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SER SOCIAL:
Todas las personas necesitamos de compañía en nuestras vidas para formar parte de un grupo y
pertenecer a él, ya que nosotros, los hombres, necesitamos de los demás para sobrevivir. Un ser
social está y necesita estar rodeado por personas ya que así es como nos sentimos bien y
acoplados en el entorno en el que vivimos.
Todo ser individual debe aprender a integrarse con el ambiente social para convivir en una
sociedad. Dice Aristóteles: "el ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial, o es mal
humano o más que humano". Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y es ahí
donde nosotros siempre buscamos agruparnos en vez de aislarnos.
El proceso de sociabilización
Nosotros los seres humanos somos lo que somos gracias a nuestra sociedad y nuestra cultura en la
que estamos acostumbrados a convivir, así aprendiendo a moldearnos con el mismo lenguaje,
cultura, conocimientos y las formas de actuar. A esto se le llama como Sociabilización.
El humano desde el inicio de los tiempos siempre ha necesitado de compañía para sobrevivir,
nosotros tenemos tendencia a estar siempre en un entorno social rodeado por personas, por que
así es como nosotros hemos aprendido a vivir y sobrevivir, aunque nacemos individuales, "el
hombre es un ser social por naturaleza".
CONCIENCIA SOCIAL:
La palabra conciencia proviene del latín conscientĭa, que significa “con conocimiento”. Se trata del
acto psíquico que permite a una persona percibirse a sí misma en el mundo. La conciencia es el
conocimiento reflexivo de las cosas.
La psicología señala que la conciencia es el estado cognitivo a través del cual un sujeto puede
interactuar con los estímulos externos que forman la realidad y, a partir de esa interacción,
interpretarlos.
La conciencia social, por su parte, puede definirse como el conocimiento que una persona tiene
sobre el estado de los demás integrantes de su comunidad. El individuo con conciencia social es,
justamente, conciente de cómo el entorno puede favorecer o perjudicar el desarrollo de las
personas.
La conciencia social supone que el hombre entiende las necesidades del prójimo y pretende
cooperar a través de distintos mecanismos sociales. La acción social para ayudar puede
desarrollarse mediante la donación económica, las colaboraciones de alimentos o ropa, las
actividades de voluntariado y otro tipo de asistencia.
En este sentido, es importante subrayar que dentro del ámbito de la Psicología, además de ese
citado estado de conciencia social, existen otros tres más. Así, por ejemplo, está la conciencia
individual que viene a definirse como la conciencia que una persona tiene de sí misma y de cómo
el entorno pueda perjudicarla o afectarla.
De la misma forma, está también la conciencia emocional que es aquella que, en base a las
emociones así como al entorno y a la relación con él, establece qué es lo bueno y qué es lo malo
que uno puede hacer y que puede afectar a la comunidad. Podríamos decir, por tanto, que es una
conciencia moral en cierta medida.
Y finalmente nos encontraríamos con la llamada conciencia temporal que es aquella que se
sustenta en el establecimiento de cómo el entorno puede afectar tanto al futuro de uno mismo
como al de toda la citada comunidad.
En la actualidad podemos decir que existen varios temas sobre los que cada vez hay más
conciencia social. En este caso, tendríamos que resaltar aquellas cuestiones que hacen referencia
a lo que es el medio ambiente.
Así, por ejemplo, cada vez existe más conciencia social acerca de la importancia que tiene el
proteger nuestro entorno lo que se traduce en acciones para reducir lo que es la contaminación,
para bajar lo que es el consumo de la energía eléctrica y para apostar por fuentes de energías
renovables. En este sentido, habría que destacar el uso de la domótica en los edificios y viviendas
para lograr el citado ahorro energético.
Los marxistas afirman que la conciencia social se manifiesta mediante la ideología política, la
religión, el arte, la filosofía, la ciencia y hasta la estructura jurídica de una sociedad. Según esta
corriente, el sujeto que no logra comprender esto se encuentra alienado.
PRODUCCION:
Desde el punto de vista de la economía, la producción es la actividad que aporta valor agregado
por creación y suministro de bienes y servicios, es decir, consiste en la creación de productos o
servicios y, al mismo tiempo, la creación de valor, también por producción en un sentido amplio,
entendemos el incorporar utilidades nuevas a las cosas, es decir, no solamente la generación de
producto con cualidades distintas a su origen, sino simples modificaciones a su estructura natural
del factor que le otorga un nuevo uso. Es la actividad que se desarrolla dentro de un sistema
económico. Más específicamente, se trata de la capacidad que tiene un factor productivo para
crear determinados bienes en un periodo determinado. El concepto de producción parte de la
conversión o transformación de uno o más bienes en otros diferentes. Se considera que dos
bienes son diferentes entre sí cuando no son completamente intercambiables por todos los
consumidores.
El concepto económico de producción engloba un rango de actividades más amplio que el que
comprende el concepto genérico de producción del lenguaje corriente. Producción es la
elaboración o la fabricación de los objetos físicos, pero también la provisión de servicios (médicos
sanitarios, enseñanza; espectáculos; restaurantes; etc.). En la actualidad, los servicios constituyen
la mayor parte de la producción total de los países industrializados. Así en un sentido económico,
el término engloba todas aquellas actividades que no son estrictamente de consumo.
PROCESO DE TRABAJO:
Marx publica en 1867 el primer volumen de su obra El Capital. Se trata en esta obra, tal y como
indica su subtítulo de una crítica de la economía política. En si esta obra es un estudio sobre el
proceso histórico específico de las relaciones entre clases, el proletariado y los burgueses que
Marx identifica a los capitalistas.
Proceso de Trabajo.
El proceso de trabajo es para Marx la producción de valores de uso llevada a cabo por la actividad
racional del hombre. En este proceso se lleva a cabo una asimilación de las materias naturales al
servicio de las necesidades humanas.
Los factores que intervienen en el proceso de trabajo son: el propio trabajo, su objeto y sus
medios.
El medio de trabajo son los objetos que el obrero interpone entre él y el objeto de trabajo o la
materia prima. Son medios de trabajo todas las herramientas que el obrero hace servir de manera
directa en su trabajo y también todos los objetos y condiciones materiales que concurren para que
el proceso de trabajo se efectúe. Por ejemplo, encontramos las herramientas de los diferentes
oficios, martillos, hilados, prensas, etc. y también objetos y condiciones materiales como la luz, el
agua, el carbón, que, pese a no intervenir directamente sobre el objeto de trabajo, sirven a éste de
manera indirecta en el proceso de trabajo, son lo que Marx denomina las materias auxiliares.
El resultado del proceso de trabajo es el valor de uso. Y Marx llama a todos los elementos que
intervienen en la elaboración del producto los medios de producción. El trabajo, el proceso de
trabajo analizado desde el punto de vista del producto es un trabajo productivo.
El obrero trabaja bajo el control del capitalista que ha comprado su fuerza de trabajo y como dice
Marx, en el momento que el obrero pisa el taller, el valor de uso de su fuerza de trabajo pertenece
al capitalista. Así, desde esta óptica el proceso de trabajo es un proceso entre objetos comprados
por el capitalista y el producto resultante del proceso le pertenece.
MODOS DE PRODUCCIÓN:
Relaciones de producción: Se refieren a las relaciones sociales y técnicas, las cuales incluyen la
propiedad, el poder y el control de las relaciones que gobiernan los recursos productivos de la
sociedad, a veces codificados como leyes, formas de cooperación y de asociación, relaciones entre
las personas y los objetos de su trabajo, y las relaciones entre las clases sociales.3
El término fue utilizado por primera vez en el libro, inédito en vida de los autores, La ideología
alemana de Karl Marx y Friedrich Engels.
Para Marx el misterio de cómo y por qué existe un determinado orden social y sus cambios deben
buscarse en el modo específico de producción que domina esa sociedad. Sostiene también que el
modo de producción da forma al modo en que se produce la distribución, la circulación y el
consumo, todo lo que constituye la esfera económica. Para entender el modo en que la riqueza es
distribuida y consumida es necesario saber cómo se produce.
Un modo de producción es para Marx históricamente distinguible porque constituye una totalidad
orgánica, un todo que se auto reproduce durante siglos o milenios más o menos en las mismas
condiciones iniciales. Realizando una determinada forma de plus trabajo social en un determinado
sistema de relaciones de propiedad las clases trabajadoras reproducen constantemente los
fundamentos del orden social.
Las nuevas fuerzas productivas pueden entrar en conflicto con el modo de producción existente;
Marx continúa en el Prólogo citado:
Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad
entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la
expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto
hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en
trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se
revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella.
SUPERESTRUCTURA:
Del mismo modo que en la infraestructura o base, Marx indica que existe una influencia clara de
las fuerzas productivas sobre las relaciones de producción, en el caso de la infraestructura y la
superestructura ocurre lo mismo.
Para Karl Marx, la infraestructura influye sobre la superestructura. Es decir, dependiendo de cómo
se organice la sociedad para producir los bienes que necesita para vivir, entonces así se construirá
su marco jurídico, político e ideológico.
De ahí que Marx, haga tanto hincapié en derrocar al capitalismo. De lo contrario, piensa que es
imposible cambiar la realidad ideológica, jurídica o política. Ya que según este autor, el capitalismo
reproduce métodos de producción que vician la ideología.
Componentes de la superestructura:
Aunque bien podrían ser tres componentes diferenciados, para Marx la estructura jurídica y
política forma una sola. Por tanto, tenemos dos componentes principales de la superestructura:
Estructura ideológica: La estructura ideológica está compuesta por las distintas formas de
conciencia social.
Estructura jurídico-política: Está formada por el Estado y el Derecho. Es decir, en la
organización política y las leyes que rigen el país.
Karl Marx no desarrolló mucho este concepto y gran parte cuánto sabemos de él, se debe a las
interpretaciones de los estudiosos de su obra.
FORMACION SOCIOECONOMICA:
La formación económico social está condicionada por el desarrollo de las fuerzas productivas y
mantiene una tensión bidireccional con la superestructura político-ideológico-cultural que precisa
para su funcionamiento (es decir, la condiciona, no la determina, y es influido por ella). Se justifica
y legitima por su correspondiente ideología dominante (a veces impuesta, pero siempre asumida
como referente del consenso social) que actúa de lubricante de las relaciones sociales.
El concepto fue utilizado originalmente por Karl Marx en El Capital. Más tarde fue recuperado por
historiadores de orientación marxista de mediados del siglo XX, conscientes de la imposibilidad de
aplicar a la realidad histórica el funcionamiento ideal y puro de los principales modos de
producción definidos conceptualmente como esclavismo, feudalismo, capitalismo, comunismo.
También se intenta contrarrestar el determinismo económico presente en la mayor parte de las
corrientes marxistas donde la superestructura se encuentra subordinada a la "base económica".
CLASES SOCIALES:
La clase social es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos comparten
una característica común que los vincula social o económicamente, sea por su función productiva
o "social", poder adquisitivo o "económico" o por la posición dentro de la burocracia en una
organización destinada a tales fines. Estos vínculos pueden generar o ser generados por intereses
u objetivos que se consideren comunes y que refuercen la solidaridad interpersonal. La sociedad
de clases constituye una división jerárquica basada principalmente en las diferencias de ingresos,
riquezas y acceso a los recursos materiales. Aunque las clases no son grupos cerrados y un
individuo puede moverse de una clase a otra. Este sistema está muy relacionado con el sistema
productivo y es el típico sistema de estratificación de las sociedades de Europa en los siglos XVII y
XIX, hoy extendido a casi todo el orbe, así como en gran medida de las sociedades mercantiles de
la Antigüedad.
CARACTERISITICAS GENERALES.
La adscripción a determinada clase de un individuo se determina básicamente por criterios
económicos, a diferencia de lo que sucede en otros tipos de estratificación social, basados en
castas y estamentos, donde el criterio básico de adscripción en principio no es económico (aunque
la adscripción a un determinado grupo pueda conllevar secundariamente condicionantes
económicos).
1. Generalmente, para el conjunto de individuos que configura una clase existen unos
intereses comunes, o una estrategia social maximizadora de su poder político y bienestar
social. En ciertos casos, un cierto número de individuos se desentiende de los intereses de
su clase social.
2. Las condiciones económicas que conllevan la adscripción a una u otra clase generalmente
están determinadas por el nacimiento y herencia familiar. Así en la mayoría de las
sociedades los hijos de las clases desfavorecidas a lo largo de su vida seguirán formando
parte de las clases desfavorecidas, y los hijos de las clases más acomodadas tienen mayor
probabilidad de ser parte durante el resto de su vida de la clase acomodada.
LUCHA DE CLASES:
La lucha de clases es un concepto o una teoría que explica la existencia de conflictos sociales como
el resultado de un conflicto central o antagonismo inherente a toda sociedad políticamente
organizada entre los intereses de diferentes sectores o clases sociales. Para muchos tal conflicto
resulta un cambio o progreso político y social.
Este proceso culmina con Adam Smith, quien concluye -en 1776 - al presentar el resultado de sus
investigaciones acerca: “De las causas del adelantamiento y perfección en las facultades
productivas del trabajo; y del orden con que su producto se distribuye naturalmente entre las
diferentes clases del Pueblo” que “Todo el producto anual de la tierra y del trabajo de una
nación ... naturalmente se divide, como ya se ha observado, en tres partes; la renta de la tierra, los
salarios del trabajo, y las ganancias del capital (stock en el original), y constituye un ingreso a tres
órdenes diferentes de personas; los que viven de rentas, los que viven de salarios, y los que viven
por la ganancia. Esas son los tres órdenes originarios, y principales partes componentes de toda
sociedad civilizada, de cuyos ingresos esos de todos los otros órdenes últimamente se derivan”.
En esa época se consideraba obvio y natural que los "órdenes" o "clases" -generalmente conocidas
como estados- y entendidas como “tipo” o “clases de propiedad” -aristocrática, eclesiástica-; la
“nueva forma de propiedad que estaba apareciendo en las ciudades o Tercer Estado” y el resto del
Pueblo llano sin o casi sin propiedad- tienen intereses que están en conflicto, opuestos por su
diferente naturaleza.
Por ejemplo, James Madison escribía en 1780, como parte de su análisis de las facciones (sus
opiniones, sus pasiones y sus intereses), que dentro del grupo de los poseedores libres de la nueva
propiedad privada (cuya base en Estados Unidos estaba constituida por una mayoría agraria de
clase media y que en ausencia de pasado feudal no convivía con ningún estamento), incluso la
"protección de facultades diferentes y desiguales para adquirir propiedad, produce
inmediatamente la existencia de diferencias en cuanto a la naturaleza y extensión de la misma; y
la influencia de estas sobre los sentimientos y opiniones de los respectivos propietarios, determina
la división de la sociedad en diferentes intereses y partidos."
Sin embargo -y a pesar del criticismo, a veces bastante explícito, de lo anterior- tal conflicto (o sus
consecuencias) se veía generalmente como positivo, dando origen a la libertad responsable y
estableciendo las bases de la supremacía del poder de los monarcas. Esa visión se puede trazar al
dicho de Heráclito : “Los opuestos acuerdan, y de la discordia resulta la mejor armonía9 (esta
sugerencia es conocida como "Doctrina de la armonía de los intereses").
“En vuestros antiguos estados Uds. tenían esa variedad, toda esa combinación y toda esa
oposición de intereses, teníais toda esa acción y reacción que, en el mundo natural y político, a
partir de la lucha reciproca de poderes discordantes, extrae la armonía del universo. Esos intereses
opuestos y conflictivos, que Uds. consideran una falta grave en vuestra Constitución pasada y la
presente, interpone un saludable balance a toda resolución precipitada, transformando la
deliberación en una materia no de gusto sino de necesidad, hace todo cambio un asunto de
compromiso que naturalmente engendra moderación... A través de la diversidad de miembros e
intereses la libertad general tiene tantas seguridades como hay diferentes versiones en los varios
órdenes, mientras que manteniéndose bajo el control de un monarca, las partes mismas son
prevenidas de desviarse y alejarse de sus posiciones correspondientes”.
Partiendo de lo anterior, Burke avanza a producir una justificación política práctica acerca de la
necesidad de un poder real: Nadie -alega- puede ser juez en su propia causa. Por lo tanto, las
clases tienen necesidad de un poder externo, superior, que pueda -si es que las clases no pueden
llegar a acuerdo- adjudicar sin estar comprometida con parte. Ese poder es el rey. (Burke: op cit).
IDEOLOGÍA.
Las ideologías suelen constar de dos componentes: una representación del sistema, y un programa
de acción. La representación proporciona un punto de vista propio y particular sobre la realidad
vigente, observándola desde una determinada perspectiva compuesta por emociones,
percepciones, creencias, ideas y razonamientos, a partir del cual se le analiza y compara con un
sistema real o ideal alternativo, finalizando en un conjunto de juicios críticos y de valor que
plantean un punto de vista superior a la realidad vigente. El programa de acción tiene como
objetivo acercar en lo posible el sistema real existente al sistema ideal pretendido.
Por su receptividad frente al cambio, hay ideologías que pretenden la conservación del sistema —
conservadoras—, su transformación radical y súbita —revolucionarias—, el cambio gradual —
reformistas—, o la readopción de un sistema previamente existente —restaurativas—.
Por su origen, alcance y propósito, las ideologías pueden desarrollarse gradualmente a través de la
observación, el diálogo, el ajuste mutuo y el consenso sobre lo que es considerado socialmente
correcto, desviado o dañino, o bien ser impuestas (incluso por medio de la violencia) por un grupo
dominante especialmente interesado en generar influencia, conducción o control colectivo, sin
distinción si este es un grupo social, una institución, o un movimiento político, social, religioso o
cultural o si su propósito se centra en promover el bien común o un interés particular.
El término ideología fue formulado por Destutt de Tracy (Mémoire sur la faculté de penser, 1796),
y originalmente denominaba la ciencia que estudia las ideas, su carácter, origen y las leyes que las
rigen, así como las relaciones con los signos que las expresan.
Medio siglo más tarde, el concepto acoge su sentido final (actualmente vigente) al asociarse con
una perspectiva epistemológica, fundada por Karl Marx y Friedrich Engels en su obra La ideología
alemana (1845-1846), para quienes la ideología es el conjunto de principios que explican el mundo
en cada sociedad en función de sus modos de producción, relacionando los conocimientos
prácticos necesarios para la vida con el sistema de relaciones sociales; la relación con la realidad es
tan importante mantener esas relaciones sociales, y en los sistemas sociales en los que se da
alguna clase de explotación, evitar que los oprimidos perciban su estado de opresión. En su
célebre prólogo a su libro Contribución a la crítica de la economía política Marx dice:
ESTADO:
Muchas sociedades humanas han sido gobernadas por estados durante milenios, sin embargo, la
mayoría de las personas en la prehistoria vivían en sociedades sin estado. Los primeros estados
surgieron hace unos 5500 años junto con el rápido crecimiento de las ciudades, la invención de la
escritura, y la codificación de nuevas clases de religión. Con el tiempo, se desarrolló una variedad
de formas diferentes de estados, empleando una variedad de justificaciones para su existencia
(como el derecho divino, la teoría del contrato social, etc.). Hoy día, sin embargo, el estado-nación
moderno es la forma predominante de estado a la que están sometidas las personas.
La palabra Estado viene del latín status, y este del verbo stare (estar parado). De ahí pasó a
significar a algo parado, detenido, como en statu quo. El verbo stare se vincula con una raíz
indoeuropea *sta-, que está presente en el verbo griego ίσταμαι (histamai que se puede traducir
como: establecer, poner en pie, detener, estar en pie).
Como término polisémico, designa también a todo aquel país soberano, reconocido como tal en el
orden internacional, así como al conjunto de atribuciones y órganos de gobierno de dicho país.
Los hablantes de inglés americano a menudo usan los términos estado y gobierno como
sinónimos, y ambas palabras se refieren a un grupo político organizado que ejerce autoridad sobre
un territorio en particular.
Definiciones:
El concepto de Estado difiere según los autores, pero algunos de ellos definen el Estado como el
conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que
regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determinado.
La definición más comúnmente utilizada es la de Max Weber, en 1919, define Estado moderno
como una «asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de
monopolizar dentro de un territorio el monopolio de la violencia legítima como medio de
dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de sus
dirigentes y ha expropiado a todos los seres humanos que antes disponían de ellos por derecho
propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas». Las categorías generales del Estado
son instituciones tales como las fuerzas armadas, burocracias administrativas, los tribunales y la
policía, asumiendo pues el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y
otras, como las relaciones exteriores.
Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán Hermann
Heller que define al Estado como una «unidad de dominación, independiente en lo exterior e
interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo
personal y territorial». Además, el autor define que sólo se puede hablar de Estado como una
construcción propia de las monarquías absolutas (ver monarquía absoluta) del siglo xv, de la Edad
Moderna. «No hay Estado en la Edad Antigua», señala el autor. Asimismo, cómo evolución del
concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por el que se incluyen dentro de la
organización estatal aquellas resultantes del imperio de la ley y la división de poderes (ejecutivo,
legislativo y judicial) y otras funciones, como la emisión de moneda propia.