Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Esta práctica fue popularizada por Bernard London que realizó diversas
publicaciones de este tema a partir del año 1932 en el que exponía que la
industria podía utilizar la obsolescencia programada como una estrategia para
activar la economía puesto que los productos ya no serían útiles y las personas
debían comprar otros para reponerlos.
Es de hacer notar que las empresas utilizan esta práctica como forma de
incrementar sus ingresos de diversas formas, es decir, la obsolescencia
programada puede tener tres tipos:
Además, puede existir una combinación de las tres como en el caso de los
Smartphone que puede ocasionar problemas económicos, sociales y psicológicos
en el consumidor puesto que podría endeudarse para adquirir un nuevo modelo,
social porque marca un hito en la misma, es decir, si el individuo no posee un
modelo determinado no encaja en cierto nivel social y psicológico relacionado con
este último porque este individuo puede sentirse menos o infravalorado por no ser
aceptado por este grupo.
En tal sentido las empresas se valen de todos estos factores con el objetivo
de incrementar sus ventas como, por ejemplo, iPhone señalado por (Treebute,
2018):
Es decir, que esta empresa solo pretende obtener ganancias por la venta
continua de sus productos sin tomar en consideración alguna al consumidor,
puesto que sacó al mercado un producto con fallas que pudieron haberse
corregido, aunado al hecho de utilizar mecanismos tecnológicos que afectan el
funcionamiento del aparato, con el objetivo de desmejorar el funcionamiento del
mismo con la intención de que los usuarios cambien de dispositivo o gasten más
dinero en actualizaciones.
Sin embargo, esta empresa no contó con las denuncias presentadas por los
consumidores que lo obligaron a enfrentar denuncias por cuantiosas sumas de
dinero, así como rebajas en las actualizaciones además de estar obligados a
informar sobre las mismas.
Referencias Bibliográficas