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Capítulo 5

El problema de la firma1

5.1. Introducción

E
N LA TEORÍA NEOCLÁSICA , las empresas son cajas negras que reciben insumos y produ-
cen de manera de maximizar utilidades. En 1937, Ronald Coase se preguntó: ¿qué es
lo que distingue a las firmas?, ¿Por qué son necesarias las empresas y no se puede llegar a
subcontratar todas las actividades que actualmente realizan las firmas? Después de todo, si
se subcontratan ciertos servicios como secretarias temporales, servicios de limpieza y ca-
fetería, de investigación, de producción de componentes, publicidad, y otros, porque no es
posible llegar a empresas unipersonales? La subcontratación de servicios se realiza median-
te el mercado o sea, usando el mecanismo de precios para asignar recursos en la economía
y no como se hace al interior de la empresa, es decir, usando mecanismos jerárquicos. En
este sentido, la existencia de la empresa y su forma de organización aparece más cercana a
una economía con planificación centralizada que a una economía de mercado, lo que pue-
de aparecer como una contradicción pues la teoría económica ha resaltado al mecanismo
de mercado como una forma descentralizada para alcanzar una asignación óptima de los
recursos (en ausencia de fallas de mercado).
La pregunta de por qué existen las empresas y qué determina su tama no se puede ana-
lizar en dos dimensiones:

vertical: Cuántas etapas del proceso productivo son realizadas al interior de la empre-
sa?

Horizontal: Que tama no debe tener la empresa: cuánto producir (volumen de pro-
ducción)?

La existencia de la firma y su tama no puede responder a dos tipos de motivaciones: la


búsqueda y el ejercicio de poder de mercado y la búsqueda de mayor eficiencia (minimiza-
ción de costos). Dentro de la primera podemos encontrar respuestas del tipo: “la empresa
crece para aprovechar poder de mercado” y “la empresa se integra verticalmente para co-
brar distintos precios a distintos clientes pues la discriminación de precios está prohibida
1 Gran parte del material de esta sección proviene de Soledad Arellano.

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por la legislación”, entre otros. Dentro del segundo grupo, se encuentran argumentos como
“la empresa se integra verticalmente para eludir un impuesto a la compraventa”, “la empre-
sa crece hasta llegar al tama no de organización que minimiza sus costos de administración
y operación” y “la empresa se organiza en cadenas para comprar insumos a menor costo”.2
Dejaremos el tema de poder de mercado para los capítulos siguientes concentrándonos
en este capítulo en los motivos relacionados con la eficiencia. Estos pueden ser analizados
desde tres puntos de vista:

Punto de vista tecnológico,

Punto de vista de contratos,

Existencia de activos específicos y comportamiento oportunista.

C(Q)

Q
Mı́nima
escala
eficiente

Figura 5.1: Firma con economías de escala

5.1.1. Punto de vista tecnológico


La empresa se ve como una forma para obtener sinergias entre unidades distintas, con
el objeto de explotar economías de escala o ámbito. De acuerdo a este enfoque, el interés
radica en el estudio de la función de costos, su forma y en discusiones en torno a la existen-
cia de complementaridades en la producción o en el consumo. Esta teoría sin embargo es
insuficiente pues no permite explicar fenómenos de común ocurrencia como por ejemplo
2 En estos casos uno podría preguntarse por qué no se establecen acuerdos entre firmas independientes para

replicar lo que hacen las cadenas. Aquí se pueden producir problemas del tipo Dilema del prisionero.
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por qué las firmas no producen siempre en el punto de mínimo costo (ver figura 5.1). En
general, las firmas producen mas allá del punto de mínimo costo(“mínima escala eficien-
te”)lo que es ineficiente de acuerdo a este análisis, ya que la firma podría crear más plantas
de manera que todas ellas tuvieran el tama no eficiente. La explicación es que existe un re-
curso no reconocido por este enfoque, que es la capacidad de administración que impide
–o hace ineficiente– la subdivisión de las operaciones productivas. Esta teoría no constituye
una teoría de la firma sino más bien una teoría del tama no de una planta.

5.1.2. Punto de vista de contratos


La producción puede ser organizada de dos maneras: usando mecanismos jerárquicos
en los que un superior (o administración central) decide cómo se asignan los recursos y có-
mo deben hacerse los procesos; y usando el sistema de precios y el mercado para contratar
recursos productivos.
Según Coase dentro de la firma el mecanismo de precios no opera para asignar recur-
sos, sino que estos se asignan mediante un mecanismo jerárquico.3 Esta es la característica
esencial de una firma: se asignan recursos sin utilizar el mercado. La razón para esto, de
acuerdo a Coase, es que al interior de una firma es menos costoso usar un mecanismo je-
rárquico que un mecanismo de mercado. ¿Cuáles son estos costos? Cuando los bienes son
heterogéneos, los costos de establecer contratos, especialmente en el caso de los contratos
de largo plazo, pueden ser sustanciales: es difícil establecer todas las posibles contingencias
(existen riesgos no predecibles), llegar a acuerdo en torno a las acciones que se deben tomar
en caso de presentarse cada una de ellas. Además es costoso escribir el contrato de un modo
comprensible, vigilar el cumplimiento del contrato, etc. Estos costos, denominados “costos
de transacción” son mayores mientras más específica es la relación. En estos casos es más
eficiente tener contratos “incompletos”, es decir las partes están conscientes de que existen
situaciones para las cuales el contrato no especifica qué hacer. En particular, mientras más
complejo e incierto es el futuro, más incompleto es el contrato.
De acuerdo a Coase, al interior de la firma se pueden establecer contratos de largo pla-
zo (por ejemplo, de empleo) que especifican en forma vaga las actividades, estableciendo
límites a lo que se puede pedir, pero sin ser específicos, debido a las dificultades de hacerlo.
Al interior de la empresa es menos costoso alinear los objetivos entre las partes. Desde este
punto de vista, la firma es un conjunto de contratos de largo plazo.
La teoría de la firma de Coase también implica un mecanismo para limitar el tama no de
las firmas: éstas dejan de crecer cuando el costo de organización de una firma excede el que
tendría operar mediante el mercado. Esto explica por qué el tama no de las firmas varía a
través del tiempo y entre industrias. Por ejemplo, el desarrollo de las comunicaciones a fines
del siglo pasado permitió que se establecieran firmas multi-plantas, al reducir el costo de
supervisión. A su vez, la influencia de la informática ha permitido que un supervisor pueda
controlar a mas empleados lo que ha llevado a firmas con una estructura mas plana y a la
desaparición de niveles de ejecutivos intermedios.
3 Aunque pueden existir firmas en las que usan precios internos, estos son decididos en forma jerárquica.
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5.1.3. Inversiones específicas y oportunismo


El tama no de las firmas y su eventual grado de integración vertical también puede ser
explicado en virtud de la existencia de inversiones o relaciones específicas y del consecuen-
te incentivo al comportamiento oportunista.Para entender el sentido de oportunismo es
necesario definir lo que es un activo específico. Estos son activos cuyo valor al interior de
una relación contractual entre dos partes supera al valor del activo fuera de ella, lo que ge-
nera una cuasi-renta.
Los activos específicos fueron clasificados por Williamson de la siguiente manera:

Activo fijo específico: Máquina o equipo especialmente dise nado para un determinado
comprador, como por ejemplo la máquina que produce la chapa con el logo para los
autos Mercedes Benz (no le sirve a ningún otro vendedor de autos). También incluye
el caso de una empresa que adapta su proceso productivo a una materia prima en
especial (cocina a gas natural por ejemplo)

Activo específico al lugar: Cuando la inversión en un activo determinado se hace cerca de


un lugar específico, como en el caso de las centrales generadoras de electricidad en la
boca del pozo de gas en Argentina. En estos casos la especificidad es consecuencia de
que el activo no puede ser trasladado a otro lugar.

Capital humano específico: Una inversión en capital humano específico corresponde a


educación que sólo sirve al interior de la empresa, como es el caso de la universi-
dad McDonald’s o los conocimientos de los mecánicos de Ferrari que no pueden ser
aplicados a los autos Mc.Laren en las carreras de Fórmula 1. Un ejemplo de capital
humano no específico son las clases de inglés.

Activo dedicado: Aquel activo cuya producción está orientada a un determinado consumi-
dor. En este caso la especificidad no viene dada por las características del activo o de
la producción – ambos pueden ser no-diferenciados – sino por el hecho de que la pro-
ducción está destinada a un comprador en particular, y si éste se desiste, el productor
no tiene a quién venderle.

Especificidad temporal: se produce cuando el valor del producto depende de su entrega a


tiempo, como el caso de alimentos perecibles o de insumos para producción en serie
(si se atrasa una materia prima, se atrasa todo el proceso productivo). En estos casos,
la amenaza de atraso es efectiva.

La característica principal de las relaciones en que existen inversiones específicas es


que una vez hecha la inversión, éste se transforma en un costo hundido; una parte o todo el
monto invertido no se recupera en caso de ser ofrecido a otro usuario.
En todos estos casos la dinámica es usualmente la siguiente: la partes se seleccionan
ex-ante mutuamente dentro de un pool competitivo de compradores y vendedores. Una
vez que entran en una relación que involucra alguna forma de especificidad, ambas partes
quedan en una situación de mutua dependencia en la cual cada uno prefiere interactuar
con la contraparte que con un tercero. El hecho de que esta relación sea específica y que

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