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Didáctica de las Prácticas Gimnásticas II y III

Prof. Laura Crisolini.

Salto

Fases del salto:

1ª) La carrera de aproximación: La carrera de aproximación es la primera


fase que aporta energía para la ejecución de cualquier salto a realizar. La
longitud de la carrera asciende a 20-25 metros, aunque tanto la misma, como la
velocidad y la cantidad de pasos variará de acuerdo a las características del
gimnasta y el salto a realizar. La cantidad de pasos de las mujeres es de 14 a
18, mientras que en los varones será de entre 11 y 13 pasos.
El gimnasta debe permanecer de pie con los pies juntos o en posición de
carrera (dependerá de la elección del gimnasta y/o el entrenador). Deberá
comenzar a avanzar hacia la tabla de pique aumentando paulatinamente la
velocidad hasta el volumen necesario, para luego mantenerla estable en la
parte final de dicha carrera. En la posición correcta para la aceleración, los
brazos deben estar doblados por el codo en un ángulo de 90º, moviéndose
paralelamente uno a otro con las manos y los hombros relajados. Las piernas
también deben correr paralelas con una buena elevación de rodillas en cada
zancada.
La carrera deberá ser bien calculada y practicada lo suficiente para no
necesitar ningún tipo de ajuste sobre la marcha, lo que le permitirá al gimnasta
concentrarse en el salto que va a realizar.

2ª) El antesalto: El último paso de la carrera debe ser lo suficientemente


potente como para permitir al gimnasta dirigirse sobre el trampolín. La longitud
del antesalto será de aproximadamente 2,5 metros. El mismo será bajo y plano,
y el ángulo de despegue no debe superar los 10º para que no se pierda la
velocidad alcanzada en la carrera.
Durante la acción que realizan las piernas (fuerte empuje de la pierna de
impulso para caer sobre la tabla de pique con ambos pies en forma
simultánea), los brazos deben juntarse por detrás de la cadera, preparados
para girar hacia arriba y adelante y los hombros colocarse levemente por detrás
de los pies cuando los mismos entren en contacto con la tabla.

3ª) El salto o pique: Esta será otra acción que aportará energía al salto. La
gimnasta apoya los pies (desde la media punta) sobre el trampolín, las piernas
se colocan firmemente y una vez que los talones se apoyan en la tabla, las
mismas se flexionan un poco por las articulaciones de la rodilla y de la cadera,
ahora los brazos se sitúan abajo y ligeramente a la altura de la misma. Acto
seguido el tronco y las piernas se extienden rápidamente y acompañado por un
lanzamiento hacia arriba y adelante de los brazos.
Todos los gimnastas deberán mantener una buena tensión del cuerpo
para maximizar la efectividad de la fase de contacto con la tabla para conseguir
una adecuada altura y rotación.
4ª) El primer vuelo: El primer vuelo será relativamente corto y tendrá relación
directa con el segundo vuelo. Según el ángulo de entrada del cuerpo en
relación con la superficie de apoyo, variará al altura y distancia del segundo
vuelo ( a mayor ángulo de entrada en el 1° vuelo, menor ángulo de salida para
el 2° vuelo y visceversa). La forma del cuerpo en el aire deberá ser extendida
con los brazos en línea con la cabeza y sin ángulo con los hombros. En el
momento en que se abandona la tabla se producirá una rotación y en el
momento de tomar contacto con la mesa de salto el cuerpo adoptará una
postura determinada, ambas acciones dependerán del salto a realizar.

5ª) Impulso de manos o rechazo: Cuando el gimnasta toma contacto con la


mesa de salto debe hacerlo con un ángulo que le permita dejarla antes de que
el centro de gravedad sobrepase la vertical, ya que de este ángulo dependerá
también la trayectoria conseguida en el segundo vuelo. La forma del cuerpo en
el inicio de la toma de contacto debe ser en ligera anteversión, y esta
´´curvatura´´ debe estirarse para que se produzca el rechazo. La cabeza en
este momento debe permanecer en posición neutral de manera que el
gimnasta solo pueda ver sus manos (esta posición podrá variar según el alto a
realizar).

6ª) El segundo vuelo: Es una fase importantísima del salto, ya que


generalmente contiene los movimientos de mayor dificultad. En el mismo
pueden realizarse giros en el eje longitudinal, realizar mortales (giros en el eje
transversal) o combinar ambas acciones. Cuando se abandona la mesa de
salto (y según el elemento realizado), la mirada del gimnasta debe orientarse
hacia sus pies, preparándose para el aterrizaje.

7ª) Aterrizaje: Es la toma de contacto con el suelo, para la misma el gimnasta


debe encontrarse en total extensión para secuencialmente flexionar las
articulaciones intervinientes comenzando por los dedos de los pies, tobillos,
rodillas y cadera, de manera que permita a cada grupo muscular absorber la
fuerza del impacto. Al mismo tiempo la espalda deberá permanecer recta
durante el aterrizaje minimizando así el riesgo de lesión, los brazos realizarán
un movimiento de descenso hasta la altura del tronco que permitirá o
colaborará con la detención del movimiento de rotación.
El aterrizaje podrá realizarse de cara o de espaldas a la mesa de salto
según lo realizado durante el segundo vuelo.

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