El DERECHO ESPACIAL

Resumen elaborado por la Profesora Rosa María Aguirre, en base, principalmente, a

documentación disponible en Internet.
Mayo 2020

El Derecho Espacial hace referencia, en principio, a la actividad de

transporte más allá de la atmósfera terrestre. Se trata de los cohetes
espaciales y los satélites orbitales. No obstante, como veremos en el
presente resumen, el derecho espacial abarca más que el mero transporte,
como la minería, por ejemplo.

Antecedentes:
En el año de 1914 un belga patentó un aparato para explorar las capas
superiores de la atmósfera.
En 1923, Herman Oberth, publicó sus estudios sobre un motor para
realizar viajes interplanetarios.
En 1950 surge la Federación de Astronáutica Internacional, con sede
en París. Aunque todavía no se había logrado materializar ningún vuelo
al espacio, ya se manifestaba la intención de su realización y las
industrias y personas interesadas, no sólo investigaban al respecto, sino
que se organizaban para una futura regulación internacional en el tema.
Sin embargo, el Derecho Espacial nace propiamente, con el
lanzamiento del cohete espacial Sputnik 1, por parte del gobierno ruso,
el 4 de octubre de 1957. Posteriormente, se envía al espacio al Sputnik
2, a bordo del cual viajaba una perrita de nombre Laika.
En el año de 1958, Los Estados Unidos de América lanzan el cohete
espacial llamado Explorer 1; y el 30 de agosto de 1961, se lanza el
Explorer 2, el cual llevó como tripulante a un chimpancé de nombre
Enos.

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Con el viaje espacial del cohete Apolo 11 (Estados Unidos de América),
se llega por primera vez a la superficie lunar.
Como ya anunciamos, a partir de estos primeros logros, la legislación
espacial es tomada realmente en serio. A continuación hablaremos
sobre lo esencial de esta particular legislación internacional:

El Tratado Internacional del Espacio Exterior de 1967:

En este Tratado Internacional se desarrollan los principios que habrán
de regir a la navegación y exploración aeroespacial, y también se dan
las primeras formas de responsabilidad internacional derivada de esta
actividad.
Específicamente, en el artículo VI, se establece que los Estados Partes
son responsables de la perspectiva internacional de sus actividades
espaciales nacionales, que son llevadas por su gobierno o sus
nacionales actuando de forma individual. Adicionalmente, se le exige a
los Estados Partes la obligación de autorizar y controlar dichas
actividades.
Con la anterior obligación se abre la puerta a una legislación nacional
que deberá garantizar el cumplimiento de la norma internacional. Se
trata de una responsabilidad objetiva absoluta, independientemente de
la existencia o no de un hecho ilícito y sin posibilidad de exención o
limitación a tal responsabilidad.
De acuerdo con los estudios realizados sobre el contenido de este
tratado internacional, no le es posible al Estado evadir esta
responsabilidad por el sólo hecho de tener activo un sistema de
licencias y supervisión. Esta misma interpretación del artículo VI del
Tratado del Espacio Exterior, ha sido tema de mucho conflicto y
debates.
Otra forma de responsabilidad es la planteada en el artículo VII, sobre
los daños causados por objetos espaciales, de forma intencional.
Definitivamente ha sido considerada como una responsabilidad
internacional ya que corresponde los Estados participantes. Su
intención es la de evitar la proliferación de basura espacial que pueda

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resultar contaminante o que ocupe un lugar en el espacio que interfiera
con los satélites existentes o por existir.

Los Principios Contenidos en el Tratado Internacional sobre el

Espacio Exterior:
 La exploración y utilización del espacio exterior deberá hacerse
en beneficio de todos los países e incumbe a toda la humanidad.
 El derecho a la libertad de exploración y utilización por parte de
todos los Estados, sin discriminación.
 La igualdad en la exploración y la utilización.
 La no apropiación privada del espacio exterior o parte de él.
 La utilización para fine pacíficos. Se prohíbe la colocación en
órbita de armas nucleares o de otro tipo.
 La responsabilidad (imputabilidad) por las actividades que
realicen sus organismos gubernamentales.
 La cooperación y asistencia mutua.
 La subordinación al derecho internacional.

El Comité de las Naciones Unidas Sobre la Utilización del Espacio

Extraterrestre con fines pacíficos, en conjunto con la Unión Internacional
de Telecomunicaciones (UIT), son los encargados de supervisar y
registrar las actividades espaciales, y asignar espacios orbitales para la
colocación de satélites, respectivamente.

Acuerdo de la Estación Espacial Internacional de 1998:

Además de los tratados internacionales que se han negociado en las
Naciones Unidas, las naciones que participan en la Estación Espacial
Internacional firmaron este acuerdo en 1998. Participaron los gobiernos
de Canadá, los Estados miembros de la Agencia Espacial Europea,
Japón, la Federación de Rusia y los Estados Unidos de América.

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En palabras sencillas, se trata de grupos de astronautas, de diferentes
nacionalidades, que comparten una infraestructura espacial
permanente, dividida en módulos, con fines de investigación científica.
En este acuerdo se reconoce a la NASA como la agencia líder en la
coordinación de las contribuciones y actividades de los Estados
Miembros en la estación espacial y se estableció que cada nación tiene
jurisdicción sobre su propio módulo espacial. El acuerdo también
comprende la protección de la propiedad intelectual y los
procedimientos de enjuiciamiento penal que correspondan a cada
módulo.

Otros acuerdos además de los ya mencionados son:

-El Acuerdo de 1968 sobre el salvamento y rescate de astronautas y
sobre la recuperación de los objetos lanzados al espacio exterior.
-El Convenio de 1972 sobre la responsabilidad internacional por daños
causados por objetos espaciales.
-La Convención de 1975 sobre el registro de objetos lanzados al espacio
exterior.
-El Acuerdo de 1979 sobre las actividades de los Estados sobre la Luna
y otros cuerpos celestes. No alcanzó mucho apoyo.

Carrera Armamentista:
La Oficina de Desarmes de las Naciones Unidas (UNODA), realiza una
labor de apoyo y orientación hacia los Estados Miembros con el ánimo
de prevenir una carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre.
Con este propósito ha actuado como secretaría del Grupo de Expertos
Gubernamentales que trabajan en las medidas de transparencia y de
confianza.

Satélites en Órbita Geoestacionaria:

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En cuanto a los satélites en órbita geoestacionaria es importante
mencionar que éstos deben ocupar un solo anillo por encima del
Ecuador Geográfico, debido a que sólo contamos con un número
limitado de ranuras orbitales disponibles. Como ya mencionamos, la
UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) es el organismo
internacional encargado de la asignación de las ranuras y también de la
resolución de los conflictos surgidos por la competencia entre los países
interesados en establecer un satélite orbital en las mismas ranuras.
Para efectos explicativos, los países que no tienen satélites
geoestacionarios propios, pueden acceder a los beneficios de los
satélites a través de un acuerdo bilateral con un país propietario, que
les permita recibir la señal de su interés mediante unas antenas
colocadas en su territorio, las cuales sirven como repetidoras de la señal
enviada por los satélites a una antena madre ubicada en otro lugar. La
aviación en Panamá ha utilizado por mucho tiempo este sistema y tiene
una antena repetidora de la señal enviada por una antena madre
ubicada en un estado de Los Estados Unidos de América (COSPAS-
SARSAT).

Tendencia:
Actualmente, a pesar de que va en contra de uno de los principios
fundamentales del Tratado del Espacio Exterior de 1967, va evidente la
tendencia hacia la privatización de los espacios siderales o
extraterrestres, con fines obvios de comercialización e industrialización.
Ya tenemos aeropuertos espaciales comerciales y los viajes a la luna y
otros lugares similares cuentan con interesados en todo el mudo
dispuestos a pagar millones por estos sofisticados viajes.
La industria de la minería, sobre los asteroides (ricos en presencia
mineral diversa) es otra actividad cuyas consecuencias aún no son
claras.
Durante el período presidencial de Obama, en los Estados Unidos de
América, se emitió una ley que favorece la minería en los asteroides y
abre la posibilidad legal a la apropiación privada de los mismos.

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En el 2016, Luxemburgo, estableció un marco legal para permitir a las
empresas privadas acceso a los derechos derivados de la explotación
de la industria minera en el espacio exterior.
Ante tales hechos, una parte de la comunidad internacional se
encuentra preocupada porque algunos países muy poderosos lleguen a
monopolizar la explotación de los recursos del espacio para su propio y
elitista provecho.
Por otro lado, se requiere de estudios científicos que alerten sobre las
consecuencias para nuestro planeta y nuestro sistema solar, en su
conjunto, frente a las alteraciones que tanto la minería como otras
actividades pudiesen provocar, al alterar el orden natural del cosmos.
Por lo visto, El Tratado Internacional del Espacio Exterior de 1967, se
encuentra en peligro, ya que uno de sus más básicos principios, el de
no apropiación particular, en la práctica, ya no es respetado.