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EL ABC CUTÁNEO

DEL INTERNISTA

ZZZPHGLOLEURVFRP
El ABC cutáneo
del internista
Dr. Eduardo David Poletti, FACP
Especialista en Medicina Interna y Dermatología.
Profesor de Prácticas Clínicas de Medicina Interna y Dermatología
del Centro Biomédico de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Profesor de Propedéutica Clínica de la Escuela de Medicina de
la Universidad Cuauhtémoc, Campus Aguascalientes.
Vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Cirugía Dermatológica y Oncológica.
Director Médico, Clínica Dermanorte de Aguascalientes, S. C.

Editorial
Alfil
El ABC cutáneo del internista
Todos los derechos reservados por:
E 2009 Editorial Alfil, S. A. de C. V.
Insurgentes Centro 51--A, Col. San Rafael
06470 México, D. F.
Tels. 55 66 96 76 / 57 05 48 45 / 55 46 93 57
e--mail: alfil@editalfil.com
www.editalfil.com

ISBN 978--607--7504--12--2
ISBN 968--7620--94--3

Primera edición, 2009

Dirección editorial:
José Paiz Tejada

Editor:
Dr. Jorge Aldrete Velasco

Revisión técnica:
Dr. Diego Armando Luna Lerma

Revisión editorial:
Irene Paiz, Berenice Flores

Diseño de portada:
Arturo Delgado--Carlos Castell

Impreso por:
Digital Oriente, S. A. de C. V.
Calle 15 Manz. 12 Lote 17, Col. José López Portillo
09920 México, D. F.
Octubre de 2008

Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorización por escrito de los editores.

Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas terapéuticos sean correctos y compatibles
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pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y aplicación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Colaboradores

Dr. Martín Arce Dra. Judith Domínguez Cherit


Dermatólogo y diplomado en Micología. Director del Dermatóloga. Academia Nacional de Medicina. Jefa de
Departamento de Micología, Culiacán, Sinaloa, México. Cirugía Dermatológica, Hospital General “Dr. Manuel
Gea González”, México, D. F.

Dr. Roberto Arenas Guzmán Dr. Luciano Domínguez Soto


Dermatólogo y Micólogo. Academia Nacional de Medi- Dermatólogo. Academia Nacional de Medicina. Jefe del
cina. Jefe de Micología, Hospital General “Dr. Manuel Departamento de Dermatología, Hospital General “Dr.
Gea González”, México, D. F. Manuel Gea González”, México, D. F.

Dr. Rafael Falabella


Dr. Robert Baran Dermatólogo. Jefe del Departamento de Dermatología.
Dermatólogo e Investigador. Profesor de Dermatología y Profesor de la Universidad de Cali, Colombia.
Director del Centro de Enfermedades Ungueales, Can-
Dr. Steve Feldman, PhD
nes, Francia.
Consultante y Profesor de Dermatología, Departamento
de Dermatología, Escuela de Medicina de la Universi-
dad West Forest, Winston--Salem, Carolina del Norte,
Dra. Patricia Chang
EUA.
Dermatóloga y Micóloga. Jefa de Dermatología, Hospi-
tal de Enfermedad Común, Guatemala, Guatemala. Dra. Edith García González
Dermatóloga e Inmunodermatóloga. Ex Residente del
N. I. H. de Bethesda, Maryland. Práctica privada en Mé-
Dr. Olivier Chosidow, PhD xico, D. F.
Internista Dermatólogo. Jefe de Investigación y Ense-
ñanza, Service de Medicine Interne Assistance Publi- Dr. Carlos Andrés García Rementería
que, Hôpitaux de Paris, Groupe Hospitalier Pitié--Salpê- Profesor Asociado. Director de Cirugía Dermatológica
trière, París, Francia. y Oncología Cutánea. Departamento de Dermatología,
Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de
Oklahoma, EUA.
Dr. Fernando de la Barreda
Internista Dermatólogo. Consultante de Onco--dermato- Dr. J. Darío Martínez Villarreal
logía, Hospital General “Dr. Manuel Gea González”. Internista Dermatólogo. Jefe de la Clínica de Medicina
Práctica privada en el Hospital Ángeles de las Lomas, Interna, Hospital Universitario “Dr. Eleuterio Gonzá-
Estado de México, México. lez”, Monterrey, Nuevo León, México.

V
VI El ABC cutáneo del internista (Colaboradores)

Dr. Jorge Lauro Moreno González Dr. José Romero


Dermatólogo. Profesor y Consultante de Dermatología Dermatólogo. México, D. F.
del Hospital Universitario “Dr. Eleuterio González” y
práctica privada en Monterrey, Nuevo León, México. Dra. Marcela Saeb
Dermatóloga y Dermatopatóloga. Instituto Nacional de
Dra. Graciela Guzmán Perera Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, Mé-
Dermatóloga. Ex Presidenta de la Academia Mexicana xico, D. F.
de Dermatología. Práctica privada en el Hospital Ánge-
les del Pedregal, México, D. F. Dr. Christian Scholtes
Dermatólogo. Residente del Hopital Saint Louis de Pa-
Dr. Joseph L. Jorizzo rís, Francia. Consultante del Instituto Nacional de Cien-
Profesor y Jefe del Departamento de Dermatología de la cias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, México,
Escuela de Medicina de la Universidad West Forest, D. F.
Winston--Salem, Carolina del Norte, EUA.
Dr. José Alfredo Soto Ortiz
Dr. Francisco Márquez Díaz Internista Dermatólogo. Instituto Dermatológico de Ja-
Internista e Infectólogo. Jefe del Departamento de Infec- lisco “Dr. José Barba Rubio”, Guadalajara, Jalisco, Mé-
tología, Hospital de Especialidades “Miguel Hidalgo”, xico.
Aguascalientes, Aguascalientes, México.
Dr. Marco Antonio Rodríguez
Dra. Martha Miniño Internista Dermatólogo. Instituto Dermatológico de Ja-
Dermatóloga y Dermatopatóloga. Jefatura de Enseñanza lisco “Dr. José Barba Rubio”, Guadalajara, Jalisco, Mé-
e Investigación, Instituto Dermatológico y Cirugía de xico.
Piel, Santo Domingo, República Dominicana.
Dr. José Romero
Dra. Dora Molina de Soschin Dermatólogo. Quito, Ecuador.
Dermatóloga. Egresada de la Universidad Javeriana de
Colombia. Diplomada en Micología Médica, Hospital Dr. Julio César Salas Alanís
General “Dr. Manuel Gea González”, México, D. F. Dermatólogo y Dermatopatólogo. Práctica privada en
Monterrey, N. L., México.
Dra. Elena Monroy
Dermatóloga y Micóloga. México, D. F. Dra. Antonella Tosti
Dermatóloga e Investigadora. Profesora de tiempo com-
Dr. Luis Muñoz Fernández pleto del Departamento de Dermatología. Directora de
Patólogo. Director Médico del Hospital de Especialida- la Residencia en Dermatología. Directora del Centro de
des “Miguel Hidalgo”, Aguascalientes, Aguascalientes, Alergología del Instituto de la Clínica de Dermatología
México. de la Universidad de Bolognia, Italia.

Dra. Blanca Maria Piraccini Dr. Rodolfo Vick


Dermatóloga. Profesora del Departamento de Dermato- Jefe del Depto de Infectología, Hospital Gral. “Dr. Ma-
logía de la Universidad de Bolognia, Italia. nuel Gea González”, México, D. F.
Contenido

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI
Luciano Domínguez Soto
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XIII
Eduardo David Poletti
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XV

A
Acantosis nigricans maligna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Actinomicetoma por nocardia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Amiloidosis sistémica primaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Anticuerpos antifosfolípidos primario (síndrome de) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

B
Bazex, acroqueratosis paraneoplásica de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Bazin (eritema indurado de) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Behçet, enfermedad de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

C
Calcifilaxis o calcifilaxia (paniculitis calcificante) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Castleman, enfermedad de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Churg--Strauss, enfermedad de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Coccidioidomicosis cutánea primaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Coiloniquia (uñas en cuchara) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Cromoblastomicosis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Cutis verticis gyrata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

D
Dedos hipocráticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

VII
VIII El ABC cutáneo del internista

Dermatitis herpetiforme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Dermatomiositis en fase eritrodérmica secundaria a cáncer mamario metastásico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
DRESS (erupción, eosinofilia y síntomas sistémicos tipo síndrome de hipersensibilidad a medicamentos) . . . . . 37

E
Embolia por colesterol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
EPPER (erupción polimorfa pruriginosa eosinofílica asociada a radioterapia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Esporotricoide, dermatosis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Exantema VIH por seroconversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

F
Foliculitis eosinofílica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

G
Glucagonoma con eritema necrolítico migratorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Gota úrica tofácea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

H
Herpes gestationis (penfigoide gestacional) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Hialinosis cutis (lipoidoproteinosis) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Hiperqueratosis folicular urémica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Hipocratismo digital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

I
Ictiosis adquirida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
IgA lineal del adulto, enfermedad por . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Injerto contra huésped aguda, enfermedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Injerto contra huésped, enfermedad tardía de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68

J
Janeway (signo de) y otros indicadores de endocarditis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

K
Kaposi, sarcoma de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Kyrle, enfermedad de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

L
Léser--Trélat (signo de) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
El ABC cutáneo del internista IX

Leucemia cutis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
Liquen plano oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Lupus profundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Llama (figura de) en la celulitis de Well . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

M
Mixedema secundario a hipotiroidismo idiopático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Moluscos contagiosos en paciente con VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Mucormicosis rinocerebral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
Muir--Torre, síndrome de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

N
Necrólisis tóxica epidérmica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94

O
Onicomicosis proximal blanca subungueal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Osler--Weber--Rendu, enfermedad de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

P
Penfigoide buloso asociado a esclerosis múltiple . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
Pioderma gangrenoso, asociado a colitis ulcerativa crónica inespecífica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Prurito de origen renal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
Psoriasis vulgar empeorada por medicamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

Q
Queratodermia adquirida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

R
Reiter, síndrome de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110

S
Síndrome de Sweet, secundario a leucemia granulocítica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112

T
Timoma con pénfigo paraneoplásico y síndrome de vena cava superior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114

U
Úlcera hipertensiva de Martorell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
X El ABC cutáneo del internista

Uñas mitad/mitad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

V
Vasculitis cutánea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Vitíligo vulgar bilateral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

W
Wegener, granulomatosis de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125

X
Xantelasma secundario a hiperbetalipoproteinemia tipo II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
Xantogranuloma necrobiótico con paraproteinemia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Y
Yellow nails, síndrome de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

Z
Zincopenia, enfermedad de Crohn y pioderma gangrenoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
Zoster con vasculitis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
Índice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Prólogo
Dr. Luciano Domínguez Soto
Academia Nacional de Medicina

En primer lugar deseo agradecer el honor que me confie- Este complemento a la exposición de las diversas en-
re el Dr. Eduardo David Poletti al invitarme a elaborar el fermedades que constituyen El ABC cutáneo del inter-
prólogo de su primer libro de Dermatología, El ABC cu- nista no pudo ser más feliz, pues el valor didáctico se in-
táneo del internista. crementa considerablemente.
Debo decir ante todo que el libro es original en su en- Por otra parte, el lenguaje es sencillo y claro, siempre
foque, que es seguramente lo que el autor buscó en forma con un perfecto academismo que lo complementa. En
deliberada, pues desde la primera ojeada se advierte que suma, un texto que ayudará no sólo al dermatólogo vete-
está dirigido en primer lugar al médico internista y al no rano, quien tendrá un libro más de consulta, sino a los jó-
especialista en Dermatología, para de esa manera tratar venes que se inician en la especialidad, aunque, insisto,
de interesarlo en aprender lo mucho que en términos ge- muy en particular al internista, que con frecuencia se ol-
nerales ignora, pues habrá que admitir que las enferme- vida de que en los signos y síntomas dermatológicos
dades de la piel son un reto para todos los que no se dedi- puede estar la clave para la integración de un diagnóstico
can a su estudio en forma especializada, y esto es verdad preciso y consecuentemente de un manejo y un trata-
no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo, debido miento adecuados, recordándonos de paso a todos que,
principalmente al poco crédito que se le concede a nues- siendo la Dermatología una especialidad eminentemen-
tra especialidad a nivel de los estudios de pregrado; por te clínica, es básica para que otros especialistas no la ol-
consecuencia, ese primer objetivo de ganar la atención viden y la tomen en cuenta en su diario quehacer y pen-
y el interés del internista lo consigue plenamente. sar, ya que en un momento dado ese diagnóstico
Otro rasgo de originalidad es la elaboración de un li- dermatológico resulta fundamental.
bro de Dermatología a partir de la presentación de casos En cuanto a la lista de colaboradores que contribuye-
clínicos representativos que, obvio es, aumentan el inte- ron a esta obra, es abundante y de calidad, ya que en ella
rés del lector, pues su lectura es más fácil y por tanto el aparecen nombres de colegas nacionales y extranjeros
procedimiento resulta en mayor interés del lector y es cuya capacidad y trayectoria en el ámbito dermatológico
por demás atractivo. están fuera de toda duda. Ahí aparecen, en orden alfabé-
La uniformidad en su contenido es digna de encomio tico, Roberto Arenas y su contraparte francesa, Robert
y añade una cualidad más al texto en cuestión, el de su Baran, de Cannes, Francia; Patricia Chang, de Guatema-
brevedad, pero sin descuidar a la vez lo conciso de sus la; Oliver Chosidow, de París, Francia; Fernando de la
descripciones, que lo hacen fácil de entender y retener. Barreda; Judith Domínguez Cherit; Steve Feldman, de
Párrafo aparte merece el inciso referente a comenta- Carolina del Sur; Rafael Falabella, de Cali, Colombia;
rios, ya que cada uno de los casos clínicos que confor- Alan Fleitscher, de Carolina del Sur; Edith García Gon-
man el libro tiene como colofón su correspondiente co- zález; Graciela Guzmán Perera; Sergio López Padilla;
mentario, en donde el autor discute lo pertinente, con Joseph Jorizzo, de Carolina del Sur; Ana Falabella, de
base en su experiencia y la bibliografía actualizada. Miami; José Darío Martínez Villarreal; Martha Miniño,

XI
XII El ABC cutáneo del internista

de República Dominicana; Jorge Lauro Moreno Gonzá- mostrarnos una personalidad diferente, por fortuna, a la
lez; Bianca María Piraccini, de Bolognia, Italia; Marco que en un principio no se veía con claridad, es decir, el
Antonio Rodríguez y Julio César Salas Alanís (nuestro pulido es evidente, y ello da como consecuencia un
experto nacional en enfermedades vesiculoampollosas). “buen acabado” en todos sentidos.
Completan el repertorio Christian Scholtes, de París, El que un especialista, después de haberse graduado,
Francia; Dora Soschin, José Alfredo Soto y Antonella persista en tratar de proseguir por la senda de la academia
Tosti, de Bolognia, Italia. Con esta pléyade de reconoci- es en nuestro país, por desgracia, muy raro, pues no es
dos docentes y especialistas, Eduardo David Poletti lo- fácil, tomando en cuenta las múltiples vicisitudes a las
gró conjuntar un cuerpo de colaboradores que, a no du- que se enfrenta el médico novel, por muchos que sean
darlo, sirven para avalar el valor del texto en su totalidad. sus deseos de continuar en labores institucionales sin
Ahora desearía dedicar unas líneas al autor, porque descuidar lo básico, que es tener lo suficiente para vivir
siento que es por demás importante y merecido. Eduardo decorosamente y que no falte nada en su hogar.
llevó a cabo su residencia en nuestro Departamento de Si esto es difícil en la capital de nuestro país, es más
Dermatología de este Hospital General “Dr. Manuel Gea difícil aún viviendo en provincia, pues, aunque en apa-
González”. Perteneció a la segunda generación (1984-- riencia existe menos competencia y por consiguiente ma-
1986) y llegó con nosotros después de haber efectuado yores posibilidades de sobrevivir bien, económicamente
tres años de Medicina Interna en el Instituto Nacional de hablando, por ese detalle precisamente, la mayoría de los
Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”; al que ejercen en provincia, salvo raras excepciones como
término de su entrenamiento emigró a la ciudad de la que nos ocupa, se olvidan de seguir enriqueciéndose
Aguascalientes desde hace ya 20 años. científica y académicamente hablando.
De entonces a la fecha he seguido su trayectoria cien- Por ello es doble el mérito de este esfuerzo que hace
tífica y académica, y con gusto he podido comprobar có- Eduardo David Poletti al lanzarse a la gran empresa que
mo poco a poco, como los buenos vinos, ha ido maduran- es editar un libro de Dermatología, que a mayor abunda-
do en todos sentidos, y digamos que las “asperezas” miento tiene las características ya señaladas que le con-
propias de su inicial juventud han desaparecido para fieren una excelente calidad.
Prefacio
Dr. Eduardo David Poletti
Editor

La creación de sustantivos es quizá uno de los primeros tos meditativos y cognoscitivos que derivaban en el acto
pasos en la construcción del lenguaje. Lo ha afirmado connotativo de comunicar con clase el reflejo fiel de sus
Adam Smith (Consideraciones sobre la formación de pensamientos, dejando a las postrimerías en ese expe-
las lenguas, 1767), cuando indicó que el sustantivo pre- diente clínico todo un trabajo científico.
cede al común. Hicieron esas carpetas grises y frías de metal (orgullo
Las sociedades humanas se han esforzado desde siem- de cada sector de Medicina Interna) todo un testimonio
pre por crear un lenguaje que les permita comunicar el intelectual de arduo trabajo que me ha servido de inspira-
uno al otro sus mutuas necesidades. ción. En cualquier sector de “Nutrición” (como lo llama-
Lo que en su origen fueron nombres propios de obje- mos con respeto y cariño los que allí hemos tenido el pri-
tos individuales se iría convirtiendo, imperceptiblemen- vilegio de formarnos) puede constatarse el esmero y la
te, en nombre común de una colectividad. pulcritud con que se intenta reflejar la realidad del pa-
Lo aceptemos o no, en este siglo en curso existe deca- ciente y de su entorno psicosocial.
dencia en la conversación y, si reflexionamos tan sólo Ahí surgió mi vocación para continuar en una de esas
unos segundos, esa abulia nos hace más perecederos. complejas facetas de la Medicina Interna que es la Der-
La palabra es creadora de ciencia y reside en nosotros matología. En mis primeros devaneos, al intentar descri-
la infinita capacidad de perpetrar para la posteridad bir con letras párvulas lo que registraban mis sentidos,
nuestro mejor legado: el trabajo clínico cotidiano. me fui dando cuenta de mi profunda inclinación hacia la
En mis épocas de residente en ciernes como futuro in- exploración física.
ternista, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Al iniciarme en los fantásticos campos clínicos de la
Nutrición “Salvador Zubirán”, meditaba diariamente Dermatología hube de enfrentar un nuevo desafío: ajus-
cómo podría lograr, de la mejor forma, el registro de los tar mi mente a otro estilo de reflejar una realidad clínica.
signos y síntomas de los pacientes de los que debería rea- Había que iniciar luego de la ficha de identificación con
lizar su historia clínica. Unas veces era dictarla a una cin- la descripción lesional. No había más que un lenguaje
ta de grabación y otras, quizá mi forma favorita, era posible, en el que cada palabra se refiere a una sola cosa
transcribirlas en una vetusta máquina (no eléctrica) para y nada más.
ser sometidas, horas después, a una exhaustiva revisión Enfáticamente había que aceptarlo: aunque el diag-
leída en voz alta al día siguiente. nóstico estaba sencillamente enfrente de mi vista, era
Durante esos años aprendía diariamente de mis com- menester saber traducirlo a palabra escrita. Mis grandes
pañeros la calidad con la que lograban, de forma prodi- desavenencias había que enfrentarlas: describir antes
giosamente sucinta, expresar los rasgos más connotati- que interpretar. Emergieron nuevas pautas para readap-
vos de una muy refinada colección de indicadores del tar un estilo previamente adquirido con otro nuevo y ha-
padecimiento. bía que conjugarlo con mi inicial formación como inter-
Eran mis primeras grandes enseñanzas: la calidad de nista. Comprendía esa cosecha de la investigación, que
la redacción que plasmaban mis colegas, conjugando ac- tantos han sabido superar y que consiste en traducir los

XIII
XIV El ABC cutáneo del internista

resultados en palabras. ¡Qué buen reto, y por eso al crear- glo, estoy profundamente convencido de que debemos
se nuevos conceptos falta claridad en el lenguaje! formar a los nuevos dermatólogos prioritariamente como
Ahora, admito que narrar el padecer de un ser humano internistas y seguir imbuyendo en ellos el ánimo derma-
es “flor del tiempo” sin apremio. La descripción e inter- tológico.
pretación de los valiosos datos clínicos que ordenada- Consciente de que los navegantes son investigadores
mente se deben ir compilando, y luego en soledad tradu- puros, que deben emplear su imaginación, y guiados por
cirlos tal y como si estuviese enfrente nuestro prójimo las estrellas son asiduos exploradores de ellas por muy
que nos incite a volver a dialogar, ha significado toda una lejanas que se encuentren, así podemos hallar nuestro ca-
lección para mantener una perspectiva integral, que ha mino en la selva de los hechos. Las más de las veces sólo
impedido la fragmentación de la multitud de hallazgos alcanzaremos las estrellas con el pensamiento, pero, al
científicos, al revisar a conciencia a cada paciente. Ha si- igual que esos navegantes al seguir sus rutas oceánicas,
do un gozo construir un ABC cutáneo del y para el inter- seguiremos encontrando, en el lenguaje escrito, una an-
nista que suscite la convivencia entre clínicos, fiel refle- torcha que ilumine nuestro camino.
jo de lo que sucede en torno suyo y que avive la llama de En letras hemos dejado huella de la investigación in-
la conversación escrita. El texto, asimismo, ha pretendido quisitiva que dé pie a la dignificación lingüística, que in-
ponderar el legado de lo escrito por nuestros predeceso- cite asimismo a escribir nuestras experiencias clínicas,
res, que han dejado un enorme sendero para el porvenir. sin más horizonte que aquel que culmine en el solo pro-
Después de ejercer medicina por más de un cuarto de si- pósito del sencillo lenguaje informativo y práctico.
Presentación

El ABC cutáneo del internista es una vasta compilación La redacción de todos y cada uno de los casos se ha
de casos clínicos reales, en número de 66. Son experien- respetado en la misma forma como fueron recibidos uno
cias clínicas que representan el arduo trabajo de diversos a uno por el editor.
colegas de México y de otros países, como Estados Uni- Las restantes adiciones bibliográficas, como lecturas
dos, República Dominicana, Francia, Guatemala e Italia. sugeridas, han intenado actualizarse, acorde a las más re-
Por razones didácticas se trató de adecuar la nomenclatu- levantes, y en algunos casos se han agregado otras más
ra en el orden que la lengua castellana impone. actualizadas.

XV
XVI El ABC cutáneo del internista
XVI El ABC cutáneo del internista
A Mugui, Almalú y Silvanny,
mi perenne y sólida familia Poletti Abreu,
fuente de inspiración diaria
en sus eternas muestras de amor.

Para Alfonsina y Eduardo Fernando,


correspondiendo con toda mi gratitud
con ese mismo ahínco con que forjaron mi existir.

A Luisa Fernanda, Alma Lucía, Antonio Eduardo y Carlos Jaime,


mis hermanos, amigos entrañables e indudable motivación.

A Fernando Ahumada Padilla, Carlos Treviño Gómez--Harper


y Ricardo Spinola Sevilla, incansables promotores
de la educación médica continua
a través de su insuperable filosofía Darier.

A cada uno de los colaboradores de este proyecto escrito


y a todo el equipo humano que me permite
mis tareas diarias en Dermanorte.

A todos mis maestros, amigos y colegas,


que han significado mis códigos de vida, mística y disciplina.
A Mugui, Almalú y Silvanny,
mi perenne y sólida familia Poletti Abreu,
fuente de inspiración diaria
en sus eternas muestras de amor.

Para Alfonsina y Eduardo Fernando,


correspondiendo con toda mi gratitud
con ese mismo ahínco con que forjaron mi existir.

A Luisa Fernanda, Alma Lucía, Antonio Eduardo y Carlos Jaime,


mis hermanos, amigos entrañables e indudable motivación.

A Fernando Ahumada Padilla, Carlos Treviño Gómez--Harper


y Ricardo Spinola Sevilla, incansables promotores
de la educación médica continua
a través de su insuperable filosofía Darier.

A cada uno de los colaboradores de este proyecto escrito


y a todo el equipo humano que me permite
mis tareas diarias en Dermanorte.

A todos mis maestros, amigos y colegas,


que han significado mis códigos de vida, mística y disciplina.
A Evolución y tratamiento: la paciente recibió una
dosis total de radioterapia de 6 000 rads en dos campos
anteriores y dos posteriores, dirigidos al centro de la
pelvis. Cuatro meses después de concluidas la radiote-
ACANTOSIS NIGRICANS MALIGNA rapia, la citología vaginal y la rectal fueron negativas.
Las lesiones cutáneas mejoraron 50% de su primera
apariencia, y hasta 40% al implementar el uso de urea
tópica.
Historia: paciente femenina de 45 años de edad, casa- Comentario: la acantosis nigricans es un fenómeno
da, enviada a evaluación dermatológica por pigmenta- paraneoplásico bien reconocido por la mayoría de los
ción con engrosamiento pruriginoso y progresivo dise- clínicos y su asociación más frecuente es con adenocar-
minado a cara, nuca y axilas, de un año de evolución. cinomas abdominales. Tiene un estrecho paralelismo
Antecedentes personales: carcinoma cervicouteri- con las neoplasias cancerosas.
no de dos años de evolución, etapa IV, en tratamiento De los cinco postulados que afirma la Dra. Helen
con radioterapia. Curth, y exceptuando su asociación genética, es el pro-
Medicación actual: carbamidourea en crema a 30% totipo por excelencia de las paraneoplasias. Cuando el
y ácido salicílico a 2%, tópicos. clínico inicie la sospecha, establecerá alguno de los si-
Exploración física: sin obesidad y con dermatosis
diseminada, con afección preferente en áreas periorbi-
tarias, cuello, axilas, dorso de manos y caras internas de
muslos. Consiste en piel engrosada, con pápulas con-
fluentes, suaves, de aspecto polipoideo, pigmentadas de
tonalidades grisáceas, secas y rugosas (acentuación de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pliegues transversos habituales). Muestra incremento


de la plicatura cutánea, con elevaciones verruciformes.
No hay distrofias ungueales ni alopecia (figuras 1 y 2).
Exámenes de laboratorio: HB 10.1, Hto 33, VGM
78. Química sanguínea, pruebas de funcionamiento he-
pático y tiroideo, examen general de orina y proteínas
séricas totales normales. Radiografía de tórax y ultraso-
nido abdominal sin datos anormales.
Biopsia de piel: con hiperqueratosis, papilomatosis,
aumento de la melanina en la capa basal y dermis alta Figura 1. Acantosis nigricans maligna, periocular, con pla-
e infiltrado inflamatorio crónico (figura 1). cas pigmentadas, de excrecencias polipoideas, prominen-
Diagnóstico: acantosis nigricans maligna secunda- tes, de textura suave. La sola presentación atípica puede
ria a carcinoma cervicouterino. conducir a la sospecha diagnóstica.
2 El ABC cutáneo del internista

Figura 2. Acercamiento de esta presentación palpebral poco


frecuente de acantosis nigricans, cuyo origen fue neoplásico
Figura 3. Acantosis nigricans axilar que coexiste con fibro-
maligno. Percíbase el color negruzco--grisáceo, con textura
mas péndulos. Es imprescindible descartar el origen intraab-
aterciopelada, con prominente replicatura cutánea.
dominal de esta neoplasia ante la mínima sospecha en piel
y mucosas.

guientes síntomas del padecimiento que suponga vincu-


lado: inicio concurrente, curso paralelo, neoplasia uni- de Prader--Willi, síndrome de Crouzon y síndrome de
forme (sitio y tipo celular) y asociación estadística. Bloom.
Pensar en acantosis nigricans maligna implica aso- En etapas prepuberales o puberales su significado es
ciarla en orden decreciente de frecuencia con adenocar- muy distinto, con un enfoque particular, si está asociada
cinomas de estómago, intestino, ovario, útero y aparato con obesidad (antes denominada seudoacantosis nigri-
genitourinario; son menos frecuentes los de páncreas, cans), irregularidades menstruales e hirsutismo, que ha-
pulmón, mama, vejiga, los carcinomas epidermoides, cen que se la considere como un indicador de resistencia
los linfomas y los sarcomas. de cualquiera de los tres síndromes de resistencia a la in-
Se sospecha de origen maligno, luego de su desarro- sulina (A, B, C).
llo súbito y con rápida extensión, en ausencia de uso de Estos síndromes pueden o no estar asociados con ele-
medicamentos (dietilestilbestrol, corticosteroides sisté- vación de testosterona (virilización) o bien con trastor-
micos, niacina o inyecciones de insulina porcina). nos endocrinos más complejos, como síndrome de ova-
Su presencia se correlaciona directamente con alto rios poliquísticos, acromegalia, Cushing, insuficiencia
potencial metastásico de la neoplasia. La axila es el sitio adrenal, hipertiroidismo o hipotiroidismo.
más común para identificarla, sin mostrar ningún aspec- Puede verse acompañada de hiperqueratosis puntea-
to morfológico característico de etiopatogenia oncogé- da y perlada o callosidades de palmas y plantas, o bien
nica (figura 3). asociada con numerosas queratosis seborreicas (signo
Otras localizaciones útiles al explorar son la cara de Láser--Trelat).
posterior del cuello, pezones, áreas flexurales, dorso de Independientemente de su origen por genética, obe-
manos y dedos, caras internas de muslos y cara, inclu- sidad, endocrinopatía y carcinoma, la histopatología es
yendo áreas perioculares y peribucales, así como mem- similar. Distintos péptidos semejantes a la insulina tienen
branas mucosas (labios, paladar o como papilomatosis actividad bioquímica similar a los factores de creci-
oral florida hiperpigmentada), aunque es raro que sea miento epidérmico, induciendo con ello estímulos sufi-
generalizada. cientes a los receptores de los queratinocitos para hiper-
Su aspecto es muy distintivo: piel gruesa, aterciope- proliferación y papilomatosis.
lada, de color marrón oscuro a negruzca, con acentua- Puede existir regresión de la dermatosis después de
ción de pliegues y tendencia verruciforme. la corrección de trastornos endocrinos como hipotiroi-
Es importante considerar la edad de presentación: dismo o diabetes mellitus. En su origen es maligno; las
antes de los 10 años de edad puede ser parte de anoma- lesiones desaparecen solamente con una óptima extir-
lías congénitas como leprechaunismo, fenilcetonuria, pación de la neoplasia siempre y cuando no exista me-
síndrome de Down, síndrome de Rud, síndrome de tástasis o bien, como en el caso mencionado, posradia-
Lawrence--Seip, síndrome de Hirsschowitz, síndrome ción.
El ABC cutáneo del internista 3

REFERENCIAS acanthosis nigricans. J Oral Pathol Med 1999;28(6):278--


281.
4. Anderson SH, Hudson PM, Müller AF: Malignant acan-
thosis nigricans: potential role of chemotherapy. Br J Der-
1. Curth HO: Cancer associated with acanthosis nigricans. matol 1999;14(4):714--716.
Arch Surg 1943;47:517. 5. Cohen PR: Cutaneous paraneoplasic syndromes. Am Fam
2. Yeh JS, Jun SE, Plunkett TA, Harper PG, Hopster DJ et Physician 1994;50(6):1273--1282.
al.: Coexistence of acanthosis nigricans and the sign of Leser-- 6. Rigel DS, Jacobs MI: Malignant acanthosis nigricans: a re-
Trelat in a patient with gastric adenocarcinoma: a case report view. J Dermatol Surg Oncol 1980;6:923--927.
and literature review. J Am Acad Dermatol 2000;42(2 Pt 2): 7. Flier JS: Metabolic importance of acanthosis nigricans.
357--362. Arch Dermatol 1985;121:193--194.
3. Ramírez AV, Ezquivel PL, Caballero ME, Berumen CJ, 8. Callen JP, Jorizzo J et al.: Dermatological signs of internal
Orozo TR: Oral manifestations as a hallmark of malignant disease. 3ª ed. Filadelfia, W. B. Saunders, 2003:95--104.

ACTINOMICETOMA POR NOCARDIA presores. Fue programado para trasplante por donador
vivo relacionado.
Exámenes: se practicó biopsia incisional de la der-
matosis.
Historia: paciente masculino de 48 años de edad, natu- Descripción: los cortes muestran piel delgada en la
ral y residente de Celaya, Guanajuato, cirujano de pro- que se observa infiltrado inflamatorio que ocupa la der-
fesión. Presenta placa eritematosa infiltrada y crónica mis papilar y el tercio superior de la dermis reticular,
en muslo; paciente candidato a trasplante renal. formando una banda. Este infiltrado es heterogéneo en
Enfermedad actual: se inicia la lesión hace 20 años, composición y está formado por linfocitos, histiocitos
presentando en la actualidad placa eritematosa, de su- (algunos epitelioides) y contiene microabscesos de po-
perficie anfractuosa, color marrón, la cual en uno de sus limorfonucleares, en cuyo interior se identifican estruc-
bordes tiene dos excrecencias mamelonadas. turas irregulares cuya periferia la forma un material eo-
La dermatosis mide 5 cm aproximadamente, está lo- sinófilo radiante y el centro material ambófilo granular
calizada en la cara externa del muslo derecho. No pre- y mal definido. En estas estructuras no se identifican es-
senta lesiones satélites ni adenopatías (figura 4). poras, hifas ni bacterias. En algunas áreas vecinas hay
Antecedentes personales patológicos: hipertensión cúmulos de siderófagos y depósitos extracelulares de
arterial severa, glomeruloesclerosis hipertensiva, insu- hemosiderina (figura 5).
ficiencia renal crónica, por lo cual el paciente es someti- Diagnóstico: cambios histológicos compatibles con
do a dos sesiones de hemodiálisis desde agosto de 1999. actinomicetoma por Nocardia en paciente inmunosu-
En el momento de su evaluación clínica no recibía este- primido por insuficiencia renal crónica.
roides sistémicos o tópicos ni medicamentos inmunosu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 4. Cara externa del muslo derecho del paciente des-


crito. Con extensa placa eritematoviolácea y marrón, oval, 5 Figura 5. Corte transversal de un grano pequeño (HE 40X)
x 4 cm de superficie anfractuosa, la cual en uno de sus bor- con presentación de corona estrellada de color rojo birrefrin-
des tiene dos excrecencias mamelonadas. gente.
4 El ABC cutáneo del internista

Cultivo: se corroboró crecimiento de Nocardia bra- I. Adherencia de neutrófilos a la superficie de


siliensis en gelosa glucosada de Sabouraud (colonias grano.
blanco--amarillentas, plegadas, de aspecto yesoso, como II. Eliminación de fragmentos del grano y neutrófi-
palomitas de maíz). los muertos por macrófagos y células gigantes
Comentarios: la relevancia de este caso fue que el multinucleadas.
grupo de internistas y trasplantólogos supuso inicial- III. Granuloma epitelioide con células gigantes tipo
mente el diagnóstico presuntivo de sarcoma, el cual se Langhans. Los tres patrones de reacción pueden
hace improbable dados el tiempo de evolución y las ca- coexistir en la misma lesión.2
racterísticas clínicas de no infiltración ni adenomega-
lias. El micetoma es una enfermedad granulomatosa crónica
Llama la atención la descripción de la biopsia, en la que afecta la piel, el tejido celular subcutáneo, la fascia,
cual se describe magistralmente la estructura de un gra- el músculo y ocasionalmente el hueso subyacente y los
no de micetoma que por desgracia fue confundido con órganos vecinos.
una forma de esporotricosis. Clínicamente se presenta como tumefacción del área
En este caso en particular, en el examen histológico afectada, presencia de abscesos, nódulos y fístulas por
se observa una epidermis de características normales, y donde drena un exudado serosanguinolento que contie-
desde la dermis media hasta la reticular se observan mi- ne gránulos filamentosos característicos del agente in-
croabscesos de polimorfonucleares entre los cuales se feccioso. Los agentes causales son bacterias aerobias
visualizan granos arriñonados de color claro en el cen- (actinomicetoma) u hongos (eumicetoma), que son ino-
tro y rodeados de material eosinófilo. En alguno de los culados a la piel a través de pequeños traumatismos. La
cortes se observaba una imagen redonda similar, la cual mayoría de los individuos que desarrollan micetoma vi-
además presentaba una corona estrellada de color rojo ven entre las latitudes 15_ S y 30_ N, o sea, entre el Tró-
birrefringente, lo que representa un corte transversal del pico de Cáncer y el de Capricornio.
mismo grano, aunque puede confundirse fácilmente López y col., en estudios realizados en México, ana-
con el fenómeno de Splendore--Hoeppli, más frecuente- lizaron información de 2 105 casos ocurridos en 30 años
mente descrito en casos de esporotricosis, y que está (1956--1985), y encontraron que:
constituido por una levadura rodeada de una corona es-
S La distribución por género es de 76.1% en hom-
trellada que posiblemente se debe a la respuesta del
bres y de 23.9% en mujeres.
huésped, y está formado por un depósito de glicoproteí-
S El grupo de edad más afectado (con 58%) fue el
nas (figura 6).
comprendido entre los 16 y los 40 años.
Además de los microabscesos se observan histioci-
S 60.2% de los afectados son campesinos.
tos, linfocitos y algunas células gigantes.
S Las extremidades inferiores fueron las más afec-
En 1995 Fahal describió tres estadios básicos de la
tadas, lo cual correspondió a 64.1% de los casos.
respuesta del huésped en el micetoma:
S Jalisco, Nuevo León, San Luis Potosí, Morelos
y Guerrero fueron los estados de la República
Mexicana con el mayor número de casos. Este
paciente provenía de Irapuato, Guanajuato.
S 97.8% de los casos fueron causados por actino-
micetos y en 86.6% el agente fue Nocardia brasi-
liensis.
S Solamente 2.2% de los casos fueron eumiceto-
mas, Madurella grisea y M. mycetomatis.

El diagnóstico se hace a partir de las lesiones clínicas,


examen del exudado en solución salina o KOH a 20%,
lo cual orienta en la identificación del grano. En la biop-
sia algunos granos son característicos. Para la identifi-
cación definitiva del agente patógeno son necesarios los
cultivos en Sabouraud, infusión de cerebro, corazón,
etc. Las radiografías, los exámenes de resonancia mag-
Figura 6. Fenómeno de Splendore--Hoeppli en esporotrico- nética y más recientemente las sonografías son elemen-
sis (PAS 40X). tos útiles para el diagnóstico.
El ABC cutáneo del internista 5

Pensando en el paciente que va a someterse a tras- necesaria la educación médica para su diagnóstico tem-
plante renal, es muy importante considerar que la prin- prano y su adecuado manejo. El caso de este paciente
cipal causa de mortalidad postrasplante son las infec- fue trascendente toda vez que pudo ser motivo suficien-
ciones, y uno de sus orígenes es la reactivación de una te para cancelar su trasplante renal. El dermatólogo y el
enfermedad latente. Las infecciones fúngicas profundas micólogo son los profesionales de la salud que mejor
en inmunosuprimidos pueden ser mixtas, con bacterias pueden orientar en estos casos.
o virus.
El tratamiento es a base de sulfonamidas. De rutina
se utiliza DDS en combinación con otros antimicrobia- REFERENCIAS
nos. Las tetraciclinas, la isoniacida, la estreptomicina,
la rifampicina y la amikacina son medicamentos utiliza-
dos en aquellos casos de actinomicetoma que no respon- 1. Davis B: Sporotrichosis, cutaneous mycology. Derm Clin
den a los tratamientos convencionales. Welsh ha pro- 1996;14(1):69--76.
puesto el uso del último medicamento asociado con 2. Fahal AH, Toum EAL, Asan AME et al.: The host tissue
reaction to Madurella mycetomatis: new classification. J
trimetoprim--sulfametoxazol. Este paciente recibirá de
Med Vet Mycol 1955;33:15--17.
por vida este último fármaco. 3. Welsh O: Mycetoma: current concepts in treatment. Int J
Para los eumicetomas se emplean anfotericina B y Dermatology 1991;(30):387--398.
griseofulvina, y actualmente los compuestos azólicos 4. McGinnis M: Mycetoma, cutaneous mycology. Dermat
son los tratamientos de elección. En algunos de estos ca- Clin 1996;14(1):97--104.
5. López MRL, Méndez TLJ, Lavalle P et al.: Epidemiología
sos puede realizarse tratamiento quirúrgico.3 El miceto-
del micetoma en México. Estudio de 2 105 casos. Gac Med
ma es un problema de salud pública en México, no sólo Méx 1992;128(4):477--481.
por el grupo de población al cual afecta, sino además 6. Arenas R: Micología médica. 2ª ed. México, Interamerica-
porque se está lejos de tener un tratamiento ideal. Es na/McGraw Hill, 2003:355--362.

AMILOIDOSIS SISTÉMICA PRIMARIA de Bence--Jones: negativa. Electroforesis de proteínas


y médula ósea: normal. Depuración de creatinina: dis-
minuida.

Historia: paciente femenina de 74 años de edad quien


desde seis meses atrás presentaba lesiones cutáneas y
crecimiento de tumoración submandibular, que le oca-
siona problemas de deglución y respiración, por lo cual
es referida para su estudio integral.
Antecedentes personales patológicos: la paciente
presentaba ocho meses antes artralgias de pequeñas y
medianas articulaciones, disfagia a sólidos y semisóli-
dos, disfonía y disnea de medianos esfuerzos, progre-
siva.
Medicación actual: ibuprofeno con paracetamol, ci-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

saprida, omeprazol y ambroxol.


Examen físico: en ambos cantos internos presentaba
placas infiltradas, purpúricas, bien limitadas de forma
irregular, de unos 3 cm cada una. En cuello, tumoración
submandibular de aproximadamente 10 cm de diáme-
tro, de consistencia firme, no móvil, fija a planos pro-
fundos y sin movimiento a la deglución. La lengua esta-
ba aumentada de tamaño, con indentaciones laterales
(macroglosia) (figuras 7 y 8).
Exámenes de laboratorio y gabinete: biometría he-
mática completa, plaquetas y pruebas de función hepá- Figura 7. Placas purpúricas periorbitarias características de
tica normales. EGO: albuminuria de 30 mg/dL, proteína amiloide.
6 El ABC cutáneo del internista

conductos hay material amorfo granular, acelular y eo-


sinófilo, que al teñirse con rojo Congo y cristal violeta
es positivo.
Biopsia de mucosa gástrica: mucosa gástrica fúndi-
ca en donde se observa material amiloide alrededor de
los vasos sanguíneos (perivascular focal).
Diagnóstico definitivo: amiloidosis sistémica pri-
maria.
Evolución: la paciente manifestaba datos de com-
presión aérea y digestiva secundaria a la tumoración
submandibular, formada por infiltración con amiloide a
las glándulas salivales submandibulares, sin posibilida-
des de resecarla por la dificultad técnica que esto repre-
Figura 8. Extensa tumoración submandibular y cervical an-
sentaba.
terior sugestiva de infiltración amiloidósica de glándulas sali- Comentario: amiloidosis se refiere al depósito ex-
vales. tracelular de material amorfo, eosinofílico, que está
compuesto de diferentes tipos de proteínas que se aco-
modan en un patrón tubular, desarreglado.
Panendoscopia de tubo digestivo alto: mucosa gás- Existen diferentes tipos de amiloidosis, dependiendo
trica con aspecto empedrado. de la proteína fibrilar que la constituya y de los mecanis-
Urografía excretora: aumento de pelvis renal iz- mos patogénicos.
quierda. La amiloidosis puede ser sistémica o localizada; la
Serie ósea metastásica: normal. localizada es eminentemente cutánea y a su vez se sub-
Aspirado medular: normal. divide en primaria (nodular, macular y liquenoide) y se-
Biopsia de la piel del párpado y del labio: hallaz- cundaria (tumores benignos y malignos, pos--PUVA).
gos respectivamente: epidermis aplanada; en la dermis, La amiloidosis sistémica puede ser primaria (causa-
depósito extenso de material amorfo eosinófilo, que se- da por una discrasia sanguínea oculta) o secundaria
para los fibroblastos y los aísla. (asociada con mieloma múltiple).
Epidermis atrófica, dermis sustituida por depósito La amiloidosis primaria y la asociada con mieloma
extenso de material amorfo eosinófilo, acelular, que re- múltiple se presentan con más frecuencia en hombres
chaza los vasos sanguíneos. En ambas piezas la tinción mayores de edad.
con rojo Congo y cristal violeta fue positiva (figura 9). Los síntomas iniciales siempre son inespecíficos, y
Biopsias de glándula parótida y submaxilar: aci- posteriormente se observan los síntomas de infiltración
nos y conductos glandulares dilatados, entremezclado amiloide: macroglosia, síndrome del túnel del carpo o
en el tejido glandular, disecándolo, y alrededor de los edemas indurados en distintas topografías.
Más adelante se observa síndrome sicca por infiltra-
ción a las glándulas salivales, y el signo de almohadilla
del hombro, que no es más que el depósito del amiloide
en los tejidos blandos alrededor de los hombros.
También pueden presentarse síntomas similares a la
artritis reumatoide, por depósito de amiloide en peque-
ñas articulaciones. Con menos frecuencia puede pre-
sentarse sangrado gastrointestinal, polineuropatía peri-
férica y afección cardiaca.
Las lesiones mucocutáneas se ven con relativa fre-
cuencia (40% de los casos), siendo la púrpura la mani-
festación más frecuente, que se localiza sobre todo en la
región periorbitaria, aunque puede presentarse en cual-
quier otra región del tegumento (periumbilical, peria-
nal, etc.).
Figura 9. Biopsia de piel del párpado, teñida con cristal vio- El diagnóstico de amiloidosis depende de la demos-
leta, que indica infiltración amiloide. tración de amiloide en la biopsia. Cuando el aspirado
El ABC cutáneo del internista 7

tetramérica de cuatro subunidades idénticas, denomina-


da transtiretina (ATTR).
La inmunoelectroforesis de proteínas puede mostrar
proteína M (proteínas monoclonales), que facilita el
diagnóstico de discrasias plasmáticas (que no se demos-
tró en esta paciente). Sin embargo, el encontrar infiltra-
ción de amiloide en mucosa gástrica, salival y en piel
hace pensar que la infiltración submandibular era infil-
tración amiloide semejante a la almohadilla de los hom-
bros, que es dato de amiloidosis sistémica primaria.
Probablemente años después se presente una discrasia
plasmática.

REFERENCIAS

Figura 10. Biopsia obtenida por aspiración de grasa abdomi- 1. Touart MD, Purnima S: Cutaneous deposition diseases.
nal, donde se aprecia infiltración de amiloide, teñido con rojo Part I. J Am Acad Derm 1998;39(2).
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ANTICUERPOS ANTIFOSFOLÍPIDOS teral, con úlceras asteriformes de 1 a 5 cm, con escara


PRIMARIO (SÍNDROME DE) necrótica central, bordes purpúricos, con eritema en la
periferia, además de manchas purpúricas de 1 a 3 mm;
algunas confluyen en un patrón reticular y otras forman
anillos (figuras 11, 12 y 13).
Historia: paciente femenina de 50 años de edad con Exámenes de laboratorio: biometría hemática
úlceras de pie, con dolor intenso de seis semanas de evo- completa, química sanguínea, examen general de orina,
lución, que inició con manchas purpúricas que fueron anticuerpos antinucleares, anti--DNA, anti--RNP, anti--
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

creciendo en número y tamaño, acompañadas de dolor RO/SSA, anticoagulante lúpico y antifosfolípidos; re-
intenso, incapacitante, que alteraba el sueño y dificulta- sultaron sólo positivos el anticoagulante lúpico y anti-
ba la deambulación; cinco días después, aparición de es- fosfolípidos e IgM elevados a 26 U y los IgG 9 U.
caras. La paciente recibió tratamiento con esteroides Biopsia de piel: mostró vasos pequeños ocluidos
sistémicos e hidroxicloroquina, con persistencia del con trombosis, de forma más relevante en la dermis pro-
cuadro clínico. funda. No existe lesión inflamatoria perivascular ni
Antecedentes personales patológicos: ocho gestas, daño al endotelio.
para siete normales y un parto gemelar, sin abortos. An- Diagnóstico: síndrome de anticuerpos antifosfolípi-
tecedentes familiares de madre con policitemia vera. dos primario.
Medicación actual: nitrato de plata a 1% en crema, pa- Evolución y tratamiento: la respuesta a AspirinaR
racetamol con codeína, prednisona, hidroxicloroquina. con dipiridamol fue muy rápida, con disminución del
Examen físico: presenta dermatosis localizada en dolor. Las úlceras fueron desbridadas del material esfa-
tercio inferior de extremidades inferiores en forma bila- celado y cubiertas con apósito hidrocoloide con poliure-
8 El ABC cutáneo del internista

Figura 11. Úlceras y escaras de configuración asteriforme, Figura 13. Pie edematizado, deformado por placas violá-
con bordes intensamente purpúricos y contornos anulares, ceas y negruzcas, con ampollas agónicas, trasudativas y es-
en aspecto reticular. carificadas en la articulación calcaneoastragalina.

tano, pectina y carboximetilcelulosa, cambiándolo pe-


tema, pero posteriormente ocurren necrosis y forma-
riódicamente hasta que cerraron, dejando cicatrices
ción de escara.
atróficas. La paciente continúa bajo control solamente
Los seis principales grupos patogénicos de oclusión
con AspirinaR y cuidados locales.
de pequeños vasos son: émbolos plaquetarios, precipita-
Comentario: aunque más de 95% de las úlceras de
ción de proteínas relacionadas con el frío, trastornos en
pierna son de origen vascular, principalmente venoso,
el control de la coagulación (hipercoagulabilidad), pro-
la presencia de púrpura hace sospechar de otras patolo-
cesos infecciosos, émbolos cristaloides y otras causas.
gías. El diagnóstico diferencial de las lesiones con púr-
El síndrome de anticuerpos antifosfolípidos es un re-
pura se facilita al utilizar su clasificación morfológica.
conocido estado de hipercoagulabilidad con múltiples
El caso aquí descrito representa una púrpura no infla-
manifestaciones clínicas, pudiendo presentarse en for-
matoria reticular producida por oclusión de pequeños
ma primaria o asociado con otras enfermedades, princi-
vasos de la dermis. Las lesiones purpúricas varían en ta-
palmente de origen autoinmunitario.
maño desde 2 mm hasta varios centímetros, mostrando
Se manifiesta por lo general por pérdida fetal recu-
una morfología reticular similar al livedo reticularis,
rrente, trombocitopenia y fenómenos trombóticos recu-
pero no desaparece a la vitropresión (no son exangües);
rrentes, ya sea arteriales o venosos (embolia pulmonar,
en ocasiones sólo se ve en los márgenes de lesiones con
trombosis renovascular, anormalidad en válvulas car-
escara o úlcera necrótica, dándole un aspecto de halo as-
diacas, trombosis cerebrovascular) o asociación con hi-
teriforme. En lesiones iniciales puede existir algo de eri-
pertensión arterial esencial (síndrome de Sneddon), es-
tableciéndose el diagnóstico con uno de estos criterios
mayores y un marcador serológico.
Otros datos clínicos sugestivos de la enfermedad,
pero no concluyentes, son el livedo reticularis, manifes-
taciones neurológicas no relacionadas con el ataque is-
quémico, enfermedad valvular cardiaca y oclusión vas-
cular catastrófica.
Los criterios serológicos de esta enfermedad son los
anticuerpos contra fosfolípidos, anticoagulante lúpico
positivo y anticardiolipinas con títulos altos; para ser to-
mados como criterio diagnóstico deben estar presentes
en más de una ocasión con ocho semanas de diferencia;
sin embargo, títulos bajos o transitorios de anticardioli-
Figura 12. Esfacelo, exulceración y borde activo ulceroso, pinas también son sugestivos de la enfermedad.
de predominio en cara anterior de pies y hacia la articulación En ocasiones la piel es el primer o único órgano afec-
calcaneoastragalina. tado con manifestaciones como livedo reticularis, vas-
El ABC cutáneo del internista 9

Figura 14. A nivel de la dermis se aprecian típicas lesiones trombóticas, no inflamatorias, en vasos de pequeño y mediano calibre.

culitis necrosante, vasculitis livedoide, necrosis de piel En la proximidad de los vasos trombosados puede
o ulceración cutánea, tromboflebitis, máculas eritema- ocurrir una proliferación de vasos en forma reactiva. La
tosas, púrpura, equimosis, hemorragia subungueal en vasculitis necrosante no es un hallazgo común en el sín-
astilla, nódulos subcutáneos dolorosos y anetoderma. drome de anticuerpos antifosfolípidos. La inmunofluo-
En un estudio retrospectivo en la Clínica Mayo 70, de rescencia puede dar una banda lúpica positiva en casos
295 pacientes que mostraban lesiones cutáneas, 30% asociados con lupus eritematoso sistémico.
manifestaron úlceras dolorosas de piel, con márgenes La respuesta a la AspirinaR es sorprendente en un
cortantes localizados en el área pretibial o tobillos; 41% buen número de casos, por lo que el tratamiento del sín-
de los pacientes presentaron las lesiones en piel como drome de anticuerpos antifosfolípidos se basa en medi-
la manifestación inicial de la enfermedad, enfatizando camentos inhibidores de la función plaquetaria y anti-
la importancia de esta asociación, ya que 40% de los pa- coagulantes.
cientes con lesiones en piel desarrollaron fenómenos Los inmunosupresores y otras alternativas de terapia
trombóticos de otros sistemas durante el curso de su pa- inmunitaria como la plasmaféresis han sido utilizados
decimiento. para disminuir los niveles de anticuerpos; sin embargo,
El síndrome de anticuerpos antifosfolípidos primario estos últimos regresan a sus niveles previos al suspen-
es el que aparece sin relación con otras enfermedades y es derse el tratamiento.
más frecuente que el secundario. Las causas del síndro-
me de anticuerpos antifosfolípidos secundario forman
una larga lista en la que se encuentran enfermedades au- REFERENCIAS
toinmunitarias, infecciones bacterianas, virales y por
protozoarios, enfermedades linfoproliferativas, enfer-
medades hematológicas y diálisis renal. Existen varios 1. Robson KJ, Piette WW: The presentation and differential
reportes en asociación con medicamentos. diagnosis of cutaneous vascular occlusion syndromes. Adv
En una tercera parte de los pacientes con lupus erite- Dermatol 1999;15:153--182.
2. Gibson GE, Su WP, Pittelkow MR: Antiphospholipid syn-
matoso sistémico existen anticuerpos antifosfolípidos drome and the skin. J Am Acad Dermatol 1997;36(6 Pt 1):
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aunque no todos desarrollan el síndrome, y 2% de la po- 970--982.


blación normal tienen anticuerpos detectables. 3. Alegre VA, Gastineau DA, Winkelmann RK: Skin lesions
En los cortes histológicos de las lesiones cutáneas los associated with circulating lupus anticoagulant. Br J Derma-
cambios son inespecíficos, pudiendo mostrar desde tol 1989;120(3):419--429.
4. Smith KJ, Skelton HG 3d, James WD, Angritt P, Scher-
cambios mínimos de hemorragia en la dermis hasta for-
benske J et al.: Cutaneous histopathologic findings in anti-
mación de trombos de fibrina intravascular, con oclu- phospholipid syndrome. Correlation with disease, including
sión, infarto hemorrágico, necrosis dermoepidérmica y human immunodeficiency virus disease. Arch Dermatol
formación de ampolla subepidérmica ulcerada o con ne- 1990;126(9):1176--1183.
crosis. Se observa trombosis no inflamatoria de peque- 5. Alegre VA, Winkelmann RK: Histopathologic and immu-
ños vasos dérmicos tanto venosos como arteriales como nofluorescence study of skin lesions associated with circulat-
ing lupus anticoagulant. J Am Acad Dermatol 1988;19(1 Pt
el signo más importante, la cual no es totalmente patog- 1):117--124.
nomónica y se puede ver también en otros fenómenos 6. Miller OF et al.: Leg ulcers. Periodic synopsis. J Am Acad
trombóticos (figura 14). Dermatol 2000;1(3):1.
10 El ABC cutáneo del internista

B
BAZEX, ACROQUERATOSIS
PARANEOPLÁSICA DE

Historia: paciente masculino de 59 años de edad cuya


interconsulta fue motivada por numerosas ampollas, ca-
llosidades y prurito, en antebrazos, palmas y plantas,
que le han dificultado paulatinamente la movilización,
con crecimiento acelerado en el último semestre. Ha
perdido desde entonces 11 kg de peso y de forma conco-
mitante ha presentado anorexia.
Antecedentes personales: tabaquismo importante Figura 15. Paciente con las dos neoformaciones metastási-
cas faciales, secundarias a carcinoma epidermoide lingual.
desde la adolescencia hasta la actualidad (2 cajetillas al
día). Atendido por el servicio de oncología por neopla-
sia bucal en la base lingual desde un año antes, la cual mia, pruebas de funcionamiento hepático y tiroideo,
fue operada en dos ocasiones y catalogada como carci- creatinina, DHL, fosfatasa ácida prostática y antígeno
noma epidermoide anaplásico. El paciente rehusó qui- prostático específico, en límites normales.
mioterapias o radioterapias complementarias. Radiografía de tórax: sin lesiones sugestivas de
Medicación actual: tramadol, paracetamol, carba- masas mediastinales ni de metástasis.
midourea 30% con lactato de amonio a 12% tópico. Biopsia de piel: hiperqueratosis con paraqueratosis,
Exploración física: caquéctico, pálido. Talla: 1.81 con acentuada acantosis de procesos interpapilares. Mi-
m. Peso: 56.5 kg. Muestra adenopatía cervical y de hue- croabscesos de Munro--Sabouraud con núcleos picnóti-
cos supraclaviculares, con ganglios que van de 0.5 a 1.5 cos. Con las tinciones respectivas no se identificaron
cm, fijos, duros. microorganismos ni células atípicas. En la biopsia cutá-
Con dermatosis generalizada consistente en: nea de la región frontal se identificaron cambios anaplá-
sicos, de aspecto glandular y avidez por las tinciones de
a. Cabeza, a nivel de región hemifrontal y preauri- mucina.
cular izquierdas, con dos neoformaciones, la ma- Diagnóstico: acroqueratosis paraneoplásica de Ba-
yor de ellas de 3 x 4 cm, hemiesférica, sésil, se- zex secundario a carcinoma epidermoide metastásico
mejante a un tomate, rojo vinosa, de bordes de lengua.
precisos, indurada, con superficie cubierta de
costras hemáticas; la otra más palpable que visi-
ble, de 2 x 2.5 cm, fija, indurada (figura 15).
b. A nivel de todas las extremidades, afecta las su-
periores, antebrazo y toda la mano en palmas, ca-
ras laterales y dorso de todos los dedos, y de las
inferiores, ambos pies, caras laterales y talones.
Es bilateral y simétrica.

Consiste en placas de ampollas exulceradas, hiperque-


ratosis y lesiones verruciformes, amarillentas, mal de-
marcables, bien adheridas, ásperas, siendo su contorno
de coloración violácea. Las uñas engrosadas, con hiper-
queratosis subungueal, estriadas, opacas y con onima-
desis (figuras 16, 17 y 18).
Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 11.5, Hto Figura 16. Extensas placas queratodérmicas, amarillentas
22. Leucocitos: 4 200, con diferencial normal. Gluce- y de borde violáceo, compatibles con síndrome de Bazex.
El ABC cutáneo del internista 11

Figura 17. Características lesiones acroqueratósicas en Figura 19. Acercamiento de la acroqueratosis verruciforme
manos, secundarias a Bazex. paraneoplásica de Bazex en mano, abarcando dorso, cara
lateral y tercio distal de antebrazo.

Evolución y tratamiento: se indicó acitretina oral a


razón de 50 mg por día, con lo que el paciente mostró ma nervioso. El evento paraneoplásico fue presagio de
mejoría parcial. Tres meses después el paciente falleció actividad tumoral hasta el deceso.
por complicaciones de metástasis cerebrales. Su aspecto morfológico inicial, con lesiones eccema-
Comentarios: el síndrome paraneoplásico denomi- tosas, papuloescamosas o verruciformes, pasa por alto
nado acroqueratosis paraneoplásica de Bazex es virtual- insospechados estigmas graves, ya que éstos tienen apa-
mente específico de carcinomas en aparatos respiratorio y riencia semejante a la pitiriasis rosada de Gibert, sarcoi-
digestivo de su segmento superior, considerando amíg- dosis, lupus eritematoso cutáneo subagudo y, sobre
dalas, senos piriformes, lengua, laringe, faringe, pala- todo, a la psoriasis (figura 19). Incluso durante años pre-
dar blando, piso de la boca y tercio superior de esófago. vios a la neoplasia los cambios en piel tan sólo reflejan
De forma infrecuente se ha asociado con carcinomas cambios psoriasiformes. Eventualmente las lesiones
de pulmón, de ganglios linfáticos metastásicos inespe- pueden apreciarse en piel cabelluda, oídos, cara (dorso
cíficos provenientes de cabeza y cuello (linfomas), o bien nasal, mejillas, labios, mentón), codos, rodillas y glú-
de sitios como hígado, próstata, vulva, útero y riñón. teos, con un característico matiz violáceo--queratósico.
Este paciente mostró un carcinoma epidermoide lin- Cuando predominan las ampollas, el diagnóstico dife-
gual anaplásico, de curso agresivo, con progresión pau- rencial más apropiado es con porfiria cutánea tardía.
latina hacia las metástasis cutáneas, ganglios y del siste- Por los sitios en donde pueden ubicarse estas lesiones,
con cambios ictiosiformes, hiperqueratosis palmoplantar
y distrofia ungueal, debe considerarse su diferenciación
de diversas ictiosis (hiperqueratosis epidermolítica), ar-
senicismo, queratodermias adquiridas (climaterio, hi-
potiroidismo), candidiasis, dermatofitosis y escabiosis
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

noruega crónicas de los inmunosuprimidos, y por sus


antecedentes desde la infancia temprana como genoder-
matosis, a la tilosis que se asocia con carcinomas esofá-
gicos, pulmonares o de glándulas suprarrenales.
De igual manera, existen queratodermas hereditarios
epidermolíticos palmoplantares como indicadores ge-
néticos de neoplasia maligna que cursan casi asintomá-
ticos, salvo hiperhidrosis bromhidrótica, y que de forma
autosómica dominante pueden asociarse años después
con adenocarcinomas mamarios o de ovario, y más re-
Figura 18. Mismas lesiones, con algunas ampollas periféri- motamente con esófago (síndrome de Howel--Evans).
cas exulceradas, aunadas a queratodermia en pie, propias Su paralelismo, al mejorar cuando la neoplasia es escin-
de este síndrome paraneoplásico. dida o recurre ante la recidiva tumoral, cumple en buena
12 El ABC cutáneo del internista

medida los postulados de la Dra. Helen Curth de los sín- (Bazex syndrome). J Am Acad Dermatol 1987;16:178--183.
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BAZIN (ERITEMA INDURADO DE) Diagnóstico: eritema indurado de Bazin.


Evolución y tratamiento: la paciente respondió fa-
vorablemente a tratamiento antifímico completo (mezcla
de rifampicina--pirazinamida--isoniacida). Al sexto mes,
Historia: paciente femenina de 56 años de edad que solamente hipercromía residual y cicatrices atróficas.
acude por erupción en miembros inferiores, con antece- Comentarios: el eritema indurado es la forma más
dente familiar de padre con tuberculosis pulmonar; en común de paniculitis, siendo los agentes etiológicos
los antecedentes personales mencionó hepatitis medi- muy variados, desde medicamentos e infecciones hasta
camentosa hace 13 años e histerectomía hace 10 años enfermedades de origen inmunitario. Por sospecha clí-
por displasia del cérvix. nica, formación de placas infiltrativas, tipo nódulos y
Exploración física: presenta dermatosis diseminada nudosidades, de coloración del rojo azulado al violáceo;
a ambas extremidades inferiores, predominando en se ubican hacia las pantorrillas con ulceración frecuente
piernas, con múltiples nudosidades de 2 a 3 cm mal deli- (gomas), y cicatrizan con atrofia (excavadas) e hiper-
mitadas, dolorosas a la presión, con eritema e hiperpig- pigmentación. Su mayor frecuencia de presentación es
mentación en la superficie. Algunas de las lesiones en mujeres entre la tercera y la quinta décadas de vida.
mostraban una fístula por la que drenaba material puru-
lento viscoso (figuras 20 y 21).
Evolución y tratamiento: manifestaba 15 años de
evolución con erupción recurrente de las lesiones, las
cuales remitían ocasionalmente con antiinflamatorios
no esteroideos que dejaban manchas hipercrómicas re-
siduales. A la fecha hay nueva recidiva.
Exámenes de laboratorio y gabinete: biometría he-
mática, perfil bioquímico, cultivo de exudado faríngeo,
anticuerpos antinucleares. Las crioglobulinas fueron
normales, así como las radiografías de tórax.
Biopsia de piel: piel y tejido celular subcutáneo
mostraban una epidermis normal con un infiltrado infla-
matorio en dermis profunda y tejido celular subcutáneo
dispuesto en los septos, y predominantemente en los ló-
bulos del panículo adiposo con infiltración de polimor-
fonucleares, linfocitos, células plasmáticas, llamando la
atención acúmulos de histiocitos y células gigantes con
Figura 20. Destaca la presencia de múltiples gomas, resul-
núcleos dispuestos en herradura; las tinciones para tado de la licuefacción de nudosidades y nódulos, que pre-
BAAR no mostraron bacilos. Se realizaron intradermo- dominan en los tercios medio e inferior de piernas y dejan
rreacciones con PPD diluido (figura 22) y coccidioidi- cicatrices pigmentadas y excavadas, muy propias del eri-
na, resultando positivo a PPD. tema indurado de Bazin.
El ABC cutáneo del internista 13

Los procesos infecciosos son causa reconocida de


paniculitis y por ello el internista o el dermatólogo de-
ben buscar etiopatogenia infecciosa considerando con
mayor frecuencia: Streptococcus, Yersinia, Mycoplas-
ma, virus de la hepatitis B o C, Coccidioides y micobac-
terias atípicas o, como en este caso, M. tuberculosis.
En la paniculitis lobular con vasculitis (vasculitis no-
dular) se ha discutido mucho la presencia o no de Myco-
bacterium tuberculosis como génesis de esta entidad
(reacción de hiperergia).
Pese a que el eritema indurado de Bazin es motivo de
controversias, las más recientes investigaciones, que
determinan DNA de Mycobacterium tuberculosis a tra-
vés de reacción en cadena de polimerasa (PCR), lo han
definido como una de las formas más frecuentes e insos-
pechadas de tuberculosis.
Figura 21. Acercamiento iconográfico que exhibe a detalle La ampliación de dicha cadena es positiva hasta en
las características de las gomas propias de esta entidad. 77% de las biopsias de pacientes con intradermorreac-
ción positiva, y la prueba diagnosticoterapéutica de que
estos pacientes responden favorablemente al tratamien-
Como en todas las histopatologías que estudian las to antifímico corrobora fuertemente la asociación.
paniculitis, son orientadores la presencia o no de vascu- El diagnóstico diferencial obligado de nudosidades
litis, el tipo de células inflamatorias presentes y su dis- crónicas y recurrentes con formación de úlceras o fístu-
tribución septal, lobular o mixta. En este caso, el patrón las con drenaje espontáneo es, con mayor frecuencia
mixto (septal--lobular), sin vasculitis prominente y con para el clínico, la deficiencia de α--1--antitripsina, que
un infiltrado con histiocitos epitelioides y células gigan- puede ser hereditaria tanto en heterocigotos como en ho-
tes, sugirió enfermedad granulomatosa. mocigotos, o adquirida en pacientes con enfermedad he-
En otros casos los cambios vasculíticos son profusos, pática o enfisema pulmonar por tabaquismo (figura 23).
conduciendo a necrosis isquémica de los lóbulos gra- Por histopatología, los diagnósticos más importantes
sos; a pesar de la ausencia de bacilos en los cortes con por diferenciar con esta entidad son eritema nodoso le-
tinciones para BAAR, por el Combe y PPD positivos, proso, granulomatosis de Wegener, vasculitis de Churg--
se estableció el diagnóstico de eritema nodoso secunda- Strauss, arteritis de células gigantes y enfermedad de
rio a tuberculosis y se inició un tratamiento antifímico. Crohn extraintestinal.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 23. Eritema nodoso, entidad paniculítica común y


Figura 22. Denso infiltrado inflamatorio mixto, de células infla diagnóstico diferencial obligado con eritema indurado de Ba-
loma supurativo, compatible con vasculitis nodular (Bazin). zin.
14 El ABC cutáneo del internista

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BEHÇET, ENFERMEDAD DE Exploración física: en mal estado general. Tempera-


tura de 38.2 _C, TA 130/90 mmHg. FC. 98/min. F. resp.
28/min. Importante sialorrea.
Dermatosis diseminada a cara, cavidad bucal y geni-
Historia: paciente masculino de 32 años de edad que tales, a nivel de tronco y glande del pene. En boca se per-
acude de urgencia a consulta por presentar uno o más de ciben diversas úlceras de 1 a 1.5 cm, ovales, con halo
los episodios de disfagia, úlceras bucales, artralgias, vinoso, induradas, con una nata seudomembranosa, co-
malestar general y ardor en genitales, en esta ocasión de loración blanquecina y amarillenta, que se distribuyen
cuatro días de evolución. Ha ingerido diariamente azi- de preferencia en paladar blando, punta y caras laterales
tromicina, ribavirina y naproxeno, sin percibir mejoría linguales. Son fácilmente hemorrágicas, muy dolorosas
sintomática. a la palpación (figuras 24 y 25). En región facial se iden-
Aceptó que este mismo cuadro clínico lo ha presen- tifica seborrea y numerosas papulopústulas en región de
tado en cuatro ocasiones más en los últimos 18 meses. la barba, extendiéndose hasta cuello anterior y afectan-
Ha sido informado de que padece herpes simple crónico do prioritariamente el mentón.
y le fue sugerido que ingiriera 400 mg de aciclovir du- A nivel del pene se identifican diversas exulceracio-
rante un año. El paciente lo ingirió durante tres meses, nes ovales y redondeadas, coalescentes, de diversos ta-
y al presentar nueva recidiva del cuadro clínico decidió maños, con halo eritematoso y trasudación blancoama-
abandonarlo. rillenta (figura 26); son dolorosas. No se identificaron
Durante el interrogatorio intencionado comentó que adenopatías cervicoaxilares ni inguinales. No se detec-
dos meses antes presentó inexplicablemente un cuadro taron articulaciones con flogosis.
de instalación súbita de dolor ocular, disminución de la La exploración neurológica y ocular fue normal en
agudeza visual y enrojecimiento ocular. ese momento.
El paciente desconoce el diagnóstico de ese enton- La rinoscopia y la laringoscopia fueron normales.
ces, pero aceptó que fue evaluado suficientemente con Los campos pulmonares se mostraron limpios.
diversos aparatos. El especialista indicó prednisona du- Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 11.7,
rante un mes y el cuadro remitió sin secuelas. El pa- VCM 86, CMH 27, leucocitos 9 200. Neutrófilos 83%,
ciente logró recabar la fotografía clínica tomada en ese linfocitos 22.5, monocitos 2%. Glucosa 87, creatinina
entonces por su médico tratante. 0.9, VSG 29 mm/h, C3 220, C4 28. IgG 1 803, IgM 563.
Antecedentes personales: el paciente negó taba- Pruebas de funcionamiento hepático: normales. TP 147
quismo, consumo de cocaína y otros enervantes, así 12, TPT 32/32. ANCAp negativo. Anticuerpos antinu-
como automedicación. Es heterosexual. No usa lentes. cleares. Anti DNA nativo y anti--VIH: negativos.
No labora en contacto con solventes, insecticidas ni Test de Tzank, repetido en dos ocasiones, de aftas
sustancias aerosolizadas o de aspersión. En el último bucales: negativo para cuerpos de inclusión de herpes
año ha tenido erupción facial recurrente a nivel de toda simple.
la región de la barba, que ha automedicado con diversos Radiografía de tórax: normal.
derivados de peróxido de benzoilo, con remisión parcial Examen con lámpara de hendidura (realizado dos
Medicación actual: azitromicina, rivabirina, napro- meses antes), compatible con uveítis anterior.
xeno, geles de hidróxido de aluminio como colutorios. Diagnóstico: enfermedad de Behçet.
El ABC cutáneo del internista 15

Figura 24. Aftas laterolinguales a cada lado.

Evolución y tratamiento: se inició tratamiento con El término de aftosis compleja fue enunciado en
50 mg de prednisona para reducción progresiva en las 1984 por Joseph Jorizzo para describir la presentación
subsecuentes cuatro semanas, así como talidomida oral de úlceras aftosas bucales y genitales, recurrentes, con
a razón de 100 mg/día. frecuencia de presentación de tres veces o más por año.
Biopsia de piel: reacción neutrofílica vascular en La enfermedad de Adamantiades--Holousi--Behçet
dermis profunda y perivasculitis linfocítica (figura 27). es la enfermedad inflamatoria sistémica caracterizada
Se realizó punción intradérmica en antebrazo izquierdo, por aftosis bucal y genital acompañada de artritis, lesio-
infiltrando con agua estéril, evidenciándose reacción nes oculares y manifestaciones neurológicas.
cutánea con induración, hiperemia y presencia de pe- Su prevalencia es variable, dependiendo del área
queñas pústulas a las 48 h (reacción de patergia positi- geográfica de que se trate. La más alta prevalencia mun-
va) que en biopsia a ese nivel mostró mismos hallazgos. dial ocurre en Anatolia, al noreste de Turquía. Su preva-
El paciente mostró recuperación importante desde el lencia mundial se estima de 1 a 7.5 pacientes por
quinto día de iniciado el tratamiento. Los primeros sín- 100 000 habitantes. Usualmente se presenta en la terce-
tomas que remitieron fueron la disfagia y la sialorrea. ra década de la vida.
Comentario: la estomatitis aftosa recurrente es la Los casos pediátricos, aunque inusuales, se presen-
condición inflamatoria recurrente más común, con una tan igual que en los adultos, sin diferencia de frecuencia
prevalencia de 5 a 60% de la población mundial. en cuanto a sexo.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 25. Aftas en punta y dorsolinguales del paciente con enfermedad de Behçet.
16 El ABC cutáneo del internista

(descartándose aftas menores o las de tipo herpetifor-


me) y uno o más de los siguientes criterios menores:
1. Úlcera genital: en hombres sobre todo a nivel es-
crotal y en mujeres en labios mayores.
2. Un episodio de uveítis anterior o posterior de
vasculitis retiniana (corroborada por especialista
con lámpara de hendidura).
3. Presencia de dermatitis acneiforme severa (con
predominio de papulopústulas), lesiones nodula-
res y nudosidades (tipo eritema nudoso) (figura
28).
4. Reacción de patergia positiva, que consiste en in-
ducir una reacción de edema y presencia de pús-
Figura 26. Intensa afección ulcerosa en pene que involucra tulas, demostrables (test de observación) o por
glande, tronco y prepucio. Componente aftósico bipolar.
histopatología como reacción neutrofílica o de
franca vasculitis leucocitoclástica, en condicio-
La sospecha clínica nace ante la presencia y recurren- nes estériles, con aguja fina y agua estéril.
cia de aftas bucales que tardan en sanar más de dos se- El paciente en cuestión tuvo estos cuatro criterios diag-
manas. nósticos.
Son úlceras bucales muy dolorosas, ovales o circula- Otras manifestaciones menos frecuentes son: sinovi-
res, que usualmente afectan áreas no masticatorias (pa- tis, meningoencefalitis, vasculitis (por afección de la
ladar blando, encía, lengua y mucosa de carrillo). vasa vasorum), tromboflebitis migratoria superficial y
La intensidad de estas aftas es más sintomática cada hemorragia gastrointestinal o pulmonar.
día y su diámetro usualmente se incrementa con el co- No existe en la actualidad ninguna prueba de labora-
rrer de los meses. torio que lleve con certeza al diagnóstico de este padeci-
Sin haber sanado las lesiones antiguas van aparecien- miento.
do nuevas lesiones. Se acompañan de cicatriz residual. Es una enfermedad que requiere por completo la ha-
Los primeros criterios de diagnóstico de este padeci- bilidad del clínico que sospeche de ella precozmente.
miento se establecieron desde O’Duffy y Goldstein, y La cronología de la enfermedad de Behçet ya ha sido
se emplearon hasta que se estableció el consenso inter- fehacientemente estudiada. En un extenso estudio en 60
nacional en 1990. pacientes, Alposy, Domes y col. precisaron los datos de-
Estos criterios consideran como criterio mayor la mográficos que ocurren con mayor frecuencia y que son
presencia de tres o más episodios aftósicos en un año los tres de mayor sospecha: úlcera bucal, úlcera genital
y artritis.
La duración de estos datos precede al diagnóstico de-
finitivo en un tiempo estipulado entre 3.5 y 5 años. Esa
tríada ocurre sincrónicamente sólo en 25% de los casos,
y es de menor expresividad clínica en la mujer.
Por otra parte, la afección ocular es la signología más
conspicua. Puede conducir desde los primeros años de
su presentación a la amaurosis total en casi 25% de los
pacientes.
Es muy importante que el internista excluya antes
que nada otros padecimientos que por lo general son de
presentación más frecuente: síndrome de inmunodefi-
ciencia adquirida, enfermedad inflamatoria crónica in-
testinal, lupus eritematoso generalizado, toxicodermia
por fármacos con mucositis explosivas, enfermedad de
Reiter y glositis o estomatitis herpéticas.
Figura 27. En dermis profunda se aprecia reacción neutrofí- En cuanto a la patogénesis de Behçet, se han postula-
lica vascular y perivasculitis linfocítica. do numerosas teorías, y actualmente se concluye que es
El ABC cutáneo del internista 17

genos provenientes de Streptococcus sp. y de herpes


simple.
La terapéutica de enfermedad de Behçet es muy va-
riada y va desde los tratamientos mucocutáneos tópicos
(esteroides tópicos en geles, intralesionales o aerosoli-
zados) y tacrolimus hasta los tratamientos sistémicos
más variados, como pentoxifilina, colchicina, dapsona,
talidomida (100 a 300 mg/día), metotrexato, predniso-
na, interferón alfa, azatioprina, ciclofosfamida, cloram-
bucil, ciclosporina, micofenolato de mofetilo y los inhi-
bidores de liberación del factor de necrosis tumoral
TNF--α (etanercept o infliximab).

REFERENCIAS

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ción inmunitaria, liberación masiva de mediadores in- ment of skin disease. Comprehensive therapeutic strategies.
flamatorios y respuesta inmunitaria ante variados antí- 1ª ed. Mosby, Harcourt Publishers, 2002:86--89.

C El paciente consultó porque el dolor era intolerable.


Los síntomas sistémicos incluyeron fatiga y leve dolor
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

muscular generalizado.
Antecedentes personales patológicos: hipertensión
CALCIFILAXIS O CALCIFILAXIA arterial, diabetes mellitus.
(PANICULITIS CALCIFICANTE) Medicación actual: atenolol, alprazolam, insulina.
Examen físico: presión arterial 160/100 mmHg.
Pulso 82/min.
Piernas: en las caras laterales de ambas piernas se
Historia: paciente masculino de 52 años de edad con observan unas úlceras simétricas de aproximadamente
dos meses de evolución que presentaba úlceras en las 17 x 13 cm, cubiertas en su totalidad de escara negra,
piernas. seca y adherente. Los bordes de las úlceras son serpigi-
El paciente había sido tratado con múltiples geles tó- nosos (figuras 29, 30 y 31). No hay eritema, exudado ni
picos, desbridamientos y antibióticos orales para posi- signos clínicos de infección. Las piernas presentan ede-
ble úlcera arterial y celulitis. ma leve.
18 El ABC cutáneo del internista

Figura 29. Úlcera profunda en la pierna por calcifilaxia, se-


cundaria a diabetes mellitus e insuficiencia renal crónica en
hemodiálisis. Verifíquense los bordes precisos, fondo sucio;
muy dolorosa, con halo eritematovinoso.

Figura 31. Misma lesión necrosante una semana después.


Pruebas de laboratorio: HB 12. Hto. 36. Plaquetas Apréciese la actividad de granulación procicatrizal luego de
340 000. Leucocitos 13.6 con 72% de neutrófilos, sin iniciarse el tratamiento médico--quirúrgico de calcifilaxia.
bandas. Potasio 5.1. BUN 62. Creatinina 6.6. Calcio
10.3. Magnesio 1.8. Fósforo 2.7. Proteína total 6.8.
Albúmina 3.0. Fosfatasa alcalina 87. TGP 28. TGO 11.
Curso y terapéutica: el paciente fue hospitalizado
Biopsia: calcificación de vasos sanguíneos en la der-
y tratado con antibióticos intravenosos, diálisis tres ve-
mis profunda y área lobular del tejido subcutáneo. Leve
ces a la semana y analgésicos. El dolor mejoró marcada-
infiltrado linfohistiocítico en el tejido celular subcutá-
mente; sin embargo, el pronóstico del paciente es reser-
neo. El cultivo desarrolló enterococo.
vado.
Radiografía de miembros inferiores: mostró depó-
Comentario: el síndrome de calcifilaxis se refiere a
sitos de calcio a lo largo de vasos sanguíneos.
la asociación de necrosis con ulceración de la piel y falla
Diagnóstico: calcifilaxis (paniculitis calcificante
renal. Se presenta en ambos sexos y los factores de ries-
por falla renal).
go son la diabetes mellitus, la enfermedad renal termi-
nal y el SIDA. Se asocia al inicio de la diálisis peritoneal
y la hemodiálisis. Hay factores desencadenantes como
los corticosteroides sistémicos, infusiones de albúmina,
vitamina D, tobramicina IM e inmunosupresores. Tam-
bién se ha visto en pacientes jóvenes que han estado en
hemodiálisis por periodos prolongados.
Usualmente se observa hiperparatiroidismo secun-
dario. La presentación clínica en la piel es variada; se
inicia como placas livedoides que se infartan por isque-
mia y que llevan a necrosis y úlceras, de color violáceo,
muy dolorosas. En otras ocasiones se observan nódulos
subcutáneos usualmente localizados en las piernas, o a
veces el paciente presenta cambios en la piel que se ase-
mejan a livedo reticularis, con un moteado de color púr-
pura. Estas áreas son dolorosas y subsecuentemente se
Figura 30. Gran úlcera talar que bordea la articulación calca-
neoastragalina en collarete, con extensa zona de esfacelo,
necrosan (figura 32).
húmedo--trasudativa, dolorosa, con induración profunda y Aparecen en las extremidades inferiores (piernas)
mostrando gran concreción calcárea blanquecina. Requirió con más frecuencia, pero también en abdomen, nalgas
desbridación amplio y paratiroidectomía. y dedos. El diagnóstico diferencial es con paniculitis,
El ABC cutáneo del internista 19

Figura 32. Nudosidad con exulceraciones como fase inicial de la paniculitis calcificante. Dicha lesión es proclive al esfacelo.

vasculitis, pioderma gangrenoso, calcinosis cutis, ne- el proceso de calcifilaxis se detiene o se hace más lento.
crobiosis lipoídica ulcerada y oxalosis. Es imperativo el empleo de antibióticos de amplio es-
El hallazgo clásico en úlceras es la presencia de esca- pectro por vía intravenosa y, en muchos casos, la ampu-
ras negras. Estas úlceras son muy dolorosas y el dolor tación del miembro afectado.
es difícil de controlar. El tratamiento sistémico incluye
antiácidos que liguen fosfatos, como gel de hidróxido
de aluminio, y una dieta baja en fosfatos. De esta mane- REFERENCIAS
ra se bajan los niveles de calcio y fosfato en sangre.
En algunos casos la paratiroidectomía total o subtotal
beneficia al paciente. La paratiroidectomía total o sub- 1. Richens G et al.: Calcifying panniculitis associated with re-
total es uno más de los diversos intentos terapéuticos de nal failure. J Am Acad Dermatol 1982;6:537.
esta grave afección, y está indicada cuando el producto 2. Ivker R et al.: Calciphylaxis in three patients with end--stage
Ca/P es mayor de 60, y sus resultados eficaces no son renal disease. Arch Dermatol 1995;131:63.
mayores en más de la mitad de los casos. 3. Khafif RA et al.: Calciphylaxis and systemic calcinosis: col-
lective review. Arch Intern Med 1990;28:129.
Por supuesto que es muy útil la desbridación química
4. Hafner J et al.: Uremic small artery disease with medial cal-
(propilenglicol a 40%, colagenasa, urea 40%) o quirúr- cification and intimal hiperplasia (calciphylaxis): a compli-
gica, en forma precoz, de las zonas esfaceladas. cation of chronic renal failure and benefit from parathyroi-
El tratamiento de las úlceras inducidas por calcifila- dectomy. J Am Acad Dermatol 1995;33:954--962.
xis incluye buena analgesia y cuidado tópico con los 5. Worth RL: Calciphylaxis: pathogenesis and therapy. J Cu-
tan Med Surg 1998;2(4):245--248.
apósitos apropiados. El diagnóstico de calcifilaxis tiene
6. Angelis M et al.: Calciphylaxis in patients on hemodyalisis:
un mal pronóstico y el curso de la enfermedad en gene- a prevalence study. Surgery 1997;122:1083--1090.
ral, una vez hecho el diagnóstico, es hacia el deterioro, 7. Dahal PR et al.: The vascular calcification--cutaneous ne-
aunque en pacientes que se someten a paratiroidectomía crosis syndrome. J Am Acad Dermatol 1995;33:53--58.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

CASTLEMAN, ENFERMEDAD DE umbilical— y dorso alto), en algunas zonas con piel eri-
tematosa, brillante, descamativa y con aumento del
reticulado; en otras hay algunas pápulas de aspecto li-
quenoide. No se detectaron lesiones orales ni ungueales
Historia: paciente masculino de 36 años de edad, mula- (figuras 33 y 34).
to, cortador de caña, tratado por dermatitis por contacto Se identifican múltiples adenopatías bilaterales, si-
diseminada, muy pruriginosa; manejado con esteroides métricas y de gran tamaño, cervicales, retroauriculares
tópicos, sin resultados. e inguinales, móviles, no dolorosas.
Examen físico: dermatosis diseminada, con afec- Medicación actual: hidroxicina, cetirizina, hidro-
ción predominante en tronco (hacia abdomen —peri- cortisona en loción.
20 El ABC cutáneo del internista

Figura 35. Acercamiento que permite apreciar la hiperplasia


Figura 33. Piel de aspecto eritematoso, brillante, con múlti- vascular en ganglio linfático, en HE. 40X.
ples pápulas liquenoides, en paciente que presentaba gan-
glios retroauriculares y cervicales bilaterales, aquejado con
enfermedad de Castleman. Evolución y tratamiento: extirpación de ganglios
cervicales e involución de los restantes. Aciclovir 400
Pruebas de laboratorio y gabinete: HB 9.7, Hto. mg x 3 durante un mes, clofazimina 100 mg, triamcino-
23. Leucocitos 89%, neutrófilos, linfocitos 3%, eosinó- lona 0.01% tópica, así como filtro solar. Involución de
filos 7%. LDH elevada. PCR (+). Anti--HVS--1(+). ganglios, persistencia de algunas placas en piel.
Electroforesis, proteínas con pico gamma. Anti--HHV-- Comentario: la enfermedad de Castleman ha sido
8(+) lítico. La radiografía de tórax no revela alteracio- denominada también ganglio linfático hiperplásico gi-
nes. gante, linfoma gigante benigno, linfoma de Castleman,
Biopsia de piel: piel, infiltrados discretos linfohis- hiperplasia angiofolicular semejante a timoma, hamar-
tiocitarios a modo de bandas, a expensas de CD3+ (figu- toma linfovascular.
ra 35). Es una patología linfática que afecta mayormente el
Biopsia de ganglio linfático: con proliferación de mediastino y en menor grado piel, abdomen y músculo.
folículos linfoides, hiperplasia marcada de vasos y vé- Se han descrito tres tipos histológicos: hialino vascular,
nulas de endotelios prominentes como piel de cebolla en plasmocitario y el intermedio. De ellos el primero tiene
el manto; hay muchos eosinófilos y plasmocitos (figura un curso benigno y el segundo se puede acompañar de
36). fiebre, hipergammaglobulinemia, malestar general y
Diagnóstico: Castleman (enfermedad de ganglio disfunción inmunitaria, que son reversibles tras la extir-
con variedad cutánea--superficial) y dermatitis lique- pación de los ganglios en las formas solitarias. El pro-
noide secundaria. nóstico es pobre en las formas multicéntricas.

Figura 36. Biopsia de ganglio linfático que muestra hiperpla-


Figura 34. Misma dermatosis, con más detalle, de disposi- sia vascular, aspecto en piel de cebolla del manto y abundan-
ción periumbilical. tes células plasmáticas. HE. 25X.
El ABC cutáneo del internista 21

monopoliclonal, rara vez produce deterioro del pacien-


te, no presenta metástasis ni atipia celular, tampoco mi-
tosis anómalas, junto a un infiltrado polimorfo (figura
37). También cuentan como diferenciales la enferme-
dad de Kimura y la hiperplasia angiolinfoide con eosi-
nofilia.
Su asociación viral frecuente ha planteado si la EC es
un predictor o no de neoplasias malignas varias, ya cita-
das, por lo que se precisa estudio y seguimiento muy
precisos y que a veces ameritan varios años.

REFERENCIAS
Figura 37. Engrosamiento de la dermis papilar, vacuoliza-
ción en membrana basal, infiltrados linfocíticos y algunos
queratinocitos necróticos, sugestivos de dermatitis lique- 1. Miniño M, Taveras A, Domínguez JR, Fernández B et al.:
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CHURG--STRAUSS, ENFERMEDAD DE nitales. Una semana después, linfadenomegalia cervi-


coaxilar y lesiones nodulares dolorosas en muñecas.
Tres días antes de la consulta presentó dolor urente con
debilidad en miembro pélvico derecho.
Historia: mujer de 49 años de edad referida para eva- Antecedentes personales patológicos: asmática
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

luación de placas urticarianas. Inició seis semanas pre- desde los 17 años de edad, tratada con salbutamol inha-
vias con rinorrea hialina, mialgias, artralgias y ataque al lado. Dermatitis atópica desde la niñez tratada con este-
estado general; a los seis días se agregó dolor torácico roides tópicos y emolientes. Extirpación de quiste ová-
apical derecho y retroesternal tipo pleurítico, acompa- rico hace 17 años. Rinoseptoplastia hace 13 años.
ñado de disnea, escalofríos y fiebre de 38.2 _C. Medicación actual: verapamilo, meclobamida, cal-
Fue tratada con múltiples antibióticos y broncodila- cio, estrógenos, diclofenaco, salbutamol.
tadores sin notar mejoría, por el contrario, exacerbación Examen físico: TA 125/90 mmHg. Pulso: 82/min.
del dolor torácico que se irradió a hombro y brazo ipsila- Frec. respiratoria: 22/min.
teral. Dos semanas después aparece una placa urticaria- Dermatosis diseminada en ambas extremidades infe-
na con edema adyacente que abarca la cara superointer- riores afecta de forma simétrica y bilateral (sobre todo
na de ambos muslos, acompañada de dolor; al cabo de en superficies superointernas y anteriores de muslos).
cinco días se extiende a toda la cara anterior de muslos Hay numerosas placas eritematovesiculares y nodula-
hasta las rodillas y aparecen dos nuevas lesiones en ge- res (periféricas), con diámetro de 1 a 3 cm, algunas de
22 El ABC cutáneo del internista

Figura 40. Granuloma en palizada macrofágico--histiocítico,


con necrosis basofílica de neutrófilos y focos de colágena
necrobiótica hialina, así como la leucocitoclasia descrita.

80. FR negativo. PCR negativo. Reacciones febriles ne-


Figura 38. Vista de las lesiones de la paciente en muslo de-
recho, con pápulas y nodulitos múltiples, sugestivos de gativas. IgE 224 (0 a 100). C 3 120 (< 164). C 4 26 (< 49).
Churg--Strauss. ANA positivo 1: 80 moteado fino. DNA--n negativo.
ANCA negativo.
Biopsia de piel: epidermis normal. Dermis con gran
borde impreciso e infiltrante, con edema adyacente, hi- cantidad de eosina. Filos aislados e infiltrando vasos de
persensibles al tacto, discretamente rezumantes y exul- mediano calibre con zonas de necrosis. En otras zonas,
ceradas (figura 38). leucocitoclasia, con granuloma en palizada, periférico,
Área cardiaca normal. Hay linfadenomegalia doloro- macrofágico histiocítico, con colágena necrobiótica
sa a nivel cervicoaxilar, con diámetro de 1a 2 cm, móvi- hialina y necrosis basofílica de neutrófilos (figuras 39
les. Campos pulmonares con hipoventilación en tercios y 40).
inferiores y ápices. Osteoarticular normal. Radiografía de senos paranasales: normal.
Pruebas de laboratorio y gabinete: HB 14.1. Hto. Radiografía PA de tórax: con infiltrados reticuloa-
44.1. Plaquetas 175 000. Leucocitos 8 000 con eosinó- cinares en ambos tercios medios, no hay consolidación
filos 25.2% (2020). Química sanguínea normal. VSG (figura 41).

Figura 39. Angeítis con leucocitoclasia que afecta el espesor


completo de las arteriolas, con inflamación granulomatosa Figura 41. Infiltrados reticuloacinares, a nivel medio, bilate-
necrosante y trombosis, hasta dermis profunda y tejido celu- rales, sin fenómenos de consolidación, de neoplasias o ade-
lar subcutáneo. nopatías mediastinales o de parénquima pulmonar.
El ABC cutáneo del internista 23

Diagnóstico: enfermedad de Churg--Strauss. van desde la púrpura palpable hasta nódulos subcutá-
Curso y terapéutica: antes de iniciar la terapéutica neos muy similares a los que presenta la poliarteritis no-
la paciente presentó algunas lesiones en pubis con las dosa con placas urticarianas y edematosas, como las que
características ya mencionadas. El cuadro respiratorio presentó esta paciente.
cedió con cefalosporinas de segunda generación. Se ini- Puede originar afección cardiaca (cardiomiopatía
ció prednisona 20 mg cada 12 h, desarrollando herpes eosinofílica restrictiva), renal (glomerulonefritis) o
zoster en genitales y glúteos, disminuyendo por ende la gastrointestinal (dolor abdominal).
dosis a 15 mg/día con involución de las lesiones cutá- Los signos y síntomas de esta enfermedad, manifes-
neas, así como de las parestesias y artralgias. Las cifras tada por infiltración eosinofílica, están ocasionados por
de IgE, la VSG y sobre todo las cifras de eosinófilos, re- el daño a órgano específico de las proteínas producidas
tornaron a lo normal. Actualmente toma 2.5 mg de pred- por el eosinófilo.
nisona cada 24 h. Los fármacos de primera línea para el tratamiento de
Comentario: el síndrome de Churg--Strauss (J. esta enfermedad son los esteroides, con lo que la morbi-
Churg y L. Strauss, 1951) es una vasculitis sistémica ne- mortalidad ha mejorado ostensiblemente. Como terapia
crosante, caracterizada por asma o historia de atopia e de segunda línea están los fármacos citotóxicos (ciclo-
hipereosinofilia (> 1 500/mm3). fosfamida, hidroxiurea) y el interferón alfa.
Los criterios para la clasificación de este síndrome
son: asma bronquial, infiltrados pulmonares cambian- REFERENCIAS
tes, anormalidades de los senos paranasales, mononeu-
ropatía o polineuropatía, eosinofilia de más de 10% y
biopsia de piel positiva. 1. Epstein HF: Eosinophilia. Mechanisms of disease. N Engl
J Med 1998;338:1592--1600.
La presencia de estos seis criterios tiene una sensibi- 2. Leiferman KM: A current perspective on the role of eosino-
lidad diagnóstica de 85% y una especificidad de 99%. phils in dermatologic disease. J Am Acad Dermatol 1991;24:
La edad de inicio va de los 15 a los 75 años, predomi- 1101--1112.
na en hombres y en muchas ocasiones la enfermedad 3. Halabe J et al.: El internista. McGraw--Hill Interamericana,
empieza con asma de aparición tardía, seguida de hiper- 1997.
4. Churg A et al.: Steroids and Churg--Strauss syndrome. Lan-
eosinofilia y por último vasculitis manifestada por ne-
cet 1998;352(9121):32--33.
crosis granulomatosa y eosinofílica con afección a vé- 5. Kasper DL, Braunwald E, Fauci AS, Longo D, Hause SL
nulas y arterias de pequeño calibre. et al.: Harrison, Principios de medicina interna. 16ª ed.
Las manifestaciones dermatológicas son variadas y McGraw--Hill, 2005:2208.

COCCIDIOIDOMICOSIS das, cubiertas por costras melicéricas. Se acompañan de


CUTÁNEA PRIMARIA numerosas pápulas eritematovioláceas menores de 0.5
cm localizadas en el dorso y el arco del pie ipsilateral (fi-
guras 42 y 43).
Exámenes de laboratorio y paraclínicos: biome-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Historia: mujer adolescente de 17 años de edad, origi- tría hemática, química sanguínea, radiografía de tórax
naria y residente de la parte central del estado de Sinaloa. y del pie: sin alteraciones.
Presenta neoformación exofítica en región plantar que Biopsia de piel: mostró epidermis con hiperquerato-
dificulta parcialmente la bipedestación y deambulación. sis y acantosis.
Evolución: se inicia siete años antes con una lesión En dermis, infiltrado inflamatorio constituido por
con aspecto de verruga plantar u ojo de pescado. La pa- linfocitos y células gigantes multinucleares, en cuyo in-
ciente recibió múltiples tratamientos queratolíticos y terior se observan esférulas de paredes gruesas con cito-
con sustancias cáusticas sin observarse mejoría; por el plasma granular sugestivas de Coccidioides immitis, lo
contrario, aumenta paulatinamente de volumen. cual se corrobora al aislar el hongo en medio de Sabou-
Examen físico: en región plantar del pie derecho raud simple y con antibióticos (figuras 44 y 45).
presenta dos neoformaciones verrugosas, la mayor de Diagnóstico: coccidioidomicosis cutánea primaria.
3.5 x 2 x 1 cm y la menor de 2 x 1 x 0.5 cm de diámetro, Tratamiento: itraconazol 200 mg al día, además del
de color ajamonado, con áreas eritematosas y macera- rasurado de la lesión.
24 El ABC cutáneo del internista

Figura 44. Esférula o estructura parasitaria madura en piel,


con doble membrana que contiene endosporas, inmersas en
hiperplasia seudoepiteliomatosa y formación de granuloma
tuberculoide por Coccidioides immitis (40X).
Figura 42. Lesión verrugosa plantar.

Las manifestaciones cutáneas asociadas con otros fo-


Comentario: la coccidioidomicosis es una enferme- cos de infección son eritema nodoso y eritema multifor-
dad causada por Coccidioides immitis, hongo dimórfico me. El diagnóstico se efectúa al observar las esférulas,
que se encuentra en forma micelial en el suelo. Es endé- forma parasitaria del hongo, mediante el examen mi-
mico del suroeste de EUA, el norte de México y Suda- croscópico directo con KOH o en el estudio histológico
mérica. La infección se produce por inhalación del mi- con tinciones como HE, PAS, Grocott y Gridley.
croorganismo, por lo general es asintomática o está Se pueden cultivar muestras del tejido en Sabouraud
caracterizada por fiebre o un cuadro gripal. La piel es, simple y con antibióticos. Son de ayuda para conocer el
en forma secundaria, sitio de diseminación extrapulmo- pronóstico y la intradermorreacción con coccidioidina
nar y rara vez escenario de enfermedad primaria, como y esferulina, así como pruebas serológicas.
en este caso. El tratamiento es a base de antimicóticos sistémicos
Su presentación es de morfología muy variable: pá- como anfotericina B, ketoconazol, itraconazol y fluco-
pulas, pústulas, nódulos, abscesos, fístulas, placas o ci- nazol; su elección dependerá de la gravedad y de la du-
catrices queloides, lesiones ulceradas, zosteriformes o ración de su respuesta.
verrugosas, únicas o múltiples, o semejantes a otras mi-
cosis subcutáneas como esporotricosis, cromomicosis o
micetoma.

Figura 43. Lesión verrugosa extirpada. Figura 45. Cultivo de Coccidioides immitis.
El ABC cutáneo del internista 25

REFERENCIAS neous coccidioidomycosis treated with itraconazol. Int J


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zol. Dermatologia Rev Méx 1995:39(6):335--338. tológicas. México, McGraw--Hill Interamericana, 1997:
2. Arenas R: Micología médica ilustrada. México, Interameri- 303--313.
cana/McGraw--Hill, 2003. 7. Quimby SR, Connolly SM, Winkelmann RK, Smilack
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4. Bonifaz A, Saúl A, Galindo J, Andrade R: Primary cuta- matol 1992; 26:79--85.

COILONIQUIA (UÑAS EN CUCHARA) Comentarios: la forma adquirida de coiloniquia


afecta a múltiples dedos. En los niños, la causa más fre-
cuente es la deficiencia de hierro. En adultos es impor-
tante descartar anemia ferropénica originada por gas-
trectomía o síndrome de Plummer--Vinson (glositis,
Historia: mujer de 32 años de edad que consulta por la
estomatitis angular, disfagia por espasmo esofágico re-
deformación de algunas de las uñas de su mano derecha,
currente).
que detectó como anormalidad desde tres años antes, de
Son origen común de distrofia causas traumáticas y
forma progresiva.
químicas: gasolina, distintos solventes, aceites de moto-
Antecedentes personales patológicos: dos hijos sin
res, ácidos, álcalis y tioglicolatos (peinadores de salo-
problemas endocrinos, cardiovasculares, avitaminosis
nes de belleza). En los casos traumáticos, la coiloniquia
o algún tipo de dermatosis. Uso frecuente de solventes
se origina en relación a la presión distal que afecta final-
orgánicos y detergentes, sin empleo de guantes protec-
mente el desarrollo ungueal normal. Las falanges dista-
tores (figura 46).
les son el pivote de la porción distal del dedo, y cual-
Medicación actual: ninguna.
quier fuerza presurizadora sostenida puede afectar al
Examen físico: las primeras tres uñas de la mano de-
plato de la uña. En la patogénesis de la deformidad un-
recha con concavidad central y evertidas hacia las pun-
gueal inducida por solventes se ha detectado que su cau-
tas. La distrofia es más aparente cuando las uñas se ob-
sa es el daño precoz a las proteínas tisulares.
servaron de forma lateral. Las uñas de la otra mano son
normales.
Pruebas de laboratorio: biometría hemática com-
pleta, química sanguínea y ferritinemia: normales. Clasificación de la coiloniquia
Diagnóstico: coiloniquia (uñas en cuchara).
Evolución y tratamiento: se conminó a la paciente Idiopática.
al uso crónico de guantes de polivinilo. Un año más tar- Hereditaria y formas congénitas, que algunas veces
de, en su revisión periódica mostró mejoría importante. ocurren con otras anomalías:
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 46. Coiloniquia que afecta los primeros dedos de las manos.
26 El ABC cutáneo del internista

S Moniletrix. 4. Formas ocupacionales y traumáticas:


S Hiperqueratosis de las palmas (tipo Meleda). S Gasolina, solventes varios, aceites de motores.
S Leuconiquia. S Ácidos y álcalis (tioglicolatos).
S Osteoonicodisplasia hereditaria (síndrome uña-- S Amas de casa, deshollinadores.
rótula). 5. Avitaminosis, especialmente de B2 y C.
S Síndrome de Nezelof (defecto inmunitario). 6. Dermatosis:
S Síndrome de Oliver--McFerlane. S Acantosis nigricans.
S Alopecia areata.
De apariencia normal en dedos grandes de la infancia. S Enfermedades colágeno--vasculares.
Formas adquiridas: S Enfermedad de Darier.
S Liquen plano.
1. Cardiovasculares--hematológicas: S Porfiria cutánea tarda.
S Anemia por deficiencia de hierro después de S Psoriasis.
gastrectomía. S Enfermedad de Raynaud.
S Síndrome de Plummer--Vinson. S Síndrome de Cronkhite--Canada.
S Malabsorción de hierro por mucosa intestinal. S Incontinentia pigmenti.
S Hemoglobinopatía S o C. 7. Trasplante renal.
S Policitemia. 8. Síndrome del túnel del carpo.
S Hemocromatosis.
S Síndrome de Banti.
S Enfermedad coronaria.
2. Infecciones: REFERENCIAS
S Sífilis.
S Enfermedades fúngicas.
3. Formas endocrinas:
1. Crosby DL et al.: Familial koilonychia. Cutis 1989;44:209.
S Acromegalia.
2. Rosso D et al.: Colioniquia idiopática. An Bras Dermatol
S Diabetes. 1998;73:313--315.
S Hipotiroidismo. 3. Baran R, Barth J, Dawber R: Nail disorders. 2ª ed. Martin
S Tirotoxicosis. Dunitz, 2004:69--89.

CROMOBLASTOMICOSIS Antecedentes personales patológicos: el paciente


negaba cualquier antecedente, excepto la extirpación de
un carcinoma epidermoide en el codo izquierdo en
1996, con aparente remisión.
Historia: paciente masculino de 68 años de edad, origi- Medicamentos actuales: había recibido por parte de
nario y residente de Ciudad Ocampo, Tamaulipas, cuya un médico general antimicóticos sistémicos (ketocona-
ocupación es la agricultura. Ingresado en abril de 1997. zol), en dosis inadecuadas y por tiempo prolongado: en
Presenta una dermatosis diseminada bilateral con ten- 1978 por dos meses y en 1996 por un año, así como la
dencia a la simetría que afecta cara y extremidades su- aplicación diaria de un esteroide tópico de alta potencia,
periores, de 37 años de evolución. lo que aparentemente propició la diseminación de la
Esta dermatosis se inició luego de un traumatismo dermatosis.
punzocortante en la mano izquierda, que en los últimos Examen físico: presentaba una dermatosis disemi-
20 años había producido deformidad articular y con in- nada bilateral y con tendencia a la simetría que afectaba
volucro a cara por 16 años, y finalmente a extremidad la cabeza, la cara, principalmente regiones periorbita-
derecha por 11 años. La dermatosis se acompañaba de rias, mejillas, dorso nasal y pabellón auricular izquier-
prurito intenso y pérdida de la función bilateral a nivel do, así como extremidades superiores, principalmente
de las articulaciones interfalángicas. El motivo del in- manos. Se caracterizaba por la presencia de placas erite-
greso fue para valorar la terapéutica y el control de las matoverrucosas, algunas con costras melicéricas y he-
posibles complicaciones. máticas en su superficie, así como la presencia de puntos
El ABC cutáneo del internista 27

Figura 49. Estudio micológico en el examen directo de las


placas verrucosas, que demuestra las células fumagoides.

como un electrocardiograma, que era normal. Las ra-


Figura 47. Dermatosis diseminada con tendencia a la sime-
diografías de manos sólo mostraron la deformidad arti-
tría que afecta cara. cular sin involucro óseo.
Se realizó estudio micológico en el examen directo
de las placas verrucosas en el que se encontraron células
negros. Otras placas hipopigmentadas e hiperpigmenta- fumagoides, así como el cultivo de éstas, que reportó el
das con atrofia. En párpados superior e inferior del lado desarrollo de un hongo dematiáceo que se clasificó
izquierdo producía ectropión (figura 47). En manos, de- como Fonsecaea pedrosoi.
formidad de las articulaciones interfalángicas, así como Biopsia de piel: epidermis de superficie anfractuosa,
disminución de los arcos de movimiento en antebrazos con acantosis e hiperplasia seudoepiteliomatosa, con
y brazos. En uñas se caracterizaba por pterigión un- presencia de algunas células fumagoides, así como pa-
gueal, coloración marrón y xantoniquia y leve engrosa- pilomatosis y un denso infiltrado inflamatorio granulo-
miento subungueal distal (figura 48). matoso desde la dermis papilar hasta la profundidad del
Pruebas de laboratorio y gabinete: se realizaron corte.
exámenes generales como biometría hemática comple- El infiltrado estaba constituido por linfocitos, histio-
ta, pruebas de funcionamiento hepático y química san- citos, polimorfonucleares y células gigantes tipo cuerpo
guínea, encontrándolos dentro de límites normales, así extraño y tipo Langhans, en las que se demostró tam-
bién la presencia de estas células fumagoides; además,
proliferación y congestión vascular (figura 49).
Diagnóstico clínico y microbiológico: cromoblas-
tomicosis diseminada causada por Fonsecaea pedrosoi.
Curso y terapéutica: inicialmente se le prescribió al
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

paciente yoduro de potasio en dosis de 3 g al día, acom-


pañado de vitamina D en dosis de 600 000 UI por sema-
na, durante seis semanas. Con esta modalidad terapéuti-
ca se obtuvo una respuesta de 30%, con lo que fue
posible iniciar la corrección quirúrgica del ectropión del
párpado superior izquierdo, con muy buena respuesta.
Luego se cambió el tratamiento inicial por 5 fluorocito-
cina en dosis de 6 g al día, con lo que al término de ocho
meses se había logrado una respuesta favorable de 90%
sin efectos adversos. En algunas placas de las manos fue
necesario combinar el tratamiento sistémico con la apli-
Figura 48. Obsérvese el involucro de las extremidades su- cación de criocirugía en tres ocasiones, logrando la re-
periores. misión de aquéllas.
28 El ABC cutáneo del internista

nos con actividad tanto metabólica activa como de es-


tructuras inactivas durmientes.3,4
Histológicamente son evidentes acantosis irregular,
hiperqueratosis y paraqueratosis aislada, con microabs-
cesos intraepidérmicos de polimorfonucleares. Con fre-
cuencia hay hiperplasia seudoepiteliomatosa. Pueden
observarse las células fumagoides en la capa córnea y
en los microabscesos de polimorfonucleares. En la der-
mis superficial hay papilomatosis con neoformación
vascular y edema. El infiltrado inflamatorio está consti-
tuido por la presencia de granulomas conformados por
células epitelioides, algunas células gigantes multinu-
cleadas tipo Langhans o de tipo cuerpo extraño, linfoci-
tos y hacia el centro la presencia de células plasmáticas,
Figura 50. Recidiva del carcinoma epidermoide en el codo polimorfonucleares y fibroblastos.5
izquierdo. El tratamiento es variado y se han utilizado diversos
antimicóticos, yoduro de potasio y vitamina D, así
como la criocirugía y la cirugía convencional, con res-
puestas variables.
El paciente presentó recidiva del carcinoma epider- En el estudio dermatológico estrecho de este pacien-
moide en el codo izquierdo en diciembre de 1997 (figu- te se detectaron dos neoplasias, una de ellas ya reportada
ra 50), por lo que fue necesaria su extirpación con mar- en la literatura, el carcinoma espinocelular, que puede
gen de 1 cm y la aplicación de un injerto de espesor total confundirse, tanto en la clínica como en la histopatolo-
que evolucionó favorablemente. Luego, en su segui- gía, con hiperplasia seudoepiteliomatosa. Ésta, así
miento, en febrero de 1998 se detectó la presencia de un como este carcinoma, se observan en las infecciones
melanoma maligno en la mejilla izquierda que requirió crónicas, úlceras crónicas, pioderma gangrenoso, por
la extirpación y la reparación del área con un colgajo de nombrar algunas entidades clínico--patológicas, y re-
transposición. quiere seguimiento y reconocimiento oportunos. Por
El paciente evolucionó favorablemente sin recaída otra parte, después de haber remitido las placas eritema-
de sus dermatosis en un seguimiento de un año. toverrucosas en las mejillas fue posible valorar la pre-
Comentario: la cromoblastomicosis o cromomico- sencia de una mancha hiperpigmentada de bordes y pig-
sis es una micosis subcutánea y cutánea crónica que pre- mento irregulares y de evolución aparentemente aguda,
domina en las áreas tropicales y subtropicales. En 1910, que con el estudio histopatológico demostró ser un me-
en Brasil, fue originalmente descrita por Carini en los lanoma maligno. Esta neoplasia en realidad no se asocia
pulmones y riñones de una rana; en 1911, en Sao Paulo, con la cromoblastomicosis sino con la exposición cró-
Pedroso describe el primer caso en seres humanos. Es nica solar y el tipo de piel del paciente.
causada por hongos negros o dematiáceos, como Fonse-
caea pedrosoi (patógeno más común en 95% de los ca- REFERENCIAS
sos), Phialophora verrucosa, Fonsecaea compacta,
Cladosporium carrionii y Rhinocladiella aquaspersa.
Representa una entidad clinicopatológica específica 1. Arenas R: Micología médica. 1ª ed. México, Interamerica-
que involucra principalmente las extremidades inferio- na/McGraw--Hill, 1993:153--160.
res, manifestándose como placas noduloverrucosas o 2. Bonifaz A, Martínez SE, Carrasco GE et al.: Treatment of
chromoblastomycosis with itraconazole, cryosurgery, and a
vegetantes que crecen lentamente. Las células fumagoi-
combination of both. Int J Dermatol 1997;36:542--547.
des o esclerotes de Mediar, que miden de 6 a 12 μ, son 3. Bouffard D, Taylor C, Mihm M et al.: Long--standing ver-
la forma parasitaria del agente causal y parecen ser un rucous lesion. Arch Dermatol 1995;131(10):1195--1200.
mecanismo de adaptación que facilita su supervivencia 4. Rosen T, Overholt M: Persistent viability of the medlar
en los tejidos del huésped a pesar de la respuesta infla- body. Int J Dermatol 1996;35(2):96--98.
matoria de éste, que intenta eliminar al agente por vía 5. Novales J: Histopatología de las micosis profundas. Derma-
tología Rev Mex 1983;27(2--3):128--155.
transepidérmica. 6. Gacek M, Gacek R, Gantz B et al.: Pseudoepitheliomatous
Esta condición se explica basándose en que estas cé- hyperplasia versus squamous cell carcinoma of the external
lulas fumagoides se pueden caracterizar como patóge- auditory canal. Laryngoscope 1998;108(4):620--623.
El ABC cutáneo del internista 29

CUTIS VERTICIS GYRATA

Historia: mujer de 32 años de edad que consulta por


presencia de acné papuloseudoquístico de año y medio
y un segundo motivo, manifestado como arrugas pro-
nunciadas y profundas, así como por ensanchamiento
de pirámide nasal, que empezó a manifestarse de dos
años a la fecha.
Antecedentes personales patológicos: rinoplastia y
ritidoplastia (seis meses previos), mamoplastia bilateral
(cinco años previos), galactorrea de un año de evolu-
ción, visión borrosa bilateral, más acentuada en ojo iz-
quierdo, ciclos menstruales de 28 x 3, con dismenorrea Figura 52. Acercamiento de la región frontal donde se puede
apreciar tamaño y grosor de los pliegues, así como el estado
moderada a severa en los últimos cuatro meses. Núbil. oleoso de la piel.
Examen físico: acné papuloseudoquístico, piel mo-
derada a intensamente oleosa, presencia de surco naso-
geniano pronunciado, con engrosamiento de los plie-
gues de párpados, frente y otros de carácter longitudinal (tinciones de azul alcian, verhoeff y azul de toluidina,
sagitalmente en el cuero cabelludo, así como ensancha- negativas).
miento de la pirámide nasal (figuras 51 y 52). Galacto- Diagnóstico: cutis verticis gyrata, a descartar adeno-
rrea, con presencia de pezón izquierdo invertido, con ma hipofisiario, posible productor de prolactina vs. ade-
piel turgente en toda la economía corporal. noma mixto (productor de prolactina y hormona del cre-
Exámenes de laboratorio y gabinete: radiografía cimiento).
de huesos largos, manos, pies y P--A de tórax; exámenes Curso y terapéutica: se deriva al servicio de endo-
generales: normales. La radiografía de cráneo con lige- crinología para estudio, control y tratamiento de posible
ro ensanchamiento de silla turca. endocrinopatía.
Biopsia cutánea: epidermis con hiperqueratosis; Evolución: la paciente fue hospitalizada para la rea-
dermis con edema, vasos sanguíneos ectásicos norma- lización de estudios con determinación de hormona del
les, sin presencia de atesoramiento de sustancia alguna crecimiento, curva de tolerancia a la glucosa, prueba de
prolactina con estimulación de metoclopramida, prueba
de bromocriptina y de hormonas tiroideas, reportándose
como normales. Se practica una TAC de cráneo, encon-
trándose una imagen compatible de adenoma hipofisa-
rio, productor de prolactina (se considera la realización
de nuevos exámenes y nuevas determinaciones, ya que
podría tratarse de un mixto prolactina/hormona del cre-
cimiento).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Tratamiento actual: bromocriptina 1/4 de tableta de


2.5 mg/día, con incremento progresivo a 2.5 mg/día.
Tratamiento tópico para acné y piel oleosa.
Comentarios: la conglomeración y fusión de plie-
gues cutáneos lineales y contiguos produce un cuadro
comparable a las circunvoluciones encefálicas. Junto a
su localización fundamental en el cuero cabelludo pue-
den observarse estas alteraciones también a nivel de la
piel de la región frontal y de la nuca. El número, la longi-
tud y el grosor de cada uno de los pliegues son muy va-
riables. A nivel de la calota, típicamente las líneas pro-
Figura 51. Obsérvese la profundidad de los surcos frontales fundas se aprecian en dirección anteroposterior, de ahí
y la hipertrofia de la punta nasal. su apariencia cerebriforme (figura 53).
30 El ABC cutáneo del internista

Figura 53. Cutis verticis gyrata en paciente del sexo masculino.

El cutis verticis gyrata constituye, sin embargo, un leucomas corneales, y en tal caso se constituye en un
signo que puede observarse en distintas enfermedades. síndrome peculiar, de carácter autosómico dominante,
Es una condición que puede clasificarse en dos formas: sin predominio en ningún sexo.
primaria y secundaria. En los pacientes con acromegalia se ha observado un
La forma primaria ocurre predominantemente en incremento importante en la secreción sebácea; incluso
hombres y a menudo se asocia con retardo mental y alte- algunos autores han señalado que este estado oleoso
raciones neuropsiquiátricas. Tiene como expresión pa- guarda una relación logarítmica con la concentración
decimientos tan reconocidos como microcefalia, sín- sérica de hormona del crecimiento.
drome de Apert, retinitis pigmentosa, sordera y parálisis En la acromegalia la expresión facial del paciente es
cerebral infantil. característica. Hay prognatismo, abultamiento frontal,
Eventualmente acompaña a padecimientos con ano- los dientes ampliamente espaciados, un protruyente la-
malías cromosómicas, como los síndromes de Turner, bio inferior engrosado, los párpados edematosos y grue-
de Klinefelter y de “X” frágil. sos, lengua grande y surcada, orejas grandes triangula-
Su forma secundaria puede deberse a causas inflama- res, numerosos fibromas de la piel, poros cutáneos
torias locales en piel cabelluda (trauma local, mucinosis ensanchados, y la piel se aprecia húmeda y aceitosa de-
focal, foliculitis, neurofibromas, psoriasis, eccema ) o bido a la hiperhidrosis y al aumento de producción del
bien sistémicas, entre las que destacan múltiples enfer- sebo.
medades con asociación a síndromes de resistencia a la Estos pacientes pueden presentar cuadros de derma-
insulina (acromegalia, diabetes mellitus, mixedema y titis acneiformes severos y de repetición. Los dedos lar-
cretinismo) y otros como Ehlers--Danlos, acantosis ni- gos son embotados y gruesos. En la mitad de los pacien-
gricans, amiloidosis, leucemia, síndromes paraneoplá- tes la piel muestra acentuación de la pigmentación, un
sicos, esclerosis tuberosa, paquidermoperiostosis (os- fenómeno que se cree que es secundario al efecto de
teartropatía hipertrófica idiopática), sífilis secundaria y hormona estimulante de los melanocitos (MSH) o a
ependimoma intraventricular. otros efectos hormonales desconocidos.
El estudio histopatológico es normal en su estructura, El pelo del cuero cabelludo normalmente se pone ás-
con sólo un plegamiento exagerado de la piel. pero, pero en fases tardías a menudo se vuelve delgado,
El cutis verticis gyrata se ha observado desde el naci- sedoso y ralo. Hay pérdida de pelo del cuerpo debido a
miento. En estos pacientes debe prestarse atención a la una disminución en la producción de gonadotropina.
presencia de síntomas asociados, como p. ej. una acan- Las uñas son planas, anchas y crecen rápidamente.
tosis nigricans, así como malformaciones óseas y den- Los cambios adicionales incluyen hirsutismo en las mu-
tarias. jeres, hipotiroidismo y diabetes que están presentes en
Esta enfermedad afecta casi exclusivamente al sexo 10% y con el tiempo lo desarrollan 30% de los pacien-
masculino. Las alteraciones cutáneas aparecen sólo tes.
después de la pubertad. El hipogonadismo (con amenorrea e impotencia) es
Asimismo, el cutis verticis gyrata se puede observar frecuente. Las perturbaciones visuales y un dolor de ca-
ocasionalmente en la acromegalia, asociada o no con beza tipo urente son quejas tempranas comunes.
El ABC cutáneo del internista 31

La acantosis nigricans pueden ocurrir involucionan- 3. Lombardi G, Colao A: Growth--hormone and prolactin ex-
do al seguirse la terapia del tumor pituitario. La paqui- cess. Lancet 1998;(1):1455.
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dermoperiostosis y diversas acropaquias son un diag- pha subunit in adenomas. Cancer Weekly Plus 1998.
nóstico diferencial importante. En éstas no se aprecia 5. Fitzpatrick TB et al.: Color atlas and synopsis of clinical
macroglosia ni prognatismo y los dedos característica- dermatology. Common and serious diseases. McGraw--Hill,
mente son engrosados. 1997.
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1992. Plastic Reconstr Surg 2002:110:818.

D Examen físico: destaca la presencia de deformación


bulbosa confinada a la punta de cada dedo de las manos.
El tejido periungueal se muestra reblandecido, hipertró-
fico y edematoso. El plato ungueal con incremento en
DEDOS HIPOCRÁTICOS su sobrecurvatura convexa (incremento en el ángulo de
Lovibond, del borde distal al pliegue proximal) y anor-
malidad en su movilidad. Además, cuando el plato un-
gueal fue presionado, se evidenció disminución del re-
Historia: hombre de 60 años de edad que consulta por torno de su color normal (figuras 54 y 55).
anomalías en los dedos de las manos, progresivas desde Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 18.7.
hace cinco meses. Hto. 53. Hipogammaglobulinemia policlonal.
Antecedentes personales patológicos: fue hospita- Radiografía de tórax: con incremento del tejido
lizado por síndrome de malabsorción que fue atribuido vascular en las bases pulmonares, compatible con bron-
a infección por protozoarios (Giardia lamblia). Ha sido quitis crónica.
fumador desde la adolescencia y actualmente padece
episodios repetitivos de bronquitis crónica.
Medicamentos actuales: broncodilatadores expec-
torantes y fluidificantes. Recientemente paromomicina
25 mg/kg/día por cinco a siete días.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 55. Deformación hiperconvexa, ungueal, muy curva-


Figura 54. Dedos hipocráticos en palillo de tambor con uñas da, con agrandamiento de la falange distal y de la lámina un-
en vidrio de reloj de paciente con disnea crónica. gueal.
32 El ABC cutáneo del internista

Biopsia ungueal y de piel: hiperplasia de hiponiquio titis y cirrosis. Todos tienen como común denominador
con dermis notoriamente incrementada en su composi- la hipoxemia.
ción fibrovascular. Tres tipos de dedos hipocráticos son clásicamente
Diagnóstico: dedos hipocráticos secundarios a neu- identificados:
mopatía obstructiva crónica.
Curso y terapéutica: las lesiones ungueales perma- 1. Simple (el caso en cuestión).
necieron inmodificadas en los siguientes meses luego 2. Osteoartropatía hipertrófica pulmonar.
de su exploración inicial. 3. Paquidermoperiostosis.
Comentario: los dedos hipocráticos no tienen una El segundo tipo está asociado con artropatía simétrica
etiología bien dilucidada, si bien son entendibles en par- seudoinflamatoria de grandes articulaciones y es patog-
te por la vasodilatación periférica, resultado de las fístu- nomónico de neoplasias malignas de tumores del tórax.
las arteriovenosas compensatorias de la hipoxemia El tercer tipo es raro y empieza junto con la pubertad.
acral crónica. Se piensa que existen células endoteliales El curso y la terapéutica de todo dedo hipocrático de-
reactivas a productos desprendidos directamente de las penden directamente del padecimiento de base, su cro-
plaquetas, que a su vez provocan liberación de factores nicidad y su reversibilidad. El paralelismo clínico de
de crecimiento provenientes del fibroblasto y originan este tipo de alteraciones ungueales es muy útil como se-
hipertrofia de tejidos blandos periungueales. guimiento del padecimiento que les ha dado origen.
La deformidad bulbosa de las porciones distales de
los dedos, con incremento del ángulo del hiponiquio y
REFERENCIAS
movilidad de la matriz ungueal, hará que cualquier clí-
nico inicie el camino conducente a indagar una causa in-
terna, cardiopulmonar o en sangre. 1. Tosti A et al.: The nail in systemic diseases and drug--indu-
Los dedos hipocráticos pueden ser idiopáticos o ad- ced changes. En: Baran R, Dawber RPR (eds.): Diseases of
quiridos; el origen de estos últimos es muy diverso: car- the nails and their management. 2ª ed. Oxford, Blackwell
diovascular (enfermedad cardiaca congénita), pulmo- Scientific Publications, 1994:175--196.
2. Braverman IM: Cancer. En: Braverman IM (ed.): Skin signs
nar (tumor torácico, enfermedad broncopulmonar) y of systemic disease. 3ª ed. W. B. Saunders, 1998:1--71.
enfermedades gastrointestinales (amebiasis con enfer- 3. Baran R, Barth J, Dawber R: Nail disorders. 2ª ed. Martin
medad inflamatoria de intestino delgado o colon), hepa- Dunitz, 2004:1--37.

DERMATITIS HERPETIFORME cular de codos y rodillas, simétrica y bilateral. Consti-


tuida por innumerables vesículas y ampollas pequeñas
de diversos tamaños, agrupadas en racimos y con ten-
dencia a confluir hasta formar grandes bulas. Se locali-
Historia: paciente masculino de 63 años de edad, con zan sobre una base eritematosa y se acompañan de exul-
cuatro semanas de evolución con dermatosis generali- ceraciones (figuras 56 y 57).
zada y simétrica que afecta antebrazos, rodillas, codos, Pruebas de laboratorio: las muestras sanguíneas
glúteos y tórax. Ha sido tratado por diferentes facultati- presentan anemia normocítica normocrónica. Química
vos con antihistamínicos variados y corticosteroides tó- sanguínea: normal. Pruebas funcionales tiroideas: nor-
picos, persistiendo con prurito generalizado intenso males. En las pruebas hepáticas destaca disminución de
hasta el momento de su evaluación. la albúmina, elevación moderada de la DHL, ligera ele-
Antecedentes personales patológicos: se reconoce vación de la TGO y TGP con gammaglutamiltranspep-
fumador y alcohólico, niega diabetes, hipertensión o an- tidasa normal.
tecedentes de neoplasias. Biopsia de piel: perilesional de una ampolla reciente
Medicación actual: ninguna. muestra la presencia de polimorfonucleares localizados
Examen físico: TA 130/90 mmHg. Pulso: 82/min. en las porciones superiores de las papilas dérmicas (fi-
Inquieto, con fascies de angustia, quejumbrosa y de- gura 58).
mandante. El estudio de inmunofluorescencia directa de la piel
Dermatosis diseminada, que se ubica preferentemen- del paciente mostró negatividad a los anticuerpos contra
te en todas las extremidades, a nivel de la piel yuxtaarti- IgG, IgM y C3; sin embargo, se observó un patrón gra-
El ABC cutáneo del internista 33

Figura 56. Múltiples ampollas pequeñas de base eritemato-


sa y con tendencia a la agrupación, localizadas en el codo.
Figura 58. Biopsia de piel perilesional de una lesión tempra-
na, caracterizada por hiperqueratosis moderada, dermis pa-
nular, localizado sobre todo en las puntas de las papilas pilar con infiltrados inflamatorios por polimorfonucleares, lo-
dérmicas (figura 59). calizados casi exclusivamente en la porción superior de la
Diagnóstico: dermatitis herpetiforme. papila dérmica. Tinción HE, 40X.
Comentario: la dermatitis herpetiforme de Duhring--
Brocq es una de las enfermedades ampollosas autoin-
acuerdo con el sitio de localización de la ampolla y su
munitarias menos comunes que afectan los componen-
antígeno desencadenante.
tes de adhesión de la membrana basal epidérmica. Esta
La dermatitis herpetiforme es una enfermedad cróni-
entidad fue descrita inicialmente por Duhring y Brocq
ca que persiste durante toda la vida y tiene un curso in-
entre 1884 y 1885. Otras entidades, como los penfigoi-
termitente. Afecta por igual a hombres y mujeres, y pue-
des (la enfermedad que se conoce hoy como IgA lineal)
de afectar en cualquier edad; sin embargo, de la segunda
e incluso la epidermólisis ampollosa adquirida, se agru-
a la cuarta décadas de la vida es cuando se observa la
paban por igual en el mismo contexto de estas enferme-
mayor parte de los casos.
dades. Sin embargo, en la actualidad, y gracias a los es-
Clínicamente, las lesiones se localizan en áreas de
tudios de inmunofluorescencia directa e indirecta de la
extensión como codos, rodillas, antebrazos, glúteos y
piel, ha sido posible diferenciarlas y subclasificarlas de
espalda; son pápulas o placas urticariformes simétricas,
eritematosas, que en pocos días desarrollan vesículas y
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 59. Inmunofluorescencia directa en la piel del pa-


Figura 57. Ampollas, erosiones y costras serohemáticas lo- ciente; se observa un patrón granular con anti--IgA en mem-
calizadas en la rodilla. El paciente refirió intenso prurito un brana basal epidérmica. La positividad es más franca en los
día antes de la aparición de las lesiones cutáneas. ápices de las papilas dérmicas.
34 El ABC cutáneo del internista

ampollas agrupadas, y con aspecto de lesiones semejan- tarios de la dermis papilar y reticular. En lesiones anti-
tes a las infecciones por el virus del herpes. En ocasio- guas el diagnóstico puede ser difícil, confundiéndose en
nes sólo se observan costras serohemáticas y exulcera- ocasiones con penfigoide ampolloso, eritema multifor-
ciones, y prácticamente todos los pacientes presentan me y la dermatosis IgA lineal crónica del adulto.
prurito muy intenso que por lo general precede a la apa- Estudio de inmunofluorescencia directa: en 85 a
rición de las lesiones cutáneas. 90% de los pacientes se observa un patrón granular por
En la mayoría de los pacientes se presenta intoleran- IgA en las papilas dérmicas de piel sana (usualmente
cia al gluten demostrada por los cambios histológicos en glúteos), y en 10 a 15% de ellos se observa un patrón li-
la biopsia intestinal (aplanamiento de las vellosidades, neal. Los estudios de inmunofluorescencia son general-
atrofia de la mucosa intestinal e infiltrado inflamatorio mente negativos.
linfoplasmocitario), ocasionando síntomas como pérdi- El sitio antigénico específico en los pacientes con
da de peso, diarrea, distensión abdominal y esteatorrea; dermatitis herpetiforme se localiza en la lámina lúcida
sin embargo, en algunos pacientes esta alteración es de la membrana basal epidérmica. El tratamiento de
asintomática. elección (y además exitoso en la mayoría de los pacien-
En estos pacientes se ha descrito una incidencia ele- tes) es a base de sulfonas y de una dieta libre de gluten.
vada de antígenos de histocompatibilidad clase II; entre
éstos los más comúnmente informados son HLA B8 REFERENCIAS
(85% de los casos), HLA Dr3 (90%) y HLA DQw--2; no
obstante, la relación exacta de estos tres antígenos no se
conoce a ciencia cierta y no hay tendencia a que la enfer- 1. Salas--Alanis JC, Bhogal B, Black M: Inmunofluorescen-
medad se presente en una misma familia. cia de las enfermedades ampollosas autoinmunes. Dermatol
Rev Méx 1994;38:2104--2114.
Algunas enfermedades que han sido asociadas con
2. Buckely DB et al.: Dermatitis herpetiforme; a review of 119
esta entidad son enfermedad autoinmunitaria tiroidea, cases. Clin Exp Dermatol 1983;477--479.
diabetes insulinodependiente, lupus eritematoso, sín- 3. McCord M, Hall III RP: IgA--mediated autoimmune bliste-
drome de Sjögren, sarcoidosis, vitíligo, alopecia areata, ring disease. En: Fine D: Bullous disease. Nueva York, Iga-
gastritis atrófica y anemia perniciosa, entre otras. ku--shoin, 1993:97--120.
La biopsia cutánea de las lesiones tempranas de DH 4. Smith JB et al.: The site of blister formation in dermatitis
herpetiformis is within lamina lucida. J Acad Dermatol 1992;
presenta agrupaciones de neutrófilos en el ápice de las 27:209.
papilas dérmicas, acompañadas de edema y eosinófilos; 5. Reunala T, Collin P: Diseases associated with dermatitis
además, existen infiltrados perivasculares linfohistioci- herpetiformis. Br J Dermatol 1997;136(3):315--318.

DERMATOMIOSITIS EN FASE Empezó con severo eritema y prurito generalizado en


ERITRODÉRMICA SECUNDARIA A piel cabelluda, facial, en la “V” del escote, posterior-
CÁNCER MAMARIO METASTÁSICO mente en brazos y muslos, dos meses antes de su ingreso
hospitalario.
Recibió multitud de cremas emolientes queratolíti-
cas, antihistamínicos, esteroides tópicos y sistémicos,
Historia: paciente femenina de 70 años de edad que así como diversos tricíclicos en dosis variables. Ha ba-
acude al servicio de urgencias gravemente afectada por jado 8 kg de peso en los últimos dos meses pese a llevar
intenso prurito y descamación generalizada, poiquilo- regularmente su dieta.
termia, debilidad muscular proximal, oliguria y fiebre, Comentó enfáticamente insomnio y angustia acen-
de nueve días de evolución. tuados. Negó tos, disfagia y disnea.
Antecedentes personales: diabetes mellitus tipo II Medicación actual: glibenclamida, betametasona
en buen control con dieta y glibenclamida. Fue operada tópica, cetirizina, amitriptilina y alprazolam.
un año antes de carcinoma mamario izquierdo, infil- Examen físico: paciente con temblor generalizado,
trante, escirroso con mastectomía total (cirugía tipo Pa- persistente, inquieta y febril. Muestra dermatosis uni-
tey), habiendo completado solamente seis ciclos de qui- versal, con enrojecimiento difuso de todo el tegumento.
mioterapia hasta cinco meses antes de su padecimiento Piel muy seca, engrosada, exulcerada, con diversos ti-
cutáneo. pos de escama desde furfurácea hasta laminar.
El ABC cutáneo del internista 35

Figura 60. Síndrome eritrodérmico que muestra intensa coloración eritematosa con escamas laminares y piel muy exulcerada.
Nótese el área pectoral posmastectomía.

Cabello ralo: desaparición de la mayor parte del Sézary. Glucemia 226. Creatinina 1.9. Urea 86. Sodio
vello corporal. Palmo--plantas queratósicas. Uñas bri- 126. Potasio 3.5. Albúmina sérica 2.2. Pruebas de fun-
llantes, lisas. Sin telangiectasias periungueales. A nivel cionamiento tiroideo normales. VSG 80 mm/h. TGP
de la cicatriz posquirúrgica mamaria se detectó una pla- 182. TGO 210. DHL 740 (nL < 420). CPK 874 (40 a
ca lineal, esclerótica, de unos 3 cm, fija, de color rosado, 140). Aldolasa 13.1 (1.2 a 7.6). Anticuerpos antinuclea-
que se extendía hacia la línea media (figuras 60 y 61). res: positivos 1:80.
No tenía calcinosis cutis. Linfadenopatía cervical, Radiografía de tórax: normal. No existían altera-
axilar e inguinal, blanda, móvil, de cerca de 1 cm. Sin ciones del ritmo ni de la conducción cardiaca. Ultraso-
hepatomegalias ni esplenomegalias. Debilidad muscu- nido abdominal sin alteraciones.
lar acentuada en cinturas escapular y pélvica. Dolor a la Biopsias de piel:
palpación de numerosas masas musculares.
Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 10.4. a. De antebrazo, con paraqueratosis focal, epider-
Leucocitos 12 000, diferencial normal, sin células de mis atrófica, degeneración hidrópica de la mem-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 61. Área de la cicatriz quirúrgica posmastectomía que indica el área nodular con metástasis a piel de carcinoma mamario.
36 El ABC cutáneo del internista

Figura 62. Muestra macroscópica de la mama escindida y biopsias de piel con células neoplásicas de mama, invasoras, que se
infiltran hasta dermis con atipia, pleomorfismo y grandes núcleos.

brana basal y algunos queratinocitos necróticos; paraneoplásico, que atendiendo a la clasificación de


infiltrados linfocíticos perivasculares. Peter y Bohan pertenece al grupo 3.
b. De piel de herida cicatrizal posmastectomía: cé- La fase final eritrodérmica de la evolución tan aguda
lulas neoplásicas malignas que invaden hasta y severa no permitió discriminar los datos usuales de la
dermis, con núcleos gigantes, algunas de ellas dermatomiositis, como halo heliotropo facial, maculo-
alineadas en penachos entre haces de colágena pápulas rosado--escamosas en prominencias óseas (sig-
(figura 62). no de Gottron), hipertrofia cuticular o telangiectasias
periungueales. Probablemente concurría el aspecto poi-
Biopsia de músculo deltoideo: cambios inflamatorios quilodérmico con los del aspecto habitual de la eritro-
linfocíticos perivasculares y perifasciculares, incluyen- dermia de forma generalizada.
do endomisio, con predominio de CD8+ T, necrosis de El síndrome eritrodérmico justificó su permanencia
fibras musculares, centralización del núcleo, atrofia hospitalaria en un intento por corregir el intenso dese-
tipo II y regeneración de algunas de esas fibras. quilibrio hidroelectrolítico, proteico, de control de la
Biopsia de ganglio axilar izquierdo: linfadenopatía temperatura y altamente catabólico. Los hallazgos rela-
dermatopática. No se realizaron electromiografía ni re- tados en ganglio son muy comunes hasta en 80% de los
sonancia magnética nuclear. pacientes, elucidando exclusivamente linfadenopatía
Diagnóstico: dermatomiositis en fase eritrodérmica, dermatopática, sin invasión neoplásica. En sangre no
probablemente tipo III, secundaria a carcinoma metas- hubo células de Sézary sugestivas de la fase eritrodér-
tásico de mama. mica de los linfomas cutáneos de células T. El origen
Evolución y tratamiento: la paciente fue hospitali- más común del síndrome eritrodérmico en la tercera
zada, iniciándose manejo con soluciones parenterales, edad es una dermatosis preexistente (psoriasis, eccema
reposición electrolítica, plasma fresco congelado, me- por contacto, entre otros).
tilprednisolona 1 g diario intravenoso en pulsos tres días Las distintas neoplasias malignas que pueden ir pre-
seguidos e insulina subcutánea durante una semana, cedidas o acompañadas de dermatomiositis o polimiosi-
baño en tina de remolino, emolientes y doxepina oral. tis son: de pulmón, estómago, ovarios, nasofaringe,
Egresó con 1 mg/día de prednisona y 15 mg semanales páncreas y linfoma de Hodgkin.
de metotrexato, mejorando su dermatosis en 70%, sin En los excepcionales casos juveniles se reporta carci-
prurito, recuperando fuerza muscular y sin trastornos noma testicular. Dependiendo de la metodología esta-
piréticos. dística consultada, la frecuencia de malignidad asocia-
Tres meses después la paciente recidivó con el mis- da con dermatomiositis o polimiositis varía de 6 a 60%
mo cuadro clínico, complicándose con neumonía hipos- en pacientes de más de 50 años y aun con apreciaciones
tásica y septicemia como eventos finales. intergrupales por demás debatibles. Las lesiones cutá-
Comentarios: esta paciente presentó un síndrome neas y musculares en este caso fueron subsecuentes a la
eritrodérmico, secundario a dermatomiositis de curso enfermedad metastásica, bien demostrada en piel.
El ABC cutáneo del internista 37

En los casos de dermatomiositis paraneoplásica, el Los cánceres más frecuentemente detectados ante la
cáncer que con más frecuencia se asocia en mujeres es sospecha de metástasis cutánea son los adenocarcino-
el de ovario. Con esto se justifica que el internista exa- mas (de mama, pulmón, colon, páncreas, próstata, ova-
mine exhaustivamente mamas y pelvis a las mujeres, y rio, endometrio y de primario desconocido), a menudo
a los hombres recto y próstata. con disposición tubuliforme, celularidad con abundante
No siempre existe correlación entre la extensión de glucógeno, mucina y estroma muy vascularizado.
las lesiones y la severidad de la afección muscular.
Clínicamente la dermatomiositis no es específica de
ningún tipo de cáncer, y casos como halo heliotropo,
una placa eritematosa, infiltrada y pruriginosa, o foto- REFERENCIAS
sensibilidad extrema han sido en ocasiones el único dato
de sospecha como presentación inicial preneoplásica.
En los casos de dermatomiositis paraneoplásica don- 1. Callen JP, Jorizzo JL et al.: Dermatologic signs of internal
de no exista elevación de creatinfosfocinasa sérica o disease. 3ª ed. Filadelfia, W. B. Saunders, 2003:11--16.
haya evidencia de enfermedad intersticial pulmonar 2. Bohan A, Peter JB, Pearson CH: A computer--assisted ana-
lysis of 153 patients with polymyositis and dermatomyositis.
desde el inicio, el pronóstico es letal a corto plazo. En Medicine 1977;56:255--286.
ocasiones es difícil diferenciar la afección muscular in- 3. Braverman IM: Connective tissue (rheumatic) diseases.
herente a la dermatomiositis de la neuromiopatía carci- En: Skin signs of systemic disease. 3ª ed. W. B. Saunders,
nomatosa. 1998:224--235.
Las metástasis cutáneas del carcinoma mamario son 4. Siguregeirsson B, Lindelôf B, Edhag O et al.: Risk of can-
cer in patients with dermatomyositis or polimyositis. N Engl
de distintos tipos, como invasión de piel cabelluda (alo- J Med 1992;326:363--367.
pecia neoplásica), obstrucción linfática por inflamación 5. Dawkins MA, Jorizzo JL, Walker FO et al.: Dermatomyo-
(carcinomas erisipelatoides), placas esclerótico--telan- sitis: a dermatology--based case series. J Am Acad Dermatol
giectásicas (carcinoma en cuirasse) o muy similares a 1998;38:397--404.
morfea (tipo eberneum carcinoma), y en los casos de pa- 6. Sontheimer RD, Provost TT: Cutaneous manifestations of
rheumatic diseases. Filadelfia, Lippincott Williams & Wil-
cientes que han recibido radioterapia son muy difíciles
kins, 2004:65--103.
de diferenciar de carcinomas basocelulares, epidermoi- 7. Medina D, Alonzo L, De la Cruz LJ: Dermatomiositis para-
des, sarcoma o fibroxantoma atípico, que surgen de neoplásica. A propósito de un caso y breve revisión de la lite-
novo en toda el área de radiodermatitis. ratura. Dermatología Rev Méx 2002;46(5):227--231.

DRESS (ERUPCIÓN, EOSINOFILIA mente. Diez días después cambió difenilhidantoína por
Y SÍNTOMAS SISTÉMICOS TIPO carbamazepina 200 mg/12 h.
SÍNDROME DE HIPERSENSIBILIDAD Cinco días después de iniciado el tratamiento reapa-
A MEDICAMENTOS) rece la fiebre de 39 _C, severo ataque al estado general,
exantema generalizado eritematovioláceo, edema in-
tenso de cara y párpados, aparición de pequeñas úlceras
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

en los labios, sin úlceras bucales, oculares o genitales.


Presentaba ictericia conjuntival +++. No había adeno-
Historia: paciente femenina de 14 años de edad. Ante- patías ni visceromegalias (figuras 63, 64 y 65).
cedentes de crisis convulsivas tipo gran mal, de seis me- Pruebas de laboratorio: HB 15.4. Leucocitos
ses de evolución, que se asociaban con la menstruación 13 500. Neutrófilos 62%.
y, por ende, catalogadas como epilepsia catamenial. Linfocitos 21%. Eosinófilos 2%. Monocitos 3%. Ba-
Inició tratamiento con difenilhidantoína 100 mg/8 h. sófilos 2%. Bandas 3%. Plaquetas 143 000. TGO 403.
Tres meses después empieza con hipertermia de 39 _C, TGP 670. Fosfatasa alcalina 693. DHL 504. Bilirrubi-
ataque al estado general, odinofagia y dolor de garganta, nas totales 25.8. BD 13.2. BI 12.6. Anticuerpos antirru-
exantema maculopapular que afectaba cara y cuello. Se béola IgG: negativo. IgM: positivo. Antiestreptolisinas
efectuó diagnóstico de rubéola y al tercer día se inició 50 UI.
antibiótico (penicilina procaínica) por persistir los sín- Serología para hepatitis viral: negativa. Anticuerpos
tomas faríngeos y la fiebre. Evolucionó satisfactoria- anticitomegalovirus, cultivo de exudado faríngeo y uro-
38 El ABC cutáneo del internista

Figura 63. Paciente febril, ictérica, con exantema eritemato-


violáceo, rostro edematizado, sobre todo en labios, que ade-
más muestran exulceraciones y costras.

Figura 65. Exantema macular y purpúrico con edema y piel


cultivos: negativos. Urocultivo con 100 000 colonias de caliente en extremidades.
Escherichia coli.
Biopsia de piel: se encontró necrosis de queratinoci-
prednisona. A las 72 h el edema facial empezó a mejo-
tos, infiltrado linfocitario en la interfase dermoepidér-
rar; aunque la fiebre persistía, se presentaba en forma
mica y perivascular, sin datos de vasculitis (figura 66).
más esporádica durante el día, y las lesiones dermatoló-
Diagnóstico: DRESS (erupción, eosinofilia y sínto-
gicas empezaron a disminuir de intensidad. A los 15
mas sistémicos tipo síndrome de hipersensibilidad a
días de hospitalización las bilirrubinas habían bajado a
medicamentos).
11.3 y las transaminasas hasta 367 TGO y 289 TGP. Se
Evolución y tratamiento: durante las primeras 72 h
dio de alta a la paciente con tratamiento a base de 30 mg
de hospitalización la evolución de la paciente fue tór-
de prednisona con esquema de reducción. El tratamien-
pida, continuando con mal estado general e hipertermia.
to anticonvulsivo se instaló a base de ácido valproico,
El exantema se volvió purpurino con exulceraciones en
ya que el exantema reapareció con ambas dosis de prue-
algunas áreas, su cuenta leucocitaria se incrementó has-
ba con difenilhidantoína y fenobarbital.
ta 24 000 y presentó eosinofilia de 24%, trombocitope-
Historia: paciente femenina de 15 años de edad sin
nia progresiva hasta 57 000; transaminasas y bilirrubi-
antecedentes de importancia. Su padecimiento empezó
nas permanecieron altas.
Se trató con soluciones parenterales, soluciones se-
cantes en áreas exulceradas, lubricantes y 50 mg de

Figura 64. Palmas de las manos con coloración eritemato- Figura 66. Algunas áreas con necrosis de queratinocitos,
congestiva. Edema marcado. No hay datos de vasculitis. degeneración vacuolar e infiltrada por eosinófilos.
El ABC cutáneo del internista 39

a las dos semanas de haber iniciado tratamiento para el Seis meses después la paciente cursó con un cuadro
acné con 50 mg/12 h de minociclina y haberse expuesto gripal que la obligó a tomar acetaminofén; nuevamente
indiscriminadamente a la luz solar. Tuvo hipertermia presentó exantema maculopapular extenso, esta vez sin
hasta de 39 _C, ataque al estado general, odinofagia, síntomas generales, y fue internada para observación.
exantema maculopapular distribuido en áreas expuestas Durante su estancia en el hospital llamó la atención
a la luz (respetaba sólo el área del traje de baño), edema la presencia de taquicardia persistente. Las pruebas de
intenso de cara y párpados. Fue internada y se descarta- función tiroidea demostraron hipertiroidismo provoca-
ron infecciones activas. El manejo fue con soluciones do por una tiroiditis que cedió con glucocorticoides y ta-
parenterales y antihistamínicos, así como esteroides tó- pazol.
picos de baja potencia, sin resultados. La fiebre persis- Comentario: las reacciones a los medicamentos son
tió por 10 días e inició con ictericia conjuntival y colu- una inevitable consecuencia de la vasta terapéutica far-
ria. El exantema se agudizó y se volvió purpúrico, sobre macológica disponible en la actualidad. Los fármacos
todo en las extremidades inferiores. deben ser metabolizados y eliminados del organismo
Al ingresar, la paciente presentaba hipertermia conti- por diversas vías de inactivación y excreción.
nua de 39 _C, postración, exantema generalizado macu- La mayoría de las vías metabólicas detoxificantes
lopapular con acentuación en áreas expuestas al sol. El están sujetas a control genético y su alteración permite
exantema era eritematopurpúrico, la paciente tenía am- la producción y acumulación de metabolitos interme-
pollas aisladas, las mucosas estaban respetadas pero se dios que pueden ser muy reactivos o poseer toxicidad e
observaba ictericia ++, y tenía adenopatías pequeñas inmunogenicidad individuales.
dolorosas a nivel axilar y cuello; no presentaba creci- La frecuencia de las farmacodermias no se conoce en
mientos viscerales. forma exacta; sin embargo, varía entre 2 y 3% de los pa-
Pruebas de laboratorio: HB 14.6. Leucocitos cientes hospitalizados. Aproximadamente 1 de cada
25 700. Neutrófilos 17%. Linfocitos 13%. Monocitos 1 000 pacientes hospitalizados presenta una reacción
2%. Eosinófilos 40%. Basófilos 1% y bandas 8%. Pla- cutánea grave que puede causar la muerte o dejar secue-
quetas de 130 000. Bilirrubinas totales de 6.9. BD 4.8. las permanentes. La aparición de efectos dermatológi-
BI 2.1. Fosfatasa alcalina 386. TGO 1 040. TGP 860. cos indeseables de los anticonvulsivantes fue descrita
Serología para hepatitis, CMV, herpes simple y Epstein desde 1940. Los primeros en describir un cuadro de seu-
Barr: negativos. Cultivo de exudado faríngeo, uroculti- dolinfoma fueron Coope y Burrows en un paciente tra-
vo y hemocultivo: negativos. El cultivo de la punta del tado con fenitoína.
catéter aisló E. coli. Seltzstein y Ackerman describieron en 1959 la linfa-
El estado general de la paciente continuó malo y sus denopatía provocada por anticonvulsivantes, que era si-
cuentas leucocitarias se elevaron hasta 50 300 con eosi- milar a los linfomas malignos y desaparecía al suspen-
nofilias entre 30 y 40%. Las plaquetas disminuyeron a derse los medicamentos.
78 000. Las bilirrubinas se elevaron hasta 10.6 y las Desde entonces han aparecido innumerables publi-
transaminasas siguieron igual. caciones al respecto, refiriéndose también a otra clase
Biopsia de piel: dermatitis de interfase con infiltrado de cuadro clínico llamado síndrome de hipersensibili-
linfocitario perivascular y necrosis epidérmica segmen- dad, que se ha asociado con el uso de carbamazepina, fe-
taria. nitoína, fenobarbital, alopurinol, dapsona y minoci-
Diagnóstico: DRESS (erupción, eosinofilia y sínto- clina.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mas sistémicos por síndrome de hipersensibilidad a me- Se le ha denominado DRESS (drug rash, eosinophi-
dicamentos). lia and systemic symptoms). Se caracteriza por la apari-
Evolución y tratamiento: se inició tratamiento con ción de un exantema maculopapular que progresa a una
líquidos parenterales, cefotaxima 500 mg IV/8 h, pred- eritrodermia exfoliativa con fiebre, adenopatía y ataque
nisona 50 mg, antiácidos, lubricantes y esteroides tópi- multivisceral. El exantema se inicia primero en la cara,
cos de potencia intermedia con respuesta satisfactoria. causando gran edema de la misma y de la región perior-
La paciente pudo egresar del hospital a los 17 días. bitaria. Se extiende a las extremidades superiores, tron-
Dos semanas después se expuso nuevamente al sol y co y extremidades inferiores. La erupción se vuelve in-
volvió a presentar exantema, que esta vez afectaba sólo filtrada, edematosa, presenta acentuación folicular.
cara y brazos (las áreas expuestas). Se decidió dejar la Histológicamente corresponde a una dermatitis de
dosis de prednisona en 25 mg/10 días y después conti- interfase con infiltrado linfoide en banda de linfocitos
nuar su disminución. Se prescribieron filtros solares y atípicos o localizado alrededor de los vasos. Existe poca
el problema desapareció. necrosis epidérmica; sin embargo, se pueden encontrar
40 El ABC cutáneo del internista

pústulas estériles. Pueden existir ampollas aisladas que cuadro remite habitualmente al instalarse el tratamiento
afectan sobre todo los labios y la faringe. Conforme va adecuado.
evolucionando el padecimiento, el exantema se torna
purpúrico sobre todo en las extremidades y se resuelve
con una descamación extensa.
REFERENCIAS
Con frecuencia hay linfadenopatía localizada o gene-
ralizada dolorosa que histológicamente puede mostrar 1. Callen JP et al.: Drug eruptions, comprehensive reference
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La afección multisistémica es muy común, siendo el Rheum Engl Ed 1997;64:5--9.
hígado el órgano que se ve afectado con más frecuencia; 4. Knowles S, Shapiro L, Shear N: Serious adverse reactions
se puede presentar con signos de hepatitis colestásica o induced by minocycline. A report of 13 patients and review
con franca insuficiencia hepática, lo cual podría llevar a of the literature. Arch Dermatol 1996;132:334--339.
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El hígado se infiltra por acúmulos de eosinófilos, hay systemic lupus eryrthematosus--like syndrome. BMJ 1996;
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matología de nefritis, neumonitis, carditis y tiroiditis. El Ardor Scribendi, 2005:159--167.

E Antecedentes personales patológicos: hipertensión


arterial sistémica, con descontroles crónicos y tratada
hasta la actualidad con enalapril y metoprolol. Cardio-
patía hipertensiva. Aterosclerosis. Hiperlipidemia que
EMBOLIA POR COLESTEROL se controla con pravastatina.
Estudios de laboratorio y gabinete: biometría he-
mática completa y química sanguínea: normales. Coles-
terol 253. Triglicéridos 189. TP/TPT, plaquetas: norma-
Historia: paciente femenina de 71 años de edad con an- les.
tecedentes personales de hipertensión arterial tratada con
cardiopatía hipertensiva y aterosclerosis. Acude a con-
sulta por dolor en pie derecho. Los familiares relatan pro-
cedimiento angiográfico en pierna derecha 48 h antes.
Exploración física: presión arterial de 170/120
mmHg, disminución de la pulsación carotídea a fre-
cuencia de 52/min. Soplo holosistólico grado II/IV y
perceptible como soplo áspero en aorta abdominal.
Con dermatosis localizada en segundo ortejo de pie
derecho con esfacelo, con coloración lívida purpúrica
marginal. Doloroso a la movilización y con notable dis-
minución distal del llenado capilar (figuras 67 y 68).
El resto de las extremidades muestran atrofia epidér-
mica con disminución de vello y piel fría en dos tercios
distales, la cual se tornaba cianótica al elevar el miem-
bro afectado. Refiere que un día antes de iniciar con su
sintomatología del pie se le realizó una arteriografía de Figura 67. Placa esfacelada, con úlcera indurada y profun-
la misma extremidad, con punción de catéter en la re- da, que afecta la cara interna del primer dedo del pie, luego
gión inguinal dos días antes. de cateterismo arterial.
El ABC cutáneo del internista 41

Figura 70. Iconografía que sobrepone catéteres intravascu-


Figura 68. A mayor acercamiento, nótese la extensa área lares y arterias coronarias en oclusión y que hace recordar
que ocupa la escara en el dedo. el antecedente de un procedimiento intervencionista intraar-
terial y el riesgo de embolismo por colesterol.

Electrocardiograma: bradicardia sinusal de 52/min.


Fibrilación auricular recurrente. o instrumentación en pacientes con marcada ateroscle-
Biopsia de piel: áreas extensas de necrosis y hemo- rosis, aunque también puede ocurrir en forma espontá-
rragia en la dermis. Capilares y vénulas con trombos de nea, o menos frecuentemente después de la administra-
fibrina intraluminal, sin inflamación perivascular. Cris- ción IV de estreptocinasa o derivados de cumarina.
tales de colesterol corroborados a la birrefringencia (fi- Los fragmentos de las placas ulceradas del ateroma
gura 69). pueden embolizar vasos periféricos de la piel o de es-
Diagnóstico: embolia por colesterol. tructuras como riñón, sistema nervioso central y ojo.
Evolución y tratamiento: se hace el diagnóstico de La sintomatología dependerá del sitio de origen de
embolismo por colesterol por el antecedente de punción los cristales de colesterol y del órgano afectado en parti-
arterial en un paciente con aterosclerosis y necrosis dis- cular, incluso hasta ser causa de muerte súbita. En atero-
tal con cianosis y hallazgos sugestivos en la biopsia cu- mas localizados en la arteria femoral, el desprendimiento
tánea (figura 70). Se le dio tratamiento sintomático e de microémbolos de colesterol puede ocasionar ciano-
interconsulta con cirugía general, que decidió la ampu- sis distal, hemorragias en astilla, petequias, púrpura con
tación del ortejo afectado. livedo reticularis y nódulos purpúricos, los cuales pue-
Comentario: la embolización por cristales de coles- den ulcerarse y dar un cuadro similar a la poliarteritis
terol ocurre generalmente después de cirugía vascular nodosa; en ocasiones hay gangrena.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 69. Lesiones histopatológicas cutáneas y renales, que muestran vasos arteriales y glomérulo, con un hueco en forma de
lápiz que corresponde al espacio ocupado por colesterol.
42 El ABC cutáneo del internista

Figura 73. Aspecto clínico conspicuo que muestra livedo re-


ticularis en pie cianótico, en pleno proceso embolígeno y
Figura 71. Arteriografía de aorta abdominal en paciente con gangrenante.
síndrome de Leriche, cuya arteria iliaca izquierda ocluida re-
presenta un riesgo para manipulación angiográfica.

En el caso de émbolos provenientes de aorta abdomi- Asimismo, de forma reciente se describen casos de
nal puede ocurrir insuficiencia renal, infartos gastroin- pacientes con deficiencias congénitas de proteína C (he-
testinales, pancreatitis hemorrágica con fiebre, pérdida terocigotos) o proteína S, o adquiridas (hepatopatía, in-
de peso, mialgias, hipertensión arterial súbita, además suficiencia renal crónica, infecciones virales o bacteria-
de las lesiones cutáneas antes descritas en miembros in- nas, déficit de vitamina K por uso excesivo de
feriores (figuras 71, 72 y 73). antibióticos y anticuerpos antifosfolípidos), donde alte-
Aunque con menor frecuencia, las extremidades su- raciones aún misteriosas de la trombomodulina, funcio-
periores también pueden verse afectadas por ateromas nalidades cualicuantitativas de las proteínas C o S y de
en el arco aórtico, con manifestaciones isquémicas del las células endoteliales favorecerán el depósito de cris-
sistema nervioso central o del corazón. tales colesterólicos.
En un tercio de los pacientes la enfermedad es desen- En los exámenes sanguíneos puede verse eosinofilia
cadenada por el uso de anticoagulantes, con más fre- con elevación de los niveles de amilasa, la velocidad de
cuencia por cumarínicos, desde la primera semana de sedimentación globular y creatinina y nitrógeno de
iniciada la terapéutica, especulándose que se origina por urea.
trombosis capilar difusa con sangrado intersticial, y de En orina y heces es posible detectar sangre.
forma subsecuente estasis vascular en la microcircula- El diagnóstico se puede confirmar por histopatología
ción, extendiéndose hasta tejido graso. al observar los espacios dejados por los cristales de co-
lesterol en forma de agujas, en ocasiones acompañados
de una reacción a cuerpo extraño, con células gigantes
en la pared del vaso, además de fibrosis de la íntima y
trombo de fibrina.
La biopsia se realiza en el órgano afectado; en lesio-
nes cutáneas de livedo reticularis la biopsia deberá ser
profunda (en huso, empleando hoja de bisturí # 10,
muestreando hasta la vecindad con la fascia).
En cuanto al tratamiento, por desgracia sólo es sinto-
mático. En algunos casos es posible realizar bypass o
endarterectomía para remover el émbolo. Si el paciente
está con anticoagulantes, se recomienda suspenderlos y
cambiar a heparinización.
Estos cuadros tan graves son un importante mensaje
Figura 72. Pie en recuperación cicatrizal, posembolia coles- para el uso cada vez más prudente de las tecnologías in-
terólica. tervencionistas.
El ABC cutáneo del internista 43

REFERENCIAS 3. Sheehan MG, Condemi JJ, Rosenfeld SI: Position--depen-


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EPPER (ERUPCIÓN POLIMORFA Examen físico: numerosas pápulas eritematosas y


PRURIGINOSA EOSINOFÍLICA excoriaciones con predominio en miembros inferiores;
ASOCIADA A RADIOTERAPIA) también se aprecian algunas lesiones en miembros su-
periores y tronco, y se nota la presencia de escasas vesí-
culas. En el tronco se observan algunos habones y en la
cara anterior de la pierna derecha se aprecia un nódulo
Historia: mujer de 56 años de edad que desde hace cin- subcutáneo (figura 74).
co semanas presenta numerosas pápulas eritematosas, Pruebas de laboratorio: hemograma 12.5. Hemató-
muy pruriginosas, acompañadas de escasas vesículas crito 38. Leucocitos 9 300. Neutrófilos 56. Linfocitos
localizadas principalmente en miembros inferiores; 30. Eosinófilos 12.
también presenta lesiones similares diseminadas en Monocitos 2. Glucemia 98. Creatinina 0.8. TGO 10.
tronco y extremidades superiores, y algunos habones. TGP 12.
Antecedentes personales patológicos: dos meses Biopsia de piel: en epidermis se aprecian microvesí-
atrás se le diagnosticó un carcinoma de cérvix, estadio culas con abundantes eosinófilos. En dermis media y
2 b, y se inició cobaltoterapia; al momento de iniciarse profunda existe un infiltrado mixto linfohistiocítico in-
el brote había recibido 2.500 Cy. No tiene otros antece- tersticial con predominio de eosinófilos. En la dermis
dentes. adventicia hay hallazgos similares. En dermis profunda
Medicación actual: clorfeniramina e hidroxicina y grasa subcutánea se aprecia paniculitis con numerosos
con muy poca mejoría. No recibe otras medicaciones. eosinófilos (figura 75).
Diagnóstico: EPPER (erupción polimorfa prurigi-
nosa eosinofílica asociada a radioterapia).
Curso y terapéutica: la paciente fue tratada con an-
tihistamínicos sedantes y tuvo alguna mejoría; después
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 74. Lesiones múltiples en ambas piernas, la mayoría Figura 75. La biopsia muestra un aspecto del espécimen de
de ellas pápulas y excoriaciones inducidas por el intenso piel donde se aprecia el infiltrado inflamatorio perivascular,
prurito. La paciente tenía algunas vesículas y habones oca- compuesto de linfocitos, moderada cantidad de neutrófilos
sionales. y abundantes eosinófilos (40X).
44 El ABC cutáneo del internista

de ocho meses las lesiones disminuyeron gradualmente querir corticosteroides orales por periodos cortos. La
hasta desaparecer. evolución de este padecimiento es de pocas semanas a
Comentarios: la erupción polimorfa pruriginosa eo- varios meses, pues el cuadro es recalcitrante. Finalmen-
sinofílica asociada a radioterapia (EPPER) es una enti- te cede en forma espontánea y gradual.
dad descrita recientemente en un numeroso grupo de En esta enferma la erupción cutánea se desarrolló du-
pacientes con cáncer que fueron tratados con radiotera- rante la radioterapia utilizada para tratamiento del cán-
pia, la mayor parte de ellos con cobalto y unos pocos con cer, iniciándose después de recibir la mitad de la dosis.
acelerador lineal. La mayoría de los pacientes presenta- Este antecedente permitió sospechar la presencia de
ban carcinoma epidermoide de cérvix uterino, pero EPPER y descartar las otras posibilidades mencionadas
también se encontró asociado con adenocarcinoma de en el diagnóstico diferencial.
próstata, adenocarcinoma de recto, tumor retroperito-
neal, seminoma y cáncer de vejiga.
El cuadro sugiere prurigo por picaduras de insecto, REFERENCIAS
erupciones medicamentosas, reacciones alérgicas por
parasitismo intestinal, síndrome hipereosinofílico, sín-
drome de Well y aun la erupción papular pruriginosa
ocasionada por la infección del VIH. 1. Rueda R, Valencia I, Covelli C, Escobar C, Falabella R:
Eosinophilic, polymorphic, and pruritic eruption associated
La enfermedad, cuyo síntoma dominante es el inten- with radiotherapy. Arch Dermatol 1999;135:804--810.
so prurito de prolongada evolución, es polimorfa con 2. Chusid MJ, Dale DC, West BC, Wolff SM: The hypereosi-
predominio de pápulas eritematosas y excoriaciones y nophilic syndrome: analysis of 14 cases with review of the li-
menos frecuentemente habones, vesículas o ampollas, terature. Medicine 1975;54:1--27.
y en algunos casos nódulos de paniculitis. Las palmas y 3. Spry CT, Davies J, Tai PC et al.: Clinical features of fifteen
patients with the hypereosinophilic syndrome. QJM 1983;
plantas o mucosas nunca se afectan.
52:1--22.
La confirmación histopatológica demuestra un pa- 4. Ishii N, Nishiyama T, Sugita Y, Nakajima H: Pruritic, pa-
trón inflamatorio con infiltrados perivasculares superfi- pular eruption of the acquired immunodeficiency syndrome.
cial y profundo sin necrosis del epitelio. La eosinofilia Acta Derm Venereol 1994;74:219--220.
tisular es notoria, y en ocasiones se observan micropús- 5. LeBoit P: Subacute radiation dermatitis: a histological imi-
tulas intraepiteliales con numerosos eosinófilos; tam- tator of graft versus host disease. J Am Acad Dermatol 1989;
20:236--341.
bién puede presentarse una paniculitis eosinofílica. 6. Brehmer AE, Kaaman T, Skog E, Frithz A: The histopa-
El tratamiento es poco efectivo con los antihistamíni- thogenesis of the flame figures in Well’s syndrome based on
cos habituales, y si el cuadro es muy severo puede re- five cases. Acta Dermatol Venereol 1986;66:213--219.

ESPOROTRICOIDE, DERMATOSIS Antecedentes personales patológicos: como ante-


cedentes patológicos el paciente padece de hipertensión
arterial manejada con un inhibidor de la ECA. Posee
animales domésticos (aves, perro) y un acuario que lim-
Historia: paciente masculino de 49 años de edad, casa- pia y mantiene con regularidad; en ocasiones come pes-
do, médico internista, originario de Culiacán, Sinaloa. cado crudo y practica la natación.
Empezó con un nódulo en el dedo medio de la mano de- Examen físico: el paciente presenta una dermatosis
recha de tres meses de evolución, que se presentó des- diseminada al dedo índice de la mano derecha y al ante-
pués de la mordedura de un perico. Posteriormente de- brazo del mismo lado que sigue una disposición linfan-
sarrolló lesiones sobreelevadas que siguen el trayecto gítica constituida por nódulos eritematosos como de 1
linfático en el antebrazo, drenan escaso exudado puru- a 4 cm de diámetro, que se palpan bien delimitados, in-
lento y no son dolorosas. Inicialmente se realizaron cul- doloros, dos de ellos ulcerados y que drenan escaso ma-
tivos, que fueron negativos, y una biopsia de una infla- terial serohemático (figuras 76 y 77).
mación crónica inespecífica. En su lugar de residencia Exámenes complementarios: se aplicó intradermo-
la impresión diagnóstica fue de esporotricosis y se insta- rreacción con PPD con induración de 7 mm. Esporotri-
ló tratamiento a base de yoduro de potasio. No se obtuvo cina negativa. Rx de tórax sin alteraciones. Examen mi-
ningún beneficio con la terapéutica empleada. cológico directo y frotis con Gram y Ziehl--Neelsen:
El ABC cutáneo del internista 45

Figura 78. Infiltrado granulomatoso profundo (HE 40X).

Figura 76. Nódulo eritematoso con ulceración y paroniquia


acompañante.
tes de renovación continuas. Por este motivo los huma-
nos adquieren la enfermedad, sobre todo en piscinas y
negativos. Biopsia con reacción granulomatosa, culti- peceras, luego de algún traumatismo.
vos en Sabouraud y en agar sangre: negativos (figura El término granuloma de las piscinas o de las peceras
78). se ha usado con frecuencia para describir este padeci-
En Lowenstein--Jenssen se desarrolló una colonia miento. Clínicamente las lesiones se presentan como
amarillenta de crecimiento lento identificada como My- una lesión única nodular o pústula, por lo general en la
cobacterium marinum (figuras 79 y 80). mano o en algún sitio de traumatismo. Estos nódulos se
Diagnóstico: dermatosis esporotricoide (micobacte- pueden ulcerar.
riosis atípica cutánea por Mycobacterium marinum). En algunos casos los nódulos se pueden diseminar si-
Evolución y tratamiento: se decidió instaurar trata- guiendo el trayecto de los ganglios linfáticos, tomando
miento con minociclina 200 mg/día por ocho semanas el aspecto de una esporotricosis (tal como lo presentó
y terapia antifímica con la combinación isoniacida, ri- este paciente) y llevando a una confusión inicial del tra-
fampicina, pirazinamida. La evolución fue favorable tamiento en ausencia de un estudio micológico, frotis o
pues el paciente se curó en dos meses, y el segundo tra- cultivos apropiados para la confirmación del diagnós-
tamiento se administró durante seis meses. tico.
Comentario: la micobacteriosis por Mycobacterium Al microscopio en la biopsia cutánea es difícil el ha-
marinum es la forma clínica más frecuente de las mico- llazgo de los bacilos resistentes a ácido, ya que se en-
bacteriosis atípicas. Este tipo de micobacteria crece
principalmente en medios acuosos, sobre todo sin fuen-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 77. El mayor de los nódulos estaba exulcerado. Figura 79. M. marinum, cultivo en Lowenstein--Jenssen.
46 El ABC cutáneo del internista

Muchos dermatólogos y clínicos recomiendan, como


fármaco de elección, la minociclina (o doxiciclina) 200
mg/día por algunas semanas.

REFERENCIAS

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trimetoprim con sulfametoxazol. gía Rev Mex 2004;48:101--105.

EXANTEMA VIH POR SEROCONVERSIÓN Exámenes de laboratorio: HB 8.1. Leucocitos de


4 200, con linfocitos de 13%, plaquetas de 90 000. VSG

Historia: hombre de 30 años de edad que desde hace


una semana presenta fiebre intermitente hasta de 38.5
_C, odinofagia, evacuaciones diarreicas hasta cuatro
veces al día, dolor abdominal difuso y erupción genera-
lizada que apareció 48 h antes de su ingreso.
Antecedentes: en los últimos 10 meses el paciente
ha tenido uretritis gonocócica y por Chlamydia tracho-
matis.
Medicación actual: AspirinaR, paracetamol y lope-
ramida.
Examen físico: dermatosis generalizada, predomi-
nando en cara, cuello, tronco y raíces de todas las extre-
midades, respetando palmoplantas. Hay máculas desde
milímetros hasta 1 cm, rosadas, y otras intensamente ro-
Figura 81. Extensos exantemas morbiliformes, con tonali-
jas en el centro, las más de ellas tendientes a coalescer dades desde el rosa hasta el purpúrico acentuado, sobre
(figuras 81 y 82). Se percibe adenopatía occipital, axilar todo en extremidades y tronco, regiones inguinales y muslo,
y cervical. Aftas en cavidad bucal y una pequeña ulcera- en paciente febril, con sospecha y confirmación ulterior de
ción indurada, de 1 x 1 cm, en dorso del pene. seroconversión aguda por VIH.
El ABC cutáneo del internista 47

incluirse la probabilidad de primoinfección por VIH--1,


dependiendo de la constelación sintomática y los ante-
cedentes de riesgo bien recabados. Estos casos se pre-
sentan hasta en 90% de los pacientes, aunque suele ocu-
rrir seroconversión asintomática. El problema será
convencer a los pacientes y sus familiares de que los an-
ticuerpos del diagnóstico definitivo aparecerán en gene-
ral hasta cuatro a seis semanas después de los primeros
signos clínicos de esta primoinfección.
En la historia natural del VIH destaca el estadio ini-
cial, grupo I, de infección aguda, que anunciará el esta-
blecimiento asintomático, quizá hasta de 10 años, del
grupo II. La presentación de linfadenopatía generaliza-
Figura 82. Nótese la profusión lesional a nivel de extremida- da y progresiva cataloga al grupo III. Cuando se agregan
des.
síntomas inespecíficos como pérdida de peso, fiebre,
diarrea crónica y alteraciones mucocutáneas (hasta en
de 36. Pruebas de funcionamiento hepático normales. 90% de los enfermos) los pacientes están en el grupo IV
Reacciones febriles negativas. VDRL y FTA--ABS ne- A (complejo relacionado con SIDA).
gativos. VIH por ELISA negativo. No fue determinado Por categorías se consideran: N: asintomático; A: de
RNA--viral. sintomatología leve; B: de sintomatología moderada; C,
Biopsia de piel: infiltrado perivascular superficial de sintomatología grave. Grosso modo, los hallazgos
de histiocitos y linfocitos, sin evidencia de vasculitis (fi- cutáneos pueden dividirse en tres categorías:
gura 83).
Diagnóstico: exantema VIH--1 por infección prima- a. Infecciosas.
ria (síndrome de seroconversión aguda). b. Dermatosis inflamatorias.
Evolución y tratamiento: al comprobarse seis se- c. Neoplasias.
manas después VIH positivo y carga viral mayor de
10 000 copias del RNA del VIH por mL se inició una El síndrome inicial, de seroconversión aguda, se presen-
combinación de azidotimidina, lamivudina (3 TC) y ta con un cuadro clínico explosivo, agudo, que remeda
efavirenz (DMP 266). por mucho la afección por virus de Epstein--Barr (mo-
Comentario: en los casos actuales de todos los pa- nonucleosis infecciosa) con odinofagia, fiebre, sudores
cientes evaluados por presentar fiebre y exantema debe nocturnos, letargia, mialgias, cefalea, dolor retroocular,
náusea, vómito, anorexia, linfadenopatía occipital, cer-
vical y axilar, exantema polimorfo, ulceraciones oroge-
nitales y rectales, así como datos francos de meningoen-
cefalitis, reflejando un intenso tropismo linfocitopático.
Este primer evento anuncia la adherencia de la glicopro-
teína viral gp 120 a la molécula celular receptiva CD4.
La erupción puede ser superficial, con placas erite-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

matoescamosas, con escama periférica, parecida a la pi-


tiriasis rosada, con pápulas de predominio acral como
en el síndrome de Gianotti--Crosti, o bien puede ser pur-
púrica intensa, con hemorragias focales, como en las
vasculitis. Las aftas mucosas de boca, faringe, esófago,
recto y ano generan intensa dificultad para deglutir y de-
fecar. En ese momento puede detectarse un descenso sú-
bito de células T cooperadoras, que se recuperan pronta-
mente. Si la erupción se acompaña de candidiasis de
Figura 83. En biopsia cutánea: infiltrados perivasculares
cavidad bucal es de muy mal pronóstico, puesto que el
desde la dermis superficial, algunos de disposición infundi- progreso de la enfermedad hacia el desarrollo de SIDA
bular, predominantemente linfohistiocitarios, sin vasculitis, se observa en un periodo más corto. El diagnóstico dife-
compatibles con exantema VIH. rencial obligado es con otros exantemas virales comu-
48 El ABC cutáneo del internista

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5. Kasper DL, Braunwald E, Fauci AS, Longo D, Hause SL
et al.: Harrison, Principios de medicina interna. 16ª ed.
1. Cruz PD Jr et al.: HIV infection and the dermatologist. Semi McGraw--Hill, 2005:1202--1238.

F Examen físico: abundantes pápulas foliculares, con


nodulitos y pústulas en cara, cuello, parte alta de la es-
palda, tronco anterior y raíces de brazos (figuras 84 y
85). Además, mostraba excoriaciones múltiples, costras
FOLICULITIS EOSINOFÍLICA melicéricas y algunas placas de liquenización.
Laboratorio: HB 9.4. Leucocitos 3 700. Linfocitos
10%. IgE 1, 248 U. Pruebas de funcionamiento hepático
y renal normales.
Historia: hombre de 36 años de edad, con seis meses de Biopsia de piel: infiltrado inflamatorio perifolicular
evolución con prurito generalizado y lesiones que su- con predominio de eosinófilos, moderada cantidad de
gieren piquetes de insecto. Fue tratado como escabiosis, histiocitos, linfocitos y neutrófilos. Destaca espongio-
con empeoramiento sintomático. Comentó insomnio sis folicular y formación de microabscesos (figura 86).
persistente. Diagnóstico: foliculitis eosinofílica por SIDA.
Antecedentes personales: con práctica bisexual ac- Evolución y tratamiento: se sugirió desinfección--
tiva. VIH positivo desde dos años antes, con último con- desinfestación del lugar donde habita. Dosis oral inicial
teo de CD4 de 150. de 25 mg de doxepina que se incrementó hasta 50 mg/
día, betametasona con vioformo en crema.

Figura 84. Numerosas pápulas foliculares y pústulas, muy Figura 85. Numerosas lesiones en extremidades, de carac-
excoriadas, algunas de ellas liquenizadas y con exudación. terísticas similares a las del rostro.
El ABC cutáneo del internista 49

llama por colágena alterada secundaria a la de-


granulación eosinofílica.
3. VIH positivo, cultivos negativos para bacterias
y hongos, eosinofilia periférica, con elevación de
IgE y conteo de CD4 menor a 200.

Se ha señalado que la diferencia básica con la enferme-


dad de Ofuji consiste en que esta última se presenta bá-
sicamente en pacientes inmunocompetentes, si bien se
reconocen tres variantes o subentidades:

a. La forma clásica o enfermedad de Ofuji.


b. La asociada con infección por VIH.
c. La forma infantil.

En la patogénesis se especula una respuesta aberrante de


la respuesta celular por citocinas Th2, con incremento
en la secreción y producción de IL--4 y sobre todo de
Figura 86. Microabsceso y espongiosis parafoliculares, con IL--5 (crucial en la proliferación de precursores de eosi-
intenso infiltrado inflamatorio, con abundantes eosinófilos, nófilos y estimulando su liberación de mediadores).
sugestiva de infundibulitis supurativa y granulomatosa.
Sería, por lo tanto, una respuesta aberrante Th2 ante
Demodex folliculorum longus y Demodex folliculorum
brevis, ácaros parasitadores crónicos de folículos pilo-
Su respuesta fue moderadamente satisfactoria. Fue sos, glándulas sebáceas de nariz, meato auditivo exter-
sometido a fototerapia con radiaciones ultravioleta B no y pestañas.
(UVB de banda estrecha 311 nm), observándose remi- En efecto, las observaciones han elucidado que esta
sión sintomática y lesional luego de la sexta sesión. afección predomina en sitios seborreicos donde abunda
Comentarios: hasta el momento la causa específica Demodex folliculorum, que se afectan preferentemente
es desconocida, ya que se discute el verdadero papel que los folículos y que los agentes terapéuticos como las
tenga Demodex folliculorum en su etiopatogenia. Los permetrinas inducen remisiones prolongadas. Esta pe-
casos observados con más frecuencia corresponden a culiar respuesta inmunoinflamatoria frente a un antíge-
pacientes del sexo masculino con VIH que tuvieron an- no folicular presenta matices de discusión interesantes,
tecedentes de atopia. ya que el paciente no se muestra séptico ni los distintos
Los casos más graves se observan en pacientes con cultivos desarrollan organismos patógenos.
infección por VIH activa y conteos CD4 inferiores a La búsqueda de Demodex folliculorum se logra al vi-
200. Su peculiar distribución en cabeza, cuello y raíces sualizar sobre portaobjetos con una gota de aceite de
de las extremidades superiores, con vesículas y pústulas maní o glicerina, sin tinción, percibiéndose directamen-
recalcitrantes y muy pruriginosas, considera una proba- te al ácaro en movimiento. Se sabe que estos ácaros pue-
bilidad de hasta 50% en todo caso de VIH con erupción den transportar rickettsias, herpes simple, microfilarias,
papular pruriginosa inespecífica. Se admiten actual- tripanosomas, espiroquetas y estafilococos.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mente los siguientes criterios diagnósticos: Las opciones terapéuticas son variadas: combinación
de potentes esteroides tópicos con antihistamínicos,
1. Pápulas, placas urticarianas, vesículas o ampo- itraconazol o metronidazol (por su poder queratofílico
llas foliculares, en afección a cabeza, cuello, y lipofílico sobre folículos pilosos), permetrina tópica,
tronco y extremidades superiores, prurito severo fototerapia con radiación ultravioleta B (UVB) o foto-
y recalcitrante (incoercible). quimioterapia con PUVA, y en los casos más graves,
2. Inflamación foliculocéntrica, predominantemen- ivermectina tópica u oral, doxiciclina, isotretinoína o
te por eosinófilos, por encima de la desemboca- prednisona orales (esta última en bajas dosis y no más
dura del conducto sebáceo, infiltrando la vaina de un mes). El cada vez más vasto mundo de los medica-
radicular externa y dermis folicular, ocasional- mentos antirretrovirales desde la introducción de la zi-
mente linfocitos, histiocitos y neutrófilos. Sin dovudina en 1987, y muy particularmente de los inhibi-
bacterias ni dermatofitos, espongiosis folicular, dores de proteasas, hasta los denominados HAART, con
abscesos eosinofílicos foliculares y figuras en relevante impacto en la prevalencia y severidad de afec-
50 El ABC cutáneo del internista

ciones como la relatada, hace suponer que existirán 2. Rosenthal D, LeBoit PE, Klumpp L, Berger TG: Human
cada vez menos casos reportables. Sin embargo, hasta immunodeficiency virus--associated eosinophilic folliculitis.
Arch Dermatol 1991;127:206--209.
el momento siguen las investigaciones para saber si este 3. Ashack RJ, Frost ML, Norins AL: Papular pruritic erup-
padecimiento tan crónico y atormentante es desencade- tion of Demodex folliculorum in patients with immunodefi-
nado por uno o varios agentes. ciency syndrome. J Am Acad Dermatol 1989;21:306--307.
4. Majors MJ, Berger TG et al.: HIV--related eosinophilic fol-
liculitis. A panel discussion. Semin Cutan Med Surg 1997;16
(3).
REFERENCIAS 5. Rubio de la Torre F, Herranz PP: Foliculitis eosinofílica:
¿enfermedad o signo? Revista Piel 2000;1(4) (Editorial).
6. Corredor OR, Nava CA et al.: Blefaritis por Demodex folli-
culorum. Rev Fac Med UNAM 2000;43(4).
1. Teraki Y, Konohona, Shiohana T et al.: Eosinophilic pustu- 7. Poletti ED, Moreno JL, Castillo F, Amaya M, Zúñiga AG
lar folliculitis. Successful treatment with interferon alfa. et al.: Propuesta de guías mexicanas de fototerapia y fotoqui-
Dermatology 1995;191;257--259. mioterapia. Dermatología Rev Mex 2002;46(5):217--223.

G líneas con bandas arciformes y festoneadas, incomple-


tas, tendientes al aclaramiento central, hiperpigmenta-
ción y bordes sobreelevados, en su borde interno con
fina descamación. No hay signo de Nikolsky (figuras
GLUCAGONOMA CON ERITEMA 88, 89 y 90).
NECROLÍTICO MIGRATORIO Exámenes de laboratorio: HB 10.6. Hto. 28. Leu-
cocitos con diferencial normales. Glucemia: 254. Exa-
men de VIH y repetidos coproparasitoscópicos negati-
vos. Pruebas de funcionamiento hepático y tiroideo:
Historia: paciente masculino de 57 años de edad con normales. Potasio sérico: 3.7. Sodio 131. Insulina pos-
erupción vesicular erosiva ardorosa, generalizada, re- prandial: 24 (Nl 5 a 25), gastrina 236 (Nl < 200), gluca-
currente, que cambia de forma, algunas zonas lesionales
que aparentan curar en 8 a 10 días mientras que apare-
cen otras nuevas, de cinco meses de evolución. Recien-
temente se ha acompañado de alteraciones bucales,
pérdida de peso, anemia y abundantes evacuaciones
diarreicas.
Por examen de KOH y biopsia de piel previos ha sido
tratado con distintos antimicóticos tópicos y sistémicos.
Antecedentes personales: tabaquismo y alcoholis-
mo desde los 40 años de edad. Diabetes mellitus de re-
ciente inicio y difícil control, con glibenclamida.
Medicación actual: glibenclamida, itraconazol, lo-
peramida, miconazol en gel oral.
Exploración física: adelgazado, frecuencia cardiaca
de 96/min. TA: 110/70. Lengua con eritema acentuado,
lisa, brillante, con denudación papilar y sin mostrar in-
filtraciones (figura 87). Exulceraciones, escama, erite-
ma y trasudación marginal angular de ambas comisuras.
Dermatosis generalizada más marcada en tronco, ab-
domen, ingles, glúteos y extremidades inferiores (mus-
los y dorso de pies), bilateral y asimétrica. Figura 87. Lengua hiperémica, brillante, lisa, depapilada,
Son numerosas las placas eritemato--vesículo--cos- con queilitis, como parte importante del cuadro de eritema
trosas, con formaciones anulares múltiples que dibujan necrolítico migratorio.
El ABC cutáneo del internista 51

Figura 90. Extremidad superior, su raíz y un segmento late-


ral del tronco con placas eritematovesiculares, erosivas, de
figuras caprichosas (predominando las arciformes), borde
sobreelevado, extensas, secundarias a glucagonoma.

Biopsia de piel: disqueratosis focal con paraquerato-


sis, focos dispersos de queratinocitos necróticos y áreas de
Figura 88. Extensas placas abdominales y en muslos, con necrosis coagulativa eosinofílica y confluente de estratos
actividad marginal vesiculoescamosa, arciforme y serpigi-
nosa, con centro claro, del eritema necrolítico migratorio.
superficiales. En dermis, infiltrados de células inflama-
torias. Las tinciones de Gram, PAS y Gomori--Grocott no
mostraron bacterias ni hongos. La inmunofluorescencia
gón 442 (Nl 50 a 250), VIP 102 (Nl < 50). Zinc plasmá- directa fue negativa.
tico de 78 (Nl 55 a 150). Diagnóstico: glucagonoma, con eritema necrolítico
Exámenes de gabinete: radiografías de tórax y ab- migratorio, secundario a carcinoma pancreático
domen normales. Ultrasonido abdominal sugestivo de Evolución y tratamiento: ratificado en dos ocasio-
neoformación en la cola pancreática de aproximada- nes más el incremento de los niveles de glucagón plas-
mente 3 cm. TAC abdominal que corrobora neoforma- mático, entre 500 y 750 picogramos por mL; se realizó
ción pancreática aludida, sin hepatomegalia, metástasis laparotomía para pancreatectomía parcial y linfadenec-
hepáticas o ganglios abdominales. tomía, corroborándose una neoformación hipervascular
en la cola del páncreas.
Se agregaron somatostatina subcutánea, zinc oral
(200 mg dos veces al día) y diyodohidroxiquinoleína
oral, con lo que la erupción y las molestias cutáneas ce-
saron, al igual que las evacuaciones diarreicas, la ane-
mia y la pérdida de peso en las siguientes dos semanas.
La glucemia tendió a la normalización con dieta. Los ni-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

veles de glucagón se restauraron.


Comentario: esta erupción erosiva y recurrente fue
catalogada en un inicio como una probable lesión indu-
cida por hongos en paciente diabético con descontrol
glucémico. El internista puede considerar que este diag-
nóstico amerita una exhaustiva evaluación intrahospita-
laria en presencia concomitante de otros indicadores
sistémicos, como diarrea, pérdida de peso y anemia.
Los eritemas figurados son procesos que tienen en
común, además de su rareza, el aspecto circinado y poli-
cíclico o arciforme cambiante. Son consecutivos a múl-
Figura 89. Eritema necrolítico migratorio y su connotación tiples causas, y en este caso resultó un evento paraneo-
morfológica similar a extremidades superiores y tronco. plásico. El eritema necrolítico migratorio empieza
52 El ABC cutáneo del internista

como eritema intenso, angular, anular o irregular, con mes de malabsorción (esprue celiaco) o de hiperfunción
vesículas, costras, escamas y erosiones marginales que endocrina e hipofunción exocrina por pancreatitis cró-
en ocasiones asemejan el aspecto craquelado de los ecce- nica, y en otros donde se producen aumentos de hormo-
mas (vesícula superficial, confluente y deleznable). nas polipeptídicas como gastrina, neurotensina, poli-
Se asienta preferentemente en abdomen, periné, péptido pancreático, vipomas, polipéptido vasoactivo
muslos, áreas intertriginosas (ingles), glúteos y miem- intestinal, síndromes MEN--2 tipo “a” y carcinomas
bros inferiores. Todos los orificios son afectados con medulares de tiroides hiperproductores de calcitonina.
mucha frecuencia (vagina, recto, ano, boca) y se obser- En general, los glucagonomas se deben a tumores de
va que la presión, la fricción y el trauma lo exacerban células alfa del páncreas y muy rara vez a otras localiza-
notoriamente ciones como duodeno o riñones.
Es probable la sobrecontaminación de estas lesiones En casi la mitad de los casos el paciente ya presenta
por Candida o estafilococos, y dan la falsa impresión de metástasis a hígado, ganglios, médula espinal o glándu-
que ellos son la etiopatogenia. las suprarrenales desde el momento de la primera sospe-
Su diagnóstico diferencial debe establecerse con cha diagnóstica.
pénfigo foliáceo y con las lesiones anulares de distinta Al igual que en los casos de acromegalia, insulino-
índole, cono las pustulosas de la variante von Zumbusch mas, gastrinomas, vipomas y tumores carcinoides, los
de la psoriasis y el lupus eritematoso vesiculoanular. análogos terapéuticos de la somatostatina, al actuar
Otras que por su mayor frecuencia debe considerar el como potentes inhibidores de péptidos por vía intrave-
internista son: penfigoide buloso, pelagra, dermatitis nosa o subcutánea, mejoran la calidad de vida de estos
pustulosa subcorneal, acrodermatitis continua de Hallo- enfermos.
peau, acrodermatitis enteropática, candidiasis y necró-
lisis tóxica epidérmica en su fase inicial.
El hallazgo histopatológico corresponde a una der-
matitis superficial con proliferación psoriasiforme, con REFERENCIAS
edema intercelular marcado en estratos superiores de la
epidermis, en asociación con degeneración hidrópica y
acúmulos de células necróticas, más evidentes en las zo-
1. Schupack JL, Berczeller PH, Stevens DM: The glucagono-
nas donde se logren identificar vesículas o escamas en ma syndrome. J Dermatol Surg Oncol 1978;4:242--247.
collarete (margen centrífugo), datos muy similares a los 2. Sweet RD: A dermatosis specifically associated with a tumor
vistos en los déficit de zinc y en la pelagra. of pancreatic alpha cells. Br J Dermatol 1974;90:301--308.
Se requiere que el desarrollo de este síndrome sea de- 3. Doyle J, Scroeter A, Rogers R: Hyperglucagonaemia and
mostrado por el aumento de glucagón inmunorreactivo, necrolytic migratory erythema in cirrhosis, possible pseudo-
glucagonoma syndrome. Br J Dermatol 1979;100:581--587.
menor de 9 000 daltons para que sea activo biológica-
4. Braverman IM: Skin signs of systemic disease. 3ª ed. Fila-
mente. delfia, W. B. Saunders, 1999:16--21.
Otros mecanismos propuestos son la hipoaminoaci- 5. Sag C, Schneider BV et al.: Glucagonoma syndrome with
demia y las alteraciones producidas por incrementos de necrolytic migratory erythema. Report of 2 cases of metasta-
los metabolitos del ácido araquidónico, que conducirían zing glucagonoma without overt diabetes. Dermatologica
a lesiones inflamatorias en la dermis. 1988;177:37--40.
6. Hashizume T, Kiryu H, Noda K et al.: Glucagonoma syn-
Su asociación con distintos padecimientos sistémicos drome. J Am Acad Dermatol 1988;19:377--383.
es un hecho bien comprobado. Se describen los denomi- 7. Lebowl MG: The skin and systemic disease. A color atlas
nados seudoglucagonomas en casos de cirrosis, síndro- and text. 2ª ed. Churchill Livingstone, 2004:1--26.

GOTA ÚRICA TOFÁCEA ción. Multitratado con diversos emolientes queratolíti-


cos.
Antecedentes personales patológicos: alcoholismo
desde la adolescencia hasta hace cuatro años. Gota úrica
Historia: paciente masculino de 52 años de edad, con tofácea desde los 45 años de edad, con inconstancia en
severa xerodermia difusa, cambio de coloración cutá- cuanto a apego y seguimiento (100 a 300 mg diarios de
nea, prurito y caída difusa del pelo de dos años de evolu- alopurinol y 2 mg de colchicina eventualmente) con
El ABC cutáneo del internista 53

lángicas, puntas de los dedos, carpos, codos, rodillas,


bursas de olécranon y prepatelares, talones, bilaterales,
con tendencia simétrica. Consiste en numerosas neofor-
maciones duras (pétreas), desde 2 mm hasta 8 cm, algu-
nas del color de la piel y otras blancoamarillentas, fijas,
infiltrantes hasta tejidos profundos, bien demarcables,
identificándose aproximadamente un total de 76 (figu-
ras 91, 92 y 93).
Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 12.1.
Hto. 23. Leucocitos 6 200, diferencial normal. Gluce-
mia 114. Creatinina 1.9. Urea 43. Ácido úrico 7.8. De-
puración urinaria de ácido úrico de 24 h: 920 mg (Nl >
850) con cociente de depuración ácido úrico/dep. de
Figura 91. Gran deformación de mano, por ambas caras,
por gota tofácea crónica. creatinina < 0.05. Pruebas de función tiroidea con T3:
0.3 (Nl 0.80 a 2.0), T4: 1.17 (Nl 4.0 a 12.0), TSH: 9.4 (Nl
0.22 a 6.10). Colesterol 287. Triglicéridos 239.
última crisis de artritis gotosa un mes antes. Comenta Radiografía y ECG muestran cardiomegalia II.
nueva aparición de neoformaciones dolorosas en talo- Biopsia de piel:
nes de ambos pies. Hipertensión arterial sistémica desde
a. De piel de antebrazo: depósitos de mucina peri-
hace tres años, recibiendo una mezcla de captopril con
foliculares y perivasculares, haces de colágena
hidroclorotiacida 50/12.5 mg 1 x 2.
esparcidos a nervios y grasa subcutánea, reduc-
Medicación actual: Alopurinol, colchicina, capto- ción de fibras elásticas. La tinción para búsqueda
pril con hidroclorotiacida, naproxeno, geles de hidróxi- de amiloide fue negativa.
do de aluminio.
b. De neoformación talar: abundante material amor-
Exploración física: pulso 62/min. TA 140/95. Talla
fo constituido por cristales de uratos, con reac-
1.68 con peso de 94 kg. Con bradipsiquia y bradilalia.
ción de cuerpo extraño, rodeados de células gi-
Reflejos aquíleos abolidos. Coloración de tegumento
gantes multinucleadas, linfocitos e histiocitos,
pálida cetrina, opaca. Piel áspera, seca, descamativa y
que se extienden hasta hipodermis con tabiques
fría. Con cabello deslustrado, quebradizo, y uñas con conjuntivos adelgazados (figura 94).
despegamiento distal y adelgazadas. Edema palpebral
indurado, bilateral. Disminución del tercio externo de Con tinción de De Galanta se corroboró que el material
ambas cejas. Sin ictericia ni aliento urémico. amorfo eran cristales de uratos que se fijaron previa-
Dermatosis generalizada que afecta preferentemente mente en alcohol.
cabeza (pabellones auriculares, hélix y antihélix), todas Examen por aspiración de líquido sinovial para
las extremidades, sobre todo en articulaciones interfa- microscopia de luz compensada: cristales en forma de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 92. Acercamiento del dorso de varias falanges, con tofos que invaden hasta las puntas de los dedos. Es la fase más álgida
en la historia natural gotosa.
54 El ABC cutáneo del internista

Figura 95. Aspecto de los cristales extracelulares e intrace-


lulares de urato monosódico en líquido sinovial, como agu-
jas y bastones, que a la microscopia de polarización com-
pensada se mostraron con birrefringencia intensamente ne-
gativa.
Figura 93. Coexistencia de gota tofácea e hipotiroidismo,
con xerosis y anhidrosis, con escamas y tofos gotosos en
codo.
diario a 300 mg, así como dieta hiposódica y baja en pu-
rinas y colesterol. El paciente mostró mejor talante, ac-
bastones y agujas, de urato monosódico, intracelulares tividad psicomotora, textura cutánea y emergencia de
y extracelulares, con birrefringencia negativa (figura nuevo pelo luego de la tercera semana.
95). Comentario: la combinación de dos trastornos me-
Diagnóstico: gota úrica tofácea, empeorada por tia- tabólicos explica la pléyade de signos cutáneos detecta-
zidas e hipotiroidismo primario (idiopático). dos. Como es habitual en el adulto, los datos de hipoti-
Evolución y tratamiento: fue suspendido de inme- roidismo se instalan de forma insidiosa e imprecisa,
diato el uso de tiazidas, iniciándose como monofármaco como en este caso.
irbesartán 150 mg/día y paulatinamente L--tiroxina só- Aun así, los casos de mixedema o hipotiroidismo del
dica 0.025 mg/día. Se formalizó la dosis de alopurinol adulto son muy expresivos para el clínico: piel ictiosi-
forme, carotenémica (disminución de la conversión he-
pática de betacarotenos a vitamina A), anhidrótica,
anormalmente tiesa o indurada, fascies burda, con ede-
ma periorbitario, macroglosia, xantomatosis, púrpura,
caída del pelo (por detención prematura de la fase ana-
génica) sobre todo en la cola de las cejas, onicólisis, oni-
comalacia y onicosquisis.
La gota úrica primaria suele asociarse con diversos
trastornos metabólicos como diabetes mellitus, hiperli-
pemia, aterosclerosis y, como se describió, hipotirodis-
mo, a veces más imputables a obesidad que a la misma
hiperuricemia. En este caso en especial no fue demos-
trada hasta ese momento nefropatía secundaria por el
tiempo evolutivo de la hiperuricemia crónica (nefritis
tubulointersticial), aunque en general se cuestiona su
verdadera incidencia o existencia.
La hipertensión arterial del paciente se comprendió
como consecuencia de sobrepeso, gota úrica en fase
crónica e hipotiroidismo.
Figura 94. Histopatología clásica del material amorfo prove- El origen de la hiperuricemia es por hiperproducción
niente de un tofo, fijado con alcohol puro y con tinción de De o por disminución en la excreción. La mayoría de los pa-
Galanta. cientes gotosos son normoexcretores o hipoexcretores.
El ABC cutáneo del internista 55

Se conoce perfectamente que las tiazidas, al igual disminuyen de manera importante las lesiones inducibles
que otros diuréticos, aumentan la frecuencia de hiperu- por los cristales de uratos, con medidas básicas como
ricemia al reducir la eliminación de uratos. El hallazgo restricción dietética de purinas, ingestión abundante de
de material grisáceo amorfo es característica distintiva líquido y corrección de las causas favorecedoras, como
histopatológica del tofo gotoso. hipertensión, consumo de alcohol y uso de diuréticos o
Es ideal que el tejido obtenido para ulterior examen medicaciones que contengan ácido acetilsalicílico.
sea fijado en alcohol puro, con técnica anhidrótica, sus- La grave limitación por las deformidades gotosas, las
tituyendo al formol. Las tinciones de rojo Congo y de destrucciones articulares y la vida de relación sociofa-
De Galanta son de mucha utilidad para corroborarlos. miliar empeorada por todas las repercusiones del hipoti-
Actualmente son pocos los casos que se someten al roidismo ilustran en este caso el valor de la sospecha
examen con luz polarizada para mostrar birrefringencia diagnóstica a través de la piel.
de los cristales de urato.
La búsqueda de urato sódico monohidratado como
forma disociada del ácido úrico como ácido débil preci- REFERENCIAS
pitado en líquidos extracelulares es útil en el diagnósti-
co diferencial de otras neoformaciones, como nódulos
por artritis reumatoide, calcinosis cutis, xantomas tube-
rotendinosos y distintas enfermedades por depósito. 1. Freinkel RK, Freinkel N: Hair growth and alopecia in hypo-
thyroidism. Arch Dermatol 1972;106:349.
Normalmente los tofos son radiotransparentes, y en 2. Braverman IM: Skin signs of systemic disease. 3ª ed. Fila-
las etapas evolutivas tardías de gota pueden detectarse delfia, W. B. Saunders, 1999:440--446.
tofos paraarticulares, geodas con bordes escleróticos, 3. Heymann WR: Cutaneous manifestations of thyroid dis-
subluxaciones y anquilosis total de las articulaciones. ease. J Am Acad Dermatol 1992;26:885--902.
El control terapéutico sostenido del tratamiento sus- 4. Bijlmer JC, van Vloten WA: Thyroid and the skin. Curr
Probl Dermatol 1991;20:34--44.
titutivo de hormonas tiroideas se administra con mucha
5. Kasper DL, Branwald E, Fauci AS et al.: Harrison, princi-
precaución, con 12.5 a 5 μ de levotiroxina por semana, pios de medicina interna. 16ª ed. McGraw--Hill Interameri-
por el riesgo elevado de insuficiencia cardiaca o corona- cana, 2006:2249--2254.
ria (sin intentar alcanzar la dosis total antes de ocho se- 6. Bolognia JL, Jorizzo JL, Rapinni RP et al.: Dermatology.
manas) y su reposición guiada a partir de los valores de 1ª ed. Mosby Elsevier Science, 2003:669--672.
TSH. El objetivo es corregir los síntomas hasta una si- 7. Agudelo C, Wise C: Gout: diagnosis, pathogenesis and clin-
ical manifestations. Curr Opin Rheumatology 2001;13:234--
tuación de hipotiroidismo subclínico, no normalizar 239.
completamente los valores circulantes. En cuanto a la 8. Chang P: Dermatología cosmética médica y quirúrgica.
hiperuricemia, con una dosis adecuada de alopurinol 2004:2(3).

H jos con antihistamínicos y a la dosis propuesta de pred-


nisona.
Antecedentes personales patológicos: hacía tres
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

años que se le había diagnosticado hipertiroidismo, el


cual fue controlado con una mezcla de T3 y T4. Carece
HERPES GESTATIONIS de historia dermatológica relevante. Antecedentes gine-
(PENFIGOIDE GESTACIONAL) coobstétricos: GI, PO, CO, AO, FUR 18 semanas antes.
Medicación actual: 30 mg/día de prednisona con as-
censo a 120 mg/día.
Examen físico: peso: 92 kg. TA 125/80 mmHg. Pul-
Historia: paciente femenina de 22 años de edad refe- so: 82/min. Dermatosis generalizada que respeta muco-
rida por su ginecólogo tratante al internista por presen- sas. Son placas urticariales, vesículas milimétricas y bu-
tar un embarazo de 18 semanas y una dermatosis gene- las. Valoración fetal satisfactoria (figura 96).
ralizada que afecta tronco, extremidades (sobre todo a Pruebas de laboratorio: biometría hemática com-
nivel de muslos) y cara, respetando mucosas. Muy pru- pleta, plaquetas, creatinina, examen general de orina y
riginosa, incapacitante e incoercible a múltiples mane- pruebas de funcionamiento tiroideo: normales.
56 El ABC cutáneo del internista

Figura 96. Severas áreas de urticaria y ampollas tensas ha- Figura 98. Característica inmunofluorescencia directa de la
cia la cara interna de ambos muslos. paciente en cuestión que muestra depósitos lineares de C3
e IgG.

Biopsias de piel: se tomaron dos biopsias de la peri-


feria de una de las ampollas, una para tinciones de he- adelante, al disminuir la dosis de prednisona se exacer-
matoxilina--eosina y otra para inmunofluorescencia di- baron las lesiones. Se indican luego tres bolos de metil-
recta. Se encontró una vesícula subepidérmica con prednisolona intravenosa, cediendo las lesiones y dan-
abundante infiltrado inflamatorio a expensas de eosinó- do de alta a la paciente; a las 34 semanas de gestación
filos (figura 97), que se complementó con el hallazgo de presenta un óbito y continúa con 40 mg/día de predniso-
depósitos lineares de C3 e IgG en membrana basal (fi- na; las lesiones se exacerban, como es habitual en el PG
gura 98). durante el puerperio, se le inicia azatioprina 100 mg/día,
Por otra parte se estudió el HLA de la paciente, sien- además de la prednisona, con buen control posterior du-
do positivo para HLA--DR3 y HLA--DR4. El estudio rante tres meses.
con técnica de ELISA para buscar antígeno del penfi- Comentario: éste es un caso poco usual de herpes
goide gestacional resultó positivo. gestationis (penfigoide gestacional), padecimiento poco
Diagnóstico: herpes gestationis (penfigoide gesta- frecuente caracterizado por ampollas y bulas subepidér-
cional). micas producidas por la presencia de anticuerpos dirigi-
Evolución y tratamiento: la paciente fue internada, dos contra el antígeno de 180 kilodaltons localizado en
incrementándose de inmediato la dosis a 120 mg/día de la lámina lúcida de la piel y del amnios.
prednisona, obteniendo mejoría de las lesiones; más Usualmente se puede presentar a partir del segundo
trimestre del embarazo o justo después en el puerperio.
La sospecha se fundamenta cuando existe aparición sú-
bita de placas urticantes, intensamente pruriginosas,
que pronto evolucionan a ampollas múltiples, tensas,
con distribución preferente en abdomen (zonas adya-
centes al ombligo) o raíces de extremidades.
Hasta en 75% de las pacientes se presenta exacerba-
ción posparto, siendo explosiva en horas en algunas de
ellas. Puede existir recurrencia asociada con el uso de
anticonceptivos, o bien cercana a cada ciclo menstrual,
incluso años después del parto.
Los diagnósticos diferenciales más importantes por
establecer son con la erupción polimorfa del embarazo
(antes PUPPP), el eccema alérgico de contacto y las
erupciones ampollosas por fármacos.
Figura 97. Vesículas subepidérmicas en abundancia, La histopatología es muy sugestiva, como en este
acompañadas de un intenso infiltrado inflamatorio rico en caso, y muestra vesícula subepidérmica, espongiosis in-
eosinófilos, sugestivas de penfigoide gestacional. HE. 40X. flamatoria eosinofílica y acentuado edema papilar.
El ABC cutáneo del internista 57

Se ha asociado con mola hidatidiforme y coriocarci- Ciertamente, esta paciente muestra que no todos los
noma (tumores trofoblásticos), aunque muy esporádi- casos son de comportamiento conocido. Son pocos los
camente. Cuando existe paso de IgG al feto o al neonato, casos que cursan con complicaciones para el feto; sin
las lesiones se pueden presentar en ellos con una fre- embargo, este caso en particular terminó en óbito a pe-
cuencia de hasta 10%. sar del seguimiento perinatal que se le dio en un tercer
Las diversas dermatosis transplacentarias que son nivel de atención médica.
mediadas inmunitariamente con paso de anticuerpos Definitivamente estos casos requieren que el diag-
cumplen habitualmente cuatro requisitos: nóstico sea comprobado con todos los elementos posi-
bles una vez que se hayan planteado otros diagnósticos
a. El anticuerpo es de subclase IgG, sobre todo IgG diferenciales. La enseñanza que aporta este caso a los
1, 3 y 4. dermatólogos, los ginecoobstetras, los perinatólogos y
b. El antígeno hacia el cual los anticuerpos están di- los internistas es de gran relevancia.
rigidos debe estar presente en los tejidos fetales.
c. El complemento y la quimiotaxia fetal deben ser
funcionales. El complemento no pasa la placen- REFERENCIAS
ta, pero el feto sí lo produce desde la decimopri-
mera semana de gestación.
1. García GE, Andrade R, Del Barco G: Cambios dermatoló-
d. La transferencia de anticuerpos maternos al feto gicos observados durante la gestación. Rev Perinatol 1992;7
disminuye paulatinamente y se depleta en tres a (1):8--12.
cinco meses. 2. García GE, Andrade R, Del Barco G, Karchmer S: Análi-
sis de los padecimientos dermatológicos vistos en los últimos
Las otras dos dermatosis gestacionales preferentemente tres años en el Instituto Nacional de Perinatología. Rev Peri-
natol Rep Hum 1995;9(3):156--160.
mediadas por anticuerpos y que deben ser consideradas 3. García GE, Castro J, Montes de Oca D, Zúñiga J, Kar-
por el internista son el pénfigo vulgar y el lupus eritema- chmer S et al.: Class II major histocompatibility complex ty-
toso neonatal. ping across the ethnic barrier in pemphigoid gestationis. A
El herpes o penfigoide gestacional se ha asociado con study in Mexicans. Int J Dermatol 1999;38:46--51.
ciertos padecimientos de fondo autoinmunitario como 4. García GE, Castelazo Morales E: La piel y el embarazo.
Encycl Med Chir (Elsevier, París), Gynecologie 5038--A--10,
alopecia areata, enfermedad de Crohn, enfermedad de
1997:8.
Graves, tiroiditis de Hashimoto y gastritis atrófica por 5. García GE: Dermatosis propias de la gestación. En: Temas
anticuerpos a células parietales. de medicina interna. Vol. III (3). McGraw--Hill Interamerica-
Hay tendencia a la prematurez del producto desde la na, 1995.
semana 36 que no se relaciona con el uso de esteroides. 6. Shornick JK, Bangert JL, Freeman RG, Gillian JN: Her-
pes gestationis: clinical and histologic features of twenty--
Hay discusión en cuanto a la verdadera frecuencia de
eight cases. J Am Dermatol 1983;8:214--224.
morbimortalidad. El curso del padecimiento relatado 7. Morrison LH, Labib RS, Zone JJ, Díaz L: Herpes gestatio-
fue muy agresivo al no responder fácilmente al manejo nis autoantibodies recognize a 180--kD human epidermal an-
con prednisona y azatioprina juntas. tigen. J Clin Invest 1998;81:2023--2026.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

HIALINOSIS CUTIS Examen físico: preescolar en tercer percentil del de-


(LIPOIDOPROTEINOSIS) sarrollo pondoestatural, con deformidad en labios, nuca,
cuello y pabellones auriculares a expensas de tumora-
ciones elevadas, queratósicas, pardas, de superficie
irregular; en región sacrolumbar la tumoración está ul-
Historia: paciente masculino de 3 años de edad, mesti- cerada (figuras 99 y 100).
zo, traído por dermatosis presente en pabellones auricu- Pruebas de laboratorio: biometría hemática, exa-
lares, labios, nuca, cuello, tronco y región interglútea, men general de orina, exámenes coprológicos, determi-
acompañado de hiperplasia gingival, pie geno varo, re- nación de IgE sérica, pruebas de funcionamiento renal
traso del crecimiento pondoestatural y psicomotor. Sin y hepática, dentro de los límites de referencia normales
antecedentes personales patológicos ni heredofamilia- o negativos.
res de interés. Cariotipo: 43XY.
58 El ABC cutáneo del internista

Figura 101. Histología de piel que muestra hiperqueratosis,


Figura 99. Tumoraciones múltiples y deformantes de labios, discreto aplanamiento de las redes de cresta epidérmicas,
donde además se aprecia asimetría en el cráneo y afección
con dermis de aspecto homogéneo, lazo, con relativa au-
de pabellones auriculares. La mayoría de las lesiones están
sencia de anexos cutáneos. HE, 25X.
cubiertas de placas queratósicas pardas.

Radiografía de tórax y cráneo: sin afección ósea. rojo Congo tiñe débilmente dicho material. Pinkus,
Existe cardiomegalia discreta. existe ausencia de fibras elásticas (figuras 101 y 102).
Biopsia de piel: epidermis atrófica, dermis con mate- Diagnóstico: hialinosis cutis (lipoidoproteinosis).
rial hialino, homogéneo, dispuesto difusamente y alre- Terapéutica y evolución: se instaura acitretina a ra-
dedor de los vasos sanguíneos, que lucen dilatados. Una zón de 10 mg/día VO, el cual no es administrado regu-
tercera biopsia muestra hiperqueratosis y tapones cór- larmente por la madre debido a escasos fondos. No ha
neos; el referido material, tinciones de cristal violeta, habido reversión de su cuadro.
presenta material rojo púrpura alrededor de los vasos. El Comentarios: la lipoidoproteinosis se conoce tam-
bién como hialinosis cutis et mucosae; inicialmente fue

Figura 100. Vista del occipucio del paciente en cuestión, Figura 102. Presencia de mucina intersticial difusa. Hierro
con deformidad craneal. coloidal. 25X.
El ABC cutáneo del internista 59

descrita por Urbach y Wiesse en 1929. Es una genoder- vesículas, ampollas, ulceración y calcificación. Se ini-
matosis autosómica recesiva con amplias repercusiones cia a temprana edad con manifestación en mucosas y
sistémicas. Es infrecuente y se caracteriza por el depósi- más adelante en piel. Es muy importante el compromiso
to de un material hialino en piel y órganos como mucosa de la mucosa de cuerdas vocales, que produce disfonía
oral, encías, lengua, glándulas salivares, sudoríparas, de característica. La lengua puede aumentar de tamaño y
Stenon, corazón, laringe, cuerdas vocales y ojo, entre producir protrusión y trastornos del habla y de la deglu-
otros. ción.
Se ha descrito desde los seis primeros meses hasta la Entre los diferenciales clínicos el más importante es
sexta década de la vida, sin predilección de sexo y con la amiloidosis sistémica, dermatopatías diabéticas, al-
preferencia por la raza blanca. gunos casos de porfiria, que también debe ser diferen-
Se la ha asociado con enfermedades metabólicas cial histológico; también algunas enfermedades con de-
como diabetes, protoporfiria y porfiria cutánea tarda. pósitos de lípidos, como algunas xantomatosis.
También se ha descrito calcificación intracraneal, Se han utilizado esteroides tópicos con resultados va-
responsable de los episodios convulsivos que experi- riables; recientemente se ha propuesto el uso de deriva-
mentan los pacientes. Los reportes de autopsia hablan dos retinoides, pero el curso es disfunción gradual de los
de afección de órganos como submucosa de estómago, órganos afectados y con frecuencia existe obstrucción
yeyuno, íleo, tracto respiratorio superior, recto, vagina, respiratoria en la infancia.
retina, entre las membranas vítreas, epitelio pigmenta-
do, así como testículos, páncreas, pulmones, riñones;
cualquier órgano puede verse afectado. REFERENCIAS
Este material hialino se deposita alrededor de las pa-
redes vasculares y posteriormente puede calcificarse.
Otrora considerado lipídico, está compuesto mayor- 1. Guzmán JP, Volquez C, Taveras CI, Nanita F, Bogaert H:
mente por mucopolisacáridos neutros, ácido hialuróni- Lipoidoproteinosis, reporte de un caso. Rev Dom Dermatol
co, con resultados muy variables en las tinciones para 1997;24(1):69--72.
2. Paller AS: Histology of lipoid proteinosis. JAMA 1994;272:
lípidos. 560--566.
En piel las lesiones pueden ser pápulas o nódulos 3. Kostentinov K, Kabachier P, Karcher T et al.: Lipoid pro-
blanquecinos queratósicos y se pueden acompañar de teinoses. J Am Acad Dermatol 1992;27:290--296.

HIPERQUERATOSIS para su evaluación. La dermatosis en cuestión se le en-


FOLICULAR URÉMICA contró asociada a su cuadro.
Antecedentes personales patológicos: síndrome
nefrótico, insuficiencia renal crónica de dos años de
Historia: mujer de 20 años de edad que fue encontrada evolución.
inconsciente en su cuarto, por lo que fue llevada a Ur- Examen físico: dermatosis diseminada a miembros
gencias del Hospital General de Enfermedades IGSS superiores, tórax anterior, posterior y miembros inferio-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 103. Pápulas con tapón de queratina.


60 El ABC cutáneo del internista

queratósicas asociadas con la insuficiencia renal cróni-


ca. Otros autores ya la denominan en este siglo enferme-
dad perforante adquirida. Clínicamente se afectan sobre
todo las superficies de extensión de miembros inferio-
res y puede ser unilateral o bilateral.
Morfológicamente se caracteriza por pápulas, pápu-
las foliculares, nódulos con tapón de queratina; pueden
formarse placas de aspecto verrucoso y acompañarse de
prurito y del fenómeno de Koebner. Clínicamente puede
manifestarse como enfermedad de Kyrle, foliculitis per-
forante, colagenosis perforante y elastosis serpiginosa
perforante. Histológicamente hay eliminación transepi-
dérmica de sustancias como queratina, colágeno, fibras
elásticas, o combinación de colágeno y fibras elásticas.
Figura 104. En los cortes histológicos se aprecia hiperque- Estas lesiones son comunes en pacientes con insufi-
ratosis con paraqueratosis, tapón de queratina y un folículo ciencia renal crónica, aunque no exclusivas, ya que tam-
dilatado con material córneo, muy indicativo de infundibulitis bién pueden verse asociadas con diabetes mellitus, en-
supurativa. fermedades hepáticas, tumores y linfomas. En los casos
asociados con insuficiencia renal crónica puede verse
en pacientes bajo tratamiento de diálisis peritoneal, he-
res con predominio en superficies de extensión, consti- modiálisis y también sin ninguno de estos tratamientos.
tuido por numerosas pápulas con un tapón de queratina La patogénesis de esta enfermedad es desconocida; se
(figura 103). han visto implicados algunos factores como xerosis,
Pruebas de laboratorio: HB 8.5. HT 24.4. Veloci- rascado crónico, alteraciones del metabolismo de vita-
dad de sedimentación 98 mm/h. Nitrógeno de urea 95.3. mina A y acumulación de sustancias en el cuerpo por la
Creatinina 12.3. Glucemia 85. Sodio 138.1 mEq/L. Po- no eliminación adecuada debido a su fallo renal.
tasio 3.85 mEq/L. Proteínas totales 5.6. Albúmina 3.1.
Perfil de lípidos dentro de límites normales. Depuración
de creatinina en orina de 24 h, 4.08 mL/min.
REFERENCIAS
Biopsia de piel: en los diferentes cortes histológicos
se observó hiperqueratosis con paraqueratosis, folícu-
los dilatados con contenido de material amorfo con in-
filtrado crónico perianexial y perivascular (figura 104). 1. Lever W, Schaumburg--Lever: Degenerative disease in
Diagnóstico: hiperqueratosis folicular urémica o en- histopathology of the skin. J. B. Lippincott, 1990:306--309.
2. Rapini R, Herbert A, Drucker C: Acquired perforating
fermedad perforante adquirida asociada con insuficien- dermatosis. Evidence for combined transepidermal of both
cia renal crónica. collagen and elastic fibers. Arch Dermatol 1989;125:1074--
Curso y terapéutica: la paciente fue referida al ser- 1078.
vicio de nefrología para su seguimiento y tratamiento de 3. Patterson J: Progress in the perforating dermatosis. Arch
hemodiálisis. La dermatosis involuciona espontánea- Dermatol 1989;1121--1112.
4. Chang P: Manifestaciones cutáneas en insuficiencia renal
mente al estabilizarse la insuficiencia renal crónica.
crónica. Dermatol Rev Mex 1991;35:218--222.
Comentario: la hiperqueratosis folicular urémica es 5. Chang P, Fernández V: Acquired perforating disease asso-
una entidad denominada así por García--Bravo y col.; ciated to chronic renal failures. Int J Dermatol 1992;31:117--
son lesiones papulosas y nodulares predominantemente 118.

HIPOCRATISMO DIGITAL dolorosas en las puntas de todos los dedos, sobre todo
hacia las uñas y tejido circundante.
Antecedentes personales patológicos: cáncer de
mama derecha cuatro años antes, tratada con mastecto-
Historia: paciente femenina de 49 años de edad que se mía, quimioterapia y radioterapia.
presenta relatando la presencia reciente de una placa Dos años después la paciente ha cursado con tos sin
alopécica asociada con la aparición de deformaciones evidencia de infección pulmonar.
El ABC cutáneo del internista 61

Figura 105. Hipocratismo digital.


Figura 107. Signo de perfil del ángulo de Lovibond. El ángu-
lo de la curvatura ungueal se excede en 180_.
Medicación actual: tamoxifeno oral.
Examen físico: en piel cabelluda se detecta una pla-
ca rosada de aproximadamente 3 cm, circular, sobreele-
vada. Todos los dedos de manos y pies con deformación
convexa, con edema periungueal y discreta cianosis (fi-
guras 105 y 106).
Pruebas de laboratorio y gabinete: BH y química
sanguínea: normales. Radiografía de tórax con metásta-
sis pulmonares y derrame pleural discreto.
Biopsia de piel cabelluda: proceso infiltrante, en
fila india, entre los haces de colágena. Las células mos-
traban importante alteración de la relación núcleo--cito-
plasma, con acentuada hipercromasia.
Diagnóstico: hipocratismo digital secundario a cán-
cer de mama metastásico a pulmón y piel cabelluda
(alopecia neoplásica).
Comentario: el diagnóstico de dedos hipocráticos se
fundamenta como distrofia que combina:

1. Incremento en la curvatura del pliegue transver-


so con separación ulterior de la uña desde el ini-
cio hasta su resolución. El desarrollo es gradual
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 108. Manos juntas por el dorso que normalmente


presentan una ventana en forma de diamante que se pierde
Figura 106. Placa de alopecia neoplásica. u oblitera al existir prominencia del ángulo distal de las uñas.
62 El ABC cutáneo del internista

e indoloro, excepto en los casos como el relata- 4. Cianosis local presente en 60% de los casos. En
do, donde el crecimiento es súbito. ocasiones el hipocratismo digital es unilateral al
2. Hipertrofia de los tejidos elásticos blandos, con inicio, pero termina siendo bilateral. Las enfer-
infiltración edematosa de los pulpejos, eviden- medades torácicas originan 80% de los casos. El
ciada por modificación de su dorso y edema peri- proceso patogénico finalmente se explica por in-
ungueal. cremento en el flujo sanguíneo, con vasodilata-
3. Hiperplasia fibrovascular de la dermis, involu- ción e hiperplasia de los vasos en el hiponiquio.
crando la matriz adyacente. En un estadio inicial
la uña se percibe con movilidad anormal, dando
la impresión de que flotara en el lecho ungueal REFERENCIAS
edematoso y reblandecido. El ángulo ungueal,
que se observa de perfil, denominado de Lovi-
bond y que normalmente es de 160_, se excede
1. Coury C: Hippocratic fingers and hypertrophic osteoarthro-
en más de 180_ (figura 107). La simple maniobra
pathy. Br J Dis Chest 1960;54:202.
de juntar ambas manos, por sus caras dorsales 2. Goyal S et al.: An improved study of fingernail morphome-
permite visualizar en las puntas de los dedos una try: application to the early detection of fingernail clubbing.
pequeña ventana en forma de diamante que se J Am Acad Dermatol 1998;39:640--642.
oblitera o desaparece en los casos de hipocratis- 3. Spicknall KE, Zirwas MJ, English III JC: Clubbing: an
update on diagnosis, differential diagnosis, pathophysiology,
mo digital (figura 108). El incremento de la vas-
and clinical relevance. J Am Acad Dermatol 2005;52(6):
cularidad con enlentecimiento en el retorno veno- 1020--1028.
so es responsable del cambio de coloración, como 4. Lebowl MG: The skin and systemic disease. A color atlas
el eritema periungueal. and text. 2ª ed. Churchill Livingstone, 2004:1--26.

I Exámenes de laboratorio: BH completa y química


sanguínea: normales. Perfil tiroideo T4 = 1 (4.5), T3 =
3.5 (90 a 200), TSH = 60 (0.5 a 5), gammagrama tiroi-
deo con hipocaptación: con ligera captación del lóbulo
ICTIOSIS ADQUIRIDA izquierdo, polo superior.
Evolución y tratamiento: se inicia con lubricantes
y preparados a base de urea; interconsulta al servicio de
endocrinología.
Historia: mujer de 54 años de edad que acude a la con-
sulta por presentar resequedad y escamas de 10 años de
evolución en todo el cuerpo.
Durante el interrogatorio intencionado admite adina-
mia y astenia de ocho años de evolución, presencia de
edema de miembros pélvicos y constipación de tres
años de evolución, con intolerancia al frío de cinco años
a la fecha, así como bradipsiquia y bradilalia de ocho
meses a la fecha.
Antecedentes personales patológicos: hipercoleste-
rolemia en control con medicamentos alopáticos (no es-
pecificados).
Examen físico: pulso: 56/min. TA: 140/100 mmHg.
Resp. 18/min. Afección principal de extremidades infe-
riores y superiores, así como de cuello, caracterizada
por la presencia de escamas cafés, adherentes, que dan Figura 109. La paciente en cuestión con intensa xerodermia de
a la piel un aspecto de piel de pescado, con tipo de piel coloración marrón, escama translúcida, poligonal, de superficie
IV de la clasificación de Fitzpatrick (figuras 109 y 110). áspera.
El ABC cutáneo del internista 63

piel seca (ictiósica), la intolerancia al frío y la fatiga evi-


dentes eran significativamente más comunes en los pa-
cientes con niveles de TSH elevados, y estos síntomas
mejoraron después del tratamiento con hormona tiroi-
dea. En otro estudio de 69 mujeres con hipotiroidismo
subclínico, un índice clínico basado en los síntomas y
signos físicos mostró anormalidad en las pacientes con
niveles de TSH más altos, aunque todas tenían niveles
séricos normales de T4 y T4 libre.
Estos estudios sugieren que algunos pacientes con hi-
potiroidismo de tipo subclínico también tienen mani-
festaciones clínicas de insuficiencia tiroidea moderada.
Los síntomas cutáneos del hipotiroidismo son piel
Figura 110. Cara anterior de pierna, con piel engrosada, co-
lor castaño grisáceo, escama furfurácea, pelo escaso, ralo
pálida, descamativa y arrugada, ausencia de sudación,
y quebradizo. Anhidrosis. coloración marfileña--amarillenta de la piel, edema
blando de manos, cara y párpados, eccema esteatósico
(craquelado), pelo escaso y áspero (pérdida del vello
Diagnóstico: ictiosis adquirida secundaria a hipoti- pubiano, axilar y facial, con alopecia de la cola de la
roidismo primario. ceja), uñas estriadas y quebradizas, púrpura y equimo-
Curso y terapéutica: prednisona con esquema de sis, telangiectasias puntiformes en brazos y yemas de
descenso y levotiroxina en esquema ascendente. Lubri- los dedos, lenta curación de las heridas (figura 111).
cantes y queratolíticos suaves. Los hallazgos cutáneos en las formas de hipotiroidis-
Comentarios: las alteraciones cutáneas ictiosifor- mo del adulto suelen ser precoces y notables, por lo que
mes adquiridas requieren por lo general un diagnóstico deberán tenerse en mente siempre, ya que podrían ayu-
diferencial amplio, ya que se suelen presentar como dar a la detección temprana en muchos pacientes. Otros
dermatose monitrice en varias dermatosis, como p. ej. hallazgos físicos constantes de hipotiroidismo son: bra-
en el ya mencionado eccema endógeno, en las linfogra- dicardia, hipertensión diastólica, hipotermia, bradilalia
nulomatosis malignas, en la micosis fungoides o linfo- y voz ronca.
ma cutáneo de células T, o en las reticulosis. La enfermedad subclínica es muy común, sobre todo
Esta ictiosis paraneoplásica también puede aparecer en mujeres de mayor edad. Muchas mujeres de edad
con frecuencia en los casos de carcinomas viscerales. avanzada pueden ser asintomáticas o padecer síntomas
Mucho más conocida y desde hace mucho más tiempo muy sutiles que pueden confundirse con otras condicio-
es la ictiosis simple, casi propiamente fisiológica en in- nes médicas.
dividuos de edad avanzada y denominada pitiriasis se- Las pacientes posmenopáusicas que requieren tera-
nil, que puede observarse en la caquexia por hambre, en pia de reemplazo hormonal con estrógenos pueden pre-
los déficit de vitamina A o en el hipotiroidismo.
En este último caso la xerodermia cutánea está deter-
minada por el déficit de vitamina A consecutivo a la dis-
minución de la acción de los carotenos por la tiroxina.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El hipotiroidismo es común en las personas mayores de


60 años de edad, 7% en mujeres y 3% en hombres.
La sospecha clínica de hipotiroidismo puede retar-
darse en muchos de estos pacientes, porque los síntomas
como fatiga y estreñimiento se atribuyen más a otras
manifestaciones tempranas de envejecimiento que a la
insuficiencia tiroidea. Las recomendaciones sobre la
evaluación de tiroides, sin embargo, han sido inconstan-
tes. Hoy en día ninguna organización recomienda la
evaluación rutinaria.
En un estudio, los síntomas de 33 pacientes con hipo-
tiroidismo subclínico se compararon con los de 20 pa- Figura 111. Piel edematizada, seca, gruesa, áspera y fría,
cientes sintomáticos eutiroideos en la misma clínica. La característica de paciente hipotiroideo.
64 El ABC cutáneo del internista

sentar reajustes de la dosis de tiroxina terapéutica que Estos pacientes también están en riesgo elevado de
reciben, toda vez que se incrementa la cantidad de glo- crecimiento cardiaco causado por dilatación y derrame
bulina sérica unida a tiroxina. del pericardio y eventualmente de insuficiencia cardia-
Las pacientes de edad avanzada que parecen trastor- ca. Más raro es que pacientes con enfermedad severa ex-
nadas, distraídas o quienes se sienten extrañamente con- perimenten psicosis o locura del mixedema, una condi-
fundidas a partir de un tiroides de bajo funcionamiento ción amenazante de la vida que causa severa agitación,
son mal diagnóstico con la enfermedad de Alzheimer o periodos alternos de inquietud y letargo y psicosis, ade-
alguna otra forma de senilidad. Otro aspecto sumamen- más de convulsiones y coma.
te relevante para el internista es el diagnóstico de hipoti-
roidismo subclínico (apatético). REFERENCIAS
Muchos de estos casos se ven favorecidos por el em-
pleo de medicamentos que contienen en sus moléculas
1. Weetman AP: Hypothyroidism: screening and subclinical
fracciones yodadas, como amiodarona, litio y modula- disease. (Fortnightly review). Br Med J 1997;314(4):708:
dores de la respuesta inmunitaria como el interferón alfa. 71--74.
Desde esta perspectiva, se debe mantener un nivel 2. Fitzpatrick TB et al.: Color atlas and synopsis of clinical
alto de sospecha diagnóstica de hipotiroidismo. Los pa- dermatology. Common and serious diseases. McGraw--Hill,
cientes sin tratamiento de hipotiroidismo pueden tener 1997.
altas concentraciones de colesterol sérico, enfermedad 3. Trotto NE, Cobin RH, Wiesen M: Hypothyroidism, hyper-
thyroidism, hyperparathyroidism. Patient Care 1999;33
vascular, hipertensión arterial de difícil control, anemia, (14):186.
deterioro cognoscitivo, síndrome del túnel del carpo y 4. Cooper DS: Subclinical hypothyroidism. N Engl J Med
aumento en la susceptibilidad a infección. 2001;345(4):260--265.

IgA LINEAL DEL ADULTO, Biopsia de piel: hiperqueratosis y paraqueratosis


ENFERMEDAD POR leve, pérdida de los procesos interpapilares. Dermis pa-
pilar con edema y formación de ampollas subepidérmi-
cas por infiltrados inflamatorios mixtos, con predomi-
nio de neutrófilos y mezclados con algunos eosinófilos.
Historia: paciente masculino de 42 años de edad que Dermis reticular con densos infiltrados difusos y peri-
acude a consultar por un mes de evolución con dermato- vasculares de linfocitos (figura 114).
sis simétrica y generalizada localizada en sitios de ex- Inmunofluorescencia directa cutánea: patrón li-
tensión: abdomen, tórax posterior, anterior y región in- neal por IgA en la membrana basal epidérmica (figura
terna de los muslos. Dicha dermatosis está constituida 115).
por placas eritematosas de diferentes diámetros, de for-
mas anulares y caprichosas que muestran ampollas ten-
sas de 1 a 2 cm de diámetro. Algunas lesiones semejan
imágenes de huevo estrellado. El paciente refiere pruri-
to moderado.
Antecedentes personales patológicos: el paciente
ha estado bajo tratamiento analgésico con diclofenaco
desde hace dos meses por dolores no especificados en
articulaciones.
Examen físico: múltiples ampollas de 1 a 2 cm de
diámetro sobre piel eritematosa, con costras adheridas
y algunas huellas de rascado. Úlceras y ampollas peque-
ñas no dolorosas en boca. Signo de Nikolsky negativo
(figuras 112 y 113). Pruebas de laboratorio: leucocitosis
neutrofílica de 16 400, ligera anemia normocítica nor- Figura 112. Ampollas tensas de 1 a 2 cm de diámetro, locali-
mocrómica, electrólitos normales. El cultivo de piel de- zadas sobre una base eritematosa de aspecto caprichoso.
sarrolló estafilococo dorado y enterococo. Nótense las costras adheridas a ampollas erosionadas.
El ABC cutáneo del internista 65

Figura 115. Inmunofluorescencia directa de piel perilesio-


Figura 113. Acercamiento de las lesiones en donde se ob-
nal. Se observa un patrón clásico lineal por anti--antiIgA lo-
serva un patrón anular con ampollas que recuerdan imáge-
calizado en la membrana basal epidérmica del paciente.
nes de huevo estrellado.

Diagnóstico: enfermedad por IgA lineal del adulto. lloso y penfigoide cicatrizal. Existe una variante de esta
Comentario: la enfermedad por IgA lineal del adul- enfermedad que afecta a niños pequeños y menores de
to representa una enfermedad muy rara en la consulta cinco años de edad, llamada enfermedad ampollosa cró-
dermatológica diaria. Esta enfermedad se presenta des- nica de la infancia.
pués de la pubertad, sobre todo después de los 40 años Clínicamente los pacientes pueden ser mal diagnosti-
de edad, y se caracteriza por la presencia de ampollas cados con dermatitis herpetiforme o penfigoide ampo-
subepidérmicas y depósitos lineales por IgA en la mem- lloso, ya que muestran ampollas tensas en patrón anular
brana basal epidérmica. o agrupadas en racimos, que por lo general afectan sitios
Esta enfermedad puede presentar hallazgos clínicos de extensión de dermatitis herpetiforme--like, o bien
semejantes en pacientes con epidermólisis ampollosa pueden afectar la mucosa oral hasta en 70% de los casos,
adquirida, dermatitis herpetiforme, penfigoide ampo- manifestándose como úlceras y ampollas asintomáticas
e incluso afectar la conjuntiva ocular.
Esta enfermedad puede estar asociada con la admi-
nistración de medicamentos; sin embargo, no es lo co-
mún. Los medicamentos que pueden desencadenar este
cuadro clínico son vancomicina, litio y diclofenaco.
En el pasado algunos autores llamaron a esta entidad
penfigoide por IgA debido a la semejanza clínica, histo-
lógica e inmunofluorescencia que se observan; actual-
mente, gracias a la detección de los sitios antigénicos de
esta enfermedad, se sabe que al parecer el antígeno del
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

penfigoide ampolloso llamado BP 1 SOKD es el sitio en


donde se depositan los anticuerpos IgA en esta enferme-
dad. Sin embargo, hay que recordar que en la contrapar-
te que afecta a niños y adolescentes, llamada enferme-
dad ampollosa crónica de la infancia por IgA, el sitio
corresponde a otro peso molecular.
Parece, como lo han demostrado varios autores, que
los antígenos reportados en esta enfermedad son hetero-
géneos y dependientes de las técnicas utilizadas para su
Figura 114. Biopsia de piel en donde se observa hiperque-
detección.
ratosis, atrofia epidérmica, edema severo en dermis papilar, Al igual que la dermatitis herpetiforme, esta enferme-
infiltrados inflamatorios mixtos. Dermis reticular con seve- dad cede drásticamente a la administración de sulfonas
ros infiltrados inflamatorios perivasculares. HE. 20X. o sulfapiridina; sin embargo, algunos pacientes requie-
66 El ABC cutáneo del internista

ren dosis bajas de corticosteroides para su adecuado 3. Paul C, Wolkenstein P, Prost C et al.: Drug--induced linear
control. IgA disease: target antigens are heterogeneous. Br J Derma-
tol 1997;13:6(3):406--411.
4. Jordon RE: Atlas of bullous disease. 1ª ed. Churchill Living-
stone, 2000:109--124.
REFERENCIAS 5. Wojnrowska F, Collier PM, Allen J, Millard PR: The loca-
lization of the target antigens and antibodies in linear IgA dis-
ease is heterogeneous, and dependent on the methods used.
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1. Zone J: Dermatitis herpetiforme, linear IgA bullous disease, 6. Zambruno G, Manca V, Kanitakis J, Cozzani E, Nicolas
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Weston W: Bullous disease. 1993;1:57--212. a 290 kD antigen of anchoring fibrils. J Am Acad Dermatol
2. Wojnarowska F, Bhogal BS, Black MM: Chronic bullous 1994;31(5 pt 2):884--888.
disease of childhood and linear disease of adults are IgA--me- 7. Megahed M: Histopathology of blistering diseases. Sprin-
diated disease. Br J Dermatol 1994;131(2):201--204. ger--Verlag, 2004:206--213.

INJERTO CONTRA HUÉSPED Manejo y curso: esteroides sistémicos en dosis al-


AGUDA, ENFERMEDAD tas, transfusión de plaquetas y de sangre, antibióticos,
anfotericina B, fluconazol.
El paciente cursó hacia la recuperación con disminu-
ción del exantema, fiebre y diarrea en el lapso de 10
Historia: hombre de 38 años de edad, con dos días de días. Intensas hiperpigmentación e hipopigmentación
evolución con exantema maculopapular con tendencia cutáneas residuales desde la tercera semana.
a generalizarse, síndrome febril, diarrea y prurito gene- Comentarios: la enfermedad injerto contra huésped
ralizado severo. (EIVH) es un desorden inmunitario causado por la res-
Antecedentes personales patológicos: linfoma de puesta de células donadoras histoincompatibles inmu-
Hodgkin tipo celularidad mixta que ha recibido quimio- nocompetentes contra los tejidos de un huésped inmu-
terapia y radioterapia con pobres resultados. Una semana nocompetente.
antes de este cuadro el paciente había recibido un auto-
trasplante de células tallo, sin recibir ningún tratamien-
to antitrasplante. El paciente es VIH negativo hasta el
momento de su evaluación inicial.
Medicación actual: ninguna.
Examen físico: temperatura: 38.4 _C. Pulso: 138/
min. TA 110/65 mmHg. No adenomegalias ni organo-
megalias. Dermatosis diseminada sobre todo en tronco,
abdomen y extremidades. No afecta mucosas. Morfolo-
gía: exantema rojo brillante, maculopapular y vesicu-
loso de límites mal definibles. En algunas zonas, signo
de Nikolsky. No hay dermografismo. No hay escamas
ni liquenización (figuras 116, 117 y 118).
Pruebas de laboratorio: hemoglobina 7.8. Leuco-
citos 800. Plaquetas 19 000. Glucemia 98. Creatinina
1.1. B. total 1.7. B. directa 1.2. TGO 78. TGP 85. Fosfa-
tasa alcalina 178. DHL 103. Coproparasitoscópico y co-
procultivo: negativos. Anticuerpos antiVIH: negativos.
Biopsia de piel: vacuolización de la membrana ba-
sal, infiltrado mononuclear perivascular moderado (fi- Figura 116. Exantema maculopapular, confluente, color rojo
guras 119 y 120). intenso, que afectó más de 80% de la superficie corporal, no
Diagnóstico: enfermedad injerto contra huésped pruriginoso y con intensa hipersensibilidad cutánea a la pal-
aguda. pación.
El ABC cutáneo del internista 67

Figura 117. Acercamiento de la reacción al agua de injerto


contra hospedero, a nivel de muslos, sin formación de Figura 119. Biopsia de piel compatible con reacción de in-
ampollas, al octavo día de autotrasplante de células tallo. Se jerto contra huésped, con vacuolización de la membrana ba-
acompañó de intensa diarrea. sal y discreta exocitosis de linfocíticos. HE. 10X.

Se caracteriza por afección de la piel en forma de


exantema maculopapular que puede evolucionar a ne- (8%). Tiene una baja incidencia en transfusión sanguí-
crólisis epidérmica tóxica (NET), acompañada de fie- nea en pacientes inmunosuprimidos.
bre, diarrea y disfunción hepática en su variedad aguda; Variantes clínicas. Aguda: durante los siguientes
en la variedad crónica se ven cambios cutáneos lique- tres meses después del trasplante de médula ósea, prin-
noides hasta esclerodermiformes. cipalmente de los días 14 a 21. No afecta mucosas y hay
La EIVH se presenta en diversos trasplantes de mé- afección sistémica con fiebre, diarrea y hepatitis. Clíni-
dula ósea: alogénico, autólogo, singénico y no relacio- camente se observa desde una erupción maculopapular
nado. diseminada hasta eritrodermia y formación de ampo-
Su incidencia es mayor en el alogénico (60 a 80% de llas. Crónica: después de los 100 días del trasplante de
los casos); en el autólogo se presenta en forma leve médula ósea ocurre después de la forma aguda o de
novo; empieza con cambios cutáneos liquenoides tipo
liquen plano o liquen escleroso y atrófico con evolución
a piel esclerodermiforme y afección a mucosas. Puede
haber enfermedad hepática crónica. Entre 25 y 45% de
los pacientes desarrollarán el cuadro completo crónico.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 118. El paciente en control a las tres semanas del


episodio agudo de injerto contra huésped, con los espera- Figura 120. Con mayor detalle, paraqueratosis, ortoquera-
bles estigmas cutáneos de hiperpigmentaciones e hipopig- tosis y queratinocitos necróticos, con degeneración balo-
mentaciones. noide.
68 El ABC cutáneo del internista

El diagnóstico diferencial desde el punto de vista cu- a moderado), ciclosporina en casos graves. En la forma
táneo es: en fase aguda, con exantemas por fármacos, crónica es efectiva la fototerapia con modalidad PUVA
exantema viral, necrólisis epidérmica tóxica y eritro- (psoralenos más luz ultravioleta tipo A).
dermia; en fase crónica, con liquen plano, erupción li-
quenoide por drogas y esclerodermia sistémica.
De preferencia, este diagnóstico debe ser muy bien
establecido con la descripción del cuadro clínico y biop- REFERENCIAS
sia de piel de uno o varios sitios. La histopatología pue-
de diferenciar perfectamente ambas variantes: aguda:
vacuolización de la membrana basal, infiltrado mono- 1. Harper JI: Cutaneous graft vs. host disease. Br Med J 1987;
nuclear perivenular, necrosis de los queratinocitos; cró- 295:401--402.
nica: hiperqueratosis, hipergranulosis, acantosis, infil- 2. Chosidow O et al.: Sclerodermatous chronic graft vs. host
trado mononuclear perivascular, incontinencia de los disease. Analysis of 7 cases. J Am Acad Dermatol 1992;26:
melanocitos y esclerosis dérmica. 49--55.
3. Córdoba S et al.: Lichen sclerosus et atrophicus in scleroder-
En cuanto a su curso y pronóstico, la EIVH aguda de
matous chronic vs. host disease. Int J Dermatol 1999;38:
leve a moderada responde bien al manejo; si evoluciona 708--711.
a NET su pronóstico es malo, hay aumento de infeccio- 4. Vogelsang GB, Wagner JE: Graft vs. host disease. Bone
nes y la mortalidad va de 15 a 70% de los enfermos. En Marrow Transplant 1990;4:625.
la EIVH crónica hay daño cutáneo con morbilidad alta 5. Aractingi S, Chosidow O: Cutaneous graft--versus--host di-
sease Arch Dermatol 1998;134(5):602--612.
y se asocia con infecciones bacterianas recurrentes. Su
6. Poletti ED, Moreno JL, Castillo F, Amaya M, Zúñiga--
incidencia ha disminuido desde el uso de la ciclosporina Ahuet G et al.: Propuesta de guías mexicanas de fototerapia
antes de los trasplantes de médula ósea. El manejo habi- y fotoquimioterapia. Dermatología Rev Mex 2002;46(5):
tual es con corticosteroides tópicos, sistémicos (de leve 217--223.

INJERTO CONTRA HUÉSPED, minente a nivel de la zona lumbosacra y glútea, bilateral


ENFERMEDAD TARDÍA DE y simétrica; caracterizada por la presencia de pápulas
incontables, eritematovioláceas, infiltradas, de aspecto
liquenoide, aisladas, y otras llegando a coalescer, for-
mando placas de tamaño variable; en mucosa bucal
Historia: mujer de 25 años de edad, con lesiones papu- mostraba completa erosión de la mucosa labial y bucal,
lares eritematoinfiltradas en toda la economía corporal, todo en su conjunto con un aspecto evolutivo crónico
de color violáceo; inició con lesiones erosivas de la mu- (figuras 121, 122 y 123).
cosa bucal, diagnosticándosele inicialmente aftosis bu-
cal de cuatro semanas de evolución. Tiene prurito gene-
ralizado.
Antecedentes personales patológicos: se le realizó
diagnóstico de leucemia granulocítica crónica en enero
de 1995; fue tratada con interferón alfa, lográndose res-
puesta clínica completa, pero no citogenética; más de
80% seguían siendo cromosoma Philadelphia (+) (julio
de 1996). Se practica trasplante de médula ósea de un
hermano, con quién compartía tres cuartas partes de ha-
plotipos, realizado el 30 de julio de 1996. Llevó manejo
inmunosupresor a base de ciclosporina A y metotrexato
por cerca de seis meses posterior al trasplante.
Examen físico: TA 120/80 mmHg. Pulso 84/min.
Frec. resp. 18/min. A la exploración física se encontró
afección generalizada que afectaba fundamentalmente Figura 121. Aspecto erosivo de cavidad bucal, con exten-
el tronco (abdomen) por ambas caras, siendo más pro- sas zonas exulceradas y costrohemorrágicas.
El ABC cutáneo del internista 69

Figura 124. Histopatología de piel que destaca hiperquera-


Figura 122. Intensa afección a nivel dorsal, extendiéndose
tosis, hipergranulosis, infiltrado en banda, espongiosis, li-
hasta glúteos los componentes morfológicos de aspecto
cuefacción degenerativa de la basal, queratinocitos necróti-
liquenoide purpúrico.
cos y algunos eosinófilos, altamente sugestivos de reacción
de injerto contra huésped crónica.

Biopsia de piel: hiperqueratosis moderada con algu-


nas zonas de hipergranulosis; además, a nivel de los es- tica (principalmente elevación de transaminasas y de
tratos espinoso y basal, presencia de queratinocitos ne- gammaglutamiltranspeptidasa).
cróticos y cuerpos eosinófilos dispersos, así como Diagnóstico: enfermedad de injerto contra huésped
espongiosis en diferentes zonas, con tendencia al des- crónica.
prendimiento entre la epidermis y la dermis papilar; Evolución y tratamiento: talidomida 300 mg/día,
presencia de infiltrado inflamatorio moderado sobre bolos de metilprednisolona previos, prednisona 20 mg/
todo por linfocitos y macrófagos dispuestos periférica- día y 10 en días alternos, trimetoprim--sulfametoxazol
mente a los vasos sanguíneos dérmicos, con presencia 2/semana, itraconazol 300 mg/semana, aciclovir 400
de algunos melanófagos. En dermis reticular se apre- mg/día. Recibió ganciclovir por 10 días por haber pre-
cian anexos cutáneos (glándulas sudoríparas) sin cam- sentado una infección por citomegalovirus.
bios histológicos significativos. Cambios histológicos Se decide agregar pentoxifilina 1 200 mg/día, con
de carácter liquenoide (figuras 124 y 125). excelente respuesta al cabo de 30 días. Posteriormente
Exámenes de laboratorio: pancitopenia con trom-
bocitopenia. Alteraciones moderadas de función hepá-
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Figura 125. En detalle la licuefacción degenerativa acom-


Figura 123. Acercamiento de la dermatosis a nivel lumbo- pañada de numerosos linfocitos liquenoides y cuerpos co-
sacro. loides.
70 El ABC cutáneo del internista

se adicionó azatioprina 125 mg/día, con vigilancia de pias formas agudas, predominan los fenómenos fibróti-
pruebas de función hepática y biometría hemática com- cos, como corresponde a la evolución natural de toda in-
pleta. Control completo de la reacción tres meses des- flamación que consigue controlarse. Ello no significa
pués. que esta forma tenga una evolución necesariamente be-
Comentario: la enfermedad de injerto contra hués- nigna. Se observan en ocasiones formas crónicas de en-
ped crónica ocurre en 20 a 50% de los receptores del fermedad injerto contra huésped de gran entidad clínica
trasplante de médula ósea que sobreviven más allá del con fibrosis esclerodermizantes superficiales y profun-
día 100 después del BMT. das, muy incapacitantes, con bloqueos articulares y re-
Las manifestaciones principales de este síndrome se tracciones tendinosas de gran dramatismo clínico. Junto
parecen a los de las enfermedades autoinmunitarias del a ello es bastante constante la existencia de un síndrome
colágeno. seco tanto de glándulas salivares como lacrimales que
El trasplante de médula ósea alogénico, el cual ex- genera situaciones disfuncionales incapacitantes e in-
cluye los injertos de células del mismo origen genético cluso ceguera.
(trasplantes singénicos entre gemelos univitelinos y La hepatopatía crónica, superpuesta a la cirrosis bi-
trasplantes autólogos), implica la administración y la liar primaria, acompaña a veces a estos cuadros cróni-
consiguiente implantación de células madre pluripoten- cos, así como una enteropatía malabsortiva de grado va-
ciales, no sólo de la hemopoyesis sino también de otras riable.
líneas celulares (linfocitos, sistema mononuclear fago- Otras manifestaciones de la enfermedad injerto con-
cítico), lo que propicia que ciertas funciones celulares tra huésped crónica son la bronquiolitis obliterante, las
tengan origen alogénico, es decir, del donante. polineuropatías, así como la afección de cualquier órga-
La nueva inmunidad procedente del donante puede no susceptible de verse afectado por un trastorno auto-
reconocer como extrañas las células del receptor y ori- inmunitario.
ginar lo que se denomina reacción o enfermedad del in- De todos modos, debe destacarse como constante la
jerto contra el huésped (EICH). inmunodeficiencia que de forma sistemática se estable-
La actividad citotóxica de los linfocitos T del donan- ce en la enfermedad injerto contra huésped tanto en su
te reconoce antígenos menores de histocompatibilidad forma aguda como en la crónica.
no detectables por los medios utilizados en la actualidad Ya de por sí la enfermedad injerto contra huésped
en la tipificación HLA, y a través de mecanismos aún no cursa con defecto en la función del sistema inmunitario,
bien conocidos se dirige contra las células normales del y a ello cabe agregar la inmunodepresión que obligada-
receptor y causa lesiones específicas de diversa grave- mente debe aplicarse para intentar detener el curso de la
dad con su correspondiente traducción clínica. Tradi- enfermedad. Por ello no es sorprendente que la causa de
cionalmente se acepta que los órganos diana de la enfer- muerte de la enfermedad injerto contra huésped sean
medad injerto contra huésped son tres: la piel, el tubo con gran frecuencia las infecciones por gérmenes opor-
digestivo y el hígado, aunque se ha descrito la afecta- tunistas.
ción de otros órganos y sistemas como parte de la enfer-
medad.
En la enfermedad injerto contra huésped cabe distin- REFERENCIAS
guir dos formas clínicas que presentan distinta expresi-
vidad y obligan a distinto manejo terapéutico. La prime-
ra es la forma aguda, que suele presentarse en el periodo 1. Polsdorfer JR: Graft vs. host disease. Gale Encyclopedia of
Medicine. 1ª ed. 1999;1316--1317.
inmediato postrasplante de médula ósea (en los prime-
2. Fitzpatrick TB et al.: Color atlas and synopsis of clinical
ros 60 a 100 días). En esta forma predominan los fenó- dermatology. Common and serious diseases. McGraw--Hill,
menos inflamatorios y son comunes los cuadros de 1997.
exantema morbiliforme que evolucionan hacia formas 3. Champion RH, Burton RJ, Ebling FJG: Textbook of der-
más graves de epidermólisis y que se asocian con dia- matology. 5ª ed. ATTICA Cybernetics, Blackwell Science,
rreas de intensidad variable junto a ictericia, con o sin 1992.
4. Parker P et al.: Polymyositis as a manifestation of chronic
cuadros clínicos asociados de fallo hepático. Por el con- graft--versus--host disease. Medicine 1996;75(5):279(7)84.
trario, en las formas crónicas de la enfermedad injerto 5. Ferrara JLM, Deeg HJ: Graft--versus--host disease. N Engl
contra huésped, que a su vez evolucionan desde sus pro- J Med 1991;324:667--674.
El ABC cutáneo del internista 71

JANEWAY (SIGNO DE) Y OTROS


INDICADORES DE ENDOCARDITIS

Historia: paciente masculino de 23 años de edad que


acude con erupción acral, anemia, oliguria y fiebre ves-
pertina indeterminada con diaforesis, de seis días de
evolución. Ha tomado amoxicilina y paracetamol, sin
modificaciones sintomáticas.
Antecedentes personales patológicos: a los 17 años
de edad tuvo recambio valvular por estenosis mitral
secundaria a daño reumático, sin complicaciones y con
controles periódicos por internista y cardiólogo. Figura 126. Signo de Janeway a nivel de la cara palmar de
quinto dedo de la mano, con nodulitos purpúricos, aislados,
Reporta que tres semanas antes de su padecimiento
múltiples e indoloros, en paciente febril con antecedentes
actual presentó tos productiva con fiebre de bajo grado, de cirugía protésica valvular.
tratada durante tres días con trimetoprim y sulfametoxa-
zol autoprescrito. Negó cirugía bucal, viajes recientes,
uso de drogas intravenosas, enfermedad venérea o VIH. Radiografía de tórax: sin cardiomegalia.
Medicación actual: amoxicilina, paracetamol. Ecocardiografía en modo M y bidimensional: sin al-
Examen físico: temperatura 38.6 _C. Frecuencia teraciones. Durante su internación se realizaron cinco
cardiaca 92. TA 110/70. Pálido. hemocultivos, resultando en dos de ellos crecimiento de
En foco mitral se identifica soplo de regurgitación, Streptococcus viridans, que luego de tres semanas de su
pansistólico, III/VI, de intensidad máxima en el ápex, obtención no evidenció crecimiento de otros gérmenes.
irradiándose hacia la axila, con desdoblamiento mode-
rado de R2. No se encontraron anomalías en fondo de
ojo, mucosas conjuntival ni bucal. No hay linfadenome-
galias ni hepatoesplenomegalias.
Dermatosis generalizada que afecta las cuatro extre-
midades, bilateral y de tendencia simétrica, que afecta
a nivel de sus tercios distales involucrando palmas,
plantas y puntas de los dedos. Consiste en máculas erite-
matopurpúricas, de 2 a 8 mm, coalescentes, algunas de
ellas palpables, no exangües a la vitropresión, acompa-
ñadas de pequeños nodulitos indoloros de aproximada-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mente 0.5 a 1 cm, de tinte berenjena que se ubican prefe-


rentemente hacia las caras palmares y yemas de los
dedos, confluyendo varios de ellos (figuras 126 y 127).
Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 11.1.
Hto. leucocitos de 142 000, con neutrófilos de 83%, 28.
VSG 95 mm/h. Urea 76. Creatinina 2.7. Factor reuma-
toide: positivo. Proteinuria y microhematuria discretas.
Pruebas de funcionamiento hepático y reacciones febri-
les: negativas. Anticuerpos antinucleares y VIH: nega-
tivos. Figura 127. Púrpura palpable en miembro inferior, cara ti-
Electrocardiograma: sin alteraciones del ritmo ni bial anterior, secundaria a foco séptico en endocardio, su-
de la conducción. perimpuesto a prótesis valvular.
72 El ABC cutáneo del internista

Figura 128. Aspectos microscópicos evidenciados en las biopsias de piel de nódulo de Janeway, que muestran vasculitis leucoci-
toclástica, con pequeño trombo intracapilar, edema y disrupción endoteliales.

Biopsia de piel: obtenida de la piel de un dedo, ob- De los cinco signos cutáneos cardinales descritos hace
servándose necrosis fibrinoide, leucocitoclástica con decenios, en la actualidad sólo se constatan con cierta
polvo nuclear, edema endotelial. Las tinciones con frecuencia las petequias hasta en la mitad de los casos.
Gram, PAS y KOH no revelaron microorganismos (fi- Usualmente éstas se ubican en las extremidades, partes
gura 128). anterosuperiores del tórax, conjuntivas, paladar y mu-
Diagnóstico: signo de Janeway y otros indicadores cosa oral. Pueden persistir aun en la convalecencia.
cutáneos de endocarditis infecciosa en válvula proté- El panadizo o nódulo de Osler es eritematopurpúrico
sica. y nodular, en las yemas de cualquiera de los dedos, emi-
Evolución y tratamiento: se inició tratamiento in- nencias tenar e hipotenar, doloroso (afecta el cuerpo
travenoso con penicilina G, 2 millones U cada 4 h y gen- glómico dérmico), y puede evolucionar a lesiones exu-
tamicina dosificada a función renal, consiguiéndose dativas o necrosantes.
apirexia y mejoría sintomática de los restantes síntomas En las lesiones de Janeway existen máculas eritema-
a los tres días de iniciado el tratamiento. A su egreso 11 tohemorrágicas, en placa o nodulares, indoloras, prefe-
días después aún se percibían máculas purpúricas en las rentemente en las partes distales de los dedos. Miden
yemas de los dedos. algunos milímetros y no son dolorosas al tacto. Rara-
Comentario: las manifestaciones clínicas secunda- mente son extensas, quimóticas, semejando púrpura ful-
rias a endocarditis infecciosa protésica tardía (más de 12 minans o meningococcemia. En pacientes consumido-
meses poscirugía) dependen de sus posibles complica- res de drogas por vía intravenosa, la presencia de fiebre
ciones, de la existencia de bacteremia constante con la
aparición de focos sépticos metastásicos, de fenómenos
por depósito endotelial de inmunocomplejos y de em-
bolizaciones sépticas de fragmentaciones en cualquier
órgano. Este tipo de endocarditis está causado por orden
decreciente de frecuencia, por estreptococos, estafilo-
cocos y bacilos gramnegativos (figura 129).
Los Streptococcus viridans son alfahemolíticos, en
general no tipificables por el sistema de Lancefield, y
las especies incriminadas son S. sanguis, S. mutans y S.
mitior.
Uno de los diversos criterios diagnósticos de endo-
carditis infecciosa contempla como probables los fenó-
menos vasculares como infartos pulmonares sépticos,
embolia arterial, aneurisma micótico, hemorragia del
sistema nervioso, o bien, como en el caso descrito, evi-
denciado con lesiones de Janeway y vasculitis leucoci-
toclástica. Los signos cutáneos de las endocarditis in- Figura 129. Aspecto del endotelio valvular endocárdico que
fecciosas han cambiado luego de la era posantibiótica. alberga numerosas vegetaciones bacterianas.
El ABC cutáneo del internista 73

y signo de Janeway pueden ser los únicos indicadores Las formas de endocarditis por Streptococcus viri-
que presagien endocarditis. dans sensibles a la penicilina pueden tratarse en dos se-
Ambas lesiones exhiben como dato histopatológico manas empezando por vía intravenosa, toda vez que las
vasculitis leucocitoclástica, sin lograr identificar en concentraciones plasmáticas son más predecibles.
ellas el esperado microorganismo embolígeno. Asimis- Los factores de mal pronóstico son edad, agente etio-
mo, las dos lesiones traducen el depósito de inmuno- lógico y la aparición de complicaciones cardiacas o ex-
complejos por una infección preferentemente crónica, tracardiacas. Un volumen telediastólico elevado o la
semejante al mecanismo que explica las glomerulone- presencia de vegetaciones por ecocardiografía sugieren
fritis de estos casos. necesidad de reemplazo valvular en las siguientes se-
Son pocos los casos en los que actualmente se descri- manas.
ba la consecución de cultivos positivos de un émbolo
séptico cutáneo (Staphylococcus aureus).
Las hemorragias en astilla son indoloras y de ubica- REFERENCIAS
ción subungueal, más evidentes hacia la cutícula, en el
tercio proximal del plato ungueal. En un detallado exa-
1. Braverman IM: Skin signs of systemic disease. 3ª ed. Fila-
men clínico pueden detectarse hasta en 25% de los ca-
delfia, W. B. Saunders, 1999:602--605.
sos. 2. Zax RH, Hodge SJ, Callen JP: Cutaneous leukocytoclastic
Otras asociaciones semiológicas, en los casos de en- vasculitis. Arch Dermatol 1990;126:69--72.
docarditis crónica, pueden ser manchas café oscuro, pe- 3. Farior JB, Silverman ME: A consideration of the differ-
tequias conjuntivales y esplenomegalia. ence between a Janeway’s lesion and an Osler’s node in in-
fectious endocarditis. Chest 1976;2:239--243.
Las manchas de Roth se aprecian como pequeñas he-
4. Fanning WL, Aronson M: Osler node, Janeway lesions and
morragias retinianas ovales, con palidez central y halo splinter hemorrhages. Arch Dermatol 1977;113:648--649.
hemorrágico, inducidas por una colección de neutrófi- 5. Rodés TJ, Guardia MJ: Medicina interna. Barcelona, Mas-
los. son, 1997: I(VIII):943--986.

K Examen físico: TA 110/70 mmHg. Pulso: 92/min,


frecuencia respiratoria 22. Adelgazado, pálido. En cavi-
dad oral, algunas máculas vinosas elípticas, en paladar
duro, de cerca de 1 cm. A nivel de la cabeza y en el cue-
KAPOSI, SARCOMA DE llo, con neoformaciones múltiples, unas visibles y las
más de ellas palpables, de 2 a 8 cm, varias de ellas coa-
lescentes, fijas, infiltradas, profundas hasta músculo,
las externas de color rojo carmesí, con apariencia de to-
Historia: paciente masculino de 23 años de edad que mates (figuras 130 y 131).
acude gravemente enfermo con lesiones tumorales dise- En tronco, desde cara anterior hacia caras laterales,
minadas, de crecimiento muy acelerado en las últimas extensas placas infiltradas de coloración berenjena, so-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nueve semanas, que le han deformado cabeza, cuello y breelevadas, edematosas, muy induradas, no hemorrá-
tronco, algunas de ellas son dolorosas. Tiene acentuada gicas, con extensión máxima de 23 cm (figura 132).
fatiga y fiebre intermitente. Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 7.1. Leu-
Antecedentes personales: homosexual pasivo, con cocitos 1 600. Pruebas de función hepática y creatinina:
diagnóstico conocido de SIDA un año antes, en control normales. Plaquetas 82 000. TP y TPT normales. CD4
irregular con indinavir, zidovudina y didanosina, desco- 76. Carga viral plasmática detectable: 32 000 copias/mL.
nociendo último conteo de carga viral y de CD4. Biopsia de piel: lesión angiogénica, con amplios es-
Admite presentar lesiones en piel desde tres meses pacios vasculares, proliferación de células endoteliales
antes, que empezaron en el tronco y no fueron atendi- fusiformes que reemplazan colágena dérmica. Infiltra-
das. Alcoholismo severo y consumo periódico de co- dos de células plasmáticas. Glóbulos hialinos intracito-
caína. plásmicos. Sin atipia nuclear. Abundante hemosiderina.
Medicación actual: AZT, indinavir, didanosina, pa- La tinción de Warthin--Starry no evidenció bacilos
racetamol, AspirinaR y múltiples vitamínicos. gramnegativos (Bartonella) (figura 133).
74 El ABC cutáneo del internista

Figura 131. Mismo paciente, con infiltraciones tumorales en


Figura 130. Sarcoma de Kaposi en espectacular disposi- regiones facial y cervical. Sobresale el aspecto de múltiples
ción en cabeza, piel cabelluda y cara, con tumoraciones rojo neoplasias que confluyen.
carmesí.

de derrame primario y en la variante de células plasmá-


Diagnóstico: sarcoma de Kaposi en fase tumoral ticas de Castleman (hiperplasia angiofolicular).
asociado con SIDA. Los casos de sarcomas de Kaposi más agresivos se
Evolución y tratamiento: se inició manejo formal han identificado en los pacientes homosexuales o bise-
con antirretrovirales, interferón alfa subcutáneo, criote- xuales con alta promiscuidad, de preferencia con coito
rapia y vinblastina intralesional. El paciente abandonó anal, superando los casos de hemofílicos o drogadictos
el tratamiento y su deceso ocurrió cuatro meses des- intravenosos.
pués. Los hallazgos clínicos del paciente con SIDA difie-
Comentario: en este patético caso de sarcoma de ren del anciano en cuanto a mayor simetría y afección
Kaposi fue muy llamativa la pronta instalación de la mucocutánea, con áreas de predilección como paladar
fase tumoral considerando que la fecha de factible ini- duro, tronco, pene, extremidades inferiores y plantas de
cio fue tan sólo unas semanas antes, así como el trata- pies, en jóvenes.
miento (aunque fue inconstante con triple esquema). Lo habitual es la presentación por estadios: mácula,
Se ha identificado en la patogénesis de este trastorno pápula, placa, nódulos y tumores, hasta ulceración de
angioproliferativo al herpesvirus gamma (HHV--8), éstos, dispuestos de preferencia siguiendo el trayecto de
que induce hiperplasia de células endoteliales, mismo dermatomas. Es difícil diagnosticarlo en su fase inicial
que se ha incriminado en casos de linfoma no Hodgkin, macular, ya que remeda a la pitiriasis rosada de Gibert

Figura 132. Enorme placa tumoral en tronco, área pectoral, coalescente, muy infiltrada, en pelerina, de coloración violácea.
El ABC cutáneo del internista 75

Asimismo, en el paciente con SIDA pueden presen-


tarse pápulas o verdaderas neoformaciones de colora-
ción púrpura, de crecimiento rápido y exuberante, he-
morrágicas y ocasionalmente en las mucosas oral o
conjuntival, que pueden corresponder a granulomas
piógenos o bien a angiomatosis bacilar epitelioide (Bar-
tonella henseale y quintana) sin ninguna relación con
el sarcoma de Kaposi.
Hay distintas opciones de tratamiento partiendo de
un inicio precoz de terapéutica antirretroviral altamente
activa (HAART) antes de los seis meses de evolución,
con enfermos con menos de 50 lesiones o incrementos
de menos de 10 lesiones por mes.
La vinblastina intralesional es útil y se administran
de 0.2 a 0.4 mg/mL durante varias semanas. Otra opción
es la crioterapia, aunque induce intenso ampollamiento
e hipopigmentación.
Las lesiones localizadas de pene o palmoplantas res-
ponden bien a cirugía o a radioterapia local (800 a 1 500
Figura 133. La iconografía histopatológica muestra espa- rads fraccionados): la quimioterapia está siempre indi-
cios vasculares amplios, proliferación neoangiogénica por cada en pacientes con afección visceral, enfermedad cu-
células endoteliales fusiformes e importantes infiltrados por
tánea muy agresiva, edema acentuado y afección pul-
células plasmáticas, características del sarcoma de Kaposi.
monar. Las distintas opciones incluyen alcaloides de la
vinca, bleomicina, doxorrubicina liposomal, taxol e in-
o bien a cualesquiera de las reacciones eccematosas co- terferón alfa.
munes (de contacto, etc.). Es cuestionable su verdadera
estirpe como sarcoma, y más bien debe comprenderse
como hiperplasia tisular de crecimiento exuberante (en
REFERENCIAS
sí misma no tiene capacidad destructiva ni posibilidad
metastásica) que induce neoformación capilar y prolife-
1. Czelusta A, Yen--Moore A, van der Straten B, Carrasco
ración de tejido conjuntivo perivascular. D, Tyring SK: An overview of sexually transmitted diseases.
Emerge de novo en cualquier órgano y su prolifera- Part III. Sexually transmitted diseases in HIV--infected pa-
ción es a expensas de células endoteliales, condicionada tients. Continuing Medical Education 2000:43(3).
por el estatus inmunitario del enfermo. Se clasifica en 2. Callen JP, Berger T: AIDS. Current problems in dermatolo-
cuatro grupos: gy. Millennium Series 2000;12(1):30--34.
3. Krown SE: Acquired immunodeficiency syndrome--asso-
ciated Kaposi’s sarcoma. Biology and management. Med
a. Clásico en ancianos o judíos con ascendencia Clin North Am 1997;81:471--494.
mediterránea. 4. Dictor M: Human herpesvirus 8 and Kaposi’s sarcoma. Se-
b. Tipo africano. min Cutan Med Surg 1997;16(3): 181--187.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

c. Asociado con el SIDA.


d. Iatrógeno, por inmunosupresión en trasplanta-
dos.

En hombres jóvenes con malformaciones arterioveno-


sas acrales hereditarias o adquiridas, en extremidades
superiores o inferiores, posradiación, por grandes trau- KYRLE, ENFERMEDAD DE
matismos o por creación de fístulas para hemodiálisis,
puede presentarse una entidad denominada seudokapo-
si o síndrome de Bluefarb--Stewart, que representa ex-
clusivamente una acroangiodermatitis demostrable por Historia: paciente femenina de 63 años de edad, hospi-
arteriografía percutánea, y sin ninguna relación con la talizada por el servicio de nefrología. Se realiza inter-
hiperplasia en cuestión. consulta, ya que la paciente presenta extensa dermatosis
76 El ABC cutáneo del internista

muy pruriginosa, progresiva y persistente y que no ha


mejorado aunque hace un mes que empezó con hemo-
diálisis, levocetirizina, carbón activado y ácido urso-
deoxicólico.
Antecedentes personales patológicos: diabetes me-
llitus tipo 2, de 30 años de evolución. Insuficiencia renal
crónica en programa de diálisis peritoneal ambulatoria
continua durante siete años. Hipertensión arterial sisté-
mica de 25 años de evolución.
Medicamentos actuales: insulina, antihipertensi-
vos, ansiolíticos, sales de calcio, sales de aluminio sin
magnesio, ácido ursodeoxicólico, levocetirizina y car-
bón activado oral.
Examen físico: signos vitales normales. Palidez ge-
neralizada, edema palpebral y de extremidades inferio-
res.
Dermatosis diseminada que afecta preferentemente Figura 135. Lesiones infiltrantes a mayor acercamiento con
tapones queratósicos.
brazos, antebrazos, glúteos y piernas, con predominio
en áreas de extensión, constituida por numerosas pápu-
las foliculares, con halo eritematoso, hiperqueratósicas
Diagnóstico: enfermedad de Kyrle.
en el centro, hiperpigmentadas, exulceradas, de 0.5 a 2
Curso y terapéutica: acitretina 0.7 mg/kg/día, ácido
cm de diámetro, de bordes precisos, exulceradas e infil-
ursodeoxicólico y queratolíticos con urea a 40% y ácido
trantes, algunos pequeños nodulitos violáceos de 4 a 7
láctico. Se iniciaron tres sesiones de fototerapia UV--B
mm y costras serohemáticas. Cardiopulmonar normal.
con lámpara de 311 nanómetros y se observó un notorio
Abdomen sin visceromegalia (figuras 134 y 135).
decremento sintomático desde la segunda semana y de-
Pruebas de laboratorio: HB 10.8. Hto. 33. Leucoci-
saparición de las lesiones tres meses después. La pa-
tos y diferencial: normal. Plaquetas: normales. Urea 80.
ciente falleció cinco meses después, por complicacio-
Creatinina 7.2. Glucosa 160. Electrólitos, calcio y fós-
nes inherentes a la enfermedad.
foro: normales.
Comentario: la enfermedad fue descrita por Kyrle
Biopsia de piel: los cortes muestran epidermis con
en 1916 en un paciente diabético. Inicialmente se la de-
tapón córneo en el ostium folicular. La hiperqueratosis
nominó hiperqueratosis follicularis et parafollicularis
es ortoqueratósica y hacia la porción profunda se obser-
in cutem penetrans.
va la ruptura de la vaina radicular externa del folículo
La denominación más aceptada en la actualidad es
con penetración de la queratina hacia la dermis (figuras
dermatosis perforante adquirida, tipo Kyrle.
136 y 137).

Figura 136. Epidermis acantósica con hiperqueratosis orto-


Figura 134. Lesiones múltiples, induradas y queratósicas queratósica y tapón córneo en el ostium folicular, que pene-
en glúteos. tra hasta las porciones profundas de la epidermis.
El ABC cutáneo del internista 77

mina A y la acumulación de sustancias en el cuerpo son


algunas causas probables. El diagnóstico definitivo es
histopatológico.
No existe tratamiento específico; se han utilizado
queratolíticos, UBV, PUVA, retinoides (etretinato, aci-
tretina) o esquemas combinados: retinoides con PUVA
(rePUVA), presentándose la mayoría de las veces mejo-
ría sintomática transitoria con la corrección del trastor-
no metabólico de base, tal como ocurrió con esta pa-
ciente.

REFERENCIAS

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se asocian más comúnmente, y con menos frecuencia cases. Int J Dermatol 1993;32(12):874--876.
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of four cases. J Dermatol 1993;20(6):326--340.
lignas. Para algunos autores, la enfermedad de Kyrle 5. Aditya KG et al.: Cutaneous associations of chronic renal
como tal es aquella que se presenta en individuos más failure and dialysis. Int J Dermatol 1986;25(8):498--504.
jóvenes y sin enfermedades relacionadas; sin embargo, 6. Poliak SC, Lebowl MG, Parris A et al.: Reactive perforat-
hay controversias. ing collagenosis associated with diabetes mellitus. N Engl J
En general, los pacientes urémicos que la presentan Med 1982;306:81.
7. Cunningham SR, Walsh M, Matthews R et al.: Kyrle’s dis-
están en programas de diálisis peritoneal o hemodiálisis
ease. J Am Acad Dermatol 1987;16:117.
de larga evolución, como sucedió con esta paciente. 8. Poletti ED, Moreno JL, Castillo F, Amaya M, Zúñiga AG
La patogénesis es desconocida, pero la xerosis, ras- et al.: Propuesta de guías mexicanas de fototerapia y fotoqui-
cado crónico, alteraciones en el metabolismo de la vita- mioterapia. Dermatología Rev Mex 2002;46(5):217--223.

L total, con linfadenectomía cervical bilateral y distintas


pexias con colgajos de músculos esternocleidomastoi-
deo y pectoral. Ha rehusado previamente radioterapia y
quimioterapia complementarias. Tiene disfonía secun-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

LÉSER--TRÉLAT (SIGNO DE) daria, para la que usa autoparlante y acude a rehabilita-
ción foniátrica.
El paciente acepta que las lesiones en piel aparecie-
ron tenuemente desde antes de su primera cirugía larín-
Historia: paciente masculino de 62 años de edad que gea; en los últimos seis meses se han incrementado en
acude a consulta por generalización progresiva y persis- cantidad, tamaño y presencia de prurito. Negó pérdida
tente de numerosas verrugas en cuello, tronco y raíces de peso, dolor óseo, anorexia y melena.
de extremidades superiores, con importante prurito. Examen físico: TA: 135/95 mmHg. Pulso: 88/min.
Antecedentes personales patológicos: tabaquismo Frec. respiratoria de 30/min con espiración forzada, ti-
acentuado desde la adolescencia hasta hace un año. En- raje muscular y estertores subcrepitantes inspiratorios
fermedad pulmonar obstructiva crónica en tratamiento difusos. Cuello deformado por escoliosis y orificio pro-
con diversos antitusígenos, expectorantes y antibióticos tésico centro--traqueal (figura 138). Acrocianosis mo-
intermitentes. Dos cirugías previas por laringectomía derada. Dermatosis diseminada en cara, cuello, tronco y
78 El ABC cutáneo del internista

Figura 138. Paciente con distintos estigmas poscirugías de carcinoma laríngeo recurrente, que muestra queratosis seborreicas
generalizadas.

hombros. Con numerosas neoformaciones color marrón Diagnóstico histopatológico: queratosis seborreica.
de pigmento uniforme, bordes netos, que van de 20 a 50 Diagnóstico: signo de Léser--Trélat secundario a
mm, de superficie áspera, verrucosa, de escama oleosa. carcinoma laríngeo recidivante.
Las hay desde planas hasta pediculadas (figura 139). Evolución y tratamiento: las neoformaciones más
Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 18.1. Hto grandes fueron tratadas con curetaje y electrodeseca-
56. Colesterol 272. Triglicéridos 186. Química sanguí- ción; a nivel del rostro, con criocirugía. Para el manteni-
nea, pruebas de funcionamiento hepático y renal norma- miento de su piel se le recomendó carbamidourea con
les. DHL, antígeno prostático específico, guayaco en lactato de amonio tópicos. Se insistió en revisión der-
evacuaciones y ultrasonido de abdomen sin alteraciones. matológica periódica.
Radiografía de tórax: con cambios por insuflación Comentario: la aparición súbita o eruptiva o bien el
torácica acentuada, aumento de los espacios aéreos re- incremento del tamaño de queratosis seborreica, fre-
troesternal y cardiaco, disminución de la vasculatura cuentemente acompañada de prurito, se acepta univer-
pulmonar; no se apreciaron adenopatías mediastinales salmente como signo de Léser--Trélat--Hôllander.
ni metástasis pulmonares. Para algunos es análogo a la acantosis nigricans y
Espirometría: con FEV 1/FVC inferior a 50%. para otros es una variante de ésta (y muchas veces coe-
Biopsia de piel: acantosis con papilomatosis e hiper- xisten). Esta eflorescencia paraneoplásica se asocia con
queratosis. Hay células basaloides de núcleos grandes. mayor frecuencia a adenocarcinomas de colon--recto,
Discreto edema intercelular (figura 140). estómago y mama. Otros carcinomas incluyen ovario,

Figura 139. En detalle, signo de Léser--Trélat con queratosis seborreicas múltiples, de aparición súbita, crecimiento importante
y prurito.
El ABC cutáneo del internista 79

mente en todos los estratos epidérmicos, excepto en el


córneo.
De forma aislada, las queratosis seborreicas repre-
sentan una inflamación hiperplásica epitelial localizada
en respuesta a multitud de estímulos exógenos (fric-
ción, sudoración, sobrecrecimiento bacteriano por des-
aseo y el uso de ciertas indumentarias, como nylon y po-
liéster).
Los casos bien documentados de pacientes con signo
de Léser--Trélat han mostrado que después de la extirpa-
ción de la neoplasia maligna hay, de forma frecuente, re-
gresión espontánea de las neoformaciones de piel.
Figura 140. Imagen histopatológica clásica de queratosis El caso en cuestión, que representó un síndrome pa-
seborreica. raneoplásico con recidiva, subraya la existencia de un
carcinoma en vías aéreas superiores que se inició antes
de la neoplasia y ha tendido a manifestarse ante la recu-
rrencia tumoral.
útero, riñón, páncreas, próstata y pulmón, así como ca- Aceptado más bien como un síndrome que como un
sos aislados de leucemia, linfoma y micosis fungoides. simple signo, y cumpliendo con los criterios clínicos de
Éste fue un raro caso asociado con carcinoma laríngeo. aparición súbita, explosiva, generalizada, con incre-
Las queratosis seborreicas son parte del espectro de mento en el tamaño y la presencia de prurito (y en oca-
modificaciones cutáneas geriátricas, y la mayor inci- siones con acantosis nigricans), la presencia de estas
dencia de cáncer acorde con la edad son hechos indiscu- neoformaciones conmina al clínico a la evaluación ex-
tibles; sin embargo, es debatible cuántos casos que han haustiva de los pacientes a través de examen físico (que
sido reportados satisfacen en realidad los criterios de incluya un detallado tacto rectal), estudios de sangre, ra-
Léser--Trélat, y es posible que algunos sean tan sólo aso- diológicos y de imagen, en un afán por demostrar un
ciaciones coincidentales. cáncer oculto hasta ese momento.
La distinción entre queratosis neoplásica e hiperplá-
sica, así como su justa evaluación clínica (cuánto se
considere crecimiento acelerado/anormal, o qué tiempo REFERENCIAS
valida su aparición súbita) han sido tema de controver-
sia.
Se argumenta que el tumor responsable de la erup- 1. Braverman IM: Skin signs of systemic disease. 3ª ed. W. B.
ción aguda secreta factores humorales, como factor de Saunders, 1998:42--45.
crecimiento alfa--transformante (TGF--α) y factor de 2. Heaphy MR, Millns JL, Schroeter AL: The sign of Léser--
Trélat in a case of adenocarcinoma of the lung. J Am Acad
crecimiento epidérmico (EGF) idénticos a los produci- Dermatol 2000;43(2)2:386--389.
dos por melanoma maligno. Los receptores queratinocí- 3. Poole S, Fenske NA: Cutaneous markers of internal malig-
ticos para este factor epidérmico EGF tiñen intensa- nancy. J Am Acad Dermatol 1993;28:147--164.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

LEUCEMIA CUTIS anulares, excéntricas, con collarete vesiculocostroso de


1 a 8 cm de diámetro, infiltradas.
Antecedentes personales patológicos: tumor de
mama derecha secundario a carcinoma canalicular infil-
Historia: paciente femenina de 53 años de edad con trante, tratado con mastectomía radical tipo Patey, así
malestar general, astenia, palidez y úlceras orales. Dos como quimioterapia neoadyuvante con ciclofosfamida,
semanas más tarde se agregó dermatosis en la cabeza a novantrone y 5--fluorouracilo.
nivel facial, que afectaba mejillas, regiones malares y Tuvo metástasis en dos de nueve ganglios axilares.
extremidades superiores, sobre todo en antebrazos, que Se agregó radioterapia en dosis de 5 000 cGy, así como
consistían en placas eritematovioláceas, circulares o cuatro ciclos más de quimioterapia con el mismo esque-
80 El ABC cutáneo del internista

Figura 141. Extensa placa eritematoviolácea, con ampollas


en collarete, costras hemáticas, excéntricas e infiltración,
ubicada en el tercio distal del antebrazo, favorecida por
trauma y trombocitopenia. Figura 143. Apreciación histopatológica de esta paciente
con leucemia cutis, infiltración cutánea de células atípicas
mieloblásticas, núcleos grandes e irregulares, de preferen-
ma. Se mantuvo con seguimiento regular, en buenas cia dispuestas alrededor de vasos.
condiciones generales y sin evidencia clínica de activi-
dad tumoral.
Examen físico: dermatosis diseminada que afecta Biopsia por aspirado de médula ósea: compatible
las extremidades superiores de forma bilateral y asimé- con síndrome mielodisplásico.
trica, principalmente en antebrazos y dorso de manos Biopsia de piel: células atípicas, pequeñas, con nú-
que consistían en placas eritematovioláceas, circulares cleos grandes e irregulares, con áreas de hemorragia y
o anulares, de 4 a 7 cm de diámetro, distribuciones ex- disrupción de vasos sanguíneos y apéndices dérmicos
céntricas, con collarete vesiculocostroso y verrucifor- (figura 143).
me y las más de ellas infiltradas (figuras 141 y 142). Diagnóstico: leucemia cutis secundaria a leucemia
Pruebas de laboratorio: HB 6.4. Leucocitos 2 900. mieloblástica.
Plaquetas 12 000. Evolución y tratamiento: se ofreció a la paciente
tratamiento con 6--mercaptopurina y metotrexato, pero
lo rechazó.
Comentario: la frecuencia con que las leucemias in-
filtran la piel es muy variable y controvertida. Ocurre
más frecuentemente (entre 6 y 20%) en las granulocíti-
cas y las linfocíticas.
A la infiltración cutánea leucémica se la conoce
como leucemia cutis y su aspecto clínico es muy varia-
ble e inespecífico.
Se ha descrito todo tipo de lesiones como signos clí-
nicos: pápulas, nódulos, placas, vesículas, úlceras y tu-
mores.
Es muy importante pensar en el diagnóstico de leuce-
mia cutis en presencia de lesiones cutáneas en pacientes
que ya tienen diagnóstico de leucemia, pero también en
pacientes con citopenias o alteraciones hematológicas,
ya que la afección de la piel puede ser una de las mani-
festaciones iniciales y hay enfermos que la tienen du-
Figura 142. Otro acercamiento a una placa más, de configu- rante una fase aleucémica, como en este caso, en el cur-
ración anular y aspecto verruciforme en el dorso de la mano. so de un síndrome mielodisplásico.
El ABC cutáneo del internista 81

Las lesiones en piel son más específicas en los casos culiar y patognomónica de mieloblastos y mielocitos
de leucemias monocíticas que en linfocíticas o granulo- malignos, y su color (verdoso) se debe a la secreción de
cíticas. Con el importante incremento de casos de leuce- abundante mieloperoxidasa. Se observa con más fre-
mias linfocíticas, ahora se pueden ver más casos de in- cuencia en niños, ubicándose en cráneo y tejidos perior-
filtraciones a piel con toda su variabilidad. bitarios, y puede preceder hasta en un año a la aparición
Las lesiones específicas de leucemia son morfológi- leucémica.
camente idénticas a las producidas por linfomas, desde Los distintos análisis retrospectivos indican que en
máculas, pápulas, tumores cárneos, rosados intensos presencia de leucemia cutis el pronóstico de sobrevida
hasta rojo oscuro y púrpura, y algunos se describen no es mayor de un año.
como idénticos a una ciruela.
Otras veces remeda rosácea, lupus eritematoso, in- REFERENCIAS
fección fúngica, sarcoide, micosis fungoides, enferme-
dades vesiculoampollosas, eccema, psoriasis guttata,
urticaria pigmentosa o sífilis secundaria, como en los 1. Piette WW: Leukemia and lymphoma. En: Callen JP, Jorizzo
casos de leucemia monocítica. Los infiltrados a piel más JL, Greer KE, Penéis NS et al. (eds.): Dermatological signs
característicos histológicamente son los de la leucemia of internal disease. 3ª ed. Filadelfia, W. B. Saunders, 2003:
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linfocítica crónica, la granulocítica y la monocítica
2. Ratnam KV, Khor CJL, Su D: Leukemia cutis. Dermatol
aguda. Clin 1994;12:419--431.
En cuanto a sitios de predilección, se menciona que 3. Su WP, Buechner SA, Li Chy: Clinicopathological correla-
las linfocíticas usualmente infiltran cara y extremida- tions in leukemia cutis. J Am Acad Dermatol 1984;11:121--
des, y las granulocíticas la piel del tronco. Las monocíti- 128.
cas son ubicuas. En los casos de leucemia cutis por leu- 4. Thiers BH: Dermatologic manifestations of internal cancer.
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El cloroma (sarcoma granulocítico) es una forma pe- phomas. Cutis 1978;21:814--818.

LIQUEN PLANO ORAL

Historia: paciente masculino de 24 años de edad con le-


siones liquenoides en boca y extremidades inferiores,
con gingivitis en boca y prurito en tobillos.
Hemorragia de fácil presentación a la apertura bucal
y gingivorragias al mínimo traumatismo, halitosis seve-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ra, glosodinia, glosopirosis y disgeúsia.


Antecedentes personales patológicos: accidente
automovilístico hace 10 años, intervención quirúrgica
y múltiples transfusiones de sangre.
Medicación actual: ninguna.
Examen físico: topografía: afección a mucosa gingi-
val de predominio inferior y carrillo del lado izquierdo,
gingiva erosionada, eritematosa, edematosa con retrac-
ción y exposición de las piezas dentales, mucosa de ca-
rrillo con patrón reticular. Lengua depapilada, intensa-
mente eritematosa. Costras serohemáticas, muchas de Figura 144. Notable daño bucal por liquen plano, a nivel de
ellas denudadas con trasudación, queilitis en borde ber- ambos labios, con exulceraciones y costras hemáticas muy
mellón y en 50% de la totalidad de ambos labios (figuras deleznables y dolorosas.
82 El ABC cutáneo del internista

Figura 146. Aspecto de los labios luego del tratamiento del


liquen plano oral (ribavirina e interferón) con marcada epite-
lización lesional.

Figura 145. Labios con lesiones en remisión, pero aún se


perciben placas liquenoides blanquecinas en dorso lingual. Diagnóstico: liquen plano oral, asociado con hepati-
tis viral tipo C.
Manejo y curso: al administrar esteroides tópicos
144 y 145). En tobillo, placa con pápulas de color violá- locales (fluticasona) e intralesionales (triamcinolona
ceo, brillantes y algunas hipertróficas. acetónido), ribavirina oral e interferón alfa subcutáneo,
Pruebas de laboratorio: HB 14.3. Leucocitos su respuesta fue favorable desde la tercera semana (fi-
7 800. Plaquetas 239 000. Glucemia 98. Creatinina 1.0. gura 147).
Bilirrubina total 1.3. BD 0.9. TGO 168. TGP 189. DHL Comentario: el liquen plano (LP) es una patología
157. Fosfatasa alcalina 125. Albúmina 3.7. Globulina inflamatoria crónica mucocutánea, de etiología desco-
3.9. GGT 115. Perfil de hepatitis crónica B: negativo. nocida, que con frecuencia afecta la cavidad oral. Afec-
Anticuerpo vs. el virus de la hepatitis C: positivo. ta de 0.5 a 2.0% de la población general, con cierta pre-
Biopsia: mucosa oral con hiperqueratosis, licuefac- dilección por las mujeres, y ocurre en la cuarta y quinta
ción de la membrana basal e infiltrado inflamatorio mo- décadas de la vida; de estos casos, 40 a 60% tienen afec-
nonuclear en banda (figura 146). ción de mucosa oral.

Figura 147. Imágenes histopatológicas donde destacan hipergranulosis focal, hiperqueratosis, espacios de Max Josef, infiltración
linfocítica y cuerpos eosinofílicos (de Civatte) inmersos en dicho infiltrado. Se complementa con la imagen de acantosis, hipergra-
nulosis y ortoqueratosis.
El ABC cutáneo del internista 83

Es una afección extremadamente difícil para respon- La forma clínica de liquen plano oral (LPO) que se aso-
der a tratamientos diversos (propionato de clobetasol a cia con más frecuencia con la hepatitis C es la reticular.
0.5%, esteroides intralesionales, retinoides tópicos o Actualmente se considera que la hepatitis C es la cau-
sistémicos como la acitretina, la ciclosporina A en colu- sa más frecuente de enfermedad hepática en pacientes
torios y sistémica) y talidomida oral. con LPO.
La intensidad inflamatoria depende de la inmunidad Se han descrito casos de pacientes tratados con inter-
celular de cada paciente. Ciertos fármacos producen ferón alfa para hepatitis C que han desarrollado LPO. El
erupciones tipo LP, entre ellos captopril, enalapril, te- manejo del LPO es con esteroides tópicos, intralesiona-
traciclinas, cloroquinas, penicilamina, clorotiazida y les o sistémicos y con ciclosporina en enjuagues o sisté-
clorpropramida. mica. También se han utilizado los retinoides orales
Su inicio puede ser agudo o crónico, en la piel puede (isotreinina, acitretina); lo más recientemente aceptado
producir prurito y en la mucosa oral dolor, especialmen- es el empleo de tacrolimus tópico.
te si se ulcera.
Las variantes clínicas orales son: reticular, placa
atrófica, erosiva y bulosa, siendo los hallazgos morfoló- REFERENCIAS
gicos de mayor sospecha pápulas y placas blanquecinas
erosionadas.
Se afectan con mayor predilección la mucosa bucal
1. Mignogna MD et al.: Oral lichen planus: different clinical
posterior y las encías, rara vez vulva, vagina o glande.
features in HCV+ and HCV– patients. Int J Dermatol 2000;
Estas lesiones predisponen a carcinoma de la boca, por 39:134--139.
lo que deben vigilarse periódicamente. 2. Scully C et al.: Lichen planus. A review and update on patho-
En la piel la lesión inicial es la pápula; sus formas clí- genesis. J Oral Pathol 1985;14:431--458.
nicas son: hipertrófica, folicular, ampollosa, actínica y 3. Daoud MS et al.: Chronic hepatitis C and skin disease. Mayo
ulcerativa. Su distribución es en muñecas, cara anterior Clin Proc 1995;70:559--564.
4. Areias J et al.: Lichen planus and chronic hepatitis C. Exa-
de tibia, muslos, piel cabelluda y glande; también se cerbation of the lichen under interferon alpha 2ª therapy. Eur
afectan las uñas. J Gastro Hepatol 1996;8:825--828.
Diagnóstico diferencial: con lupus discoide, psoria- 5. Varela P et al.: Oral lichen planus induced by interferon al-
sis, enfermedad injerto contra huésped crónica, enfer- pha N1 in patient with hepatitis C. Int J Dermatol 2000;39:
medad de Bowen, liquen simple crónico; en la boca con 239--240.
6. Jubert C, Pawlotzky JM, Pouget R et al.: Lichen planus
pénfigo vulgar, penfigoide cicatrizal, eritema multifor-
and hepatitis C--related chronic active hepatitis. Arch Derma-
me erosivo, leucoplaquia, candidiasis y leucoplaquia tol 1994;130:73--76.
vellosa oral por VIH. 7. Gandolfo S, Carbone M, Carrozo M et al.: Oral lichen pla-
Histopatología: inflamación con hiperqueratosis, nus and hepatitis C virus infection: is there a relationship? J
acantosis irregular, licuefacción de la basal e infiltrado Oral Pathol Med 1994;23:119--122.
inflamatorio mononuclear en banda. 8. Cribier B, Garnier C, Laustriat D et al.: Lichen planus and
hepatitis C infection. An epidemiologic study. J Am Acad
El liquen plano oral se asocia con la hepatitis B en al- Dermatol 1994;31:1070--1072.
gunas ocasiones, pero en la hepatitis C su asociación es 9. Lodi G, Porter SR: Hepatitis C virus infection and lichen
mayor y varía desde 4% en Francia hasta 62% en Japón. planus: a short review. Oral Dis 1997;3:77--81.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

LUPUS PROFUNDO patológicos y heredofamiliares no están asociados con


la patología actual.
Examen físico: placas atróficas irregulares en su for-
ma, deprimidas, con deformidad de miembros, cubier-
tas por placas hipocrómicas, con escamas gruesas y
Historia: paciente femenina de 48 años de edad, mula- adherentes. Se observan áreas cicatrizales deprimidas,
ta, sin antecedentes patológicos de interés, presenta le- eritematosas, con áreas hipocrómicas (figura 148).
siones deformantes, dolorosas y pruriginosas en miem- Pruebas de laboratorio: biometría hemática com-
bros superiores, que empezaron hace unos seis meses; pleta, glucosa, velocidad de sedimentación globular,
no ha recibido tratamiento. Los antecedentes personales pruebas de funcionamiento hepático y renal, C3, C4,
84 El ABC cutáneo del internista

Figura 150. Acercamiento en otro segmento analizado don-


de se corrobora afección lúpica profunda, con infiltrados
Figura 148. Se percibió que las placas atróficas y excava- predominantemente linfocíticos, que afectan hasta lobulillos
das de esta paciente deforman miembros superiores, con hipodérmicos. HE. 25X.
hipocromía, eritema y escama gruesa adherente.

siones atróficas, filtro antisolar de componente físico y


anticuerpos antinucleares, antiDNA, anticuerpos anti- químico, pomada de triamcinolona 0.01% para áreas
VIH dentro de límites referenciales normales o negati- eritematosas, diclofenaco 50 mg dos veces al día; con
vos. esta medicación la paciente percibió mejoría sintomáti-
Fondo de ojo: sin alteraciones. ca muy notable a partir de la cuarta semana. En su segui-
Histopatología: epidermis con hiperqueratosis, ta- miento después de dos años no han aparecido nuevas
pones córneos, vacuolización hidrópica de la membra- lesiones. Se solicitó interconsulta a cirugía reconstruc-
na basal, que luce engrosada. En dermis e hipodermis tiva.
destacan infiltrados linfocitarios focales, con áreas de Comentario: el lupus eritematoso profundo, LEP, o
necrobiosis grasa e infiltración linfocitaria lobulillar; paniculitis lúpica, PL, es una afección del tejido graso
está presente mucinosis intersticial (figuras 149 y 150). subcutáneo por lupus, por lo general asociado con su va-
La inmunofluorescencia directa reporta IgM (+++) a ni- riedad cutánea, aunque en algunos casos puede verse
vel de la membrana basal y depósitos de C3 (+++). sistémico. Predomina en mujeres 1:7 entre la cuarta y
Diagnóstico: lupus profundo (paniculitis lúpica con quinta décadas de la vida y puede ser manifestación ini-
lupus eritematoso crónico discoide). cial de la enfermedad. Estas placas atróficas pueden es-
Evolución y tratamiento: hidroxicloroquina 200 tar firmemente adheridas a los planos profundos, ulce-
mg vía oral, dos veces al día, manejo quirúrgico de le- rarse o presentar calcificación. La cicatrización deja
atrofia subcutánea prominente. Afecta mayormente
cara, brazos, muslos y glúteos, entre otros. Los exáme-
nes inmunitarios son muy variables, dependiendo de la
forma de lupus que afecte al paciente. La inmunofluo-
rescencia directa revela la banda lúpica en membrana
basal. Se refiere que tiene una patogénesis inducida por
una vasculitis por complejos inmunitarios y se sugiere
un incremento en la producción de citocinas proinfla-
matorias relacionadas con el desplazamiento linfocita-
rio a través de la pared vascular. Los anticuerpos mono-
clonales son positivos para una población de CD4, CD8,
HLA--DR+, Leu3m3 y NeuM. Los diferenciales clíni-
cos incluyen causas de atrofias circunscritas como pani-
culitis de Weber--Christian, esclerodermia en banda,
Figura 149. En dermohipodermis, infiltrados linfocíticos fo- atrofodermia, eritema indurado, panatrofia de Gowers,
cales en dermis reticular, necrobiosis grasa e infiltración lin- citonecrosis postrauma, atrofia blanca, atrofia parda
focítica lobulillar. HE, 10X. circunscrita diabética y lipoatrofia insulínica, entre
El ABC cutáneo del internista 85

otras. La terapia se orienta de acuerdo con el tipo de le- REFERENCIAS


sión y el tipo de lupus. Son de primera opción los anti-
maláricos como el sulfato de cloroquina o bien de hidro-
xicloroquina, seguidos de dosis bajas de prednisona. 1. Barrios ME, Miniño M, Sánchez E: Lupus eritematoso
Sólo en casos rebeldes se utiliza la ciclofosfamida o bo- profundo en una niña. Rev Dom Derm 1998;25(2):31--35.
los de metilprednisolona, y en casos muy severos la tali- 2. Black MN: Panniculitis. J Cutan Pathol 1995;12:366--380.
3. Wallace D, Hahn HB: Dubois’ lupus erythematosus. 5ª ed.
domida brinda excelentes resultados. En esta terapia
Baltimore, Williams & Wilkins, 1997:591--593.
hay involución a las tres o cuatro semanas; esto se 4. Gómez DS, Treviño A, Losada TR, Soler T: Paniculitis lú-
acompaña de AINEs, reposo y después corrección qui- pica. Actas Dermo-- Sif 1991;82(10):699--703.
rúrgica siempre y cuando no exista actividad del lupus. 5. Vera O, Halabe CJ: Vasculitis. México, Alfil, 2005.

LLAMA (FIGURA DE) EN Exploración física: temp. 37.7 _C. TA 125/90


LA CELULITIS DE WELL mmHg. Frecuencia cardiaca 86/min. Frecuencia respi-
ratoria 22/min.
Dermatosis diseminada que afecta presentemente ca-
beza (a nivel facial, circumpalpebral), tronco superior
Historia: paciente masculino de 57 años de edad que ha hacia el dorso y raíces de extremidades inferiores (mus-
presentado episodios recurrentes de enrojecimiento, los y zona perirrotuliana). Bilateral y con tendencia si-
hinchazón y ronchas que se acompañan de ardor en ros- métrica.
tro, tronco y extremidades, de dos años de evolución. Está caracterizada por diversas placas de tamaños va-
Mejora prontamente al autoadministrarse esteroides de riables, eritematovinosas, con predominio central de
depósito, para recidivar luego de haberse completado el habones, sin vesículas ni hiperpigmentación o telan-
efecto terapéutico de éstos. No ha sido estudiado al res- giectasias (figuras 151, 152 y 153). Se procedió en piel
pecto. respetada por la dermatosis a realizar test de Darier, sin
Antecedentes personales: negó antecedentes infan- obtener respuesta dermatográfica o habonosa. Muco-
tiles de acopia. No manifestó toxicomanías. Es hetero- sas, uñas y pelo normales. La rinoscopia y la otoscopia
sexual.
Medicación actual: betametasona de depósito para
vía IM y ebastina oral.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 151. Extensa placa facial en la que predomina piel Figura 152. Destacó el predominio de placas urticantes,
tumefacta, mal circunscrita, caliente e intensamente rubi- coalescentes, múltiples y ardorosas, como las de esta ico-
cunda, de la celulitis de Well. nografía a nivel perirrotuliano.
86 El ABC cutáneo del internista

Figura 153. Otra llamativa placa urticariana a nivel de la


cara lateral de uno de los muslos. No había pigmentación
residual. Figura 154. Figuras en llama observables hacia la dermis
reticular con abundantes eosinófilos dispuestos alrededor
de haces de colágena en degeneración y circundadas por
histiocitos en palizada.
fueron normales. Los campos pulmonares se mostraron
limpios. No presentaba adenopatía ni organomegalias.
Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 14.2. La celulitis eosinofílica o síndrome de Well es un pa-
VCM 92. CMH 29. Leucocitos 9 200. Neutrófilos 80%. decimiento que como entidad distintiva no tiene en ex-
Linfocitos 13%. Eosinófilos 17%. Glucosa 94. Creati- clusiva una connotación histopatológica. Consiste en
nina 1.2. VSG 32 mm/h. IgG 1 803. IgM 563. IgE. Prue- un evento agudo, recalcitrante, que semeja en muchas
bas de funcionamiento hepático, tiroideo, examen ge- ocasiones una celulitis bacteriana.
neral de orina y tres coproparasitoscópicos en serie: Los eventos precipitantes son variados: reacción a fár-
normales o negativos. Anticuerpos antinucleares, anti- macos, infección fúngica, parasitosis intestinales (asca-
DNA nativo y antiVIH: negativos. riasis, giardiasis), dermatitis atópica, varicela, morde-
Radiografía de tórax: normal. duras o piquetes de insectos, carcinoma, oncocerciasis,
Biopsia de piel: espécimen obtenido en huso, con policitemia vera, leucemia y mieloesclerosis.
hoja de bisturí, que mostró espongiosis, exocitosis en Puede ser en ocasiones expresión de un síndrome hi-
epidermis y abundantes infiltrados en dermis profunda, pereosinofílico idiopático y asociarse con daño a diver-
constituido predominantemente por eosinófilos y linfo- sos órganos blanco (endomiocardio, bronquios).
citos. Se apreciaron en la revisión exhaustiva algunas fi- El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se sos-
guras en llama (figura 154). pecha por presentar súbitamente su componente de tría-
Diagnóstico: figura de llama en la celulitis de Well. da de Lewis, destacando el acentuado eritema y la res-
Evolución y tratamiento: el paciente respondió dra- puesta con habón.
máticamente desde el inicio de prednisona (60 mg/día) Eventualmente existen vesículas hacia el borde (anu-
a reducción progresiva y paulatina, en cuatro semanas, lar o serpiginoso) de la placa urticariana. Particular-
hasta una dosis de 7.5 mg en días alternos durante dos mente tiende a presentarse desde el punto de vista topo-
meses más. Ante una leve recaída, el paciente reinicia gráfico más en rostro, tronco superior y raíces de las
formalmente su dosis y logra controlar el episodio en extremidades superiores. Se asemeja en mucho a los
una semana. Sus ulteriores controles no han puesto en episodios de vasculitis urticariana (por la presentación
evidencia mayores incrementos de eosinófilos sanguí- espontánea y coexistencia de ardor o sensación urente
neos ni de ningún padecimiento linfoproliferativo. No más que prurito) pero, a diferencia de ella, no deja estig-
se ha repetido biopsia cutánea. ma pigmentario (marrón oscuro).
Comentario: técnicamente es celulitis toda infec- El diagnóstico diferencial se efectuará siempre, ade-
ción de la dermis y el tejido celular subcutáneo que se más de las urticarias más comunes, con urticaria, der-
caracteriza por eritema, edema y dolor. Se acompaña de matitis intersticial granulomatosa, con tractos cutáneos
linfangitis y linfadenitis. En muchas ocasiones es causa- y artritis, herpes gestationis, penfigoide buloso (perso-
da por Streptococcus tipo A, Staphylococcus aureus o nas de la tercera edad), dermatosis IgA lineal, helmin-
Haemophilus influenzae tipo B. tiasis y toxocariasis.
El ABC cutáneo del internista 87

La mejor demostración diagnóstica es a través del ha- Los tratamientos con pamoato de pirantel, ivermecti-
llazgo de hipereosinofilia sanguínea (usualmente arriba na, metronidazol, griseofulvina, minociclina y niacina-
de 10%) y la demostración de los infiltrados dérmicos mida resultan ser reportes aislados de donde se deduce
masivos de eosinófilos, linfocitos e histiocitos. que han sido intencionadamente dirigidos hacia una
Las figuras en llama o flama en la dermis traducen el causa específica (parasitosis, etc.).
hallazgo histopatológico de áreas brillantes eosinofíli-
cas de colágena impregnada de gránulos eosinófilos.
REFERENCIAS
Ocasionalmente estas figuras en llama pueden ser
confundidas con otros materiales eosinofílicos (como
los hallazgos microscópicos por piquetes de artrópodos, 1. Lee MW, Nixon RL: Eosinophilic cellulitis case report:
eccema, dermatitis por contacto, eritema multiforme, treatment options. Australas J Dermatol 1994;35:95--97.
granuloma facial, pénfigos, dermatitis herpetiforme, 2. Aberer W, Honrad K, Wolf K: Well’s syndrome is a distinc-
granuloma anular, dermatofitosis, linfoma de Hodgkin tive disease entity and not a histologic diagnosis. J Am Acad
Dermatol 1988;18:105--114.
o la hiperplasia angiolinfoide con eosinofilia). 3. Bogenrieder T, Griese DP, Schiffner R et al.: Well’s syn-
Las opciones terapéuticas son muy variadas, consi- drome associated with idiopathic hypereosinophilic syn-
derándose el uso de esteroides (prednisona) como la drome. Br J Dermatol 1997;137:978--982.
piedra angular. Otros fármacos de utilidad demostrada 4. Rapini RP: Practical dermatopathology. 1ª ed. Elsevier
son: dapsona, ciproheptadina, levocetirizina, fexofena- Mosby, 2005:7--21 y 113--129.
5. Melski JW: Well’s syndrome, insect bites, and eosinophils.
dina y dextroloratadina. Hay quienes reportan beneficio
Dermatol Clin 1990;8:287--293.
a largo plazo empleando doxepina (25 a 50 mg/día). Tó- 6. Brehmer AE, Kaaman T, Skog E, Fritz A: The histopatho-
picamente se aconseja emplear en el brote agudo corti- genesis of the flame figures in Well’s syndrome based on five
costeroides tópicos ultrapotentes (clobetasol). cases. Acta Dermatol Venereol 1986;66:213--219.

M trica. Constituida por placas anfractuosas, de aspecto de


piel de naranja, de bordes mal definidos, tamaños varia-
bles y colores que van del marrón naranja a otros seme-
jantes al resto de la piel normal (figuras 155 y 156).
MIXEDEMA SECUNDARIO A Pruebas de laboratorio: BH, química sanguínea,
HIPOTIROIDISMO IDIOPÁTICO colesterol, triglicéridos, HDL, LDL, VLDL: normales.
Pruebas de función tiroidea: T3 = 33, T4 = 3.8, TSH =
6.7. Pruebas de funcionamiento hepático y proteína C
reactiva dentro de límites normales.
Historia: paciente femenina de 60 años de edad con der-
matosis diseminada en cara, donde afecta ambas mejillas
y extremidad superior derecha a nivel del antebrazo.
Relató dos años de evolución con el problema cutáneo y
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

su curso ha sido lentamente progresivo, sin mejoría con


diversos tratamientos tópicos ni con diuréticos.
Antecedentes personales patológicos: paciente con
cardiopatía aterosclerosa sin tratamiento; desde hace dos
años se le diagnosticó hipotiroidismo, el cual se ha con-
trolado en forma irregular con triyodotironina y tiroxina.
Exploración física: TA 135/95 mmHg. Pulso 56/
min. Frecuencia respiratoria 14/min. Aletargada, som-
nolienta y en persistente bradipsiquia.
Dermatosis diseminada que afecta de preferencia las
extremidades en su cara posterior (carpos, dorso de ma-
nos) y de las inferiores hacia el tercio medio, extendién- Figura 155. Lesión en antebrazo y dorso de mano, con as-
dose hacia el dorsopedio bilateral y de tendencia simé- pecto de piel de naranja y xerosis.
88 El ABC cutáneo del internista

su seguimiento. Su calidad de vida es satisfactoria. Su


talante se muestra acorde con su edad.
Comentario: las enfermedades tiroideas en los pa-
cientes mayores pueden, en ocasiones, pasar inadverti-
das, ya que muchos de sus síntomas se atribuyen al
mismo proceso de envejecimiento (xerodermia, bradi-
psiquia, temblor, insomnio, hiporreflexia).
Este periodo de la vida se asocia también con la apari-
ción de algunos anticuerpos séricos entre los cuales pue-
de haber anticuerpos tiroideos; aún se desconoce el sig-
nificado clínico o biológico de este fenómeno, pero sí
se sabe que la prevalencia de hipotiroidismo subclínico
en el anciano es alta y que esta enfermedad subclínica
podría en algún momento explicar los síntomas asocia-
dos con las enfermedades del paciente senil, como es en
particular la enfermedad coronaria.
El mixedema pretibial por lo general se presenta en
Figura 156. Infiltración mixedematosa, difusa, en gran parte
de la extremidad. pacientes hipertiroideos con enfermedad de Graves o
tiroiditis de Hashimoto; sin embargo, el mixedema de
otras localizaciones se presenta en el hipotiroidismo,
Biopsia de piel: la epidermis es normal y en la zona entidad que se corrige con el reemplazo hormonal.
papilar hay presencia de material amorfo, basofílico, En el hipotiroidismo se presentan numerosas altera-
entremezclado con las fibras de colágena, que es posi- ciones bioquímicas, siendo de las más importantes el
tivo con las tinciones de azul alciano y de hierro coloidal depósito intersticial de mucopolisacáridos hidrofílicos,
(figura 157). que conlleva a retención de líquido y sodio; por lo tanto,
Diagnóstico: mixedema secundario a hipotiroidis- las circulaciones linfática y sanguínea se modifican.
mo idiopático. Algunos autores proponen que el mixedema es un
Evolución y tratamiento: la paciente inició un con- edema linfático.
trol más formal de su hipotiroidismo catalogable como Otro dato importante que debe considerarse en pa-
idiopático. Inició combinación de triyodotironina y ti- cientes cardiópatas e hipotiroideos es el tipo de medica-
roxina con dosis paulatinamente incrementadas en el mentos utilizados.
lapso de seis semanas. No ha tenido complicaciones en Existe el reporte de la asociación de amiodarona (me-
dicamento antiarrítmico) y la disfunción tiroidea, ya sea
que origine hipertiroidismo o hipotiroidismo. Se sabe
que la causa para que el fármaco induzca alteración ti-
roidea es el alto contenido de yodo en su composición
química.

REFERENCIAS

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roid autoimmunity and aging. Exp Gerontol 1998;33(6)535--
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tología en piel. ders, 1998:438--491.
El ABC cutáneo del internista 89

MOLUSCOS CONTAGIOSOS
EN PACIENTE CON VIH

Historia: hombre de 37 años de edad, VIH positivo, que


acude por erupción facial, con tendencia a la pronta di-
seminación en la última semana, y que se ha iniciado
hace tres meses.
Antecedentes: tabaquismo intenso positivo. En los
últimos 12 meses ha presentado candidiasis oral intensa
y herpes zoster troncal con recidiva.
Medicamentos actuales: lamivudina (3TC), azido- Figura 158. Numerosas pápulas blancoamarillentas, con
timidina, efavirenz (DMP 266), trimetoprim con sulfa- discreta umbilicación. Distribución aislada y coalescente.
Diferentes tamaños. Sugestivas de moluscos contagiosos
metoxazol. tipo MCV--2.
Examen físico: dermatosis generalizada que afecta
de preferencia la cabeza a nivel facial, y de menor cuan-
tía en axilas, ingles, pene y muslos. Consiste en numero- Diagnóstico: moluscos contagiosos del paciente con
sas pápulas umbilicadas, blanco--rosadas, con algunos SIDA.
nodulitos hasta de 1 cm (figura 158). No se detectan Evolución y tratamiento: diversas sesiones con
adenopatías ni visceromegalias. Los campos pulmona- crioterapia abierta de nitrógeno líquido, curetajes y
res sin alteraciones. aplicación de ácido salicílico en colodión a 27%, sin
Laboratorio: HB 10.4. Leucocitos 1 700. Linfoci- mejoría importante. El paciente falleció 11 meses des-
tos 17. CD4 62. Glucemia, creatinina y pruebas de fun- pués.
cionamiento hepático: normales. Comentario: la diseminación facial de las lesiones
Biopsia de piel: epidermis acantósica, con abundan- por moluscos contagiosos es frecuente ante la severa in-
tes corpúsculos de inclusión intracelulares (intracito- munosupresión. En la mayoría de los casos, cuando la
plasmáticos), ovoideos eosinofílicos, sobre todo hacia inmunidad se restablece después del tratamiento retro-
el estrato de Malpighi. A nivel del estrato granular estos viral, los moluscos tienden a mejorar ostensiblemente.
cuerpos de inclusión se tornan basofílicos. Hay abun- Por el contrario, muchos casos de pacientes inmuno-
dantes lóbulos en la epidermis, con poro estrecho, que competentes desaparecen espontáneamente.
muestran cráter queratínico (figura 159). El examen con Al igual que los moluscos contagiosos, entidades
KOH 10% y la tinción de Gomori--Grocott fueron nega- como la angiomatosis bacilar por Bartonella henselae,
tivos. el herpes simple crónico, las micobacterias atípicas
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 159. Biopsia de piel facial que muestra invaginación hiperplásica del epitelio, con queratinocitos con cuerpos de inclusión
grandes y eosinofílicos denominados cuerpos de molusco.
90 El ABC cutáneo del internista

(Avium complex y hemophilum), la varicela zoster cutá- Las modalidades de tratamiento en pacientes con
nea crónica, la escabiasis noruega y la acantamebiasis, moluscos contagiosos y VIH son de lo más variado;
representan la más grave infección oportunista y multi- queratolíticas: cantaridina, ácido láctico, nitrato de pla-
céntrica que presagia descensos de células cooperado- ta, tretinoína, fenol, yodo o ácido tricloroacético de 20
ras a menos de 50/mL (categoría C: sintomatología gra- a 50%; antivirales/quimioterápicos: imiquimod, cido-
ve). Paradójicamente, en ese estadio el paciente se torna fovir en gel, interferón, zidovudina, ritonavir o triple es-
hiperreactivo, con inflamación pruriginosa, lo que ex- quema de antirretrovirales (coctel de combinación de
plica entidades finales como foliculitis eosinofílica, antirretrovirales altamente activos = HAART), hasta
granuloma anular y toxicodermias. métodos destructivos que parten del simple curetaje, la
En sus formas de presentación atípica, el molusco electrodesecación, la crioterapia o el láser, y con cual-
contagioso de estos pacientes plantea el dilema al dife- quiera de ellos la recidiva es la regla.
renciarlo de furúnculos, acné vulgar, queratoacantoma,
abscesos, ectima, cuerno cutáneo, carcinoma basocelu-
REFERENCIAS
lar y, de forma obligada, ante abundantes lesiones, con
otras infecciones oportunistas, sobre todo fúngicas, de
pronóstico letal como criptococosis, histoplasmosis y 1. Silverberg NB, Sidbury R, Mancini AJ: Childhood mol-
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La prevalencia de moluscos contagiosos que se re- 30 patients. J Am Acad Dermatol 2000:43(3).
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copio electrónico entre el virus de pacientes sanos o 6. Brown CW, O’Donoghue M et al.: Recalcitrant molluscum
VIH. Se supone que el caso comentado corresponde al contagiosum in an HIV--afflicted male treated successfully
with topical imiquimod. Cutis 2000;65:363--366.
tipo MCV-- 2, que tiene mayor frecuencia en hombres 7. Kasper DL, Braunwald E, Fauci AS, Longo D, Hause SL
adultos, por transmisión sexual (que se sospecha por et al.: Harrison, Principios de medicina interna. 16ª ed.
distribución inicial en abdomen, muslos y genitales). McGraw--Hill, 2005:1202--1238.

MUCORMICOSIS RINOCEREBRAL Antecedentes personales patológicos: alcoholismo


desde los 14 años de edad, llegando a la embriaguez dia-
riamente hasta hace tres meses, cuando disminuyó la
frecuencia de la ingesta. Tabaquismo desde la misma
Historia: paciente masculino de 28 años de edad, con edad, a razón de 8 a 15 cigarrillos al día. Uso de cocaína
cuadro clínico de ocho días de evolución, con dolor en desde hace cinco años, diariamente. Inicio de vida se-
región malar derecha, continuo, de moderada intensi- xual activa a los 15 años de edad, con más de cinco pare-
dad, el cual se incrementó en los últimos cinco días, no- jas heterosexuales y homosexuales, sin protección. Dia-
tándose aumento de volumen y eritema en dicha región betes mellitus tipo 1 desde hace tres años, manejada en
en región nasal. forma irregular con hipoglucemiantes orales.
Se acompaña de cefalea constante, de moderada in- Examen físico: aumento de volumen en dorso de na-
tensidad, con disminución de la agudeza visual ipsilate- riz, región periorbitaria derecha y región malar ipsilateral
ral, llegando a la amaurosis; además presenta obstruc- con eritema y pústulas (figuras 160 y 161). Movilidad
ción nasal bilateral. ocular derecha abolida, midriasis, pupila arrefléctica,
El ABC cutáneo del internista 91

Figura 160. Lesiones eritematosas en dorso nasal. Figura 162. Seudofilamentos de Candida sp. Gram. 100X.

reflejo consensual ausente. Ojo izquierdo sin alteración. Examen directo: de tejido necrótico con filamentos
Rinoscopia con mucosas resecas, septum con cresta ba- gruesos cenocíticos abundantes, además levaduras y
sal derecha no obstructiva, sin presencia de secreciones. seudofilamentos, más evidentes con tinción de Gram
En cavidad oral se observan numerosas placas erite- (figura 162).
matosas de 3 mm de diámetro cubiertas de natas de fi- Cultivo: Candida albicans y Rhizomucor sp. (figura
brina en paladar blando, duro, y mucosa vestibular y 163).
gingival. Biopsia: esclera, tejidos blandos, hueso y maxilar
En paladar duro en región paramedial derecha, pre- con inflamación aguda y crónica, necrosis, presencia de
sencia de un área de 2 x 3 cm de diámetro, cubierta por hifas de diferente grosor y esporas. Con la tinción de
costra negruzca que al removerla deja al descubierto Grocott se hace más evidente la presencia de esporas, fi-
úlcera con fondo necrótico. lamentos y levaduras compatibles con mucorales y
Pruebas de laboratorio: glucosa 451 mg/dL. N 19 Candida sp. (figura 164).
mg/dL. Creatinina 1.65 mg/dL. Na 132 mEq/L. K 4.9 Diagnóstico: mucormicosis rinocerebral y candido-
mEq/L Cl 94 mEq/L. Biometría hemática con 21 700 sis oral en paciente con diabetes mellitus tipo 1 descom-
leucocitos. HB 11.3. Seg. 57. Gasometría con acidosis pensada.
metabólica.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 161. Hifas cenocíticas en el estudio micológico. KOH.


40X. Figura 163. Cultivo de Candida y Rhizomucor sp.
92 El ABC cutáneo del internista

general se aíslan en la mayoría de los medios de cultivo


libres de cicloheximida en dos a cinco días.
La infección clínica habitualmente se manifiesta por
enfermedad nasofaríngea, cutánea, pulmonar o disemi-
nada.
La forma rinocerebral es la más frecuente en indivi-
duos con descontrol metabólico. La extensión, el invo-
lucro anatómico y el curso clínico son impredecibles y
dependen principalmente de factores intrínsecos del
huésped.
En las dos décadas pasadas, el pronóstico de esta for-
ma clínica era considerado mortal.
El diagnóstico lo constituyen el cuadro clínico y a ni-
Figura 164. Hemimaxilectomía unilateral derecha del pa- vel de laboratorio, la presencia de hifas cenocíticas en
ciente con mucormicosis, con ulterior sustitución protésica. el examen micológico directo (KOH, lugol, clorazol) y
en la biopsia, las cuales se hacen más evidentes con tin-
ciones de PAS y Grocott.
Evolución y tratamiento: el paciente fue sometido El cultivo corrobora el diagnóstico y determina el
a maxilectomía unilateral derecha además de enuclea- agente etiológico. Los agentes causales más frecuentes
ción ipsilateral. son Rhizopus sp. y Rhizomucor sp.
Se manejó con anfotericina en dosis de 0.4 mg/kg de El éxito del tratamiento consiste en el diagnóstico
peso, la cual se incrementó paulatinamente, con una precoz, debridación quirúrgica amplia, antifúngicos
sigilosa vigilancia de la función renal. A las dos sema- sistémicos y control de la enfermedad de base. El anti-
nas el paciente tenía una dosis acumulada de 649 de an- fúngico de elección es anfotericina B en dosis de 5 a 50
fotericina B, consiguiéndose sin problemas colaterales mg/kg de peso, con las indicaciones inherentes a este
llegar a la dosis acumulativa de 1.5 g. fármaco por la nefrotoxicidad que presenta. También se
Al término, continuó con cápsulas diarias de itraco- han empleado ketoconazol, 400 mg fluconazol 300 mg
nazol de 100 mg. Finalmente se adaptó prótesis mandi- e itraconazol 200 mg al día.
bular superior y se ha programado la sustitución de glo- Tanto en afección craneofacial como en extremida-
bo ocular. des se ha intentado con éxito la oxigenación hiperbári-
Comentario: las infecciones por hongos oportunis- ca, ya que la presión elevada de oxígeno origina mayor
tas son una causa común de morbimortalidad impor- producción de radicales libres, compensando con ello
tante en pacientes inmunosuprimidos. Estas infecciones trombosis e hipoxia.
ocurren sobre todo en pacientes con neutropenia induci-
da por quimioterapia, síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA) y en inmunosupresión posterior a REFERENCIAS
trasplante de órganos sólidos o de médula ósea, y en pa-
cientes con trastornos metabólicos como la diabetes
1. Connolly J Jr, McAdams HP, Erasmus JJ et al.: Opportun-
mellitus. ist fungal pneumonia. J Thorac Imaging 1999;14(1):51--62.
Los agentes oportunistas más importantes son Cryp- 2. Bonifaz A: Micología médica básica. México, Méndez Cer-
tococcus neoformans, Candida sp. y Aspergillus sp., así vantes, 1990.
como los agentes responsables de las zygomicosis. 3. Zabel DD: Mycotic infection with mucormicosis. Del Med
Estas enfermedades también se han conocido como J 1997;69(9):459--464.
4. Weprin BE, Hall WA, Goodman J et al.: Long--term survi-
ficomicosis y pueden manifestarse como entomoftoro-
val in rhinocerebral mucormycosis. Case report. J Neurosurg
micosis y mucormicosis; estas últimas están presentes, 1998;88(3):570--575.
por lo general, ante trastornos de la fagocitosis de neu- 5. Arenas R: Micología médica ilustrada. México, McGraw--
trófilos, como los pacientes diabéticos. Las mucormi- Hill, 1993.
cosis son infecciones micóticas causadas por un grupo 6. García CL et al.: Tratamiento adjunto con oxigenación hi-
de hongos oportunistas que pertenecen a la clase de los perbárica en mucormicosis. Rev Invest Clin 2004;56(1):51--
55.
Zygomycetes, del orden mucoral. 7. Álvarez LM, Sánchez NL, Hernández BG et al.: Mucormi-
Estos hongos crecen en el ambiente y en los tejidos cosis rinocerebral. Informe de un caso atípico. Dermatología
como hifas gruesas sin tabiques (cenocíticas); por lo Cosmética, Médica y Quirúrgica 2005:3(3).
El ABC cutáneo del internista 93

MUIR--TORRE, SÍNDROME DE

Historia: paciente masculino de 46 años de edad que


consulta por presentar una neoformación en la piel del
párpado superior derecho de un año de evolución, asin-
tomático.
Antecedentes personales patológicos: el paciente
tiene varios familiares en primero y segundo grados con
historia de enfermedades neoplásicas, todos ellos por
rama paterna (cáncer de estómago, cáncer de próstata,
tres con tumores cerebrales, cáncer de colon y dos con
neoplasias hematológicas no especificadas.
Examen físico: dermatosis localizada a la cabeza
afectando la piel del párpado superior derecho, a partir
del canto externo, con extensión de casi 50% de su lon-
gitud. Es monomorfa, de aspecto verruciforme, sobree- Figura 166. Carcinoma de glándulas sebáceas infiltrante a
levada, de 2.5 x 3 cm, indurada, fija, indolora, áspera y párpado superior derecho.
que permite la apertura palpebral completa.
Biopsia de piel: con lóbulos bizarros conteniendo
sebocitos inmaduros (figura 165), de nódulos grandes moglobina de 9.4, Fueron solicitadas tomografía axial
y figuras mitóticas, compatible con carcinoma de glán- computarizada abdominal y colonoscopia, corroborán-
dulas sebáceas (figura 166). dose adenocarcinoma de colon. El aspecto histológico
Colonoscopia: en la biopsia del colon ascendente se de esta tumoración era distinto del encontrado a nivel
identificó una neoplasia infiltrante a serosa compatible facial. Se llevó a cabo hemicolectomía derecha, misma
con adenocarcinoma de colon, moderadamente diferen- que corroboró adenocarcinoma moderadamente dife-
ciado, estadio III--A (Duke C) (figura 167). renciado e infiltrante a serosa. No se encontraron metás-
Evolución y tratamiento: el paciente fue sometido tasis ganglionares. El paciente recibió quimioterapia
a excisión y colgajo de la tumoración palpebral, con re- adyuvante con 5--fluorouracilo, oxiliplatin y ácido leu-
cuperación anatomofuncional completa. Un mes des- covorínico.
pués se presentó con malestar general y anemia con he- Diagnóstico: síndrome de Muir--Torre.
Comentario: existen unos 50 trastornos genéticos
con alguna alteración cutánea relacionada con el cáncer
de piel o visceral. El síndrome de Muir--Torre consiste
en la asociación de una neoplasia de glándulas sebáceas
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 165. Lóbulos bizarros que contienen sebocitos in-


maduros con núcleos grandes y figuras mitóticas, propias
de la histopatología del carcinoma de glándulas sebáceas Figura 167. Adenocarcinoma moderadamente diferencia-
que acompaña al síndrome de Muir--Torre. do de colon ascendente.
94 El ABC cutáneo del internista

de la piel con un tumor maligno, principalmente de co- cas y alta incidencia de cáncer en la familia. Ante la
lon o tracto genitourinario, aunque se han descrito neo- sospecha, el internista debe considerar la biopsia inme-
plasias hematológicas, cáncer de laringe, lengua, intes- diata de piel, guayaco en heces y pronta endoscopia de
tino delgado, pulmón, cerebro, hígado y hueso. tubo digestivo.
Sus diagnósticos diferenciales más comunes son con
los síndromes de Cowden y de Gardner. Son tres las
neoplasias de origen sebáceo: el adenoma sebáceo, el
REFERENCIAS
carcinoma sebáceo y el carcinoma basocelular con dife-
renciación sebácea. Las de este último caso deben ser 1. Cohen PR, Kohn SR, Kurzrock R: Association of seba-
tratadas de preferencia con cirugía micrográfica mapea- ceous gland tumors and internal malignancy: the Muir--Torre
da de Mohs. syndrome. Am J Med 1991;90:606--613.
Eventualmente este síndrome presenta propensión a 2. Finan MC, Connoly SM: Sebaceous gland tumors and sys-
queratoacantomas múltiples. Estas distintas neoplasias temic disease: a clinicopathologic analysis. Medicine (Balti-
more) 1984;63:232--242.
son muy raras y su presencia obliga a investigar un tu- 3. Suspiro A, Fidalgo P, Cravo M, Albuquerque C, Rama--l-
mor visceral. ho E et al.: The Muir--Torre syndrome: a rare variant of he-
Es menester diferenciar estas neoplasias de las hiper- reditary nonpolyposis colorectal cancer associated with
plasias sebáceas, que son muy frecuentes y no forman hMSH2 mutation. Am J Gastroenterol 1998;93:1572--1574.
parte del síndrome en cuestión. La neoplasia colónica 4. Alfeirán A, De la Barreda F, Maafs E, Flores G, Escobar
G: Síndrome de Muir--Torre. Presentación de un caso y revi-
de este paciente tiene todas las características del cáncer
sión de la literatura. Rev Inst Nal Cancerología 1996;42:
de colon hereditario no asociado con poliposis (síndro- 225--228.
me de Lynch): afección del colon proximal, edad tem- 5. Spitz JL: Genodermatosis, a full - color clinical guide to ge-
prana de inicio, asociación con neoplasias extracolóni- netic skin disorders. Williams & Wilkins, 2005:150--168.

N Examen físico: temperatura de 39 _C. Pulso de 90/


min. Tensión arterial 140/90. Obnubilada y quejumbro-
sa. Poiquilotérmica. Postrada, con exantema universal,
eritematopurpúrico con lesiones en placas irregulares a
NECRÓLISIS TÓXICA EPIDÉRMICA nivel abdominal. Signo de Nikolsky positivo en espalda
y tórax anterior. Eritema acral palmoplantar. Queilitis
erosiva incluyendo denudación endobucal. Obturación
bipalpebral con marcado edema y con costras hemáticas
Historia: mujer de 32 años de edad con exantema erite- y melicéricas. Conjuntivas hiperémicas en su totalidad
matopurpúrico generalizado que afecta tórax, miem- (figuras 168, 169, 170 y 171).
bros superiores e inferiores, con erosiones bucales y fie- Pruebas de laboratorio y gabinete: leucocitos
bre hasta de 39 _C. Diez días antes de su internación 2 300, 80% polimorfonucleares, 17% linfocitos. Pla-
recibió paracetamol y piroxicam por presentar lumbal- quetas 264 000. Hemoglobina 11.8. Calcio 2.3. Sodio,
gia de semiología mecánica. potasio, cloro: normales. TGP 1 580. TGO 2 360. Fos-
Después cursó con fatiga y se autoprescribió 4 g dia- fatasa alcalina 184. Bilirrubinas totales 1.63. Gasome-
rios de AspirinaR. El día anterior a su internación, y en tría: pH 7.40. PO2: 95, PCO2: 36. Determinación de
razón de su erupción, fue tratada con penicilina y pred- VIH: negativo.
nisona justificada bajo sospecha de escarlatina. Las Radiografía de tórax: normal.
lesiones cutáneas se diseminaron y empeoraron de ma- Biopsia de piel: queratinocitos necróticos con nú-
nera importante en las mucosas. cleo picnótico, separación y necrosis de la epidermis.
Antecedentes personales patológicos: celioscopia Papilas dérmicas denudadas.
por dolor pélvico en 1985. Diagnóstico: Necrólisis tóxica epidérmica (síndro-
Medicación actual: paracetamol, piroxicam, Aspi- me de Lyell) con involucro hematológico y hepático.
rinaR, oracilina, prednisona, colutorios de hexamidina, Evolución y tratamiento: la paciente tuvo proble-
mequitazina. mas hemostásicos, con prolongación del tiempo de pro-
El ABC cutáneo del internista 95

Figura 168. Grave afección de mucosa labial y piel, en placas erosivas, trasudativas y con abundantes costras serohemáticas,
donde el signo de Nikolsky está presente tan sólo al rozar suavemente la piel dañada.

trombina a 48% con factor V de 94%, fibrinógeno de 1.8 primera semana. Su egreso hospitalario se consiguió
g. Las lesiones se extendieron prontamente con severo luego de tres semanas.
despegamiento de piel hasta abarcar más de 40%, mo- Comentario: la necrólisis tóxica epidérmica o sín-
mento en el que mostró sepsis grave por foco neumó- drome de Lyell se acompaña de multitud de desequili-
nico basal derecho secundario a Staphylococcus aureus. brios sistémicos. Su forma menor es el síndrome de Ste-
La evolución fue lentamente favorable, con reempla-
zo endovenoso de líquidos, electrólitos--proteínas, pro-
tección óculo--naso--gástrica, antibióticos endovenosos
e intubación--ventilación. Se inició administración de
inmunoglobulina intravenosa, a razón de 400 mg/kg/
día, durante cinco días. Su estado de conciencia se recu-
peró al cuarto día, en que inició con ingesta oral motu
proprio. La piel reinició epitelización hacia el fin de la
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 169. Intenso exantema escarlatiniforme universal,


monomorfo, que ulteriormente se transforma en ampollar,
en la más grave de las toxicodermias. Figura 170. Signo de Nikolsky en detalle.
96 El ABC cutáneo del internista

Figura 171. Nótese abundancia de queratinocitos necróti-


cos y ampolla subepidérmica.

vens--Johnson. De acuerdo con una conferencia de


consenso internacional, el espectro actual del eritema
multiforme ampolloso se clasifica en función del por-
centaje de despegamiento de piel, presencia de lesiones
diana o en tiro al blanco típicas (presencia de tres zonas
concéntricas) o atípicas (edema periférico y dos zonas
pálidas de bordes imprecisos), severidad de la afección,
vinculación o no a medicamentos e involucro de mem-
branas mucosas. Figura 172. Nótese la gravedad de estos pacientes con ne-
En el síndrome de Stevens--Johnson afecta menos de crólisis tóxica epidérmica en la unidad de cuidados intensi-
vos.
10% del cuerpo; las formas intermedias de despega-
miento cutáneo corresponden, aunque de forma arbitra-
ria, a una afección entre 20 y 30% de superficie corpo- Lo ideal para el tratamiento es internar al paciente en
ral, y en el síndrome de Lyell a más de 30% (figura 172). una unidad de cuidados intensivos, con cuidados pro-
Las manifestaciones sistémicas pueden ser consecuen- pios del paciente quemado, con restitución de líquidos
cia de un síndrome de distrés cutáneo agudo (hipovole- y electrólitos y el aporte nutricional exigido al caso, tan
mia, problemas de la termorregulación), resultando en catabolizante. En todo sentido el tratamiento es sinto-
extensa epidermólisis. mático, debiendo evitarse el empleo de esteroides sisté-
Existen paralelamente otros datos específicos de micos.
daño en órganos blanco, como bronquios y tubo digesti- En ensayos terapéuticos distintos, de forma reciente,
vo, con alteraciones sobrepuestas de falla hepática y he- la talidomida y la pentoxifilina han mejorado la sobrevi-
matológica. En orden de frecuencia, los medicamentos da de muchos casos.
de uso más común que originan este síndrome son los Las inmunoglobulinas intravenosas pueden, al inhi-
antiepilépticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los bir la apoptosis (anticuerpos y ligandos Fab), constituir
antibacterianos sulfamídicos y el alopurinol. una pista terapéutica interesante.
La incidencia que se reporta mundialmente es de 1 a Es fundamental declarar el medicamento responsa-
2 casos por millón de habitantes por año, pero debe con- ble de su estricta farmacovigilancia (reacciones cutá-
siderarse que este factor puede multiplicarse por un fac- neas adversas severas = SCAR).
tor de 1 000 en cierta población de casos como el de los
pacientes infectados por VIH; el pronóstico es grave,
siendo la mortalidad de 20 a 25% de los casos. REFERENCIAS
Los principales factores pronósticos son edad, por-
centaje de afección cutánea despegado y urea sanguí- 1. Roujeau JC, Chosidow O, Saiag PH, Guillaume JC: Toxic
nea. Las secuelas funcionales son posibles, siendo la epidermal necrolysis (Lyell syndrome). JAAD 1990;23:
más relevante la afección ocular. 1039--1058.
El ABC cutáneo del internista 97

2. Revuz J, Roujeau JC: Advances in toxic epidermal necroly- (3):123--128.


sis. Cutan Med Surg 1996;15:258--266. 5. Roujeau JC, Nelly JP, Naldi L et al.: Medication use and the
3. Bruinsma W: A guide to drug eruptions. Side effects in der- risk of Stevens--Johnson syndrome or toxic epidermal necro-
matology. 7ª ed. 2000. lysis. N Engl J Med 1995;333(24):1600--1607.
4. Schwartz RA: Toxic epidermal necrolysis. Cutis 1997;59

O Biopsia de piel: en los especímenes axiloinguinales


se encontraron numerosas hifas del cultivo para hongos
y se aisló Trichophyton rubrum (figura 174).
Diagnóstico: onicomicosis proximal blanca subun-
ONICOMICOSIS PROXIMAL gueal por Trichophyton rubrum secundaria a SIDA.
BLANCA SUBUNGUEAL Evolución y tratamiento: la sospecha conjunta de
los internistas y dermatólogos que atendieron al pacien-
te fue, en primer término, de indagar VIH. Después fue
atendido en el sector de Infectología para continuar el
Historia: hombre de 20 años de edad que estaba hospi- tratamiento de su cuadro neumónico e iniciar el trata-
talizado en el servicio de Medicina Interna por una neu- miento para su infección VIH.
monía basal derecha; durante el examen físico le encon- Comentario: en 1986 se describe la onicomicosis
traron uñas de los pies de color blanco, motivo por el blanca subungueal asociada a pacientes con infección
cual realizaron interconsulta en el servicio de Dermato- del virus de la inmunodeficiencia humana. La onicomi-
logía. cosis proximal blanca subungueal es rara en inmuno-
Antecedentes personales patológicos: ninguno de competentes.
importancia. La invasión la realiza el hongo a nivel del pliegue
Examen físico: dermatosis localizada en uñas de proximal de las uñas (cutícula), es subungueal, aparece
pies y constituida por una coloración blanca subun- como una mancha blanca por debajo de la lúnula y su
gueal; algunas de ellas iniciaban desde su borde proxi- superficie es lisa. El agente causal más frecuente es Tri-
mal y otras abarcaban toda la uña con su superficie lisa chophyton rubrum, aunque se ha visto por Trichophyton
(figura 173). Adicionalmente se encontraron extensas megninii y Epidermophyton floccosum.
placas eritematoescamosas, circinadas en axilas y re- Puede afectar una, varias o todas las uñas de manos,
giones inguinocrurales. pies o ambos, con predominio en las de los pies. Prose
Pruebas de laboratorio: prueba de ELISA y Wes-
tern Blot para investigar infección VIH: positivas. Con-
teo de CD4: 80. KOH positivo a micelio de dermatofito.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 174. Biopsia de piel que muestra estructuras fúngi-


cas, en epidermis con hiperqueratosis y paraqueratosis, con
presencia de hifas en células córneas. Hay vasodilatación
Figura 173. Onicomicosis proximal blanca subungueal. e infiltrado linfocitario perivascular.
98 El ABC cutáneo del internista

reporta que Dompmartin y col. la diagnosticaron en 55 REFERENCIAS


de 62 pacientes con infección del virus VIH.
Boni considera que la onicomicosis proximal blanca
subungueal es rara y su presencia es indicación para rea- 1. Rippon JW: Medical mycology. The pathogenic fungi and
lizar titulación serológica para investigar el virus VIH. the pathogenic Actinomycetes. Filadelfia, W. B. Saunders,
Este tipo de onicomicosis es frecuente en pacientes 1988:210--211.
2. Andre J, Achten G: Onychomycosis. Int J Dermatol 1987;
con infección por VIH; sin embargo, no es exclusiva de 8:482--485.
éstos, ya que puede verse asociado con pacientes pos- 3. Baran R, Barber D, Dawber R: Nails appearance and ther-
trasplante renal, diabéticos, carcinomas, linfomas, en- apy. Reino Unido, Martin Dunitz, 1993:17--19.
fermedades hematológicas, tratamiento con corticoides 4. Prose S, Abson KG, Scher R: Disorders of the nails and hair
y otras. associated with human immunodeficiency virus infection.
Int J Dermatol 1992;7:453--454.
La onicomicosis proximal blanca subungueal se con-
5. Boni E: Clinical pearl: proximal white subungueal onycho-
sidera un marcador cutáneo de inmunodepresión y en mycosis in AIDS. J Am Acad. Dermatol 1993;29:631--632.
ausencia de cualquier alteración inmunitaria del hués- 6. Chang P, Logemann H: Leuconiquia micótica. Dermatolo-
ped debe hacer sospechar de infección por VIH. gía Rev Méx 1994;38(3):178--181.

OSLER--WEBER--RENDU, oportunidad presentó melenas y enterorragia. Un her-


ENFERMEDAD DE mano sufre problemas similares pero de menor intensi-
dad.
Medicación actual: sulfato ferroso; ocasionalmente
toma acetaminofén por cefaleas.
Historia: paciente femenina de 18 años de edad que Examen físico: TA 110/70 mmHg. Pulso: 90/min.
desde el nacimiento presenta múltiples lesiones de as- Frecuencia respiratoria: 20/min. Mucosa conjuntival
pecto vascular, muy pequeñas, muchas de ellas con as- discretamente pálida.
pecto de angiomas planos o telangiectasias, localizadas Presenta numerosas lesiones de aspecto angiomatoso
prácticamente en cualquier parte de la superficie cutá- en toda la superficie de la piel, muchas de ellas con un
nea y mucosas, incluyendo palmas y plantas. componente telangiectásico y otras como pequeños an-
Antecedentes personales patológicos: desde hace giomas planos que no miden más de 3 a 5 mm. Son parti-
cinco años ha presentado epistaxis frecuentes y en dos cularmente numerosas, llamativas en palmoplantas y se
oportunidades ha sangrado profusamente, lo cual ha observan también en las mucosas oral, conjuntival y
obligado a utilizar transfusiones sanguíneas. En una lengua (figura 175).

Figura 175. Lesiones telangiectásicas en la conjuntiva ocular. Obsérvese la presencia de telangiectasias en la región periorbitaria
y dorso de la nariz. La paciente presentaba además múltiples lesiones en palmas, plantas y mucosa oral.
El ABC cutáneo del internista 99

Figura 176. Iconografía rectosigmoidoscópica de esta paciente, con telangiectasias en la submucosa, probable fuente de su ane-
mia crónica.

Pruebas de laboratorio: Hto. 34. HB 10. Leucoci- cuatro criterios, el diagnóstico es definitivo, como suce-
tos 5 300. N 58. L 39. E 2. M 1. Plaquetas 189 000. TP dió con esta enferma.
y TPT normales. Las telangiectasias de la mucosa nasal, la mucosa
Ecografía con Doppler: mostró las características oral y la piel son características, y se observan numero-
dilataciones vasculares de la cavidad nasal anterior. sas telangiectasias y angiomas planos de pocos milíme-
Rectosigmoidoscopia y colonoscopia: a 6 cm de la tros. Este último hallazgo permite sospechar de la enfer-
margen anal se apreciaron algunas telangiectasias en la medad en casos de sangrado profuso que se presenta
submucosa, las más de ellas aisladas, en una extensión como síntoma inicial en la mayoría de los pacientes.
no mayor de 25 cm. No se detectaron neoplasias (figura En el hígado no es raro que se desarrollen anomalías
176). vasculares que generan fibrosis marcada o cirrosis, y que
Diagnóstico: enfermedad de Osler--Weber--Rendu con el tiempo pueden ocasionar insuficiencia hepática.
(telangiectasia hemorrágica hereditaria). También se pueden encontrar malformaciones arterio-
Evolución y tratamiento: en esta enferma se prac- venosas compresivas en los pulmones; en el cerebro es-
ticó fotocoagulación con láser de 585 nm en la cavidad tas malformaciones pueden dar origen a hemorragia
nasal anterior, obteniéndose mejoría marcada que supri- cerebral y complicaciones subsecuentes que incluyen
mió la necesidad de frecuentes consultas de urgencia y infecciones severas (figura 177).
mejoría considerable de la anemia ocasionada por el El diagnóstico temprano mediante ultrasonografía a
sangrado. No se demostraron lesiones viscerales. color y análisis de Doppler evita procedimientos diag-
Comentario: la telangiectasia hemorrágica heredi- nósticos complicados como angiografía, tomografía
taria o enfermedad de Osler--Weber--Rendu es un pade- computarizada y resonancia magnética. En esta enfer-
cimiento hereditario autosómico dominante, que a ve- ma se logró confirmar el diagnóstico en forma rápida y
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ces se confunde con un problema de coagulación debido con el simple examen ultrasonográfico.
a las frecuentes hemorragias, y cuyo defecto consiste en El tratamiento incluye el uso de hierro oral o transfu-
angiodisplasia localizada. La mutación en uno de dos siones (o ambos) cuando se presenta anemia o sangrado
genes, endogleína o ALK--1, puede ocasionar la enfer- masivo; se ha utilizado con cierto éxito el etinil estradiol
medad. Ambos son miembros de la familia de proteínas 30 mg/día con la noretisterona 1.5 mg/día. También han
de los betarreceptores del factor de crecimiento trans- sido útiles los ácidos aminocaproico y tranexámico.
formante alfa (TGF--α) y se expresan en la superficie de Otras medidas que contribuyen a mejorar el sangrado
las células endoteliales. nasal son la fulguración, la fotocoagulación y la emboli-
Las lesiones vasculares consisten en conexiones ar- zación de las dilataciones vasculares viscerales; en estas
teriovenosas directas sin la formación del lecho capilar últimas puede ser necesaria la ligadura de los vasos arte-
normal. Característicamente se presentan epistaxis, te- riales comprometidos. Los láseres pulsados con 585 nm
langiectasias, fístulas arteriovenosas viscerales y una de longitud de onda son de mucha utilidad en la cavidad
historia familiar. Si el enfermo presenta tres de estos nasal anterior.
100 El ABC cutáneo del internista

REFERENCIAS

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tic criteria for hereditary hemorrhagic telangiectasia (Osler--
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reditaria). Reporte de 30 casos. Acta Otorrinolaringol Esp
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6. Harries PG, Brockbank MJ, Shakespeare PG et al.: Treat-
En esta enferma, el sangrado nasal profuso acompa-
ment of hereditary haemorrhagic telangiectasia by the pulsed
ñado de las lesiones cutáneas concomitantes caracterís- dye laser. J Laryngol Otol 1997;111:1038--1041.
ticas (telangiectasias cutáneas y mucosas) y la historia 7. Lebowl MG: The skin and systemic disease. A color atlas
familiar permitieron sospechar el diagnóstico. and text. 2ª ed. Churchill Livingstone, 2004:1--26.

P Anticuerpos antiepidérmicos: positivos sobre piel


humana a 1/80.
Anticuerpos antimembrana basal: positivos

PENFIGOIDE BULOSO ASOCIADO


A ESCLEROSIS MÚLTIPLE

Historia: mujer de 57 años de edad hospitalizada por


dermatosis bulosa. Empezó hace un mes al presentar la
aparición de bulas sobre piel muy eritematosa y prurigi-
nosa, evolucionando de forma progresiva por brotes.
Antecedentes personales patológicos: esclerosis
en placas, de 15 años de evolución, complicada con pa-
raparesia e incontinencia urinaria.
Medicación actual: ninguna.
Examen físico: erupción bulosa difusa, sin signo de
Nikolsky, dispuesta sobre una base eritematosa y alter-
nando con placas urticantes. Algunas lesiones son anu-
lares y vesiculosas (figuras 178 y 179). Mucosas respe-
tadas. Motricidad generalizada muy limitada.
Pruebas de laboratorio: hipereosinofilia de 2 400. Figura 178. Placas urticantes y ampollosas que coexisten
Colesterol y triglicéridos: normales. Glucemia, sodio, de forma generalizada. La ampolla es tensa. No existe signo
potasio, creatinina: normales. de Nikolsky.
El ABC cutáneo del internista 101

Figura 181. Inmunofluorescencia de piel perilesional, con


depósitos lineales de IgG y C3 a lo largo de la membrana
basal.
Figura 179. En detalle, a nivel de cintura las placas eritema-
toampollosas que se detectaron en la paciente son coales-
centes, con un fondo intensamente eritematoso. Muy exul-
Diagnóstico: penfigoide buloso asociado a padeci-
ceradas.
miento neurológico (esclerosis en placas).
Evolución y tratamiento: sin respuesta inicial a la
Biopsia de piel: despegamiento dermoepidérmico a administración de corticosteroides tópicos (propionato
expensas de ampolla subepidérmica. Abundantes mo- de clobetasol) ni a prednisona 1 mg/kg/día, hasta au-
nonucleares y eosinófilos. Dermis subyacente con infil- mentar la posología a 1.5 mg/kg/día, a razón de unas 60
trados mononucleares densamente dispuestos en distri- nuevas ampollas por día.
bución perivascular (figura 180). Comentarios: el penfigoide buloso es una entidad
Inmunofluorescencia directa: IgG: depósitos li- frecuente después de los 50 años de edad (enfermedad
neares (+++) dispuestos en borde continuo sobre la ex- bulosa de la senectud); se caracteriza por ampollas sub-
tensión de la unión dermoepidérmica (figura 181). epidérmicas y bulas tensas (de ruptura difícil) muy pru-
riginosas, que en ocasiones empiezan como placas urti-
carianas.
En ellas existen depósitos de anticuerpos IgG que
reaccionan contra antígenos de la lámina lúcida de la
membrana basal: uno intracelular, glicoproteína de 230
kD, denominado antígeno I o BP 230--Ag, relacionado
con desmoplakina, y otro con los hemidesmosomas de
transmembrana de 180 kD denominado antígeno II o
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

BP 180--Ag (que interactúa con las proteínas de anclaje


de la membrana basal y está relacionado con la colágena
tipo VII).
Estos antígenos activan el complemento e inducen
infiltración por células polimorfonucleares con la con-
secuente cascada proinflamatoria, originando disrup-
ción en la adhesión del queratinocito basal a su membra-
na respectiva.
La inmunofluorescencia directa de piel perilesional
muestra por lo general una banda lineal de IgG y C3 en
Figura 180. Histopatología que muestra ampolla subepidér- la membrana basal. En 70% de los casos se detecta IgG
mica, formada en la lámina lúcida y en el festoneado de las antimembrana basal por inmunofluorescencia indi-
papilas dérmicas. Con abundantes eosinófilos. recta.
102 El ABC cutáneo del internista

El penfigoide buloso se ha asociado con distintos pa- des con la esclerosis en placas. Esta asociación, que de
decimientos como psoriasis, lupus eritematoso, poli- ninguna manera es fortuita, se explica en los casos de es-
miositis, diabetes mellitus, artritis reumatoide, anemia clerosis lateral amiotrófica por la coexistencia de dos
perniciosa y tiroiditis, así como con neoplasias malig- isoformas del antígeno mayor del penfigoide buloso:
nas del sistema linforreticular de piel, pulmón, riñón, neuronal y epidérmica.
gastrointestinal y páncreas. Sin embargo, no se ha com- Es probable que exista una reacción cruzada que ex-
probado incremento en la incidencia de cáncer de estos plique la fisiopatología de esta asociación.
enfermos.
Asimismo, se han detectado casos de penfigoide bu-
loso inducido por medicamentos, que por su frecuencia REFERENCIAS
son, en orden decreciente: furosemida, penicilamina,
penicilina y derivados, sulfasalazina, salicilazosulfapi-
1. Chosidow O, Dopler V, Bensimon G et al.: Bullous pem-
ridina, fenacetina y fluorouracilo tópico, así como otros phigoid and amyotrophic lateral sclerosis. A new clue for un-
fármacos que posean sulfuro en su molécula que forme derstanding the bullous disease? Arch Dermatol 2000;136:
grupos thiolados. 521--524.
En este caso se ha tratado de un penfigoide buloso 2. Breathnach SM, Hinter H: Adverse drug reactions and the
asociado con esclerosis en placas, donde se encontró skin. Blackwell Scientific Publications, 1998:99--109.
por demás justificado el uso de altas dosis de corticoste- 3. Mutasim DE, Bilic M, Hawayek LH, Pipitone MA, Sluze-
vich JC: Immunobullous diseases. J Am Acad Dermatol
roides sistémicos. La asociación de penfigoide buloso 2005;52(6):1029--1043.
con padecimientos neurológicos no es coincidencia. 4. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
Recientemente se han reportado numerosas entida- ease. 3ª ed. Saunders, 2003:33--44.

PIODERMA GANGRENOSO, Examen físico: paciente muy quejumbrosa. Con


ASOCIADO A COLITIS ULCERATIVA postura antialgígena que sostiene con cabestrillo el bra-
CRÓNICA INESPECÍFICA zo afectado. TA 110/70 mmHg. Pulso 118/min. Fre-
cuencia respiratoria 24/min.
Topografía: dermatosis diseminada que afecta la ex-
tremidad superior derecha, extendiéndose desde el dor-
Historia: mujer de 18 años de edad, con evolución de so del carpo hasta el dorso medio ipsilateral.
seis semanas en una extensa úlcera en la extremidad su- Morfología: es una extensa placa ulcerosa de 9 x 11
perior derecha. Ha recibido diversos tratamientos que cm, de configuración ovoidea, bordes irregulares, ele-
incluyeron tratamientos con cremas, nitrato de plata, ci- vados y coloración violácea, de profundidad variable de
catrizantes con ácido hialurónico y antibióticos, sin re- aspecto vegetante y fonsosanioso, cubiertos de exudado
sultado. Comenta que todo empezó con un nodulito do- hemorrágico, costras hemáticas y melicéricas. Es muy
loroso que prontamente se excavó, inició trasudación y dolorosa a la palpación. Es muy llamativo que en uno de
se fue profundizando. En dos ocasiones le han realizado sus extremos (hacia el carpo) se muestra una zona más
lavado quirúrgico con remoción de tejido. Al momento pálida que el resto del contorno de la úlcera en una de
de la revisión acusa mucho dolor, incoercible a tramadol. sus porciones. En otra porción protruyen cuando menos
Antecedentes personales patológicos: en el último cuatro nódulos violáceos muy indurados. Son dolorosos
año ha presentado dolor abdominal cólico difuso, con y con tendencia a coalescer. No se percibieron adenopa-
periodicidad de dos veces por semana y que mejora al tías axilares (figuras 182 y 183).
mejorar la calidad de la dieta o ingerir butilhioscina. Hay dolor a la palpación de colon transverso y ascen-
Acepta que presenta síntomas de neurosis de ansiedad, dente. No se perciben otras adenopatías ni organomega-
que mitiga con medicina herbolaria no precisada. Ha lias.
disminuido 5 kg de peso (sin causa aparente) en el últi- Pruebas de laboratorio: hemoglobina 10.3. Glóbu-
mo mes. Niega artritis, diarrea, melena o hematoquecia. los blancos 14 300 con desviación a la izquierda. Pla-
Medicación previa: mupirocina, nitrato de plata a quetas 267 000. Glucemia 88. Creatinina 1.0. VSG 32.
1% en crema, apósitos con cera y parafina, paracetamol, Ferrocinética compatible con patrón de anemia ferro-
ciprofloxacino y tramadol. priva. Examen general de orina: normal. Cultivo de
El ABC cutáneo del internista 103

Figura 184. Intensa infiltración perivascular, linfoplasmocí-


tica, con densa colección de neutrófilos en la dermis, reme-
Figura 182. Úlcera en la extremidad superior derecha, de dando un absceso pero sin mostrar necrosis fibrinoide ni
bordes sobreelevados, cortados a pico, violáceos, fondo cri- otros datos de vasculitis.
biforme, hemorrágica, dolorosa, de crecimiento serpiginoso
y evolución terebrante.

exudación piel: Staphylococcus aureus. Guayaco en he-


ces: positivo.
Biopsia de piel: ulceración epidérmica, infiltrado
inflamatorio con PMN, linfocitos y células plasmáticas,
sin datos de vasculitis (figura 184).
Recto y colonoscopia: numerosas placas blanqueci-
nas, deleznables y biopsias compatibles con colitis ulce-
rativa crónica inespecífica (CUCI) (figura 185).
Diagnóstico: Pioderma gangrenoso, secundario a
CUCI.
Evolución y tratamiento: esteroides sistémicos vía
oral (PDN), antibióticos parenterales y limpieza gentil
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 183. A mayor acercamiento, obsérvese el borde so- Figura 185. Hallazgos relevantes a la colonoscopia, con na-
breelevado, en pendiente suave hacia la periferia y relieve tas fibrinosas blanquecinas, hemorrágicas, compatibles
abrupto hacia el interior, fondo rojo y granuloso. con CUCI.
104 El ABC cutáneo del internista

Los sitios más frecuentes son extremidades inferio-


res, nalgas, abdomen y cara. Las lesiones pueden ser so-
litarias o múltiples, y la lesión inicial es una pápula o
nódulo, dolorosa, que tiende a ulcerarse de manera cri-
biforme y a hacerse profunda con bordes irregulares,
violáceos, cubiertos de costras necróticas.
No está de más enfatizar la necesidad de abstenerse
de realizar cualquier corte quirúrgico o curación de la-
vado exhaustiva a la lesión de todo pioderma gangreno-
so, ya que característicamente habrá empeoramiento de
la lesión por el fenómeno conocido como patergia, mis-
mo que se presenta en entidades como la enfermedad de
Behçet y el síndrome de Sweet.
En ocasiones la sola toma de biopsia cutánea pone en
evidencia este fenómeno.
Su diagnóstico diferencial es múltiple, y destacan
Figura 186. La paciente tuvo evolución satisfactoria al ini-
ciarse tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal como las más frecuentes entidades por considerar ecti-
de base. El dolor cedió prontamente desde la primera ma gangrenoso, botriomicosis, gangrena progresiva si-
semana, y los procesos de granulación y cicatrización pro- nérgica, micosis profundas, amibiasis, úlceras por ve-
gresaron hasta el cierre total de la herida. noestasis/arteriales, vasculitis de pequeños a grandes
vasos (la mayoría de ellas) y granulomatosis de Wege-
ner.
La histopatología no es específica y se observa una
de las lesiones empleando exclusivamente syndets y al inflamación neutrofílica con formación de abscesos y
término aplicando una capa de gel de propilenglicol a necrosis sin vasculitis.
40%. El manejo es con esteroides sistémicos VO (PDN) o
Se adicionaron cuatro días después mesalzaína, ene- IV, en pulsos de metilprednisolona. Otros son la ciclo-
mas con hidrocortisona y sedantes orales tipo loraze- fosfamida IV y la ciclosporina y la sulfasalazina vía oral.
pam. En un periodo de dos semanas hubo gran mejoría, También los esteroides tópicos y el tacrolimus tópico o
con curación de las úlceras cutáneas, y desaparecieron sistémico pueden ser una buena opción. Pueden ser úti-
las molestias abdominales (figura 186). les los antibióticos como la minociclina y la tetraciclina.
Comentario: el pioderma gangrenoso es una patolo- Si hay una enfermedad asociada, hay que tratarla.
gía cutánea inflamatoria poco frecuente, ulcerativa, do-
lorosa, y que se asocia con enfermedades sistémicas
como enfermedad inflamatoria intestinal (CUCI, enfer-
medad de Crohn), artritis reumatoide, paraproteinemias REFERENCIAS
y malignidades hematológicas hasta en 50% de los ca-
sos; el resto es idiopático.
Un estudio mexicano reciente, de Guerrero--Hernán- 1. Powell FC et al.: Pyoderma gangrenosum. Classification
dez y col., reportó una asociación hasta en 68.7% de un and management. J Am Acad Dermatol 1996;34:395--409.
total de 16 pacientes, la mayoría de sexo femenino. Los 2. Lyon CC et al.: Parastomal pyoderma gangrenosum. J Am
dos padecimientos que más a menudo se encontraban de Acad Dermatol 2000;42:992--1002.
3. Urano S et al.: Pyoderma gangrenosum and systemic in-
base eran artritis reumatoide y colitis ulcerativa crónica volvement. J Dermatol 1995;22:647--650.
inespecífica. 4. Callen JP: Pyoderma gangrenosum. Lancet 1998;351:581--
La etiología es desconocida y aparece en forma agu- 585.
da con pústulas y nódulos hemorrágicos y dolorosos, de 5. Lyon CC et al.: Recalcitrant pyoderma gangrenosum treated
novo, por traumatismos y en estomas (paraestomal). with systemic tacrolimus. Br J Dermatol 1999;140:562--564.
6. Guerrero--Hernández I, Hernández--Calleros J, Orozco
Las variantes clínicas del pioderma gangrenoso ulcera-
Topete R: Pioderma gangrenoso, reporte de 16 casos. Der-
tivo son diversas, y se considera importante destacar las matología Cosmética, Médica y Quirúrgica 2005;3(3).
variantes pustular, bulosa, vegetante y superficial gra- 7. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
nulomatosa. ease. 3ª ed. Ed. Saunders, 2003:33--44.
El ABC cutáneo del internista 105

PRURITO DE ORIGEN RENAL

Historia: paciente femenina de 60 años de edad con


prurito severo generalizado, enviada para manejo del
mismo.
Tiene tres meses de evolución, y ha recibido hasta el
momento siete diferentes antihistamínicos sin percibir
modificación alguna del síntoma que progresivamente
le ha quitado el sueño. Acusa anorexia, severo decai-
miento, insomnio, mioartralgias y disminución de la
cantidad de orina diaria.
Antecedentes personales patológicos: diabetes
mellitus no insulinodependiente de 20 años de evolu-
ción. Insuficiencia renal crónica en programa de diálisis
peritoneal crónica ambulatoria desde hace un año. Hi- Figura 188. En detalle, lesiones pequeñas papulonodula-
res, exulceradas, coalescentes y aisladas, con costras
pertensión arterial de 15 años de evolución. serohemáticas, sobre un fondo xerótico.
Medicación actual: sales de aluminio sin magnesio,
carbonato de calcio, enalapril, amlodipino y ácido ace-
tilsalicílico. Biopsia de piel: el espécimen obtenido de la región
Examen físico: TA: 140/105 mmHg. Pulso: 94/min. glútea mostró tapón córneo, paraqueratosis, infundibu-
Frecuencia respiratoria: 22/min. Palidez y xerosis gene- litis e hipergranulosis (figura 190).
ralizada, queilitis y xerostomía, edema facial y de extre- Diagnóstico: Prurito sistémico de causa renal
midades inferiores, así como costras hemáticas, melicé- Comentario: el prurito es el síntoma cutáneo más
ricas y exulceraciones lineales, con predominio de éstas común en la insuficiencia renal crónica terminal, y en
en tórax y extremidades superiores e inferiores (figuras algunos pacientes es el primer signo de esa tormentosa
187, 188 y 189). Cardiorrespiratorio: normal. enfermedad.
Pruebas de laboratorio: HB 12.3. Urea 105 mg. Su incidencia varía de 20 a 85% y se incrementa en
Creatinina 7.5. Glucosa 150. Na 140. K 4. P 4.5. Ca 9. los enfermos que tienen piel xerótica.
Pruebas de funcionamiento hepático y tiroideo normales.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 189. Acercamiento de pliegue interglúteo del mismo


Figura 187. Frecuente hallazgo semiológico de la piel uré- paciente; nótese la severidad de las laceraciones por el per-
mica, con xerosis grave, de origen multifactorial. tinaz prurito.
106 El ABC cutáneo del internista

vado, ácido ursodeoxicólico, capsaicina en crema a


0.025%, baños sauna a 75 _C y otros con resultados va-
riables, existen reportes de la utilidad del ondansetrón
(inhibidor potente y selectivo para receptores de 5 HT3)
en pacientes con este prurito, con buenos resultados.
La alta incidencia de xerosis en pacientes con IRC de
cualquier etiología, que se incrementa cuando es de ori-
gen diabético, se debe a la microangiopatía de vénulas
y arteriolas de la piel, así como a atrofia de glándulas su-
dorales y sebáceas. Esto justifica que la adecuada hidra-
tación de la piel con emolientes siempre se deba acom-
pañar de cualquier otra medida terapéutica.
Finalmente, existen reportes de pacientes con IRC
que muestran deficiencias de ácidos grasos esenciales.
La ingesta de aceite de pescado o de aceite de prímula
Figura 190. Paraqueratosis acentuada, células queratino- ha demostrado utilidad en la mejoría del prurito al dis-
cíticas compactadas con tapón córneo, hipergranuloso, e minuir la PGE 2, cambiar el perfil de ácidos grasos, me-
infundibulitis fibrosante, propios del prurito urémico.
jorar los niveles del hematócrito (algunos sugieren tera-
péutica con eritropoyetina como adyuvante) y mejorar
la percepción del enfermo a los síntomas del prurito.
Para el internista es de mucha utilidad, ante toda sos-
pecha de prurito de origen sistémico, abordar los casos
REFERENCIAS
partiendo del acrónimo BLINKED, que hace alusión
práctica (en inglés) a blood, bugs, liver, infection, immu-
nologic or autoimmune, neoplastic, neuropsychiatric, 1. Adytia KG et al.: Cutaneous associations of chronic renal
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Su etiología sigue siendo oscura; se han incriminado Parthenon Publishing Group, 2000.
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mia, que mediante un proceso lento y acumulativo dan 7. Cullen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
origen a alteraciones metabólicas que no se han aclara- ease. 3ª ed. Saunders, 2003:33--44.
do totalmente.
En la actualidad la serotonina, la histamina y la sus-
tancia P han sido reportadas como posibles mediadores
del prurito urémico, ya que los pacientes que lo presen-
tan muestran valores elevados de las mismas en compa-
ración con los pacientes que no lo manifiestan. Se ha en-
contrado incremento en el número de mastocitos en la PSORIASIS VULGAR EMPEORADA
dermis del paciente urémico. POR MEDICAMENTO
Aunque se han usado diversos tratamientos para el
prurito nefrogénico, como luz ultravioleta de tipo B de
banda estrecha (311 nm), talidomida, antihistamínicos
(azelastina, doxepina), hidratación, lidocaína intrave- Historia: paciente masculino de 57 años de edad con
nosa, heparina, cimetidina, colestiramina, carbón acti- psoriasis desde hace 10 años, empeorada en los últimos
El ABC cutáneo del internista 107

10 meses. Ha usado distintos esteroides tópicos (vale-


rato de hidrocortisona, mometasona y betametasona),
sin resultados. Percibe importante prurito e irritación en
piel cabelluda.
Antecedentes personales patológicos: hipertensión
arterial sistémica controlada con propranolol. Hiperco-
lesterolemia tratada con simvastatina y enfermedad ar-
terial coronaria aterosclerótica desde hace un año. Taba-
quismo de un paquete por día y consumo moderado y
frecuente de alcohol.
Medicación actual: propranolol y simvastatina de
forma regular cotidiana. Ibuprofeno ocasionalmente. Figura 192. Nótese en codos el tipo de escama micácea
Examen físico: en piel cabelluda, abundantes placas (blanco yesosa) coalescente, tipo ostráceo.
micáceas, extensivas a conducto auditivo externo, co-
dos, rodillas, pliegue interglúteo y ombligo, con placas
eritematoescamosas, yesosas--plateadas, fisuradas, de Evolución y tratamiento: inicialmente el paciente
diversos tamaños. El resto de piel de tronco y extremi- fue tratado con propionato de clobetasol y calcipotriene
dades es xerótica. En uñas de las manos: onicólisis, de- en ungüentos aplicados dos veces al día por dos sema-
tritus subungueales y signo del dedal (figuras 191, 192 nas. Después de una considerable reducción de las le-
y 193). siones, el clobetasol se redujo a una vez por semana.
Pruebas de laboratorio: biometría hemática com- Seis meses después el paciente regresa a consulta con
pleta. Química sanguínea: normal. Creatinina: normal. extensión de las lesiones, con nuevas plaquitas a nivel
Triglicéridos 178. Colesterol 209. HDL 32. de tronco. Se inició tratamiento con fototerapia UVB
Biopsia de piel: con hiperplasia epidérmica, para- cinco veces por semana y cefalexina oral.
queratosis capilares dilatados y tortuosos en dermis pa- Comentario: la psoriasis es una condición inflama-
pilar, vasos capilares e infiltrados perivascular e inters- toria, de naturaleza genética, que afecta a cerca de 2 a
ticio de linfocitos (figura 194). 4% de la población.
Diagnóstico: psoriasis vulgar empeorada por medi- Se caracteriza por placas eritematopapuloescamo-
camentos (betabloqueador, propranolol). sas, de tipo micáceo--plateado, de localizaciones carac-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 191. Psoriasis empeorada por betabloqueadores. Figura 193. Pliegue interglúteo y región perianal, con ede-
Vista panorámica de ambas extremidades inferiores, con ma, placas eritematoescamosas exulceradas, mal demar-
lesiones predominantes en rodillas. Placas eritematoesca- cables, con maceración. Sitio habitualmente indicador de
mosas abundantes, gruesas. actividad psoriática en estos pacientes.
108 El ABC cutáneo del internista

psoriasis está localizada, la terapéutica tópica funciona


bien. Los esteroides tópicos son útiles, pero con fre-
cuencia producen atrofia cutánea cuando se usan cróni-
camente.
Los análogos de la vitamina D (como tacalcitol y cal-
cipotriene) son eficaces. Otros medicamentos útiles son
el alquitrán de hulla, la antralina y el tazarotene. El em-
pleo de emolientes con queratolíticos (carbamidourea,
ácido salicílico) reduce considerablemente la presencia
de escamas. Para las lesiones generalizadas de psoriasis
la fototerapia es de primera elección. Cuando las placas
son delgadas, de poca escama, en pacientes con piel
blanca, debe intentarse UVB de banda estrecha de 311
nanómetros.
Figura 194. Hiperqueratosis paraqueratósica, adelgaza- En pieles morenas, con abundantes placas, de escama
miento de epidermis suprapapilar, acantosis, así como capi- gruesa, la primera opción es PUVA (psoraleno más
lares dilatados y tortuosos con linfocitos de disposición peri- UVA) o su modalidad más sinergizada: rePUVA (acitre-
vascular, como datos histopatológicos más relevantes de la tina como retinoide más fototerapia con psoraleno oral
placa psoriática. y radiación ultravioleta tipo A), aunque su riesgo de fo-
totoxicidad o de cáncer cutáneo es más alto.
En los casos más graves puede adicionarse ciclospo-
terísticas (piel cabelluda, oídos, codos, rodillas) que son rina 2.5 a 5 mg/día, acitretina 25 mg/día o metotrexato
reflejo del crecimiento rápido de la epidermis (produc- 7.5 a 15 mg/semana.
ción importante de escama) y de la dilatación de los Debe vigilarse el riesgo hematológico, renal o hepá-
vasos capilares (color eritematoso característico) origi- tico de estos fármacos, o la grave interacción con fárma-
nados por una disfunción del sistema celular inmunita- cos (metotrexato), con las sulfas o los antiinflamatorios
rio tipo T, aún en vías de definirse. no esteroideos.
Esta enfermedad no es puramente cosmética, ya que Este padecimiento puede interferir en las funciones
los efectos somatopsíquicos que produce pueden ser de- diarias, ocasionando alteraciones psicológicas y de las
vastadores. En otras ocasiones puede acompañarse de relaciones sociales.
artritis psoriática, cuya frecuencia es de cerca de 5% de Es inequívocamente un problema de salud pública,
los casos. La psoriasis puede ser exacerbada por el uso que incluso se asocia con un riesgo elevado de suicidio.
de medicamentos, el estrés, el agua fría, lesiones trau-
máticas (accidentes, cirugía), siendo característica su
respuesta isomorfa (fenómeno de Koebner). REFERENCIAS
Para el médico es muy importante conocer qué tipo
de medicamentos toma el paciente, ya que el litio, la clo-
roquina y sobre todo los betabloqueadores son impor- 1. Feldman SR: Psoriasis treatment. En: Callen IP, Jorizzo JL
tantes agentes causales de exacerbaciones crónicas, (eds.): Current problems in dermatology. 1998;10:1--40.
2. Feldman SR, Clark AR: Psoriasis. En: Theirs B (ed.):
como en el caso en cuestión.
Office dermatology Part 1. Medical Clinics of North America
El uso de corticosteroides sistémicos en estos pacien- 1998;82:1135--1144.
tes es arriesgado, ya que son frecuentes los episodios de 3. Paradasani A, Feldman SR: Treatment of localized psoria-
empeoramiento (rebote) al suspenderlos, o bien un vira- sis: an algorithm--based approach. Am Fam Physician 2000;
je hacia formas más agresivas de psoriasis, como la va- 61:725--733, 736.
4. Rapp SR, Feldman SR et al.: La psoriasis ocasiona tanta in-
riante pustulosa de von Zumbusch.
capacidad como otras enfermedades médicas importantes. J
Un motivo frecuente de exacerbación ocurre como Am Academ Dermatol (edición española) 2000;2(1):1--7.
respuesta a infección, particularmente por infección es- 5. Litt JZ: Drug eruption reference manual. Parthenon Pub-
treptocócica de vías respiratorias superiores. Cuando la lishing/Taylor & Francis Group, 2005.
El ABC cutáneo del internista 109

Q
QUERATODERMIA ADQUIRIDA

Historia: paciente femenina de 51 años de edad que


está interesada en identificar la causa de pies xeróticos,
con fisuras talares progresivas que se han incrementado
en los últimos tres meses y no mejoran con ningún trata-
miento tópico.
Antecedentes personales patológicos: gesta IV, Figura 196. A mayor acercamiento, nótese el grosor cór-
para III, abortos I. Fecha de última menstruación a los neo, con similitud portante a cera cuarteada. Debe sospe-
46 años de edad, sin terapéutica hormonal sustitutiva charse de síndrome climatérico.
hasta el momento. Negó toxicomanías, alopecia, intole-
rancia al frío y constipación. Aceptó que en los últimos
seis meses ha presentado insomnio, astenia y crisis de Exámenes de laboratorio: glucemia, biometría he-
bochornos. No presenta antecedentes familiares rele- mática, colesterol, triglicéridos, ácido úrico, así como
vantes ni comenta padecimientos cutáneos previos. pruebas de funcionamiento hepático, renal y tiroideo:
Medicación actual: ninguna. normales. Último Papanicolaou vaginal, de un año an-
Examen físico: pulso de 82/min. TA 130/85. Obesi- tes, con discreto hipoestrogenismo. Densitometría ósea
dad con índice de masa corporal de 14. Piel cabelluda normal.
sin alopecia. Reflejos osteotendinosos normales. Piel Biopsia de piel: hiperqueratosis, hipergranulosis,
xerótica de forma generalizada. paraqueratosis y escasos infiltrados inflamatorios. El
En miembros inferiores, a nivel de ambos talones, KOH 10% fue negativo (figura 197).
existen de forma bilateral y simétrica placas queratósi- Diagnóstico: queratodermia adquirida, secundaria a
cas, de capa córnea gruesa, de color céreo, fisuradas, de síndrome climatérico (enfermedad de Haxthausen).
bordes precisos, sin halo eritematoso, extendiéndose en Evolución y tratamiento: se indicó calzado de piel,
placas de 3 a 7 cm que abarcan hasta las caras lateroex- reducción de peso, uso de emolientes y queratolíticos
ternas y escasamente con diminutas placas hacia la base con ácido salicílico y carbamidourea. Luego de una
de algunos ortejos. No existe hiperhidrosis. No hay alte- aplicación mensual de prasterona--valerianato de etini-
raciones en palmas de manos, en mucosa oral ni en uñas lestradiol de depósito, al segundo mes se evidenció de-
(figuras 195 y 196). saparición lesional.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 197. Intensas hiperqueratosis, paraqueratosis e hi-


Figura 195. Placas queratodérmicas adquiridas, extensas pergranulosis, propias del reflejo microscópico de esta que-
a nivel de talones con marcada fisuración. ratodermia.
110 El ABC cutáneo del internista

Comentario: este tipo de queratosis o queratoder- mas paraneoplásicos como acantosis nigricans o acro-
mia limitada o circunscrita a palmas y plantas es hallaz- queratosis verruciforme del síndrome de Bazex, que
go intencionado o fortuito en mujeres de la cuarta a la precede o acompaña a carcinomas de bronquio, esófa-
sexta décadas de la vida (enfermedad de Haxthausen). go, estómago, colon o mama.
Se observa en sitios de mayor apoyo y con obesidad Cuando se presenta como parte del síndrome clima-
concomitante. térico se especula que su origen sea hipoestrogenismo
Ya que las queratodermias pueden representar una (y por ello se describe una constelación extra de sínto-
enfermedad hereditaria o bien un signo dermatológico mas inherentes), mejorando en algunos casos con el
que refleje un padecimiento sistémico, su presentación reemplazo hormonal precoz, con etinilestradiol, tibolo-
en la etapa adulta amerita una justa evaluación. na o ciproterona.
Preferentemente se ubican a nivel de los sitios de más La necesidad de usar retinoides sistémicos como la
apoyo, o más ocasionalmente logran visualizarse lesio- acitretina o métodos combinados como Re--PUVA (luz
nes palmares, situadas de forma medio--proximal. ultravioleta A con 8--metoxipsoraleno) sólo se presenta
La biopsia no difiere sustancialmente de otras formas en casos muy graves e incapacitantes.
de queratodermia adquirida; sin embargo, en ocasiones
es probable diferenciarla de entidades como envenena-
miento por arsénico crónico, distintos eccemas como REFERENCIAS
atópico o alérgico crónico, pitiriasis rubra pilaris, pso-
riasis, queratodermia blenorrágica de la enfermedad de
1. Deschamps P, Leroy D, Pedailles M, Mandard JC: Kera-
Reiter, sífilis secundaria y tiña podal hiperqueratósica. toderma climatericum (Haxthausen’s disease): clinical signs,
Particularmente en mujeres con piel xerótica y que- laboratory findings and etretinate treatment in 10 patients.
ratodermia palmoplantar adquirida y progresiva, es im- Dermatologica 1986;172:258--262.
portante verificar la probabilidad de hipotiroidismo 2. Sybert VP, Dale BA, Holbrook KA: Palmar--plantar kera-
subclínico, que larvadamente sea la explicación de una toderma. A clinical, ultrastructural, and biochemical study. J
dermatosis muy crónica y refractaria a tratamientos. Am Acad Dermatol 1988;18:75--86.
3. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
Aunque de presentación más infrecuente, una quera- ease. 3ª ed. Saunders, 2003:33--44.
todermia adquirida puede conducir a la sospecha de 4. Braverman IM: Skin signs of systemic disease. 3ª ed. Saun-
cáncer, sobre todo cuando se acompaña de otros estig- ders, 1998:438--491.

R toxicomanías, enfermedades de transmisión sexual,


viajes recientes y riesgo laboral a contactantes.
Medicación actual: prednisona, mesalazina, clobe-
tasol y tacalcitol tópicos.
REITER, SÍNDROME DE Examen físico: temperatura 38.1 _C, TA 130/90.
Peso de 72 kg para talla de 1.81 m.
Dermatosis generalizada que afecta todas las extre-
Historia: paciente masculino de 38 años de edad que midades a nivel de palmas y plantas (dorso y anverso),
acude por lesiones en palmoplantas y pene, pruriginosas además de genitales (glande y prepucio), bilateral, de
y progresivas, de cuatro meses de evolución, que han tendencia simétrica. Consiste en numerosas placas eri-
sido tratadas sin resultados con clobetasol y tacalcitol tematoescamosas, de tamaños variables, mal demarca-
tópicos. bles, con escamas furfuráceas y laminares, difícilmente
Se han agregado en las últimas seis semanas ardor desprendibles (figuras 198, 199 y 200).
ocular, pérdida de peso, artralgias en miembros inferio- Uñas opacas, frágiles, de coloración amarillenta con
res y febrícula vespertina. hiperqueratosis subungueal. Pene con edema prepucial,
Antecedentes personales patológicos: enfermedad meatitis, glande eritematoso, con placas escamocostro-
de Crohn con afección ileal desde dos años antes, en tra- sas, de configuración arciforme.
tamiento periódico con 12.5 mg/día de prednisona y 1.5 En ojos, hiperemia de ambas conjuntivas bulbares
g/día de mesalazina. Heterosexual, monógamo. Niega ++. No se demostró daño uveal. La cavidad oral con len-
El ABC cutáneo del internista 111

Figura 198. Palma de manos con lesiones psoriasiformes,


con eritema y escama laminar, compatibles con síndrome
de Reiter asociado con enfermedad de Crohn. Figura 200. Ambas extremidades inferiores con placas eri-
tematoescamosas, circinadas, de escama micácea, que se
extienden desde el dorso de ambos pies hasta las puntas de
gua depapilada y aspecto geográfico. Sin adenopatías, los dedos; también se le llama queratodermia blenorrágica.
hepatoesplenomegalia ni dolor abdominal.
La exploración articular evidencia flogosis y limita- Diagnóstico: síndrome de Reiter en asociación con
ción flexo--extensiva en rodilla derecha y talón izquier- enfermedad de Crohn.
do. La marcha está limitada por dolor coxofemoral de- Evolución y tratamiento: se adicionaron 20 mg de
recho. metotrexato IM semanal y fototerapia con UVB y calci-
Exámenes de laboratorio y gabinete: biometría he- potriol, con lo que las lesiones cutáneas disminuyeron
mática, química sanguínea, reacciones febriles, pruebas ostensiblemente desde la tercera semana.
de funcionamiento hepático y renal: normales. Dos El paciente recuperó peso y desaparecieron las mo-
muestras para VIH fueron negativas. Determinación de lestias oculoarticulares. Su inveterada enfermedad de
HLA--B27: positivo. KOH 10% de lengua: negativo. Crohn permaneció estable.
Radiografías de: columna dorsolumbar, sacroiliacas, Comentarios: este paciente cursó con la asociación
coxofemorales y de ambas rodillas, sin alteraciones. de artritis reactiva, alteraciones mucocutáneas, conjun-
Biopsia de piel: hiperplasia epidérmica, pústulas es- tivitis y oligoartritis que integraron el síndrome de Rei-
pongiformes de neutrófilos, paraqueratosis, hiperque- ter dos años después de iniciar con un cuadro de enfer-
ratosis, con capilares dilatados, tortuosos, con edema en medad inflamatoria crónica intestinal, en apariencia
dermis papilar. bajo control. De forma típica, este síndrome presenta la
tríada de:
S Artritis periférica (preferentemente de miem-
bros inferiores, con oligoartritis).
S Uretritis o cervicitis.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S Conjuntivitis/iritis.
Existe evidencia sustancial de que este síndrome tiene
etiología genética fundamentada en positividad de más
de 80% de los casos de HLA--B27 (aunque este antígeno
es positivo en 10% de la población mundial).
Probablemente resulta de la respuesta inmunitaria
hacia algún agente infeccioso, genéticamente regulada
por algún grupo de antígenos de compatibilidad MHC
clase I.
Figura 199. Las uñas de estas manos muestran cambio de En efecto, se especula que HLA--B27 (B7, Bw 22,
coloración amarillenta, hiperqueratosis subungueal, onicóli- Bw40, Bw 42) funge, en reacción cruzada, como recep-
sis distal y onicomalacia central. tor de antígenos bacterianos provenientes de Salmone-
112 El ABC cutáneo del internista

lla, Shigella, Campylobacter jejuni, Chlamydia, Urea- en 5% de los casos. En los pacientes VIH con artritis
plasma, Mycoplasma o Borrelia burgdorferi, con importante se han detectado antígenos p--24 en sinovia
severa disminución de interleucina 2. Hay tres distintos articular.
orígenes epidemiológicos: posuretritis venérea, posdi- En cuanto a las oportunidades terapéuticas para in-
sentérica y en las últimas dos décadas, virus de la inmu- munocompetentes, existen distintas opciones: esteroi-
nodeficiencia humana. des tópicos, intralesionales y sistémicos, metotrexato y
La mayoría de los casos corresponden al sexo mascu- azatioprina. Otros recursos promisorios son el empleo
lino. de acitretina oral, sola o combinada con UVA (Re--
La enfermedad de Crohn es una asociación frecuente PUVA), o bien UVB en combinación con derivados de
con el síndrome de Reiter, manifestándose sintomática- vitamina D (calcipotriol).
mente hasta en 25% de los pacientes, por lo que es pro- El uso de zidovudina u otras combinaciones antirre-
bable que el origen de ambas entidades pertenezca al trovirales sólo consigue logros modestos en pacientes
mismo sustrato posinfeccioso. VIH, y en esos casos está indicado intentar sulfasalazi-
Las manifestaciones mucocutáneas existen hasta en na, ketoconazol, ciprofloxacino, rifampicina o levami-
80% de los casos, pudiendo aparecer de forma concu- sol.
rrente o de manera aislada.
Su semejanza con la psoriasis es máxima ya desde su
morfología papuloescamosa o con formación de pústu- REFERENCIAS
las (forma de von Zumbusch) e idéntica expresividad
histopatológica, y por la presencia de artritis; sin em-
bargo, la ausencia de lesiones mucosas, conjuntivales o 1. Reveille JD, Conant MA, Duvic M: Human immunodefi-
de uretritis en general en los pacientes psoriáticos hace ciency virus--associated psoriasis, psoriatic arthritis and Rei-
la diferencia. ter’s syndrome: a disease continuum. Arthritis Rheum 1990;
El incremento de la prevalencia de HLA--B27 y es- 33:1574--1578.
pondilitis anquilosante es similar en la psoriasis vulgar 2. Duvic M, Johnson TM, Rapini RP et al.: Acquired immu-
nodeficiency syndrome--associated psoriasis and Reiter’s
o la pustulosa y en el síndrome de Reiter, aunque los me-
syndrome. Arch Dermatol 1987;123:1622--1632.
canismos patogénicos son claramente distintos. 3. Cleveland MG, Mallory SB: Incomplete Reiter’s syndrome
Característicamente, la morfología en pene se descri- induced by systemic interpheron alpha treatment. J Am Acad
be como una balanitis circinada y en palmoplantas Dermatol 1993;29:788--789.
como queratodermia blenorrágica. En la lengua es fre- 4. Lin RY: Reiter’s syndrome and the human immunodeficien-
cuente la apariencia denudada de papilas, con aspecto cy virus. Dermatol 1988;176:39--42.
5. Braverman IM: Skin signs of systemic disease. 3ª ed. Fila-
geográfico. delfia, W. B. Saunders, 1999:508--513.
En presencia de VIH el riesgo de Reiter se triplica, 6. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
identificándose su prevalencia en esa población hasta ease. 3ª ed. Saunders, 2003:33--44.

S Un mes después presentó fiebre no cuantificada y la


dermatosis se había extendido a cuello, tórax y extremi-
dades.
Se quejaba concomitantemente de artralgias con flo-
SÍNDROME DE SWEET, SECUNDARIO gosis de codo derecho y segunda articulación metacar-
A LEUCEMIA GRANULOCÍTICA pofalángica de mano ipsilateral.
Antecedentes personales patológicos: cuatro años
antes fue atendida por artralgias y esplenomegalia, con
biometría hemática que mostró 152 000 leucocitos, con
Historia: paciente femenina de 48 años de edad que fue 79% de segmentados y presencia de mielocitos, pro-
atendida por dermatosis localizada inicialmente en mielocitos y blastos, diagnosticándose como leucemia
cara, consistente en papulopústulas escasas, aisladas, granulocítica crónica.
diagnosticadas como dermatitis acneiforme, y que fue Fue tratada con busulfán intermitente, lográndose
tratada con clindamicina tópica. control satisfactorio.
El ABC cutáneo del internista 113

Figura 203. Variante ampollosa de esta paciente con der-


Figura 201. Placa eritematovinosa, sobreelevada, brillante, matosis neutrofílica febril y aguda.
anular, en la paciente febril.

Comentarios: inicialmente descrita como dermato-


Examen físico: dermatosis diseminada con abun- sis neutrofílica febril y aguda y después con el nombre
dantes papulopústulas y placas eritematosas, brillantes, de síndrome de Sweet, esta rara dermatosis consiste en
anulares o circinadas de 2 a 4 cm, coalescentes. Algunos la aparición recurrente de pápulas, placas, ampollas su-
nódulos rosa carmesí, importante hiperemia conjunti- perficiales y nódulos producidos por un infiltrado neu-
val (figuras 201, 202, 203 y 204). Artritis en codo dere- trofílico denso en la dermis, a veces hasta dermis reticu-
cho, con edema y limitación funcional en segunda arti- lar (por lo que se sugiere que de preferencia la biopsia
culación metacarpofalángica de la misma extremidad. de piel sea tomada por elipse profunda con bisturí), así
Pruebas de laboratorio: HB 7.7. Leucocitos 17 400. como fiebre y leucocitosis periférica.
Plaquetas 360 000. Los criterios mayores de diagnóstico son desarrollo
DHL 1 042. Resto de química sanguínea y PFHs: súbito de placas o nódulos eritematovioláceos y biopsia
normales. cutánea que muestre infiltrados neutrofílicos masivos
Biopsia de piel: exudado purulento masivo a expen- en dermis, sin vasculitis.
sas de infiltrado neutrofílico. No se detectaron células Los criterios menores son fiebre que precede o acom-
neoplásicas y la tinción con PAS fue negativa. paña a la erupción, artralgias, conjuntivitis, leucocitosis
Diagnóstico: síndrome de Sweet secundario a leuce- y buena respuesta a esteroides. Se puede originar necro-
mia granulocítica crónica.
Evolución y tratamiento: la paciente fue tratada
con prednisona en dosis de 1 mg/kg/día y presentó nota-
ble mejoría de hasta 80% un mes después.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 202. Placa nodular, rojo carmesí, cerca de la articu-


lación metacarpofalángica flogótica. Mano edematizada Figura 204. Otra placa vesiculoampollosa más de la pacien-
con artralgia y artritis. te en cuestión, de aparición súbita en extremidad inferior.
114 El ABC cutáneo del internista

sis profunda y licuefacción de los tejidos tan intensa Es importante hacer el diagnóstico diferencial con
como en el pioderma gangrenoso. otras dermatosis que presentan un cuadro similar, como
También pueden observarse manifestaciones ocula- el pioderma gangrenoso, las dermatosis artefactas o si-
res, principalmente epiescleritis, y musculosqueléticas, muladas (patomimesis psicocutáneas), la vasculitis ne-
como artralgias o artritis. crosante, picaduras de araña, necrosis por cumarínicos,
Se interpreta como una reacción de hipersensibilidad los distintos eritemas (multiforme, anular centrífugo,
secundaria a múltiples antígenos como medicamentos, nodoso, elevatum diutinum), el granuloma facial, el sín-
picaduras de insectos, punciones venosas, infecciones, drome de bypass intestinal y la púrpura fulminans.
cirugías y leucemia. Otras veces es un fenómeno parain- El tratamiento es fundamentalmente con esteroides
flamatorio acompañante de enfermedades como Crohn, sistémicos, que suelen producir una respuesta terapéuti-
colitis ulcerativa, tiroiditis, Behçet, Sjögren y lupus eri- ca excelente. Otras opciones terapéuticas son dapsona,
tematoso, y de raros casos asociados con embarazo. En yoduro de potasio, indometacina, clofazimina y colchi-
otras ocasiones no se logra identificar la verdadera etio- cina.
logía.
Más de 20% de los casos se asocian con preneoplasia
o paraneoplasia, siendo lo más frecuente las neoplasias REFERENCIAS
hematológicas y en particular la leucemia mielógena
aguda. También se ha visto que es secundario a tumores
sólidos (adenocarcinoma de colon, enfermedad de 1. Cohen PR, Talpaz M, Kurzrock R: Malignancy--associa-
ted Sweet’s syndrome. Review of the world literature. J Clin
Hodgkin). Oncol 1988;6:1887--1889.
El diagnóstico clínico se confirma mediante la histo- 2. Cohen PR, Kurzrock R: Chronic myelogenous leukemia
logía, que consiste en un infiltrado masivo de polimor- and Sweet syndrome. Am J Hematol 1989;32:134--137.
fonucleares. La madurez de las células descarta que el 3. Paydas S, Sahin B, Zorludenir S: Sweet’s syndrome ac-
infiltrado sea leucémico. Otras dermatosis que denotan companying leukemia: seven cases and review of the litera-
asimismo una prominente participación histopatológica ture. Leuk Res 2000;24:83--86.
4. Sweet ED: Acute febril neutrophilic dermatosis. Br J Der-
de neutrófilos son la psoriasis pustular de von Zumbuch matol 1964;74:349.
y la dermatosis pustular subcorneal de Sneddon--Wil- 5. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
kinson. ease. 3ª ed. Saunders, 2003:33--44.

T prednisona), dapsona, ciclofosfamida, vitamínicos, an-


tivirales ni antiinflamatorios sistémicos ni locales.
Antecedentes personales: niega tabaquismo y ante-
cedentes fímicos.
Medicación actual: ambroxol, teofilina, predniso-
TIMOMA CON PÉNFIGO na, naproxeno, vitamínicos.
PARANEOPLÁSICO Y SÍNDROME Exploración física: paciente deshidratado, con ede-
DE VENA CAVA SUPERIOR ma facial y de huecos supraclaviculares. Distensión de
venas del cuello lateral derecho, con edema y plétora fa-
ciales. No muestra cianosis central o periférica, edema
o debilidad muscular en ninguna de las extremidades.
Historia: paciente masculino de 53 años de edad que Dermatosis generalizada, bilateral y asimétrica. Ma-
acude a evaluación de dermatosis generalizada, ampo- yor afección en boca, labios, encías, mucosa yugal, len-
llar, que inició siete meses antes en tronco y se ha dise- gua, pilares amigdalares con erosiones y múltiples am-
minado a piel cabelluda, cara y gravemente a cavidad pollas exulceradas, abundantes costras serohemáticas,
bucal. En las últimas cinco semanas se agregaron tos trasudación y sialorrea persistentes. Aliento fétido, len-
productiva y disnea de mediano esfuerzo, congestión gua saburral. Placas eritematoerosionadas, redondea-
facial y deformación de cuello. No ha respondido a di- das y policíclicas, confluentes, de tamaños distintos, y
versos tratamientos con antitusígenos, expectorantes las más de ellas recubiertas de exudados grisáceos que
con mucolíticos, esteroides sistémicos (120 mg/día de predominan en tronco anterior, dorso alto, muslos y glú-
El ABC cutáneo del internista 115

Figura 205. Grandes placas erosionadas extensas, friables al mínimo roce (signo de Nikolsky), con formación policíclica, exudati-
vas con aspecto serosanguinolento, compatibles con pénfigo.

teos sangrantes, con signo de Nikolsky positivo (figura TAC torácico, en visión axial, que corrobora hallaz-
205). gos radiológicos iniciales, sin crecimientos hiliares ip-
Exámenes de laboratorio: biometría hemática silaterales ni alteraciones en parénquima. Fue diferida
completa, química sanguínea, pruebas de funciones he- la mediastinoscopia ante la sospecha de síndrome de
pática y tiroidea normales. VIH negativo. Citología de vena cava superior.
esputo por broncoscopia por cepillado y lavado bron- Diagnóstico: timoma con pénfigo paraneoplásico y
quial: negativos. ECG y ECO bidimensional: sin altera- síndrome de vena cava superior secundarios.
ciones. Biopsia de piel: diversos especímenes de cavidad bu-
Radiografía de tórax, en proyecciones PA y late- cal y espalda que mostraron acantólisis suprabasilar,
ral: neoplasia mediastinal, hacia la derecha, de aspecto queratinocitos disqueratósicos y exocitosis de células
sólido, de unos 6 x 8 cm, sin contenidos líquidos ni cal- inflamatorias epidérmicas. Inflamación intersticial y
cificaciones (figura 206). perivascular linfohistiocítica (figura 207). La inmuno-
fluorescencia directa evidenció depósitos irregulares
discontinuos, con depósitos de C3 en membrana basal.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 207. Radiografía de tórax que indica la neoplasia


Figura 206. La piel muestra acantosis suprabasal, querati- mediastinal, en este caso secundaria a timoma, con despla-
nocitos disqueratósicos e infiltrados linfohistiocíticos inters- zamiento hacia las estructuras derechas y afección de vena
ticiales y perivasculares. cava superior.
116 El ABC cutáneo del internista

Se detectaron anticuerpos a títulos de 1:640, de IgG sub- las superficies celulares queratinocíticas a nivel de des-
clases G1 y G2, por inmunofluorescencia indirecta. mosomas y hemidesmosomas, conocidos como familia
Evolución y tratamiento: el paciente fue interveni- de las plakinas: desmoplakina I y III, envoplakina, plec-
do quirúrgicamente por toracotomía anterior, corrobo- tina, periplakina, antígeno 1--BP y desmogleínas I y III,
rándose neoplasia tímica maligna. de 170, 190, 210, 230 y 250 kilodaltons, y sus consecuen-
Se mantuvo esquema de prednisona (en dosis que va- tes acantólisis epidérmica y necrosis queratinocítica.
riaron de 90 a 140 mg/día) y micofenolato de mofetilo En esta patogénesis se subraya la importante partici-
(2 g/día), con seguimiento sérico de titulaciones de IgG, pación de la interleucina–6, que para fines terapéuticos
que nunca lograron descender. es motivo de investigación del uso de un anticuerpo mo-
Las lesiones en piel y las ulceraciones orales comen- noclonal para contrarrestar su efecto como antídoto.
zaron a remitir parcialmente luego de tres meses, para Particularmente por su comportamiento desde el ini-
recidivar severamente después. El paciente falleció fi- cio se sospecha de gran severidad lesional, apertura ex-
nalmente por sepsis e insuficiencia respiratoria. plosiva con pronta extensión, sobre todo en mucosas
Comentario: este caso de timoma de evolución agu- bucal, nasal, conjuntival, esofágica y bronquial, las am-
da, que cursó con afectación del estado general, tuvo pollas son polimorfas y existen cambios liquenoides en
como sustrato patológico mucocutáneo la aparición de piel. Asimismo, hay mínima respuesta a los tratamien-
ampollas. No cursó con manifestaciones sugestivas de tos habituales (prednisona, azatioprina y diaminodife-
miastenia gravis (síndrome de Eaton--Lambert) ni de nilsulfona) y sólo buen pronóstico en caso de neoplasias
dermatopolimiositis, siendo su origen un pénfigo para- benignas, ya que en esos casos el pénfigo remite en 6 a
neoplásico cuya forma de presentación fue rápidamente 12 meses.
progresiva hacia el deterioro y la afección mucocutá- Recientemente se ha intentado con éxitos limitados
nea. el micofenolato de mofetilo.
El sexo y la edad de presentación correspondieron a La histopatología de sospecha consiste en una com-
las formas más comunes, denotando crecimiento intra- binación de queratinocitos disqueratósicos con acantó-
torácico con datos compresivos a vena cava superior. lisis suprabasal y vacuolización de la basal.
Las neoplasias ocultas que con mayor frecuencia ori- Se diferencia del pénfigo vulgar por la ausencia de
ginan pénfigos paraneoplásicos son los padecimientos neutrófilos o eosinófilos en dermis papilar, o de espon-
linfoproliferativos de células B, como linfomas no giosis eosinofílica. No se observan datos de vasculitis
Hodgkin, leucemia linfocítica crónica, enfermedad de ni atipias celulares.
Castleman, macroglobulinemia de Waldenstrom, timo- Las estomatitis ulceradas por pénfigo paraneoplásico
ma y sarcoma de células fusiformes. Se desconoce la in- sólo demuestran inflamación inespecífica pese a biop-
cidencia real de timomas como etiopatogenia de esta pa- sias repetidas, por lo que se sugiere seleccionar muy
raneoplasia (figura 208). bien el sitio de muestreo (sin costras ni coágulos recien-
Se ha dilucidado que existen diversos autoanticuer- tes e intentando recuperar una vesícula indemne). En el
pos IgG como consecuencia de una desregulación de ci- caso de las neoplasias benignas, como el tumor de Cas-
tocinas que directamente son dirigidos hacia antígenos tleman, o de neoplasia tímica, los pacientes mejoran
proteicos, provenientes de filamentos intermedios de sustancialmente o se curan al ser retirada la neoplasia.

Figura 208. Nótese la severa afección mucocutána, bucal, que se acompaña de otras placas grandes, confluentes, periorificiales,
afectando el estado general por grave disfagia del pénfigo paraneoplásico. Imágenes del caso de pénfigo paraneoplásico similar
al relatado.
El ABC cutáneo del internista 117

En cuanto a las neoplasias malignas, no existe con- sepsis, hemorragia gastrointestinal, falla orgánica múl-
senso de un régimen efectivo bien estandarizado. La es- tiple y desnutrición grave.
tomatitis es severamente recalcitrante y refractaria.
Se comentan casos de pacientes con linfoma linfo-
blástico de células T o difuso de células grandes, así
como en leucemias linfocíticas crónicas, donde la in- REFERENCIAS
ducción de quimioterapia logra importante mejoría he-
mática, ganglionar y sistémica, y muy discreta de las le-
siones mucocutáneas.
Los intentos terapéuticos para que remita cuando no 1. Robinson ND, Hashimoto T, Amagai M, Chan LS: The
new pemphigus variants. J Am Acad Dermatol 1999;40(5 Pt
existe probabilidad de resolución quirúrgica contem- 1):649--671.
plan el uso de dapsona, azatioprina, ciclofosfamida, 2. Anhalt GJ, Kim SC, Stanley JR, Korman NJ, Jacobs DA
oro, plasmaféresis, fotoféresis, micofenolato de mofeti- et al.: Paraneoplastic pemphigus: an autoimmune mucocuta-
lo, esteroides sistémicos, tacrolimus (FK 506) y ciclos- neous disease associated with neoplasia. N Engl J Med 1990;
porina A. 323:1729--1735.
3. Tankel M, Tannenbaum S, Parekh S: Paraneoplastic pem-
El mejor seguimiento para identificar remisión se lo-
phigus presenting as a unusual bullous eruption. J Am Acad
gra titulando niveles de anticuerpos circulantes. La causa Dermatol 1993;29:825--828.
más frecuente e importante de fallecimiento (aproxima- 4. Su WPD, Oursler JR, Muller SA: Paraneoplastic pemphi-
damente dos años) en los casos de pénfigos paraneoplá- gus: a case with high titter of circulating anti--basement mem-
sicos secundarios a cáncer ha sido la insuficiencia respi- brane zone autoantibodies. J Am Acad Dermatol 1994;30:
841--844.
ratoria por acantólisis del epitelio bronquial por
5. Nousari HC, Anhalt GJ: Autoimmune bullous diseases.
autoanticuerpos, incluso exacerbado luego de trasplan- Curr Prob Dermatol, Millennium Series 2000;12(1):1--40.
te autólogo de médula ósea, como en los casos de leuce- 6. Megahed M: Histopathology of blistering diseases. Berlín,
mia y linfoma. Otras complicaciones esperables son Springer--Verlag, 2004:103--108.

U Examen físico: presión arterial 190/120, pulso 82/


min. Frecuencia respiratoria de 18/min. En el tercio me-
dio, aspecto lateral de la pierna derecha, se aprecia una
úlcera de 16 x 10 cm, de configuración geométrica
ÚLCERA HIPERTENSIVA triangular, de bordes serpiginosos y angulados, de lla-
DE MARTORELL mativa coloración eritematovinosa, congestiva. Algu-

Historia: hombre de 51 años de edad, con tres meses de


evolución de una úlcera intensamente dolorosa en la
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pierna derecha, tratada con vendajes elásticos de com-


presión y desbridamiento diario de escaras negras, para
posible úlcera venosa. La úlcera comenzó a desarrollar
en el extremo superior un borde violáceo que rápida-
mente se necrosó.
Ha usado multitud de remedios caseros (miel, etc.) y
no ha mejorado con el empleo tópico de ketanserina en
gel ni de ácido acexámico prescritos por angiólogo.
Antecedentes personales patológicos: hipertensión
no controlada, diabetes mellitus no controlada, hiperco- Figura 209. Úlcera hipertensiva, de localización en el tercio
lesterolemia, fibrilación auricular desde dos años antes. mediolateral de la pierna, de bordes serpiginosos, angula-
En control periódico por internista y cardiólogo. dos y violáceos, muy dolorosa a la palpación. Pulsos tibial
Medicación actual: furosemida, cumarina. posterior y dorsopedio conservados.
118 El ABC cutáneo del internista

Figura 210. Nótense las áreas cubiertas de escara negruz-


ca en la base de la úlcera y las áreas de coloración violácea Figura 211. Infiltrado mixto inflamatorio y engrosamiento de
purpúrea en su borde, que indican que aún se encuentra ac- paredes vasculares. Sin trombosis ni datos de vasculitis,
tiva. propios de la úlcera hipertensiva.

nas zonas de la úlcera se encuentran cubiertas de escara


negra de difícil desprendimiento (figuras 209 y 210). A males que las úlceras venosas, localizadas en el tercio
la par, se observa livedo reticularis. Pulsos (desde fe- medio e inferior de la pierna. Característicamente, las
morales hasta dorsopedios) y llenado capilar normales. úlceras hipertensivas son extremadamente dolorosas,
Pruebas de laboratorio: glucemia 234. Hto. 42.7. tienen un borde violáceo y livedo reticularis. Las úlce-
HB 14.3. Leucocitos 11 000. E 5. M 3. Creatinina 0.9. ras desarrollan escaras negras. Los bordes de la úlcera
TP 17.3. TTP 45. INR 2.1. El cultivo desarrolló entero- son angulados y serpiginosos (figura 212).
coco y Candida albicans. Las biopsias de piel demuestran esclerosis arteriolar
Biopsia de piel: tejido ulcerado con depósitos de he- y trombosis. El tratamiento de este tipo de úlcera es difí-
mosiderina, fibrosis y esclerosis de vasos pequeños. No cil e incluye un buen control de la hipertensión (con fár-
se observan cambios compatibles con vasculitis (figura
211).
Diagnóstico: úlcera hipertensiva de Martorell. Hi-
pertensión no controlada. Diabetes mellitus no contro-
lada.
Curso y terapéutica: el paciente fue hospitalizado
para tratamiento con antibióticos intravenosos; la hiper-
tensión y la diabetes mellitus fueron controladas duran-
te la hospitalización y rápidamente desapareció el borde
violáceo de la úlcera; el tamaño de ésta se estabilizó y
empezó a cicatrizar. El desarrollo de escara negra a dia-
rio fue difícil de manejar y mejoró al usar apósitos de la
categoría de hidrogeles (propilenglicol a 40%, carboxi-
metilcelulosa) y alginatos, aunque la úlcera era de tipo
exudativo.
Comentario: la hipertensión es uno de los factores
que influyen en el desarrollo de enfermedad microan-
giopática. Por esta razón, pacientes que padecen de hi-
pertensión desarrollan úlceras isquémicas en las pier-
Figura 212. Aspecto semiológico habitual de este tipo de úl-
nas. ceras hipertensivas. Por las características de ser doloro-
Las características clínicas de las úlceras hipertensi- sas, el tipo de borde cortado a pico vinoso y congestivo y la
vas incluyen úlceras localizadas en aspecto anterior y difícil cicatrización, conviene tener presente el diagnóstico
lateral de la pierna. Las úlceras tienden a ser más proxi- diferencial con pioderma gangrenoso.
El ABC cutáneo del internista 119

macos que no incluyan betabloqueadores), pentoxifi- tension causing leg ulcers. Clin Exp Dermatol 1995;20:107--
lina y buen cuidado tópico de la úlcera con los vendajes 114.
2. Martorell F: Hypertensive ulcer of the leg. J Cardiovasc
elásticos y apósitos adecuados. Deberá considerarse el Surg 1978;19:599--600.
injerto de piel si la úlcera no responde a ese tratamiento. 3. Schnier BR et al.: Hypertensive ischemic ulcer: a review of
40 cases. Am J Cardiol 1966;17:560.
REFERENCIAS 4. Miller III OF et al.: Leg ulcers. Periodic synopsis. J Am
Acad Dermatol 2000:1(43):1.
5. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
1. Henderson CA, Highet AS, Lane SA et al.: Arterial hyper- ease. 3ª ed. Saunders, 2003:33--44.

UÑAS MITAD/MITAD Evolución y terapia: este cambio en las uñas no ne-


cesita ningún tratamiento, ya que éstas vuelven a la nor-
malidad al estabilizarse la insuficiencia renal crónica.
Comentario: la insuficiencia renal crónica puede
Historia: hombre de 40 años de edad hospitalizado en cursar con una gran variedad de lesiones cutáneas; las
el servicio de Medicina de hombres por presentar riñones uñas, al igual que el pelo, también pueden verse impli-
poliquísticos a quien se le encontró una patología cadas.
ungueal en un examen dermatológico de rutina.
Antecedentes personales patológicos: se encuentra
en estudio por insuficiencia renal crónica, secundaria a
riñones poliquísticos.
Examen físico: dermatosis diseminada a uñas de
manos y pies, con predominio en manos, y constituida
por una coloración blanca en su parte proximal y rojiza
en su parte distal (figuras 213 y 214).
Pruebas de laboratorio: HB 6.3. Hto. 19.1. Veloci-
dad de sedimentación 60 mm/h. Nitrógeno de urea
117.6. Creatinina 5. Na 147 mEq/L. K 9.63 mEq/L. Glu-
cemia 92.
Diagnóstico: uñas mitad/mitad asociadas con insufi-
ciencia renal crónica.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 214. Aspectos que obligatoriamente hay que dife-


renciar en el caso de las uñas mitad/mitad: las onicopatías
Figura 213. Uñas mitad/mitad. fúngicas.
120 El ABC cutáneo del internista

Se ha descrito este tipo de pacientes: uñas mitad/mi- reversible, aunque la condición puede permanecer está-
tad, leuconiquia (uñas blancas), hemorragias en astilla, tica a pesar de la hemodiálisis. Al parecer no hay corre-
uñas en cuchara y otras alteraciones. lación entre la coloración de la banda distal y el grado
Bean describió por primera vez las uñas mitad/mitad de azoemia. En un estudio realizado en 137 pacientes
asociadas con dos pacientes con azoemia. Lindsay las con insuficiencia renal crónica se reportaron uñas mi-
estudió en 24 pacientes azoémicos y fue quien utilizó tad/mitad en 34.3% de los casos.
esta denominación. Las uñas mitad/mitad reciben ese Las uñas mitad/mitad deben ser consideradas como
nombre porque en su porción proximal se aprecia una un marcador cutáneo clínico muy vinculado con insufi-
banda de color blanquecino y en la porción distal otra ciencia renal crónica.
de color café rojizo que ocupa de 20 a 60% del plato
ungueal.
Algunos autores han llamado rojo y blanco a este tipo REFERENCIAS
de uñas. Su asociación con insuficiencia renal crónica
se ha reportado en 35% de los casos.
Se las ha considerado como un importante marcador
1. Prignet F, Civatte J: Manifestaciones cutáneas en enferme-
clínico de uremia. De 1 500 pacientes, Lindsay encon-
dades sistémicas. En: Hernández Pérez E (ed.): Clínica der-
tró uñas mitad/mitad en 25 y de éstos, 21 eran azoémi- matológica. San Salvador, UCA, 1987:613.
cos. Daniel y col. encontraron que esta manifestación se 2. Gupta AK, Majhilka A, Cordella CJ, Habermann HF:
presenta sólo en pacientes con fallo renal crónico, aun- Cutaneous association of chronic renal failure. Int J Derma-
que únicamente se observa en 9.4% de ellos, estén o no tol 1986;25:498--503.
3. Rowe J, Gilchert BA: Aspectos cutáneos de las afecciones
en tratamiento de diálisis.
renales. En: Fitzpatrick T: Dermatología en medicina inter-
Estos cambios ungueales pueden verse en pacientes na. Argentina, Panamericana, 1980:1419.
con diferentes grados de insuficiencia renal crónica. Se 4. Mazurich HA, Brodkin RH: Cutaneous clues to renal fail-
reporta su aparición en los seis meses después de insta- ures disease. Cutis 1991;47:241--248.
lada y su resolución se ha visto de dos a tres meses des- 5. Lindsay PG: The half and half nail. Arch Intern Medicine
pués de habérseles efectuado trasplante renal. También 1967;119:583.
6. Dawner RPR, Baran R: The nails. En: Rook A, Wilkinson
puede verse en menos de 2% de los pacientes no urémi- E: Textbook of dermatology. Londres, Blackwell Scientific
cos. Publications, 1986:2069.
Las uñas mitad/mitad puede afectar uñas de manos, 7. Chang P: Manifestaciones cutáneas en insuficiencia renal
de pies o ambas. En un estudio realizado en 100 pacien- crónica. Dermatología Rev Mex 1991;35:218--222.
tes con insuficiencia renal crónica se encontraron uñas 8. Baran R, Dawber RPR: Diseases of the nail and their man-
mitad/mitad en 16% de ellos. agement. Londres, Blackwell Scientific Publications, 1984:
213--215.
La etiopatogenia de las uñas mitad/mitad es descono- 9. Chang P: Uñas mitad/mitad, frecuencia en pacientes con in-
cida. Bussel y col. atribuyen el color de la porción distal suficiencia renal crónica. Dermatología Rev Méx 1993;37
de las uñas a los cambios capilares y probablemente es (6):489--491.

V tiada al percibir edema de ambas piernas y extensión


importante con acentuación de las lesiones en piel en las
últimas dos semanas. Se han intensificado las artralgias.
El interrogatorio intencionado por aparatos y siste-
VASCULITIS CUTÁNEA mas no mostró positividad para datos pleurales, gastro-
intestinales, pérdida de peso ni ingesta subrepticia de
medicamentos.
Antecedentes personales patológicos: negó hepati-
Historia: mujer blanca de 47 años de edad que relata tis viral, enfermedad hepática, artritis o antecedentes de
seis semanas de aparición súbita de fiebre, mialgias, ar- enfermedad colágeno--vascular.
tralgias difusas y erupción de la piel limitada a toda la Medicación actual: ninguna.
extensión de ambas piernas. Tuvo inicialmente mejoría Examen físico: TA 125/90 mmHg. Pulso: 78/min.
al ingerir ketorolaco durante una semana. Acude angus- Frecuencia respiratoria: 20/min.
El ABC cutáneo del internista 121

Figura 215. Característica púrpura palpable en ambas piernas del paciente.

Dermatosis diseminada que afecta simétrica y bilate- Biopsia de piel: epidermis normal. Dermis con im-
ralmente glúteos y toda la extensión de ambas extremi- portante edema, extensa necrosis fibrinoide, extravasa-
dades inferiores. Son numerosas las pápulas purpúricas ción de eritrocitos, leucocitoclasia y trombo intralumi-
palpables, de muy diversos tamaños, de 3 a 10 mm. Al- nal (figura 218).
gunas lesiones tienden a coalescer en placas y se demar- Diagnóstico: vasculitis de pequeños vasos, síndro-
can alineándose en áreas de mayor presión (collarete del me de Henoch--Schönlein del adulto.
calcetín). La prueba de vitropresión es negativa. Las to- Curso y tratamiento: se inició tratamiento con dap-
nalidades son de rojo carmesí intenso a violáceas. Am- sona a razón de 100 mg/día y azatioprina 150 mg/día.
bas piernas tiene signo del godete muy positivo (figuras Las lesiones se resolvieron completamente a las tres se-
215, 216 y 217). manas de iniciado el esquema terapéutico, que fue sus-
Pruebas de laboratorio: biometría hemática, quí- pendido al cumplirse tres meses. Con el seguimiento
mica sanguínea, pruebas de funcionamiento hepático y clínico y de laboratorio (incluyendo examen general de
renal, anticuerpos antinucleares, factor reumatoide, an- orina repetido), luego de seis meses la paciente se man-
tiDNA nativo y glucosa--6--fosfato--deshidrogenasa: tiene libre de síntomas.
normales o negativos. Examen general de orina: con tra- Comentario: el caso de esta paciente ha correspon-
zos de hematuria. dido a una vasculitis de pequeños vasos cuya caracterís-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 216. De forma predominante destacaron en esta paciente extensas placas vinosas coalescentes, mal demarcables, no
exangües a la digitopresión.
122 El ABC cutáneo del internista

Figura 217. Obsérvese la extensión purpúrica a nivel podálico.

tica más distintiva (púrpura palpable) en ausencia de un Inicialmente la patogénesis de esta forma de vasculi-
antecedente de ingesta de medicamentos hizo sospechar tis está relacionada con la presencia de complejos inmu-
de púrpura de Henoch--Schönlein del adulto. nitarios, pero en estadios tardíos intervienen diferentes
Los diversos trastornos de los vasos pequeños de piel mecanismos patogénicos, que intensificarán la reacción
usualmente se caracterizan por púrpura palpable, y en y serán de forma relevante el predominio de linfocitos
muchas ocasiones se logra detectar daño leucocitoclás- en el infiltrado.
tico en vénulas poscapilares (capilaritis). Hoy en día se especula que en presencia de una sus-
Su origen puede ser idiopático, pese al insistente ca- tancia como espectador inocente se activa el comple-
mino por dilucidar su origen, como sucedió en el caso mento, con el subsecuente daño endotelial por enzimas
de esta paciente. líticas provenientes de rupturas lisosomales.
El internista debe considerar siempre el antecedente Probablemente hay distintas expresiones de las mo-
de uso de medicamentos, contacto de sustancias quími- léculas de adhesión en el endotelio dañado. Se acepta
cas, alergenos de la dieta, infección o algún padecimien- que existen poliangeítis microscópicas con pocos o nu-
to que pudiera aparecer luego de las lesiones cutáneas, los depósitos de complejos inmunitarios (pauciinmu-
y por ello es muy útil el seguimiento de estos pacientes. nes) y de poca expresividad clínica.
Se debe sospechar de cronicidad ante lesiones macu- Dependiendo de su origen y de la severidad del pade-
lopapulares muy encostradas, úlceras de bordes muy cimiento, los distintos tratamientos actuales contem-
irregulares o infartos cutáneos muy extensos que dejen plan antiinflamatorios no esteroideos, corticosteroides,
cicatrices excavadas, y con severa afección general con dapsona, yoduro de potasio, agentes fibrinolíticos, áci-
astenia, fiebre y mioartralgias. do aminocaproico, anticuerpos monoclonales y agentes

Figura 218. Histopatología relevante que muestra vasculitis de pequeños vasos, percibiéndose acentuado edema endotelial,
extravasación eritrocítica, leucocitoclasia, necrosis fibrinoide y microtrombos intraluminales.
El ABC cutáneo del internista 123

inmunosupresores (ciclofosfamida, azatioprina, meto- La cuarta y última etapa es el tratamiento. Las lesiones
trexato, ciclosporina, tacrolimus o micofenolato de mo- cutáneas no ulceradas responden a medidas locales con
fetilo). fomentaciones de aluminio, ácido bórico, sulfato de co-
La evaluación de estos pacientes ante la sospecha de bre o subacetato de plomo, vendaje y antiinflamatorios
vasculitis de pequeños vasos (aparición súbita de púr- no esteroideos (sobre todo en presencia de mialgias y ar-
pura palpable en sitios declives por fenómeno gravita- tralgias). Los pacientes que presentan ulceración exten-
cional, tercios distales, tobillos) se hace de forma prácti- sa o manifestaciones sistémicas importantes requieren
ca en cuatro etapas: esteroides sistémicos, como prednisona o prednisolona,
a razón de 1 mg/kg/día hasta su descenso en seis sema-
1. Confirmación por obtención de una buena biop- nas.
sia de piel, sobre todo de las lesiones más recien- Son de gran ayuda los agentes inmunosupresores
tes, y de ser posible fusiforme con bisturí. Los (metotrexato, ciclosporina, azatioprina) en el caso de
datos más relevantes por histopatología se evi- pacientes cuya severidad de las lesiones o la coexisten-
dencian en vasos arteriolares de la dermis reticu- cia de un padecimiento como síndrome de Sjögren, lu-
lar con calibres de 25 a 50 micras. pus o crioglobulinemia indiquen la persistencia de las
2. Determinación de la extensión del padecimiento lesiones, o bien para reducir el uso de esteroides.
y su diferencia respecto de otras reacciones. Las Cuando existe de forma concomitante daño demos-
reacciones similares a la enfermedad del suero trado en vasos de gran calibre, la ciclofosfamida es de
incluyen fiebre, artralgias y mialgias. primera elección.
3. Las manifestaciones que deben tenerse presentes
son pericarditis, hipertensión arterial sistémica,
hematuria, sinovitis, hemorragia gastrointestinal,
glomerulonefritis y alteraciones del sistema ner- REFERENCIAS
vioso central o periférico (mononeuritis múlti-
ples, cefalea).
Se debe establecer etiología, que sólo se logra 1. Jorizzo JL: Classification of vasculitis. J Invest Dermatol
en 50% de los casos. Las más comunes son infec- 1993;100:106S--110S.
ciones por bacterias (posestreptococo) virales 2. Jorizzo JL, Solomon AR, Zanolli MD, Leshin B: Neutro-
(hepatitis B o C), micobacterias o fúngicas. En philic vascular reactions. J Am Acad Dermatol 1988;19:983--
esta etapa es útil considerar los distintos padeci- 1005.
3. Lotti T, Ghersetich I, Comachi C, Jorizzo JL: Cutaneous
mientos que se expresan por complejos inmunita- small--vessel vasculitis. J Am Acad Dermatol 1998;39:667--
rios: enfermedad de Behçet, enfermedad colage- 687.
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crónica y hepatitis crónica. a collection of pearls and myths. Rheum Dis Clin North Am
2001;27(4)677--728.
5. Crowson AN, Mihm MC, Magro CM: Cutaneous vasculi-
Diversas instituciones internacionales ponen en prác- tis: a review. J Cutan Pathol 2003;30(3):161--173.
tica el acrónimo del Centro Hospitalario del Monte Si- 6. Lebowl MG: The skin and systemic disease. A color atlas
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7. Vera O, Halabe CJ et al.: Vasculitis. México, Alfil, 2005.
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Henoch--Schönlein, hepatitis C. rheumatic diseases. 2ª ed. Lippincott Williams & Wilkins,
Conectivopatía, crioglobulinemia. 2004:159--196.

VITÍLIGO VULGAR BILATERAL parte distal de manos y pies que gradualmente han pro-
gresado hasta comprometer las áreas adyacentes con
nuevas máculas despigmentadas. También han apareci-
Historia: mujer de 45 años de edad que desde hace cin- do otras lesiones en cara, cuello y parte superior del pe-
co años comenzó a desarrollar lesiones acrómicas en la cho.
124 El ABC cutáneo del internista

Figura 219. Las lesiones acrómicas afectan cara, cuello y manos de esta enferma en forma bilateral. Nótese la presencia de un
nódulo de aproximadamente 3 x 4 cm, delineado sobre la glándula tiroides.

Antecedentes personales patológicos: dos años tiroidea a base de yodo radiactivo. y pocos meses des-
después del inicio de su enfermedad cutánea comenzó pués la paciente recupera su peso normal y se encuentra
a presentar pérdida de peso, nerviosismo, anorexia, su- en buen estado de salud. Las lesiones cutáneas mejora-
doración, palpitaciones e intolerancia al frío. ron parcialmente, encontrándose estables en la actuali-
Medicación actual: solamente ha recibido vitami- dad, y no han vuelto a aumentar de tamaño. Actualmen-
nas. te recibe hormona tiroidea. El vitíligo fue tratado con
Examen físico: TA 130/70, pulso de 96/min. Fre- 8--metoxsaleno y radiación ultravioleta tipo A (fotoqui-
cuencia respiratoria 24/min. mioterapia PUVA) con desaparición de las lesiones de
Temblorosa. Con piel caliente e hiperhidrótica. Re- cara y cuello y mejoría parcial de las máculas del tronco;
tracción palpebral discreta. Temblor lingual y de ambas las lesiones acrales permanecen sin cambio.
manos, de intención. Taquicárdica antes y después de su Comentario: el vitíligo es una enfermedad de etiolo-
exploración. gía no aclarada, aunque existen numerosos factores co-
Se apreciaron en detalle, con luz de consultorio nor- nocidos, como la participación de la inmunidad humo-
mal y empleando luz de Wood, dermatosis diseminada, ral y celular, la generación de moléculas reactivas como
bilateral y notoriamente simétrica con numerosas má- los superóxidos e hidroxilos, la posible alteración de ca-
culas acrómicas en la parte distal de las extremidades tecolaminas o neuromediadores, la predisposición gené-
comprometiendo los dedos y el dorso de las manos y tica de los pacientes, las alteraciones ultraestructurales
ambas partes distales de pies. También presentaba má- con daño intrínseco del retículo endoplásmico rugoso y
culas despigmentadas en las regiones periorbitarias, el otras alteraciones no menos importantes. La definitiva
cuello y la región anterosuperior y posterior del tórax. participación de estos elementos en la patogénesis de la
Las lesiones son de límites netos y, en algunas zonas, de enfermedad aún no ha sido aclarada.
configuración geográfica.
La paciente presentaba un nódulo tiroideo de 3 x 2 cm
de consistencia blanda y hallazgos clínicos característi-
cos de hipertiroidismo (figura 219).
No mostró linfadenopatías ni organomegalias.
Pruebas de laboratorio: Hto. 43. HB 14. Leucoci-
tos 6 000. N 53. L 40. E 4. M 3. Glucemia 100. Creatini-
na 0.8. SGOT 14. SGPT 16. TSH 0.1 mU/L. T3 300 ng/
dL. T4 14 μg/dL. Anticuerpos antimicrosomales 200
U/dL.
Biopsia de piel: epidermis de aspecto normal sin
cambios morfológicos importantes, pero se aprecia au-
sencia de pigmento en la capa basal. La tinción de inmu-
noperoxidasa con S--100 muestra una notoria reducción
de melanocitos, aunque se aprecian células pigmenta-
rias ocasionales (20X) (figura 220). Figura 220. La biopsia de una lesión hipopigmentada mues-
tra la notable disminución de melanocitos en la capa basal
Diagnóstico: vitíligo vulgar bilateral; tiroiditis auto- de la epidermis en este corte histológico procesado con el
inmunitaria de Hashimoto con hipertiroidismo. anticuerpo S--100. Se aprecian células dendríticas que co-
Evolución y tratamiento: el cuadro sistémico cedió rresponden a células de Langerhans ubicadas por encima
completamente con el tratamiento para la enfermedad de la capa basal epidérmica.
El ABC cutáneo del internista 125

En 60 a 70% de los casos la enfermedad corresponde En esta enferma se presenta una asociación de tiroidi-
a la clásica forma bilateral, con un curso lento y progre- tis autoinmunitaria de Hashimoto con hipertiroidismo
sivo de evolución variable, encontrándose algunos ca- y vitíligo; vale la pena recalcar que las lesiones cutáneas
sos en los cuales el compromiso puede ser muy extenso muy posiblemente preludiaban la aparición del proble-
y el curso rápido; en otros, la enfermedad no progresa ma endocrino. Por ello es conveniente hacer una explo-
pero es muy resistente a la terapia, como ocurre con las ración mediante exámenes de laboratorio apropiados
lesiones acrales. El tratamiento más eficaz y seguro para para detectar posibles asociaciones con endocrinopatías
las lesiones localizadas de poca extensión son los corti- como parte del manejo del vitíligo.
costeroides de mediana potencia por varios meses, al-
ternando con los de menor potencia para evitar efectos
REFERENCIAS
indeseables. Para las lesiones generalizadas más exten-
sas, la PUVA terapia o la UVB de banda estrecha (311
nm) son las terapias más efectivas. 1. Nordlund JJ, Majumder PP: Recent investigations on viti-
En 15 a 20% de los casos se presenta la forma unilate- ligo vulgaris. Dermatol Clin 1997;15:69--78.
ral o segmentaria, de curso muy rápido pero con estabi- 2. Hann SK, Lee HJ: Segmental vitiligo: clinical findings in
lización definitiva en un porcentaje alto de los pacien- 208 patients. J Am Acad Dermatol 1996;35:671--674.
tes. Afecta zonas anatómicas unilaterales y una vez 3. Kovacs SO: Vitiligo. J Am Acad Dermatol 1998;38:647--
666.
estabilizado es generalmente estable y no progresa. La 4. Mandel AS, Haberman, Pawlowski D et al.: Non PUVA
terapia debe realizarse precozmente con corticosteroi- non--surgical therapies for vitiligo. Clin Dermatol 1997;15:
des de mediana potencia durante las fases iniciales de la 907--919.
enfermedad o emplear la fototerapia en los casos resis- 5. Njoo MD, Spuls PI, Bos JD et al.: Nonsurgical repigmenta-
tentes. En los casos refractarios a la terapia médica, la tion therapies in vitiligo. Meta--analysis of the literature.
Arch Dermatol 1998;134:1532--1540.
terapia tópica o sistémica es inefectiva, pero el trasplan-
6. Westerhof W, Nieuweboer--Krobotova L: Treatment of vi-
te de melanocitos es altamente eficaz. tiligo with UV--B radiation vs. topical psoralen plus UV--A.
Un pequeño porcentaje de pacientes presentan alte- Arch Dermatol 1997;133:1525--1528.
raciones endocrinas concomitantes; las más frecuentes 7. Klisnick A, Schmidt J, Dupond JL et al.: Le vitiligo au
son las alteraciones tiroideas y las menos comunes la cours des syndromes auto--immunes multiples: étude retros-
diabetes, la enfermedad de Addison y las poliendocri- pective d’11 observations et revue de la literature. Rev Med
Interne 1998;19:348--352.
nopatías. En estos casos el vitíligo es exacerbado por la 8. Hegedus L, Heidenheim M, Gerveil M et al.: High frequen-
evolución de la enfermedad endocrina, la cual, al ser tra- cy of thyroid dysfunction in patients with vitiligo. Acta Derm
tada, permite la mejoría de las lesiones. Venereol 1994;74:120--123.

W Antecedentes personales: Coombs negativo. Taba-


quismo moderado hasta hace dos años. Niega tóxicos
inhalados y drogas recreativas.
Medicación actual: rifampicina--isoniacida--pirazi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

namida, ketoprofeno, ambroxol.


WEGENER, GRANULOMATOSIS DE Exploración física: febril y adelgazado. Dermatosis
diseminada a glúteos y extremidades inferiores (muslo,
dorso de ambos pies) con múltiples nódulos aislados de
tamaños variables, hasta de 3 cm, hipersensibles, dolo-
Historia: paciente masculino de 44 años de edad con rosos, dos de ellos en fase gomosa, exudativos y costro-
úlceras crónicas en glúteos, muslos y dorso de ambos sos (figuras 221 y 222). Por rinoscopia se evidencia
pies, dos de ellas con drenaje amarillento y filante per- descarga retronasal moderada, de moco espeso, amari-
sistente. Ha presentado tos productiva, disfagia, halito- llento, con algunas costras hemáticas en mucosa pituita-
sis, fiebre nocturna intermitente y hemoptisis recurren- ria. Campos pulmonares con estertores subcrepitantes
te. Disminución de 7 kg en los últimos dos meses. hacia la parte media del dorso. Hipoventilación basal bi-
Diagnosticado como con tuberculosis pulmonar, recibe lateral. No linfadenomegalias, hepatomegalias ni esple-
actualmente antifímicos combinados. nomegalias.
126 El ABC cutáneo del internista

Figura 221. Nódulos ulcerados, circulares, excavados, con


costra hemática, en dorso del pie, en paciente con vasculitis
tipo granulomatosis de Wegener, de afecciones cutánea y
sistémica.
Figura 223. Radiografía torácica con lesiones en ambos
campos pulmonares, varias de ellas sugiriendo nódulos ca-
Exámenes de laboratorio: HB 9.7. Leucocitos vitados, abscesados, luego de vasculitis en parénquima pul-
12 800, con 88% neutrófilos. Creatinina 2. 1, con depu- monar.
ración urinaria de 105 mL/min. Anticuerpos antinuclea-
res 1:160. c--ANCA positivos, p--ANCA negativos. α2--
globulina de 1.7 (0.4 a 0.9). Antígenos para hepatitis B Broncoscopia con lavado bronquial y cepillado:
y C: negativos. Examen general de orina: proteinuria y se obtuvo abundante material exudativo amarillento y
leucocituria. Dos pruebas de PPD negativas. achocolatado del cual no hubo positividad para células
Radiografía de senos paranasales: destrucción neoplásicas ni microorganismos como bacterias u hon-
parcial de huesos nasales. gos.
Radiografía de tórax: loculaciones abscesadas con Biopsia de piel: dermis con edema y agregados epi-
niveles en ambos campos pulmonares, y más evidentes telioides que forman granulomas. Edema endotelial,
en lóbulo medio de pulmón derecho. Aumento de la tra- trombosis y necrosis fibrinoide, con formación de gra-
ma broncopulmonar. Ápices libres. Sin adenopatía me- nulomas en vasos de pequeño y mediano calibre, que
diastinal (figura 223). abarca dermis reticular y septos de panículos.
TAC: corrobora neoplasia originada en mediastino, Las tinciones especiales con búsqueda intencionada
como masa sólida, de unos 4 x 5 cm, lateralizada a cam- de micobacterias, incluyendo PCR, fueron negativas
po pulmonar derecho. Sin adenopatías cervicomediasti- (figura 224).
nales.

Figura 224. Histopatología de piel con necrosis fibrinoide,


Figura 222. Piel de antebrazo con goma trasudativa, de fon- con infiltración leucocítica perivascular y mural, así como
do limpio, bien demarcado, del paciente con Wegener. leucocitoclasia.
El ABC cutáneo del internista 127

Diagnóstico: Wegener cutáneo y sistémico. des aftas en mucosa yugal, úvula o lingual. En ocasiones
Evolución y tratamiento: se inició prednisona 1 tan sólo como un área difícil de sanar luego de una
mg/kg/día, un bolo inicial IV de ciclofosfamida 1 g, extracción dentaria.
para continuar con 100 mg vía oral, agregando desde el Las encías están hiperplásicas, muy rojas, friables y
principio trimetoprim y sulfametoxazol oral. de apariencia granular (en fresa), cuya biopsia en gene-
Comentarios: los signos de presentación de granu- ral es inespecífica con hiperplasia seudoepiteliomatosa
lomatosis de Wegener a partir de lesiones mucocutáneas e inflamación crónica inespecífica. Hasta la mitad de los
se logran identificar en 1 de cada 5 pacientes. Son de ca- pacientes pueden presentar en cualquier momento de la
racterísticas variadas como lesiones papulonecróticas o evolución del Wegener alteraciones oculares como epi-
púrpura palpable, todas de preferencia en miembros in- escleritis, ulceración corneal, uveítis, trombosis de arte-
feriores o glúteos, y se reflejan básicamente como de ria retiniana, proptosis y seudotumor orbital. La afecta-
vasculitis leucocitoclástica de pequeños vasos, rara vez ción traqueobronquial, laríngea y de cuerdas vocales es
alcanzan a mostrar granulomas necrosantes. En su desa- hallazgo común. La afección del parénquima pulmonar
rrollo ulterior, la granulomatosis de Wegener comporta remeda metástasis primarias, infartos y abscesos.
afección mucocutánea hasta en 50% de los casos, con Por histopatología se asemeja a entidades como pani-
gran paralelismo con la actividad general del padeci- culitis de Weber--Christian y a la poliarteritis nodosa,
miento. Los indicadores cutáneos sutiles suelen ser ve- pero la positividad de los autoanticuerpos anticitoplás-
siculoampollas, petequias, púrpura, nódulos (asentados micos antineutrófilos (c--ANCA, p--ANCA) a favor de
en extremidades superiores, manos y codos, así como en Wegener logra diferenciarlos. Las titulaciones séricas
glúteos) y livedo reticularis (que no siguen el trayecto disminuidas de c--ANCA (muy sensible, poco específi-
de vasos arteriales, como en la poliarteritis nodosa). co) se correlacionan estrechamente con la remisión del
Pueden aparecer espontáneamente úlceras socavadas en cuadro clínico. Los mejores tratamientos actuales, pre-
ausencia de púrpura o nódulos tegumentarios. Cuando la coces e intensivos con sulfas, ciclofosfamida (1 a 3
granulomatosis de Wegener afecta mucosas y piel, se mg/kg manteniendo leucocitos por arriba de 3 000 cel/
considera una forma superficial, de buen pronóstico. Es mm3 o de 0.5 a 1 g en pulsos IV mensuales) y esteroides
útil buscar por histopatología el daño arterial, arteriolar sistémicos (prednisona o pulsos de metilprednisolona)
o capilar hasta dermis profunda y grasa subcutánea. siguen siendo de primera elección.
Como padecimiento sistémico que es, tiene utilidad Sin tratamiento, el padecimiento es irremisiblemente
demostrada la búsqueda de granulomas necrosantes y letal en un lapso de 5 a 12 meses. La causa más común
vasculitis en riñones (glomerulitis necrosante focal), de fallecimiento de estos pacientes es por insuficiencia
vías respiratorias altas y bajas, cavidad oral (encías, pa- renal.
ladar) y piel. La sospecha suele surgir a partir de otros
datos no cutáneos, como rinorrea, epistaxis, anosmia,
hipersensibilidad nasopalatina, descargas retronasales, REFERENCIAS
gingivopatía y halitosis severa, y en el diagnóstico dife-
rencial de Wegener deben considerarse la poliarteritis
microscópica y el síndrome de Churg--Strauss por su alta
similitud y manifestaciones cutáneas e histopatología. 1. Mangold MC et al.: Cutaneous leukocytoclastic vasculitis
associated with active Wegener granulomatosis. J Am Acad
Considerando la propensión a lesiones en vías respi- Dermatol 1992;26(4):579--583.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ratorias altas y bajas, hay que tomar en cuenta en el dife- 2. Wilson ME: Wegener’s granulomatosis presenting as breast
rencial a sinusitis purulentas, carcinoma del septum abscess. Am J Med 1987;83:1168.
nasal, rinoescleroma, Leishmania, rinosporidosis, para- 3. Lober CW, Kaplan RJ, West WH: Midline granuloma:
coccidioidomicosis, lepra, sífilis terciaria y granuloma Stewart type. Arch Dermatol 1982;118:52--54.
4. Aronoff DM, Callen JP: Necrosing livedo reticularis in a
letal de la línea media (granulomatosis linfomatoide) y
patient with recurrent pulmonary hemorrhage. J Am Acad
linfoma centrofacial angiocéntrico. Dermatol 1997;37(2):300--302.
Es difícil la diferenciación de este último en los pri- 5. Lotti T et al.: Cutaneous small--vessel vasculitis. J Am Acad
meros meses de establecido, por lo que habrá que alertar Dermatol 1997;39(5):667--690.
al patólogo indagando reticulosis con infiltrados pleo- 6. Ezquivel VJA, Galarza DD, Garza EMA: Vasculitis: diag-
mórficos y polimorfos, con células histiocíticas o linfo- nóstico y manejo actual. Med Int Mex 1998;4(4):151--172.
7. Jenette JC, Ewert BH, Kalk RJ: Do antineutrophilic cyto-
cíticas malignas que sugieran el citado linfoma. plasmic autoantibodies cause Wegener’s granulomatosis and
En boca: nódulos de mucosa, úlceras palatinas con other forms of necrotizing vasculitis? (review). Rheum Dis
perforación, úlceras recidivantes en boca, como gran- Clin North Am 1993;19:1--14.
128 El ABC cutáneo del internista

X
XANTELASMA SECUNDARIO A
HIPERBETALIPOPROTEINEMIA TIPO II

Historia: paciente femenina de 66 años de edad que ha


evolucionado desde hace dos años con lesiones en los
párpados superiores de color amarillento, asintomáticas
y de extensión progresiva.
Antecedentes personales patológicos: niega datos Figura 226. Biopsia de piel que muestra abundantes macró-
fagos o células espumosas.
de cardiopatía isquémica, diabetes, hepatopatía, hipoti-
roidismo e ingesta de medicamentos.
Medicación actual: ninguna. Evolución y tratamiento: electrofulguración y cu-
Examen físico: tensión arterial de 130/85. Pulso de retaje, sin recurrencia. Tratamiento para la hiperlipide-
78/min. Resto normal. Dermatosis que afecta ambos mia mixta, con pravastatina 20 mg/día.
párpados superiores, con pápulas amarillentas, firmes, Comentarios: el xantelasma es un tipo de xantoma
coalescentes, no dolorosas, extendidas desde cantos in- que aparece en los párpados superiores e inferiores y en
ternos hacia la mitad de ambos párpados (figura 225). 50% de los casos se asocia con hiperlipidemia. Proba-
Pruebas de laboratorio: glucemia 104. Creatinina blemente es uno de los marcadores menos específicos
1.0. Hemoglobina 14.5. Colesterol total 356. Triglicéri- de las hiperlipidemias, pero es el signo más accesible
dos 387. HDL 36. LDL 130. Su plasma es claro. La elec- para la exploración desde el momento de la entrevista.
troforesis mostró banda de betalipoproteínas. Hay un trastorno en la concentración de lipoproteí-
Biopsia de piel: se observan infiltrados de macrófa- nas que se comportan como hiperlipémicas, normolipé-
gos espumosos y células multinucleadas de tipo Touton, micas o hipolipémicas totales, determinado por factores
que resaltan con la tinción de rojo oleoso (figuras 226 genéticos y con influencia de diversos factores endóge-
y 227). nos (metabolismo de los lípidos sintetizados por el híga-
Diagnóstico: xantelasma secundario a hiperbetali- do) y exógenos (dieta). Se considera que en el plasma
poproteinemia tipo II. los lípidos van conjugados a las proteínas y el coleste-
rol, transportados principalmente por las betalipopro-
teínas, y los triglicéridos por los quilomicrones.

Figura 225. Pápulas amarillentas palpebrales hacia los Figura 227. A mayor aumento, misma biopsia, indicando
cantos internos, que traducen xantomatosis tipo II, sobre ahora presencia de células gigantes de tipo Touton, carga-
todo hiperbetalipoproteinemia. das de lípidos, patognomónicas de xantelasma.
El ABC cutáneo del internista 129

Es el más frecuente de los xantomas, se observa en mas) y eruptivos (hipertrigliceridemia) y otros con pa-
personas mayores de 50 años de edad y cuando aparece raproteinemias, como el xantoma plano difuso y el
en menores de 40 años se asocia con hipercolesterole- necrobiótico.
mia familiar o dislipoproteinemia familiar. La caracte- El manejo es con hipolipemiantes y será de acuerdo
rística morfológica es que son pápulas amarillentas, con el tipo de lipoproteínas elevadas (clofibrato, coles-
asintomáticas, que tienden a coalescer. tipol, pravastatina, otras estatinas) y localmente se pue-
El estudio integral de estos pacientes contempla: ob- de practicar resección tipo escisional, electrofulgura-
servación del suero en reposo y refrigeración de 24 h, ción con electrodesecación, láser, aplicación de ácido
glucemia, ácido úrico, colesterol, triglicéridos, electro- tricloroacético 25 a 30% en las lesiones; las recurrencias
foresis de proteínas, verificando banda de desplaza- son poco frecuentes. Lo más importante es saber inter-
miento. Eventualmente y ante los primeros hallazgos: pretarlas como un signo sugestivo de enfermedad sisté-
fondo de ojo, radiografías, xerografías o ultrasonogra- mica.
fía.
En la biopsia de piel se detectan básicamente macró-
fagos espumosos y células gigantes de tipo Touton. REFERENCIAS
Ante la duda es recomendable la realización de tinción
de Sudán III.
1. Parker F: Xanthomas and hyperlipidemias. J Am Acad Der-
El diagnóstico diferencial del xantelasma como el
matol 1985;13:1--30.
aquí descrito es con los siringomas y los quistes de mi- 2. Mather--Wiese VL et al.: Xanthomas and the inherited hy-
lia. La importancia radica en la hiperlipidemia que pue- perlipoproteinemias in children and adolescents. Pediatric
da asociarse con aterosclerosis acelerada y daño a órga- Dermatol 1990;7:166--173.
nos blanco, con arco corneal haloblanquecino del polo 3. Bergman R: The pathogenesis and clinical significance of
inferior (gerontoxón), lipemia retiniana, infarto del xanthelasma palpebratum. J Am Acad Dermatol 1994;30:
236--242.
miocardio y enfermedad cerebrovascular precoz. 4. Toussaint S, Ahumada M: Xantomas: marcadores cutáneos
Otras variedades de xantomas se asocian con hiperli- de hiperlipidemia. Dermatología Rev Mex 1994;38(3):182--
pidemias, como los tuberosos, tendinosos, planos (pal- 189.

XANTOGRANULOMA NECROBIÓTICO Examen físico: frecuencia cardiaca de 92/min. TA


CON PARAPROTEINEMIA de 130/90 mmHg. Muestra dermatosis localizada en la
cabeza, a nivel facial, que afecta el labio inferior, ede-
matoso en su totalidad hasta borde bermellón. Con ex-

Historia: paciente femenina de 72 años de edad que re-


lató la presencia de una dermatosis ulcerocostrosa per-
sistente en labio inferior que tenía ocho meses de evolu-
ción.
Ha sido tratada con diversos medicamentos antiher-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

péticos tópicos y sistémicos, además de ketanserina en


gel tópica, con empeoramiento de sus lesiones. Comen-
ta fatiga persistente y pérdida de 6 kg en los tres meses
anteriores.
Antecedentes personales patológicos: diabetes
mellitus del adulto desde hace tres años, en buen control
con glibenclamida. Ha sido tratada en dos ocasiones en
los últimos cuatro meses por anemia no precisada, para
lo que ha recibido hierro polimaltosado oral y distintos
vitamínicos.
Medicación actual: glibenclamida, hierro polimal- Figura 228. Lesión edematizada, ulcerocostrosa, en labio
tosado, vitamínicos, aciclovir oral y tópico. inferior, secundaria a xantogranuloma necrobiótico.
130 El ABC cutáneo del internista

tensa placa nodular amarilla y ocre, exulcerada, delez-


nable y sangrante ante la mínima presión digital (figura
228). No hay macroglosia, adenopatías cervicoaxilares
ni dolor óseo. Se percibe polo esplénico a 3 cm del re-
borde costal, aumentado de consistencia.
Pruebas de laboratorio y gabinete: HB 8.3. Hto.
28. Leucocitos de 4 800, con neutrófilos 1 800 y linfoci-
tos 2 700. No hay fenómeno de Rouleaux.
Reticulocitos 3%. Plaquetas 110 000. Creatinina 1.8.
Calcio 9.3. Pruebas de función hepática con hipergam-
maglobulinemia de 4.8. Proteína C elevada. Electrofo-
resis de proteínas séricas con pico monoclonal–M para
IgG--kappa. Excreción de cadenas ligeras urinarias de 1
g/24 h. Aspirado de médula ósea: con plasmocitosis de
15%, sin células plasmática. Figura 230. Luego de tratamiento con ciclofosfamida se ob-
Radiografía de cráneo, costillas y pelvis: con discreta servó inmediata remisión de las lesiones.
osteoporosis pero sin lesiones líticas ni fracturas.
Ultrasonido abdominal: con esplenomegalia grado
II. Se administró hierro parenteral de forma comple-
Biopsia de piel: masa granulomatosa de agregados mentaria. En su control posterior, dos meses después su
focales que se extienden en dermis hasta infiltrar subcu- HB era de 12.7, leucocitos de 5 200 y las globulinas sé-
táneo, predominantemente a expensas de histiocitos ricas normales.
con células espumosas gigantes multinucleadas tipo Comentario: luego de una infortunada sospecha de
Touton, pequeñas áreas de degeneración colágena herpes simple, este caso ilustra la presentación sistémi-
(áreas necrobióticas) con edema y cambios escleróti- ca de una más de las formas atípicas de paraproteine-
cos. Infiltrados linfoplasmocitarios perivasculares (fi- mias. Justamente la forma de presentación inusual en
gura 229). mucosa bucal, y pronto ulcerativa con discrasia plasmá-
Diagnóstico: xantogranuloma necrobiótico con pa- tica acompañante, destaca la importancia de las muco-
raproteinemia. sas como fino armamentario semiológico.
Evolución y tratamiento: se decidió por tratamien- Aunque raro, es un padecimiento con características
to combinado de agente alquilante (melfalán) y predni- clinicohistopatológicas distintivas que puede diferen-
sona 5 mg/kg/día por un mes, apreciándose remisión de ciarse de otras xantomatosis y de los distintos padeci-
la dermatosis desde la tercera semana de tratamiento, mientos necrobióticos que por lo general son de natura-
quedando leve cicatriz atrófica (figura 230). leza inflamatoria y destructiva y afectan dermis
profunda y tejido celular subcutáneo. Sus manifestacio-
nes clínicas suelen tener predilección por área periorbi-
taria, tronco y raíces de extremidades, con pápulas, pla-
cas, nódulos, con colores que van de lo rosado hasta lo
céreo, en ocasiones con telangiectasias, halo eritemato-
vinoso, costra, atrofia y ulceración.
Con frecuencia comportan gammapatía monoclonal
de IgG, de cadenas ligeras kappa, y pueden ser el presa-
gio de un mieloma múltiple.
Como hallazgos extra existen: hepatoesplenomega-
lia, elevación de VSG y leucocitopenia. Más rara vez:
factor reumatoide positivo, crioglobulinemia y anoma-
lías en las electroforesis de lipoproteínas.
Por su curso prontamente destructivo hacia ulcera-
ción y cicatrices profundas se pueden intentar distintos
Figura 229. Infiltrado granulomatoso en dermis, con células fármacos: ACTH, esteroides sistémicos o diversos anti-
gigantes tipo Touton y degeneración colágena (áreas necro- metabolitos (clorambucil, melfalán, hidrocloruro de
bióticas) con tinción específica. mecloretamina y ciclofosfamida). Distintos grupos mé-
El ABC cutáneo del internista 131

dicos han comentado su experiencia empleando la for- REFERENCIAS


ma combinada de prednisona con melfalán desde el ini-
cio, como en el caso en cuestión.
1. Kossard S, Winkelman RK: Necrobiotic xanthogranuloma
Se reporta asimismo, en los casos graves, la eficacia with paraproteinemia. J Am Acad Dermatol 1980;3:257--
de la plasmaféresis. 270.
Puede sospecharse de paraproteinemias ante indica- 2. Finan MC, Winkelman RK: Histopathology of necrobiotic
dores cutáneos como fenómeno de Raynaud con úlceras xanthogranuloma with paraproteinemia. J Cutan Pathol
acrales, pioderma gangrenoso, púrpura hiperglobuliné- 1987;14:92--99.
3. Elder D, Elenitsas R, Ioffreda M et al.: Synopsis and atlas
mica, amiloidosis secundaria, escleromixedema y xan-
of Lever’s histopathology of the skin. Lippincott Williams &
tomas planos, entre otros. Reticulohistiocitosis atípica Wilkins, 1999:220--224.
multicéntrica, granuloma anular generalizado, xantoma 4. Lebowl MG: The skin and systemic disease. A color atlas
diseminado inusual y necrobiosis lipoídica atípica son and text. 2ª ed. Churchill Livingstone, 2004:1--26.
sinónimos comunes del xantogranuloma necrobiótico. 5. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
ease. 3ª ed. Saunders, 2003:121--131.

Y pliegue proximal de la uña, tenuemente edematoso y


con pérdida de las cutículas. Existe importante onicóli-
sis del tercero y cuarto dedos de la mano derecha (figura
231).
YELLOW NAILS, SÍNDROME DE Exámenes de laboratorio y gabinete: las prepara-
ciones con KOH y los cultivos de uñas de manos y pies
fueron negativos. Biometría hemática completa, quími-
Historia: mujer de 55 años de edad referida para eva- ca sanguínea, pruebas de funcionamiento tiroideo: den-
luación de alteraciones ungueales crónicas y progresi- tro de límites normales. La radiografía de tórax revela
vas que involucran dedos de manos y pies. bronquitis crónica.
Un año antes percibió descoloración ungueal, con La medición de la línea longitudinal tomada a partir
empeoramiento en los dos meses previos a su revisión. del margen del borde proximal del plato ungueal mues-
Comenta que todas las uñas han crecido muy lentamen- tra crecimiento de la uña de la mano de 0.10 mm/se-
te y que no ha tenido necesidad de cortarlas desde hace mana.
un año. Diagnóstico: yellow nails (síndrome de uñas amari-
Antecedentes personales patológicos: cirugía de llas).
carcinoma intraductal de mama a la edad de 52 años. Evolución y tratamiento: se indicaron 1 200 UI/día
Fumadora de cinco cigarrillos al día. de vitamina E, lo que mejoró el aspecto general de las
Medicación actual: desde 1992 toma 20 mg/día de uñas a los 12 meses.
tamoxifeno. Comentario: el síndrome de uñas amarillas es una
Examen físico: existe decoloración de las 20 uñas, alteración de etiología desconocida, caracterizada por
sobresaliendo coloración amarilla firme. El plato un- la tríada formada por linfedema, inflamación del tracto
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

gueal muestra incremento de la curvatura transversal; el respiratorio y modificaciones del color en uñas.

Figura 231. Todas las uñas de las extremidades muestran la misma apariencia engrosada, compacta, amarilloverdosa, lisa.
132 El ABC cutáneo del internista

En ocasiones esta tríada de signos no ocurre en todos carcinoma de vesícula biliar. Se han asociado casos ais-
los pacientes, pero las alteraciones típicas ungueales lados con el uso de D--penicilamina.
son el requisito básico para el diagnóstico. En ocasiones las anomalías ungueales remiten des-
Los cambios ungueales suelen afectar uñas de manos pués de que el linfedema y las manifestaciones respira-
y pies y están asociados con un crecimiento muy lento torias mejoran.
(menor de 0.2 mm/semana). Esto se asocia de manera Se ha postulado la mejoría terapéutica con el empleo
directamente proporcional con el incremento del espe- de vitamina E en altas dosis (1 200 UI/día o más) para
sor de la uña. observar mejoría luego de 8 a 12 meses. Asimismo,
Las uñas están engrosadas, de notable espesor y cur- algunos autores comentan mejoría con el empleo de
vatura de lado a lado. La cutícula está ausente y en oca- itraconazol 400 mg/día la primera semana de cada mes,
siones puede observarse la paroniquia crónica con ede- por pulsoterapia durante seis a ocho meses, especulán-
ma periungueal. dose que la eficacia se debe a las acciones directas del
El plato ungueal es pálido amarillento, hasta llegar a triazol sobre el crecimiento de la matriz ungueal.
coloraciones verde oscuro y perderse el aspecto normal
de la lúnula.
REFERENCIAS
Puede ocurrir la onicólisis hasta extenderse lo sufi-
ciente, afectando la matriz y ocasionando despegamien-
to completo. El linfedema es más evidente a nivel de 1. Tosti A et al.: The nail in systemic diseases and drug--indu-
miembros inferiores y en ocasiones de manos o del ros- ced changes. En: Baran R, Dawber RPR (eds.): Diseases of
tro. Las manifestaciones respiratorias incluyen derrame the nails and their management. 2ª ed. Oxford, Blackwell
pleural y bronquiectasias. Scientific Publications, 1994:175--261.
2. Callen JP et al.: Nail signs of systemic disease. En: Callen
Rara vez se ha asociado este síndrome con asma
JP, Jorizzo JL (eds.): Dermatological signs of internal dis-
bronquial, tuberculosis, sinusitis crónica o enfermedad ease. 2ª ed. W. B. Saunders, 1995:368--375.
pulmonar obstructiva crónica. Este síndrome de uñas 3. Norton L: Further observations on the yellow nail syndrome
amarillas puede ser también una manifestación para- with therapeutic effects of oral alpha--tocopherol. Cutis
neoplásica, reportándose con alguna frecuencia su aso- 1985;6:457--462.
ciación con los siguientes cánceres: laringe, linfoma, 4. Luyten C et al.: Yellow nails syndrome and onychomycosis.
Dermatology 1996;192:406--408.
acroqueratosis paraneoplásica del síndrome de Bazex, 5. Tosti A, Piraccini BM, Jorizzo J: Systemic itraconazole in
enfermedad de Hodgkin, sarcoma, adenocarcinoma de the yellow nail syndrome. Br J Dermatol 2002;146(6):1064--
endometrio, carcinoma ductal infiltrante de mama y 1067.

Z
ZINCOPENIA, ENFERMEDAD DE CROHN
Y PIODERMA GANGRENOSO

Historia: paciente masculino de 31 años de edad diag-


nosticado nueve años antes con enfermedad de Crohn,
que acude por alopecia difusa en piel cabelluda, acom-
pañada de lesiones nódulo--ulceradas, dolorosas, en am-
bas piernas, así como evacuaciones diarreicas persis-
tentes, dolor abdominal, pérdida de peso y fiebre que no
han mejorado con manejo de tres distintos antibióticos.
Antecedentes personales: enfermedad de Crohn Figura 232. Obsérvese el aspecto de la pierna afectada con
que fue tratada con colectomía subtotal por fistulización pioderma gangrenoso activo.
El ABC cutáneo del internista 133

úlcera mayor de miembro inferior, que mostró necrosis


dermoepidérmica, con infiltración masiva por neutrófi-
los, sin vasculitis. No se detectó inflamación granulo-
matosa: las tinciones de KOH y PAS fueron negativas
para microorganismos.
Diagnóstico: zincopenia y pioderma gangrenoso en
paciente con enfermedad de Crohn.
Evolución y tratamiento: se incrementaron las do-
sis de prednisona y sulfasalazina. Se inició sulfato de
zinc oral 200 mg dos veces al día. Tópicamente nitrato
de plata a.5% y acetónido de triamcinolona intralesio-
nal.
Comentarios: este paciente ha mostrado el origen
multifactorial del zinc. Este déficit de zinc es frecuente
en pacientes con enfermedades inflamatorias intestina-
les crónicas. Resulta ser buen reflejo de falta de aporte
dietético, disminución en las reservas corporales, defi-
Figura 233. Con mayor detalle, gran úlcera fagedénica, con
ciencias múltiples en la absorción y excesos de pérdidas
borde violáceo, sobreelevado, cortado a pico, fondo sucio,
con cicatriz cribiforme y abundante exudación y hemorragia. por diarrea, ya que el zinc es el componente esencial de
más de 40 distintas enzimas, y su descenso conduce a di-
versos efectos multisintomáticos debidos a alteraciones
en íleon dos años antes, portando ostomía permanente en la queratinización, osificación epifisiaria, mieliniza-
en cuadrante abdominal inferior derecho. En revisión ción axónica, secreciones exocrinas pancreáticas, ma-
periódica y actualmente en tratamiento con 20 mg de duración gonadal e inmunidad, entre otras.
prednisona y sulfasalazina 2 g/día. Se estima que hasta 50% de los pacientes con enfer-
Medicación actual: prednisona, sulfasalazina, vita- medad de Crohn pueden presentar zincopenia. La der-
mínicos múltiples. matitis zincopénica clásica es la acrodermatitis entero-
Exploración física: adelgazado. Pulso de 90/min. pática de los lactantes (letargia, candidosis florida,
TA 110/70. Deshidratado. Cabello ralo, discrómico y dermatitis perioral/perianal, alopecia, deformaciones
fácilmente desprendible. Piel cabelluda con abundante ungueales, infecciones recurrentes, retardo en el creci-
escama furfurácea. Estomatitis con glositis. Algunas miento y diarrea persistente) y que al no ser detectada
placas eritematosas, con fina escama en cuello, codos, implica 20% de mortalidad.
pliegues antecubitales y área perianal. En extremidades En el caso del adulto, se sospecha a partir de un régi-
inferiores, úlceras profundas de distintos tamaños; la men de alimentación parenteral mal suplementado, al-
mayor de ellas en cara interna de tercio inferior de pier- coholismo crónico, malabsorción intestinal crónica y
na mide 8 x 4 cm de longitud, borde violáceo, duro, embarazo.
sobreelevado, en pendiente suave hacia la periferia y re- En ocasiones los enfermos tienen manifestaciones
lieve abrupto hacia el interior, costras serohemáticas, obvias del déficit de zinc, pero los niveles en suero son
trasudación y fetidez. El fondo de la ulceración es rojoa-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

marillento, granuloso y vegetante, con pequeños islotes


de piel conservada de color grisácea. El orificio ostómi-
co de tamaño normal, sin hundimientos ni protrusiones,
y con piel circundante con discreto eritema, sin ulcera-
ciones ni excrecencias.
Exámenes de laboratorio: HB 11.7. Leucocitos
4 100, con diferencial normal. Pruebas de funciona-
miento hepático, tiroideo y renal: normales. Sangre
oculta en heces y coproparasitoscópicos incluyendo tin-
ciones: negativos. Zinc plasmático 3.9 (Nl = 10 a 17.7),
cobre 6.9, hierro 7.1.
Biopsia de piel: se tomaron dos biopsias: una de Figura 234. Respuesta cicatrizal en un caso similar al rela-
codo con cambios psoriasiformes y otra del borde de la tado, a las tres semanas de tratamiento.
134 El ABC cutáneo del internista

(ASCA). En el caso del pioderma gangrenoso secunda-


rio a Crohn, las ulceraciones normalmente están en ab-
domen o miembros inferiores, crecen con rapidez y se
estabilizan a intervalos, posiblemente por remisión del
padecimiento o en respuesta a los medicamentos antiin-
flamatorios o inmunosupresores. El PG normalmente se
asocia con más frecuencia a CUCI. A veces avanzan por
uno de sus lados cicatrizando por otro (crecimiento serpi-
ginoso), destruyen con rapidez la extensión superficial,
por su perímetro o en profundidad (evolución fagedénica
o terebrante), y conservando piel sana en su interior, con
un fenómeno muy peculiar de cicatrización de aspecto
cribiforme (en coladera), irregularmente pigmentada.
Figura 235. Pioderma gangrenoso con grave afección pan-
vulvar que se extiende a periné y periano, con fisuras y fístu-
las y zincopenia derivadas de involucro de enfermedad de REFERENCIAS
Crohn a esas estructuras.

1. Burgdorf W: Cutaneous manifestations of Crohn’s disease.


J Am Acad Dermatol 1981;5:689--695.
normales. En esos casos los estudios por microscopia 2. Lebowl M, Fleichmajer R, Janowitz H et al.: Metastatic
electrónica de biopsias de intestino delgado (cuerpos fi- Crohn’s disease. J Am Acad Dermatol 1984;10:33--38.
lamentosos de inclusión en las células de Paneth), el 3. Heimburger DC, Tamura T, Marks RD: Rapid improve-
análisis cromatográfico con gas líquido en plasma de ment in dermatitis after zinc supplementation in a patient
with Crohn’s disease. Am J Med 1990;88:71--73.
fosfolípidos plasmáticos preprandiales y el uso de ra- 4. Shum DT, Guenther L: Metastatic Crohn’s disease. Case re-
dioisótopos (Zn 65 o Zn 69m) sí logran demostrar su de- port and review of literature. Arch Dermatol 1990;126(5):
pleción. Por otra parte, las manifestaciones cutáneas de 645--648.
la enfermedad de Crohn son numerosas cuando existe 5. Schwab RA et al.: Multiple cutaneous ulcerations. Cuta-
involucro de colon. Unas son originadas por extensión neous ulcerations in Crohn’s disease. Arch Dermatol 1993;
129(12):1607--1608, 1610--1611.
directa o de áreas no contiguas del padecimiento, como
6. Mack D, Koletzko B, Cunnane S et al.: Acrodermatitis en-
reacciones granulomatosicometastásicas del propio teropathica with normal serum zinc levels: diagnosis value of
Crohn, fisuras, fístulas e inflamaciones periostómicas small bowel biopsy and essential fatty acid determination.
(figura 235). Otras son inespecíficas, incluyendo el pio- Gut 1989;30:1426--1429.
derma gangrenoso relatado, el eritema nodoso, el erite- 7. Van Wouwe JP: Clinical and laboratory diagnosis of acrod-
ma multiforme, las aftosis orales monopolares o bipola- ermatitis enteropathica. Eur J Pediatr 1989;149:2--8.
8. Morales MS, Marini M, Caminero M: Perianal Crohn’s di-
res, y las inherentes a la malabsorción intestinal crónica sease. Cameo. International J Dermatology 2000;39(8):
o como consecuencia de la multitud de tratamientos que 616--623.
se requiere emplear en situaciones devastadoras. En 9. Callen JP, Jorizzo JL: Dermatological signs of internal dis-
muchos casos las manifestaciones intestinales y extra- ease. 3ª ed. Saunders, 2003:199--210.
intestinales coexisten, aunque sin correlacionarse nece-
sariamente en cuanto a su respuesta terapéutica.
La sospecha de Crohn metastásico se fundamenta
luego de observar extensas áreas de pápulas, placas, nó-
dulos, y túneles o surcos cutáneos en superficies muco-
cutáneas, y muy característicamente en áreas flexurales
o intertriginosas, que incluyen pene, vulva, periné, plie- ZOSTER CON VASCULITIS
gues submamarios, espacios retroauriculares, periano y
ombligo, o bien en cavidad oral: mucosa en empedrado,
membranas gingivoalveolares, queilitis angular e hi-
perplasia gingival hemorrágica. La biopsia es granulo- Historia: hombre de 64 años de edad que se presenta
matosa no supurativa en epidermis, similar a la de intes- mencionando siete días de dolor intenso lancinante, hi-
tino. Un nuevo indicador de actividad inflamatoria de perestesia e hiperbaralgesia en hemicuello derecho, pa-
Crohn es el anticuerpo anti Saccharomyces cerevisiae bellón auricular, piel cabelluda (occipital) y nuca ipsila-
El ABC cutáneo del internista 135

terales. Dos días después, aparición de ampollas y nas 3.4. Electrólitos, transaminasas, colesterol: norma-
grandes flictenas arracimadas en grupos en el trayecto les. Autoanticuerpos: negativos.
de las ramas del plexo cervical superficial (C II--III). Tomografía axial computarizada craneal: el pa-
Inició tratamiento con valaciclovir (700 mg x 3 x 7 ciente mostró una hemorragia occipital derecha con
días), prednisona 30 mg VO (dosis diaria), acetamino- edema circundante, los ganglios basales sin lesión apa-
fén 750 mg/8 h, ketoprofeno cada 8 h, alternando con rente. En la resonancia magnética se encontró tortuosi-
acetaminofén. Agua de Alibour en fomentos y lubrican- dad de la arteria cerebral media compatible con vasculi-
tes tópicos. tis.
La evolución fue satisfactoria: a los siete días había Evolución y tratamiento: franca mejoría desde el
dejado de requerir analgésicos, por lo que se disminuyó quinto día de tratamiento con hidrocortisona 4 mg/8 h
la dosis de valaciclovir a 350 mg/8 h, prednisona en IV. Carbamazepina 200 mg/8 h VO. Aciclovir 800 mg
dosis de reducción, disminuyendo 5 mg/3 días. Dos días VO cinco veces al día. Ranitidina 150 mg/8 h VO (figu-
después consultó telefónicamente por un dolor súbito ti- ras 237 y 238).
po descarga eléctrica, que le inició en el cuello y subió A partir de la hemorragia cerebral el dolor volvió y
por las ramas ascendentes afectadas con dirección al pa- ha persistido a lo largo de 10 meses como una franca se-
bellón auricular, nuca y piel cabelluda. La intensidad cuela del evento herpético. La campimetría ha mostrado
del dolor incapacitó al paciente y al abrir los ojos notó mejoría moderada de la hemianopsia.
pérdida de la visión en los cuatro cuadrantes inferiores. Diagnóstico: herpes zoster con vasculitis.
Antecedentes personales patológicos: sin relevan- Comentario: el virus varicela--zoster (VZV) es el
cia. único herpesvirus capaz de producir dos síndromes: va-
Exploración física: FC 90/min. FR 17/min. TA 130/ ricela y herpes zoster. Pertenece a la subfamilia Alfaher-
90. Temp. 37 _C. Inquieto, con dermatosis en el hemi- pesviridae.
cuello, piel cabelluda y pabellón auricular derechos, bá- Es un virus que posee una cadena doble de DNA.
sicamente constituida por cicatrices y costras serohe- Contiene el genoma más pequeño de los herpesvirus
máticas (figura 236). contenido en una cápsula icosaédrica de 200 nm de diá-
Exploración neurológica: hemianopsia homónima metro.
izquierda. El herpes zoster es una enfermedad común causada
Exámenes de laboratorio y gabinete: HB 14.3. por la reactivación del VZV que permanece latente en
Leucocitos 6 900 con diferencial normal. Plaquetas los ganglios sensitivos, a partir de una primoinfección
271 000. Glucosa 107. BUN 21.Creatinina 1.1. Ácido (varicela). Las lesiones cutáneas y el dolor se deben a la
úrico 6.2. Proteínas totales 7.3. Albúmina 3.9. Globuli- inflamación del nervio, a través del cual viaja la infec-
ción desde el ganglio sensitivo a la piel.
En raras ocasiones el herpes zoster se asocia con en-
fermedad en el sistema nervioso central, pudiendo cau-
sar mielitis, meningoencefalitis, ataxia cerebelosa, gan-
glionitis de las astas dorsales de la médula espinal y de
los pares craneales, polirradiculoneuritis, ventriculitis,
neuritis localizada (parálisis motoras, neuralgia posher-
pética), enfermedad vascular cerebral (vasculitis y an-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

geítis necrosante).
Estas complicaciones pueden presentarse tanto en
pacientes inmunocompetentes como en enfermos con
deficiencias inmunitarias; son particularmente frecuen-
tes en los enfermos con síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA).
El mecanismo por el cual ocurre la lesión del sistema
nervioso central parece ser la diseminación del virus en
forma centrípeta a lo largo de las astas posteriores, in-
fectando la médula, las meninges, los vasos sanguíneos
Figura 236. Herpes zoster ulceronecrosante y costroso en
y el cerebro. Esto ha sido documentado por la observa-
su fase aguda, que afecta los dermatomas C3 y C4, con ción de cuerpos de inclusión de Cowdry tipo A en las
involucro del pabellón auricular. neuronas y las células gliales, o por la demostración de
136 El ABC cutáneo del internista

Figura 237. Pronta respuesta evidenciable al quinto día, aunque aún con escara y eritema.

viriones por microscopia electrónica, inmunohistoquí- 1. Los estudios histopatológicos practicados en


mica, hibridización en Southern blot y PCR. enfermos con HZ han encontrado cambios infla-
Las complicaciones neurológicas del HZ en el enfer- matorios en el cordón espinal y en el cerebro.
mo inmunocompetente son extraordinariamente raras 2. También existen hallazgos de atrofia segmenta-
(0.2%). Sin embargo, existen evidencias directas e indi- ría de las astas dorsales de la médula en enfermos
rectas de que la invasión al sistema nervioso central con neuralgia posherpética.
durante un episodio de HZ podría ser más frecuente. 3. Existe afección motora documentada por elec-
Los hallazgos que sugieren esta posibilidad son: tromiografía en la mitad de los enfermos y a ve-
ces afecta segmentos por fuera del área cutánea
involucrada y aun en forma contralateral, lo que
sugiere diseminación a las astas anteriores de la
médula.

Estudios recientes de Haanpä y col. encontraron anor-


malidades en el líquido cefalorraquídeo en 61% de los
enfermos inmunocompetentes con HZ. Se detectó pleo-
citosis en 45.6% de ellos, elevación de las proteínas en
26.09%, DNA del virus varicela--zoster en 21.7% y an-
ticuerpos IgG antiVZV en 21.7%. Se encontró, enton-
ces, evidencia de virus en el LCR de 35% de los enfer-
mos y ello desapareció con el tratamiento antiviral. En
el mismo estudio se les realizó resonancia magnética del
SNC a 16 enfermos con afección de pares craneales y
cervicales, encontrándose anormalidades atribuibles al
HZ en 56% de ellos.
Los pacientes que tuvieron anormalidades en la RM
tuvieron alta frecuencia de neuralgia posherpética
(56%), en contraste con los que tuvieron estudios nor-
males, quienes no desarrollaron la complicación.
Peterslund y Hansen estudiaron una serie de 42 pa-
Figura 238. Evidente cicatrización al décimo día, solamente cientes inmunocompetentes que padecían herpes zoster
con hipocromía. sin signos clínicos de encefalopatía o ataxia. Se les prac-
El ABC cutáneo del internista 137

ticó electroencefalograma a las 96 h de iniciados los sín- char cuando existan antecedentes recientes de varicela,
tomas y se encontraron alteraciones en 31% de los en- herpes zoster y neuritis de etiología no determinada.
fermos. El herpes zoster no es una enfermedad banal, y quizá
Las alteraciones electroencefalográficas se presenta- se diagnostiquen menos complicaciones de las que exis-
ron independientemente de la localización del derma- ten en realidad. El tratamiento deberá ser prolongado,
toma afectado y fueron inespecíficas en comparación sobre todo en aquellos pacientes que presenten dolor
con las que aparecen en encefalitis por herpes simple. persistente. La búsqueda de signos neurológicos asocia-
Todos estos hallazgos significan que el herpes zoster dos con el herpes zoster permitirá una mejor vigilancia
causa infección subclínica en el sistema nervioso cen- de los enfermos.
tral y explica la astenia, el ataque al estado general y las
complicaciones. Esto tiene implicaciones serias en
cuanto a la vigilancia y duración del tratamiento antivi- REFERENCIAS
ral.
La vasculopatía por virus varicela--zoster ha sido re-
portada con ambos cuadros clínicos. Clínicamente se ha 1. McCrary M, Sverson J, Tyring S: Varicella zoster virus. J
presentado por episodios dolorosos intermitentes, défi- Am Acad Dermatol 1999;41:1--14.
cit neurológicos recurrentes o francos signos de infartos 2. Haanpä M, Dastidar P, Weinberg A, Levin M, Miettinen
A et al.: CSF and MRI findings in patients with acute herpes
o hemorragias cerebrales. zoster. Neurology 1998;51:1405--1411.
La patogenia de esta complicación parece explicarse 3. Caekbeke JFV, Boudewyn AC, Vandvik B, Brower BF:
por diseminación de la infección a través de los nervios Cerebral vasculopathy associated primary with varicella in-
craneales, sobre todo por las ramas del trigémino y del fection. Arch Neurol 1990;47:1033--1035.
nervio óptico a las paredes de los vasos sanguíneos. Su 4. Gray F, Bélec L, Lescs MC, Chrétien F, Ciardi A et al.: Va-
ricella--zoster virus infection of the cerebral nervous system
presentación puede asociarse en forma directa con la
in the acquired immune deficiency syndrome. Brain 1994;
enfermedad aguda o bien presentarse semanas o meses 117:987--999.
después de la infección, tanto en el caso de la varicela 5. Picard DO, Brunereau L, Pelosse B, Kerob D et al.: Cere-
como del herpes zoster. bral infarction associated with vasculitis due to varicella zos-
Las arterias más afectadas son la cerebral anterior y ter virus in patients infected with the human immunodefi-
la media. La angiografía cerebral está caracterizada por ciency virus. Biomed & Pharmacother 1997;51:449--454.
6. Schmidbauer M, Budka H, Pilz P, Kurata T: Presence, dis-
estrecheces segmentarias de las arterias ipsilaterales, tribution and spread of productive varicella zoster virus in-
dilataciones aneurismáticas y tortuosidad de los vasos fection in nervous tissue. Brain 1992:115:383--398.
afectados. Estas alteraciones son potencialmente rever- 7. Watson CPN, Deck HJ, Morshead C, Vander Kay D,
sibles. La angiografía es el estudio de elección para el Evans RJ: Post--herpetic neuralgia: further post--mortem
diagnóstico y el seguimiento de los enfermos con este studies with and without pain. Pain 1991;44:105--107.
8. Hanpaä M, Häkkinnen V, Nurmikko T: Motor involve-
problema. ment in acute herpes zoster. Muscle Nerve 1997:20:1433--
En el presente caso la tomografía y la resonancia 1438.
magnética mostraron, además de la hemorragia del ló- 9. Lipton S, Joe MM: Weekly clinicopathological exercises:
bulo occipital, trayectos tortuosos en la arteria cerebral case 36, 1996: a 37 year old man with AIDS, neurologic dete-
media. La neuralgia posherpética se presentó asociada rioration and multiple hemorrhagic cerebral lesions. N Engl
con la hemorragia cerebral y ha sido de muy difícil con- J Med 1996;335:1587--1595.
10. Melanson M, Chalk C, Georgevich L, Fett K, Lapierre Y
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

trol, lo cual concuerda con los hallazgos de Haanpä. El et al.: Varicella--zoster virus DNA in CSF and arteries in de-
estudio de la vasculitis cerebral debe incluir también la layed contralateral hemiplegia: evidence for viral invasion of
exclusión de enfermedad por VZV o bien se debe sospe- cerebral arteries. Neurology 1996;47:569--570.
138 El ABC cutáneo del internista
Índice alfabético

Números acné papuloseudoquístico, 29 hipofisario, 29


acroangiodermatitis, 75 sebáceo, 94
5 fluorocitocina, 27 acrodermatitis adenopatía
5--fluorouracilo, 79, 93 continua de Hallopeau, 52 axilar, 46
6--mercaptopurina, 80 enteropática, 52 cervical, 10, 46
8--metoxsaleno, 124 de los lactantes, 133 occipital, 46
acromegalia, 2, 26, 30, 52 afección ocular, 16
acropaquia, 31 afta
A acroqueratosis bucal, 16
paraneoplásica, 132 en cavidad bucal, 46
absceso eosinofílico folicular, 49 de Bazex, 10, 11 laterolingual, 15
acantamebiasis, 90 verruciforme paraneoplásica mucosa
acantólisis epidérmica, 116 de Bazex, 11 de ano, 47
acantosis, 10, 23, 27, 108 actinomicetoma, 4, 5 de boca, 47
irregular, 83 actividad tumoral, 11 de faringe, 47
nigricans, 26, 30, 31, 79, 110 adenocarcinoma, 93 de esófago, 47
axilar, 2 abdominal, 1 de recto, 47
maligna, 1, 2 de aparato genitourinario, 2 aftosis
acetaminofén, 39, 98, 135 de colon, 37, 93, 114 bucal, 15, 68
aciclovir, 14, 20, 69, 129, 135 de endometrio, 37, 132 compleja, 15
ácido de estómago, 2 genital, 15
acetilsalicílico, 55, 105 de intestino, 2 oral
acexámico, 117 de mama, 2, 37 bipolar, 134
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aminocaproico, 99, 122 de ovario, 2, 11, 37 monopolar, 134


hialurónico, 102 de páncreas, 2, 37 alopecia, 1
láctico, 76, 90 de próstata, 37, 44 areata, 26, 34, 57
leucovorínico, 93 de pulmón, 2, 37 neoplásica, 61
salicílico, 1, 89, 108 de recto, 44 alopurinol, 39, 52, 53, 54, 55, 96
tranexámico, 99 de útero, 2 alprazolam, 17, 34
tricloroacético, 90, 129 de vejiga, 2 alteración mucocutánea, 47
ursodeoxicólico, 76, 106 mamario, 11 amaurosis, 16, 90
valproico, 38 prostático metastásico, 12 ambroxol, 5, 114, 125
acitretina, 11, 58, 76, 83, 108 adenoma amebiasis, 32

139
140 El ABC cutáneo del internista

amenorrea, 30 avitaminosis de vitamina cantaridina, 90


amibiasis, 104 B2, 26 capsaicina, 106
amikacina, 5 C, 26 captopril, 53, 83
amiloidosis, 30, 59, 131 azatioprina, 17, 56, 57, 70, 112, caquexia por hambre, 63
sistémica primaria, 5, 6, 7 116, 117, 121, 123 carbamazepina, 37, 39, 135
amiodarona, 64, 88 azelastina, 106 carbamidourea, 1, 10, 78, 108
amitriptilina, 34 azidotimidina, 47, 89 carbón activado, 76
amlodipino, 105 azitromicina, 14 carboximetilcelulosa, 118
amoxicilina, 71 carcinoma, 2, 86, 127
ampolla subepidérmica basocelular, 37, 90, 94
con necrosis, 9 B cervicouterino, 1
ulcerada, 9 de cérvix, 43
bacteremia, 72
anemia, 51, 64, 71, 99, 129 de ganglios linfáticos metastá-
balanitis circinada, 112
ferropénica, 25 sicos, 11
Bartonella
ferropriva, 102 de glándulas
henselae, 75, 89
normocítica normocrómica, sebáceas, 93
quintana, 75
32, 64 suprarrenales, 11
betametasona, 34, 48, 85, 107
perniciosa, 21, 34, 102 de pulmón, 11
Borrelia burgdorferi, 112
por deficiencia de hierro, 26 de vesícula biliar, 132
botriomicosis, 104
anetoderma, 9 ductal infiltrante de mama,
bromocriptina, 29
aneurisma micótico, 72 132
bronquiolitis obliterante, 70
anfotericina, 5, 92 en aparato
bronquitis crónica, 31
B, 24, 66, 92 digestivo, 11
busulfán, 112
angeítis, 22 respiratorio, 11
butilhioscina, 102
necrosante, 135 en cuirasse, 37
angiomatosis bacilar, 89 epidermoide, 2, 26, 28, 37
epitelioide, 75 C anaplásico, 10
anhidrosis, 63 de cérvix uterino, 44
antralina, 108 calcifilaxis, 17, 18 lingual, 10
arsenicismo, 11 calcinosis cutis, 19, 55 anaplásico, 11
arteritis de células gigantes, 13 calcio, 21 metastásico de lengua, 10
artralgia, 14, 21, 113 calcipotriene, 107, 108 erisipelatoide, 37
artritis, 15, 16, 113, 114 calcipotriol, 111, 112 esofágico, 11
gotosa, 53 Campylobacter jejuni, 112 espinocelular, 28
psoriática, 108 cáncer laríngeo, 79
reactiva, 111 cutáneo, 108 recidivante, 78
reumatoide, 6, 55, 102, 104 de colon, 93 mamario, 34, 37
ascariasis, 86 hereditario, 94 metastásico de mama, 36
asma, 23 de estómago, 93 pancreático, 51
bronquial, 23, 132 de próstata, 93 pulmonar, 11
Aspergillus sp., 92 de laringe, 94 sebáceo, 94
AspirinaR, 7, 8, 46, 73, 94 de mama, 60 testicular, 36
ataque isquémico, 8 de ovario, 37 visceral, 63
ataxia cerebelosa, 135 de vejiga, 44 cardiomegalia, 53
atenolol, 17 mamario metastásico, 34 cardiomiopatía eosinofílica res-
aterosclerosis, 40, 41, 54 Candida, 52 trictiva, 23
atrofia albicans, 91, 118 cardiopatía hipertensiva, 40
blanca, 84 sp., 91, 92 carditis, 40
parda circunscrita diabética, candidiasis, 11, 52, 83 cefalea, 47, 123
84 de cavidad bucal, 47 cefalexina, 107
subcutánea, 84 oral, 89 cefalosporina, 23
atrofodermia, 84 candidosis oral, 91 cefotaxima, 39
El ABC cutáneo del internista 141

ceguera, 70 cretinismo, 30 esporotricoide, 44


celulitis, 17, 86 crioglobulinemia, 123 IgA lineal, 86
bacteriana, 86 criptococosis, 90 crónica del adulto, 34
de Well, 86 crisis convulsiva, 37 neutrofílica
eosinofílica, 86 cromoblastomicosis, 26, 27, 28 aguda, 113
cervicitis, 111 cromomicosis, 24, 28 febril, 113
cetirizina, 19, 34 Cryptococcus neoformans, 92 perforante adquirida, 76
cianosis, 41 cumarina, 117 pustular subcorneal de Sned-
ciclofosfamida, 17, 23, 79, 85, cutis verticis gyrata, 29, 30 don--Wilkinson, 114
104, 114, 117, 123, 127, 130 Chlamydia, 112 transplacentaria, 57
cicloheximida, 92 trachomatis, 46 derrame pleural, 61, 132
ciclosporina, 17, 68, 83, 104, descontrol glucémico, 51
108, 123 deterioro cognoscitivo, 64
A, 68, 83, 117 D dextroloratadina, 87
cidofovir, 90 diabetes, 26, 30, 59, 125
cimetidina, 106 daño reumático, 71 insulinodependiente, 34
ciprofloxacino, 102, 112 dapsona, 17, 39, 87, 114, 117, mellitus, 2, 17, 18, 30, 34, 50,
ciproheptadina, 87 121, 122 54, 60, 76, 102
ciproterona, 110 dedo hipocrático, 31, 32, 61 no insulinodependiente, 105
cirrosis, 32, 99 deficiencia diálisis renal, 9
biliar primaria, 70 congénita de proteína diaminodifenilsulfona, 116
cisaprida, 5 C, 42 diarrea crónica, 47
citonecrosis postrauma, 84 S, 42 diclofenaco, 21, 64, 65, 84
Cladosporium carrionii, 28 de hierro, 25 didanosina, 73
clobetasol, 87, 107, 110 déficit dietilestilbestrol, 2, 12
clofazimina, 20, 114 de vitamina difenilhidantoína, 37, 38
clofibrato, 129 A, 63 dipiridamol, 7
clorambucil, 17, 130 K, 42 discrasia
clorfeniramina, 43 de zinc, 52 plasmática, 7
cloroma, 81 deformidad articular, 26 sanguínea, 6
cloroquina, 108 Demodex folliculorum disfagia, 25
clorotiazida, 83 brevis, 49 disfunción
clorpropramida, 83 longus, 49 hepática, 67
cocaína, 14 dermatitis tiroidea, 88
Coccidioides, 13 acneiforme, 16, 17, 30 dislipoproteinemia familiar, 129
immitis, 23, 24 atópica, 21, 86 displasia del cérvix, 12
coccidioidomicosis cutánea pri- de Duhring--Brocq, 33 disqueratosis focal, 51
maria, 23 herpetiforme, 32, 33, 65, 87 distrofia ungueal, 1, 11
codeína, 7 liquenoide, 20, 21 diyodohidroxiquinoleína, 51
coiloniquia, 25
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por contacto, 87 dolor


colagenosis perforante, 60 diseminada, 19 abdominal, 23
colchicina, 17, 52, 53, 114 pustulosa subcorneal, 52 ocular, 14
colesterol zincopénica, 133 retroocular, 47
cristales de, 41, 42 dermatofitosis, 11, 87 torácico, 21
microémbolos de, 41 dermatoma, 74 doxepina, 36, 48, 87, 106
colestipol, 129 dermatomiositis, 34, 36, 37 doxiciclina, 49
colestiramina, 106 paraneoplásica, 37 doxorrubicina, 75
colitis ulcerativa, 114 dermatopatía diabética, 59
crónica inespecífica, 103, 104 dermatopolimiositis, 116 E
conectivopatía, 21 dermatosis, 2, 12, 21, 26, 32, 53
conjuntivitis, 111, 113 bulosa, 100 ebastina, 85
coriocarcinoma, 57 diseminada, 1, 14, 19 eccema, 30, 81
142 El ABC cutáneo del internista

por contacto, 36 de Osler--Weber--Rendu, 98 de Bazin, 12, 13


endógeno, 63 de Raynaud, 26 multiforme, 24, 34, 87, 134
ectima gangrenoso, 104 de Reiter, 16, 110 erosivo, 83
ectropión, 27 de Sjögren, 114 múltiple ampolloso, 96
edema de transmisión sexual, 110 necrolítico migratorio, 51
palpebral, 53 fúngica, 26 nodoso, 13, 24, 134
periungueal, 132 gastrointestinal, 32 leproso, 13
efavirenz, 47, 89 granulomatosa, 13 eritrodermia, 68
elastosis serpiginosa perforante, hematológica, 9, 98 exfoliativa, 39
60 hepática, 13, 83 erupción
embolia inflamatoria ampollosa por fármacos, 56
arterial, 72 crónica intestinal, 16, 111 liquenoide por drogas, 68
por colesterol, 40, 41 intestinal, 104 medicamentosa, 44
pulmonar, 8 crónica, 123 papular pruriginosa, 44
enalapril, 40, 83, 105 injerto contra huésped inespecífica, 49
endocarditis, 71 aguda, 66 polimorfa pruriginosa eosino-
crónica, 73 crónica, 83 fílica asociada a radiotera-
infecciosa, 72 intersticial pulmonar, 37 pia, 43, 44
protésica tardía, 72 linfoproliferativa, 9, 21 escabiasis, 48
enfermedad perforante adquirida, 60 noruega, 11, 90
ampollosa crónica de la infan- por IgA lineal del adulto, 64, escarlatina, 94
cia, 65 65 esclerodermia
arterial coronaria ateroscleróti- pulmonar obstructiva crónica, en banda, 84
ca, 107 77, 132 sistémica, 68
autoinmunitaria, 9 renal terminal, 18 escleromixedema, 131
broncopulmonar, 32 tardía de injerto contra hués- esclerosis
bulosa de la senectud, 101 ped, 68 lateral amiotrófica, 102
cardiaca congestiva, 32 torácica, 62 tuberosa, 30
cerebrovascular, 129 valvular cardiaca, 8 Escherichia coli, 38, 39
colagenovascular, 123 vascular, 64 espasmo esofágico recurrente, 25
coronaria, 26, 88 cerebral, 135 espondilitis anquilosante, 112
de Adamantiades--Holousi-- venérea, 71 espongiosis
Behçet, 15 vesiculoampollosa, 81 eosinofílica, 116
de Addison, 125 enfisema pulmonar por tabaquis- folicular, 48, 49
de Alzheimer, 64 mo, 13 esporotricosis, 4, 24, 44, 45
de Behçet, 14, 16, 17, 21, 104, engrosamiento pruriginoso, 1 esprue celiaco, 52
114, 123 enrojecimiento ocular, 14 estenosis mitral, 71
de Bowen, 83 entomoftoromicosis, 92 estomatitis, 117
de Castleman, 19, 20, 116 envenenamiento por arsénico aftosa recurrente, 15
de Crohn, 57, 110, 111, 112, crónico, 110 angular, 25
114, 132, 134 eosinofilia, 23, 42 herpética, 16
extraintestinal, 13 tisular, 44 estreptomicina, 5
de Churg--Strauss, 21, 23 ependimoma intraventricular, 30 etambutol, 46
de Darier, 26 epidermólisis, 70, 96 etanercept, 17
de Graves, 57, 88 ampollosa adquirida, 33, 65 etinilestradiol, 99, 110
de Haxthausen, 109, 110 Epidermophyton floccosum, 97 etretinato, 77
de Hodgkin, 21, 114, 132 epiescleritis, 114, 127 eumicetoma, 4, 5
de injerto contra huésped cró- epilepsia catamenial, 37 exantema, 38, 39
nica, 69, 70 equimosis, 9 eritematopurpúrico, 94
de Kimura, 21 eritema maculopapular, 37, 39, 67
de Kyrle, 60, 75, 76, 77 acral, 94 morbiliforme, 70
de Ofuji, 49 indurado, 84 polimorfo, 47
El ABC cutáneo del internista 143

por fármacos, 68 glibenclamida, 34, 50, 129 crónica, 70


VIH por seroconversión, 46 glomerulitis necrosante focal, herpes
viral, 68 127 gestationis, 55, 56, 86
glomeruloesclerosis hipertensiva, simple crónico, 14
3 zoster, 23
F glomerulonefritis, 23, 73, 123 hexamidina, 94
glositis, 25 hialinosis cutis, 57, 58
falla herpética, 16 hidroclorotiacida, 53
hematológica, 96 glucagonoma, 51 hidrocortisona, 19, 104, 135
hepática, 96 con eritema necrolítico migra- hidroxicina, 19, 43
renal, 18 torio, 50 hidroxicloroquina, 7, 84, 85
farmacodermia, 39 gota úrica, 54 hidróxido de aluminio, 53
fenacetina, 102 primaria, 54 hidroxiurea, 23
fenilcetonuria, 2 tofácea, 52, 54 hierro polimaltosado, 129
fenitoína, 39 granuloma hiperbetalipoproteinemia, 128
fenobarbital, 38, 39 anular, 87, 90 hipercolesterolemia familiar, 129
fenol, 90 generalizado, 131 hipereosinofilia sanguínea, 87
fexofenadina, 87 de las piscinas, 45 hipergranulosis, 82, 105
fibrilación auricular, 41 epitelioide, 4 hiperhidrosis bromhidrótica, 11
fibroma péndulo, 2 facial, 87 hiperlipidemia, 40, 128
fibrosis de la íntima, 42 tuberculoide, 24 hiperparatiroidismo, 18
fibroxantoma atípico, 37 granulomatosis hiperplasia
ficomicosis, 92 de Wegener, 13, 104, 125, 127 angiofolicular, 20, 74
figura en llama, 86 linfomatoide, 127 angiolinfoide, 21
fístula arteriovenosa, 32 griseofulvina, 5, 87 con eosinofilia, 87
fluconazol, 24, 66, 92 gingival hemorrágica, 134
fluorouracilo, 102 seudoepiteliomatosa, 28
fluticasona, 82 hiperqueratosis, 1, 10, 23, 28, 33
foliculitis, 30 H
epidermolítica, 11
eosinofílica, 48, 90 folicular urémica, 59, 60
perforante, 60 Haemophilus influenzae, 86
hamartoma linfovascular, 20 palmoplantar, 11
Fonsecaea punteada, 2
compacta, 28 helmintiasis, 86
hemangioma glomeruloide, 21 subungueal, 10, 110
pedrosoi, 27, 28 hipertensión arterial, 17, 42, 44
furosemida, 102, 117 hematuria, 123
hemocromatosis, 26 sistémica, 123
hemoglobinopatía, 26 hipertiroidismo, 2, 39, 124
G hemorragia hipocratismo digital, 60, 61, 62
cerebral, 137 hipogammaglobulinemia policlo-
ganciclovir, 69 en la dermis, 9 nal, 31
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ganglio linfático hiperplásico gi- gastrointestinal, 16, 123 hipogonadismo, 30


gante, 20 pulmonar, 16 hipotiroidismo, 2, 26, 30, 54
ganglionitis, 135 retiniana oval, 73 idiopático, 87
gangrena, 41 subungueal en astilla, 9 hipoxemia, 32
progresiva sinérgica, 104 heparina, 106 acral crónica, 32
gastrinoma, 52 hepatitis, 32, 48 hirsutismo, 30
gastritis atrófica, 34, 57 B, 83, 123 histoplasmosis, 90
genodermatosis, 11 C, 83, 123
gentamicina, 72 colestásica, 40 I
Giardia lamblia, 31 crónica, 123
giardiasis, 86 medicamentosa, 12 ibuprofeno, 5, 107
gingivitis, 81 viral, 37, 82 ictericia, 39, 53, 70
gingivorragia, 81 hepatopatía, 42 conjuntival, 37, 39
144 El ABC cutáneo del internista

ictiosis, 11, 63 ketoconazol, 24, 26, 92, 112 linfangitis, 86


imiquimod, 90 ketoprofeno, 125, 135 linfedema, 132
impotencia, 30 ketorolaco, 120 linfogranulomatosis maligna, 63
incontinencia pigmenti, 26 linfoma, 2, 11, 79, 81
indinavir, 73 centrofacial angiocéntrico, 127
indometacina, 114 L cutáneo, 63
infarto de Castleman, 20
del miocardio, 129 lactato de amonio, 78 de Hodgkin, 36, 66, 87
gastrointestinal, 42 lamivudina, 47, 89 folicular, 21
hemorrágico, 9 Leishmania, 127 gigante benigno, 20
pulmonar séptico, 72 lepra, 127 linfoblástico de células T, 117
infección leprechaunismo, 2 maligno, 39
bacteriana, 9, 42 lesión no Hodgkin, 74, 116
recurrente, 68 cutánea, 1, 9, 12, 23, 33, 34 lipemia retiniana, 129
de la dermis, 86 de Janeway, 72 lipoatrofia insulínica, 84
fúngica, 5, 81, 86 eccematosa, 11 lipoidoproteinosis, 57, 58
por hongos oportunistas, 92 en piel, 81 liquen plano, 26
por protozoarios, 9 liquenoide, 81 erosivo, 21
por VIH, 44, 49 mucocutánea, 6 oral, 81
viral, 9, 42 nodular, 16, 21 litio, 64, 65, 108
infiltrado inflamatorio crónico, 1 ocular, 15 livedo reticularis, 8
infliximab, 17 papuloescamosa, 11 locura del mixedema, 64
infundibulitis, 49, 105 purpúrica, 8 loperamida, 46, 50
fibrosante, 106 tumoral, 73 lorazepam, 104
inmunoglobulina, 95 ungueal, 32 lumbalgia, 94
insomnio persistente, 48 verruciforme, 11 lupus, 123
insuficiencia verrugosa plantar, 24 discoide, 83
adrenal, 2 leucemia, 30, 79, 81, 86 eritematoso, 34, 81, 102
cardiaca, 55 cutis, 79, 80, 81 crónico discoide, 84
coronaria, 55 granulocítica, 81, 112 cutáneo subagudo, 11
hepática, 40, 99 crónica, 68, 113 generalizado, 16
renal, 42 linfocítica crónica, 81, 116, neonatal, 57
crónica, 3, 18, 42, 59, 105 117 sistémico, 9
tiroidea, 63 mieloblástica, 80 vesiculoanular, 52
insulina, 2, 17, 36, 76 mielógena aguda, 114 profundo, 83, 84
insulinoma, 52 monocítica, 81
interferón, 82, 90 aguda, 81
alfa, 17, 23, 64, 74, 75, 83 M
leucocitoclasia, 22
intolerancia al gluten, 34 leucocitosis, 113 macroglobulinemia de Waldens-
irbesartán, 54 leucoma corneal, 30 trom, 116
iritis, 111 leuconiquia, 26, 120 macroglosia, 5
isoniacida, 5, 12, 125 leucoplaquia, 83 mácula eritematosa, 9
isotreinina, 83 vellosa oral por VIH, 83 Madurella
isotretinoína, 49 levamisol, 112 grisea, 4
itraconazol, 23, 24, 49, 50, 69, levocetirizina, 76, 87 mycetomatis, 4
92, 132 levotiroxina, 55, 63 malabsorción de hierro, 26
ivermectina, 49, 87 lidocaína, 106 meatitis, 110
linfadenitis, 86 meclobamida, 21
linfadenomegalia, 21 mecloretamina, 130
K linfadenopatía melanoma maligno, 28
dermatopática, 36 melfalán, 130, 131
ketanserina, 117, 129 occipital, 47 meningococcemia, 72
El ABC cutáneo del internista 145

meningoencefalitis, 16, 47, 135 necrobiosis lipoídica onimadesis, 10


mequitazina, 94 atípica, 131 oracilina, 94
mesalazina, 110 ulcerada, 19 oro, 117
mesalzaína, 104 necrólisis ortoqueratosis, 82
metástasis epidérmica tóxica, 67, 68 osteoartropatía hipertrófica
cerebral, 11 tóxica epidérmica, 52, 94, 95, idiopática, 30
cutánea, 37 96 pulmonar, 32
metilprednisolona, 36, 56, 85, necrosis, 41 osteoonicodisplasia hereditaria,
104, 127 coagulativa eosinofílica, 51 26
metoclopramida, 29 de piel, 9 oxalosis, 19
metoprolol, 40 dermoepidérmica, 9 oxiliplatin, 93
metotrexato, 17, 36, 68, 80, 108, eosinofílica, 23
123 epidérmica, 39
metronidazol, 49, 87 fibrinoide, 103, 126
P
mialgia, 21, 42, 47 granulomatosa, 23 paciente
miastenia gravis, 116 isquémica, 13 con acromegalia, 30
micetoma, 4, 5, 24 por cumarínicos, 114 con aterosclerosis, 41
micobacteriosis atípica, 45 queratinocítica, 116 con cáncer, 44
micofenolato de mofetilo, 17, nefritis, 40 con diabetes mellitus, 91
116, 117, 123 neoplasia, 2 con enfermedad de Behçet, 15
miconazol, 50 bucal, 10 con SIDA, 74, 75, 89
micosis cancerosa, 1 con VIH, 90
fungoide, 21, 63, 79, 81 maligna, 11, 21 diabético, 51, 92
profunda, 104 neumonitis, 40 gotoso, 54
microcefalia, 30 neumopatía obstructiva crónica, hipertiroideo, 88
mielitis, 135 32 hipotiroideo, 63
mieloesclerosis, 86 neuralgia posherpética, 135, 136 inmunocompetente, 49
mieloma múltiple, 6, 130 neuritis, 135 inmunosuprimido, 3, 92
minociclina, 39, 87, 104 neurofibroma, 30 pamoato de pirantel, 87
mixedema, 30, 54, 87, 88 neuromiopatía carcinomatosa, 37 panadizo, 72
mola hidatidiforme, 57 niacina, 2 panatrofia de Gowers, 84
molusco contagioso, 89, 90 niacinamida, 87 pancreatitis
mometasona, 107 nitrato de plata, 7, 90, 102, 133 crónica, 52
moniletrix, 26 Nocardia, 3 hemorrágica, 42
mononeuritis múltiple, 123 brasiliensis, 4 paniculitis, 12, 18, 43
mononeuropatía, 23 nódulo de Osler, 72 calcificante, 17, 19
mononucleosis infecciosa, 47, 48 noretisterona, 99 por falla renal, 18
mucinosis novantrone, 79 de Weber--Christian, 84, 127
focal, 30 eosinofílica, 44
intersticial, 84
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lobular, 13
mucormicosis, 90, 91, 92 O lúpica, 84
mucositis explosiva, 16 papilomatosis, 1, 2, 27
mupirocina, 102 oclusión vascular catastrófica, 8 oral florida hiperpigmentada,
Mycobacterium oligoartritis, 111 2
marinum, 45, 46 omeprazol, 5 paquidermoperiostosis, 30, 31,
tuberculosis, 13 oncocerciasis, 86 32
Mycoplasma, 13, 112 ondansetrón, 106 paracetamol, 5, 7, 10, 46, 71, 73,
onicólisis, 54, 107, 131, 132 94, 102
onicomalacia, 54 paracoccidioidomicosis, 127
N onicomicosis, 97 parálisis
onicopatía fúngica, 119 cerebral infantil, 30
naproxeno, 14, 53, 114 onicosquisis, 54 motora, 135
146 El ABC cutáneo del internista

paraneoplasia, 1 vera, 7, 86 seborreica, 2, 78, 79


paraplejía, 12 polimiositis, 36, 102 quiste ovárico, 21
paraqueratosis, 10, 28, 51, 105, polineuropatía, 23
106 poliposis, 94
parasitosis, 87 polirradiculoneuritis, 135 R
intestinal, 86 porfiria, 59
ranitidina, 135
paromomicina, 31 cutánea, 11, 26
reacción
paroniquia crónica, 132 tarda, 59
alérgica por parasitismo intes-
patomimesis psicocutánea, 114 pravastatina, 40, 128, 129
tinal, 44
pelagra, 52 prednisolona, 123
granulomatosa esporotricoide,
pénfigo, 87, 115 prednisona, 7, 14, 15, 17, 23, 36,
46
foliáceo, 52 38, 39, 49, 55, 56, 57, 63, 69,
reticulohistiocitosis atípica multi-
paraneoplásico, 21, 114, 115, 85, 86, 87, 94, 101, 110, 113,
céntrica, 131
116 114, 116, 123, 127, 130, 131,
reticulosis, 63
vulgar, 21, 57, 83, 116 133, 135
retinitis pigmentosa, 30
penfigoide propilenglicol, 104, 118
Rhinocladiella aquaspersa, 28
ampolloso, 34, 65 propionato de clobetasol, 83,
Rhizomucor sp., 91, 92
buloso, 52, 86, 100, 101, 102 101, 107
Rhizopus sp., 92
inducido por medicamen- propranolol, 107
ribavirina, 14, 82
tos, 102 proptosis, 127
rifampicina, 5, 12, 46, 112, 125
cicatrizal, 65, 83 protoporfiria, 59
rinoescleroma, 127
gestacional, 55, 56 prurigo por picadura de insecto,
rinorrea hialina, 21
por IgA, 65 44
rinosporidosis, 127
penicilamina, 83, 102 prurito, 32
ritonavir, 90
penicilina, 72, 73, 94, 102 nefrogénico, 106
rosácea, 81
procaínica, 37 psoraleno, 108
rubéola, 37
Penicillium marneffei, 90 psoriasis, 11, 26, 30, 36, 52, 83,
pentoxifilina, 17, 69, 96, 119 102, 106, 107, 108, 110, 112
pericarditis, 123 guttata, 81 S
perivasculitis linfocítica, 15 pustular de von Zumbuch, 114
permetrina, 49 vulgar, 106, 107 Saccharomyces cerevisiae, 134
petequia, 72 pterigión ungueal, 27 salbutamol, 21
conjuntival, 73 púrpura, 6, 8, 9 salicilazosulfapiridina, 102
Phialophora verrucosa, 28 de Henoch--Schönlein del Salmonella, 111
pigmentación, 1 adulto, 122 sangrado intersticial, 42
pioderma gangrenoso, 19, 28, fulminans, 72, 114 sarcoidosis, 11, 34
103, 114, 118, 131, 132, 133, hiperglobulinémica, 131 sarcoma, 2, 4, 37, 132
134 palpable, 23, 121 de células fusiformes, 116
ulcerativo, 104 de Kaposi, 21, 73, 74, 75
pirazinamida, 12, 125 granulocítico, 81
piroxicam, 94 Q seminoma, 44
pitiriasis seroconversión asintomática, 47
rosada, 47, 48 queilitis erosiva, 94 seudoacantosis nigricans, 2
de Gibert, 11, 74 queratoacantoma, 90 seudoglucagonoma, 52
rubra pilaris, 110 múltiple, 94 seudokaposi, 75
senil, 63 queratodermia, 110 seudolinfoma, 39
poiquilotermia, 34 adquirida, 11, 109 seudotumor orbital, 127
poliangeítis microscópica, 122 blenorrágica, 110, 111, 112 Shigella, 112
poliarteritis en pie, 11 sialorrea, 14
microscópica, 127 queratoma hereditario epidermo- SIDA, 18, 73, 75, 92, 97, 135
nodosa, 23, 41, 127 lítico palmoplantar, 11 sífilis, 26, 30, 81
policitemia, 26 queratosis, 110 secundaria, 110
El ABC cutáneo del internista 147

terciaria, 127 de resistencia a la insulina, 2, teofilina, 114


signo 30 tetraciclina, 46, 104
de Janeway, 71, 72, 73 de Rud, 2 tibolona, 110
de Léser--Trélat, 78 de seroconversión aguda, 47 tilosis, 11
de Léser--Trélat--Hôllander, 78 de Sjögren, 34, 123 timoma, 20, 114, 115, 116
simvastatina, 107 de Stevens--Johnson, 96 tiña podal hiperqueratósica, 110
síndrome de Sweet, 104, 112, 113 tiroiditis, 39, 40, 102, 114
climatérico, 109, 110 de Turner, 30 autoinmunitaria de Hashimoto,
de anticuerpos antifosfolípi- de uñas amarillas, 131 124, 125
dos, 8 de vena cava superior, 114, de Hashimoto, 57, 88
primario, 7, 9 115 tirotoxicosis, 26
secundario, 9 de Well, 44, 86 tiroxina, 87, 88
de Apert, 30 de yellow nails, 131 tobramicina, 18
de Banti, 26 del túnel del carpo, 6, 26, 64 toxicodermia, 90
de Bazex, 10, 110, 132 eritrodérmico, 35, 36 por fármacos, 16
de Bloom, 2 hipereosinofílico, 44 toxocariasis, 86
de Bluefarb--Stewart, 75 mielodisplásico, 80 tramadol, 10, 102
de bypass intestinal, 114 nefrótico, 59 trasplante
de calcifilaxis, 18 paraneoplásico, 30 de médula ósea, 68, 70
de Cowden, 94 uña--rótula, 26 renal, 3, 5, 26, 120
de Cronkhite--Canada, 26 sinovitis, 16, 123 trastorno endocrino, 2
de Crouzon, 2 sinusitis trenitoína, 90
de Cushing, 2 crónica, 132 triamcinolona, 20, 82, 84, 133
de Churg--Strauss, 23, 127 purulenta, 127 Trichophytom
de distrés cutáneo agudo, 96 somatostatina, 51, 52 megninii, 97
de Down, 2 sordera, 30 rubrum, 97
de Eaton--Lambert, 116 Staphylococcus aureus, 86, 95, trimetoprim, 46, 71, 89, 127
de Ehlers--Danlos, 30 103 trimetoprim--sulfametoxazol, 5,
de Evans, 21 Streptococcus, 13, 86 69
de Gardner, 94 mitior, 72 triyodotironina, 87, 88
de Gianotti--Crosti, 47 mutans, 72 trombo de fibrina, 42
de Henoch--Schönlein del sanguis, 72 intravascular, 9
adulto, 121 viridans, 71, 72, 73 trombocitopenia, 21
de hipersensibilidad, 39 sulfametoxazol, 46, 71, 89, 127 tromboflebitis, 9
a medicamentos, 39 sulfapiridina, 65 migratoria superficial, 16
de Hirsschowitz, 2 sulfasalazina, 102, 104, 112, 133 trombosis, 7
de Howel--Evans, 11 sulfato de zinc, 133 capilar, 42
de inmunodeficiencia adquiri- cerebrovascular, 8
da, 16, 92, 135 de arteria retiniana, 127
de Klinefelter, 30 T renovascular, 8
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de Lawrence--Seip, 2 tuberculosis, 13, 132


de Lyell, 94, 95, 96 tabaquismo, 14 pulmonar, 12
de Lynch, 94 tacalcitol, 108, 110 tumor
de malabsorción, 31, 52 tacrolimus, 17, 83, 104, 117, 123 benigno, 6
de Muir--Torre, 93 talidomida, 15, 17, 69, 83, 85, carcinoide, 52
de Nezelof, 26 96, 106 cerebral, 93
de Oliver--McFerlane, 26 tamoxifeno, 61, 131 de Castleman, 116
de ovarios poliquísticos, 2 tapazol, 39 del tórax, 32
de Plummer--Vinson, 25, 26 taxol, 75 maligno, 6
de Poems, 21 tazarotene, 108 pituitario, 31
de Prader--Willi, 2 telangiectasia hemorrágica here- retroperitoneal, 44
de Reiter, 110, 111 ditaria, 99 torácico, 32
148 El ABC cutáneo del internista

visceral, 94 varicela, 86, 135 vulgar bilateral, 123, 124


tumoración submandibular, 5 zoster cutánea crónica, 90
vasculitis, 16, 19, 23, 38, 47,
103, 116
X
U cutánea, 120 xantelasma, 128, 129
de Churg--Strauss, 13 xantogranuloma necrobiótico,
úlcera
leucocitoclástica, 16, 72, 73, 129, 131
aftosa
127 xantoma, 131
genital, 15
livedoide, 9 diseminado inusual, 131
bucal, 15
necrosante, 9, 114 tuberotendinoso, 55
arterial, 17
nodular, 13 xantomatosis, 59, 128
bucal, 14, 16
retiniana, 16 xantoniquia, 27
de pierna, 8
sistémica necrosante, 23 xerodermia, 52, 88
genital, 16
urticariana, 86 cutánea, 63
hipertensiva de Martorell, 118
ventriculitis, 135 difusa, 52
necrótica, 8
verapamilo, 21 xerosis, 105, 106
ulceración
VIH, 71, 96, 112
corneal, 127
vinblastina, 74, 75
cutánea, 9 Y
vioformo, 48
urea, 1
vipoma, 52
Ureaplasma, 112 Yersinia, 13
virilización, 2
uretritis, 111 yodo, 90
virus
gonocócica, 46 radiactivo, 124
de la hepatitis
urticaria pigmentosa, 81 yoduro de potasio, 27, 28, 44,
B, 13
uveítis, 16, 127 114, 122
C, 13
anterior, 14
de la inmunodeficiencia huma-
na, 112 Z
V vitamina
A, 54, 60, 77 zidovudina, 49, 73, 90, 112
valaciclovir, 135 D, 18, 27, 28, 108, 112 zinc, 51
valerato de hidrocortisona, 107 E, 131, 132 déficit de, 52
vancomicina, 65 vitíligo, 34, 124, 125 zincopenia, 132, 133
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