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LA EDUCACIÓN AMBIENTAL Y

FORMACIÓN INTEGRAL DE LOS


ALUMNOS DE NIVEL MEDIO
SUPERIOR.

Luis Armando Ibarra Manzano


Jesús Raúl Lugo Martínez
Sergio Augusto Romero Servín

Eje Temático: EAS y pedagogía


ambiental.

Noviembre 2016

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“LA EDUCACIÓN AMBIENTAL Y FORMACIÓN INTEGRAL DE LOS ALUMNOS
DE NIVEL MEDIO SUPERIOR”
Luis Armando Ibarra Manzano (1), Jesús Raúl Lugo Martínez (2),
Sergio Augusto Romero Servín (3).
1 [Escuela de Nivel Medio Superior de San Luis de la Paz, Colegio del Nivel Medio
Superior, Universidad de Guanajuato] | armandoi78@hotmail.com| [4686882112]
2 [Escuela de Nivel Medio Superior de San Luis de Pénjamo, Colegio del Nivel
Medio Superior, Universidad de Guanajuato] | lugom@utgo.mx|
1 [Escuela de Nivel Medio Superior de León, Colegio del Nivel Medio Superior,
Universidad de Guanajuato] | sromero@ugto.mx|

RESUMEN.

La educación para el desarrollo sostenible no es un programa o proyecto en


particular, sino un paradigma que engloba las muchas formas de educación que
ya existen, por lo que la educación ambiental deberá contribuir al rescate de la
escuela y sustentar la dimensionalidad ambiental en la práctica docente, acción
que desmantela el aparato conceptual de la modernidad insustentable. Para el
desarrollo de este proyecto se trabajó con los estudiantes de Álgebra II para medir
el impacto ecológico de sus actividades cotidianas, esto formará parte del proceso
de concientización, reflexión, análisis y comprensión de lo que significa el medio
ambiente en todas sus dimensiones (social, política, económica, espiritual y por
supuesto natural) favoreciendo el pensamiento crítico, complejo y sistémico. Esto
los ayudará a entender lo que pasa (saber), a sentirse parte de la sociedad en la
que viven (deber ser) y a conocer cómo pueden participar en los procesos de
desarrollo (saber hacer), pero además, deberán desarrollar la capacidad de
aprender, todo ello en favor de su desarrollo integral.

PALABRAS CLAVE.

Educación ambiental, Educación Media superior.

EJES TEMÁTICOS: 10. EAS y pedagogía ambiental.

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INTRODUCCIÓN.

La mayoría de los programas educativos en el mundo tienden a ser diseñados por


competencias, para, entre otras cosas, tener validez institucional no sólo fuera de
la ciudad sino que trasciendan las fronteras territoriales del país e incluso en la
región y se acepte mundialmente, por lo que las escuelas carecen de una
plataforma básica traducida en una incapacidad e insuficiencia notoria de
apropiarse de los contenidos de la educación ambiental y mucho menos de
aportar desde la escuela a la educación ambiental.

La educación para el desarrollo sostenible no es un programa o proyecto en


particular, sino un paradigma que engloba las muchas formas de educación que
ya existen, por lo que la educación ambiental deberá contribuir al rescate de la
escuela y sustentar la dimensionalidad ambiental en la práctica docente, acción
que desmantela el aparato conceptual de la modernidad insustentable. La
investigación en educación ambiental revela que se requieren procesos formativos
no sólo de los propios educadores ambientales, sino de los sujetos que habitan en
una realidad determinada, y más allá de ello, se reconoce que los educadores
ambientales precisan instrumentar su labor educativa como un proceso
investigativo, que indague, descubra y replantee alternativas de transformación de
los propios sujetos y de su realidad. El trabajo de los docentes como educadores
ambientales es aún intuitivo, sin profundos procesos de reflexión, que en cierta
manera son el reflejo de la poca claridad conceptual sobre su propia
responsabilidad y coherencia metodológica, ya que su labor en muchos casos es
reproductora; son “trabajadores” (as) que cumplen con la tarea asignada y que
desarrollan una función establecida y controlada desde afuera, donde se reducen
los problemas a problemas técnicos, es “un profesor ejecutor de directrices, es un
profesor desprofesionalizado” (Gimeneo, 1989). Esto demuestra la aún vigente
necesidad de profesionalización y en especial la de los educadores ambientales.

En este sentido, la responsabilidad social universitaria es inherente a la


sustentabilidad, y es consistente, por ejemplo, con la Política Ambiental: “La UG,
consciente de su responsabilidad social y con el entorno, y en congruencia con los

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atributos del PLADI 2010-2020, asume el compromiso de trabajar con apego a los
principios y valores de la Carta de la Tierra, en la preservación de los recursos
naturales, y en la prevención, reducción y remediación de la contaminación
generada como resultado de sus funciones sustantivas de docencia, investigación
y extensión, y de gestión. Para ello, implementa un Sistema de Gestión Ambiental,
a través del establecimiento de objetivos y metas, con un enfoque
interdisciplinario, transversal, y de mejora continua, que permite el cumplimiento
de los requerimientos legales ambientales aplicables, contribuyendo así a una
cultura de sustentabilidad en el estado de Guanajuato y el País”.

En la actualidad, la educación media superior se encuentra en un proceso de


reforma integral que tiene como objetivo transformar el modelo educativo vigente,
centrado en la enseñanza- aprendizaje, que faculte para una vida ética y
productiva, que dote a los estudiantes de un universo común de conocimientos,
con sentido crítico y que responda mejor a los requerimientos del Desarrollo
Sustentable.

OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS.

OBJETIVO GENERAL. Contribuir a que los alumnos desarrollen una nueva


racionalidad ambiental con la finalidad de disminuir nuestro impacto ambiental
como parte de nuestra responsabilidad social universitaria y con el entorno, con
apego a los principios y valores de la carta de la Tierra, en la preservación de los
recursos naturales.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Manejar la metodología para identificar nuestras huellas: hídrica, ecológica


y de carbono.
Detectar acciones nocivas para el medio ambiente para poder modificarlas
o eliminarlas por completo a través de vivir un proceso transformativo que le
permita acrecentar su conciencia respecto de los valores que sustentan a la
ética ambiental.

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Fomentar la responsabilidad social universitaria en los estudiantes, para
contribuir a su formación integral, un elemento distintivo en el perfil de
egreso y que pueda transitar hacia una racionalidad ambiental que
modifique su hacer en el mundo.

DESARROLLO DEL PROYECTO EDUCATIVO DE INTERVENCIÓN.

a) DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA. En esencia se propone impulsar una


educación solidaria, que genere actitudes y comportamientos responsables y
prepare para la toma de decisiones fundamentadas (Aikenhead, 1985) dirigidas al
logro de un desarrollo culturalmente plural y físicamente sostenible (Delors, 1996;
Cortina et al., 1998). Parte importante para llevar a cabo una sensibilización de los
alumnos, es hacerlos conscientes del gran impacto que generan nuestras
acciones sobre el medio ambiente, para ello se hizo un cálculo de los siguientes
indicadores ambientales:

a) La huella ecológica, él cual es un indicador del impacto ambiental generado por


la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas
del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar
sus recursos.

b) La huella de carbono es una de las formas más simples que existen de medir el
impacto o la marca que deja una persona sobre el planeta en su vida cotidiana. Es
un recuento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que son liberadas a la
atmósfera debido a nuestras actividades cotidianas o a la comercialización de un
producto.

b) La huella hídrica es una forma de medir el impacto de las actividades humanas


en relación a los recursos de agua, señala Eduardo Vázquez, director ejecutivo del
Consejo Consultivo del Agua, A. C. "Para calcular este concepto hay que sumar el
agua que utiliza cada persona para sus diversas actividades y con la que se
producen los bienes y servicios que consume, ya que los procesos productivos
tienen implícito un consumo importante de agua".

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Una vez sensibilizados los alumnos con el impacto que genera nuestras acciones
será importante que enlisten y seleccionen una de ellas, la que tenga un mayor
impacto ambiental y que sea factible de cambiar o eliminar para reducir su huella
ecológica, por lo que durante el desarrollo de su proyecto (un semestre) el alumno
incorporará de forma definitiva un cambio en su vida cotidiana en beneficio de
nuestro medio ambiente.

b) VERTIENTE SOBRE LA QUE SE VA A TRABAJAR. Este es un proyecto


interdisciplinar (química, biología, educación ambiental) que impactará de forma
directa e inmediata en los estudiantes, ya que deberán llevar a cabo un análisis de
la huella ecológica de sus actividades, facilitando su aprendizaje basado en
proyectos.

c) DESARROLLO DE LA PROPUESTA. Este proyecto aplicó en la materia de


Álgebra II, sin modificación del programa, ya que únicamente se planteará el
proyecto y los alumnos lo desarrollaron y aplicaron en sus casas, se les dio
acompañamiento para el desarrollo del proyecto y se hicieron dos revisiones, se
analizaron los resultados, lo que les permitió desarrollar un aprendizaje Basado en
Proyectos, que se aplicará transversalmente en el curso y se desarrolló de
acuerdo a los siguientes pasos:

1. Llevar a cabo los cálculos de las huellas ecológicas como parte de la


sensibilización, para ello se les facilita a los alumnos las páginas de internet donde
pueden llevar a cabo esta tarea.

Cálculo de la huella ecológica:

http://www.tuhuellaecologica.org/

Cálculo de la huella del Carbono:

http://www.uach.cl/procarbono/huella_de_carbono.html

Cálculo de la huella hídrica:

http://www.centrodelagua.org/centrodelagua.org/www/documentos/Conoce-y-
reduce-tu-_huella-h%C3%ADdrica_.aspx

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2. Sensibilización del impacto ambiental de nuestras acciones y análisis de los
resultados obtenidos por los alumnos al calcular sus huellas ecológicas.

3. Enlistar las actividades que realizan de forma cotidiana y describir cada una de
esas actividades, poniendo atención en aquellas actividades que tengan un
impacto ambiental mayor.

4. De la lista de actividades seleccionar tres de ellas y con esta idea en mente,


hacer un análisis sobre cuál de ellas impacta en mayor grado en el medio
ambiente, y seleccionarla, justificando por qué la seleccionó y cuál será el
beneficio al medio ambiente el no volver a llevar a cabo la actividad seleccionada.

5. Se deberá hacer una evaluación sobre la posibilidad de hacer un cambio en


dicha actividad, en caso de que no sea factible, podrá cambiar la actividad por
alguna de las otras dos opciones seleccionadas.

6. Una vez seleccionada la actividad se deberá plantear un plan de acción con un


cronograma en el cual se describirá las actividades a realizar, así como el tiempo
en que se llevará a cabo (como máximo un semestre).

7. Elaborar un reporte con los resultados obtenido, con el compromiso de haber


cambiado dicha actividad de forma definitiva en su vida cotidiana.

8. Su reporte final contendrá la siguiente información: su huella ecológica, hídrica y


de carbono, antes y después de desarrollar su proyecto, descripción de la
actividad que cambiará, ¿por qué eligió cambiar dicha actividad?, su cronograma
de actividades y una conclusión fundamentada en los impactos positivos para el
medio ambiente al haber cambiado dicha actividad.

RESUILTADOS.

Se trabajó con los estudiantes de la materia de Álgebra II, con los instrumentos
electrónicos ya existentes para medir la huella ecológica y la huella de carbono,
adaptándolos al contexto de nuestra comunidad, esto formará parte del proceso
de concientización, reflexión, análisis y comprensión de lo que significa el medio

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ambiente en todas sus dimensiones (social, política, económica, espiritual y por
supuesto natural) favoreciendo el pensamiento crítico, complejo y sistémico.

Por lo que se les aplicó un cuestionario a los alumnos que actualmente cursan la
materia de Álgebra II, el grupo cuenta con 43 estudiantes con edades entre los 14
y 15 años, de los cuales el 10% vienen de comunidades rurales y el 90% restante
de zonas urbanas. Una vez que obtuvieron sus resultados al hacer el cálculo de
sus huellas ecológicas, los alumnos se dieron cuenta del gran impacto ambiental
que se genera al llevar a cabo nuestras actividades cotidianas, por lo que se pudo
sensibilizar al grupo, para posteriormente plantearles la posibilidad de contribuir a
disminuir nuestro impacto ambiental, modificando una o varias acciones de
nuestro quehacer diario.

Algunas actividades que los alumnos propusieron como factibles de cambiar son:
al salir de su cuarto apagar la luz, desconectar los cargadores (de celular,
computadoras, etc.) cuando no estén en uso, re utilizar las hojas, utilizar pilas
recargables, separar sus residuos domésticos, siendo estas las más
trascendentales. Una vez transcurrido el semestre de prueba, el 80% del 100%
inicial de los alumnos, reportaron continuar con sus acciones en favor del medio
ambiente y comentaron que continuarían con estas acciones, y que
probablemente incorporarían otras acciones más para continuar mejorando su
entorno. Del 80% de los alumnos que reportaron continuar con sus acciones
remediales el 10% reportó que estaban haciendo extensiva a sus familias la o las
actividades propuestas como remediales para el medio ambiente. En todo
momento se les dio acompañamiento a los estudiantes que inician con pequeñas
acciones y que pueden llegar a repercutir en su vida y familias, y que
posteriormente se podrán convertir en fuertes acciones de sustentabilidad en
beneficio de nuestro planeta.

CONCLUSIONES:

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La educación ambiental promueve la reflexión y el pensamiento crítico, lo que
coadyuva a reconstruir la realidad que cada día es más abrumadora. La educación
ambiental surge para el entendimiento de la complejidad de las interrelaciones del
territorio mismo, cuya consistencia y coherencia como lo señala Leff (2007)
“produce una permanente prueba de objetividad con la realidad y una praxis de
construcción de la realidad social que confronta intereses diferenciados, insertos
en saberes personales y colectivos”.

La pedagogía ambiental se recrea en las dimensiones de la sustentabilidad y


explicita la dimensión educativa como aquella en la que “la educación para la
sustentabilidad refleja la preocupación por una educación que ayude a las
personas a entender lo que pasa (saber), a sentirnos parte de la sociedad en la
que viven (deber ser) y a conocer cómo pueden participar en los procesos de
desarrollo (saber hacer), pero además, debe desarrollar la capacidad de aprender”
(Martínez- Huerta, 2010).

De esta manera se busca contribuir a la formación de sujetos conscientes que


reconozcan su naturaleza en su dimensión humana que no es ajena a la
dimensión de ciudadanía que dé muestras de pleno ejercicio de los derechos
civiles y políticos, de los derechos ambientales, económicos, sociales y culturales,
con posibilidad de una participación ciudadana (Cepal, 2002). “Éste saber
ambiental es una epistemología política que busca dar sustentabilidad a la vida;
que integra el conocimiento racional y el conocimiento sensible” (Leff).

BIBLIOGRAFÍA.

1. Arias Ortega, M. A., 2013. La construcción del campo de la educación


ambiental: análisis, biografías y futuros posibles. Editorial Panorama S.A. de C.V.
Guadalajara, Jalisco.

2. Aikenhead, G.S., 1985. Collective decision making in the social context of


science. Science Education, 69, 453-475.
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3. Cepal (2000). Equidad, desarrollo y ciudadanía. Naciones Unidas, Santiago de
Chile.

4. Delors, J. (1996.): “Los cuatro pilares de la educación” en La educación encierra


un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación
para el siglo XXI, Madrid, España: Santillana/UNESCO. pp. 91-103.

5. Gimeneo, J. S. (2007). El currículum: una reflexión sobre la práctica. Ediciones


Morata. Madrid, S. L. España.

6. Leff, E. (2007). “Complejidad, racionalidad ambiental y diálogo de saberes:


hacia una pedagogía ambiental”. En: Perspectivas de la educación ambiental
iberoamericana. Conferencias del V Congreso Iberoamericano de Educación
Ambiental 2006, Brasil. PNUMA.

7. Martínez- Huerta, J. (2010) “Educación para la sostenibilidad”. Centro UNESCO


Euskal herria. En: Manual de Educación para la Sostenibilidad.

8. Montes, J. M., y colaboradores., 2000. Los problemas del conocimiento y la


perspectiva ambiental del desarrollo. Siglo veintiuno editores. México, D.F.

9. Reyes Ruíz, J., (2010). Contornos educativos de la sustentabilidad. Editorial


Panorama. Guadalajara, Jalisco.

10. Bedoy, V. V., y Balzaretti H. K. (2011). Escuelas, docentes y ciudadanía: ecos


de la investigación en educación ambiental. En: Huellas de educación ambiental,
experiencias y reflexiones. Universidad de Guadalajara.

FUENTES DE CONSULTA.

http://www.unesco.org/new/es/education/themes/leading-the-international-
agenda/education-for-sustainable-development/education-for-sustainable-
development/

http://www.unesco.org/new/es/education/themes/leading-the-international-
agenda/education-for-sustainable-development/sustainable-development/

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http://www.oei.es/decada/accion004.htm

http://www.ugto.mx/pladi/pdf/PLADI-2010-2020.pdf

http://www.ugto.mx/entornoug/index.php/component/content/category/81-
direccion-de-medio-ambiente-y-sustentabildiad

http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf

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