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hiperglucémico
Juan Carlos Segura, Angel Fernández-Fúnez, Antonio Hernández.
1. Concepto.
La CAD es una complicación aguda y grave en la que una deficiencia absoluta o relativa de
insulina junto con un incremento de glucagón y otras hormonas contrarreguladoras, conduce a la
aparición de hiperglucemia (produciendo diuresis osmótica, deshidratación e hipovolemia) y
cetosis originando una acidosis metabólica. Su mortalidad se estima en menos del 5%.
Los factores desancadenantes de la CAD por orden de frecuencia son: infecciones (30-35%)
dosificación incorrecta de la insulina (15-30%), inicio de diabetes mellitus (20-25%),
enfermedades intercurrentes (10-20%, sobre todo abuso alcohol, IAM, ACV, traumatismos
graves, abdomen agudo, cirugía mayor, enfermedades endocrinas, fármacos -sobre todo
glucocorticoides y tiazidas-) y sin causa aparente (2-10%).
3. Clínica.
Los síntomas son: poliuria, polidipsia, astenia, anorexia, vómitos, dolor abdominal, disminución
del estado de conciencia (coma < 10 %). Entre los signos nos encontramos con: deshidratación
cutáneo-mucosa, hipotensión, taquicardia, piel caliente, respiración de Kussmaul y aliento
cetósico. El examen debe ir dirigido no sólo al diagnóstico de la CAD sino a la causa
desencadenante.
"Se debe considerar el diagnóstico de CAD en todo paciente con disminución del nivel de
conciencia o con hiperventilación".
4. El diagnóstico
El diagnóstcico se basa en los siguientes criterios: Glucosa > 250 mg/dl, pH < 7,3; HCO3 < 15
mmol/L y cetonemia positiva (> 5 mmol/l), o en su defecto, cetonuria positiva > 3+. Además se
acompaña de anión GAP casi siempre elevado y glucosuria > 3+.
Las pruebas de laboratorio a realizar de forma inmediata son glucemia, glucosuria y cetonuria
con tiras reactivas que sugieren el diagnóstico.
Son preferibles dos accesos venosos para la infusión de la fluidoterapia y la insulina por
separado.
Plantear ingreso en UCI si pH < 6,9 o K < 2 o existe complicación que lo justifique (Ej. :
IAM, sepsis).
7. Controles
Los controles que se han de realizar durante el tratamiento son los siguientes:
Horarios: glucemia capilar, TA, frecuencia cardíaca y respiratoria, PVC (si fuera
necesario), diuresis.
Cada 2, 4, 6, 12 y 24 horas: balances hídricos, controles de bioquímica sérica básica
(urea, creatinina, sodio, potasio y glucosa) y gasometría venosa.
El tipo de fluido a utilizar, en principio, será siempre fisiológico (NaCl 0.9 %). Se utiliza
hipotónico (NaCl 0,45 %) en caso de hipernatremia severa (Na >150 mEq/L) y de manera
temporal hasta descender la natremia a <145 mEq/L. Si la glucemia desciende por debajo 250
mg/dl se debe asociar glucosado al 5 % a un ritmo de 100 ml/h.
En cuanto a la velocidad de infusión del fluido será la siguiente: en la primera hora 1000 ml, 500
ml/hora en las tres horas siguientes, 250 ml/hora hora desde la 5ª a la 8ª hora y después 500 ml
cada 4 horas. Se recomienda no superar los 5-6 litros al día.
La dosis a administrar es de 10 U en bolo I.V. seguido de 0,1 U/Kg./hora en infusión I.V.
continua (50 U en 500 cc de S F 0,9 %. Ej. 60 kg x 0, 1 = 6 U/h a 60 ml/h). Si la glucemia no
disminuye >100 mg/dl en las 2-3 primeras horas, doblar la dosis, previa evaluación del ritmo de
hidratación. Cuando la glucemia es menor de 250 mg/dl, y persista acidosis, asociar glucosado al
5% a 100 ml/h y ajustar la dosis a 1-4 UI/hora de insulina regular para mantener glucemia entre
150-200 mg/dl. En caso de no estar disponible un sistema de perfusión, se recomienda la vía
intramuscular en bolos horarios.
se administraran en forma de cloruro potásico en función de sus niveles plasmáticos: si es > 5,5
mEq/l no administrar pero medir a la hora, entre 4,5-5,5 mEq/l 20 mEq/l, entre 3,5-4,5 mEq/l 30
mEq/l y < 3,5 mEq/l 40 mEq/l.
11. El bicarbonato
Las dosis a administrar dependen de los niveles del pH: sí esta entre 6.9 y 7.0, 41 mmol de
bicarbonato sódico (250 ml de bicarbonato 1/6 M) a pasar en una hora (1/6 M=0,1666 mEq/ml)
junto con 10 mEq de CLK adicionales; si el pH es < 6,9: 83 mmol de bicarbonato sódico (500 ml
de bicarbonato sódico 1/6 M) a pasar en dos horas y 20 mEq de CIK. No adicionar CLK a la
solución de bicarbonato, sobre todo si es 1 Molar, por el riesgo de precipitación. Detener la
perfusión cuando el pH sea mayor de 7,2.
Si el paciente puede comer, se prescribe dieta con calorías ajustadas al peso y repartidas en 6
tomas, aporte de líquidos según el estado de hidratación y electrolitos, controles pre- y
postprandiales de glucemia capilar e insulina pautada:
Bibliografía
6. Siperstein MD. Diabetic ketoacidosis and hypersomolar coma. Endocrinol Metab Clin
North Am 1992; 2:415-432.
1. Concepto.
viene definida por sed intensa y poliuria, con progresiva deshidratación e hipotensión, alteración
gradual del nivel de conciencia, posible focalidad neurológica reversible y coma.
Al igual que ocurría en la cetoacidosis diabética hay que intentar descubrir el factor
precipitante, que puede ser alguno de los siguientes: infecciones hasta en el 60% de los casos,
sobre todo neumonía - 40-60%- o ITU - 5-16%-, enfermedades cardiovasculares (infarto agudo
de miocardio, accidente vascular cerebral), abandono del tratamiento, pancreatitis, embolismo
pulmonar, intervenciones quirúrgicas, traumatismos, quemaduras, inadecuada ingesta de agua,
fármacos (diuréticos tiazídicos, corticoides, difenilhidantoina, antagonistas del calcio y beta-
bloqueantes) o procedimientos terapéuticos (diálisis o nutrición artificial). Típicamente, hasta en
un 30% de los casos la diabetes mellitus no estaba diagnosticada.
Los datos analíticos que encontramos en los pacientes con coma hiperosmolar son los siguientes:
glucemia > 600 mg/dl, osmolalidad en plasma > 340 mOsm/L (calculándose la osmolalidad
efectiva con la fórmula 2 x [Na][mEq/l] + glucosa [mgr/dl]/18.
4. Las medidas generales.
Las medidas generales del tratamiento de estos pacientes son similares a las de la CAD, pero
suele ser más frecuente la necesidad de catéter para determinar presión venosa central y sonda
vesical.
5. Rehidratación.
Para la rehidratación puede ser útil el calculo del déficit de agua libre mediante la siguiente
fórmula:
Se recomienda tratamiento con suero salino (0,9 %) si la natremia es menor de 150 mEq/l,
siguiendo la pauta descrita anteriormente en la CAD. Si la natremia es mayor de 150 mEq/l se
realizará tratamiento con suero salino hipotónico (0,45 %) hasta que la natremia sea interior a
150, incorporándonos en ese momento a la pauta anterior. Se recomienda no administrar más del
10% del peso corporal en las primeras 24 horas.
Una vez que el nivel de glucemia desciende por debajo de 250 mg/dl se comienza infusión de
glucosado al 5 % a un ritmo de 100 ml/h restando este volumen al salino.
6. Insulinoterapia.
En cuanto a la insulinoterapia se utilizará la pauta descrita en la CAD, aunque hay que tener en
cuenta que la rehidratación por si misma puede reducir la glucemia entre 20-80% en 12 horas,
por lo que las dosis de insulina utilizadas pueden ser menores.
7. Suplementos de potasio.
No es aconsejable iniciar tratamiento con suplementos de potasio hasta conocer sus cifras en
suero. El déficit total de este ion puede ser aun mayor que en la CAD. Los suplementos de
potasio se administraran en forma de cloruro potásico en función de sus niveles plasmáticos: si
es > 5,5 mEq/l no administrar pero medir a la hora, entre 4,5-5,5 mEq/l 20 mEq/l, entre 3,5-4,5
mEq/l 30 mEq/l y < 3,5 mEq/l 40 mEq/l.
8. Profilaxis tromboembólica
En este grupo de pacientes está indicada la profilaxis tromboembólica con heparina de bajo peso
molecular según protocolo establecido.
La transición al tratamiento definitivo se realiza de forma similar a la CAD, aunque en este caso,
tras la recuperación, los pacientes son transferidos a insulina subcutánea, habitualmente 0.5
UI/kg de insulina NPH, 60% en desayuno y 40% en cena, manteniendo este tratamiento 2-3
meses hasta evaluar ambulatoriamente el tratamiento con hipoglucemiantes orales.
Bibliografía
4. Sperstein MD. Diabetic ketoacidosis and hyperosmolar coma. Endocrinol Metab Clin
North Am 1992; 2: 415-432.