniciar pleito ante una Corte de los males públicos y de la corrupción de
federal" (2*). los gobiernos, han^ resuelto exponer en una
Por último, es interesante destacar que Declaración solemn^ los derechos naturales,
el profesor Linares Quintana, al realizar un inalienables y sagrados del hombre, a fin
estudio de la jurisprudencia norteamericana 'de que esta Declaración siempre presente
sobre la igualdad opina que se ha decidido para todos los miembros del cuerpo social,
"que la discriminación en sí no es incons- les recuerde sin cesar sus derechas y debe-
titucional"; una discriminación meramente res; a fin de que los actos del Poder Legis-
técnica y no en sentido substancial e in- lativo puedan ser comparados a cada ins-
justa no es contraria a la regla de la igual- tante con el objeto de toda institución polí-
dad" («). tica y sean más respetados; y a fin de que
El influjo revolucionario de ¡a emanci- las reclamaciones fundadas desde ahora en
pación norteamericana se hizo sentir en la principios sencillos e indiscutibles, tiendan
vieja Francia, donde aparecen renovados los siempre al mantenimiento de la Constitu-
principios con la fundamentación filosófica ción y la felicidad de todos,
y doctrinaria hasta el punto que los fran- "En consecuencia, la Asamblea Nacional
ceses creen haber realizado una revolución reconoce y declara, en presencia^ bajo los
original. auspicios del Ser Supremo, los Derechos si-
"Los debates de la Asamblea Oonstitu- guientes del hombre y del ciudadano:
yente francesa de 1789 contienen escasas "Art. 1. Los hombres nacen y viven libres
referencias al precedente norteamericano al e iguales en derechos. Las distinciones so-
discutirse la Declaración de los Derechos del ciales sólo pueden estar fundadas en la
Hombre y del Ciudadano, ya producida en utilidad común.
Virginia y en Filadelfia trece años antes "Art. 8. La ley es la expresión de la vo-
como un acontecimiento relativamente sen-
(26) Sánchez Viamonte, C., Los Derechos del
(24) Swisher, C. B., op. cít., págs. 221 y 222. Hombre en la Revolución Francesa, pág. 13, Ed.
(25) Linares Quintana, S. V., Tratado ds la Univ. Nac. Autónoma de México, 1956.
ciencia del Derecho constitucional, t. 3, pág. 454, (27) Sánchez Viamonte, C., Los instituciones
Ed. Alfa, Bs. Aires, 1956. políticas en la historia universal, pág. &60.
S i g u i e n t e P á g i n a

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