Estética

facial

MÓDULO 3
3.1 Anatomía facial
ÍNDICE

1. ANATOMÍA FACIAL
1.1. INTRODUCCIÓN
1.2. ANATOMÍA DE SUPERFICIE
1.3. CONCEPTO DE BELLEZA
1.4. ANATOMÍA ÓSEA
1.5. MÚSCULOS DE LA CABEZA
1.6. LIGAMENTOS Y COMPARTIMENTOS
GRASOS FACIALES
1.7. VASCULARIZACIÓN FACIAL
1.8. INERVACIÓN FACIAL
3.1
3.1
MÓDULO 3
ESTÉTICA FACIAL

Anatomía facial
1. ANATOMÍA FACIAL de los músculos mímicos que se adhieren a la piel,
favoreciendo la distribución de las fuerzas ejercidas
En este tema abordaremos los aspectos básicos por estos músculos en la piel.
de la anatomía facial necesarios para poder llevar a
cabo con seguridad y buenos resultados los distin-
tos procedimientos médico-estéticos en la región
de la cara. Así mismo se verán las proporciones
ideales y cánones estéticos, basados en la anato-
mía estudiada, que debemos buscar a la hora de
realizar nuestros tratamientos faciales.

1.1. INTRODUCCIÓN

Las estructuras en la región facial se organizan en el

siguiente orden de superficial a profundo (Figura 1):

• Piel.
• Grasa subcutánea.
• Fascia superficial (sistema músculo-aponeuróti-
co superficial o SMAS).
• Fascia profunda.
• Musculatura mímica (profunda).
• Grasa profunda.
• Hueso.

SMAS: Sistema fasciomuscular subcutáneo existente

en todo el cuerpo, descrito inicialmente por Looc-
kwood. Este sistema a nivel facial fue meticulosamen-
te estudiado en los años 70. Los primeros trabajos
describen el SMAS facial como una capa fibromuscu-
lar a nivel de la región parotídea y mejilla, se continúa Figura 1.
proximalmente con músculo frontal y caudalmente
con el platisma, y divide la grasa subcutánea en dos
capas, profunda y superficial. 1.2. ANATOMÍA DE SUPERFICIE

El SMAS a nivel facial está formado por colágeno, Regiones de la cara.

elastina, células fibromusculares y adiposas, y líqui- En la cara podemos encontrar diferentes regiones,
do intersticial. Contiene algunas fibras tendinosas cuyos nombres es importante conocer para referir-

4
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Docente: Dra. Paloma Aragonés.
nos a dichas áreas de forma correcta en el ámbito
clínico y docente.
Dividiremos la cabeza en diferentes regiones, y en
cada una de ellas veremos varias zonas (Figura 2).
Figura 2.
a. Calota: Regiones parietal, occipital y temporal.
b. Macizo facial: Regiones frontal, orbital, nasal, in-
fraorbitaria, zigomática, oral, bucal, parotídea, men-
tal, submandibular, submentoniana y auricular.
c. En la región orbitaria diferenciamos: área supraor-
bitaria, párpados superior e inferior, surco infraor-
bitario, área infraorbitaria, surco de la lágrima o
tear trough y surco infraorbitario (Figura 3).
Figura 3. 1. Área supraorbitaria / 2. Párpado superior / 3.
Párpado inferior / 4. Surco infraorbitario / 5. Área infraorbitaria
/ 6. Surco de la lágrima (tear trough).
d. En la región nasal: glabela, raíz o radix, puente
o dorso, punta (tip), supra e infratip, y alas de la
nariz, tabique cartilaginoso o columela, rinion
(unión osteocartilaginosa), narinas u orificios sa-
lida de las fosas nasales (Figuras 4 y 5).
El radix o raíz es la parte más estrecha, se extien-
de desde el nasion hasta la línea que une el lími-
te inferior de los párpados inferiores. El dorso se
extiende desde el final del radix hasta el supratip,
donde en la nariz cartilaginosa o blanda comien-
zan los cartílagos laterales.
En cada ala de la nariz diferenciamos un borde y
un pliegue alar.
Figura 4. 1. Glabela / 2. Raíz o Radix / 3. Dorso / 4. Punta (tip) /
5. Ala nasal.
Figura 5. 1. Narinas / 2. Columela o tabique móvil / 3. Nariz ósea /
4. Nariz cartilaginosa / 5. Rinion
e. En la región oral: labio blanco y labio rojo supe-
rior e inferior, comisuras, modiolos, filtrum, tu-
bérculos, borde del bermellón y arco de cupido
(Figura 6).
5
3.1

g. Oreja: hélix, antehélix, surco del antehélix, trago,

antitrago, lóbulo, CAE (conducto auditivo exter-
no), concha y fosa (Figura 9).

Figura 6. 1. Labio blanco superior e inferior /2. Labio rojo

superior e inferior / 3. Comisura / 4. Modiolo / 5. Filtrum / 6.
Borde del bermellón o labio rojo / 7. Tubérculos 8. Arco de
cupido.

f. Partes del ojo: Párpado superior e inferior, canto

externo e interno, Pupila, iris, limbo, carúncula,
glándula lagrimal, saco lagrimal, conducto naso-
lagrimal, canalículos lagrimales, puntos lagrima-
les su e inferior (Figuras 7 y 8).

Figura 9.

Puntos antropométricos (Figuras 10 y 11):

Figura 7.

Figura 10.

Son puntos de referencia anatómicos muy utiliza-

dos en anatomía descriptiva.

Figura 8. a. Triquion: corresponde al punto de implantación

del cabello en la línea media

6
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b. Glabela: es el punto más prominente de la frente, lo-
calizado en la parte inferior de ésta y en línea media.
c. Nasion: es la raíz de la nariz, corresponde al pun-
to más cóncavo de ésta (Radix)
d. Subnasal: es el punto dónde termina el tabique na-
sal (columela) y comienza el filtrum del labio blanco.
e. Cantos interno y externo del ojo
f. Punta nasal (tip)
g. Base de las alas nasales
h. Tubérculo del labio superior
i. Stomion: punto medio de la fisura interlabial.
También podemos definir stomion del labio su-
perior y del labio inferior.
j. Mentolabial: punto donde finaliza el labio blanco
inferior y comienza la barbilla
k. Pogonion: punto más prominente de la barbilla
l. Mentón: punto más bajo de la barbilla
m. Cervical: punto dónde finaliza el mentón y se
inicia del cuello.
Figura 11.
1.3. CONCEPTO DE BELLEZA
Existen una serie de rasgos determinantes para la
percepción de atractivo como primera impresión:
a. Simetría. Los estudios por imágenes indican en
casi todos los casos que son más atractivas las
personas simétricas.
b. Medidas estadísticas. Las caras fuera de la media
en porcentaje llaman especialmente la atención.
c. Características sexuales de las caras. La femini-
zación o masculinización influyen en la percep-
ción del atractivo.
d. Aspecto y salud de la piel. El aspecto saludable de
la piel mejora el atractivo y la relación social inicial.
¿Qué es la proporción en estética?
La proporción es la relación de una cosa respecto
a otra o de una parte con el todo al que pertenece.
Las proporciones en medicina son utilizadas con
fines estéticos.
Las proporciones en estética se basan en un ca-
non o modelo. Los cánones de belleza tienen un
carácter histórico y han ido evolucionando con el
tiempo. Ejemplo: Antiguo Egipto, Fidias en la Grecia
clásica, Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci,
Pinturas de Rubens, etc.
1. Simetría:
La simetría facial es un rasgo determinante en
la percepción de belleza, no obstante, no existe
una simetría facial perfecta en la mayoría de las
personas. Para valorar la simetría facial, lo más
fácil es tomar como referencia la línea vertical
media o plano medio sagital.
También se puede valorar la simetría según las
dimensiones verticales y horizontales de la cara:
Dimensiones horizontales de la cara:
La teoría más aceptada es la de la división de la
cara en el plano frontal por 6 líneas verticales en
5 quintas partes de igual longitud medio-lateral.
Cada una de estas partes equivale a la anchura
de un ojo (Figura 12).
7
3.1
Figura 12.
Las líneas verticales son 6: 2 líneas que pasan por
el canto interno de ambos ojos, 2 líneas que pa-
san por el canto externo de cada ojo y 2 últimas
líneas que pasan por parte más lateral de los pa-
bellones auriculares.
Los quintos se denominarían así:
• Quinto central: Distancia intercantal entre los
cantos internos de ambos ojos.
• Quintos paracentrales: cada uno de los quin-
tos que comprenden el espacio entre canto
interno y externo de cada ojo. Esta distancia
es equivalente a la distancia intercantal sola-
mente en 1/3 de los sujetos.
La distancia intercantal es igual a la anchura
entre los extremos laterales de las alas nasales
en el 50% de los sujetos.
Quintos laterales
Dimensiones verticales de la cara:
La cara puede dividirse en tres partes atendiendo
a dos líneas horizontales (Figura 13):
8
Figura 13.
• Parte superior: corresponde a la frente, está
entre la glabela y el triquion.
• Parte media: entre la glabela y el punto subnasal.
• Parte inferior: entre el punto subnasal y el
punto inferior del mentón.
Las proporciones entre estas tres zonas pueden
cambiar según la altura de implantación del pelo,
cuando existe una barbilla pronunciada vertical-
mente, etc. En caucásicos el 1/3 inferior suele
ser el mayor, seguido del superior y por último
el menor de todos, el medio. Las proporciones
también varían con la edad: en la edad pediátrica
predomina el 1/3 superior.
2. Diámetros o anchuras faciales:
• Diámetro bicigomático: entre los puntos más
prominentes de ambos cigomáticos.
• Diámetro bitemporal: entre los puntos más sa-
lientes del temporal (10% inferior al bicigomático)
• Diámetro bigonial: entre los puntos más pro-
minentes de los ángulos mandibulares (30%
inferior al bicigomático)
La relación altura-anchura de la cara debe ser 4:3,
siendo el ideal un rostro ovalado. Otros autores
describen que la relación debe ser 1,3:1 en mu-
jeres y 1,5:1 en varones. Se denominarán rostros
dolicocefálicos a aquellos que sean estrechos y
largos, braquicefálicos a los que sean anchos y
cortos, y mesocefálicos a los intermedios.
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3. Ángulos faciales de importancia estética:

Se definen una serie de ángulos que describen el perfil

ideal, según Powell y Humphreys. Son los siguientes:

a. Ángulo nasofacial (inclinación del dorso nasal con

respecto al plano facial o línea que une la glabela
con el pogonion). Mide 30-40º (Figura 14).

Figura 16.

e. Ángulo cérvico-mental (tangente al borde an-

terior del cuello y tangente al borde inferior del
mentón): 80-85º (Figura 17).
Figura 14.

b. Ángulo nasomentoniano (línea desde nasion a

punta nasal con la intersección de una línea que
une punta nasal con pogonion). Mide 120-132º
y es considerado el más importante (Figura 14).

c. Ángulo nasofrontal (glabela-nasion-dorso nariz).

Mide la transcición de la frente a la nariz. 115º-135º.
Muy variable, poco importante (Figura 15).

Figura 17.

Es importante también conocer el plano hori-

zontal de Frankfurt, que es una línea que une la
parte superior del conducto auditivo externo con
el borde inferior del reborde orbitario (Figura 18).

Figura 15.

d. Ángulo nasolabial (columela-subnasal-filtrum).

Define la inclinación de la columela respecto al
labio superior. Mide 100-120º mujeres y 90-100º
en varones (Figura 16). Figura 18.

9
3.1

Tercio superior:

Zona localizada desde glabela hasta triquion.

Corresponde a la frente. Es ligeramente convexa
vista de perfil y tiene una longitud aproximada
de 5-7cm.

Los arcos superciliares y la glabela son los pun-

tos que más se proyectan anteriormente en la
frente. El arco superciliar protruye 8-10mm an-
teriormente respecto a la córnea, algo más en
varones.

De especial importancia estética en esta región son

las cejas:

• Forman un arco curvo cubierto por pelo. En Figura 20.

hombres se sitúan sobre los arcos superciliares y
en mujeres 1-2mm proximales.
Tercio medio:
• Según Westmore, medialmente comienzan a
la altura de una línea vertical que pasa por el Zona que abarca desde la glabela hasta el punto
ala nasal, y lateralmente terminal en la conti- subnasal. Incluye ambos ojos, pómulos y la pirámi-
nuación de una línea oblicua que une ala nasal de nasal. Tiene una longitud media de 65mm.
con canto externo del ojo. Comienzo y final
de las cejas deben estar en el mismo plano Ojos (Figura 21):
horizontal (Figura 19).

Figura 19.

• La posición estética es aquella en la que des- Figura 21.

criben una ligera curva con ápex situado en
limbo lateral del ojo (aunque actualmente in-
cluso más lateral y próximo al canto externo),
con el límite superior 2,5cm proximal a la pu-
pila y 1,5cm sobre el pliegue del párpado su-
perior (Figura 20).
• La anchura del ojo debe ser aproximadamente
una quinta parte del ancho facial. La forma y el
tamaño de la hendidura palpebral varía según el
origen étnico.

10
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• El canto lateral está aproximadamente 2mm más
elevado que el medial.
• La córnea debe proyectar 2-3mm anterior al arco
orbitario inferior.
Cigomático o malar:
• El punto de máxima proyección fue descrito por
Hinderer: se trazan dos líneas, una que une comi-
sura bucal con canto externo del ojo y otra que
va desde el ala nasal al trago. El cuadrante su-
pero-externo debe ser la zona más prominente
(Figura 22).
Figura 22.
Zonas malares:
• Cuerpo malar: la zona más importante. Desde
agujero infraorbitario hasta el primer 1/3 tercio
del arco cigomático. Zona fundamental de so-
porte y proyección.
• Lateral malar y cuerpo cigomático: Zona más la-
teral del arco cigomático.
• Paranasal: desde agujero infraorbitario hasta el
canto interno.
• Submalar: Entre masetero y músculos cigomáti-
cos. Su convexidad da aspecto de juventud.
Punto subpupilar: punto localizado debajo de la pupi-
la. Se traza una línea vertical desde la pupila con direc-
ción distal, el punto está localizado en esta línea a la
mitad entre el ala nasal y el reborde orbitario. El pómu-
lo es convexo anteriormente y alcanza la altura de la
córnea, desdibujándose a nivel del punto subpupilar.
Nariz (Figuras 10 y 11):
• La localización del nasion debe estar al nivel de la
línea de las pestañas del párpado superior.
• El nasion debe quedar de 4-6mm posterior a la
glabela en el perfil.
• El ancho de la base debe ser igual a la distan-
cia intercantal. El ancho del dorso debe ser ¾ del
ancho de la base. El ancho de la punta es muy
variable y tiene mucha influencia étnica.
• La columela debe ser visible en el perfil, quedando
proyectada más anteriormente que las narinas.
• Desde una visión inferior, la nariz debe tener for-
ma de triángulo equilátero.
Tercio inferior:
Región localizada entre el punto subnasal hasta el
mentón, la longitud aproximada es de 63-66mm
(esta longitud va a depender mucho de las dimen-
siones del mentón y maxilar superior).
A su vez el 1/3 inferior lo podemos dividir en: labio
superior, labio inferior y mentón. El labio superior
representa el 1/3 proximal y el labio inferior junto
con el mentón los 2/3 distales. La longitud de los 2/3
restantes del tercio inferior (stomion-menton) es de
50mm+-3 en hombres y de 46mm+-3 en mujeres.
Labios:
• La anchura de la boca de comisura a comisura
representa el 40% de la anchura de la cara, la dis-
tancia entre las comisuras labiales debe corres-
ponder a la distancia bipupilar.
• El ancho de la boca debe ser 1,5 veces el ancho
alas nariz.
• La longitud del labio superior, desde punto subnasal
hasta el stomion superior es de 21mm en mujeres y
22mm en hombres. El bermellón superior mide de
6-9mm y el inferior, más grande, de 8-12mm.
11
3.1
• En reposo, el labio superior debe permitir una
exposición incisiva de 2-5mm (distancia desde el
stomion al borde inferior del incisivo). En la sonri-
sa plena, debe poder verse toda la corona dental
y 2mm de encía adherida.
Para determinar posición y forma de los labios,
trazamos una línea que une los puntos subnasal y
pogonion. Los labios deben quedar por delante. El
labio superior debe quedar unos 3,5mm por delan-
te de esta línea y el inferior unos 2mm (Figura 23).
Figura 23.
También se puede determinar la posición respecto
a la línea nasomental (de punta de la nariz al men-
tón): el labio superior queda 4mm posterior a esta
línea y el inferior 2mm (Figura 24).
Figura 24.
12
Mentón:
El surco labiomental debe tener una profundidad
aproximada de 4mm. Le sigue el mentón, que está
más protruido en varones. Debe estar aproximada-
mente a la misma altura que la vertical que pase
por el punto más prominente del labio inferior. Una
línea perpendicular a la línea de Frankfurt que pase
por el punto subnasal debe dejar al mentón 3+-
3mm posterior.
1.4. ANATOMÍA ÓSEA
El esqueleto de la cabeza, cráneo o calavera está
formado por el esqueleto de la calvaria y el esque-
leto facial. Está compuesto por 22 huesos (sin con-
tar los huesos del oído medio), todos fijos unidos
entre sí mediante sinartrosis fibrosas, y sólo uno
móvil, la mandíbula, articulada con el hueso tem-
poral mediante una articulación sinovial condílea.
1. Esqueleto de la calvaria (neurocráneo):
a. Hueso frontal.
b. Hueso temporal (par).
c. Hueso parietal (par).
d. Hueso occipital.
e. Etmoides.
f. Esfenoides.
2. Esqueleto facial (esplacnocráneo):
• Región maxilar superior:
a. Nasal (par).
b. Maxilar (par).
c. Lagrimal (par).
d. Palatino (par).
e. Cigomático (par).
f. Concha nasal inferior (par).
g. Vómer.
• Región maxilar inferior:
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h. Mandíbula (no se considera un componen-
te del cráneo como tal).
Antes de abordar el estudio de los huesos de forma
independiente, es importante analizar los mismos
en su conjunto en las diferentes visiones:
1. Visión anterior (Figura 25): podemos distinguir
la frente (hueso frontal) en la zona superior, y
en la zona inferior las órbitas, la región nasal, el
maxilar, el cigomático y la mandíbula.
3. Visión posterior (figura 27): Huesos occipital,
Figura 25.
2. Visión lateral (Figura 26): vemos la región lateral de la
calvaria (frontal, temporal, parietal y occipital), la parte
lateral del esqueleto facial (cigomático, maxilar y hue-
sos nasales), pared medial de la órbita y mandíbula.
Figura 27.
4. Visión superior (figura 28): Huesos parietales,
Figura 26.
• Región lateral de la calvaria: el hueso frontal se
articula con el parietal mediante la sutura coro-
nal, y el hueso parietal lo hace con el occipital
mediante la sutura lambdoidea.
El hueso esfenoides en la parte inferior de la
calvaria articula con el hueso frontal, el parie-
tal (sutura esfenoparietal) y el temporal (sutura
esfenoescamosa). La zona donde el esfenoides
articula con estos huesos forma un punto de-
nominado Pterion.
Por último, el hueso temporal articula con el
occipital formando la sutura occipitomastoidea.
• Parte lateral del esqueleto facial: podremos
ver el hueso nasal anteriormente, el hueso
maxilar articulado con el nasal y el frontal en
su parte superior, con el cigomático en su
parte lateral, contiene en su parte inferior los
alveolos y piezas dentarias superiores. Tam-
bién veremos el hueso cigomático formando
el reborde orbitario inferior.
parietales y temporales.
frontal y occipital.
13
3.1
Figura 28.
5. Visión inferior o base del exocráneo (figura 29):
se extiende desde los incisivos hasta las líneas
nucales superiores del occipital, y lateralmente
hasta las apófisis mastoides y los arcos cigomá-
ticos. Es la visión más compleja dada la infinidad
de orificios y relieves anatómicos que presenta.
La podemos subdividir en:
Figura 29.
• Parte anterior: Incluye los dientes y el paladar
óseo formado por los huesos maxilar y palatino.
• Parte media: desde el borde posterior del pa-
ladar duro hasta el margen anterior del orificio
magno.
• Parte posterior: desde el borde anterior del agu-
jero magno hasta las líneas nucales superiores.
14
1. Hueso frontal (Figuras 25 y 26):
Hueso impar que ocupa la región de la frente y
cuya parte inferior forma el reborde superior de
la órbita. Justo proximal a este reborde orbita-
rio existen unas elevaciones denominadas arcos
superciliares, más pronunciados en hombres.
Entre ambos arcos existe una depresión deno-
minada glabela.
En la región media de cada reborde superior de
la órbita se identifica el agujero o escotadura
supraorbitaria.
Lateralmente emite una prolongación, la apófi-
sis cigomática, que articula con el cigomático, y
forman el borde lateral de la órbita. Medialmente
emite también una prolongación para articular
con los huesos nasales y maxilar, formando parte
del reborde medial de la órbita.
En la región lateral y superior, como si fuera una pro-
longación proximal de la apófisis cigomática, tiene
un relieve que se denomina cresta temporal.
2. Hueso parietal (Figuras 26, 27 y 28):
Hueso plano y par que recubre la porción lateral
y superior de la cavidad craneal. Están articulados
en la línea media entre si (sutura sagital), ante-
riormente con frontal (sutura coronal), poste-
riormente con occipital (sutura lambdoidea), y
lateral e inferiormente con temporal (sutura es-
camosa) y esfenoides (sutura esfenoparietal).
La confluencia de la sutura coronal con la sagital
se denomina Bregma, y la confluencia de la su-
tura sagital con la lambdoidea, Lambda.
3. Hueso temporal (Figura visión 25, 26 y 27):
Hueso par que conforma gran parte de la pared
lateral del cráneo. En él pueden distinguirse varias
partes (Figura temporal):
• Porción escamosa: superficie plana de gran
tamaño en la parte anterior y superior del
hueso. Articula con esfenoides (sutura esfe-
noescamosa) y parietal (sutura escamosa).
Contiene la porción articular para la articula-
ción temporomandibular.
• Apófisis cigomática: proyección ósea ante-
rior que sale de la porción escamosa con di-
rección curva anterior y lateral y que acaba
anastomosándose con la apófisis temporal del
cigomático para formar el arco cigomático.
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• Porción timpánica: Inferior a la apófisis cigo- • 2 apófisis pterigoides inferiormente.

mática, en ella se encuentra el orificio audi-
tivo externo. 6. Hueso etmoides (Figuras 25 y 30)

• Porción petrosa o peñasco o mastoidea: es la Es un hueso impar y corto, situado en el centro

parte más posterior del hueso, se encuentra
por detrás de la escama. Articula con hueso
parietal y occipital lateralmente, y en su par-
te anteroinferior con el esfenoides. Desde su
borde inferior se proyecta la apófisis mastoi-
des, y medial a ella la apófisis estiloides.
4. Hueso occipital (Figuras 26 y 27):
Hueso impar situado en la región posterior e in-
ferior del cráneo.
En la región posterior se observa su porción es-
camosa, que articula con parietales y porción
mastoidea del temporal. En la parte central y lí-
nea media de esta escama puede apreciarse la
protuberancia occipital externa, el punto más
saliente de la protuberancia occipital externa se
llama Inion. Distalmente se extiende desde la
protuberancia un relieve vertical denominado
cresta occipital externa.
Desde la protuberancia cual se proyectan late-
ralmente unas líneas curvas, las líneas nucales
superiores. Inferiormente y paralelas, aparecen
las líneas nucales inferiores.
de la estructura craneal entre ambas órbitas y en
la región posterior y superior de las fosas nasales,
haciendo difícil su visualización exterior salvo a
través de la órbita y las narinas.
Dispone de una lámina horizontal central, a
los lados unas masas laterales, y una lámina
vertical en la línea media con dirección des-
cendente, que va a formar parte del tabique
nasal óseo.
Se articula anteriormente con huesos frontal
y esfenoides, y lateralmente con el maxilar y
el lagrimal, formando parte de la cara medial
de la pared orbitaria. Posteriormente se articu-
la con huesos palatinos, inferiormente con el
vómer a través de su lámina vertical, y con el
cornete inferior.
Forma parte del suelo de la fosa craneal anterior
y participa en el macizo facial, sobre todo en la
cavidad nasal y las órbitas.

En la región inferior presenta el gran agujero

magno y una prolongación anterior denomina-
da porción basilar, articulada con el esfenoides.

A cada lado del agujero magno encontraremos

los cóndilos articulares para articular con el
atlas o C1.

5. Hueso esfenoides (Figuras 25, 26 y 29):

Es un hueso impar, situado en la parte media y

anterior de la base del cráneo.

El esfenoides se encuentra situado entre los

huesos frontal, maxilar, palatino y vómer por de-
lante, la porción basilar del occipital por detrás y
las porciones escamosa y petrosa del temporal
lateralmente.
Posee un cuerpo central a partir del cual se
proyectan:
• 2 Alas mayores.
• 2 Alas menores
Figura 30. 1. Hueso frontal / 2. Hueso etmoides / 3. Hueso
esfenoides / 4. Hueso nasal / 5. Hueso maxilar / 6. Cornete
inferior / 7. Hueso palatino
7. Hueso cigomático (Figuras 25 y 26):
El hueso cigomático o malar es un hueso par
que forma parte del reborde orbitario inferior
(junto con el maxilar) y lateral (junto con el
frontal). Su superficie lateral redondeada for-
ma la prominencia de la mejilla.

15
3.1

Lateralmente presenta una apófisis que se dirige

posteriormente, la apófisis temporal horizon-
tal del cigomático, que se articula con la apófi-
sis cigomática del hueso temporal, y forman así
el arco cigomático.

8. Hueso nasal (Figuras 25, 26 y 30):

Son dos huesos pares, simétricos y cortos, situados

en la región de la raíz nasal, formando la raíz y el
dorso nasal.

Se articulan entre sí en la línea media y superior-

mente con el frontal (sutura frontonasal). El centro
de esta sutura constituye el nasion. Lateralmente
se articulan con el maxilar. Distalmente se articulan
con los cartílagos nasales. Su cara interna se articu-
la con la lámina perpendicular del etmoides, que
forma parte del tabique nasal.

Inferiormente a ellos está la abertura piriforme, que

da entrada a las fosas nasales.
9. Hueso maxilar (Figuras 25, 26 y 30):
Hueso par que ocupan la región de la cara
comprendida entre la órbita y los dientes su-
periores, siendo uno de los huesos más impor-
tantes de la cara.
Superiormente contribuyen a formar los rebor-
des orbitarios inferior (junto con el cigomático a
través de su apófisis cigomática) y medial (junto
con el frontal a través de su apófisis frontal).
Inferiormente encontramos el cuerpo del
maxilar, en su cara anterior y distal al rebor-
de infraorbitario encontraremos el agujero
infraorbitario.
Inferiormente cada maxilar termina en las apófi-
sis alveolares que contienen los dientes.
10. Hueso lagrimal o unguis (Figura 31):
Hueso par muy pequeño, cuadrangular, que for-
ma parte de la pared medial de la órbita.
Se articula con hueso frontal cranealmente, con
maxilar anterior e inferiormente y con etmoides
por su borde posterior.
Figura 31.
11. Hueso vómer (Figuras 25 y 29):
Es un hueso impar con forma de lámina, situado
en la línea media y el interior de las fosas nasa-
les, formando parte del tabique óseo junto a la
lámina perpendicular del etmoides.
Se articula posteriormente con el esfenoides, en
la parte superior, con la lámina del hueso etmoi-
des, y ambos con el cartílago nasal para consti-
tuir el tabique nasal.
12. Hueso palatino (Figuras 29, 30 y 31):
Es un hueso par de forma irregular. Está situado
por detrás del maxilar, formando la parte posterior
del paladar duro. Forma también parte de la pared
inferior y posterior de las fosas nasales, posterior
de la cavidad orbitaria, y de la fosa pterigomaxilar.
13. Cornete inferior (Figura 25 y 30):
Es un hueso par con forma de lámina compacta,
situado en la pared lateral e inferior del interior de
las fosas nasales. Se articula con el etmoides y el
maxilar superior por arriba, con el unguis anterior-
mente, y con el hueso palatino posteriormente.

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MÓDULO 3. ESTÉTICA FACIAL
Docente: Dra. Paloma Aragonés.

14. Mandíbula (Figuras 25 y 26):
Hueso impar y móvil, situado en la región más infe-
rior del cráneo. Está formada por un cuerpo, del que
a cada lado parten dos ramas con dirección ascen-
dente. La unión de cada rama con el cuerpo forma
el ángulo mandibular o gonion (120-130º).
6. Protuberancia occipital (Figura 27): en la cara ex-
terna y posterior del hueso occipital, línea media.
7. Líneas occipitales superiores e inferiores (Figura
27): las superiores salen a cada lado de la protu-
berancia occipital y las inferiores quedan distal a
las primeras.

• Cuerpo: en su borde superior podemos

identificar las cavidades alveolares para la ar-
cada dentaria inferior.

En la cara anterior identificamos en la línea

media del borde inferior la protuberancia
mentoniana, e inmediatamente a cada lado
de ésta, unas regiones algo más elevadas, los
tubérculos mentonianos.

Algo más lateral en esta cara anterior identifi-

camos los orificios mentonianos.

• Rama mandibular: quedan posterior y late-

rales al cuerpo. En el extremo superior de las
ramas se encuentran la apófisis coronoides
anteriormente, y la apófisis condílea (arti-
cular) posteriormente, que articulará con la
porción articular del temporal (articulación
temporomandibular, sinovial).

Existen algunos relieves óseos de interés en la cara

y cráneo:

1. Prominencias frontales (Figura 32): una o dos

elevaciones redondeadas en el frontal, proxima-
les a los arcos superciliares. Son especialmente
marcadas en mujeres jóvenes.

2. Arcos superciliares (Figura 32): cresta ósea en la por-

ción inferior del hueso frontal por encima de cada
una de las órbitas. En varones suelen ser más pronun-
ciados y la frente proximalmente tiene una angula-
ción discretamente oblicua, mientras que en mujeres
son más tenues y la frente asciende verticalmente.

3. Glabela (Figura 32): relieve central en la parte infe-

rior de la frente que une ambos arcos superciliares.

4. Ángulo mandibular o gonion: unión del cuerpo

de la mandíbula con la rama. Su valor normal
oscila de los 120-130º, pero varía con la edad
(aumenta con la pérdida de piezas dentarias) y
el género (más agudo en varones) (Figura 33). Figura 32.

5. Eminencia y fosa caninas: en los procesos alveola- Existen además una serie de diferencias en los re-
res del hueso maxilar donde se localizan los caninos lieves y estructuras óseas faciales entre hombres y
superiores y la fosa justo lateral a ella (Figura 25). mujeres (tabla 1)

17
3.1

en la superficie de la piel o arrugas dinámicas. Estas arru-

gas tienen una disposición perpendicular a la dirección de
las fibras del músculo que las produce (Ejemplo: músculo
frontal y arrugas horizontales de la frente) (Figura 34).

Figura 33.

1.5. MÚSCULOS DE LA CABEZA

Podemos dividir a los músculos de la cabeza en

dos grandes grupos:

• Músculos faciales o de la cara.

• Musculatura masticatoria.

Músculos de la cara:

Músculos que se desarrollan a partir del 2º arco

faríngeo, responsables de la expresión de la cara
(músculos de la expresión facial o mímicos). Tam-
bién algunos pueden actuar como esfínteres (orbi-
culares). Están todos inervados por el nervio facial
(VIIpc). Son músculos finos y rodeados de grasa.
Se sitúan en la fascia superficial, se pueden originar tanto
en huesos de la cara como en fascia superficial y termi-
nan insertándose en la dermis, en otros músculos o en la
propia fascia. Por esta razón su función principal no va a
ser la de mover articulaciones sino la de producir cambios
Figura 34.
Gracias a estos músculos, existe una comunicación
no verbal entre humanos que es única en cada in-
dividuo en función de su disposición genética.
Podemos dividirlos en varios grupos para facilitar
su estudio:
1. Grupo frontal y parietal: Músculo occipitocraneal.

VARONES MUJERES
TAMAÑO CRÁNEO Mayor Menor, más suave
PROCESO CIGOMÁTICO Mayor Pequeño
PALADAR Mayor, bóveda forma de U Pequeño, bóveda forma de V
RAMA MANDIBULAR Ángulo del gonion recto Ángulo del gonion obtuso
MANDÍDULA Forma cuadrangular Afilada en la barbilla
ARCOS SUPERCILIARES Marcados Ausentes /suaves
GLABELA Prominente Suave
ÓRBITA Cuadrada, bordes grueso Redondeada, bordes afilados
PROMINENCIA FRONTAL Poco marcadas Más acentuadas
LÍNEAS TEMPORALES Bien definidas Suaves
APÓFISIS MASTOIDES Grande Pequeña

Tabla 1. Dismorfismos sexuales en diferentes rasgos faciales.

18
MÓDULO 3. ESTÉTICA FACIAL
Docente: Dra. Paloma Aragonés.

2. Grupo glabelar: Músculo corrugador de la ceja,

depresor superciliar y Prócer.

3. Grupo orbitario: Músculo orbicular de los ojos,

Elevador del párpado superior, Tarsal superior.

4. Grupo nasal: Músculo nasal, Depresor del tabique

nasal, Dilator naris, Compresium narium minor,
elevador del ángulo de la boca y del ala nasal.

5. Grupo oral: Orbicular boca, Buccinador, Grupo

inferior (Músculo depresor del ángulo de la boca,
depresor del labio inferior, mentoniano), Grupo
superior (Risorio, Cigomático mayor y menor, ele-
vador del ángulo de la boca y elevador del labio
superior y ala nasal)

6. Cuello: Platisma

7. Grupo auricular: Músculo auricular anterior, pos-

terior y superior.

Grupo frontal y parietal:

MÚSCULO OCCIPITOCRANEAL (Figuras 35 y 36):

Músculo formado por dos vientres musculares co-

nectados por una banda aponeurótica ancha (Apo-
neurosis epicraneal).

• Vientre anterior: FRONTAL. Origen en la apo-

neurosis epicraneal, fibras verticales descen-
dentes que se insertan en la piel del reborde
supraorbitario, entrecruzando sus fibras con el
orbicular, el procerus y el corrugador. Su función
es elevar las cejas, descender el cuero cabelludo
y produce arrugas de expresión horizontales en
la frente. La arteria temporal superficial perfora
este músculo en la porción lateral.
• Vientre posterior: OCCIPITAL. Origen en la línea
nucal superior y apófisis mastoides, fibras vertica-
les ascendentes que se insertan en la aponeuro-
sis epicraneal. Su función es tirar del cuero cabe-
lludo hacia atrás.
Figura 35. 1. Músculo frontal / 2. Músculo temporal / 3. Músculo
orbicular del ojo / 4. Músculo corrugador de la ceja / 5. Músculo
prócer / 6. Músculo nasal (porción transversa) / 7. Músculo
elevador del labio superior y del ala nasal / 8. Músculo elevador
del labio superior / 9. Músculo cigomático menor / 10. Músculo
cigomático menor / 11. Músculo elevador del ángulo de la boca
/ 12. Músculo orbicular de los labios / 13. Músculo risorio /
14. Músculo masetero / 15. Músculo depresor del ángulo de
la boca / 16. Músculo depresor del labio inferior / 17. Músculo
mentoniano / 18. Platisma

La contracción sinérgica de los dos vientres tensa la

aponeurosis epicraneal

19
3.1

Se trata de un músculo de gran tamaño que ro-

dea la órbita y ambos párpados, teniendo forma
de esfínter.

Consta de tres porciones:

• Porción orbitaria: es la más externa, rodea a

cada órbita. Se origina en el proceso maxilar
del hueso frontal y canto medial, desde ahí se
dirige concéntricamente a la dermis de la re-
gión lateral del ojo, se interdigita en su reco-
rrido con distintos músculos (frontal, corruga-
dor, procerus y elevador del párpado superior)

• Porción palpebral: la más interna, se encuen-

tra en los párpados. Su origen es en el liga-
mento palpebral medial y la inserción en el
rafe palpebral lateral.

• Porción lacrimal: es medial y profunda a las

otras dos.

• La función de este músculo es disminuir la

apertura palpebral, cerrar el párpado, guiñar.
Es responsable de subir la mejilla. Gracias a su
porción lacrimal, puede traccionar del párpado
medialmente y regular el flujo lagrimal.

Figura 36. 1. Músculo frontal / 2. Músculo occipital / 3. Músculo MÚSCULO ELEVADOR DEL PÁRPADO SUPERIOR
temporal / 4. Músculo orbicular del ojo / 5. Músculo prócer / (Figura 38):
6. Músculo nasal (porción transversa) / 7. Músculo elevador
del labio superior y del ala nasal / 8. Músculo elevador del
labio superior / 9. Músculo cigomático menor / 10. Músculo
cigomático mayor / 11. Músculo masetero / 12. Músculo risorio
13. Músculo orbicular de los labios / 14. Músculo depresor del
ángulo de la boca / 15. Músculo platisma

Grupo orbitario:
MÚSCULO ORBICULAR DE LOS OJOS (Figura 37)

Figura 38.

Músculo par situado en la parte superior del inte-

rior de la órbita. Tiene un origen óseo en el techo
de la órbita, las fibras se dirigen distalmente y se
Figura 37. insertan en la piel del párpado superior.

20
MÓDULO 3. ESTÉTICA FACIAL
Docente: Dra. Paloma Aragonés.
No se considera un músculo como tal de la mímica
facial y su inervación es por una rama del N. Ocu-
lomotor o III pc.
MÚSCULO TARSAL (Figura 38):
Músculo par, también denominado tarsal orbitario
o de Muller, se encuentra en el interior del globo
ocular justo inferior al músculo elevador del párpa-
do superior.
Se origina en el músculo elevador del párpado su-
perior, cómo si se tratara de un haz de éste, y se
inserta en el tarso.
Es un músculo de fibra muscular lisa inervado por
el SNA simpático.
Grupo glabelar (figuras 35 y 36):
MÚSCULO CORRUGADOR SUPERCILIAR O DE
LA CEJA:
Músculo par, pequeño y profundo a la porción
superior y medial del orbicular y al depresor
superciliar.
Consta de dos partes:
• Cabeza: es el origen en la parte medial del arco
siuperciliar.
• Superficial o cola: Inserción en la piel del 1/3 me-
dio de la ceja.
Su contracción lleva las cejas hacia abajo y hacia
dentro, creando arrugas verticales y oblicuas en la
glabela (Figura 39).
Figura 39.
Es atravesado por vasos supraorbitarios y supratrocleares.
MÚSCULO PRÓCER:
Músculo impar localizado sobre el dorso nasal.
Se origina en el hueso nasal, sus fibras son vertica-
les ascendentes y se insertan en la piel de la frente
entre las cejas.
Su contracción produce tracción de la región gla-
belar caudal y medialmente, originando arrugas
horizontales en la región (Figura 40).
Figura 40.
MÚSCULO DEPRESOR SUPERCILIAR:
Músculo par de pequeño tamaño localizado sobre
la región medial de la ceja, superficial al corrugador.
Se origina en la apófisis frontal del maxilar, sus fibras
se dirigen craneal y lateralmente y se inserta en la
dermis a pocos milímetros del corrugador.
Acción conjunta junto con el resto de músculos del gru-
po: desplaza la ceja caudal y medialmente (Figura 39).
Grupo nasal (Figuras 34 y 35):
MÚSCULO NASAL:
Músculo par. Consta de 2 porciones:
• Porción transversa: situada en el dorso nasal. Ori-
gen en la fosa canina del maxilar, las fibras se di-
rigen craneal y medialmente y se insertan en la
aponeurosis contralateral del dorso de la nariz. Su
función es comprimir o cerrar las narinas.
Es uno de los músculos responsables de las arru-
gas transversales a ambos lados de la nariz (“arru-
gas de conejo o bunny lines”) (Figura 41).
Figura 41.
21
3.1

• Porción alar: situada en el labio blanco y lateral

a las alas nasales. Origen en el maxilar a la altura
del incisivo lateral, dirección de las fibras craneal y
medial para insertarse en los cartílagos alares ma-
yores, tabique nasal y piel del dorso. Su función
es traccionar y abrir las narinas.

MÚSCULO DEPRESOR DEL TABIQUE:

Músculo impar localizado en el labio blanco en la lí-

nea media. Se origina en el hueso maxilar a la altura
de los incisivos centrales, las fibras son ascendentes
y acaban porción inferior móvil del tabique nasal.

Su función es la tracción inferior de la nariz, indirec-

tamente de la punta, y apertura de las narinas.

MÚSCULO COMPRESSOR NARIUM MINOR:

Músculo pequeño e inconstante. Se origina en el cartí-

lago lateral inferior, se dirige y se inserta en la piel de los
orificios. Su función es disminuir de tamaño las narinas. Figura 42.

MÚSCULO DILATOR NARIS:
Músculo pequeño y delgado. Se dirige desde el car-
tílago nasal lateral a la piel del ala nasal en el mar-
gen de la narina.
MÚSCULO ELEVADOR DEL LABIO SUPERIOR Y
DEL ALA NASAL:
Se origina en el proceso frontal del maxilar, se in-
serta primero en la piel de las alas nasales (porción
nasal), y desciende para alcanzar la piel del labio
superior (porción labial).
• Pars marginalis: bajo el borde libre del labio, dan-
do forma al bermellón. Actúa cómo esfínter.
• Pars peripheralis: se encuentra en el labio blanco,
siendo más delgada y periférica. Es superficial al
resto de los músculos periorales.
Su función principal es producir el cierre y protu-
sión de los labios: besar, silbar (Figura 43). Además,
comprime los labios contra los dientes, ayudando
al vaciado del vestíbulo bucal.

La porción nasal produce elevación de las alas nasales

y apertura de las narinas, la porción labial eleva el labio
superior y profundiza surco nasogeniano (Figura 42).
Contribuye en la formación de las “bunny lines” (Figura
41). Es el principal responsable de la sonrisa gingival.

Grupo oral (Figuras 35 y 36):

MÚSCULO ORBICULAR DE LA BOCA:

Músculo con forma elíptica que rodea los labios. Se
origina en la línea media en maxilar y mandíbula,
y en fibras del músculo bucinador, cigomáticos y
depresor del ángulo de la boca. Las fibras son circu-
lares y se insertan en la piel y mucosa de los labios.
Figura 43.
MÚSCULO BUCCINADOR:
Es el músculo localizado en la mejilla, es profundo
y rellena el espacio entre el maxilar y la mandíbula.

Consta de 2 partes: una superior (en labio superior) Se origina en las porciones posteriores de maxilar
y otra inferior (en labio inferior), que se unen en el y mandíbula, y en el rafe pterigomandibular. Las
modiolo. A su vez cada una de estas partes consta fibras se dirigen anteriormente hacia las comisuras
de 2 porciones: labiales y se insertan, cruzándose, en las fibras del

22
MÓDULO 3. ESTÉTICA FACIAL
Docente: Dra. Paloma Aragonés.
orbicular de los labios, de forma que las fibras supe-
riores van al labio inferior y viceversa.
Su función es dar forma al rostro y presionar la mejilla
contra los dientes y labios (asistiendo en la masticación).
MÚSCULO ELEVADOR DEL LABIO SUPERIOR:
Músculo con origen en el hueso maxilar, craneal al
agujero infraorbitario. Trayectoria descendente y me-
dial, hasta la piel de la porción medial del labio supe-
rior y músculo orbicular (entre la inserción del cigo-
mático menor y la del elevador del labio y ala nasal).
La función de éste es elevación y eversión de la
parte central del labio superior. Profundiza el surco
nasolabial (Figura 44).
Figura 44.
MÚSCULO ELEVADOR DEL ÁNGULO DE LA BOCA:
Músculo más profundo, con origen en el hueso
maxilar, caudal al agujero infraorbitario. Se dirige ha-
cia la piel del ángulo de la boca y produce elevación
de las comisuras en expresión de alegría (Figura 45).
Figura 45.
MÚSCULO RISORIO:
Músculo muy delgado y superficial, se origina so-
bre la fascia parotídea y el platisma. Las fibras se
dirigen anterior y medialmente, hacia la piel del án-
gulo de la boca.
Tracciona lateral y superiormente del ángulo de la
boca, aumentando el diámetro transversal de ésta. Pro-
duce arrugas a los lados de las comusiras (Figura 46).
Figura 46.
MÚSCULO CIGOMÁTICO MAYOR:
Músculo superficial con origen en la parte posterior
y lateral del cigomático. Las fibras tienen una direc-
ción oblicua descendente y medial, para insertarse
en la piel del ángulo de la boca.
Producen tracción del ángulo de la boca craneal
y lateralmente, siendo responsable de la sonrisa.
También aumenta la profundidad del surco naso-
labial y las arrugas de patas de gallo (Figura 47).
MÚSCULO CIGOMÁTICO MENOR:
Músculo superficial con origen en el cigomático, justo
medial al músculo cigomático mayor. Las fibras se diri-
gen caudal y medialmente hasta alcanzar la piel del án-
gulo de la boca, más medial que el cigomático mayor.
23
3.1

Tracciona de las comisuras en sentido inferior, pro-

vocando expresión de tristeza y profundizando los
surcos de marioneta (Figura 50).

Figura 47.

Producen tracción del ángulo de la boca craneal y

lateralmente y profundizan el surco nasolabial. Da
el efecto de boca de “Stallone” (Figura 48).

MÚSCULO DEPRESOR DEL LABIO INFERIOR

Músculo par con origen en la cara anterior de la

mandíbula, profundo al depresor del ángulo de la
boca. Las fibras llevan una dirección medial y as-
cendente, insertándose en la piel del labio inferior y
músculo orbicular.

Produce descenso y tracción lateral del labio infe-

rior. Expone la encía inferior (Figura 49).

Figura 50.

MÚSCULO MENTONIANO

Músculo par localizado en la región mentoniana.

Se origina profundo en la región anterior de las
eminencias incisivas y caninas de la mandíbula,
Figura 49. las fibras se dirigen caudal y medialmente y ter-
minan en la piel de la barbilla. Ambos músculos
MÚSCULO DEPRESOR DEL ÁNGULO DE LA BOCA forman una “V”.

Músculo triangular con origen en cara anterolateral Su contracción eleva y protruye el labio inferior (expre-
de la mandíbula, lateral al depresor del labio. Direc- sión de “puchero”), causando arrugas horizontales en
ción vertical hasta insertarse en la piel del modiolo el mentón. Asimismo, la hipertonicidad crea el efecto
y la comisura. Es superficial al depresor del labio. de “piel de naranja” en la zona del mentón (Figura 51).

24
MÓDULO 3. ESTÉTICA FACIAL
Docente: Dra. Paloma Aragonés.
Figura 51.
Cuello (Figuras 34 y 35):
PLATISMA:
Músculo muy amplio, fino y superficial localizado en
cuello y región inferior cara. Se origina en la fascia su-
perficial del deltoides y del pectoral mayor. Las fibras as-
cienden, para insertarse en la mandíbula, músculos que
rodean el ángulo de la boca y piel inferior de la cara.
Tensa la piel del cuello, desciende las comisuras la-
biales y la mandíbula (Figura 52).
Figura 52.
Grupo auricular (Figura 53):
Figura 53.
ANTERIOR:
Origen en la fascia parotídea, las fibras alcanzan la
región anterior del pabellón auricular. Tracciona de
las orejas anterior y cranealmente.
SUPERIOR:
Origen en la fascia epicraneal, las fibras descienden
hasta insertarse en la piel de la región superior del
pabellón. Tracciona cranealmente de las orejas.
POSTERIOR:
Origen en la apófisis mastoides, las fibras se dirigen
anteriormente para insertarse en la concha. Trac-
ciona de las orejas craneal y posteriormente.
Musculatura masticatoria:
Son los músculos responsables de mover la mandí-
bula, están inervados todos por la rama mandibular
del nervio trigémino (Vc).
MÚSCULO MASETERO (Figura 35 y 36)
Músculo grueso y rectangular aplicado en la cara
lateral de la rama mandibular. Se origina en el arco
cigomático y las fibras se dirigen caudalmente has-
ta la rama, la apófisis coronoides y el ángulo de la
mandíbula.
25
3.1
Consta de dos partes:
• Profunda: se inserta en la parte lateral de la apó-
fisis coronoides.
• Superficial: se inserta en la rama y en el ángulo de
la mandíbula.
La función es elevar la mandíbula, cerrando la boca.
Es un músculo muy potente.
MÚSCULO TEMPORAL (Figura 35)
Músculo par que rellena la fosa temporal. Se origina
en la línea temporal, las fibras horizontales y verti-
cales convergen a modo de abanico hacia un vér-
tice común, insertándose en la apófisis coronoides
y borde anterior de la rama de la mandíbula.
La contracción bilateral eleva (fibras verticales) y
retrae (fibras horizontales) la mandíbula. La con-
tracción unilateral puede producir movimientos de
lateralización.
MÚSCULO PTERIGOIDEO MEDIAL (Figura 54)
Músculo par, localizado medial a la rama de la man-
díbula, en la fosa infratemporal. Consta de 2 cabezas,
una profunda y otra superficial. Se origina en la cara
medial de la lámina lateral de la apófisis pterigoides,
las fibras se dirigen caudal y posteriormente para in-
sertarse en la cara interna del ángulo mandibular.
Produce elevación y propulsión mandibular.
Figura 54.
MÚSCULO PTERIGOIDEO LATERAL (Figura 55)
Músculo par, localizado medial a la rama de la
mandíbula, en la fosa infratemporal, pero lateral al
26
músculo pterigoideo medial. Consta de 2 cabezas,
una superior y otra inferior. Se origina en la parte
lateral de la lámina lateral de la apófisis pterigoides
y en el maxilar. Las fibras se dirigen posteriormen-
te y convergen en un tendón que se inserta en el
cóndilo mandibular.
Es responsable de la protrusión y lateralización
mandibular.
Figura 55.
Variaciones anatómicas:
Los músculos y las expresiones faciales tienen un
componente genético, lo que hace que las expre-
siones y la sonrisa de cada persona sean únicas.
Cuando hagamos tratamientos de rejuvenecimien-
to facial, será fundamental mantener ese sello per-
sonal de cada individuo. Para este cometido nos
ayudará conocer las posibles variaciones genéticas
interindividuales en la musculatura facial:
1.6. LIGAMENTOS Y COMPARTIMENTOS GRASOS
FACIALES
Los ligamentos de retención faciales van a conectar
estructuras óseas con la piel, siendo fundamentales
para mantener la arquitectura y contornos de la ex-
presión facial, y comprender la aparición de arrugas
y el proceso de envejecimiento. Estos ligamentos
mantienen las estructuras con tensión en sus locali-
zaciones durante la juventud, con el tiempo van per-
diendo fuerza, se elongan y pierden esa capacidad
de soporte, dando lugar a la ptosis tisular, desplaza-
miento y descenso de los tejidos blandos.
Vamos a encontrar que la grasa en la región facial
se organiza en dos capas diferenciadas: grasa su-
perficial (algo más del 50%) y grasa profunda. Am-
MÓDULO 3. ESTÉTICA FACIAL
Docente: Dra. Paloma Aragonés.
bas capas en la cara están separadas por el SMAS.
A su vez, esta grasa facial se subdivide en compar-
timentos separados, que van a ser unidades ana-
tómicas independientes distintas, cada una con su
pedículo vascular.
1. Ligamentos de retención (Figura 56):
Figura 56.
Son estructuras del tejido conectivo que conec-
tan hueso con piel, formando septos subcutá-
neos que delimitan los compartimentos grasos
superficiales. Hay una enorme variabilidad ana-
tómica en estas estructuras. Existen dos tipos de
ligamentos de retención faciales:
• Verdaderos: conectan la piel con el periostio,
fáciles de identificar (Figura 56).
• Falsos: condensaciones difusas de tejido co-
nectivo que parece de forma constante en de-
terminadas localizaciones, conectando la fas-
cia profunda con la superficial o la superficial
con la piel.
LIGAMENTO DE RETENCIÓN ORBICULAR
Ligamento verdadero con origen en los bordes su-
perior e inferior de la órbita, alcanza la piel atrave-
sando el músculo orbicular y finaliza cerca del can-
to externo. Tiene forma de “C” con la zona abierta
hacia el canto medial.
La parte superior se origina 2-3mm por encima del
reborde orbitario superior, mientras que la inferior
toma origen en el maxilar, un poco proximal al
músculo elevador del labio superior.
Se trata de una membrana con 2 o 3 láminas que
separa el espacio preseptal del precigomático, y
ayuda a mantener los compartimentos superficia-
les y profundos de la región infraorbitaria.
Su laxitud permite que la grasa del párpado inferior
descienda a la mejilla, contibuyendo a la deformi-
dad en “V” de la unión mejilla-párpado.
LIGAMENTO CIGOMÁTICO-CUTÁNEO:
Ligamento verdadero que conecta el borde inferior
del arco cigomático con la piel, se encuentra justo
posterior al origen de los músculos cigomáticos.
Se origina en la unión del cuerpo con el arco del ci-
gomático, próximo al origen del músculo cigomá-
tico menor. Tiene unos 6-8mm de longitud hasta
que alcanza la dermis.
LIGAMENTO DE RETENCIÓN MANDIBULAR
(Septo mandibular)
Ligamento verdadero que conecta la mandíbula
con la piel suprayacente, muy potente en jóvenes,
con una longitud de 4-5mm.
LIGAMENTOS O SEPTOS TEMPORALES
• Superior: Origen óseo a nivel de la unión tem-
poral-frontal, en el límite anterior y superior de la
fosa temporal. Alcanza la piel.
• Inferior: Es la continuación inferior del anterior, forman-
do un engrosamiento en el reborde orbitario lateral.
LIGAMENTOS BUCOMAXILARES
Ligamentos verdaderos con origen en la sutura cigomá-
tico-maxilar, se insertan en la piel del surco nasolabial.
LIGAMENTO MASETÉRICO-CUTÁNEO
Ligamento falso que se origina del borde anterior
del músculo masetero para insertarse en el SMAS y
piel suprayacente de la mejilla.
LIGAMENTO PLATISMO-AURICULAR
Ligamento falso. Se origina en el SMAS (fascia pa-
rotídeo-masetérica) y alcanza la piel de la mejilla.
2. Compartimentos grasos superficiales (Figura 57):
Están localizados superficialmente al SMAS. Pode-
mos encontrar los siguientes:
27
3.1

te superior es el ligamento cigomático, lateral-

mente se relaciona con compartimento medio
de la mejilla.

Los tres compartimentos de la mejilla es lo

que se denomina comúnmente como “gra-
sa malar”.

• Nasolabial (2): Se encuentran laterales al sur-

co nasolabial, y anteriores a la grasa medial
de la mejilla. Limitados superiormente por el
ligamento cigomático cutáneo y retenedor
orbicular.

• Jowl superior e inferior (2): se localizan entre

Figura 57.
• Frontal: La grasa superficial frontal se organiza
en 3 compartimentos, uno central situado en
línea media, y dos laterales, uno a cada lado. Su
límite inferior es el ligamento orbicular, el límite
lateral es el septo temporal superior
• Glabelar: Puede estar incluido dentro del com-
partimento frontal medial.
• Periorbitarios (2): superior, inferior y lateral. Man-
tenidos por el ligamento de retención orbicular.
ligamentos mandibular y masetérico. El Jowl
superior está inferior al compartimento naso-
labial y a la altura del modiolo. El Jowl inferior
es distal al compartimento medio de la mejilla
y nasolabial, inferiormente limita con el liga-
mento mandibular.
• Mental y submentales: superficiales al platisma.
• Submandibular (2): superficiales a la glándula
submaxilar.
3. Compartimentos grasos profundos (Figuras 58,
59 y 60)

Los compartimentos superiores se limitan cra-

nealmente por las fibras proximales del orbicu-
lar, está mantenido por las fibras del ligamento
retenedor orbicular.

La grasa orbitaria inferior es una delgada capa sub-

cutánea. A los lados se limita por los cantos medial
y lateral. Su límite inferior son las fibras distales del
orbicular. Mantenida por el ligamento cigomático.

• Temporal y mejilla lateral (2): desde la línea

temporal hasta el ángulo mandibular. Es su-
perficial a la glándula parótida y constituye el
compartimento más externo de la mejilla.

• Mejilla media: entre compartimentos medial y

lateral de la mejilla. Queda algo superficial al
medial. Cranealmente se relaciona con el liga-
mento cigomático.

• Mejilla medial: Se sitúa lateral al compartimen-

to nasolabial e inferior al infraorbitario. Su lími- Figura 58.

28
MÓDULO 3. ESTÉTICA FACIAL
Docente: Dra. Paloma Aragonés.
Figura 59.
Figura 60.
Se localizan en la cara profundos al SMAS y a la
musculatura. Esta localización permite el desli-
zamiento y la contracción de éstos músculos. La
pérdida de volumen de éstos compartimentos es
determinante en el envejecimiento facial, apare-
ciendo pérdidas de proyección de determinadas
áreas y “concavidades”. Este proceso, junto con
la resorción ósea fisiológica de la edad, favore-
ce una pérdida de soporte y permite el desli-
zamiento y descolgamiento de los tejidos más
superficiales.
• SOOF: justo bajo la porción inferior y lateral
del músculo orbicular y sobre el periostio del
reborde orbitario inferior, hay una grasa de-
nominada “SOOF” (suborbicularis oculi fat), es
inframuscular y supraperióstica (sobre el ci-
gomático), y sirve como superficie de desliza-
miento al músculo orbicular. Se sitúa entre los
ligamentos orbicular y cigomático.
• ROOF (retroorbicularis oculi fat): tejido graso
situado profundo a las fibras más craneales del
músculo orbicular y fibras distales del músculo
frontal, tiene una altura de 1cm aproximada-
mente y espesor de unos 5mm. Se sitúa lateral
al agujero supraorbitario.
• Grasa profunda de la mejilla (DMCF): se en-
cuentra distal al SOOF, apoyada sobre el pe-
riostio del maxilar y profunda a los músculos
cigomáticos y elevadores del labio superior.
• Compartimento graso bucal o de grasa de Bi-
chat: Se sitúa superficial a la rama de la mandí-
bula. Es lateral a la grasa profunda de la mejilla,
bajo los músculos cigomáticos, medialmente
está el buccinador y lateralmente el masete-
ro. Tiene una extensión temporal que discurre
profunda al arco cigomático y supera su borde
proximal.
Es atravesada por el conducto de Stenon (dre-
naje glándula parótida). La arteria facial discu-
rre por la parte anterior de éste espacio.
Proyecta la mejilla.
• Compartimento del mentón profundo: sepa-
rado del compartimento graso del mentón su-
perficial por el platisma.
• Compartimento graso frontal
1.7. VASCULARIZACIÓN FACIAL
VASCULARIZACIÓN ARTERIAL
La vascularización arterial facial depende de varias ar-
terias que se van anastomosando a lo largo de la cara.
La arteria carótida común es la arteria, rama del
cayado aórtico, responsable de la irrigación arterial
del cuello y la cabeza. Esta arteria lleva un trayecto
29
3.1
ascendente en el cuello y se bifurca en carótidas
externa e interna a nivel del borde superior del car-
tílago tiroides (Figura 61).
Figura 61. 1. Arteria carótida común / 2. Arteria carótida interna
/ 3. Arteria carótida externa / 4. Arteria facial
La arteria carótida interna asciende hasta penetrar
en el interior del cráneo a través del orificio carotí-
deo. La carótida externa en cambio se va a dividir en
múltiples ramas, siendo responsable de la irrigación
arterial de la cara y sus estructuras. En su recorrido
da 6 ramas colaterales (tiroidea superior, lingual, fa-
cial, occipital, faríngea inferior y auricular posterior).
Acaba dividiéndose en 2 grandes ramas terminales;
la arteria temporal superficial y la arteria maxilar
interna. La bifurcación está situada por debajo del
cuello del cóndilo mandibular y a 4cm por encima
del ángulo mandibular (Figura 62).
30
Figura 62. 1. Arteria carótida externa /2. Arteria temporal
superficial / 3. Arteria maxilar / 4. Arteria facial / 5. Arteria
angular / 6. Arteria facial transversa / 7. Arteria labial superior
/ 8. Arteria labial inferior / 9. Arteria infraorbitaria / 10. Arteria
alveolar inferior / 11. Arteria mentoniana
Arteria facial (Figuras 61, 62)
Vaso más importante para la irrigación de la cara. Sur-
ge de la cara anterior de la arteria carótida externa, a
nivel del asta mayor del hueso hioides, de 1 a 3,5cm
desde la bifurcación carotídea. Asciende atravesando
las estructuras profundas del cuello, relacionada con
el vientre posterior del músculo digástrico y el mús-
culo estilohioideo y alcanza la glándula submaxilar
en su polo posterior. Cruza posterior la glándula, bajo
el músculo platisma, y alcanza el borde inferior del
cuerpo de la mandíbula a nivel del borde anterior del
músculo masetero (aquí se puede palpar su latido).
Cruza la mandíbula superficial a ella y lleva un re-
corrido medial y ascendente, alcanzando la altura
de la boca 1-2 cm lateral a la comisura. A este nivel
es superficial al músculo buccinador y al elevador
del ángulo de la boca. Continúa un trayecto ascen-
dente y medial, haciéndose cada vez más superfi-
cial. Pasa sobre el músculo elevador del labio supe-
rior o lo atraviesa, y se convierte en arteria angular.
La arteria facial lleva un recorrido tortuoso y mues-
tra gran variabilidad en su recorrido. Es responsable
de la irrigación de mentón, labios, la región inferior
de la región parótido-mesentérica, regiones bucal,
orbitaria, nasal y reborde infraorbitario inferior.
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Entre las ramas colaterales de la arteria facial
encontramos:
• Arteria palatina inferior o ascendente: Nace jus-
to anterior al borde inferior de la tonsila palatina.
• Arterias submaxilares: para la irrigación de la
glándula submaxilar.
• Arteria submental: recorre el borde inferior del
cuerpo de la mandíbula.
• Arteria pterigoidea: hacia el músculo pterigoi-
deo interno.
• Arteria maseterina: recorre cara superficial del
músculo masetero.
• Arteria labial superior: se origina de la arteria
facial algo proximal y a 1,5cm lateral a la co-
misura labial, es profunda al músculo orbicular
de los labios. Se anastomosa con la homónima
contralateral en la línea media.
• Arteria labial inferior es algo más fina y se origina
más caudal desde la arteria facial. Se anastomosa
también con su homónima en la línea media.
Arteria angular (Figura 62)
Es una rama terminal de la arteria facial. Comienza
cuando la arteria facial cruza superficial al músculo ele-
vador del labio superior, esta arteria va a recorrer la cara
lateral de la nariz hasta el canto interno del ojo ipsilateral.
Se localiza a unos 5mm medial a una línea vertical
que pasa por el canto interno del ojo. Se anastomo-
sa con la arteria dorsal de la nariz, que es una rama
terminal de la arteria oftálmica (sistema de la caró-
tida interna), vascularizando el contenido orbitario.
Emite las arterias alares superiores e inferiores en
su recorrido.
Arteria temporal superficial (Figura 62)
Es una de las dos ramas terminales de la arteria ca-
rótida externa. Nace a la altura de la glándula paró-
tida y lleva un recorrido ascendente vertical, pasan-
do entre cóndilo mandibular y conducto auditivo
externo y atravesando la glándula.
Sale de la glándula, cruza bajo el proceso cigomá-
tico del hueso temporal y alcanza la región tempo-
ral, profunda a la fascia temporal superficial. Emite
la arteria facial transversa. Termina dividiéndose en
ramas anterior y posterior.
Arteria facial transversa (Figura 62)
Es una rama de la arteria temporal superficial que
nace en el interior del parénquima de la glándula
parótida. Lleva un recorrido anterior y medial, cru-
zando la mejilla transversalmente. Es superficial al
músculo masetero, situada entre el arco cigomá-
tico cranealmente y el conducto de Stenon cau-
dalmente. Se anastomosa con ramas de la arteria
facial.
Arterias cigomático-orbitaria y cigomático-
temporal
Son ramas de la arteria temporal superficial, llevan
un recorrido paralelo al arco cigomático y profun-
das a la fascia temporal superficial. A la altura del
borde lateral de la órbita perforan la fascia y se su-
perficializan. Acaban en el músculo orbicular anas-
tomosándose con ramas de la arteria oftálmica.
Arteria maxilar (Figura 62)
Es una de las dos ramas terminales de la arteria
carótida externa. Se origina cerca del cuello man-
dibular, lleva una dirección anterior recorriendo la
fosa infratemporal y se introduce en la fosa pteri-
gopalatina. Es responsable de la irrigación de la cara
profunda de las cavidades oral y nasal.
Origina una serie de ramas colaterales, entre las
que destacaremos las arterias infraorbitaria y la al-
veolar inferior.
La arteria infraorbitaria se introduce en el canal in-
fraorbitario del suelo de la órbita y alcanza la cara
a través del orificio infraorbitario. Sus ramas irrigan
tejidos del tercio medio de la cara, incisivos y cani-
nos superiores a través de una rama, la arteria den-
taria, y termina anastomosándose con ramas de las
arterias oftálmica y facial.
La arteria alveolar inferior leva un recorrido descen-
dente y hacia la línea media, profunda a la man-
díbula. Entra en la mandíbula y sale de ella por el
orificio mentoniano ya como arteria mentoniana,
irrigando la piel del labio inferior y mentón.
Arteria oftálmica (Figura 63)
Es una rama de la arteria carótida interna que al-
canza la órbita a través del canal óptico. Da ramas
para los contenidos de la órbita (ciliares, muscula-
res, etmoidales, palpebrales y lagrimal).
La arteria lagrimal vasculariza la glándula y la región
superoexterna de la órbita y acaba anastomosán-
31
3.1
dose con las arterias cigomático-temporal y cigo-
mático-orbitaria.
Termina dividiéndose en sus ramas terminales, las ar-
terias supratroclear, supraorbitaria y dorsal nasal. Irri-
gan ojos, parte superior del dorso de la nariz y glabela,
frente y región anterosuperior del cuero cabelludo.
Figura 63.
Arteria supraorbitaria (Figura 63)
Es una rama de la arteria oftálmica, sale de la órbi-
ta a través del orificio supraorbitario (2,5-3cm de la
línea media y 1,5cm proximal al reborde superior
órbita, coincide con la línea vertical mediopupilar).
Penetra en músculo corrugador y se divide en sus
ramas terminales (superficial y profunda). Se distri-
buyen por músculo frontal, aponeurosis epicraneal
y piel frente y cuero cabelludo anterior.
Arteria supratroclear (Figura 63)
Rama terminal de la arteria oftálmica. Abandona la
órbita a través de la depresión supratroclear, a la al-
tura del canto interno del ojo (1,5-2cm lateral a la lí-
nea media). Dirección ascendente y medial en plano
profundo, a unos 1,5-2cm del reborde supraorbitario
emite una rama superficial que atraviesa los mús-
culos corrugador y orbicular, y se hace subcutánea.
Irriga la musculatura de la zona, pericráneo y gla-
bela. Se anastomosa con ramas de su homónima
contralateral.
Arteria dorsal nasal (Figura 63)
Rama terminal de la arteria oftálmica. Sale de la órbita atra-
vesando el septum a 1cm proximal del ligamento cantal
interno aproximadamente, dirección medial e inferior.
Irriga la piel del dorso de la nariz y zona media de la
frente. Se termina anastomosando con las arterias
infraorbitarias y nasales laterales.
32
DRENAJE VENOSO (Figura 64)
Figura 64.
Generalmente las venas en la cara discurren paralelas
a las arterias del mismo nombre, aunque existe gran
variabilidad anatómica a este nivel. La sangre venosa
de cabeza y cuello termina recogiéndose en última
instancia en las venas yugular interna y subclavia.
Las principales venas de la cara son:
1. Vena temporal superficial:
Recoge sangre del plexo situado en cuero cabe-
lludo y arco cigomático. Entra en glándula par-
toídea. Se une a la vena maxilar a la altura del
cuello mandibular, formando la vena retroman-
dibular o temporomaxilar.
2. Vena retromandibular o temporomaxilar:
Vena que surge de la unión de las venas maxi-
lar y temporal superficial. Se une a la vena facial,
para formar la facial común, y terminar drenando
en la yugular externa.
3. Vena supratroclear:
Drena la parte anterior de cuero cabelludo y
frente, desciende verticalmente hasta la raíz na-
sal, donde termina en la vena angular. Una rama
penetra en la órbita a través de la escotadura su-
pratroclear.
4. Vena supraorbitaria:
Se origina en la frente y termina en la vena angular
a la altura de la raíz nasal.
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5. Vena angular: en su recorrido a las venas superficiales y drenan

Se forma a la altura de la raíz dorsal de la na-
riz por la unión de las venas supratroclear y su-
praorbitaria. Recorre el borde lateral de la nariz
con un trayecto descendente, y a la altura del
borde inferior nasal se une a la vena labial supe-
rior, convirtiéndose en vena facial.
6. Vena facial:
Se forma por la unión de la vena angular con la vena
labial superior, va a ser la responsable principal del
drenaje venoso superficial de la cara. Recorrido late-
ral y descendente, alcanza borde inferior del ángulo
mandibular, dónde se anastomosa con la vena re-
tromandibular para formar la facial común, que tras
un corto recorrido drena en la vena yugular interna.
7. Vena facial profunda:
Vena que drena las regiones profundas (plexo
pterigoideo en la fosa infratemporal), es profunda
al masetero, y acaba drenando en la vena facial.
en la cadena de nódulos linfáticos localizados en la
unión de la cabeza y el cuello.
1.8. INERVACIÓN FACIAL
La inervación motora de la cara depende del nervio
facial (musculatura mímica) y de la rama mandibular
del nervio trigémino (musculatura masticatoria). La
inervación sensitiva corre a cargo del nervio trigémino.
INERVACIÓN MOTORA:
La inervación de la musculatura mímica facial es lle-
vada a cabo por el nervio facial (VIIpc) (Figura 65).
Este nervio, que tiene funciones sensitivas, motoras,
sensoriales (gusto) y neurovegetativas (SNP), sale del
cráneo por el agujero estilomastoideo y penetra en la
glándula parótida, dónde se bifurca en sus dos tron-
cos, superior e inferior, que dan sus ramas. Sale de la
parótida apoyado en el plano muscular, bajo el SMAS.

8. Vena yugular anterior:

Vena superficial que aparece a la altura del hioi-

des por la unión de venas submandibulares y
submentales. Recorrido descendente, variable,
drena en yugular externa.

9. Vena yugular externa:

Se forma a la altura del ángulo mandibular, por

detrás de él y en el espesor de la parótida, por la
unión de una rama de la vena retromandibular y
la vena auricular posterior. Trayecto descendente
en cuello, superficial al músculo esternocleido-
mastoideo, acaba drenando en la vena subclavia.
Figura 65. 1. Rama frontal o temporal /2. Rama cigomática / 3.
10. Vena yugular interna: Rama bucal / 4. Rama marginal o mandibular / 5. Rama cervical

Comienza en el agujero yugular del cráneo, siendo
continuación del seno sigmoideo intracraneal. Des-
ciende por el cuello profunda al esternocleidomas-
toideo, acompañando en la zona proximal a la arteria
carótida interna, y distalmente a la carótida común.
Se une a la vena subclavia formando el tronco veno-
so braquiocefálico, que se une con el homónimo del
otro lado para formar la vena cava superior.
DRENAJE LINFÁTICO
El drenaje linfático facial tiene dos zonas recolec-
toras: zona parotídea y zona submandibular. Los
vasos linfáticos superficiales de la cara acompañan
• Rama superior: rama frontal o temporal y rama
cigomática
• Rama inferior: rama mandibular, bucal y cervical.
El nervio facial inerva la musculatura mímica facial,
el platisma y los músculos auriculares.
1. Rama frontal (temporal): rama del tronco supe-
rior del nervio facial. Sale de la parótida inferior al
arco cigomático, cruza sobre éste arco. Ya en la
fosa temporal, es profunda a la fascia temporo-
parietal. Alcanza el músculo frontal, corrugado-
res, prócerus y orbicular.

33
3.1

El recorrido va desde una línea que une el trago • Nervio auricular mayor (rama superficial del plexo
con un punto situado a 1,5cm superior al borde cervical): piel de la cara externa del pabellón auri-
lateral de la ceja. cular (Hélix), región mastoidea y región parotídea.

2. Rama cigomática: sale de la parótida y se superfi- • Nervio facial: Zona Ramsay-Hunt (interior de la
cializa quedando justo por debajo del SMAS. Cruza concha y orificio conducto auditivo externo)
por encima del masetero acompañando a la arteria
facial transversa. Alcanza el músculo orbicular y los • Nervio trigémino: resto
cigomáticos mayor y menor. Inerva también al ele-
vador del ala nasal, prócer, risorio, buccinador y nasal. El nervio trigémino se origina en la protuberancia, a
partir de una raíz motora anterior y una raíz sensi-
3. Rama bucal: sale de la glándula parótida por su tiva posterior, y se divide en 3 ramas que contribu-
borde anterior, y localizándose en la parte medial yen a la inervación sensitiva de la cara:
y superficial de la mejilla. Emite muchas ramas
que se interdigitan y anastomosan unas con otras 1. Nervio oftálmico (V1) (Figura 67). Sale del crá-
y con otras de la rama cigomática. Inerva al mús- neo por la fisura orbitaria superior y recorre el te-
culo buccinador y músculos del labio superior. cho de la órbita, dónde da sus ramas: nasociliar,
frontal y lagrimal.
4. Rama marginal o mandibular: sale del borde
anterior inferior de la parótida, queda profundo al
masetero, y recorre después el borde inferior de la
mandíbula a 2-3cm de ella, bajo el platisma. Cruza
por delante de arteria y vena faciales, se superfi-
cializa y entra en la región del labio inferior. Inerva
los músculos del labio inferior, mentón y risorio.

5. Rama cervical: sale del borde caudal de la pa-

rótida, anterior al ángulo mandibular, y perfora
fascia cervical, quedando muy superficial. Inerva
al músculo platisma.

INVERVACIÓN SENSITIVA:
Figura 67.
La inervación sensitiva de la cara depende de
(Figura 66): 1.1. Nervio nasociliar: inervación del globo
ocular, párpado superior y parte externa de
la nariz.

1.2. Nervio lagrimal: recoge la sensibilidad de la

glándula lagrimal y la piel y conjuntiva de la
región lateral del párpado superior.

1.3. Nervio frontal: discurre a lo largo del techo

de la órbita, se divide en nervios supraorbi-
tario y supratroclear.

1.3.1. Nervio supraorbitario: sale de la ór-

bita por la escotadura supraorbitaria,
asciende por la frente. Inerva parte an-
terolateral frente, seno frontal y zona
central del parpado superior.

1.3.2. Nervio supratroclear: sale por la

depresión troclear y asciende por la
frente. Inerva la piel anteromedial de
la frente y zona medial del párpado
Figura 66. superior.

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2. Nervio maxilar (V2) (Figura 68): sale del cráneo

por el agujero redondo mayor, alcanzando la fosa
pterigopalatina, se dirige anteriormente da varias
ramas, algunas de las más importantes son:

Figura 69.

3.1. Tronco anterior:

Figura 68.
3.1.1. Nervio temporobucal: mucosa bucal
2.1. Nervio infraorbitario: entra en la órbita por y piel mejilla.
la fisura orbitaria inferior, recorre el suelo de
la órbita y sale por el foramen infraorbitario, 3.1.2. Nervio temporal profundo medio.
a 6-7mm inferior al borde inferior de la órbi-
ta. Recoge la sensibilidad de la región maxi- 3.1.3. Nervio temporo-maseterino.
lar y dientes, párpado inferior, mejilla y lados
de la nariz. 3.2. Tronco posterior:

2.2. Nervio cigomático: entra en la órbita por la 3.2.1. Nervio auriculotemporal: sensibili-
fisura orbitaria inferior, recorre la pared late- dad de la piel anterior de la oreja, parte
ral y da dos ramas: del oído interno y región temporal.

2.2.1. Nervio cigomáticofacial: sale de la
órbita cruzando por encima del malar,
a unos 2cm lateral e inferior al canto
externo, inerva la piel del pómulo.
2.2.2. Nervio cigomáticotemporal: sale
de la órbita hacia la región temporal,
a unos 5-10mmproximal al canto la-
teral, situándose profundo a la fascia
profunda. Da sensibilidad de la piel de
la región anterior de la fosa temporal.
3.2.2. Nervio lingual: sensibilidad 2/3 ante-
riores de la lengua
3.2.3. Nervio dentario inferior: es la rama
terminal del tronco posterior. Da dos
ramas:
3.2.3.1. Nervio mentoniano: emerge
por oficio mentoniano de la
mandíbula. Inerva piel y muco-
sa del labio inferior y mentón.

3. Nervio mandibular (V3) (Figura 69): sale del 3.2.3.2. Nervio incisivo.
cráneo por el agujero oval, alcanzando la fosa
infratemporal. A este nivel se divide en una rama
anterior y otra posterior.

35