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Índice

EDITORIAL
1. Presentación de la Revista (Daniel Rodríguez,
Leandro Luciani Conde) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2. Editorial (Emiliano Galende) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3. Editorial (Francisco Torres González) . . . . . . . . . . 13
4. Cuidados y Necesidades de las personas afectadas
por Trastornos Esquizofrénicos que viven en la co-
munidad. Documento para el consenso internacio-
nal propuesto por la Red Maristán (Coordinador:
Francisco Torres González) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

ARTÍCULOS
1. Criminología y psiquiatría: el trauma del primer
encuentro (Eugenio Zaffaroni) . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2. El concepto de Comunidad en la Salud Mental Co-
munitaria (Sara Ardila, Emiliano Galende) . . . . . 39
3. Equipos de salud mental, instituciones totales y
subjetividad colectiva. Una experiencia de trans-
formación institucional (Silvia Faraone, Ana Vale-
ro, Ernestina Rosendo, Flavia Torriccelli) . . . . . . 51
4. Investigando sobre procesos de evaluación de pro-
gramas de reinserción comunitaria de personas
externadas de instituciones psiquiátricas (Sara
Ardila, Alicia Stolkiner) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
5. Del hospital psiquiátrico a la atención en salud men-
tal comunitaria (María Cecilia López Santi) . . . . . 77
6. El rol de los trabajadores de la salud en el contexto
de las políticas reparatorias por violaciones de de-
rechos humanos (Sabrina Balaña, Federico Kaski,
Silvana Reinoso, Javier Rodriguez, Fabiana Rous-
seaux, Juliana Serritella) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

DEBATES
1. Inicio a la Sección Debates . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
2. Entrevista al Lic. Yago Di Nella. Director Nacional
de Salud Mental y Adicciones (María Teresa Lodieu
y Leandro Luciani Conde) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
3. Ley 26.657: El desmontaje del sistema represivo
en salud mental (Leonardo Ariel Gorbacz) . . . . 112
4. Introducción a la Unidad de Letrados art. 22 Ley
26.657 (Mariano Laufer Cabrera y María Teresa
Lodieu) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
5. Entrevista al Dr. Mariano Laufer Cabrera. Coordi-
nador de la Unidad de Letrados (María Teresa Lo-
dieu) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

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autoridades de la universidad • María Graciela Iglesias - Universidad Nacional de
nacional de lanús Mar del Plata
Dra. Ana Jaramillo, Rectora • Gregorio Kaminski - Universidad Nacional de Lanús
• Alfredo Kraut - Corte Suprema de Justicia de la Nación
Mg. Nerio Neirotti, Vicerrector • Michael King - Royal Free Hospital-Universidad de
Dr. Daniel Horacio Rodriguez, Director del Departa- Londres- Inglaterra
mento de Salud Comunitaria • Susana Margulies - Universidad de Buenos Aires
• Susana Murillo - Universidad de Buenos Aires
Comité Editorial • Benjamin Vicente Parada - Universidad de Concep-
Mirta Fabris, Ana Farber, Héctor Muzzopappa Oscar ción- Chile
Tangelson, Daniel Rodríguez • Ariadne Runte - Universidad de Granada- España
• Sandra Saldivia - Universidad de Concepción- Chile
revista • Alicia Stolkiner - Universidad Nacional de Lanús -
salud mental y comunidad Universidad de Buenos Aires
Director: Emiliano Galende, Director del Docto- • Francisco Torres González - Universidad de Grana-
rado Internacional de Salud Mental Comunitaria, da - España
Departamento de Salud Comunitaria, Universidad Na- • Graciela Touzé - Universidad de Buenos Aires
cional de Lanús • Miguel Xavier - Universidad Nova de Portugal
• Roxana Ynoub - Universidad de Buenos Aires
Director Asociado: Daniel Rodríguez, Director del • Graciela Zaldúa - Universidad de Buenos Aires
Departamento de Salud Comunitaria
Comité Editorial Suscripción y correspondencia
• Guadalupe Ares Lavalle - Universidad Nacional de saludmentalycomunidad@unla.edu.ar
Lanús. Universidad de Buenos Aires
• Alejandra Barcala - Universidad Nacional de Lanús.
Universidad de Buenos Aires
• Silvia Faraone - Universidad de Buenos Aires
• Mariano Laufer Cabrera - Defensoría General de la
Nación del Ministerio Público de la Defensa - Uni-
versidad de Buenos Aires
• María Teresa Lodieu - Universidad Nacional de Lanús
• Leandro Luciani Conde - Universidad Nacional de
Lanús. Universidad de Buenos Aires
• María Cecilia López Santi - Hospital Neuropsiquiá-
trico Dr. Alejandro Korn ISSN: 2250-5768
• Susana Yacobazzo - Universidad Nacional de Lanús
Comité Científico Diseño de cubierta e interior, ilustraciones:
• Victor Aparicio Basauri - Organización Panamerica- Vladimir Merchensky, www.tantatinta.com
na de la Salud /OMS
• Mario Argandoña - Universidad Mayor de San Si- Impreso en Argentina
món- Bolivia
• Cecilia Ausgburger - Instituto Lazarte- Universidad Queda hecho el depósito que marca la Ley
Nacional de Rosario 11.723. Prohibida la reproducción sin la expre-
• Dinarte Ballester - Universidad Federal de Porto sa autorización por escrito.
Alegre- Brasil
• Valentin Barenblit - Centre IPSI- Barcelona- España © Los autores.
• Miguel Caldas de Almeida - Universidad Nova de
Portugal
• Luis Salvador Carulla - Universidad de Cadiz- Espa- © Ediciones de la UNLa.
ña/OMS 29 de setiembre 3901
• Raquel Castronovo - Universidad Nacional de Lanús Remedios de Escalada - Partido de Lanús
• Silvina Cavalleri - Universidad Nacional de Lanús Pcia. de Buenos Aires - Argentina
• Hugo Cohen - Organización Panamericana de la Salud
• Rubén Efron - Universidad Nacional de Lanús Tel. +54 11 6322-9200 int. 227
• Daniel Frankel. - Universidad Nacional de Lanús publicaciones@unla.edu.ar
• Mabel Grimberg - Universidad de Buenos Aires www.unla.edu.ar/public

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Presentación

Dr. Daniel Rodríguez


Director Departamento de Salud Comunitaria
Mgter. Leandro Luciani Conde
Coordinador del Departamento de Salud Comunitaria

Es un motivo de alegría para esta Dirección En todos los que de distintas maneras parti-
inaugurar un nuevo proyecto editorial, en mo- cipamos de aquel momento clave en la reconfi-
mentos en que se respiran en nuestro país aires guración de las prácticas de salud mental argen-
de cambio auspiciosos para el campo de la Sa- tina, existía la sensación de que teníamos que
lud Mental. recuperar y dar continuidad a dicho proyecto,
El Área de Salud Mental del Departamento de fortaleciendo su potencia renovadora desde el
Salud Comunitaria, primer área formalmente campo académico.
constituida de la Universidad, fue jerarquizada Creemos que en el tiempo transcurrido des-
ya desde los comienzos de nuestra vida univer- de entonces esa expectativa se ha visto amplia-
sitaria al cantar presente en la comunidad cuan- mente confirmada a través de las actividades
do inauguró sus actividades de extensión en la académicas, de cooperación e investigación que
Primera Jornada de Salud Mental Comunitaria hemos desarrollado hasta el día de hoy.
de Setiembre de 1996. Cabe señalar en este sentido, que la idea de
Fue muy significativo que en la misma, jun- Universidad Urbana Comprometida que funda
to a destacadas figuras nacionales e internacio- nuestro proyecto institucional, posibilitó que el
nales, se hiciera presente, en la que fuera una área no se instale en la vocación de producción
de sus últimas visitas a nuestro país, el Profe- y reproducción de un “Saber” descontextuado y
sor Mauricio Goldemberg, figura señera y maes- alejado de los problemas reales del campo sino,
tro de muchos de nosotros, en cuyo servicio la a la inversa, lo haga promoviendo el desarrollo
mención a las actividades interdisciplinarias y de sinergias entre los diversos actores en juego
comunitarias, había dejado de ser una inexora- en dicho campo (usuarios, trabajadores de sa-
ble declaración de principios, para convertirse lud, políticos y técnicos, vecinos, familiares de
en un hecho cotidiano. usuarios, representantes de la comunidad, etc)

3
EDITORIAL

motivados por el afán transformador de la reali- mente demasiado ocupados en abrir nuevos rum-
dad socio comunitaria. bos, lo que dejó en manos de sus más cercanos
El dictado de Carreras de Especialización en discípulos la tarea de reconstrucción de sus ideas.
Salud Mental Comunitaria realizado por conve- Por su parte, a la necesidad de ampliar los
nios de cooperación destinados a la capacitación márgenes de difusión y discusión de estas te-
de los trabajadores de salud mental en distin- máticas, agregamos el afán de ofrecer un espa-
tos escenarios locales, como los de La Pampa o cio de publicación para investigadores en salud
el Municipio de Lanús; o las actividades de asis- mental comunitaria ajustado a los estándares
tencia técnica desarrolladas con distintas gestio- de publicación científica internacional; espacio
nes de gobierno (Dirección Provincial de Salud que en nuestro medio se encuentra aún vacante.
Mental de la Provincia de Pensamos en un es-
Chubut, Secretaría de Sa- pacio inclusivo en el que
lud del Municipio de Tan- tengan cabida las diver-
dil entre otras) dan cuen-
ta de este proceso. P ensamos en un espacio
sas disciplinas que con-
fluyen en Salud Mental,
Como también lo ha- inclusivo en el que tengan tanto las que se apoyan
cen las numerosas co- cabida las diversas disciplinas rigurosamente en meto-
hortes desarrolladas de que confluyen en Salud dologías cercanas a las
la Carreras de Maestría y Mental, tanto las que se ciencias naturales, como
Doctorado en Salud Men- aquellas más cercanas a
apoyan rigurosamente en
tal Comunitaria. Progra- las ciencias sociales, en
ma internacional este úl- metodologías cercanas a las que la rigurosidad sea
timo que a partir de su las ciencias naturales, como la máxima que permite el
inclusión inicial en la Red aquellas más cercanas a las estudio de un objeto que
Maristán, y del apoyo por ciencias sociales. en sentido estricto no es
ella brindado, ha logra- muy calculable, como lo
do instalarse tanto en el es el sujeto humano y sus
ámbito nacional como in- problemáticas.
ternacional como una valorada instancia de for- El desarrollo de la Salud Mental Comunitaria
mación de recursos humanos. Vale señalar el re- en la Argentina, como lo detalla Emiliano Ga-
conocimiento académico que este Programa de lende, es un proceso que ha tenido lugar con
Doctorado consiguió al obtener la máxima cate- marchas y contramarchas y experiencias dispa-
goría otorgada por el organismo acreditante a res en distintas regiones del país. En este mo-
nivel nacional (CONEAU). mento histórico, en un país en el que conviven
Con el actual emprendimiento del Área, la Re- valiosos aportes de las distintas disciplinas que
vista Salud Mental y Comunidad, se agrega una pie- confluyen en el campo de la Salud Mental, ya no
za que nos estaba faltando: la de iniciar con este son ideas o leyes como la recientemente aproba-
proyecto una actividad de difusión que a veces la- da las que nos faltan respecto de lo que debie-
mentamos no hayan podido desarrollar en su mo- ra hacerse en materia de Salud Mental, sino en-
mento algunos “socios fundadores” del campo, contrar formas de llevarlas a cabo de un modo
como lo fueron Pichon Rivière o el mismo Mau- integrado, a escala nacional, con recursos hu-
ricio Goldemberg, para citar algunos, probable- manos capacitados para la tarea.

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Tanto en el mencionado recorrido histórico vos en las distintas etapas de grado y posgrado,
como en el aporte del Dr. Francisco Torres Gon- capaces de gestionar los procesos necesarios en
zález, se nos habla y muestra, siguiendo la de- los sistemas de atención y cuidado, de manera
finición de éste último, de la existencia de un de evitar la reproducción de aquellas formas ins-
“núcleo duro” que resiste a los avances de los tituidas de trabajo que sostienen los prejuicios
procesos de reforma, a pesar de los logros que que históricamente recayeron sobre las perso-
se van evidenciando progresivamente en distin- nas con padecimiento mental.
tos terrenos. Pero también es imprescindible avanzar en la
Es evidente que la asignatura pendiente de construcción epistemológica, ontológica y pra-
nuestra anhelada reforma está ligada en parte xiológica de un nuevo concepto de salud mental,
al avance de los procesos democráticos, y a sus abierto a nuevos horizontes de conocimiento.
vaivenes, pero la caída de los regímenes totali- La revista que hoy da sus primeros pasos abre
tarios registrada en la mayor parte del mundo, y sus puertas a las distintas disciplinas, teorías y
especialmente en nuestra Latinoamérica, tam- saberes que intervienen en las problemáticas de
bién nos muestran que la relación democracia- salud mental comunitaria, de manera de contri-
reforma no es ni lineal ni automática. buir en la dirección de los cambios culturales y
Si recordamos aquello de Bobbio de “las pro- sociales que inexorablemente deberán acompa-
mesas incumplidas de la democracia” comproba- ñar la emergencia de una nueva mirada del su-
mos que no hace falta que exista una dictadura frimiento mental y de las formas de abordarlo.
del Estado para que se mantengan en la socie- Recuperar la herencia de aquellos que senta-
dad, distintas expresiones de discriminación y ron las bases para un trabajo en salud mental
exclusión de “los diferentes”, dentro de las cua- democratizador de las relaciones sociales invo-
les cabe como ejemplo paradigmático, el trata- lucradas en el proceso de atención, y potenciar
miento que se les ha dado y se sigue dando a las la capacidad creativa que la producción de cono-
formas más extremas del sufrimiento humano cimiento pueda tener para avanzar en ese derro-
de las que más especialmente nos ocupamos. tero, constituyen los pilares en los cuales espe-
Es condición necesaria (aunque no es siempre ramos se sostenga este nuevo emprendimiento
suficiente) la formación de profesionales reflexi- del Departamento de Salud Comunitaria.

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Editorial

Emiliano Galende
Médico. Psicoanalista. Director del Doctorado Internacional de Salud Mental Comunitaria,
Departamento de Salud Comunitaria, Universidad Nacional de Lanús.

Esta revista de Salud Mental y Comunidad sobre lo que es o debería ser la Salud Mental.
llega al lector con cierto retraso; hace tiempo el Publicaciones que reflejan investigaciones rigu-
proyecto de su publicación estaba en los planes rosas en muchos casos y que en general se trata
del grupo docente e investigadores de la Univer- de estudios con metodologías cualitativas, con
sidad Nacional de Lanús. Las razones de este fuerte impronta de modelos experimentados
retraso son varias y no es momento de su jus- en antropología, sociología o psicología de re-
tificación. Lo cierto es que hoy está disponible ferencia psicoanalítica. Estos tienen el valor de
y esperamos cumplir con los objetivos que nos expresar claramente la situación dominante del
planteamos para su publicación. campo de salud mental en nuestros países, abrir
Existen revistas, especialmente de los países debates importantes sobre la situación de los
centrales, dedicadas a la publicación de la pro- servicios y los problemas de salud mental preva-
ducción científica de los psiquiatras. En general lentes en la población, a la vez que representan
estas revistas aceptan trabajos de investigación, un aporte de información aun poco tenida en
proyectos o informes, que responden a estu- cuenta por los planificadores y gestores de Sa-
dios realizados con metodología que llamare- lud Mental. Podemos observar que estas inves-
mos positivista, especialmente cuando se trata tigaciones son sumamente ricas en la informa-
de establecer tasas o medidas sobre los proble- ción crítica que aportan sobre la salud mental
mas investigados, tanto de epidemiología so- de la población, los impactos sociales y cultu-
bre prevalencia de patologías específicas como rales, las deficiencias de los servicios, la caren-
de estudios sobre la evaluación de Servicios. De cia de atención en algunos casos, pero a la vez
otro lado, más dominante en nuestros países de de sus estudios no siempre resultan propuestas
América Latina, y entre ellos de Argentina, exis- que permitan avanzar en la construcción de una
ten numerosas publicaciones que abordan en- nueva comprensión de los trastornos mentales,
sayos críticos, debates, posiciones y opiniones desarrollen un enfoque interdisciplinarios de

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los mismos y su forma de tratarlos. Una excep- en nueve cohortes y han defendido y aprobado
ción importante de señalar es la del “Anuario de sus tesis de investigación cerca de veinte. Entre
Investigaciones” que publica la Facultad de Psi- los años 2005 y 2009 se implementó una Ca-
cología de la Universidad de Buenos Aires, que rrera de Especialización en el mismo tema, en
da muestras de un semillero importante de in- dos cohortes: una en convenio con el Gobierno
vestigaciones, en parte de investigadores en for- de la Provincia de La Pampa y apoyo de la Uni-
mación, que abren un sendero interesante y es- versidad Nacional de La Pampa, cuyos alumnos
peranzador para el futuro de la investigación en fueron todos los profesionales que se desempe-
Salud Mental en nuestro país. Los objetivos que ñan en los servicios de salud mental de la pro-
nos proponemos con esta nueva revista respon- vincia, y otra en convenio con el Municipio de
den al interés de lograr un espacio de publicacio- Lanús, con el mismo criterio y participación de
nes que no excluya a ninguna de las dos orienta- sus profesionales. Desde el año 2002, median-
ciones mencionadas, esto es de reflejar a través te un subsidio de la Unión Europea, desarrolla-
de lo publicado aquellas investigaciones riguro- mos un programa internacional de Doctorado
sas, independientemente de si para sus objeti- en Salud Mental, el cual está cumpliendo en la
vos y metodologías utilicen criterios cuantita- actualidad su cuarto ciclo. Por este programa
tivos, cualitativos, o combinen ambos, que será Argentina cuenta hoy con siete Doctores en Sa-
sin duda lo más frecuente. Asimismo contare- lud Mental Comunitaria, y más de sesenta es-
mos con una sección de Debates, en la que se po- tán desarrollando sus investigaciones para la
drán publicar ensayos, entrevistas con referen- tesis doctoral. Todos estos programas han sido
tes de nuestro campo, y de algún modo también acompañados y compartidos con una red de
opiniones fundadas o propuestas de encuentros ocho universidades, cuatro de Europa y cuatro
o actividades dentro de los ejes propuestos. Se de América Latina, la Red Maristán, de la cual
trata de ampliar el campo y expresar en su pu- formamos parte desde su fundación en 1997 y
blicación los estudios sobre salud mental que continuamos compartiendo diversas activida-
realmente se hacen, especialmente en Argenti- des de investigación conjunta y de formación
na y los países de América Latina. de posgrado en las Universidades de Granada
Fijar esta línea de publicación es concordante (España), de Concepción (Chile) y los nuestros
con el trabajo de nuestro grupo de Salud Mental en Lanús. La pertenencia y la colaboración en
y Salud Colectiva desde hace varios años, cual es esta Red ha sido un aporte crucial para el desa-
el de desarrollar en los estudios universitarios, rrollo de los proyectos que implementamos. El
especialmente de posgrado, la enseñanza y la Profesor Francisco Torres González, catedráti-
investigación desde la perspectiva comunitaria co de la Universidad de Granada y presidente
de los cuidados de salud mental. Desde hace 17 actual de la Red que ha escrito parte de la Edi-
años lo hacemos a través de los posgrados y no torial en nombre de la Red, ha sido no solo el
perdemos la expectativa de impactar también iniciador sino también un conductor incansa-
en la enseñanza de grado en aquellas discipli- ble de todos sus proyectos. Él mismo, junto a
nas involucradas en la atención de salud men- todos los que representan a sus universidades
tal (medicina, psicología, enfermería, trabajo ante la Red Maristán, forman parte del Comi-
social) y en el diálogo imprescindible con áreas té Científico de esta revista y serán los encarga-
del conocimiento como la antropología, la filo- dos, junto a los demás miembros del Comité, de
sofía, el psicoanálisis, donde cada una desde su evaluar los trabajos que lleguen para su publica-
perspectiva disciplinaria indagan acerca del es- ción en la misma.
píritu humano y sus avatares. Desde 1997 desa- Además de la información que leerán en la
rrollamos en la Universidad Nacional de Lanús Editorial de Francisco Torres González, vale se-
una Maestría en Salud Mental Comunitaria, la ñalar el sentido que desde su fundación nos lle-
cual han cursado más de doscientos alumnos vó a integrarnos a este proyecto. Casi todos los

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EDITORIAL

que representan a sus universidades en la Red tigación. El desafío que asumieron las universi-
han tenido participación y liderazgo en la refor- dades de la Red, con apoyo y colaboración de la
ma de la atención en salud mental en sus países, OMS y del Programa de Salud Mental de OPS, es
desde el modelo de la psiquiatría asilar hacia el justamente el de llevar a las universidades esta
desarrollo de servicios comunitarios y de cuida- nueva perspectiva, para la formación, en prin-
dos, esto es de prácticas, desde una perspectiva cipio de posgrado pero con el anhelo de alcan-
comunitaria. En los países de Europa esta pro- zar también una reformulación de la enseñanza
puesta de reforma, apoyada fuertemente por la de grado, como también ampliar la investiga-
Organización Mundial de la Salud (OMS), lle- ción desde este nuevo contexto de la atención.
va ya cerca de treinta años de experiencia exi- La Red ha sido así un encuentro fructífero entre
tosa, al igual que reformas parciales que en la psiquiatras con una perspectiva progresista en
misma dirección se están implementando en al- este campo de la Salud Mental y profesionales
gunos países de América Latina. Sin embargo, de otras disciplinas integrados al mismo.
toda esta nueva experiencia, que está constru- ¿En qué consiste esta nueva perspectiva en
yendo un nuevo paradigma teórico y práctico Salud Mental que denominamos “comunitaria?
sobre los criterios de comprensión de los tras- ¿De qué manera se expresa en Argentina? Para
tornos mentales y de su tratamiento, que impli- responder a esto hagamos un pequeño repaso
can a la vez nuevos criterios para la organiza- histórico.
ción de los servicios y diversos dispositivos de Hasta los años sesenta del siglo pasado, Ar-
atención y rehabilitación, no se acompañó des- gentina tenía un modelo de atención psiquiá-
de las universidades con un cambio en la forma- trico basado en una red de once Colonias, lla-
ción de grado de los profesionales implicados madas inadecuadamente “de rehabilitación”,
en este campo. Tanto la formación como las di- esparcidas en diversas provincias, en general en
versas investigaciones siguieron orientadas por áreas rurales y con similar diseño arquitectóni-
el marco de las disciplinas que podemos llamar co. Las primeras de ellas fueron diseñadas por
tradicionales: psiquiatría y medicina. El nuevo Domingo Cabred, quien conocía el movimiento
enfoque interdisciplinario, que da lugar a nue- de Open Door, vigente a comienzos del siglo pa-
vas prácticas de cuidados en salud mental, la ne- sado en EE.UU. Además un conjunto de Hospi-
cesidad de servicios integrados al primer nivel tales Psiquiátricos en varias de las capitales de
de los cuidados de salud, la problemática de la provincia y en la Capital Federal. La hegemonía
rehabilitación, tanto la temprana en la primer de la psiquiatría clásica era total en estos servi-
crisis como especialmente la de aquellos pacien- cios y la cronificación habitual de los pacientes
tes que han permanecido por largos años insti- era asumida como propia del carácter de la en-
tucionalizados en hospitales psiquiátricos, el di- fermedad mental. En 1957 llegan al país las no-
seño y la gestión de estrategias de atención con ticias de la profunda crítica al sistema de la psi-
participación de los usuarios, sus familias y la quiatría asilar y la denuncia de las condiciones
comunidad, se han desarrollado tendiendo a su de los hospitales psiquiátricos, que había surgi-
organización e integración de diversas discipli- do en la Europa de posguerra. El gobierno mili-
nas, se ha ido acumulando una serie de expe- tar de entonces crea por Decreto Ley el Instituto
riencias, tanto de gestión de los servicios como Nacional de Salud Mental (en 1953 la Asamblea
de las prácticas, que no se han reflejado cabal- de la OMS había recogido estas denuncias y dic-
mente en la formación académica y en la inves- tado una recomendación de avanzar hacia crite-

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rios más amplios de salud mental, proponien- tintos sectores concurren a grandes debates en
do el modelo de Comunidades Terapéuticas, en los Congresos, desarrollan una crítica profun-
desarrollo en ese tiempo en Inglaterra). Al poco da del sistema asilar en el país y forman orga-
tiempo, por iniciativa de este Instituto, se crea nizaciones interdisciplinarias, como la Coordi-
la Comisión Nacional Asesora en Salud Mental, nadora de Trabajadores de Salud Mental en el
que integran los once directores de dichas Co- año 1972. Los años setenta del siglo pasado fue-
lonias de alienados. Además de asesorar al Di- ron sin duda los comienzos de una reforma de
rector del Instituto, esta Comisión organiza las la atención en Salud Mental en el país, apoya-
primeras Jornadas Nacionales de Salud Mental, do en un gran movimiento de profesionales que
que reiteró anualmente en distintos puntos del recibían el respaldo de algunas organizaciones
país y que convocara en sindicales, grupos políti-
los primeros años a los cos y amplios sectores de
psiquiatras que se des- la cultura.
empeñaban en los psi-
quiátricos, pero luego, H asta los años sesenta
La dictadura de los
años setenta y seis logró
con la graduación de los del siglo pasado, Argentina desmantelar estas ini-
primeros psicólogos (año tenía un modelo de atención ciativas y su objetivo de
1963) éstos se agregan a psiquiátrico basado en “mantener el orden” y
los participantes de estas una red de once Colonias, la hegemonía de los psi-
Jornadas. En esos años quiatras asilares en los
llamadas inadecuadamente
un sector de psiquiatras, servicios de Hospitales
mayoritario pero ya no “de rehabilitación”, esparcidas Psiquiátricos y Colonias.
integrado en los hospita- en diversas provincias, en Con el retorno de la de-
les psiquiátricos, forma general en áreas rurales y con mocracia, con Mauricio
la Federación Argentina similar diseño arquitectónico. Goldemberg una vez más
de Psiquiatras y convoca liderando una propues-
a un Primer Congreso Ar- ta de cambio y esta vez
gentino de Psiquiatría en como consultor de OPS/
la Ciudad de San Luis, al cual sucedieron luego OMS en Argentina, se inicia un nuevo camino
seis Congresos y numerosas Jornadas. Mauricio que en sus comienzos no integró la experien-
Goldemberg, que había asumido la dirección del cia de los años setenta. El Instituto Nacional de
Servicio de Psicopatología del Hospital Araóz Salud Mental había desaparecido y el gobierno
Alfaro en Lanús, es convocado a diseñar junto creó la Dirección Nacional de Salud Mental, que
a Abraam Sonis, el primer Programa de Salud se hace cargo de la propuesta diseñada por Gol-
Mental en la Ciudad de Buenos Aires, que crea demberg. Esta nueva Dirección Nacional logró
dos Centros de Salud Mental y varios Servicios fundar en casi todas las provincias Direcciones
en Hospitales Generales. A su vez los psicólo- de Salud Mental provinciales y se implementó
gos, que se iban también incluyendo en muchos una Residencia Interdisciplinaria en Salud Men-
de los servicios de hospitales psiquiátricos, for- tal (RISAM), en la cual se formaron muchos de
man la Confederación de Psicólogos de la Repú- los profesionales que retomaron la senda de la
blica Argentina (COPRA) y pasan a formar parte prometida reforma de la atención psiquiátri-
de los Congresos bianuales de la FAP. Estos dis- ca en el país. Es también en esta década que co-

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EDITORIAL

menzó el programa de Salud Mental en la Pro- asistencial y jurídica de los enfermos mentales
vincia de Río Negro, una experiencia que en el internados en hospitales psiquiátricos, junto al
caso de Argentina mostró un camino de trans- reclamo de reforma del sistema jurídico que re-
formación que se ha consolidado en el tiempo y gula la vida de estos pacientes, dan muestra ca-
ha servido de ejemplo a otras iniciativas. Estos bal de la amplitud de este espíritu de reforma
intentos, luego de la sufrida dictadura, permi- de la atención en salud mental en nuestro país.
tieron algunos avances, sembraron nuevos com- Al mismo tiempo diferentes organismos inter-
promisos de profesionales con la reforma y en nacionales han producido declaraciones (la de
varios de los hospitales psiquiátricos y Colonias Caracas centralmente), la Convención sobre los
se implementaron exitosos programas de exter- Derechos de Niños y Adolescentes, la más re-
nación de pacientes. En el campo intelectual los ciente sobre Discapacidad, los Principios de Na-
criterios interdisciplinarios se implantaron con ciones Unidas de 1991, algunos fallos de la Cor-
fuerte aceptación y la consigna de integrar a la te Suprema de Justicia de la Nación y de la Corte
comunidad como perspectiva para la atención Interamericana de Derechos Humanos, una po-
se difundió fuertemente en todo el país. Recor- lítica activa de OPS/OMS guiada por esta nueva
demos que fue a comienzos de los años noven- legislación de derechos y propuestas de nuevos
ta que se concreta la Declaración de Caracas, un servicios, se acompañó desde las universidades
año antes de la decisión de la Asamblea de Na- con distintos programas de formación de posgra-
ciones Unidas de acordar entre 180 países los do y algunas reformas en los planes de estudio
Principios para la atención de la salud mental. en Medicina y Psicología. La Maestría en Salud
Los últimos veinte años en Argentina, y en Mental que implementa la Universidad Nacio-
parte de los países de América Latina, se carac- nal de Entre Ríos con un programa afín a estos
terizaron por un notable desarrollo entre los principios, la desarrollada por la Universidad
profesionales de la salud mental de los princi- Nacional de Tucumán, la de la Universidad de
pios de salud mental y de las estrategias de par- la República en Uruguay, la que Paulo Amarante
ticipación de la comunidad, junto a una crítica dirige en la Universidad de Río de Janeiro, por
profunda del sistema asilar, basado en la inter- nombrar solo algunos de estos posgrados, son
nación en hospitales monovalentes, aun do- muestra de que la reforma está avanzando en el
minante en el país que sigue contando con 42 sector profesional, con apoyo también de gru-
hospitales psiquiátricos, con características di- pos intelectuales, de la cultura y especialmen-
ferentes, no todos de perfil asilar tradicional, te de los movimientos de Derechos Humanos.
y, con diferentes nombres ahora, y aún están Así llegamos a la reciente decisión del gobier-
las once Colonias de alienados con su tradicio- no de crear la Dirección Nacional de Salud Men-
nal población de crónicos. Los Congresos de Sa- tal y Adicciones, órgano jerarquizado del Minis-
lud Mental y Derechos Humanos que organi- terio de Salud de la Nación, y a la sanción de la
zan anualmente la Universidad de las Madres Ley 26.657 que reordena de manera profunda la
de Plaza de Mayo, al que asisten entre cuatro y relación represiva y discriminatoria del enfermo
cinco mil profesionales y estudiantes de diferen- mental con el sistema judicial del Estado. Esta
tes disciplinas vinculadas con la salud mental, Ley, bajo una perspectiva de derechos humanos
numerosas Jornadas dedicadas al tema, entre y de ciudadanía, y que impone la obligación del
ellas varias organizadas por instituciones o gru- Estado de atender con protección de derechos a
pos del sistema judicial, abordando la situación quienes padecen de trastorno mental, inaugura

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una nueva época en el modo de comprensión del Educación) que son partícipes necesarios para el
Estado sobre la persona con trastorno mental y éxito de estos programas. En segundo lugar se
genera un nuevo marco normativo para su tra- trata de avanzar y consolidar un sistema alter-
tamiento. Una nueva política, centrada en el re- nativo de atención que reemplace las funciones
conocimiento de derechos, una racionalidad en de los hospitales psiquiátricos, ya en desarrollo
los tratamientos, un cuidado por la dignidad de en varias provincias del país, siguiendo las pro-
las personas bajo tratamiento, se está abriendo puestas que se han formulado desde la OMS/
paso en Argentina y nos lleva a integrarnos en- OPS que condensan las experiencias ya consu-
tre los países que ya han asumido estos crite- madas en otros países. El desarrollo de cuida-
rios. Esta Revista de Salud Mental y Comunidad dos de salud mental en los servicios de atención
está en sintonía con esta primaria de la salud, o la
nueva política y se propo- ampliación de los ya exis-
ne generar suministros tentes, el respaldo de ser-
de investigación, opinión
y debate sobre los proble-
E sta Revista de Salud
vicios en hospitales ge-
nerales con camas para
mas prevalentes a fin de Mental y Comunidad se internaciones breves de
sumar voluntades entre propone generar suministros pacientes en crisis, la im-
profesionales y sectores de investigación, opinión y plementación de la nueva
sociales y culturales im- debate sobre los problemas relación jurídica que es-
plicados en la problemá- prevalentes a fin de sumar tablece la Ley 26.657 de
tica de la salud mental y Salud Mental entre el Es-
voluntades entre profesionales
los derechos humanos. tado y las personas con
Esta nueva política en- y sectores sociales y culturales trastorno mental, la pla-
frenta varios desafíos, implicados en la problemática nificación de las políti-
entre ellos dos que son de la salud mental y los cas específicas de pro-
centrales. Por una parte derechos humanos. tección de derechos y
se hace necesario supe- apoyo social de los pa-
rar en Argentina el siste- cientes bajo tratamiento,
ma asilar que aún persis- obliga a una reformula-
te, a pesar de los cuestionamientos planteados. ción de las prácticas de los profesionales. El éxi-
Superar esta situación requiere generar recur- to de esta política en salud mental depende en
sos de nuevo tipo, apoyados en la comunidad, gran parte de que logremos profesionales com-
para rehabilitar, integrar a la sociedad y soste- penetrados con los principios de la atención co-
ner en la comunidad a quienes han permaneci- munitaria y la gestión con participación de los
do por largos periodos internados en hospita- usuarios, las familias y organizaciones de la co-
les psiquiátricos o Colonias. Esto requiere de un munidad en los procesos de atención. De nada
programa específico de desinstitucionalización, serviría contar con nuevos servicios comunita-
que se alimente de las experiencias ya realizadas rios si no lográramos modificar las prácticas de
en otros países, que forme con rigor a profesio- atención, ya que el objetivo último de la refor-
nales para la gestión de estos programas y que ma de la atención es construir una nueva rela-
logre los acuerdos con otros sectores del Estado ción entre pacientes y profesionales, alejada de
(Desarrollo Social, Vivienda, Trabajo, Justicia, los valores y del ejercicio del poder del médi-

11
co especialista. Las nuevas prácticas deben es- agota en la formación de los equipos de aten-
tar basadas en la participación, la preservación ción y sus prácticas, la apertura a la comple-
de los derechos humanos y el respeto de la dig- jidad de lo humano implicado en el trastorno
nidad de las personas bajo tratamiento. La re- mental requiere de un enfoque amplio de todas
forma jurídica que sanciona la Ley 26.657 y el aquellas disciplinas implicadas en la compren-
nuevo marco normativo para la atención, solo sión del espíritu humano y la vida en común, el
puede hacerse efectiva a través de la relación es- debate y la crítica son esenciales en este proce-
pecífica entre quienes sufren de trastorno men- so que entendemos como de transición. Supe-
tal y quienes asumimos su atención y nos brin- rar el modelo asilar, con todas sus implicancias
damos a su cuidado. prácticas en la vida de las personas que han pa-
Esta Revista, que hoy sale a la luz pública, sado y pasan por sus tratamientos, consiste en
pretende reflejar a la vez que avanzar en un recuperar la dimensión de lo humano, es de-
ámbito científico, de investigación, formación cir, no solo intentar comprender la mente sino
académica y de gestión, estas nuevas mane- a la vez el misterio de la vida en común. Lo que
ras de comprender los trastornos mentales y he tratado de reseñar constituye solo un cami-
su enfoque terapéutico. A la vez que promover no que se está abriendo, con señales más claras
nuevas investigaciones se hace necesario man- que nos indican por donde debemos avanzar,
tener un debate abierto y amplio sobre esta marcarse objetivos permiten que avancemos y
perspectiva comunitaria de salud mental, don- nos exigen rigor y amplitud intelectual, pero
de se impliquen no solo los profesionales dedi- también comprensión de que el camino que
cados a la atención y la gestión sino también transitamos para comprender y actuar en sa-
aquellos intelectuales y personas de la cultu- lud mental no tiene una estación de llegada en
ra que desde el campo social y la cultura pue- la cual descansar, como en todo intento de ha-
den aportar a una nueva comprensión de los cer inteligible lo humano, la sociedad y la cul-
trastornos mentales y la forma ética de tratar- tura, lo posible es poder fundamentar la racio-
los. El principio de una comprensión interdis- nalidad del camino que seguimos y, sin duda,
ciplinaria de la problemática de lo mental no se marchar, seguir andando.

12
Editorial

Prof. Francisco Torres González,


Licenciado en Medicina y Cirugía. Facultad de Medicina. Universidad de Granada
Doctor de la Universidad de Granada. Especialista en Psiquiatría
Especialista en Medicina Legal. Presidente de la Red MARISTÁN Universidad de Granada, España

La Red MARISTÁN es un espacio académi- Dada la extensión y complejidad de los temas


co de cooperación entre universidades de Amé- que abarcan la salud mental y el conjunto de la
rica Latina y Europa. Fue constituida en 1997 morbilidad psiquiátrica, la Red inicialmente aco-
gracias a una beca del Programa América Latina tó su campo de interés preferente, optando por
Formación Académica (ALFA) de la Unión Euro- desarrollar sus objetivos en aquellas áreas que se
pea que permitió tener los plenarios constitu- ocupan de las personas con trastornos mentales
tivos en Buenos Aires en abril y en Granada en que de forma más prolongada precisan cuidados
noviembre de aquel año. en la comunidad, bien sea por la gravedad de sus
Inicialmente, la Universidad de Granada asu- síntomas o por la importancia de sus discapaci-
mió la coordinación de la Red, residiendo en la dades. No obstante, a lo largo de su proceso de
actualidad la Secretaría Ejecutiva en la Universi- desarrollo, la Red ha ido ampliando este espec-
dad de Concepción tro de temas, buscando adecuarse a los intereses
y necesidades de sus miembros, sin perder el foco
Miembros que forman la Red: en la salud mental y los cuidados comunitarios.

• Universidad de Granada, España Los objetivos constituyentes


• Universidad de Concepción, Chile de la Red MARISTÁN fueron y son:
• Universidad Nacional de Lanús, Argentina
• Universidade Federal de Ciências da Saúde de • Fomentar la cooperación, contribuyendo a eli-
Porto Alegre, Brasil minar deficiencias y desigualdades entre países.
• University College London Medical School, U.K. • Desarrollar investigación que permita la
• Universidade Nova de Lisboa, Portugal transferencia e instalación de nuevas tecno-
• Universidade Estadual de Londrina, Brasil logías, incluyendo nuevos métodos e instru-
• Universidad Mayor de San Simón, Bolivia mentos de evaluación.

13
EDITORIAL

• Contribuir a la formación de profesionales en Programa ALFA de la UE. Con la cooperación


el marco de los principios básicos actuales de de docentes de las otras universidades de la Red
modelos comunitarios de atención a la salud desarrolló un Programa bajo el título: Doctora-
mental. do Internacional en Salud Mental Comunita-
ria”. Tuvo alumnos becados por ALFA de Boli-
El Programa de Estudios de Posgrado en Sa- via, Brasil, España y Chile.
lud Mental está cumpliendo el primer y el ter- Esta Universidad argentina ha mantenido su
cer objetivos. Comenzó la Universidad de Gra- Programa de Doctorado, oferta académica que
nada (1999-2001) con dos programas docentes sigue siendo escasa en América Latina, y en
paralelos e intercomunicados: una “Maestría In- 2011 ha comenzado su cuarta cohorte. De estos
ternacional en Cuidados cuatro programas, dos
Comunitarios al Enfer- han sido subsidiados por
mo Mental de Larga Evo- ALFA. Tanto que en una
lución” y un Programa de
Doctorado Internacional
L a Red ha procurado estar
todavía reciente reunión
convocada por ALFA en
con el título de “Investi- presente diseminando su México la actividad de
gación Sobre Cuidados opinión y su experiencia Lanús fue señalada como
Comunitarios a Personas en números congresos modelo a seguir.
con Trastornos Psicóti- científicos de Europa y También la Universi-
cos”. Entre los alumnos América Latina. Siempre dad de Concepción inició
latinoamericanos, seis su Programa de Doctora-
buscó el consenso sobre los
fueron becados por el do en 2009 con sus pro-
Programa ALFA y proce- valores éticos que deben pios recursos y el apoyo de
dían de Argentina, Brasil inspirar la práctica clínica, la los docentes del resto de
y Chile; un séptimo alum- enseñanza y la investigación universidades de la Red.
no disfrutó de una beca de todo aquello que sobre la En 2011 tiene en desarro-
del Gobierno de Venezue- Salud Mental se trate. llo su segunda edición.
la. Todos cursaron am- Además de estos doc-
bos programas docentes. torados estructurados
En aquellos años de sobre el apoyo colabo-
cambio de milenio, las enseñanzas de posgrado rativo de toda la Red, otras iniciativas surgie-
en Latinoamérica carecían en general de ofer- ron de entre sus instituciones miembros man-
tas docentes que permitieran alcanzar el Gra- teniendo el espíritu de la Red, pero buscando
do de Doctor. Mientras tanto las demandas cre- también apoyos externos a la misma. Así sur-
cían entre los licenciados y las universidades gió la “Maestría en Salud Mental” de la Univer-
cada vez valoraban más la posesión del título de sidad de Lanús que va ya por su cohorte núme-
doctor al reclutar sus profesores. Los poseedo- ro 9, en paralelo con el Programa de Doctorado
res del preciado título lo habían obtenido en el ya mencionado. Y también el “Máster Interna-
extranjero. La Red se planteó, coherente con su cional en Políticas de Salud Mental y Servicios”
primer objetivo, comenzar a cubrir ese vacío. que imparte en inglés la Universidad Nova de
La Universidad Nacional de Lanús tomó la Lisboa comenzó su andadura en 2009-2010 y se
iniciativa y obtuvo en 2002 otro subsidio del ha consolidado en el bienio 2010-2011 que se

14
cursa en la actualidad, estando previsto el tercer versidad de Granada. También surgieron algu-
curso en 2012-2013. nas publicaciones y numerosas presentaciones
El Estudio Multicéntrico MARISTAN da sa- en congresos.
tisfacción al segundo objetivo, pero también al En una fase posterior (2006-2011), los mate-
primero y al tercero, porque todo estudio realiza- riales aportados por el método cualitativo han
do a través del un consorcio amplio y multicultu- servido para construir de abajo a arriba –desde
ral como el que supone la Red, es una inigualable lo que sienten y piensan los usuarios y sus cui-
oportunidad para la transferencia tecnológica y dadores y no mediante el puro consenso entre
la capacitación de jóvenes investigadores. quienes no han sufrido el azote de la enferme-
El Estudio se titula: “Estigma, Necesidades y dad–, se han construido tres entrevistas estruc-
Cuidados Informales en personas que padecen turadas simultáneamente en las tres lenguas del
esquizofrenia de larga evolución y que viven en estudio (español, inglés y portugués). Cubren
la Comunidad” las dimensiones Estigma, Necesidades y Cuida-
Esta decisión fue solo posible porque los dos Informales. Las entrevistas se han testado
alumnos becados por ALFA en el doctorado de estadísticamente y se han sometido a un ensa-
Granada ya referido, tuvieron la iniciativa de yo piloto; por lo que cuatro artículos con las es-
hacer sus tesis doctorales de manera mancomu- calas validadas están pendientes de publicación
nada, compartiendo diseño y bases de datos. en un futuro inmediato.
Con enorme generosidad y esfuerzo realizaron En una fase final, a partir de 2012, se prevé
lo que se habían comprometido. Como proce- desarrollar un estudio comparativo entre los
dían de diversas universidades cada uno haría el países miembros de la Red, en los que se utiliza-
trabajo de campo en su lugar de origen y así sur- rán las entrevistas antedichas para ver las dife-
gió el estudio multicéntrico. rencias que puedan existir en espacios cultura-
Los datos iniciales fueron obtenidos (2001- les y de desarrollo tan diferentes y de qué forma
2003) en una extensa investigación multinacio- la evolución de las personas que sufren de esqui-
nal de tipo cualitativo usando el método de los zofrenia puede estar asociada a las dimensiones
Grupos Focales. En ellos volcaron sus puntos de objeto de estudio.
vista los usuarios de servicios psiquiátricos y los
cuidadores formales e informales. Todos aporta- Búsqueda del consenso
ron sus experiencias sobre las necesidades que
tenían, los cuidados que recibían y el estigma que Como se ha dicho, la Red ha procurado estar
les afectaba. Cerca de medio centenar de Gru- presente diseminando su opinión y su experien-
pos Focales se hicieron en Argentina, Brasil, Chi- cia en numerosos congresos científicos de Euro-
le, España, Reino Unido y Venezuela, en los que pa y América Latina. Siempre buscó el consen-
intervinieron más de trescientos participantes. so sobre los valores éticos que deben inspirar
En una segunda etapa del estudio (2004- la práctica clínica, la enseñanza y la investiga-
2005) se hicieron los análisis e interpretacio- ción de todo aquello que sobre la Salud Mental
nes pertinentes y como resultado se produje- se trate y en especial en lo que concierne al nú-
ron varios informes específicos y material para cleo duro de nuestra práctica: el enfermo men-
las tesis doctorales de los doctores Ariadne Run- tal grave de larga evolución.
te Geidel, Luciane Carniel Wagner y Claudio A. También la Red se ha implicado en esta ver-
Antonioli, las cuales fueron ya leídas en la Uni- tiente en la organización de dos encuentros in-

15
ternacionales de la Asociación Mundial de Psi- En abril de este año de 2011 se estampó la últi-
quiatría en la ciudad de Granada y de nuevo está ma firma de un Convenio para la Cooperación
colaborando en un tercero a celebrar en febrero Interinstitucional de las Universidades Miem-
de 2012. bros. Ha sido suscrito por las Rectorías de las
En octubre de 1998 varios miembros de la distintas universidades y en las tres lenguas de
Red estuvieron presentes en el “Simposio Re- la Red: español, inglés y portugués.
gional de las Américas” celebrado en Guadala- En este momento la Red está atravesada por
jara, México. Allí la Red sometió a debate un el inexorable paso del tiempo, va perdiendo por
borrador de documento de consenso sobre los jubilación a algunos de sus “padres fundadores”,
cuidados que precisan las personas que sufren pero nueva savia está entrando para garantizar
esquizofrenia cuando viven en la Comunidad. el futuro de la Red.
El documento presentado fue sustancialmente
mejorado tras el debate en la capital de Jalisco. ¿Por qué la Red es necesaria?
Un año después, en marzo de 1999, se cele-
bró en Granada la primera de la Conferencias de Hay muchas redes y consorcios y todas ocu-
la Asociación Mundial de Psiquiatría más arriba pan su hueco. La Red MARISTAN siempre se ha
referidas. Su tema general fue el “Tratamiento identificado por el enfoque ético de los proble-
Integral en la Comunidad de Personas con En- mas que se dirimen cuando se diagnostica una
fermedad Psicótica”. La Red MARISTAN presen- enfermedad mental, cuando se decide donde se
tó a debate y aprobación el ‘Documento para el la trata y con qué hacerlo. En esa vertiente quie-
Consenso Internacional’: “Cuidados y Necesi- re seguir estando presente.
dades de las Personas Afectadas por Trastor- Dilucidar los problemas que la atención a
nos Esquizofrénicos que Viven en la Comuni- la Salud Mental conlleva, cuando se pretende
dad”. El documento fue ampliamente debatido, afrontar desde y en la Comunidad exige una
recibió numerosas enmiendas que lo enrique- coherencia entre principios y prácticas que
cieron y finalmente fue aprobado por unanimi- no siempre es fácil mantener sin una sólida
dad por el pleno de la Conferencia. base ética. Y a esa base quiere seguir apor-
La finalidad del documento era que fuese útil tando la Red
para orientar “las recomendaciones de políti- Cuando se denuncia el incremento de perso-
cas públicas que oportunamente se propusie- nas con enfermedad mental que están en pri-
sen a los poderes públicos, así como que sirva siones, hay que preguntarse qué se está hacien-
de marco referencial en los estudios que pue- do mal en los Servicios Comunitarios de Salud
dan abordarse sobre los resultados y la calidad Mental para que esas personas terminen encar-
de vida, relacionados con personas con tras- celadas. Negarse a reflexionar sobre esto y li-
torno esquizofrénico”. El documento completo mitarse a pedir la apertura de más camas psi-
puede verse como anexo a esta editorial. Poste- quiátricas, es renunciar a la mejora de dichos
riormente, ese mismo año fue ratificado en el servicios y retomar los viejos criterios de la in-
Congreso Mundial de Psiquiatría celebrado en ternación asilar como solución. La Ética obliga a
Hamburgo. los profesionales y a los responsables de los ser-
La institucionalización. Aún nacida en vicios de Salud Mental a preguntarse cada día
1997, la Red ha venido funcionando sin forma- dónde están los fracasos y por qué.
lizar sus relaciones interinstitucionales hasta Es por ello que la Red MARISTAN siempre se
recientemente. La generación de docentes que ha posicionado contra los movimientos regresi-
dieron lugar al nacimiento de la Red envejecía y vos que añoran la panacea de la institución ma-
se hacían precisas dos cosas: una cierta consoli- nicomial como respuesta a todos los problemas.
dación institucional del consorcio y el fomento Posicionarse es una obligación ética. Y ahí se-
del relevo generacional para asegurar el futuro. guirán las nuevas generaciones de la Red.

16
Documento para el Consenso Internacional propuesto por la Red Maristán

Cuidados y necesidades de las personas


afectadas por trastornos esquizofrénicos
que viven en la comunidad

Coordinador Prof. F. Torres González. Julio de 1999

La Red MARISTÁN, constituida por los De- oportunamente se propusiesen a los poderes
partamentos de Psiquiatría y Salud Mental de públicos, así como que sirva de marco referen-
las Universidades de Concepción (Chile), Na- cial en los estudios que puedan abordarse sobre
cional de Lanús (Argentina), Granada y Sevilla los resultados y la calidad de vida, relacionados
(España), Nova de Lisboa (Portugal), y de las es- con personas con trastorno esquizofrénico.
cuelas de medicina Royal Free and University Co-
llege (Reino Unido) y la Fundaçao Faculdade Fe- Preámbulo
deral de Ciências Médicas de Porto Alegre (Brasil),
vivamente preocupada por un creciente proble- Los estudios de seguimiento de personas
ma de salud pública, cual es atender las necesi- con trastorno esquizofrénico en la comunidad
dades de la persona con trastorno esquizofré- muestran que su evolución depende de manera
nico que vive habitualmente en la comunidad directa tanto de los cuidados psiquiátricos de su
y prestarle los cuidados adecuados, PROPONE enfermedad, como de la atención de otras nece-
a la comunidad internacional –científica, pro- sidades derivadas de su situación familiar, so-
fesional, de usuarios y de allegados– la adop- cial y comunitaria.
ción por consenso de un conjunto de principios Entre las múltiples opciones que cabrían para
y consideraciones que se detallan en el presente estructurar un documento de consenso sobre el
documento, con la FINALIDAD de que orienten tema propuesto, se ha escogido una que permita
las recomendaciones de políticas públicas que describir aquellas modalidades de cuidado que

17
DOCUMENTO

debieran poder prestarse en la comunidad a per- Frente a esta situación no cabe la pasividad.
sonas con trastornos mentales. Al contrario, es necesario acordar por consen-
Ahora bien, los cuidados han de estar en rela- so los esfuerzos que toda sociedad debería hacer
ción con las necesidades que padecen dichas per- encaminados a satisfacer las necesidades rela-
sonas, por lo que el documento debe contemplar cionadas con las discapacidades de aquellos ciu-
también el consenso sobre cuáles son las nece- dadanos que sufren de un trastorno psicótico.
sidades que con mayor frecuencia aquejan a las Aunque este documento refleja mejor las pers-
personas con trastornos esquizofrénicos que re- pectivas de sociedades más industrializadas, po-
siden de forma habitual en la comunidad. Ambos dría también ser útil para otras naciones cuyas
términos –necesidades y modalidades de cuida- diferencias son mucho más económicas que cul-
do– y los conceptos sub- turales, y a quienes po-
yacentes están inspirados dría servir como guía para
sus futuros desarrollos de
A
en la literatura científica.
Conviene señalar lgunas modalidades de sus sistemas de salud y de
que las necesidades que servicios sociales.
cuidado requieren para su
aquí se contemplan son, Al mismo tiempo, el
constitutivas de dere- administración de espacios documento debería to-
chos reconocidos inter- estructurales de una cierta mar nota positiva de cul-
nacionalmente de for- especificidad, y no basta turas con tradiciones de
ma explícita o implícita, con su mera incorporación vieja raigambre y con di-
y no meros atributos ba- a programas psicosociales ferentes estructuras fa-
sados en las aportaciones miliares, que pueden
aplicables en cualquier lugar.
de la psiquiatría social; ofrecer formas alternati-
por lo tanto, la recupe- vas de cuidados en la co-
ración de la capacidad munidad para aquellos
de ejercer esos derechos de ciudadanía, cons- que padecen de trastornos psicóticos.
tituye uno de los puntos esenciales para evi- Las más de las veces, la contribución de la fa-
tar la estigmatización de estas personas y ate- milia y de la red social próxima resulta decisi-
nuar el riesgo de exclusión socio-comunitaria. va para el buen cuidado de los que sufren. Por
El goce real de estos derechos por parte de to- ello este documento trata de alcanzar el consen-
dos los ciudadanos varía de sociedad en socie- so entre cuidadores y familiares.
dad, dependiendo, entre otros factores, del nivel El documento, aunque contempla aspectos
de desarrollo y de las normas culturales. En al- ajenos al enfoque clínico-psiquiátrico más tradi-
gunas sociedades, por lo tanto, la necesidad ex- cional, no pretende, sin embargo, incluir todos
presada por una persona discapacitada y la posi- los aspectos posibles de la vida. Se ha limitado a
bilidad de que la necesidad obtenga satisfacción, seleccionar aquellos elementos que deberían ser
dependerá más del contexto cultural y económi- el foco de atención de los servicios psiquiátricos
co que de la discapacidad misma. Sin embargo, en comunitarios, tanto sanitarios como sociales.
la mayoría de las sociedades, la discapacidad es Algunas modalidades de cuidado requieren
un factor que reduce las posibilidades de ejercer para su administración de espacios estructura-
ciertos derechos que son más fáciles de ser alcan- les de una cierta especificidad, y no basta con
zados por otros miembros de la misma sociedad. su mera incorporación a programas psicosocia-

18
les aplicables en cualquier lugar. Es por ello que tivos, que cuenten con distinto grado de su-
el documento habrá de referirse en ocasiones, pervisión, desde aquellos dotados con perso-
no solo a los cuidados, sino a las estructuras que nal cuidador 24 horas por día, hasta hogares
deben constituir una red integrada de disposi- compartidos y alojamientos individuales con
tivos comunitarios, o de psiquiatría comunita- un grado mínimo de supervisión.
ria, en los que se brinden dichos cuidados. Los hogares pueden ser también lugares ade-
Para optimizar las intervenciones, deben ade- cuados para la ejecución de la parte del programa
cuarse los recursos disponibles a la satisfacción psicosocial a que se refiere el apartado siguiente.
de las necesidades de estas personas, incluso las
más complejas, sabiendo que la carencia de unos 2. Educación o re-educación
recursos mínimos incidirá sin duda sobre el re- de las capacidades básicas,
sultado y la evolución de los tratamientos, y por interpersonales y sociales
lo mismo en los criterios de cronicidad, amen de
en la calidad de vida del usuario y su familia. Para que las personas afectadas de trastorno
Menos taxativo se ha de ser por fuerza respec- esquizofrénico puedan vivir una plena integra-
to a la institución que habría de proveer los cui- ción social es conditio sine qua non que gocen de
dados, ya que cada Estado atribuirá la respon- la suficiente autonomía y capacidad para afron-
sabilidad de acuerdo con la organización de su tar por sí mismos las actividades de la vida dia-
sistema de salud. No obstante, sea cual fuere, de- ria relacionadas con las siguientes necesidades:
berá respetar el principio de ofrecer una ACCE- • El cuidado e higiene personal
SIBILIDAD EQUITATIVA en cuanto a su distri- • El cuidado diario del hogar: limpieza y otras
bución territorial y en cuanto a la financiación. tareas domésticas
Siguiendo los criterios anteriormente ex- • La alimentación: compra de alimentos y pre-
puestos, una red integrada para la prestación de paración de comidas
cuidados comunitarios deberá poder ofrecer los • La administración (uso) del dinero, la realiza-
siguientes: ción de compras y la gestión de asuntos de ín-
dole personal (vg obligaciones fiscales)
Dispositivos, oportunidades y cuidados • Habilidades sociales y de relaciones interper-
1. Alojamiento sonales
1. El programa psicosocial deberá contemplar
El alojamiento es una necesidad básica del ser actividades de re-educación y entrenamien-
humano. to, en aquellas áreas de discapacidad que difi-
1. Con frecuencia, éste es uno de los motivos culten o impidan el desempeño autónomo de
principales de preocupación para las perso- cualquiera de las actividades de la vida diaria
nas afectadas de trastorno esquizofrénico. contemplada en los puntos precedentes.
Cuando ellas prefieran vivir con sus familias, 2. Cuando, no obstante, la discapacidad persis-
debería podérseles prestar toda la ayuda y el ta e impida el desarrollo suficientemente autó-
apoyo necesarios para que puedan hacerlo. nomo de alguno de estos puntos, el programa
2. Para cuando ello no sea posible, el progra- psicosocial deberá hacerse cargo de la estrecha
ma psicosocial de una red de psiquiatría co- supervisión e incluso de la ejecución substitu-
munitaria deberá incluir una oferta variada tiva de aquellas actividades de la vida diaria in-
y flexible de hogares alternativos o sustitu- compatibles con la discapacidad que el sujeto

19
DOCUMENTO

presente, sin menoscabo de los intereses legí- de una pensión económica o ayuda social, que
timos de la persona a la que se presta cuidado, pueda suspenderla temporalmente mientras
entre ellos la de recuperar su plena autonomía. percibe un salario, y recuperarla automática
e inmediatamente, si deja de recibirlo, ya sea
3. Ocupación, promoción por una reactivación de su proceso psicopa-
de empleo y ayudas sociales tológico, o por la simple pérdida del empleo.

El ser humano necesita tener seguridad eco- 4. Ocio, tiempo libre


nómica.
1. Por ello, se hará lo posible para que la persona Las personas necesitan de la integración so-
afectada de esquizofrenia mantenga su situa- cial, y para ello precisan disponer de una accesi-
ción laboral y su capacidad económica, para bilidad real al disfrute de las oportunidades que
lo cual el programa de una red de psiquiatría ofrecen las actividades de ocio, o de uso placen-
comunitaria deberá ofrecer una combinación tero del tiempo libre. A tal fin:
flexible de: 1. La red de psiquiatría comunitaria deberá
• centros de recuperación o adquisición de ha- también incluir programas psicosociales en-
bilidades básicas comunes a cualquier activi- caminados a mantener y facilitar el acceso a
dad laboral las mencionadas oportunidades.
• iniciativas de capacitación para destrezas es- 2. Para cuando ello no sea suficiente, se conta-
pecíficas rán con clubes sociales específicos o espacios
• oportunidades de empleo protegido y libre similares. Estos espacios deben ser entendi-
• centros ocupacionales con productividad no dos como ámbitos de socialización e inclusión
competitiva, pero en los que se produzcan programada en actividades culturales (talle-
bienes valorables por el mercado o suscepti- res de pintura, teatro, cerámica, etc.) y depor-
bles de ser vendidos, y en los que los usuarios tivas (torneos, destrezas, etc.) en los que el
productores obtengan una retribución pro- tiempo se estructure de la manera más próxi-
porcional a su trabajo, subvencionada si fue- ma posible a la vida social de las demás per-
se necesario sonas, procurando su adecuación en el tejido
2. Si no fructifican los esfuerzos por conseguir social con otras formas naturales de asocia-
un trabajo remunerado, base deseada de la cionismo, de manera que no se reproduzcan
autonomía económica, la persona tiene de- “talleres protegidos” segregadores.
recho a percibir una ayuda social. Tal dere-
cho debe ser efectivo en igualdad de condi- 5. Movilidad y comunicaciones
ciones con otras personas afectadas por otros
tipos de discapacidades físicas o psíquicas, de Las personas necesitan tener asegurada la
acuerdo con la normativa propia de cada país. disponibilidad de uso de los medios de trans-
3. Complementariamente, y para que las justas porte y comunicación. No es posible la vida en
y necesarias ayudas sociales no jueguen en al- la comunidad si se carece de los medios a que se
gunos casos un papel desincentivador, las ad- refiere este apartado. Por ello:
ministraciones públicas deberán iniciar mo- 1. Para hacer posible la integración social de las
dificaciones legislativas que permitan a la personas afectadas es imprescindible asegu-
persona con discapacidad que esté en posesión rar el acceso a todos los medios de transpor-

20
te y comunicación, incluyendo los necesarios 2. En algunos casos, si estas intervenciones no
para el contacto con los distintos elementos o fuesen suficientes, será necesario complemen-
unidades de la red de psiquiatría comunitaria tarlas con intervenciones específicas. Se pue-
y psicosocial. de proporcionar ayuda psicoterapéutica para
2. Si a pesar de lo anterior no se consigue el co- recuperar las habilidades sociales perdidas o
nocimiento o la capacidad para el empleo de para adquirir otras nuevas que puedan con-
dichos medios, el programa psicosocial debe- ducir al restablecimiento de los lazos sociales
rá ocuparse de subvenir esta necesidad de for- destruidos por la enfermedad esquizofrénica.
ma prioritaria con los recursos a su alcance.
8. Intervenciones terapéuticas
6. Formación laboral y profesional
Los problemas clínicos de las personas afecta-
El ser humano necesita desarrollarse a ni- das de trastornos esquizofrénicos necesitan de
vel personal, laboral y profesional. La tempra- diversas intervenciones terapéuticas.
na aparición de la enfermedad esquizofrénica 1. Los servicios comunitarios proveerán de:
trunca con frecuencia el proceso educativo y la a. La atención psicofarmacológica que se preci-
capacitación laboral de la persona. se para cada caso y en cada momento, inclu-
1. Los programas de rehabilitación deberán con- yendo los antipsicóticos atípicos, a pesar de
templar la recuperación del proceso formati- su elevado costo. Hay que asegurar que los
vo del individuo. En algunos casos podrán ser pacientes cuenten con la provisión de los me-
retomados los estudios específicos que fue- dicamentos indicados por parte de la institu-
ron interrumpidos, en otros podrán seguirse ción responsable de la cobertura.
otros caminos de formación. b. La atención psicoterapéutica a cargo de pro-
2. Cuando lo anterior no sea posible, habrán de fesionales cualificados dentro de un equipo
existir programas psicosociales personaliza- multidisciplinario desde donde se diseñe una
dos que incluyan soportes para conseguir de intervención personalizada.
nuevo su lugar en el mundo laboral. 2. Cuidados generales de salud, incluyendo el
odontológico.
7. Vida diaria Es necesario que los programas de cuidados
de este tipo de personas incluyan la evaluación
Toda persona tiene problemas en su queha- periódica del estado de salud física del sujeto.
cer cotidiano. La atención primaria es el lugar natural donde
1. Con frecuencia, las personas afectadas por la debe hacerse este seguimiento, pero los equi-
enfermedad esquizofrénica refieren entre sus pos de la red de psiquiatría comunitaria debe-
preocupaciones más importantes problemas rán cerciorarse de que el usuario se someta a di-
que tienen que ver con la soledad, la falta de cha evaluación con la periodicidad programada.
amistades, la pareja, la sexualidad, el deseo de Sin embargo, las realidades nacionales son
tener hijos y la crianza de los mismos. Para bien diversas y no siempre el equipo básico de
lo cual, el programa de cuidados psicosociales salud (entre ellos el Médico de Familia) asume
contemplará diferentes intervenciones de ca- de manera efectiva esta responsabilidad. En ta-
rácter psicológico y social para atender dichos les situaciones, sin el propósito de interferir el
problemas. trabajo del primer nivel de atención, la propia

21
DOCUMENTO

red de psiquiatría comunitaria deberá ejercer di- • la inclusión de la persona afectada en los pro-
cha función. gramas ocupacionales y de tiempo libre con-
tribuye a aliviar la carga subjetiva de la fa-
9. Información acerca del estado milia y un alojamiento alternativo podrá
de salud y tratamiento proporcionar excelentes resultados en la di-
námica familiar
Todas las personas tienen derecho a disponer • en determinados casos la familia podrá re-
de una información veraz y completa sobre el querir algún tipo de apoyo e incluso trata-
estado de su enfermedad y el tratamiento reco- miento específico.
mendado, así como a la confidencialidad de di- Es necesario, por lo tanto, que los equipos
chos datos. de atención cuenten con recursos profesionales
En el caso de personas con enfermedad esqui- con capacidad para colaborar con las familias y
zofrénica, no se trata solo de un derecho, sino grupos de relación o convivencia del paciente, a
también de una necesidad que los equipos tera- fin de buscar una mayor y más saludable partici-
péuticos habrán de tener en cuenta. Sobre ella pación de los mismos en los procesos de recupe-
trabajarán junto al usuario, potenciando su ca- ración e integración psicosocial y comunitaria.
pacidad de introspección o insight a lo largo de Es deseable también que las administraciones
todo el proceso rehabilitador y durante el segui- públicas ofrezcan ayudas sociales y económicas
miento de los cuidados. a los familiares que cuidan a las personas afec-
En definitiva, para el restablecimiento y la tadas de esquizofrenia de forma que se asegure
preservación de la condición de ciudadanía ple- la preservación de su trabajo.
na, el usuario debe ser informado por los pro-
fesionales responsables de forma clara y preci- 11. Los cuidados informales
sa acerca de su estado de salud mental y de los
tratamientos que se indiquen, a fin de lograr su La colaboración efectiva con asociaciones de
mayor participación posible. autocuidado, de usuarios, de familiares, de alle-
gados o de voluntarios es una parte importante
10. Relación con la familia, parientes y otros en los cuidados comunitarios
1. Los grupos de cuidados informales contribu-
Las familias, y en ocasiones otros allegados, yen de forma valiosa a través de actividades
son fundamentales para la integración y la re- culturales, ocio, vínculos de amistad y apoyo.
habilitación de la persona esquizofrénica. Para 2. Es conveniente que los servicios fomenten
lo cual: la formación de asociaciones de familiares
• en la mayoría de los casos, el grupo familiar y voluntarios, y hagan factible el intercam-
y los allegados son aliados importantes en el bio de información y planificación de accio-
tratamiento nes conjuntas.
• será preciso lograr que la familia perciba que 3. Este tipo de asociaciones puede también asu-
cuenta con el apoyo y la seguridad que pue- mir la gestión de otros elementos o activida-
de ofrecerle el equipo terapéutico, evitando des del programa psicosocial y de la red de
que ésta se vea desbordada por la carga que psiquiatría comunitaria, como el programa
representa habitualmente la convivencia con ocupacional y laboral, o el que ofrece aloja-
la persona enferma miento alternativo.

22
4. Estos grupos pueden hacer mucho para pro- nir, evitar, o intervenir, frente a la interrupción
mover los derechos y necesidades de las perso- no programada del tratamiento.
nas a las que ayudan a fin de lograr que sus opi-
niones sean escuchadas y tenidas en cuenta. El presente documento se presenta bajo la res-
ponsabilidad de los profesionales que representan
12. Coordinación y continuidad a los centros que integran la Red MARISTÁN, sin
de los cuidados perjuicio de la valiosa contribución de numerosos
otros colegas en la elaboración de su contenido.
Asegurar la continuidad y la coordinación de Son miembros de la Red MARISTÁN, en su cali-
los cuidados es esencial para mantener la efecti- dad de representantes de los centros que la integran:
vidad de los programas de psiquiatría comuni-
• Ellis D’Arrigo Busnello, Fundaçao Faculdade Fede-
taria. Esto permite acompañar a la persona con ral de Ciências Médicas de Porto Alegre,Brasil.
trastornos esquizofrénicos a través del tejido de • Jose M. Caldas De Almeida, Universidade Nova de
la red, evitando su caída fuera de la misma. Los Lisboa, Portugal.
mecanismos que garantizan su realización son: • Emiliano Galende Alonso, Universidad Nacional de
1. la integración del conjunto de servicios que Lanús, Argentina.
• José Giner Ubago, Universidad de Sevilla, España.
componen la red • Michael B. King, Royal Free and University College,
2. la complementariedad de los distintos centros Medical School, Londres, Reino Unido.
de atención que forman parte de dicha red • Francisco Torres González, Universidad de Grana-
3. la permeabilización e impregnación del pro- da, España, que actúa como centro coordinador.
grama de rehabilitación y de cuidados psico- • Benjamín Vicente Parada, Universidad de Concep-
ción, Chile.
sociales a través de todos sus componentes.
Tales mecanismos deben entenderse como Reconocimiento
actividades esenciales en beneficio directo de
las personas con enfermedad esquizofrénica ob- A la decisiva colaboración de funcionarios y directivos de
las siguientes instituciones internacionales:
jeto de este documento. Las recaídas en la es-
quizofrenia crónica son tan frecuentes que los • Jose M. Bertolote, Organización Mundial de la Sa-
profesionales pueden dejar de mostrarse ima- lud, Ginebra, Suiza.
ginativos en su enfoque, e incluso abandonar • Itzhack Levav, Oficina Panamericana de la Salud/
OMS, Washington, EEUU.
sus esfuerzos terapéuticos. Solo la aplicación de • Norman Sartorius, Asociación Mundial de Psiquiatría
programas dinámicos, con la dosis suficiente de • Roger Montenegro, Asociación Psiquiátrica de
flexibilidad que permita su personalización, que América Latina/AMP
contemple la evaluación continuada tanto de las
Y reconocimiento también a la inestimable colaboración
intervenciones como de los resultados, tendrá de otros colegas que participaron en los debates sostenidos
futuro en la psiquiatría comunitaria. Para ello la en dos eventos de la Asociación Mundial de Psiquiatría: El
coordinación, tal y como la hemos enunciado, es Simposio Regional de las Américas en Guadalajara, Mé-
imprescindible. xico (octubre de 1998) y la Conferencia Temática de Gra-
Los servicios, por consiguiente, deben asegu- nada, España (marzo de 1999). Y a muchos otros que lo
hicieron a través de otros medios y oportunidades, como In-
rar estrategias de integración y coordinación de ternet, para aportar su punto de vista. Por último, el agra-
los diversos cuidados que se presten, estable- decimiento a los colaboradores de las propias instituciones
ciendo procedimientos de seguimiento conti- de la Red MARISTÁN, quienes, de un modo u otro, han
nuo de la evolución del paciente, a fin de preve- sido partícipes necesarios en la producción del documento:

23
• Angosto Saura, Tiburcio, Servicio Galego de Saude, • Herrero Villanueva, José Antonio, Comunidad Te-
Santiago de Compostela rapéutica de Jerez de la Frontera, España.
• Baca Baldomero, Enrique, Universidad Autónoma • Lara Palma, Ladislao, Fundación Andaluza para la
de Madrid, España. Integración Social del Enfermo Mental, España.
• Ballester, Dinarte, Red MARISTÁN. Fundaçao Fa- • Leal Cercos, Carmen, Sociedad Española de Psi-
culdade Federal de Ciências Médicas de Porto Ale- quiatría Biológica.
gre, Brasil. • López Álvarez, Marcelino, Centro Colaborador de
• Barenblit, Valentín, Red MARISTÁN. Universidad la OMS en Andalucía, España.
Nacional de Lanús, Argentina. • López Rodríguez, Antonio, Sociedad Española de
• Bembibre, Judith, Red MARISTÁN. Universidad de Epidemiología Psiquiátrica.
Granada, España. • López-Ibor Aliño, J. J., Asoc. Mundial de Psiquiatría.
• Cancro, Robert, NYU Medical Center, New York • Moreno Küstner, Berta, Red MARISTÁN. Universi-
(N.Y.), EEUU. dad de Granada, España.
• Cervera Enguix, Salvador, Sociedad Española de • Moussaoui, Driss, Asociación Mundial de Psi-
Psiquiatría. quiatría.
• Cohen, Hugo, Departamento de Salud Mental de • Muñoz, Daniel A., La Plata, Argentina.
Río Negro, Argentina. • Muñoz Rioseco, Pedro, Red MARISTÁN. Universi-
• Emmett, Christine, Red MARISTÁN. The Royal dad de Concepción, Chile.
Free Hospital, Londres, Reino Unido. • Muñoz, Pedro E., Servicios de Salud Mental de la
• Espino Granados, Antonio, Equipo de Salud Men- Comunidad de Madrid, España.
tal de Majadahonda, Madrid. • Okasha, Ahmed, Asociación Mundial de Psiquiatría.
• Feldman, Noel, Red MARISTÁN. Universidad Na- • Rickard, Collin, Red MARISTÁN. Royal Free and Uni-
cional de Lanús, Argentina. versity College Medical School. Londres. Reino Unido
• Franco, Mª Dolores, Red MARISTÁN. Universidad • Rodríguez, Daniel, Red MARISTÁN. Universidad
de Sevilla, España. Nacional de Lanús, Argentina.
• Furegato, Antonia Regina F., Escola de Enferma- • Ruiz, Pedro, University of Texas. Houston (Texas),
gem de Ribeirão Preto - USP, Brasil. EE.UU.
• García González, José, Servicio de Psiquiatría. • Saldivia Bórquez, Sandra, Red MARISTÁN. Uni-
Centro de Salud Mental-1. Oviedo, España. versidad de Concepción, Chile.
• Gargoloff, Pedro Rafael, Hospital Neuropsiquiátri- • Salize, Hans Joachim, Zentrainstitut für Seelische
co Dr. A. Korn, La Plata, Argentina. Gesundheit, Mannheim, Alemania.
• Gómez Beneyto, Manuel, Universidad de Valencia, • Talbott, John A., Instutue of Psychiatry, University
España. of Maryland. Baltimore, EE.UU.
• Gónzález de Chávez, Manuel, Hospital General • Taborda, Jose V.G., Red MARISTÁN. FFF de Ciên-
Gregorio Marañón, Madrid, España. cias Médicas de Porto Alegre, Brasil.
• Hernández Monsalve, Mariano, Asociación Espa- • Xavier, Miguel, Red MARISTÁN. Universidade
ñola de Neuropsiquiatría. Nova de Lisboa, Portugal.

24
Criminología y Psiquiatría:
El trauma del primer encuentro (1)

Raúl Zaffaroni
Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

1. Comunicando la incomunicación Adelantamos que el trauma del primer encuen-


tro no es menor y, por ello, la dificultad para
Estas reflexiones tienen por objeto poner de removerlo tampoco lo es. De esa relación ori-
manifiesto que la criminología padece un trau- ginaria surgió una criminología racista, reaccio-
ma de nacimiento oficial o un trauma del primer naria, legitimante de la destrucción de todas las
encuentro, que la lleva a rechazar –o por lo me- garantías y límites de la modernidad penal, que
nos a desconfiar– de ulteriores y provechosos brindó argumentos para desarticular de modo
contactos con la psiquiatría. gravísimo los estados de derecho, no siendo un
Por ende, si se pretende establecer una base dato menor que una de sus ramas acabó legiti-
interdisciplinaria fructífera, es menester ana- mando el genocidio de los diferentes y de los disi-
lizar primero ese trauma, recordarlo con cierta dentes en los campos de concentración nazistas.
precisión, poner de manifiesto su magnitud y La desconfianza y el consiguiente rechazo, por
sus terribles consecuencias, es decir, remover- ende, no son gratuitos ni mucho menos.
lo, y luego, con las reservas provenientes de una No obstante, es claro que desde esa triste ex-
experiencia dolorosa, enfrentar un nuevo diálo- periencia, tanto la criminología como las cien-
go entre ambos saberes, que sigue siendo indis- cias de la salud mental se han desplazado por
pensable, pues sería absurdo limitar el conoci- otros caminos muy diferentes y diametralmen-
miento en razón de un viejo trauma, cuando es te opuestos a los anteriores, que llegaron hasta
claro que el vínculo debe restablecerse sobre ba- posiciones radicales como la criminología radi-
ses muy diferentes, acerca de las cuales no pode- cal y a la antipsiquiatría.
mos más que señalar sus grandes líneas con el Si la criminología pretende aportar ahora co-
mero objeto de indicar su necesidad. nocimientos útiles para reducir el ejercicio arbi-

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C R I M I N O LO G Í A Y P S I Q U I AT R Í A

trario del poder punitivo, para disminuir el do- comio, es muy anterior a la prisión como pena.
lor que producen el crimen y el poder punitivo y, Juan de Dios, fundador de la orden Fate-Bene-
en definitiva, para construir un mundo menos Fratelli, hizo construir en 1540 el asilo de Gra-
violento, menos injusto y más respetuoso de nada y en el siglo siguiente pasaron a Francia,
los Derechos Humanos, creemos que ha llegado especializándose en el tratamiento de enfermos
el momento de reivindicar también en cuanto mentales (6). Coetáneamente a la aparición y
a esta relación la importancia y la necesidad de extensión de la prisión como pena, el manico-
contactos constructivos más estrechos. mio se laicizó, pasando de ente de caridad a ente
Comencemos, pues, por ver el curso de las re- de tutela, donde se contenían los casos en que
laciones entre nuestros saberes y por recordar el se consideraba insuficiente la amenaza de las le-
trauma del primer encuentro. yes y los consejos de los religiosos (7).

2. La prehistoria 3. Los orígenes: la psiquiatría moderna


alumbra la criminología oficial
Contra lo que usualmente afirmaban los teó-
ricos de la criminología etiológica o tradicional, Con el industrialismo, la concentración urba-
ésta no nació con los autores de fines del siglo na obligó a recoger a los enfermos mentales y
XIX (Lombroso, Lacassagne, etc.), ni tampoco a los infractores contra la propiedad en institu-
con los pensadores del iluminismo penal (Bec- ciones totales estatales: manicomios y cárceles. La
caria, Feuerbach, Carmignani, etc.), como sos- policía era una institución nueva, encargada de
tuvieron los criminólogos del paradigma de la la selección y del disciplinamiento urbano, que
reacción social. La criminología, con otro nom- carecía de discurso, pero los psiquiatras no po-
bre, pero como conocimiento acerca del mal cri- dían menos que toparse con infractores en su
minalizado y criminalizable, nació con el propio tarea cotidiana y elaboraron un discurso que los
poder punitivo, o sea, con los demonólogos, que abarcaba. Por obra de los psiquiatras dedicados
fueron los primeros criminólogos (2). Las pug- a la medicina forense, los médicos ofrecieron su
nas de poder por la hegemonía discursiva sobre discurso a las policías y, de este modo, combina-
la cuestión criminal entre criminólogos y médi- ron el saber con el poder, quitaron la hegemonía
cos son también muy anteriores a la delimita- discursiva a los juristas y filósofos y oficializa-
ción de nuestras disciplinas como saberes y es- ron la criminología etiológica, usualmente cono-
pecialmente a su consagración académica. cida como positivismo.
La prehistoria de la disputa se remonta a la Esto explica cómo la criminología adquirió
publicación del libro de Jean Wier en Basilea, en categoría de saber académico de la mano de los
1568 (3), donde sostenía que las brujas no de- psiquiatras. El relativo aislamiento de los países
bían ser penadas por los inquisidores, sino de- europeos determinó cursos paralelos aunque
rivadas a los médicos, con lo cual disputaba el parcialmente diferentes.
poder punitivo no solo a los inquisidores sino El caso francés es altamente demostrativo de
también a los tribunales y verdugos laicos (4). este proceso, pues es prácticamente lineal. La
Wier (5) se alzaba de este modo contra el discur- transformación laica del manicomio se señala
so de los demonólogos. con la obra de Philippe Pinel (1745-1826) (8),
Cabe destacar también que la institución to- aunque hubiese mucho de leyenda en la famosa
tal de control social psiquiátrico, el asilo o mani- postal de la liberación de los enfermos mentales

26
de las cadenas (9). En rigor, con sus enseñan- caracteres adquiridos, de Lamarck. Morel vincu-
zas nació la reglamentación psiquiátrica, aun- laba los síntomas y signos degenerativos y acen-
que se concretó años después de su muerte, por tuaba su interés por la epilepsia, acuñando la
obra de su discípulo, Jean-Étienne Dominique expresión epilepsia larvada.
Esquirol (1772-1840) (10). La policía francesa Las tesis de Morel fueron seguidas por Valen-
carecía de discurso propio. El más importante tin Magnan (1835-1916), quien atribuyó a la de-
ensayo de discurso poli- generación un desequi-
cial fue llevado a cabo en librio entre los centros

S
1838 por H. A. Frégier, inferiores y superiores
un comisario parisino i la criminología pretende del cerebro. Su diferen-
ilustrado, respondiendo aportar ahora conocimientos cia sustancial con Morel
a un concurso convocado radicaba en que no ad-
útiles para reducir el ejercicio
por el Colegio de Fran- mitía un tipo perfecto en
cia, en el que por primera arbitrario del poder punitivo, el pasado, sino que para
vez se refiere a las clases para disminuir el dolor que Magnan la perfección se
peligrosas, diez años an- producen el crimen y el poder lograba en la evolución,
tes del famoso Manifies- punitivo y, en definitiva, para estaba en el futuro, y la
to comunista, pero su in- construir un mundo menos degeneración consistía
consistencia era clara, no en la reducción de la vo-
violento, menos injusto y más
pasando de una serie de luntad, entendida como
observaciones, moralina respetuoso de los Derechos capacidad de lucha para
y sentido común (11). Humanos, creemos que sobrevivir y adaptarse.
Por su parte, los psi- ha llegado el momento de Para Magnan no era la
quiatras se topaban co- reivindicar también en cuanto degeneración causa del
tidianamente con los a esta relación la importancia crimen, sino que el delito
delincuentes, con los ase- es una definición política
y la necesidad de contactos
sinos que daban ocasión de lo socialmente daño-
de publicidad a las solem- constructivos más estrechos. so, y la degeneración pro-
nidades de los juicios que vocaría una dificultad de
acababan en la guilloti- adaptación a las pautas
na (12) y, con mucha mayor frecuencia, con la de prohibición, por lo que siempre habría en el
marginación urbana que componía las clases pe- delito una parte de responsabilidad social (15).
ligrosas en la terminología del Colegio de Fran- En este sentido parece haber un prudente para-
cia. Pronto surgió la idea que habría de abarcar a lelo con la tesis de Pedro Dorado Montero (16).
ambos y explicarlos: la degeneración (13). La posición contraria, que atribuía la crimi-
La degeneración fue enunciada y consagrada nalidad a la degeneración y excluía toda res-
por Bénédict Augustin Morel (1809-1873) en su ponsabilidad social en la etiología, fue expues-
famoso Traité des dégénerescenses de 1857 (14). ta por Charles-Samson Féré (1852-1907) (17),
Para Morel la degeneración era resultado de la desde un darwinismo radical. Sostuvo una teo-
herencia, en la que se combinan los caracteres ría de la jerarquización social en base a la capa-
heredados y los incorporados por el medio am- cidad de adaptación, lo que determinaba la sedi-
biente, admitiendo la tesis de la transmisión de mentación social de los degenerados, o sea que

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C R I M I N O LO G Í A Y P S I Q U I AT R Í A

la sociedad tendía a ser socialmente justa por pecialmente la tesis del criminal nato lombro-
razones biológicas. La responsabilidad social se siano, pero a su modo, legitimaron con discurso
hallaba para Féré en que el estado no había pro- psiquiátrico la selección policial. No olvidemos
tegido suficientemente a los no degenerados y, de paso que Morel instaló también, desde el
por ello, debía indemnizarlos. evolucionismo, la teoría del apartheid, postulan-
Estos discursos empalmaban con las exigen- do la inconveniencia del mestizaje humano por
cias selectivas policiales y pronto, por obra de producir degeneración, es decir, seres desequili-
los médicos forenses, le cuestionaron conjunta- brados híbridos, lo que era altamente funcional
mente el poder hegemónico del discurso sobre al colonialismo de la época y que pretendía con-
la cuestión criminal a los juristas, hasta llegar firmar con los trabajos de Corre (22).
al ridículo de disputarles La psiquiatría ingle-
las cabezas de los guillo- sa, por su parte, recono-
tinados (18). ce como criminólogo y
El más famoso de los
pioneros de la oficializa-
E l más famoso de los
antropólogo pionero a
James-Cowles Prichard
ción de la antropología cri- pioneros de la oficialización (1786-1848), que adelan-
minal (primera denomi- de la antropología criminal tó conceptos importan-
nación de la criminología –primera denominación de la tes en sus desarrollos fu-
moderna) fue Alexandre criminología moderna– fue turos: fue el primero en
Lacassagne (1843-1924). Alexandre Lacassagne. describir con precisión
Tomó de Morel la com- la moral insanity o locu-
binación de caracteres ra moral, luego llamada
heredados y adquiridos psicopatía; publicó un li-
transmitidos por herencia y combinó las tesis bro titulado Sobre las diferentes formas de locu-
frenológicas del alemán Gall con la estratifica- ra en sus relaciones con la justicia; y sostuvo que
ción social, sosteniendo que la etiología crimi- el hombre primitivo (Adán) era negro (23). Al
nal dependía de modificaciones del cerebro que igual que en la psiquiatría francesa, se produ-
podían afectar la región occipital, la frontal o jo un rechazo de la antropología criminal ita-
la parietal: las afecciones al occipital producían liana en Gran Bretaña y en los Estados Unidos.
los criminales de clases bajas, instintivos; las de El llamado darwinismo social (24), no obstante,
la región parietal, del equilibrio, producían los era innegable, sobre todo por la clara influencia
ocasionales o impulsivos de clase media; las de de Spencer (1820-1903) (25) y de la tradición
la región frontal, del pensamiento, los delin- lamarckiana, que repercutió tanto en Lombro-
cuentes alienados de clases altas (19). Bertillon so como en la escuela de la eugenesia inglesa de
aplicará las mediciones de la antropología físi- Francis Galton (1822-1911) y K. Pearson (1857-
ca para identificación (20) y Topinard sostendrá 1936) (26). Son manifiestas las consecuencias
que la antropología criminal no es una ciencia racistas de ese pensamiento, que pasó de la psi-
pura sino aplicada, práctica, en tanto que Ma- quiatría a la criminología y la política.
nouvrier discutirá el método que pretende dis- Henry Maudsley (1835-1918), médico de pri-
tinguir los criminales de los no criminales (21). siones, a propósito de la crítica a las reglas in-
Estos psiquiatras franceses rechazaron en glesas sobre la imputabilidad (M’Naghten Ru-
conjunto la antropología criminal italiana, es- les) discutía los absurdos conceptos jurídicos

28
de su tiempo y con ello reivindicaba el delito prisionizados eran verdaderos enfermos men-
como una cuestión médica (27). Charles Goring tales y entre los restantes cundían los casos lí-
(1870-1919) (28) en su obra de 1913 fue quien mite o border line, los psiquiatras pioneros de la
con mayor énfasis enfrentó la teoría lombrosia- criminología de lengua alemana patologizaban
na, llevando a cabo el estudio de 4.000 convic- prácticamente todo el campo del delito.
tos para concluir que no presentaban los carac- Es muy significativa la obra de Gustav Acha-
teres definidos por Lombroso, pero –en la línea ffenburg (1866-1944) –El crimen y su represión–
eugenésica– afirmaba que en su mayoría pade- que prácticamente es una psiquiatría para ju-
cían deficiencias intelectuales y físicas, que atri- ristas y operadores del sistema penal (32),
buía a la herencia. Sin duda que hubo una cla- precedida por la obra de Richard von Krafft-
ra influencia de Goring en los trabajos de Henry Ebing (1840-1902) (33), quien luego habría de
Goddard (1866-1957) en los Estados Unidos, patologizar toda actividad sexual no conven-
famoso por su caso de la familia Kallikak (29), cional, considerándola perversión en su Psycho-
que aplicando tests de inteligencia concluyó en pathia sexualis de 1886 (34), criticado por ello
la alta incidencia de la debilidad mental heredi- en su tiempo por el inglés Henry Havelock Ellis
taria en la criminalidad juvenil, promoviendo (1859-1839) (35).
medidas preventivas (30). Es curioso señalar que por obra de los estudio-
En lengua alemana, Franz-Josef Gall (1758- sos de la psicología judicial, el paradigma etioló-
1828), nacido en Baden pero cuya actividad gico se quebró parcialmente, aunque sin conse-
principal se desarrolló primero en Viena y lue- cuencias ulteriores, pues ésta no se limitaba a
go en París, es sin duda el pionero de los estu- la conducta de los procesados, sino que abarca-
dios de antropología física en materia criminal, ba la de todos los protagonistas del proceso, in-
aunque su campo de acción fue mucho más am- cluyendo las limitaciones de conocimientos de
plio, abarcando todo el sistema nervioso y las los jueces, abogados y testigos, siendo clásica
localizaciones. De cualquier manera, hacia me- la obra del austríaco Hans Gross (1847-1914)
diados del siglo XIX, su frenología había caído (36). Constituye otra curiosidad interesante la
poco menos que en el olvido en Europa (31) y tesis sostenida por Albrecht en el congreso de
unas décadas más tarde, los psiquiatras alema- Roma de 1885: afirmaba que el normal es el de-
nes negaron al criminal nato lombrosiano, pero lincuente y al anormal el hombre honesto (37).
insistieron en buscar las variables constantes
y descubrir las diferentes formas de alienación 4. La criminología siguió su curso
mental que presumían como determinantes de de la mano de los psiquiatras
la conducta criminal.
En este aspecto siguieron la línea trazada por La criminología, oficializada de esta manera,
el psiquiatra austríaco Moritz Benedikt (1835- con carta de presentación mundial a través de la
1920), que como estudioso de la craneología no divulgación extraordinaria de las teorías de Ce-
lograba establecer diferencias físicas con los no sare Lombroso (38), siguió su curso. Ofreció al
delincuentes, pero que se inclinó por buscar los mundo un discurso que le permitió considerar
determinantes del llamado paso al acto. Su idea inferiores a los colonizados, pues los criminales
de vida secreta o segunda vida parece haber in- europeos se asemejaban a ellos (39); patologizó
fluido a Freud, pero en criminología, partien- a los disidentes políticos (40); reforzó los pre-
do de la afirmación de que un alto porcentaje de juicios estéticos del estereotipo criminal (41);

29
C R I M I N O LO G Í A Y P S I Q U I AT R Í A

brindó la base para la peligrosidad sin delito (42) máticos, pícnicos y atléticos, inclinados a la es-
que permitía imponer penas a los molestos, o quizofrenia, a la psicosis maniaco-depresiva y a
sea, a la marginalidad urbana, llamada mala vida la epilepsia respectivamente (52).
(43); racionalizó la eliminación de pretendidos Los normales presentaban características
enemigos sociales (44); condenó a los innovado- de los anormales, no había una línea divisoria
res, llamándolos genios y señalando la necesidad neta, sino grados, por lo cual hablaba de esquizo-
de desconfiar de ellos (45); promovió la esterili- tímicos, ciclotímicos, etc. En los Estados Unidos
zación como forma de prevención del delito y de se ensayó una nueva clasificación en la misma
degeneración de la especie (46); fomentó la re- línea (53). En mayor o menor medida, la endo-
clusión de débiles mentales en establecimientos crinología contribuyó a reafirmar la patologiza-
gigantescos (47); etc. ción de la sexualidad no convencional (54); del
En síntesis: si bien los sociólogos europeos loco moral se pasó al difuso concepto de psicópa-
avanzaban por su lado (48), la psiquiatría se ta (55), que manejado arbitrariamente puede
convirtió en el discurso dominante de la cues- resultar altamente peligroso como obstáculo a
tión criminal, neutralizando todos los límites cualquier beneficio penitenciario o como funda-
señalados por el derecho penal de la ilustración mento a una imposición de pena perpetua o in-
y de la modernidad, al tiempo que postulaba la determinada, al que se combinan los no menos
inmovilidad social más absoluta y ocultaba la nebulosos de sociópata y asocial (56).
injusticia social sacralizando la jerarquización De todas maneras, es innegable que por obra
de clases como resultado natural de las diferen- del suizo Eugen Bleuler (1857-1940), a partir
tes capacidades biológicamente condicionadas. de un artículo publicado en el Tratado de Ascha-
Las matizaciones fueron muchas, pero no sufi- ffenburg, se consagró la nosotaxia de la demen-
cientes para desdibujar estas líneas maestras. cia precoz luego llamada esquizofrenia (57), y que
En el período de entreguerras nació la crimi- con la sistemática introducida por Emil Kraepe-
nología sociológica norteamericana (49), pero lin (1857-1926) (58) se asentó un orden en el
los psiquiatras siguieron dominando en la crimi- caos clasificatorio de la nosotaxia psiquiátrica,
nología europea, donde la sociología había decaí- al tiempo que se abandonaba definitivamente la
do profundamente, siguiendo un curso un poco idea de la degeneración.
menos obstinado, con un reduccionismo bioló-
gico menos acentuado, pero en idéntica línea. 5. El trauma del genocidio
Cundió el concepto de constitución a partir de
Dupré (1862-1921) con su teoría de la consti- Aunque el período de entreguerras no fue
tución perversa, combinándose después con los muy luminoso para la psiquiatría ni para la cri-
aportes de la endocrinología. En este sentido se minología europea que seguía bajo su tutela,
orientaron los trabajos de Nicola Pende (1880- con los primeros contactos con el psicoanálisis,
1970) (50) en Italia, cuyo discípulo Benigno Di la enorme bibliografía inicial dedicada al tema
Tullio desarrolló ampliamente con su clasifica- (59), si bien despareja y tan apresurada como
ción de los delincuentes y especialmente con la por lo general carente de base teórica sólida, y
definición de la constitución delincuencial (51), con la creciente desconfianza a las ideologías
pero mayor difusión alcanzaron los trabajos de biologicistas y racistas, comenzó a despuntar
Ernst Kretschmer (1888-1964) y su clasifica- una psiquiatría con considerable penetración
ción de las estructuras corporales en leptoso- psicológica que habría de culminar, muchos

30
años más tarde, en la prudencia terapéutica y en de la aberración teórica y el grado de compromi-
una abierta crítica a la institucionalización. so personal alcanzado por criminólogos suma-
No obstante, esta tendencia se insinuaba casi mente reconocidos y citados profusamente en
como alternativa, no muy definida y con fre- los años de posguerra, como Franz Exner y Ed-
cuencia altamente contaminada por las ideas mund Mezger, médico el primero y jurista el se-
dominantes, en tanto que la fuerte inercia de gundo, que proyectaron en 1944 una legislación
las décadas anteriores (60) hacía que siguiese destinada a hacer desaparecer a los marginales e
su curso inexorablemente dirigido al genocidio, indeseables en los campos de concentración (66).
pues con los totalitarismos de entreguerras se Las contradicciones de la época provoca-
politizó descaradamente y se afrontaron sus úl- ron que muchos pensadores y científicos con-
timas y más inhumanas siderados progresistas en
consecuencias. el campo político, no se

E
La tesis de Lamarck percatasen de las aberra-
sobre la transmisión de l biologismo positivista ciones a que conducían
los caracteres adquiri- se presentaba como una las tesis que sustentaban
dos aplicada a la huma- en el ámbito criminológi-
respuesta científica al
nidad llevaba a una con- co, psiquiátrico y penal.
secuencia ineludible: era oscurantismo medieval, El biologismo positivista
necesario suprimir a los cuando en realidad permitió se presentaba como una
inferiores o evitar su re- una renovación de la respuesta científica al
producción para salvar a inquisición, eliminando los oscurantismo medieval,
la humanidad de su deca- límites impuestos por la cuando en realidad per-
dencia (61). El uso polí- mitió una renovación de
modernidad.
tico de este instrumento la inquisición, eliminan-
ideológico fue múltiple: do los límites impues-
para unos, los inferio- tos por la modernidad.
res habían causado la revolución rusa (62), para Las tentativas de compatibilizar lo incompati-
otros, era menester neutralizarlos mediante la ble no fueron más que racionalizaciones lleva-
dictadura del proletariado para crear al nuevo das a cabo por quienes se hallaron ante el espan-
hombre (63); para unos, las unilaterales teorías to de los monstruos que habían contribuido a
sobre el mundo circundante eran producto del crear (67). Para colmo, otra vía biológica conclu-
marxismo materialista (64), para otros era un yó en experiencias no menos aberrantes, dando
producto de la escuela norteamericana (65). lugar a la práctica de intervenciones quirúrgicas
Lo cierto es que los inferiores debían ser neu- destinadas a modificar comportamiento, como
tralizados o, de ser imposible, eliminados, para la famosa lobotomía, con prestigio considerable
defender a la sociedad y salvar a la humanidad de en los años de posguerra (68).
una irremisible decadencia genética. La terrorí- La idea de que la criminología era una ciencia
fica coronación del primer encuentro fue la in- peligrosa comenzó a cundir entre los penalistas,
ternación y aniquilamiento de millones de per- que se refugiaban en una neokantismo asépti-
sonas en los campos de concentración nazistas, co, aunque tan contaminado como la propia cri-
racionalizada por juristas y médicos. Recientes minología, incluso compartiendo autores, pues
investigaciones históricas revelan la magnitud su mayor mentor de la época fue el propio Ed-

31
C R I M I N O LO G Í A Y P S I Q U I AT R Í A

mund Mezger, que publicó su terrible obra de En los años sesenta la criminología pasó del
criminología en esos años (69). Después de la paradigma etiológico al de la reacción social (71).
Segunda Guerra, todos rechazaban las nefastas Es incorrecto interpretar el apartamiento del
consecuencias de las tesis que en alguna medi- paradigma etiológico como el abandono del es-
da habían contribuido a sostener o a difundir, tudio de las relaciones de conexidad y de coetanei-
negaban que fueran consecuencia necesaria de dad acerca de los comportamientos violentos y
ellas, las mostraban como puras deformaciones conflictivos. Bien entendido, el cambio de para-
políticas, no podían asumir la responsabilidad digma significó la ampliación del campo de es-
de sus propios errores conceptuales. La crimi- tos fenómenos (abarcando los del poder puniti-
nología psiquiátrica empalidecía y entraba en vo) y, además, la denuncia de un análisis falso de
franca agonía. La psiquiatría que había dado lu- esas relaciones, como era el llevado a cabo por el
gar al primer y traumático encuentro, también llamado paradigma etiológico tradicional o positi-
iría retrocediendo, aunque más lentamente. Su vista (o neokantiano), que distorsionaba la per-
marcado carácter ideológico no podía ocultarse cepción al prescindir de las violencias y del efec-
mucho tiempo y los excesos de este empleo con to reproductor del propio poder punitivo y del
la matanza de pacientes en el nazismo y con la sistema penal.
grosera manipulación soviética (70) causaban Si bien es necesario abandonar o bien rede-
parejo horror. finir radicalmente la palabra etiología, separarla
El primer encuentro había sido terrorífico y de toda connotación médica, de cualquier cau-
se cerraba con explicaciones incoherentes y con salidad mecánica (o incluso reemplazarla) y pri-
disimulos. Hasta hoy es menester adentrarse en varla de toda pretensión de prognosis cierta en
los escritos de la época para extraer las ideas ori- los casos individuales, lo cierto es que el para-
ginales, por lo general omitidas o consideradas digma de la reacción social correctamente en-
secundarias y de importancia menor. Una idea tendido no renuncia a preguntarse el por qué de
producto de este primer encuentro queda aún determinadas conductas (especialmente las vio-
viva y con vigencia en las leyes, en la jurispru- lentas y letales), sino que, en primer lugar, am-
dencia y en el periodismo: la peligrosidad. Es el plía el horizonte de las conductas abarcadas, incor-
recurso ideológico más arbitrario con que car- porando las de los operadores del sistema penal y,
ga el derecho penal aún en nuestros días, como como consecuencia, rectifica las explicaciones
triste recuerdo del primer encuentro. de la etiología positivista o neokantiana (72), que
resultaban falsas precisamente por la estrechez
6. La criminología se independiza del universo abarcado y la presuposición dog-
de la psiquiatría mática de que el sistema penal y el ejercicio del
poder punitivo operan legítimamente, lo que se
El primer y prolongado contacto traumático obtenía mediante el simple expediente de omi-
de la criminología con la psiquiatría, con con- tir su análisis, pasando por alto su carácter de
secuencias tan desastrosas como las señaladas, importantísimo factor confluyente y en muchos
dio lugar a que, por efecto del espanto, se produ- casos determinante o reproductor, como tam-
jese un rápido desplazamiento del interés de la bién las conductas criminales de sus propios
criminología hacia la sociología norteamerica- operadores.
na, abandonando a la agónica criminología psi- Dicho en otros términos, el paradigma de
quiátrica europea. la reacción social no renuncia a la etiología, sino

32
que, tomando esta palabra con las debidas reser- 7. La perspectiva de un reencuentro
vas, puede afirmarse que, ampliando el universo fructífero
de conductas abarcadas e incluyendo en éste las
de los propios operadores y responsables del po- El labeling approach, el interaccionismo sim-
der punitivo (sistema penal) denuncia y rectifica bólico, la fenomenología, la etnometodología,
las falsas etiologías que omitían éstas y, por con- etc., arrojaron luz sobre la falsedad de las pre-
siguiente, no se hacían cargo de su carácter de fac- misas en que pretendía asentarse la pena y toda
tor confluyente, determinante o reproductor de la teorización penal (74); la criminología crítica
primerísima importancia. y radical incurrió en excesos pero dejó una hue-
Como resultado de la atención especial que lla que impide que los planteos posteriores a ella
mereció el control social punitivo desde los años resulten ingenuos o simplistas (75); la antipsi-
sesenta, en que al menos para el más importan- quiatría fue de algún modo su equivalente en el
te sector criminológico, pasó a ser eje del saber campo psiquiátrico (76), pero puso de manifies-
criminológico, y de la manifiesta falsedad de la to en forma irreversible la naturaleza represiva
etiología arbitrariamente recortada con ante- del manicomio (77); el pensamiento de Foucault
rioridad, se desprestigió la llamada clínica crimi- (78) contribuyó a esclarecer la naturaleza del po-
nológica. Aparentemente se la dejó anclada en el der psiquiátrico. De este modo, pasó mucha agua
viejo paradigma de la falsa etiología, sin un lu- debajo de los puentes desde el primer y traumá-
gar preciso dentro de la criminología de la reac- tico encuentro, pues tampoco hoy la crimino-
ción social. logía y la psiquiatría son las mismas; en ambos
En ocasiones se tiene la impresión de que re- campos hay visiones muy plurales.
sulta anticuado y reaccionario referirse a los as- Es verdad que subsiste una criminología bio-
pectos individuales del comportamiento violen- logista (79), también es cierto que no falta una
to en el campo de la criminología o, en el mejor criminología administrativa y pragmática y una
de los casos, se lo considera un terreno que debe suerte de criminología reaganiana que redescu-
ser entregado a otros especialistas, pero que bre la importancia del estudio de los mellizos
sale del ámbito del saber criminológico. uniovulares y otras novedades semejantes (80),
No es posible obviar que esto es también que tampoco faltaron rebrotes pseudocientífi-
producto de que el discurso criminológico domi- cos del racismo (81), que algunas consecuencias
nante dejó de pertenecer a los profesionales de la apresuradas de investigaciones genéticas pre-
salud para pasar a los sociólogos. Esta transfe- tenden vitalizar una sociobiología altamente sos-
rencia de la hegemonía discursiva, que se ha- pechosa de reduccionismo, como que una psi-
bía producido en los Estados Unidos como re- quiatría demasiado enamorada de los fármacos
sultado de la primordial importancia que en y del chaleco químico se aparta en ocasiones de
ese país adquirieron los estudios sociológicos las enseñanzas prudentes que dejara el horror
después de la Primera Guerra Mundial (73), se del pasado. No pueden negarse, pues, en ambos
produjo en Europa con posterioridad y como campos, regresiones peligrosas.
consecuencia del espanto traumático del pri- No obstante, las tendencias progresistas y
mer encuentro con la psiquiatría, que puso de prudentes que con mucha fuerza se hallan en
manifiesto la falsa etiología positivista y des- ambos campos del saber no pueden descono-
nudó su ideología profundamente conserva- cerse recíprocamente y menos aún desconfiar-
dora y racista. se hasta el límite del rechazo de todo contacto,

33
C R I M I N O LO G Í A Y P S I Q U I AT R Í A

cuando tienen importantes ámbitos de conoci- La dramática situación de los sistemas pena-
miento aplicado que no pueden eludir y que solo les latinoamericanos y las tendencias represi-
actuando en común podrán afrontar con éxito. vas, autoritarias y prisionizantes que se obser-
Sería imperdonable que se desperdiciase el cau- van en el mundo, impide hoy que la criminología
dal de conocimientos de los saberes de la salud quiera agotarse en planteamientos teóricos, pa-
mental, cuya importancia es innegable en el es- sando por alto sus aplicaciones concretas a los
clarecimiento de la conducta humana conflictiva supuestos de violencia y, entre ellas, la respon-
y violenta que, por cierto, sabemos ahora que no sabilidad que le incumbe en la función formati-
se reduce a la de los controlados ni mucho menos. va de los agentes y operadores del sistema pe-
El trauma del primer encuentro debe ser su- nal, que no pueden carecer de los conocimientos
perado, porque lo exige la necesidad de proveer de las disciplinas de la salud mental para enca-
un trato a la población prisionizada, de rever- rar soluciones eficaces de cara a la conflictividad
tir o neutralizar las consecuencias regresivas del en que deban intervenir.
encierro, de estimular la autopercepción posi-
tiva y evitar las consecuencias de la fijación de Notas
roles, como también de asistir a las víctimas no
solo del delito, sino también de las múltiples 1. Dedicamos el texto revisado de esta conferencia,
violencias del propio sistema penal, de compen- pronunciada en la Asociación Psicoanalítica Ar-
gentina en octubre de 2005, a la querida memoria
sar y evitar el deterioro de los agentes de éste, o de Ofelia Grezzi, cuya ausencia se siente en el Río de
sea, del personal policial, del personal peniten- la Plata.
ciario, de los jueces, de los abogados, del perso- 2. Sobre ellos, la selección de: Abbiati-Agnoletto-La-
nal judicial, de las conflictividades familiares e zzati, La stregoneria. Diavoli, streghe, inquisitori dal
institucionales generadoras de violencia. Es me- Trecento al Settecento, Milano, 2003.
3. Iean Wier, Cinq Livres de l’imposture et de la trompe-
nester que la criminología elimine prejuicios rie des diables: des enchantements et sorcelleries, Pa-
frente a la psiquiatría para poder analizar el pa- rís, 1569.
pel que juega la patología en toda esta conflicti- 4. El poder de los tribunales e inquisidores fue fuer-
vidad violenta, pues si bien es cierto que sería temente defendido por Jean Bodin, en De la demo-
absurdo patologizar toda la violencia, no lo es nomanie des sorciers, París, 1587, donde le dedica
una extensa refutación a la obra de Wier (páginas
menos ignorar que en muchas ocasiones la pa- 238 a 276). Es interesante recordar que Freud se
tología psíquica tiene una incidencia determi- impresionó al verificar que las prácticas atribuidas
nante o predisponente. a los demonios sobre sus adoradores eran idénti-
Además, si un aporte es incuestionable en la cas a los relatos de infancia de sus pacientes. Sobre
criminología de la reacción social, es la irrever- esto: Amand Danet, L’inquisiteur et ses sorciéres, en
Henry Institoris (Kraemer)/Jacques Sprenger, Le
sible admisión de la selectividad criminalizan- Marteau des Sorciéres. Malleus Maleficarum, París,
te y victimizante del poder punitivo. Al analizar 1990, p. 53.
esta selectividad, no puede permitirse ignorar 5. Suele ser citado como Vier o Weyer, lo que se atri-
los factores individuales y especialmente pato- buyó a que Wier significaría reservoir en francés y
lógicos que contribuyen a la configuración de la piscinarius en latín (así, Victor Moliner, La vie et les
travaux de Jean Bodin sur sa Démonomanie des so-
vulnerabilidad ni los mecanismos que llevan a ciers et sur les procés pour sorcellerie au seizième et au
asumir los estereotipos negativos, tanto crimi- dix-septième siécle, Montpellier, 1867, p. 21 nota2).
nalizantes, burocratizantes y policizantes como En rigor, la explicación no es muy clara, porque ha-
victimizantes. ría referencia a estanques o piscinas, aunque la pa-

34
labra Wier no aparece en los modernos dicciona- 21. En el 2° congreso de antropología criminal, 1889.
rios alemanes. 22. Corre, A., L’Ethnographie criminelle, París, s.d.; Le
6. Mario Calzigna, La malattia morale. Alle origini de- crime en pays créoles (Esquisse d’ethnographie crimi-
lla psichiatria moderna, Venecia, 1988, p.31; enun- nelle), Lyon-París, 1889.
cia la hipótesis de que la idea del asilo para enfer- 23. Cfr. Marvin Harris, El desarrollo de la teoría antro-
mos mentales provenga de la cultura árabe. pológica. Historia de las teorías de la cultura, Madrid,
7. Idem, p. 30. 1983, p. 82.
8. Sobre Pinel, Klaus Dörner, Ciudadanos y locos, His- 24. Sobre esto, Don Martindale, The Nature and Ty-
toria social de la Psiquiatría, Madrid, 1974, p. 185. pes of Sociological Theory, Boston, 1960, pp. 162
9. V. Jacques Postel y Claude Quétel, Nueva historia de y sgts.; Friedrich Jonas, Storia della Sociologia,
la psiquiatría, México, 2000, p. 608. Roma, 1989, I, p. 263.
10. Des maladies mentales considérées sous les rapports 25. Quizá sea más correcto hablar de un spencerianis-
médical, hygiénique et médico-legal, París, 1838. mo biológico, dada la notoria influencia de Spencer
11. Cfr. Zaffaroni, E. R., Las clases peligrosas: el fracaso sobre Darwin y, además, porque Charles Darwin
de un discurso policial prepositivista, en “El penalista nunca pretendió trasladar mecánicamente sus
liberal, Homenaje a Manuel de Rivacoba y Rivaco- conceptos a la sociedad. Sobre esto, Marvin Ha-
ba”, Buenos Aires, 2004. rris, op. cit., pp. 91 y sgts.
12. Las recopilaciones de “grandes procesos” tenían 26. Sobre Galton y Pearson, Martindale, op. et loc. cit.
gran éxito en toda Europa: Causes célébres étrangers, 27. H. Maudsley, El crimen y la locura, versión castellana
publicadas en serie por Panckoucke, París, 1827, de la última edición inglesa por Francisco Lombardía
traducidas de diversos idiomas por una anónima y Sánchez, Valencia, s.d.; Physiologie de l’esprit, tra-
sociedad de juristas y gentes de letras; José Vicen- duit de l’anglais par Alexandre Herzen, París, 1879.
te y Caravantes, Anales dramáticos del crimen, Cau- 28. Charles Goring, The English Convict, a satistical stu-
sas célebres, españolas y extranjeras, extractadas de dy, 1913 (reed. New Jersey, 1972).
los originales y traducidas, bajo la dirección de ..., Ma- 29. La obra de Goddard se titula Human Efficien-
drid, 1858; la tradición siguió en el siglo XX: Henri- cy and Levels of Intelligence, New York, 1920. La
Robert, Les grands procés de l’histoire, París, 1924. investigación genealógica sobre los Kallikak no
13. Una visión general en: Daniel Pick, Volti della dege- parece seria; ofuscado por demostrar las conse-
nerazione, Una síndrome europea 1848-1918, Firen- cuencias políticas antidemocráticas de sus tesis,
ze, 1999. sostuvo que sería aterrador que las masas tuvie-
14. También su Traité des maladies mentales, París, sen el poder en sus manos, pero en la práctica,
1860. siempre eran unos pocos millones los que se ha-
15. V. Magnan et M. Legrain, Les dégénérés (état mental cían cargo del poder. Sobre esto, ampliamente,
et sindromes épisodiques), París, 1895. Stephan Chorover, Del Génesis al genocidio, Ma-
16. Pedro Dorado, El derecho protector de los criminales, drid, 1986, p. 70.
Madrid, 1916. 30. Éstas asumen caracteres abiertamente racistas que
17. La obra de Féré se publica en 1888, v. Ch. Féré, De- fueron aceptados con beneplácito por autores co-
generación y criminalidad, traducción de Anselmo nocidamente nazis, como Exner, que afirmaba que
González, Madrid, 1903. la adaptación a la civilización norteamericana era
18. Cfr. Pierre Darmon, Médicos e assassinos na belle una tarea para la cual los negros “no están capa-
époque, A medicalizacao do crime, Rio de Janeiro, citados” (Franz Exner, Biología criminal en sus ras-
1991. gos fundamentales, Barcelona, 1957, p. 80), repro-
19. Actas de los diferentes congresos de antropología duciendo tesis norteamericanas que resucitaban el
criminal. Su admiración por Gall en el congreso de apartheid de Morel en tiempos de la lucha por los
Roma de 1885. derechos civiles, especialmente Henry E. Garret,
20. Alphonse Bertillon, Sur le fonctionnement du ser- General Psychology, New York, 1955, p. 65, cit. por
vice des signalements anthropométriques, en “Ar- Chorover, op. cit., p. 70.
chives de l’Anthropologie criminelle et des scien- 31. Cfr. Postel-Quétel, op. cit., p. 642.
ces pénales”, III, París, 1888, p. 138; del mismo, 32. G. Aschaffenburg, Das Verbrechen und seine Bekäm-
De l’identification par les signalements anthropomé- pfung, Heidelberg, 1903; trad. portuguesa de S.
triques, idem, T. I, 1886, p. 193. Sobre Bertillon y Goncalves Lisboa, Lisboa, 1904.
su tiempo, Jürgen Thorwald, El siglo de la investi- 33. Krafft-Ebing, La responsabilité criminelle et la capa-
gación criminal, Barcelona, 1966. Es famoso su fra- cité civile dans les états de trouble intellectuel. París,
caso en la peritación psiquiátrica en el caso “Dre- 1875.
yfus”: Jean-Denis Verdín, O Caso Dreyfus, Sao 34. Es justo destacar que, sin embargo, criticaba seria-
Paulo, 1995. mente su punición.

35
35. V. la perspectiva mucho más amplia de Havelock 1899, pp. 203 y ss. Los líderes de movimientos ma-
Ellis en la introducción a Calverton/Schmalhau- sivos eran considerados de igual manera: Gustavo
sen, El sexo en la civilización, Madrid, 1930. Le Bon, La psicología política y la defensa social, Ma-
36. La obra de Gross es de 1898 y la primera traduc- drid, 1912; del mismo, Psicología das multidoes, Rio
ción inglesa de 1910 (cfr. Debuyst/Digneffe/Pi- de Janeiro, 1954; Scipio Sighele, I delitti della folla,
res, op.cit., p. 497), pero lo curioso es que existe Torino, 1910; J.M. Ramos Mejía, Las multitudes ar-
una traducción castellana en dos volúmenes, muy gentinas, Buenos Aires, 1912: Sobre la criminaliza-
anterior: Manual del Juez para uso de los jueces de ción de multitudes y líderes, Jaap van Ginneken,
instrucción y municipales, jefes políticos, alcaldes, es- Folla, psicologia e politica, Roma 1989.
cribanos, oficiales, agentes de policía, etc., por el Dr. 41. M. L. Patrizi, Preliminari d’un indirizzo antropológico
Hanns (sic.) Gross, de Graz. Traducción del alemán (bio-psicologico) nella critica e storia dell’arte figurati-
por Máximo de Arredondo, Juez de primera instancia va, en Dopo Lombroso, Milano, 1916; Alfredo Nicé-
y secretario auxiliar del tribunal, México, 1901. foro, Criminali e degenerati dell’Inferno Dantesco, To-
37. El informante de este congreso en los “Archivos” rino, 1898; Enrico Ferri, Les criminels dans l’art et la
sintetiza así su intervención: “Extrayendo sus argu- littérature, París, 1902; I delinquenti nell’arte ed altre
mentos de anomalías anatómicas y patológicas, tales conferenze e saggi di scienza ed arte, Torino, 1926.
como los labios leporinos, los incisivos supernumera- 42. Mariano Ruiz-Funes, La peligrosidad y sus experien-
rios, las raíces bífidas de los caninos, la apófisis enor- cias legales, La Habana, 1948.
me de la mandíbula en el hombre, y el gran desarrollo 43. Salillas, Rafael, El delincuente español. Hampa (An-
de su ángulo orbital, Albrecht, mediante razonamien- tropología picaresca), Madrid, 1898; Nicéforo, Al-
tos ingeniosos, concluye que el hombre no desciende fredo – Sighele, Scipio, La mala vida en Roma, Ma-
del mono, por la excelente razón de que el mismo es un drid, 1901; Bernaldo de Quirós, Constancio, La
mono, y un mono inferior. Viniendo a la cuestión de la mala vida en Madrid. Estudio psicosociológico con di-
antropología criminal, concluye que el hombre crimi- bujos y fotografías al natural, Madrid, 1901 (reed.
nal es el normal, y que el hombre honesto, que domina Madrid, 1998); Bembo, Max, La mala vida en Bar-
sus pasiones, es un fenómeno, un ser inferior entre los celona, Barcelona, 1912; Gómez, Eusebio, La mala
monos más inferiores. A estas teorías, expuestas con vida en Buenos Aires, Buenos Aires, 1908 (con pró-
calma y en un tono serio y convincente, los miembros logo de José Ingenieros). Es interesante la recopi-
del congreso creo que han comenzado a mirarse entre lación literaria de Ernesto Ferrero con prólogo de
sí, han reaccionado luego y han comenzado a aplau- Leonardo Sciascia, Storie nere di fine secolo. La mala
dir calurosamente, sin tomar en serio al muy espiri- Italia, Milano, 1973.
tuoso profesor” (“Archives de l’Anthropologie crimi- 44. R. Garofalo, La Criminología, trad. de Pedro Dorado
nelle et des sciences pénales”, I, 1886, p. 286). No Montero, Madrid, s.d., p. 7, 11, 14 y 15; Franz von
conocemos trabajos en esta línea, sobre la que lla- Liszt, La idea de fin en el derecho penal, Valparaíso,
ma la atención Christian Debuyst en Debuyst-Dig- 1984, p. 120.
neffe-Pires, Histoire des savoirs sur le crime et la pei- 45. Lombroso, L’uomo di genio in rapporto alla psichia-
ne, Montreal, 1998, II, p. 467, nota 66. tria, alla storia ed all’estetica, Torino, 1894; Max
38. La bibliografía lombrosiana es enorme. Entre Nordau lo seguía cercanamente considerando de-
los trabajos de las últimas décadas: Renzo Vi- generados a todos los artistas peligrosamente
lla, Il deviante e i suoi segni. Lombroso e la nasci- creativos (Degeneración, Madrid, 1902).
ta dell’antropologia criminale, Milano, 1985; Luigi 46. Cfr. La información de Mariano Ruiz-Funes sobre
Guarnieri, L’atlante criminale. Vita scriteriata di Ce- leyes de esterilización en Estados Unidos, Suiza,
sase Lombroso, Milano, 2000; Carlos María Lande- Dinamarca, Canadá, Suecia, Noruega, Finlandia,
cho, La tipificación lombrosiana de delincuentes, Ma- Estonia, Letonia y Alemania (La peligrosidad, cit.,
drid, 2004. pp. 510 y sgts.).
39. “En general, la mayoría entre los delincuentes natos 47. La degeneración podía prevenirse con campañas
tienen orejas en asa, cabellos abundantes, escasa bar- contra las enfermedades sociales. Por ej., Louis Ré-
ba, senos frontales marcados, mandíbulas enormes, non, Les maladies populaires. Maladies vénériennes,
mentón cuadrado y emergente, gesticulación frecuen- alcoolisme, tuberculose, París, 1907; tardiamente en
te, en síntesis, tipo semejante al negroide y algunas ve- la Argentina: Francisco De Veyga, Degeneración y
ces al mongoloide” (Lombroso, Cesare, L’uomo delin- degenerados. Miseria, vicio y delito, Buenos Aires,
quente, Torino, 1884, p. 248). 1938; sobre este período y su ideología: Ruth Ha-
40. C. Lombroso, Gli anarchici, Torino, 1894; C. Lom- rris, Assassinato e loucura. Medicina, leis e sociedade
broso / R. Laschi, Le crime politique et les révolu- no “fin de siécle”, Rio de Janeiro, 1993, pp. 81 y sgts.
tions, París, 1892; Benito Mario Andrade, Estu- 48. Sin duda que la teoría sociológica norteamericana
dio de antropología criminal espiritualista, Madrid, y, por ende, la criminología sociológica resultante,

36
recibió y continuó líneas que había trazado la so- delincuente y sus jueces desde el punto de vista psicoa-
ciología europea que se opacó con la Gran Guerra nalítico, Madrid, 1935); Theodor Reik, Der unbe-
(1914-1918), especialmente de Durkheim (1858- kannte Mörder, Von der Tat zum Täter, 1932 (Psi-
1917), Max Weber (1864-1920) y Georg Simmel coanálisis del crimen, El asesino desconocido, Buenos
(1858-1918). Sobre ello, George Ritzer, Teoría so- Aires, 1965). En castellano, por ejemplo, Cesar Ca-
ciológica contemporánea, México, 1998; Patrick margo Marín, El psicoanálisis en la doctrina y en la
Baert, La teoría social en el siglo XX, Madrid, 2001; práctica judicial, Madrid, 1931; Luis Jiménez de
Jeffrey C. Alexander, Las teorías sociológicas desde Asúa, Psicoanálisis criminal, Madrid, 1935.
la Segunda Guerra Mundial, Barcelona, 1990. 60. Evidenciada, por ejemplo, en la singular importan-
49. Martín Bulmer, The Chicago School of Sociology, cia asignada a las investigaciones sobre el compor-
Chicago University Press, 1984. tamiento criminal de mellizos univitelinos: Lange,
50. Nicola Pende, Trabajos recientes sobre endocrinolo- Verbrechen als Schicksal: Studien an kriminellen Zwi-
gía y psicología criminal, Madrid, 1932; también, llingen, 1929; F. Stumpfl, Die Ursprünge des Vebre-
La ciencia moderna de la persona humana, Buenos chens, 1936; Carlo Ferrio, Gemelli, en Eugenio Flo-
Aires, 1949; ¿A dónde vas, hombre? Problemas hu- rian-Alfredo Nicéforo-Nicola Pende, Dizionario di
manos de nuestro tiempo, Buenos Aires, 1958; su Criminología, Milano, 1943, I, p. 400.
traductor español, Mariano Ruiz-Funes, había 61. Desde una perspectiva más amplia, Arthur Her-
publicado Endocrinología y criminalidad, Madrid, man, La idea de decadencia en la historia occidental,
1929. La discusión sobre imputaciones de racismo Barcelona, 1998.
y antisemitismo, en Giorgio Israel/Pietro Nastasi, 62. Lothrop Stoddard, The Revolt against Civilization.
Scienza e razza nell’Italia fascista, Bologna, 1998. The menace of the under-man, London, 1923.
51. Benigno Di Tullio, Manuale di Antropología e psi- 63. Eran las ideas biológicas de Lyssenko, con la lla-
cología criminale applicata alla pedagogía emendati- mada “escuela de Mitchurin”, que costó la pér-
va, alla polizia ed al diritto penale e penitenciario, con dida de varias cosechas al stalinismo. Sobre ello
prefacio de Silvio Ottolenghi, Roma, 1931; Trata- Jean Rostand, La herencia Humana, Buenos Aires,
do de Antropología Criminal, Buenos Aires, 1950. 1961, pp. 52.
52. Ernst Kretschmer, Körperaubau und Charakter, Un- 64. Vierstein, cit, por Edmundo Mezger, Kriminalpoli-
tersuchungen zum Konstitutionsproblem und zur Le- tik aus kriminologischer Grundlagen (1933), traduci-
hre von den Temperamenten, Berlin, 1925; Manuel do como Criminología, Madrid, 1942, p. 158.
théorique et pratique de Psychologie Médicale, París, 65. Así, el prólogo a Exner, Franz, op. cit., p. 6.
1927. 66. Sobre este proyecto arroja nueva luz la minucio-
53. Sheldon and Eleonore Glueck, Nuove frontiere de- sa investigación de Francisco Muñoz Conde, Ed-
lla criminología, Milano, 1971; Sheldon Glueck, Cri- mund Mezger y el derecho penal de su tiempo. Estu-
me and Correction, Selected Papers, Massachussets, dios sobre el derecho penal en el nacionalsocialismo,
1952; W.H. Sheldon, S. S. Stevens, W. B. Tucker, Valencia, 2003; de este proyecto y de la concreta
Les variétés de la constitution physique de l’homme, propuesta de Mezger dan cuenta también Michael
París, 1950; W. H. Sheldon, S. S. Stevens, Les varié- Burleigh/Wolfgang Wippermann, Lo Stato razziale,
tés du temperament. Une psychologie des différences Germania 1933-1945, Rizzoli, 1992, p. 158.
constitutionnelles, París, 1951. 67. Quizá el mayor esfuerzo en este sentido sea la ci-
54. Gregorio Marañón, La evolución de la sexualidad y tada y poco valorada obra del profesor español re-
los estados intersexuales, Madrid, 1930; Luis Jimé- publicano en el exilio, Mariano Ruiz-Funes, La
nez de Asúa, Libertad de amar y derecho a morir. En- peligrosidad y sus experiencias legales, La Habana,
sayos de un criminalista sobre eugenesia, eutanasia, 1948, donde el autor se esfuerza por compatibili-
endocrinología, Santander, 1929. zar la peligrosidad con los principios del estado de
55. Kurt Schenider, Las personalidades psicopáticas, derecho.
Madrid, 1962. 68. Ver Egas Moniz, Confidencias de un investigador
56. Göbbels, Hans, Los asociales. Esencia y concepto de científico, Lisboa, 1949. Sobre el final del libro pue-
la asocialidad, Madrid, 1955. de verse el enorme número de lobotomizados, se-
57. Eugen Bleuler, Demencia precoz, El grupo de las es- gún los informes al congreso de Lisboa de 1948.
quizofrenias, Bs. As., 1960. 69. Edmund Mezger, Criminología, trad. de José Artu-
58. Cfr. Postel-Quétel, op. cit., p. 664. ro Rodríguez Muñoz, Madrid, 1942 (el título ori-
59. Una amplia bibliografía de la época en: Quintilia- ginal es: Kriminalpolitik auf kriminologischer Grun-
no Saldaña, Nueva Criminología, Madrid, 1936, pp. dlagen), su prólogo comienza con las siguientes
248 y sgts. Las obras más difundidas de ese tiempo palabras: “La potente revolución política y espiritual
son: Franz Alexander-Hugo Staub, Der Verbrecher del movimiento liberador en Alemania ha colocado a la
und seiner Richter, Wien, 1929 (trad. castellana, El vida estatal de este país sobre una nueva base de cul-

37
tura. El nuevo Estado totalitario se eleva apoyándose e controllo sociale nel modo di produzione capitalisti-
en los principios básicos de pueblo y raza”. co, Padova, 1981; un importante balance en: Ele-
70. Sobre ello, Elizabeth Antébi, I fabbricanti di pazzia, na Larrauri, La herencia de la criminología crítica,
Milano, 1979. Madrid, 1992.
71. Entre otros, Alessandro Baratta, Criminología criti- 76. V. R. Angelergues y otros, La Antipsiquiatría, Si-
ca e critica del diritto penale, Bologna, 1982, p. 83. glo XXI, México, 1975;Thomas S. SAS, Legge, liber-
72. En rigor puede hablarse de un paradigma “positi- tá e psichiatria, Milano, 1984; del mismo, Ideolo-
vista-neokantiano”, pues en tanto que el positivis- gía e doenca mental, Ensaios sobre a desumanizacao
mo corresponde a un modelo integrado de ciencias psiquiátrica do homem, Rio de Janeiro, 1977; R.D.
penales, el segundo lo desintegra, separando al de- Laing, O eu e os outros, Rio de Janeiro, 1978; del
recho penal como ciencia de la cultura de la cri- mismo, O eu dividido, Rio de Janeiro, 1978; R. D.
minología como ciencia natural, justamente para Laing – D. G. Cooper, Razao e violencia, Rio de Ja-
salvar el paradigma etiológico positivista (sobre neiro, 1976.
los sistemas integrados y desintegrados, Baratta, 77. Franco Basaglia, La institución negada, Informe de
Alessandro, op.cit., pp. 41-42. un hospital psiquiátrico, Bs. As., 1972; Romano Ca-
73. Cfr. Massimo Pavarini, Introduzione a ... La Crimno- nosa, Storia del manicomio in Italia dall’unitá a oggi,
logia, Firenze, 1980, p. 42. Milano, 1979.
74. V. George B. Vold, Thomas J. Bernard, Jeffrey B. 78. Michel Foucault, El poder psiquiátrico, Curso en el
Snipes, Theoretical Criminology, New York, 1998, Collège de France, Bs. As., 2005.
p. 219; sobre su potencial deslegitimante: Alessan- 79. Hans J. Eysenck and Gisli H. Gudjonsson, The cau-
dro Baratta, Criminologia e dogmatica penale. Passa- ses and cures of criminality, New York, 1991.
to e futuro del modello integrato di scienza penalisti- 80. James Q. Wilson and Richard J. Herrnstein, Crime
ca, en “La questione criminale, 1979, 2, p. 147. and Human Nature, New York, 1985 (en la tapa
75. Radical Criminology, The coming Crisis, edited by aparece un anticientífico subtítulo de asombrosa
James A, Inciardi, Londres, 1980; Ian Taylor-Paul soberbia: The definitive study of the causes of crime).
Walton-Jock Young, The new Criminology, For a 81. V. The Bell Curve Debate, History, Documents, Opi-
social theory of deviance, Londres, 1973; G. B. Tra- nions, edited by Russell Jacoby and Naomi Glau-
verso – A. Verde, Criminologia critica. Delinquenza berman, New York, 1995.

38
El concepto de Comunidad
en la Salud Mental Comunitaria

Sara Ardila
Psicóloga. Magíster en Psicología Social Comunitaria. Doctoranda en Salud Mental Comunitaria.
Docente Salud Pública/Salud Mental Cátedra II, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires.
Becaria Posgrado Tipo II, CONICET – Universidad Nacional de Lanús.
Emiliano Galende
Médico. Psicoanalista. Director del Doctorado Internacional de Salud Mental Comunitaria,
Departamento de Salud Comunitaria, Universidad Nacional de Lanús.

Resumen guridad. A su vez, se revisa el sentido que ha te-


nido el concepto de comunidad en los diferentes
Este trabajo tiene como propósito discutir movimientos de reforma psiquiátrica, y el que
acerca del lugar que ocupa y el sentido que tie- ha ido cobrando en el contexto presente, seña-
ne el concepto de comunidad en la perspectiva y lándose algunos de los retos que enfrentan las
propuestas de la salud mental comunitaria. Para propuestas de salud mental comunitaria en la
ello se realiza un recorrido histórico del concep- actualidad.
to mismo de comunidad, partiendo de sus orí- Palabras clave: Comunidad. Salud Mental.
genes en la sociología del siglo XIX, ligado a la Reforma Psiquiátrica.
añoranza de aquello que se estaba perdiendo
por las transformaciones en los vínculos socia- Abstract
les producidas por la revolución industrial, has-
ta llegar a su resurgimiento teórico a fines del The purpose of this work is to discus about
siglo XX, ligado a la necesidad y demanda de se- the place and meaning of the community con-

39
EL CONCEPTO DE COMUNIDAD

cept in the context of community mental rio” en el campo de la Salud Mental, plantean un
health. To achieve that purpose the concept of modo nuevo de concebir lo comunitario. Se tra-
community has been historically reviewed sin- ta de incorporar nuevos significados a este con-
ce its origins in XIX century sociology -when it cepto y a la vez definir nuevas prácticas ligadas
was connected to something that was missing a estos significados.
due to the transformation of social links caused Para avanzar hacia una precisión de este con-
by the industrial revolution- until its theoreti- cepto creemos necesario realizar un recorrido
cal revival at the end of XX century as part of por el desarrollo histórico del concepto de co-
the need of security. The meaning of the com- munidad y de las prácticas englobadas en “lo co-
munity concept in the different movements of munitario”, partiendo de sus orígenes en la so-
psychiatric reforms is also reviewed as well as ciología del siglo XIX, su resurgir hace algunas
its meaning in the present context. Some cha- décadas, y de su lugar actual en los movimien-
llenges that community mental health propo- tos de “reforma psiquiátrica”.
sals have right now are also pointed out. El propósito de esta revisión es pensar acerca
Key words: Community. Mental Health. Psy- de una noción que, como sabemos, está en el co-
chiatric Reform. razón mismo del campo de la salud mental co-
munitaria, siendo de este modo uno de sus “ci-
Introducción mientos conceptuales”, que en tanto tal requiere
de cierto examen y análisis so pena de desmoro-
El concepto de comunidad ocupa un lugar narse en el sentido que se ha dado al mismo en
central entre aquellos con los que se intenta ca- la perspectiva de una Salud Mental Comunitaria
racterizar las propuestas de reforma de la aten- (Ingleby, 1980).
ción psiquiátrica, dándole al mismo nuevos sig- Despejar el sentido de por qué salud mental
nificados que se extienden desde asignar a los comunitaria y qué relación tiene con otros con-
servicios de atención una radicación en el seno ceptos que han definido perspectivas semejan-
territorial, cultural y social de las comunidades, tes, como salud mental crítica, salud mental re-
hasta abarcar a las prácticas profesionales, para flexiva, salud mental democrática o salud mental
que éstas se realicen con participación de usua- de la liberación. De este modo, en lo que se quie-
rios, familias y la misma comunidad. Esto inclu- re enfatizar es en el hecho de que el adjetivo de
ye a los programas conjuntos que desarrollan “comunitaria” para caracterizar a Salud Mental
los servicios con organizaciones de la comuni- tiene una serie de implicaciones y constituye a
dad. En el centro de esta perspectiva comunita- la vez una “elección”. Así pues, ¿por qué, para
ria está la oposición a la internación psiquiátrica qué y desde dónde hacemos alusión a lo comu-
de tipo asilar, asegurando que el paciente pue- nitario en salud mental?
da permanecer integrado en su comunidad en
el proceso de atención y rehabilitación, poten- Una perspectiva histórica
ciando su participación activa en el tratamien- del concepto de comunidad
to. Iguales propósitos orientan los proyectos de
integración social de personas que han padeci- El concepto de comunidad, como parte del
do largas internaciones en hospitales psiquiátri- pensamiento sociológico, surge en el siglo XIX
cos. Sin duda, que el conjunto de las propuestas en el contexto de los cambios sociales produci-
que hoy se hacen bajo el concepto de “comunita- dos tras la llamada “Era de las Revoluciones”:

40
la revolución francesa en primer lugar y luego sociedad, como resultado de esta nueva socie-
la revolución industrial de comienzos del Siglo dad se asiste a una pérdida progresiva de la vida
XIX (Hobsbawn, 1994/1998), que dieron lugar comunitaria, ligada a la tradicional vida rural.
a la modernidad y al liberalismo. Curiosamen- La comunidad, tal y como aparece descrita por
te son también los tiempos en que la medici- los pensadores de la época, hacía alusión a las
na mental se consolida en Europa. En Francia, formas de relación que se estaban perdiendo
tiempos del segundo Napoleón, en 1838, Esqui- con la entrada del liberalismo: aquellas caracte-
rol logra la aprobación de la primera ley sobre rizadas por un alto grado de intimidad personal,
los enfermos mentales, ley amplia que sostie- profundidad emocional, compromiso moral, co-
ne tres pilares del dispositivo psiquiátrico hasta hesión social y continuidad en el tiempo. Era en
muy entrado el Siglo XX. ese sentido una noción
Transgrediendo la Decla- “conservadora”, por me-

D
ración de los Derechos dio de la cual se evocaba
del Hombre, alterando el espejar el sentido de por con nostalgia a aquellos
orden jurídico según el qué salud mental comunitaria aspectos de la tradición
cual nadie puede ser pri- que se estaban perdiendo
y qué relación tiene con otros
vado de su libertad sino por el modernismo. De-
por medio de un proce- conceptos que han definido fender la vida comunita-
so judicial, con derecho a perspectivas semejantes, ria hacía parte de aquello
la defensa en juicio y bajo como salud mental crítica, que se oponía al cambio
sentencia de un juez, esta salud mental reflexiva, salud y al progreso, y era el re-
ley de 1838 otorga esta mental democrática o salud flejo y producto del des-
función judicial a los Di- asosiego experimentado
mental de la liberación.
rectores de Asilos de Alie- ante la fractura y pérdi-
nados, que pueden sin da de lo antiguo (Nisbet,
proceso, sin derecho a de- 1966/1969).
fensa y sin sentencia que fije un tiempo para la Un trabajo clásico que evidencia la noción de
reclusión, disponer bajo un certificado médico comunidad es el de Tönnies, quien en 1887 pu-
la privación de libertad del diagnosticado enfer- blica su texto Gemenischaft und Gesellschaft (Co-
mo mental. Lo segundo, es la creación en los 54 munidad y Sociedad), el cual sintetiza los de-
Departamentos de Francia de un Asilo de Alie- sarrollos que desde él y otros pensadores se
nados y finalmente se instalan en las facultades habían hecho en esa época para hacer referen-
de medicina las cátedras de “Neuropsiquiatría”, cia a las formas de relación que antecedían al li-
que otorgan legitimidad académica a la nueva beralismo (comunidad) y que se desarrollaron a
disciplina. Así desde su nacimiento “comuni- partir de éste (sociedad).
dad” y “psiquiatría” constituyen dos proyectos Esta antítesis hacía referencia a dos formas
antagónicos para comprender y tratar a las per- distintas de organización social y sus formas es-
sonas con trastorno mental. pecíficas de socialización (Fistetti, 2003/2004).
Son tiempos de revolución y cambios en la so- La “sociedad” implicaba un tipo especial de re-
ciedad y la cultura europea, comienzos de la re- lación humana caracterizada por un alto grado
volución industrial y surgimiento de un asala- de individualismo, impersonalidad, contractua-
riado urbano que comienza a expresarse en la lismo, competencia, egoísmo, interés, racionali-

41
EL CONCEPTO DE COMUNIDAD

dad y cálculo. Por su parte, el prototipo de la for- lla que caracteriza el ejercicio de ciudadanía, la
ma de relación de la “comunidad” era la familia, pertenencia a una nación, el sistema de leyes y
incluyendo también las relaciones de amigos y derechos, los significados culturales, bajo los
vecinos, siendo sus elementos constitutivos los cuales se organiza y funciona la vida en común.
de sangre, lugar y mentalidad, es decir, de rela- La segunda es propia de la vida comunitaria, en
ciones inmediatas. Estas dos formas de vínculos la cual las relaciones inmediatas y los sistemas
entre los individuos redefinen al mismo tiem- de reconocimiento de las identidades se ajustan
po la construcción de las identidades sociales. a sistemas normativos impuestos por la misma
En la forma tradicional de vida comunitaria la comunidad, es decir son definidas por la rela-
identidad social se basaba en dos pilares: la filia- ción inmediata con los otros, normas que regu-
ción y el territorio, de nacimiento o de vida. Am- lan los comportamientos prácticos de los miem-
bos elementos requieren de la vida en común, bros de esa comunidad, especialmente referidas
de relaciones inmediatas en las que la mirada a la violencia, el sexo, a las delimitaciones de la
del otro establece los modos de reconocimien- propiedad y a la utilización de los espacios com-
to de la identidad y ésta incorpora el sistema de partidos. La diferenciación entre lo público y lo
normas que regulan los comportamientos prác- privado tiene su soporte principal en la vida co-
ticos, el sujeto de la comunidad posee así una munitaria en la cual las personas interactúan.
subjetividad fuertemente ligada al territorio de Las identidades sociales requieren de ese espacio
vida. Ser de una familia, la filiación, ser de un lu- comunitario donde se afirma el reconocimiento,
gar, el territorio, son la base sobre la cual se ca- la relación con los otros, la regulación que las
racteriza el oficio como capacidades específicas normas hacen de la propia conducta. Un tema
que definen la posición en las jerarquías de la es- complejo y actual, que no abordaremos ahora, es
cala social. En muchos casos ambos, filiación y que el sistema normativo de la vida social y el
territorio, se reúnen en el nombre propio, agre- que rige la vida comunitaria deben tener formas
gando al apellido familiar el lugar de origen del concordantes, que van más allá de la interac-
individuo. Lo mismo ocurre cuando el oficio es ción comunicativa, ya que se trata de significa-
agregado al apellido (carnicero, carpintero, etc.). dos culturales, valores morales, que interpretan
Así pues, los conceptos de “comunidad” y “so- y sancionan de manera diferente los comporta-
ciedad” abarcaban muchas cosas: aspectos lega- mientos. Las comunidades que generan normas
les, económicos, culturales e intelectuales, aun- antagónicas con las de la sociedad global, tien-
que lo central de ellos lo constituye el tipo de den a su diferenciación y marginación de la so-
relación social al que hacen referencia y los ele- ciedad, instalando el conflicto que las lleva al ais-
mentos mentales afectivos que llevan implíci- lamiento de la sociedad o a la represión por parte
tos. (Nisbet, 1966/1969). Ya en el Siglo XX Ha- de los poderes punitivos de la sociedad. Es ob-
bermas (1989) retoma esta diferencia entre vida servable que existen comunidades que están in-
comunitaria y sociedad en relación a la interac- tegradas, forman parte coherente, con la socie-
ción comunicativa. En un trabajo anterior (Ga- dad global, y otras que, reformando sus sistemas
lende, 1990), partiendo de lo enunciado por Ha- normativos locales, permanecen como espacios
bermas respecto a la interacción comunicativa, marginales de la sociedad.
definíamos dos sistemas diferenciados de inte- Ahora bien, y en tanto que la noción de “co-
gración social: la integración social sistémica y la munidad”, como ya se ha dicho, surge en el con-
integración socio comunitaria. La primera es aque- texto del desarrollo del liberalismo como oposi-

42
ción a las formas de relación que éste propiciaba sus necesidades, afirmando el individualismo li-
y que a su vez lo hacían posible, puede señalar- beral, pero los más pobres necesitados de los va-
se que en cierto sentido todos los movimientos lores solidarios de su comunidad, y para quienes
que se han opuesto al liberalismo, ya sean és- el individualismo es simultáneo a su explotación
tos de corte conservador o progresista -y a pesar en las fábricas, requieren para su existencia de la
de sus marcadas y profundas diferencias- com- solidaridad del grupo comunitario, presionan so-
parten en algún punto cuestiones referidas a lo bre los Estados y lleva a la respuesta de políticas
“comunitario” (Hobsbawn, 1994/1998). La de- de protección social, surgiendo así a fines del si-
fensa de la vida comunitaria en su versión con- glo XIX las primeras formas modernas de segu-
servadora siempre apela al valor de las institu- ridad social en Europa (Alemania, Inglaterra, los
ciones establecidas, que considera eternas en el países escandinavos y Francia, con diferencias
valor de las tradiciones, a preservar la rigidez entre unos y otros), las cuales implicaban una
de la moral, y a centrar forma de relación social
en la familia como orga- diferente a la de los tipos
puros de “comunidad” y
L
nización básica de la vida
en común. En la versión a noción de “comunidad” “sociedad”. La seguridad
progresista se defiende social marca, según Tön-
surge en el contexto del
otro valor, el progreso, nies, una evolución de
el cambio social, la supe- desarrollo del liberalismo la “sociedad”, siendo en
ración de las desigualda- como oposición a las cierto sentido una pseu-
des, que requiere de un formas de relación que éste do-comunidad (Nisbet,
valor central de raíz co- propiciaba y que a su vez lo 1966/1969) en tanto re-
munitaria: la solidaridad. hacían posible. cupera para el funciona-
Sobre finales del Siglo miento de la sociedad los
XIX la sociedad ha cam- principios y valores de la
biado y la vida comuni- solidaridad y reciproci-
taria, mermada o en vías de desaparecer, justa- dad propios de la comunidad en los cuales se fun-
mente porque el desarrollo de la industria arroja dan los sistemas de seguridad social modernos.
a grandes masas de obreros rurales, artesanos y Se constituyen así dos sistemas diferentes, cuyo
cuentapropistas del espacio rural al anonimato sentido aún persiste en las políticas públicas diri-
de la vida en las grandes urbes. La dicotomía en- gidas a la protección social.
tre comunidad y sociedad se replantea, el libera- En Alemania, 1883, durante el gobierno de
lismo avanza como ideología pero también como Bismarck, enfrentado con el partido socialde-
imposición del individualismo en oposición a la mócrata, se dictan tres leyes claves: se crea el
vida comunitaria. En este trastrocamiento pro- primer seguro de salud, (en verdad seguro de
fundo de la vida en común, la pérdida tanto de enfermedad) obligatorio para todos los obreros
las relaciones inmediatas en la comunidad y la re- de la industria, el cual pagaban con su salario los
formulación de la familia nuclear numerosa, pro- empleados dos tercios de su costo y un tercio su
pia de la vida comunitaria dominante en los pe- empleador. Este seguro era gestionado por en-
queños pueblos, llega a una tensión extrema en la tidades autónomas (en versión argentina, las
vida de las personas: los más ricos pueden pres- Obras Sociales sindicales), bajo control del Es-
cindir de la comunidad y atender por sí mismos tado. Se trató de una concesión del gobierno de

43
EL CONCEPTO DE COMUNIDAD

Bismarck a la socialdemocracia alemana, la cla- Luego de la Segunda Guerra Mundial surge


se obrera asumía en sus organizaciones un pa- una nueva concepción sobre el riesgo social y
trimonio colectivo para cubrir solidariamente, el papel del Estado sobre el mismo. Forma par-
es decir, también comunitariamente, los riesgos te del llamado “Estado de Bienestar”. En 1942,
de enfermedad. Por ley se fijaban los montos por iniciativa de Beveridge en Inglaterra, se ins-
de cotización para obreros y patrones. En 1884 tituye lo que conocemos como sistema de Segu-
se dicta la primera ley de seguro contra los ac- ridad Social, un nuevo compromiso del Estado
cidentes del trabajo. Los patrones debían apor- con los riesgos. Beveridge considera, y se plas-
tar obligatoriamente a una caja corporativa para ma en ley, que la Seguridad Social tiene por fin
cubrir los costos resultantes de accidentes en el liberar al hombre de sus necesidades, garanti-
trabajo y la invalidez re- zando el ingreso econó-
sultante. En 1889 otra mico necesario para in-
tegrarse a la vida social,
L
ley específica establece
un sistema obligatorio uego de la Segunda en los intercambios eco-
de jubilación, al cual de- nómicos y culturales.
Guerra Mundial surge una
ben aportar los obreros El riesgo social es todo
durante los años de ac- nueva concepción sobre el aquello que amenaza el
tividad y los patrones en riesgo social y el papel del ingreso económico regu-
partes iguales. El primer Estado sobre el mismo. Forma lar y continúo de cada in-
modelo histórico de Se- parte del llamado “Estado dividuo: la enfermedad,
guridad Social se consti- de Bienestar”. En 1942, por el accidente de trabajo, la
tuye en 1911, bajo un go- muerte, la vejez, la ma-
iniciativa de Beveridge en
bierno liberal, dirigido a ternidad, el desempleo.
encuadrar a la población Inglaterra, se instituye lo que Se sanciona entonces un
asalariada en un sistema conocemos como sistema sistema global y cohe-
de protección obligato- de Seguridad Social, un rente de protección so-
rio. Vale recordar que el nuevo compromiso del cial, cuyas características
primer sistema de seguri- Estado con los riesgos. fueron: un sistema gene-
dad social fue creado por ral, amplio pero no total-
un gobierno conservador mente universal, dirigido
y dirigido a quitar a la so- a los asalariados, de se-
cialdemocracia la base social de la clase obrera guro de desempleo; un sistema unificado, por
y los sindicatos. Pero tanto los sindicatos como el cual una misma institución, la Seguridad So-
las primeras Obras Sociales sindicales, bajo re- cial, cubre todos los riesgos definidos, evitando
gulación y control del Estado pero autónomas la fragmentación administrativa y de gestión de
en su funcionamiento, se convirtieron en ver- cada uno de ellos; un sistema uniforme de pres-
daderas experiencias de comunidades en base a taciones regido por la equidad y la igualdad en
la solidaridad. De esta experiencia surgirán las la atención; un sistema centralizado, con alguna
Mutuales, organizaciones autónomas basadas autonomía de gestión respecto del Estado. Para-
en la solidaridad entre sus miembros. Esta polí- lelamente a la creación de la Seguridad Social en
tica se implementó en casi toda Europa y EEUU Inglaterra, Beveridge propone una política so-
en la primera mitad del Siglo XX. cial de Estado dirigida a tres objetivos: ayudar a

44
las familias que no poseen vivienda propia, para zón de esto la ubica Bauman (2001/2003) en la
el pago del alquiler de sus viviendas; la creación disolución, o por lo menos el marcado deterio-
del Instituto Nacional de Salud y una política de ro y retroceso del Estado de Bienestar y de los
pleno empleo, complementaria del seguro de sistemas de seguridad social que éste implicaba,
desempleo. De este Instituto Nacional de Salud los cuales como ya se mencionó, se originan a fi-
de Inglaterra surgirá el específico de Salud Men- nes del siglo XIX en Europa, pero que tuvieron
tal pocos años después. Recordemos que cuando su época de oro tras el fin de la Segunda Guerra
en Argentina se crea el Instituto Nacional de Sa- Mundial (Beveridge) como modo de resolver al-
lud Mental, en 1957, su estatuto sigue los linea- gunas de las razones que condujeron a la gue-
mientos del Instituto inglés. Al mismo tiempo rra, pero también como modo de hacer frente
que se crea un sistema a través del cual el Estado por parte de los países capitalistas a la amena-
asume una política amplia de protección social, za que suponía por entonces la Unión Soviética
se desactiva a los sindicatos obreros como orga- y los avances del socialismo.
nizaciones comunitarias encargadas de asumir Concomitante con la caída del comunismo en
los riesgos en base a la solidaridad. Vale tener la Unión Soviética, el llamado Estado de Bien-
presente estos antecedentes de la presencia de estar comienza a amenguar sus funciones en la
lo comunitario en las políticas públicas ya que protección social. La hegemonía de la vida en
serán posteriormente claves para el desarro- grandes ciudades, casi el 70 % de la población
llo de la reforma de la atención psiquiátrica y de Europa habita en grandes urbes, replantea la
la perspectiva de lo comunitario en las nuevas existencia misma de comunidades reales. Esta
estrategias de atención de la salud mental. En casi desaparición de la vida comunitaria tiene
los países de Europa que posterior a la Segun- sus consecuencias, entre otras, la reformulación
da Guerra Mundial disponían de un sistema de de la construcción de la identidad social. Ésta ya
Seguridad Social consolidado, la reforma contó no se constituye en base a la filiación ni al te-
y en gran parte fue impulsada por la Seguridad rritorio, tampoco es determinante el oficio o la
Social (Inglaterra, España, Francia y otros en profesión, el anonimato en la gran ciudad rela-
menor escala). Los países que, como EE.UU., si- tiviza aquellos significados y valores de la moral
guieron el modelo bismarckiano de seguros tu- tradicional que regulan la relación entre los se-
vieron muchas dificultades para impulsar esta mejantes. El valor y la función reguladora de la
reforma. La estrategia comunitaria en la aten- mirada del otro sobre la conducta propia se ate-
ción y la necesidad de una intervención que in- núan o desaparecen, llevando a cada individuo,
volucre a los servicios sociales, se vio facilitada y en cada relación con el otro, a establecer por sí
en países donde la relación entre el sistema de mismo los valores éticos de su comportamiento
salud y los servicios sociales contaban ya con ex- hacia sus semejantes de trato y sociedad. En au-
periencia y organización. sencia de relaciones inmediatas, de amistad, ve-
cindad, pareja y familia, compañeros, la idea de
El resurgir de la comunidad comunidad, se ve progresivamente asociada a la
búsqueda de “seguridad”, concomitante con el
La noción de comunidad, aunque presente a dominio de la desconfianza con los otros. La se-
partir del siglo XIX, no se torna de nuevo tema guridad personal se constituye en problema a la
de interés central para los sociólogos sino hasta vez que en anhelo, y pasa a ser un objetivo de la
fines de la década de los 80s del siglo XX. La ra- vida para muchos de los habitantes de la gran

45
EL CONCEPTO DE COMUNIDAD

ciudad. Para ellos, el mundo se ha hecho hos- viven así el arraigo regresivo con la extraterri-
til y lleno de riesgos personales. La vivencia de torialidad rizomática (Fistetti, 2003/2004).
esta inseguridad hace también que aquello que Así pues, la búsqueda de seguridad que ofre-
el Estado de Bienestar había desarrollado como ce la comunidad termina muchas veces resque-
política de protección social se dirija ahora cre- brajando aún más las posibilidades de conse-
cientemente hacia una demanda de seguridad. guir o mantener una “seguridad” más amplia
Muchas de las nuevas formas de comunidad van que podría ir más allá de las fronteras de la pro-
a estar orientadas por esta búsqueda de seguri- pia comunidad. Es en este sentido que Bauman
dad. Como señala Bauman, esta nueva idea de (2001/2003) plantea que el reto de lo comuni-
“lo comunitario” resulta ser más una reacción tario en la actualidad está puesto del lado de lo-
previsible a la acelerada licuefacción de la vida grar que la comunidad que se entreteja, atien-
moderna (Bauman, 2001/2003) que respon- da y se responsabilice de la igualdad del derecho
der a la necesidad de un encuentro confortable a ser humanos y de la igualdad de posibilidades
y apaciguador con el otro. Siguiendo a Manuel para ejercer ese derecho.
Castells (1999) se puede observar que aquello
que organizaba a los grupos humanos en fun- Salud mental en la comunidad
ción de un proyecto (político, cultural, de cam-
bio o transformación social) se ha desplazado a Ya hemos señalado que los cuestionamien-
una forma de asociación marcada por la necesi- tos referidos al tratamiento de las personas con
dad de defensa frente a un mundo y una socie- trastorno mental surgidas tras la segunda gue-
dad que se percibe hostil (desde los grupos ét- rra mundial y representadas en los movimien-
nicos, minorías sexuales, villeros, desocupados, tos de reforma psiquiátrica, presentan como
hasta los que con más potencial económico se uno de sus elementos comunes la referencia a
refugian en los clubes de campo o los consorcios la comunidad o a lo comunitario (Ardila, 2008).
habitacionales). Obviamente no son estas for- Un tema fundamental es común al conjunto de
mas de comunidad las que resultan favorables las propuestas de reforma de la atención psi-
para las perspectivas de lo comunitario en sa- quiátrica clásica o asilar: el centro de la ideolo-
lud mental, ni para las estrategias de interven- gía asilar ha sido, y sigue siendo en sus defen-
ción dirigidas a prevenir o rehabilitar los sufri- sores actuales, la separación (en muchos casos
mientos mentales. definitiva) del paciente de su comunidad, esto
Estas nuevas comunidades no pueden equipa- es, separarlo de las vicisitudes de la vida en co-
rarse a las que añoraran los sociólogos del siglo mún. Con Salud Mental en la Comunidad lo que
XIX, ya que están impregnadas por las cuestio- se postula como eje central de la atención y la
nes propias de los nuevos tiempos. La necesidad rehabilitación es, por el contrario, preservar o
de comunidad renace pero vestida con los ropa- recuperar en el sufriente mental su capacidad
jes propios de las contradicciones de la época ac- en relación con los otros de su comunidad, la
tual, en la cual se vive la descomposición-disolu- vida en común con sus semejantes, en la socie-
ción de la soberanía del Estado, produciéndose dad que le toca habitar. Esto tiene un sentido
como efecto una pérdida del territorio como da- profundamente racional: la mayor parte de los
dor de identidad y un movimiento simultáneo trastornos mentales afectan en el sujeto su ca-
de habitar un nuevo territorio ya no para la vida pacidad social, condiciones subjetivas para vivir
en común sino para la defensa en común. Con- con los otros, soportar los conflictos de la vida

46
en común, desarrollar habilidades para generar contar con su “consentimiento informado” para
vínculos satisfactorios. Esta incapacidad, parte toda decisión de tratamiento se trata de incluir
central en los trastornos psicóticos y afectivos a su familia, y en lo posible a miembros signifi-
severos, es la que la psiquiatría asilar no com- cativos de su comunidad, en el proceso de aten-
prendió y, bajo la idea de tratarlos, se propuso ción. Lo esencial de la perspectiva comunitaria
acentuar sus efectos a través del aislamiento del en salud mental consiste en atender en primer
enfermo. Con Salud Mental en la Comunidad lugar el “lazo social”, en el que radica la capaci-
el primer sentido, y la primera intervención, es dad del sujeto para establecer vínculos con los
preservar en todo lo posible los vínculos comu- otros que le permitan la vida en común. Este
nitarios, familiares y sociales del paciente, a la es también el núcleo de la reforma de la aten-
vez que toda estrategia ción: que el sujeto pue-
de rehabilitación debe da permanecer en el seno
orientarse a la integra- de su familia y su comu-
ción social del sujeto
afectado (en el mismo
U n tema fundamental es
nidad durante el proceso
de atención; atender des-
sentido que propugna el común al conjunto de las de el comienzo de su tras-
documento de la OMS, propuestas de reforma de la torno psíquico al cuidado
Rehabilitación Basada en atención psiquiátrica clásica: de su integración social,
la Comunidad). el centro de la ideología asilar lo cual implica que toda
Salud Mental en la Co- ha sido, y sigue siendo en intervención requiera de
munidad es también un un enfoque intersecto-
sus defensores actuales, la
proyecto en construc- rial (empleo, vivienda,
ción, es decir, se trata de separación (en muchos casos ingreso económico); que
un giro de la atención psi- definitiva) del paciente de su la atención y rehabilita-
quiátrica en tres dimen- comunidad, esto es, separarlo ción temprana se realice
siones: a) pasar de la hos- de las vicisitudes de la vida en espacios sociales o co-
pitalización psiquiátrica en común. munitarios, donde la in-
asilar a servicios próxi- teracción con los otros y
mos a la comunidad y al la integración social sea
territorio de vida del pa- lo más próxima a su reali-
ciente, esto es lo que denominamos “servicios dad social, cultural y de territorio de vida.
comunitarios”; b) pasar de una práctica de la Creemos que salud mental y comunidad ha
prescripción basada en la autoridad del profe- superado los primeros tiempos en que ambos
sional a una consideración del sujeto en toda su conceptos fueron vinculados. Por ejemplo la “Co-
dimensión y complejidad, esto hace a una ética munidad Terapéutica” surgida en Inglaterra en
en las prácticas de salud mental, más allá de la los años cincuenta del siglo pasado, en donde el
asimetría de la relación terapéutica, el paciente término “comunidad” hacía referencia en térmi-
debe ser tratado como un semejante, respetan- nos generales a un tipo de funcionamiento den-
do su dignidad y reconociendo sus derechos; c) tro de la institución psiquiátrica proponiéndose
pasar de un enfermo como sujeto pasivo de su suprimir el orden jerárquico propio del hospi-
tratamiento a un sujeto activo, partícipe y pro- tal psiquiátrico. Cabe recordar que Maxwell Jo-
tagonista de su tratamiento, lo cual además de nes (1968/1970) enmarcó su trabajo y el mode-

47
EL CONCEPTO DE COMUNIDAD

lo de comunidad terapéutica en lo que denomina comunitario más amplio, en el cual los psiquiatras
“psiquiatría social” en tanto categoría más am- aportan sus contribuciones especializadas a una to-
plia, señalando que la “psiquiatría comunitaria”, talidad mayor. La psiquiatría preventiva, en mi opi-
incluida en la social, pondría un mayor énfasis nión, debe ser amplia, y ocuparse de todos los tipos
sobre la práctica aplicada al nivel de la comuni- de trastornos mentales en personas de todas las eda-
dad, fuera del hospital. Así pues, el sentido que le des y clases, porque enfocamos el problema total de
dio a la comunidad en la psiquiatría M. Jones es la comunidad y no solamente los problemas de indi-
el del “afuera de la institución”, el contexto ha- viduos y grupos particulares”. (Caplan, 1985: 35).
bitual de vida, objetivo que no se logró ya que Este objetivo de ampliación de la prevención
las Comunidades Terapéuticas en su experien- se entiende hoy como el carácter preventivo que
cia práctica, funcionaron en el “adentro” de la debe tener la atención desde el primer episo-
institución asilar y se mostraron poco efectivas dio del trastorno mental, a fin de evitar tanto la
para la transición de los pacientes hacia la comu- cronificación que provocaban las internaciones
nidad. Su resurgir en los últimos años, especial- prolongadas como la implementación desde el
mente destinadas al tratamiento de individuos primer episodio de una rehabilitación tempra-
con consumo de drogas, muestra justamente su na. Posiblemente muchas de estas nociones han
capacidad de transformarse en instituciones de pasado a formar parte del “sentido común” de
encierro, alejadas de la vida comunitaria real del la salud mental comunitaria: el afuera del hos-
afuera. También se han reformulado los objeti- pital, el territorio, el trabajo con algo más que
vos iniciales de la política de Sector surgida en grupos e individuos, el cuidado de la integración
la Francia de postguerra. Uno de sus exponen- social y el énfasis en cierto modo de relación li-
tes, Hochmann (1971) señalaba que el trabajo de gado a la idea sociológica clásica de comunidad.
la política del Sector se realiza desde la psiquia-
tría comunitaria, término acuñado en EE.UU. en Interrogantes finales
los años sesenta, la cual implicaba un triple mo-
vimiento para la psiquiatría: el del espacio te- El recorrido realizado por el desarrollo del
rapéutico (desde el hospital hacia el ambiente concepto de comunidad y su inclusión en los
natural), el del poder terapéutico (desde el psi- movimientos de reforma de la atención psiquiá-
quiatra hacia otros profesionales) y el del bene- trica, nos conduce a pensar en qué medida la co-
ficio terapéutico (desde el sujeto hacia la comu- munidad añorada de antaño descrita por los so-
nidad). Para Hochmann el término comunidad ciólogos del siglo XIX, hasta qué punto es la que
debe utilizarse para designar “(...) el medio de ori- está en la base de las perspectivas y las propues-
gen del enfermo, la fábrica en la que trabaja, la ciu- tas de la salud mental comunitaria.
dad en la que vive, su barrio, su casa, etc.” La vida social que hoy habitamos dista mucho
Por último, la experiencia realizada en EE.UU. de aquellos significados vinculados con la vida
en los años sesenta y setenta del siglo pasado, comunitaria. En las sociedades desarrolladas las
también ha sido progresivamente abandonada políticas y los valores del individualismo han lle-
en ese país y el concepto de “preventivo” y “co- vado a un crecimiento notable de las desigual-
munitario” utilizado en aquella experiencia, ha dades, al interior de los países entre individuos,
modificado su sentido. Según Caplan, entre grupos étnicos, excluidos sociales, gran-
“(...) la Psiquiatría Preventiva es una rama de la des sectores viviendo en los márgenes de las ciu-
psiquiatría, pero es también parte de un esfuerzo dades, al margen de los derechos y del ejercicio

48
de la ciudadanía, expulsados de los intercambios A la vez este sujeto individualista incorpo-
económicos y culturales. Esta situación solo fue ró rápidamente los valores mercantiles, esto es,
posible por el impulso que los valores del mer- por vía del consumo todo objeto se califica por
cado dieron al individualismo, construyendo el su valor mercantil, también el otro de la rela-
sujeto consumidor actual, dedicado a un éxito ción puede ser tomado como objeto de un con-
personal, económico o de fama, creyendo que sumo. En la vida de las grandes ciudades nos he-
esto es fruto de su desempeño individual. El li- mos acostumbrados, en general sin conciencia
beralismo presentó esta cultura del individua- de esto que a la vez es causa de notables sufri-
lismo como un valor absoluto y una utopía de mientos, a esta lógica particular por la cual las
igualdad: dedicados a su propia vida cada indi- relaciones entre personas pasaron a ser relacio-
viduo puede prescindir nes entre personas y co-
de la solidaridad, es de- sas, el otro de una rela-

L
cir, los otros son rivales ción en su lugar de objeto
o competidores, pero no a vida social que hoy de uso e intercambio, es
necesarios para los logros habitamos dista mucho sustituible, desecha-
personales. Esto funcio- ble, abandonado, y sobre
de aquellos significados
na bien para los más ricos todo no amado o necesa-
de la sociedad, pueden vinculados con la vida rio. Ambas dimensiones
prescindir de la solidari- comunitaria. En las sociales, el individualis-
dad y la desigualdad no sociedades desarrolladas mo y la mercantilización,
es su problema. Para los las políticas y los valores del son obstáculos a la vida
más pobres la desigual- individualismo han llevado a en común, a la comuni-
dad, con sus consecuen- dad, y han contribuido
un crecimiento notable de las
cias prácticas, configura fuertemente a la desapa-
su destino, solo la solida- desigualdades... rición de la vida comuni-
ridad les posibilita actuar taria como experiencia y
sobre sus vidas, enfren- a la solidaridad como va-
tar y transformar su situación. Bajo estas condi- lor de los vínculos con los semejantes. Por esta
ciones la comunidad, la vida en común y la soli- vía, la vida comunitaria queda asociada a la po-
daridad, se asocia fuertemente con la pobreza y breza por un lado y al desamparo social por otro
la exclusión social. Uno de los valores centrales (los que no tienen con que competir en el mer-
del trabajo con la comunidad en salud mental cado de las cosas ni de las personas). Como sa-
consiste justamente en ayudar a la integración bemos la vida comunitaria se añora en las con-
del sujeto en la comunidad, su participación en diciones de la vida rural, porque observamos
los procesos colectivos, ya que de algún modo masas de desplazados del campo a los márgenes
el trastorno mental también es una fuerza que de las ciudades, desplazados por la miseria en
empuja al individuo a aislarse de su grupo y su sus territorios de vida o desalojados de su co-
comunidad. En este objetivo se acuñó el concep- munidad por el avance del “progreso económi-
to de “cuidados psicosociales” en salud mental, co”. También sabemos que los inmigrantes en
de modo tal que los procesos de atención están los países de Europa, los hispanoparlantes en
simultáneamente dirigidos a la construcción de EE.UU., junto a los negros, comparten sus con-
vínculos comunitarios. diciones de vida social con nuestros inmigran-

49
tes del interior que se alojan precariamente en mientos para cuidar y reparar la vulnerabilidad
las villas miserias, con desocupados, excluidos y los daños de la vida psíquica.
de la sociedad. Esta población es también la más
vulnerable en su salud y salud mental, la más Referencias bibliográficas
necesitada de la solidaridad y también la que
más requiere de la perspectiva comunitaria que • Ardila, S.E. (2008). La Transformación de la Atención
analizamos. Psiquiátrica en el Marco de las Reformas de los Siste-
mas de Salud: Opciones para las Prácticas de Atención
Que un campo como el nuestro de la sa- Comunitaria en el Sistema de Salud Colombiano. Tesis
lud mental decida tomar dentro de su defini- de Maestría en Psicología Social Comunitaria, Uni-
ción misma a una noción que, como lo señala- versidad de Buenos Aires.
ra Hobsbawn (1994; cit. Bauman, 2001/2003), • Bauman, Z. (2001/2003). Comunidad: En busca de se-
nunca se ha usado de forma más indiscriminada guridad en un mundo hostil. Buenos Aires: Ed. Siglo XXI.
• Caplan, G. (1964/1985). Principios de Psiquiatría
y vacía que en las décadas en las que las comu- Preventiva. Barcelona: Ed. Paidós.
nidades en sentido sociológico se hicieron difí- • Castells, M. (1999). La Era de la Información. Vol. II.
ciles de encontrar en la vida real, nos obliga a El Poder de la Identidad México D.F: Ed. Siglo XXI.
esta reflexión. A lo mejor, precisamente por eso, • Fistetti, F. (2003/2004). Comunidad. Léxico de Políti-
es decir, en tanto constituye un concepto que, ca. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión.
• Galende, E. (1990). Psicoanálisis y salud mental: para
pese a las diferencias entre enfoques y mode- una crítica de la razón psiquiátrica. Buenos Aires: Ed.
los, puede remitir a cierto consenso, al menos al Paidós.
consenso producido por la “buena sensación” de • Galende, E. (2008). Psicofármacos y Salud Mental: La
la que habla Bauman (2001/2003), de que algo ilusión de no ser. Buenos Aires: Ed. Lugar.
“bueno” se hace cuando se hace algo “comunita- • Habermas, J. (1989). Teoría de la Acción Comunicati-
va. Racionalidad de la Acción y Racionalización social.
rio”. La cuestión que queda, no obstante, es la Madrid: Ed. Taurus.
del riesgo que implica para el propio campo el • Hobsbawn, E. (1994/1998). Historia del siglo XX.
ubicarse en este lugar. Trabajar en la perspecti- Buenos Aires: Ed. Crítica.
va comunitaria en salud mental no puede ser so- • Hobsbawn, E. (1994). The Age of Extremes. Londres:
lamente un compromiso o una militancia social, Michael Joseph.
• Hochmann, J. (1971). Hacia una psiquiatría comuni-
requiere a la vez una exigencia racional, científi- taria. Buenos Aires: Ed. Amorrortu.
ca en algún grado, de comprender y explicar las • Ingleby, D. (1980). Comprender las enfermedades
condiciones que toma en la actualidad la vida en mentales (pp. 23-86) En Ingleby, D. (ed) Psiquiatría
común, esta existencia inevitable con los otros Crítica: La política de la salud mental. Barcelona: Ed.
de trato y sociedad. Es en ella donde buscamos Crítica.
• Jones, M. (1968/1970). La psiquiatría social en la
comprender los avatares del sufrimiento mental práctica. Buenos Aires: Ed. Americalee.
y donde queremos construir colectivamente, los • Nisbet, R. (1966/1969). La formación del pensamien-
profesionales junto a la comunidad, los procedi- to sociológico 1. Buenos Aires: Ed. Amorrortu.

50
Equipos de salud mental, instituciones
totales y subjetividad colectiva.
Una experiencia de transformación institucional

Silvia Faraone
Lic. en Trabajo Social, Magister en Salud Pública, Doctoranda en Ciencias Sociales
Instituto de Investigación Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA
Ana Valero
Lic. en Antropología, Doctoranda en Derecho con orientación en Sociología Jurídica (UBA).
Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad de La Plata Pcia. de Buenos Aires
Ernestina Rosendo
Lic. en Psicología; Magister en Salud Pública; Dra. de la Universidad de Buenos Aires
(área salud mental). Instituto de Salud Mental y Psicología Comunitaria,
Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador
Flavia Torriccelli
Lic. en Psicología, Dra. en Psicología Universidad de Buenos Aires
Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología UBA

Resumen La experiencia de cierre de una sala psiquiá-


trica perteneciente a la cárcel de Coronda (Santa
Las internaciones psiquiátricas son el resulta- Fe), constituye un analizador que permite com-
do de procesos complejos, que conjugan criterios prender la des/institucionalización en instan-
jurídicos, biomédicos y factores socioculturales cias por demás adversas. Este artículo, se focali-
diversos. Un caso particular, son aquellas interna- za en el análisis de la forma en que los contextos
ciones en las cuales el Sistema Penal Penitenciario institucionales se relacionan con las prácticas
se introduce como un actor más en ese proceso, desarrolladas por los equipos de salud men-
dejando al descubierto la segregación y, en mu- tal incidiendo en los procesos de configuración
chos casos, la violación de los derechos humanos. y reconfiguración de la subjetividad colectiva.

51
equipos de salud mental

La información analizada proviene de un es- Key words: Subjectivity. Suffering. Health


tudio cualitativo, basado en entrevistas en pro- teams. Practice. Institutions.
fundidad a los miembros de los equipos de
salud, participantes de la experiencia de susti- Introducción
tución de la lógica manicomial de la sala men-
cionada. La Organización Panamericana de la Sa-
El proceso de transformación de la práctica lud (OPS), en un informe presentado en el año
manicomial en el interior del dispositivo peniten- 2008 ante la Organización de Estados America-
ciario implicó la modelización en los equipos de nos (OEA), establece que en varios de los paí-
salud de una subjetividad colectiva en tanto cons- ses de América Latina y El Caribe (1) la protec-
trucción productora de los procesos de reforma. ción judicial de las personas con padecimiento
Palabras clave: Subjetividad. Sufrimiento. psíquico aún no ha sido implementada (2). Ini-
Equipos. Prácticas. Instituciones. ciar el camino y/o avanzar hacia el principio
de igualdad de derechos (Saraceno y Tognoni,
Abstract 1989; OMS, 2005; Kraut, 2006a-b) constitu-
ye una medida necesaria que debiera ser garan-
Psychiatric admissions are the result of com- tizada por los Estados de la Región. Por tal ra-
plex processes that involve biomedical and ju- zón, existe desde hace al menos siete décadas,
dicial components and a multiplicity of so- un conjunto de normas internacionales y supra-
cio-cultural factors. A particular case, are nacionales que han buscado introducir, en la es-
those admissions in which the Prison Penal Sys- cena política y social de los Estados, la garantía
tem is another actor involved in that process, re- de derechos humanos, civiles, sociales y políti-
vealing the segregation and violation of inter- cos de esta población vulnerada (3). En la direc-
national standards of human rights. ción expuesta por estas normativas, en Latino-
The closure of a Psychiatric Unit belonging américa se observan, cada vez más, tendencias
to the Prison of Coronda (Santa Fe) is an exam- a la implementación de políticas des/institu-
ple that allows to understanding the transfor- cionalizadoras en el campo de la salud mental
mation process of institutional mental health (Rotelli, De Leonardis, Mauri, 1987; Amarante,
practices in adverse contexts. This article analy- 2007; Deva, 2006).
ses the relationship between institutional con- En esta orientación, la Argentina tuvo un im-
texts and the mental health team practices that portante desarrollo previo al golpe de militar de
have a bearing on collective subjectivity confi- 1976; ese momento marcó cambios significati-
guration and reconfiguration. vos -prácticos y conceptuales- relacionados con
The analyzed information comes from a quali- la sustitución del orden asilar en este país (Ga-
tative study, based on interviews to members of lende, 1990,1991, 2006; Stolkiner, 1993). Así,
health teams, participating to the transforma- las investigaciones acerca del campo de la Sa-
tion of manicomial logic in the unit psychiatric. lud Mental en los ’60 y ‘70 dan cuenta de estas
The transformation process of the manico- transformaciones (Galende, 1992; Galli, 1994;
mial practice in the interior of the prison has Carpintero y Vainer, 2004, 2005; Visacovsky,
an effect in the collective subjectivity health’s 2002; Dagfal, 2009) y aportan un hilo históri-
teams in both construction- production proces- co en la institucionalización de prácticas inno-
ses of reform. vadoras en este campo. Los lineamientos de la

52
Dirección Nacional de Salud Mental formulados área. En este marco, los equipos de salud men-
en los primeros años de regreso a la democracia tal son actores privilegiados en los procesos de
(Galli, 1986, 1993) y los documentos de la OPS/ cambio. Transitar por el camino de una reforma
OMS de ese período (1989a, 1989b) son instru- implica iniciar una trayectoria de transforma-
mentos que han orientado las nuevas políticas ción que pone en juego no solo la construcción
transformadoras en este ámbito. Los estudios de nuevas e innovadoras prácticas, sino también
posteriores realizados sobre el proceso de des- la institucionalización de estrategias que posi-
manicomialización (Cohen, 1994), con una mi- biliten su viabilidad. Esta trayectoria se desen-
rada sobre la transformación de las prácticas y vuelve en los procesos culturales, sociales y sub-
la sustitución de la institución manicomial en la jetivos de manera diferencial sobre los actores,
provincia de Río Negro, individuales y colectivos,
muestran una construc- generadores del cambio.

I
ción colectiva de cambios En el sentido de lo pre-
en las prácticas institui- niciar, continuar y/o cedente, es importante
das y una potencia que consolidar procesos des/ aclarar que en este tra-
resignifica tanto la inter- bajo no se asume que las
institucionalizadores es
vención como a los suje- prácticas manicomiales
tos involucrados (Farao- el desafío que hoy deben son susceptibles de re-
ne, 1993a-b, 1995, 2005). asumir las políticas y las ducirse a la existencia de
La reciente sanción, prácticas en el área. En las instituciones manico-
en el año 2010, de la ley este marco, los equipos de miales; sin embargo, es-
de Derecho a la Protección salud mental son actores tudiar los contextos de
de la Salud Mental (ley mayor constricción en la
privilegiados en los procesos.
N° 26657) consolida una dimensión custodial asi-
orientación política coin- lar -como lo constituye
cidente con la impugna- la sala psiquiátrica (6) in-
ción de los modelos de abordaje manicomia- serta en una unidad penitenciaria, y explorar
les. A pesar de esto, aún existen a nivel nacional allí los potenciales para la transformación de las
un importante número de instituciones tota- prácticas- puede contribuir a un abordaje ilumi-
les (Goffman, 2004) que implican la persisten- nador de nuevos contextos y reformas.
cia de un espacio donde continúa la segregación El presente trabajo se propone analizar las
de personas con padecimiento psíquico (4). Por formas en que los contextos institucionales
tanto, un importante grupo poblacional, como constriñen y desafían a las prácticas que desa-
es el caso de las personas privadas de libertad rrollan los equipos de salud mental incidiendo
por internaciones en instituciones psiquiátricas en los procesos de configuración y reconfigura-
(5), continúa siendo víctima del incumplimien- ción de la subjetividad colectiva (7). El alcance
to de la protección jurídica, violándose sistemá- de las relaciones consideradas demarca así un
ticamente sus derechos (Foucault, 2007; Galen- nudo crucial que deja su impronta en las trayec-
de, 1994; CELS-MDRI, 2008). torias recorridas en los procesos de des/ institu-
Iniciar, continuar y/o consolidar procesos cionalización por aquellos sujetos, individuales
des/institucionalizadores es el desafío que hoy y colectivos, que asumen la institucionalización
deben asumir las políticas y las prácticas en el de procesos de cambio.

53
equipos de salud mental

Para los fines propuestos, este trabajo se basa fermeros (cada uno de los cuales son designados
en el análisis de la experiencia orientada a la ‘A’ y ‘B’ a los efectos de la presentación). Todas
transformación de las prácticas -en los equipos las personas participantes dependían de la Di-
de salud- intervinientes en el proceso de cierre rección Provincial de Salud Mental. Los encuen-
de una sala psiquiátrica inserta en una Unidad tros fueron realizados observando los criterios
Penitenciaria, el Instituto Correccional Modelo de anonimato, confidencialidad y bajo Consen-
N° 1, de la ciudad de Coronda, Provincia de San- timiento Informado, atendiendo a las Buenas
ta Fe (8). No podrá ser dejado de lado en el plan- Prácticas de la Investigación en Ciencias Sociales.
teo de este trabajo que el proceso singular toma-
do como analizador se centra en los abordajes Desandando el pabellón psiquiátrico
representados por los dispositivos asistenciales
incluidos bajo la esfera del Sistema Penal Peni- La Provincia de Santa Fe es una de las pro-
tenciario. La singularidad reside en que el con- vincias (9) Argentina que cuenta, desde el año
texto señalado remite en forma necesaria a la 1991, con una ley específica de Salud Mental, la
tensión que tiene lugar entre los dispositivos de Ley 10.772, aunque recién fue reglamentada en
“cura y sanción” (Pavarini y Betti, 1984: 99), así el año 2007; además, desde el año 2003, exis-
como entre “enfermedad mental y peligrosidad te una Dirección Provincial de Salud Mental que
social” (Pitch, 1999: 112). instituye una política tendiente a la sustitución
En consecuencia, cualquier análisis de las de la lógica manicomial (10).
transformaciones en los modelos de abordaje Desde la creación de la sala psiquiátrica en el
terapéutico- asistenciales en el ámbito del Sis- año 1985, el personal de salud asignado al área
tema Penal Penitenciario deberá tener en cuen- estuvo constituido por un médico psiquiatra y
ta necesariamente la relevancia del interjue- dos enfermeros por turno que dependían formal-
go que tiene lugar entre el Sistema de Salud y mente del Ministerio de Salud Provincial, aun-
el Sistema Penal Penitenciario; que se expresa que en el aspecto operativo respondían a las di-
en la combinación de intencionalidades funda- rectivas del personal del Sistema Penitenciario.
mentalmente terapéuticas y punitivas (Faraone, La población alojada en la sala psiquiátrica
y otros 2011: 292). conformaba un conjunto de difuso criterio diag-
En términos metodológicos, este trabajo se nóstico no especificados, además de tratarse
basa en un diseño de tipo cualitativo y de cor- en su mayoría de personas, que sometidas a un
te transversal. Se desarrolló una aproximación proceso penal, habían sido encontradas inimpu-
etnográfica basada en entrevistas en profundi- tables (11).
dad. Todos los entrevistados fueron profesiona- A partir del año 2005, la Dirección Provincial
les que se desempeñaron como actores protago- de Salud Mental comenzó a trabajar activamen-
nistas de la experiencia de intervención para la te dentro de la sala psiquiátrica introduciendo
transformación de las prácticas desarrolladas un equipo interdisciplinario de profesionales
en la sala psiquiátrica de la Unidad Correccio- (psiquiatras, psicólogos, enfermeros, trabaja-
nal Modelo N°1 (Coronda, Santa Fe) durante el dores sociales y abogados). Dicha intervención
período extendido entre los años 2005 y 2008. tuvo por objetivo desarrollar acciones que hi-
Se efectuaron un total de cuatro entrevistas in- cieran posible la construcción de espacios asis-
dividuales (dos psicólogas, un psicólogo social y tenciales de carácter no penitenciario. Luego de
un abogado) y una entrevista conjunta a dos en- transcurridos tres años, se produjo el cierre de-

54
finitivo de la sala psiquiátrica. Entenderemos en “Te rompiste la cabeza viendo lo que te decía el
adelante por ‘proceso de cierre’ al proceso com- paciente, lo que... escuchabas, los efectos indesea-
plejo que abarca el período que va desde el ini- bles que veías..., donde acotaba... Y este... si después
cio de la intervención del equipo de la Dirección el otro venía y le vendía una tableta de Rivotril®, de
Provincial de Salud Mental en el año 2005, has- (minetone) o de lo que te imagines” (Enfermero A)
ta el cierre definitivo en octubre de 2008. “...significó durante muchos años... [el lugar]
El equipo interdisciplinario inició su trabajo donde se comercializaba estupefacientes... muchos
con los 22 pacientes alo- enfermos se tomaban a la
jados en el pabellón adop- joda... de comprar y ven-

L
tando una orientación der. Negociaban pastilla,
terapéutico- asistencial a población alojada en la cigarrillo, ropa....” (Psicó-
focalizada en el cuestio- sala psiquiátrica conformaba logo social).
namiento, y eventual sus- En tercer lugar, la in-
un conjunto de difuso
titución, de las lógicas pu- tención terapéutica que
nitivas-manicomiales allí criterio diagnóstico no orientaba las prácticas
imperantes. Si bien este especificados, además de desarrolladas por el nue-
proceso fue paulatino y tratarse en su mayoría de vo equipo tenía por fin
con avances y retrocesos personas, que sometidas a un último la reinserción so-
permanentes podemos, a proceso penal, habían sido cial y en ese sentido, se-
modo de síntesis, estable- gún la situación de cada
encontradas inimputables.
cer diferentes momentos. paciente, se planificaron
En una primera eta- salidas hacia ‘el afuera’
pa, parte del trabajo se del ámbito penitencia-
orientó hacia la recopilación y sistematización rio, no sin los obstáculos propios de una lógica
de la información disponible sobre cada uno de de encierro que dificultaba permanentemente la
los pacientes y la elaboración de historias clíni- implementación de dichas estrategias.
cas, hasta entonces, ausentes por completo. Por último, el conjunto de trabajadores que
En segundo lugar, el equipo procedió a la revi- eran responsables de la asistencia de las perso-
sión y adecuación de los abordajes farmacológi- nas alojadas en el pabellón antes de la incor-
cos. En esa instancia, se presentaron obstáculos poración de los trabajadores pertenecientes a
ligados a la lógica institucional propia de la cár- la Dirección Provincial de Salud Mental, con-
cel; por un lado, las prácticas instauradas no tra- servaron sus cargos. Más aún, el médico psi-
dicionales de castigo implicaban la ‘sedación’ de quiatra jefe del primer equipo, continuó sien-
pacientes con y sin padecimiento psíquico y, por do formalmente la autoridad. Es así que, con
otro lado, existía un fluido comercio de fármacos trayectorias profesionales, esquemas referen-
del que participaban tanto los detenidos de ése y ciales, finalidades y expectativas de interven-
otros pabellones, como también el personal pe- ciones diversas, ambos equipos coexistieron
nitenciario. Estas condiciones alteraban drásti- en tensión durante los tres años que duró esta
camente el marco de observación, y obturaban la etapa:
posibilidad de construir, en aquel contexto, un “A ‘Perez’ [el médico psiquiatra a cargo de la Di-
espacio terapéutico asistencial; así se manifesta- rección del área]... lo que le pesaba... era un tipo
ba esta situación por los propios participantes: muy inteligente, muy psiquiatrón, pero... ‘Perez’

55
equipos de salud mental

lo que le pesaba, porque estaba en duda, todavía si Entramados conceptuales


éramos importantes o unos taraditos... Pero era la
chapa que llevábamos de la Dirección (provincial) En el caso de los abordajes manicomiales, la
de Salud Mental... Nada más. Nosotros explotamos impronta del sistema custodial -asilar en la mo-
hasta donde pudimos eso.” (Enfermero B) delación de la subjetividad recae tanto en las
“Intentaba acordar... porque él iba los lunes, diez personas internadas en calidad de ‘pacientes’
minutos.” (Enfermero A) como también sobre los trabajadores que allí se
Los diferentes aspectos señalados (la recopi- desempeñan. Esto tiene lugar tanto en la con-
lación de la información en las historias clíni- tinuidad del sostenimiento cotidiano de los
cas, la revisión de los abordajes de la terapéutica procesos de trabajo, como también en los mo-
farmacológica, la pla- vimientos transformado-
nificación y realización res instituyentes.

E
de salidas tendientes a El concepto de subje-
alentar la reinserción so- s en los primeros tividad nos permite pro-
cial y la coexistencia de fundizar en una mirada
tiempos de la vida, en
dos equipos profesiona- capaz de orientar analí-
les con enfoques y fines los que se configuran los ticamente la articulación
divergentes), supusieron anclajes articuladores de la entre lo institucional y lo
por parte del equipo in- subjetividad, justamente en personal en el accionar
terdisciplinario de la Di- el encuentro con un otro de las prácticas trans-
rección Provincial de Sa- significativo. formadoras en el mar-
lud Mental la puesta en co de una institución to-
marcha, en un territorio tal (Goffman, 2004). Sin
adverso, de la desnatu- embargo, debemos des-
ralización de las viejas prácticas y la introduc- tacar que el significado del concepto ‘subjetivi-
ción de un desplazamiento respecto de la ló- dad’ resulta controversial para las Ciencias So-
gica de alienación-opresión reinante hasta ese ciales. Podríamos decir que las Ciencias Sociales
momento en el pabellón. Las nuevas relaciones en general hacen uso del término subjetividad
que se desarrollaron entre los trabajadores de de manera evasiva, en tanto la dificultad cen-
salud y las personas con padecimiento psíqui- tral reside en articular en forma teórica la di-
co alojadas allí, cedieron espacio a nuevas prác- mensión individual e intrapsíquica y la colectiva
ticas, de sentido contrario a aquellas de alie- e intersubjetiva. Así, por ejemplo en la Antro-
nación-opresión, dadas por la posibilidad de pología se observa una utilización imprecisa del
salir hacia el afuera de la institución carcela- concepto, la mayoría de los autores acuerdan en
ria y la interrupción de las estrategias de se- entender la subjetividad en el sentido propues-
dación utilizadas como mecanismo de silencia- to por Holland y Leander (2004:127) en alusión
miento y de control social. Dichas relaciones a los “pensamientos, sentimientos y sensibilida-
signadas hasta ese entonces por relaciones su- des corporizadas de los actores y especialmen-
jeto - objeto, en el sentido expresado por Fou- te su sentido de sí mismos y de sus relaciones
cault (2000), experimentaron una profunda al- con el mundo”. En forma más específica, el in-
teración de la fórmula a favor de las relaciones terés de los antropólogos por la subjetividad se
sujeto - sujeto. encuentra focalizado en el intento de compren-

56
der la vida interior compartida, y con ello, los co las relaciones entre sujeto y cultura pueden
componentes socioculturales de la subjetividad ser comprendidas desde la idea de una subjeti-
(Luhrmann, 2006). Una línea de trabajo desa- vidad inmanente y una cultura atemporal: “Am-
rrollada desde la antropología ha puesto espe- bos, subjetividad y cultura, son procesos conjunta-
cial énfasis en la manera en que las formacio- mente determinados, inestables, cambiantes, que
nes sociales y culturales modelan, organizan y mutuamente sostienen la vida social del individuo,
provocan los modos de percepción, afecto, pen- los modos en el cual los individuos realizan su inte-
samiento, deseo y temor (Ortner, 2005). Como racción práctica y dan significados y valores a su ex-
consecuencia de la ausencia de otras alterna- periencia” (Galende, 2008:77).
tivas teórico conceptuales, las aproximacio- Desde el campo de la Filosofía y el Psicoaná-
nes efectuadas desde el campo de la Antropolo- lisis, se desarrolló desde la década del 60’ una
gía han sido señaladas por sobredimensionar el tradición filosófica que encarna una revisión del
condicionamiento sociocultural de la subjetivi- psicoanálisis y una aproximación sociohistóri-
dad (Luhrmann, 2006). ca crítica con base en la economía política, bajo
Como contrapartida, los abordajes más liga- la cual se encuentran los aportes franceses con-
dos al campo del Psicoanálisis, tienden a poner tra el freudismo de Foucault, Deleuze y Guatta-
el acento en los condicionantes propios de los ri (Roudinesco, 1996).
procesos intrapsíquicos sobre la configuración En la obra de Foucault, el concepto de sub-
de la subjetividad (Layton, 2008). Es en los pri- jetividad se presenta desde un abordaje histó-
meros tiempos de la vida, en los que se configu- rico (Foucault, 2000). Para el autor, los modos
ran los anclajes articuladores de la subjetividad, de subjetivación son precisamente las prácticas
justamente en el encuentro con un otro signi- de constitución del sujeto mismo y éste será el
ficativo. Esa matriz de interjuego es conside- punto nodal para pensar las relaciones entre su-
rada fundante de la subjetividad y favorecedo- jeto y verdad.
ra del encuentro futuro con diversos ‘otros’, con Por otro lado, frente al problema de la falta
los cuales se experimentará la posibilidad de vi- de balance y articulación de las aproximacio-
venciar creativamente, pensar y construir colec- nes dicotómicas entre los aspectos intrapsíqui-
tivamente, o en el extremo contrario someterse cos e individuales y los colectivos y sociocultu-
alienadamente (Bleichmar, 1986, 1999). rales, la propuesta de Félix Guattari se presenta
Desde el campo de la Psicología se advierte como alternativa teórica especialmente fértil
también acerca de la importancia de construir para nuestro trabajo en tanto, el autor parte de
una teoría psicosocial de la subjetividad capaz de la consideración que la subjetividad es un proce-
dar cuenta de la paradojal relación entre dos as- so doblemente descentralizado tanto respecto
pectos: por un lado, de los efectos de lo social sin del individuo, como respecto del grupo. Guatta-
sucumbir al reduccionismo de la determinación ri (2005) afirma que la subjetividad no es sus-
social, y por otro, de las idiosincrasias de la subje- ceptible de totalización o de centralización en el
tividad humana sin quitar (aislar) la subjetividad individuo. El autor sostiene que la subjetividad
de su contexto social e histórico (Layton, 2008). está esencialmente fabricada y modelada en el
Galende, analiza la categoría de subjetividad registro social y que por otro lado no se sitúa en
trascendental desde el sentido dado por Husserl, el campo individual sino que su campo es el de
aportando que la misma no puede ser entendi- todos los procesos de producción social y mate-
da desde una psicología estática, como tampo- rial. Ambas fases, lo individual y lo grupal, con-

57
equipos de salud mental

viven entonces descentralizadamente en la sub- lonia... lo construya o no, reconozca la historia de


jetividad: “la subjetividad está en circulación en otros o no... Y bueno, acá se usó la vanguardia de la
grupos sociales de diferentes tamaños: es esencial- salud mental. Y eso (desmanicomializador) también
mente social, asumida y vivida por individuos en para uno, uno se hace una identidad. Y está bueno...
sus existencias particulares” (Guattari, 2005:48). porque uno se apropia del proyecto, pero cuando
El autor plantea como hipótesis que coagula como una identidad y nada más como una
“el modo en que los individuos viven esa subje- identidad... y no como un trabajo... es un problema.
tividad oscila entre dos extremos: una relación de Porque sino no se coagula en... una historia se coa-
alienación y opresión, en la cual el individuo se so- gula en una identidad... Entonces está bueno... pero
mete a la subjetividad tal como la recibe, o una re- apropiarse de un proyecto pero cuando uno queda
lación de expresión y creación en la cual el individuo con el cartel y nada más... y la práctica está pasan-
se reapropia de los componentes de la subjetividad, do por otro lado, es un problemón... enorme. Yo creo
produciendo un proceso que llamaría de singulari- que algo de eso hay... por eso tenemos que pensar los
zación” (Guattari, 2005: 48). modos de circulación de gente por los dispositivos...
Bajo estas dos modalidades tienen lugar para para que haya movimiento” (Psicóloga).
Guattari las relaciones entre individuo y subje- Desde la visión de los trabajadores, los dis-
tividad: la primera de ellas, consistente en la se- cursos y las prácticas (en este caso orientados a
rialización subjetiva y la segunda, representada la des/institucionalización) forman parte de su
por la singularización subjetiva. construcción identitaria y, por ende, de su ads-
cripción a cierto proyecto de trabajo. Sin em-
Construyendo y demoliendo equipos bargo, también existe el riesgo de cristalización
de salud mental: identidad de los si esos discursos y prácticas no se transforman
trabajadores y subjetividad colectiva en procesos concretos de trabajo; la posibilidad
del movimiento tendiente a evitar la cristaliza-
Los relatos y las experiencias de los trabajado- ción, también forma parte de los propios proce-
res de la sala psiquiátrica parecen vislumbrar las sos personales:
relaciones intrínsecas entre las propias particu- “Porque ahí corre el riesgo de burocratizarse... y
laridades personales (individuales) y el contexto mucho más con algo que produce cambios... y efec-
institucional. Interacciones, discursos y prácti- tos que a mí me parece que uno tiene que estar muy
cas definen tanto el eje identitario en los traba- atento a eso. Eh... a mí me costó muchísimo... Ob-
jadores, como su incidencia en la modelización viamente hay que salir... me pareció interesante. Y
de su constitución personal, subjetiva (Wethe- como apuesta personal fue salir... porque sentía que
rell, 2008). Desde esta perspectiva, identidad y iba a quedar encerrada en una cuestión identita-
subjetividad no resultan opuestas, ni disociadas: ria... entonces, digo, bueno... uno tiene que moverse
“(...) a mí me costó mucho salir de la Colonia. En- un poco, ¿no? y ser interpelado en otro lugar tam-
tonces digo, yo soy de la colonia de Oliveros, pero un bién” (Psicóloga).
proyecto tan importante como lo que pudieron ha- La construcción identitaria que tiene lugar
cer muchos compañeros y pudimos hacer cada uno en los procesos de subjetivación conlleva ins-
fuimos sumando. Era una cuestión identitaria muy tancias de diferenciación colectiva respecto de
fuerte. Eso a mí me parece muy importante, que una otros sujetos colectivos tal como lo constituye
vaya circulando (...) Entonces después yo soy de la el personal penitenciario para los trabajadores
colonia... me posiciona sobre el proyecto de la co- de la salud:

58
“(...) La mayoría de los guardiacárceles están re mento donde vos... Hubo baches, donde... muy fá-
locos... ¿viste? Ni siquiera se pueden llamar por su cilmente hubo recambios de gente, de personas, vi-
nombre, ¿viste? Yo nunca he visto que uno se lla- nieron otras... eh... se perdió el hilo... Es muy fino
me por su nombre... Chau cabeza de chancho... (...) esto... de no perder el hilo... para que el loquero no
viste, ni siquiera el nombre propio... Fue complejo” te entre por la ventana o por la chimenea o por to-
(Enfermero A). dos lados. Es muy fino” (Enfermero B).
Las instancias de diferenciación conforman La profundidad del combate librado entre la
espacios propicios en los cuales los trabajado- ‘subjetividad serializada’ y la ‘subjetividad singu-
res se debaten enton- larizada’ (Guattari, 2005),
ces entre ser ‘sujetos’ de tiene su correlato en el

L
la transformación insti- malestar individual testi-
tucional y ser, subrepti- a construcción identitaria moniado en la expresión
cia e inconscientemente, que tiene lugar en los ‘picadora de carne’ utiliza-
capturados como ‘obje- da para calificar la expe-
procesos de subjetivación
tos’ por las propias diná- riencia de los trabajado-
micas manicomiales per- conlleva instancias de res en la sala psiquiátrica:
sistentes. Como plantea diferenciación colectiva “La experiencia de los com-
Layton (2008), la subje- respecto de otros sujetos pañeros que estuvieron la-
tividad incluye nuestras colectivos tal como lo burando fue una picadora
respuestas conscientes constituye el personal de carne... porque era inso-
e inconscientes a dos ti- portable para la gente que
penitenciario para los
pos de experiencias rela- laburaba ahí. ¿Te imaginas
cionales: como ‘objeto’ de trabajadores de la salud. para los pacientes, no? Eh...
nuestras figuras signifi- condiciones de mucho ha-
cativas y como ‘sujetos’. cinamiento...” (Abogado).
Así, mientras los movimientos instituciona- La individualización del sufrimiento estuvo re-
les desarrollados en la sala psiquiátrica conlle- presentada en el plano colectivo por la inestabi-
vaban a la vez la posibilidad de instaurar pro- lidad de la permanencia de los integrantes que
cesos instituyentes y dar paso a la producción componían el equipo. El alcance de cierta con-
de nuevas subjetividades, la dinámica manico- tinuidad en un trayecto puntuado por una su-
mial que continuaba acechando implicaba -para matoria de obstáculos e incertidumbres, otor-
los trabajadores- un malestar y sufrimiento co- garon al proceso de cierre de la sala psiquiátrica
lectivo. Probablemente, uno de los riesgos más una dinámica de vaivén al estilo ‘Juego de la Oca’
notables fuera que este proceso instituyente, según el relato de los mismos trabajadores:
volcado sobre la subjetividad, se tornara como “Y yo a veces le decía a una compañera, que pa-
sufrimiento privado e individualizado de cada recía el Juego de la Oca, porque por ahí avanzába-
uno de los actores institucionales, perdiendo en mos tres casilleros y una palabra de más... y sobre
este camino todo viso de proceso colectivo: todo con los compañeros..., y retrocedía diez casille-
“El loquero te come la cabeza día a día, aunque ros, ¿viste? Al final... se quería avanzar un poquito
vos lo quieras transformar, es una cosa cotidiana. más y... encontrabas ahí la pared.” (Enfermero A)
Donde vos te dejaste un poco... el loquero te invade. La adversidad del contexto carcelario, en toda
La institución ésta, si bien uno habla de unos mo- su complejidad, provocaba la permanente rota-

59
equipos de salud mental

ción de los profesionales comprometidos. Cons- guardia... nos hubiéramos quedando nosotros pe-
tituía ésta una fuerte limitación a la conforma- leando contra lo que hacían otro... es un lugar mu-
ción y consolidación de equipos y la orientación cho más fácil, en donde no te confronta con... con
de acciones. contradicciones... Es mucho más fácil, más cómo-
Por otra parte, el ineludible costo que significa do, me refiero. Sobre todo si uno no da una pelea,
asumir un rol activo no solo en el impulso sino, no la gana y si la gana tenés que ocupar un lugar.
por sobretodo, en el sostenimiento de la reforma; Lugar que no se ocupa, lo ocupa otro, decíamos
es decir, tanto la imple- siempre nosotros, así que
mentación como también tratábamos de ocuparnos

S
el sustento de los proce- todo lo que pudiéramos”
sos instituyentes supu- ostener los procesos (Psicóloga).
sieron, en este caso, un instituyentes encarados, se La salida a tal disyunti-
desafío al bienestar físico va pareciera radicar tanto
torna una tarea desgastante y
y psíquico de sus actores: en la construcción y au-
“Y... bueno, así es como dolorosa. Ocupar un rol activo tomodelamiento como
empezamos a laburar como y central en la motorización grupo-equipo, con base
equipo. Después como equi- de las reformas constituye un en el reconocimiento de
po... hubo quizás desercio- posicionamiento que implica los propios miembros; la
nes, porque hubo profesio- la confrontación contra los construcción de sus pro-
nales que no se la bancaron pias referencias teóri-
procesos instituidos.
y... Así que siempre tenía- cas y prácticas, así como
mos problemas como equi- en el establecimiento de
po, teníamos problemas... si nuevos lazos vinculares
incorporaban un compañero nuevo y... era volver a re- con otros movimientos sociales y organizacio-
pensar y a... a ver cómo seguíamos...” (Enfermero A) nes, que pujan por objetivos e ideologías afi-
Sostener los procesos instituyentes encara- nes. Constituirse como grupo-equipo, a través
dos, se torna una tarea desgastante y dolorosa. del proceso de singularización, supone entonces
Ocupar un rol activo y central en la motorización para el grupo la posibilidad de adquirir la auto-
de las reformas constituye un posicionamiento nomía de vivir sus propios procesos y de leer su
que implica la confrontación contra los procesos propia situación.
instituidos, con los actores que pujan por man- El contexto institucional custodial impli-
tenerlos y hasta con las propias convicciones có grandes obstáculos al desarrollo de la expe-
y contradicciones personales y profesionales: riencia de reforma institucional que condujo
“Pero... los lugares hay que ocuparlos, y después al cierre de la sala psiquiátrica. Dichas barre-
hacerse cargo, en la medida que cada uno pueda, ras u obstáculos pusieron en jaque las bases de
pero hay que hacerse cargo... de los lugares que vos los sentidos de las dimensiones colectivas del
vas ocupando. Creo que nos está pasando. A veces quehacer profesional y con ello conmovieron la
retrocedemos, avanzamos, flaqueamos... Pero bue- identidad profesional pero arrojaron como re-
no, sabemos que vamos contrapelo de... de un mon- sultado la producción de mecanismos diferen-
tón de cosas” (Enfermero B). ciados de subjetivación mediante los cuales los
“Claro, es que uno está ocupando un lugar... trabajadores buscaron constituirse como gru-
en donde es muy fácil... Qué sé yo... desde la van- po-equipo.

60
Conclusiones conformación de un proceso de singularización
subjetiva que desembocó en la constitución de
En este trabajo se describieron y analizaron un nuevo sujeto grupal (equipo).
las relaciones entre los trabajadores de la salud La sala psiquiátrica necesita ser comprendida
y los procesos de subjetivación colectiva en el dentro del entramado histórico de las políticas
marco, de un proceso de transformación de las que emplean el secuestro institucional en el sen-
prácticas manicomiales de una sala psiquiátrica tido de diferenciación-especialización. En dicho
perteneciente a una unidad penitenciaria. proceso se pone de manifiesto la cárcel y el mani-
Los rasgos distintivos de los procesos de sub- comio asociados en una respuesta que viola los de-
jetivación desarrollados son derivados del sin- rechos humanos de las personas con padecimien-
gular y complejo trayecto que condujo a una, no to psíquico, incluyendo la violación al derecho a
siempre estable, constitución de los trabajado- la vida, a la salud y a un trato digno y humano.
res como grupo - equipos de intervención. Las El ingreso del equipo de Dirección Provincial
dimensiones de dicho proceso fueron: de Salud Mental a la cárcel de Coronda, el tra-
bajo en su interior, el abordaje terapéutico a las
• el emplazamiento y establecimiento inicial de
personas con sufrimiento psíquico y el poste-
las coordenadas de trabajo del nuevo equipo
rior desmantelamiento del espacio físico de la
en vinculación y diferenciación con los profe-
sala psiquiátrica, constituyeron mojones sus-
sionales que ya formaban parte del escenario
tantivos en la producción de una subjetivación
cotidiano y la desnaturalización de las viejas
colectiva des/institucionalizadora.
prácticas;
El extenso proceso de transformación de la
• el reconocimiento por parte de los trabaja-
práctica manicomial en el interior del disposi-
dores que protagonizaban el proceso; tanto
tivo penitenciario - cierre de la sala psiquiátri-
como proceso colectivo de constitución de un
ca- implicó la modelización de una subjetividad
grupo distintivo como en relación a la cons-
colectiva de los procesos des/institucionaliza-
trucción de una nueva identidad profesional;
dores, entendiendo la misma no como la suma
• el sostenimiento de las transformaciones a
de subjetividades individuales, sino como una
pesar del malestar individual y de la inestabi-
construcción colectiva en los procesos de refor-
lidad en la permanencia de los equipos.
ma. Se observó a lo largo del desarrollo aquí ex-
El reconocimiento, por parte de los trabaja- puesto que el equipo de salud mental fue cons-
dores de la salud del proceso de producción de truyendo su propia subjetividad colectiva en el
subjetividad colectiva en marcha, abrió un ca- día a día, en el desarrollo de la mirada hacia el
mino que implicó tanto la resistencia en con- problema, en la necesidad de construcción de
tra de la ‘serialización subjetiva’, como también modelos no represivos, en la dignidad de su tra-
la posibilidad de, a través de la lógica de expre- bajo y en la construcción de un enfoque basada
sión y creación, producir procesos de ‘singulari- en los derechos humanos.
zación subjetiva’.
Orientar la estrategia de cierre de la sala psi-
quiátrica implicó desarmar esta trama del ma- Notas finales
nicomio dentro de la cárcel, es decir, desmontar 1. Se relevaron 18 Estados: Argentina, Antigua y Bar-
el dispositivo penal, legitimado/ naturalizado buda, Barbados, Belice, Brasil, Costa Rica, Chile,
como tratamiento. Pero asimismo involucró la Ecuador, El Salvados, Grenada, Guatemala, Hon-

61
duras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, en la Ciudad de Buenos Aires de 2414 personas in-
Perú, República Dominicana, y Santa Lucía. ternadas –en el 2005- el 10% llevaba más de 25
2. Particularmente el informe da cuenta de aquellas años de internación y el 25% entre 10 y 25 años.
personas institucionalizadas. 5. En el libro “Vidas Arrasadas”, el CELS-MDRI, se
3. Estas normas jurídicas tienen características dife- utilizan como sinónimos los conceptos de: ‘perso-
renciales; en algunos casos son legislaciones vincu- nas institucionalizadas’, ‘personas internadas’ o
lantes y de cumplimiento obligatorio por los Esta- ‘personas detenidas’, contemplando los estánda-
dos. En nuestro país estas normativas tienen rango res internacionales de derechos humanos en mate-
constitucional (Art. 75, inc. 22 de la Constitución ria de derechos de los niños y que también son de
Nacional), son las denominadas ‘hard law’ (Kraut, aplicación en este campo (CELS-MDRI, 2008: 9).
2006b: 121): la Declaración Universal por los Dere- En este marco se entiende “por privación de libertad
chos Humanos (DUDH, 1948), el Pacto Internacio- toda forma de detención o encarcelamiento, así como
nal de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP, 1966) el internamiento en un establecimiento público o pri-
y el Pacto Internacional de Derechos Económicos vado del que no se permita salir al menos [la persona]
Sociales y Culturales (PIDESC, 1966). En otros ca- por su propia voluntad, por orden de cualquier autori-
sos, se trata de legislaciones no vinculantes, ‘soft dad judicial, administrativa u de otra autoridad públi-
law’ (Kraut, 2006a:121), dentro de las cuales po- ca” (Regla de Naciones Unidas para la protección
demos señalar las resoluciones de la Asamblea Ge- de los menores privados de libertad. Adoptada por
neral de las Naciones Unidas, fundamentales para la Asamblea General en su resolución 45/113, del
el campo en estudio: los Principios para la protec- 14 de diciembre de 1990, 11b. Citado por CELS-
ción de los Enfermos Mentales y el Mejoramien- MDRI, 2008: 9-10).
to de la Atención en Salud Mental (Principios EM, 6. Asumimos la denominación de ´sala psiquiátrica´
1991) y las Normas Uniformes para la Equipara- expresada por Sozzo (1997) para definir el espacio
ción de Oportunidades para las Personas con Dis- (pabellón) destinado a sujetos con padecimiento
capacidad (Normas Uniformes, 1993). psíquico en el interior de la unidad penitenciaria.
Por otro lado también existe un conjunto de ‘ins- 7. El presente trabajo fue desarrollado en el marco de
trumentos jurídicos internacionales’ convenios, car- dos proyectos de investigación de mayor amplitud:
tas, declaraciones, convenciones, tratados y/o los 1) Proyecto UBACYT 20020090200361 (2010-
pactos, que son vinculantes para los Estados, pre- 2012). Ciencias Sociales, Salud Mental y Derechos
via ratificación de sus gobiernos; particularmente Humanos. Legislación y Gestión de políticas en los
para el caso de salud: la Declaración de la Organi- procesos de transformación de los modelos asila-
zación Panamericana de la Salud – Organización res: el caso de Provincia de Santa Fe y de Ciudad
Mundial de la Salud, por la Reestructuración de la Autónoma de Buenos Aires. Instituto de Investiga-
Atención Psiquiátrica en América Latina, conocida ciones Gino Germani. Facultad de Ciencias Socia-
como ‘Declaración de Caracas’ (1990); la Conferen- les. UBA. 2) Proyecto SACYT Ministerio de Salud
cia Regional para la Reforma de los Servicios de Sa- (2011). “Accesibilidad y Derechos Humanos en Sa-
lud Mental (Brasilia, 2005); la Convención de Na- lud Mental. Análisis de los procesos de atención en
ciones Unidas sobre los Derechos de las Personas efectores generales de salud desde una perspectiva
con Discapacidad (2006) y la reciente Declaración alternativa y sustitutiva de los modelos asilares: el
de Panamá (2010). caso de las provincias de Santa Fe y Tierra del Fuego”
4. A nivel nacional aún existen 54 Instituciones mo- 8. La creación del pabellón psiquiátrico se produce
novalentes: 1 colonia nacional, 11 colonias provin- en el año 1985 como resultado del reclamo de los
ciales y 42 hospitales monovalentes (DNSM 2010, profesionales de la salud del Hospital Psiquiátrico
según datos PROSAM 2001). Según una investiga- ‘Mira y López’ de Santa Fe en resistencia a continuar
ción del CELS- MDRI (2008) en la Argentina hay asistiendo a personas con padecimiento psíquico
aproximadamente 25.000 personas internadas en que se encontraran transitando un proceso penal.
instituciones monovalentes. El 80% de estas per- 9. La Argentina cuenta con una ley de Salud Mental
sonas son encerradas durante más de un año y mu- a nivel nacional de reciente sanción. Las provin-
chas lo son de por vida. El informe señala que dos cias que disponen además de leyes específicas a ni-
tercios de las camas pertenecen al sector público y vel jurisdiccional son: Salta, Entre Ríos, San Juan,
que el 75% de las personas internadas en el siste- Chubut, Río Negro, Santa Fe, Córdoba y la Ciudad
ma de salud público se encuentran en instalaciones Autónoma de Buenos Aires.
de más de 1000 camas. El informe afirma asimis- 10. El colectivo de gestión de la Dirección Provincial
mo que entre el 60% y 90% de estas personas per- de Salud Mental de la provincia de Santa Fe define
manecen internadas por razones sociales (CELS- el proceso des/insitucionalizador a partir del tér-
MDRI, 2008, 9-10). Ese mismo informe revela que mino nativo ‘sustitución de la lógica manicomial’.

62
11. Al momento del cierre del pabellón, 14 de las 22 • Galende, E (1990). Psicoanálisis y Salud Mental. Para
personas alojadas habían sido declaradas inimpu- la crítica a la razón psiquiátrica, Buenos Aires: Paidós.
tables en sus respectivos procesos penales. • Galende, E. (1991). La crisis del modelo médico en
psiquiatría, Cuadernos Médicos Sociales, Rosario:
CEES. Pp. 53-59
Referencias bibliográficas
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cial. Brasil: Fiocruz. cuentro de Psicopatología del Policlínico de Lanús. Bue-
• Bleichmar, S. (1986). En los orígenes del sujeto psíqui- nos Aires. Pp. 101-105.
co. Buenos Aires: Amorrortu Editores. • Galende, E. (1994). Los manicomios en la situación
• Bleichmar, S. (1999). Clínica psicoanalítica y neogéne- actual. En Políticas en salud mental. Buenos Aires:
sis. Buenos Aires: Amorrortu Editores. Lugar Editorial.
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64
Investigando sobre procesos de evaluación
de programas de reinserción comunitaria
de personas externadas de instituciones psiquiátricas

Sara Ardila
Psicóloga. Magíster en Psicología Social Comunitaria. Doctoranda en Salud Mental Comunitaria.
Docente Regular Cátedra II Salud Pública/Salud Mental, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires.
Becaria Posgrado Tipo II, CONICET – Universidad Nacional de Lanús. Ex Becaria (2008-2010)
Proyecto PICTO-UNLa “Metodología y estrategias de evaluación en programas de reinserción comunitaria
de pacientes psiquiátricos” financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
Alicia Stolkiner
Licenciada en Psicología Universidad Nacional de Córdoba,
Diplomada en Salud Pública Universidad de Buenos Aires. Profesora de la Maestría
y el Doctorado en Salud Mental Comunitaria, Departamento de Salud Comunitaria,
Universidad Nacional de Lanús. Profesora Titular Cátedra II Salud Pública/Salud Mental.
Investigadora Responsable Proyecto PICTO-UNLa “Metodología y estrategias de evaluación
en programas de reinserción comunitaria de pacientes psiquiátricos” financiado
por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

Resumen cios comunitarios de reinserción de pacientes


psiquiátricos, y estudiar la aplicabilidad de he-
Pese a reconocerse la importancia de la eva- rramientas internacionales al contexto local, en
luación de programas y servicios de salud men- un estudio de caso de un programa de externa-
tal para transformar y mejorar la atención, su ción de la Provincia de Buenos Aires. Se utilizó
inclusión como práctica cotidiana ha sido redu- una metodología de investigación social partici-
cida. Este problema fue abordado por la inves- pativa con componentes de Investigación en Sis-
tigación aquí presentada (PICTO-UNLa 2008- temas y Servicios de Salud. Las técnicas fueron:
2011) cuyo objetivo fue desarrollar conceptual y encuesta a los trabajadores del programa, talle-
técnicamente metodologías contextuales y par- res de discusión, aplicación de herramientas in-
ticipativas de evaluación de programas y servi- ternacionales de evaluación de programas y ser-

65
procesos de e v aluaci ó n

vicios de salud mental, y la conformación de un grams and services, and a research-follow-up


comité de seguimiento de la investigación. Los committee was created. The results shows that
resultados muestran que el personal considera the staff has a positive attitude towards eva-
positivamente la evaluación como potenciador luation as a facilitator of change in their prac-
de cambios y visibilizador de la tarea realizada. tice. The international tools were valued becau-
La escasa formación en elementos de gestión y se they create a contrast between the practice
los modos reducidos y dispersos de contrata- and external standards even though its implicit
ción del personal constituyen obstáculos para theoretical frame made it difficult to apply. Re-
la evaluación permanente. Las herramientas in- sults also show that the main obstacles for rou-
ternacionales fueron valoradas porque permi- tine evaluation in services are a lack of training
ten desnaturalizar la práctica al contrastarla con in management issues and the hiring styles of
estándares externos, aunque el marco referen- health services. The research process promo-
cial implícito en su elaboración obstaculiza su ted a review of the program objectives and the
aplicabilidad. El proceso de investigación pro- need of the inclusion of the points of view of
movió la revisión de los objetivos del progra- the users of the program.
ma, y la necesidad de incluir la perspectiva de Key words: Evaluation. Mental Health. Pro-
las usuarias en la evaluación, tarea que se ade- gram. Service. Communitary.
lanta actualmente.
Palabras clave: Evaluación. Salud Mental. Introducción
Programa. Servicio. Comunitario.
En el último siglo se produjeron en el mundo
diversos movimientos de reforma en la atención
Abstract
de las personas bajo tratamiento psiquiátrico.
Although exists an agreement about the im- En el contexto regional, la Declaración de Cara-
portance of use evaluation as a tool to improve cas (1990) manifestó el compromiso de los paí-
and develop mental health programs and servi- ses de América Latina y el Caribe por los prin-
ces, it is still not a part of the everyday practi- cipios fundamentales de dicha transformación.
ce. This problem was the starting point of the Pese a ello, en Argentina todavía falta un cami-
present research (PICTO-UNLa2008-2011) no a recorrer para cumplir con tales principios,
where the objectives were: 1) to develop con- los cuales señalaban que los recursos, cuidados
textual and participative methodologies both y tratamiento provistos debían:
conceptual and technically for the evaluation of • Salvaguardar, invariablemente, la dignidad per-
community programs and services for reinser- sonal y los derechos humanos y civiles.
tion of psychiatric patients and 2) to study the • Estar basado en criterios racionales y técnica-
applicability of international tools to the local mente adecuados.
context, in a case study of a discharge program • Propender a la permanencia del enfermo en su
in the Buenos Aires Province. A social partici- medio comunitario. (OPS, 1990)
pation methodology with Health Systems and
Services Research components was used. The Aunque son diversas y complejas las razones
techniques used were: inquiry to the workers por las cuales ha tardado la efectivización de los
of the program; discussion workshops; interna- compromisos asumidos en Caracas, uno de los
tional tools for evaluating mental health pro- aspectos que habría contribuido a esta situa-

66
ción es que las experiencias puntuales de cam- reformar la atención en salud mental en la agen-
bio no han podido, por lo general, dar cuenta de da pública nacional. En este escenario, las he-
su funcionamiento y resultados, privándose de rramientas técnicas de gestión, y dentro de ellas
un recurso de legitimación frente a las resisten- las de evaluación de programas y servicios, son
cias al mismo (Stolkiner y Ardila, 2009). necesarias para la consolidación de las trans-
De hecho, muchas de las experiencias innova- formaciones planteadas a nivel de principios, y
doras de atención en la región no han logrado para poder, parafraseando a Thornicroft y Tan-
trascender a modificaciones más radicales de las sella (1999), alcanzar la traducción de los prin-
políticas en salud mental, quedando más como cipios éticos en desarrollos técnico-operativos.
formas complementarias que como verdaderas al-
ternativas a la atención psiquiátrica tradicional. La evaluación de Programas y Servicios
Muchas veces han respondido a iniciativas de de Salud Mental como problema
sus gestores por lo que han tendido a desapare- y como recurso estratégico
cer al retirarse éstos (González Uzcátegui, 1992).
Por lo anterior, la evaluación de los programas En cuanto herramienta estratégica de la re-
y servicios de salud mental resalta como herra- forma de la atención psiquiátrica, los desarro-
mienta estratégica para la reforma de la aten- llos de procesos de evaluación de los programas
ción y para la consolidación de las valiosas ex- y servicios de salud mental debieran acompa-
periencias que existen. La ausencia de procesos ñar los movimientos de transformación de la
verificables y transmisi- atención, entre otros ob-
bles de evaluación hace jetivos, para establecer
que los servicios de sa- si existen diferencias en-
lud mental sean más vul-
nerables a su desmante-
M uchas de las experiencias
tre aquello que se propo-
ne como innovador -ge-
lamiento, como de hecho innovadoras de atención neralmente englobado
ocurrió en algunos paí- en la región no han logrado bajo el título de “comuni-
ses del continente duran- trascender a modificaciones tario”- y la atención psi-
te los movimientos de re- más radicales de las quiátrica tradicional.
forma de los sistemas de políticas en salud mental, Durante la década del
salud ocurridos en la dé- 70 del siglo pasado se
quedando más como formas
cada del 90 (Ardila, 2008) produjeron desarrollos
y que sean más permea- complementarias que como de teorías y herramien-
bles frente a los gru- verdaderas alternativas tas de evaluación de ser-
pos de presión (Agrest a la atención psiquiátrica vicios de salud mental
y Nemirovsky, 2002). tradicional. comunitarios con el pro-
Los cambios recientes pósito de comprobar al-
en el panorama del cam- gunos de sus supuestos
po de la salud mental en de base, por ejemplo, que
la Argentina, evidenciados en la creación de eran más “humanos”, más terapéuticos, y más
la Dirección Nacional de Salud Mental y Adic- eficientes que la atención psiquiátrica tradicio-
ciones y la sanción de la Ley Nacional de Salud nal (Bachrach, 1996; Knudsen, 1996). Sin em-
Mental en 2010, han colocado la necesidad de bargo, subyacía un debate conceptual referido a

67
procesos de e v aluaci ó n

si los objetivos y propósitos de la atención psi- llo de comparaciones y de indicadores comu-


quiátrica tradicional eran comparables con las nes, el carácter complejo de las problemáticas
propuestas de salud mental comunitaria, y, por que se atienden y que requerirían intervencio-
ello, si era posible utilizar los mismos criterios nes diversas por parte de distintos profesiona-
e instrumentos para evaluar servicios tradicio- les, servicios y sectores; y la dificultad de opera-
nales y servicios alternativos, y cuáles serían los cionalización en indicadores de los objetivos de
indicadores apropiados para ello. (Ardila y Sto- los programas y servicios de salud mental. Tam-
lkiner, 2010). Por ejemplo, en la evaluación de bién se afirma que la carga doctrinal que puede
resultados la perspectiva comunitaria requeriría acompañar la reforma psiquiátrica dificultaría
indicadores que exceden en mucho la persisten- debatir con argumentos racionales a los diversos
cia o no de síntomas, al subyacer una represen- actores en disputa (Aparicio, 1993; Salvador-
tación distinta del proceso de salud/enferme- Carulla, Romero, Rodríguez-Blázquez, Atien-
dad/cuidado. za y Velázquez, 1998; Ardila y Stolkiner, 2010).
En las últimas décadas hubo un desarro- Interesa resaltar, entre las dificultades, aque-
llo importante en la producción de instrumen- lla derivada de la baja reflexividad que tendrían
tos, herramientas e indicadores de evaluación los profesionales de la salud mental sobre el con-
de programas y servicios de salud mental, y a la texto institucional en el cual se desarrollan sus
vez, una distancia entre ellos y su utilización co- prácticas. La formación centrada en el queha-
tidiana en los programas y servicios en nuestra cer clínico individual conduciría a invisibilizar el
región. Esto posiblemente se deba a particula- campo de determinaciones en el cual se produce
ridades de las prácticas en salud mental y tam- la práctica profesional (Stolkiner, 1989). Se par-
bién a aspectos más generales referidos a la cul- te entonces, del supuesto de que la utilización
tura de las instituciones de nuestros países, que de elementos de gestión de los servicios, puede,
De Souza Minayo (2005) ha caracterizado como contrario a la creencia del reduccionismo, am-
de discontinuidad administrativa. pliar las posibilidades de las prácticas de aten-
Finalmente cabe preguntarse sobre el modo y ción (Agrest y Nemirovsky, 2002).
alcances de la aplicación de herramientas “uni-
versales” en proyectos cuyos objetivos y supues- Investigando sobre
tos pueden diferir dado que forman parte de procesos de evaluación de Programas
procesos de salud/enfermedad/cuidado en dis- y Servicios de Salud Mental
tintas culturas y comunidades.
Respecto al supuesto de que las particularida- Los problemas y preguntas planteados fue-
des de las prácticas en salud mental se constitu- ron la base del proyecto de investigación que se
yen en obstáculos para el desarrollo de evalua- expone en este trabajo. La Agencia Nacional de
ciones, se han planteado diversas explicaciones. Promoción Científica y Tecnológica financió el
Entre ellas, factores de cultura profesional como proyecto, que tuvo sede en la Universidad Na-
la creencia de lo “incuantificable” de las prácti- cional de Lanús, entre los años 2008 y 2011.
cas “psi” y el temor a que la evaluación produzca Su objetivo general consistió en desarrollar
un reduccionismo de las prácticas de atención. conceptual y técnicamente metodologías con-
Otras referidas a especificidades del campo, textuales y participativas de evaluación de pro-
por ejemplo que la heterogeneidad de los pro- gramas y servicios comunitarios de reinserción
gramas e intervenciones dificultaría el desarro- de pacientes psiquiátricos y estudiar la apli-

68
cabilidad de herramientas internacionales al mentos y herramientas de evaluación de progra-
contexto local. mas y servicios de salud que contienen implíci-
Partiendo del supuesto de la importancia es- tas las otras dimensiones. La dimensión política
tratégica de la evaluación de los programas y ser- implica el reconocimiento del conflicto de acto-
vicios de salud mental, y de la brecha entre los res, poderes e intereses. Finalmente, la dimen-
desarrollos técnicos en materia de evaluación y sión ética supone la pregunta permanente por
su inclusión en las prác- el antagonismo entre ob-
ticas cotidianas, se espe- jetivación-subjetivación,
raba ampliar la compren- referente al principio de
sión de este problema a
fin de aportar elementos
E n las últimas décadas hubo
dignidad de todos los ac-
tores involucrados en el
para producir transfor- un desarrollo importante proceso (Stolkiner, 2009).
maciones, contribuyen- en la producción de La Investigación en
do a la inclusión de las instrumentos, herramientas Sistemas y Servicios de
prácticas evaluativas en e indicadores de evaluación Salud (ISSS) y la rela-
la cultura institucional. de programas y servicios ción entre Investigación
La trama conceptual y Evaluación fueron tam-
de salud mental, y a la vez,
de la investigación inclu- bién referentes concep-
yó las teorizaciones sobre una distancia entre ellos y tuales. La ISSS cuestiona
gestión en salud enmar- su utilización cotidiana en la relación investigación-
cadas en el pensamien- los programas y servicios en transformación, y propo-
to de la salud colectiva, nuestra región. ne reducir las distancias
tales como los desarro- entre el conocimien-
llos de De Sousa Campos to científico “puro” y el
(2006) sobre gestión- “aplicado”, y entre inves-
subjetividad y los postulados de Testa (1989) tigadores y trabajadores de servicios de salud
y de Rovere (1999) sobre pensamiento y plani- y/o tomadores de decisiones, a fin de promover
ficación estratégica en salud. En ello se basó el mejoras en los procesos de atención. De ello de-
concepto central de práctica técnica no tecnocráti- viene la necesidad de la inclusión de los actores
ca (Stolkiner y Ardila, 2009) para aplicar al pro- directamente involucrados en la problemática
ceso de evaluación. objeto de la investigación (Almeida, 2000).
La lógica tecnocrática se caracteriza por el su- En cuanto a la relación entre investigación y
puesto de la posibilidad de “objetivación” de los evaluación, se retoma la propuesta de De Sou-
procesos y de las instituciones, eludiendo las di- za Minayo (2005) sobre la necesidad de estu-
mensiones de poder, conflicto, burocracia, creati- diar las intervenciones en relación al contexto
vidad, deseos y afectos, orden e irracionalidad que en el cual se sitúan, de allí el concepto de “eva-
son inherentes a las instituciones y proyectos hu- luación contextuada”. Así mismo, se incluyen
manos (Stolkiner, 1993). Por su parte, la prácti- las ideas de Guba y Lincoln (1989) sobre las dis-
ca no-tecnocrática, al considerar tales elementos, tintas generaciones que hubo en el concepto y
requiere ser abordada en tres dimensiones (que en las prácticas de evaluación: una centrada en
se entretejen): la técnica, la política y la ética. La la medición, la segunda en el cumplimiento de
primera de ellas conlleva el empleo de los instru- objetivos, la tercera que señala la importancia

69
procesos de e v aluaci ó n

de evaluar los objetivos mismos, y finalmente la La investigación se desarrolló, a partir de ello,


necesidad de incluir en la evaluación la perspec- en ese programa comunitario, existente desde
tiva de los diversos actores involucrados en los hace diez años, cuyo objetivo era la externación
procesos de atención. de pacientes de un Hospital Monovalente de la
Se considera a la evaluación como un momento Provincia de Buenos Aires.
intrínseco al proceso de gestión de los programas El programa se organiza en dos áreas de tra-
y servicios, estrechamente ligada al planeamien- bajo: una centrada en la externación y apoyo de
to, en tanto reflexión metódica que acompaña la mujeres con internaciones prolongadas y con
tarea, y que requiere, en un sentido formal, cum- falta de soporte familiar y social. El apoyo in-
plir con una serie de características. Nirenberg, cluye la provisión de vivienda, la atención psi-
Brawerman y Ruiz (2000: 32) la definen como: quiátrica y psicológica, y el acompañamiento
“la actividad programada de reflexión sobre la necesario en cada caso para la vida cotidiana. El
acción, basada en procedimientos sistemáticos, con área de trabajo comunitario se desarrolla en un
el fin de emitir juicios valorativos fundamentados centro de día en el cual se ofrecen actividades
y comunicables sobre el proyecto, y formular reco- abiertas a toda la comunidad, en las que parti-
mendaciones para la toma de decisiones”. cipan las mujeres externadas, organizadas bajo
los paradigmas de la promoción de la salud y
El proceso de investigación la inclusión social (Cáceres, Druetta, Hartfiel,
y Riva, 2009).
El proyecto originalmente estuvo formulado El proceso de investigación tuvo las siguien-
para incorporarse en un plan estratégico de des- tes fases:
centralización y externación de un hospital mo-
Primera Etapa:
novalente de la Provincia de Buenos Aires que
se iniciaba, pero en el tiempo trascurrido en- Podríamos denominarla de “establecimiento
tre la presentación y la aprobación del mismo se de acuerdos”. Se desarrollaron reuniones para
modificó la situación institucional y política del conformar un “comité de seguimiento de inves-
plan, resultando imposible desarrollar la inves- tigación” (Basagoiti y Paloma, 1999), formado
tigación en él. por directivos de la institución de la que depen-
La necesidad de encontrar otro programa o de el programa, coordinadores del programa e
servicio comunitario de reinserción de pacien- integrantes del equipo de investigación. Este
tes psiquiátricos para el estudio de caso, coin- dispositivo se deriva de la investigación social
cidió con una solicitud de asesoría realizada al participativa y tiene como objetivo generar un
equipo de investigación por un programa de ex- espacio para la toma de decisiones conjuntas
ternación de pacientes de larga estadía. Espera- frente a aspectos del proceso investigativo, y es-
ban “elevar la calidad del mismo” mediante la tablecer un canal de comunicación abierto entre
inclusión de herramientas de registro y de eva- los investigadores y la institución (Basagoiti y
luación de las intervenciones que se realizaban, Paloma, 1999). Las reuniones del comité de se-
para lo cual solicitaban ayuda. guimiento han acompañado todo el proceso de
Es importante mencionar que el haber res- investigación.
pondido a una demanda, a un problema visuali- Posterior a la conformación del comité de se-
zado por actores del servicio, constituyó un ele- guimiento, se realizó una reunión con todo el
mento importante del trabajo. personal del programa, a fin de debatir los obje-

70
tivos, límites y alcances de la investigación. Re- les de evaluación seleccionadas. El modo grupal
sultó importante aclarar que la investigación no de aplicación fue una sugerencia hecha por el
se proponía evaluar el programa sino investi- programa, de modo tal que la aplicación sirvie-
gar sobre metodologías y herramientas de eva- se para discutir, por equipos de trabajo, los ins-
luación. Así, y aunque del trabajo se derivaron trumentos. Las herramientas aplicadas fueron:
acciones de evaluación del programa, su utiliza-
• Evaluación de la Calidad de la Atención en Salud
ción correspondía al mismo, no a la investiga-
Mental, Volumen 2 (WHO, 1997). De éste se
ción. El lugar de investigadores no habilitaba a
aplicaron los módulos de “Servicios de Apo-
constituirse en “evaluadores” externos.
yo de Base Comunitaria” y de “Centros de Día
También se acordó que todo el material que
(centros de rehabilitación psicosocial)”.
se produjera a partir de la investigación (infor-
• Clasificación Internacional de Cuidado de Salud
mes, artículos, presentaciones en congresos) se
Mental (OMS, 1997).
debatiría previamente en el programa.
• Guías para la Promoción de los Derechos Huma-
Segunda Etapa: nos de las Personas con Trastorno Mental. (WHO,
1996). De este se aplicaron la “lista de verifi-
Durante la misma se aplicó un cuestionario
cación” y el “principio 3: vida en comunidad”.
diseñado por el equipo de investigación y pre-
sentado al comité de seguimiento para sus apor- Las herramientas se seleccionaron a partir de
tes y comentarios. Lo respondieron individual- un rastreo documental de instrumentos de eva-
mente todos los trabajadores del programa. Sus luación enfocados en servicios comunitarios de
objetivos eran identificar su postura frente a la atención en salud mental.
evaluación de su tarea y del programa, identifi- Se eligieron las producidas por la Organiza-
car prácticas y criterios evaluativos existentes, y ción Mundial de la Salud, dado que serían, teó-
posibles obstáculos o resistencias frente activi- ricamente, aquellas adecuadas para aplicarse en
dades de evaluación. diversos contextos. El instrumento de Evalua-
ción de la Calidad de la Atención en Salud Men-
Tercera Etapa:
tal (WHO, 1996) cuenta con módulos específi-
Consistió en la realización de talleres con los cos para diversos dispositivos de atención, y se
trabajadores del programa. En ellos se hizo una seleccionaron aquellos más pertinentes con las
devolución de los resultados del cuestionario, se características del programa. El instrumento de
debatió la historización del programa y, a partir la Clasificación Internacional de Cuidados en Sa-
de ésta, se revisaron y discutieron los objetivos lud Mental (OMS, 1997) tiene la particularidad
del mismo. En estos talleres también se brindó de haber sido confeccionado para su aplicación
capacitación sobre aspectos teóricos generales en cualquier tipo de servicio, al evaluar la exis-
de evaluación de programas y servicios de salud tencia o no de modalidades determinadas de
mental, así como sobre herramientas de evalua- cuidado. Finalmente, las Guías para la Promo-
ción existentes, algunas de las cuales serían uti- ción de los Derechos Humanos de las Personas
lizadas en la siguiente etapa. con Trastorno Mental (WHO, 1996) constitu-
yen un intento por operacionalizar los Princi-
Cuarta Etapa:
pios para la Protección de los Enfermos Menta-
Durante la misma se aplicaron en los equi- les y el Mejoramiento de la Atención en Salud
pos de trabajo las herramientas internaciona- Mental de las Naciones Unidas (ONU, 1991). Al

71
procesos de e v aluaci ó n

ser un eje del trabajo comunitario la restitución ción de los trabajadores con el programa apare-
de derechos, se consideró necesario incluir un ció como un elemento favorecedor del proceso
instrumento que los evaluara como indicadores de evaluación.
de calidad y eficacia de atención, no cómo algo Es de señalar que el inicio del trabajo en te-
externo a ella. El instrumento de evaluación de rreno y la aplicación del cuestionario, coinci-
la calidad y el de derechos humanos fueron tra- dieron con un momento en que el programa
ducidos del inglés específicamente para los pro- llevaba un tiempo sin realizar externaciones,
pósitos de la presente investigación. debido a dificultades financieras para el alqui-
ler de las casas donde vivirían las usuarias. La
Quinta Etapa:
evaluación les parecía una herramienta que fa-
Durante ésta, actualmente en desarrollo, se vorecería la prosecución del programa al legi-
está incluyendo la perspectiva de las usuarias en timarlo. El sentido y la utilidad del proceso de
la evaluación. Para ello se tienen contempladas evaluación parecen ser un factor importante
varias actividades tales como la revisión de algu- de aceptación.
nos registros escritos, la aplicación de un cues- También surgió de los cuestionarios que la
tionario a la totalidad de las usuarias del progra- gran mayoría de las personas encuestadas afir-
ma y la realización de grupos focales. Esta etapa maban realizar algún tipo de evaluación de su
constituye una ampliación del proyecto inicial, y trabajo, aunque éste no se correspondiese con
corresponde al desarrollo de la tesis de doctora- una evaluación formal en un sentido estricto.
do de una de las investigadoras (1).
Las variables de estructura que inciden
en las posibilidades de evaluación
Resultados
Una característica del programa es que los
A continuación presentaremos algunos de los tiempos de contratación del personal son gene-
resultados que consideramos más significativos ralmente reducidos y dispersos (muchas perso-
de las estrategias de producción de datos desa- nas con baja carga de dedicación horaria, en tur-
rrolladas y analizadas a la fecha: el cuestionario, nos diferentes), lo cual dificulta los espacios de
los talleres, y la aplicación de las herramientas reunión y obstaculiza la evaluación como pro-
internacionales de evaluación. ceso colectivo. Los datos arrojados por el cues-
tionario indicaban que un 80,4% de las perso-
La posición de los trabajadores
nas encuestadas trabajaban 20 horas semanales
respecto a la evaluación
o menos en el programa, y que incluso un 19,6%
En las respuestas apareció una idea compar- trabajaban 5 horas o menos.
tida por los trabajadores del programa: que el Esta variable de “estructura” no es exclusi-
mismo es “innovador”, de lo que se desprendía va de este caso sino frecuente en buena par-
la necesidad de sistematizar el trabajo realizado te de los programas y servicios de salud men-
para poder compartirlo y promoverlo en otros tal. La solicitud de presencia y participación en
lugares. Esto contradecía el supuesto de que ha- reuniones de equipo se obstaculiza por ello, difi-
bría resistencias explícitas frente a la evalua- cultando la integración de tareas, la articulación
ción. Los trabajadores consideraban la misma interdisciplinaria y, obviamente, la reflexión co-
como una ayuda para sus metas y para la valo- lectiva sobre la práctica inherente a los procesos
ración de la actividad desarrollada. La implica- de evaluación.

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La revisión de los objetivos A su vez, el programa estaba inicialmente diri-
y de la organización del programa gido a personas con mediana y larga internación,
lo que se modificó con el tiempo, debiendo incluir-
Los talleres se realizaron en dos grupos: el se objetivos de acciones específicas para perso-
primero con los trabajadores relacionados con el nas que habían atravesado internaciones breves.
cuidado y seguimiento de las usuarias del pro- Se desprendía del debate que en la evaluación
grama, y el segundo con los trabajadores de las de programas comunitarios de inserción para
áreas comunitaria (“talleristas”) y administrati- pacientes psiquiátricos habría dos ejes funda-
va del centro de día. En ambos grupos se revisó mentales para la construcción de indicadores:
el documento base del programa, haciendo én- los derechos (incluyendo los de todos los acto-
fasis en los objetivos y en res del programa y las ta-
el flujograma originales. reas concretas tendientes
Los objetivos fueron a lograr la restitución o
repensados junto con la
historización del progra- L os objetivos fueron
conservación de los mis-
mos) y la vinculación con
ma, lo cual permitió ver repensados junto con la el afuera del programa,
que aquellos planteados historización del programa, considerando que lo que
10 años atrás seguían te- lo cual permitió ver que daría cuenta de un tra-
niendo vigencia pero re- aquellos planteados 10 bajo comunitario sería el
querían modificaciones grado de vinculación de
años atrás seguían teniendo
para dar cuenta de las ac- la institución con otras,
tividades actuales. Había vigencia pero requerían así como la red de víncu-
en ellas nuevas metas no modificaciones para dar los externos propiciados
contempladas en los ob- cuenta de las actividades y desarrollados por las
jetivos originales y que actuales. usuarias, esto se cons-
no entrarían en la evalua- tituía en base de indica-
ción de su cumplimiento dores para la evaluación.
si no se los actualizaba. En el taller con los tra-
Por ejemplo, aunque el programa estaba dirigido bajadores de las áreas comunitaria (“talleris-
a personas “sin apoyo familiar”, con el tiempo se tas”) y administrativa del centro de día, se rea-
había observado que algunas de las externadas lizó una tarea adicional: la revisión de algunas
bajo programa reconstruían ciertos vínculos fa- herramientas de evaluación particulares al pro-
miliares. Sucede que algunas familias no pueden grama: de autoevaluación por parte de los talle-
responder a la demanda de alojar a su familiar, ristas y de evaluación de los talleres por parte
por lo que se considera que la persona no cuenta de los participantes. Uno de dichos instrumen-
con su apoyo, pero demostraron poder restable- tos existía ya, y el otro lo propuso el equipo de
cer las relaciones e inclusive acompañar o apoyar investigación. Algo que resultó de interés a par-
a la usuaria del programa en necesidades pun- tir de dicha revisión, fue vincular las preguntas
tuales. Este modelo de revinculación, sustentada de los instrumentos de evaluación con los obje-
en el soporte que brindaba el programa, no esta- tivos específicos del centro de día, lo cual condu-
ba incluido en los objetivos, pero era una prácti- jo a pensar en la necesidad de discutir en equi-
ca existente que debía ser evaluada y valorada. po las formas en que los distintos integrantes se

73
procesos de e v aluaci ó n

representaban los mismos: “promoción de la sa- Se evidencia que una dificultad general de los
lud” e “integración social” que son los objetivos instrumentos de evaluación y registro en salud
centrales de las acciones del centro de día. mental, es que éstos se han desarrollado fuerte-
En ambos talleres se evidenció que una de mente sobre el paradigma de intervenciones in-
las dificultades para los procesos continuos de dividuales no contemplando el trabajo con las
evaluación es que no se cuenta con los recursos familiares o colectivos. Muestran carencias de
necesarios (personal, tiempo, insumos) para la mecanismos de registro y de evaluación que den
necesaria sistematización, elaboración y retroa- cuenta de lo relacional y grupal.
limentación de datos que significa el proceso Otro de los implícitos observados al debatir
de evaluación. Esta era la fase en que se habían las herramientas, refiere a la división tajante –
frustrado algunas iniciativas de evaluación me- según los equipos– que se tiende a hacer entre
tódica previas. las intervenciones de carácter psicológico y las
de rehabilitación o de “re-educación”, como se
La utilidad y las limitaciones
las nombra en alguno de los instrumentos. Se-
de las herramientas internacionales
gún ellos, esto no daba cuenta del trabajo cons-
para la evaluación del programa
tante de subjetivación que se realiza en toda ac-
Las herramientas seleccionadas fueron apli- tividad, así se estuviese “re-educando” en una
cadas de manera grupal a los equipos de trabajo tarea concreta de la vida cotidiana.
del programa del área de externación (tres equi- Por otro lado, un elemento de interés surgido
pos). Un primer aspecto que surgió, referido a del instrumento específico orientado a la eva-
los implícitos que están de base a la construc- luación de derechos es que éste más que evaluar
ción de las herramientas, es quién debe respon- ejercicio o restitución de derechos, evalúa el gra-
der a las preguntas de las mismas, o sea quien se do de conocimiento que tienen quienes lo res-
considera el sujeto o interlocutor de la evalua- ponden acerca de los derechos de los usuarios,
ción. Algunas de las preguntas solicitaban da- lo cual puede considerarse un indicador indirec-
tos o información que suelen ser conocimientos to de la orientación de un servicio, pero no al-
específicos de personas que trabajan a nivel de canza a dar cuenta de la operacionalización, en
gestión de un programa o servicio, más que de la práctica, del enfoque de derechos.
atención directa. No obstante estas observaciones, los instru-
También existían varios implícitos teóricos, mentos de evaluación fueron valorados posi-
los cuales sin duda son inevitables a la hora de tivamente por los trabajadores del programa
construir una herramienta de evaluación, pero quienes consideraban que éstos constituyen
que llevan a cuestionar la supuesta ateoricidad una intervención en sí mismos, al poner a circu-
y posibilidades de aplicación universal. Entre lar ciertas ideas sobre “el deber ser” y sobre las
tales implícitos teóricos están, por ejemplo, que “acciones concretas” de los servicios, así como
se considere fundamentalmente al paciente in- una herramienta para propiciar la discusión so-
dividual como destinatario de la intervención. bre tales aspectos.
Esto contrastaba con el hecho de que muchas Los equipos señalaron que las preguntas con-
de las intervenciones del programa estudiado templadas en los instrumentos contribuían a re-
tienen como unidad de trabajo por excelencia flexionar sobre lo que sería concebido como una
al “grupo convivencial” de personas que com- buena atención y lo que ésta implica, y abrían
parten un hogar. interrogantes sobre aspectos que sería impor-

74
tante conocer por parte de los trabajadores del cultad para la creación de registros, el obstáculo
servicio. También los instrumentos proveerían más importante pareciera ser el análisis, siste-
de un modelo posible para el establecimiento matización y debate de los mismos. La utiliza-
de criterios y estándares de evaluación así como ción de registros o instrumentos de evaluación
del modo de valorarlos. que no se analizan y reprocesan desvirtúa su
A partir de esto se consideró que las herra- sentido y su utilidad frente a quienes los com-
mientas utilizadas, pese a sus limitaciones, ofre- pletan o responden.
cen elementos eficaces para propiciar la discu- En lo que respecta a las herramientas inter-
sión en el programa sobre su quehacer y puntos nacionales de evaluación, señalamos ya que su
a desarrollar. Queda claro que su valor se adquie- utilidad reside en establecer un parámetro de
re al incorporarlas en una estrategia evaluativa comparación y de reflexión por parte de los pro-
más amplia. No obstante, como instrumentos gramas y servicios sobre su práctica. Esto es,
de uso rutinario no fueron considerados muy no solo responder, por ejemplo “no se cumple
adecuados por razones tales como el tiempo con ese criterio” sino poder hacerse la pregunta
que insume su aplicación, elaboración y análisis. “¿deberíamos cumplir con ese criterio?” Los ins-
trumentos permiten, en un escenario en el cual
Conclusiones cada programa o servicio desarrolla su “expe-
riencia” de manera local y muchas veces aislada,
Retomando el objetivo general de la investi- poder pensarse a la luz de los estándares comu-
gación, referido a desarrollar conceptual y técnica- nes con otros. No obstante, y como lo señalára-
mente metodologías contextuales y participativas mos, algo que dificulta su utilización es que in-
de evaluación de programas y servicios comunita- sumen un tiempo considerable de trabajo.
rios de reinserción de pacientes psiquiátricos, y es- Esto conduce a lo que podría ser la reflexión
tudiar la aplicabilidad de herramientas interna- final de esta experiencia, y es la alianza o trabajo
cionales al contexto local, podríamos señalar que en conjunto entre los servicios y los equipos de
uno de los requisitos para la incorporación de la investigación. Estos últimos cuentan con herra-
evaluación como práctica rutinaria de los servi- mientas y recursos que son de utilidad para los
cios es que las personas integran los mismos lo servicios si se trabaja colaborativamente. Cree-
consideren necesario y útil. Esto es posible si se mos que esta investigación, además de sus de-
logra generar un contexto en el cual la evalua- sarrollos específicos en el terreno de la evalua-
ción sea vivida como un aporte a la tarea, y no ción de programas y servicios de salud mental,
de modo “persecutorio”. ejemplifica un modo en el cual la investigación y
Pareciera que una variable favorable a la tarea los servicios pueden enriquecerse mutuamente,
de evaluación es el nivel de implicación de sus a través de la conjunción de sus saberes y exper-
actores con la actividad y que la reflexión sobre ticias, conocimientos e intereses. Los equipos
la tarea sea parte de sus prácticas habituales, de investigación deben acompañar y potenciar
contando con dispositivos adecuados para ello. las prácticas de los servicios favoreciendo la sis-
Por otro lado, un hallazgo que creemos signi- tematización metódica de los conocimientos
ficativo es que los servicios muchas veces reali- que se producen en los mismos. La investiga-
zan intentos por utilizar herramientas de eva- ción, desde el marco que nos cobija, debe servir
luación encontrando dificultades operacionales a los servicios. Servir, en su doble acepción sig-
para procesar los datos. Si bien existe una difi- nifica estar al servicio de, y ser de utilidad para.

75
Nota • Nirenberg,O., Brawerman, J. y Ruiz, V. (2000) Pro-
gramación y Evaluación de Proyectos Sociales. Buenos
1. La tesis a la que se hace mención es desarrollada Aires: Ed. Paidós.
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sity Press. & Glossaries. Volume 2. Geneva: WHO.

76
Del hospital psiquiátrico a la atención
en salud mental comunitaria

María Cecilia López Santi


Directora Asociada de Psiquiatría y Psicología Médica del Hospital Interzonal Neuropsiquiátrico
Especializado Dr. Alejandro Korn. Maestranda en Salud Mental Comunitaria UNLA

Resumen aportan a la reconstrucción de la historia, a la


recuperación de derechos, al restablecimiento
En el contexto de la salud mental comunitaria del lazo social y a la posibilidad de sostener un
se desarrollan, en los últimos años, diferentes proyecto extramuros. En segundo lugar, dichos
experiencias de desinstitucionalización de per- dispositivos, se abren al trabajo con la comu-
sonas con trastorno mental severo (TMS) aloja- nidad proporcionando espacios de encuentro y
das en hospitales psiquiátricos de la Argentina. co-participación en la construcción de un nuevo
El presente trabajo se aproxima a la situación modelo de atención.
actual de los procesos de reforma en la Provin- Palabras clave: Desinstitucionalización. Re-
cia de Buenos Aires, a partir de la descripción forma. Salud Mental. Comunitario
de la transformación que desarrolla, en tal sen-
tido, el Hospital Neuropsiquiátrico Dr. A. Korn, Abstract
de la Ciudad de la Plata. Podemos observar de
que forma se trasladan los recursos del modelo In the context of community mental health
asilar hacia un modelo comunitario. different experiences of deinstitutionalization
Los dispositivos comunitarios, en primer lu- of people with severe mental disorder (SMD)
gar, proporcionan a las personas desinstitucio- admitted in psychiatric hospitals in Argentina
nalizadas un lugar donde se aloja la palabra, have been developed in the last years. This stu-

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D E L H O S P I TA L P S I Q U I ÁT R I CO. . .

dy approaches the present situation of reform a la atención en salud mental. La atención debe
processes in the Province of Buenos Aires, on desarrollarse preferentemente fuera del ámbito
the basis of a description of the transformation de internación, en el marco de un abordaje in-
being developed in this respect by the Dr. Ale- terdisciplinario e intersectorial. Para ser más es-
jandro Korn Neuropsychiatric Hospital in the pecíficos, señala la prohibición de nuevas Insti-
city of La Plata. We can observe how the as- tuciones Psiquiátricas de tipo asilar y el cierre
ylum model resources are transferred towards progresivo de las ya existentes. Por lo expues-
a community model. Community devices firstly to, las llamadas instituciones totales deben re-
provide deinstitutionalized people with a place solver de qué manera desinstitucionalizan a las
for the word, contribute to the reconstruction personas que viven allí hace años. Sujetos que
of the history, to the regaining of rights, to the han perdido las redes sociales, por tanto han
reestablishment of social ties and to the possi- quedado fuera del mercado productivo y de in-
bility of running an extramural project. Secon- tercambio, que ven suspendidos sus derechos
dly, those devices open up to community work por procesos de insanía e inhabilitación y ale-
providing meeting spaces and co-participation jados de sus familiares y amigos. Una población
in the construction of a new assistance model. asilar suspendida en un sin sentido a la cual se
Key words: Deinstitutionalization. Reform. le ha sustraído su historia, su presente y su fu-
Mental Health. Community. turo. Forman parte de una gran masa humana,
sobre la cual, como señaláramos, muchos pode-
Introducción res del estado intervienen –Poder Judicial, Mi-
nisterio de Salud, Ministerios de Desarrollo So-
Las instituciones totales (Goffman, 2004) tie- cial, Educación pero pocos pueden dar cuenta de
nen aún hoy un papel protagónico en el momen- ellos como sujetos de derecho (Galende, 2006).
to de albergar a aquellos que la sociedad consi- La atención de la salud mental en comunidad
dera por fuera de ella, los extra numerarios, a representa un aporte imprescindible en la reso-
los cuales las políticas de estado no contemplan lución de la demanda del usuario y su familia, la
en la complejidad del problema. Los locos, los cual no puede ser resuelta por una atención cen-
pobres, los marginales, los adictos y los ancia- trada en la institucionalización, que ha demos-
nos forman parte del colectivo social que ocu- trado ampliamente su fracaso a lo largo de los
pa las instituciones totales. Estas personas inte- años. Los diferentes dispositivos comunitarios
gran la población asilar y ven cercado su futuro permiten un piso a partir del cual las personas
por una confluencia de factores que los llevan a con Trastorno Mental Severo (TMS) ven resuel-
la pérdida del lazo social y la participación de di- tas sus necesidades básicas - vivienda, trabajo,
ferentes estamentos del estado que no respon- salud, un ingreso adecuado a las necesidades,
den a las necesidades de la población usuaria. educación - y facilitan la conformación de nue-
A partir de la sanción de la Ley Nacional de vas redes sociales. La conformación de dichas re-
Salud Mental en el año 2010 –Ley N ° 26.657– des ofrece el escenario apropiado para el desa-
las instituciones psiquiátricas se ven compeli- rrollo de la persona en comunidad. Este sistema
das a participar en un proceso de reforma. La de atención en salud mental en comunidad es sin
Ley señala que todas las personas usuarias de duda, para las personas con TMS, un cambio sig-
servicios de salud mental tienen derecho a ac- nificativo en cuanto a la calidad de vida y la au-
ceder de modo gratuito, igualitario y equitativo todeterminación (OPS, 1990; Saraceno, 2003).

78
El desarrollo de la atención comunitarios, hospitales de día, programas resi-
en salud mental comunitaria denciales y ocupacionales.
Río Negro es la primera provincia que en el
La construcción del campo de la salud mental año 1983 inicia un proceso de reforma, que in-
da origen a nuevas prácticas y nuevas discipli- cluye al Neuropsiquiátrico de la ciudad de Allen:
nas. Éstas dan cuenta del escenario complejo que en octubre de 1988 se decide su cierre y, en sep-
plantea la desmanicomialización y la atención tiembre de 1991, se sanciona la Ley 2440 de
en comunidad de las personas con sufrimiento Promoción sanitaria y social de las personas
mental (Galende 1998). que padecen sufrimiento
La Declaración de Ca- mental. Se concreta la ex-
racas (OMS 1990) esta- ternación de 100 pacien-
bleció la reestructuración
de la atención psiquiátri-
A partir de la sanción de
tes alojados en el neurop-
siquiátrico, se crearon
ca a través de una serie de la Ley Nacional de Salud equipos de salud mental
ejes prioritarios que has- Mental en el año 2010, las en hospitales generales y
ta la actualidad marcan instituciones psiquiátricas se estructuras intermedias
el rumbo a seguir en un ven compelidas a participar como hogares de tránsito
proceso de reforma. Esta en un proceso de reforma. y casas de medio camino.
posición, que supone el En la Provincia de Bue-
traslado a la comunidad nos Aires, en particular,
de los servicios, implica aún existen tres neurop-
necesariamente la desintitucionalización. Re- siquiátricos, el Hospital Dr. Domingo Cabred, el
presenta entonces, una transferencia de cuida- Hospital Estévez y el Hospital Dr. A. Korn. Puede
dos desde el hospital neuropsiquiátrico a la co- observarse en cada uno de ellos el traspaso de re-
munidad. cursos del sistema asilar al sistema comunitario.
El desarrollo de la atención en salud mental El traspaso de un modelo asilar al comunita-
comunitaria en América Latina, según los datos rio nos enfrenta a nuevos desafíos, uno de ellos
aportados por el Proyecto Atlas (OMS 2001), es la forma que tienen en los dispositivos de
se implementó de manera insuficiente dada la atención comunitaria de resolver las demandas
coexisten en el sistema de salud de dispositivos originadas en las necesidades de las personas
comunitarios y asilares, la orientación de los desinstitucionalizadas de hospitales psiquiátri-
servicios disponibles es inadecuada y la calidad cos, habida cuenta de la complejidad de la con-
de la atención, deficitaria. sulta y las respuestas de los sistemas de atención,
Las reformas realizadas en Argentina avan- considerando las dificultades que suele pre-
zaron en la creación de servicios de salud men- sentar la transferencia de servicios y recursos.
tal en hospitales generales -con o sin camas de En un estudio realizado sobre la Atención en
internación-, en la conformación de equipos in- redes de salud mental basado en la eficacia del
terdisciplinarios, el trabajo intersectorial y la in- modelo asistencial, M. Do Amaral (1997) revisa
clusión de la palabra como instrumento de re- la implementación de las políticas de salud en la
cuperación del lazo social. Además, la apertura red básica del Municipio de Campinas en Bra-
comunitaria significó la presencia de nuevos sil. Este trabajo estudia la relación entre la capa-
dispositivos tales como centros de salud mental cidad de cuidados de los servicios comunitarios

79
D E L H O S P I TA L P S I Q U I ÁT R I CO. . .

y su contribución a la mejora de las condiciones A. Korn y, en segundo lugar, la descripción del


de vida de las personas con sufrimiento mental. traspaso de recursos hacia el sistema comunita-
Un indicador importante, que toma dicho estu- rio a partir de la creación de sus diferentes dis-
dio, es la eficacia de un servicio en relación a su positivos.
índice de reingreso hospitalario, que va asocia- El Hospital Neuropsiquiátrico Dr. A. Korn fue
do a la continuidad y adhesión al tratamiento. inaugurado el 23 de abril de 1884 bajo el nom-
Consideran que la “suspensión del tratamien- bre de “Melchor Romero”. El Hospital tenía
to”, por parte de la persona asistida, es el resul- como misión “atender a los pobres de solemnidad,
tado de la fractura que se produce en el vínculo sean hombres, mujeres o niños, atacados de enfer-
entre éste y el equipo de salud. medades comunes o de demencia”.
De la mano de las necesidades de los usuarios El 5 de noviembre de 1883 en un informe
es ineludible plantearnos el concepto de calidad al Sr. Ministro de Gobierno, donde realiza una
de vida. Hay aspectos ampliamente valorados descripción del proyecto final, se recomendaba
de la vida que, por lo general, no se consideran “la creación de una sala para 32 pacientes y dos más
como salud, tales como ingresos, libertad y apo- proyectadas que se edificarán cuando sean necesa-
yo social. En el campo de la salud mental, el con- rias, una sala de mujeres con 22 camas, una de niños
cepto de “calidad de vida” solo cobra sentido si con 10. El departamento de dementes será reparti-
se lo asocia a estos factores. La falta de recurso do así, para dementes tranquilos 25 camas, para los
económico, la ausencia de autonomía y el esca- agitados 16 y un departamento completamente se-
so apoyo social ubican al sujeto en la marginali- parado del anterior para mujeres con 16 camas”.
dad social. (Sartorius y otros 2000) Además señala el documento: “en nuestro cli-
Por último, el concepto de gravedad es muy ma y dada la situación del hospital alejado de la
importante en el campo de la gestión y plani- población, sin temor se podrán alojar en caso ne-
ficación sanitaria. Más aún, en el caso específi- cesario, hasta cuarenta enfermos en cada pabellón
co de la salud mental, esto se vuelve relevante, [...] convendría que todas estas construcciones que
dado que la utilización del recurso que se le ofre- abarcan una superficie de una manzana y media
ce al usuario dependerá del nivel de simboliza- sean encerrados con un cerco provisorio”.
ción alcanzado sobre lo que le acontece. Sobre El paisaje hospitalario se transforma con el
esta base se superpone la experiencia traumáti- tiempo en grandes extensiones de tierra surca-
ca de la hospitalización prolongada. das por caminos precarios a cuyos lados se dis-
ponían los pabellones cercados. En los años 80
La transformación la población total del hospital llegó a 2800 per-
de la Institución Psiquiátrica sonas alojadas en los diferentes servicios de cor-
ta, mediana y larga estancia. El Hospital se com-
Los movimientos de reforma tomaron como promete en un proceso de reforma, ya iniciado
uno de sus principales propósitos la transfor- una década atrás e interrumpido por los acon-
mación de las instituciones asilares. Como for- tecimientos políticos del país, que se plasma en
ma de aproximarnos a la complejidad de tal pro- 1987 con la creación del primer Centro de Salud
pósito, tomaremos la experiencia del Hospital Mental Comunitaria (CSMC) al cual se denomi-
Dr. A. Korn. nó Casa de Pre Alta.
En el siguiente apartado se tratará, en primer Durante estos años diferentes dispositivos
lugar, una breve reseña sobre el Hospital Dr. y proyectos se han implementado en el Hospi-

80
tal, desde una transversalidad que aporta a sa- céntrica de la Ciudad de La Plata, a 12 km del
lir del funcionamiento estanco, fragmentado y Hospital, lo cual favorece el proceso de desinsti-
des-subjetivante propio de la institución mani- tucionalización por disponer de mayores opor-
comial. Parados frente al escenario de la institu- tunidades de participar de actividades cultura-
ción manicomial, podemos observar como cada les, búsqueda de trabajo, lugares de residencia,
persona se sitúa en ella de forma diferente. Du- actividades recreativas, etc.
rante la vida hospitalaria la capacidad de hacer El nuevo CSMC sale de la lógica manicomial
lazo coloca a la persona con trastorno mental centrada en la figura del psiquiatra y toma en
grave en el posible camino a la desinstituciona- cambio el trabajo interdisciplinario e interins-
lización. Esto marca la diferencia con respecto titucional como nuevo paradigma. El trabajo se
a las personas que son des-subjetivadas por la realiza con la inclusión de los usuarios quienes
institución, pasando a ser parte de la gran po- participan activamente de la propuesta.
blación estable y de difícil abordaje. En el CSMC se implementa una nueva mo-
En la actualidad el número total de camas es dalidad de trabajo: talleres artísticos y produc-
de 940, lo cual significa una reducción del 67 % tivos, se desarrollaron dispositivos grupales,
de la población, esto ha permitido cerrar en los asambleas e intervenciones realizadas tanto
últimos 20 años 11 salas de larga estancia. Es en sede como en la comunidad. Se le da priori-
de resaltar que la reducción de camas se produ- dad al seguimiento comunitario y la adhesión al
jo en el sector de larga estancia, donde se bus- tratamiento. De forma conjunta entre el usua-
ca priorizar el bajar la cantidad de camas por rio y el equipo interdisciplinario se elabora un
sala al cierre de las mis- plan personalizado de re-
mas. Hasta no hace mu- habilitación que es flexi-
ble, lo que implica que
E
chos años había 70 o más
personas por sala de lar- n la actualidad el número si las necesidades del in-
ga estancia, en la actuali- dividuo varían, tanto el
total de camas es de 940, lo
dad oscilan entre 24 y 50 equipo como los apoyos
de acuerdo a las caracte- cual significa una reducción disponibles se adecuan a
rísticas de la población. del 67 % de la población, esto las nuevas necesidades.
El CSMC “Casa de Pre ha permitido cerrar en los Al abordar una patolo-
Alta”, en sus inicios se últimos 20 años 11 salas de gía de evolución crónica,
proyecta con el fin de alo- larga estancia. el plan debe acompañar
jar personas con TMS ex- los diferentes momen-
ternadas del hospital -el tos vitales del usuario. La
centro disponía de 20 ca- persona desinstituciona-
mas para pacientes varones- los aspirantes eran lizada recupera el poder de decidir sobre su vida
incluidos en un Programa de rehabilitación, ex- y sus proyectos. Entran en el mundo laboral, de
ternación y seguimiento comunitario, en ple- la educación, social, forman nuevas parejas, es-
no acuerdo con los procesos de reforma en sa- tablecen nuevos vínculos y también tienen otro
lud mental que se daban en otros países. De esta tipo de pérdidas y sufrimientos propios de la
forma la Institución iniciaba la transferencia de vida en sociedad. De esto surge que la necesidad
recursos del hospital psiquiátrico a la comuni- de apoyos varía de acuerdo a los acontecimien-
dad. El nuevo dispositivo se sitúa en la zona tos que los atraviesan.

81
D E L H O S P I TA L P S I Q U I ÁT R I CO. . .

El conocimiento más profundo de la proble- tonces solo se resolvía a través del alquiler en
mática de la persona con padecimiento psicóti- Pensiones. Dichas Pensiones son una opción de
co, la incorporación de nuevos fármacos, la pla- alojamiento no hospitalario y transitorio que
nificación y evaluación de las intervenciones depende del sector privado, donde la persona al-
plantean nuevos desafíos. Durante el análisis quila una habitación y comparte espacios comu-
del Caso se determina no solo los déficit moto- nes con los demás inquilinos. Los miembros de
res, cognitivos, relacionales y simbólicos, sino la comunidad que optan por este sistema de alo-
también las habilidades y jamiento son estudiantes
competencias. En el pro- o trabajadores del sec-

E
ceso diagnóstico y tera- tor informal, producto de
péutico se considera im- n el año 2007 se inauguran migración interna o ex-
portante diferenciar las dos Centros nuevos, el terna, lo que implica que
habilidades que el suje- la población con quien
Pichon Rivière y el Franco
to no ejerce por no po- reside el usuario es cam-
seerlas, de aquellas que Basaglia, como parte del biante y heterogénea.
si posee pero no ejecuta proceso de descentralización Los usuarios que acceden
por no estar motivado, y transferencias del recurso a las mismas tienen un
por no ser pertinentes del hospital a la atención en mayor grado de autovali-
en el ambiente hospi- comunidad. miento, sus edades osci-
talario o por sus sínto- lan entre 30 y 45 años, y
mas. Teniendo en cuenta el pago de este alquiler, el
las elecciones que el suje- cual puede realizarse con
to realiza - vivienda, trabajo, nuevas relaciones, subsidios o pensiones por discapacidad, dejan
revinculación familiar - se lo acompaña en este a los usuarios sin recursos económicos que les
proceso de toma de decisiones, y se configuran permitan sostener con tranquilidad el resto de
los ámbitos específicos en que se intervendrá. sus gastos. Todos los usuarios reciben la medi-
Las actividades que se desarrollan incluyen: cación en forma gratuita, y si es necesario con-
Talleres de Producción destinados a la forma- curren a un comedor que funciona en el Centro
ción laboral y promoción de empleo, Talleres Ar- o retiran víveres semanalmente.
tísticos y de recreación, Consultorios externos Las Casas de Convivencia, durante los prime-
para la atención de los usuarios del Programa, ros años del CSMC, se organizaban a partir de la
Seguimiento comunitario con el Sistema de Re- propiedad de uno de los usuarios –la mayoría de
ferentes, Actividades diversas con objetivos en- las casas eran recuperadas de alguna intrusión–
caminados a la promoción de la salud y a la ob- donde se incluía un grupo de convivientes. De
tención de los recursos sociales requeridos para esta forma el propietario junto a sus compañe-
el proceso inserción social, Seguimiento domici- ros lograban sostener las exigencias de vivir en
liario, Apoyo laboral. comunidad. Durante estos años el equipo del
Como parte del desarrollo del programa de centro gestionó dos propiedades que hoy perte-
atención en comunidad se implementa, a par- necen al Hospital. Esta modalidad de gestión y
tir de los años 90, el Dispositivo Residencial no búsqueda de oportunidades marcó un estilo de
hospitalario “Casa de Convivencia” con el fin de trabajo que se diferenció del tradicional estan-
cubrir la necesidad de alojamiento que hasta en- camiento hospitalario.

82
En los últimos 10 años se sumaron al dispo- delante - cuando se les pregunta que les gusta-
sitivo las casas alquiladas con el presupuesto ría cambiar - aparecen deseos, temores, referen-
hospitalario, con la misma modalidad del gru- cias al trabajo, la casa, y en algunos el fantasma
po de convivientes, para un máximo de cinco del hospital como un lugar al que no se desea
usuarios, de acuerdo al tamaño de la vivienda. volver. Tal vez lo más importante, es que hay un
Este dispositivo no tiene definido un tiempo deseo que se sostiene, a pesar de todo.
máximo de estadía, pero se consideran transi- En el año 2011 se implementó el primer paso
torios, dado que al trabajar con cada usuario en a la descentralización del Consultorio Externo
un proyecto personal éste puede decidir cam- del Hospital con la habilitación del mismo en
bios en la modalidad de alojamiento de acuer- Casa de Pre Alta, para los usuarios de La Plata y
do a las oportunidades que se le presenten. El disponiendo de la medicación que antes retira-
tiempo estimado de permanencia en las mis- ban de la farmacia del Hospital. A pocos meses
mas suele ser de 3 a 5 años. Como se señalara de su apertura ya se asisten en el mismo más de
anteriormente, y gracias a una gestión compro- 100 usuarios, sumados a los que participan del
metida del equipo profesional, dos de las casas Programa personalizado de rehabilitación.
son propiedad del Hospital y 4 se alquilan. En
los últimos años se ha facilitado el alquiler de Conclusión
propiedades por parte de los propios usuarios.
Algunas de las casas que antes eran alquiladas En la práctica cotidiana, dentro y fuera de los
por el hospital pasaron a ser contratadas por muros de las instituciones psiquiátricas, la lu-
los propios usuarios. cha entre los dos modelos, institucionalización-
En el año 2007 se inauguran dos Centros nue- atención comunitaria, sigue vigente. ¿Cómo es-
vos, el Pichon Rivière y el Franco Basaglia, como capar de estas relaciones de poder instaladas en
parte del proceso de descentralización y trans- las instituciones? Esto nos lleva a la necesidad
ferencias del recurso del hospital a la atención de tener una mirada más amplia y atenta de la
en comunidad. Un promedio de 100 usuarios problemática planteada frente a posibles repro-
se asiste en cada uno de los centros. La relación ducciones de prácticas típicas de las institucio-
con el centro y los equipos se extiende el tiem- nes totales. Rotelli (Sarraceno 1993) refiriéndo-
po necesario. En la población que se asiste en los se a la evaluación de servicios de salud mental,
centros podemos observar usuarios de menor compara un centro de salud con un bazar o mer-
tiempo de permanencia en el hospital, con ma- cado árabe, donde se aglomeran, entrecruzan y
yores recursos psicosociales o que disponen de multiplican demandas, como sucede en un mer-
una red que los contiene y otros que presentan cado de canje. Allí ubica un cuerpo social que se
un mayor nivel de dependencia al centro, esta reconoce. Es un lugar donde el sujeto se singu-
última población con más años de hospitaliza- lariza a través de la participación. Tomando la
ción. Se estima que en los 24 años de existencia figura del bazar se puede pensar que un centro
de la Casa de Pre Alta se desinstitucionalizaron debe favorecer el intercambio pero no apropiar-
más de 300 personas con TMS, en su mayoría se del sujeto. Éste, como en el bazar, solo está de
sin familia continente y con internaciones pro- paso, su vida continúa fuera del mercado.
longadas. La población desinstitucionalizada Nuestra trayectoria, los años transcurridos y
deja atrás una vida signada por el desamparo, el los logros alcanzados en el proceso de desintitu-
abandono y las pérdidas. Puestos a pensar hacia cionalización nos permiten afirmar que el tra-

83
bajo en comunidad dejó de ser una “experien- • Goffman, E. (2004). Internados. Ensayos sobre la si-
cia nueva” para convertirse en un derecho de las tuación social de los enfermos mentales. Buenos Aires:
Amorrortu editores.
personas con TMS y una obligación del Estado, • Organización Panamericana de la Salud (2005).
como garante de los derechos de todo ciudada- Atención comunitaria a personas con trastorno psicóti-
no, de continuar y profundizar el enfoque co- co. Washington D.C.: Editorial Paltex
munitario en salud mental. • Organización Panamericana de la Salud (1990). De-
claración de Caracas. Conferencia: Reestucturación de
la atención psiquiátrica en América Latina. Caracas,
Referencias bibliográficas Venezuela.
• Sartorius N., Freeman H., Katschnig H. (2000). Ca-
• Amaral, M. A. do, (1997). Atencao a saude men- lidad de vida en los trastornos mentales. Buenos Aires:
tal na rede básica: estudo sobre a eficacia do mode- Editorial Masson.
lo asistencial. Revista de Saude Pública, volumen 31, • Sarraceno, B. y Montero F. (1993). Evaluación de ser-
número 3 Junio, pp 288-95. vicios de salud mental. Capítulo 3.2.2. Asociación Es-
• Galende, E. (1998). De un horizonte incierto. Psicoa- pañola de Neuropsiquiatría.
nálisis y salud mental en la sociedad actual. Buenos Ai- • Sarraceno, B. (2003). La liberación de los pacientes
res: Editorial Paidós. psiquiátricos. De la rehabilitación psicosocial a la ciu-
• Galende, E. (2006). Para una ética en salud mental. dadanía posible. México D.F.: Editorial Pax México.
En Galende, E. y Kraut, A.J. El Sufrimiento mental. El • Spinelli H. (comp) (2004). Salud Colectiva. Buenos
poder, la ley y los derechos. Buenos Aires: Paidós. Aires: Editorial Lugar.

84
El rol de los trabajadores de la salud
en el contexto de las politicas reparatorias
por violaciones de derechos humanos

Sabrina Balaña. Médica Generalista. / Federico Kaski. Médico Psiquiatra.


Silvana Reinoso. Lic. en Psicología. / Javier Rodriguez. Médico Psiquiatra.
Fabiana Rousseaux. Lic. en Psicología. / Juliana Serritella. Lic. en Psicología.
Institución de pertenencia:
Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos “Dr. Fernando Ulloa”

Resumen pañamiento y Asistencia a víctimas testigos y


querellantes en los juicios por delitos de lesa hu-
En el presente trabajo buscamos dar cuenta manidad. Asimismo, describiremos el marco le-
de la experiencia y las distintas estrategias que gal vigente en materia reparatoria, como el ar-
venimos desarrollando en el Centro de Asisten- mado de las Juntas Médicas en este contexto.
cia a Víctimas de Violaciones de Derechos Hu- Por último, intentaremos promover la re-
manos, “Dr. Fernando Ulloa”, dependiente de la flexión en torno a la injerencia de las prácticas
Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, de los trabajadores de la salud en el proceso de la
en relación con la forma de implementación de reparación integral de las víctimas de violacio-
las políticas reparatorias en materia de dere- nes de Derechos Humanos, partiendo de la no-
chos, llevadas adelante por el Estado Nacional, ción de su rol en tanto agentes del Estado.
bajo las premisas de Memoria, Verdad y Justicia.
Desarrollaremos las distintas estrategias im- Palabras clave: Políticas reparatorias. Dere-
plementadas, como la Red de Derivación y Asis- chos Humanos. Trabajadores de salud. Terroris-
tencia a víctimas, y el Plan Nacional de Acom- mo de Estado.

85
el rol de los tra b a j adores

Abstract Contextualizando

In this paper we will give an account of the El 24 de marzo de 1976, el golpe de Estado
experience and different strategies developed cívico militar instauró una dictadura que insti-
in the Assistance Center for Victims of Human tucionalizó desde el Estado las prácticas geno-
Rights Violations, “Dr. Fernando Ulloa”, depen- cidas que, al menos desde 1974, venían operán-
dent on the National Human Rights Secretary, dose en el país. Esto significó la aplicación de un
in connection with the plan sistemático y clan-
implementation of repa- destino de persecución,

E
ration policies in matter desaparición y extermi-
of Rights, carried out by n el presente trabajo nio, que sometió a miles
the National State, under intentaremos realizar un de personas al secuestro,
the premises of Memory, la tortura y la muerte,
recorrido por los distintos
Truth and Justice. convirtiéndolos en “des-
We will develop the di- ejes que guían nuestra tarea aparecidos”. Otros mi-
fferent strategies imple- en el Centro de Asistencia les poblaron las cárceles,
mented, such as the De- a Víctimas de Violaciones sin causa o con procesos
rivation and Assistance de Derechos Humanos, ilegales, y muchos miles
Network, and the Natio- “Dr. Fernando Ulloa”. más encontraron en el
nal Plan for the Accom- exilio forzado o en el in-
paniment and Assistance silio la única forma de su-
of victims, witnesses and pervivencia. Cientos de
complainants in the trials for crimes against hu- niños fueron arrancados de los brazos de sus
manity. Also, we will describe the contemporary madres en cautiverio al nacer, viéndose priva-
legal framework in reparation matters. dos de su identidad y su familia.
Finally, we will try to promote considerations Las marcas y huellas profundas en la salud
on the influence that the practice of health wor- psíquica y física de las víctimas del Terrorismo
kers have on the process of integral reparation de Estado y de sus familiares que, con el paso
of victims of Human Rights violations, based on del tiempo, se han convertido en secuelas irre-
the notion of their role as State agents. versibles, no cesaron con la recuperación de la
Key words: Reparation Policies. Human democracia.
Rights. Health Workers. State Terrorism. Por otra parte, el Terrorismo de Estado no
es solo algo que ocurrió sino algo que ocurre, a
través de sus consecuencias, en la medida que
“El psicoanalista, concorde con su ideología,
podrá o no aproximar su colaboración direc-
aquello ocurrido sigue pulsando en lo actual,
ta al campo de los Derechos Humanos, pero si bajo diversas manifestaciones sintomáticas. En
es cabalmente analista, si su práctica no des- este sentido, desde el doble lugar de profesiona-
miente las propuestas teóricas del psicoaná- les de la salud y representantes de la Secretaría
lisis, no podrá dejar de hacer justicia desde la de Derechos Humanos, venimos pensando los
promoción de la verdad como antídoto frente al
ocultamiento que anida lo siniestro”.
modos de incidencias posibles en las políticas
públicas vinculadas al sostenimiento de la Me-
Ulloa, F. (1986) moria, la Verdad y la Justicia.

86
En el presente trabajo intentaremos reali- noscabo de sus derechos fundamentales, y/o
zar un recorrido por los distintos ejes que guían a sus familiares, entendiéndose por tal la con-
nuestra tarea en el Centro de Asistencia a Víc- tención psicológica, orientación, asistencia y
timas de Violaciones de Derechos Humanos, derivación de los afectados y/o sus familiares
“Dr. Fernando Ulloa”, a fin de transmitir el mar- en función de las demandas que se detecten.
co desde el que conceptualizamos las políticas Estas acciones se desarrollan en coordina-
públicas reparatorias, y los modos en los que el ción y cooperación con las áreas gubernamen-
ejercicio de la práctica clínica cotidiana de los tales y no gubernamentales pertinentes.
profesionales de la salud pública puede incidir 2. Proponer, diseñar, desarrollar y evaluar polí-
en el proceso reparatorio. ticas públicas en relación a situaciones provo-
cadas por el accionar directo de agentes del
El Centro de Asistencia a Víctimas Estado que, en el ejercicio abusivo de sus fun-
de Violaciones de los Derechos Humanos ciones, importen graves violaciones a los De-
“Dr. Fernando Ulloa” rechos Humanos.
3. Articular acciones para la asistencia de vícti-
En el marco de las Políticas Reparatorias del mas, testigos y querellantes que deban com-
Estado Nacional, de Memoria, Verdad y Justi- parecer en juicio, en particular aquellos que
cia, se creó el Centro de Asistencia a Víctimas de se celebran por delitos de lesa humanidad,
Violaciones a los Derechos Humanos “Dr. Fer- para lo cual el Centro proveerá asistencia y
nando Ulloa” (Res. nº 1207/09), que desarrolla, contención psicológica en las audiencias en
en el ámbito de la Dirección Nacional de Aten- los casos que así lo requieran.
ción a Grupos en Situación de Vulnerabilidad, 4. Contribuir a paliar los efectos de las acciones
de la Secretaría de Derechos Humanos de la Na- intimidantes en los testigos y querellantes, a
ción, políticas reparatorias que, yendo más allá través de la planificación de estrategias y po-
de lo pecuniario, abordan la reparación de ma- líticas públicas que impliquen abordajes tera-
nera integral, atendiendo a las secuelas en la péuticos para incidir sobre las diversas sinto-
salud física y psíquica de los sobrevivientes y matologías que se producen, de modo tal que
de todo el colectivo social. Este Centro amplía su contribución a la búsqueda de la justicia no
y consolida la tarea que la Secretaría de Dere- sea victimizante ni impacte en su salud men-
chos Humanos de la Nación venía realizando en tal y/o física.
todo el país a través del Programa “Consecuen- 5. Implementar estrategias y políticas públicas
cias Actuales del Terrorismo de Estado” (CATE) de abordaje terapéutico para construir y con-
(1), quedando sus objetivos incluidos dentro de solidar una red nacional de profesionales de
las acciones actuales del Centro. la salud mental que permita efectuar deriva-
ciones a los ámbitos públicos, generando vín-
Decreto N° 141 culos de confianza con los profesionales para
Las funciones del Centro Ulloa establecer una modalidad de trabajo conjun-
to y de seguimiento de los casos tratados.
1. Dirigir acciones de asistencia integral a vícti- 6. Supervisar la realización de las Juntas Médi-
mas del Terrorismo de Estado y a víctimas del cas requeridas por las leyes reparatorias Nº
abuso de poder que hayan sufrido graves situa- 24.043, Nº 25.914 y N° 26.564 para la evalua-
ciones traumáticas que puedan ocasionar me- ción de lesiones (ver más adelante).

87
el rol de los tra b a j adores

7. Supervisar la realización de las Juntas Médi- de la salud, del derecho y de las ciencias sociales
cas que le sean solicitadas para la evaluación para el abordaje de las consecuencias producidas
de víctimas de violaciones de Derechos Hu- por el Terrorismo de Estado, así como también
manos. en la asistencia a víctimas de violaciones de los
8. Realizar investigaciones, actividades de for- Derechos Humanos. En tal sentido, este Progra-
mación y especialización en la temática desti- ma viene trabajando en varias líneas de acción:
nadas a profesionales de la salud mental, del • Asistencia Directa: Implica el abordaje tera-
derecho y de las ciencias sociales. péutico sobre las diversas sintomatologías
9. Elaborar informes, material de difusión y pu- que se producen en los afectados directos, en
blicaciones en materia de su competencia. sus familiares, como así también en las vícti-
10. Crear espacios de debate interdisciplinario mas-testigos (ver conceptualización más ade-
en torno a la temática, contribuyendo al aná- lante) y querellantes en relación con los jui-
lisis y difusión de los efectos producidos por cios por delitos de lesa humanidad, a fin de
el terrorismo estatal. que la búsqueda de la justicia no termine pro-
vocando una nueva revictimatización.
En relación con las violaciones actuales de los • Asistencia en Juicios: Acciones vinculadas a
Derechos Humanos, el Centro tiene entre sus coordinar estrategias con el Ministerio Públi-
objetivos la articulación de recursos y progra- co Fiscal, querellantes, Tribunales, y otros ac-
mas existentes tanto en el Estado, como en las tores para la realización de trabajos conjuntos
ONG’s que trabajan en torno a esta temática. en la asistencia de las víctimas del Terrorismo
En este sentido, se entiende por víctimas a de Estado.
quienes padecen consecuencias psicofísicas de- • Investigación, docencia y difusión: Fomentar
bido a situaciones provocadas por el accionar di- actividades de investigación, formación y es-
recto de agentes del Estado que, en el ejercicio pecialización destinadas a profesionales de
abusivo de sus funciones, importen graves vio- la salud, del derecho y de las ciencias socia-
laciones a los Derechos Humanos. les, para abordar las consecuencias del Terro-
En estrecha vinculación con la categoría de rismo de Estado y los efectos de la impuni-
víctima, entendemos por violencia institucional, dad en las subjetividades y los lazos sociales.
aquella que sobrepasa los límites de la violencia Para ello se elaboran informes, material de di-
legítima y del uso excepcional y limitado de los fusión y publicaciones sobre la temática y se
agentes del Estado, en el marco de un Estado de crean espacios de debate interdisciplinario en
Derecho, siendo que, en las actuales acciones de torno a la temática.
violencia observamos las marcas y secuelas del • Creación y Fortalecimiento de una Red Nacio-
accionar represivo del Estado terrorista. nal de Asistencia: La misma despliega un tra-
bajo dinámico, interdisciplinario, con aque-
Programa “Consecuencias actuales del te- llos profesionales que se comprometen con la
rrorismo de Estado” (CATE) política actual en materia de Derechos Huma-
nos, y el abordaje de las víctimas del Terro-
Uno de los ejes centrales del Centro es continuar rismo de Estado. Para ello se desarrollan ac-
con las acciones llevadas a cabo por el Programa tividades de intercambio, perfeccionamiento
CATE, que se centra en la investigación, forma- y discusión para el abordaje de las situaciones
ción y especialización de distintos profesionales que se van planteando.

88
La construcción de una Red Nacional por el cual podemos articular intervenciones de
de Asistencia Integral, desde la perspectiva diferentes áreas o instituciones.
de Derechos Humanos En relación a las personas afectadas de modo
directo por el terrorismo estatal, es de nuestro
El Estado terrorista se gestó con un fuer- interés pensar estrategias y políticas de abor-
te consenso de gran parte de la sociedad civil, daje terapéutico que incidan sobre las diversas
instalando una serie de prácticas basadas en la sintomatologías que aún hoy continúan produ-
rotura del lazo social como modus operandi de ciéndose, apuntando al armado y sostenimiento
des-articulación simbólica, que arrasó con el te- de una red nacional de profesionales de la salud
jido de redes vinculares de trabajo comunita- mental que aborden la temática.
rio en las instituciones. Quienes asumimos esta
Cabe recordar que el tarea como agentes del Es-
plan sistemático de ex- tado nos encontramos en
terminio instalado por
el Terrorismo de Estado E n estrecha vinculación
la compleja tarea de propi-
ciar entre sus trabajadores
tuvo, entre sus principa- con la categoría de víctima, la “memoria incómoda”
les objetivos, las inter- entendemos por violencia de la cual tanto pregona-
venciones sobre las ins- institucional, aquella que ba Fernando Ulloa (1987).
tituciones que sostenían sobrepasa los límites de la Interpretamos que este
con su labor gran parte concepto debe ser aborda-
violencia legítima y del uso
del tejido social. do como un compromiso
El trabajo en red es una excepcional y limitado de de no olvidar el horror su-
estrategia vinculatoria, los agentes del Estado, en frido por la ciudadanía y
de articulación e inter- el marco de un Estado de las instituciones que fue-
cambio entre institucio- Derecho, siendo que, en las ron víctimas y escenario
nes y/o personas, que de- actuales acciones del arrasamiento de la tra-
ciden asociarse para el ma social.
de violencia observamos
logro de fines comunes. Puntualmente nuestro
La “...forma red da cuen- las marcas y secuelas del interés se focaliza en re-
ta de un modo de conexión accionar represivo plicar el enfoque de la re-
no formalizado ni institui- del Estado terrorista.. paración como política
do, de las interacciones no pública en todos los re-
planificadas, de los aconte- cursos del Estado (nacio-
cimientos inesperados, de nales, provinciales y mu-
las erosiones en las arquitecturas formales, de las nicipales), incluyendo a los profesionales a fin
circulaciones no previstas, de la potencia de la mul- de que desarrollen una práctica ética, basada en
titud, de la densa trama de relaciones que escapan, los valores de los Derechos Humanos como un
se superponen, eluden, burlan, atraviesan el con- eje central de sus abordajes e intervenciones.
trol de los ingenieros sociales de todos los tiempos” Asimismo, nuestro trabajo se propone deve-
(Dabas, E., et. al., 1995:19). lar aquellas consecuencias del Terrorismo de Es-
Desde nuestra concepción, las redes constitu- tado que generaron una impronta en algunas
yen una herramienta de trabajo, un dispositivo de las prácticas actuales, encontrándose natu-

89
el rol de los tra b a j adores

ralizadas como cotidianas. Uno de los propó- el Terrorismo de Estado, como consecuencia de
sitos del trabajo de la red es propiciar una re- la derogación de las leyes de impunidad (2), re-
flexión crítica sobre las prácticas y sus marcas, sulta necesario el desarrollo de estrategias de
que pueda favorecer su modificación en función protección integral de los derechos de las víc-
de la particularidad de cada escenario en don- timas de estos crímenes en contextos de acce-
de deban implementarse. so a la justicia. En estos
Para que una red crez- procesos, los testigos se
ca y se fortalezca es indis- han convertido en un ele-
pensable que las perso-
nas cuenten con espacios
P ara que una red crezca y
mento probatorio funda-
mental para el descubri-
para encontrarse. Con se fortalezca es indispensable miento de la verdad de
una regularidad definida. que las personas cuenten con los hechos que se juzgan.
Cada persona que integra espacios para encontrarse. La desaparición del
una red ejerce una fun- Con una regularidad definida. testigo Jorge Julio Ló-
ción, representa alguna pez en el año 2006, tuvo
institución y cuenta con como efecto la reactuali-
diferentes recursos y po- zación del terror, tanto
sibilidades en los procesos de toma de decisio- en los afectados directos como en el conjunto
nes. Por eso la construcción de una red implica de la población. Para articular políticas públicas
trabajar con heterogeneidades. Heterogeneida- de asistencia y contención a los afectados, en el
des posibles de ser articuladas. Nuestra expe- marco de las políticas reparatorias del Estado, la
riencia nos muestra que si se sostienen espacios Secretaría de Derechos Humanos de la Nación
a lo largo del tiempo, para recuperar la historia y decidió implementar el Plan Nacional de Acom-
la memoria de aquello que nos ha sucedido y nos pañamiento y Asistencia a Testigos y Querellantes,
sucede, posibilitan la reflexión y la reinterpreta- víctimas del terrorismo de Estado (3).
ción de las identidades individuales y colectivas. Este Plan Nacional tiene el objetivo de uni-
Las distancias geográficas, que en algunos ca- ficar criterios, potenciar esfuerzos y dar mayor
sos son muy amplias pueden constituirse en un eficacia al acompañamiento y protección de tes-
obstáculo. Sin embargo, generan más incerti- tigos y querellantes, quedando dicho Plan bajo
dumbre los diferentes posicionamientos políticos las incumbencias del Centro Dr. Fernando Ulloa
e ideológicos de quienes representan a los gobier- desde el momento de su creación.
nos locales en cada ciudad o provincia. En pala- Se pretende de este modo hacer más eficaz
bras de Mónica Macha (2008: 30) “Si la Red logra el acto jurídico y el accionar de la ley, al mismo
sostener y fortalecer a quienes hoy están trabajando tiempo que se procura la no revictimización de
en soledad, habrá alcanzado parte de sus objetivos”. los testigos afectados por el terror estatal.
Pensamos que consentir en utilizar la cate-
Plan Nacional de Acompañamiento goría de testigo-víctima para hablar de sujetos
y Asistencia a Testigos y Querellantes, que atravesaron o fueron tocados, en cualquie-
víctimas del terrorismo de Estado ra de sus dimensiones, por la experiencia con-
centracionaria, peca de convertirse en una rá-
Debido a la reapertura de los juicios por crí- pida y rígida conceptualización que nos limita
menes de lesa humanidad cometidos durante en cuanto a todo lo que dentro de esa catego-

90
ría encontramos cada vez que escuchamos a un Pensamos que en ningún caso se deberá psi-
testigo. Proponemos, entonces, redefinir el con- copatologizar a los testigos, ni hablar de des-
cepto de testigo víctima, entendiendo que prio- compensaciones, siendo éste un término muy
rizar el primero de los términos por sobre el se- usado en el ámbito jurídico, pero que tiene fuer-
gundo, implica considerar al sujeto como mero tes incidencias psiquiátricas (5).
medio de prueba en el proceso penal. Definirlo, En síntesis, el Plan consiste en brindar acom-
en cambio, como víctima-testigo, revirtiendo los pañamiento a las víctimas-testigos, coordinar ac-
términos, implica centrar la mirada en el suje- ciones, implementar una perspectiva integral
to, quien sufrió los crímenes más horrendos (4). psico-jurídica a nivel nacional, y dar seguimien-
Por otra parte, el acompañamiento, por las to a los casos para una mejor evaluación de las
características complejas de esta situación, respuestas ofrecidas en cada situación puntual.
brinda contención a los testigos en momentos El propósito fundamental es, entonces, res-
críticos del proceso, produciendo intervencio- guardar no solo el valor de prueba de los tes-
nes que alivian los efectos dolorosos del mismo. timonios, sino sobre todo su valor social en
Por lo que resulta necesario y conveniente con- cuanto aporte a la construcción de la memoria
tar con equipos profesionales que puedan pro- colectiva y de la historia de nuestro país, trans-
veer asistencia y contención psicológica en las misible a la ciudadanía en su conjunto en tanto
audiencias para los casos que así lo requieran. política pública reparatoria del Estado Nacional.
En el marco de la Protección Integral a los ¿Qué significa testimoniar?
testigos, se decidió desarrollar capacitaciones y A partir de la experiencia de acompañamien-
jornadas de trabajo con los profesionales de la to a las víctimas-testigos en los juicios por delitos
salud, sobre las especificidades que requiere la de lesa humanidad, desde el Centro Ulloa enten-
atención de los testigos, en tanto que han sido demos que dar testimonio no es solo volver a
víctimas de los delitos cometidos. Se preten- contar, es revivir, reactualizar, re-editar una si-
de brindar, entonces, instrumentos para la re- tuación extremadamente traumática que vuelve
flexión y la comprensión de la complejidad que a afectar al testigo.
esta problemática comporta. Debemos saber que la situación de testimo-
El profesional acompañante se presenta como nio pone en marcha un trabajo de historización
representando a una institución del Estado, del sujeto, que al presentarse a dar testimonio
proponiéndose como articulador entre relatos de su condición de víctima del Terrorismo de Es-
del ámbito privado o familiar y el ámbito pú- tado volverá a enfrentarse con estos episodios
blico. Este tránsito está vinculado al esclareci- traumáticos.
miento de la Verdad, la Memoria y la Justicia, En los procesos de decisión que se abren
rompiendo los efectos de desamparo y sole- para afrontar el acto del testimonio, detecta-
dad que el horror y la ausencia de justicia ge- mos que en muchos casos se provocan situa-
neran. Habilitar esta articulación es el objeti- ciones que desestabilizan la estructura familiar
vo de la intervención de los acompañantes. Por de quien testimonia, donde además retornan
otra parte, el acompañamiento convoca tam- el terror y la parálisis. Pensamos que la insta-
bién, por las características complejas de esta lación de un lugar “tercero”, de un marco legal
situación, a brindar contención frente a algu- aportado por el Estado, este Estado reparador,
nas de las posibles manifestaciones psicológi- no solo pone coto a la decisión en soledad, sino
cas que pueden surgir. que además aporta un marco simbólico sobre

91
el rol de los tra b a j adores

el cual otorgar un sentido diferente a ese testi- go al hablar y volver a transitar por el horror de
monio. El efecto de la protección institucional, lo vivido toca una memoria corporal, una me-
justamente allí donde se habían arrasado todas moria compleja que tiene efectos en el cuer-
las protecciones y violado todos los derechos. po. La reiteración mecánica del aparato judicial
Insistimos en armar dispositivos que contem- deja por fuera al sujeto que testimonia.
plen la particularidad de cada caso, la especifi- Desde la Secretaría de Derechos Humanos
cidad, porque no podemos anticipar los efec- planteamos que “acompañar” es una función
tos de hablar en un dispositivo testimonial. El fundamental en las políticas públicas reparato-
pasaje del relato particular y privado al ámbi- rias de Estado, ya que colabora en habilitar un
to público, genera en la subjetividad del afecta- espacio de confiabilidad para que el testigo pro-
do un primer movimiento reparatorio, en tan- duzca ese acto de palabra, en relación a la Me-
to posibilita el reconocimiento social y jurídico moria, la Verdad y la Justicia.
de su condición de afectado por violaciones a
los Derechos Humanos. Leyes6 y políticas reparatorias
Como explica Fabiana Rousseaux (2008) hay
un campo de intersección entre el sujeto del tes- Las leyes reparatorias son promulgadas en el
timonio y el sujeto que habla. Esta articulación marco de una situación sostenida de impunidad
podemos pensarla entre el discurso jurídico y el respecto de las víctimas del Terrorismo de Es-
testimonio como terreno ético. Por lo tanto po- tado, ya que, como se mencionó anteriormente,
demos plantear que entran en juego dos modos luego del Juicio a las Juntas en 1985, surgieron
de legalidad: la legalidad jurídica y la del sujeto una serie de leyes que cercenaron la posibilidad
que habla, donde se manifiestan al menos dos de acceder a la justicia. Las acciones promovi-
modos de recordar: das por algunos familiares, incluso ante la Corte
1) Relatar los hechos con objetividad ante el Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
juez, y dieron como resultado condenas al Estado ar-
2) Contar lo vivido y encontrarse con sus respec- gentino a reparar las graves violaciones denun-
tivas consecuencias. ciadas, por lo cual Argentina fue condenada a re-
El discurso jurídico, fuertemente instalado y parar integralmente (no solo económicamente)
legitimado desde el ideal de igualdad, abre la di- el daño ocasionado por el Estado terrorista. En
mensión de un supuesto sujeto de derecho, que al este contexto se promulgan las primeras leyes
describir los hechos en un proceso judicial y en su que reparan, en primera instancia, en el marco
calidad de testigo que relata, debe ejercer el pla- pecuniario.
no de lo demostrable, lo probatorio, sin entrar en Tanto la Ley 24.043 como la Ley 25.914, con-
detalles que puedan confundir o correr el eje de templan un “incremento en el beneficio” para quie-
la lógica que el ámbito jurídico quiere consolidar. nes hubieran muerto durante el cautiverio o hu-
Desde el punto de vista del Sujeto que habla, biesen sufrido lesiones graves o gravísimas, según
veremos que al testimoniar, la verdad en la cual la clasificación que hace el Código Penal. El de-
se apoya para poder realizar un relato de lo vivi- creto reglamentario de la Ley 24.043 (7) requie-
do por él, y ningún otro, no es la misma verdad re que se mida el daño ocasionado por la expe-
que se persigue en el ámbito jurídico. Siempre riencia concentracionaria vivida, conforme a los
existe una divergencia en este sentido. Diver- artículos 90 y 91 del Código Penal. Cabe aclarar
gencia necesaria, porque lo que se pone en jue- que estos artículos han sido creados a los fines

92
de tipificar la pena de un delito y no para me- La desaparición forzada de personas, como
dir gravedad de lesiones. Sumado a esto, como ningún otro delito, implicó la abolición de la
profesionales de la salud sabemos de lo dificul- condición humana al afectar derechos funda-
toso que resulta la mensura de estas secuelas a mentales como la libertad, la integridad, la iden-
35 años de ocurridos los hechos. tidad, en tanto las víctimas quedaron reducidas
Es necesario establecer que las personas que a la pura condición de objetos, despojadas inclu-
padecieron de forma directa delitos de lesa hu- sive de sus nombres.
manidad, que implicaron una violación masi- Asimismo, y tal como establece la sentencia
va y sistemática de sus Derechos Humanos, de la Causa 13/84, conocida como “Juicio a las
han sufrido actos crueles que se caracterizan Juntas” (1985):
por agraviar la esencia del ser humano afec- “...a las situaciones antes mencionadas, debe
tando su dignidad. Las situaciones de extre- sumársele un sentimiento de pánico permanente,
ma y sostenida violencia que comportan los cuya magnitud no es fácil de comprender ni siquie-
secuestros, los cautiverios, tanto en cárceles ra imaginar, pero que constituye en sí mismo un ho-
como en centros clandestinos de detención y rroroso tormento que perdura más allá de la tem-
exterminio, la tortura poralidad real de los hechos
física y psíquica, los tra- concretos, y configura un
tos crueles, inhumanos dolor psíquico, muy difí-
y degradantes, y demás
vejaciones, constituyen
E s necesario establecer que
cil de disipar, y de posible
transmisión a los herede-
actos que provocan efec- las personas que padecieron ros de quienes padecen es-
tos traumáticos y devas- de forma directa delitos tas secuelas”.
tadores, que no pueden de lesa humanidad, que A los efectos traumáti-
mensurarse por tratarse implicaron una violación cos de dichas situaciones,
de un daño integral, ya masiva y sistemática de sus debe sumarse la afecta-
que afecta todos los as- ción persistente derivada
Derechos Humanos, han
pectos estructurales de de un proceso de victimi-
la vida, y por tanto de- sufrido actos crueles que zación, en tanto los deli-
ben ser considerados en se caracterizan por agraviar tos que las constituyen
su verdadera magnitud la esencia del ser humano han sido evadidos duran-
para establecer las me- afectando su dignidad. te muchos años del accio-
didas reparatorias más nar de la Justicia en un
apropiadas. Dado que la contexto de impunidad.
dimensión del daño sub- Dicho contexto generó
jetivo es intangible e inconmensurable, todas condiciones de persistencia del dolor psíquico,
las formas de reparación que contenga el pro- de vulnerabilidad, de desamparo y revictimiza-
ceso, tendrán efectos simbólicos y estos solo ción, que podría definirse como tortura psíquica
se producirán si se logra sostener en todo mo- de carácter permanente.
mento la dignidad de las víctimas, contem- En este contexto de contradicción, entre el
plando que las secuelas de dichos daños pue- texto de las leyes reparatorias vigentes que exige
den reactualizarse en distintos momentos y la valoración y medición de la gravedad del daño,
circunstancias de la vida. y la especificidad de estos “traumas” por delitos

93
el rol de los tra b a j adores

de lesa humanidad descripta, surge la necesi- En la medida en que el Estado reconoce el valor
dad de ampliar el concepto de daño y realizar un de la palabra de los sobrevivientes, dignificán-
aporte en el campo de las políticas reparatorias dola, abre la brecha que distancia “lo reparato-
del Estado como concepto más abarcativo de la rio” de la dimensión meramente indemnizato-
reparación económica, instituida por el marco ria. La traducción monetaria del daño causado
jurídico. En este caso, al tratarse de las conse- no basta para aludir al sentido de lo reparato-
cuencias que provocan los delitos de lesa huma- rio si no va acompañado de acciones tendientes
nidad en la subjetividad de las víctimas y de la a subjetivar el daño.
sociedad en su conjunto, es imposible establecer
una medida de ese daño. Por eso consideramos Conclusión
que extender el significado de este concepto, ¿Por qué el rol de un trabajador de la salud
sería un interesante aporte hacia una concep- puede tener efectos reparatorios?
ción más integral de los Derechos Humanos.
Debemos ser conscientes que no pueden re- Pensamos que en el marco de las políticas re-
sultarnos ajenas las obligaciones asumidas por paratorias del Estado, el mismo debe introducir,
el propio Estado para reparar los daños incon- el verdadero sentido de lo afectado o dañado, así
mensurables causados, sin perjuicio de la suje- como la verdadera dimensión de lo que debe re-
ción a las obligaciones conocidas y respetadas parar, a fin de poder aplicar medidas efectivas
cotidianamente. En este y acordes a la magnitud
sentido, y de conformi- de los daños causados.
dad a los compromisos La instauración del ré-
internacionalmente asu-
midos (8), el Estado tiene P roponemos que las
gimen de terror dictato-
rial ha comprometido la
la obligación de reparar, políticas de un Estado responsabilidad del Esta-
en el sentido otorgado reparador, deben ser llevadas do, lo cual exige, por par-
por la Corte Internacio- adelante en las instituciones te de este último, el deber
nal de Derechos Huma- públicas, como parte del de reparar integralmente
nos de acuerdo a los prin- los daños ocasionados a
reconocimiento necesario de
cipios fundamentales de la sociedad en general, y a
derecho internacional la problemática, tendiendo las víctimas en particular.
contemporáneo (9). Se- a su visibilización y a su Una reparación inte-
gún estos principios la incorporación en la trama de gral implica, no solo el
reparación “consiste en la reconstrucción histórica. resarcimiento pecunia-
plena restitución: resta- rio de cada situación in-
blecimiento de la situación dividual, sino que, sobre
anterior y reparación de todo, aspectos tendien-
las consecuencias que la violación produjo, y el pago tes al alojamiento y reconocimiento de lo acon-
de una indemnización (...)” (Res. 2005/35 ONU, tecido y sus consecuencias, en el contexto de las
2005). En este sentido destacamos el lugar que políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
le ha sido otorgado a esta conjunción por la doc- Justamente a partir de estas políticas, y ha-
trina, entendiendo que “la indemnización es ape- biendo mencionado aquellos efectos que tam-
nas una forma de reparación” (Gordillo, 1999:10). bién en las instituciones el Terrorismo de Estado

94
provocó, deseamos situar la importancia del po- do en más de cinco años de labor constante, llevó
al Centro Ulloa a la elaboración de dicho Protoco-
sicionamiento de los trabajadores de la salud en
lo, con el valioso consejo y colaboración del Juzga-
las mismas. En este sentido, se vuelve imperati- do Nacional en lo Criminal y Correccional N°12, a
vo recordar que el trabajador de la salud de una cargo del Dr. Sergio Gabriel Torres.
institución pública es un agente y representante 5. La política reparatoria cobra influencia en el espa-
del Estado, teniendo por tanto un rol sustancial cio social, porque sostener, difundir y transmitir
la memoria, así como analizar los diversos impac-
en el cumplimiento de las políticas estatales.
tos generacionales producidos a partir de estos he-
Proponemos que las políticas de un Estado chos, complejiza la concepción histórica de repa-
reparador, deben ser llevadas adelante en las ración de daños, tratándose de hechos imposibles
instituciones públicas, como parte del reconoci- de ser dimensionados. El daño psíquico es una cate-
miento necesario de la problemática, tendiendo goría propia del campo jurídico que intenta esta-
blecer una referencia para medir la magnitud de lo
a su visibilización y a su incorporación en la tra-
ocasionado en un sujeto, traduciéndolo en “canti-
ma de reconstrucción histórica. En este contex- dad” de daño provocado. Desde el campo de la psi-
to, el rol del trabajador de la salud se vuelve fun- cología sabemos que ese daño no es cuantificable
damental en el proceso reparatorio, dado que su ni anticipable; no se trataría entonces de imponer
intervención, al tiempo que atiende a la singu- a las consecuencias del Terrorismo de Estado una
lectura nosológica, que denote una categoría clíni-
laridad y la salud de la persona, permite la in-
ca per se, lo cual significaría reforzar la condición
corporación de una dimensión histórico-social de víctimas, que empuja a un lugar paralizante y
ineludible en una verdadera reparación integral. sin salida. Sin embargo trabajamos en la intersec-
ción de discursos que se tocan, y donde el reconoci-
Notas miento de la categoría jurídica de “víctima” se con-
vierte en el instrumento legal a través del cual el
1. Programa CATE: fue creado el 11/11/09, a través Estado se responsabiliza por las acciones cometi-
de Resolución Ministerial 1207/09. das contra esa persona.
2. Leyes de impunidad: “Punto Final” del año 1986 y 6. La Ley 24.043 fue la primera de estas leyes repa-
“Obediencia Debida” del año 1987. Los decretos de ratorias, sancionada en 1991. Prevé una repara-
Indulto a los genocidas juzgados en el “Juicio a las ción patrimonial para las personas que estuvieron
Juntas Militares” en 1985 datan de los años 1989 detenidas a disposición del Poder Ejecutivo Nacio-
y 1990 respectivamente. nal (PEN), o hubieran sido privadas de su libertad
3. Resolución SDH N° 003/07, del 19/1/2007. por actos emanados de tribunales militares con o
4. El concepto de víctima-testigo surge como tal en sin sentencia condenatoria, dentro del periodo que
el proceso de elaboración del “Protocolo de in- va desde la declaración del Estado de Sitio el 6 de
tervención para el tratamiento de víctimas-tes- noviembre de 1974 hasta el cese del mismo el 10
tigo en el marco de procesos judiciales”, que será de diciembre de 1983. Esta ley tuvo una amplia-
presentado públicamente en los próximos me- ción en noviembre del 2009 (Ley 26.564) que am-
ses. La Secretaría de Derechos Humanos, cons- plía el beneficio a las víctimas de causas federales
ciente de su responsabilidad como órgano estatal (Ley 20840) y extiende el plazo hacia atrás hasta el
con competencia primaria en la materia, comen- 16 de junio de 1955, siempre que se identifique el
zó tempranamente a trabajar en la asistencia de accionar represivo del Estado.
las víctimas-testigos, basándose en las experien- Poco tiempo después, se sanciona la Ley 24.321
cias acumuladas por los organismos de Derechos que crea la figura de “ausente por desaparición for-
Humanos que desde hace años colaboraron con zada”, que instauró esa figura legal dando entidad
las víctimas del genocidio. Esta experiencia llevó a jurídica a las personas desaparecidas. Posterior-
interactuar con otros actores, fundamentalmente mente, mediante la sanción de la Ley 24.411, se
los operadores jurídicos encargados de la marcha estableció un beneficio económico para los causa-
de los procesos. Este trabajo conjunto, desarrolla- habientes de personas desaparecidas o asesinadas

95
como consecuencia del accionar represivo de Esta- trategias de intervención. Buenos Aires: Ministerio
do, con anterioridad al 10 de diciembre de 1983. de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la
En el año 2004, se promulga la Ley 25.914 que esta- Nación. Secretaría de Derechos Humanos.
blece beneficios para las personas que hubiesen na- • Duhalde, E. L., et. al. (2009). Acompañamiento a tes-
cido durante la privación de la libertad de sus ma- tigos en los juicios contra el Terrorismo de Estado. Pri-
dres, o que siendo menores hubiesen permanecido meras experiencias. Buenos Aires: Ministerio de Jus-
detenidos en relación a sus padres, siempre que ticia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
cualquiera de estos hubiese estado detenido y/o Secretaría de Derechos Humanos.
desaparecido por razones políticas, ya sea a disposi- • Duhalde, E. L., et. al. (2006). Consecuencias actua-
ción del PEN y/o tribunales militares; y para aque- les del terrorismo de Estado en la salud mental. Bue-
llos que por alguna de esas circunstancias hayan nos Aires: Ministerio de Justicia, Seguridad y Dere-
sido víctimas de sustitución de identidad. Debido a chos Humanos de la Nación. Secretaría de Derechos
lo restrictivo del texto de la ley en un principio, que Humanos.
solo contempla la detención en centros clandesti- • Gordillo, A. (1999). Derechos Humanos. Buenos Ai-
nos, prisión federal o militar, su lectura más amplia res: FDA.
está incluyendo a los menores detenidos incluso en • Ley 24043 (1991). Beneficios otorgados a personas
los operativos de calles o en el hogar de los que re- puestas a disposición del Poder Ejecutivo Nacional du-
sultaron víctimas de la detención de sus padres. rante el Estado de sitio. Reglamentado por Decreto
7. Decreto 1023/92. Reglamentación de la Ley N° Nacional 1.023/92.
24.043, Bs. As., 24/6/92. La Ley 25.914 aún no ha • Ley 24321 (1994). Desaparición forzada de personas.
sido reglamentada, por lo cual se rige con los mis- • Ley 24411 (1994). Ausencia por desaparición forzada.
mos requisitos probatorios que la reglamentación Reglamentado por Decreto Nacional 403/95.
de la Ley 24.043. • Ley 25914 (2004). (B.O. 30-08-2004).
8. Artículo 63.1 de la Convención Americana de De- • Ley 26564 (2009). Ampliatoria y complementaria so-
rechos Humanos, instrumento que goza de jerar- bre beneficio por Desaparición Forzada de Personas.
quía constitucional de conformidad al artículo 75, • Macha, M. (2010). Hacia la construcción de una Red
inciso 22 de nuestra Carta Magna. Nacional de Acompañamiento y Asistencia a Quere-
9. Ver “Principios y directrices básicos sobre el dere- llantes y Testigos víctimas del Terrorismo de Esta-
cho de las víctimas de violaciones de las normas in- do. En Acompañamiento a testigos en los juicios contra
ternacionales de derechos humanos y del derecho el Terrorismo de Estado. Estrategias de intervención.
internacional humanitario”. Resolución 2005/35 Buenos Aires: Ministerio de Justicia, Seguridad y
de la ONU sobre tratamiento de víctimas de viola- Derechos Humanos de la Nación. Secretaría de De-
ciones de DDHH. rechos Humanos.
• Martínez, V. comp. (1987). Terrorismo de Estado.
Referencias bibliográficas Efectos Psicológicos en los niños. Buenos Aires: Edito-
rial Paidós.
• Causa 13/84, Juicio a las Juntas Militares. • OEA. Convención Americana de Derechos Humanos.
• Constitución Nacional de la República Argentina. • ONU (2005). Principios y directrices básicos sobre el
• Dabas, E., Najmanovich, D. (1995). Una, Dos, mu- derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las
chas redes: Itinerarios y afluentes del pensamiento y normas internacionales de derechos humanos y de vio-
abordaje en redes. Recuperado de: http://www.fts. laciones graves del derecho internacional humanitario
uner.edu.ar/area_ts/lecturas/redes_dabas_najma- a interponer recursos y obtener reparaciones. (Resolu-
novich.pdf ción 2005/35)
• Decreto Presidencial N° 141, del 9/2/2011, Crea- • Resolución Ministerial Nº 1207/09, creación del
ción del Centro de Asistencia a Víctimas de Viola- Programa de Consecuencias Actuales del Terroris-
ciones de Derechos Humanos, “Dr. Fernando Ulloa”. mo de Estado.
• Duhalde, E. L., et. al. (2010). Acompañamiento a tes- • Ulloa, F. (1986). La Ética del analista ante lo sinies-
tigos en los juicios contra el Terrorismo de Estado. Es- tro. Revista Territorios. N° 2.

96
Sección Debates

En el campo de la salud mental, una serie de impedido la visualización y el crecimiento de


acontecimientos acaecidos entre fines del 2010 emprendimientos muy valiosos que dentro de
y agosto del presente año nos posibilitan mirar algunos servicios o paralelos a ellos se han desa-
con esperanza los cambios que venimos recla- rrollado en esas instituciones.
mando en el sistema de atención a la salud men- Creemos que los tres acontecimientos que va-
tal. Estos acontecimientos instalan una nueva mos a presentar en esta sección: la creación de la
manera de concebir y de operar en este campo. Dirección de Salud Mental y Adicciones, la Ley
Conocida es nuestra posición en relación a Nacional de Salud Mental y la conformación de la
la manicomialización y a la institucionaliza- Unidad de Letrados, que se desprende del art.22
ción que producen las instituciones monovalen- de la nueva Ley Nacional son producto de una
tes psiquiátricas en las personas internadas. La lucha histórica en este campo realizada por di-
des-subjetivación, la cronificación de los males- versos actores sociales. Su conjunción y la tarea
tares y las condiciones cotidianas de un vivir no puesta en marcha, con gestiones comprometidas
digno, alejan a estas instituciones de cualquier con el ideario de la salud mental comunitaria,
palabra que pueda acercarse a la idea de salud. nos permiten constatar que un nuevo panora-
Incluso esa siniestra fortaleza manicomial ha ma se abre en la atención de la salud mental.

97
Entrevista realizada al Lic. Yago Di Nella,
Director de la Dirección Nacional
de Salud Mental y Adicciones

Entrevistadores: María Teresa Lodieu y Leandro Luciani Conde.


18 de agosto de 2011.
(Con posterioridad a la fecha de la entrevista y del proceso de edición
hubo un cambio de autoridades en la Direción).

 Salud Mental y Comunidad: ¿Cuáles son las mos ocho años y sumado a eso las políticas vin-
propuestas de la Dirección de Salud Mental y culadas a la restitución de derechos de aquellos
Adicciones? que han pasado por una situación de vulnerabi-
lidad, es decir, que han sido vulnerados en sus
Yago Di Nella: Bueno, es una pregunta muy derechos, digo esto porque los dos parámetros:
amplia esa. Nuestra propuesta tiene que ver el de inclusión y el enfoque de derecho han sido
con desarrollar una política de inclusión sani- los dos principios constitutivos de nuestra polí-
taria de las personas que tienen padecimientos tica como ejes filosóficos. Luego, en lo que res-
mentales o adictivos. En principio esa propues- pecta a las políticas en sí, a las estrategias y a la
ta no es nuestra porque sea un antojo de la po- planificación de proyectos y programas, ahí no-
lítica nuestra como funcionarios sino que tiene sotros hacemos eje en estos temas pero van to-
que ver con lo que plantea la normativa. Toda la mando distinto distintos tamices, distinto ca-
normativa nacional se apoya en normativa in- riz, de acuerdo a como se va organizando cada
ternacional que plantea que la atención de las tema en particular. Es decir, la Dirección Nacio-
personas con problemáticas de salud en general nal en este momento tiene cinco programas: 1)
deben ser atendidas con base en la comunidad un programa vinculado a la prevención del alco-
y cada vez más se institucionaliza una forma de hol que está aprobado por resolución ministe-
trato que tiene que ver con sostener a las per- rial; 2) un programa de trastornos mentales se-
sonas en su núcleo de vida comunitaria. Enton- veros -que así se llamaba incluso antes de que
ces, el concepto de inclusión es un concepto que surgiera la ley-, que es un programa creado por
se ha vuelto una política de estado en los últi- resolución ministerial y destinado específica-

98
mente a la inclusión socio sanitaria de personas de justicia. 5) Y después hay un quinto progra-
con padecimientos mentales severos. 3) Un ter- ma que acaba de aprobarse hace poco menos de
cer programa fuerte, muy fuerte, que es una ley un mes que se llama PRISMA, Programa de Sa-
nacional, La Ley de Atención Primaria de la Sa- lud Mental Argentina, programa interministe-
lud Mental que fue aprobada en 2001 y la pusi- rial que trabaja lo que respecta a la atención de
mos nosotros en vigencia a partir de la creación personas con padecimientos mentales pero que
de la Dirección recién en el 2010... pasan por un proceso penal ya sea un proceso
o una sentencia de inimputabilidad o un proce-
 SMyC: ¿Qué posibilita esta ley? so penal pero que la persona tiene un trastorno
Yago Di Nella: Esta ley está en proceso de re- mental severo también.
glamentarse, nosotros presentamos una pro-
puesta de reglamentación que está circulan-  SMyC: ¿Qué significa PRISMA?
do por la vía administrativa del Ministerio para Yago Di Nella: PRISMA es la sigla, es Progra-
luego poder pasar a la esfera de la Presidencia ma Interministerial de Salud Mental Argenti-
de la Nación. Esta ley articula un programa que no. Y los ministerios que participan son el Mi-
ha sido creado por esta por esta ley que detallo nisterio de Justicia y de Derechos Humanos y el
luego. 4) El cuarto programa que trabaja los as- Ministerio de Salud. Nosotros estamos a cargo
pectos vinculados a justicia, salud mental y de- de ese programa y lo que estamos haciendo es
rechos humanos, y consta básicamente dos uni- atender en el marco del Sistema Penitenciario
dades de trabajo, una unidad de trabajo que se Federal a las personas con trastornos mentales
está encargando de todo lo que refiere a la ca- severos o con régimen vinculado, o sea que tie-
pacidad jurídica de las personas en el marco de nen una causa por inimputabilidad, ya sea que
la nueva Ley Nacional de Salud Mental y de la esté en proceso o ya con sentencia. Este progra-
Convención de los Derechos de las Personas con ma acaba de crearse y es realmente revoluciona-
Discapacidad. La tarea de este equipo en parti- rio, ningún país en nuestra región cuenta hoy
cular, es evaluar personas que a criterio del po- con un programa interministerial para atender
der judicial requieren una re-evaluación en su estos casos, que en general han sufrido –como
capacidad jurídica, que son insanas o inhabili- ocurrió en nuestro país– dos tipos de procesos:
tadas o a quienes se les ha iniciado juicio, y en o se penitencializaba la atención de personas
este punto nuestro equipo realiza una evalua- con padecimiento mental, inimputables, o se
ción interdisciplinaria que se le entrega al poder psiquiatrizaba la atención de los presos. Antes
judicial. Esto tiene que ver también con que hay teníamos psiquiátricos con una unidad penal o
dificultades dentro del poder judicial para cons- cárceles con una unidad psiquiátrica adentro,
tituir equipos de evaluación entonces, le solicita como era en el Borda una unidad psiquiátrica
a la autoridad de aplicación – que somos noso- penal, la Unidad 20, que ha sido desarmada, o
tros – una evaluación de este tipo. Y otro sube- la Unidad 27 del Moyano para el caso de las mu-
quipo, que está trabajando también en este pro- jeres; o teníamos el proceso inverso que era un
grama de justicia y salud mental, es un equipo psiquiátrico adentro de la cárcel, Colón de Santa
que hace fiscalización de tratamientos. Ahí a no- Fe. Y éste es un tercer dispositivo...
sotros por indicación de la Defensoría General
de la Nación o de los juzgados intervinientes en  SMyC: ¿Con qué características?
distintas causas nos piden una evaluación sobre Yago Di Nella: Y es un tercer dispositivo que
si el tratamiento está bien indicado, si requiere está constituido por casas que tienen una segu-
o no internación la persona, si se le ha presta- ridad perimetral pero adentro de ese perímetro
do Consentimiento Informado, y en fin, lo que es una institución sanitaria. Y está por fuera de
aquí nos piden es fiscalizar si se cumple la ley estos dos ejes: ni está dentro de una cárcel, ni
para con esos casos; esto es otro programa, el está dentro de un psiquiátrico.

99
E N T R E V I S TA

 SMyC: ¿Cómo fue que se reconvirtió el recurso líticas sanitarias tradicionales, incorporando
humano que estaba en una Unidad 20 o en el el componente mental. Esto lo hacemos tanto
caso en la Unidad del Moyano? desde el Programa de Atención Primaria de la
Yago Di Nella: En el caso de la Unidad 20, los Salud Mental como desde una unidad de traba-
integrantes están recibiendo un proceso de re- jo, un equipo de trabajo que hace promoción de
capacitación y de re-asignación de funciones y la salud mental específicamente y que tiene un
además incorporamos personal sanitario del expediente de creación de programas, esto está
Ministerio de Salud. Para que realmente tam- como en trámite. Desde estos dos lugares esta-
bién el equipo sea un programa interministe- mos trabajando fuertemente para que cada uni-
rial, no solo en la formulación del proyecto. Esto dad del programa del Ministerio de Salud inclu-
ustedes lo pueden bajar por internet y mirarlo, ya el componente mental; a esto le llamamos
tiene una resolución conjunta y el programa es inclusión sanitaria del componente mental.
un programa escrito con sus componentes y de- Bueno, estos serían como los cinco grandes
más, es la Resolución 1075 del 2011, Resolución programas de la dirección y todos ellos tienen
Ministerial. Pero este es estos dos ejes centrales
un programa, para no- que comenté antes sobre

T
sotros muy importante el enfoque de derechos y
por lo que implica que es enemos un desarrollo el eje de inclusión. Hay
realmente un salto cua- de actividades en el cual la un tercer eje que me inte-
litativo revolucionario resa plantear y que tam-
Dirección de Salud Mental
respecto de cómo histó- bién atraviesa todos es-
ricamente se atendió a se suma a las políticas tos programas y es el de
los inimputables, que en sanitarias tradicionales, intersectorialidad, si no-
general era un pabellón incorporando el componente sotros analizamos cada
dentro de un penal o un mental. Esto lo hacemos uno de estos programas
pabellón con seguridad tanto desde el Programa van a encontrar que es-
dentro de un psiquiátrico tán incluidos en ellos
de Atención Primaria de la
pero no una tercera cosa, desde su propia escritura
digamos así, un dispositi- Salud Mental como desde hasta su ejecución con-
vo que atendiera la espe- una unidad de trabajo, un creta otros ministerios,
cificidad de esa situación, equipo de trabajo que hace otras oficinas, otros dis-
que es éste el objetivo. promoción de la salud mental positivos. El Programa
Una actividad que me específicamente. de Justicia incluye accio-
interesa plantear que nes con el INADI (Insti-
para nosotros es muy re- tuto Nacional contra la
levante y que desde la Discriminación, la Xeno-
Dirección intentamos intervenir, desde un en- fobia y el Racismo), con la Secretaría de Dere-
foque promocional, en todas las propuestas sa- chos Humanos; el Programa de Alcohol incluye
nitarias del Ministerio de Salud, incorporando trabajo con el Ministerio de Desarrollo Social y
el componente mental. Es decir que nosotros con el Ministerio de Trabajo, etc.; el Programa
tenemos un desarrollo de actividades en la cual de Atención Primaria de la Salud también es con
la Dirección de Salud Mental se suma a las po- el Ministerio de Desarrollo Social, con el Minis-

100
terio de Trabajo a través de los Centros de In- la vida comunitaria. Esta convocatoria destina-
tegración Comunitaria (CIC) y toda esta estra- da a trastornos mentales severos, la verdad que
tegia de desarrollo territorial de atención. Y así tiene que ver con iniciativas que nosotros he-
van a encontrar que cada una de nuestras accio- mos visto en otras épocas de como a pulmón,
nes tiene en concreto este perfil netamente in- las provincias y los municipios, sostenían, crea-
tersectorial que es el tercer eje de gestión. ban, impulsaban proyectos y no tenían un apo-
yo fuerte nacional. Bueno, esa visualización pre-
 SMyC: ¿Estas propuestas se basaron en algún via sí hizo que nuestro equipo gestara y luego
tipo de diagnóstico? impulsara y diseñara toda una propuesta vincu-
Yago Di Nella: Algunos de estos programas ya lada a que las provincias recibieran apoyos con-
existían, lo que nosotros le dimos es otra enti- cretos financieros y apoyo técnico también por
dad. Por ejemplo, la Ley de Atención Primaria supuesto, para proyectos de este tipo, sabemos
de la Salud Mental era pre-existente, lo que hi- que a efectos de la implementación de la Ley Na-
cimos nosotros fue implementarla simplemente cional es una cuestión sustancial: si no hay dis-
y no se requirió ahí hacer demasiada modifica- positivos, si no hay servicios, la ley es imposible
ción; lo que no había es voluntad para imple- de ser implementada.
mentarla, cuando digo voluntad no me refiero
a una persona en particular sino que no esta-  SMyC: Tanto la Ley Nacional como la Direc-
ba instituido como tal. Y el Programa “Alcohol ción Nacional plantean una acción claramente
No” estaba en trámite y se aprobó durante nues- basada en derechos, entonces, ¿cuáles serían
tra gestión; el Programa de Justicia ya había ac- los obstáculos o las dificultades que se fueron
ciones previas, la Mesa Federal de Salud Men- encontrando en la gestión o para una política
tal, Justicia y Derechos Humanos ya existe del que en el campo sanitario instala una lógica,
2005, y lo que nosotros en todo caso hicimos que es la de derechos humanos, que no era la
fue agregar acciones concretas vinculadas a fis- existente?. ¿Qué fue pasando con ese enfoque?
calización y a evaluación de capacidad jurídica, Yago Di Nella: Sí, está muy bien la pregunta.
además de las acciones de la Mesa Federal. Y así El enfoque de derechos tiene una buena prensa
podríamos decir, en cada uno de estos progra- en los discursos y una mala prensa en la imple-
mas lo que les dimos fue un impulso, un impul- mentación digámoslo así. Entonces el desafío
so fuerte en este sentido. El Programa, por ejem- que nosotros teníamos por delante era mos-
plo, de Trastornos Mentales Severos realizó una trar que el enfoque de derechos es implemen-
convocatoria nacional para presentar proyec- table y que además implica un salto cualitativo
tos; todas las provincias estuvieron habilitadas de ganancia respecto de las formas de atención
para presentar proyectos para crear servicios de de las personas con padecimiento mental. Ese
salud mental basadas en la comunidad. Se pre- era el desafío que teníamos y estas iniciativas
sentaron 20 provincias de las 24 y presentaron que comenté antes como la convocatoria nacio-
proyectos para la creación de: centros de día; ca- nal a proyectos, como la creación de centros de
sas de medio camino; dispositivos móviles para atención primaria a través de los CIC, como la
atención ambulatoria; servicios en hospital ge- creación de dispositivos para la prevención del
neral; proyectos de atención domiciliaria; becas alcohol, etc., todos estos dispositivos vienen a
de externación, todo un abanico de dispositivos poner en concreto ese enfoque de derechos. Es
vinculados al sostenimiento de las personas en decir, que no se trata simplemente de una filo-

101
E N T R E V I S TA

sofía sino de una visión que tiene una filosofía co. Una pregunta que nos hacían es: ¿Y a don-
pero que se vuelve concreta, que se concretiza de fueron a parar estas 1.600 personas? Porque
en dispositivos palpables vigentes y que se pue- no alcanza esto para fundamentar que se trata
den poner en funcionamiento. Porque siempre de un enfoque de derechos, no. Con otro enfo-
la crítica que recibe el enfoque de derechos es que, un enfoque de reducción de gasto, también
que es una utopía. actuó así el estado de Nueva York o el gobier-
no de Margaret Thatcher, simplemente tiran-
 SMyC: ¿Surgieron resistencias de actores so- do las personas a la calle. Entonces lo que hi-
ciales, profesionales, corporativos? cimos fue complementar este estudio con otro
Yago Di Nella: Y si, por supuesto. Porque no- estudio sobre la creación de camas en la comu-
sotros tenemos una tradición en el campo de la nidad, es decir hogares, casas de medio cami-
salud mental de la eliminación del carácter de no, centros de residencia, de pensiones, etc., y
sujeto de derechos de la persona con padeci- nos encontramos con que casi se duplicó la can-
miento. Y es así como se enseña en la universi- tidad de camas en ese mismo periodo. Y luego
dad, se trasmite en el campo de las residencias y entonces fuimos a ver qué ocurría en los hospi-
así podríamos seguir. Es decir, tenemos una cul- tales generales y nos encontramos con que las
tura de la eliminación del sujeto de derechos en camas en hospitales generales en un año subie-
tanto es ubicado en el lugar de paciente. Enton- ron cerca de un 40%. Esto sí empieza a explicar
ces, con el reduccionismo que implica como úni- por qué baja la cama psiquiátrica monovalente,
co rol posible, el rol de paciente, como único rol baja la cama psiquiátrica porque empieza a ha-
de la persona con padecimiento. Entonces efec- ber camas en la comunidad y empieza a haber
tivamente sí, claro que hay resistencia. También camas en el hospital general para atención de la
es cierto que las resistencias son cada vez meno- crisis y la vuelta rápidamente a la comunidad.
res, esto es cierto, porque va ganando fuerza el Esta es la razón por la cual ha bajando tanto la
enfoque de derechos en la medida en que se de- cama psiquiátrica tradicional.
muestra su capacidad operativa. Pero el esfuer-
zo por lograr esto es capacidad operativa y es en  SMyC: ¿Cómo hicieron para llevar adelan-
donde estamos concentrados. te estas tareas con el equipo de la Dirección,
cómo se organizaron?
 SMyC: Está complicado pensar que en tan Yago Di Nella: Eso es muy difícil, la creación
poco tiempo puedan implementar estas pro- de un organismo como esta Dirección no im-
puestas plicó la entrada e inmediatamente la constitu-
Yago Di Nella: Sí, estamos hablando de un ción de un equipo. Un equipo se tarda un tiem-
año... Nosotros hicimos en este año una pro- po en construir. Porque hay poca cantidad de
gresión de la cama psiquiátrica en Argentina, personas capacitadas para liderar un proceso
que es un indicador –no es más que eso– pero de estas características, aunque si hay muchas
es un indicador importante, y nos hemos en- personas interesadas en participar de un pro-
contrado con una sorpresa y es que este año de ceso como éste. Entonces la capacidad y las ga-
trabajo, de 10.500 camas que había a mayo del nas de participar no siempre van de la mano,
2010 a mayo del 2011 había 8.900. O sea que pero es cierto que nosotros en nuestro país –
se produjo una reducción de 1.600 camas, en el ustedes saben – tenemos la tasa de profesio-
sistema público, todo esto es el sistema públi- nal de la salud mental más grande del mundo,

102
en ningún lugar del mundo hay tantos profe- tan todos estos proyectos de los que yo les ha-
sionales de la salud mental como aquí en tér- blé. Y es un presupuesto en franco crecimiento.
minos de tasa, y ni hablar en Capital Federal,
entonces también es cierto que esa es una ven-  SMyC: ¿Qué porcentaje del presupuesto de sa-
taja relativa. Si estuviéramos en países como lud en este momento es el de salud mental?
Paraguay, como Bolivia, como Ecuador, don- Yago Di Nella: Sucede que eso es debatible,
de la cantidad de profesionales es muy baja, les voy a contar por qué. En nuestro Ministe-
también es cierto que les debe ser, supongo rio existen numerosos organismos descentra-
yo, más difícil encontrar lizados que se encargan
profesionales capaces de de atender personas con

T
liderar un proceso como problemáticas de salud
éste. No es nuestro caso, enemos una tradición en mental, una es la colonia
si hay una dificultad en el campo de la salud mental Montes de Oca; otra es el
cuanto a la capacidad de de la eliminación del carácter CENARESO, que atiende
contratación, el Ministe- personas con adicciones;
de sujeto de derechos de la
rio de Salud de la Nación otro es el Hospital Som-
no está acostumbrado a persona con padecimiento. mer que tiene un servicio
realizar políticas activas de salud mental impor-
en este campo y enton- tante, el otro es el Hospi-
ces sí tenemos un desafío permanente que es tal Posadas, que tiene un servicio de salud men-
convencer a nuestras autoridades sobre la ne- tal importante también, al menos en cuanto a
cesidad de desarrollar políticas activas lo que volumen...
quiere decir contrataciones, incorporación de
personal, etc., que al interior de un ministerio  SMyC: ¿Son las instituciones que siguieron
que está acostumbrado a que la salud mental siendo nacionales?
no es una prioridad, ahí el desarrollo de una Yago Di Nella: Claro. Entonces si uno incor-
política activa a partir de la creación de la Di- pora esos organismos descentralizados el presu-
rección Nacional por parte de nuestra Presi- puesto es importante y está rondando los 200
denta y luego la sanción de la Ley Nacional de millones de pesos anuales. Ahora si no incorpo-
Salud Mental han dado un soporte y un impul- ra esos organismos descentralizados y se queda
so importante que nos ha apoyado en ese pun- exclusivamente con el presupuesto de esta Di-
to. Pero convengamos que veníamos de más de rección Nacional, está muy bajo digamos así.
20 años, o sea desde el año 88, 98, al 2008, son Está muy bajo respecto del presupuesto gene-
más de 20 años, 22 años sin una Dirección Na- ral. El presupuesto general del 2010 para el Mi-
cional de Salud Mental. Bueno, eso ya de por sí nisterio de Salud fue de 5.600 millones y el pre-
habla de cómo el Ministerio de Salud venía en- supuesto que tuvo la Dirección Nacional en el
tendiendo este problema. 2010 fue de 25 millones... ¿se entiende? Ahora
si yo sumo todos los organismos descentraliza-
 SMyC: ¿La Dirección tiene capacidad de ma- dos estoy hablando de unos 200 millones de pe-
nejar presupuesto propio? sos, también tengo que incorporar el presupues-
Yago Di Nella: La Dirección tiene un presu- to del programa de prevención del tabaco, que
puesto propio y lo está manejando, de ahí resul- es un programa también descentralizado que no

103
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está en esta Dirección pero que tiene su presu- la República Argentina. Y emitió ya dos produc-
puesto y atiende una adicción, sin duda, enton- tos de investigación, ese mismo equipo de vigi-
ces qué es lo que quiero decir: es relativo. Si uno lancia, quiero decir con esto que nosotros consi-
incluye todos estos otros organismos descen- deramos que estamos teniendo un trabajo firme
tralizados del Ministerio y fuerte desde el pun-
está con un presupuesto to de vista de la creación
comprensible, digámos- de un sistema de vigilan-
lo así, dentro de una ló-
gica... está dentro del 5%. E l estudio realizado ahora
cia que nuestro país prác-
ticamente no tenía en
Si sumaría todo está ron- es sobre cama: de cama lo referido a salud men-
dando entre el 4.5 y 5%, en sistema monovalente, tal y adicciones. Enton-
entonces, por supues- polivalente y camas en el ces creemos que estamos
to que la Ley Nacional sector comunitario, encaminados al respecto
dice que en tres años hay pero estamos partiendo
pero nos debemos una
que llegar al 10%, bue- de un piso muy bajo, no
no fenómeno, pero digo investigación más exhaustiva es para contentarnos con
arrancar con un piso del sobre la calidad de la esto. Nuestro país prácti-
5% no está mal. No mu- atención en los servicios que camente no contaba con
chos países pueden de- es otro aspecto a mirar. información epidemioló-
cir esto. Ahora, si yo digo gica sobre salud mental
no, pero eso son institu- a nivel país, salvo algu-
ciones descentralizadas nos desarrollos que te-
que no están bajo la órbita de la Política Públi- nía alguna provincia, les estoy contando todo lo
ca de Salud Mental, que sería como una opción que hicimos pero contábamos con la ventaja de
restrictiva para entender esto, y ahí si estamos que no había nada, entonces muy rápidamente
todavía lejos. Aunque es cierto que la Dirección podemos hacer diferencia por decirlo de algún
Nacional ya para este año ha recibido un aumen- modo. La información con la que cuenta hoy el
to que llega al doble del presupuesto del 2010, es país ya es una información aceptable, tenemos
decir, quiero decir que es relativa esta discusión. una estimación de prevalencia, una información
sobre sistemas, sobre camas, un boletín de in-
 SMyC: La información en salud en Argentina formación sobre la problemática del alcohol que
es problemática y en particular en salud men- es la primera problemática de salud mental en
tal, ¿cómo están actuando ustedes? términos epidemiológicos en este país y un bo-
Yago Di Nella: Nosotros creamos una Uni- letín muy exhaustivo sobre la temática de suici-
dad Epidemiológica de Salud Mental inmediata- dio, que no es la primera en prevalencia pero sí
mente cuando se creó la Dirección y estableci- la primera en gravedad en términos de la morta-
mos una línea de base para el desarrollo de esa lidad en Argentina por supuesto. Además tene-
política pública. El equipo de epidemiología em- mos un boletín sobre enfermedades de deterio-
pezó a emitir un boletín, salieron hasta ahora ro cognitivo que afecta también a un importante
cinco números, yo ahora se los voy a dejar a us- sector de la población, básicamente adultos ma-
tedes para que lo tengan, y está en impresión un yores pero éste es el quinto boletín. Y ahora es-
sexto que es sobre salud mental en la infancia en tamos sacando el sexto sobre salud mental en la

104
infancia. Quiero decir vamos tratando de tomar formación consolidada, con mucha experiencia
las principales temáticas vinculadas a la cues- en terreno. Logramos esto que es fruto de esta
tión epidemiológica en salud mental. mecánica de selección mediante convocatorias.
En esta Dirección prácticamente no han ingre-
 SMyC: ¿Y en relación a la investigación de ser- sado personas que no fuera por esa vía, práctica-
vicios? mente porque algunas personas han llegado a la
Yago Di Nella: De servicios todavía nos debe- Dirección por lo que se llaman pases o adscrip-
mos una investigación sobre servicios, estamos ciones o circulación intraministerial, entonces
avanzando. El estudio realizado ahora es sobre hay algunas excepciones desde ese punto de vis-
cama: de cama en sistema monovalente, poliva- ta pero las inclusiones nuevas han sido siempre
lente y camas en el sector comunitario, pero nos casi exclusivamente mediante convocatorias
debemos una investigación más exhaustiva so- nacionales. Incluso, hemos favorecido que esta
bre la calidad de la atención en los servicios que modalidad la realicen las provincias, por ejem-
es otro aspecto a mirar. plo, creamos un sistema que llamamos sistema
de relocalización de recurso humano; cuando
 SMyC: En relación a la formación del equipo, una provincia tiene lugares vacantes de residen-
el equipo básico para llevar adelante todas es- cia, de contrataciones, de planta o lo que fue-
tas propuestas ¿Cómo hicieron para imbuirlo re, nos gira a nosotros el pedido y hacemos la
de todas estas ideas? convocatoria nacional y luego enviamos todos
Yago Di Nella: Nosotros hicimos dos cosas. los currículos que se presentaron para ese cargo
Por un lado, cada vez que creamos un programa a ese lugar del interior del país. Esto es un sis-
realizamos una incorporación importante de tema que venimos usando, que nos está yendo
profesionales mediante una convocatoria abier- muy bien, que nos ha dado muy buenos resul-
ta; en este país en el cuál la mayoría de las per- tados porque además permite del lugar donde
sonas son contratadas vía contactos personales, hay sobrecarga de profesionales –que es de don-
nosotros hemos tratado de romper ese circui- de generalmente se presentan- la zona metro-
to e hicimos no menos de cinco convocatorias politana, la zona cordobesa o Rosario que son
de profesionales para distintas acciones o pro- los tres centros de formación más importan-
gramas. Son muy tortuosas porque como es tan tes y donde sobreabundan la cifras profesiona-
grande el campo de la salud mental en cuanto a les, se trasladan a vivir a lugares donde no hay
la cantidad de profesionales cada vez que anun- profesionales, donde nadie hasta ese momento
ciamos una convocatoria se presentan cientos quería ir a trabajar. Este trabajo que es el sis-
de personas, en una se presentaron mil perso- tema de relocalización nos está dando muchos
nas para un lugar donde se cubrían 20 cargos. O frutos también hacia el interior del país, que no
sea que el trabajo es muy tortuoso pero también solo lo hacemos para nosotros sino que también
es muy gratificante desde el punto de vista de lo hacemos hacia el interior. Y otra cosa que he-
que uno realmente puede elegir, tiene opciones. mos hecho que a mí me llena de orgullo en este
Constituimos equipos de evaluación neutrales punto, es que hemos incluido en el equipo de la
que son terceros, y estos equipos han seleccio- Dirección Nacional, usuarios y familiares como
nado las personas que parecían más acordes a parte del equipo de la Dirección. Esto también
esa función y nos hemos encontrado siempre para nosotros es importante y estamos inten-
con personas con formación de posgrado, con tando también transferirlo a las provincias, que

105
E N T R E V I S TA

incorporen como miembros del equipo de ges- para llegar a un efector de salud mental. Esto
tión a familiares, a ex-usuarios y a usuarios del lo estamos haciendo por provincias en base a
sistema de salud mental. las provincias que por supuesto están interesa-
das en este tipo de acción, que son la mayoría
 SMyC: Yo quería preguntar sobre dos temas a decir verdad, y ya estamos con procesos muy
en relación con estos programas ¿cuáles son avanzados en algunas de ellas como Chaco, Mi-
las políticas que están desarrollando en rela- siones. En Chaco se han creado 23 equipos en
ción a la atención primaria en salud, como por 23 CIC, en Misiones 27 equipos en 27 CIC, que
ejemplo las actividades en los CIC, y si tienen implica un volumen de personas incorporadas,
un programa concreto de externación? imagínense que por cada equipo hay cinco per-
Yago Di Nella: El Programa de Trastornos Se- sonas, dos profesionales y tres o cuatro opera-
veros es el que tiene la política de externación. dores comunitarios por CIC.
Básicamente el lineamiento tiene que ver con
la creación de centros de día; de casas de me-  SMyC: ¿Qué disciplinas?
dio camino, de casas de convivencia y de dispo- Yago Di Nella: Las disciplinas tienen que ver
sitivos de seguimiento comunitario. Esto se en- con la lógica del CIC. En el CIC cuando nosotros
cuentra, junto con becas de externación a los llegamos siempre hay alguien contratado por
pacientes que estén en condiciones de externa- médicos comunitarios, por el Programa Médi-
ción, del lado del sistema de externación. Por el cos Comunitarios, personal puesto por la pro-
lado de atención primaria, lo que estamos fa- vincia o por el municipio. Nosotros lo que hace-
voreciendo ahora es que la atención primaria mos es complementar ese equipo ya existente
se aleje de todo el sistema de salud, o sea del con las profesiones que no estén. Entonces de
primer, del segundo y del tercer nivel. Sabemos repente puede ser que incorporemos un psicó-
que el primer nivel es lo que más falencia tiene logo, un trabajador social o un psiquiatra y un
en nuestro país en términos de la accesibilidad, antropólogo, o un trabajador social y un soció-
es decir, que la mayoría de las personas del país logo, depende lo que ya hay preexistente en ese
tiene que trasladarse a una gran capital, para lugar. Entonces el equipo CIC no está definido
recibir atención. Entonces el esfuerzo que es- sino por lo que ese CIC necesita. No está prefi-
tamos haciendo es que a través de los CIC que gurado por nosotros que profesiones vamos a
se están desarrollando en todo el país, aparezca incorporar ahí aunque sí tenemos previsto que
la posibilidad desde un enfoque intersectorial sea cualquiera de las profesiones que contri-
que caracteriza estos Centros de Integración buyan al campo de la salud mental. Por ejem-
Comunitaria, de montar en cada uno de ellos plo, en el caso de los CIC que están en el Impe-
un equipo nuestro con financiamiento nacional netrable Chaqueño que sabemos que conviven
para, en conjunto con la provincia, nutrir cada comunidades aborígenes de las comunidades
uno de estos CIC de un equipo que permita una originarias, estamos promoviendo que haya
atención cercana en esa misma comunidad. En- disciplinas vinculadas a ello: antropología, so-
tonces estamos buscando que todo núcleo de ciología y demás. Distinto es en un lugar urba-
convivencia, que sea un pueblo entre 10.000 no, de la zona metropolitana aquí donde quizá
– 20.000 habitantes, que tenga un CIC con su tiene que ver más el trabajo intersectorial con
equipo de modo tal que las personas no tengan la inclusión de trabajadores sociales, es decir,
que estar trasladando kilómetros y kilómetros depende entonces el lugar.

106
 SMyC: ¿Qué políticas piensan llevar adelante des del Estado pueda ir modificando una currí-
en relación a la formación de profesionales al cula que históricamente ha estado desvinculada
nivel del contacto con universidades? Tenien- de las necesidades de la comunidad.
do en cuenta que hay déficit desde esa pers-
pectiva comunitaria.  SMyC: Esta es una tarea compleja
Yago Di Nella: Sí, nosotros venimos traba- Yago Di Nella: Es una tarea muy compleja
jando con los nucleamientos vinculados a las porque requiere el respeto de la autonomía uni-
carreras más tradicionales en el campo de la versitaria, lo que nosotros estamos haciendo
salud mental, es decir, las Facultades de Psico- humildemente es acercarles las necesidades del
logía, de Medicina y de Trabajo Social que son Estado. Y en ese diálogo estamos.
como las tres grandes disciplinas, por supuesto
las otras también, pero en general están dentro  SMyC: Sabemos, por las actividades académi-
de estas facultades también las carreras vincu- cas que desarrollamos, que a veces es bastante
ladas al campo de la salud mental. Entonces el difícil y que la formación que se da en este mo-
trabajo que venimos haciendo es el de promover mento se aleja de lo que requiere una tarea en
la formación vía extensión para que participen el campo de la salud comunitaria.
no solo los graduados sino los estudiantes, por- Yago Di Nella: Sí, eso es cierto. Nosotros has-
que si lo hacemos vía posgrado participan solo ta hicimos un estudio en este sentido sobre qué
los graduados, entonces para también trabajar sabían los graduados al recibirse, sobre determi-
con los estudiantes promovemos acciones de nadas temáticas básicas. Entonces les preguntá-
extensión, cursos de ex- bamos si conocían la Ley
tensión, sobre políticas de Salud Mental, si cono-
cían la Declaración de Ca-
v
públicas en salud men-
tal. Estamos iniciando enimos trabajando racas, si conocían la Con-
uno en Córdoba, estamos vención de los Derechos
con los nucleamientos
realizando uno en Rosa- de las Personas con Dis-
rio, en las Universidades vinculados a las carreras más capacidad, si conocían
de Córdoba y Rosario, he- tradicionales en el campo de la Declaración de Alma-
mos realizado cursos en la salud mental, es decir, las Ata, si conocían... bue-
las Universidades del No- Facultades de Psicología, de no, y así sucesivamen-
reste, estamos en trámite Medicina y de Trabajo Social. te. Y nos encontramos
para realizar una capaci- con un desastroso resul-
tación en la Universidad tado, la absoluta mayo-
de Tucumán. Y así vamos ría de los estudiantes no
tratando por región del país de desarrollar estos es que maneja o no maneja estos importantes
cursos que permitan acercar las políticas públi- documentos, los desconoce, desconoce su exis-
cas y presentar cuáles son las necesidades que tencia o al menos dice desconocer su existencia.
el Estado tiene de formación del recurso huma- Porque uno después va y pregunta a los profeso-
no. Tratando de un poco movilizar a la Universi- res o mira los programas y resulta que está, es-
dad para que la formación de sus estudiantes se tán en los programas pero el resultado es que el
vincule más con la realidad de las necesidades y graduado cuando sale los desconoce. Más allá de
que en base a la epidemiologia y a las necesida- que se vea en alguna clase, bueno a nosotros no

107
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nos sirve como Estado que durante seis años de chner, en la tragedia del avión de la empresa Sol
cursada hayan tenido una clase sobre Alma-Ata, y ahora frente a irrupción de las cenizas volcáni-
lo que sirve que sea un eje de la formación de un cas estamos trabajando en Villa de la Angostura,
médico, que sea un eje, que la Atención Prima- estamos cerrando el informe final. Y en el vera-
ria de la Salud sea un eje de la formación, no que no realizamos una campaña, no como un dispo-
haya tenido una clase. Que haya tenido una cla- sitivo de emergencia, sino como un dispositi-
se es no cambia nada. vo de contención desde el programa de alcohol,
por el tema de las noches en la zona de la costa..
 SMyC: Varias veces te he escuchado en confe-
rencias hablar de la problemática de la forma-  SMyC:¿Y ese equipo cómo lo armaron?
ción, en la Facultad de Psicología, pareciera Yago Di Nella: Ese equipo son miembros de
que solo les interesa el trabajo privado, el con- los distintos programas que mencioné que los
sultorio y la perspectiva comunitaria es mino- fuimos tomando en función de sus conocimien-
ritaria. tos y fueron quedando afectados a la emergen-
Yago Di Nella: Si fueran profesionales liberales cia, no es un equipo especial, no es otro equi-
pero con formación en atención primaria no po, sino que son miembros de los equipos de los
sería tan preocupante. Que quiero decir con programas existentes que se les dio una capaci-
esto, que se forme un profesional pensando tación especial, muy rápida, sobre la emergen-
en el ejercicio liberal de la profesión pero ma- cia de la que se trataba. La última, en el caso de
neja la estrategia de atención primaria de la Villa de la Angostura fue una formación que le
salud, maneja los ejes de la intersectorialidad dimos dos días antes –de personas ya formadas
y el enfoque de derechos, ya sería un avance, por otra parte, no es que estaban empezando
se entiende. Pero que no sepa que es el Cono- de cero digamos– pero se les dio una formación
cimiento Informado sí me preocupa más, por- muy especial sobre atención de tragedias volcá-
que no implica el eje ideológico del ejercicio nicas, la capacitación la impartió un miembro
de la profesión tanto como el desconocimien- de la OPS. Con el apoyo de la OPS, fue el Doc-
to del otro como un sujeto de derechos. tor Hugo Cohen que nos ayudó en ese punto por
su experiencia en Centroamérica en erupciones
 SMyC: Frente al problema de las cenizas vol- de volcanes, él había trabajado mucho allá, les
cánicas, la Dirección envió un equipo de abor- dio una capacitación específica en la atención de
daje psicosocial, ¿cómo se desarrolló esa acti- tragedias volcánicas o en la cuestión de emer-
vidad? gencias vinculadas a erupciones volcánicas.
Yago Di Nella: Fueron cinco equipos, noso-
tros los íbamos rotando semanalmente, en Villa  SMyC: Yo tengo una pregunta más ligada al
de la Angostura trabajamos fuertísimo. En rea- tema adicciones. En primer lugar, ¿cuál es la
lidad tiene que ver con este eje que mencioné al explicación de que sea una Dirección Nacional
inicio de la inclusión de lo mental en todas las de Salud Mental y Adicciones?. En el sentido
políticas sanitarias. Cuando ocurre una tragedia de que las adicciones tienen que ver con pro-
como ésta nosotros inmediatamente ponemos blemas de salud mental.
a disposición un equipo para atención de emer- Yago Di Nella: Y tiene que ver con la lógica de
gencias psicosociales, trabajamos en varias de presentar el problema de modo tal de que quede
estas emergencias: en las exequias de Néstor Kir- explícitamente establecido que esta Dirección

108
incluye las adicciones. Uno puede pensar que nes es que se trata de una problemática de salud
terminológicamente es una aclaración innece- mental y por lo tanto reconociendo su especi-
saria pero no lo es si uno piensa en la historia de ficidad como las tienen las enfermedades men-
la atención de las adicciones en este país, que ha tales cualquiera de ellas, atendiendo esa especi-
estado divorciada de las políticas de salud men- ficidad, el dispositivo de intervención no tiene
tal. Entonces quiero decir que la explicación es por qué ser tan distinto. Lo que sí nosotros de-
histórica antes que terminológica o conceptual fendemos es la inclusión sanitaria de la perso-
na con una problemática adictiva o de consumo.
 SMyC: Y en ese sentido, en función de esta
respuesta, la pregunta es: ¿cuáles son las pro-  SMyC: Y para esto –lo digo un poco con la ex-
puestas concretas para el sector de la atención periencia de hace unos cuantos años, ya no sé
de adicciones que está también tildada como si se hace así– cuando trabajé en lo que era el
comunidad terapéutica o internación? CONAF (Consejo Nacional de la Niñez, Adoles-
Yago Di Nella: La propuesta que nosotros ha- cencia y Familia) en su momento, muchos de los
cemos es la misma que estamos haciendo para dispositivos para la atención de jóvenes y ado-
las personas con padecimiento mental, justa- lescentes estaban financiados, subsidiados a
mente por esta idea de que se trata de proble- través de CONAF (actual Secretaría de Niñez,
máticas que tienen su especificidad sin duda Adolescencia y Familia, SENAF), hacia casas
pero que los dispositivos de intervención no re- de internación, lo que son las comunidades te-
quieren sino la inclusión de esa especificidad rapéuticas. Entonces esta propuesta incluye
como cualquier otra, qué quiero decir, que el algún trabajo con los otros organismos para
hospital general está tan capacitado en su capa- desmontar ese dispositivo que esta tan sufrido
cidad logística para atender a una persona con Yago Di Nella: Lo que sucede es que comu-
intoxicación alcohólica o con una intoxicación nidad terapéutica se le llama a cosas muy dis-
con cualquier otra sustancia como para atender tintas: hay dispositivos que se les llama co-
a una persona con una munidad terapéutica y
crisis aguda. Que un cen- que son centros milita-
res y hay dispositivos a
c
tro de atención comuni-
taria puede hacer trabajo omunidad terapéutica se le los que se les llama co-
de prevención y de aten- munidad terapéutica y
llama a cosas muy distintas:
ción ambulatorio como son granjas abiertas, es
lo puede hacer para cual- hay dispositivos que se decir que es un proyec-
quier otra problemáti- les llama así y son centros to en realidad agríco-
ca. Y así sucesivamen- militares y hay dispositivos la con un dispositivo de
te, es decir, que desde el del mismo nombre que son contención y que son
punto de la logística no granjas abiertas. instituciones absoluta-
vemos diferencia, y po- mente abiertas, en rea-
der requerir una interna- lidad es como una cha-
ción, por supuesto, cual- cra. Bueno, y a las dos
quiera de estas problemáticas, como la requiere se les llama comunidades terapéuticas, enton-
cualquier otro padecimiento mental. Enton- ces yo primero quiero poner en crisis el con-
ces lo que estamos planteando para las adiccio- cepto, no porque este básicamente en acuerdo

109
E N T R E V I S TA

o en desacuerdo, sino porque ya se ha difumi-  SMyC: Bueno, ya para terminar ¿Cuáles se-
nado de tal forma que no es claro cuando uno rían los desafíos de la Dirección en función de
habla de una comunidad terapéutica. Primero todas estas políticas de las que hablamos?
hay que separar esto, en segundo lugar noso- Yago Di Nella: Los próximos desafíos que
tros consideramos que el mejor lugar de tra- tiene la Dirección Nacional pasan por estable-
tamiento para una persona es la comunidad. cer una Red Nacional de Atención en conjunto
Esto no quiere decir, sin embargo, de que como con la provincia y los municipios, estamos en
en todo otro trastorno mental se requiera un ese camino tanto en el primer como en el se-
periodo de internación gundo y en el tercer ni-
para que la persona pue- vel de atención en base
al financiamiento que la
L
da sostenerse luego en
la comunidad. Pero con os próximos desafíos que Dirección Nacional está
ese objetivo, el problema proveyendo a los distri-
tiene la Dirección Nacional
es cuando la comunidad tos, a cada uno de los dis-
terapéutica reemplaza pasan por establecer una tritos que están intere-
a la comunidad de ori- Red Nacional de Atención en sados en desarrollar esta
gen y no hay ninguna es- conjunto con la provincia y política. El primer nivel
trategia para la devolu- los municipios, estamos en claramente es a través de
ción a la comunidad sino ese camino tanto en el primer los CIC, el segundo nivel
que simplemente es que tiene que ver con forta-
como en el segundo y en el
pase un tiempo en un lu- lecer el Hospital General
gar de encierro. Ahora tercer nivel de atención en y el tercer nivel con los
bien, nosotros nos en- base al financiamiento que dispositivos alternativos
contramos con comuni- la Dirección está proveyendo a la cama monovalente,
dades terapéuticas que a los distritos. es decir, las casas de me-
trabajan todo el tiem- dio camino, los centros
po para que la persona de día, los albergues noc-
se inserte laboralmente, turnos, etc. Todo esto
se incluya educativamente, se capacite, se res- conforma el principal desafío que es la accesi-
tituya a la comunidad, que se sostiene en sus bilidad a los servicios por parte de la población.
vínculos primarios, etc.. Entonces ahí habría El principal problema que tiene nuestro país,
que ver si cabe el nombre “comunidad terapéu- y eso no lo decimos solo nosotros sino que los
tica” al menos no en el mismo sentido de aque- organismos internacionales, es la accesibilidad
lla otra de funcionamiento militarizado que a servicios cercanos a la comunidad. Este es el
tiene por único objetivo tener encerrada a la principal desafío porque ese es el más costoso,
persona. Ahí hay que introducir grises en este el más complejo, el más difícil, requiere un me-
punto quiero decir, insisto en el mismo crite- diano y largo plazo. Ahora lo urgente es empe-
rio y nosotros allí nos ponemos en el lugar de zar a implementar la ley y que sean reconoci-
la ley, la Ley de Salud Mental, plantea que la in- dos como sujetos de derechos las personas con
ternación es un último recurso, admisible para padecimientos mentales, ese sí es un corto pla-
aquellos casos en los que no hay otra alternati- zo y tiene que ver con implementar la ley y su
va menos restrictiva. reglamentación, que está próxima a salir y en

110
ese punto ahí tenemos un objetivo ya de corto Yago Di Nella: La ley de drogas nos excede... y
plazo. Y el otro gran desafío es integrar la polí- sí, si la tensiona. La ley de drogas tiene un pro-
tica de salud mental con la atención de perso- blema básico y es que acusa a la persona con pa-
nas con problemática de consumo. Romper esta decimiento de su padecimiento, este sería el
vieja bifurcación que lleva incluso a estos casos punto básico. Nosotros estamos por una des-
ridículos de los “duales”, los llamados duales, criminalización de las personas que tienen con-
cuando hoy en día es casi imposible encontrar- sumo de sustancias, que quiero decir con esto,
se a una persona que no tenga una y la otra pro- que lo que reclamamos es que el derecho de es-
blemática. Es decir, una persona con problemá- tas personas sea a ser atendidos no a ser ence-
tica adictiva en la absoluta mayoría de los casos rradas. Entonces la criminalización confunde el
tiene un problema de trastorno mental y la ab- problema porque desplaza del eje sanitario al
soluta mayoría de las personas con trastornos eje criminal a una problemática que claramente
mentales tienen alguna problemática de con- es una problemática sanitaria.
sumo, aunque más no sean psicofármacos. Hoy
en día plantear este carácter dual como si fue-  SMyC: ¿Se puede hacer alguna propuesta en
ran dos asuntos distintos, que en algún caso relación a la ley de drogas?
comparte ambas problemáticas, es un absur- Yago Di Nella: Ahí ya hay varias propuestas de
do y nosotros estamos muy comprometidos en reforma a la ley de drogas. Yo creo que si no hu-
trabajar esto como una política única para las biera sido este año un año electoral ya hubiera
personas porque se trata de eso, de personas. estado en el tapete. Yo creo que estamos en muy
Los que hacemos esta separación analítica so- buen camino para una modificación de esa ley.
mos los profesionales.
 SMyC: Bueno, en nombre de la Revista y de la
 SMyC: Y la ley de drogas ¿no tensiona la ley de UNLa queremos agradecer mucho toda la co-
salud mental? laboración brindada.

111
Ley 26.657: el desmontaje
del sistema represivo en salud mental

Leonardo Ariel Gorbacz


Diputado de la Nación (MC), Autor de la Ley Nacional 26.657

Introducción Corporaciones profesionales, laboratorios,


corporación judicial, medios de comunicación
En qué consiste la Ley de Salud Mental y las que instalan escenarios de miedo en la socie-
políticas que se han comenzado a implementar dad o amplifican miradas medicalizadoras de los
desde el Ministerio de Salud de la Nación a par- problemas mentales, negocios instalados a par-
tir de su sanción? En desmontar el aparato re- tir de las internaciones prolongadas, y podría-
presivo que se ha montado, a través de la histo- mos continuar, constituyen factores de poder
ria, sobre las prácticas en Salud Mental. Ni más que organizan con precisión un sistema acorde
ni menos que eso. a sus propios intereses, cuando enfrente no hay
Sea por decisiones políticas tomadas en su una política pública que reorganice el campo de
momento por los gobiernos, o por ausencia de acuerdo a los intereses populares.
ellas, se ha ido consolidando un sistema aceita- El proceso de discusión de la Ley Nacional,
dísimo de represión de las personas con padeci- primero en Diputados y luego en Senadores, es-
mientos mentales. Porque está claro que la au- cenificó esa discusión, poniendo a uno y otro
sencia de decisiones políticas tomadas por las lado de la propuesta a actores que representan
autoridades no impide que el campo, en este intereses bien distintos:
caso el de la salud mental, se organice en torno Organismos de Derechos Humanos, aso-
a los poderes reales que lo atraviesan. ciaciones de usuarios y familiares, organiza-

112
ciones de profesionales de diversas discipli- a) El Encierro,
nas, organismos estatales como la Secretaría b) La Judicialización, y
de Derechos Humanos de la Nación, y a mi- c) La Medicalización
tad del proceso una flamante Dirección Nacio-
a) El Encierro
nal de Salud Mental y Adicciones cuyo titular,
Yago Di Nella, vino a reemplazar a un antece- El informe del CELS del 2006 no deja lu-
sor que prefirió ser portavoz de intereses cor- gar a dudas: instituciones como el Borda o
porativos antes que militar por una reforma el Moyano, con promedios de internación de
estructural del sistema. alrededor de 10 años, para dar solo el ejem-
Del otro lado, corporaciones médicas que ya plo de dos instituciones que todos conocen.
se habían opuesto en la Ciudad de Buenos Aires Diez años de internación de promedio! cuan-
a la Ley 448, segundas y terceras líneas de la SE- do ninguna patología o crisis en salud mental
DRONAR (Secretaria de Programación para la justificaría internaciones más allá de los 30 o
Prevención de la Drogadicción y la Lucha con- 60 días como mucho. Manicomios y colonias
tra el Narcotráfico) –organismo estatal toda- en más de la mitad de las provincias del país,
vía afecto a políticas represivas en materia de 25 mil personas en total según ese informe en
adicciones-, una curiosa Comisión Directiva de la Argentina. Y todos los vejámenes habidos
la Asociación de Terapistas Ocupacionales (que y por haber: muertes no investigadas, abusos
por no saber interpretar el sentido de un inci- físicos y sexuales, salas de aislamiento, sobre-
so cometió un error histórico), y el Sr. Vicego- medicación, falta de tratamientos de rehabili-
bernador de San Luis Dr. Jorge Pellegrini, con la tación, etc.
paradoja de que su obra en Salud Mental en San Ese panorama, conviviendo con crecientes
Luis puede considerarse legítimamente como experiencias liberadoras: iniciativas de radio,
un antecedente de la Ley. Creo que no hay mu- arte, cooperativas de trabajo, externación asis-
cho más que eso. tida, e incluso un movimiento militante de des-
Un resultado aplastante en ambas cámaras manicomialización enfrentando activamente
(unanimidad, con una sola abstención no fun- esta situación, fueron multiplicándose en todo
damentada del Senador por la UCR Nito Arta- el país sin terminar de sustituir el paradigma
za) merece alguna mínima reflexión, después dominante.
de cuatro audiencias donde todos pudieron de-
b) La Judicialización
cir lo suyo.
Una discusión semejante, 10 años atrás, hu- La justicia ha estado omnipresente en los ser-
biese terminado al revés. La legitimidad de las vicios de salud mental, y lamentablemente el
corporaciones para discutir las condiciones del resultado de ello no ha sido una mayor garan-
campo en el que intervienen les hubiese inclina- tía para los usuarios, sino las más de las veces el
do entonces la balanza de otra manera. Hoy, la mismo límite a su propia autonomía.
sola presencia de los usuarios y familiares ava- Cuántas veces ha llegado a un servicio de sa-
lando un proyecto de Ley que ayudaron, junto lud mental una orden de internación sobre una
a muchos otros, a construir, marcó un destino persona que el propio equipo ha juzgado un ex-
distinto. ceso innecesario? Cuántas veces para revocar
esa decisión, se le exige al servicio de salud una
Los tres pilares del sistema represivo garantía de “ausencia de peligrosidad” que es un
imposible de garantizar, ya no respecto del pa-
Uno podría, a fin de sistematizar y simplifi- ciente, sino tan siquiera del propio colega del
car, dividir en 3 grandes ejes los problemas que servicio? Cuántos días, o meses, se han prolon-
debemos enfrentar para desmontar ese aparato gado indebidamente internaciones porque no
represivo a que hacíamos referencia: llega el “alta judicial”?.

113
L ey 2 6 . 6 5 7

Eso, sin hablar de la cantidad de personas la sociedad (los manicomios son un poco más
con declaraciones de incapacidad civil, decreta- difíciles de defender), porque los nuevos medi-
das judicialmente durante algún episodio agu- camentos suelen ser ubicados rápidamente por
do y que se eternizan, privando a la persona de la mayoría en el rubro de “avances científicos” y,
ejercer derechos para los que, a veces ni siquie- por tanto, son bienvenidos.
ra en ese momento agudo, estuvieron imposibi- El furor que produjo la medicalización de chi-
litados de ejercer: votar o casarse, por ejemplo. cos bajo el rótulo de Déficit de Atención con Hi-
peractividad es el ejemplo más visible y tal vez,
c) La Medicalización
uno de los más cercanos.
El avance de la psicofarmacología, que en al- Así, el trípode encierro-judicialización-medi-
gunos casos permite mejorar los tratamientos calización, constituye la base de un sistema de
en cuanto a la recuperación de la capacidad de salud mental que funciona de modo represivo,
autonomía de las personas y su inclusión social, ya sea prolongando situaciones de privación de
convive con la prescripción abusiva de psicofár- libertad, de restricción abusiva de derechos o,
macos impulsada por una industria que, una vez de manera más sutil pero tal vez más profunda,
que se agota el campo de la enfermedad para la aplastando la subjetividad en nombre de la eli-
venta de sus productos, se dedica a patologizar minación de los síntomas (no hay privación más
cualquier tipo de padecimientos, incluyendo las grave de la libertad que la privación de la propia
crisis vitales normales del ser humano, para in- subjetividad).
ducir a que sea la propia persona la que deman-
de el químico. El desmontaje
Una vez que se decide cuál es el psicofárma-
co cuya venta se quiere aumentar, se traza la es- La Ley de Salud Mental no intenta ser ni el
trategia (que incluye su difusión mediática, en principio ni el fin de nada. No es el principio
general dominical) para que la sociedad se con- porque, como lo dijimos, los intentos por es-
venza de que una serie de síntomas que la aque- tablecer acciones contrarias al statu-quo vie-
jan, forman parte de una nueva patología “des- nen de mucho antes: reconocen experiencias de
cubierta recientemente” para cuya resolución muchos años, militancia –incluyendo persegui-
existe un psicofármaco adecuado. Ni que hablar dos y desaparecidos- y leyes locales. Ni es el fin,
del rol de los laboratorios en el desarrollo de las porque un proceso político (la reforma en salud
investigaciones con que muchos médicos estu- mental no es otra cosa), no se hace de un día
dian y se forman, o en el financiamiento de los para el otro ni queda resuelto solo por una ley.
congresos donde se “demuestran” sus avances. Sin embargo, sí podemos sostener que la ley
Dudo siempre del aumento inexplicado de de- es una herramienta fundamental para avanzar
terminados cuadros en las estadísticas: pueden en el cambio.
provenir de una determinada coyuntura socio- En primer lugar, porque establece reglas de
cultural, es cierto, pero también de una estra- juego distintas, cuyo cumplimiento se les impo-
tegia de la industria que amplifica determinado ne a los actores del sistema, en particular a jue-
diagnóstico que, en clave de negocios, es sinóni- ces y ejecutores de las políticas, pero también a
mo de amplificar un mercado. los trabajadores.
Digo, además, que la medicalización, a di- En segundo lugar, porque legitima aquellas
ferencia del encierro, tiene mejor prensa en experiencias de inclusión social y defensa de la

114
autonomía que se venían realizando, muchas puestos, hasta su sustitución definitiva por los dis-
veces al borde de la legalidad. Es que, efectiva- positivos alternativos”
mente, la paradoja del trabajo en salud mental Es decir: el cierre definitivo de los monova-
es que para trabajar éticamente muchas veces lentes está expresado, pero no como un punto
había que hacerlo ilegalmente. ¿Cuántas veces de partida, sino como un punto de llegada.
se ha “dibujado” un alta haciéndola pasar por Haber establecido el cierre como punto de
permiso de salida, para que una persona pueda partida hubiese sido una bomba de tiempo con-
volver a su vida normal cuando todavía pesa so- tra la propia ley y la reforma, porque hubiese
bre ella una orden de internación no levantada? puesto a las personas internadas en una situa-
¿Cuántas veces se ha evitado poner el acento en ción de salida impuesta y apresurada, sin un plan
la gravedad de un cuadro, para evitar una orden ni alternativas para su atención psico-social.
de internación que hubiese dinamitado de en- Pero el objetivo está, y es su “sustitución defi-
trada las posibilidades terapéuticas de una per- nitiva”. Éste no es un tema menor, y aquí las re-
sona que podía establecer un buen vínculo con sistencias son otras, y complejas.
el equipo de salud? Durante el debate de la Ley, este punto era
Y en tercer lugar, porque pone en agenda de Se- atacado, “por derecha e izquierda”, para decir-
cretarios y Ministros un tema que casi nunca está lo de una manera esquemática. Algunos, criti-
en agenda, y habilita la caban que la Ley no es-
toma de decisiones políti- tableciera una fecha de
cierre y lo dejara abierto
U
cas necesarias para generar
los dispositivos que hacen na vez que se decide cuál como objetivo, una vez
falta para cambiar la bocha. desarrollados los disposi-
es el psicofármaco cuya venta
La Ley 26.657 puede tivos alternativos. Otros,
ser leída, de este modo, se quiere aumentar, se traza en cambio, criticaban que
como una herramienta la estrategia (que incluye la Ley planteara el cierre
al servicio del desmonta- su difusión mediática, en de un sistema que ellos
je del aparato represivo general dominical) para que consideran imprescindi-
de la salud mental o, di- la sociedad se convenza de ble para algunos casos.
cho de otro modo, al ser- Lo curioso es que una y
que una serie de síntomas
vicio del desmontaje de otra posición venían del
los tres grandes proble- que la aquejan, forman parte mismo grupo de oposi-
mas que la aquejan. de una nueva patología ción a la Ley.
Respecto al encierro, “descubierta recientemente” Hemos sido rigurosos
la Ley tiene una defini- para cuya resolución existe en sostener que no existe
ción más que clara: se un psicofármaco adecuado. ningún caso que no pue-
prohíben habilitar nue- da ser atendido por otro
vos “manicomios, neurop- tipo de dispositivos, in-
siquiátricos o instituciones cluyendo la internación
de internación monovalentes, públicos o privados”. en los hospitales generales. Y hemos dicho, tam-
Es decir, traza una raya. Qué hacemos con los bién, que los monovalentes tienden a crear las
que tenemos? La Ley también da una respues- poblaciones que dependan de ellos y que justifi-
ta: “se deben adaptar a los objetivos y principios ex- quen su necesaria existencia.

115
L ey 2 6 . 6 5 7

Algunos siguen sosteniendo que los monova- en salud mental, desplazada históricamente a
lentes son necesarios para la gente que no tiene instituciones totales.
familia que lo acoja, desconociendo la existencia Respecto de la judicialización, la ley procura
de alternativas superadoras como el acompaña- una reducción de su intervención para focalizar
miento terapéutico o las casas de convivencia. la accionar de la justicia en un punto preciso y
Pero desconociendo también algo fundamental: exclusivo: la protección de la autonomía de las
no le vamos a pedir al sistema de salud que re- personas con padecimientos mentales.
suelva los problemas sociales, pero sí que al me- Eso ha requerido fortalecer el rol de la justicia
nos no los produzca. Y a nadie se le escapa que el en el proceso de control de las internaciones in-
funcionamiento de las instituciones totales de- voluntarias, pero a su vez correrla de toda otra
bilita los vínculos sociales y familiares hasta ha- medida que no tuviera como objetivo proteger la
cerlos desaparecer. autonomía de las personas. Por ello se ha esta-
También nos han dicho que con esta propues- blecido que las internaciones son decisiones del
ta atacábamos “lo público”, alentando así la des- equipo de salud, no del poder judicial. Y también
confianza nacida de las reformas de los 90, donde que las externaciones son decisiones del equipo
efectivamente toda crítica tratante, que no requie-
a una política pública era ren autorización judicial.
De modo que dejan de
L
un medio para justificar
su pase al sector de los ne- a apuesta es a que la inter- existir las “internaciones
gocios privados. Bajo ese judiciales”, pero quedan en
disciplina constituya un dique
criterio deberíamos man- pie las “externaciones judi-
tener todas las políticas a una pretensión de abordar ciales”. En efecto, la justi-
públicas vigentes. Pero no. desde una dimensión preva- cia ya no puede ordenarle
El recorrido que he- lentemente biológica el pro- a salud internaciones, pero
mos hecho a partir de la blema de la salud mental. sí puede ordenarle exter-
sanción de la Ley con el naciones, si considera que
objeto de difundir sus al- hay alternativas menos
cances, nos han demos- restrictivas de atención
trado que la sustitución del sistema centrado que la internación sin consentimiento del asistido.
en los monovalentes por un sistema basado en En este punto, debemos entender que el rol de
la comunidad (atención en los centros de salud, la justicia civil (que prácticamente tiene un rol
internación en hospitales generales, centros de mínimo o inexistente en otros campos de la sa-
día, casas de medio camino, cooperativas de tra- lud) debe focalizarse en controlar el uso de una
bajo, etc.) es uno de los puntos que más resis- herramienta poderosa, en un estado de derecho,
tencias encuentra, muchas veces provenientes como lo es la posibilidad de internar a alguien en
de sectores que defienden el espíritu de la ley, contra de su voluntad. Es un control de una es-
pero (y ésta es una interpretación) les cuesta pecie de super-poder, comparable por ejemplo al
desprenderse de las identificaciones institucio- mecanismo de control de los Decretos de Nece-
nales en que se han forjado como profesionales, sidad y Urgencia. En un estado de derecho, po-
e incluso como militantes anti-manicomiales. Y der privar a alguien de su libertad (más allá de
ni hablar de las resistencias de los hospitales ge- las razones “loables”), es un atributo que requie-
nerales a hacerse cargo de la atención integral re controles precisos y un debido proceso.

116
Ahora bien, solo las líneas de fuerza de un sis- fío que la historia nos propone: cumplir con una
tema represivo explican que un control que de- Ley Nacional pero, ante todo, hacernos cargo de la
bía orientarse al uso de una herramienta por parte que nos toca en un proyecto de país cuyo ob-
parte del profesional, haya ido transformándose jetivo y fundamento central es la inclusión social.
en un control sobre la vida del usuario del ser- Y hacernos cargo de una historia, de los ac-
vicio, es decir, sobre la víctima potencial del uso tores fundamentales de esa historia, de los co-
de esa herramienta. nocidos pero también de los anónimos, que han
Respecto a la medicalización, la apuesta es a que dado lucha en momentos mucho más difíciles y
la interdisciplina constituya un dique a una preten- menos propicios, pero que nos han dejado las
sión de abordar desde una dimensión prevalente- herramientas para poder hacerlo ahora.
mente biológica el problema de la salud mental. La historia reciente nos ha demostrado que,
En este sentido la ley no solo ordena que los una vez recuperada la legitimidad de la política
servicios de atención se constituyan de manera para incidir y transformar la realidad, tareas que
interdisciplinaria, sino que el campo de las deci- parecían imposibles han sido posibles, aún en-
siones se democratice. No hay participación que frentando grandes intereses y poderes estable-
no sea participación en las decisiones. Por eso la cidos: la ley de matrimonio igualitario, la refor-
definición del artículo 3º (“la salud mental como un ma en el sistema de jubilaciones, son apenas dos
proceso determinado por componentes históricos, so- ejemplos claros de ello.
cio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos”) Digo esto porque en épocas de gran moviliza-
no es vana: constituye el fundamento central del ción social y política, el imposibilismo no es una
conjunto de la Ley, y en particular de los artículos forma de realismo sino de conservadurismo.
que exigen la marca de la interdisciplina: la de- El desmontaje del sistema represivo no se lle-
cisión de internar, la decisión de restringir dere- vará a cabo de manera armónica. Tantos años
chos a través de una declaración de incapacidad de funcionamiento han creado institucionali-
civil, la capacidad para conducir los equipos. dades complejas que funcionan inercialmente.
Esta verdadera democratización de los equi- La aplicación de la Ley será un continuo rom-
pos de salud mental, que va de la mano con una per y construir. Es tarea de cada uno de noso-
redistribución del poder que incluye central- tros cuestionar cualquier tipo de intervención,
mente a los propios usuarios, ha sido sin dudas política, judicial, administrativa o terapéutica,
la fuente de todas las resistencias al avance de la que bajo argumentos tutelares o proteccionis-
Ley, como lo fue en su momento en relación a la tas avasallen los derechos o la autonomía de una
Ley 448 de Ciudad de Buenos Aires. persona con padecimiento mental.
Sin embargo la experiencia de muchísimos La militancia por el derecho al voto, la pelea
equipos a lo largo y a lo ancho del país consti- de los compañeros de La Plata acompañando a
tuyen, a su vez, el piso de experiencias sobre el una pareja de usuarios para que se puedan ca-
cual este aspecto de la Ley podrá ir desarrollán- sar, los jueces como María Silvia Villaverde o
dose sin mayores dificultades. Graciela Iglesias, el Frente de Artistas del Bor-
da, los pibes de los centros de estudiantes que
Conclusiones arman jornadas para difundir la Ley, y tantas
cosas más, nos permiten ser optimistas.
En resumen, enfrentamos como trabajadores y Y la lucha de los que vienen remando desde
militantes del campo de la salud mental un desa- mucho antes, nos lo obligan.

117
Introducción a la Unidad de Letrados
Art. 22, Ley 26.657

Mariano Laufer Cabrera y María Teresa Lodieu


Por Resolución de la Defensoría General de la Nación, del Ministerio Público de la Defensa,
Nº 558/2011 y Nº 841/2011, la Defensora General de la Nación,
Dra. Stella Maris Martínez conformó la “Unidad de Letrados art.22 ley 26.657”.

Para cumplir las funciones encomendadas, da un abogado defensor gratuito cuya accionar
esta Unidad de Letrados es coordinada por el Dr. permite cumplir lo establecido en la Ley de Sa-
Mariano Laufer Cabrera, y está integrada por lud Mental 26.657.
abogados y equipos interdisciplinarios com- Se contempla así el derecho de estas personas
puestos por médicos psiquiatras, psicólogos y a ser escuchadas, pudiendo el abogado defensor,
trabajadores sociales. acorde a la voluntad del asistido, oponerse a la
La tarea de esta Unidad se encuadra en el internación, abreviar el tiempo de internación
art. 22 de la Ley Nacional de Salud Mental, en y/o solicitar una externación.
los “Principios de Salud Mental de las Naciones
Unidas”, y en las “Reglas de Brasilia sobre Acce-
so a la Justicia de las Personas en Condición de Referencias bibliográficas
Vulnerabilidad”, y su objetivo consiste en brin-
dar defensa técnica para las personas mayores • Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657 (B.O.
32.041/10)
de edad internadas involuntariamente por pro- • Resolución DGN Nº 558/11 y Resolución DGN Nº
blemas de salud mental -que no se encuentren 841/11, Ministerio Público de la Defensa.
bajo proceso de determinación del ejercicio de • Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y
su capacidad jurídica- en instituciones de la Ciu- para el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental,
dad Autónoma de Buenos Aires. adoptados por la Asamblea General de las Naciones
Unidas, Resolución 46/119, 17 de diciembre de 1991.
La Unidad de Letrados debe garantizar los de- • Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Perso-
rechos de los asistidos y contribuir a su externa- nas en Condición de Vulnerabilidad (Cumbre Judicial
ción e integración comunitaria, y para ello brin- Iberoamericana. Brasilia 4-6 de marzo 2008.

118
Entrevista al Dr. Mariano Laufer Cabrera,
coordinador de la Unidad de Letrados

Entrevista realizada por María Teresa Lodieu


Salud Mental y Comunidad

 En base a lo consignado en la Resolución DGN Mental), entre otros. La Unidad comenzó a ope-
558/11 y 841/11, la “Unidad de Letrados rar el 1º de agosto de 2011.
art.22 Ley 26.657” comenzaría a operar a
partir del momento en que finalizara la etapa  SMyC: ¿Tuvieron ya intervención en algunos
de capacitación intensiva para los abogados y casos?
la contración de profesionales. ¿Esta etapa ya Laufer Cabrera: Sí, en muchos. Al día de hoy
se cumplió? ¿La Unidad está operando? (23 de septiembre) hemos intervenido en casi
Mariano Laufer Cabrera: Efectivamente, esa 300 casos, y durante el mes de agosto trabaja-
etapa se cumplió, y se seleccionaron profesio- mos en más de 160 casos.
nales con experiencia y conocimiento en la te-
mática. Realizamos capacitaciones intensivas  SMyC: ¿En qué instituciones se encontraban
con participación del autor de la ley (ex diputa- las personas internadas?
do Lic. Leonardo Gorbacz), la Dirección Nacio- Por nuestra competencia legal, derivada de la
nal de Salud Mental y Adicciones, la Secretaría actuación del Ministerio Público ante la Justi-
de Derechos Humanos de la Nación, el INADI, la cia Nacional, intervenimos en casos de perso-
Oficina Regional de Salud Mental de la OPS, jue- nas internadas involuntariamente en el ámbito
ces civiles de familia, defensores oficiales, orga- de la Ciudad de Buenos Aires. Entre el subsec-
nizaciones de la sociedad civil (como el CELS e tor público y privado, según un trabajo de diag-
Intercambios), asociaciones de familiares (RED nóstico previo, tenemos relevadas cerca de 40
FUV) y usuarios (APUSSAM: Asamblea Per- instituciones que efectarían internaciones en la
manente de Usuarios de los Servicios de Salud Ciudad. Sin embargo, hasta el momento hemos

119
U nidad de L etrados

recibido comunicaciones de internaciones invo- días, y trabajar para que no se prolonguen inne-
luntarias en 19 de ellas. Estimamos que aún hay cesariamente.
una cifra “negra” importante, que se irá redu- En efecto, en el mes de agosto, en la casi to-
ciendo en la medida que el futuro decreto regla- talidad de laos casos (en un 94%) hemos logra-
mentario de la Ley de Salud Mental precise en do llegar a la persona internada dentro de los
detalle la obligación de la institución de dar avi- 3 primeros días en que se efectúa la comunica-
so inmediato a la defensa pública. ción de internación a la Unidad, en un aborda-
También, una vez creado el futuro Órgano de je muy rápido.
Revisión, seguramente a través de las activida-
des de fiscalización, aumentará el control sobre  SMyC: ¿Qué actividades están desarrollando
mayor cantidad de instituciones, y por ende, po- actualmente? ¿Las personas internadas que
dremos brindar el servicio de defensa legal gra- se conectaron con la Unidad de Letrados ha-
tuita a más personas internadas involuntaria- bían realizado anteriormente alguna deman-
mente. Según datos de nuestro primer mes de da pidiendo la externación?¿Cuál era el moti-
trabajo, el 66% de las personas internadas in- vo por el cuál no se los externaba?
voluntariamente se encontraba en instituciones Laufer Cabrera: En esta etapa de implementa-
privadas. Pero estos números son preliminares ción de la ley nos dedicamos a hacer conocer cuá-
y seguramente la tenden- les son los derechos que
cia real se irá descubrien- deben regir en una inter-
do para final de año. nación involuntaria, tan-

 SMyC: ¿Cuanto tiem- E n esta etapa nos


to a las personas interna-
das, como a los equipos
po llevaban estando in- dedicamos a hacer conocer tratantes y autorida-
ternados? cuáles son los derechos des de las instituciones.
Laufer Cabrera: Por que deben regir en una Estamos transitando
cuestiones de competen- internación involuntaria, un período de difusión y
cia y distribución de tra- conocimiento mutuo, de
tanto a las personas
bajo al interior del Mi- hacer saber a las personas
nisterio Público de la internadas, como a los que pueden ejercer un de-
Defensa, nosotros co- equipos tratantes recho con el que no conta-
menzamos la actividad y autoridades. ban antes, al menos no de
respecto de aquellas in- esta manera tan inmedia-
ternaciones forzosas que ta, y con un perfil despoja-
se produjeron desde el 1º do de abordajes tutelares.
de agosto, con lo cual todos esos casos no llega- Nosotros estamos para colaborar con el derecho
ban al mes de internación. Para las internacio- a la salud de las personas, pero también para ga-
nes involuntarias preexistentes, el servicio de rantizar un derecho que no era vislumbrado sufi-
defensa legal es brindado por otras áreas del Mi- cientemente, es decir, el derecho de esas personas
nisterio Público. El objetivo de esta asignación a ser consideradas sujetos plenos de derecho con
de competencia a la Unidad fue darle un perfil capacidad de decidir sobre sus vidas, su derecho a
de inmediatez e intervención activa, a efectos ser oídas, a defenderse legalmente, y a acceder a
de controlar las internaciones en los primeros la justicia, al igual que cualquier otro ciudadano.

120
Por eso, luego de que nuestro rol es compren-  SMyC: Los casos en los que la Unidad de Le-
dido, y que se genera confianza con las personas trados está interviniendo o irá a intervenir,
internadas, allí pueden empezar las demandas ¿cómo se garantiza una externación que brin-
de externación. Antes de la ley, no existía tan de condiciones de vida adecuadas y factibles
claramente un actor que trabajara directamente para la persona a ser externada?
para materializar las demandas de las personas Laufer Cabrera: Creo que este es el principal
internadas forzosamente. desafío que plantea la Ley, aunque no es una mi-
Sin embargo, al momento del primer con- sión exclusiva de la Defensa Pública, sino de to-
tacto (que se da en las propias instituciones, dos los actores que deben intervenir en el cam-
ya que hacemos visitas diarias a las institu- po de la salud mental.
ciones) la principal petición de nuestros de- En un primer nivel, el servicio asistencial que
fendidos no ha sido el reclamo de externa- lleva a cabo la internación es el que desde ese mo-
ción inmediata, sino otro tipo de cuestiones mento debe planificar el trabajo para la futura ex-
vinculadas al mejoramiento de las condicio- ternación, por fortalecer los vínculos de la perso-
nes de internación. En efecto, según los regis- na con su familia, con la comunidad, y en tratar
tros del primer mes de actuación, en el 33% de armar las redes de contención necesarias para
de los casos las personas expresaron su volun- que la persona pueda sostenerse, y no requerir
tad de ser externadas inmediatamente, mien- de una nueva internación si es posible evitarla.
tras que la mayoría, más del 50%, no se opuso A nivel político y ejecutivo, la autoridad de
a su internación actual (recordemos que nos aplicación (local y nacional) tiene mucho campo
encontramos por el momento ante interna- para desarrollar en esta línea, mediante el im-
ciones breves). En este primer período obser- pulso de todos los dispositivos alternativos, in-
vamos que muchos casos no se transforman termedios, comunitarios, que la ley exige para
en tiempo oportuno en una externación, en sustituir la atención manicomial, y aplicar real-
razón de una prolongación injustificada de la mente de forma excepcional la internación.
internación. La creación del Órgano de Revisión será fun-
Y esto último se da como consecuencia de la damental en este aspecto, pues podrá impulsar
falta de comprensión suficiente –por parte del y exigir diversas políticas públicas activas que
servicio asistencial- sobre el nuevo criterio de tiendan a este mismo objetivo.
“riesgo cierto e inminente” para proceder a la En los casos en que la Unidad interviene, se
excepción de la internación forzosa, a la falta trabaja para controlar que la internación forzo-
de elaboración rápida de un plan de tratamien- sa realmente se justifique, para que sea lo más
to y externación, a la falta de personal suficien- breve posible y luego pueda tranformarse en
te y la alta rotación de los profesionales tratan- una internación voluntaria, o en una externa-
tes (pues en las clínicas privadas, por lo general, ción, para que se respeten todos los derechos de
los profesionales de la salud no pertenecen a la la persona internada y no se cometan abusos.
institución, sino que dependen de la obra so- En el marco de esas acciones, y recordando
cial o prepaga, por lo que van rotando en distin- que nuestra competencia y objetivo principal es
tos efectores y no hacen seguimientos diarios asegurar la defensa de la persona mientras dure
de los pacientes a su cargo), y a la falta de tra- su internación forzosa, también acompañamos y
bajo con los lazos sociales de los pacientes, en- exigimos lo necesario para lograr condiciones ade-
tre otros motivos. cuadas en el afuera, que faciliten la externación.

121
U nidad de L etrados

 SMyC: ¿Tienen contactos intersectoriales lud mental, públicos y privados. En muchos ca-
para posibilitar que la persona a ser externa- sos nuestras gestiones y peticiones se resuelven
da ingrese a algún dispositivo (casas de con- de modo extrajudicial, planteándose directa-
vivencia, hospital de día, etc.) que cuente con mente ante los efectores y equipos tratantes, y
asistencia en salud mental? lográndose su cumplimiento sin necesidad de
una orden judicial específica.
Laufer Cabrera: Sí, recién estamos comenzan- Por lo demás, el contacto rápido con la situa-
do nuestra labor, pero estamos avanzando en ción de internación, y la labor interdisciplina-
detectar la mayor cantidad de recursos intersec- ria de la Unidad (abogados, psicólogos, psiquia-
toriales posibles para sugerir a los equipos tra- tras, trabajadores sociales), ha permitido incidir
tantes y servicios asistenciales, para apoyar la en la adopción de mejoras en las instituciones
contrucción de redes comunitarias, y lograr que y en los tratamientos, vinculadas a: evaluacio-
la tasa de internación sea lo más baja posible. nes e intervenciones terapéuticas realizadas con
Además de los contactos con dependencias mayor celeridad y continuidad, mayor actividad
gubernamentales y servicios socio-sanitarios, del área de trabajo social de las instituciones, a
nos interesa especialmente fomentar el desa- los fines de movilizar recursos en la comunidad
rrollo de vínculos con organizaciones de pares, y lograr la re vinculación con familias y lazos so-
es decir, con asociaciones de familiares, y de ciales; restricción en la aplicación de contención
personas usuarias y ex usuarias de servicios de física y cese de tal medida ante la presencia e in-
salud mental, que han transitado por la expe- sistencia del abogado; cambio y suspensión de
riencia de una internación, y tienen mucho para medicación excesiva; cese de la restricción de vi-
aportar y colaborar con las personas que actual- sitas y llamadas telefónicas; internaciones de
mente deben vivir una situación similar. menor plazo de duración; mayor atención a las
 SMyC: ¿Qué otras cuestiones quisiera agregar demandas de la persona internada, en especial,
o comentar sobre el trabajo de la Unidad? en relación a las solicitudes de externación y
traslados; aumento de la información brindada
Laufer Cabrera: Que si bien nuestra interven- al paciente respecto de su tratamiento.
ción puede generar inicialmente resistencia en Somos conscientes que solo somos un actor
algunas instituciones, en especial del sector pri- más dentro de este campo, y que el verdadero
vado, eso es parte de la adaptación cultural que cambio en el paradigma de atención, y la refor-
todo nuevo paradigma conlleva. Es que en rea- ma integral del sistema de salud mental se mide
lidad nuestra actuación puede colaborar para el a mediano y largo plazo, y depende del trabajo
correcto funcionamiento de los servicios de sa- diario de todas y todos.

122
Información
“Salud Mental y Medicina de Familia: Comunitario, sobre procesos de desinstitucionaliza-
trabajando juntos” ción en países de America Latina, y dirigirá un Deba-
te sobre Trastornos Mentales Severos en el Servicio
Conferencia temática – Granada- España- 8 al 11 de de Atención Primaria. Estas actividades no agotan la
Febrero 2012 participación de la Red Maristán, ya que varios de sus
Convocan: miembros presentarán informes de investigaciones en
• Asociación Mundial de Psiquiatría - WPA curso, conferencias y algunos talleres de reflexión.
• Asociación Española de Neuropsiquiatría –AEN Nuestra Universidad de Lanús, a través del Director
• Red Maristán (Universidades de Londres, Ingla- del Doctorado en Salud Mental Comunitaria, forma
terra; Granada, España; Nova de Lisboa, Portugal; parte del Comité Asesor de la Conferencia, junto a
Universidad Nacional de Lanús, Argentina; Univer- otros miembros de la Red Maristán.
sidad Mayor de San Simón, Bolivia; Universidad de
Londrina y Universidad Federal de Porto Alegre, Se puede consultar todo lo referido a esta Conferencia
Brasil; Universidad de Concepción, Chile). en: www.thematicconferencegranada2012.com
• Universidad de Granada, España. Para comunicarse o ampliar información, debe escri-
• Asociación Mundial de Psiquiatría Social bir a: info@thematicconferencegranada2012.com.es
• Sociedad Española de Medicina Familiar y Comuni-
taria. Posgrados:
• Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
• Gobierno de España. Doctorado en Salud Mental Comunitaria

Presidente: Dr. Pedro Ruiz - WPA El Programa de Doctorado en Salud Mental Comuni-
Presidente Comité Organizador: Dr. Francisco To- taria se realiza dentro de un convenio entre las ocho
rres González. universidades que componen la Red Maristan. De esas
universidades provienen los docentes encargados de
Este conjunto de organizaciones, tanto de profesiona- los doce seminarios del programa presencial y tam-
les del campo de la Salud Mental como de la Medicina bién algunos de los Directores de Tesis. Su dictado co-
Familiar, como la participación de organizaciones de menzó en 2002 y contó con un importante subsidio de
usuarios, junto a instituciones universitarias y la par- la Unión Europea a través de su Programa América La-
ticipación de organismos de Gobierno, obedece a una tina Formación Académica (Programa ALFA-UE). En
propuesta conjunta que se esta desarrollando desde dos oportunidades, al comienzo y final de la primera
hace años en Europa y que pretende extenderse hacia cohorte, este organismo formalizó una evaluación del
América Latina, cual es de avanzar en una mayor inte- Programa y lo calificó dentro de su ítem de “Buenas
gración de los cuidados de Salud Mental con los brin- Prácticas” en los proyectos de ALFA, con una elogiosa
dados por la Medicina Familiar, encuentro que tiene evaluación en su Pagina WEB. Igualmente fue evalua-
su lugar central en el primer nivel de atención, esto do por la Comisión Nacional de Evaluación y Acredita-
es, dentro de las estrategias de la Atención Primaria ción Universitaria (CONEAU), acreditado y Categori-
de la Salud. zado “A”, la mayor Categoría en posgrados.
Este es a su vez uno de los objetivos centrales de la re- A la fecha se desarrolla su cuarto ciclo. Han egresa-
forma de la atención psiquiátrica, transferir en todo do de la parte presencial y se encuentran realizando
lo posible los cuidados de salud mental desde el hos- sus Tesis doctorales 56 alumnos (14 de otros países y
pital psiquiátrico hacia servicios comunitarios. Y es 42 de distintas provincias de Argentina), 7 ya han de-
también uno de los objetivos de la Red Maristán, de la fendido su tesis y obtenido el Título de Doctor (cinco
cual forma parte nuestra Universidad: desarrollar in- de Argentina y dos de Brasil y Bolivia), y tres más han
vestigación desde esta nueva perspectiva a la vez que presentado sus tesis y esperan su defensa ante un Ju-
implementar formación profesional del mayor nivel rado. Este programa de doctorado está contribuyendo
en las universidades para afianzar esta nueva políti- a que nuestro país, junto a países de A. Latina esté lo-
ca en Salud Mental. grando contar con un recurso profesional y de investi-
Entre las actividades de esta Conferencia, (Simpo- gadores de primer nivel que sin duda facilitarán en sus
sios, Talleres, Conferencias), la Red Maristán pre- respectivos ámbitos universitarios o de gestión la for-
sentará tres Simposios, sobre Tratamiento Asertivo mación de otros profesionales bajo esta orientación.

123
INFORMACIÓN

Dado que para cada ciclo se selecciona un grupo de ter en Salud Mental Comunitaria, y un número mayor
postulantes, la apertura de nuevos candidatos se rea- esta elaborando sus Tesis.
liza cada dos años y una vez conformado un grupo El carácter interdisciplinario de este programa ha lo-
este realiza los seminarios presenciales. Los requisi- grado que entre sus alumnos haya Médicos, Psicólo-
tos para la postulación y admisión pueden ser consul- gos, Trabajadores Sociales, Terapistas Ocupacionales,
tados en la página Web de la Universidad. Musico terapeutas, Abogados, Sociólogos, Licenciados
en Comunicación y Licenciados en Enfermería, com-
Maestría en Salud Mental Comunitaria posición de profesiones que consideramos esencial
para la amplitud disciplinaria que tienen hoy las prac-
El Programa de Maestría comenzó en 1997, fue una ticas de cuidados y promoción en Salud Mental.
de las primeras actividades académicas de la Univer- El posgrado fue evaluado en dos oportunidades por
sidad Nacional de Lanús. Al año 2011 esta cursando CONEAU y acreditado, obteniendo la Categoría “B”. El
este posgrado la novena cohorte. Más de veinte egre- Programa y toda la información puede obtenerse en la
sados se han graduado y obtenido su Titulo de Magís- pagina web de la Universidad.

124
Secciones y pautas
El Departamento de Salud Comunitaria de la Universi- jos serán enviados a: saludmentalycomunidad@unla.
dad Nacional de Lanús inicia una publicación periódi- edu.ar
ca en el área de salud mental: Salud Mental y Comuni-
dad. Nuestro objetivo es publicar artículos originales Notas finales
del campo de la salud mental comunitaria. Refieren a comentarios que especifican o aclaran un
Queremos profundizar y difundir los conocimientos concepto o una idea expresada en el texto. Deben pre-
sobre este área y favorecer el intercambio de experien- sentarse en forma numérica, entre paréntesis y en or-
cias comunitarias orientadas a la promoción de los de- den correlativo. No deben presentarse a pie de página
rechos humanos y de la salud mental. Invitamos a los sino como nota final.
investigadores, académicos, trabajadores del campo
de la salud mental y de los derechos humanos a parti- Ilustraciones
cipar de este emprendimiento.
Salud Mental y Comunidad adopta para su publicación Se aceptarán un máximo de cinco figuras o cuadros
las normas establecidas por el Manual de Estilo de la en blanco y negro. Deben ser enviados en hoja apar-
APA (American Psychological Association) 6ª. Ed. te con su correspondiente título, uno por hoja, en el
hppt://www.apastyle.org/ programa utilizado para su confección (excel, power
point o cualquier programa de uso generalizado) y se
organizarán correlativamente con numeración arábi-
Secciones ga. La información contenida en las ilustraciones no
debe duplicar o reiterar lo expuesto en el texto del ar-
tículo. Si se hará uso de una figura o cuadro ya publi-
Artículos cado, debe explicitarse la fuente y obtener el permiso
Textos originales de investigación teóricos o de pra- por escrito para su reproducción.
xis del campo de la salud mental y comunitario. Las
investigaciones deberán estar respaldadas por institu- Agradecimientos
ciones científicas acreditadas. Los autores podrán agradecer a aquellos que hayan co-
laborado en la elaboración del texto a presentar. En
Debate caso de contar con fuentes de financiamiento, debe-
Ensayos, Conferencias, artículos que reflejan comen- rán ser explicitadas.
tarios y opiniones de los autores.
Referencias bibliográficas
Información La bibliografía citada y la bibliografía de consulta de-
Informaciones de aconteceres diversos del campo de ben presentarse en hojas separadas del texto y acorde
la salud mental y comunitario. a lo estipulado por el Manual de Estilo de la APA, 6ª.
ed. Deben presentarse en orden alfabético.

Pautas para la presentación del texto Libro completo

Se aceptan únicamente textos escritos en lengua espa- Autor, A. (Año). Título del libro. Lugar: Editorial.
ñola. Deben presentarse a doble espacio, con letra Ti- Minayo, M. C. S. (1995). El Desafío del Conocimiento.
mes New Roman 12, en hoja ISO A4, en Word (siste- Investigación cualitativa en salud. Buenos Aires: Lu-
ma operativo de Windows). Alineación a la izquierda. gar Editorial.
Las páginas no deben estar numeradas. Capítulo de un libro
Primera página: el nombre del autor/es, título de gra-
do y de posgrado, institución de pertenencia, correo Autor, A. (Año). Nombre del capítulo. En Título del li-
postal, correo electrónico de cada autor. Segunda pá- bro. Lugar: Editorial.
gina: título del artículo, resumen en español e inglés, Goffman, E. (2004). Sobre las características de las
tres a cinco palabras clave en español e inglés. instituciones totales. En Internados. Ensayos sobre la
Resumen de doscientas palabras. El número total de situación social de los enfermos mentales. Buenos Ai-
páginas no debe exceder las veinte páginas. Los traba- res: Amorrortu Editores.

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PAU TA S

Revista profesional impresa Carta de cesión de los derechos


Autor, A. (Año). Título del artículo. Título de la revis- de publicación
ta, Vol (#), pp. Junto con el envío del trabajo se deberá incluir una car-
Shramm, F.R. (2009). Violencia y ética práctica. Salud ta firmada por todos los autores con el mismo orden
Colectiva. Vol 5 (1), 13-25. de presentación del artículo con los siguientes datos: a)
Nombre y Apellido de los autores; b) nombre completo
Revista profesional digital de la institución de pertenencia de cada autor; c) autor
Autor, A. (Año). Título del artículo. Título de la revis- responsable del envío con su dirección postal, teléfono
ta, Vol (#), pp. doi: # y correo electrónico; d) texto en donde se indique que
Herbst-Damm, K.L. & Kulik, J.A. (2005). Volunteer es un texto original que no ha sido publicado ni total ni
support, marital status, and the survival times if the parcialmente y que no ha sido enviado en forma simul-
terminal ill patients. Health Psychology, 24, 225-229. tánea a otra publicación; e) que en el caso de ser acepta-
doi: 10.1037/0278-6133.24.2.225. do para su publicación en la Revista ceden sus derechos
de publicación a la Revista Salud Mental y Comunidad.
Revista en linea
Selección de trabajos
Autor, A. (Año). Título del artículo. Título de la revis-
ta, Vol (#). Recuperado de URL Todos los trabajos recepcionados serán evaluados en
Tosta Berlinck, M. (2009). La Reforma Psiquiátrica una primera instancia por el Comité Editorial a fin de
Brasileña: perspectivas y problemas. Salud Mental. determinar su adecuación con los objetivos de la re-
Vol 32 (4), 265-267. Recuperado de http://redalyc. vista, con la política editorial y con las pautas edito-
uaemex.mx/pdf/582/58212276001.pdf riales. Los textos de la Sección Artículos que se encua-
dren dentro de esta orientación, serán enviados a un
Periódico sistema de pares evaluadores en forma anónima para
su evaluación. El resguardo de confiabilidad engloba
Autor, A. (Año, fecha). Título del artículo. Título del tanto a los autores como a los evaluadores.
periódico, pp. El Comité Editorial y/o los evaluadores podrán propo-
Fava, A. et alt. (2009, febrero, 19). Una experiencia ner modificaciones al texto presentado, pudiendo los au-
desmanicomializadora. Página 12, 33-33. tores presentar nuevamente el texto para su evaluación.
Periódico en linea La revista se reserva el derecho a rechazar artículos
que no respondan a la política editorial o a las pautas
Autor, A. (Año, fecha). Título del artículo. Título del de presentación.
periódico. Recuperado de URL Se enviarán tres ejemplares de la revista al autor res-
Galende, E. (2011, junio, 9). Amor fascista, amor ponsable de los artículos publicados.
conyugal, amor romántico. Página 12. Recupera-
do de http://www.pagina12.com.ar/diario/psicolo- Departamento de Salud Comunitaria
gia/9-169714-2011-06-09.html Universidad Nacional de Lanús

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Pcia de Buenos Aires – Argentina
TEL. 54 11 6322-9200 int. 5727
La fotocopia mata al libro y es un delito. edunla@unla.edu.ar

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